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ASIGNATURA:

DOCENTE: MVZ. PhD. Walter Bravo Matheus


DISCENTE:
Informe N° 7

PALPACIÓN RECTAL IN VIVO DE LAS VACAS

Cristóbal S. Huamani Carrión1

1. INTRODUCCIÓN

La garantía del éxito económico de producción en cualquier explotación ganadera, esta


condicionada a una buena eficiencia reproductiva, medida por la obtención de un becerro
por vaca cada año, meta principal a obtener por todos los ganaderos en sus explotaciones.
Esto significa lograr el mayor número de gestaciones posibles, por lo cual la nueva preñez
se debe establecer en el menor tiempo. La palpación rectal es el método más comúnmente
usado, rápido, preciso, efectivo, seguro, precoz, de bajo costo e ideal en el diagnóstico de
preñez en vacas. Un diagnóstico veraz depende en gran parte de la sensibilidad en las manos
que ha desarrollado el examinador, lo cual se logra únicamente con práctica (Trigo, 2000).
Con la palpación o tacto rectal es más fácil predecir el momento del parto con exactitud al
examinar un animal recientemente preñado, que al hacer la palpación en etapas intermedias
o finales de la gestación. La palpación rectal exige un veterinario al pie de los animales, con
un entrenamiento mínimo para reducir al máximo los posibles errores de diagnóstico y de
abortos por malas maniobras. La palpación rectal se pueden aplicarse en diferentes casos
(Bavera & Peñafort, 2000). El sistema de evaluación se utiliza para seleccionar las hembras
de reposición que integrarán el rodeo general, ya que se sabe que las vaquillonas que entran
al servicio habiendo ciclado tres veces tienen tasas de preñez superiores que aquellas que
ciclaron solo una vez. Este sistema se utiliza una escala de calificación que va de 1 a 5
(Alejandra & Luzbel, 2016).

El presente informe reúne, describe, compara y discute con las informaciones existentes y el
método de diagnóstico realizado en la práctica y cuyo objetivo es obtener la sensibilidad en
las manos con la palpación “in vivo”, especialmente al cérvix.

2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

Una buena eficiencia reproductiva garantiza el éxito económico de producción en cualquier


explotación ganadera. Esto significa lograr el mayor número de gestaciones posibles, por lo
cual la nueva preñez se debe establecer en el menor tiempo. Para medir la eficiencia
reproductiva, resulta ilógico que el ganadero espere el momento del parto de las hembras
servidas o dar tratamiento a las vacas que presentan algún problema en el tracto reproductor.
Afortunadamente, se dispone de diferentes métodos para el diagnóstico temprano de preñez
y problemas reproductivos en las hembras. En este sentido, el productor tiene acceso a
herramientas de comprobada efectividad y algunas de bajo costo, como lo es el examen
ginecológico. A través de esta técnica es posible identificar los animales que se encuentran
gestantes, vacías y las que representan alguna patología reproductiva, lo cual permite tomar
importantes decisiones de manejo en forma anticipada o correctiva. Para realizar el
diagnóstico de gestación y problemas reproductivos, el ganadero debe disponer de los
servicios de un médico veterinario, único y capacitado para ofrecer un diagnóstico preciso y
confiable, para lo cual este debe tener un entrenamiento mínimo a fin de reducir el máximo

1
Estudiante de Reproducción Animal; Medicina Veterinaria Sede Canchis; UNSAAC
Sicuani; 28 de enero de 2018
crishuaHC@gmail.com
1
posible error. La experiencia que los médicos veterinarios tienen para la técnica de palpación
rectal, conocimiento y habilidad para utilizar las diversas aplicaciones prácticas representa
el éxito del programa reproductivo dentro de la unidad de producción. La palpación rectal
es un método físico utilizado para la exploración del aparato reproductor de la hembra bovina
con el cual podemos determinar estados fisiológicos (funcionalidad ovárica, momentos del
ciclo estral, gestación o vacuidad), o patológicos (endometritis, metritis, piometras, quistes
ováricos, aplasia segmentaria, y otras). La palpación rectal es un método más comúnmente
usado, rápido, perciso, efectivo, seguro, precoz, de bajo costo e ideal en el diagnóstico de
preñez en vacas. Un diagnóstico veraz depende en gran parte de la sensibilidad en las manos
que ha desarrollado el examinador, lo cual se logra únicamente con práctica. La revisión se
debe realizar con un guante delgado y que se ajuste perfectamente a la mano. Los guantes
desechables de plástico, no son los más adecuados para los principiantes, por lo que se
recomienda; cortar al guante la parte que cubre los dedos y en su lugar utilizar un guante de
látex, con esto se obtiene una mayor sensibilidad en la mano. Es importante que al momento
de palpar se utilice un guante por vaca, ya que con esto evitamos la transmisión de
enfermedades como leucosis bovina y diarrea viral bovina (Trigo, 2000; Alejandra &
Luzbel, 2016).

Figura 1: Método de la palpación rectal en vacas (Trigo, 2000).

Previo a realizar el examen rectal es necesario tener en cuenta: vestimenta; se recomienda


el uso de un overall, ambo o delantal, así como guantes de tacto rectal. La sujeción del guante
al brazo puede realizarse con una tijera hemostática, la cual debe pinzar el guante y la ropa
a la altura del brazo, o un disco de goma con un orificio por el cual se coloca el brazo;
también puede utilizarse una banda de goma. La mano que no se utiliza para palpar puede
protegerse, con un guante de látex (cuando los animales están limpios) o un guante grueso
(en caso de los animales cuyas colas tengan abrojos). Las botas de gomas completan las
vestimentas. El operador no debe poseer reloj, pulseras o anillos en la mano usada para la
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palpación y debe asegurarse de tener las uñas cortas para evitar lesionar la mucosa del recto.
La sujeción del animal; las maniobras se deben llevar a cabo en una manga y es preciso que
el animal esté sujeto por medio un cepo. De ser necesario, se utiliza el apretavacío para la
mejor contención. Es fundamental la sujeción del animal para evitar todo tipo de accidentes,
siendo el de mayor riesgo cuando el animal realiza movimientos laterales bruscos o se cae y
el brazo está introducido por encima del codo. Lubricación; el uso de lubricantes es
indispensable para evitar lesiones de la mucosa rectal y, además, facilita la entrada de la
mano al recto. Comúnmente se utiliza gel (para ultrasonografía) o vaselina. La lubricación
se realiza sobre la mano, principalmente sobre la cara dorsal de la misma. Una vez
introducida la mano NO retirarla por completo del recto ya que por diferencia de presiones
se introduce aire en el recto provocando la distensión, la cual impide una buena palpación
(Alejandra & Luzbel, 2016).

La introducción de la mano se realiza por el esfínter anal, en forma de cuña. Al contactar


con la ampolla rectal, se produce el reflejo de defecación provocando peristaltismo. Para
realizar una buena palpación se mejor eliminarla materia fecal. Para esto se coloca la mano
en forma de cuchara y se lleva la materia fecal hacia caudal sin sacar la mano del recto.
Luego se continúa introduciendo el brazo en forma suave, más allá de las estructuras a
palpar. Durante la presencia de ondas peristálticas NO se debe continuar con el examen, ya
que se puede lesionar la mucosa rectal. Para facilitar el examen transrectal existen puntos de
referencia que nos ayuda a orientarnos e identificar los órganos que queremos evaluar. Los
puntos de referencia fácilmente reconocibles son: el piso de la pelvis, el borde craneal del
pubis y el íleon. Para la exploración genital lo primero que debemos localizar es el cérvix o
cuello uterino. Para ello colocamos la mano sobre el piso de la pelvis cerca del borde craneal
del pubis. Con los dedos levemente encorvados deslizamos la mano hacia uno de los lados
hasta la pared de la pelvis y posteriormente realizamos la misma maniobra hacia el lado
contrario. El cérvix se reconoce como una estructura firme y cilíndrica, generalmente en la
línea media del piso de la pelvis. Durante la exploración del mismo se evalúa: tamaño, forma,
y posición. Estas características son importantes ya que nos brindan información que nos
ayuda a aproximarnos al diagnóstico ya que por ejemplo, el tamaño del cérvix varía con la
edad, durante la gestación y el parto, en procesos inflamatorios/infecciosos o en
enfermedades congénitas como freemartin o enfermedades de las terneras blancas. Luego se
evalúa el resto de órganos y los ovarios. Método de exploración directa: se toma el cérvix y
se lo tracciona hacia cuadal. Se dirigen los dedos índice y mayor hasta localizar la
bifurcación de los cuernos uterinos y se sujeta el útero por el ligamento intercornual ventral.
Posteriormente se toma un cuerno y se realiza la palpación en todo su largo, reconociendo
la presencia de líquidos, grosor de la pared, diámetro, etc. luego se precede a realizar la
misma maniobra para la explotación del cuerno contralateral. Método de exploración
indirecta: una vez localizado y traccionado el cérvix hacia caudal, se sostiene el cuerpo
uterino colocando el pulgar por debajo. Se gira la mano hacia fuera, y con los dedos
encorvados se toma el ligamento ancho del útero. Una vez tomado el ligamento ancho, se
levanta y dirige hacia la línea media y el cuerno se sostiene en la palma. El cuerno se tira
hacia atrás y los dedos se deslizan hacia la bifurcación cornual donde se va a palpar el
ligamento intercornual ventral. El útero no gestante puede presentar cambios que
corresponden a distintas situaciones tanto fisiológicas como patológicas. Dentro de las
cambios fisiológicos están aquellos que se relacionan al ciclo estral normal de la vaca
(Alejandra & Luzbel, 2016).

El cérvix de vacas que no están gestantes y que no presentan alteraciones patológicas, se


encuentra ubicado normalmente en la cavidad pélvica y tiene la cualidad de ser móvil. El
cérvix es de consistencia firme, cilídrica, y mide entre siete y diez centímetros de longitud,
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de tres a cuatro centímetros de diametroy descansa sobre la línea media cercana al borde de
la pelvis. La localización de éste se realiza mediante deslizamientos suaves sobre el borde
de la pelvis con los dedos ligeramente curvos, una vez localizado, se debe examinar la
longitud, diámetro y movilidad. Cérvix agrandado, desborde de la pelvis, sin movimiento
libre sugiere una gestación (Trigo, 2000).

El útero no gestante puede presentar cambios que corresponden a distintas situaciones tanto
fisiológicas como patológicas. Dentro de los cambios fisiológicos están aquellos que se
relacionan al ciclo estral normal de la vaca. Durante el proestro, donde los estrógenos
comienzan a aumentar, se produce un aumento gradual de tono uterino que alcanza su
máxima expresión durante la etapa del estro. El útero se palpa más turgente y los cuernos se
curvan sobre si mismo adquiriendo la apariencia de un manubrio de bicicleta de carrera. En
el diestro, donde la progesterona está alta, el útero pierde tono presentándose más flácido.
Otro caso podemos encontrar útero involucionado, que corresponde al puerperio clínico. El
útero gestante se diagnostica basándose en la detección de uno o más signos primarios. Los
signos de gestación se dividen en primarios y secundarios. Los signos primarios, son
específicos de gestación y con la presencia de solo uno de ellos es posible diagnosticarla
(vesícula amniótica, amnios contiene al embrión y líquido amniótico forman la vesícula;
signos de pellizco positivo o doble pellizco, es la determinación de la presencia de
membranas corioalantoideas; placentroma, se reconocen como formaciones bien limitadas
que se palpan a través de la pared del útero; feto, a partir de la pérdida de la turgencia de la
vesícula amniótica). Los signos secundarios no son específicos de gestación ya que pueden
encontrarse en otros procesos fisiológicos o patológicos (asimetría de cuerno uterino,
fluctuación, aumento de progesterona, ausencia de celo, etc) (Alejandra & Luzbel, 2016). La
retracción del útero involucra la sujeción del cérvix, levantamiento caudal y lateral, fijación
caudolateral, en el que se coloca el dedo pulgar debajo del cuerpo uterino y se enganchan
los dedos de bajo del ligamento ancho. En la mayoría de las vacas el útero se ve retraído,
excepto en vacas de 70 a 80 días de gestación (Trigo, 2000).

Figura 2: Útero en diferentes momentos de la gestación (Fernández, 2008).

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Figura 3: Prueba de tacto para membrana fetal deslizable y vesícula amniótica (Robles,
2007).

3. MATERIALES Y MÉTODOS

3.1. Materiales

- Vacas
- Guantes obstétrico
- Jabón carbólico
- Una cantidad determinada de agua
- Botas y soga

3.2. Métodos

Tabla 1: Pasos del procedimiento de la palpación rectal in vivo.


Paso 1: Cogemos cada estudiante una vaca
y sujetamos alrededor del brete en orden.
No se deja mucho espacio entre las vacas
para dejar mayor comodidad al momento de
la palpación rectal.

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Paso 2: Luego hacemos la palpación rectal
in vivo. Primer lavamos al guantes
obstétrico como forma de lubricar con agua
y jabón carbólico, luego introducimos la
mano izquierda preferiblemente, al esfínter
anal con guantes obstétrico, deslizamos
hacia el cérvix del cuello uterino y
palpamos lentamente hasta obtener una
sensación notable de esta estructura.
Continuamos deslizando por el cuerpo del
útero hasta llegar a la bifurcación cornual.
Finalmente nos dirigimos hacia el ovario.
De cada estructura del aparato reproductor
de la vaca obtenemos la posición, forma,
tamaño, y consistencia.
Paso 3: Finalmente intercambiamos las
vacas los estudiantes con el fin de obtener
mayor experiencia de sensibilidad en las
manos y encontrar posibles gestaciones.

4. RESULTADOS Y DISCUSIONES

En la práctica se pudo evaluar la característica física del órgano reproductor interno de la


hembra in vivo mediante la palpación rectal. A través de esta técnica es posible identificar
los animales que se encuentran gestantes, vacías y las que representan alguna patología
reproductiva y esto permite que el médico veterinario tome decisiones de manejo (Trigo,
2000). También Trigo, (2000) y Alejandra y Luzbel, (2016) señalan que la experiencia que
los médicos veterinarios tienen para la técnica de palpación rectal, conocimiento y habilidad
para utilizar las diversas aplicacines prácticas representa el éxito del programa reproductivo.
De ahí viene nuestro objetivo de la práctica, aprender y tener más experiencia en la
sensibilidad de la manos y tener la habilidad para utilizarlo enlazando con el conocimiento.
Con la palpación rectal podemos determinar las alteraciones patológicas o fisiológicos del
órganos reproductor de la hembra y es muy usado por ser rápido, preciso, efectivo, seguro,
precoz de bajo costo e ideal en el diagnóstico de preñez en vacas (Trigo, 2000). Tomando
estas ideas se hizo una lubricación con jabón carbólico y agua para evitar a dañar la mucosa
rectal y facilitar la entrada de la mano al recto (Alejandra y Luzbel, 2016). La introducción
de la mano se realiza por el esfínter anal, en forma de cuña. Luego se sigue los
procedimientos ya establecidos. Se toma como referencia el piso de la pelvis, el borde
craneal del pubis y el íleon. Luego se desliza la mano hacia el cérvix que descansa en el piso
del pelvis cerca al borde. El cérvix es consistente, firme, cilíndrica y mide entre siete y diez
centímetros de longitud y tres a cuetro centímetro de diámetro (Trigo, 2000; Alejandra y
Luzbel, 2016). La intención principal de la práctica era detectar la posicion, tamaño,
consistencia del cérvix in vivo. De tal modo que tomamos esa experiencia de sensibilidad de
los dedos con el cérvix que sirve como referencia de la guia hacia el útero y el ovario.

5. CONCLUSIONES

La palpación rectal es el método más comúnmente usado, rápido, preciso, efectivo, seguro,
precoz, de bajo costo e ideal en el diagnóstico de preñez en vacas y también de otras
alteraciones fisiológicas o patológicas del aparato reproductor de la hembra, por lo que para
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nosotros es necesario obtener un conocimiento en palpación rectal y obtener la sensibilidad
y para ubicarnos la dirección demos hacer paso a paso tomando como referencia al cérvix
por una región del órgano de mayor consistencia.

6. BIBLIOGRAFÍA

Alejandra, M., & Luzbel, R. (2016). Manual de reproducción de animales de producción y


compañía. Buenos Aires-Argentina: Editorial de la Universidad de la Plata;
Primera edición.
Bavera, G., & Peñafort, C. (2000). Cursos de Producción Bovina de Carne. FAV UNRC, 3.
Fernández, M. (2008). El ciclo estral de la vaca, diagnóstico fotográfico. Zaragosa :
Servet, Diseño y Comunicaciones .
Trigo, F. (2000). Manual de prácticas de los bovinos 1. México: Universidad Nacional
Autónoma de México.

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