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FUNDAMENTOS DE LA TRANSFORMACIÓN MARTENSINICA.

SU IMPORTANCIA EN EL DISEÑO DE FUTUROS MATERIALES


CERÁMICOS. M J. OSENDI y J.S. MOYA
Instituto de Cerámica y Vidrio
Arganda del Rey. Madrid.

RESUMEN
Se hace un análisis de la transformación martensítica desde el punto de vista termodinámico y cris-
talográfico. Se estudia el caso de la transformación martensítica en materiales cerámicos, fundamen-
talmente en aquellos basados en circona. Finalmente, se exponen algunos casos ya estudiados en la li-
teratura, resaltando el notable incremento de tenacidad que experimentan dichos materiales debido al
efecto inducido por la transformación martensítica.

SUMMARY
An analysis of the martensitic transformation from the thermodinamic and crystalographic point
of view is made.
The case of the martensitic transformation in ceramics material based on circonia is studied. Fina-
lly, several examples reported in the literature, emphasizing the high increase of toughtness produced
in such materials due to the induced martensitic tranformation effect, are shown.

RESUME
II est fait une analyse de la transformation martensitique du point de vue thermodynamique et
cristallographique. On étudie le cas de la transformation martensitique des matières céramiques, essen-
tiellement de celles à base de zircone. Enfin, on expose quelques cas déjà étudiés dan la documentation
en soulignant la nette augmentation de ténacité que connaissent les matières en question sous Teffect
de la transformation martensitique.

ZUSAMMENFASSUNG:
Es wird eine Analyse der Martensi tum Wandlung aus thermodynamischer und Kristall ographisch er
Sicht vorgenommen. Die Untersuchung erfolgt fax Keramische Stoffe, insbesondere solche auf der
Basis von Zirkonerde. Abschliessend sir über einige bereits in der Literatura behandelte Fälle berichtet
und die stark erhöhte Zähigkeit dieser Werkstoffe hervorgehoben, die auf die Wirkung des durch die
Martensitumwandlung bedingten Effektes aurückzuführen its.

INTRODUCCIÓN tesíticas, así como subrayar la importancia que este fenó-


meno puede tener en la mejora de las propiedades de los fu-
Históricamente se le da el nombre de martensita a aque- turos materiales cerámicos.
lla fase que se desarrolla en las aleaciones Fe-C cuando son
sometidas a un proceso de templado. Esta fase es de natu- DEFINICIÓN
raleza metaestable y de alta dureza. En la actualidad, al tipo La transformación martensítica se define como un cam-
de transformación en estado sólido que presenta unas carac- bio estructural de primer orden en estado sólido, que pre-
terísticas similares a las que se observan en el acero se le co- senta las siguientes características:
noce con el nombre de reacción martensítica. Aunque la
martensita que se desarrolla en las aleacioens Fe-C es una fa- a) es de tipo desplazativo, b) se produce sin que tenga lugar
se metaestable y usualmente las reacciones martensíticas se la difusión de especies químicas, y c) está dominada cinéti-
relacionan con un enfriamiento rápido, se pueden formar ca y morfológicamente por la energía de deformación que
martensíticamente fases de equilibrio tanto en sistemas me- proviene de desplazamientos de tipo cizalla.
tálicos como no metálicos. Este fenómeno se ha observado
recientemente en ciertos óxidos y compuestos cerámicos. La transformación martensítica entraña un movimiento
Lo más destacable de este hecho es que en determinados cooperativo de átomos que da lugar a un cambio de forma
materiales cerámicos de dos fases se produce un notable in- en la región que se transforma. Este cambio de forma cons-
cremento de sus propiedades mecánicas al tener lugar una tituye el más conveniente criterio experimental para reco-
transformación de tipo martensítico en una de las fases. Es- nocer que una transformación martensítica ha tenido lugar.
te incremento en la tenacidad ha sido observado en materia- A causa de la naturaleza distorsionante de la transforma-
les cerámicos de circona parcialmente estabilizada (ZPS) ción martensítica es de esperar que la energía de deforma-
coteniendo Zr02 tetragonal como precipitado (1, 2), la cual ción que acompaña a la transformación, tenga consecuen-
transforma martensíticamente a una simetría monoclínica. cias importantes. En primer lugar se pueden producir inho-
Lo mismo ocurre en matrices que contienen partículas de mogéneamente desplazamientos adicionales de la transfor-
circona como fase dispersa. mación, para ayudar a liberar la energía de deformación. Es-
tos desplazamientos ocurren mediante deslizamiento (slip)
Mientras que la importancia de esta transformación ña si- o maclado (twinning (Fig. 1) en el producto transformado y
do ampliamente reconocida, desde antiguo, por los metalúr- se les suele llamar invariantes cristalinos porque no alteran
gicos debido a su enorme influencia en las propiedades de la estructura generada por la deformación cristalina. Aún
las aleaciones de Fe, sin embargo, hasta fechas muy recien- así, la deformación resultante es, a menudo, sustancial y
tes este tipo de transformación no ha recibido especial aten- tiene que acomodarse en alguna manera en la matriz que la
ción por parte de los ceramistas. rodea. Esta acomodación puede lograrse por deformación
El presente trabajo se propone realizar una revisión gene- termoelástica, o bien por deformación plástica de la fase
ral de las características físicas de las transformaciones mar- original, que es el caso más típico.

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La energía de deformación asociada a la transformación ASPECTOS TERMODINAMICOS
puede disminuir aún más si las regiones que se transforman
adoptan la forma de láminas y, particularmente, si se esta- Cada una de las dos fases (original y producto) posée una
blece un plano invariante en la intercara que desempeña el energía libre química, que varía con la temperatura y com-
papel de plano del hábito de orientación. posición. Para una determinada composición Co, existe una
En la figura 2 se representa esquemáticamente un cam- temperatura To a la que las dos fases poseen la misma ener-
bio de forma debido a una deformación de plano invariante gía libre química, es decir, a esta temperatura se cumple la
característica de la transformación martensítica. Se puede reación: AG^r^^ = 0 siendo P-fase origen y M-fase pro-
apreciar que el plano de hábito ABC no está distorsionado ducto. Para T < To, AG clï^ se hace más negativa y la
ni rotado. fuerza (impulsora) conductora de la transformación marten-
sítica aumenta hasta que alcanza un valor crítico a la tem-
peratura M , en la que comienza el proceso de nucleación
(Fig. 3).

(a) (b)

L
I
7
L ií Temperatura — ^
L
I J Figura 3.— Energía libre en función de la temperatura para las fa-
ses original (?) y martensítica (M).
(b)

La cine'tica de la transformación martensítica está típica-


Figura 1.- Representación esquemática de un cizallamiento inho-
mogéneo e invariante de la red por (a) maclado interno y (b) des-
mente controlada por la velocidad de nucleación. La nuclea-
lizamiento interno dentro de las placas martensíticas. ción es considerada, en este caso, como un proceso atérmi-
co, en el sentido de que cuánto más desciende la temperatu-
El que la transformación martensítica sea "no difusiva", ra más nucleaciones ocurren. Este comportanmiento tiene
impHca que no hay una mezcla aleatoria de átomos durante lugar porque los cambios en forma y volumen, asociados
el cambio estructural. Es decir, que la fase producto hereda con el cambio en la estructura del cristal, conllevan grandes
la misma composición, orden atómico y defectos cristalinos deformaciones las cuales no se liberan mediante la migra-
que estaban presentes en la fase original. Como la transfor- ción de átomos debido a la naturaleza no difusiva de la reac-
mación no requiere difusión térmicamente activada, mu- ción, como ya se ha dicho anteriormente. El incremento
chas transformaciones martensíticas ocurren a muy bajas que resulta en la energía de deformación se opone al progre-
temperaturas, incluso cerca del cero absoluto. Por ejemplo so de la transición, causando su detención cuando aún está
en la aleación Fe-33^/o at. Ni la transformación empieza a incompleta. Por tanto, sólo unos cuantos núcleos son acti-
'V50^K(3). vados a una temperatura dada. Es decir, para inducir más
transformaciones se requerirá una mayor fuerza conduc-
tora, lo cual se consigue con un mayor enfriamiento.
Al enfriar, la transformación comienza a una temperatu-
ra característica, Ms (martensite star) y se completa cuando
baja la emperatura hasta Mf. La trnsformación inversa co-
mienza a As y se termina a Af. La temperatura hipotética
de transformación sin tensiones, To esMs + Af. En presera
2 ,,
cia de una deformación aplicada, tanto elástica'coíiio plásti-
ca, la transformación puede empezar a otra temperatura
Md.
No obstante, existen algunos importantes casos de nu-
Figura 2.— Representación esquemática de un cambio de forma ti- cleación martensítica isoterma, por ejemplo el caso de una
po plano invariante característico de la transformación martensí-
tica. aleación de hierro-níquel-manganeso (4).

34
La aproximación más clásica es la de Suezawa y Cook
(7) que considera las fluctuaciones de heterofase como ge-
neradoras de partículas de martensita, cuando interaccionan
VOLUMEN nr^C
elásticamente con superdislocaciones preexistentes.
AREA SUPERFICIAL 2î<r2 Clapp (8) sugiere que una inestabiUdad mecánica local de
la fase original (tal como un fonón blando localizado) pue-
de colocar un defecto bajo las condiciones termodinámicas
necesarias, provocando una especie de deformación espino-
dal.
Olson y Cohen (9) suponen que conjuntos especiales de
dislocaciones preexistentes son el principal defecto nuclean-
te, los cuales al disociarse llevan a cabo el proceso de nu-
cleación (Fig. 5).

I
I
I
Figura 4 . - Nucleación de un embrión de martensita.
u
T ±
1 J.
I
T 1
El cambio total de energía libre química que acompaña 1
la nucleación de una partícula de martensita en un cristal i
I 1
perfecto de la fase original (Fig. 4) puede expresarse de la T 1
1 1
siguiente forma (3):
+ i
1
i
AG-yTTr^cAg^j^ + y 7 r r 2 c ( ^ ) ^llll^a [1]

"A g 1^" es el cambio de energía libre química por uni-


dad de volumen de martensita. (a) (b)
" A L " es la energía de deformación elástica referida a un
volunl^n unidad de martensita. Figura 5 . - Representación esquemática de la nucleación martensí-
"a " es la energía interfacial por unidad de área. tica por disociación de defectos: a) grupo de dislocaciones pree-
xistentes, b) disociación de defectos con movimiento de disloca-
El factor "A" de la energía de deformación viene dado ciones hacia la derecha.
por (5).

A = [7r (2 - p)// 8 (1 - . ) ] M 7^ + ( . ^ / 4 ) M ^n^


En las transformaciones martensíticas se produce tam-
bién una nucleación de tipo auto catalítica. Es decir, que las
deformaciones elásticas generadas internamente por la
donde el coeficiente de Poisson (i^ ) y el módulo de cizalla- transformación pueden contribuir mecánicamente a la fuer-
dura (ju) se han tomado como iguales en ambas fases. Tam- za conductora termodinámica y activar así, los defectos
bién se ha supuesto que la deformación es una deformación preexistentes los cuales, de otra manera, serían insuficiente-
del tipo de plano invariante (lo cual se discutirá en la parte mente potentes para operar a la temperatura en cuestión.
cristalográfica) con una componente de corte " 7 " y otra
normal "^n"). Para valores típicos en aleaciones de Fe (6): ASPECTOS CRISTALOGRÁFICOS
A ^2A X 10"^ MJm"^, (7 ^ 100-200 m J m'^ (100-200 erg Las transformaciones martensíticas exhiben una variedad
. - 2 V A . . _. ' V . l 7 0 M J m " ^ ( - 3 0 0 c a l . m o r ^ ) de comportamientos geométricos interrelacionados, a partir
cm-^),AgchMs'
de los cuales se ha formulado (10) con pleno éxito una teo-
ría cristalográfica fenomenológica, es decir, que provee un
Sustituyendo estos valores en la ec. [ 1 ] se obtiene AG medio de descubrir consistentemente el qué ha sucedido
en función de r y c, lo que da una superficie tipo de silla de más que el cómo ha sucedido realmente (la teoría no pre-
montar con una barrera para la nucleación de 8 x 10"^^ J sente una imagen detallada del proceso real por el que se
( ^ 5 X 10^ eV). Este valor es del orden de 10^ (KT) para mueven los átomos en la transformación).
temperaturas en las que la transformación se sabe que nu-
La teoría considera tres etapas básicas:
clea espontáneamente. Es decir, la energía por ñuctuación
térmica, que produce la nucleación homogénea, es demasia-
do pequeña; por ello, deben ser considerados sitios especia- 1) Deformación de Bain, 2) deformación que deja la cel-
les de nucleación. da invariante, y 3) rotación de sóhdo rígido en la red trans-
formada.
La nucleación martensítica es pues heterogénea y típica-
mente comienza en 10^ puntos/cm^ a (Ms) (6); dicho valor 1) La deformación de Bain es cualquier deformación pu-
es mucho más pequeño que el esperado para la nucleación ra homogénea que convierte una red en otra por una simple
homogénea {^ 10^ ^/cm^). expansión o contracción a lo largo de ejes ortogonales.
Mientras que la celda producto puede formarse a partir de
Durante la pasada década se han propuesto tres diferen- la celda origen a través de una deformación de Bain, no
tes mecanismos de nucleación martensítica. Cada uno de existe un plano sin distorsión que pueda asociarse con el
ellos reconoce la heterogeneidad de la nucleación y conside- plano de hábito de la transformación. Por esto se introduce,
ra los defectos cristalinos como posibles centros de nuclea- una segunda deformación. Un ejemplo de este tipo de de-
ción. formación se muestra en la figura 6.

BOL.SOC.ESP.CERAM.VIDR.VOL.21 - NUM.l 35
. ^ 1 ^ ^

PLANO DE DESLIZAMIENTO
EN MARTENSITA

QO

INTERFASE

Figura 8 . - Representación de los dos tipos diferentes de martensi-


(C) ta maclada y deslizada, en relación con la fase original.

Figura 6.- Deformación de Bain: cambio de la estructura bet a la


bcc,(B) ^(C), Las transformaciones martensíticas se caracterizan
por un plano de hábito que generalmente no tiene índices
2) Deformación invariante de la red. Esta deformación de Miller simples, y por una relación de orientación en la
mantiene la simetría de la celda, y en combinación con la que los planos y direcciones de máximo empaquetamiento
deformación de Bain produce un piano sin distorsión. Esta en las dos estructuras son sólo aproximadamente paralelos.
deformación es un cizallamiento puro y puede ocurrir, bien Algunos ejemplos típicos de la relaciones de orientación
por deslizamiento bien por maclado, la subestructura del y de los planos de hábito se ofrecen a continuación:
plano de hábito será diferente en ambos casos (Fig. 7 y 8).
a) Transformación FCC ^ HCP. De este tipo es la reac-
MATR1Z ción martensítica en el Co y sus aleaciones. La relación de
orientación observada (6) es la siguiente:
(III)FCC II (oooi)j^çp , [iiljp^ç II [nQO]j^ç,p

b) Transformación tetragonal > monoclínica en la cir-


cona. Bansal y Heuer (11) apHcando la teoría de Wechler,
Lieberman y Read (10) a la ZPS encontraban el sistema de
PRODUCTO
cizalladura invariante (110)^ [001 ]^ para un tipo de pro-
ducto martensítico (placas lenticulares) que tenía como pla-
no de hábito el (671)^^ o bien el (761)^^, ~ 7 ^ del(llO) .
Para un segundqjipo de placas encontraban el sistema de
deslizamiento (110)^ [ 110 ]^, estando el plano de hábito
próximo al(100)j^.
Recientemente Kriven y col (12) han analizado varios
sistemas posibles de cizallamiento invariante mediante cál-
culo por computador. Han encontrado un buen ajuste para
MACLADO DESLIZAMIENTO dos sistemas de maclado (100)^^ y (001) y que predicen
un cambio macroscópico de forma del 5^/o.
DEFORMACIÓN INVARIANTE DE RED

Figura 7.— Mecanismo de una transformación martensítica: defor-


mación que varía la estructura cristalina y deformación invarian- TRANSFORMACIONES TERMOELASTICAS
te de la estructura.
Generalmente, el cambio de forma producido por la
Los desajustes en la intercara origen/producto son miti- transformación martensítica es relativamente tan grande
gados periódicamente por las pequeñas láminas deslizadas o que la rigidez y resistencia mecánica de la fase matriz que
macladas. Así regiones locales de la intercara son alternati- rodea el área transformada no alcanzan valores suficiente-
vamente extendidas y contraídas, pero a escala macroscópi- mente altos para soportarla, de forma que una acomodación
ca la intercara no tiene (en promedio) distorsión. plástica ha de tener lugar durante el proceso de crecimiento.
3) Rotación de la red transformada. Como el plano sin En consecuencia, los movimientos interfaciales no son re-
distorsión, consecuencia de las deformaciones de Bain e in- versibles.
variante, difiere en orientación en las fases original y pro- Alternativamente, en aquellos casos en que la deforma-
ducto se debe efectuar una rotación de la estructura de la ción se acomoda elásticamente, los movimientos de la inter-
fase producto para asegurar la coincidencia. cara presentan comportamiento reversible. En este último

36
caso existe un balance continuo entre las fuerzas química y En las transformaciones termoelásticas reales hay un ma-
mecánica: ÁG^u + 2 ZÍG^J = O a este fonómeno se le deno- yor alejamiento de la reversibilidad debido a la fricción que
mina termoelasticidad. encuentra la intercara al moverse. En la figura 10 pueden
En la figura 9 se ilustra esquemáticamente la transforma- verse los distintos casos: (a) histéresis sin resistencia friccio-
ción termoelástica de una única placa de martensita. En ella nal (termoelástica), (b), (c) histéresis con dos niveles de re-
la delgada placa de martensita crece rápidamente en forma sistencia friccional y (d) transformación no termoelástica,
radial hasta que se establece el balance de fuerzas. Este ba- es decir, con acomodación plástica.
lance se mantiene, con movimientos reversibles de la inter- Cuando tiene lugar una acomodación plástica no se pro-
cara, a lo largo de la línea cbd. Extrapolando esta recta has- duce una inversión de la intercara y las temperaturas As y
ta el punto To obtendremos la desaparición de la martensita Af dependen de la nucleación de nuevas partículas de la fa-
(V = O). Sin embargo, al calentar hasta el punto "d" la rela- se original dentro de la martensita. Este proceso evidente-
ción—- ^ 5 de manera que las fuerzas de tensión superficial mente entraña nucleacíón. Ejemplo de transformación ter-
son suficientes para hacer retroceder la placa, a pesar de que moelástica son los cambios en la resistencia eléctrica al ca-
aún existe una fuerza conductora finita (T < T o ) , despare- lentar y enfriar en una aleación Fe, 24.5 at^/o Pt (6). En el
ciendo la placa de martensita por encogimiento radial a la estado desordenado la histéresis es típicamente grande y la
temperatura T = Af. transformación no es termoelástica, en el estado ordenado
la transformación se hace termoelástica.

CASO DE LA CIRCONA
Es bien conocido que la circona es un óxido refractario
(punto de fusión 'V2700^C) de una gran estabihdad quími-
ca que presenta, a presión atmosférica, tres modificaciones
cristalográficas, a saber:
^ , ^ . 2200^C ill50^C
Cubica ^ Tetragonal -^-z--3.-z.» Monoclínica.
950OC
Estructura Es. Fluorita (P21/c) (grupo espacial)
tipo fluorita deformada
(Fm3m) (P42/nmc)
La estructura cúbica tipo fluorita puede ser estabilizada
hasta temperatura ambiente mediante la adición de otros
óxidos tales como CaO, Y2O3, Ce02 y MgO.
Desde el punto de vista cerámico tiene especial impor-
tancia la transformación polimorfa tetragonal - - - ^ mono-
clínica, debido a su naturaleza anisotrópica y al notable in-
cremento de volumen C^S^^/o) que lleva consigo (Fig. 11).
Figura 9.— Ilustración esquemática de la transformación martensí-
tica termoelástica de una única placa de martensita.

Ag: 1080^
1.00 -

(a) 0.75
Ms Af To
/900° 11750/
1-^^
^ c

(b)
o
0.50
/A /^fl /
Ms AfTo
2 AT Ms=950°
/ /
(c) n:i TS^ I

ToAf
0.25

(d) i.
AsAf
1
500
1
1000
Temperatura (°C)
1
1500
i

Figura 10.- Histéresis entre el proceso de enfriamiento y el de ca-


lentamiento para los siguientes casos: (a) termoelástico (b) y (c) Figura 11.— Ciclo de histéresis en la curva de dilatación de la circo-
con dos niveles de resistencia friccional. (d) no termoelástico, na con las temperaturas características de la transformación mar-
con acomodación plástica. tensítica.

B0L.S0C.ESP.CERAM.VIDR.V0L.21 - NUM.l 37
Existe ahora un acuerdo general entre los diferentes au- En consecuencia, en el campo de tensiones de una grieta
tores que han estudiado esta transformación ( t e t r a g . - - ^ que se propaga, el esfuerzo de compresión a que está some-
monocl.) en que ocurre martensíticamente. En la figura 12 tida la partícula puede ser reducido suficientemente como
se muestra una micrografía de MET correspondiente a una para que la transformación tenga lugar.
partícula monoclínica en una probeta de ZPS, en donde se Finalmente quisiéramos resaltar la importancia que este
observa el fino maclado característico de la transformación fenómeno puede tener a la hora de diseñar futuros materia-
martensítica. les cerámicos.
El hecho de la transformación artensítica de la Zr02
puede ser utilizado para elevar considerablemente la tenaci-
dad de futuros materiales.
A continuación anaUzamos dos casos ya estudiados en la
literatura:
a) Caso de materiales de circona.
La circona es un óxido con excelentes propiedades como
refractario así como con una gran estabiHdad química. Sin
embargo, como tal óxido no puede ser utilizado para obte-
ner materiales cerámicos ya que debido al notable cambio
de volumen ( ^ 3^/o) que trae consigo la transformación
polimórfica tetragonal :z.1-1fí: monoclínica dicho material se
desintegraría mecánicamente debido a la aparición de gran
cantidad de microgrietas.
En la década de los 60 gran número de investigaciones se
encaminaron hacia la estabilización de la fase cúbica tipo
fluorita mediante la solución sólida de óxidos tales como
CaO, MgO y Y2O3 principalmente. No obstante esta circo-
na totalmente estabilizada puede considerarse como un ma-
Figura 1 2 . - Micrografía de MET en la que se muestra una partícula terial con relativamente pobres propiedades mecánicas, y
monoclínica con un fino maclado, precipitada en ZPS (14). debido a su alto coeficiente de dilatación ("v 10 x 10"^ /^C)
tiene una moderada resistencia al choque térmico.
El desarrollo de la circona parcialmente estabilizada (p.e.
Desde hace 5 años que se descubrió el fenómeno de re-
con ^ 3^/0 en peso de MgO) que como hemos apuntado
forzamiento mecánico por transformación martensítica (1,
anteriormente, contiene una fase dispersa de Zr02 -t la cual
2,13), el interés se centra en la Zr02 tetragonal.
transforma martensíticamente en el extremo de una grieta,
No hay duda en el momento presente de que la fuente
ha supuesto un enorme avance en la mejora de sus propieda-
de este observado incremento de la tenacidad, tanto en la
des. Si tomamos como parámetro para medir la tenacidad el
circona parcialmente estabilizada como en materiales com-
factor de concentración de tensiones K- , dicho factor pasa
puestos AI2O3 I Zr02, N4SÍ3 I Zr02 y CSi| Zr02 es debi-
de un valor comprendido entre 3 y 4 MNm ~^^^ para la cir-
da a la transformación martensítica t — —-^m.
cona totalmente estabilizada a un valor de ^ lOMNm'"^'^^
En el caso de materiales compuestos por una matriz y para ZPS (1,15). Es decir, debido a la transformación mar-
una fase dispersa de circona, la fase tetratonal de alta tem- tensítica, la circona pasa de ser un material con relativamen-
peratura puede ser retenida en una forma estable durante el te pobres propiedades mecánicas a ser un un super material
enfriamiento, si una compresión elástica suficiente es aplica- de elevada tenacidad.
da a la partícula de Zr02 por la matriz que la rodea. Sin
embargo, en el campo de tensiones de una grieta que se pro-
paga, la compresión puede relajarse y existe la posibilidad
de transformación. Un amplio análisis de este fenómeno ha 8 r-û 1100
ÛÇT-

sido realizado recientemente por Evans y Heuer (13). 1 1


En general, puede considerarse que la tenacidad de un
material depende de la capacidad de absorber energía en el
extremo de una grieta. Un mecanismo que se ha mostrado 7 H75
efectivo en el aumento de la tenacidad de un material es la
transformación de partículas de circona tetragonal en cir- Í£
cona monoclínica en el extremo de una grieta que se pro- 0 ^ W - % Tet. o

paga. Esta transformación, como ya se ha dicho, es de natu- ^6 \ ^ 150 2
raleza martensítica y va acompañada de un cambio de volu- ü
V^—K|c
men y de forma. En el momento de la transformación, hay
un incremento de la energía de deformación en el sistema
partícula-matriz y una reducción de la tensión aplicada o en 5^ H 25
el extremo de la grieta. Dicha reducción inhibe el posterior
crecimiento de la grieta.
En resumen, la transformación tiene las siguientes carac- 1 1 1 1
terísticas: en el caso de una partícula que no esté sometida 10 20 30 40
a compresión la transformación ocurre durante el enfria- Fracción Vol. Zr02
miento a 950"C; en el caso de que la partícula esté ocluida
en una matriz la fase tetragonal permanece estable, siempre Figura 1 3 . - Representación del Kjp Frente a la fracción de volu-
que la energía de compresión sea mayor que la fuerza quí- men de Zr02 en la matriz AI2O3 y al porcentaje de fase tetrago-
mica conductora de la transformación. nal retenida.

38
160 ,
b) Caso de materiales compuestos Zr02/matriz.
ZrSi04+IO%Zr02
En la figura 13 (16) se representa la variación de K-^
frente al ^/o en volumen de Zr02 dispersa en una matriz de
AI2O3. Como se puede observar, para un porcentaje en vo-
lumen de "^ 15^/0 el valor de la tenacidad llega a ser casi el 120
"^Ví^
doble del corrspondiente a la matriz sola. Igual comporta-
miento se ha observado en matrices de CSi (18) y N3S4(17)
Por otro lado los materiales cerámicos, debido a su inhe-
o
X -N
rente fragilidad están expuesto a fractura catastrófica bajo 3 80
condiciones de transferencia de gran cantidad de calor y/o
rápida variación de la temperatura del medio que las rodea. <
Podemos considerar que la resistencia al choque térmico ü
costituye un "talón de Aquiles" de los materiales cerámi-
cos. uj 40 ZrSi04
o:
Los resultados que muy recientemente se han publicado
en la literatura sobre la influencia en la resistencia al choque
térmico de la adición de una fase dispersa de circona a ma-
trices de AI2O3 y Zr02. SÍO2, son enormemente esperanza-
dores en este sentido. 200 400 600
En la figura 14 (18) se representa el efecto que sobre la TEMPERATURA ^c
temperatura crítica ATc, según teoría unificada de Hassel-
man (19), tiene la adición de Zr02. Como se aprecia en di- Figura 15.- Resistencia al choque térmico del circón con y sin adi-
ción de circona (enfriamiento brusco en agua a 20^C).
cha figura el incremento correspondiente a una adición del
20^/0 en volumen es próxima al lOO^/o.
AGRADECIMIENTO
Este trabajo ha sido financiado por la Comisión Asesora
de Investigación Científica y Técnica mediante la dotación
800| Ref. 3171/79.
V o l . % Z r 0 2 d(um) K|c(MN/m3/2)

600 +n • 20
AI2O3
«1 8,5
5,6
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ses in Metallurgy (1981).
Figura 14.- Resistencia al choque térmico en materiales compues- 7 . - M. Suezawa y M.E. Cook, Acta Met., 28 423 (1980).
tos de AI2O3 con partículas dispersas de Zr02 de diferentes ta- 8 . - P.C. Clapp. Phys. Status Solidi (b), 57 423 (1973).
maños, enfriados bruscamente en agua a 20 C. 9 . - G.B. Olson y M. Cohen, Met. Trans. A, 7A (1976),
Parti 1897; Part II 1905; Part III 1915.
En la figura 15 (19) se aprecia el efecto que sobre el cir- 10.- M.S. Wechsler, D.S. Lieberman y T.R. Read, Trans.
cón ejerce la adición de un lO^/o en peso de Zr02. En este AIME 197 1503(1953).
caso se observa que mientras en el circón por sí sólo la frac- 1 1 . - G.K. Bansal y HA. Heuer, I Acta Met. 20 (1970)
tura es catastrófica para ATc = 300^C, la adición de Zr02 1281-89;II Acta Met. 22 (1974)409-17.
hace que el modo de fractura sea cuasiestatico por encima 12.- W.M. Kriven, W.L. Fraser y S.W. Kennedy, Advances
de dicha temperatura. in Ceramics 3 (1980) en prensa.
1 3 . - A.G. Evans y A.H. Heuer. J. Am. Ceram. Soc. 63
CONCLUSIONES (5-6) (1980) 241-248
14.- D.L. Porter y A.H. Heuer, J. Am. Ceram. Soc. 62,
Como conclusión principal de este breve estudio biblio- (5-6)298-305,(1979).
gráfico los autores quieren dejar establecida la enorme im- 15.- N. Claussen, J. Am. Ceram. Soc, 59 (3-4) 179 (1976)
portancia que la transformación martensítica puede tener 16.- N. Burlingame y A.G. Evans, Materials and Molecular
en orden a mejorar drásticamente la tenacidad de los mate- Research Division, Annual Report 1979, p. 91. Lawren-
riales cerámicos. ce Berkeley Laboratory.
17.- N. Claussen, J. Jahn, J.A. Ceram. Soc. 61 (1978) 94-
El esfuerzo realizado hasta ahora en este campo se ha 95.
centrado, como hemos podido ver, en matrices de una so- 1 8 . - N. Claussen y D.P. Hasselman, Ed. DP.H. Hasselman
la fase (AI2O3, SiC, N3SÍ4). Sería de enorme interés tecno- y R.A. Heller, Plenum Press-New York and London
lógico estudiar dicho fenómeno en matrices más complejas (1980).
como pueden ser las constituidas por los materiales cerámi- 19.- D.P.H. Hasselman, J. Amer. Ceram. Soc, 52 (1969)
cos tradicionales. 600.

B0L.S0C.ESP.CERAM.VIDR.V0L.21 - NUM.1 39
Servicio Bibliográfico: S.E.CV.

GALÁN HUERTOS, E.
ESPINOSA DE LOS MONTEROS, J.

«EL CAMJN
EN ESPAÑA»
Ed. Madrid 1974. x i x + 2 3 0 p á g s

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