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“¡Moloch! ¡Moloch! ¡Apartamentos robots! ¡Suburbios invisibles! ¡Tesoros de esqueletos!

¡Capital ciego! ¡Industrias satánicas! ¡Naciones espectrales! ¡Manicomios invencibles!


¡Bombas monstruosas! ¡Moloch en donde me siento solitario! ¡Moloch donde sueño con
ángeles! ¡Loco Moloch! ¡Moloch sin amor y sin humanidad! ¡Moloch que penetró en mi
alma! ¡Moloch en quien soy una conciencia sin cuerpo! ¡Moloch que me apartó con terror
de mi éxtasis natural! ¡Moloch! ¡Despierta, Moloch!”

“Howl”, A. Ginsberg.1

Nota 1
Del poema “Aullido” de Alex Ginsberg animador, con Jack Kerouac, de la contracultura en
EEU en los años 60. Moloch, dios fenicio, cartaginés, cananita, y de la gnosis.
Según su leyenda, en el despertar de los tiempos, Moloch dios del fuego y espíritu del universo
se había transformado a sí mismo en oscuridad al convertirse en materia. El hombre es la
encarnación de esa tragedia.

Rafael Abraham Kries Saavedra. Nacido en Chile en 1946, Dr. rer.pol. en Economía y Ciencias
Sociales de la Universidad de Kassel, Alemania. Ex Dirigente FECH 1968- 1970. Miembro del
Departamento Nacional Sindical (DENAS) del PS 1968-1973. Dirigente del Cordón Industrial
Vicuña Mackenna 1972-1973. Intelectual vinculado a la izquierda consejista, participó en la
redacción de la “Carta al Presidente Allende” elaborada por los Cordones Industriales de
Santiago. Postgrado en CENDES-UCV Venezuela. Profesor de Macroeconomía y Tendencias
Económicas Internacionales, Historia de la Ciencia y La Tecnología, Teorías del Desarrollo en
Postgrados de Ciencias Sociales, Economía y Gestión Pública, de las Universidades de
Concepción y Santiago de Chile.
INDICE
Tomo I

DEL CICLO Y LAS CRISIS RECURRENTES

Capítulo 01: ¿DE QUÉ CRISIS SE TRATA?

.- ¿Qué es lo que está en crisis?

.- La potencia de la ekopoiesis planetaria

.- No existe simplemente una presión del consumo sino del valor

.- El valor, genio escapado de la botella

.- Más allá del valor.

.- La bola de nieve del valor en el centro y periferia.

.- El ”american way of life” y el peso de las ilusiones.

.- En este lado del espejo


.- Las fronteras de un enfoque redistributivo

Capítulo 02: LOS ENFOQUES MICRO-TOPOLÓGICOS

.- La globalidad y la crisis económico-financiera

.- La guerrilla del Ciberespacio

.- Cómo impactan nuestras acciones sobre el planeta

.- El problema fiduciario

.- Una mirada micro … desde cierta altura

.- De los síntomas a la caída del 2007

.- La pérdida bursátil inicial

.- La evolución inmediata de la crisis financiera 2007/08

.- La fase inicial de la crisis económica y el impacto de crash

.- Al otro lado del espejo.

.- Una visión global del problema financiero al 2009

.- La distribución de fuerzas en el entramado de soluciones

.- Activos reales y activos ficticios o como el dinero ha perdido relación con la economía.
.- Alicia en el país de las maravillas

.- Los mecanismos financiero- económicos estructurales del crash

.- El futuro visto desde las tendencias actuales

Capítulo 03: DE LA CRISIS COMO FORMA A LA CRISIS DE LA FORMA

.- Las formas ¿son internas o externas?… ¿o algo mas?

.- La construcción de la razón y la razón racional

.- La razón racional y el Mathema

.- Del mathema a la teoría de sistemas

.- El análisis de sistemas y las teorías del feedback.

.- La Teckne y el ámbito simbólico

.- Los nuevos ámbitos del paradigma de sistemas.

.- En qué sentido existe un agotamiento del paradigma científico-tecnológico

.- Poiesis, figura de subjetividad y el imaginario instituido

.- ¿Existen respuestas fuera de los límites sistémicos?

.- El régimen del capital como sistema autopoiético

.- Crisis ambiental y el régimen del capital

.- Crisis ambiental y crisis ekopoiética.

.- ¿Es la crisis del ecosistema parte de una crisis global?

.- La crisis ambiental como crisis autopoiética

.- El capital como proceso formal

Capítulo 04: APUNTES DE MACROHISTORIA


.- La producción de una nueva forma de vivir
.- El surgimiento de las crisis económicas seculares
.- La vida secreta del planeta
.- La crisis económica desatada en 1929
.- La crisis económica se amplía al entorno
.- Aprender a vivir con guerra fría y a pedir lo posible.

.- La guerra fría desplaza la guerra global y de clases


.- La construcción de nuevas figuras de subjetividad

.- Nuevas expresiones de la conciencia social en los 70.

.- Desde las nuevas expresiones sociales a la política

.- La importancia de la guerra de ideas. Un programa como ideología.

.- La Historia entre la guerra secreta y los temas estructurales.

.- ¿Cuál es el carácter del fundamentalismo?

Capítulo 05: LA LARGA CAÍDA

.- Sobre el carácter estructural del último período del ciclo secular

.- Los fenómenos y procesos involucrados en el cambio climático

.- Los inicios de la última fase del ciclo secular

.- La acumulación pierde ritmo y el tigre sale de su jaula.

.- El surgimiento del problema de la deuda

.- Ralentización industrial y agotamiento del paradigma tecnológico

.- El neoliberalismo como proyecto y programa de acción

.- El surgir de la transnacionalización y la disminución del impulso industrial

.- El crédito como necesidad de cerrar el ciclo de acumulación de capital

.- Del auge hacia el crash

.- La crisis que se viene acercando

.- Hegemonía global y los problemas del ciclo ampliado de acumulación

Capítulo 06: NIVELES, FASES Y PERIODOS

.- Para leer los problemas de la crisis

.- ¿Fase de un ciclo secular o periodo final de una expansión?

.- Nueva hegemonía en el Estado de Concertación y Bienestar

.- Un nuevo modelo de acumulación de capital


.- De disciplinar al trabajo a la ilusión de prescindir de él.
.- ¿Cuándo se inicia la crisis financiera?

.- Del malestar en la cultura y la digestión civilizatoria


INTRODUCCIÓN
En torno a los años 70 la dinámica y procesos de la economía mundial pasaron a ser signados
tanto por la hegemonía obtenida por las grandes corporaciones y el sector financiero como por
el efecto retroalimentado, cada vez mayor y general, del deterioro del entorno socializado por el
hombre en la biosfera.

Las formas corporativo-financieras predominaron en la acumulación, en tanto las instituciones


financieras se hipertrofiaron globalmente a partir de esos años a los fines de la reproducción del
capitalismo. El mundo se movió al filo de la destrucción nuclear alimentada por la dinámica del
complejo militar-industrial de los países centrales.

¿Fue ese proceso un efecto de superficie o lo fue en tanto proceso de generación de plusvalor?
es una de las interrogantes que recorren este libro. Pero también, casi imperceptiblemente, el
propio sistema económico en su conjunto de producción, inversión y consumo, rebalsó y afectó
los límites del equilibrio topológico del planeta y viceversa éste se movió adquiriendo un
impulso hasta ese período, desconocido.

La locura de la guerra total fue contenida, pero se instaló sobre nuestras cabezas y en la vida
cotidiana, como un presupuesto inevitable y permanente. La conciencia social contemporánea,
que surgió de la 2ª confrontación mundial denunciándo la guerra, en un pacifismo radical,
prefirió concluir, ignorándola.

Esas circunstancias son las que determinan que la actual crisis posea cualidades y expresiones
ubicuas, que no tuvieron las crisis seculares anteriores, y que ellas impriman un carácter
singular a los conflictos a resolver. No se trata, a juicio del autor, de una confluencia de diversas
crisis sino la maduración, momentáneamente detenida entre los años 30 y 70, de un proceso que
abarca las formas básicas de la socialidad contemporánea. En ese sentido “es una crisis
perfecta”.

La teoría económica ha tratado de sumar al análisis de las variables y categorías tradicionales


los aspectos referidos al medio ambiente o viceversa. La razón racional ha inscrito en su
tipología de Ciencias, metodologías y reflexiones intermedias entre Teoría de Sistemas y
análisis holístico a la ecología radical, buscando recoger en la confluencia de procesos, con
supuesta autonomía, un residuo.

Acá nos planteamos el desarrollo de esta aproximación en otro terreno, el de la ekopoiesis, es


decir el terreno de los procesos de creación y reproducción de la socialidad y del ambiente, bajo
el capital, aunque permanentemente iremos de manera ilustrativa a la teoría económica tanto a
la apologética como a la clásica. Sólo en ese sentido acá se encontrarán los rudimentos de una
Teoría de la Ekopoiesis.

La crisis es a su vez un tema clave, que permite estudiar al capitalismo contemporáneo, sus
condiciones y procesos así como sus límites en tanto totalidad. ¿Cómo comprender las
relaciones entre la producción, el mercado, la división del trabajo y las formas de conciencia
constatables, fuera de una perspectiva de crisis? Es un tema del mismo orden al planteado en la
discusión sobre la perecuación de la tasa media de ganancia.

Para ello debemos repensar y mostrar el desarrollo concreto de la síntesis social de procesos que
se articulan en la realidad contemporánea, el capital/capitalismo en su fase actual. No se trata de
indagar una evolución conceptual, respecto de la idea que manejan diversas teorías, aunque se
comentará lo que ellas entienden --y con ello muestran de sí mismas-- y de aquello que son
expresión o traducción ideológica. Acá se interroga tanto a la estructura del proceso de
valorización en la sociedad contemporánea como a su formación histórica tratando de explicitar
sus vínculos entre sí y con la crisis.
Esta indagación comienza estudiando la distribución y función del dinero en la sociedad
contemporánea. De allí busca comprender en los procesos que expresan la crisis la potencia
social escondida en la forma valor y la forma capital, y a partir de allí construir una
interpretación de la forma central de la actual síntesis social y de la estructura de la conciencia,
para asumir los temas del ambiente y la economía mirados desde ese paradigma.

En el análisis e interpretación de la crisis el autor ha preferido mostrar y reconstruir la dinámica


del capital centrando su atención en el valor antes que en la forma de producción, al modo de
Meillasoux o cierta sociología francesa.

Esta elección metodológica, que trae fuertes consecuencias ayuda, sin embargo, a definir un
concatenamiento que, aunque posee un sesgo de dialéctica negativa, tiene la ventaja de poner en
el centro el aspecto menos estudiado de la reflexión marxiana. Éste es el de la forma valor, al
que Marx hace alusión en su introducción a El Capital. Así mismo la mundialidad que la
autovaloración del valor ha logrado, determina el carácter perfecto de su crisis, en tanto enuncia
la necesidad de su superación.

Tampoco, con las figuras cualitativas o cuantitativas que se exponen, se busca destacar las
connotaciones que son resultado de las luchas políticas en el interior de los grandes consorcios
u otros conflictos entre agrupamientos tomados por si mismos, sino indicar la densidad que
cobran ciertas prácticas y la evolución que conocen en cuanto nos informan de la síntesis y la
totalidad que expresan. No es el presente libro un texto de economía sino una exposición del uso
de nociones y categorías, como las de valor y valoración, y de figuras y configuraciones
sociales, necesarias para analizar la sociedad contemporánea y responder a sus retos.

Para estudiar la crisis debemos pasar desde la concatenación de causas y elementos descriptivos
a establecer las bases epistémicas de una crítica de la forma capital y las formas que le son
subsidiarias. Lo cual pone en evidencia las actuales debilidades de la izquierda tradicional y su
lectura ontológica del estado y el trabajo, su incomprensión del problema ecológico como
elemento interno de la síntesis social y la debilidad de la reflexión sobre la forma valor así como
de su débil impulso a desarrollar la filosofía de la praxis. Ello será superado cuando la nueva
oleada de malestar social e irrupción de multitudes exija respuestas.

Es en ese plano en el que la noción de ekopoiesis es utilizada, en el presente libro, como


herramienta explicativa y necesaria, tanto para la comprensión del doble carácter del ciclo y de
la crisis, como de la evolución de sus determinaciones fundamentales.

La ekopoiesis es simplemente una herramienta conceptual para pensar la construcción de la


realidad de nuestros días, tal como ésta es realizada por las fuerzas que hemos creado o
encontrado en nuestro camino y por aquello que creemos. Con ella se rechaza cualquier
elemento transhistórico en la construcción de la realidad, rescatando la totalidad y la síntesis
social como productos históricos. La Ekopoiesis permite también evitar la ontologización de la
naturaleza, la conciencia, la necesidad y el deseo, que en los conocidos Manuscritos de Marx de
1844 se muestran como fundamentos desde los cuales el ser humano despliega su actividad
creadora.

La emancipación de la humanidad sólo surgirá de resolver el carácter intrínsecamente


contradictorio de la totalidad social. No hay posibilidad de escape, del tipo huir hacia delante
que plantea Paolo Virno. Tampoco de la reiteración de la política de la izquierda marxista
tradicional o de la biopolítica al modo de Foucault, centradas en la lógica del poder y la
dominación, y no en la superación de la forma valor.

La política revolucionaria tiene que plantearse respecto de las condiciones concretas en que se
desenvuelve la vida no primero como una reflexión filosófica, sino como crítica y praxis. Ella es
la posibilidad de cambiar la asignación actual del tiempo social productivo de la humanidad,
rescatar con sus acciones aquello que destacaba Lafargue, el derecho epicúreo a la vida. Es decir
la ruptura por parte de la humanidad de las amarras que impiden que esta maravillosa cultura,
exquisita sensibilidad y gigantesca tecnología, --en este ecosistema generado, modificado y
estructurado por nosotros mismos--, sea aplicada para permitirnos una vida lúdica y no de
miseria social, económica y espiritual.

Este libro ha sido elaborado y escrito sin apoyo o sostenimiento de ninguna estructura
académica, o institución cultural o económica, sino por un compromiso vital con la historia y
movimientos sociales de los cuales el autor ha sido parte. Recoge sucesivas investigaciones que
el autor ha venido realizando en América y Europa, cuya primera aproximación fue su tesis
sobre las relaciones entre la Teckne y la Episteme, que le permitieron construir un cajón de
herramientas conceptuales que ahora aquí se aplican.

El libro ha sido redactado como para llegar a muy diversos lectores, tanto por su nivel
académico como etario, género u origen nacional. Puede por ello leerse eligiendo una secuencia
compuesta por capítulos organizados como una matriz cuyas entradas son los temas de
Epistemología, discusiones sobre la forma Capital, análisis de procesos en formaciones sociales
contemporáneas cuando se considera que ejemplifican una dinámica y temas de la Ekopoiesis.
Para la lectura de este libro le planteo al lector la posibilidad de ingreso y secuencia de capítulos
a partir de esos temas. Acá no hay un divertimento sino el rechazo a la idea de que el tema del
libro se presente en forma de tesis, y motivar así otras lecturas. Imagino lectores diferentes con
experiencias, motivaciones e intereses distintos y pienso que el tema amerita facilitar diversas
maneras de aproximación y focalización.
Los capítulos que ponen su acento en temas de método y metateoría buscan ofrecer pistas para
renovar la teoría objetiva del valor y los clásicos. Igualmente intentan permitir discernir en la
oleada keynesiana y estatista los temas de lógica y metalógica del capital, que ellos arrastran.
Igualmente responder a las preguntas sobre los fundamentos epistemológicos del mathema y el
pensamiento clásico, permitiendo ubicar las reflexiones de Kondratiev y Schumpeter, y los
problemas de un enfoque secular del ciclo.
Los capítulos sobre el desarrollo de la crisis buscan establecer distintos niveles de análisis de la
forma capital y la forma valor, centrándose en cómo funciona la forma valor en la realidad
contemporánea. Igualmente el análisis de los procesos financieros a escala mundial o en EEUU
procura mostrar las fuerzas y tendencias que han funcionado, en ámbitos considerados decisivos
en coyunturas importantes, así como sus límites y condiciones de existencia.
Finalmente el regreso de la categoría naturaleza a los temas de la historia ha exigido una
reflexión central, que a lo largo del libro se construye utilizando la amplitud de la noción de
ekopoiesis, respecto a las formas de acumulación y el reordenamiento del valor en la actual fase
de desarrollo del capital, y los temas de liberación del o en el trabajo.
La elaboración de este libro ha sido motivada por la visión que tiene el autor de la violencia de
la crisis que sufre la sociedad contemporánea y como modesta respuesta a los esfuerzos de los
poderes comunicacionales e institucionales destinados a desorientar a la población y descargar
sobre ella el deterioro que se aproxima. Así como por su convencimiento de las potencialidades
de nuevos desarrollos teóricos a partir de los fundamentos de la economía clásica del valor-
trabajo, frente al derrumbe de la teoría monetarista, neoclásica y del keynesianismo.
La profundidad de la crisis se expresará también en el inicio de una nueva oleada de luchas de
clases que obligarán al pensamiento marxista y otras reflexiones de la teoría objetiva del valor a
articular temas del trabajo y la naturaleza.
Este libro también resume la reflexión, del entorno del autor, respecto a la lucha de multitudes
vivida desde los años 70 y su herencia en el debate político en los difíciles años de exilio y
apertura política vigilada de América Latina, en las décadas siguientes. Período en el que el
autor escribió dos libros relativos al tema de la organización social y las formas de conciencia,
denominados “Partido, Cuándo y para qué” y “Poder Popular y Consejos de Base. Los viejos
del Cordón. Chile 1972-1973”.
Así también esta reflexión es subsidiaria de un rico debate en la academia alemana acerca del
Positivismo, cuyos contendores más relevantes fueron Adorno y Popper, y posteriormente en
los ámbitos de Politología, Ciencias Sociales y Economía de la Universidad de Kassel.
Igualmente de los trabajos de los Profesores Schmied-Kowarziek, Alfred Sohn Rethel y Karl
Korsh y Cornelius Castoriadis, así como del Centro de Estudios del Desarrollo Cendes,
Venezuela.
Algunas personas han sido importantes para escribir este libro, entre ellas Dora de la Vega, Sara
y Ruth Kries que con su experiencia social y política han enriquecido la visión del autor.
Igualmente Cecilia Zuvic, esposa y compañera de vida en el largo período de la crisis, que ha
tenido la paciencia de corregir mis escritos, y cuya aproximación me ha advertido de la
necesidad de profundizar algunos temas. Otras personas de mi entorno más directo han sido
relevantes para que este libro adquiera la forma con que llega a ustedes, han sido en temas de
economía Mauricio Retamal y Héctor Vega, y en su estructura y contenido epistemológico un
gran pensador del arte y la cultura universal Alejandro Bruzual quien ha aportado ideas desde
EEUU y Venezuela que han facilitado la exposición.
Igualmente es un deber señalar el estímulo que constituyó en la comprensión de problemas y la
búsqueda de puntos de abordaje intelectual de los temas y problemas a los que se busca
responder en este libro, la lectura de esa inmensa pléyade de intelectuales y luchadores sociales
que nutrieron mi juventud tales como Rosa Luxemburg, Anton Pannekock, Karl Radek, Rudolf
Hilferding o Yevgueni Preobrazhensky y otros grandes intelectuales como Tran Duc Thao, Max
Horkheimer, Herbert Marcuse, Michel Focault o Mircea Eliade, y que llegaron a mi
conocimiento gracias a intelectuales chilenos militantes como Alejandro Chelén y Belarmino
Elgueta. Igualmente gracias a la vasta librería de autores “malditos” que publicó la Editorial
Quimantú durante el Gobierno de Allende en Chile, entre cuyas obras estaba Nikolai Bujarín
como también las Actas del Partido Bolchevique.
Sin su lectura este libro no tocaría lo que el autor piensa son temas básicos de nuestra
modernidad tales como la síntesis social, la totalidad social, la estructuración de las figuras de
subjetividad contemporáneas, el biopoder y la ekopoiesis. Temas que el autor ha relacionado
siempre con las luchas sociales y políticas que ha vivido y en las que ha participado, lejos de la
concepción que los adquiere como academia, contemplación o refugio filosófico.
El análisis del capital, como relación, exige ubicarse en las fronteras del pensamiento científico
que se construye como unívoco y utilizando la lógica del tercero excluido aristotélica, no en su
interior al igual que el psicoanálisis.
La reflexión sobre la síntesis debería llevarnos a las nuevas figuras de subjetividad que el
desarrollo histórico ha creado, a estudiar sus problemas, su capacidad y potencialidades. Nos
referimos al interés por sus necesidades y no ya por la producción. La preocupación por el
socialismo, la producción, la productividad, la competitividad y el desarrollo, es hoy como
podemos notarlo en cada momento, básicamente keynesiana.

En el estudio de la economía, ¿cómo retomar la idea de ciclo y crisis simultáneamente? Los


estudios de la ganancia y la explotación en tanto expresión simultanea de la síntesis o las
reflexiones sobre el crecimiento y la crisis como partes de un solo proceso, no abandonarán el
pensamiento apologético sino en la reflexión del trabajo y el tiempo de vida socialmente
absorbido como momento interno y externo de la síntesis; de la vida como conflicto e intento de
reapropiación de la autocreación de necesidades.
Por último, el estudio de los procesos de producción y reproducción de la síntesis no sería
suficiente sino se los estudia y aborda como constituidos y constituyentes. Por lo cual es
inevitable la reflexión sobre los saberes, en tanto áreas de lucha y conflicto del poder de ideas y
creencias, y avanzar ideas sobre las estructuras de la psiquis contemporánea y sus contenidos,
sobre las creencias y la episteme, incluida desde luego la tecno-científica.

¿Qué figuras de subjetividad encontramos en los diferentes niveles y antagonismos en que se


despliega la confrontación de la multitud con la síntesis y la totalidad social bajo su impronta?
¿Cuáles son o pueden ser los nuevos sujetos de clase, o mejor dicho las nuevas figuras
construidas, construibles o en construcción, de subjetividad contemporáneas? Hay temas
pendientes que requerirán reflexiones que el autor solicita.
De su más grande creación, el teatro del mundo, la sociedad griega clásica nos legó tres grandes
estilos, la comedia, la sátira y la tragedia, este último sin duda alguna el más impactante,
trascendente y conmovedor de todos.
¿Podemos, un paso más allá que ellos, evitar que los dioses y demonios que nosotros mismos
construimos dominen la vida cotidiana?
Capítulo 01
¿CRISIS? ¿DE QUÉ CRISIS SE HABLA, Y DE QUÉ CRISIS SE TRATA?

En este país de maravillas, contestó el Rey a Alicia,


es necesario correr para mantenerse en el mismo sitio.
Lewis Carol

¿Qué es lo que está en crisis?


En la multiplicidad de facetas de la sociedad que vivimos, ¿cuáles son los aspectos, áreas y
relaciones que advertimos están en crisis? ¿Cuál es la fuerza y jerarquía que les atribuimos?
¿En qué consiste la o las crisis que nos preocupa/n? ¿Es una crisis múltiple y una de ellas es la
central y por ende su generadora o motor primario, o se trata de un proceso unitario que
expresa ambas cosas a la vez?
Esas son las primeras preguntas que se formula cualquier persona al reflexionar sobre la
realidad contemporánea y su evolución convulsa, inusual o anómala.
En segundo lugar ¿Quién es el que pregunta o se pregunta? ¿Desde qué lugar establece la
interrogación planteada?
Entre la trama de intereses por salvar lo que reste, las luchas de una multitud de agrupamientos
sociales, y las esperanzas del deber ser, ¿es este malestar personal y social y esa sensación de fin
du siecle tan sólo expresión de un temblor financiero que, al no ser contenido en el plano
bancario, arrastra a su paso todo el edificio económico mundial o es la intuición de una crisis
directamente social cultural y del entorno?
¿Es sólo una situación momentánea, inestable y complicada en el funcionamiento de esa esfera
de la vida social que la prensa llama habitualmente “economía” o es algo interrelacionado
globalmente y que se quedará en nuestras vidas?
¿Las crisis económica, medioambiental, energética y de patrones de consumo, alimentaria y de
estructuras de uso de la tierra y su producción, migratoria y demográfica, geopolítica y cultural,
son dimensiones o son elementos convergentes? ¿Son su expresión o su producto?
En el primer caso ¿cuál sería su carácter? ¿qué las singularizaría? Y en el segundo caso ¿qué
aspectos y niveles de nuestra vida afecta y afectará y qué emergería de ella?
¿Es simplemente el fin de un proceso secular, un ciclo conocido, expresión de un cambio y
transición administrable y programable o un complejo de eventos de resultado abierto?
En tanto la mayoría observa alelada, algunos tratan de organizar un rescate del sistema; otros, de
aprovechar la coyuntura y exigir su derecho a participar, y algunos imaginan que ha llegado la
hora de rediseñar las relaciones básicas de los seres humanos entre sí y con el mundo.
Estamos, visiblemente, ante un fenómeno y proceso que abarca todas las economías y
sociedades del planeta, con antecedentes concomitantes previos y efectos y mecanismos
multiplicadores, que se ha desatado desde el centro mismo de lo que ha sido el sistema
económico y de poder mundial: los EEUU.
Simultáneamente enfrentamos una convergencia de presiones sobre el entorno, cuyo efecto
combinado parece moverse hacia un espacio fuera de control. Los inmigrantes climáticos son ya
indiscernibles de aquellos que huyen de las guerras por el control de materias estratégicas o
conflictos diversos. Y por si ello no fuera suficiente estamos ante un derrumbe y debilitamiento
de instituciones, creencias y comportamientos, más queridos y tradicionales, ante los cuales
nuestra reacción individual y colectiva aparenta ser caótica.
El fenómeno de crisis, aunque aparece en nuestros días como surgido de una crisis financiera,
no está reducido a ese ámbito ni tampoco al de la economía, sino que muestra de inmediato
elementos precursores o concomitantes, estructuras y procesos, geopolíticos, ambientales o ya
directamente sociales, que no son sostenibles en sus anteriores límites. Todo ello marcha
paralelo al agravamiento de desequilibrios de nuestras sociedades con el entorno ambiental y a
una crisis epistémica de la propia categorización de los fenómenos que intentamos manipular,
manejar o controlar como sociedad humana.
Hay una crisis socio-económica y del ecosistema en desarrollo e igualmente un desgarramiento
de las formas de conciencia, creencias y base epistemológica, como no lo conociera el mundo
hasta el presente.
Existen igualmente otras expresiones que evidencian una descomposición civilizatoria y de
valores culturales y formas de conciencia, más lenta y permanente y que, al menos desde la
segunda guerra mundial, se ha acentuado y hecho más evidente. Ya no es la barbarie de la
guerra, Auschwitz o Hiroshima, o la pervivencia de la brutalidad medioeval o esclavista en
amplios bolsones de vida humana, es la mala vida que se sobre impone a los logros sociales y se
constituye como una cara oscura de las relaciones que han logrado imponerse a nivel planetario.
Su impacto es global como es el caso de la destrucción del hábitat, la hipertrofia de la vida
urbana y la explosión demográfica, el derrumbe social de África y la periferia extrema, los
genocidios y guerras desde Corea y Vietnam, a Ruanda, Yugoslavia, Irak, Libia y otras,
motivadas o subordinadas por intereses geopolíticos extrarregionales, la hegemonía o el control
económico político. O abarcan la totalidad del espectro de nuestras relaciones, como podemos
ver en la sobre-expansión de la producción y del consumo, que se producen junto a una extrema
pobreza, la limitación artificial de la distribución de alimentos, la insensata constricción en la
aplicación de medicamentos para el SIDA o del uso de nuevas fuentes de energía; la
privatización de nuevos espacios y bienes sociales como el agua, los mares, la información e
incluso la riqueza del código genético u otras.
Existe un malestar y una descomposición visible y latente, desarrolladas en el más exitoso,
prolongado y vigoroso período de expansión continuada de las fuerzas y posibilidades
productivas, así como de la comunicación, comercio e industria que conoce la humanidad desde
la revolución industrial.
¿Cómo caracterizar la crisis que se despliega ante nuestros ojos? ¿Cómo obtener una
perspectiva de conjunto de aquello que debemos enfrentar, así como apreciar su centralidad,
permitiéndonos jerarquizar las respuestas imaginables.
¿Estamos sólo ante una de las crisis recurrentes de la esfera económica o ante una crisis omni
abarcante e incluyente de nuestro intercambio metabólico con la naturaleza, que concluye
involucrando la psiquis de todos y cada ser humano?
¿Es simplemente una momentánea ralentización, después de un largo período de prosperidad, de
una forma de vivir definitivamente descubierta, o la desorganización e intentos de
reordenamiento de una forma de socialidad cuya descomposición trae también consigo la
determinación de los límites y relaciones dentro de los cuales ella se ha desenvuelto? 1/
Para responder a la primera de esas visiones bastaría tener en consideración el nivel de deterioro
del orden implícito del régimen del capital y su ciclo, la magnitud y carácter de los desbalances
medioambientales que pueden desembocar en extinciones masivas de especies y destrucción de
ámbitos ecológicos; en tanto para dar respuesta a la segunda deberemos ir progresivamente
desde las relaciones más externas a las más profundas de la síntesis y totalidad que se generan
en esta sociedad global y globalizada que llamamos capitalismo. 2/
Si no basta el estudio analítico de la descomposición y contraste de las formas sociales en su
historicidad y las utopías de su “deber ser”, será necesario construir una nueva visión de
totalidad y síntesis.
La tarea de resolver ese dilema la denominamos el análisis ekopoiético, entendiéndolo como la
respuesta simultánea en esos dos niveles.
La potencia de la ekopoiesis planetaria
La producción de riqueza a nivel mundial, expresada en bienes, fuerzas disponibles y servicios,
ha crecido ininterrumpidamente con el auge del régimen del capital. Aunque puede ser
discutible si esa tendencia secular se mantiene en nuestra época. Surgido de la periferia
comercial este modo de relacionamiento estableció su régimen autónomo cuando alcanzó la
esfera de la producción y la relación externa de entes sociales, para saltar finalmente en la
decadencia a su fuero interno y al contenido de su conciencia.
A la revolución agrícola y manufacturera de sus primeros tiempos siguió en el siglo XIX la
revolución industrial y la difusión de tecnologías, la consolidación y expansión de las Ciencias,
en especial de la mecánica, la electricidad y la química y tras ellas, la pléyade de revoluciones
que constituyó la denominada revolución científico-tecnológica de nuestro siglo.
Ese gigantesco desarrollo de fuerzas y conocimientos disponibles se mostró en su vigor y
carácter en un momento clave de la universalización de las relaciones orientadas por el capital,
cual fue la 2ª Guerra Mundial. 3/ Punto de bóveda de esa revolución fueron las
comunicaciones, cuya capacidad vinculante se incrementó a lo largo del siglo, como expresión
de sucesivos niveles tecnológicos y nuevas exigencias sociales, las cuales llevaron las formas
dinerarias a esferas cada vez más amplias en extensión y profundidad de las relaciones
humanas. 3/
Las fuerzas generadas y articuladas por el capital, como configuración social que lideraba el
proceso de universalización de la especie humana, y que se expresaron en la intensidad y
riqueza de nuestras creaciones, nuestra expansión demográfica y productiva, de sus
significaciones y potencia simbólica, asombraron a la humanidad en el siglo XX. Sus
aplicaciones tecnológicas, globalizaron y posibilitaron la internalización de la forma y el
régimen del capital así como sus relaciones sociales, en esferas no imaginadas anteriormente.
La forma capital, la estructura y lógica de sus procesos y sus relaciones son, en los hechos,
“universales” y constituyen el marco en que la humanidad se desenvuelve. Eso hace que a
menudo se confunda la síntesis que constituye a la forma capital, y sus procesos, con la síntesis
social que se ubica en la cúspide de la pirámide de la comprensión y del control social.
Desde la Segunda Guerra Mundial ese fenómeno no hizo más que acentuarse con el milagro
alemán, el milagro japonés y la recuperación europea, a los que siguieron los procesos de
modernización, integración y ampliación de mercados de la periferia del sistema, y concluyeron
en la reabsorción de las estructuras sociales de acumulación de capital auto-denominadas
“mundo socialista”. Cualquiera haya sido el precio que la humanidad pagara por ese auge, la
expansión de fuerzas productivas del siglo XX fue tan formidable que cuestionó la propia base
conceptual del capitalismo y de sus teorías apologéticas: la de que los medios y bienes creados
por el hombre, son escasos.
Ese proceso adquirió una connotación singular para fines de los años 60 e inicio de los 70,
momento que marca una ruptura espiritual, el resurgimiento de una conciencia parcial de
desequilibrios con el entorno natural y viceversa la búsqueda por el sistema de mecanismos para
una transición global de las economías nacionales hacia el plano mundial, un período de
expansión dineraria y financiera como eje de la expansión productiva y de mercados. 4/
Un mundo alternativo pugnó por nacer en un escenario de transición dado por la ralentización
de la dinámica de una acumulación hegemonizada por formas industrialistas en ámbitos
nacionales y las posibilidades que abrió el centro hegemónico sistémico de ampliar las esferas y
agentes de deuda y financiamiento. Su fracaso cerró una época auspiciosa de renovación
ideológica y de diversas relaciones sociales, que se recuerda en torno al segundo quinquenio de
los 60 y cuyas bases materiales venían dadas por esa obstrucción. 5/
La salida estructural para el capital, en los mercados nacionales, requería una derrota del
movimiento social y cultural que aspiraba a mejorar sus niveles de vida y ampliar sus libertades.
Preparar y abonar ese terreno fue la tarea que se impusieron los grupos hegemónicos de las
potencias centrales y ello es lo que hace comprensible su accionar en el período.
Con la ruptura del patron oro por los EEUU, en los 70, la posibilidad de utilizar la expansión
financiera para un crecimiento de la producción en los países y del mercadeo a nivel
internacional se hizo posible. Su desarrollo, sin embargo dependería de la posibilidad de
reordenar los mercados nacionales y con ello aplastar las aspiraciones de equidad de los
trabajadores y de autonomía de algunos segmentos empresariales.
Desde ese período la tasa de crecimiento de la industria mundial, medida por el producto per
cápita o el ritmo de su absorción de insumos, tiende a crecer a tasas relativamente menores que
las del crecimiento financiero y finalmente, a partir de los años 90, respecto de la expansión
dineraria global. Si a lo largo de ese período el objetivo del capital en los diversos países era dar
salida a la venta de la producción excedentaria colocándola en el mercado internacional las
cifras muestran que ello se hacía parcialmente, y que se realizaba en base a una emisión
inorgánica en progresivo aumento de los países del centro*
* En el caso de EEUU en tanto las magnitudes financieras crecen en una curva ascendente casi
exponencial la industria crece con fluctuaciones recesivas particularmente fuertes en el 73/74
(impacto de subida de precios del petróleo), 78/79 (aumento de las tasas de la FED), 89/90
(burbuja inmobiliaria).
A nivel planetario, a partir de ese período, la lluvia ácida en los países industrializados se hace
un problema que empieza a llamar la atención fuera de las universidades y grupos clínicamente
afectados. Los llamados de atención respecto a temas y aspectos y procesos ambientales
específicos tenderán a multiplicarse en los países-centro del sistema y a encontrar un cierto nivel
de respuesta o al menos de preocupación, particularmente cuando afectan a segmentos de sus
capas sociales hegemónicas.
Hasta esa época las actividades humanas aparecían, para la gran mayoría de los seres humanos,
como suspendidas en una esfera que no afectaba su inserción en el universo. El clima y los
elementos disponibles como el agua dulce, el espacio, y la riqueza de animales y plantas surgen,
a partir de ese período y con cada vez mayor fuerza, ante la conciencia colectiva como
degradados, contaminados y descompuestos o afectados no sólo en sus equilibrios anteriores
sino en relación a los proyectos sociales. El cambio climático, los efectos del agujero de ozono,
la deforestación masiva, la crisis de disponibilidad de agua, y la presión del consumo humano
convergen progresivamente en un proceso de extinción masiva de especies vivas y desbalances
de ecosistemas que, se empieza a plantear, es imprescindible detener.
Simultáneamente los indicadores económicos hacen evidente que la esfera de las finanzas ha
adquirido un nuevo rol y autonomía respecto del conjunto del proceso de acumulación del
Capital. Su renovada fuerza aparece surgida inicialmente de los excedentes de las corporaciones
petroleras, pero progresivamente se autonomiza o desacopla de anteriores articulaciones con la
esfera productiva.
Es el período de ascenso de instituciones bancarias y de seguros al interior de los grupos
hegemónicos, que marcha paralela al avance y triunfo de las nuevas tecnologías y producción
inmateriales, y de redespliegue industrial y reordenamientos de mercados. La esfera que
relaciona las fuerzas y articulaciones financieras se renueva igualmente desde los años 70
absorbiendo nuevos comportamientos, mecanismos e instrumentos creados por EEUU, Europa
y Japón que posibilita su expansión a los más remotos lugares y grupos humanos.
Finalmente y como su natural culminación los impactos de ajustes y recesiones, en las
estructuras económicas en progresiva apertura y globalización, tienden a acoplarse a lo largo de
las siguientes décadas.
No obstante sería un error pensar que el aumento de la producción de bienes y servicios fue
pequeño, como lo evidencian las curvas de uso de la energía, e igualmente sus efectos físicos en
el medio ambiente. Valorado a precio de mercados nacionales, es decir medido por la sumatoria
de los PIB de los distintos países, el producto anual de la humanidad se multiplicó 10 veces en
valor en sólo cincuenta años.*
* Cualquiera sea la importancia que en ese crecimiento juegue la absorción de materias primas y
energía, y su extracción del medio ambiente, ese alto crecimiento trastoca la vida de amplias
comunidades y convierte en materiales estratégicos a la energía, agua y productos alimentarios
que serán objetos centrales de la sed de materias primas de las potencias en el s XXI.
Sería un error suponer que el avance del carácter financiero en la hegemonía y los procesos
económicos nacionales y de diversos mercados, y en definitiva en el proceso global de
acumulación del capital, fue un proceso lineal y sin variaciones, sin bolsones de resistencia, y
momentáneos retrocesos. E igualmente sería un error pensar que ello estaba fuera de la lógica y
estructura productiva o comercial, dado que las presuponía, y hoy dirige y expresa.
En la conjunción de fuerzas productivas y relaciones humanas diversas, que materializaban la
economía mundial del último tercio del siglo XX, es empíricamente constatable que las
finanzas, articuladas por bancos y seguros así como otras instituciones del área y su expresión
en dinero, se sobre-expandían en relación a la industria y la distribución de mercancías. El
carácter de ese fenómeno dinerario y de valoración, que orientaban el proceso de acumulación
de capital y de creación de riqueza, como expresiones sociales, requerirá mayor atención en
páginas posteriores.
Estos fenómenos se habían producido en otros períodos, notablemente en la segunda mitad de la
década de los 20, pero para fines del s XX existía un nuevo aspecto no visible en anteriores
períodos: la producción, uso y consumo de bienes, así como la magnitud de la articulación
productiva para generar mercancías, presionaban sobre la capacidad de resiliencia del planeta.
La capacidad de recuperación metabólica del planeta Tierra aparece afectada en diversas áreas,
puntos y niveles creando lo que hoy denominamos “el cambio climático”.
No existe simplemente una presión del consumo sino del valor
Se estima que hacia el año 2009, la magnitud promedio de generación de bienes y servicios era
de unos US$ 30 diarios por persona en el planeta, incluyendo todos los países y sus diversas
etnias y grupos sociales, lo cual significa un volumen planetario de producción anual estimada
en el orden de US $ 65 a 70 billones --millones de millones— 6/
Para la transferencia de esa producción incrementada de bienes y servicios, que se obtiene
sumando el PGB de los países, que fuera producto de un proceso de financierización y manejo
de excedentes dinerarios, el comercio y las finanzas crecieron vigorosamente.* Con
financierización hacemos centralmente referencia a la movilización de dinero fiduciario en tanto
los excedentes remiten a las ganancias corporativas e industriales. Con esos procesos se
expresaba el predominio de nuevos grupos al interior de las capas hegemónicas al interior de los
diferentes países y en el sistema de explotación tomado de conjunto.
* En el año 2010 en la City de Londres se transaban diariamente valores dinerarios superiores a
US $ 1,5 billones, de las cuales un 70 % en títulos. Esa magnitud representa casi el doble del
PGB de Gran Bretaña.
Hoy las entidades financieras mueven una riqueza nominal estimada en más de diez veces la
cifra de la producción de mercancías físicas del planeta y su transporte y distribución. Situación
sorprendente si se observa que las economías más abiertas al mercado internacional no exportan
más de la mitad de su producto interno y en la mayoría de los casos mucho menor porcentaje.
En otras palabras no es el comercio internacional el responsable de esa magnitud dineraria sino
los mecanismos financieros constituidos en una red global de expropiación, canalización y
asignación de valores, por el sistema y régimen del capital en su conjunto.
Parte importante de esa riqueza titularizada y nominal, dineraria mundial, estimable en
magnitud para el 2009 en el orden de US$ 670 a 700 billones –millones de millones de dólares,
es completamente inmaterial, no sólo en el sentido de que no llega a existir siquiera en papel
moneda. 7/ Es riqueza absolutamente virtual y en su mayor parte ficticia. Lo cual no quiere
decir que no tome corporeidad en títulos, bonos, y papeles monetizados que, como expresión del
dominio de esas relaciones, pesan sobre nuestras vidas, en la acumulación de capital en los
países, y en la economía mundial.
La sola magnitud de esa masa nominal dineraria respecto a la de su contrapartida, de bienes y
servicios disponibles, señala un problema no conocido anteriormente por la humanidad.
A mediados de los años 90, Carlos Monetta Director del SELA resaltaba esa disparidad entre
una masa de valor expresada en la producción global anual de los países y la riqueza nominal,
existente en las cifras financieras a escala planetaria. Monetta señalaba que dicho desequilibrio
no sería sostenible en el mediano plazo, al no detentar las instituciones internacionales un
control efectivo de la expansión de la masa monetaria, papeles y derechos financieros, ni éstos
contrapartida real en el mundo físico y de mercancías. * Ese momento parece haber llegado.
* Carlos Monetta, Secretario Permanente del SELA, Sistema Económico Latino Americano.
Igualmente notable es la incomprensión general de que los procesos desatados por nuestra
actividad social en el entorno ecosistémico no sólo afectan su capacidad y potencial
reproductivo sino nuestra vida social, incluyendo sus relaciones más profundas.
La contaminación y otros efectos que producimos, así como la voracidad sistémica y la ausencia
de control social sobre una dinámica de inversión, producción y consumo que aparece como
autónoma, no se van a expresar en el medio ambiente en un ámbito anexo sino en nuestras
propias vidas.
Un biólogo europeo denuncia que “en nuestro ambiente diario y cotidiano estamos expuestos a
una insólita amalgama de productos tóxicos, creados por nosotros mismos, de los que no hay
manera de escapar” y agrega que si hace 70 años se producía globalmente un millón de
toneladas de esos productos, con efectos secundarios sobre nuestro metabolismo, tóxicos,
cancerígenos y/o con sustancias cuyo efecto directo o acumulativo ni siquiera conocemos, en la
actualidad producimos 400 veces esa cantidad. Simultáneamente generamos un efecto aún más
global: la polución. *
* Fernando Jiménez López. La Sexta Extinción Ed.Planta. 2008. España. La sóla industria
cuprífera chilena extrae anualmente suficiente arsénico, depositado en galerías, como para
aniquilar toda la vida del planeta.
Tal como sabemos la polución atmosférica sigue en aumento gradual tanto por los
contaminantes que directamente arrojamos a la atmósfera como consumidores como por los
producidos por nuestra actividad productiva. Entre los más importantes se mencionan como
contaminantes primarios al monóxido y dióxido de carbono, los óxidos de nitrógeno, los
diversos hidrocarburos, los óxidos de azufre, el ozono y sus sustancias precursoras, y las
partículas en suspensión que nuestra actividad genera.
Hay informes de organismos sobre contaminación atmosférica en diversas ciudades que
directamente la califican de inaceptable. Y es que en regiones como Europa la contaminación
atmosférica provoca de manera directa 350.000 muertos al año, para no mencionar su potencial
mutagénico.*
* Ibid.
Sin embargo lo peor no surge del conservantismo del estilo de vida y de consumo, individual y
grupal, sino de la actual incapacidad de las instituciones en que se condensa el poder social para
responder los retos y cambios generados, así como del actual rechazo de la psiquis individual a
enfrentar las causas y no simplemente los efectos.
Las epidemias que nos amenazan no sólo son generadas por el cambio climático que generamos
en el entorno, que favorece sus transmisores, produce sequías y episodios climáticos extremos,
incluso en el centro del sistema mundial, sino que permite que se expandan en áreas favorecidas
por la pobreza, la insalubridad y los procesos productivos que les acompañan, con un efecto
rebote global.
Si en el centro sistémico y sectores adyacentes, la expansión industrial del pasado siglo afecta la
sostenibilidad y capacidad de reproducción de un estilo de vida y de consumo basado en la
infinita absorción de recursos y de tiempo de trabajo, en abierta contradicción con su nivel
tecnológico y forma productiva, su efecto en la periferia no es sólo ambiental o ecosistémico.
La expansión de la producción industrial y de mercados, realizada en la periferia y publicitada
como expresión de buena voluntad y apoyo a la modernización de estructuras por los poderes
centrales, trae consigo desempleo, concentración de ingresos, destrucción de comunidades y
otras enfermedades sociales, tal como puede observarse en África y regiones de América Latina.
¿El valor o el dinero es el genio escapado de la botella?
Para hacer circular una mercancía que posee el valor de US$ 1 en el actual estadio de desarrollo
del sistema no nos basta con disponer de US$ 1 en dinero equivalente, sino debemos utilizar 3 a
4 veces esa cantidad. De modo que cuando una persona tiene en sus manos una cantidad de
dinero, a la que atribuye la capacidad de permitirle apropiarse de un objeto, existen otras 3 que
tienen similar ilusión, la cual una sola está en capacidad de materializar. O lo que es lo mismo,
en nuestro ejemplo muy a gusto de la economía robinsoniana, cuando un individuo con un
billete de US$ 1 desea hacer valer su derecho de uso y abuso sobre un bien de valor de US$ 1
existen otros individuos con tres billetes, que pugnan en la esfera de la circulación por ese
mismo objeto.
La cantidad de circulante que emite la autoridad monetaria -y que el sistema bancario
multiplica al crear dinero mediante el crédito- ha sido acrecentada en dos a tres veces por las
magnitudes dinerarias derivadas de las inversiones en activos financieros, los seguros a la
operaciones mercantiles, los MDL * y las deudas de los estados –particularmente de EEUU—
y los valores de las acciones en bolsa, es decir de las promesas de ingreso a futuro que el
sistema y régimen del capital permiten establecer. Si se incluyen los títulos y bonos que están
en bolsa la masa dineraria a nivel mundial llega en el presente fácilmente a US $ 700 billones.
Algunos consideran esta cifra notablemente rebajada respecto a lo que pudiese estar en los
mercados dadoque los Bancos poseen, en muchos casos, tasas de leverage, es decir de
capacidad multiplicadora, de hasta 30 veces su capital.
*MDL, Mecanismos para el Desarrollo Limpio, establecidos en el Protocolo de Kyoto como
derechos financierizables.
¿Qué pasaría si se produjera el fenómeno de que los poseedores de este circulante quisieran
hacer efectiva esa supuesta capacidad de compra? Acá no hablamos de la simultaneidad sino de
la promesa contenida en el medio de pago. La respuesta es obvia: en el planeta tierra no
existirían los productos y servicios para satisfacer tal demanda y la sola presión conduciría a
una destrucción del valor ficticio y a un desorden del sistema de intercambios basado en el
sistema monetario, para no mencionar otros efectos. Ese es uno de los riesgos que actualmente
corren las sociedades contemporáneas: de producirse una alteración significativa de la
circulación dineraria no habrá capacidad de pago. El valor y el dinero han perdido encaje
cuantitativo y un problema a discutir es qué pasa en cuanto a su relación cualitativa.
Las magnitudes dinerarias presentes en la vida contemporánea, que son expresión del
predominio histórico del capital y del ciclo financiero, al no corresponderse con las del régimen
cíclico del capital productivo y el producto planetario medible en valor, expresan estrictamente
una nueva modalidad del capital social a nivel planetario. La existencia de un capital financiero
virtual y de un capital ficticio, como desarrollo de determinaciones que construyen esa
modalidad, ¿qué nuevas especificaciones y fuerzas expresan o traen consigo?.
En el plano de la articulación de créditos y deudas el capital se hace virtual dada la
imposibilidad de transformar en mercancías materiales la mayor parte de esa masa dineraria,
que sólo puede existir como títulos. Detalle no menor cuando se discute de deuda nacional y
deuda soberana y éstas representan varias veces la riqueza del país. En el plano de la expresión
material y cuantitativa del valor, el capital se hace ficticio por la imposibilidad de la sociedad
de asumir la totalidad de esa presión del capital y abandonarse la estructura de precios. El
dispositivo orientador de las posibilidades de inversión productiva y de ganancia que ha tenido
el sistema está en franco deterioro..*
* El tema del valor, y la forma valor, en estas circunstancias será tema de análisis posterior.
Una modificación estructural de la sociedad capitalista contemporánea es que al contrario de
sus afirmaciones de “menos estado, en lo posible”, ella requiere la permanente acción y
presencia normativa y restauradora de equilibrios de las instituciones del nivel político en la
realización del ciclo. 8/
Lo anterior no sorprende en el mercado denominado interno, que ha estado históricamente
constituido por circuitos y procesos economicos que se despliegan dentro de los estados-
naciones. Lo realmente novedoso ha sido el despliegue de esos circuitos y procesos en el plano
de la economía-mundo y el esfuerzo por re-crear una estructura de dominio internacional al
servicio de esa explotación.
Independientemente de las afirmaciones ideológicas, que los medios difunden profusamente, el
Estado y las instituciones supranacionales que los articulan han permanecido presentes y
fortaleciéndose en la tarea de asegurar el funcionamiento de la economía global
independientemente de afirmaciones en contrario. Otra cosa es que la crisis haya ido más
rápido y sea más extensa y profunda que los esfuerzos de representantes y defensores del
sistema. El mercado contemporáneo sobrevive, y a duras penas, única y exclusivamente por la
permanente presencia compensatoria de los aparatos políticos institucionales, nacionales y
supranacionales.
Más allá del valor.
Para tener una idea de lo que significa la magnitud de una masa financiera y dineraria de casi
US$ 700 billones –millones de millones de dólares- basta hacer el siguiente cálculo: Una
persona gasta US$ 1 millón por hora, durante 24 horas por día, US$ 24 millones/día y casi 170
millones semanales, u 8,736 millones al año. Imaginemos ahora un país como Chile, con 15
millones de habitantes haciendo ese gasto gigantesco, hora por hora, día por día, año por año sin
detenerse ni siquiera para tomar aliento. Pues bien, la población de ese país entero, Chile en
nuestro ejemplo, necesitaría más de 5.000 años para gastar esa masa ficticia de recursos.
¿Cómo es posible que esa inmensa masa de dinero y recursos no posibiliten un gasto, vida y
consumo razonable a cada habitante de la tierra?
La respuesta es sencilla. Ese dinero, en buena parte capital y valor ficticio, está fuertemente
concentrado en un pequeño número de personas y corporaciones, cuya mentalidad alienada,
avaricia e influencia, controla y determina, hasta el presente, su propio destino y en inmensa
medida el nuestro. Sin embargo no lo hacen solo por su estado de conciencia sino por lo que
son, agentes y representantes de una relación social que explota y controla la sociedad humana y
que en y con la crisis está obligada a enfrentar sus desequilibrios.

En el otro lado de esa realidad tenemos 1.400 millones de pobres, casi 1.000 millones de
hambrientos, refugiados y desplazados, y 300 millones de desempleados, que ya sumaban un
total más de 2.550 millones de personas registradas en dicha situación, antes del colapso
financiero en las metrópolis *. Igualmente la cotidianeidad de casi 7 mil millones de personas
cuyas vidas son absorbidas por la producción y reproducción de este Moloch. Todos ellos viven
el lado oscuro de una realidad mundial de opulencia y miseria, de poder y debilidad, de
consumo conspicuo y consumo insuficiente para la simple supervivencia, de posesión de capital
y rentas o de trabajo alienado y precario o desempleo estructural que es resultado del modo de
funcionar de esta forma de sociedad y de la contraposición dinámica de los agentes que
materializan estas relaciones a través de sus prácticas cotidianas. Pero este segmento de la
humanidad al igual que las nuevas generaciones presentes y futuras no encarnan esa relación
perversa y autónoma, aunque la sufran, ella determina su entidad social y las convierte en sus
victimas más inmediatas. 9/
*
Cifras de OIT.

No se trata sólo y simplemente del uso social que podríamos dar a nuestra capacidad
productiva, sino a que ésta se aplica de una forma y en una magnitud que sobrepasa los
equilibrios y balances sobre los que se ha desarrollado la vida en el planeta. No se trata sólo que
la demanda se desequilibre y pierda correspondencia con la producción, dado que su estructura
está determinada por intereses de un poder que en su apetencia de ganancia ha sobrepasado los
límites físicos de la riqueza planetaria.* Se trata paralelamente que para hacerlo ha determinado
una estructura de consumo y una dinámica de su evolución, que son también insostenibles.

* El sistema puede crear riqueza inmaterial pero no puede crear otro planeta tierra

Diversos sectores han llamado la atención a que vivimos un mundo con un ecosistema finito, y a
que nuestra singular capacidad de construir ambientes en los más diversos lugares, nos ha
permitido construir la ilusión de ser independientes del planeta en que vivimos.

Los ecologistas han construido un concepto que, aplicado a las poblaciones distintas a la
humana, parece dar cuenta del equilibrio de un ecosistema. La denominan “la capacidad de
carga”, con la que señalan una relación o función cuantitativa entre una población en un
ecosistema y los elementos, mecanismos y variables que determinan su funcionamiento.

Eso les ha permitido a algunos grupos afirmar que la sociedad humana ha sobrepasado su
“capacidad de carga”. Con ello afirman que cada año consumimos más de lo que producimos
generando no sólo un universo de deudas valorables en dinero, sino un desequilibrio
ecosistémico que no compensamos y que en ciertos aspectos no es compensable.

Otros sectores hablan de la resiliencia del planeta y sus ecosistemas, con lo que hacen referencia
a su capacidad de absorción y recuperación del impacto de las actividades humanas.

Sea cual sea el enfoque de aproximación a la relación entre nuestra vida social y su escenario y
entorno metabólico, nuestras fuentes de recursos y habitat están degradados, nuestro ambiente
es polucionado sin control y reparación, las actividades en los diversos ecosistemas se están
haciendo de menor rendimiento físico y/o económico, la capacidad de los ecosistemas para
recuperarse disminuye.

He aquí un segundo aspecto que debe agregarse al anterior concepto de consumo, ya no referido
al valor sino a la riqueza planetaria. “cada año consumimos más de lo que se ha producido en la
tierra ese mismo año”, estamos consumiendo junto a aquello creado con nuestro esfuerzo
productivo, reservas minerales y de la biosfera que representan en su conjunto un 120 % de lo
que produce el planeta. * 10/

* Fdo Jiménez L. Op. Cit.

La devastación del entorno sociológico, ambiental y psicológico es de tal magnitud que es fácil
poner en entredicho los gigantescos logros de esta civilización, junto a sus patrones de cultura y
organización, dado los peligros y amenazas que su futuro trae consigo. 11/

La bola de nieve del valor en el centro y periferia


El carácter desigual de este reordenamiento y transformación no es tan visible a primera vista.
A nivel de la economía-mundo se han sucedido procesos de reordenamiento de los circuitos
concéntricos de centralización y acumulación de capital. Inicialmente en los 70 se observan
reacomodos de fuerzas políticas y relaciones comerciales y financieras. A continuación el
redespliegue industrial progresivamente expresa una modificación del rol que la esfera global,
en la que se ubica la unidad sintética de la economía mundial, juega respecto a la valoración.

Ese escenario que es definido inicialmente por empresas en proceso de internacionalización,


avanza a alianzas y articulaciones conceptualizadas como transnacionalización. La mayoría de
los paises trasladan su excedente a un par de paises que hacen de eje y acumulador positivo de
riqueza y capital, en tanto el resto del planeta ya sea en el centro o periferia aparece
progresivamente endeudado para mantener sus posiciones.

A partir de mediados de los 80 estamos en una fase superior a la de la transnacionalización y del


simple cruce de fronteras por inversiones, productos y fuerza de trabajo para su realización en
los estado-naciones. Nos encontramos en una fase de multinacionalización, en la que prima el
proceso de acumulación del capital del sistema-mundo por sobre el de los paises y sus
economías nacionales. Es en un proceso de acumulación de doble cara, desigual y combinado, a
escala del estado-nación y de la economía-mundo donde podemos y deberemos analizar la
denominada financierización de la economía.

A nivel de los países, y su relacionamiento internacional como estructuras específicas


económicas, el reordenamiento de la acumulación en su conjunto aparece a partir de la década
del 70 como desarrollo del potencial financiero y competitivo mayor o menor que se construye a
la salida de la crisis del sistema financiero basado en el patrón oro. Sin embargo es un
reordenamiento social pues su posibilidad deriva directamente del resultado de las luchas de
clase e inter potencias, así como de procesos sectoriales y de la evolución de los ejes
geopolíticos y la rearticulación de los estado-nación en torno a ellos.

La evolución intersectorial de ese período en EEUU que hace de eje principal de la acumulación
de capital en la economía mundo, muestra que en su estructura interior no ha habido un
descentramiento del sector productivo por el rentista. Ese desplazamiento general, de estructura
compleja pues modifica simultáneamente determinaciones intersectores y del ciclo económico,
ocurre en otro plano tal como se expresa en la canalización y transferencia en ese país y en otros
del centro del sistema, de parte de su excedente a Paraisos Fiscales.

Observar de conjunto las economías del primer circulo, o círcuito central del sistema, no
conduce simplemente a constatar la deuda gigantesca de EEUU sino a buscar cómo los centros
financieros se han convertido en poderes autonomizados, a través de un proceso de expoliación
simultaneo de sus pueblos y de la periferia del sistema. 13/
Para inicios del siglo XXI la riqueza monetaria está concentrada a nivel de propiedad y uso por
una confluencia de fuerzas en la que los circuitos financieros son el eje articulador de
excedentes de la banca y seguros, grandes corporaciones industriales, y estados clientes que la
constituyen en el eje de la acumulación del sistema-mundo o unidad transnacional y
multinacional de procesos de valorización.
En la segunda década del s XXI la acumulación en la estructura estado-nación puede ser
resumida en la existencia de tres circuitos concéntricos, todos en torno a un eje pero
simultáneamente como circuitos en sí mismos. Uno constituido por EEUU y el resto del planeta,
articulado tal como el sistema solar en grupos de proximidad y complejidad productiva. Un
segundo circuito, interno al anterior, con China en el centro y los países del resto del planeta en
articulaciones de mercado fundamentalmente de bienes materiales, al modo de satélites de un
planeta de gran tamaño. Finalmente un tercer círculo, igualmente interno a los anteriores, con
Alemania y Francia en una red compleja de dependencias productivas materiales e inmateriales
así como financieras.
En la acumulación a escala global, la dinámica de la valoración evidencia una parte central que
es mayoritariamente expresión de un dispositivo financiero, lo cual permite hablar de procesos
de financierización de las economías internas. Allí un 80 % del capital existe solo en forma
nominal, dado que no llega a adoptar la forma moneda. Circula en la abstracción del clearing
interbancario y en papeles, bonos y títulos de futuro. Es capital virtual, en el sentido en que una
parte de su poder social no llega al mundo de las mercancías excepto como título y referencia
dineraria.

Ese capital que existe porque la acumulación es también realizada a nivel de la economía-
mundo, es nominal y su virtualidad le permite aparecer e intervenir en los procesos de
producción localmente redefinidos o mantenerse como capital ficticio, exige la obtención de
ganancias para mantenerse como capital, lo cual presiona sobre la producción en un planeta de
ecosistema limitado y genera un nivel de especulación financiera que sobrepasa con creces la
riqueza y capital real del planeta.

El capital social de la humanidad no puede ser cuantitativamente estimado a través de la suma


de activos existentes en los paises a los que se restaría la deuda interna y la externa privada y
soberana. Las determinaciones financieras se cruzan con exigencias del control social y del
intercambio metabólico con el entorno que hacen opaco no sólo el resultado de sus mecanismos
sino de sus resultados. El capital que se expresa en ese nivel, es simultáneamente una fuerza que
requiere invertirse en el planeta en economías y ecosistemas que no están en capacidad de
absorverlo para la extracción de ganancia que no sean especulativas y polutivas. De allí los
denominados activos tóxicos.

Ello tiene importantes consecuencias primero sobre el proceso de valoración del capital en la
sociedad actual, segundo sobre el entorno de naturaleza humanizada en que se realiza la
ekopoiesis, dado que éste tiene una resiliencia y leyes que son independientes de la voluntad y
tercero sobre el carácter mismo de la relación que hace de síntesis. Incluso si sólo el 20% de
riqueza nominal debe adquirir forma física, para ser mercancía consumible, los niveles de
producción desequilibran al ecosistema.

La cualidad y magnitud de la fuerza productiva-destructiva disponible por la sociedad


contemporánea ha desatado procesos que pueden ya estar fuera de control, tales como el de la
eventual ruptura de la cadena marina transatlántica de temperatura. Por último porque la
transformación de valores en precios, es decir la transformación del tiempo de la actividad
humana como elemento valorable puede estar hoy definitivamente obsoleto. Para fines de los
años 90 la bola de nieve ya había empezado a rodar en el propio escenario de la financierización
de procesos y de distribución de renta a escala mundial. 14/

Las fronteras de un enfoque redistributivo


En abierta contradicción con los fundamentos de la religión cristiana que muchos de ellos dicen
profesar y de otras creencias similares, los apologetas del segmento social que hegemoniza el
planeta proclaman que “lo que es bueno para los ricos también –de acuerdo a ellos mismos- es
coincidentemente bueno para la sociedad en su conjunto” A pesar de que con toda evidencia
miles de millones de personas permanezcan en un perpetuo estado de pobreza. Concluyendo, sin
contradecirse, que la producción de grandes riquezas y, al mismo tiempo enorme pobreza,
dentro y entre países no es coincidencia – que riqueza y pobreza son en realidad las dos caras de
una misma moneda. 15/ Otra manera de afirmar lo anterior es la metáfora del gato –el
capitalismo— eficiente en su tarea de cazador de ratones. “No importa el color del gato, sino
que caze ratones”.

La visión del nivel distributivo de la sociedad capitalista mundial contemporánea se debilitaría,


sin embargo, si se pensara que esa miseria es necesaria para toda salida y que como el sistema
es “propenso a la crisis” se pudiese esperar de su injusticia, irracionalidad e inequidad, que
surgiera espontaneamente una respuesta alternativa.
Quienes destaquen que “irónicamente, desde el punto de vista ecológico, las grandes recesiones
–a pesar de ocasionar severos perjuicios a numerosas personas- son en realidad un beneficio, en
tanto una menor producción genera menos polución de la atmósfera, el agua y la tierra”,
imaginan la penuria alimentaria, moral y psiquica que vive la humanidad como un arquitecto
que se felicitase en medio de un terremoto que éste le ha ahorrado, con la destrucción de
viviendas, la necesidad de búsqueda de espacios para la construcción. *

* Ibid

Propuestas productivas unilaterales respecto al beneficioso impacto de la Eficiencia Energética,


al igual que al del uso del biodiesel y otros combustibles “verdes”, o las presiones para un
mayor uso de energía nuclear a pesar de sus evidentes riesgos, evidencian las limitaciones de un
enfoque encerrado en una visión cuantitativa o de balances que no recogen los problemas que
surgen de las relaciones sociales involucradas tomadas como conjunto. 16/

Junto y paralelo a la formidable creación de riqueza que la expansión del crédito y la deuda
hicieron posible se ha acentuado la pobreza, el desempleo, y la precarización de las condiciones
de éste; fenómenos que aparecen cada día más como aspectos estructurales del patrón de
funcionamiento de la economía que se impone a la población. La vida y la subsistencia de
millones de personas se hacen más lábiles, debiles y precarias, afectando a naciones y zonas en
su conjunto, tales como amplias regiones de África, convocando a multitudes semi-marginales a
la protesta y la rebelión.

El empleo se ha hecho precario, no sólo en el sentido de hacerse menos estable en una época de
aceleración del progreso científico y tecnológico, sino de que la propia estructura económica no
está en condiciones de proporcionar un horizonte de mediano y largo plazo para aquel sector de
la fuerza de trabajo que en ciertos páises, como Japón, imaginaban el empleo como un derecho
social y la contrapartida del capital y los capitalistas a su lealtad a la empresa..

El empleo se hace casi una circunstancia, y su carácter efímero oculta una modalidad sostenida
como cauce de desarrollo por el capital, dado que dificulta la toma de conciencia de su situación
como integrante de una categoría social a millones de personas. El empleo, ayer protegido a la
salida de la guerra, en su cualidad y rigidez se transforma desde los años 70 en la valla o barrera
al modelo de crecimiento que se busca por los sectores de la hegemonía. Buscar mercados
externos, salir de las fronteras del estado nacional para encontrar mercados de productos más
baratos o en condiciones de comprar los propios; todas son formas de plantear una perspectiva
aceptada por los grupos hegemónicos para limitar la parte del ingreso nacional que se asignaba
al trabajo en el anterior modelo.

El empleo se ha hecho escaso, lábil y precario, también, porque la dinámica de la acumulación


no está basada centralmente en un incremento de la demanda global solvente de masas sino en
la del sector privilegiado en cada estado-nación, al que se le reducen impuestos y tasas, se le
crean ámbitos de mercados especiales y a quienes el aparato institucional convoca a cumplir lo
que sería su tarea, invertir y obtener ganancias, otorgándoles subsidios y otras prebendas
diversas.

Durante la década de los 90 la producción de alimentos mundial creció un 25%. La producción


de carne se duplicó, y el incremento de la producción de huevos fue aún mayor. La producción
de leche y cereales aumentaron por sobre las tasas de crecimiento de la población global. Pero si
en 1990, 842 millones de personas padecían hambre, la cifra ascendió a 1.200 millones para
2009.

Para fines de la primera década del nuevo siglo, en sólo dos años, el precio promedio de los
alimentos se duplicó a nivel mundial, arrastrando a la desesperación a un cinturón de población
que observa cómo una importante parte de los alimentos se destinaba a alimentar ganado o
automóviles, a través del bio-diesel y la energía orientada a esos propósitos. *

* Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidas comentó que hay un visible aumento en
la población que no accede a los alimentos básicos tanto en números absolutos como de la
proporción que ellos representan en la población mundial.

Cuanto más se produce, más hambre y desigualdad se genera. “Por un lado se intensifica tanto
la producción que apenas se requiere mano de obra y así millones de personas son expulsadas de
su medio de vida. Segundo, la mano de obra que el sistema se ve obligado a utilizar es
remunerada con salarios insuficientes para proveerse de su alimento. Y tercero, la búsqueda de
beneficios de las corporaciones que están en este sector es tan ávida que esquilman la tierra y
vacían los mares agotando los recursos y las posibilidades de alimentación de las poblaciones
rurales, mayoritariamente en el Sur”.*

* Gustavo Dutch, Sur y Sur, http://www.surysur.net/?q=node/13238

El desempleo y el deterioro de las condiciones generales de vida, se encuentra en la base no sólo


de las explosiones de violencia en los países centrales del sistema o de la cuenca mediterranea
sino en la violencia étnica, religiosa o de castas, a lo largo y ancho del planeta. Esas presiones
pueden adquirir una apariencia legalista contra el inmigrante como la del Tea Party en EEUU o
en las fronteras de Sudáfrica, de marginalidad social como en Francia, o de casta como la de los
Gujjars de la India.

Paralelamente el centro hegemónico y director del capitalismo continúa sus guerras tras los
objetivos estratégicos de controlar el petroleo, las materias primas industriales claves y los
flujos de inmigración.

Sin embargo la efervescencia social que involucra a unos y otros sectores, como acción y
reacción a nivel planetario y ya no focalizado --dado que la saca fuera de control en los
escenarios previstos por quienes hoy dominan el planeta y que puede desembocar en crisis
políticas agudas--, surge del agravamiento de los niveles de desempleo, particularmente
acentuados en los grupos etarios entre 15 y 25 años, el deterioro de las condiciones de vida que
la polarización social, la polución y la recesión acentúan y el desencanto de cada vez más
amplios sectores sociales con las promesas fallidas del sistema.

Dilemas de corto plazo del estado-nación


Hacia 2011 tres amenazas se cernían sobre la economía del capitalismo, considerado como
sistema-mundo: la estanflación, el default de la deuda soberana, y la globalización inversa, es
decir una desglobalización y segmentación del mercado internacional y/o guerras comerciales.

En el escenario de corto plazo disminuye la demanda de mercados externos y se perfila una


nueva recesión con contracción industrial y del empleo, con guerras en desarrollo por el control
de recursos y divisas que preceden otros conflictos por el tipo de cambio. El uso de políticas
monetarias expansivas para estimular el consumo, así como la ampliación crediticia para
movilizar una capacidad de producción constreñida y estimular el crecimiento, empieza a tener
efectos secundarios. La estructura productiva aparece con sobrecapacidad en relación a la
demanda efectiva, --el caso automotriz es patente-- con sobreinversión respecto al mercado, con
sobrecalentamiento y burbujas de activos, con stress en aumento en el sistema financiero. Las
estructuras de precios progresivamente dejan de ser confiables, los rangos de fluctuación de los
títulos-valores bursátiles aumenta. Tendencias inflacionarias y especulativas se incrementan
sobre los alimentos, bienes y títulos bursátiles.

Para responder a esos fenómenos los aparatos de estado buscan controlar la liquidez para
modular los flujos de inversión y consumo – transformados por la dinámica de la crisis en
financiamiento a empresas, instituciones y consumidores--, y morigerar la fluctuación de los
mercados, que el propio juego financiero está trabando.

Ese dispositivo aparece como determinado por el dinero en sí, por su precio el cual sería la tasa
de interés. Sin embargo como ya es evidente el interés puede bajar a cero e incluso a tasas
menores que cero y no estarán dadas las condiciones para asegurar la circulación de mercancías.

El estado-nacion, a diferencia de la acumulación de conjunto, aparece con la tarea de asegurar la


estabilidad de precios interna y el sistema de pagos, y conseguir el crecimiento del capital social
propio. La primera tarea es imaginada como determinada por la magnitud de stocks y reservas,
y la segunda de ampliar mercados lo cual en el período de la crisis depende de dar titulos-
valores sobre activos reales o ficticios, transformando en mercancías nuevas áreas de la riqueza
natural o cultural de cada país. Dichas tareas se han estado realizando sin grandes resultados.

A nivel de la economía-mundo Europa y en particular Alemania concentraron parte significativa


de la fuerza expansiva del sector de bienes de capital y de la innovación en las últimas décadas.
Así se favoreció una suerte de autonomía europea basada en la centralidad de la acumulación
dirigida desde las economías de Alemania y Francia.

Así como el déficit y reservas de oro de EEUU son parte fundamental de las reservas de divisas
del resto del mundo, el superavit acumulado de Alemania es el nucleo de la deuda soberana y
privada europea –expresada en la banca germana y francesa--. Ella surge del hecho de que el
grueso de la demanda europea ha sido satisfecha por Alemaia y Francia, o dicho de otra forma
que la expansión de la economía de bienestar se realizó en base a una demanda sostenida en un
endeudamiento.

En el resto del mundo este esquema, denominado “Ponzi”, se ha realizado desde los 90 a través
de satisfacer la demanda en base a la producción industrial china y a una transferencia
inorgánica realizada por EEUU, con préstamos a los diversos paises y venta de bonos del tesoro.
17/

Para China o Alemania el superavit comercial en las actuales condiciones de crisis y


globalización imponen un desahogo externo, una inversión financiera hacia otros mercados,
pues en caso contrario amenazan con afectar la oferta de dinero interna y derivar en una burbuja
en el propio país.

El mercado financiero global no va a conceder préstamos a los países de la eurozona. Sin


embargo la caida del rendimiento de los bonos de EEUU y la dinámica de las relaciones
establecidas globalmente pueden hacer que Alemania llegue a ser el destino de los superavit
chinos y japoneses. Lo cual significaría en corto plazo un meandro de nuevas alianzas y
conflictos.
Capítulo 2

DE LOS ENFOQUES MICRO-TOPOLÓGICOS


Nada es suficiente para quien lo suficiente es poco.
EPICURO, Exortaciones, 68.

La globalidad y la crisis económico-financiera


La evolución de las bolsas puede reflejar con cierta nitidez las fuerzas económicas del capital a
lo largo de la presente crisis. Ello porque las bolsas constituyen el mercado central del
fenómeno financiero, que ha prevalecido en el último período.

La crisis económica actual, tuvo su primer momento de expresión bursatil cuando las
expectativas de obtener ganancias se congelaron a inicios del 2001. El evento fue encontrar una
línea de sustentación posible de amparar con las políticas económicas de corto plazo del estado
norteamericano, pero cuya prolongación y subsistencia era de por sí una evidencia. 1/

En un segundo momento de desarrollo de la crisis – evento del crash financiero 2007/2008— se


destruyó una masa de capital equivalente a la suma de valor de todos los bienes y servicios
disponibles en el planeta. La cual amenazó con un desplome total del sistema de pagos
internacional.

En un tercer momento – evento de la caída financiera en Agosto 2011— la pérdida de capital en


bolsas amenazó con desarticular el sistema monetario europeo. Se destruyó a nivel global una
masa de capital financiero equivalente a la producción de Europa justipreciada según promedios
de ese mismo año.

Un cuarto evento se vé como inevitable, dado que los elementos estructurales que produjeron
los anteriores no han dejado de empeorar, y en donde las pérdidas pudiesen ser aún mayores

Esta pérdida ha sido hecha, desde luego, como masa dineraria; pérdida que está siendo
progresivamente trasladada, distribuida y extraida, desde la esfera especulativa, a la población y
a unidades de capital que se mueven en otras áreas.

Esa pérdida dineraria y virtual está siendo transformada, ante nuestros ojos, en pérdida de valor,
calidad de vida y riqueza de paises y multitudes.

Los gobiernos y sus instituciones salieron al unísono a salvar el sistema financiero en cada una
de esas coyunturaas inyectando grandes masas de papel moneda y documentos cotizados como
valores bursátiles, de modo de enfrentar lo que considera una repentina falta de liquidez del
sistema. Pero el sistema, como se ha señalado, no se encontraba frente a un simple y resoluble
problema de liquidez sino de solvencia, palabra con la que los economistas designan la
tonicidad y capacidad del sistema para generar ganancias. *

* Que el problema no se encuentre donde lo sitúan los economistas neoclásicos, en las


ganancias, sino en la valorización será tema de próximos capítulos.

En la superficie la crisis aparece como una inmediata disminución de circulante, que empuja a
los Gobiernos a facilitar créditos y en general a procurar aumentar la masa dineraria que los
economistas sistémicos, consideran será un multiplicador simple del dinero entregado al sistema
por un Banco central o emisor. Aparentemente el problema aparece solucionado, las entidades
económicas se proveen de capacidad de pago y el mercado aparenta normalidad.
El problema resurge cuando, a poco andar, las empresas que concurren al mercado interior de
los estados naciónales se encuentran en lo que los economistas denominan carencia de crédito e
insolvencia para responder a sus deudas. Ello esconde detrás, además de la distribución de la
pérdida bursatil sufrida, la incapacidad de las empresas para generar las utilidades que el
metabolismo del capital requiere en ese mercado, ya sea nacional, regional o global. 2/

La economía mundial en el siglo XXI parece, progresivamente, no estar en capacidad de generar


estructuras de utilidad e ingresos en magnitud suficiente para evitar las llamadas burbujas
financieras. No puede impedir la evidencia de activos tóxicos, sin capacidad de producir
ganancias ni eludir la expansión inorgánica de masa dineraria. Tampoco de evitar una
contracción del empleo y la producción, y de sortear en consecuencia una recesión económica
generalizada en el panorama de los próximos años.

Las respuestas de política monetaria y fiscal dadas por EEUU y Europa en esas coyunturas,
aunque contradictorias en un nivel fenoménico, indican el camino hacia donde transita el resto
del sistema internacional. Incremento o reducción del Gasto fiscal, aumento o reducción de
impuesto a las empresas, taxación o no de las grandes empresas, impuestos o liberalización del
movimiento de capital financiero, u otras. A pesar de su diversidad todas apuntan al objetivo
compartido por los estados-nación: la normalización del mercado interno y la mantención y
viabilización del sistema de pagos en los mercados internacionales. Si ello es posible y a qué
costos, no es tema a considerar.

¿Es el aparato de estado quien debe intervenir o debe hacerlo la estructura financiera misma?
Son aspectos resueltos por la instituciones globales o multilaterales en cada coyuntura, pero su
elección de alternativas no constituye una discrepancia de fondo respecto al salvataje y a la
jerarquía de las estructuras económicas. 3/ Tampoco se discrepa con respecto a los mecanismos
de sustentación: ya no se habla de otra institucionalidad financiera al FMI ni de otro
mecanismo: se debe crear dinero fiduciario, pues otros dispositivos o rearticulación de éstos no
se consideran razonables ni posibles.4/

El genio se ha escapado de la botella. El G-8 o el G-20 pueden reunirse, así como la ONU, la
OMC u otra entidad que reuna instituciones públicas o aparezca relacionada con ellas, sin que
sus conclusiones o acuerdos influyan y mucho menos determinen el desarrollo de la crisis.

Los Bancos y las estructuras de Seguros, las instituciones multilaterales como el FMI, y los
Fondos institucionales son los tres grandes actores financieros a escala planetaria. Ellos han
llegado a constituir una suerte de estado mayor conjunto, de los estado-naciones, en esta guerra
contra un enemigo no definido pero que parece poseer, además de su ubicuidad la capacidad de
desordenar las lineas internas de apoyo al frente bélico.

Sus campos de acción son las Bolsas, sus batallas el control de activos y su objetivo de dominio
la deuda o el crédito, según se mire. Esas instituciones –ByS FMI-BM y Fondos -- con un
capital propio menor al PGB sumado del planeta, que controlan una masa dineraria diez veces
mayor, son las directas responsables de la crisis financiera que se vive pero no las generadoras
de la economía que las puso en esa tarea..

Sistema-mundo, centro-periferia y globalidad..


La globalidad de la articulación de procesos en la acumulación del capital a escala planetaria, es
decir para el capitalismo como sistema-mundo, es al menos tan antigua como el capitalismo
comercial. * Ella intervenía en la reproducción del ciclo de los capitales de las metrópolis pero
progresivamente llegó también a definír un conjunto de relaciones periféricas, que se sostenían
inicialmente como anomalías y posteriormente como singularidades de un conjunto de
relaciones asimétricas a nivel planetario e interno en los países.
En un sentido general la globalidad ha existido siempre, y las bases mágico-religiosas, genéticas
e idomáticas lo evidencian. En un sentido más restringido se utiliza para evidenciar fases de
integración sucesivas, tales como las surgidas de la expansión de Europa después del primer
milenio. *

* Vease a Jacques Pirenne

Sin embargo no es a esas sucesivas articulaciones a los que se refiere el concepto moderno de
globalidad y de proceso de globalización en curso, sino a la integración de mercados, fusión
civilizatoria y alianzas políticas, conseguidas y/o generadas por y en el proceso de acumulación
del capital que se despliega a partir de los años 70.

Este particular proceso de globalización no homogeneiza las estucturas económicas y culturas, a


pesar de que impone un cierto cosmopolitismo a nivel de consumo y tecnología, así como de
mentalidad, particularmente en los grupos hegemónicos. La globalidad es el efecto que muestra
el capitalismo antes que su lógica interna. La articulación del trabajo social, cuando éste está
escindido en niveles que expresan diferente fuerza y capacidad de incidir en el poder, se
mineraliza en significados políticos y económicos que no superan los objetivos de la relación
que hace de síntesis. *

* Por decirlo en términos de C Castoriadis: no son “instituyentes”.

La relación centro-periferia, que expresa la articulación del trabajo social global y de la división
internacional de éste en los procesos de valoración – la cual no debe confundirse con la
globalidad como variable de la situación lograda por el sistema -- paradójicamente no surge de
una exigencia del intercambio de valores, aunque encuentre en el mercado su origen, sino que
es puesta por la acumulación de capital en la economía-mundo donde se constituye. No emerge
de la lógica mercantil y/o de la disimilitud cuantitativa de las fuerzas al interior de una relación
sintética, dada abstractamente, sino de la historia. *

* Rosa Luxemburg ha formulado con nitidez esta tesis en “La acumulación del Capital”

La acumulación del capital es un proceso que se materializa en escenarios surgidos


históricamente, aglutinando a la fuerza a grupos y sociedades heterogeneas y diversas en sus
objetivos y medios de vida. El control social y establecer condiciones de explotación adquieren
así una dimensión adicional a aquellas derivadas de la lógica del valor y la valoración de un
capital sin otras determinaciones, lo que denominaremos renta aunque hay que distinguirla de la
apropiación a que hace referencia David Ricardo..

La relación que hace posible ese proceso de autovaloración del valor en condiciones específicas,
dadas por decisiones históricas y especificidades del entorno, la denominamos síntesis social.

Una relación de expoliación entre paises más allá de los reequilibrios de la ganancia y de la ley
del valor dentro del estado-nación es sólo una de sus consecuencia. En el excedente económico
de una empresa, una región o un país hay una parte positiva o negativa vinculada a la
correlación de fuerzas sociales en que se dirrime el intercambio. Un mercado concreto no es
nunca transparente ni separado de las fuerzas que lo sostienen. La clase hegemónica de un
estado-nación no vive solamente con y de el trabajo extraido a su propio pueblo sino en el
sistema-mundo al que debe ceder o del cual capta riqueza.

La división social del trabajo como fenómeno de la organización del capital en el estado-nación
se modifica en la globalización abierta en los años 70. Ella no fue sólo producto de los circuitos
financieros internos y externos, sino de procesos de producción y de realización de la
producción que expresaron nuevos niveles tecnológicos, comunicativos y de necesidades de
control por el capital hacia la fuerza de trabajo y la vida. Es al interior de esa globalidad –
interna-externa al estado-nación -- en donde estalla la crisis financiera y económica presente.

Toda crisis se produce como crisis transnacional de los procesos del capital, pues éste se realiza
en la economía-mundo. Lo nuevo de la presente crisis no está en su amplitud, extensión, o de
incluir un deterioro inmanejable del entorno sino en afectar la síntesis social misma, es decir de
cuestionar la posibilidad de sostener las condiciones de autovaloración del valor, de lo cual
deberemos dar cuenta en próximos capítulos.

El carácter de la crisis de la globalidad o la globalidad de la crisis


Determinar la salida de la actual crisis no parece posible de realizar por los estados-nación
contemporáneos, lo cuales se atribuyen la modesta tarea de coadyuvar a morigerarla. Tampoco
parecen lograrlo las acciones de los dispositivos de acuerdo y resolución de conflictos que
entidades financieras y de gestión económica global negocian. 4/ Lo que indicará la forma y
momento de salida de la crisis serán las relaciones de poder y producción-reproducción, las
cuales determinarán las estructuras y contenidos de su resultado.

La globalidad de la crisis encuentra su base en la confluencia de un conjunto de procesos, los


cuales crean nuevas síntesis reales y conceptuales que, cual nodos de una red, emergen como
nuevas y lábiles determinaciones. Es el caso de los derivados, las burbujas, o los activos
tóxicos. Ese proceso aparece impulsado simultáneamente desde las articulaciones económicas
como desde los estados nacionales, por fuerzas que destruyen sus anteriores fundamentos de
modo que las unidades de capital operan en un área de relaciones sobredeterminada directa e
inmediatamente por procesos globales en sus exigencias locales.

La globalidad del capitalismo no encuentra sus raíces en la multiplicidad de relaciones políticas


sobre un territorio, ni la raíz de su crisis en el desensamblaje parcial de la institucionalidad
nacional. Tampoco se encuentra en la actual universalización de las instituciones financieras o
la ubicuidad de las operaciones dinerarias, constatable la primera de ellas desde el acuerdo de
Bretón Woods, o la ruptura del dólar con el patrón de oro realizada por Nixon y Kissinger en los
70 en el caso de la segunda.

Mucho menos en la magnitud de la emigración y transformación de masas campesinas en


obreros industriales o en los cambios constatables en la cultura, las relaciones entre géneros, o la
mentalidad individual. Menos aún en los niveles de coordinación institucionalizados
alcanzados, ya sea oficiales como en las reuniones del tipo G20 o privadas (Davos, Trilateral u
otras), como ya formalizadas (OMC, Corte Penal Internacional y otras) y pretendidamente
supranacionales.

La globalidad no está constituida por características consideradas aisladamente, ni el proceso de


globalización por los de inmigración, universalización cultural o tendencias y visiones
ideológicas, constatables a lo largo de toda la historia humana. Ellas lo expresan pero no lo
instituyen.

La globalidad alcanzada por el capitalismo no debe ser confundida con el carácter y fenómenos
del sistema-mundo, en el sentido de la red de relaciones que constituyen al capitalismo posee
desde su inicio. La globalidad del sistema es su modo de ser fenomenológico y por ende su
carácter cotidiano, no su proceso constituyente. Es su manera de mostrarse, de aparecer y de
manifestarse.

Si la crisis planteada fuese simplemente financiera los mecanismos globales habrían ya obtenido
una morigeración de ella. Si fuese simplemente económica su resolución se encontraría a nivel
de las determinaciones del mercado y/o del intercambio metabólico de la sociedad capitalista
con la naturaleza. Pero todo indica que los problemas de las formas de producción e intercambio
que se hacen evidentes con y en la crisis surgen de otras relaciones, especificaciones y
antinomias. 5/

Las particularidades de cada estado y de una región y cultura pueden explicar la heterogeneidad
del proceso de crisis pero no su unidad esencial. Tampoco su globalidad es explicativa de la
crisis. En cada una de los estados-nación es la defensa de su estructura de relaciones sociales y
las necesidades de la acumulación de capital social, en los límites de su formación histórica, el
factor central explicativo. Sin embargo es la reproducción sistémica del capital, la acumulación
de capital a escala global y sus reproducción a nivel de sus constituyentes lo que está en juego.

El que ese proceso hoy está sobredeterminado a nivel global no cambia el carácter de totalidad
en que se mueve la unidad de capital, como tampoco la necesaria realización del ciclo que
requiere la producción de mercancías mediante mercancías, a nivel local, nacional, regional o
mundial.

Sin embargo en la presente crisis es el espacio de valoración a escala social y mundial y no sólo
intra-empresa e inter Estados-nación lo que deberá tenerse en mente. Lo cual tiene profundas
implicaciones metodológicas, epistemológicas y prácticas.6/

La guerrilla del Ciberespacio


Exiliado de su Alemania natal Joseph Weizenbaum, uno de los padres de la cibernética, desde
los años 50 ayudó a desarrollar el Departamento de Ciencias de la Informática en el MIT.
Motivado por su rechazo a la Guerra de Vietnam y a la alianza entre la Universidad y el
complejo industrial-militar en EEUU, este brillante tecnólogo y matemático evolucionó, según
sus propias palabras, a plantearse preguntas filosóficas del tipo “¿cómo defines lo que estás
haciendo?; ¿cómo puedes aumentar la perspectiva sobre ello? 7/

A inicios de los años 70 Weizenbaum denunció dos graves peligros en la estructura de redes
comunicacionales y cibernéticas que estaban siendo desarrolladas. La primera era la abierta
intención, por parte de los poderes fácticos e institucionales, de monopolizar y controlar los
nodos de red y usar la robótica con fines bélicos. La segunda, no por ello menos grave, era la
posibilidad de que los programas de control, redes neurológicas y programas cibernéticos se
autonomizaran de sus administradores y aceleraran la llegada del “mundo feliz” denunciado por
Aldous Huxley. 8/

“Un efecto de la introducción del ordenador en la sociedad y, yo diría, ahora en nuestras mentes,
en nuestra conciencia, es el nuevo énfasis, el nuevo sentido que se ha de poner en la palabra
“problema”, la nueva semántica asociada con la palabra “problema”... Así, este “problema” será
resuelto o puede o no puede resolverse. Pero, en realidad, los problemas sociales, los problemas
humanos, nunca se resuelven. Lo que pasa es que se transforman en otro (y nuevo) problema…
y años después parece como si el problema original hubiese desaparecido y creemos que lo
hemos solucionado.” *

* “solemos plantear un problema social y convertirlo en uno técnico y luego aplicamos


herramientas técnicas a ese problema. Entonces creemos que lo hemos resuelto”… “la
conversión del problema en una cuestión técnica impide hacerse las preguntas que deberían
hacerse…” J. Weizenbaum. Ibid .

La monopolización de la red de redes por los grandes poderes existentes no ha sido alcanzada.
La autopista de la información, la comunidad de grupos sociales interconectados por internet, y
la red como entorno, constituyen, hoy por hoy, el escenario más importante en las luchas por el
control, la autonomía o la libertad de grupos y estados. 9/

Iniciados con los ataques cibernéticos en la primera guerra del Golfo a la estructura de redes de
un país periférico como Irak, en la antesala de la primera Guerra del Golfo, y seguidos por
sucesivos ataques y presiones entre los gigantes en juego, la represión de la información y de la
posibilidad de participar directamente comunicando información, está en desarrollo. 10/

Desde que en esa década los servicios de seguridad e inteligencia informáticos de Francia y
Europa en general, denunciaran el uso de los mecanismos de captación y procesamiento de
información, algunos de ellos inscritos en el propio hard y soft de las computadoras, y su puesta
al servicio del Gobierno y las empresas industriales norteamericanas, seguido de bloqueos a los
esfuerzos de monopolización realizados por Microsoft en Europa, la guerrilla cibernética se ha
expandido al planeta. 11/

Impedir la desestabilización del sistema es la consigna, la cual es asumida por entes privados o
públicos, funcionales. 12/

La pugna por el poder en el mundo comunicacional se da en diversos planos, tanto en los


desarrollos de nuevas tecnologías referidas a sus aspectos físicos y de hard como a los del
software. Fracasados los intentos de monopolización en esta última área con la temprana
inclusión del Linux, el software libre y el de código abierto (FOSS) han construido espacios que
expanden la posibilidad, incluso como respuesta de los grandes monopolios de software, a
acceder a software gratis.

Con los ataques desde Achelon y la estructura mediática oficial a Wikileaks, en el año 2010,
empieza a cerrarse una etapa. 13/ *

* Wikileaks fue ya en el pasado amenazada por filtrar información respecto a acciones en


Afganistán del Gobierno de EEUU. La publicación de materiales de su aparato de Gobierno se
ha considerado por instituciones de Estado de EEUU y adláteres, una crisis de seguridad.

Motivados estrictamente por intereses de estado y de poder, y realizando acciones de contra-


inteligencia, esos ataques judiciales, políticos y paralelamente cibernéticos contra Wikileaks y
otros cibernautas que defienden su autonomía en la información y las comunicaciones, están
señalando las nuevas áreas y límites en que el sistema buscará ejercer control y consolidar su
pensamiento único. El carácter de esa ideología totalitaria que adquiere la forma de un credo,
además de su contenido apologético del capital y sus formas ideológicas centrales, debería ser
tema de investigación pues ella alimenta las acciones políticas de un segmento facistizado y
tecnocrático en los grupos hegemónicos, el que tiende a fortalecerse en época de crisis. 14/

La revolución como singularidad tecnológica y la utopía negativa.


Ray Kurtzweil y otros pensadores de la Universidad de la Singularidad, impulsada por una
coalición de firmas e instituciones norteamericanas, como Google, la Nasa y otras—han
imaginado abrir una nueva posibilidad al desarrollo de la sociedad a través de la expansión
transfronteriza de las nuevas áreas de la Inteligencia Artificial, la Nanotecnología y las fronteras
de las ciencias biológicas.

La singularidad tecnológica es pensada como una disrupción extrema en la sociedad, provocada


por fuerzas productivas tan poderosas que son capaces de alterar el mundo de un modo que
cambia el curso de la historia. El conjunto del planeta y la sociedad se transforman en un
sustrato computacional de una nueva síntesis ordenadora. La ruptura, vaticinada por estos
intelectuales, supondría y se manifestaría en la progresiva inmersión, inicialmente audio-visual,
de la sociedad en una realidad virtual cuyos contenidos aparecen indeterminados.*

* Con el acelerado desarrollo de la tecnología que constata, Ray Kurtzweil plantea que antes de
fin del nuevo siglo XXI no existirá una distinción clara entre máquina y ser humano,
desapareciendo la idea de auto-identidad y de unidad del género humano.
La tesis de que el desarrollo de las fuerzas tecnológico-productivas conduciría a un mundo
inimaginablemente diferente, tiene un trasfondo religioso. * Lo cual poco significaría si no fuera
porque ella sostiene una petición de principio respecto a la bondad del desarrollo tecnológico y
a la benevolencia del mundo social así determinado. Visión que constituye una clásica dystopia
de nuestro tiempo.

* Surgido del despertar de los tiempos la creencia en Moloch, Baal, Cronos o Saturno, dios
pagano en la tierra, prometía el paraiso a quienes se entregaran al Holocausto. Vease también a
Mitch Kapor. Mozilla Foundation.

Las dystopias o utopías negativas han sido descritas, entendidas y/o denunciadas a través de
diversos autores, particularmente literarios, como propuestas represivas del individuo y su
libertad de elección, o de contención de la innovación a favor de un abstracto igualitarismo.
También se las imagina como producto de un estado social fuera de control y un poder
monolítico, o de una sociedad de instituciones en donde no existe la posibilidad de contrastes
conceptuales.

Esbozada unilateralmente como producto tecnológico la propuesta de una sociedad


transfronteriza imagina superar el mercado sin darnos nada a cambio, como síntesis, excepto
una socialidad primaria ubicada más atrás de la cultura.

Al sujeto de esa sociedad, así descrita, se le plantea la dicotomía de huir de ella o destruir el
orden social concebido como monolítico. Lo cual recuerda la polémica entre aquellos que
buscan alternativas al capitalismo futuro, en ambos senderos. Dystopia y anhelo negativo
surgido de la percepción de algunos del capitalismo como una forma sin fisuras, total, cerrada y
negativa.

*Veanse los debates respecto al exilio de la multitud, planteado por Virno.

¿Es la sociedad capitalista una forma definitivamente encontrada, tal como un segmento de
intelectuales fundamentalistas proclama, o es sólo el producto contradictorio y transitorio de una
síntesis de procesos, plasmada en la historia, y cuyo resultado último es abierto?.

* Respecto al primer enfoque vease a Strauss, Pearl o Fukuyama.

La distinción entre dystopia y formación social, es necesaria pues remite a una doble
determinación que debería considerarse a la hora de plasmar una estrategia de cambio. Una de
ellas es el lazo capital – capitalismo, entendido como relación sincrónica de una estructura y
una historia plasmadas en una sociedad y por ello en una orgánica concebida como formación
social. La segunda remite al vínculo de síntesis – totalidad en que las anteriores se expresan en
el ámbito diacrónico.

¿Cómo impactan nuestras acciones sobre el planeta?*


Es de sentido común advertir que en nuestra época y como consecuencia de nuestras actividades
económicas, culturales y/o civilizatorias diversos elementos existentes y disponibles en el
planeta, a los que consideramos objetos de nuestra vida social, tales como el agua, el aire o
espacio, el clima y la fauna así como la flora se han visto afectados para su uso como recursos
permanentemente utilizables, o extenuados y/o afectados en su reproducción.*

* Para una descripción amplia de estos temas véase Fernando Jiménez López “La Sexta
Extinción” Ed Zenith. España. Op.cit

Tomemos como ejemplo el agua dulce, elemento que es absolutamente imprescindible para
nuestra vida y bienestar, independientemente que unas culturas difieran de otras en los niveles
de uso y consumo. Es un bien abundante y accesible en amplias áreas del planeta; y que ha
marcado la evolución de nuestra vida social como especie. La agricultura fue posible por su
abundante provisión, y la vida urbana moderna sería inimaginable lejos de cursos de ríos y
lagos. Asegurar su aprovisionamiento y uso fue el fundamento de las formaciones denominadas
hidráulicas o asiáticas, y su suministro regular constituyó uno de los mayores logros de la
civilización romana.

Hoy la estructura, cualidad y forma de la producción agrícola e industrial provocan la


contaminación de grandes masas de agua y con ella la de cuencas e incluso desembocaduras de
ríos. Igual proceso realiza nuestro consumo que envenena lagos y zonas en torno a las ciudades
costeras importantes del planeta.

La distribución geográfica de los seres humanos como agrupamientos sociales no concuerda con
la distribución del agua dulce, dado que la primera expresa los procesos culturales y socio-
políticos vividos en torno a la voluntad de poder y las maneras de vivir y reproducirse en tanto
la otra corresponde a fenómenos y características climáticas y geo-morfológicas, por lo que
debemos acceder al agua utilizando una parte de nuestros recursos productivos.

La contaminación, sobre la cual deberemos volver en otros capítulos, el aumento y distribución


de la población que es fruto de la historia y no de una apreciación de la disponibilidad hídrica,
así como los procesos culturales que obligan, toleran o estimulan el derroche, o realizan un uso
dispendioso de este recurso hacen que el agua dulce libre o graciosamente disponible e
utilizable, sea cada vez más reducida. 15/

Puede atribuirse la evolución constatable del uso del agua al simple aumento de la población
pero ello no sería comprensible si no se observa su estrutura de consumo y la forma en que
producimos nuestros alimentos a través de la denominada agricultura industrial e intensiva.

Existe una modalidad de uso de este recurso que le otorga, crea y define un carácter limitado,
que lo contamina no sólo con detritus sino con metales pesados que están disminuyendo la libre
provisión del agua en los depósitos estancos. 16/

Nuestras actividades, en sus niveles actuales, están sobrepasando la capacidad de los


ecosistemas y en particular del ciclo del agua, para regenerarse. Los sistemas de absorción,
reciclaje natural, y reconstitución de niveles paramétricos, mantenidos durante decenas de
miles de años están sobrepasados, y ello trae consigo que la polución extienda sus efectos
tóxicos.

Por si ello no fuera suficiente, se derrocha la disponibilidad de agua existente. No porque se


carezca de soluciones tecnológicas para su mejor manejo productivo en la agricultura u otras
áreas, o una cierta conciencia entre los consumidores respecto de de su finitud y progresiva
limitación, sino porque las estructuras de costos y de conciencia social así lo determinan.

Algunos estudios señalan que dos tercios del agua que consumimos se pierde en el trayecto o
por mal uso o uso dispendioso, dentro de lo cual se incluyen desde malas cañerías y deficientes
sistemas de distribución hasta prácticas económicas y físicas que determinan el uso,
mantenimiento y desarrollo de sistemas de regadío, así como su aplicación a z o x cultivo, o en
último término la perenne presión de una población y consumo en aumento incontrolado.

Algunos grupos ecologistas piensan que si se incorpora un costo de recuperación ambiental y se


aumenta la presión cultural y educativa en la multitud, podemos disminuir esos efectos,
integrando en la función de costos lo que hoy se consideran externalidades.

Sin embargo esa solución de mercado supone la destrucción del óptimo paretiano que ha
defendido la intelectualidad admiradora del sistema, y promueve la intervención --más allá de
los límites del keynesianismo-- de un aparato de estado del cual no se sabe cómo definiría sus
límites, sus proyectos y sus contenidos sociales.

Por último como el agua no está disponible en forma semejante a la distribución geográfica de
la población y su apropiación es nacional e incluso privada, es de prever que haya un aumento
de conflictos inter-naciones producidos por las demandas industriales, agrícolas o mineras sobre
un recurso imprescindible para la vida, tanto entre esos sectores, como de ellos respecto a la
población circundante a sus sistemas productivos y procesos de producción. E igual cosa puede
afirmarse a nivel regional, véanse los conflictos en el caso del agua de trasvasije en España o a
nivel internacional. Razones tenía el humanista y político israelí Yitzhak Abt cuando afirmaba,
en los años 70, que el siglo XXI puede estar plagado de guerras por el agua. 15/

Un punto especial es la atención a las aguas sucias de la industria, agricultura y minería, así
como de las ciudades, y sus residuos sólidos. ¿Son sustentables las macro-ciudades que
continúan incrementando su población? O más bien la pregunta a hacerse es ¿son sostenibles, en
el sentido de hacer perdurar un estilo de vida y una forma de producción, estructuras sociales
que producen tales efectos? …y si lo fuesen ¿a qué costos?

El problema fiduciario
Al fin de la Segunda Guerra Mundial, en las Conferencias de Bretton Woods, 1944, las
potencias vencedoras de la II Guerra Mundial redefinieron el sistema monetario internacional
según un plan diseñado por John Maynard Keynes y Harry D. White que se basaba en que todas
las divisas serían convertibles en dólares y éstos serían convertibles en lingotes de oro a razón
de 35 dólares por onza.

Esa regla, que incluía al dólar y a la libra esterlina como monedas de reserva, no determinaba
que la emisión monetaria debía controlarse o coordinarse con el ritmo de crecimiento de la
economía. Lo que venía a ser lo mismo que considerar a la emisión de dinero como una variable
independiente de la producción.

Esa independencia evitaba que precios y salarios internos disminuyeran al caer la demanda
global, asegurando el ciclo económico de las unidades de capital individuales por la vía de
exportar, lo cual arrastraba a su vez a una depreciación del tipo de cambio. En teoría los estados
de los diversos paises mantenían el control sobre sus mercados internos y aseguraban niveles de
empleo y ganancias, manejables. La coordinación de políticas de comercio y el libre flujo de
mercancías y capitales se convirtieron así en dispositivos claves de la salud del sistema.

Esa estructura normativa, así como la lucha por el autogobierno y neutralidad de los Bancos
Centrales y/o la supuesta no supeditación a la esfera polítíca a lograr en el régimen y gobierno
monetario en los diversos países, ocultaba que aquellos que lograban la deseada independencia
y creaban mecanismos para protegerla eran los grandes poseedores de capital y por ende de
dinero. E igualmente que EEUU, y su aliado estratégico Inglaterra, monopolizaban la facultad
de emitir dinero global de acuerdo a sus intereses y estrategias político - económicas.

La vigorosa expansión de Alemania y Japón, así como de otros países europeos ocultó esa
situación a nivel de la macroeconomía global, expresándola como una balanza comercial
desfavorable de Estados Unidos. Como Europa y Japón se llenaban de dólares obtenidos a
través de la exportación de sus productos, y estos se devaluaban año tras año, empezaron a
cambiar sus reservas en esa moneda por oro de la Reserva Federal de EEUU.

Cuando el 15 de agosto de 1971, por orden del presidente Richard M. Nixon, el dólar dejó de
ser convertible en lingotes de oro incluso para gobiernos y bancos centrales extranjeros se abrió
el camino para que la “moneda fiduciaria” (del latín fides, que significa confianza) iniciara su
expansión. La oferta monetaria dejó de tener un mecanismo automático en el flujo hacia fuera
de oro e incidir directamente en la estructura de precios, para pasar a ser un instrumento de
política estatal. El dinero, a su vez, dejaba de estar respaldado en valor y trabajo realizado para
establecerse como deuda y pago a futuro.

En la posguerra el billete dólar empezó tempranamente a jugar el papel de un cheque en la


periferia del sistema, proceso que continuó con grandes masas cuantitativas --de valores
virtuales-- desmaterializadas que finalmente se transaron entre los centros financieros
representando transacciones en esa divisa que se ampliaron en las décadas siguientes. La
hipertrofia de su carácter de medio de pago y de reserva que se hacían visibles a inicio del
período de los 70, ocultaba que esa moneda estaba perdiendo su potencial de valor de cambio.

A partir de entonces los bancos centrales iniciaron una política expansiva del sistema basada en
el dinero fiduciario, la cual conocería una vigorosa expansión al hacer en 1971 EEUU su
moneda, constituida en reserva central del sistema, en inconvertible. Esa calidad de emisor
planetario y fiduciario incluso permitía a la FED la fijación de tipos de interés real negativos tal
como se produjo en la década de los 70. La banca en cada país del sistema asumió un lugar de
privilegio basado en su capacidad de crear masa monetaria, con un remanente de reserva
fraccionaria que multiplicaba los montos de la emisión por 50 o 100 veces, así como en el
directo interlocutor de la expansión venida del centro hacia su periferia.

La totalidad de los agentes económicos del ciclo del capital (empresas, estado y consumidores)
se endeudaron en los años 70 a tipos de interés reales extremadamente bajos lo que estimuló el
crecimiento económico y produjo, junto a un aumento de producción, una inflación de activos
en las décadas siguientes. La expansión monetaria, que los gobiernos del centro del sistema
requerían para sostener sus estructuras de bienestar y los gastos militares que aseguraban su
hegemonía, no guardaba correspondencia con el aumento de bienes y los mecanismos
disponibles de manejo de mercados, lo cual conduciría a la creación de un mundo pletórico de
dinero en circulación. 18/

La danza de los dispositivos y determinaciones del capital.


La crisis económico-social del siglo XXI aparece en primer lugar como una crisis financiera
porque éste es el primer segmento de la realidad social que muestra una articulación de razones
sistémicas. La crisis ambiental, desatada en las relaciones de contraposición de la industria y el
consumo con el entorno, que había venido siendo previa en el tiempo no había sido recogida
como tal, a pesar de su evidencia. La crisis estructural en la que se evidenciaban los
desquilibrios de demanda, ganancia y acumulación como niveles del reequilibriop cuantitaivo
de la valorización, era desde los 70 permanentemente postergada como si ella pudiera ocultarse
definitivamente como un objeto bajo la alfombra.

Las sucesivas expresiones localizadas en un área, o circuito del sistema, encontraban una fácil
explicación y resolución en las diversas expresiones del ciclo del capital global, en la unidad
lograda por la preeminencia de EEUU, y en las recuperaciones productivas que se hacían
posibles.

Como remate y desinencia de esa visión, alimentada por los media controlados por adláteres de
las Corporaciones, el deterioro ambiental que había venido presionando áreas, países y regiones
en progresivo incremento a lo largo del siglo XX tenía un calendario de insurgencia del cual se
afirmaba que nada o muy poco tenía que ver con las actividades humanas. 19/

A contrapelo de esas argumentaciones en el desarrollo de la última expansión sistémica


desatada desde los 70 se hacen progresivamente visibles dos dinámicas confluyentes, las cuales
determinan su ritmo y evolución presentes. La primera dinámica dice relación con las
determinaciones del ciclo global del capital en la acumulación a escala mundial. Ello tiene que
ver con el rol y funcion del capital dinero, productivo y circulante, expresados en el capital
financiero, industrial y comercial en tanto expresiones del proceso a escala global. *
* Por lo cual deberemos profundizar el analisis de los centros financieros y el rol de las
instituciones --a nivel nacional e internacional-- en donde el poder del capital en su forma de
aparición como dinero se condensa, e igualmente las estructuras y procesos tecnológicos de
producción, de igual modo que los flujos y fluctuaciones del comercio internacional

La segunda tiene que ver con el rol particular de paises en la estructura de estados-naciones y
sus efectos, en cuanto expresan mecanismos de orden y organización políticos, del proceso de la
acumulación en el sistema-mundo.

En ella resaltan como nodos los EEUU, Alemania y China no sólo por exportar capital sino por
constituir centros de procesos específicos de emisión fiduciaria o capital ficticio la primera, de
tecnología de procesos o capital inmaterial la segunda y mercancías palpables o capital tangible
la tercera. *

* Desde luego existen otros nodos y esta simplificación es una inevitable reducción de sus
interrelaciones, pero permite visualizar sus interconexiones entre sí y con el proceso global, el
cual cuenta, desde luego, con otros nodos y centros de articulación.

El período dorado de la inversión financiera y el capital bursatil


La evolución bursatil muestra como a un perído de crecimiento lento pero sostenido, en que las
bolsas logran recuperar su tenor disminuído en los 60, gracias a la nueva lógica de articulación
productiva y a la inyección de capital financiero, le siguió una ralentización para fines de la
década de los 90.

Recuperados el crecimiento y las expectativas, con apoyo de la FED, la concentración e


integración de los grandes capitales industriales y ahora de parte de complejos corporativo-
financieros se acentúa facilitada así mismo por una tasa de ganancia en disminución.

Al iniciarse el nuevo siglo la inversión empieza a debilitarse a pesar de la tasa --artificialmente


baja de la FED-- dada a los bancos, para sostenerla. Entre el 2004 y 2006 tanto la inversión
como el consumo disminuyen junto a la evidencia de una disminución de la masa de ganancia y
las utilidades corporativas. 20/

En EEUU la tasa de utilidades deja de crecer. La economía norteamericana empieza e


evidenciar que sufre de sobre-capacidad productiva respecto a sus mercados, lo cual se va
expresando en las telecomunicaciones y automóviles, semiconductores o acero, así como líneas
aéreas.

Finalmente la situación eclosiona y un reacomodo de fuerzas estructurales se hace inevitable.


21/

Esa sobre-capacidad demuestra ser planetaria y genera conflictos de EEUU con Rusia, China o
Brasil que son llevadas a la OMC. El gobierno del país que hace de centro director del sistema,
EEUU, muestra que no está dispuesto a aceptar la compra de sus activos por grupos de otros
países, que su determinación como aparato responsable de asegurar el capital social de su clase
hegemónica sigue siendo existente. * 22/

* A nivel de Gobierno en EEUU las pugnas por la aceptación de inversiones que Fondos
externos bajo control de grupos árabes desean hacer, sobre puertos y otras instalaciones
consideradas estratégicas, finalmente se congelan.

La pérdida bursátil inicial


Entre fines de 2007/2008, el Dow Jones, el más caracterizado índice del valor dinerario de las
acciones en Bolsa de EEUU, cae a la mitad de la magnitud alcanzada en la víspera del crash.
Si 1.000 puntos de declinación del Dow Jones, como se afirma, representa una disminución de
US$ 1 billón –millón de millones-- la caída de 7 mil puntos al pasar de 14.140 puntos a 6.800
representó una pérdida de dinero en la bolsa de Nueva York inmediata de US$ 7 billones —
millones de millones--, suma superior a todo el dinero en cuentas privadas bancarias de EEUU,
que totalizaban unos 6 billones y equivalente a la mitad de la riqueza real de ese país.

No era una cifra menor, ni podía atribuirse a esa pérdida un carácter exógeno al sistema
económico. Desde luego esa pérdida dineraria se distribuyó a través de los agentes de bolsa a
accionistas privados, bancos, fondos de pensión y gobiernos locales, así como a otras cuentas de
inversión (endowments) amenazando la estabilidad del sistema monetario, financiero y al ciclo
del capital tomado de conjunto.

La debilidad sistémica expresada en el desplome bursátil se transmitió a continuación a otro


engranaje, la Banca de Inversión y de ella saltó a la Banca Comercial. La tasa interbancaria se
incrementa y amenaza con arrastrar a diversos bancos y con ellos reproducir una situación como
la de la crisis del 29, en que los bancos arrastraron a sectores de industria.

Como sabemos, el Gobierno de EEUU y la Reserva Federal después de algunas vacilaciones


entregaron 3 billones de una disponibilidad de 12 billones que la Reserva y otras Corporaciones
Federales disponían para garantizar el sistema financiero de EEUU. Así logran rescatar con
recursos fiscales a la AIG, la agencia de seguros más grande del planeta para, a continuación,
pasar a controlar la General Motors. Lehmann Brothers, que había perdido ¾ de su valor en
bolsa, se desploma. Es el inicio de la socialización de las pérdidas.

La dinámica desatada con el crash bursatil de 2007/08


A pesar de los esfuerzos de la Fed y el FMI la crisis se extendió ese mismo año –2008-- a todas
las áreas nacionales y sectoriales del círculo central del sistema. De allí salta a sus respectivas
periferias, mostrando que no sólo se trata de una crisis financiera o de la economía de los países
desarrollados sino de un desajuste del conjunto de la formación social del planeta, expresada en
su estructura de mercados y valores y precios.*

* Los conflictos a nivel del régimen de valorización y la propia forma capital es tema a discutir
y analizar en capítulos posteriores.

En el centro del sistema y reproduciéndose en los diversos subsistemas nacionales y locales, los
mercados debieron desde el inicio enfrentarse a una disminución de la liquidez que era el
primer síntoma de la pérdida dineraria sufrida. La Banca suspende su actividad de agente de
crédito y centra su supervivencia en atesorar y cobrar, mostrando que antes que proveedora de
dinero es una estructura de control, en tanto los diversos sectores sociales y países reevalúan su
situación y fuerzas.

Barack Obama llega al Gobierno del país que hace de centro del sistema económico mundial y
de gendarme de éste, impulsado por efectos sociales desatados por la crisis y que se expresaban
en un desempleo masivo y un derrumbe de deudas hipotecarias. Responde aumentando el flujo
de dinero, aunque ya no lo hace inyectándolo directamente a la banca como lo hizo el gobierno
de Bush, sino mediante mecanismos destinados a sostener el sistema de pagos en la esperanza
de iniciar una recuperación económica. *

*Obama es hijo de las circunstancias de una crisis cuya gravedad trae el recuerdo del ascenso
del emperador Filipo el Árabe, en la Roma asediada por invasiones germanas y la presión del
imperio persa. Añós 244 -249 de nuestra era.

La destrucción de masa dineraria, evaporada en el juego financiero del primer momento del
crash, será parcialmente traspasada como pérdida a lo largo de 2008/09 a los mecanismos de
distribución, la producción y al empleo e ingreso. Esa masa dineraria, encarnada en títulos,
derechos y valores es disipada en su concresión social, inicialmente en EEUU para ser
redistribuida en el sistema-mundo.

Para darle entidad ella es eufemísticamente llamada “activos tóxicos”, indistinguibles de otros
activos como producto de la indeterminación de políticas explícitas de distribución de la
pérdida. Aparecerá como pérdida dineraria en el valor de títulos y acciones, pérdidas de la
Banca de Inversión y, posteriormente, de los diversos Fondos que actúan en bolsa. Tras ella se
reduce la producción, el comercio y el empleo a escala planetaria. 23/

Se inicia el complejo y difícil proceso de repartir esa gigantesca pérdida inicial, sobre el sistema
de conjunto, y tratar de manejar un desequilibrio en desarrollo. 24/

El precio de los activos, el leverage crediticio y la capacidad de pago, se transformaron en los


problemas de corto plazo del sistema. Estas tres variables económicas conformaban un nudo de
relaciones que se dinamizaban en el período previo. Los inmuebles y otros stocks subían su
valor, los bancos prestaban con facilidad dinero y la capacidad de pago podía asegurarse en
mercados secundarios de securityes. Si los activos, ya fuesen físicos o nominales se
depreciaban, o si la capacidad de pago disminuía por una disminución de ingresos o
ralentización de la actividad realizada, el artificial circuito --creado en el último período del
sistema-- de creación de riqueza desde la nada, se evaporaba.

Si el leverage o relación permitida en la Banca de Inversión en EEUU, ha sido de US$ 30 a US$


1 y en la Banca Comercial de US$ 15 a US$ 1, era suficiente que los títulos, bonos y activos
adquiridos por el sistema bancario disminuyeran su valor en poco más del 3 % para que el
sistema perdiera el equivalente a su capital propio y la estructura quedara al borde del colapso.

Con la caída del precio de activos y enfriamiento del boom inmobiliario, reducción del leverage
crediticio y de los créditos interbancarios y las presiones de deflación, los problemas de
reproducción a enfrentar por el sistema amenazaron la primera trinchera de control, su sistema
circulatorio.

Mirado desde otro ángulo ellos no son sino síntomas de sinceración de fuerzas y niveles de
precios al momento previo del crash. El leverage que había multiplicado el dinero bancario cayó
abruptamente, y el circulante disminuyó a un punto en el que casi paralizó las transacciones
,empujando a los Gobiernos a responder con nuevas emisiones inorgánicas para sostener el
sistema de pagos y transacciones.

Esos esfuerzos, aunque detuvieron la deflación, no estaban en capacidad de resolver las causas
de la recesión que se estaba generando, dado que no permitían recuperar un volumen de
ganancias como para pagar el endeudamiento del último período del sistema.

De los contenidos de la fase inicial de la crisis económica


Para mediados de 2009 la caída del precio de activos se había atenuado, distribuyendose la
pérdida sobre la economía global. La actividad industrial se ralentizaba pero se reducía el
peligro de insolvencia de múltiples empresas a nivel mundial. Sin embargo nadie sabe ahora
donde se hallaban los “activos tóxicos” de la economía ni quienes poseen, en esta danza de
millones, activos sobre valorados, títulos sin valor comercial.

La centralización y consolidación de capitales, como respuesta y tendencia sistémica, se había


acelerado.

La crisis financiera en su complejidad y virulencia empieza a mostrar que es expresión de una


ola de reorganización más compleja de las relaciones de fuerza en la economía mundial y la
vida social. E igualmente que el fenómeno que ella esconde trasciende las fronteras que
inicialmente se le buscan atribuir. Que el reequilibrio requiere un reordenamiento mayor que el
dado por los horizontes del modelo, con preeminencia financiera, en boga. 25/

Por las razones dadas en el Capítulo anterior, en cuanto a la doble-determinación del sistema-
mundo y de la lógica estructural de la acumulación a escala global, una apreciación cuantitativa
de relaciones intersectoriales no revela el carácter de la crisis si no recoge la dinámica de la
síntesis que las relaciones expresan. 26/ No basta señalar que la presente crisis económica es de
magnitud equivalente a la gran crisis del 29, o que el crash financiero ha expandido sus efectos a
escala planetaria, como para caracterizarla.

La primera distinción conceptual que el lector debe tener en cuenta es que las magnitudes en
que se expresa la riqueza del planeta no coinciden con las masas de valor generado por la
humanidad, y que ambas determinaciones y condensaciones de fuerza y sentido sociales
tampoco coinciden con la masa dineraria global que se expresa en títulos, billetes y bits. Ese
desencuentro es una creación de la sociedad moderna capitalista y no un error de contables. Es
una característica de esta economía; es la expresión, a un cierto nivel, de su propia historia. 27/

Los ejes y nodos de la economía-mundo contemporánea


Diversos estados-nación, sus agrupamientos, y los flujos de mercancías determinan procesos,
esferas de acumulación y condensaciones de fuerza con ciertos niveles de autonomía. Esos
niveles pueden referirse a la estructura circulatoria del capital, con tareas relacionadas con la
provisión de medios de pago, crédito, y reservas. También pueden referirse a una articulación de
los equipos y procesos de producción de bienes de capital e industria y en general de bienes y
medios para la producción del sector apoyado en tecnología básica y de punta. Por último su rol,
como ejes del proceso de acumulación, puede remitirse a la producción de bienes de consumo
masivo y otros relacionados con la manufactura e industria final.

En el primer nivel ubicamos a EEUU e Inglaterra como economías de servicios y


progresivamente rentistas. En el segundo a la Europa articulada en torno a Alemania y en menos
grado de Francia. En la tercera esfera a China y en menor medida Rusia o India. Cada una de
ellas define y es hoy determinada en lo fundamental por una forma de acumulación específica,
la cual establece su jerarquía y define el carácter de su inserción en el sistema-mundo. 28/

También otros estados-nación, sus agrupamientos, y los flujos de mercancías determinan


procesos y condensaciones de fuerza con ciertos niveles de autonomía que son decisivos en la
actual coyuntura de crisis económica.

¿Cómo están distribuidos los fondos financieros en el control de activos, certificados y bonos a
nivel planetario?

En una mirada a vuelo de pájaro eso se resume en la constatación de que en el presente las
estructuras financieras con base en EEUU, son decisivos en el control de la propiedad del
capital.*

* Vease Apéndice 1.

Sin embargo son los Fondos Soberanos y Apalancados los mecanismos que movilizan y
direccionan ese capital a nivel de su asignación en activos diversos que incluyen bonos,
commodityes e inversiones productivas o financieras. Lo anterior significa una dificultad en el
control de los flujos por parte de los estados dado que esos Fondos se mueven en una nueva
esfera supranacional, representada por los Paraísos fiscales.*

* Ibid.
La disparidad cuantitativa y la carencia de mecanismos supranacionales de control de activos
evidencia que la suma y articulación de países --ya sea del tipo Grupo de los 20 o la ONU— no
tiene capacidad financiera para incidir en la dinámica desatada y acentuada desde el crash de
2007/08. Su única posibilidad de incidir es normativa, pero precisamente en esa área es donde
se muestran más temerosos y serviles a los poderes económicos. 29/

En una matriz que relacione los controladores de activos con sus grandes campos de acción
(activos industriales y reservas, acciones en bolsa y títulos de deuda institucional) con cifras
para el año 2008 se puede visualizar el siguiente panorama global de asignación dineraria.

Bancos y Aseguradoras controlan casi la mitad de la riqueza valorada como activos. Las
instituciones de macroregulación estatal inciden en una magnitud de activos equivalente a la de
los Fondos Soberanos , y a los Fondos apalancados, con la diferencia que estos otros poseen
mayor ubicuidad .*

* Véase Apéndice 1

Es una masa dineraria financierizada, que puede estimarse del orden de 600 billones, “dólares
más dólares menos”. A la cual se suman recursos dinerarios no financierizables o con menor
liquidez por razones institucionales como los depósitos en oro existentes en los Bancos centrales
del sistema.

En forma similar a como señalaron diversos autores respecto a la economía de EEUU y la crisis
de 2008, basta una fluctuación del valor de la masa total de activos financieros cercana al 5 %
para que el sistema de pagos y con él el sistema monetario internacional no se sostengan.

La FED, el BCE y la coalición de gobiernos del sistema agrupados en el G 20 creen poder


resolver la inestabilidad creciente del sistema con un acuerdo que aumente el fondo de
contingencia. Incluso si aquello que la economía mundial enfrenta fuese sólo un problema
transitorio de liquidez, la capacidad de respuesta institucional está ya en un nivel mínimo.

Como el problema es de otro orden, las soluciones basadas en una disminución del gasto para
enfrentar la deuda soberana, corporativa y privada, desatará presiones deflacionarias regionales
como la que veremos en Europa. Ellas serán acompañadas de una caída inicial del Euro que
arrastrará al dólar a una crisis del sistema monetario en su conjunto.

El resto de promesas habituales en las reuniones de los poderes públicos del área económica,
tales como el de mejorar la normativa, el control o la supervisión financiera llega, por decir lo
menos, tarde tal como ha sucedido históricamente en las crisis.

La respuesta keynesiana que plantea aumentar el gasto público, en una realidad de agentes
económicos sin capacidad de pago, tampoco puede resolver una perdida de liquidez. La
disminución del dinerario no sólo anuncia una caida de la solvencia y de la capacidad de pago
de Gobiernos, empresa y personas sino un progresivo debilitamiento de la estructura de precios
como indicador direccional del sistema de inversiones. *

* Analizar el porqué se está produciendo lo anterior será tema de capítulos posteriores.

A inicios del siglo, en Febrero de 2001 el índice Dow Jones detuvo su ascenso en torno a los
11.000 puntos, diez años después –2011-- y habiendo fluctuado levemente a lo largo del
período, ese promedio se mantiene persistentemente. El sistema está detenido y las
contenciones y mecanismos que posee no impiden ya en el presente que se desate la recesión.

Las fuerzas cuantitativas en el entramado financiero


¿Cómo está aplicada la masa dineraria en los grandes campos de acción del mundo de las
finanzas globales?

Para fines de la primera década del sXXI la actividad bursatil movía un aproximado de US$
200 billones. En ella se articula la hegemonía del capital financiero a través de la compra-venta
de títulos de intereses bancarios, industriales y comerciales corporativos. Los bancos y
aseguradoras compartían ese mecanismo con los Fondos financieros mencionados en una
relación 60 : 40. *

* Estimaciones en Apéndice 1

La estructura de fondos institucionales públicos y privados tiene como campo de acción la


compra, venta y posesión de activos tangibles e intangibles, títulos de deuda y bonos públicos
por un total en torno a 250 billones.

Un tercer y último campo de aplicación es la compra de bonos y acumulación de reservas por el


propio sistema bancario y de aseguradoras. La banca compra los Bonos de deuda y los Estados
acumulan deuda por un lado y reservas por el otro en las cuales habría que incluir también al oro
monetizado y no monetizado. Como hipótesis puede estimarse que la banca y aseguradoras
poseen unos 100 a 150 billones de dólares en oro, bonos y divisas. *

* Ibid

La sumatoria de esos títulos bursátiles, de deuda soberana y privada internacional, activos


materiales e intangibles a nivel mundial es del orden de US $ 600 billones. *

* Algunos economistas llegan a un estimado de 750 o más billones lo cual señala la dificultades
de información.

Aunque desde el año 2008 la Reserva Federal considera Secreto de Estado la magnitud de la
emisión de dólares, el total de su deuda puede estimarse en unos 30 a 35 billones. Al mismo
tiempo EEUU posee reservas de oro entre 10 a 15 billones dependiendo del precio. Es decir su
deuda es un poco más del doble de su PIB, y su cobertura en reservas es equivalente al 50% de
ellas.*

* Ibid

Las reuniones del G-20 pueden ir y los encuentros de Ministros de Finanzas venir, pero, a pesar
de los mensajes tranquilizadores de los economistas adscritos al sistema, las alternativas
inmediatas no marchan en dirección a una reducción de las deudas soberanas. Tampoco basta un
reaseguro financiero, como lo planteó el Gobierno Inglés desde la época de Gordon Brown,
dado que el desbalance que surge de las pérdidas dinerarias realizadas en bolsa, refleja
desequilibrios internos de otro orden.

La estructura financiera de Banca y Seguros tiene al año 2011 una pérdida superior a los US$
100 billones -millones de millones-- es decir casi el producto del planeta durante dos años.*

* Ibid

Las instituciones – tal como el FMI, el BM, BCE.-- no están hoy en capacidad de establecer un
acuerdo para futuros rescates que den respuestas de ese orden. Tampoco sirve la tasa Tobin que
es una medida de control tributario a la Banca, pues ella sería traspasada de inmediato a los
tomadores de crédito desatando una recesión.
Los Fondos Soberanos que incidirán en la coyuntura del corto plazo, dado que aparecen como la
única herramienta del sistema todavía no esterilizada al año 2011, no pueden dar respuesta al
problema de la deuda soberana y el crecimiento sistémico.

Los Activos tóxicos o como el dinero ha perdido el control de la economía.


Aspectos notables en las reuniones internacionales de expertos y asesores del sistema que
vinculan a las altas finanzas con la alta política, es que dejan de lado la discusión y el enunciado
de orientaciones para enfrentar los denominados “activos tóxicos” y las magnitudes de emisión.

Ello, en primer lugar, para evitar la desconfianza que produciría el que, a poco andar de las
medidas tomadas por estas poderosas instituciones, las corporaciones puedan estar enfrentando
un problema de insolvencia.

En segundo lugar porque en los “activos tóxicos” se da un particular fenómeno de ubicuidad,


que pone en evidencia al sistema capitalista mismo, dado que la definición de tóxico depende
del conjunto de políticas a aplicar en la resolución de la crisis.

En tercer lugar porque la emisión de dólares sigue siendo el Sancta Sanctorum del control
sistémico, y privilegio de pocos.

En el tema de los activos tóxicos se hace evidente que el capital, como totalidad social, no es
simplemente una articulación de relaciones productivas y destructivas, es simultáneamente una
relación de explotación y de dominio. El capital es en este sentido no sólo un ciclo articulado de
variables sino un esfuerzo de control de la población y de reproducción y sostenimiento de una
hegemonía.

La crisis se ha expandido desde los mercados financieros a la denominada economía real, y una
pregunta a hacerse, en este plano del análisis, es si la contracción general no se acentuará en los
próximos meses al no haberse dado un ajuste entre la masa dineraria y la capacidad efectiva de
producción reconocible en la estructura de precios, por parte el sistema.

El crash financiero del 2007/08 en la Bolsa de New York significó una pérdida del orden de 5 a
7 billones –millones de millones- pero esa magnitud no se debe confundir con la de la pérdida
dineraria generada por la antesala de la crisis, como deuda que es varias veces superior.30/ Esta
última ha venido siendo ocultada por el aprovisionamiento y disposición de dinero inorgánico a
lo largo de toda la década, y por ganancias ficticias en títulos, bonos y valores. Tampoco debe
confundírsela con la pérdida dineraria que puede generarse para la salida de la crisis.

El crash, una vez producido, puso en evidencia que no sólo había una masa de dinero sin
correspondencia en la estructura productiva sino que la magnitud dineraria en cuanto expresa
propiedad, en la actual modalidad de acumulación, no guarda correspondencia con el mundo
físico con el cual la humanidad realiza su intercambio orgánico, ni con las capacidades
productivas movilizables.

¿Cuál puede ser la magnitud que llegará a tener ese reordenamiento en el desbalance dinero-
valor, plusvalor-minusvalor y riqueza-polución a escala planetaria, al significar inevitables
pérdidas en los circuitos financieros, del comercio internacional y de la actividad productiva,
que retroalimentarán el ajuste? Una segunda caída en Agosto 2011 representó una pérdida
bursatil a nivel planetario del doble de la del crash neoyorkino, según estimaciones de fuentes
chinas.

¿A qué nuevos niveles podrá el sistema obtener un reequilibrio y a qué costo social y
ambiental?

Alicia en el país de las maravillas


La crisis actual es mostrada y señalada como surgida de un desequilibrio interno producido por
un simple exceso de crédito y oferta en el sector de viviendas en Estados Unidos. Esa crisis
denominada “sub-prime” se explica habitualmente como un error de sobre estimación de la
solvencia real de sectores pobres de la población de Estados Unidos, o de mal manejo crediticio
por parte de sectores financieros y de la construcción.*

* Créditos sub-prime se denomina a los préstamos otorgados a clientes de un listado


considerado de alto riesgo por razones de insolvencia.

La explicación apologética, que se imagina a sí misma como crítica al sistema, reconoce que
estos créditos a su vez venían apalancados por un segmento de la banca que se había
transformado exageradamente en financista de riesgo. Dichos financistas apoyaban esos
préstamos en estructuras de seguros que a su vez la sostenían en otros en una espiral confusa,
creciente y sin fin previsible. La propuesta, implícita en esa visión es evitar lo anterior,
respuesta deducida del propio diagnóstico, es decir obtener un mayor y mejor estado normativo.

El escenario en que esa situación se producía es así dejado de lado, para permitir legitimar una
política como la de Gaithner y Obama, o esperar una resurrección keynesiana. El marco y
entorno social, que se deja de lado por una visión centrada en errores de manejo, es la existencia
--en ese período y en ese país-- de volúmenes cada vez más importantes de capital en búsqueda
de nichos de aplicación y de mercado. Ese ámbito de inversiones, como sabemos, fue
encontrado en el sector de la vivienda en Estados Unidos que vivía en los 90 una tendencia de
valoración ascendente de los productos de su actividad, lo que permitía un amplio margen
especulativo.* 31/

* El rol jugado por la debilidad de la demanda, la caída tendemcial de la tasa de ganancia y la


plétora de capital, sus articulaciones y causas, deberán ser tema de reflexiones posteriores.

El que ese capital estuviese disponible debería llamar la atención al hecho de que importantes
volúmenes dinerarios ya en los años 90 no encontraban aplicación en la producción de bienes
transables, en la jerga habitual de los economistas. Ello produjo la burbuja de las dot.com para
saltar al mercado de la construcción e hipotecas. Lo que indica que las favorables condiciones
de acumulación de ganancias, de esos años, se enfrentaban a una obvia restricción de los
mercados de consumo.

La crisis de los créditos sub-prime, créditos-deudas que no eran pagables, se proyecta a


continuación a los edge funds y una vez generada la situación de insolvencia sectorial se
expande inexorablemente, por las interrelaciones bursátiles, al resto del mundo haciendo
evidente una insolvencia sistémica. Se genera así una ola de desequilibrios financieros que
arrastran a una primera caida de la actividad productiva y económica general, a un
enfriamiento y desconfianza de mercados cuya arista más peligrosa serían los activos sin
realidad, cuya virtualidad es simplemente sistémica, denominados “tóxicos”. Ellos pueden estar
en ese período en torno a un tercio del PGB de un país como EEUU. 32/

No es que no hubiera gente con necesidades en los diversos mercados locales, incluido el de
EEUU, sino que los excedentes económicos de la Corporaciones administrados por la Banca y
Seguros (ByS) a nivel Internacional, y sus utilidades, encontraban cada vez más dificultades
para ubicar y/o generar un espacio de valoración y una contraparte real en la cual ser invertidos.
Había una plétora de capital desde los 90 para un mercado progresivamente trabado, con un
poder de demanda debilitado y una tasa de ganancia en retroceso, respecto a lo cual será
necesario exponer posteriormente una interpretación abarcante.

Sucesivas burbujas bursátiles, en la periferia inicialmente, léntamente se acercaban al centro


sistémico. Ya para el 2001 los valores bursátiles estaban sufriendo, paralelamente, una deflación
la cual era la continuidad lógica de la aplicación por parte de la FED de tasas de interés bajas en
la década anterior, en ausencia de un incremento de salarios. 33/

Por otra parte y considerando la totalidad del mercado mundial, además de los desbalances y
desequilibrios financieros e industriales que iban concentrándose y retroalimentándose, podrían
incluirse en la explicación de la irrupción de la crisis bursátil del 2007/08 otros factores. Entre
ellos la dinámica de precios de las materias primas, la desproporcionalidad de sectores, así como
el reordenamiento de mercados que convirtió a China, además de otros países periféricos, en
una nueva potencia económica e industrial emergente.

Respecto al primer aspecto si aumenta el valor de las materias primas quedan trastornadas las
proporciones en que el dinero puede reconvertirse en las distintas partes componentes del
capital para continuar la producción en la escala anterior. A lo cual cabe agregar la dinámica
alcista de los alimentos y la energía, de gran impacto en los niveles de reproducción de la masa
trabajadora desde inicio de los 70, el incremento de la precariedad del empleo y el efecto
acumulativo de la elevación de la composición orgánica del capital.

Sin embargo la plétora de capital, la renovación tecnológica y la transformación de los


mercados, incluida la relación de sus estructuras de precio, no parecen dar cuenta a plenitud del
carácter de la crisis en ciernes. Ella abarca otras dimensiones tales como los desequilibrios del
entorno y el agotamiento de formas de dominio y valores culturales de masas.

En el plano económico una fluctuación del mercado puede provenir incluso de variaciones en
los tributos, tales como el interés y la renta del suelo, que se basan en la anticipación de una tasa
de ganancia y en el hecho que de variar, si la explotación del trabajo se mantiene igual, en parte
no es posible pagarlos. 34/

Sin embargo si la variación de la renta no proviene de un incremento visible de monopolización


del suelo o de modificación de las areas, productos y procesos de producción agrícola como
había sido el caso en los 70 y 80 sino de otras esferas tales como la financiera, la del dominio
tecnológico ello impone una reflexión de estos temas. Ella deberá realizarse tanto a nivel de las
relaciones productivas al interior como al exterior de la empresa como a nivel de las relaciones
entre los mercados, que anteriormente estaban encapsulados en cuanto a los procesos del ciclo
de valorización de la unidad de capital. 35/

De la ilusión de una V a la ilusión de una W


La prensa apologética insistió desde que se produce el crash inicial del 2007/08 que la evolución
de la economía en la crisis tendría una forma de V, es decir que a una fuerte caída vendría una
rápida recuperación. Economistas más cautos dijeron que la curva de comportamiento de las
variables económicas más bién se ceñiría a la forma de una L un tanto inclinada, es decir una
lenta recuperación dada por un tiempo necesario de recuperación de los mercados y la actividad
productiva. Generalmente esas afirmaciones se acompañaban con recomendaciones de una
mayor intervención estatal y keynesiana para disminuir el tiempo de recuperación o morigerar
los efectos recesivos en los diversos mercados. Finalmente otros analistas anunciaron la
inevitabilidad de la W, para abrir finalmente paso a los pesimistas que ven esta crisis como una
sucesión de dientes de sierra.

En su aparición el 2007/8 la crisis aparece a los ojos del sector hegemónico como causada por
una incapacidad de la sociedad para solventar deudas preexistentes. Ya no hay centralidad en
sus preocupaciones, como en el período anterior, de las dificultades existentes para la inversión
productiva. En una primera fase, que culmina en el 2011, la crisis es respondida como si fuese
generada sólo por ausencia de liquidez en el sistema y así fue manejada por sus agentes,
Gobiernos incluidos, aprovisionando a los Bancos y estructuras de seguros con ahorros y dinero
inorgánico.
A partir del crash la economía de EEUU se sostiene en base a programas basados en gigantescas
inyecciones de dinero inorgánico proporcionado por la FED y el Gobierno Federal que
sobrepasan el 10 % del PIB con un monto de US$ 1,4 billones en sólo dos años.

El primero de ellos es entregado por el Gobierno de Bush a la estructura financiera interna, en


virtual parálisis de pagos, obteniéndose poca respuesta productiva. El segundo y tercer
programas es entregado por Obama a diversos organismos institucionales y se orienta a sostener
la capacidad de pago de la población. Dicho plan ha permitido impedir el desplome del empleo
pero no logra, al 2011, reactivar el crecimiento.

Las políticas seguidas por EEUU, Alemania y China, países destacados como centros de
acumulación con connotación propia, respecto a sus mercados externos, develan su inserción en
la acumulación global en tanto sistema-mundo.

A nivel de la acumulación como proceso sistémico global ¿Por qué se produjo este deterioro de
los beneficios de las corporaciones en EEUU antes del estallido abierto de la crisis?

Astarita afirma que ello no se puede explicar sólo por el aumento de la ratio del capital, es decir
por la simple evolución de la correlación entre la masa de salarios y la del valor total. Allí
jugaron también un rol otros factores como la subida del precio de las materias primas y
modificaciones en la estructura de los costos laborales. 36/

A esa debilidad de la inversión y de las utilidades, se sumó simultaneamente una sobre


expansión del sector de la construcción; y un crecimiento del crédito y los derivados
financieros. Explicación, a final de cuentas, que es válida a nivel de la acumulación en el
estado-nación norteamericano, aunque en menor medida a otros niveles y determinaciones de la
acumulación en su conjunto.

Las tendencias económicas actuales


A nivel de las economías nacionales en la inmensa mayoría de los casos, en tanto la deuda
crece, el empleo y los ingresos fiscales disminuyen. 37/

La crisis aumentó en 1/3 la cifra de desempleo en EEUU en sus tres primeros años, a pesar del
sostenimiento del Estado en base a la emisión inorgánica. La UE ya ha superado con largueza
esa cifra en valores absolutos, aunque el crecimiento del desempleo se ha realizado a un ritmo
menor.

El déficit de los estados del planeta ya para el 2010 supera el 10 % del PGB mundial y en vías
de aumentar a pesar de la disminución de salarios y en gastos de las estructuras de bienestar que
gobiernos y estados del sistema realizan. Para varios de ellos la deuda sobrepasa el PGB
haciendo inviable su autonomía monetaria y/o fiscal.

En Europa el grupo de países llamados “cerdos” o “PIGS” acrónimo de Portugal, Irlanda,


Grecia y España constituyen la frontera inicial en el que la crisis de la moneda Euro intenta ser
detenida, a través de una fuerte caída de salarios, empleo e ingresos, y bienestar social, así como
disminución del Gasto de las instituciones públicas de sus respectivos Estados. * 38/

* El acrónimo elegido denota la mentalidad con la que el centro del sistema europeo mira a su
periferia directa.

La distribución de ese costo, que se expresa ya en una caída del precio de rescate de los bonos
de ciertos Gobiernos puede culminar, una moratoria se concreta, en una descomposición de ese
sistema monetario. La supervivencia del euro no está asegurada siquiera en el corto plazo.
La insolvencia sin embargo no se concentrará en Europa pues en cada continente hay países
cuya estructura de acumulación y de ingresos depende del Gasto del Estado, y en donde su
organización institucional y económica, así como la correlación de fuerzas políticas, impide
trasladar esa carga -- la generación de ingresos internos y externos-- al universo empresarial y
otros agentes directos del capital.

La deuda pública de los paises para el 2014 se acercará al total de la producción anual del
planeta, medida por la suma del PGB de la totalidad de los países. La deuda total dineraria
sobrepasa con creces la producción de 4 y 5 años, y a ella los ecologistas proponen incluir las
deudas ambientales. 39/

* Cifra dada por los montos a ser utilizados en el rescate del sistema bancario.Véase Informe del
FMI. Carlo Cottarelli, Depto. de Asuntos Fiscales. 2009.

Para 2014, según el FMI, la deuda pública del G-8 sobrepasará los US$ 70 Billones –millones
de millones, y advierte que para estabilizar esos niveles de deuda, las tasas de interés a nivel
global deberían incrementarse en hasta 2 puntos porcentuales. * En ese escenario es posible
prever que la deuda seguirá aumentando y que el tema de dichas reuniones y otras como las del
G20 se trasladará a la capacidad de pago a corto plazo.

* A ese endeudamiento neto de Gobierno se descuentan los repagos de intereses en los pasivos
totales. Reporte de Lesley Wroughton, 03/11/09.

Consecuente con su finalidad y visión el FMI augura que para obtener ese nivel de equilibrio los
países del G-20 necesitarán bajar gastos en pensiones y salud, e incrementar los ingresos
fiscales en cerca de 3 puntos porcentuales del PIB. Disminuir gastos sociales e incrementar
intereses es hoy la receta global del monetarismo, a lo que Paul Krugmann y otros keynesianos
con lucidez política se han opuesto. Esa receta encarecerá el crédito, ralentizará aún más la
actividad económica mundial y con toda probabilidad desatará la temida stagnflación. 40/

Los temas de la evolución de la microeconomía contemporánea recuerdan a las discusiones de


los astrónomos sobre el futuro del Universo. ¿Se enfriarán las galaxias continuando su avance
hacia el congelado infierno al que las destina la Segunda ley de la Termodinámica o llegarán a
un punto en el que caerán en una nueva espiral hacia el caliente infierno en que triunfa
finalmente la ley de gravedad.

Algo similar le espera al sistema económico capitalista mundial, a sus acólitos y a los diversos
segmentos de su sector hegemónico, elegir entre las llamas de la hiper-inflación o el
congelamiento de la recesión y la deflación.

En todos los casos, sin embargo, existen algunos resultados previsibles tales como la
destrucción de empresas medianas y pequeñas que no serán capaces de soportar las presiones de
una disminución de mercados, al menos hasta la introducción de nuevas tecnologías en una
postcrisis. La concentración y centralización del capital se acelera.

El desorden de mercados y el cambio climático afectarán también amplios grupos de firmas y


entidades urbanas y rurales, lo cual afectará países enteros. Una parte importante de empresas de
diverso tipo conocidas como empresas personales o familiares serán también arrastradas al
borde de la supervivencia, aumentando las presiones en la periferia de las ciudades, acentuando
el fenómeno migratorio y la denominada marginalidad. Amplios sectores se proletarizarán, lo
cual no siempre querrá decir que adquirirán la categoría de trabajadores industriales.
Capítulo 03

DE LA CRISIS COMO FORMA A LA CRISIS DE LA FORMA

“La mente humana tiene primero que construir formas,


antes e independientemente de poder encontrarlas en las cosas”
Albert Einstein
Las formas ¿son composiciones internas? ¿o externas?… ¿o ambas?
David Attemborough insinúa, en un programa para TV en la BBC sobre la presión demográfica
en el planeta, que no sería suficiente considerar --en los procesos que confluyen en la crisis
contemporánea-- los impactos que esa explosión realiza en los sistemas ecológicos y en el
desarrollo económico, y no incluir aquello que sucede en lo que él denomina “la conciencia”.*

* David Attemborough. Un mundo de gente. BBC.

Efectivamente, también desde nuestro punto de vista, una visión y comprensión de conjunto del
contenido y carácter de la presente crisis no puede reducirse al estudio, análisis u observación de
la evolución de la crisis económica y del cambio ambiental. Su comprensión exige el estudio de
las formas, dinámica y contenidos de conciencia de la humanidad contemporánea, hoy también
en crisis. *

* Sobre Conocimiento y Conciencia vease Apéndice 2

Uno pudiera pensar que un estudio de la criminalidad, los índices de violencia social o familiar,
los actos delictuales, individual o socialmente sufridos o ejecutados, podrían decirnos algo sobre
esa crisis de conciencia. Sin embargo poco puede iluminar esa dinámica un estudio empírico,
que tal vez resuelva el número de cárceles o gente que abandona la parte central de la campana
de Gauss con la que se define un comportamiento social. No se trata tampoco de la constatación
de la presión empobrecedora del racionalismo, utilitarismo y pragmatismo, derivados del
consumo y de los objetivos de crecimiento de la economía y el lucro, que el sistema asume e
impone como valores universales.

Podríamos buscar así mismo una mirada centrada en la construcción de la psiquis en tanto
conciencia de si misma y no de la actitud social de largo plazo. A lo cual la psicología
freudiana, estructuralista, de la Gestalt u otras pueden entregarnos elementos. Sin embargo ya
hemos visto que uno de los niveles presentes en la crisis contemporánea, donde se expresa la
crisis del entorno y del metabolismo social con el entorno, evoluciona a lo largo de períodos e
intercambios metabólicos con la vida social en el largo período y a un tempo y ritmo diferente
del de las relaciones sociales. Por lo cual las consideraciones psicológicas poco pueden decirnos
sobre esa imbricación y sinergia de conjunto.

Los índices mencionados, así como los test u otras referidas al individuo o a relaciones sociales
afectadas por el propio decurso del sistema pueden alumbrar situaciones y desarrollar
alternativas, al modo de la reflexión sobre la educación y la cultura pero no construirán una
visión de conjunto del problema bajo análisis. 1/

Por último otras personas podrían a ver la fractura de viejos patrones de conducta y de la
conciencia social, tales como los de la ética ya sea iluminista o de la moral religiosa en sus
diversas versiones, como un buen indicador de los problemas estructurales de la conciencia
individual y colectiva contemporánea.

Pueden tener razón, en la misma medida que valores y reglas de conducta elaboradas y fijadas,
algunas de ellas hace varios miles de años, puedan decirle algo a figuras de subjetividad social e
individual que se mueven en conflictos y contradicciones inimaginables para los filósofos y
profetas que las elaboraron. 2/

Es por ello que nuestra atención se dirige a las formas de la conciencia actual, en tanto muestren
no sólo la exterioridad de su comercio sino también el contenido de la relación que hace de
síntesis social contemporánea, antes que a los afectos, a pesar que en las pasiones y deseos
reconozcamos la huella de los tiempos que se viven. 3/

La construcción de la realidad, la razón y la razón racional


La teorización de las relaciones sociales como sistémicas o, al menos, estructurales se construye
sobre un escenario en que está presupuesta la razón “sans phrase” respecto de la figura de
subjetividad que estudia un proceso. El carácter y calidad del sujeto cognoscente, tal como lo
hace la razón pura del pensamiento kantiano, es dejado entre paréntesis.

Sin embargo antes de reflexionar sobre el soporte social que actúa, conoce y reflexiona, sobre la
realidad y por ende que la actualiza debemos detenernos en el carácter, forma y contenido de la
conciencia y la razón, así como en su evolución y uso en la vida contemporánea.

Con la noción de conciencia nos referimos al conjunto y sistema de ideas, pensamientos,


actitudes, y en general al trasfondo mental de acciones a las que atribuimos intencionalidad. Al
reconocerle la capacidad de otorgar a unos conceptos o ideas el carácter de premisas y a otros de
exigir su coherencia con los anteriores se abre la posibilidad de una secuencia, discurso o razón.

La razón, --con r minúscula-- escenario de determinaciones conceptuales y comunicativas, no


posee por sí misma un carácter y fundamento racional. Inicialmente no es siquiera tautológica o
ausente de contradicciones internas al discurso argumentativo. Ella es parte del saber y como
tal, parte de un escenario de luchas y conflictos de conciencia.

Ella, la razón, se construye en torno al orden que se atribuye al universo y al sistema social y
que, se presupone, se está en capacidad de conocer reconocer y manipular e incluso, en su
versión más audaz, de comprender.

Si el universo o el orden social no se presentaran, a los ojos de la figura de subjetividad, de que


se trate, estructurado por sus formas y jerarquías aparecería como imprevisible, incognoscible e
impredecible.

A los ojos del observador ingenuo la razón es en sí y de inmediato autosuficiente, al modo en


que la pensaban los filósofos del Iluminismo. Sin embargo ella se construyó en un largo proceso
en el que la vida social generó una síntesis, que relacionó las cosas y lo que se lograba pensar y
decir de ellas otorgándoles esencialidad, consistencia y permanencia.

La razón no surge, en el estudio histórico del hombre, que nos entrega la antropología o en el de
las creencias, inmaculada o siquiera racional. Ella surge como orden y argumento, y
posteriormente como filosofía y reflexión sobre el origen.

A contrapelo de las grandes visiones de la ilustración y del enciclopedismo sobre la razón, en


esa construcción social y colectiva, está también presente la occisión ritual y lo sagrado. Ellas
jugaron y juegan un rol central en la estructura y contenidos de la conciencia y en las formas
comunicativas, y por ende también en la razón que tan sólo es una forma de ella. * 4/

* Ver René Girard “La Violencia y lo Sagrado”.

Ese nivel de percepción de la realidad y de resolución de conflictos y de intentos de


manipulación y determinación del ser, o lo que se piense como siendo, que está en la base de la
formación de la conciencia del ser humano, --como idea de sí--, sobrevive en la mente
contemporánea. El ser y el sacrificio, la permanencia y la muerte ritual de vida para su
conservación, la ilusión de la necesidad de obediencia a fuerzas ubicadas más allá de la Historia
y la Physis para dar continuidad a la vida social, están siempre presentes en nuestra conciencia.*

* Mircea Eliade. “Todo rito, todo mito, toda creencia o figura divina refleja la experiencia de lo
sagrado, y por ello mismo implica las nociones de ser, de significación y de verdad”. Prefacio al
Tomo I de Historia de las creencias y de las ideas religiosas.

Lo anterior no es un dato menor, esas ideas de eternidad y desahogo social que fundan nuestra
posibilidad de conciencia e incluso de lenguaje requieren ser controladas pues en nuestra
precaria existencia, en este rincón del Universo, el ser puede ser la nada y el sacrificio llegar al
holocausto o al auto-exterminio.

Aunque los dioses puedan aparecer como innombrables, ya sea por el riesgo de convocarlos o
de hacerse tabú su mención, al igual que ciertas fuerzas y procesos de la naturaleza, el mundo
socializado puede ser positivamente definido en un entorno físico, ser conceptualizado y ser
nombrado. 5/

La razón exige y pone en situación, a través del lenguaje, el orden de las cosas y en ellas
siempre está presupuesto el verbo ser. El lenguaje siempre esconde una trampa esencialista y
ella es la de que todo verbo, nombre o sustantivo esconde detrás de sí la ilusión del ser. 6/

La razón no es siempre, ni ha sido necesariamente, racional. En la cita de Borges respecto de la


clasificación de los perros del emperador, Michel Foucault da cuenta de cómo las relaciones de
poder determinan los contenidos de aquello que es “saber”. En cada período histórico existen
condiciones específicas que fundan la episteme. * 7/

* Michel Foucault. “Las Palabras y las cosas.” Ed. SXXI.

Hacer esta distinción es importante porque la supuesta obviedad del sujeto pensante, o de su
objeto pensado, así como de su relación debe ser sometida a un paréntesis, que evite su
hipóstasis. 8/

La razón racional y el Mathema


El siglo XX se caracterizó por una vigorosa y sostenida expansión de la Ciencia y la
Tecnología. Ella se alimentó de las guerras mundiales, que demandaban y consumían productos
tecnológicos a los fines de dominio, pero reflejaba fenómenos socio-culturales más profundos
tanto en el plano de la producción como de la reproducción social.

De la ampliación de la circulación de riqueza y el intercambio el capitalismo surge como un


mercado universal, en el que los bienes materiales eran su expresión natural y su soporte pero
no su origen. Inversamente, es pertinente hablar de economía capitalista cuando constatamos
que la producción es regida, orientada y realizada por las fuerzas del comercio y no sólo por la
dinámica de una producción industrial local y sus necesidades.

Inmanuel Wallerstein apunta correctamente al carácter de economía-mundo que posee la


estructura productiva y de articulación de fuerzas sociales del capitalismo, desde su origen
inicial en Flandes o Florencia. Lo cual es la otra cara de las exigencias de la valoración como
proceso sistémico, en otras palabras la necesidad de ganancia y la sed de lucro que la impulsa
como partes de una lógica reproductiva de la síntesis social. 9/

Con la llegada a su madurez del capitalismo la realización de las mercancías, y con ello el ciclo
del capital social, podía ser hecha a nivel internacional pero su metabolismo, entendido como la
transformación del trabajo concreto en abstracto y general, se realizaba para la unidad de capital
y empresa inicialmente en ámbitos nacionales. Esa estructura productiva, del primer período del
siglo pasado cruzado de guerras imperiales por las materias primas, se expandió
progresivamente desde Europa, y Norte América y otros enclaves como Japón, al conjunto del
planeta.

Esa expansión creó un ámbito económico planetario y al hacerlo el capital debió incursionar en
él sin la permanente, directa y sostenida tuición del estado, situación que podía afectar al capital
individual o a la unidad de capital individualizada pero que no modificaba el carácter de
totalidad que el capitalismo poseía desde su inicio. El período del imperialismo del s XIX y XX
puede verse, --así como la lucha del capital social de naciones—como el combate por imponer,
sin conseguirlo, un estado universal.

La introducción en las primeras décadas del s XX del Taylorismo y el Fordismo mostró, -- a


través de los nuevos conceptos aplicados a los procesos de control y estímulo internos de la
empresa, y a su relación con el mercado--, la consolidación de una nueva síntesis no sólo
conceptual y tecnológica sino social.

Ella expresaba la organización de los procesos de trabajo bajo un enfoque racionalista,


positivista y mecanicista, junto a la especialización y articulación en cadena. Como relación
resumía, condensaba y permitía aplicar un nuevo nivel de control social y de fuerzas
productivas disponibles por el capital.

La aplicación de ese conjunto de conceptos e ideas, articulado según la forma de un eidos o


sistema meta-teórico autosuficiente, construye los problemas a ser planteados por la razón
racional moderna y expresa su base paradigmática y estilo. Ella aparece como el triunfo de la
razón utilitaria y del pensamiento cuantitativo o mathema.

Sin embargo así como la idea y concepto de fábrica y el mercado de bienes materiales fue el
modelo sobre el que se construyó el pensamiento social del siglo XX, en la modernidad del s
XXI éste ha venido siendo reemplazado en amplios sectores por la idea del trabajo inmaterial y
el mercado de servicios tecnológicos, comerciales y financieros. La idea orgánica de red, que
enfatiza nodos y relaciones en vez de la macro visión externa de estructura surge de esa realidad
antes que de una nueva epistemología.

Con toda su poderosa implicación ese sistema o patrón de articulación ideográfica, ya sea de
célula o industria, o de red e hiper-espacio, sin embargo no define el escenario de ideas y
problemas de la humanidad. Sus paradigmas construyen respuestas pero no resuelven
situaciones históricas.

Los problemas sociales remiten no sólo a la idea que nos formamos de temas y objetos
relevantes sino a la realidad en la que se constituyen, incluso a nuestras espaldas. Así mismo
remiten al pasado de nuestras sociedades actuales y a sus ilusiones en el imaginario de
creencias.

No obstante, ese modelo de articulación ideográfica es el fundamento de la caja de herramientas


conceptuales, consistentes con la síntesis de la que por otra parte es producto. Ella tampoco se
construye en el vacío sino en pugna y competencia con otras bases conceptuales, realidades y
creencias de todo tipo.

La fuerza que posee el sistema de imágenes, conexiones conceptuales e instrucciones, que la


constituye en episteme social la otorga la certeza de la empirie, el acto de experiencia social
repetido exitosa y reiteradamente. Sobre ella y la estructura de creencias mágicas y religiosas,
está también asentada la razón instrumental y el mathema, así como el pensamiento y actividad
en red. * 10/
* Ver James George Frazer “La rama dorada”.

El mathema y la razón instrumental hacen de articulación central de la razón contemporánea


porque ella sigue apoyada sobre la producción material progresivamente desplazada en los
procesos de valorización por la producción inmaterial. Son base y fundamento del estrato o
segmento de conciencia que puede ser considerado moderno en la sociedad contemporánea
aunque su existencia se base en un sustrato mágico religioso y una realidad más articulada y con
procesos de mayor abstracción que los que tuvieron para su surgimiento.

Ello no es gratuito ni ha surgido solo de la constatación razonable de objetivos cumplidos


exitosamente en la manipulación de situaciones. Ambos –mathema y razón instrumental-- han
surgido de la amplia aplicación de exigencias surgidas de formas productivas, expresadas como
innovaciones tecnológicas y éxito mercantil, ideologías culturales, y aplicación de la razón
racional y el método científico. Ambos así mismo se ven afectados por la presión de certezas,
verdades y realidades sociales en que las otras articulaciones de creencias y comercio
comunicativo están presentes

Sus elementos y fundamentos habían sido construidos conceptual y materialmente en forma


progresiva a lo largo del período anterior de la vida social de aquella formación social que
llamamos capitalismo.

Igualmente recogían la evolución de la razón, la tekhne y la razón racional por siglos e incluso
milenios. Sin embargo su articulación ha expresado la maduración, no sólo en la discusión
científica o tecnológica sino en la producción y reproducción social, de un nuevo pensamiento
industrial y hoy de un mercado y realidad globalizados o en proceso de globalización. 11/

Las certezas contemporáneas, y con ellas las que veremos en el desarrollo de la crisis, aún
vienen dadas por el entorno inmediato de estructuras productivas materiales y el liderazgo
primario de mitos y relaciones locales. Pronto serán dadas, como expresa Jeff Parker, por la vida
en la red.* 12/

* En el film “Redes Sociales” Parker hace un buen resumen de la vida en EEUU “ la vida fue
llevada a cabo primero en las granjas, y después en las ciudades. Hoy se lleva a cabo en las
redes sociales”.

Del mathema a la teoría de sistemas


La Ciencia en el siglo XX avanzó a la construcción de un nuevo paradigma tempranamente con
Einstein y confluyó progresivamente con la tecnología, pionera en ese terreno, en el campo de la
producción. La tecnología largamente separada del mathema se acercó a la Ciencia y ésta, más
lentamente, se fue acercando a las necesidades, exigencias y preguntas de la tecnología.

En las tres primeras décadas del siglo pasado los elementos centrales de una nueva fase
científica ya estaban definidos y los grandes genios Bohr, Planck, Hilbert, Heisenberg, y
Goedel, alcanzaron las cumbres del conocimiento derivado de la actual episteme. Sin embargo
sólo con Türing, Wiener o von Neuman en las décadas siguientes esa base de certeza adquirió
la forma contemporánea de redes y se abrió a la urdimbre y organización negada por el
objetivismo de fines del siglo XIX.

Esa construcción de respuestas no fue sin residuo puesto que los problemas que encontraron los
investigadores, --dada la gigantesca potencia desarrollada en nuestra capacidad de encontrar
soluciones--, mostraba a las explicaciones científicas --que se lograban-- como siendo
inconsistentes en sus propias áreas disciplinarias. Las matemáticas, la Física e incluso la lógica,
a partir de las cuales se difuminaba el mathema sobre el conjunto del pensamiento racional
mostraban resquebrajaduras, como lo evidenciaban los trabajos de Bourbaki o Gödel,
Heisemberg o el propio Witgenstein.

A ese desarrollo de las ciencias centrales del mathema contemporáneo, la física y la matemática,
le siguieron la computación y la genética. Türing y Levene en la década de los 30 establecieron
estructuras básicas en sus respectivos campos que posibilitaron los desarrollos posteriores de
von Neuman en los 40, y que Watson y Crick en los años 50 llevaron a su maduración.*

* Con un impacto que sólo encuentra parangón en la teoría de la relatividad y en la actual


influencia, --en la vida social, individual y cotidiana--, del Internet.

A pesar de venir de distintos orígenes y preocupaciones Ciencia y tecnología confluyeron en el


siglo XX en una sola fuerza casi indistinguible. Una sola y única base epistemológica las unía,
la noción de comparación-contrastación, idea base o arquetipo sobre el que se construyó la
modernidad. Ella guardaba una evidente similitud con las formas básicas del mercado, con las
que compartía un enfoque cuantificador y herramientas lógico-matemáticas centradas en una
simetría abstracta. Sin embargo en ese siglo ella vendría encontrándose progresivamente en
problemas.

La visión de la relación en la que se construyen los hechos, que se desarrolla desde el


renacimiento a la época contemporánea, despliega métodos en los de que todo debe ser
comparable, clasificable, y medible, para ser manejado y para ser considerado Ciencia. Entre los
seres que intervienen en el mercado no había historia o ella era considerada parte del área
irracional de su comportamiento.* La percepción de que en la vida social pervivía a lo largo de
su ciclo una estructura formal de relaciones, cláramente basadas en una lógica del valor y el
dinero, se imponía por su propia presencia.

* Linneo es la encarnación de esa exigencia, visión solo afectada por Darwin y Marx en las
esferas de la razón racional.

La idea poderosa de la simetría y la similitud, permitía establecer la base conceptual de un


equilibrio en diversos ámbitos y era muy afín a la búsqueda de la conservación y la
reproducción de las formas. La idea de que un conjunto de operaciones lógicas no cambia la
forma y figura de un cuerpo era afín con la del Mathema.

En general esa visión era fácilmente aplicable al ámbito de las Ciencias Naturales pero
encontraría tempranas dificultades en los ámbitos que involucraran directamente a la sociedad
tales como la sociología, la pedagogía, la antropología, la psicología, la economía u otras.

Su acercamiento al mundo es consistente con el conocimiento que posee el sujeto trascendental,


o de la razón pura, como expone Kant --y con la lógica del tercero-excluido, de raíz aristotélica-
-, y estuvo en la base de la gran revolución del pensamiento que trajo desde el siglo de las luces
a la ciencia al escenario central de la razón racional.

Sin embargo la confianza otorgada por esa visión a la inmediata, directa y permanente unidad
de universo y cultura, era un debilitamiento de las antiguas formas de saber, para las cuales esa
unidad era una tarea o un problema. Su centralidad permitía desplazar otras formas de
comprensión y entendimiento en la pedagogía y la compresión política, utilizándola como
herramienta del ocultamiento u obscurecimiento de relaciones. La herramienta más poderosa del
entendimiento de las nuevas figuras de subjetividad, --en la nueva sociedad y sistema surgida
del renacimiento-- sirvió como lo discuten ya en la revolución francesa no sólo para iluminar
sino para oscurecer.

Las mismas concepciones que posibilitaron construir una estructura de coherencia, certeza e
ilusión de verdad --que se expresa en el pensamiento contemporáneo entre los grupos
hegemónicos y amplios segmentos de la población de los países centrales y su primer círculo
periférico--, están en la base de la teoría de sistemas y sus desarrollos acríticos.

Era una articulación de relaciones que creaba el espacio social para una reflexión poderosa con
un solo talón de Aquiles, su propio carácter de universalidad abstracta, su auto atribuida pureza
sin determinaciones históricas.

Ella había estado en la base de la construcción de modelos de conocimiento y procedimientos


desde el siglo XIX y maduraba en el desarrollo de una conceptualización de estructuras lógicas
auto-sostenibles y abstractas, de cuya coherencia podían deducirse aplicaciones diversas, como
reflejo de su potencia explicativa. *

* Paralela a ella, pero en otro ámbito, maduraba el solipsimo de las nuevas figuraciones
sociales.

Ludwig von Bertalanfy acuñó el concepto de teoría de sistemas en la posguerra sacándolo de la


esfera biológica hacia las interelaciones de entes del mathema, creando una teoría general. Pero
ya Wiener, von Neuman y Morgenstern habían establecido las bases de su enfoque en aquello
que era central para esa sociedad en particular: la producción, la automación y el control de
procesos. Con ellos la simulación y optimización de procesos, a traves de las matemáticas
aplicadas, conocieron un fuerte impulso y abrieron la puerta a la expansión de la computación y
el análisis de operaciones. 13/

Del concepto de sistemas y el feedback a la transdisciplinariedad


La humanidad emergió de la 2ª Guerra mundial con una estructura de producción renovada, en
la que una parte decisiva de las mercancías se transaba y trasladaba a nivel internacional,
aunque no se tuviera un organismo internacional de comercio.

Un amplio arsenal de nuevas tecnologías desarrolladas para enfrentar exitosamente la guerra,


estaban en capacidad de ser trasladadas a la vida civil y el mercado. El consumo de energía de
las nuevas estructuras de producción, consumo y disposición de desechos podía ser mayor que
en la situación anterior, e incluso amenazar las reservas físicas disponibles, pero el costo en
valor aparecía como único determinante.

Controlar las fuentes de energía aparecía como un objetivo estratégico en el sistema de


relaciones internacionales pero no así el controlar la contaminación. Consumo e inversión eran
las variables claves sobre las que se montaría la expansión del modelo taylorista y fordista, el
primero centrado en la standarización de la producción y en el control de la cadena de montaje y
el segundo en la producción para un consumo de masas.

En el área bajo control de la URSS y en China los costos se desviaban de los promedios del
mercado mundial pero sus burocracias gobernantes, insertas en una economía interna y en
relaciones globales determinadas por el valor y la forma valor, no estaban en capacidad de
vislumbrar el origen de esas desviaciones. En consecuencia periódicamente ajustaban sus
estructuras internas de precios por las del mercado internacional. 14/

Desde el año 1944 el área bajo control e influencia de EEUU y el Reino Unido ya contaba con
un nuevo acuerdo de tasas de cambios y sistema monetario (Bretton Woods) que facilitaría la
expansión del capital comercial, industrial y financiero, más allá de las fuerzas hegemónicas y
de los mercados centrales.

El capitalismo había sufrido un profundo cambio, pero había logrado asegurar su reproducción
sistémica. Su hegemonía política seguía fracturada y en conflicto en diversas áreas pero las
formas de conciencia, intercambio y producción estaban determinadas por la forma valor y la
forma capital en la inmensa mayoría de las expresiones económicas y sociales.
En la posguerra la dinámica de la producción industrial comandada por Corporaciones,
sobrepasó rápidamente las fronteras nacionales en los países centro, para posteriormente
después de los años 70 ampliarse a la periferia. Esa transformación fue producto simultáneo de
exigencias y transformaciones de la periferia así como del centro del sistema, aunque como
singularidad debe reconocerse que fue impulsada por una expansión financiera. Sin embargo esa
dinámica no debilitó la capacidad de direccionar los flujos económico-financieros y mercantiles
por parte de las potencias imperiales en sus áreas bajo control, como producto de una guerra fría
que impuso una situación de alineamiento.

Hasta la caída de la Unión Soviética, la transformación del trabajo concreto en trabajo abstracto
y valor se realizó en los ámbitos regionales definidos por las potencias. Aún cuando la forma
del proceso de acumulación divergía, expresando las características de las articulaciones de
grupos hegemónicos de Occidente y del llamado Mundo socialista, la base explicativa del
mathema y la razón instrumental permanecía como terreno común de ambos proyectos
civilizatorios. Esa coincidencia se atribuía a la universalidad del paradigma científico
tecnológico y no a la universalidad de la forma valor y la forma capital que compartían. 15/

Sin embargo lo que era consustancial con el nuevo paradigma científico tecnológico era la
noción de sistema, entendido como una característica de entidades capaces de evolucionar y
absorver o adquirir de su entorno los inputs necesarios para su autónoma supervivencia. Esa
visión se deasrrolló hacia un pensamiento más complejo que incluyó el reconocimiento de
interdependencias, contradiciones internas y la posibilidad de retro-acción o feed back. *

* De Humberto Maturana y Francisco Varela véase De Máquinas y Seres Vivos: Una teoría
sobre la organización biológica. 1973.

La noción de dialéctica parecía dejada a los ámbitos filosóficos, y la noción de sistema abrió
paso a la teoría de sistemas autopiéticos, o de auto-producción y auto-organización, y
finalmente a la teoría o inteligencia de la complejidad, sobre las que deberemos volver
posteriormente.

Con la globalización económica la comprensión del ciclo del capital como referido a la
multiplicidad de un conjunto de unidades de capital, junto a la anterior comprensión de las
partes se había hecho por si misma evidente.

La dialogía, la recursividad y la hologramia, nociones que reunen las tesis de Edgar Morin sobre
cibernética, teorías de sistemas y de información y autoorganización, las cuales se orientan a ver
las interacciones y emergencia de cualidades abandonan la preocupación por la sustancia. Esa
metodología se define en un área que relaciona las ciencias sociales con la biología, la cultura y
la educación. La realidad solo puede captarse según Morín como un proceso de construcción y
vinculación de diversas áreas biológica, lógica así como socio culturales.*

* Las exigencias del entendimiento transdisciplinario serán analizadas y discutidas más


adelante.

Enfoques trans y multidisciplinarios se hacen posibles, atrayendo a las élites intelectuales y


científicas. La URSS en sus Universidades muestra ser la gran constructora de las Teorías de
Control Matemático y los institutos superiores de EEUU son los que desarrollan la Teoría de
Redes, en una división social del trabajo casi perfecta. 16/

Tanto en la evolución de la relación de un nuevo tipo de trabajador respecto a la empresa y de


ésta respecto a la innovación surgen para finales del sXX nuevas formas, áreas y posibilidades
de valorización. No obstante en donde se plantean los avances más novedosos de metodologías
y tecnologías emergentes es en esferas en que se genera progresiva conciencia de la importancia
de la sabiduría colectiva y la disolución del “learning” como actividad individual, temporal,
homogenea y dentro de la empresa o institutos estancos. 17/

La Teckne y el ámbito simbólico


¿Cómo fue posible que la influencia sobre las grandes multitudes, que poseían la religión y la
magia --y las Iglesias en tanto estructuras de control social--, sobrevivieran a ese gigantesco
impacto de realismo, pensamiento objetivo y capacidad de concreción sobre la realidad,
representado por la expansión capitalista del último siglo?

Ello no sólo puede ser explicado por la magnitud de la frustración social e individual, el
desamparo de la nueva psiquis, y la oscuridad del mathema sobre sus propios fundamentos;
angustia traída por una revolución científica y tecnológica que no había ayudado a evitar o
atenuar dos guerras mundiales, ni brindado a la humanidad un nivel de satisfacción espiritual
mayor que las concepciones ancladas en la fe, el control del grupo local y la mitología.

La explicación exige aceptar que la construcción de los mecanismos y contenidos de la


conciencia social individual es realizada como procesos de sedimentación, confluencia y
contradicción de diversos procesos simbólicos y explicativos que coexisten en la síntesis. En
ella se expresan estructuras que recogen comportamientos rituales pero también factores que se
requiere contextualizar.

Quienes absorben centralmente el mathema como explicación del éxito-fracaso del iluminismo
sólo recogen la consistencia que proporciona un cientificismo que no está en capacidad de
analizar críticamente su propio surgimiento. 18/ Y si la ciencia y la filosofía no proporcionaban
optimismo, menos podía hacerlo la tecnología.

Con la standardización de los procesos industriales implementada por Taylor y Ford en las
primeras décadas del siglo XX, se había abierto un camino de control, disciplinamiento social y
alienación en el proceso de trabajo que absorbía grupos cada vez más amplios de la población
mundial.

La moda podía establecerse como definición del buen gusto de la aristocracia europea, pero lo
modal, el modo social y el espíritu de la época, era la imposición rutinaria, industrial y
estandarizada de pautas de comportamiento a una multitud que vio en las guerras sólo una
continuación de sus dolores.

Ya con el hundimiento del Titanic se había roto la ingenua confianza en las bondades del
desarrollo tecnológico y en la igualdad del genero humano. La sorpresa por el desastre no
consistía en la magnitud de éste sino en el hecho de que la inmensa mayoría de los muertos eran
pasajeros de la 2ª y 3ª clase. Esa percepción de que la vida y la supervivencia puede llegar a ser
un privilegio de los ricos y los poderosos también ha flotado en el período más grave de la
guerra fría, como nos lo informa Freeman Dyson.*

* Freeman John Dyson. “Trastornando el Universo”. FCE.

La introducción de innovaciones tecnológicas, vigorosamente impulsada en la Segunda Guerra


por parte de los estados tras sus objetivos bélicos, fue quedando en las décadas siguientes
progresivamente al arbitrio de las fuerzas del mercado. Los procesos de ahorro energético y de
eficiencia en su uso eran conocidos en la posguerra pero las grandes corporaciones, atrasaron su
introducción porque su objetivo no estaba centrado en la eficiencia física o el ahorro de recursos
sino en la productividad financiera de sus inversiones. 19/

El capital financiero se hace ubicuo, al igual que el Internet como red de redes. En tanto la
circulación de mercancías enfrenta limitaciones en su tráfico, inicialmente resueltas y que la
crisis amenaza con desatar en guerras comerciales. El tercer elemento son los fenómenos del
mercado de trabajo y de la vida social donde se constatan la precarización del empleo y la
marcha paralela de los obstáculos a la inmigración. 20/

Si para los años 70 emerge una nueva metodología desde la biología hacia la teoría de sistemas,
para los 80 prima el pensamiento organicista apoyado en el mathema. La recuperación del
pensamiento místico se plantea como científica. Finalmente las visiones teórico conceptuales
de los comportamientos autopoiéticos de un organismo que busca su homeostasis con un
entorno cambiante culminan en los 90 en teorías sociológicas de entes y ámbitos sociales
abstractos.*

* Véase Nicklas Luhmann

El último tercio del siglo XX ve destruir las comunidades sociales y el empleo en la periferia, a
veces por expansión de mercados externos y nuevos productos o porque los anteriores lleguen a
más bajos precios. En otras por la intervención de inversión exterior y supuestos programas de
ayuda, que descomponen las viejas relaciones sin proporcionar una reinserción en otras, al
mismo tiempo que la población desempleada ve levantarse muros más altos que el de Berlín,
para obstaculizar la inmigración al centro y desde luego sufre una mayor cantidad de muertos.

Los conflictos por el patentamiento y la propiedad intelectual en la posguerra muestran una


temprana tendencia a transformar la innovación en un bien privado monopolizable – tendencia
cuyo pionero ha sido EEUU-. Esa tendencia cobra importancia después de la década de los 70
señalando que la masa de valor no crece al ritmo de la masa dineraria y que paralelamente está
en ciernes una pugna por la apropiación del excedente. 21/

Lo más importante es que evidencia que el trabajo concretado o materializado que es medular
para la valorización, en cada ciclo del capital individual. se ha acercado peligrosamente --para
el sistema—al trabajo vivo empleado por el capital. Lo cual puede traer consecuencias
desastrosas para éste. *

* Reflexión equivalente puede hacerse respecto al trabajo materializado por la socialidad del
general intellect. Fumagalli et allia. Temas sobre los que deberemos volver más adelante.

A esto se suma la tendencia anticompetitiva del propio sistema, la cual niega el carácter de
interfase del desarrollo colectivo a una innovación técnica apropiándosela directamente como
un elemento de poder.

El agotamiento del paradigma científico-tecnológico


En nuestra época las corporaciones transnacionales utilizan no sólo las innovaciones para
monopolizar ámbitos de investigación y de mercado, sino también pequeñas modificaciones de
adelantos e investigaciones anteriores. En ningún lugar eso es más evidente que en la industria
farmacéutica y en sus impedimentos para la producción de medicinas genéricas y en la historia
del ácido acetil salicílico.22/

La progresiva reducción de la vida social a sus aspectos económicos y a la base crematística de


los intercambios en la sociedad contemporánea, está en la base de un marco institucional
internacional cada vez más limitado para las propias fuerzas productivas disponibles por el
sistema. La cultura se hace prescindible, como política de los aparatos de estado, ante una
presión corporativa por nueva fuerza de trabajo que posea la capacidad de asumir sus procesos
tecnológicos, de gestión, y de valoración , en la que los otros aspectos han reducido su rol en la
ejecución de tareas y el control de masas.

Paralelamente las corporaciones transnacionales realizan una sistemática expropiación del


conocimiento vernáculo de comunidades indígenas y acentúan su tendencia a multiplicar el
número de patentes conseguidas en la innovación central obtenida. El tema de la propiedad
intelectual se transforma en un aspecto estratégico ya desde los 80 para las nuevas modalidades
de acumulación en expansión junto a la base financiera y de intercambios y producción
transnacionalizada. Lo cual expresa, por montos de capital invertido en R&D, buscar una sobre-
utilidad no asociable con el esfuerzo de investigación. Una renta tecnológica 23/

Los gastos asociados a nuevos descubrimientos en diversas áreas han ido en aumento no sólo en
la esfera de la industria farmacéutica. Esa constatación, que es utilizada para justificar las
restricciones monopolistas, lo que en realidad muestra es el agotamiento del paradigma
científico-tecnológico que utilizamos.

No es que el ser humano disponga de menor capacidad neurológica o tecnológica, ni menor


fuerza articuladora productiva o que la multitud de temas problematizados posean mayor
complejidad en su abordaje y en su solución. Es que los problemas son concebidos, así como
sus soluciones, poniendo como motivación y restricción central la obtención de ganancia y renta
corporativas y la reproducción sistémica. Al interior de esos límites ese conocimiento y
doxología no están en condiciones de fundamentar una más profunda aproximación al universo.
24/

Las dificultades constatables en la capacidad de innovación industrial y el angostamiento del


área de no contradicción de la ciencia, o su desarrollo a través de áreas de control y no básicas,
no son atribuibles a una decadencia del mathema. Ella surgen de la síntesis social y se expresan
tanto en la esfera de reproducción del sistema como en la subjetividad individual. En este último
nivel las trabas objetivas confluyen, en este período. con una circunstancia menos considerada
en este plano excepto en la psico-sociología industrial o militar, cual es la bipolaridad que se
expresa en el conjunto angustia- anomia, fenómeno en aumento en la figura de subjetividad
individual y social contemporánea. 25/

La totalidad social, que entendemos por cultura, guía el acto que permite reconocer una
sensación, una sensibilidad y/ un afecto, al modo kantiano. Existe una economía política de los
afectos, una capacidad de conmoverse que se va estructurando a partir de la sensación primaria
en el útero materno. La anomia al igual que la angustia, la emoción y otros sentimientos, es
social aunque cada cultura, orienta y explica, inhibe o explicita, fortalece o debilita, aspectos de
ella así como provee arquetipos de ellos.*

* Vease Arlie Russell Hochschild.

La angustia hoy se resuelve y satisface en poder, la apropiación y el consumo. Al igual que


otros arquetipos tales como la pertenencia, no flota aisladamente sino que lo hace en un
imaginario instituido, en un conjunto de sentidos y significaciones reconocibles en la estructura
de creencias, doxologías y episteme de las sociedades contemporáneas.

Ese imaginario instituido es el trasfondo en el que se desarrolla la actividad de la poiesis, con la


que trabaja la psiquis. La poiesis puede ser mimética y reproductiva como lo plantean las teorías
de la autopoiesis o puede incluir la creación fantástica, al modo como lo plantearán las teorías
de la ekopoiesis. 26/

Real o imaginario el objeto de deseo es una creación social y la figura de subjetividad


contemporánea se debate entre su deseo insaciable de mercancías y de poder, o de pertenencia;
y su impotencia para construir en la realidad una respuesta, como si no pudiera superar su
existencia en una socialidad de dos niveles. Es poder y mercancías lo que se enseña a desear,
aquello que hace ordenar filas, aquello que nos conmueve y aquello que es la falsa y última
promesa del capital.*

* Anthropos anthropon gemma. Castoriadis. Ibid

El régimen del capital como sistema autopoiético


En el presente nivel de acumulación de capital, han surgido dificultades tanto en el ciclo de
valorización como en la aplicación de las fuerzas productivas. Ellas aparecen como una
incapacidad de la estructura de relaciones económicas para asegurar su homeostasis, y en el
mercado como la dificultad de asegurar la equivalencia, las cuales se intentan asegurar por el
estado. La autoregulación y equilibrio dinámico emtre el capital productivo, circulante y
dinerario están evidentemente anarquizados, al igual que los ámbitos de gobiernan.

Ese desacoplamiento, sin embargo, no es sólo interno a las relaciones sociales en cuanto a
conservar unas reglas o un estatuto de fuerzas estructurales sino externo en tanto afectan la
valoración, incluyendo aquellas derivadas de su metabolismo con la naturaleza que se
reconocen como formas del capital.

¿Han surgido esas dificultades del nivel de la acumulación del capital o de su consistencia en
tanto régimen de explotación y dominio?

La síntesis que constituye el capital no es un punto estático de encuentro y llegada de procesos,


su desarrollo abarca progresivamente nuevos niveles de la totalidad social, y subsume a sus
necesidades de reproducción procesos culturales, ámbitos topológicos y procesos del biosistema
que reaccionan en crisis sincrónicas y paralelas. La sociedad es orgánica consigo misma y la
naturaleza con anterioridad, pero en cada vez más precaria autonomía, respecto del capital.

La reproducción, aspecto que expresa el “memento mori” del capital, solo puede ser resuelta en
el presente, al igual que en ciclos anteriores, a través de una crisis cada vez más abarcante. La
crisis no es sólo un período recurrente en el ciclo es también un momento de agonía. Una fase
en que la síntesis social debe discurrir, buscar y establecer un reordenamiento de la totalidad
social, para su supervivencia, no para la nuestra.

Como depresión o recesión económica la crisis aparece como la búsqueda de reequilibrios en la


articulación de fuerzas productivas, generada a su vez por las dificultades existentes para aplicar
innovaciones tecnológicas y elevar la tasa de ganancia. Las relaciones sociales y ekopoiéticas
que la sustentan aparecen en un falso paréntesis. Esa formulación no recoge la amplitud de la
crisis económica, ambiental, alimentaria, cultural, ni su unidad y carácter.

¿Está la humanidad en condiciones de sobrevivir a las diversas crisis que la dinámica del
régimen y sistema de relaciones sociales nos plantea? Si su simultaneidad y correlación es
producto de la síntesis, si su expresión es producto de la homeostasis sistémica, encontrar una
alternativa al propio sistema es cuestión de vida o muerte para la humanidad en su conjunto. 29/
La autopoiesis del capital es valor
El valor cobra sentido reproductivo para el sistema, es decir en tanto régimen autopoiético, sólo
como capital, no como renta. La riqueza que como renta hoy usan y disfrutan los grandes y
poderosos dueños del planeta no es parte de su activo de producción pero es condición y
estatuto del régimen del capital. Es un peso parasitario del que el sistema no está en condición
de librarse. En la primera relación el valor se hace dirigente del proceso en su conjunto, en la
segunda es sólo parte de su regla y sistema de regulación. 30/

Ello lo hace a través de un encadenamiento que denominamos el régimen del capital, el cual es
por ello mismo sistémico y autopoiético, es decir un concatenación flexible en tanto cuanto
asegura su propia reproducción.

Esa articulación de relaciones y procesos socioeconómicos incluye como uno de los momentos
de su ciclo autopoiético globalizado la transformación de masas de valor en títulos y
acreditivos. Sin embargo fuera del balance y encadenamiento que exige su paso por la
producción, todo acreditivo es estéril a los fines de la generación de valor-trabajo y por ende de
la reproducción ampliada del capital. El incremento de títulos, bonos y acreditivos de deudas y
acreencias no significan por sí mismos un incremento de la riqueza real y en la crisis amenazan
al sistema con la consabida inflación.

En estricta lógica del capital, el dinero empleado en un ciclo es productivo en cuanto genera
plusvalor, el cual se expresa en ganancia y dinero para utilizar mayor cantidad de fuerza de
trabajo en el ciclo siguiente.

En la vida diaria del capitalismo sin embargo el dinero se emplea por el empresario en un nuevo
ciclo tan sólo para obtener más dinero y si con ello se generan riquezas reales o nominales al
empresario le es completamente indiferente. La ganancia puede así dejar de estar referida a un
incremento real de la riqueza social y a la generación de valor para transformarse en un atributo
del acto mercantil, el cual puede llegar a ser un simple acto especulativo.

Hoy la gigantesca masa dineraria creada sin respaldo real de valor-trabajo, en su expresión
llamada eufemísticamente “activos tóxicos”, constituye una traba al propio proceso económico
de valorización del valor y al proceso sintético de acumulación del capital para las empresas.

Una importante pregunta en la actualidad es si las oportunidades de ganancia están llegando a


sus límites para las unidades de capital. En otras palabras si los incentivos sistémicos a la
empresa y al empresario capitalista seguirán funcionando en el futuro previsible y en un
mercado abierto. La pregunta surge de la constatación de la globalidad alcanzada en el proceso
de acumulación y de la articulación transnacional de flujos físicos de bienes, así como de
servicios comerciales y financieros, en los que las unidades de capital en forma aislada no
encuentran mercado en coyunturas recesivas. 31/

¿A qué niveles de centralización y concentración de capital puede ser respondido actualmente


por el sistema ese fenómeno? Pregunta no menor si se tiene como perspectiva la perpetuación
de estados-naciones.

Caida de las ganancias, caida de la demanda, disgregación de las estructuras de precios, se


muestran en la presente crisis no como un problema de relaciones interfábricas o intersectores, e
incluso intermercados nacionales, sino como derivado de problemas en los procesos de
valorización y en las relaciones de la forma valor como mecanismo de distribución social y
relacionamiento.

Ello buscará ser respondido simultáneamente en dos planos, por parte de los que hegemonizan
la vida social planetaria. El primero es el de las inconsistencias en el proceso de valorización de
su régimen ayer autosostenido y autopoiético. El segundo tiene que ver con la finitud de nuestro
planeta y el nivel de expansión y profundización obtenido por el capital al interior de nuestras
relaciones sociales y productivas, es decir nuestra ekopoiesis. En el presente la crisis de
valorización y la crisis ambiental no son independientes sino tan sólo las dos caras de Jano.

Crisis ambiental y régimen del capital


Las características de la actual crisis ambiental ponen en entredicho el enfoque del
funcionalismo norteamericano de posguerra que reduce la problemática de polución y los
desequilibrios topológicos creados por la sociedad a temas de entorno de las actividades
económicas.

La teoría de sistemas permitió un acercamiento de las interpretaciones medioambientales y


ecologistas sin unir, integrar o diluir ambos enfoques. El sucesivo desarrollo de problemas que
traspasaban las fronteras nacionales y que no reconocían límites de estratificaciones sociales,
evidenció que la raíz de los problemas ambientales estaba en la manera de vivir y producir de
nuestras sociedades. De la cual, por cierto, surgían como interrogantes. 32/

Importantes economistas y estudiosos de otras disciplinas alertaron a la élite ilustrada del


mundo en la década de los 70 respecto a una inevitable contradicción surgida en el sistema
económico de las economías centrales dominadas por la lógica del capital y la ilusión de un
crecimiento de la economía real sin restricciones dadas por el universo físico. El conocido
informe del Club de Roma, señalaba la urgente necesidad de limitar la expansión física de la
actividad humana para salvar a la Tierra y sus sociedades, consideradas cuantitativa y
abstractamente. Se predecía una crisis global surgida de los límites objetivos al crecimiento que
planteaba la finitud del planeta. 33/

Poco se alertaba en esa época del uso, ya no simplemente polutivo --sino directamente
destructivo o de deterioro consciente e inconsciente--, derivado de la absorción sistémica de
insumos minerales y nuevas áreas marinas o terrestres para el crecimiento productivo y del
consumo. Mucho menos de los efectos e impactos de las nuevas tecnologías que vendrían con la
globalización de mercados y productosa, así como de la difusión de bioorganismos o programas
Cyber autonomizados, y en ese entonces inimaginables. 34/

La reflexión respecto a los límites físicos de una continuada expansión de fuerza productiva se
hace hoy centrada en la disponibilidad de energía, de agua y del funcionamiento del ciclo del
nitrógeno. Sin embargo esa forma de razonamiento esconde una falacia y ésta es la de que ellos
no constituyen los límites reales del crecimiento económico bajo la hégida del capital, dado que
su existencia es un pre-supuesto social y sistémico. 35/

Estudiar la crisis en tanto un momento de la forma unificada del ciclo de la economía y la


sociedad exige comprender la dinámica de la relación que hace de síntesis social, pues es ella la
que historiza y realiza la poiesis del entorno, estableciendo respuestas a los límites fisico-
naturales de éste. E igualmente la respuesta sobre si hemos llegado a los límites de la
reproducción ampliada del capital está determinada por la actividad del ser social histórico
específico, constituido en las formaciones sociales del espacio internacional que conocemos –la
economía-mundo-- y las exigencias de reproducción de sus relaciones.

¿Ha llegado el capital, en tanto síntesis formal de nuestra sociedad, a los límites de su
replicación, es decir a romper por sí mismo las condiciones de reproducción ampliada del valor
y de la forma valor? *

* Este problema es desarrollado por Iztvan Metzaros refiriéndolo al régimen del capital que
vemos en el presente, es decir a sus reglas sistémicas, en tanto aquí buscamos hacerlo en
relación al proceso concreto de acumulación en la sociedad contemporánea.
Crisis ambiental y crisis ekopoiética.
El cambio climático ha sido un factor dinámico en la modificación de las especies del planeta.
En particular respecto a nuestra propia especie jugó un rol principal en los procesos de
hominización del darwinius masillae al rama o siva pithecus y el posterior surgimiento del
pithecanthropus. 36/

Es indudable que esos procesos siguen produciéndose y que el movimiento de placas y otros
fenómenos tectónicos continúan realizando su lento e inexorable efecto a lo largo de los
millones de años. *

* Es una formulación afortunada aquella que afirma que la evolución no es una teoría sino un
hecho. Teoría es la reflexión y el estudio de cómo se realizó esa evolución, no el hecho de que
ella se produjo. Vease la serie de David Attemborough, citada.

Los efectos de diversos procesos sobre el medio ambiente en el que realizaba su vida nuestra
especie y el entorno de especies del planeta, desató potencialidades que la teoría de Darwin
recoge. Sin embargo una vez iniciada la revolución neolítica y los cambios al interior del grupo
humano que crearon las instituciones y su imaginario, las fuerzas desatadas por nuestra especie
han trastocado la ligazón del cambio tectónico y climático respecto a la vida humana y su
entorno, estableciendo entre ellas una relación y dinámica inversa a la anterior.

La necesidad de dar cuenta de esa nueva relación hecha evidente a partir de la revolución
neolítica y consolidada en la revolución industrial, trocó y convirtió a la sociedad humana en la
fuerza transformadora más vigorosa del planeta y a sus fuerzas productivo-destructivas en un
elemento progresivamente determinante de la sobre vivencia del biotopos.

El ecosistema, a partir del impacto decisivo de los procesos demográfico-culturales en su


transformación topológica, no puede ser simplemente concebido como una estructura de fuerzas
inertes. Es producto de y sufre una permanente evolución. Ese cambio que modifica sin
desvirtuar sus equilibrios dinámicos, con la presencia de la sociedad humana es en un sentido
profundo aunque relativo dado que los restantes procesos naturales siguen existiendo, un
proceso ekopoiético.

La crisis que vive la humanidad, que se expresa en la crisis económica, del ecosistema y de la
psiquis contemporánea, se desarrolla en cada uno de sus ámbitos desplegando problemas que
muestran un cierre de procesos y alternativas utilizadas para dilatar su resolución. Revistas
como el New Scientist optan por clasificar sus artículos sobre el cambio climático entre aquellos
de los que tenemos una estimación y los que produciran efectos de una magnitud e impacto
incierto o no determinable..

Sin embargo está ya fuera de debate, --por su obviedad como señalan Fred Magdoff y Bellamy-
-, que la ecología de la tierra y los sistemas vitales de los que dependen nuestra vida así como
otras especies se encuentran bajo un sostenido y severo ataque debido a nuestras actividades y
que de continuar en el mismo camino los efectos serán devastadores. 37/

La crisis del ecosistema como parte orgánica de la crisis global


La crisis del ecosistema se ha hecho evidente en el cambio climático, el cual es sólo una de sus
facetas emergentes. Éste a su vez no es una transformación ineluctable o inexorable de las
actividades humanas. La crisis ecosistémica abarca más aspectos que el de los climáticos, tales
como la destruccion de áreas y especies, ella no es un fenómeno temporal, secular o recurrente,
es una genuina creación de esta forma de vivir y razonar, de producir y consumir, y constituye
la herencia y huella que dejamos.
El cambio climático puede corresponder todavía a un reordenamiento de variables dentro de una
homeostasis planetaria, lo cual parece excesivamente optimista, pero su dinámica actual ha sido
desatada por nuestra especie y su forma de vida.

Ese cambio es espasmódico y se desarrolla con todo tipo de retroalimentaciones que lo


amplifican y con puntos de no retorno. 38/

Poco resolveríamos de la crisis ambiental y del ecosistema si dejáramos de lado la


contaminación que se realiza directamente a través del uso, utilización y consumo de bienes
modernos y el aumento incesante y sin programar de desechos industriales. 39/

Esa sumatoria de efectos, segmentadamente evaluados, sólo da una pálida visión del impacto
simultáneo de ellos. Su simple adición no es suficiente para describir su efecto global y nos
muestra las limitaciones del mathema como enfoque y metodología de aproximación a su
comprensión y en la construcción de respuestas. 40/

Igualmente sería un error no incluir, como parte de uno y el mismo fenómeno social, el daño
que realiza esta forma de vida y de ekopoiesis, a la propia población de la tierra a través del uso
incontrolado e incontrolable de drogas duras y blandas, --para no mencionar los aspectos
fisiológicos y axiológicos--.

Diversos elementos, productos y factores físico-químicos, cuya utilización se realiza bajo la


aspiración central del lucro, pudiesen tener un carácter productivo o medicinal, e impactar a un
menor nivel polutivo si fuesen controlados en forma conciente, responsable y concertadamente.
41/

El mecanismo del consumo, el costo individual de producción y la obtención de ganancia, como


fuerzas unificadoras de la actividad humana muestran acá sus límites más inmediatos. Es la
supervivencia de la vida social y de su entorno la que hoy está en juego.

No es la tecnología disponible la que puede explicar –a modo de ejemplo-- la expansión de la


producción de Palma, de soya o caña de azúcar –en terrenos anteriormente dedicados a producir
alimentos-- para incrementar la producción de biodiesel, o el aumento de la masa bobina para
consumo de un segmento ahíto de la humanidad en tanto su inmensa mayoría sufre la miseria.

Tampoco es suficiente atribuir la dinámica que conduce a la crisis de los ecosistemas al


mercado, como espacio abstracto y sin nuevas especificaciones en el que se expresan las
fuerzas y relaciones. Acá es necesario construir una visión abarcante e histórica, que dé cuenta
simultáneamente de la actual dinámica de este modo de vida y de sus expresiones y efectos en la
ekopoiesis.

La crisis que afecta la reproducción del sistema


La sociedad que denominamos “capitalista” no está estructurada, orientada u obligada, a
reproducir o mejorar patrones de consumo sino a cumplir una doble tarea. La primera es
reproducir y ampliar un ciclo de relaciones de valorización, que constituye el aspecto central de
su ordenamiento. La segunda es asegurar que las estructuras y procesos que dieron origen a esa
primacía, cada una con su densidad histórica, se articulen. 42/

Su dinámica está determinada no sólo por las exigencias de producir, sino de reproducir esas
relaciones según interese a la que hace de síntesis. Y su reproducción así como impone la no-
propiedad sobre bienes sociales para un amplio segmento de la humanidad, exige que ellos
adopten la forma de valor, y por ende una apariencia dineraria, dándole al dinero una nueva
dimensión que en nuestra época ha alcanzado una expansión notable.
La forma valor está en la base de las estructuras de conciencia contemporáneas, ella posee la
fuerza que otorga el acto social ritualizado y además lo contextualiza. Surge y es consustancial
con el mercado y se enriquece y modifica con sus determinaciones. La forma valor se despliega
en nuevas y más complejas modalidades en la sociedad moderna tales como la propia forma de
nuestra actividad en trabajo necesario o las de la propia forma capital.*

* La forma valor no debe ser confundida con la forma del valor, la cual es obviamente el
dinero.

En esta forma de vida, que denominamos en un sentido total el capitalismo, la producción y


reproducción se han autonomizado de los controles de los imaginarios sociales tradicionales.
Su síntesis se atribuye a sí misma una unilateral trascendencia más allá del universo.
Paralelamente es una red que articula la vida social planetaria y establece un protocolo
universal: el dinero. Su carácter hace posible seguir mercantilizando retazos de nuestra
personalidad, nuestra vida y nuestros sueños. Reduce el universo a mercancías, transformando
no sólo la tierra o los océanos en trozos valorizables sino nuestras ilusiones. 43/

Desde luego, y como puede intuirse, un relacionamiento humano que abandone la sensibilidad,
la sensorialidad y el contacto directo, es un sendero limitado, tardío y esquizofrénico en los
mundos mágicos que el capital genera. Antes que la vida virtual se pudiera imponer como
salida, habría diversos mundos posibles pugnando por lograr su materialidad, mundos tanto
fascistas como demócrata-comunitarios.

El régimen de capital ha permitido que se acentúe, a través de una formidable generación de


fuerzas productivas-destructivas disponibles y en aplicación, una descomposición social, una
explosión demográfica y de depredación del ámbito natural circundante de carácter secular que
está llegando a sus límites.

La crisis ambiental como crisis autopoiética


En los próximos años el planeta conocerá un incremento de temperatura que deberá ser
controlado nos advierte, en sus escasos acuerdos, la Conferencia Internacional reunida en
Copenhague para reducir emisiones al medio ambiente. 44/ Las metas de contención de la
temperatura se vinculan a una reducción del crecimiento de la polución, que se fijan por los
planificadores institucionales más optimistas en 50 % hacia el año 2050 siempre que se gasten
en ese objetivo una cifra global estimable en el orden de US $ 10 billones –millones de
millones.

Dos preguntas surgen inmediatamente. Uno ¿Quiénes pagarán esa factura? Y dos: ¿Es esa
asignación de recursos suficiente para contener el cambio climático? ¿O al menos compensar la
evasión de metano, que está siendo disuelta por el incremento de temperatura, en el clatrato
contenido en el permafrost? Son interrogantes de orden diferente pero igualmente importantes.
La primera porque exige una asignación de recursos equivalentes a los dos tercios del PGB de
EEUUU de inicios de la segunda década del s XXI. La segunda porque hace referencia a la
teoría del fusil de clatratos cuya significación es apocalítica. 45/

Existe evidencia dura de que la causa principal del calentamiento global es el uso de
combustibles fósiles y al observar las curvas que representan niveles de CO2, temperatura
atmosférica, niveles de emisión de gases de efecto invernadero, se observa que hay una clara
correlación entre ellas.

Los parámetros de los niveles de contaminación al igual que los de utilización de energía, en un
período de tiempo secular, muestran que existe una correspondencia entre las variaciones de la
actividad industrial y las cotas constatables. E igualmente que los niveles de expansión de
procesos industriales intensivos a nivel mundial, a los que cabe agregar nuestros niveles de
consumo, son directamente proporcionales a los horizontes alcanzados por esos indicadores. No
es ya aceptable la negación de una situación de hecho que es que la contaminación es un
producto social y en aumento.

A lo anterior se suma la expansión segmentada, excluyente y explosiva del consumo conspicuo


--que el crecimiento autónomo de un sistema orientado y basado en el lucro trae también
consigo, y que acentúa la industrialización, depredación y urbanización extremas del planeta--,
que está llevando la vida, tal como la conocemos, a sus límites como lo indica la crisis
climática, ambiental y ecológica.

“Hay que tener claro que el planeta no puede sostener a 6.000 millones de personas viviendo
igual que vive ahora Occidente. Y que Occidente no puede crecer más sin comprometer el
futuro de la humanidad”, señalaba Meadows hace más de 30 años.* A ello hay que agregar
ahora que es el conjunto de la población planetaria el que no puede seguir viviendo y
expandiendo sus actuales formas de producir y consumir indefinidamente.

* Hoy la población mundial sobrepasa los 7,000 millones arrastrados tras esa quimera. Ibid

La Población crece como si el planeta fuese infinito, aunque ello sólo muestre que la humanidad
no ejerce control sobre su vida reproductiva. No es la evolución demográfica tomada en
abstracto la que pone en peligro su futuro. Es la forma de vida de occidente, es “the western way
of life”,-- el sueño de miles aunque la realidad de un puñado--, el que la amenaza.

Las peores profecías siguen cumpliéndose y, al parecer, el ser humano como especie y como
sociedad está tan incapacitado de tomar resguardos que Robert Jensen, profesor en la
Universidad de Texas en Austin, expresa que en el presente la situación ya ha llegado a un
límite: “hay que considerar la capacidad destructora sin precedentes de las fuerzas armadas de
EE.UU., la patología arraigada encastrada en nuestras psiques por el capitalismo, el daño
ecológico que ya ha sido hecho, y el daño ulterior que probablemente ocurra durante un
colapso…” *

* http://www.rebelion.org/noticia.php?id=87170.

Aunque los huracanes y temporales sean fenómenos recurrentes de la naturaleza,


progresivamente a lo largo del siglo pasado han venido siendo más frecuentes e intensos
relacionados entre otros fenómenos con el incremento de temperatura media del planeta. 46/

Su evolución puede ser fácilmente explicada en términos de autopoiesis, es decir de procesos de


reequilibrio de un sistema que genera sus propias respuestas. Sin embargo su génesis y
evolución, así como la progresiva pérdida de equilibrio en los ciclos térmicos exigen un enfoque
más comprehensivo pues no son ajenos a la actividad humana, como vemos reiteradamente. *

* Respecto al proceso de acumulación presidido por el Capital como proceso de forma véase
Apéndice 3

Esos procesos han determinado catástrofes que se expresan en vidas humanas, pero también en
la acelerada y masiva extinción a la que se condena a buena parte de los seres vivos que nos
acompañan en el planeta. 47/

El régimen del capital no puede ser contenido y puesto bajo control por los límites de la
materialidad biológica del planeta como nos muestra en muchas áreas, su fuerza productiva-
destructiva contiene una fuerza superior a la de la propia conciencia que la concibe y ejecuta, y
a la capacidad de resilencia de la vida y de recuperación de los ecosistemas.

Los reordenamientos del capital en la linea del tiempo


El capitalismo en tanto sistema presenta exigencias a través del tiempo que lo muestran como
una estructura simultánea de mercado y dominio, y una articulación que siempre está en
expansión.

Evolución de los mercados y de las modalidades de dominio son elementos centrales y


característicos del capitalismo, aunque es fácil constatar que la existencia singularizada del
capital se realiza al interior de la sociedad capitalista desarrollándose simultáneamente en varias
esferas que van más allá del ámbito en que mercado y dominio pueden especificarse. *

* Nos referimos a las relaciones de intercambio y del poder.

Ello revela que el capital/capitalismo, como proceso de síntesis y en cuanto sistema, es algo
más que mercado y organización aunque estas determinaciones definan su meta-estructura. Por
lo cual los economistas clásicos, tempranamente, advirtieron que se encontraban ante una
síntesis superior a esas determinaciones aunque las incluyera.

Era una nueva síntesis y proceso sociales que articulaba y transformaba las anteriores relaciones
de mercado y dominio en una nueva estructura de pertenencia y gestión, y creaba una nueva
organización y dinámica de la vida social. El proceso de valorización y de generación de
riqueza, y las relaciones organizacionales en los estados modernos, pasaron así a ser preguntas
centrales de quienes quisieran comprender y conocer el capitalismo en tanto sistema.

Tal como lo presenta Smith el impulso expansivo del capitalismo provenía de la competencia,
fuerza que reducía costos y establecía precios, y que estimulaba a un incremento en la
productividad. Diferente era el enfoque de Marx que lo ubicaba en un proceso de
autonomización y autoreferencia de una nueva relación sintética cuya reproducción exigía su
verificación social y cuantitativa como valor. Era un valor que se autovalora.

La evidencia de que el proceso económico que lo define muestra una evolución fluctuante,
abriendo fases o períodos de crecimiento así como de desplome de la actividad de las empresas,
imponía una reflexión diacrónica, que en el caso de Marx fue acompañada por una visión
sincrónica de las formas de aparición de esa relación sintética.

En el ciclo de producción la competencia y las exigencias del mercadeo permitían la realización


y la reproducción ampliada de la unidad de capital, proceso en el que ellas actuaban como
restricciones de la función de producción y como un impulso a su renovación.

Esa relación competitiva era concebida como estructural, y no simplemente como una
expresión fenomenológica, con unidades de capital impulsadas a conseguir una productividad
que favorecía al competidor que fuese más productivo que el promedio.

Con lo cual dicho mecanismo no sólo se ubicaba como expresión de la relación de intercambio
entre los trabajadores y el capital sino de extorsión productiva entre los propios agentes del
capital. La productividad aparecía como un leit motiv del conjunto de la sociedad capitalista, y
en ese sentido como su tarea histórica.

Las condiciones de reparto del valor entre las unidades de capital, provenían de la competencia
y la productividad y, al mismo tiempo, de ellas –competencia y productividad-- surgían los
conflictos macroestructurales en relación a los bienes-salario y las relaciones entre las clases del
modo de producción capitalista.

La tasa de explotación se vinculaba a la tasa de acumulación del capital pero, como un segundo
aspecto y determinación, la competencia y la productividad señalaban en qué condiciones se
hacía eso realidad.
Esos mecanismos, en los cuales el pensamiento económico clásico vió expresarse la nueva
dinámica de los intercambios y de las formas de dominio, sufrieron una profunda modificación
en el s XX con la maduración del sistema capitalista.

La competencia se reduce y transforma en el capitalismo maduro, por los avances en la


organización del proceso productivo --que se realiza con el desarrollo de la gran industria-- , y
la productividad deja progresivamente de ser una variable autónoma para cada unidad de
capital, para hacerse sistémica.

No es que la productividad dejara de considerarse un indicador entre la producción obtenida y


los recursos materiales y financieros para obtenerla. Sino que ese indicador o parámetro de
eficiencia --que había relacionado la cantidad de producto insumido o utilizado con la cantidad
de producción--, cedía su peso e importancia en la estimación de conjunto, a una relación de
eficacia que ponderaba el tiempo en que ello se lograba y el ámbito o valor dinerario en el que
esas relaciones se establecían.

La capacidad de una empresa y/o unidad de capital para aprovechar los recursos en la
producción de bienes, en el último tercio del siglo XX, pasa a ser dependiente de una nueva
articulación que relacionaba toda producción individual no sólo con las de una esfera productiva
habitualmente local, sino con la del conjunto del capital social. No sólo el producto sino el
proceso de producción se mundializaba. Ello traería importantes consecuencias para las
relaciones de intercambio y en las formas de organización-coordinación y dominio. 48/

Los dispositivos estructurales en el último ciclo secular


Desde la gran crisis secular del 29 los estímulos a la productividad a nivel meta-estructural no
derivan del mercado sino de la organización, ya sea a través exigencias bélicas y/o la
introducción de la producción en cadena cartelizada, promovidas por el estado. La competencia
va siendo desplazada por la progresiva monopolización y la acción de un estado interventor
como dispositivos centrales de la economía.*

* La producción, la circulación y el crédito son cartelizados en ámbitos regionales sucesivos


desde el centro sistémico, y el estado emerge como el dinamizador de la demanda y en algunos
países, tales como la URSS o los del Eje Alemania-Italia-Japón, como organizador del proceso
productivo.

En el nuevo período abierto de salidas de la 2ª Guerra Mundial mercado y organización-


cooperación, --relaciones simultaneas y forzosas de la división del trabajo--, pasan a jugar un
rol diferencial. El mercado sigue siendo el fundamento del intercambio social, pero la
organización de la explotación y con ella las políticas económicas y las formas de articulación
intra e inter empresas cobrarán progresivamente mayor importancia.

El plan de producción --simultaneamente una función técnica así como de optimización de la


explotación en la empresa--, pasa progresivamente a poner un mayor acento en la optimización
de la obtención de valor y el tema de la eficiencia productiva y la expansión de la producción
serán sólo un sustrato.

En los años 50 y 60 en el ciclo general de valoración los dispositivos de mercadeo y marketing


reemplazan los impulsos derivados de la producción. Se hace posible crear mercado,
cumpliendo el viejo sueño de Say, aunque esa transformación se reduzca al nucleo central de
paises-centro del sistema y esté posibilitado por la expansión neo-fordista del consumo de
masas.

Las necesidades de control social en el círculo interior del sistema-mundo capitalista en la


posguerra se transforman mágicamente en el Welfare state y en las políticas keynesianas, tan de
gusto de la socialdemocracia.
Las economías de la periferia en la posguerra pueden beneficiarse parcialmente de la expansión
de las tecnologías de producción en cadena pero en donde intenten proyectos industrializadores
tales como en Argentina o los países árabes, recibirán todo el peso y fuerza destructiva de los
paises centrales. 49/

La aplicación del neofordismo y la introducción masiva del taylorismo permiten la


consolidación del nuevo equilibrio de fuerzas surgido de la 2ª Guerra Mundial, así como la
cultura del consumo y la democracia representativa y de masas en un amplio arco de países que
se autodenominan Occidente.

A la expansión keynesiana del período de posguerra le siguió en los años 70 una


financierización progresiva de ámbitos económicos y del conjunto de la vida social. El uso
masivo y en aumento del crédito y la deuda, paralelas a la ampliación de los circuitos
comerciales y de interconexión productiva se desarrolla como un nuevo dispositivo de
expansión sistémica desde los países-centro y se dirige inicialmente a las empresas y a los
estados periféricos.

Ella oculta el hecho de que nuevas formas de control interno a los estado-naciones y del
mercado internacional, así como de apropiación del excedente, se estaban poniendo en juego,
con concomitantes modificaciones en los organismos y estructuras sociales. 50/

Hacia fines de los años 80 el reordenamiento de mecanismos y dispositivos de generación de


valor y de concentración y centralización del capital estaba avanzado como para iniciar su
despliegue en el propio centro sistémico.

La crisis de los dispositivos estructurales del último ciclo secular


La evolución de la economía capitalista mundial, en tanto estructura, puede describirse en el
orden sincrónico, a partir de la posguerra como constituida por tres fases. La primera de
expansión, la segunda de ralentización y la tercera de crisis.

En la primera fase se observa un período de expansión industrial de casi 30 años, que es


superado lentamente desde su segunda década, en cuanto a su ritmo, por el crecimiento del
comercio, fenómeno al cual le sigue una expansión financiera que reordena en su conjunto el
ciclo internacional de capitales.

Esa expansión financiera, que ubicamos a partir de los años 70, abre la segunda fase estructural,
reactivando la expansión industrial y el comercio internacional,--que anteriormente se
concentraba entre los paises-centro del sistema--, integrando los flujos de la periferia. 51/

Esa evolución, --caracterizada por la expansión de la generación de valor, la absorción de fuerza


de trabajo y la transformación de diversos procesos en nuevas formas de valorización-- sufre
una ralentización en los años 90, que no puede ser superada simplemente por la expansión
dineraria y financiera.

Ese menor impulso en los mercados se salda en el propio centro sistémico, --donde se hacen
evidentes las dificultades para la expansión y crecimiento de las actividades productivas--,
surgiendo una inversión especulativa que se va haciendo cada vez más vigorosa.

Las crisis financieras regionales presionan a un reordenamiento abriendo una tercera fase
estructural en la que la inversión en el centro se concentra en los nuevos sectores tecnológicos
y se generaliza para los agentes y cuadros superiores del gran capital la búsqueda de nuevas
áreas de valorización o de bienes valorizables más allá de la economía considerada hasta ese
momento como “real”.
En este último caso ya no se trata de generar nuevos productos, absorver riquezas pre-existentes
en la periferia, sino de sobre-apreciar productos estratégicos tales como la energía o
transformar en capital bienes comunes y/o de un colectivo, objetos tales como el agua, el
hábitat, o la sabiduría ancestral o colectiva. Así mismo se genera un espacio de reconocimiento
social de la importancia de la polución, haciendo visible un nuevo fenómeno económico: el
disvalor.*

No es que esas actividades no hubieran tenido antecedentes en el período anterior, en el que se


desarrollan rentas tecnológicas y de naciones, sino que ellos representan en la última década del
siglo XX el hardcore de la actividad económica y financiera del sistema-mundo globalizado. A
partir de ese momento el sistema lucha por prolongar una apariencia de expansión que no es
sostenida en la valorización sino en la creación de valores ficticios y en el aumento de la masa
dineraria, a la cual viene progresivamente contribuyendo el país-eje del sistema, EEUU.

En el nuevo siglo XXI la descomposición del dispositivo estructural continuó, indetenible.


Ahora es el sistema de prácticas del mercado en el que el valor se autovalora, el que está en
jaque. Son las determinaciones cuantitativas de costos y precios las que están dejando de
orientar el proceso de reconocimiento del carácter social del valor y del trabajo.

La crisis de los dispositivos meta-.estructurales.


Al mirarlo como sistema-mundo -- es decir como un conjunto articulado, en una coordinación
histórica a priori, respecto del mercado-- el reordenamiento del capitalismo no se inició en el
nuevo siglo XXI. Se abrió en los años 70 con la ruptura del patron de cambios y la
financierización de los flujos económicos así como la expansión, por el terror, de un nuevo
modelo de relaciones socio-políticas que lo sustentaba. *

* El neoliberalismo económico y la posterior ruptura de la detente nuclear.

El reordenamiento sistémico avanzó en los años 80 a cubrir toda la periferia, paralizando su


desarrollo industrial y económico durante una década, permitiendo su absorción productiva
desde el centro. Se desató en los años 90, en el circuito interior del sistema-mundo, con las
crisis especulativas y de avance sobre los bienes colectivos. Finalmente, en la primera década
del sXXI, inició un enfriamiento económico y bursatil que concluye en sucesivas crisis
financieras así como en una progresiva contracción económica que abre paso a una crisis de
nuevo tipo.

Estructuralmente el capitalismo ha venido sufriendo de un trance en la generación de valor que


traslada al capital a formas especulativas, pero en términos sistémicos ha tenido
transformaciones que afectan ya no el ciclo sino el excedente y que señalan nuevas mutaciones.

Ha sido la propia dinámica del sistema la que ha puesto en cuestión, progresivamente, la


estructura de costos y precios --como mecanismo de asignación social y distribución de fuerza
productiva--, así como el rol del mercado para determinar los bienes salarios. *

* Se hace evidente así la necesidad --para el sistema-- de la coordinación social y el


disciplinamiento como dispositivos de asignación de subjetividad, de determinación de
identidades que se ubican más allá de la estructura de clase, es decir como
sobredeterminaciones.

La financierización ha conducido a un endeudamiento de los estados-nación, de las empresas y


finalmente de la más amplia población, respecto a una estructura interconectada que se
concentra y autonomiza de los mismos estados-nación que le han dado origen. Así mismo esa
financierización ha llegado a niveles de penetración en las actividades económicas que desligan
las magnitudes dinerarias nominales alcanzadas respecto de la riqueza planetaria, así como de
los flujos de valor en la actividad productiva. 52/
No sólo las relaciones estructurales del mercado financiero, con respecto a la reproducción de
las clases y del ciclo estructural del capital, se han roto sino que en el desarrollo del sistema-
mundo el mercado financiero absorve excedentes cuya asignación es determinante para asegurar
un proceso de valorización ampliado. En este caso no es el contenido de la mercancía y la
socialidad en ella expresada, sino las condiciones que permiten al capital igualar el trabajo y
generar valor para un ciclo ampliado, las que están siendo afectadas. 53/

Con la globalización la productividad comparativa que permitía un análisis cuantitativo en las


ramas industriales y entre ellas , no puede ahora dar cuenta de la naturaleza socio-política del
trabajo en la producción de mercancías. Por lo cual se crea y agrega en el lenguaje económico
desde los años 70 un nuevo concepto, el de la competitividad.

El tiempo de trabajo socialmente necesario para la producción de una mercancía ya no es aquel


que prescribe la técnica promedio sino el que condiciona un ámbito y gasto socialmente
regulado. A la salida de la 2ª Guerra esa determinación está dada, en lo fundamental, aun por la
productividad y la competencia, pero desde los años 70 vendrá progresivamente dado por la
innovación y la competitividad.

Lo nuevo acá no es la desnaturalización de la intensidad o duración de la actividad humana,


como criterios del valor de una mercancía, sino el condicionamiento social en que dicha
valorización y reconocimiento se hacen posibles.

La crisis de los nuevos dispositivos


A partir de los años 70 con el avance del proceso de transnacionalización de empresas y
mercados la actividad de innovación industrial y su puesta en marcha económica, se convierten
en un elemento central de la reproducción.

La determinación de costos y precios no proviene de ella como meta-estructura sino de la


competitividad, es decir del efecto sistémico de una serie de variables más allá del costo, tales
como el gasto y el poder monopolista.

La innovación tiende, así mismo a ubicarse no ya al interior de la fábrica sino en la cooperación


inter-empresas. *

* Acá no nos referimos al “general intelect”, aspecto a discutir en páginas posteriores, sino a las
nuevas formas de cooperación intercapitalista surgidas hacia fines de los 70 y años 80. Época de
oro de la Trilateral y del desarrollo desde el centro de una estructura globalizada de créditos y
deudas hacia los estados-nación, así como de las alianzas estratégicas corporativas.

Aspecto clave de la innovación en esa etapa del capitalismo, que se corresponde con otros
procesos del último tercio del siglo XX, es que ella surge de la colaboración entre empresas y
no de su rivalidad y competencia. La mano invisible que reducía costos y precios, permitiendo
una ganancia promedio, puede a partir de allí hacerse visible y favorecer por largo tiempo la
obtención de una renta tecnológica y/o monopolista que será distribuida entre varios capitales
asociados.

Lo anterior no significa que la estructura de precios y costos dejara de ser tributaria de la


productividad física y del capital, y de la innovación, sino que ella estaba siendo afectada y
progresivamente determinada por los procesos de cartelización, financierización y globalización
que recorrían el mundo.

¿Pero que sucede cuando los procesos de innovación reales tienden a reducirse o a no incidir en
costos, o si la productividad alcanzada es tal que los procesos innovativos tienen relevancia en
la utilidad del capital individual pero no en la gestión del capital social por sus cuadros y
agentes? Esa situación impulsa un desfase del reconocimiento social de lo producido que
afectaría al propio proceso de valorización y a su forma dineraria.

Pero aún más. No sólo los mecanismos que impulsaban la acumulación de capital en cuanto a
las formas de la producción industrial y del ciclo –anteriormente homólogables en el estado-
nación-- han sido modificados a lo largo del último tercio del siglo XX. También lo han sido la
articulación del control social y sus modalidades a través de estados e instituciones y de las
formas de la organización social.

No obstante no ha existido solamente un cambio de paradigma organizacional o comunicativo


sino como elementos concomitantes de transformaciones en los procesos de producción,
concentración y centralización del capital y de redistribución del poder a nivel planetario..

Las computadoras personales y la web cerraron el ciclo del taylorismo y el fordismo, en los
cuales los incrementos de productividad seguían asociados al tiempo de trabajo, vinculándolos a
la cooperación social y a una nueva estructura pluriarquica, de la cual las redes sociales y los
agregadores pasaron a ser el ecosistema en el nuevo siglo XXI.

Esa transformación que madura en los años 90, afecta la capacidad del capital de controlar la
fuerza de trabajo y a la propia valorización en cuanto rompe el vínculo que permitía establecer
una estructura de precios relacionandola con el trabajo inscrito en ella. *

* Las compañías de internet pueden ganar en un lustro lo que a grandes empresas industriales
les tomó dos siglos. Las inversiones realizadas en los años 80 y 90 no sólo globalizan la
producción industrial y los mercados, ellas redefinen el ciclo del capital a nivel de su estructura
y en el sistema-mundo.

Si la necesidad de mayores masas de trabajo, respecto a las fuerzas productivas ya desarrolladas


y las dificultades de redistribución social, había ido disminuyendo en las décadas de oro del
desarrollo industrial de posguerra, la nueva fase que se iniciaba en el sistema-mundo, --ya para
fines de los 80-- diluía los elementos “objetivos” que posibilitaban el metabolismo social
articulados por el capital. * No era ya la precariedad de la fuerza laboral la que se
transformaba en problema sino su propia posibilidad de inserción en la economía
transnacionalizada.

* Sobre este problema y el de las formas de cooperación y articulación social del trabajo
deberemos volver en próximos capítulos.

La periodización del reordenamiento, seguido por el capital al menos desde la 2ª guerra mundial
y el surgimiento de la crisis, adoptará un corte temporal diferente según se tome la evolución de
la estructura productiva , la evolución de la meta estructura y el excedente, o la intervención de
los nuevos dispositivos de control social en la acumulación de conjunto.
Capítulo 04
APUNTES DE MACROHISTORIA

La esencia de lo moderno consistiría en el poder


de instalarse
en una crisis sacrificial cada vez más grave.
René Girard . La violencia y lo Sagrado

La producción de una nueva forma de vivir


La sociedad moderna surgió en las ciudades. En el entorno de castillos y abadías, estructurada
por relaciones de intercambio con zonas lejanas, agrupando segmentos sociales periféricos y
hasta ayer subordinados la forma moderna de vida que asociamos con el capitalismo surgió,
como se sabe, en los burgos europeos hace medio milenio.

Henri Pirenne, en una obra ya clásica, expone el carácter del renacimiento de Europa Occidental
a partir del siglo XI al XV indicando como hipótesis central de esa transformación el despertar
del comercio en la periferia de una sociedad agrícola hasta ese período enfeudada. 1/

Aunque la tierra siguió siendo condición y centro de la actividad y subsistencia humana, y eje
social junto a la religión aún por varios siglos, a partir del siglo XII las ciudades vieron
prevalecer a comerciantes, artesanos y otras capas urbanas. Un nuevo modo de vida, de
mentalidad e instituciones se impuso y adquirió finalmente formas institucionales. El valor y
con él la estructura de precios pasó de un ámbito de consideración y estimación local del cambio
a ser una relación de mercado y de aquello que Inmanuel Wallerstein llama una “economía-
mundo”.

En las ciudades la población se multiplicó e igualmente el poder concentrado inicialmente al


interior de sus murallas y posteriormente al interior de los límites de emergentes naciones. Con
la revolución industrial y la gigantesca explosión demográfica la ciudad se convirtió no sólo en
el centro de la actividad económica, cultural y social, sino en el centro receptor y sumidero de
todo tipo de elementos y mercancías.

Se crea un universo de nuevas posibilidades y necesidades que son dictadas por y responden a la
reproducción de una síntesis social autónomizada. En pocos siglos materias primas y bienes del
consumo habitual,así como elementos considerados ayer bienes comunes y/o universales como
el agua, el suelo, la energía o el aire progresivamente van siendo expropiados de las
colectividades, extraídos, modificados o afectados por la actividad social en un lento y hoy cada
vez más acelerado proceso de privatización y transformación en propiedad privada y
mercancías.

La expansión de esta forma de vivir y de consumo ha traído no sólo un gigantesco crecimiento


de la economía dineraria moderna sino la constatación de que la propagación de nuestra
actividad, bajo su orientación y objetivos, tiende a sobrepasar los límites de disponibilidad de
los bienes elementales necesarios a la vida. *

* Particularmente cuando ellos son apropiados y utilizados sin atención a su capacidad de


regeneración y a la resilencia de su entorno topológico y/o imbricación articulada de espacios y
formas de vida.

No se trata simplemente de su reposición para el uso de futuras generaciones, o una evaluación


de costos de base, sino de un estilo y manera global de relacionamientos que no ponen atención,
ni pueden limitarse --como malla y organización--, por la capacidad de regeneración de
ecosistemas anteriores a su aparición como forma de existencia social. Su autonomía es total e
indiferente al destino de la sociedades, sus valores éticos y al valor de la vida misma.*

* Marx utilizó tres conceptos claves al respecto: la reificación, el fetichismo y la alienación.

Las circunstancias que habitualmente denominamos cambio climático, crisis medioambiental o


límites del crecimiento llegaron a ser tema de reflexiones centradas inicialmente en la
microfísica de recursos, surgidas de esta misma forma de vida. Esa lenta progresión y
convergencia de procesos de intercambio fallido con el ecosistema es concebida, en nuestro
análisis, como telón de fondo o escenario de la crisis económica de inicios del s XXI.

El surgimiento de las crisis económicas seculares


Las crisis económicas, como crisis dinerarias, carestías o incluso fallas financieras no son
creación del capitalismo. Sin embargo las crisis económicas seculares poseen la especificidad
de que golpean cíclicamente el centro de la vida y del significado social de esta manera de vivir.
Son su manera de resolver la socialización indirecta que, en algunos períodos de su evolución,
se producen entre la producción social --a la está impulsado-- y la distribución de bienes en
forma de mercancías-valores. *

* En este sentido no reproducen la metáfora de José y del Faraón respecto a los 7 años de vacas
gordas a los que seguirán 7 años de vacas flacas. Se producen cuando hay vacas gordas, aunque
puedan considerarse en otro plano como simplemente cíclicas.

Las crisis económicas seculares aparecen en la historia cuando la nueva relación sintética, que
es el capital, ha logrado destruir --en el centro de lo que será un sistema de relaciones sociales--,
el nucleo de los vínculos basados en el mundo rural y feudal; y en las incipientes urbes, donde la
nueva relación social, --comercial y manufacturera--, expresa su dominio, tiende a predominar
un nuevo pensamiento que abandona el mundo de la brujería y la religión por el del dinero, la
razón racional y el mathema.

Se ha roto una forma del vínculo de amo y esclavo, --expresado en lealtad y vasallaje-- y se
desarrollan los ámbitos psicológicos que constituirán progresivamente al individuo y
subjetividad social contemporáneos, en sus primeras fases.

La primera crisis secular de la producción y economía del capital de la que se tiene información
es la de 1825, y expresa la madurez alcanzada por la contradicción que arrastra y expresa la
síntesis del capital/capitalismo. En ese año, expandida desde Europa hacia toda la economía-
mundo del capitalismo, la articulación de producción e intercambio se desorganiza, la actividad
económica se reduce y el empleo y los ingresos caen. *

* Es área de discusión si la crisis financiera de 1720 tuvo ese carácter secular. Con lo cual se
discute no sólo la magnitud de sus efectos sino su origen o fundamento.

La desestructuración y ruptura de mecanismos de reproducción e intercambio, --con una caída


de la bolsa y el comercio local y de larga distancia, en Francia e Inglaterra, en 1825--, revela
que, a un cierto nivel de complejidad, la articulación global de procesos productivos y sociales
que la nueva síntesis encarna no es automática. 2/

A partir de entonces el ciclo económico que conduce y orienta el capital,--que se resuelve en la


crisis--, ha continuado, mostrando un ordenamiento periódico que va del boom al crash, al cual
sigue una contracción o recesión, que se transforma lentamente en reactivación la cual a su vez
cambia a expansión y auge que concluyen en un nuevo crash.

Es una espiral que los apologetas del sistema muestran como siendo infinita, pero que
paralelamente suponen como ciclo sin solución de continuidad, autoconsistente y
abstractamente autopoiético. La crisis pasa a ser una fase contractiva y no la busqueda de
reequilibrio.

La ideología del sistema pretende convencer a la población que la crisis, que hace evidente el
carácter contradictorio del ciclo, es siempre el último y postrero desbalance, que la autopoiesis
del sistema no necesitará la descomposición de relaciones y la destrucción de fuerzas
productivas.

E igualmente, que tras la respuesta sistémica o autopoiética no hay residuo, que no hay fuerzas
productivo-destructivas marginadas, que no hay desequilibrios que se acumulen fuera del rango
de acción del capital. En definitiva que no hay potencial humano que pueda romper las reglas de
juego.

La historia ha mostrado que las burbujas especulativas y los desordenes de mercado son
consustanciales a las economías dinerarias, y que el deterioro y agotamiento de los medios de
vida y de las respuestas de las técnicas disponibles de una forma social y de producción han
determinado el derrumbe de imperios.

Sin embargo es sólo cuando el mercado y la forma valor han cobrado autonomía, y cuando la
producción de mercancías por medio de mercancías sobrepasa la existencia pueblerina y de
familia del medioevo, y se instalan en la vida social,-- creando las figuras de subjetividad
modernas-- que un nuevo tipo de crisis se hace posible.*

* Una crisis económica secular aunque se nutra de ficciones y contradicciones establecidas en el


ámbito de la subjetividad, --la confianza, el temor al riesgo-- tiene su basamento en procesos de
intercambio y de producción que hacen de fundamento singular de las formas de vida que
emergieron del medioevo.

Cuando las fluctuaciones de la vida social dejan de ser determinadas por el ciclo de la vida
agrícola o los deseos especulativos de poder del rey, ordenes religiosas, conventos o unidades
económicas aisladas, y pasan a ser alteraciones creadas por la nueva relación sintética que
totaliza a la propia sociedad como economía, es que vemos desplegarse el ciclo y dispositivo de
la crisis secular del capital.

La historia económica muestra como la humanidad conocía desde la antigüedad, tal como en
Grecia o Roma clásicas, el dinero y el “envilecimiento” de la moneda, el saneamiento o el
deterioro del ecosistema, así como períodos de auge o decadencia e impotencia de la técnica,
pero no había conocido un período en que todos esos elementos aparecieran como referidos al
tiempo de vida social, a través de costos, trabajo general, actos de vida igualables. Ello es una
creación del capitalismo como sociedad y forma de vida. 3/

Ha sido la circunstancia histórica de que la síntesis social se realiza en la esfera de la forma de


valor, que aquello que denominamos economía pasó a constituirse en la articulación social
central del entramado de determinaciones de la vida moderna creado a la descomposición del
sistema de vasallaje y dominio eclesiástico que se denomina feudalismo. Así mismo es su
desplazamiento desde esa esfera el que señala la decadencia del capitalismo y no los problemas
de su modalidad de organización.

La vida secreta del planeta


Retomando a Raoul Francé, biólogo de principios del siglo XX, David Attemborough nos
recuerda en un documental filmado en los años 80 que la diferencia esencial entre el llamado
mundo vegetal y el mundo animal es el ritmo de su respuesta. Todo crecimiento, decía Francé,
es un movimiento, retomando una vieja idea de la Alquimia. Todo movimiento es una acción e
intención, afirmaba, cerrando el círculo de esa filosofía organicista.
Ese tema había sido traído por la filosofía popular y ocultista de los años 60 respecto del
entorno natural y en especial de las plantas, y rechazado prontamente por el establishment de la
comunidad científica. 4/

Hacia fines de los años 70 un ciclo de documentales para TV sobre la vida en el planeta,
realizados por Attemborough en la BBC, retomó esa vertiente de mostrar una naturaleza
prístina amenazada por una actividad humana descrita sin definición ni análisis de su
especificidad. Cualesquiera sean las críticas a ese enfoque su señalamiento de que el futuro de la
vida en la Tierra depende de “un cambio en nuestras sociedades, nuestra economía y nuestra
política” tuvo un significativo impacto en las multitudes. 5/

La sociedad contemporánea, parecía tomar conciencia de un nuevo tema y área de


preocupaciones, pero no de las implicancias de su diferente tempo. La relación entre el entorno
ambiental y las formas de vida social y de conciencia siguieron siendo analizadas y descritas
como estando en compartimentos estancos.

Una razón para ello era que la evolución del entorno y con ella la crisis ambiental que se
escondía en la secreta vida del planeta poseía un diferente ritmo al de las preocupaciones y
formas de conciencia mantenidas por generaciones, centradas en la vida familiar y encerradas en
las fronteras del estado nacional, la tribu o la gens.

Diversos grupos de intelectuales durante el transcurso del último tercio del siglo XX empezaron
a destacar problemas y a hacer señales de alarma, en tanto los defensores del status
minimizaban esas señales y relativizaban las deducciones que los diversos modelos e
interpretaciones podían construir sobre el futuro.

Alianzas transversales de los sectores críticos al sistema o al menos respecto a sus estructuras
hegemónicas, que se intentaron y mostraron como posibles, --con iglesias y otras instituciones
tales como las Universidades y segmentos de la intelligentzia--, mostraban rápidas limitaciones.
6/

Así planteada la pugna entre fuerzas centrales del sistema y sus adláteres, --encerrados en un
impenitente optimismo--, y la plañidera protesta de pequeños grupos intelectuales
marginalizados la temática de la crisis ambiental no podía sino adquirir un carácter académico y
de confrontación de opiniones. Ella reemplazó la temática pacifista de las décadas anteriores
pero sólo muy lentamente recuperó su carácter de movimiento de masas y conciencia de
multitudes.

Donde unos veían la destrucción de diferentes procesos naturales y ecosistemas, los otros
señalaban costos de la actividad de una sociedad en eterna lucha y procura de su bienestar y
supervivencia.

En el primer enfoque se desarrolla tempranamente la denuncia sobre el agujero en la capa de


ozono, la deforestación y erosión que el consumo de terrenos y frutos del bosque o las
necesidades de papel o madera traen consigo, el progresivo aumento de los desiertos y la crisis
que nuestra gestión del agua traerá no sobre nuestras economía sino sobre nuestras formas de
vivir y de gobierno. Mal reparto, imprevisión, derroche de recursos o su carácter limitado, pasan
a calificar situaciones; la contaminación, la polución y el carácter renovable, sustentable o
sostenible pasan a ser conceptos cada vez más utilizados y del lenguaje diario.

La nueva expansión del sistema económico global y del modelo de consumo que se busca
copiar centralmente de EEUU, hecha posible desde mediados de los años 70, traen al análisis y
discusión no sólo la acumulación de desechos y basura, sino la contaminación industrial y
urbana.
Los límites del crecimiento económico potencial se hacen también tema de análisis e incluso el
tema demográfico y reproductivo, a pesar de la oposición de las grandes Iglesias monoteístas.
La migración, inmigración y el tamaño de las ciudades son tema de Conferencias, así como la
deuda externa y posteriormente universal asumida como impagable. Y sin embargo en esa fase
de la comprensión y conocimiento social del problema, Economía y Ecosistema aparecen como
áreas distintas, sin espacio topologico similar, cuyo punto de encuentro es sólo el consumo y las
exigencias de un crecimiento industrial y tecnológico, considerado como único y como meta
planetaria.

Sólo al advertirse la confluencia de esos procesos y su impacto conjunto y sucesivo sobre el


clima global, así como el deterioro de la resilencia del ecosistema, empiezan a exigirse por
algunos sectores sociales un cambio de actitud social y personal que también involucra la
relación hombre-naturaleza. 7/

Una nueva reflexión se hace posible sobre las fuerzas productivas creadas por la sociedad que
ahora muestran una faceta destructiva. Igualmente su aplicación social o productiva deja de ser
considerada como expresión de la conciencia individual y social para serlo de una relación
ekopoiética, es decir de un proceso que involucra su socialización interna y la creación
simultanea de un entorno socializado.

La crisis económica desatada en 1929


En su mensaje al Congreso de EEUU a fines de 1928, el Presidente Coolidge afirmaba:
“Podemos considerar el presente con satisfacción y anticipar el futuro con optimismo”. Faltaban
sólo 6 meses para un crash bursátil que remecería la economía del planeta.

En tanto las actividades comerciales disminuían, el boom de bienes raíces de Miami Beach y
Coral Gables se había transformado desde la venta de terrenos a venta de opciones, los Bancos
apalancaban a los corredores de bolsa en títulos y valores cada vez más especulativos, y las
acciones aceleraban su subida de precio.

Un largo período de intensas inversiones productivas llegaba a su fin en ese traspaso de capital
desde las nuevas manufacturas y tecnologías a la inversión inmobiliaria y los títulos valores.
Con una tasa de ganancia en retroceso no se generaban nuevas inversiones industriales por la
sobrecapacidad productiva acumulada y el vigor de las ganancias especulativas.

El desempleo era el más elevado desde la posguerra y sin embargo el mercado bursatil al alza
no se detenía, en consonancia con las declaraciones presidenciales y las de la Reserva Federal.
La producción de vehículos Ford modelo “A” y otros productos de uso conspicuo en la época,
no lograba cubrir la demanda efectiva, pero la vigorosa introducción del Taylorismo y Fordismo
estaba atascada en otros sectores de industria. En ese año de auge –1928-- el número de
acciones negociadas diariamente en la Bolsa pasó de 5 a 7 millones, y para muchas de ellas su
valor facial se había más que duplicado en el año.

Para mediados del año 28 los precios y récords bursátiles se tomaron un respiro, indicando un
ajuste; sin embargo, luego de una breve pausa el mercado se recuperó para volver a vacilar sólo
a fin de año. La Reserva Federal procuró modular el flujo de recursos dinerarios, pero la
especulación en ascenso los absorbía.

Así se llegó al año 29 y la recomendación bursátil de “jamás venda a la baja” continuó. A partir
de mediados de ese año la actividad industrial disminuyó, así como el transporte, pero el
mercado de valores no pareció advertirlo.

Desde el 19 de octubre de 1929 los valores declinaron, para llegar en el famoso Jueves Negro a
una situación de pánico y desorden de mercados. A continuación los banqueros intentaron
sostener el mercado pero la confusión y contracción se expandió a la denominada economía
real. De allí saltó al planeta entero.

Cuando el Gobierno Norteamericano finalmente comprendió que no se trataba simplemente de


una crisis de liquidez sino una crisis sistémica, convocó a los empresarios de la banca e
industria a invertir, aumentó su gasto en obras públicas, y llamó a los trabajadores a aceptar una
reducción en sus salarios: había que salvar al capitalismo.

La crisis económica sistémica es también una crisis de entorno


La crisis desatada el 29 se mundializó no por las funciones operativas de la bolsa de EEUU, la
cual no superaba a la bolsa de Inglaterra como núcleo y corazón del sistema financiero de la
época, ni por el peso de su estructura industrial o agrícola.

Lo hizo porque el proceso de crecimiento y acumulación del capital a nivel planetario, cuyo
ciclo global había llegado a su cenit, ya se anudaba en su síntesis de valor y del ciclo de
valoración en torno a esta nación –EEUU-- desarrollada bajo el ala del viejo imperio inglés. Ella
ya estaba en el área concéntrica interior de la valoración como factor ordenador de su matriz
reproductiva. 8/

El sistema monetario internacional se derrumbó junto con los precios, al igual que el comercio,
la producción y el empleo. Entre 1929 y 1933 el comercio mundial disminuyó un 65% y la
producción un 50%.

En EEUU mismo esas cifras fueron menores, sin embargo los salarios cayeron un 45% y el
desempleo superó el 30%. En igual período quebraron 5.000 bancos, arrastrando en su caída a
cientos de miles de ahorristas. Los precios agrícolas cayeron y los grandes productores
prefirieron vender toneladas de maíz y trigo como combustible que entregarlos a precios
menores a una población hambrienta.

Gigantescos fenómenos meteorológicos y ambientales, como las sequías y polvaredas de


EEUU, se desatan en casi sincronía –aunque a un tempo diferente-- con la crisis hasta el año
1934 para continuar con un pick de lluvias en el Sahel africano en los años siguientes. Se
evidencia un breve cambio de comportamiento de macro movimientos atmosféricos y de áreas
cultivadas, como si éstos viniesen a reforzar el desorden metabólico de la sociedad, con el de la
naturaleza. Sin embargo la perturbación ambiental en la interpretación habitual no se considera
del hábitat sino un fenómeno paralelo. 9/

Diversos autores creen que la salida de la crisis norteamericana de 1929 no fue producto de las
políticas de F. D. Roosevelt, relativamente conservadoras en el gasto, sino de la expansión y
despliegue industrial-militar que se llevó a cabo con ocasión de la Segunda Guerra Mundial.
Las cifras disponibles parecen confirmarlo, la recuperación fue lenta y se afirmó sólo hacia
1938. Ese enfoque se amplia a una visión de la recuperación del sistema-mundo capitalista
como asociado a la expansión y consolidación del eje EEUU-Inglaterra y al avance de su
hegemonía en la 2ª guerra.

Algunos autores señalan --como elemento central en la superación de la recesión y contracción


económica-- la introducción en EEUU, la URSS y Europa, de nuevos procesos técnicos y
tecnológicos en escala ampliada y generalizados después del crash, así como la difusión del
cambio de paradigma científico producido en las mentes más brillantes del planeta. 10/
Igualmente se habla del rol de de la voluntad política, expresada en planes y en acciones de los
Estados para impulsar la industria.

Otros hablan de un reequilibrio expansivo, obtenido --respecto a recuperaciones anteriores--


desde el nadir del ciclo económico por una suerte de keynesianismo militar. 11/
Tanto la recuperación de la economía de los Estados Unidos, como la de la Alemania hitleriana
y la industrialización stalinista, en los años 30, estuvieron basadas en la aplicación y
consolidación de una política y formas de articulación Estado y empresa. El resultado de esa
política fue una red económica privilegiada y dirigente que el Presidente Eisenhower denominó,
en la inmediata posguerra, el “complejo industrial-militar”.

La recuperación de la crisis de los 30 se produjo hacia finales de esa década pero su


fundamento no fue sólo el gasto fiscal y militar en un nuevo sector de empresas, o los esfuerzos
sociales, políticos y militares de unas naciones por prevalecer sobre otras. Ella se produjo
simultáneamente con y a través de los procesos básicos que a nivel tecnológico-productivo y en
las relaciones sociales se generaron y siguieron produciendose con la modificación de
correlaciones de fuerzas.

La derrota del movimiento obrero y sindical en Europa, EEUU y en la URSS en particular,


había dado espacio a una renovación del conjunto del proceso de acumulación de capital, y de
su hegemonía, --resuelta a través de la Segunda Guerra Mundial-- cuya profundidad permitiría
30 años dorados de expansión productiva a su salida.

Aprender a vivir con guerra fría y a pedir lo posible.


Como sabemos, pese a los temores de los grupos hegemónicos en Inglaterra, Francia y Rusia,
después de la 2ª Guerra Alemania se recuperó como centro industrial y tecnológico, logrando
finalmente su reunificación. La guerra fría permitió que ese desarrollo se diera en las dos áreas
en que esa nación quedó inicialmente dividida, aunque el sector occidental pudo realizar la
transformación y modernización de su infraestructura productiva con relativa celeridad y
amplitud gracias a su mejor articulación al mercado mundial. En ello fueron fundamentales los
recursos de capital provenientes de EEUU, nuevo eje del sistema-mundo, con su estructura
productiva intacta.

El reordenamiento de la hegemonía permitió un período de expansión industrial, --a pesar de


incidentes como la guerra de Corea, o las intervenciones en Guatemala o Irán--, a todo lo largo
del planeta, sin modificar los círculos y flujos de integración e influencia. Esa expansión
económica en el centro era canalizable hacia el consumo de masas y la transformación neo-
fordista de la nueva industria en expansión. En la periferia a la expansión, con apoyo del estado,
del mercado urbano y la industria sustituidora de importaciones,12/

Los costos de intermediación -como se denomina en la jerga de los economistas a los gastos del
aparato de Estado y el excedente aplicado al comercio- disminuyeron. Sin embargo en la
evolución general del sistema-mundo el crecimiento del complejo industrial-militar siguió
siendo determinante, al menos hasta la caída del muro de Berlín.

Esto fue así pues disciplinaba, en las dos áreas enfrentadas, no sólo a los aparatos de Estado del
mundo occidental sino también a los del segmento del mundo bajo control de la URSS --
dándoles a ambos direccionalidad y estructura ideológico-institucional para el ejercicio de la
hegemonía interna--. Además porque instruía docilidad y obediencia en sus sociedades,
embrutecidas por la pérdida de una generación en la represión fascista, estalinista o por la
participación en la última guerra acaecida inter-potencias.

En los primeros años de la década de los 50 una densa niebla de color marrón cayó sobre
Inglaterra, cubriendo Londres por completo con un manto oscuro y pestilente. 13/ No era la
primera vez que sucedía en Inglaterra pero llevó el tema de la contaminación a nuevos niveles
de la conciencia social en el centro del sistema. 14/

Sin embargo junto a la expansión industrial de posguerra un nuevo fenómeno avanzaba


haciéndose evidente en primer lugar en los países del centro sistémico: la lluvia ácida y la
contaminación con carbono. Ellos señalaban un nivel más global de los efectos de un modo de
vida y producción orientado por la ilusión de un consumo y crecimiento sin límite.

La guerra fría desplaza la guerra global y de clases


Desde los años 50 y 60 la humanidad vivió el drama de Indochina y África, y el derrumbe de las
aspiraciones imperiales de Francia e Inglaterra, sin abandonar la mesa de negociaciones que
representaba la ONU. Las luchas sociales y políticas de esos años llevaban, no sólo un sesgo y
sello sino una impronta industrialista que debilitaba en las articulaciones de trabajadores ejercer
liderazgo hacia el movimiento de masas y autonomizarse respecto del Estado. Ella era
consecuencia de una posibilidad y una debilidad surgidas de la guerra.15/

La colonización-modernización cambió de acento en los ámbitos nacionales, regidos por el


mapa de influencias de las llamadas superpotencias. La mutua destrucción garantizada MAD,
que se había logrado entre ellas con la bomba atómica, permitía un juego de acumulación de
fuerzas a terceros, tolerable en tanto no afectara los nudos estratégicos del equilibrio
interpotencias. 16/

La Revolución que superaría al capital, proclamada casi un siglo antes por marxistas y
anarquistas, pareció desvanecerse ante la continuación de la regresión política, cultural,
ideológica de preguerra y el aparente triunfo de una sociedad del bienestar y consumo que se
suponía y proclamaba era alcanzable para todos.

La recuperación y el desarrollo industrial en las dos primeras décadas de posguerra imponían en


los trabajadores industriales y a las grandes masas trabajadoras en general un realismo chato:
pedir lo posible dentro del estado-nación, determinado por el reparto del mundo salido de los
Acuerdos de Yalta, ya fuese en Occidente o en la autodenominada área socialista.

Los grandes movimientos sociales y de trabajadores que habían conmovido al mundo desde el
siglo XIX y que se prolongaron al menos hasta entrar a la Segunda Guerra, se habían diluido.

Nuevas figuras de subjetividad estaban en construcción, escondidas en los babyboomers y el


rock, el desprecio de las masas a las capitulaciones ideológicas y a la preeminencia del
funcionalismo así como de las iglesias tradicionales, o a la política global entendida como área
de decisiones técnicas y la razón instrumental, pero esperarían para su eclosión la nueva
coyuntura.

Desde la posguerra las direcciones sindicales se habían convertido progresivamente en


superestructuras burocráticas, ideologizadas por intereses partidistas, y enfrentadas entre sí por
el control y la manipulación de trabajadores organizados en segmentos estancos. 17/ La
decisión política se haría progresivamente un área de especialistas o cuadros.

El mundo se industrializaba, pero los modelos políticos y económicos en los países donde
parecía predominar la vida moderna eran claramente controlados por tecnocracias con fuertes
vínculos con el capital corporativo y amplios espacios de autonomía. *

* Léase a Hellen Keller, Paul Mattick y Noam Chomsky.

En el mundo cultural y universitario de la posguerra Max Weber parecía triunfar sobre Marx.
Heidegger triunfaba sobre su pasado nazi salvado por Hanna Arends, y la sociología
norteamericana iniciaba --a través de sus economistas-- la conquista del pensamiento culto
europeo. Sin embargo, contra cualquier pronóstico lineal, la pérdida del ritmo de expansión
industrial a fines de los 60 traería nuevos aires y fuertes movimientos en los salones de la
cultura y en las calles.

La construcción de nuevas figuras de subjetividad


La rebelión juvenil del 68 que se produjo simultáneamente en Berlín y París, China o Venezuela
extendiéndose rápidamente al conjunto del planeta, señalaba que algo se había modificado en la
estructura de la conciencia de la población. Esa idea --temporalmente en repliegue, por el
rechazo juvenil a los valores del sistema--, era el concepto de que la vida es sólo una tarea
productiva, que los bienes son escasos y que cada país y sociedad podía resolver sus problemas
aislado de la dinámica general. *

* La revolución china de los guardias rojos era, tal vez, la más oscura, aunque también
postulaba --junto a su productivismo-- una utopía alejada del estado y del mercado.

Los sucesos políticos, no obstante, difirieron grandemente en cada país como si el nivel etario
en que surgió la protesta determinara las amplias posibilidades de ella. 18/

E igualmente la represión que le siguió en Europa fue diferente a la de EEUU o a la de México,


o a la de Checoeslovaquia así como sus motivaciones explícitas.

Rosa Luxemburg volvió a ser editada y proclamada como ícono revolucionario y el espacio
mágico de la esperanza de toda una generación se aglutinó tras la imagen y proyecto del Che
Guevara.19/

Esa sensibilidad mostraba que el horizonte social en el que las figuras de subjetividad se
construían, estaba cambiando. El imaginario que durante todo el siglo XX se había construido
sobre el horizonte social de la nación y de conciencia de clases se estaba abriendo a nuevas
perspectivas e ilusiones.

El desarrollo industrial todavía organizaría y reorganizaría el imaginario social en la periferia


encasillándolo en las fronteras culturales, idiomáticas y de mercado; y sus pueblos y
poblaciones se reconocerían en la política y accionar nacional, en tanto la expansión industrial y
corporativa desde el centro del sistema cruzaría sus fronteras en el período que se iniciaba.

La propia síntesis, llevada a la mundialización abstracta y cosmopolita de relaciones --traída


por el capital financiero y la expansión de las denominadas transnacionales--, mantendría el
equilibrio entre estado nacional y una economía en proceso de globalización, entre redespliegue
industrial y control financiero-corporativo. Fortaleciendose las instituciones de manejo global e
impulsandose desde ellas la destrucción a nivel local de las contenciones del período de
inmediata posguerra.

Nuevas figuras de subjetividad se desarrollaban, reconocían y construían en el seno de la


población. A las formas de angustia y auto represión que la posguerra había mantenido, le
sucedía un período de optimismo, presión hacia la libertad sexual y derechos individuales, y
explosión de la cáscara deseante, en el centro del sistema. Poiesis que los grupos que
dominaban y controlaban el planeta se esforzarían en los años sucesivos en aplacar, controlar y
reprimir.

Como sabemos, esos conflictos y sus interpretaciones institucionales y de masas iban a


resolverse a través de las transformaciones políticas y de formas de dominio que se iniciaron en
el sistema monetario y financiero impulsadas por Nixon y la Trilateral de países y
corporaciones, las cuales generaron una nueva economía de servicios en el centro, cooptaron a
China al mundo industrial y promovieron los programas de shock en el Cono Sur de América
Latina y en sucesivas áreas de la periferia.

En Estados Unidos, desde los años 70, las expresiones coyunturales de ralentización del aparato
industrial --que respondía a la producción para el consumo interno-- fue compensada, por el
sector hegemónico de ese país, con un sostenido aumento del gasto militar y fiscal. Ese gasto
que era progresivamente dependiente de un déficit monetario y con el exterior continuará
ampliándose en los años siguientes, marcando una tendencia. 20/

Ese desbalance formidable y deficitario continuó en los 90 y a principios del nuevo siglo, en
todos los gobiernos de ese país, independientemente de su color político, a pesar de que el
supuesto triunfo en la Guerra Fría había sido alcanzado. Lo que nos permite entender a su vez la
búsqueda en el actual período, por parte de los estrategas americanos, de un nuevo “enemigo
creíble”.

Las nuevas expresiones de la conciencia social en los 70.


La consolidación de la primacía de un nuevo modelo económico y de control social, una nueva
forma de hacer las cosas en el seno de los grupos hegemónicos a nivel mundial, se realizó al
articularse intereses de grandes corporaciones transnacionales y lideres políticos en una
coyuntura que necesitaba una salida. Su expresión más visible fue la constitución de la llamada
Trilateral pero existían con anterioridad a ella varias instituciones y agrupamientos de la altas
finanzas, del mundo de los poderes económico-sociales de los países centrales e intelectuales a
su servicio. Su proyecto global, mundial y totalitario tuvo su expresión directa en la ideología
del llamado “neoliberalismo”, cuyo programa en América Latina adoptó en los 90 también el
nombre de “El Consenso de Washington”. 21/

Ese programa llegó a ser casi un breviario para la política económica de los países bajo
hegemonía norteamericana. Entre sus recomendaciones estaban la disciplina fiscal y reducción
de la intervención y regulación de mercados por el Estado, medidas de liberalización del
comercio con el exterior y de la inversión externa directa, privatizaciones en el área hasta ayer
fiscal de bienes comunes así como de fortalecimiento de los derechos de propiedad.

Esta nueva conciencia y disposición de ánimo, así como la forma y mecanismos de articulación
y la correlación de fuerzas, --en el seno de los grupos hegemónicos-- estableció y fortaleció una
subsidiaridad de la actividad industrial y del comercio respecto de los flujos financieros que
articulaban los procesos del ciclo global a nivel sincrónico. 22/

Ese carácter global y especulativo --expresado en un énfasis del nivel dinerario y de las
modalidades financierizadas de la economía y la vida social-- no surgía de una teoría o
conciencia política. Aunque al respecto se mencionen las estrategias formuladas por Henry
Kissinger, --imaginadas por sus epígonos como acciones que buscan un equilibrio de fuerzas, al
modo de Klemens von Metternich--, surgen de una realidad en el sistema-mundo que unificaba
el poder corporativo y de banca y seguros, así como su política global, a un nivel de decisión y
acción dado por equilibrios financieros globales.

Tampoco es que no hubiera contradicciones entre segmentos industriales, comerciales o


financieros en los 70 o que las contradicciones o conflictos sectoriales no se anudaran y
matizaran en torno a las características singulares de cada formación social especifica. Es que su
resolución estaba subordinada estratégicamente por la dinámica general de la acumulación en el
período y en ella el potencial de ubicuidad, velocidad de aplicación y articulación del mundo
financiero era superior al de otras determinaciones e intereses industriales y/o comerciales.

A nivel teórico el neoliberalismo, que aparece en esa época como una suerte de rescate y
renacimiento del monetarismo y una interpretación “académica” de la realidad, se impone como
ideología tecnocrática y totalizante, arrinconando al pensamiento keynesiano y desarrollista.
Subido posteriormente este enfoque a política económica recomendada e impuesta desde el
FMI, el BM y el Gobierno de EEUU fue simultáneamente un proyecto político conservador,
represivo e imperial que buscó consolidar la hegemonía del gran capital corporativo
transnacional y financiero y afianzar o reconstruir el poder de la clases propietarias
subordinadas a las de los países del centro del sistema. 23/
Su proyección conceptual iría sobre las olas de la expansión del capital corporativo y la
expansión de la influencia del mundo académico de EEUU, la gran potencia hegemónica
occidental. Su ideario aparentaba ser proyección de teorías de la Escuela de Chicago y Milton
Friedman o de sus antecesores como von Hayek, pero a nivel especulativo su ideario encontraba
sus raices en la filosofía de Leo Strauss y el llamado nuevo conservantismo. Su impacto,
desarrollo y proyección política no se realizaría en el debate de ideas sino sobre el avance de
golpes militares y situaciones de stress político y social que esos sectores buscaban, provocaban
y utilizaban. *

* Naomí Klein. La doctrina del Shock. El auge del capitalismo del desastre. Ed Paidos 2007.

Creada como programa y reflexión teórica en el centro sistémico la aplicación política del
enfoque y teoría neoliberal avanzaría desde la periferia hacia el centro, anunciando el nuevo
carácter de la acumulación de capital y el reordenamiento de su hegemonía.

Las nuevas articulaciones y alianzas que impulsan la globalización


El Grupo de Bildeberg y el Council of Foreign Relations, que aglutinaron tempranamente en la
posguerra a representantes de los grandes negocios del centro sistémico, fundan en 1973 la
Comisión Trilateral. 24/ Esta instancia de acuerdos, al más alto nivel, incluirá desde esa fase a
los grandes empresarios de Japón en la construcción de una perspectiva que ideológicamente se
atribuirá la tarea de la globalización y compatibilización económica pero que más
modestamente condensará los objetivos gruesos del gran capital corporativo-financiero. *

* Vease en Wikipedia el listado de participantes del Grupo Bilderberg, del Council de Foreign
Affaires y de la Comisión Trilateral, sin caer en la tentación de ver allí sólo una conspiración de
“ricos y poderosos”.

Tal como en los años 50, nuevamente la hegemonía y poder del centro sistémico estaba
amenazada desde estados nacionales del sudeste asiático, África y América Latina, con sus
luchas orientadas a fortalecer la realización del ciclo de acumulación en su mercado interior y a
crear una base industrial autónoma. No era sólo la autonomía política la que estaba en juego,
también lo estaba la modalidad de inserción en el sistema-mundo.

Ese proyecto al igual que el del Nasserismo y los tempranos nacionalismos del medio oriente,
Africa, Asia y América Latina, en la inmediata posguerra, sería frustrado, a sangre y fuego,
porque amenazaba los intereses y perspectivas construidos desde el centro, y porque afectaban
la globalización impulsada por las finanzas y corporaciones, a nivel de los mercados.*

* El debate entre ciertos grupos antiimperialistas y/o de izquierda en orden a buscar, crear y/o
promover una alianza con una burguesía “nacional” en la periferia del sistema encuentra así una
resolución inesperada.

Es ese proyecto social de hegemonía y centralización del capital, de reordenamiento del ciclo y
del ámbito de realización mercantil en el proceso de acumulación, y no el militarismo de un
Ronald Reagan o la obsecuencia de Alan Greenspan respecto a las grandes corporaciones, lo
que explica el auge financiero de ese período.

La financierización de la industria, comercio e incluso el consumo, como a veces se


conceptualiza esa conformación de la estructura y actividad económica, es expresión de una
constelación hegemónica y de la forma de control y centralización del capital que se lleva a
cabo por ella. Es la forma de la hegemonía y su modo de conformar la estructura, que amplía y
supedita, la que privilegia la realización del ciclo económico en la periferia desde la década de
los 70 por la vía de la expansión de deudas y créditos a nivel global, tal como lo hará
posteriormente en el centro sistémico.
En tanto las relaciones económicas se internacionalizan y transnacionalizan a varios niveles,
fortaleciéndose acuerdos financieros, comerciales y de producción entre las tres áreas
geopolíticas consideradas en esa época como centrales del capitalismo --EEUU, Europa y
Japón--, las elites toman conciencia de la urgencia de un cambio de mentalidad y conciencia en
una población cuya participación en la década de los 60 e inicio de los 70 parecía amenazar la
base de las relaciones sociales tal como ellas eran entendidas: familia, dinero y propiedad.

Junto a un consciente paso a la tramoya del escenario histórico, por parte del segmento que
lidera la elite mundial, el sistema generará un mundo de ficción, de personajes VIP cuya
existencia y liderazgo es asegurada por los medios de comunicación. Entre esas dos elites y
sirviendo de bisagra se mueve en EEUU el mundo de los Nuevos Conservadores, los neocons.
25/

En 1975 se presenta al ágora del poder y del dinero representada en la Trilateral, la tesis de
Huntington, --que resume el deseo de un amplio sector presente en la reunión de un gobierno
mundial de élite y oligarquía--. La versión endulzada de esa estrategia --esbozada en el libro--
se plantea imponer a la población, denominada como “público”… “los valores, las actitudes y
patrones de consumo de la clase media” en otras palabras transformar amplias capas de la
sociedad de los países centrales y de la periferia en un público pasivo, de consumidores y
pequeños accionistas, imbuidos de valores tradicionales.*

* “The Crisis of Democracy”,P. Huntington, Samuel; Michel J Crozier; Joji Watanuki Pág. 157.

En el libro se agrega con notable cinismo: “El funcionamiento efectivo de un sistema


democrático necesita de cierto nivel de apatía de los individuos y los grupos. En los tiempos
pasados, cada sociedad democrática tuvo una población variable que se hallaba en los márgenes,
que no participaba en la política. Esto es intrínsecamente anti-democrático y sin embargo ha
sido uno de los factores que ha concurrido al buen funcionamiento de la democracia”.*

* Op cit pág. 161.

En el libro citado sus autores hacen un listado de ideas que constituyen obstáculos a la sociedad
que postulan:
1) la búsqueda de la igualdad entre los hombres…
2) La expansión de la participación en la política…
3) La competición política…
4) La respuesta de los gobiernos a las demandas y presiones de la sociedad...” *

* Ibid.

La participación y las garantías sociales, para esos grupos de poder, debían ser aplastadas y
reemplazadas por la cooptación y la concertación dirigidas por las elites, incluidas las de
distintas jerarquías. Era un programa claro, de acción neofascista, que ha tenido diversos
cultores, y no sólo en la derecha política.

El “Consenso” neoliberal. Una ideología como programa y viceversa.


El neoliberalismo en tanto teoría se construye sobre la ilusión de la prescindencia del Estado en
los mercados precisamente en un período en que el proceso que constituye la acumulación de
capital sólo se hace posible con su presencia. 26/ Se concibe, a sí mismo, como teoría
económica y es una visión y programa que exigen una implantación política.

Nada es más mentiroso que la afirmación de los grupos neoconservadores de que su actividad,
lucha y predominio busca otorgar un carácter subsidiario al Estado. Por el contrario este aparato
es fundamental para el objetivo de obtener la reorganización de los flujos y articulaciones del
proceso de valorización a escala nacional e internaciones, y para ello lo utilizan.27/
El Estado intervendrá, como en Chile desde el golpe militar de 1973, para desmantelar la
estructura de bienestar social estadal y de los sindicatos, para frustrar proyectos autónomos de
desarrollo industrial y productivo nacionales, y para entregar grandes empresas de paises de la
periferia -- construidas con apoyo fiscal en el período anterior así como nuevas áreas en
explotación-- como botín de guerra a los conmilitones del capital corporativo y financiero de los
países centrales. 28/

El proyecto ideológico-político y económico neoliberal, “The Washington Consensus”,


expresaba los intereses y las necesidades de expansión y consolidación del régimen del capital
en la nueva articulación de fuerzas alcanzada en el centro del sistema, pero su puesta en práctica
por el terror sólo podía iniciarse en la periferia.29/ Era la aplicación de una concepción del
sistema internacional como una cadena y de la acción sobre el eslabón más debil. Como
proyecto total y totalitario se acompañaba con buenas dosis de egotismo, represión y
embrutecimiento de masas que se hicieron progresivamente evidentes --en las décadas 70 y 80--
como partes indisolubles del modelo.

Desde los 80 los flujos financieros originados y/o canalizados desde el centro permiten la
expansión corporativa y la transnacionalización de mercados y empresas. El capital no sólo
fluye como acreditivo sino absorve buena parte de la industria periférica. Hay un proceso de
concentración y centralización de capital que llega en un momento a amenazar con obstaculizar
el sistema de pagos centro-periferia.

Se habla de la expansión de la denominada industria de servicios y la extinción del trabajo y el


proletariado, o su reducida importancia en la reproducción social, -- así como de la
desmaterialización de la producción-- confundiendose los efectos en el modelo y/o régimen
metabólico del capital con la evolución de la síntesis y con la vida social misma. 30/

Con esa ideología e imaginario, impuestas y/o defendidas ferozmente como teoría, imagen y
cultura por la presión de los medios y el poder político, se procuraba acentuar los rasgos para
una nueva figura de subjetividad. Se busca y estimula crear un nuevo tipo de individuo, aislado,
educado por el mercado y aterrorizado ante la potencia represiva del Estado, la disciplina de
fábrica, y la propiedad como ente inexpugnable e intocable.

Su correlato son multitudes desestructuradas, poblaciones subordinadas, y la pasividad de un


sujeto social subalterno o marginalizado, a los que se les impone ser observadores pasivos de
un juego superestructural, dejándoles como alternativa reconocerse en ideas milenaristas,
religiosas o racistas, de pertenencia. *

*Las nuevas conductas se estructuran en torno a/o sobre conductas y comportamientos


anteriores. No se estructuran en el vacío. Es por ello que pueden real y/o aparentemente decaer o
debilitarse frente a estructuras previas de comportamiento. Brenan y Keller acentúan lo anterior
en un estudio psicológico de los años 60, The misbehavior of organism, mostrando como
conductas aprendidas o cultivadas se debilitan, en situaciones de crisis, frente a lo que
denominan “conductas fuertemente instintivas”. Ver en Historia de las Ideas Psicológicas, Helio
Carpintero, Ed Pirámide, Madrid 1996.

Las nuevas estructuras de comunicación y la reestructuración de los medios de educación de la


población se orientan desde esa época a crear y fortalecer mensajes de competencia y no de
cooperación, de responsabilidad aislada individual y ya no de la colectividad. Se segmenta y
arrebata valor a la historia y al espíritu racional y crítico, desdibujando la memoria social y
comunitaria, así como se impulsa a aceptar la duplicidad ideologica de un aparente repliegue
del Estado que oculta el de las estructuras de la comunidad de sus anteriores responsabilidades
sociales.
En tanto se aumenta sostenidamente el gasto y contingente militar en los países centrales del
sistema, se hacen, paralelamente, llamados a toda la comunidad de países periféricos a
desmantelar el anterior estado de bienestar y a declarar la subsidiaridad del Estado. La
resistencia en los años 80 a la aplicación de las políticas de incremento del gasto militar se
debilita también en las economías del denominado mundo socialista, abriendo paradojalmente el
cauce a su definitivo desplome, cuando más armadas estaban. 31/

Los “Chicago boys”, constructores y administradores del modelo impuesto a sangre y fuego en
diversos países, traen en sus maletines los análisis de Slutsky, Hicks, o los bienes de Giffen, y el
convencimiento que las crisis económicas del capitalismo habían sido definitivamente vencidas.
32/

La emisión inorgánica se transforma en el soporte de la resiliencia del sistema. Ella permanece


oculta tras el aumento del gasto militar y la posibilidad de sostener la demanda progresivamente
en el consumo, permitiendo asumir una deuda creciente a consumidores y estados,
particularmente el de EEUU.

Los acreedores podrán acumular en activos reales e imaginarios, incluidos la acumulación de


obras de arte, títulos, bonos y valores, el capital virtual que se introducía a la economía. El
Leverage Bancario no sobrepasa aun una relación de uno es a uno, pero ya el capital financiero,
apoyado y orientado por la Trilateral, el grupo de Bilderberg y las políticas de Kissinger, ha
logrado transformar la deuda impagable de las economías periféricas del sistema de los años
setenta en inversión y control de activos anteriormente nacionales. *

* Para inicios del nuevo siglo el leverage será, en muchos ámbitos bancarios y financieros, de
treinta a uno.

Las guerras secretas y los temas estructurales


La idea de que la evolución de los acontecimientos humanos, e incluso de la historia en sus
estructuras más densas puede ser determinada por una conspiración o por la iniciativa audaz de
un puñado de hombres, se fortaleció en la sociedad capitalista desde la Revolución francesa.33/

A partir de la primera guerra mundial la acción y presencia de los aparatos de espionaje


vinculados a los ejércitos se multiplicaron en los grandes países de Occidente. Sin embargo no
fue allí sino en la URSS donde surge el más poderoso aparato secreto, poseedor de continuidad
y auto justificaciones. 34/ Con él el proceso de sobreacumulación centrado en bienes de capital
pudo sostenerse casi 70 años.

Hacia los años 70 el aparato y accionar de la CIA y en menor medida el FBI, así como de otros
instrumentos de terrorismo de los estados centrales, conocieron un período de conflictos y
pugnas internas y decadencia. La derrota de Vietnam y Laos evidenciaban su incapacidad para
responder al objetivo imperial de previsión, represión selectiva y control. 35/

La dispersión imperante es revelada en la frase de uno de los directores de la CIA, Jim


Angleton, en 1975, cuando se le pide explicar el incumplimiento de la orden de la Casa Blanca
de destruir el arsenal de venenos que poseía la agencia: “Resulta inconcebible que un arma
secreta del gobierno deba someterse a las ordenes públicas del propio gobierno”.*

*Audiencia del Comité Church. Congreso Norteamericano. 25/09/75.

La ilusión de autonomía en esos “Servicios” y de encarnar la cara negativa del poder, como
justificación de la tortura, el dolor y el asesinato de miles, para mantener la iniciativa política
propia y triunfar, había sido reemplazada --en la cúspide política de EEUU al igual que en
Rusia-- por el objetivo político tecnocrático de obtener acuerdos. 36/
Las bases de esa visión estratégica parecen encontrarse en la comprensión de un estado de
equilibrio y terror nuclear,a través de la destrucción mutuamente asegurada, sólo rota para fines
de los años 80. *

* B.H.Liddell Hard, Why don´t we learn from history ? Vease también Strategy Ibid.

Puestos bajo control en dicho período, --y desplazando la responsabilidad de las cabezas de
estado en los asesinatos cometidos--, los aparatos de los servicios clandestinos pasaron
finalmente a ser instrumentos de la política antes que de la razón de estado. *

* Es ese giro el que el Coronel North reclama a Ronald Reagan.

Sin embargo es, precisamente, en el comité del Congreso que estudiaría los excesos de la CIA
al interior de EEUU donde estarían también presentes y con capacidad de decisión los
miembros de una nueva tendencia visible en la política norteamericana, los neocons. 37/ *

* Vease también Apendice 5

Los neocons en abierta y permanente confrontación con la tendencia estructural generada en los
ámbitos de las corporaciones y las finanzas por conseguir una expansión de mercados, imponen
en las décadas siguientes y en coyunturas decisivas la búsqueda del derrumbe del poder de la
URSS. 38/

No obstante su impacto y evidente influencia, atribuir a esa tendencia --así como a las
creaciones de su confluencia táctica en los 80 con el movimiento fundamentalista musulmán en
la lucha contra la URSS, vg Al Qaeda--, un carácter estructural es probablemente exagerado.

Otro y distinto es el carácter de movimiento corporativo-financiero en las cúpulas de los


sectores que hegemonizan para ese momento al planeta. Así como las expresiones de masas
nacionalistas, religiosas y/o culturalistas que se desarrollan en América Latina, Africa, Asia y
particularmente en los países islámicos con la yihad.

En ambos casos su fuerza y evolución es inmanente al carácter estructural del sistema, y a las
fuerzas sociales que se articulan en respuesta a la dinámica que el centro y síntesis social
promueven. Son, podría decirse, directa expresión de luchas estructurales y de clase.

De las historias de James Bond a las guerras de Charles Wilson


En la emergente economía de posguerra, tres procesos se entrecruzan dando fundamento a su
expansión y progresiva decadencia a partir de los 70. El primero es una creciente
especialización y división social del trabajo, que es paralela a un proceso de degradación,
marginalización y pérdida de calificación de la masa obrera industrial.

El segundo proceso es la creación y expansión de nuevos y sofisticados, o antiguos mercados,


todos en evolución hacia una globalización, desarrollo basado en las TIC --Tecnologías de
Información y Comunicación--, y para el consumidor centralmente en el control de la
información y la imagen.

El tercer proceso es el reordenamiento de la estructura, curso y flujos del capital – madurado


en el período con el que concluye la fase expansiva de posguerra bajo la forma de una
disponibilidad y flexibilidad financiera usada e imaginada como ilimitada—.

En el desarrollo de ese entretejer de procesos la normatividad y formas de control social no


podían sino ser afectadas. El discurso hegemónico a nivel planetario siguió formalmente
centrado en los contenidos de la guerra fría, pero la valoración de la democracia, el trabajo, la
nación y otras instituciones y formas ideológicas fueron modificados. También la esfera de los
comportamientos fue transformándose, acentuando la debilidad de la familia tradicional o las
iglesias como mecanismos de contención, promoviendo la individuación y la racionalización del
entorno inmediato.

Tanto a nivel global como a escala local los procesos de globalización eran leidos en dos escalas
paralelas y divergentes. Una era como elementos, fenómenos y procesos que afectaban la
sociedad civil --entendida como estructuras de clase-- o en otra lectura como actuando sobre el
espacio social comunitario, sus valores y relaciones. Eso había sido así desde la expansión
colonial europea pero ahora la globalización de los procesos de acumulación de las unidades de
capital impulsaba una modernidad consolidada y no sólo agrupada en sus efectos en los
circuitos centrales.

Esos procesos eran impulsados por la maduración y transformación --aun en desarrollo-- de las
clases hegemónicas como identidad mundial, para ella y en sus objetivos. La identidad
posicional y la catexis lividinal estaban construyendo nuevas figuras de subjetividad social de
ámbito global, aún cuando sus referentes para la acción hegemónica seguían estando,
aparentemente, en el estado-nación o en las tareas de una religión o etnia. *

Desde luego en el escenario político que se desarrolla a partir de los 70 no sólo existen fuerzas
estructurales o por decirlo en lenguaje lato la expresión desnuda de las clases sociales y los
agentes sistémicos. Junto a ellas están, además, las creaciones políticas más fuertes del
imaginario de una época.*

* Probablemente entre las más llamativas creaciones del ámbito global estén los neocons y los
segmentos fundamentalistas de los movimientos de masas --que se oponen a la expansión del
sistema capitalista en su fase de globalización, así como ayer se opusieron a la utopía stalinista--
.

Sin embargo es un error y una simplificación atribuir el mismo carácter a todos ellos. Unos son
logias o proyectos políticos que articulan a pequeños grupos, los otros son movimientos o
fuerzas sociales y expresiones de masas. 38/

¿Son todas ellas figuras de subjetividad, es decir sintetizan identidades posicionales en las
luchas políticas y sociales?. * Esa pregunta requerirá precisiones posteriores.

* Con lo cual nos preguntamos si son arquetipos de y para la acción social y política.

Las nuevas formas de organización grupal recogen el mathema y la forma valor


tangencialmente. No es posible disolver su identidades en las estructuras abstractas de las clases
sociales. Luchan en el mítico espacio del deber ser que recogen y reconstruyen, pero su
incidencia es global y quienes las encarnan no se encierran en la psiquis individual pasiva sino
en la actividad misionera..

Comprender el pensamiento y dinámica de este tipo de grupos exige ubicarse más allá del
enfoque de sistemas y estructuras. Requiere aprehender su catexis lividinal, su sentimiento de
pertenencia. 39/

La crisis secular y global y la unidad social


Una crisis como la presente obliga a reflexionar respecto a la unidad social como un fenómeno
que se realiza simultáneamente en dos planos: en el de la estructura social y en el de su
coherencia sistémica. Ello porque surgen de inmediato las preguntas respecto a cómo se
mantienen los balances e interacciones, y en el segundo caso cómo se conserva en una situación
límite una organicidad tan frágil como es la del intercambio.
En la primera bastará una reflexión centrada en la economía, en la forma de valor, dado que ella
centra la actividad contemporánea. En la segunda requeriremos preguntarnos cómo es que el
sistema funciona en todas partes. ¿Qué es lo que sostiene a la síntesis, y qué la constituye como
complejo de procesos?

La sociedad globalizada cree vivir en el reconocimiento común, mutuo y generalizado de


diferencias. Sin embargo cada una de las sociedades estructuradas, o no, en naciones y/o en
espacios económicos no se libra de que su orden cultural y político sea específico, que exista
una externalidad no necesariamente coincidente con las fronteras de esos estados y naciones.

Esa externalidad no existe sólo fuera de las culturas y estados, sino en su propio interior. Es
constitutiva y paradojal. Ella es el origen de su unidad y el fundamento primario de sus
instituciones, religiones y formas de vida comunitarias. La unidad temporalmente lograda es
realizada preccisamente como un triunfo contra la externalidad.*

* Sostenemos la tesis de la existencia de una contradictoriedad desclasificatoria, que rompe con


la ilusión de individuos o culturas al interior de casilleros. Tesis en la cual las diferencias
aparentes entre las personas, y agrupamientos, siempre están a punto de romperse, excepto por
el mecanismo de la violencia. Contradictoriedad por la que la sociedad local o global busca
desviar hacia una victima “sacrificable” una violencia latente que amenaza destruir su nucleo.
Vease La violencia y lo Sagrado. René Girard. 1972 Ed Bernard Grasset, Paris.

El pensamiento moderno disecciona en etnología, sociología o psicología el fundamento de una


antropología cultural en la que estaría obligada a encontrar las raíces de la estructura social y el
pensamiento. Igualmente imagina a la nación y al estado sin fisuras, como simples mecanismos
y no como procesos de articulación de fuerzas.

Así en los Capítulos posteriores no sólo pondremos nuestra atención en las modalidades de la
producción de la vida social sino también en la poiesis, --ambas surgidas del interior del
imaginario social que nos permite comprenderlas—no comosimples positividades sino como
actos y actividades de luchas y conflictos.

En la última frase de su Apología a Sócrates, Platón recuerda que éste dice a su más amado
discípulo: “Critón: le debemos un gallo a Esculapio. No te olvides de saldar la deuda.”
Capítulo 05

LA LARGA CAIDA DEL ULTIMO CICLO SECULAR

“La causa principal de los problemas son las soluciones encontradas”


Leyes de Murphy

Los inicios de la última fase del ciclo secular.


El abandono de la libre convertibilidad del dólar en oro por EEUU en 1971, expresó un cambio
en el régimen de valorización y en el proceso de acumulación de capital, el cual se había venido
gestando lentamente en los años dorados de la expansión de posguerra. Esa transformación
llevaría al régimen del capital y con él al sistema mismo a su madurez y a su globalización. *

* Respecto a conceptualización y metodología véase APÉNDICE 5

La evolución de condiciones y procesos de base del sistema le exigían alteraciones que


encontraban resistencias en diversas capas de la vida social y cultural planetaria, las cuales
habían desembocado en los sucesos del 68 y siguientes. En tanto las pugnas políticas por la
hegemonía y el control estratégico entre los dos grandes bloques, --que las llevó al límite de
una guerra atómica--, alcanzó un plano de estabilización. No eran las clases trabajadoras las que
lideraban esa resistencia sino un amplio conglomerado diagonal de capas medias, estudiantes y
periferia.

La revolución sexual y de costumbres que se había hecho evidente en la década anterior se


generaliza a través del uso de la pastilla anticonceptiva, y un renovado cuestionamiento de las
doctrinas religioso-patriarcales, lo que venía a representar un segundo escalón en la liberación
de la mujer respecto al control masculino y de la familia. El primer escalón había sido su
inserción en la fuerza de trabajo del capital, iniciada con las guerras. El nuevo escalón era la
liberación de su sexualidad de las exigencias de reproducción y de la represión encarnada en la
familia y el control parental y machista.

Nuevas figuras de subjetividad luchaban por establecer espacios de diferenciación y/o imponer
sus prerrogativas en el interior del imaginario contemporáneo, en tanto las figuraciones sociales
anteriores aún mantenían inicialmente sus perfiles de la guerra mundial. Sobre una montaña de
sendimentos culturales se incorporaban nuevos símbolos y significaciones, simultáneamente
arbitrarias como verdaderas, en el sentido de expresar coincidentemente los nuevos sistemas de
relación y arbitraje sociales.

Igualmente al desplazarse a zonas periféricas el conflicto político-ideológico --que había


dividido al planeta por casi un siglo-- ello permitía a las hegemonías dirimir sus conflictos en el
plano económico y de influencias geopolíticas, y no en el militar. La alternancia de violencia y
paz se circunscribió a conflictos controlados y en la periferia, abandonándose la perspectiva de
una confrontación inmediata global y total. En tanto la urbanización indicaba la pausada
integración de las masas rurales a los mercados nacionales, en las áreas industrializadas del
planeta la polución volvía a recordar a la población --en su conjunto-- que vivíamos un mundo
limitado y el hábitat de todos. *

* Véase la evolución del cambio climático como interfase de la ekopoiesis en APÉNDICE 6

El retiro de las reservas de oro de Francia ubicadas en EEUU, como replica a la ruptura del
Acuerdo de Bretton Woods a inicio de los 70 por parte de Nixon, tuvo como inmediata
respuesta del mercado un incremento de precios de esa mercancía-valor. La decisión francesa
anunciaba el primer paso hacia una nueva política de mayor autonomía monetaria por parte de
los sectores hegemónicos en Europa, en la fase de globalización de mercados, y su recobrada
capacidad de negociación. 1/

Asimismo, la evolución económica de posguerra, que había reducido en términos relativos la


expansión de la industria y el comercio en y hacia la periferia del sistema capitalista, no había
disminuido sino incrementado las necesidades de energía de la industria y el consumo de masas
concentrados en los países centrales. Lo cual a su vez había desarrollado y consolidado fuerzas
locales en los países que poseían petróleo y otras materias primas relevantes para la estructura
de los mercados centrales. Masas importantes de recursos financieros pasarían por sus manos
pero sus esfuerzos por desarrollar una estructura industrial serían reprimidos, --vease la
evolución de los programas y estructuras productivas de los países árabes-- mostrando que el
proceso de acumulación global también establece áreas y jerarquías sectoriales. 2/

Un proceso distinto vivía el área controlada por la URSS desde la posguerra, cuya economía
había venido siendo empujada afrontar el reto de un consumo de masas y de introducción
masiva de nuevas fuerzas productivas. La sobre-expansión crónica de la industria básica, las
nuevas necesidades de comunicación, junto a la presión militar para segmentar regiones y
unidades productivas de modo de asegurar su control por la nomenklatura, y el reto de la
confrontación con EEUU serían acentuados hasta el paroxismo en la década de los 80 para
enfrentar el Gobierno de Reagan. 3/

En China sucesivos intentos de Mao por superar el atraso industrial y desplazar la


competitividad sistémica --vista en la época como la estructura de precios internacionales—
basándo el crecimiento económico en la productividad local como elemento central de un nuevo
ordenamiento productivo y social, conducirían a una temprana crisis política. La crisis en la
hegemonía conduciría, después del fracaso de la Revolución Cultural, a una progresiva
ampliación de áreas y mecanismos de mercado que se consolidarían definitivamente en la
segunda mitad de los años 70, después del golpe de mano que estableció la alianza de Hua Kuo
Feng con Teng Siao Ding contra la Banda de los Cuatro.

En un marco global en el que la tasa de ganancia y el ritmo de acumulación general perdían


impulso, las salidas elegidas por los grupos hegemónicos en los estados centrales propiciaban el
relevo de la expansión industrial por la de la banca y seguros como locomotora de la demanda y
ordenadora del uso del excedente económico. Ello se hace evidente en la política de la FED en
EEUU, y del FMI-BM, y el desplazamiento de los programas del tipo CEPAL, que habían
apoyado el crecimiento de la industria periférica orientada al mercado interno y entregado a ésta
una iniciativa que se debilitaba.

La crisis petrolera de 1973 generó una violenta subida de precios de los combustibles fósiles,
arrebatando su determinación monopolista de manos de las Corporaciones petroleras, y
trasladándolo a los aparatos de estado de las sociedades en las que el petróleo se extrae. Ello
establecería una forma de acumulación de capital rentista, que sería preludio de otras formas
rentistas de concentración del capital. 4/

Cuando el tigre sale de su jaula.


El fracaso de la ofensiva de masas desatada el 68 y contenida en un lustro desató --en los
grandes agrupamientos sociales e ideológicos a nivel mundial-- un proceso de contradicciones
y conflictos grupales y de clase así como iniciativas creativas que difícilmente pueden
catalogarse como tales. La movilización de masas de 1968 había tenido como su núcleo social a
la juventud, con un liderazgo de grupos universitarios y de capas medias, la cual había logrado
arrastrar consigo a sectores de trabajadores industriales de centro y periferia.

En París la revolución de Mayo del 68 en París había nacido de las esperanzas, ilusiones y
creaciones de una juventud universitaria motivada por diversos cenáculos ideológicos o
espontáneos que proclamaban “seamos razonables, pidamos lo imposible”. Lo imposible, desde
luego, era aquello concebible, previsible y aceptable al sistema global.

La juventud universitaria de Praga y Berlín, Caracas y Ciudad de México, California, Buenos


Aires o Santiago había tenido oídos receptivos a esa demanda.En otros países, según su
tradición, mitos y estructuras, había sido además un segmento de la juventud trabajadora rural e
industrial, como era el caso de la Revolución de los Guardias Rojos impulsada desde 1966 por
MaoTse Tung –movilizada en contra de los cuadros partidarios del PCCH y la burocracia del
Estado chino--, o los obreros de la nueva industria venezolana.

Su fracaso determinó un reagrupamiento político y de masas en los grupos sociales de


trabajadores y de la izquierda política a nivel planetario. Las figuras del Che y Allende pasan a
decorar el cielo de la mitología de izquierda, rescatando no una estrategia sino una ética, la del
revolucionario consecuente con unas ideas de bienestar social que se busca identificar con la
clase obrera.

En el mundo musulmán la ideología nacionalista de izquierda en su versión occidental, traída


por los líderes árabes formados en Europa o la Guerras anticolonialistas, es reemplazada en el
Mediterráneo por movimientos de masas imbuidos de la necesidad de rescatar la moral islámica
y la Sharia. En Egipto, el más influyente de esos movimientos pan-islamistas inicia su
expansión transnacional: la hermandad musulmana, movimiento centrado en aspiraciones de
poder cuyo nucleo equivalente en el mundo cristiano serían organizaciones como el Opus Dei.

Desde los años 70 los grupos que encarnan y concatenan las grandes corporaciones con la
banca y seguros inician un esfuerzo por trascender las fronteras nacionales y otros obstáculos al
comercio y la producción, que se hace visible en las ligas, camarillas y eventos como los de
Bilderberg o La Trilateral, y las reuniones de Davos. Su estrategia es la de la detente y el
manejo del MAD, su táctica la resolución del control estratégico del medio oriente y el petróleo.
Esa es la filosofía política de Kissinger y Bush padre, tras la cual se alinean los líderes políticos
y económicos europeos.

En el seno de esas sociedades, sin embargo, y con presencia en los eventos y grupos
mencionados también existe un nuevo grupo radical impulsado por una filosofía política llena
de motivaciones éticas e ideológicas. Es el grupo de los neoconservadores y de la ultraderecha
cristiana, los neocons, particularmente fuertes en EEUU, quienes abandonan el campo del
equilibrio geoestratégico para impulsar una actitud y resolución de problemas que llevará
nuevamente al mundo al borde de una guerra atómica. *

* Ese grupo surge de un momento y situación en el que la inestabilidad política y social internos
hace surgir, en amplios sectores medios, un deseo de seguridad y de certezas morales. En
EEUU se nutre del federalismo, del rechazo al liberalismo como ideología y de una visión
maniqueista --de la cual la Sociedad Federalista o el Comité Para El Peligro Actual, son
arquetipos--. Fenómeno ideológico y de formas de conciencia cuya réplica más evidente en la
periferia es en Oriente Medio donde Omar Assam, Sayyed Qutb, y Khamenei junto al
movimiento de la Yihad, toman la unidad estado-religión del Islám tradicionalista, como
ideología y práctica.

La humanidad había vivido una situación de ese orden en el Gobierno de los Kennedy a inicios
de la década de los 60. La posterior negociación del segmento liberal de las naciones
occidentales respecto a las esferas de influencia habían convencido a los conservadores a
desatar iniciativas que llevaran a EEUUU, como líder de los países del capitalismo occidental, a
resolver la confrontación con la Unión Soviética por medio de una intensificada competencia en
todos los planos y del control estratégico.
Se trataba a sus ojos, de una confrontación definitiva entre el bien y el mal, entre una visión de
dictadura y democracia “sans phrase”, una confrontación “moral” y ültima que se debía zanjar
reafirmando un rol mesiánico para la potencia central.

El paroxismo histérico que propiciaban los nuevos grupos conservadores, en el nuevo período
abierto por el reordenamiento estructural de los 70, aglutinaba en su entorno segmentos
fundamentalistas y tradicionalistas, creando un nuevo escenario de conflictos. *

* Si los sectores opuestos a la renovación del capital, y a su globalización, expresan visiones


ligadas a las estructuras de clases, al igual que las de sus homólogos de las grandes
corporaciones y estructuras financieras,--buscando resolver sus obstáculos y contradicciones--,
los nuevos agrupamientos se establecen en el imaginario social y religioso.

La progresiva preeminencia del factor ético-religioso, facilitada por la ofensiva del capital y la
derrota de la izquierda y organizaciones de trabajadores en el período, presagiaba un traslado
del foco del conflicto. Éste era llevado a una esfera en la que el imaginario disponible para cada
sector, su fantasía, y su influencia en los factores de poder e iniciativa globales iban a jugar un
progresivo rol en las décadas venideras.

La formulación de sus alianzas y enfrentamientos serán la historia política de las tres décadas
con que concluye el siglo XX. 5/

De la deuda externa y la deuda virtual.


La modificación radical de las corrientes del excedente económico en los 70 trasladó el ciclo de
realización de grandes flujos de capital que se habían conocido en la posguerra, aumentando el
consumo de los países petroleros y obligándolos a transferir el excedente en divisas a los
Bancos internacionales.

La gran burguesía y otros grandes propietarios internacionales que se habían construido una
imagen empresarial y productiva, en la posguerra, emergieron nuevamente a la luz pública con
la financierización como una capa directora, parásita y rentista. Con la expansión de los
llamados petrodólares y el endeudamiento dulce propiciado desde la FED, así como la
triplicación de los ingresos de los países de la OPEP sin contrapartida interna industrial, el
sistema financiero controlado desde y por los países centrales endeudó la periferia del sistema.

El predominio de las formas financieras en el régimen de valorización y en el proceso de


acumulación a escala planetaria, --que se plasma a partir de esa década--, no era creación de un
profesor de Chicago o una especulación teórica. Era el resultado de la posibilidad de mantener
el pulso económico en los países centrales aumentando la masa dineraria en manos del público
sin modificar las estructuras salariales y de costos internos y ampliar la esfera externa de
realización de las mercancías.

La certidumbre otorgada por el control alcanzado no sólo sobre la fuerza de trabajo sino sobre
las más amplias capas sociales proporcionaba aquello que se designaba como “confianza del
Inversor”. El consumo y el mercado en general –lo cual incluía junto a la inversión productiva
la inversión meramente financiera-- podían seguir ampliándose, apoyados en el endeudamiento
interno en EEUU y en el endeudamiento externo de la periferia. *

*Sólo en la última década del siglo ese endeudamiento pasaría a ser del estado y la nación
norteamericana, para concluir en el nuevo siglo XXI en el endeudamiento europeo.

Un nuevo marco de fuerzas se había impuesto a escala planetaria, y con él formas sucesivas del
predominio de la valoración financiera,-- parcialmente especulativa y rentista, independiente de
la masa de valor de los objetos en el mercado-- habían adquirido presencia. Pero así como
nuevas fuerzas desplegaban sus renovadas capacidades para los conflictos que sacudirían las
tres décadas siguientes de la historia social, un nuevo tipo de fenómeno en la realidad planetaria
aparecía en el horizonte de los países centrales, con consecuencias para toda la humanidad.

Ella era la lluvia ácida, generada por el SO2 de los procesos industriales organizados en torno a
la obtención de plusvalor sin atender al efecto de polución y minusvalor que acumulaban en el
entorno. La polución había sido vista o considerada hasta ese período una suciedad o
excrecencia, ahora adquiría las características de una determinación social.

Las formas de consciencia colectiva que junto al nuevo egotismo permitían la supervivencia de
respuestas y mecanismos milenarios de control social, eran incapaces de advertir las
consecuencias de largo plazo de no dar respuesta a las exigencias del incremento de población
y de las nuevas fuerzas disponibles, en su faceta de presión sobre el ecosistema. Creced y
multiplicaos, ya no eran buenos lemas o señales orientadoras. Estaban en duda.

El imperio americano a partir de 1971 pudo imprimir papel dólar sin otra cortapisa que no fuera
el marco de sus alianzas. Se inauguraba un período de incremento masivo de valor ficticio,
creado por la estructura financiera pública y privada a nivel planetario, escondido en el dinero
virtual y en la moneda fiduciaria a la que se le atribuía valor equivalente.

El capitalismo no sólo aparecía en capacidad de crear dinero de la nada sino que la magnitud y
cualidad de la nueva masa dineraria hacían a sus agentes olvidar sus ataduras terrenales. El
dinero aparecía como generando valor y no solo más dinero. Las condiciones para que una crisis
de subconsumo, de desproporcionalidad de sectores y de sobre producción se desatara estaban, a
partir de ese período, sobre la mesa. El disvalor ambiental podía aumentar pero, en tanto no
hubiera ningún agente de mercado que lo cobrara, no adquiría las formas, condiciones y
exigencias de un valor de cambio. Era una deuda virtual.

Las heterogeneidades en la composición de capital entre los distintos segmentos de industria y


países, que vivían un proceso de globalización acelerada a partir de esos años, --impulsada por
los mecanismos financieros potenciados por la nueva red de comunicaciones--, y las
fluctuaciones de las materias primas en volumen y precios explican la seguidilla de crisis
sectoriales y locales. Éstas desde la periferia, progresivamente se acercaban a los países del
centro del sistema, hasta ese momento solamente fastidiados por la rebeldía de la naturaleza y la
incomprensión de esa humanidad inerme que controlaban y dirigían.

Las crisis de desproporcionalidad.


La reorganización de fuerzas a nivel planetario, a pesar de la derrota de EEUU en Vietnam, fue
en ese período globalmente favorable a las fuerzas y agentes del sistema capitalista tradicional.
La población mundial,--humanidad productora y con ingreso--, sufrió un descenso de su poder
político y social, especialmente en la periferia, facilitando la reorganización de la clase
dominante.

Ello se expresa en una baja de la demanda. Ésta era en lo fundamental expresión de una caída
del consumo de los trabajadores --que vieron bajar tendencialmente sus ingresos en el segundo
quinquenio de los años 60-- y de la baja inversión productiva afectada por una lenta capacidad
de reactivación. La inversión de dinero fresco, como se la denomina, sólo se hará efectiva
después del shock petrolero del 73 con la utilización del excedente de petrodólares, a los fines
de la nueva ola de expansión desde el centro.

Esa debilidad en la demanda por parte de la población, constatable hacia fines de los 60, en un
mercado planetario pletórico de mercancías aparece como la causa inmediata de recesiones que
inicial y sucesivamente se venían produciendo en diversos países, reordenando relaciones desde
el centro a la periferia. Acá no hablamos de los marginados del mercado, en los bolsones de
extrema miseria y economía de subsistencia, sino de amplios sectores de trabajadores rurales y
urbanos, así como de alianzas empresariales y dinámicas de mercados.

Quienes primero sufrirán los desequilibrios generados por la desproporcionalidad intersectores


serán, paradójicamente, los países llamados socialistas. Hasta la década de los 70 las crisis en el
área controlada por la URSS en la posguerra habían tenido un contenido político explícito, pero
a partir de los 70 se acentúa un desbalance intersectorial como producto de una sobreinversión
realizada en la industria de maquinarias y armamentística, que no encuentra salida y que
conducirá a su implosión sistémica dos décadas más tarde.

En tanto los mercados de consumo languidecen se genera una sobreproducción estructural en


los sectores de bienes de capital. El atraso en la demanda interna en dichos países, surgía de
una estrategia de crecimiento económico que restringía el ingreso personal para ampliar el
excedente disponible pòr parte de la burocracia estatal, --y como efecto visible bajaba la
demanda y el consumo-- .Esa restricción de ingresos se venía debilitando en los escalones más
altos de las jerarquías internas por ausencia de control social pero no ampliaba los mercados de
bienes de consumo ni modificaba esa modalidad de acumulación.

La acentuación de esas diferencias sociales y desequilibrios macroeconómicos era generada


estructuralmente por la concentración del excedente económico en la industria de bienes de
capital, cuya expansión justificaba ideológicamente el dominio de la Nomenklatura.

Los grupos hegemónicos de los países de la periferia del sistema autodenominado economía
social de mercados, a su vez se endeudaban para ampliar la demanda sin caer en parálisis de
pagos. El mecanismo encontrado era transformar la deuda con agentes del exterior, en inversión
externa y asociación con las corporaciones metropolitanas o del centro sistémico, evitando así el
default o cese de pagos que preveía Fidel Castro en los 80, como auto-trampa inevitable del
sistema internacional de comercio y pagos.

A pesar de los desbalances y desproporcionalidad generados inter paises y al interior de éstos,


no había crisis estructural en el sistema de mercados pues los desbalances eran resueltos por el
FMI y la realización global era asegurada desde EEUU que hacía de pivote del sistema de
pagos. Esto último lo lograba a través de un incremento de su gasto presupuestario deficitario,
su desbalance comercial y su deuda pública, subordinados a la expansión de las corporaciones
transnacionales y el gasto militar como superpotencia. Junto a él marchaban las economías y
estados de Europa y Japón, y las instituciones financieras que EEUU controlaba y en la que
dichos países compartían decisiones.

Es en esos años que EEUU logra una primacía indiscutible, en todos los campos, incluso el
militar en donde existía el MAD, la mutua destrucción asegurada, desbancando a su rival la
URSS.

Las causas estructurales de la ralentización industrial


Los espacios de colonización extensiva por parte de los imperios centrales parecían agotados,
hacia fines de los 60, tal como se ve evolucionar en la guerra en indochina, donde EEUU
conocerá su primera derrota militar estratégica

Relevante era también para esos años, el progresivo agotamiento de las fuerzas y
potencialidades tecnológicas desplegadas desde la 2ª Guerra, el cual se da paralelamente a una
acentuación de la monopolización de las tecnologías y una concentración de las actividades de
I&D en la industria y las comunicaciones. En ellos se expresan procesos de centralización del
capital y necesidades de mano de obra barata que el desarrollo de las contradicciones internas al
sistema en su conjunto, habían impuesto.
La dinámica de las fuerzas productivas como parte interior del proceso productivo puede
seguirse en el uso de energía y en la magnitud utilizada. * Hasta los años 70 en el total de
energía consumida por regiones como Europa o EEUU, la industria y el transporte absorvían la
mayor parte. En la periferia por el contrario el consumo tradicional --de personas y familias--
tiene mayor peso.

* Posteriormente analizaremos la evolución de las formas de organización de la fuerza de


trabajo en el proceso productivo.

A partir de los años 70 se observa una variación en la curva de uso de energía. El consumo de
la industria disminuye globalmente en términos relativos, en tanto aumenta proporcionalmente
el consumo energético de paises de la periferia Ello es atribuible, en lo fundamental, a la
deslocalización de industrias desde el centro sistémico hacia la periferia, en donde pueden
encontrar mano de obra más barata.

Así mismo se produce un cambio a nivel de la realización del ciclo del capital más allá del
mercado nacional o interior para una parte cada vez más importante de empresas--, que expresa
la nueva articulación que se está construyendo y el rol que juega la dinámica financiera. Las
empresas productoras de bienes se vinculan y articulan más allá de los mercados locales a
nuevos mercados de destino. El desarrollo de zonas fronterizas, áreas francas, y procesos de
maquila son igualmente de esa época. 6/

En los años 60 la tasa de beneficio y los salarios reales habían venido cayendo
progresivamente a escala planetaria, desatando conflictos sociales, políticos y culturales, que se
expresaron fuertemente en el quinquenio que va desde 1968 a 1973. Las estructuras de
seguridad social se sostenían en Europa, pero en la periferia los niveles de vida caían en forma
abrupta al carecer su población de fuerzas para enfrentar exitosamente la ofensiva patronal y
propietaria. Esa evolución conducirá en la década siguiente a un congelamiento de los mercados
internos de la periferia que sólo será solventada por la demanda desde el centro. Es la década
perdida para el desarrollo, según CEPAL.

Nuevos circuitos de acumulación tales como los generados en los países petroleros se integran e
ingresan a los mercados internacionales, e intentan en esos años expandirse --desde grupos
industriales y niveles locales—al no encontrar demanda interna solvente. En áreas como
América Latina y otras de la periferia sistémica, en pocos años ingresan inversiones que superan
el PGB de EEUU. No es dinero lo que ha faltado para su desarrollo.

En el espacio de anomalía sistémica la burocracia soviética sostiene su industria militar


ligándola a centros regionales internos a los que otorgaba autonomía relativa, en tanto EEUU --
atrapado en su guerra en Vietnam-- no consigue ampliar los mercados externos para sus
productos. La guerra fría se encontraba en ascenso y en el límite de la mutua y total
destrucción.

El reordenamiento de la acumulación del capital en torno a una nueva hegemonía bancaria y de


grandes corporaciones transnacionales, otorgó primacía en el régimen del capital a su cara
financiera. De ello fue expresión el decálogo del neo-liberalismo. Ese reordenamiento no se
refiere sólo al rol o función de las finanzas en la inversión sino a la forma de estructurarse y
resolver los problemas de la valorización. El producto más visible de lo anterior es un sostenido
aumento de liquidez durante el período, que es inicialmente atesorado como moneda y oro, para
posteriormente ser solo una virtualidad expresada en títulos y cifras de computadoras.

Cuando en 1971 EEUU abandona el oro como respaldo de su moneda, se abren las puertas a
una nueva dinámica de fuerzas, que se expresará tanto en el plano financiero como de la
producción física y la política.
La recuperación de la tasa de utilidad en disminución se buscará en el ciclo financiero y no en la
expansión de los mercados anteriormente internos. La dinámica industrial en las economías
centrales no conocerá nuevos milagros como los de las décadas anteriores. El estado se hará
presente, más allá de toda afirmación ideológica, no en cuanto a la creación de valor, --como
intentarán aún las economías del capitalismo de estado--, sino en la acumulación del capital.

El programa de la contra-revolución conservadora.


Desde 1973 cuando se desata “la contra- revolución” que tiene en el Chile de Pinochet el primer
campo de experimentación, las fuerzas de la hegemonía central advierten la urgente necesidad
de una nueva política de reordenamiento. *

* Directo antecedente de la reacción conservadora es el Golpe de los Generales Brasileños en la


década anterior que se opone a las propuestas de desarrollo nacional independiente del heredero
de Vargas, J. Goulart.

Para enfrentar el reto de industrialización y desarrollo independiente con apoyo estatal no basta
la represión política, es necesario un rearme ideológico y una reactivación del aparato
productivo, junto a la creación de condiciones que permitan el relanzamiento del ciclo del
capital social y la ganancia.

La nueva política, impulsada desde el centro sistémico --que expresaba los intereses y enfoque
estructurales de los grupos bancario-corporativos--, saqueó la economía interior en la periferia,
con las conocidas políticas de Shock y el terrorismo de estado. Allí concentró y centralizó
capital en base a la expropiación de la población y de bienes del estado. Desplazó así mismo la
inversión en los paises del centro sistémico hacia nuevas tecnologías --para establecer áreas de
expansión y de creación de ganancias--, entre las cuales estuvieron las de transportes y de
telecomunicaciones, que pugnarían por resolver nuevos y posibles problemas. 7/

Nuevas fuentes de acumulación se abrían después de los procesos de concentración y


centralización facilitados por los estados subsidiarios a través de las denominadas “políticas de
privatización” y shock, en un escenario de bajas de precios que incluían a los cereales y otros
productos alimenticios, y a la mano de obra asalariada.

La inversión en nuevas áreas tales como la de la computación fue parte de una respuesta global
para restaurar la productividad por el lado del capital y aumentar el beneficio de la empresa, sin
generar sobrecapacidad. Ella desató la difusión de un avance tecnológico --en el procesamiento
de datos y en la velocidad y calidad de la transmisión de la información--, que constituyó por sí
misma una revolución tecnológica, favoreciendo la globalización del capital financiero y el
proceso denominado financierización de la economía.

Hacia fines de los 70 la computadora personal y en la década siguiente de los 80 el internet


inician su expansión como soluciones en búsqueda de problemas a resolver. 8/

En paralelo a lo anterior en tanto los países petroleros parecían nadar en la abundancia, y los
restantes países de la periferia obtenían créditos suaves, los países centrales y sucesivamente el
conjunto del planeta veía disminuir el gasto social y debilitarse la demanda agregada.

El pregonado carácter subalterno del estado y sus no-intervenciones en la economía es


abandonado en los hechos por los agentes y directivos del sistema por una política --
materializada en el centro sistémico--, que le obliga a participar y arbitrar en temas
considerados estratégicos, que hacen visible y permanente su presencia. 9/

Las luchas entre los diversos segmentos del capital social a nivel nacional en la periferia se
desplazan hacia el uso y disponibilidad de energía, epicentro de una contracción y recesión de
corto plazo hacia fines de la década. Ello se da con una estructura de procesos productivos cuya
renovación es aminorada por el costo financiero del reordenamiento, que también se intenta en
menor escala en el centro del sistema.

Se observan igualmente otros esfuerzos por reordenar el sistema monetario y de acumulación,


que tienen como puntos álgidos a Francia y Cuba, mostrando que la pérdida de dinámica de la
acumulación se da en ambos conglomerados en los que está dividido políticamente el planeta en
ese período. El endeudamiento de los países de la periferia en el segundo lustro de los años 70
es seguida por la denominada “década perdida” de los 80, período en que dichos países ven
ralentizar su economía al tiempo en que se traslada el control de parte importante de sus
estructuras productivas a alianzas bajo control de capital metropolitano.

Las pugnas por el control del aprovisionamiento de energía y del excedente de origen petrolero
en la periferia, desata una crisis de disponibilidad de energía en el sistema occidental. La
beligerancia de las potencias de occidente hacia el imperio de la URSS llega a su paroxismo con
Reagan (1981 - 1989), en tanto paralelamente hace sus primeros pasos una nueva oleada de
reivindicación cultural, política y económica de la periferia islámica en el interior del sistema
global del mercado y el capital. 10/

La renegociación de precios y de destino del excedente, en la industria del petróleo, exigida por
los países de la OPEP había llevado a los países de occidente a una crisis energética y hecho
inevitable un reordenamiento productivo. Ese trance que aparece como relacionado con la
escasez de hidrocarburos y energía o del monopolio de países productores, contribuyó a una
modificación del patrón de acumulación a nivel estatal y global así como de la forma en que el
estado y la economía se configuraban. 11/

En la base del reordenamiento político y de alianzas los países petroleros pasaban a manejar un
excedente importante de recursos financieros, los petrodólares, y a ampliar su consumo y nivel
de acumulación, en tanto la banca internacional se transformaba en mediadora directa de una
negociación entre el centro y la periferia.

El fenómeno de la polución, considerado como eventual y esporádico, sigue avanzando


estructural y regionalmente. a pesar que puntualmente se estimularon planes de control de la
lluvia ácida en ciertos países europeos, y que sectores aristocráticos de países como Inglaterra
empiezan a prestarle atención al ser afectados por ella. Aun no se la concibe como nueva área de
negocios.

La apertura y transnacionalización de mercados


Para fines de los años 60 la concentración del capital, --hecha posible por la renovación de la
actividad industrial del centro del sistema y la contensión salarial en Europa y Japón-- había
aumentado a magnitudes que presionaban las fronteras nacionales en su exigencia por una
ampliación de mercados. La Unión Europea, EEEUU o Japón se hacían insostenibles como
mercados autónomos o exteriormente ligados, para los volúmenes de mercancías que producía
la propia economía de los países centrales

En el centro del sistema mundo capitalista las corporaciones industriales de la posguerra,


articulaban su poder dinerario con la banca y seguros en estructuras de capital monopolista,
pugnando por elevar los niveles de una tasa de ganancia en descenso. 12/

La centralización de capital, a su vez, posibilitaba la absorción de mercados y la consolidación


de empresas. La introducción de la cadena de trabajo taylorista en la organización industrial en
la perifería y la masificación del fordismo y el toyotismo en el centro fueron procesos
heterogéneos antes que secuenciales, determinados por la mayor o menor intervención de los
estados y sus políticas, así como por la inserción previa de segmentos periféricos y centrales que
van tascendiendo las anteriores fronteras.
Paralelamente el capital corporativo y monopolista, anteriormente anclado a ámbitos
nacionales, se orienta en la periferia del sistema a desmantelar el estado benefactor y romper las
fronteras de protección que esas formaciones sociales habían construido en la posguerra. Ese
desmantelamiento, que a nivel de las poblaciones significaba reducir sus ingresos y prestaciones
sociales, se traducía a nivel del mercado interior en el destrucción de barreras para la
introducción y penetración de capital y mercancías provenientes del centro del sistema.

La confrontación entre el ámbito nacional y los mercados abiertos, que se definió en los 70 a
favor del gran capital internacionalizado – progresivamente multinacional y posteriormente en
sus sectores más integrados en transnacional-- reflejaba en primer lugar una contradicción en el
seno de la clase propietaria, era un trance del capitalismo antes que una crisis del capital.

Esta contradicción surgía entre empresas aún basadas en su ciclo en el mercado interno y
nacional, y aquellas que estaban impulsadas a conseguir la realización del ciclo económico y
por ende de las ventas en mercados externos. 13/

A partir de una situación de presión y expansión de las corporaciones industriales, en alianza


con bancos y seguros, desde los países centrales hacia la periferia, se avanza al establecimiento
de fusiones corporativo-financieras en el centro y a la transnacionalización de las firmas. El
reordenamiento se realiza modulándolo en niveles y círculos concentricos, que favorece en esa
etapa la integración de las grandes unidades de capital en el área medular del sistema en tanto
subordina e incluso margina áreas periféricas. Vease el caso de Äfrica Subsahariana. *

* Vease también Apéndices 5 y 6

Ese desarrollo que cubre los año 70 y 80 no fue basado en la expansión de novedosas fuerzas
productivas sino en una expansión del financiamiento y la racionalización de mercados, hecha
posible por el dinero fiduciario y el desmantelamiento de las anteriores normas de protección de
los mercados internos, particularmente de la periferia. El fenómeno de la deuda internacional
impagable --por parte las estructuras capitalistas prevalecientes en la periferia--, y su resolución
como mecanismo integrador de mercados, da cuenta de los dispositivos utilizados para destruir
las barreras normativas y arancelarias en la periferia. 14/

En la confrontación social y política cotidiana buena parte de la clase trabajadora y del


movimiento sindical de los países centro no coincidía con los interes del capital que se movía
desde los circuitos centrales de los paises desarrollados hacia la periferia. Oposición que se
acentuó en la fase final de la transnacionalización en los 90 por el fenómeno de la inmigración,
el desempleo por el traslado productivo a la periferia, y la influencia de ideologías
conservadoras y nacionalistas. Sin embargo su inserción en las estructuras de bienestar social y
su rol como consumidores de mercancías, en el modelo instituido, diluyeron por un largo
período sus protestas.

El período de maduración del ciclo secular


En los 70 los milagros de expansión ingénitos a las estructuras industriales de la posguerra, --en
paises tales como Alemania, Japón--, ya estaban agotados. Sin embargo los sectores de su
hegemonía aún estaban en condiciones de prolongar por vía del consumo la ilusión de una
sociedad de bienestar compartido.

En la periferia del sistema mundial una confluencia de segmentos de la fuerza de trabajo


tradicional --basada en la agricultura, manufactura e industria--, sectores de empleados y de las
denominadas capas medias, intentaron proyectos de desarrollo económico autocentrado, de y en
sus mercados internos.
Ellos eran concebidos como programas de crecimiento y expansión económicos focalizados a
nivel o escala nacional y no subordinados a una acumulación internacional controlada desde los
paises del centro sistémico.

Lo hacían tras las banderas de un socialismo a escala nacional, entendido como respuesta al
desarrollo desigual del capitalismo y concebido como la estatización de la gran empresa
industrial, comercial y de las finanzas, y la creación de nuevos sectores económicos con control
del estado nacional y de propiedad mixta.

En ese mismo período la capa dirigente del capital en el circuito central de la economía
mundial, orientada por la guerra fría y la estrechez de mercados, tendía a favorecer la
desnacionalización de las economías del sistema y su integración bajo su hegemonía.

El Brasil de Goulart y el Chile de Allende mostraron que esa contradicción y confrontación en


la periferia se resolvíó política y localmente a favor de fuerzas conservadoras, las cuales se
abrieron a las nuevas tendencias del gran capital metropolitano. 15/ La ilusión de la existencia
de una burguesía local intrínsecamente nacionalista, que arrastraban algunos segmentos de la
izquierda política desde la 2ª Guerra, fue aplastada por la práctica no obstante subsista aun el
debate respecto del carácter de su dependencia respecto del aparato de estado.

No fue en una incrementada competencia o en la introducción de nuevas tecnologías el terreno


en el que los empresarios y con ellos el capital --como articulación social y dinámica general--
se plantearon en esos años nuevos dispositivos o configuraciones para remontar una
disminución de la tasa de ganancia que todos advertían, sino en el reordenamiento de la
estructura de costos y del consumo, y en la captura de nuevos mercados preexistentes.

Para el largo plazo la dinámica de la oferta industrial --que desde la crisis secular del 29 se había
apoyado en la obsolescencia programada-- pasó en la posguerra desde la empresa al
consumidor, con las técnicas de marketing y la publicidad. El ciclo de vida de un mayor número
de productos industriales pasó a ser dependiente del deseo social por obtener identidad a través
de los objetos.

La obsolescencia siguió siendo programada en algunos bienes pero pasó a ser una obsolescencia
deseada, en ciertas industrias de punta, aunque no obligatoria como ciertas tendencias facistas la
imaginaron durante la guerra y preguerra. El ciclo de vida del producto industrial
individualizado, como se lo denomina en la jerga industrial, se acortó aunque la población
tendió a atribuirlo a las características de los nuevos bienes de consumo. E igualmente con ese
comportamiento de la industria y una actitud egotista del consumidor la masa de residuos y la
polución no podían sino aumentar.

La síntesis social --que había apoyado la acumulación de capital y el de la riqueza, hasta ese
período, en un desarrollo inmanente de la estructura productiva-- hizo más abstracta y oscura su
expansión, al tiempo que hacía del dinero y el financiamiento la figura central de una nueva fase
del ciclo secular. La financierización apareció desde ese período como la modalidad central de
la acumulación social e internacional del capital.

Ese reordenamiento producido inicialmente en la periferia fue favorecido desde el centro del
sistema a través de la ayuda a la imposición de dictaduras terroristas, tras el objetivo de
imponer un shock reestructurador. La política neofacista de la Seguridad Nacional, los
programas monetaristas y de reforma económica de la Escuela de Chicago y posteriormente el
Consenso de Washington o el modelo neoliberal dan cuenta de esa transición, que cubrió el
último tercio de s XX en los países de la vieja periferia --así como en la nueva originada en el
desplome de la URSS--.
Los incrementos de productividad que los métodos de organización del taylorismo, en la
industria y estructura productiva, hicieron posibles en la guerra y posguerra, junto al fordismo y
el marketing comercial en la posguerra, habían traido consigo un avance de la coordinación
social pero también un más elevado nivel de inmaterialidad y abstracción en los procesos de
trabajo y producción. Esos procesos se harían evidentes en las décadas 80 y 90 en los que se
expanden y hacen disponibles diversos dispositivos cyber y tele-comunicacionales.

La ampliación de mercados y el nuevo ciclo de la unidad de capital, socializada en sus


requerimientos, habían traído así mismo un incremento de la esfera de valorización, un avance
de la forma valor y un cambio en las figuras de subjetividad.

La mayor autonomía personal, la confianza depositada por amplias masas en las ciencias y el
progreso antes que en la tradición, que habían hecho eclosión en los 60, fueron controladas por
el sistema en las dos décadas siguientes, pero paralelamente la mayor abstracción y su impacto
en la multitud y el avance de la forma valor de y en las relaciones sociales se profundizó. Las
relaciones de familia y pertenencia se trasladan del ámbito de la propiedad al del uso y
usufructo.

Sobre tres procesos y sus elementos contrapuestos, que reflejan la dinámica central del capital,
la organización productiva, y la conformación de nuevas subjetividades, se abre la útima fase
del ciclo de la acumulación de capital iniciada en los años 30. Definida empíricamente por la
globalización de mercados de capital, de mercancías y de dinero, en la reproducción de la
síntesis y en el ciclo de acumulación de largo período, maduran tendencialmente procesos de:
.- concentración y centralización del capital que impulsaban a la síntesis social a romper las
fronteras de las economías nacionales y establecer un mercado mundial.
.- reorganización y control del trabajo, que universalizaron la racionalización de costos, actos y
movimientos del individuo en la producción.
.- abstración y expansion de la forma valor que reordenarían los procesos de conciencia
reintegrándolos a las necesidades de reproducción del capital.

Como sabemos la primera de esas tendencias encontrará sus limites al mundializarse el transito
y movimientos del capital financiero, que se autonomiza en relación a los estados nacionales y
sus instituciones internacionales.

La segunda al negociarse por parte de los agentes del capital --paso a paso -- la apertura de las
fronteras nacionales al comercio --particularmente si se adopta una posición optimista respecto
de la posibilidad de Acuerdos Doha de la OMC-- y restringirse, en lo posible, la circulación de
la fuerza de trabajo.

La tercera al romperse el control oligárquico de lo público, diseñado como esfera de


representación democrática en el centro, y de control autocrático o populista en la periferia, al
modo de un supermercado de consumo.

La fase de maduración del ciclo secular está definida por la emergencia de la empresa
transnacional, la revolución de las comunicaciones, y la financierización. Las primeras
evidencias de la penuria energética, de la alimentación y del ciclo hídrico y el cambio climático,
inician y caracterizan la fase conclusiva de una crisis perfecta.

La fase de agotamiento y desplome del ciclo.


La sociedad en el siglo XXI aparece como una sociedad post, posterior a. Post-industrial, post-
ideologías, post-colonial, post-democrática, pero no-postcapitalista. Nada de lo anterior es
completamente cierto excepto lo no post-capitalista. Después de todo el capital y el dinero son
sus síntesis sociales más poderosas y logradas.
Después del agotamiento de la dinámica interna del proceso de reindustrialización y
recuperación de la posguerra, concluido en los paises-centro hacia fines de los años 60, el
capital hizo emerger relaciones sociales, políticas y económicas, determinadas por la expansión
financiera y el reordenamiento de áreas de influencia. Llevó la acumulación global a un plano
virtual y creó nuevas determinaciones más allá de la deuda y el crédito, mostrando ser capaz de
desplegar nueva fuerzas productivas incluso en una situación que aparecía sin salida sistémica.

La reacción desde los 70 aplicó nuevas tecnologías que articularon los mercados, las empresas y
la vida familiar en forma mucho más intensa a las exigencias de reproducción del valor y el
capital, afectando las formas de relación económica y de dominio 16/

El conocimiento, el saber y la compresión se empobrecen, en tanto se amplía la masa de datos


manejables. 17/ La tecnología deviene una síntesis que integra en su campo la práctica y el
mathema sin otorgarle --como antes-- prioridad a la primera.

La sociedad industrial --que pareció el logro más significativo de la consolidación del


capitalismo -- desde la década de los 70 del siglo pasado había dado paso, en los países del
centro del sistema y en los circuitos de valoración intensiva, a la producción masiva de bienes
intangibles y servicios. Era la sociedad post-industrial en acción, la cual aparecía centrada en
nuevos procesos económicos de valorización de la socialidad y de intercambio de conocimiento
e información, que servían de base a la ilusión de una sociedad basada en el valor no sustentado
en el trabajo. 18/

Este fenómeno, hecho evidente en forma progresiva en EEUU, Europa y Japón, marchó paralelo
al redespliegue de la industria y corporaciones de dichos países hacia la periferia del planeta, y
la transnacionalización, multinacionalización y creación de entidades corporativas globales en
sucesivos círculos concéntricos.

Valoración y precio llegan a tener una dimensión que las aleja. La primera sigue
inevitablemente ligada al trabajo y la riqueza, en tanto los precios y las estructuras en que éstos
se relacionan responderán a los circuitos en que el poder del capital logra reunir con cada vez
mayor dificultad a una sociedad que tiende a escapar de su control.

En los años 90 la plétora de capital creó e inflacionó burbujas tecnológicas, multiplicando


productos de corta vida –gadgets-- y bienes intangibles, de los cuales los más exitosos fueron
los dot.com. Sin embargo ese fenómeno era más general, como hemos visto, y se producía
paralelamente a una presión especulativa en ascenso, y a una ralentización en la obtención de
logros en la actividad científica básica, a pesar de los nuevos gadgets y tecnologías disponibles.

La actividad innovativa --que había caracterizado la valorización y la dinámica del capital en la


vida productiva del último segmento del siglo-- empezaba a ser lentamente desplazada por la
iniciativa financiera. El marketing que había vinculado producción y consumo, así como la
ampliación de mercados de consumidores, --junto a la aplicación del neofordismo--, cede su
centralidad a lenguajes operativos y dispositivos financieros que multiplicaban los títulos y
valores existentes.

Un cambio en la naturaleza del poder y de la relación de la conciencia con el proceso de síntesis


expresaba que los contenidos de ámbas –conciencia y síntesis—habían entrado en redefinición.*

*En la esfera de la subjetividad la síntesis induce nuevas formas de comportamiento y auto


control a las que nos referiremos en Capítulos posteriores. Acá nos referimos a la nueva
cualidad de la síntesis en el plano social dado que el conocimiento, como know how específico
de un grupo humano, y elemento fundamental para generar ganancias es algo obvio.
La subjetividad y el conocimiento social juegan un rol tan destacado como para caracterizar
una nueva modalidad del capital social y de la síntesis. Si ese desarrollo ya ha hecho decrecer la
participación del trabajo en la masa de valor creado hasta hacerlo poco significativo --como
llegan a afirman algunos intelectuales-- es un tema central en la elaboración de salidas a la
crisis, dado que en caso afirmativo no serían posibles las recuperaciones económicas sino sólo
los reordenamientos cultural-comunitarios. 19/

En cualquier caso es válido atender a la existencia de dos segmentos de la fuerza de trabajo, la


primera es la tradicional clase trabajadora industrial en tanto la segunda es un nuevo segmento
que denominaremos pro-daters.

La información como mercancía, y no sólo el conocimiento y archivo en la subjetividad


individual, permite procesos de monopolización que han facilitado la expropiación del
excedente económico de regiones enteras en beneficio de las áreas centrales del sistema. La
inmensa riqueza acumulada por las empresas de soft y hardware son expresión de una
expropiación monopolista de todo el planeta. El carácter de esa expropiación genera un
desplazamiento de la acumulación de la obtención de ganancia industrial hacia la renta, la cual
tendrá importantes consecuencias.20/

Pero al mismo tiempo, e inversamente, si la información y el acceso a viejos y nuevos archivos


de la subjetividad dependen de la actividad cognitiva, la apropiación de ello por el capital pasa a
estar afectada por la interioridad del pro-dater y otras figuras de subjetividad. Con lo cual los
resortes y dispositivos existentes del dominio y la hegemonía estructurados para el control del
trabajador industrial y la represión, control y disciplinamiento social de su entorno se enfrentan
a un nuevo problema: el ejercicio del bio-poder y las luchas que de allí se derivan en respuesta.
21/.

No es saber aquello que el consumidor compra, como información, sino conocimiento. Es


conocimiento empobrecido a data, a información, lo que se vende, y como no puede saber ni
conocerlo antes de comprarlo, el consumidor comprará aquello que decida el vendedor y al
precio que éste determine. *

* En el orden interno de la valorización y de los procesos de trabajo ello expresa que la síntesis
ha introducido su control y hegemonía ya no sólo en la empresa sino en la esfera personal y
subjetiva.

La circunstancia de una economía que utiliza el conocimiento cada vez en mayor medida para
generar valor, requiere advertir que ello sucede por la transformación y reducción de los saberes
a información y por el manejo monopolísta de las estructuras de precios. La sociedad del
conocimiento es tendencialmente una sociedad sin sabiduría y sin estructura indicativa de
precios.

Si la forma de generar valor es lo que define el proceso de acumulación de capital y de creación


de riqueza, estamos ante un capitalismo distinto y superior o posterior al capitalismo industrial,
el capitalismo cognitivo.

La expansión de los procesos de transformación de la C&T en información e innovación, es


decir en know how disponible por el capital, se encuentra ante el reto de que el valor añadido
sea cuantificable y que sea, en su sumatoria global, de signo positivo, dado que la nueva
configuración de procesos productivos multiplica la expresión anteriormente residual de los
procesos de trabajo y consumo en el capitalismo: la polución.

La reconfiguración de la economía, por las nuevas fuerzas productivas, hecha visible en el


amplio uso de dispositivos electrónico-digitales en la nueva estructura, no está centralmente
constituida por los dispositivos materiales en su uso por una nueva subjetividad –al modo de la
anterior estructura industrial-- sino por el progresivo despliegue de una nueva fuerza productiva
material/inmaterial: la neo-socialidad facilitada por la comunicación. *

* El autor de Napster , Jeff Parker, en el film Redes Sociales, explicando la nueva situación al
creador de facebook: “el hombre ha vivido en granjas, después en ciudades, hoy lo hace en las
redes sociales”….

Las actividades de creación, innovación, adaptación, difusión y depreciación del conocimiento


crecen a un ritmo acelerado, permitiendo cadenas globales de producción, y una sinergia
planetaria que han generado un nueva división internacional y social del trabajo. Ésta a su vez
reordena e incorpora en el anterior centro directivo del proceso de acumulación global, a las
nuevas potencias industriales.

Ese reordenamiento se produce entre ellas y también respecto al tercer arco periférico donde
también se venden, y expanden su uso, los nuevos productos del soft, hard y
telecomunicaciones, restructurando las estructuras de producción y de control preexistentes.

Estas nuevas condiciones imponen exigencias no facilmente resolubles tanto en el reequilibrio


de fuerzas en la arena política como en los mercados. Todo desquilibrio amenaza con su
globalización y generalización. El reordenamiento en curso hace evidente que las estructuras de
valoración y de precios no están determinando la producción, lo cual traerá fuertes
consecuencias.

Cuando el auge concluye


Al observar las sucesivas crisis de los mercados nacionales y regionales constatamos que éstas y
sus efectos poco a poco van acercándose al corazón del sistema. E igual observación, aunque en
sentido inverso, puede realizarse respecto a la generalización y profundización de desequilibrios
ambientales. Ese proceso –de progresiva obstrucción del metabolismo económico-ambiental--
evidencia el doble carácter de la síntesis, junto a la materialidad de su impacto. Ella es social
pero simultáneamente una forma metabólica de relacionamiento con el planeta. 22/

Más allá de afirmaciones ideológicas los gobiernos contemporáneos se han hecho keynesianos
abiertos o encubiertos, empezando por los gobiernos conservadores como el gobierno de
J.W.Bush cuyo déficit público y créditos a bajas tasas fue paralelo a un aumento de la población
empleada por el Estado en actividades militares y de vigilancia.

Al reducirse el crédito, en la fase que sigue al auge, se reduce el consumo y se paraliza la


inversión en la economía real. Como consecuencia se acentúa la caída de beneficios
empresariales, lo que a su vez trae recortes salariales y de la planilla de empleo. La espiral
descendente de demanda y empleo subsecuentemente conducen a nuevos escenarios sociales.
23/

La caída de demanda es vista por el mundo empresarial dentro del mundo mágico del dinero. En
consecuencia los Gobiernos y sus adláteres tienden a imaginar salidas relacionadas con la
liquidez –los monetaristas— o con la disponibilidad de crédito –los keynesianos— sin advertir
donde se origina la insolvencia de las unidades de capital y el papel limitado del dinero y/o la
liquidez, en la inversión.

La emisión inorgánica de dinero, que los Estados con moneda propia realizan como royalty
soberano, y el multiplicador bancario, son cada vez menos contenidos en su relación con el
producto y la creación de capital. Su porcentaje expresado como el pago y servicio de la deuda
hace oscilar progresivamente a las economías centrales entre deflación e inflación evidenciando
la progresiva debilidad de ingresos y costos como parámetros indicativos de situación del
sistema. Paralelo a ello el índice de apalancamiento y/o de creación de dinero por parte de la
Banca se dispara.
Ya para fines del Gobierno de W Bush e inicios del de Obama era evidente que la crisis
económica inicialmente desatada en la bolsa había adquirido un nuevo carácter interno y
externo. 24/

Si lo presumible era que el dinero fiscal otorgado fuese al ahorro y no al consumo ¿qué espacio
de políticas le resta a los Gobiernos Centrales sino las inversiones y el gasto públicos? Los
cuales, por otra parte no parecen estar en condiciones de reactivar el empleo y la industria
internos a menos de romper con la globalización conseguida. 25/

Desde el punto de vista de los procesos de valorización la pauta seguida por el capital para
recuperar unas tasas de beneficio menguantes desde fines de los 60 fue la dislocación,
redespliegue y expansión de la industria hacia lugares de mano de obra barata,-- China e India
constituyen casos emblemáticos—en las décadas siguientes, y combinar técnicas avanzadas en
la explotación de nuevos espacios y ámbitos sociales y de geografía natural. Para ejecutar esa
tarea el conjunto de las formaciones sociales bajo la hégida de EEUU hipertrofió el ámbito
financiero, lo cual trajo finalmente no sólo una descomposición del Sistema monetario sino del
Sistema de precios.26/

En resumen hemos vivido un período de alcance histórico universal con la expansión del capital
corporativo, transnacional, multinacional y finalmente global –parcialmente escondido en sus
paraisos fiscales-- a escala mundial para responder a una rentabilidad en declive. La tarea
sistémica, autopoiética, de eliminación de la estructura industrial ineficiente por medio de una
crisis, para restaurar la tasa de beneficio se da en forma simultánea con una situación de
descalabro en el ecosistema que significará mayores costos en la producción industrial y en la
reproducción de la vida social.

El desbalance ambiental y del ecosistema tienen una clara expresión en cuanto a la longitud
temporal de la crisis que generan pero no en cuanto a la magnitud de valor que se crea o se
destruye. La polución recarga con costos el proceso de producción afectando la valoración pero
¿puede por si misma detenerlo? Esa es una pregunta que hay que responder.

La crisis está en el plano fenomenológico originada por una caída de la tasa de beneficio
empresarial, aunque en el plano inmediato esté motivada por el manejo de derivados
financieros. Sin embargo la crisis de los años 30 mostró que la renovación del capital necesaria
para elevar la tasa de beneficios solo se da cuando a una eliminación de empresas y segmentos
de costes altos y beneficios bajos, se sobre-impone una nueva capa de unidades de capital con
mayor potencial.

Todo lo anterior si suponemos que nos encontramos sólo ante un reordenamiento del capital, es
decir de la generación de una rearticulación y dinámica tanto de relaciones sociales como de
fuerzas productivas bajo control de la síntesis y la hegemonía de los agentes del capital.

En general ello se produce cuando en sucesivas coyunturas la introducción de mejoras


tecnológicas que esencialmente requieren un incremento de demanda para hacerse efectivas, se
hace posible. Ello se produjo en la crisis del 29 por los aparatos de Estado --que jugaron de
centro director en los países centrales, y que hicieron grandes gastos en infraestructura--; aunque
la crisis en su fase recesiva solo se resolvió con el fuerte incremento de mercado que significó
la producción y venta de armas destinadas a la Segunda Guerra Mundial, y su posterior uso.

El ciclo ampliado de acumulación y los problemas de la hegemonía global


La hegemonía global se articula tanto en el plano económico como social. Si la distinguimos de
la supremacía, --entendida como el esfuerzo directo y articulados de grupos--, desde la
posguerra está basada simultáneamente tanto en el predominio económico como en el
tecnológico-militar, especialmente en el control del sistema monetario y del arma nuclear como
en el liderazgo de las articulaciones financieras, culturales y policíaco-militares. En su respaldo
y a su servicio está una estructura institucional y de información mediatizada destinada a
estructurar opiniones y fortalecer el capital simbólico orientado desde la síntesis. 27/

El desplazamiento del centro de gravedad sistémico --con la dislocación, redespliegue y


expansión de la industria a la periferia—obligará a alinear la hegemonía global en la nueva
situación. También puede hacerlo una redistribución de las armas nucleares. *

* Diversas analogías pueden imaginarse respecto a la posible inserción del BRIC en lo que hasta
hace 20 años era un claro terreno de dominio de EEUU y Europa, sin embargo la resolución
para un nuevo equilibrio pasa por los diversos niveles mencionados, en los que las distintas
fuerzas se contrastarán y medirán.

Esa rearticulación de agentes, factores y procesos a lo largo de la onda de largo período, en los
años 30 se estructuró inicialmente en torno a la resolución político-militar del conflicto
interpotencias, que se materializó en la derrota de los países del Eje.. En la etapa de agotamiento
y desplome del ciclo vuelve a estructurarse en torno al conflicto de poder y dominio.

Así mismo la disolución de barreras y funciones del estado nacional tiende a debilitarlo como
armazón social e ideológica, pero la reproducción del capital en cada mercado requiere
fortalecer sus instituciones y la capacidad de respuesta de sus estructuras policíaco-militares. 28/

El capital avanza hacia una disolución de fronteras, no sólo para el dinero sino para el comercio,
pero ello se enfrenta al hecho de que la valorización y la reproducción del capital aún siguen
realizándose en los mercados nacionales.*

* Sobre esta afirmación deberemos volver en próximos capítulos.

Con un apoyo renuente de los Gobiernos centrales, el moderno sistema económico --buscando
más bajos costos de de la fuerza de trabajo-- ha desplazado parte central de su industria a una
segunda periferia, pero ha mantenido el núcleo de los servicios, particularmente los financieros,
en el anterior territorio metropolitano. 37/ Al mismo tiempo núcleos financieros han rebasado
las fronteras de los estados nacionales para ubicarse desde paraísos fiscales, aumentando su
capacidad de decisión y autonomía, en abierta independencia respecto a sus estados matrices.
29/

Paralelamente la presión de los desequilibrios ambientales, generados por la contaminación, se


ha trasladado desde la fábrica y la unidad de capital a la región y la vida social en su conjunto,
haciéndo de la polución un nuevo factor y elemento de la economía y la reproducción social y
del capital.

Cómo incidirá esta nueva situación en la reestructuración hegemónica está aún por verse, al
igual que la resolución de cuales son las potencias atómicas de las cuales dependerá en este
período la vida.

Ese doble desplazamiento geográfico –redespliegue-- y social— expresado en el fordismo y


toyotismo--, debilita en una fase recesiva de la economía el control anteriormente ejercido. No
es el consumo, --aunque pudiera mantener sus niveles--, ni el marketing, los elementos
sistémicos que pueden mantener el control social. La represión policial y la guerra son
amenazas en desarrollo. 30/

Simultáneamente al debilitamiento del orden hegemónico global grandes magnitudes dinerarias


circulan sin encontrar espacios de inversión. Su tendencia estructural es a aumentar su
velocidad, pero ello se realiza en un entorno de enfriamiento de la actividad económica y de los
ingresos y de incremento de la actividad especulativa. No tienen contrapartida real y su
constitución como masa dineraria ficticia o virtual no dice relación con el valor en cuanto
tiempo social sino cada vez más con el control --y capacidad de dirigir y ordenar-- de las capas
hegemónicas. Esa transformación del proceso de acumulación ha afectado la relación valor-
precio, y afecta visiblemente la reproducción social autopoiética del propio capital.

La introducción masiva de dinero que ha permitido sostener el sistema de pagos, ha ido


transfiriendo activos nominados en dólares a las diversas fuerzas corporativas que componen el
escenario mundial. A nivel de las economías del sistema ese dinero posibilitó inversiones que
contribuyeron a incrementar el precio de activos haciéndolos “tóxicos” y a desatar una ola de
préstamos y gastos no sustentable.

El ciclo global del capital --secular y coyunturalmente-- se ha hecho más rápido, líquido y
especulativo, y esa tendencia no disminuirá aunque se aplicara la tasa Tobin. Los crash
bursátiles se pueden suceder hasta un reordenamiento del orden social regido por el capital. 31/

Después del crash bursatil inicial la crisis económica se despliega en dos fenómenos paralelos:
la difusión de “activos tóxicos” y la distribución de “burbujas de sobreprecio de activos” que al
explosionar reducen la demanda y el consumo. Estamos a las puertas de una deflación que de
ser contenida traerá una hiperinflación. Es la opción entre el infierno helado del monetarismo o
el purgatorio ardiente de la política keynesiana.

Un fantasma recorre el mundo…es el fantasma del default.


La cesación de pagos (default) no sólo amenaza Irlanda, Grecia, Portugal, Bélgica, España e
Italia sino a todo el sistema. Este se reordena actualmente entre los países superavitarios o con
balanza estructuralmente positiva –EEUU, Alemania y China— y el resto.

El circuito interno del sistema ha venido perdiendo su carácter geográfico en términos estrictos,
aunque continúa siendo localizado en términos de los procesos de centralización y
concentración del capital y subsecuentemente de la tecnología y el conocimiento que lo
caracterizan en la presente fase.

Anteriormente bastaba la segregación que se realizaba respecto de mercados con procesos


productivos industriales en su relación con los proveedores de materias primas, pero a partir de
los 70 esa segregación sólo en los procesos productivos se hizo aún más heterogénea con la
denominada “relocalización o redespliegue”, aunque no desapareció del todo.

En el aro o circulo interno del sistema, entre 2001 y 2007 al reducirse la capacidad de ahorro
interno y aumentar el crédito, la deuda pública y privada de los países con respecto al exterior,
al menos se triplicó. Los períodos de pago de los vencimientos de las Bancas nacionales con las
entidades financieras externas se acortaron y algunos países empezaron a mostrarse
progresivamente como insolventes.

En el aro periférico la continuación de la expansión industrial china y del BRIC en general


sostiene --durante un intervalo-- el reordenamiento global que se avizora.

La idea monetarista de imponer a los estados una reducción de gastos y reducir la estructura de
bienestar, impulsada por el pensamiento conservador, llega a ser asumida inicialmente por los
Gobiernos europeos. Ella conducirá a una previsible profundización de la recesión y a un
eventual retorno neo-keynesiano. 32/

Obtener un ingreso estable en la ocupación laboral tiende a desaparecer como característica del
trabajo asalariado, en tanto avanza la precarización escondida tras una supuesta preocupación
de los estados por la mano de obra juvenil en los países centrales, a la cual se le ofrece menores
salarios. La idea de que los derechos sociales y ahorros, realizados por los trabajadores,
requerirán para su entrega de una contraprestación gratuita de trabajo ya se ha puesto a rodar
en Europa.

En la periferia ese efecto de precarización y empobrecimiento se sufre por la calificación y el


bajo nivel estructural de ingreso y empleo. Sin embargo allí sobreviven bolsones de actividad de
enclaves, con sueldos y salarios elevados, favorecidos por sus nexos con un producto de alta
demanda como depósito de valor o como materia prima industrial en los países de nueva
industrialización.

Al interior de los mercados nacionales la Banca reduce el crédito otorgado, pero en tanto en el
arco central de países –Europa principalmente-- lo hace ya que debe pagar vencimientos de un
endeudamiento que se hace tendencialmente a un menor período, en la periferia lo realiza
porque debe exportar capitales a sus casas matrices.

Una progresiva monetización amenaza la economía del sistema. Así como un incremento de
dinerario que es producto tanto de los Gobiernos como del sistema bancario. Paralelamente el
endeudamiento sigue creciendo tanto en el sector público como en el privado. 33/

El monto de activos tóxicos que hoy se reconoce a nivel mundial es un porcentaje bajo del PIB
mundial, no superando un 5 %. Sin embargo constituye una espiral alimentada no sólo por el
juego monetario sino por la dinámica financiera que hace que Europa y EEUU entreguen a la
Banca privada montos de dinerario que podrían canalizar directamente a sus estados y
corporaciones en problemas. 34/

La crisis aunque se inició a principios de los 90 adqueriría un evidente carácter finaciero en el


nuevo siglo XXI. Esa maduración se evidencia en la detención del crecimiento de las bolsas y
cuando por decisión de los Estados, a través de sus Bancos Centrales, los tipos de interés de las
monedas que hacen de divisas caen al suelo, como intento de reactivación. 35/

Agotada la estrategia imaginada en torno a que la crisis económica--devenida en financiera--


proviene de falta de liquidez, y esterilizada ya la política monetaria como herramienta activa del
sistema a nivel de los mercados locales, los estados nacionales buscan en el plano internacional
la demanda disminuida a sus productos y administrar los costos de importación. Las guerras por
el petróleo y los esfuerzos por disminuir los costos de la energía y el transporte se convierten en
tareas de corto plazo. 36/

Esta estrategia se enfrenta con algunos obstáculos, no menores, en el área de la energía y costos
de la mano de obra. En el tema de la energía el petróleo se convierte no sólo en una pieza
estratégica del esquema de correlaciones de fuerzas sino en un elemento de acaparamiento
económico y especulación financiera. Ese acaparamiento había sido iniciado después de la crisis
petrolera de 1973 por la alianza corporativa –gubernamental de los propios EEUU, pero ahora
es impulsado por la nueva situación de mercados y las nuevas fuerzas financieras del plano
internacional. * 37/

* Como temas de corto plazo junto a los temas de la energía, están los de los precios de los
alimentos y el agua. Los intentos de privatización de los bienes comunes, las guerras imperiales,
o en sentido opuesto las exigencias de un ingreso social mínimo --como derecho natural o del
mantenimiento de mercados—tienden a extenderse a lo largo del planeta.

Las poblaciones del mundo en el aro central ven aumentar el desempleo, sin clara conciencia
que sus niveles aún están contenidos por los restos del viejo estado benefactor de la posguerra.
En los países periféricos en donde la población gasta la mayor parte de su ingreso en
alimentación y en cereales en particular se ven duplicar los precios y aumentar el desempleo en
una medida que obliga a las multitudes a salir a exigir a sus gobiernos una respuesta a demandas
mínimas.
Con una recuperación que no logra alcanzarse, las autoridades de los países centrales del
sistema vigente se enfrentan a la disyuntiva de empezar a subir las tasas de interés y/o las
barreras aduaneras para garantizar el valor del dinero a los propietarios de éste, o empezar a
gastar recursos fiscales en comprar bonos del gobierno, o activos tóxicos, entre los que destaca
la deuda hipotecaria.
Capítulo 06

CRISIS Y GLOBALIZACIÓN

"Sé que tenéis miedo... Teméis el cambio.


Yo no conozco el futuro.
No he venido para deciros cómo acabará todo esto... al contrario.
He venido a deciros cómo va a comenzar..."

(monólogo final, Neo. Film Matrix. 2003

Sintesis social y acumulación


El desarrollo de la síntesis social contemporánea se realiza en la forma de una acumulación
simultánea en las esferas económica, política y cultural. No es meramente un aumento de
densidad intersubjetiva o sólo un incremento de fuerzas productivas materiales. Se muestra
como un ascenso de la abstracción dineraria pero es una realidad práctica.

El elemento central de la síntesis social contemporánea, y su peculiaridad histórica, no es su


base patrimonial --que la constituye-- o sus supuestos de control social e ideológico, sino la
realidad que hace de ella una relación de producción y que como tal exige ser caracterizada.

El doble carácter de la síntesis es constitutivo de ella y no un mero reflejo ideológico. No es un


pensar erroneo sino una forma de vida y reproducción social cuya bipolaridad le es constitutiva..
1/

La acumulación de poder y de capital simbólico se producen parelelamente a la de la economía


en esferas de aparente independencia, y sin embargo subordinados a la síntesis. Es esta última la
que otorga a la economía su preeminencia. Así como es ella también la que favorece la
mantención, así como el rescate o la destrucción de formas de domininio o conciencia, en una
negociación y lucha de intereses de clases.

Es desde la forma central de la socialidad –la forma valor— y de los procesos que la
materializan –la dinámica de la valorización-- que se modifican las estructuras de dominio y
hegemonía o la subjetividad correspondiente. No es el poder el que redefine a la síntesis social
sino al revés es la acumulación la que lo hace. 2/

Tampoco es que por un lado la riqueza y la producción sean generados y se reproduzcan, y que
por otro operen los Estados y otros instrumentos de dominio como las formas ideológico-
culturales y modalidades de la conciencia social. La sociedad es un todo y la síntesis lograda a
cada nivel determina a su vez la vigencia de la síntesis última que las alumbra.

Ciertamente la hegemonía se condensa en los estados y en la esfera política, sin embargo es en


el conjunto de la sociedad respectiva donde ella se ejerce.* 3/

* Vease al respecto los trabajos de Pierre Bordieu.

Las figuras de individualidad de cada época y ámbito social pueden imaginarse determinando
los procesos de la acumulación a través de sus acciones y conspiraciones, --al igual que la
dirección de las empresas y otras entidades jurídicas en que el capital individual se expresa
adquieren la apariencia de una subjetividad--, pero el proceso es indireccionado, y es sostenido
en una contradicción de la que es evidencia el Estado.4/

Tanto la propiedad como la generación de ingresos en la empresa capitalista han conocido una
evolución a lo largo del pasado siglo XX. Paralelamente se redefinían las ideas de patrimonio y
excedente que estan en su base. Ya para la segunda guerra mundial los procesos de disociación
de la propiedad de las empresas respecto a un grupo personificado se había trasladado al control
accionario en todas las grandes empresas. E igualmente el avance del proceso monopolista
había deformado la relación de los costos respecto a los precios – tanto en los mercados
fundamentales de los paises en que el capital determinaba sus estructuras internas así como en
aquellos en que servía de marco general de la explotación y extracción del excedente económico
y de materias primas—sin afectar la posibilidad de existencia de estos últimos. La situación en
la presente crisis es distinta.

Las estructuras de producción y circulación seran también modificadas no sólo por el avance de
nuevas fuerzas productivas sino por los mecanismos de control que la síntesis formula para
sostener el poder de clase y la hegemonía de sus alianzas. Un proceso de abstracción y
fetichismo mercantil avanza reptante a lo largo del s XX obligando a las amplias masas a
repreguntarse en cada período por el sentido de sus instituciones y las formas de su socialidad.

No obstante, las decisiones de política global tomadas en las dos primeras décadas del sXXI
muestran que el control patrimonial sigue pesando decisivamente en la resolución de
contradicciones en la acumulación de capital y que su mantenimiento es clave en las decisiones
globales sistémicas sobre control y generación de excedente. Ello ilumina que la contraposición
estado vs mundialización se haya estado resolviendo en última instancia en favor de la
integración de mercados globales y de los poderes financieros, y no de constelaciones
hegemónicas a nivel local, en áreas periféricas.

Desde luego en el estado se anuda no sólo el carácter fundamental del control explícito de la no-
propiedad para el sistema sino el marco histórico de su control y la hegemonía. Las soluciones
de carácter keynesiano o de simple reforma monetaria local no pueden dar cuenta de la
magnitud, profundidad y carácter de la crisis, y en su superficie ésta indica que en el presente
período histórico el nucleo de la decisión capitalista sigue fuertemente en manos de
instituciones financieras dominadas por el sector de propietarios del gran capital y la riqueza a
nivel planetario. 5/

La modificación de los procesos de acumulación así como de los agentes económicos y sus
relaciones que afectaba las relaciones de poder fue, como sabemos, reequilibrada en el s XX
mediante la 2ª guerra mundial y el desarrollo sucesivo de modelos económicos apoyados en la
demanda --taylorista, fordista y neofordista —como los que privilegiaban la oferta, tales como
el modelo neoliberal y el toyotismo. Ambos enfoques, que representaban visiones distintas de la
hegemonía social, no podían ser de largo plazo.

En su conjunto, sin embargo, dos elementos caracterizaron al proceso de acumulación


económica contemporáneo desde la salida de la posguerra. El primero ha sido el uso de las
conexiones políticas -- por parte de las grandes corporaciones en sus procesos de acumulación
individual-- para asegurar el resultado de sus decisiones de empresa. 6/

El segundo elemento característico ha sido la directa transformación de activos políticos en


patrimonio real de empresas administradas publicamente o de contratos con el sector público o
mediados por éste. Ese proceso de reordenamiento de mercados y valores ha sido visible en el
desmoronamiento del “mundo socialista”· así como en las privatizaciones realizadas en la
periferia del Sistema bajo la denominada política de Shock.

Para leer las facetas de la crisis


Una visión --que hace las veces de explicación de la crisis contemporánea-- popularizada por los
medios, es la de que ella surge de un desajuste económico sectorial. A esa explicación se agrega
un corolario, la de su expansión por contagio. La crisis actual es así reducida a su faceta
económica y presentada sobre una base tautológica, la de que ella surge de un desequilibrio de
oferta y demanda. 7/
Aunque dicha argumentación tenga un carácter sociológico en vez de psicologico --como
aquella que fundamenta la crisis en la ambición desmedida de ciertas personas--, el
desequilibrio en la respuesta de necesidades sociales como mecanismo generador de la crisis es
de escaso poder explicativo. Tal como los pensadores clásicos mostraron se puede idealizar
desde el punto de vista conceptual una situación --modelo-- en la que el equilibrio de valores sea
un nivel explicativo de la lógica estructural de un mercado, pero ella no es ni puede ser sino una
abstracción. El sistema se mueve por sus desequilibrios. 8/

Por último ese tipo de argumentación o previsión se fundamenta en la ponderación de efectos


dinámicos de ciertos parámetros cuantitativos de la economía a nivel mundial y en especial en
los países centro del sistema, cuya cualidad intríseca los sobrevalora. 9/

Una aproximación de ese tipo, puede conducir a la erronea conclusión de que en la base de la
crisis ha habido un simple exceso global de oferta que pudo haber sido puesto bajo control con
una mejor política o percepción de variables. “Hemos vivido más allá de nuestras posibilidades”
expresan los adláteres del sistema. Dicha afirmación --que pretende ocultar la diferente realidad
de los grupos sociales en las sociedades del presente, y que a veces se escucha en los medios de
comunicación como argumento psicosocial--, posee un evidente carácter tautológico.

La descripción externa y de superficie de la crisis se transforma en el contenido de ella,


deduciendo de la situación de demanda y oferta de mercado en un segmento de bienes --por
ejemplo las que sólo se venden en el mercado interno-- el surgir de un fenómeno y problema
cuya interconexión global no es asumida.

Una desproporción y dificultades de realización de un orden, carácter y magnitud tales que


ralentizaron la economía mundial y significaron una fuerte pérdida de valores obliga a ir más
allá de una aproximación fenoménica, psicologica o sectorial.

Constatar una debilidad tendencial en la demanda o una sobre oferta no explica el desequilibrio
y pérdida de dinámica que se aprecia en las relaciones sociales en su conjunto así como en la
contención de las fuerzas productivas.Tan sólo las describe, parcialmente. 10/

En esta forma de vida social –el capitalismo-- la producción no tiene que ver con la necesidad
real por parte de la población de productos para su uso y utilización sino que es movilizada por
un proceso de capitalización sistémico y de realización del ciclo individual de la unidad de
capital o empresa (tras el que está el consumo social y el mercado). Constatar que se haya
producido lo que se denomina “la burbuja” no responde la pregunta de porqué no había
demanda solvente ni cómo este déficit llegó a producirse.

En la base de la síntesis social que constituye el marco de la vida contemporánea --con su


materialidad, sus creencias y sus intercambios--, se encuentra la posibilidad/necesidad de que
los objetos sociales posean valor y adopten la forma de valor. Sin que esa posibilidad se dé y se
asegure, no existiría estructura de oferta y demanda, --dado que ésta se refiere a valores y a
objetos que adoptan la forma de valor--, sino un cúmulo abigarrado de relaciones
interpersonales y comunitarias y una gran cantidad de objetos de uso social.

Que esa posibilidad haya surgido es, desde luego, simplemente producto de nuestra historia y de
nuestra relación con la naturaleza, la cual deberemos desbrozar para conocer sus implicaciones,
pero por ahora baste decir que es expresión de un proceso. Proceso que posee ciertas
características específicas estructurales aunque recoja y surja de ámbitos específicos de
evolución histórica.

Una característica externa de la síntesis es que ella no es transparente, ni evidente, ni


plenamente cognoscible. En otras palabras juega un papel ambivalente, polifuncional,
semiconsciente. Es una creación histórica contradictoria y opaca y así se muestra, como
producto. 11/

No es suficiente reconocer que el entramado de producción material y subjetiva que constituye


al capitalismo debe interpretarse desde el punto de vista de una actividad subjetiva que crea y
recrea el mundo en su totalidad, al modo hegeliano. Ello nos encerraría en el mundo de las
ideologías y en la consideración segmentada de la proyección de la voluntad de poder sobre el
universo. Es necesaria, simultáneamente, su consideración como síntesis social y material, es
decir como proceso de producción, reproducción y ekopoiesis. 12/

El mundo no es un mero dispositivo, o simple escenario de las relaciones sociales, sino parte de
su totalidad en tanto síntesis social. Aquello que el ser humano lee en el mundo es su propio
hacer.

Sin embargo así es como aparece el universo ante la historia, como herramienta en donde se
despliega unilateralmente la voluntad, dado que --tal como lo señalaron los economistas
clásicos, hace ya varios siglos--, la producción orientada a satisfacer una sociedad de
intercambio en cuanto proceso de valorización impone un proceso de reconocimiento del
carácter social de éste, en la abstracción del trabajo y su entorno, y que los lee en clave externa.

Una mayoría de personas aún cree que la demanda de un producto en esta sociedad, viene dada
por su utilidad, necesidad o uso. No obstante, como nos muestra la economía y en su
singularidad la crisis, la necesidad real y social está mediada por la posibilidad de aquello que se
tenga en el bolsillo, del poder social y de compra expresado en dinero. Igualmente confían que
existe un límite a la depredación del medio ambiente o a la propia destrucción psíquica o física
de la propia especie. Nada indica empíricamente que ello sea así, el capital es una síntesis social
con aspiraciones divinas.

El trabajo no es cualquier tipo de actividad humana, es una forma específica e histórica de


proyección de la energía psíquica y física del ser humano sobre su entorno. El proceso de
producción y de trabajo en la sociedad en que domina la forma valor, como expresión de su
socialidad, implica la obtención de rentabilidad y una dinámica que se orientará a responder a
la demanda solvente así como a otras determinaciones más complejas de la síntesis.

En la crisis contemporánea iniciada a fines del s XX el doble carácter de la producción y la


mercancía --en una sociedad dominada por el ciclo de valorización--, establece una escisión
metabólica del ser social que aparenta romper la capacidad de resilencia de su entorno y su
psiquis.

¿Dónde aparece el exceso de producción que origina el desbalance económico, dinerario y


ecológico que constatamos en diversos países? Ello puede dar una primera pista: la crisis se
hace visible como un exceso de bienes no commoditizables, es decir no vendibles en el mercado
interno o global, ya sea porque son bienes inmuebles sin demanda efectiva o porque no
encuentran demanda externa.13/

¿De donde surge la diferencia entre las fuerzas y magnitudes que se expresan en los mercados
en un momento de crisis y de dificultad de realización de ciertas mercancías, en relación al
ciclo? Para el 2007 esa respuesta ya no se encontraba en la modelística macroeconómica. Ver
Nota 1/

¿Fase de un ciclo secular o periodo final de una expansión?


Cuando se estudia a nivel macroeconómico la evolución de las variables económicas –tal como
las del período que concluye en el crash del 2007/08—ellas pueden pueden mostrarse tanto
como expresión de un proceso secular o de una expansión económica que sufre sucesivas
fluctuaciones.
No es la magnitud ni la secuencia, objetivas, la que da sentido a una u otra observación sino su
ubicación en la explicación del proceso de acumulación. Tanto la observación empírica, que
construye una regularidad, como la aplicación de un esquema que otorgue relevancia a aspectos
y momentos considerados claves, fallarán en la consideración de la totalidad del fenómeno de la
crisis. No es que ellas no iluminen dicha evolución en un período, fase o nivel, sino que su
ordenamiento y jerarquía cobra sentido respecto a la transformación de la síntesis. 14/

Desde luego cualquiera sea el corte temporal elegido, éste se traslapa con el que puede
realizarse respecto de la introducción de procesos tecnológicos y de organización del trabajo en
la estructura productiva. Por ello en los análisis de historia social, esos cortes deben aceptarse
sólo como referidos a las variables y determinaciones que los sustentan y no como
periodizaciones que por sí mismas definen su carácter.

Así es posible distinguir una primera fase de rescate o de restauración de equilibrios del
conjunto del sistema que abarca desde los años 30 a la 2ª Guerra, con características en la
producción que pueden resumirse en una reducción del ámbito de la circulación, una expansión
de la intervención del estado en la dinámica económica y en la lenta introducción del taylorismo
y los procesos industriales en cadena a nivel planetario.

En la posguerra la restauración es continuada por una segunda fase de recuperación y expansión


industrial y del consumo en el centro con una ralentización de la dinámica de la acumulación en
la periferia. En los países-centro se expande la producción sin que se observe un retroceso del
Estado en la economía.

El Estado desplaza su atención a la estructura de bienestar, servicios y empleo, excepto en el


área soviética en donde sigue centrado en la industria pesada. Los mercados de consumo crecen
en el centro sistémico y progresivamente son introducidos --en la lógica y organización
industrial-- aspectos de costos para un mercado de masas, el cual denominamos fordismo.

Ese período culmina en la ralentización industrial y económica con conflictos en la segunda


mitad de los 60, desde donde se abre paso una última fase expansiva del ciclo secular iniciado el
29, que en sus primeros balbuceos institucionales en 1971 significan el resquebrajamiento del
Acuerdo de Bretton Woods y una rearticulación global de mercados, proceso dirigido desde el
universo finaciero.

Ese desempeño del sistema puede definirse como caracterizando un tercer período, la fase de
globalización de sus circuitos. Vemos expandirse los circuitos comerciales y de crédito de la
economía, primeramente en el centro del sistema y en los países OPEP y a partir de los 90 en la
periferia. La denominada globalización se ha iniciado con la articulación de las fuerzas
económicas centrales del capitalismo y el debilitamiento de los estados-naciones. A
continuación observamos un reordenamiento productivo realizado bajo la hégida del capital
financiero de la metrópolis y de las redes de nuevos mercados, la producción se diversifica y el
control de la mano de obra se flexibiliza con el denominado toyotismo, finalmente se observa la
expansión corporativa en centro y periferia.

En América Latina la década de los 80 es denominada la “decada perdida” por la detención de


sus variables de crecimiento. Sin embargo desde fines de la década anterior se había venido
produciendo lo que se denomina un fenómeno de “redespliegue industrial” desde el centro
sistémico hacia la periferia.

La empresa “multinacional” que cruza las barreras nacionales en los 70 se ha transformado o ha


cedido su puesto a una nueva empresa “transnacional” –en la que el enfoque industrial-
productivista de la anterior ha sido reemplazado por una apreciación y dinámica financiera, que
le permite realizar su producción industrial y de negocios adonde obtenga mayor rendimiento
corporativo--, en tanto en la economía de los países-centro se expanden las industrias de
servicios tecnológicos y financieros que posteriormente cubrirán al planeta.

Esa concentración segmentada de actividades también genera varios amagos de crisis


sectoriales y/o por áreas, centrales y periféricas. Así se constata una serie de fluctuaciones
sucesivas, que se aproximan temporalmente y que de áreas periféricas avanzan hacia el centro
sistémico, y que se expresan en su fase superior como una parálisis industrial o de mercados, y
en una posterior caída de los índices bursátiles, adquiriendo finalmente la forma de una crisis
financiera global.

Esa evolución, desde luego, no era lineal. Era ambivalente y requiere en todo análisis ubicarse
en un escenario que asuma sus determinaciones específicas. Cada amago o crisis local se había
expresado y culminado como crisis financiera regional, sin embargo la articulación de
desequilibrios en circuitos o áreas económicas del último tercio del s XX escalaba no sólo hacia
el corazón geográfico del sistema – la bolsa de NYSE y la City-- , sino hacia la síntesis. 15/

En la actualidad no nos encontramos simplemente ante una crisis financiera de ámbito mundial,
aunque ésta sea su primer avatar o evidencia, multiplicada por los ojos de la prensa y los
analistas. ¿Cómo ignorar la crisis climática y ambiental? ¿Dónde considerar la destrucción del
sentido, la salud y la vida cotidiana de miles de millones de habitantes del planeta? ¿Cómo dejar
sin consideración las visibles e insolubles contradicciones sociales, económicas y axiológicas
que agobian a la humanidad? ¿Cuál es su contenido y sentido?

En una aproximación integrada de macro-procesos, la crisis actual puede describirse como


resultado del acercamiento asintótico de tres planos en los que se venían expresando
desequilibrios acumulativos. Al modo de cómo se aproximan las caras de una pirámide hacia el
vértice podemos distinguir en cada faceta fenómenos reconocibles, y que van confluyendo en el
tiempo tales como los vórtices de temperatura y otros fenómenos de cambio climático, o del
redespliegue industrial, el desempleo y la violencia políticas, o del ascenso de la influencia
financiera y las caídas bursatiles.

Estos planos, donde se evidencian nodos conflictivos del proceso de reproducción de la síntesis
social, esquemátizarían el proceso de producción de mercancías mediante mercancías, el de la
reproducción ampliada y la acumulación, y el del intercambio metabólico de esta forma social
con el ecosistema. E igualmente podríamos visualizar esa pirámide conteniendo en su interior
una maraña de relaciones objetivas afectadas por el agotamiento de una forma de conciencia y
por los esfuerzos de los grupos hegemónicos por consolidar su dominio en la redistribución del
trabajo social.

Hoy es evidente que la expansión monetaria y financiera mundial que se ha dado en el sistema
desde los 70, no tuvo una contrapartida de valor-trabajo como respaldo de magnitud
equivalente, y que la reabsorción de mundo socialista postergó la maduración de los procesos
de crisis. Esa simple constatación nos aleja de las visiones que atienden a un solo factor como
determinante de la evolución económica de la crisis.16/

La sobre-expansión dineraria está en el origen de la creación de una nueva relación económica


estructural, la cual no es la financierización --que era su dispositivo-- sino la del capital ficticio.
Por su parte la reabsorción por el sistema de sus anomalías –el llamado mundo socialista—da
cuenta de que la riqueza allí existente estuvo en condiciones de generar toda una década de
desarrollo del capitalismo global, a partir de la caida del muro, antes de hacerse inevitable la
contención de expectativas y ralentización de los flujos ya en el nuevo siglo XXI.

La circulación de una mayor masa dineraria tuvo el visible efecto de relanzar el crecimiento
industrial, el consumo y la acumulación desde la década de los 70, así como ampliar las fuerzas
productivas y riquezas disponibles y potenciales en varios órdenes de magnitud. Así como esa
reactivación permitió al sistema reabsorver a la URSS y China, y crear una situación de
desbalance monetario universal sin precedente.17/

El surgimiento de un nuevo bloque hegemónico


La expansión sistémica iniciada en la década de los 70, --expresada en un reordenamiento
económico y político, social y tecnológico bajo hegemonía corporativo-financiera--, tuvo un
carácter distinto a la transformación que había sido hecha posible con el fin de la 2ª Guerra.

La lógica organizacional en la producción era diferente, las fuerzas que la comandaban


igualmente lo eran, así como las consecuencias a nivel de clases y de estados. El acuerdo de
clases en torno a un estado benefactor estaba roto, y las clases propietarias se articularían de
nueva manera en y más allá de los estados nacionales y utilizando nuevos mecanismos, cuyos
flujos denominamos globalización.

Su contenido ya estaba presupuesto en las pugnas de la 2ª Guerra Mundial, con la reducción de


la esfera circulatoria y el avance del estado sobre la sociedad. La articulación entre fuerzas
productivas y relaciones de producción, que se habían expresado en la prioridad de las
relaciones de propiedad respecto a la forma social del trabajo, se habían invertido.

La nueva situación surgía entre luchas de fuerzas políticas y sociales que pugnaban por
direccionar la futura evolución económica. Su solución no estaba predeterminada, aunque se
articuló en las nuevas coaliciones estructurales del capital financiero, industrial y comercial a
nivel planetario y la pugna por el control de las nuevas fuerzas productivas por parte del capital
y el trabajo.

La alternativa que saldría triunfante --hecha posible por la correlación de fuerzas sociales
expresada en el predominio a escala mundial de grupos del tipo Bilderberg, Trilateral y otros--,
se realizó como sabemos en torno a una expansión financiera que motorizó una expansión
corporativa que desbordó los estados nacionales de la periferia y que en el centro sistémico
vinculó de nueva manera a los grupos corporativo-financieros entre sí.

La masa de mercancías se multiplicó a nivel global en los años 70, expresandose en la


recuperación de niveles de crecimiento y productividad así como de un incrementado consumo
en los países-centro e incremento de sus intercambios. Los países y empresas de la periferia del
sistema fueron endeudados generándose para los años 80 una parálisis productiva y de sus
mercados nacionales que obligaba a la transformación de esa deuda en inversión interna y
establecía el predominio del nuevo modelo neoliberal.

Un proceso de reordenamiento económico y del ciclo ampliado del capital, dirigido por grandes
bancos y corporaciones en alianza con poderes económicos internos, se impuso sobre otras
fuerzas y alternativas locales y dio su impronta a toda una fase de la acumulación,
desarrollando y expandiendo nuevas tecnologías que impulsaron y desataron la concentración y
centralización de capital a escala no imaginada.

Lo novedoso es que en la generación de ese proceso de acumulación renovado no sólo se


aplicaba capital real y existente sino capital ficticio, expresado en las relaciones internacionales
en dinero y papel moneda fiduciarios.

La acumulación como nuevo nivel de procesos de articulación de mercados a escala mundial e


incrementada división del trabajo planetaria, y como reordenamiento de los procesos de
producción y distribución de mercancías y de circulación del capital a todos los niveles, era así
mismo una nueva forma de generar dinámica económica y social. Y por su carácter financiero
aparecía virtualmente infinita. 18/
La dinámica de esa reestructuración puede verse como producida unilateralmente por un
incremento de la productividad –proceso que ha estado concentrado en ciertos paises, EEUU y
Europa, en donde se produjeron tecnologías --de propósito e impacto general--, dinámicas y
dispositivos que afectaron y transformaron de manera amplia, sostenida y profunda la vida
social.

Esa visión poderosa, que establece un paralelo con la visión del desarrollo ineluctable de las
fuerzas productivas de raigambre marxista, sin embargo es tautológica pues exige que la
innovación generalizable contenga en sí el impacto social que la generaliza.

A nivel histórico en las sociedades capitalistas más desarrolladas la fuerza globalizante


emergía como una prevalescencia de los intereses financieros y comerciales sobre el complejo
de intereses que había vinculado a empresas productivas, grandes, medianas y pequeñas con los
aparatos de estado en las fases de rescate y recuperación sistémicas. Ello era producto de
derrotas políticas que habían restringido el poder de compra de los asalariados y que al mismo
tiempo obligaban a las corporaciones a buscar mercados off- shore.

En la periferia aparecía como un repliegue del estado y de fuerzas sociales, en los mercados
internos, de sus anteriores aspiraciones de autonomía y autosuficiencia. Aparecía también como
el desarrollo sistemático de una estrategia de empresas y países del centro para absorver los
mercados internos de la periferia y expandir la producción hacia un nuevo plano
internacionalizado, disminuyendo el valor del trabajo en los países de la periferia. Fueron tres
duras décadas de empobrecimiento de los sectores vinculados al trabajo y de inclemente
represión política, cultural e ideológica.19/

Otra fue la situación en las economías de los “países socialistas” que antes del derrumbe en
torno a 1990 habían buscado un repliegue productivo y segmentado hacia regiones, para a
continuación del colapso institucional abrirse al modelo de acumulación neoliberal privatizando
grandes áreas de su economía y abriendo sus mercados al capital corporativo y financiero
mundializado. 20/

Alianzas políticas y sociales de los países centrales, --de articulación transnacional de las
fuerzas hegemónicas e intereses de las clases propietarias y dominantes del planeta--, ayer
encarnadas en instituciones públicas de nivel internacional como el FMI, BM y otras, ahora se
amplían a la esfera privada y a los mercados internos.

Sus sucesivos pasos hacia la construcción de una nueva hegemonía cubrieron los diversos
frentes de la vida social y política, centrados en la expansión crediticia y de la deuda, abriendo
el camino a una ampliación de mercados, a un incremento de la división social del trabajo así
como a un redespliegue regional de estructuras productivas, que se mostró posible bajo su
control y dominio. NOTA 2 /

Faces y facetas del último ciclo secular


La fase de estabilización sistémica que se buscó desde los 30 e inicios de la 2ª Guerra a través
del reordenamiento de la cadena de producción en la gran industria y la intervención de los
gobiernos en los mercados de trabajo y productos, o modelo taylorista-keynesiano-- estaba en
bancarrota para fines de los 60. Había durado casi medio siglo y su imposición y triunfo en
medio de la guerra aparecería en la nueva fase de recuperación como asociada a la creación del
denominado Estado de Bienestar.

El esquema industrial taylorista expandido en los años 20, basado en un control compartido
entre capital y fuerza de trabajo, sobre el tiempo, procesos y costos de producción, se mostraría
en los años 60 progresivamente incapaz de impulsar nuevos niveles de productividad y de ganar
nuevos mercados. El esquema industrial fordista que era su continuación en los países-centro, y
que articulaba también la demanda no podía sino acentuar las tendencias a la disminución de
estímulos para la inversión en el centro.

Se abría paso así a la imposición por parte de los empresarios del centro sistémico de
alternativas de trabajo combinado y flexible, que estrechaban el tiempo social entre el tiempo de
producción y el de circulación de la mercancía, innovaciones conocidas como “toyotismo”, el
cual permitiría un nuevo incremento de la productividad y de la acumulación en las grandes
corporaciones. 21/

A inicio de los años 70 los centros directores del sistema capitalista aumentan su presión para
abrir mercados de bienes y crédito desde la metrópoli y asocian el capital corporativo con el
bancario y de seguros, lo cual daría un nuevo sentido a la recuperación industrial y comercial
lograda en sus países así como a la guerra fría y a su influencia imperial.

Sería la expansión financiera trilateral y el desarrollo del fordismo-toyotismo industrial los que
abrirían la puerta, --junto a la posterior expansión informática--, a la penetración del capital
financiero-corporativo metropolitano en las áreas periféricas del sistema y a la imposición de
un nuevo esquema de relaciones económicas internacionales el modelo financierista neo-liberal.

La pugna patrimonial que había constituído el centro de la disputa de la 2ª Guerra estaba siendo
superada por la pugna en el control y asignación de la fuerza productiva social. En los años 70
entraron en derrumbe no sólo los modelos de política económica keynesiana en Europa --con la
socialdemocracia o en sus expresiones leninistas en el área de la URSS--, sino en el propio
EEUU.

La economía mundial en los 70 aparece en un marasmo inicial en el que la expansión del crédito
hacia la periferia no parece en capacidad de sostener una expansión de fuerzas productivas en el
centro sistémico. En su interior se suceden reordenamientos para bajar los costes salariales y
debilitar la organización sindical. La reaganomics aparece triunfante en los 80 a nivel de los
países centro y de la periferia donde la concesión de créditos, incluso a tasa negativas, rompe
toda defensa de los mercados interiores, y la represión política ha modificado las correlaciones
de fuerza. Paralelamente los esquemas industriales fordista-toyotista encuentran limitaciones en
el consumo restringido de masas –tanto en los países del centro-sistémico como de la URSS--
que sólo encuentran salida en la industria y gasto bélicos. 22/

La reaganomics --al derrotar al movimiento sindical en el centro sistémico, abrir la espita


creditica y hacer fluctuar violentamente las tasas al servicio de la mantención de la hegemonía
de EEUU para abrir los mercados externos subordinados-- desatará la crisis del default en la
deuda externa de los países periféricos en los 80. El centro sistémico no proporciona estímulo a
esa periferia que ha integrado en un primer nivel, en tanto multiplica el gasto militar que lleva al
planeta al borde de una catástrofe.

En la siguiente década se entra a un período en el que la inversión en el centro se irá a las áreas
de nueva tecnología buscando una rentabilidad ficticia, en tanto la incorporación de mercancías
e ingentes cantidades de fuerza de trabajo de los ex países socialistas sostendrán un repunte de
las tasas de ganancia que hasta ese período habían marchado a la baja. 23/

En sólo 20 años la concertación establecida por el capital con el Estado nacional de la posguerra
como dispositivo de resolución a nivel internacional de estructuras de precio había llegado a su
fin. Ello se produciría y resolvería a través de luchas políticas y sociales de resultados
inicialmente diversos –Chile o Vietnam--, sin embargo el nuevo modelo y patrón de
acumulación de capital acabaría imponiéndose.

La concertación del mundo sindical y del trabajo en torno a un acuerdo, a través del estado, con
el capital; su visión social articuladora y mecanicista, en la que el individuo se reconocía en y a
través del trabajo, estaban siendo superadas por nuevos ejes que fracturaban los agrupamientos
de clase y renovaban los estímulos sociales trasladándolos de la pugna por el ingreso de la
empresa hacia el excedente y su uso en los mercados de consumo.

Ese nuevo modelo y ese patrón o régimen de acumulación, que se denominan habitualmente “el
modelo neoliberal” y el “Consenso de Washington” respectivamente, estaba constituida por una
rearticulación interna y en red de los estados y sus economías cuyo objetivo no sería
comprensible si no se observa que con ella se imponía una nueva organización de la producción
y del trabajo a escala planetaria. La cual se materializaba en los centros desarrollados del
sistema por el toyotismo, y en el desplazamiento hacia la periferia de procesos de
industrialización fordista-tayloristas, y con ella las transformaciones políticas, sociales y
culturales que la hiciesen posible./ Nota 3

Subsecuentemente a la coordinación internacional financiero-corporativa y con los estados


como servidores suyos, se establece progresivamente una regulación económica global
supranacional, ubícua, instalada en la red de flujos y decisiones financieras que subordina no
sólo gobiernos sino incluso a las agencias internacionales.

La articulación y distribución global del trabajo, así como el nuevo reparto de tareas de
producción y el desarrollo de estructuras internas para su ejecución se transformaban en el
nuevo terreno de disputa no sólo de los estados sino de las clases. El estado nacional bajo el
neoliberalismo se debilitaba en sus aspiraciones de autonomía, y se hacía subsidiario respecto a
las presiones del capital en el mercado de trabajo, pero se fortalecía en las tareas de continuidad
de la demanda agregada y el control social.

Ya no es la propiedad el dispositivo central de la división del trabajo internacional sino la


gestión coordinada de los poderes y centros financieros instalados en paraísos fiscales, bolsas e
instituciones internacionales.

Los inicios de la fase de crisis


La creación de una economía virtual superpuesta a la economía real, se produjo a lo largo de las
décadas 70 y 80. No es que anteriormente no hubiese períodos de plétora de capital finaciero y
de que en ciertos momentos y países no se hubiese producido una burbuja inflacionaria, es que
ahora ese fenómeno abarcaba a la divisa internacional y los títulos-valores que la representan no
son libremente entregados a la circulación sino administrados por la elite financiera.

No obstante ella ya se hizo evidente en la década de los 90 cuando el ritmo del crecimiento
económico y de la centralización del capital determinaban que grandes masas de inversión no
encontraran espacios de aplicación en áreas productivas, a los niveles recuperados de las tasas
promedio de ganancia de esa década, y se dirigieran a los sectores de nueva tecnología virtual y
a la especulación financiera. 24/

En la base de la expansión del crédito y la deuda no se encuentra un fenómeno monetario, el


cual es su efecto, aunque esa expansión surja vinculada a una política y grupos financieristas –
corporativos o bancarios-- que profitan de ello. Ella encuentra sus raices en procesos más
profundos de la estructura económica que tienen que ver con la combinación y disposición del
valor del capital en relación al de los medios de producción y fuerza de trabajo; la cual se
expresaba en la caida tendencial de la tasa de la ganancia y que se intentaba interrumpir.

La expansión y concentración de poder y dinero de los grupos bancario-corporativos desatada


en los 70 en el centro del sistema modificó la estructura de flujos de empresas que llegaron a ser
Multinacionales, en las décadas siguientes creó y estableció alianzas con aparatos de estado y
fuerzas locales que las transformó en Transnacionales. Su presencia en los diversos paises,
expandiendo y absorviendo la producción y mercados locales, que había sido iniciada en el
plano productivo así como en asegurar la realización de su ciclo de valorización, cambia hacia
un torbellino planetario.

Desde los años 70 se observa que los flujos físicos y financieros se internacionalizan, se
expande el transporte, las comunicaciones y el comercio mundial, primero entre áreas del centro
del sistema y progresivamente en nuevas áreas de la economía globalizada, integrando nuevas
capas periféricas a las del centro del sistema y marginando en el centro a las capas rezagadas a
niveles de la periferia. No es que algunos de esos procesos no se hubiera dado en la posguerra
pero ahora los flujos financieros se orientaban a favorecer la articulación de un ciclo de
producción multinacional y no sólo de la venta a nivel internacional y esa orientación llega a
cobrar preeminencia, invirtiendo la relación preexistente, hasta el crash en que los grupos
hegemónicos retomarán sus preocupaciones respecto del área de la circulación.

No fue una modificación política administrativa o imperial, sino un verdadero cambio de la


correlación de fuerzas a nivel global, tanto a nivel de los grandes grupos detentores de capital
como en las relaciones de valorización. La ampliación del crédito y de los flujos financieros
expresó y materializó un proceso de articulación de fuerzas sociales y políticas que
transformarían su interés y especificidad en la modalidad central de la acumulación de capital
en el nuevo período y que al lograr hacerlo se convertirían en fuerza dirigente unificada de la
acumulación de conjunto.

Ella expresaba y se hacía posible simultaneamente en una modalidad inicial de expansión desde
el centro sistémico de las fuerzas productivas llamada redespliegue industrial y relocalización
productiva, e interconexión de mercados, y su globalización y control a través de las
telecomunicaciones y la informática.

Al no depender de un balance interno de oferta y demanda las empresas transnacionalizadas


favorecían --en los sectores hegemónicos de los diversos estados— la ilusión de poder
prescindir de las presiones del mercado del trabajo, y determinar libremente los nuevos niveles
salariales y de empleo. De allí a la ilusión de no requerir de trabajo para la valorización, o de la
valorización para acumular capital, no había sino una pequeña distancia.25/

El desarrollo de la crisis obligaría ya en la segunda década del s XXI a apelar a mecanismos


administrativos para fijar los niveles de la demanda.

Sin embargo, antes de entrar en esos temas deberemos detenernos en los procesos que
determinaron el imaginario en el que dichas ilusiones se hicieron posibles. Entre ellos los de
organización del trabajo y del redespliegue industrial al cual le sigue la rearticulación y
cambios en el manejo y control del excedente económico y monetario iniciados en los 70. 25/

Del malestar en la cultura a la digestión civilizatoria


El crash de 1929 fue el cenit y abrupta caída de un largo ciclo de expansión económica cuya
última fase fue de predominio del capital financiero y de agrupamientos de fuerzas
monopolistas que serían resueltos en la década siguiente. La preeminencia financiera condujo a
“los años locos”, a las inversiones en los pantanos de Florida y en general a la sobreinversión
especulativa en los dos lados del Atlántico, la que señaló el cierre de un período y la inminencia
de un ajuste. Los agrupamientos y reagrupamientos monopolistas conducirían a la segunda
guerra mundial. 26/

En torno a los años 70 del sXX una masiva introducción de estructuras de conocimiento y
artificios técnicos se puso al servicio de una expansión y modernización de una forma de
acoplamiento social caracterizadas por la valorización, la fragmentación y la abstracción a
nuevos niveles, y por un incremento en el control y ahorro del tiempo social y ya no sólo del
tiempo de vida individual en la fábrica.
El proceso que vinculaba agentes sociales en torno a la producción en la empresa expandía con
él a la forma de valor en nuevas y más amplias relaciones sociales, e igualmente traía consigo la
fragmentación de estratificaciones y reconocimientos intersubjetivos que daban sentido a la
existencia individual y de grupo. Esa forma de acoplamiento económico renovada era
simultaneamente una modificación de las formas de vida y de conciencia en el planeta en su
conjunto. Ellas en su compleja articulación traerían conflictos en las estructuras de dominación
caracterizables como olas por regiones enteras. 27/

La introducción y fortalecimiento de una mentalidad que se hacía mas universal, fluida e


influida por el proceso de abstracción creó un nuevo tipo de subjetividad y figuras sociales
correspondientes. La aplicación renovada de los instrumentos científico-tecnológicos al servicio
de la expansión industrial y progresivamente de la ampliación de circuitos comerciales y
financieros, --cuyos elementos de hardware habían sido desarrollados en la IIª Guerra Mundial,
y de soft en los 70--, sirvieron así mismo para profundizar la interdependencia panóptica de
nuevas capas de trabajadores manuales e intelectuales. Una mayor y más profunda enajenación
se hace posible con la expansión de un mundo social de mayor insolidaridad y fetichismo del
dinero y el consumo, y la distancia cada vez más profunda entre las capas y estratos sociales del
sistema.

Las tecnologías de telecomunicaciones e informática fueron el sustento de la posibilidad de


ampliación de las relaciones financieras y no su fundamento. La exigencia y necesidad de
reproducción del capital había encontrado en ellas el sustento material de su nuevo despliegue y
carácter.

El capital imponía a través de nuevos procesos productivos, nuevas posibilidades y formas de


consumo, nuevas actitudes y nuevas determinaciones en el proceso de acumulación, nuevas
formas de ser en la sociedad.

La nueva base epistemológica y afectiva, --inicialmente expresada en el interior del imaginario


disponible y en las inquietudes psíquicas que se articulaban en las diversas figuras sociales tal
como las hemos conocido en el período, y como se dan en los procesos de explotación, dominio
y reproducción ampliada de la valorización— se expresa en la búsqueda y estímulo de una
fidelidad a la empresa que rompa la anterior lealtad a la familia, la religión o las imaginerías
etnológicas.

El malestar cultural que se expresó el 68 --con el agotamiento de la fase de recuperación


sistémica tanto en el centro como en la periferia--, en las figuras de Marcuse y los estudiantes de
París, Shangai o Buenos Aires, del Che Guevara y los luchadores de África y Latinoamérica, de
Otelo de Carvalho, Ho Chi Minh o el movimiento Hippy y la Guardia Roja, cuya reminiscencia
hoy parece lejana, expresó la primera oleada de formas y contradicciones entre la voluntad
creativa y reproductiva.

En la segunda oleada en las áreas postergadas y de periferia globalizada el imaginario de sus


luchas, aspiraciones y creencias --en el que se le otorgaba al proletario o campesino la
alternativa de bajo consumo y crédito o la lealtad a valores precapitalistas— poco tenía que ver
con las formas e ideas de la vieja política europea. 28/ La asimilación cultural y digestión
civilizatoria que habían aspirado realizar los países centro respecto a la perifería se encontraba
en evidente atasco, sobre todo en las capas más pobres y mayoritarias.

Era el surgimiento y consolidación de un desarrollo en el centro sistémico caracterizado en sus


nuevos procesos productivos por el predominio de la faceta cognitivo-tecnológica, en cuyo
interior se profundizaba y ampliaba no sólo la forma valor sino el impacto de la forma capital,
en el imaginario social y en las figuras de subjetividad contemporáneas.
Antes de absorver y digerir las figuraciones previas, el capital extendía sus nuevos modos,
mecanismos, y dispositivos de enajenación ante un mundo que recibía de pleno su impacto
global y totalizante. La elaboración de contenidos estaba siendo modificada en figuras de
subjetividad construidas sobre otras prácticas, respecto a las conocidas por el capitalismo central
en el período que se agotaba con la financierización. 29/

Desplegándose desde su centro en sucesivas áreas concéntricas de poder social y conciencia,


relacionadas con las formas de estado y determinaciones de mercado existentes, las fuerzas
sociales que encarnaban esas contradicciones se reformulaban. Tanto las estructuras formales
como sus portadores estaban siendo transformados y con ellos se modificaba el mundo.

En las economías nacionales el proceso de acumulación de capital se efectúa no sólo a nivel de


la unidad de capital o empresa aislada sino de un ámbito articulado de realización, al que ella se
adscribe o vincula. Ello obligará a las fuerzas sociales internas a los países, desde los años 70, a
optar por sostener la ampliación de la demanda interna y sufrir restricciones al crecimiento,
derivadas del carácter dependiente de la inserción del mercado “nacional” en el sistema en su
conjunto, o a buscar la realización de la producción en el plano internacional, rompiendo pactos
sociales internos y buscar así demanda externa.*

* Los epígonos del sistema verán en la defensa del mercado interno un alejamiento del óptimo
paretiano en la asignación de recursos y recomendarán la apertura. Otros, más cerca del
reformismo keynesiano , propondrán las teorías de cluster. La decisión, sin embargo, estaría
basada en el contenido de las alianzas sociales en las estructuras de dominio. Véanse Africa, el
ámbito de países musulmanes o América Latina.

Esa situación transicional dio espacio a las grandes negociaciones entre fuerzas políticas
vinculadas en mayor medida a los agentes del gran capital y aquellas influenciadas por otros
sectores. El “pas de deux” de Francois Mitterrand y la socialdemocracia en Europa es
ilustrativo.

La consideración de la mayor o menor apertura al mercado internacional de las diversas


economías internas así como su peso relativo y dinámica son la primera base explicativa
respecto a cómo fue siendo resuelta en el último tercio del siglo XX esta rearticulación
económica a través de luchas políticas, ideológicas y de clases internas a las diversos países y
formaciones sociales. Es el ámbito del ciclo de producción y reproducción del capital el que es
modificado. Y viceversa el impacto de una medida de política por parte de un actor
internacional es proporcional no sólo a su tamaño y ubicación geo-política sino a la geno-
estructura del país y segmento que sufre esa acción. 30/
NOTAS
NOTAS Capítulo 01

1/ La primera afirmación imagina imperecederas a las instituciones y formas de vida,


producción, intercambio y conciencia contemporáneas. Ella considera las presentes
fluctuaciones de índices, niveles y parámetros económicos como características permanentes del
mercado, otorga al estado y a las relaciones institucionales una capacidad omnímoda para
responder a los desórdenes del sistema, o le atribuye la capacidad de recuperación que éste
mostró en el último siglo. Se deleita en los espacios de indeterminación del conocimiento
científico o las ambigüedades de la teoría social o del comportamiento humanos y cree
reconocer un carácter eterno y destructivo en el comportamiento humano. La segunda
afirmación, surgida de la relatividad e historicidad de lo presente, clama a la responsabilidad
social e individual y pone a la luz un desgaste de las formas de dominio y explotación, la
incrementada agresividad contra el entorno y el propio grupo social de tal profundidad que
antecede una mutación civilizatoria.
2/ En esta última alternativa es útil traer al análisis períodos de transición y decadencia tales
como los que conoció el mundo occidental, especialmente en el mediterráneo oriental entre los
siglos V y X, que abrieron la puerta al Medioevo, rechazando la ontologización de un desarrollo
ineluctable. Simultáneamente y retomando una idea de Michel Foucault ese análisis no puede
quedarse en el nivel comparativo y del contraste, so pena de moverse dentro de los límites de la
episteme surgida con la ampliación de mercados que derrotó al Medioevo. Ello exige postular
nuevas herramientas y nociones para comprender la actual dinámica y entender las fuerzas que
intentan construir el futuro. Vease Michel Foucault, Las Palabras y las cosas, Ed. S XXI
3/ Uno de los niveles sociales que se mostraría como punto de bóveda de la transformación
sistémica serían las comunicaciones, que hicieron posibles nuevos niveles de coordinación de
producción y mercado y ubicuas a magnitudes de capital cada vez más poderosas. Ese
incremento de la densidad, cantidad y calidad de la información, la transmisión de datos y la
interconexión de grupos y procesos, que era expresión de un nuevo nivel de exigencias sociales,
facilitó a su vez no sólo la transmisión de cultura y acercó a los hombres y mujeres entre sí sino
mundializó la producción, el comercio y las finanzas o al menos la hizo realmente posible, y
llevó la expansión de las formas dinerarias a esferas cada vez más amplias en extensión y
profundidad de las relaciones humanas. La acción comunicativa progresivamente desarrolló una
capacidad productiva que al inicio era simplemente un efecto secundario de la socialidad
haciendo de la sinergia de millones de personas una nueva fuerza productiva.,
4/ Con esa ruptura espiritual no sólo hacemos mención a la ofensiva cultural y juvenil del 68 en
París y otras ciudades sino también a fenómenos políticos como la zafra de los 10 millones en
Cuba, las luchas por el rescate de la negritud en EEUU, el inicio de la reapropiación de la
sexualidad en los países denominados desarrollados, el triunfo y derrota de la Unidad Popular
de Allende o la revolución Cultural en China desatada en 1966, así como a la revolución
musical, de libertad sexual y de la moda.
5/ En el centro de la economía capitalista, la ganancia sobre el rédito total de las empresas en
EEUU cayó entre 1960 y 1970 del 24 % al 17 %. Carlo Vercellone “La crisis de la ley del valor
y devenir renta de la ganancia” en “La gran crisis de la economía global”. Traficantes de sueños.
2009.
6/ Algunos consideran que esa cifra puede incrementarse a 90 billones si se considera el
denominado mercado en negro, tráficos de diversa índole como drogas, órganos humanos, trata
de blancas etc. Ese monto promedio, desde luego, se bifurca en individuos en capacidad de
pagar US$ 1.000 por una cena en Madrid, Barcelona, París u otro centro del consumo
conspicuo, y millones de personas que sobreviven con menos de 1 US$ diario.
7/ Hernando de Soto. Entrevista CNN Octubre 2009. En una gruesa simplificación se estima en
círculos del FMI en US$ 600 billones el total de derivados financieros. Informe de Manmohan
Singh Primer Ministro de India y Miguel Segoviano.
8/ La bifurcación de la base epistemologica, en los agentes del capital, entre aquellos que
otorgaban prioridad a elementos de la estructura de valoración por sobre las derivadas de
exigencias de control social y la estructura de explotación, se ha vuelto ideológica. La
desafección y supuesto divorcio entre ambos enfoques se ha reducido. Ha sido superada por las
exigencias del capital, lo cual explica que intelectuales monetaristas y neokeynesianos, o
líderes conservadores y socialdemócratas puedan coincidir en reuniones y programas globales
que buscan resolver la presente crisis del sistema económico mundial o al menos sostener sus
estructuras.
9/ De acuerdo a información de la ONU actualmente 1.200 millones de personas viven con
menos de un dólar diario, en tanto 358 multimillonarios poseen más que los ingresos anuales de
las 2 mil millones de personas más pobres del planeta, es decir un ingreso anual que es
equivalente a la suma del de la tercera parte de la población mundial. En un mundo pletórico de
capital, ciencia y tecnología casi un 40% de la humanidad vive en condiciones extremas de
precariedad, ignorancia y miseria en tanto el resto vive la denominada “carrera de ratas” tras
objetos de deseo construidos en su mente por el propio sistema.

Lo anterior no es óbice para que ese poder social, de la humanidad en su conjunto, represente
una masa de consumo que la capacidad directa e inmediata del planeta no está en condiciones de
satisfacer.

10/ Sin entrar en la exactitud de esa cuantificación es de advertir que a pesar de no ser
generadas por el trabajo humano la calificación y consideración como reservas, a elementos y
factores del ecosistema, los incorpora al mundo social aunque no siempre y directamente al
mundo dinerario y de la valoración.

11/ En ese tipo de crítica todo el desarrollo del capitalismo se difumina o hace unilateralmente
negativo, y es fácil rescatar modelos alternativos surgidos de utopías retrogradas. El tema es
complejo pues posee niveles de respuesta que se inscriben en las fuerzas que, aunque
constituidas por y en el sistema, permiten trascenderlo o que surgen de sus anomalías y/o de
fuerzas generadas en su descomposición.

13/ En el ranking de las mayores empresas, para el año 2008, medido según la cifra de ventas,
en los diez primeros lugares de EEUU figuran siete empresas industriales, una comercial y dos
financieras, éstas últimas casi al final. Aún más evidente es que las empresas industriales de ese
país aparecen concentrando el 72% de las ventas y el 69% de las ganancias de esas top 10.
Usando el ranking “Global 500” de las mayores corporaciones del mundo, ocho son empresas
industriales, una comercial y una, en el lugar 9, financiera.”* Vease art. de Ramón Poblete.
El panorama citado podría dar la errónea impresión que fue la expansión de la industria y con
ella de las corporaciones lo que comandó la modalidad en que el capital llega a la presente crisis
económica. Pero no es así. En ese mismo año (2008) los activos de la banca eran equivalentes al
82% del PIB de EEUU en tanto en 1994 eran de 57 %. Proporción que se reproduce en los
países del G-10 que representan más del 60 % de la producción de riqueza del planeta.
¿Cómo habían llegado a ese nivel? Ese interrogante será tema para más adelante.

14/ En EEUU, país mostrado como modelo del comportamiento económico del capitalismo, de
toda la riqueza anual expresada en mercancías hacia el año 2008 menos de una quinta parte le
correspondió a 200 millones de personas, en tanto un pequeño grupo de magnates se apoderó
del resto. Si en la época feudal española la monarquía y su corte podían por derecho apoderarse
de un quinto de la riqueza generada, el capitalismo ha producido la situación inversa. Ahora la
corte de propietarios financieros y grandes empresas corporativas se apoderan de cuatro quintos
de la riqueza dejando al conjunto de la población sobrevivir con el resto.

15/ Fred Magdoff y Bellamy mencionan que 400 individuos entre los más ricos de EEUU
poseen una riqueza equivalente a la de 150 millones de individuos pobres con hambre,
desnutrición, problemas de salud, falta de agua, servicios sanitarios, y miseria generalizada. Y
un número menor a 800 individuos se apropian del 5% del ingreso planetario. *
*Fred Magdoff y Bellamy, Montly Review.

16/ William S. Jevons, matemático y teórico del marginalismo, fue el primero en resaltar lo que
consideró una paradoja de la estructura económica, ella era que un incremento en la eficiencia
conducía usualmente a una mayor utilización de la mercancía que la generaba. William Stanley
Jevons. “The Coal Question.” 1865. Esa paradoja es estrictamente histórica, y no es
necesariamente una ley natural del metabolismo hombre naturaleza como lo acreditan los
múltiples avances e inventos de la Alejandría antigua que no fueron convertidos en
innovaciones productivas.

17/ Mientras el dinero vuelva al circuito interno de acumulación del país que emite, el ardid
puede ser mantenido, pero cuando la denominada “confianza” del mercado no es sostenible la
secuencia se detiene. La crisis del dispositivo impide a Alemania y Francia en Europa, o a
EEUU respecto al mundo, continuar su expansión financiera, en el caso de los primeros como
un superavit comercial y en el caso del segundo como un déficit financiero. La amenaza final
viene de China, que de ralentizar su economía amenaza con quebrar el sistema monetario.
Por su parte la crisis del euro exigirá a Alemania y Francia su fortalecimiento como divisa para
pagar en el corto plazo la perdida del valor nominal de títulos y activos. Pero también puede
suceder que sus articulaciones internas de fuerzas opten por sacrificar al euro y se entre a menor
plazo a una crisis del sistema monetario.
Hasta ahora, China, Japón y los países exportadores de petróleo poseen un superávit comercial
considerable que han utilizado sustantivamente en el mercado de bonos de EEUU, por lo que su
relación es cláramente afectada por el tipo de cambio.
Los peligros políticos que eso significa pueden verse en el triste destino de Libia y otros países
del Mediterraneo oriental en esta primera parte del siglo XXI.

NOTAS Capítulo 02

1/ Ese síntoma expresado en las bolsas de EEUU e Inglaterra como un desaliento de la


inversión, sostenía en el Dow Jones los 11.000 puntos. La parálisis de ese índice mostraba que
el juego económico, centrado en ese momento en el mercado norteamericano también en la
construcción y la banca hipotecaria, no era capaz de nutrír la dinámica central de la acumulación
en EEUU haciéndola cada vez más apoyarse en las tasas favorables de la FED.

2/ Las peligros de default –cese de pagos-- de países como Grecia o España, que pretenden
resolverse por reducción del gasto o del consumo de la población aumentarán --como señalan
los economistas keynesianos—por la inevitable menor capacidad de pago del estado y los
particulares. En cuanto el sistema no encuentre la manera de reactivar la inversión productiva, y
no simplemente la ganancia de bancos e instituciones de crédito, el derrumbe del sistema
monetario europeo se hará inevitable.

3/ En acuerdo con Obama la FED introdujo desde el año 2010 otros US$ 600 mil millones en
moneda fiduciaria sin contrapartida en ingresos fiscales. Esa expansión inorgánica continuará.
En esa misma dirección avanza el Banco Central Europeo, a pesar que allí se contraponen las
tendencias que cargan ese nuevo dinero al sistema monetario europeo como deuda no financiera
y del conjunto, respecto de aquellos que piden se cargue como costo financiero de cada nación.
4/ Tampoco puede decirse que ellas no han intervenido decisivamente. Ellas no sólo han
modelado la situación descrita, sobredeterminando las respuestas posibles, sino que han
destruido una masa dineraria cercana al PIB de un par de años de la comunidad internacional. A
la que habría que sumarle la devastación productiva conseguida, y el daño irreparable causado y
por generar a la población y al medio ambiente.

5/ Roger Bartra señala que “la contradicción ontológica del capitalismo no hay que buscarla en
los tropiezos que sufre el valor de cambio para valorizarse, sino en el radical desencuentro entre
el valor de cambio autorregulado y el valor de uso; en el antagonismo que existe entre la lógica
que el lucro le impone a la producción económica y la racionalidad propia de la reproducción
social-natural del hombre y los ecosistemas. Sin obviar –por sabido– el agravio canónico que
siempre se le ha imputado al gran dinero: una soez desigualdad” Bartra, Armando. “La gran
crisis”. La Jornada 11-14 de abril de 2009.

6/ No pueden reflejar todo el contenido de la actual crisis global quienes encarnan la


desarticulación de las formas previas. E igualmente las instituciones e ideologías que
protagonizaron la financierización que condujo a la crisis han mostrado sus límites. El tema de
fondo para todos es cómo saldrá de ella.

7/ Plenamente conciente del papel jugado por los científicos, tecnólogos y académicos en la
Alemania Hitleriana de su infancia, Weizenbaum rechazó que la ciencia y la tecnología fuesen
dispositivos neutrales, proclamando la responsabilidad ética, social y política de quienes
desarrollan esas actividades. “Creo que los artefactos, sean técnicos o sociales, heredan su valor
(axiológico) de la sociedad en la que están ubicados”. Joseph Weizenbaum, Revista TELOS.

8/ En el libro “Computer Power and Human Reason” Weizenbaum denuncia el peligroso juego
de dejar a dispositivos con “inteligencia artificial”, carentes de sabiduría y compasión --entre
otros sentimientos desarrollados por la especie--, tomar decisiones sobre aspectos centrales de la
vida humana. E igualmente advierte sobre los desvaríos de la cognición, en nuestras palabras
del mathema y la razón instrumental. En una entrevista a Revista TELOS señala “la actividad
cognitiva, está muy lejos de ser todo el pensamiento. De hecho, …es la parte más pequeña de
cómo pensamos. Quizás la más visible, la que podemos comprender mejor que ninguna otra,
pero, no deja de ser una pequeñísima parte”.

9/ Economía y estado se han mostrado más internamente relacionados que lo que parecían
mostrar las evoluciones políticas de los años 70, signada por la salida de Vietnam. Tanto las
relaciones internaciones como el sistema social interno han sido escenarios de una intensificada
exigencia normativa por procesos económicos determinantes de su desarrollo local y autonomía
relativa. Viceversa la posibilidad de mantener la hegemonía y asegurar la realización de los
procesos económicos básicos, ha llevado al estado a un aumento de su presencia en la
articulación de procesos. El carácter parcialmente exógeno o endógeno de las acciones y
relaciones constatables, mercado/estado, debería ser analizado en cada formación social
específica.

10/ Desde que a mediados de los años 80 Mijail Gorvachov desató la Glásnot junto a su
programa de perestroika o de tres modernizaciones económicas, con las cuales intentaba detener
el colapso del imperio soviético y retomar su proyecto inicial. La política de transparencia
informativa y liberalismo político en la URSS ayudó a potenciar la idea de que el sistema de
relaciones sociales contemporáneo se apoyaba en un fundamento democrático y que las
comunicaciones jugaban un rol clave en las futuras articulaciones de fuerza. La imagen de un
interés democrático o por los derechos humanos del sistema capitalista no era lo que mostraba la
historia ni la vida de ese mismo período, aunque esa esperanza y programa ayudó a cerrar los
capítulos más sangrientos de él, tales como las tiranías de Marcos, Pinochet o Ceaucescu.
Tampoco la creencia en un vínculo mercado – democracia existió en las mentes de los grupos en
que se articulaba la hegemonía central como veremos posteriormente.
11/ Notables fueron los programas con apoyo del estado en países periféricos como Brasil, en
las décadas del 80, para desarrollar core hardware competitivo con el de las potencias centrales.
Una vía alterna fue la seguida en Europa, en tanto las de China, Rusia e India poseen otras
características más centrada la primera en su poder industrial y las dificultades para acceder a su
mercado interno y en Rusia e India en su potencial en las Ciencias de Control y los nuevos
desarrollos del Mathema.

12/ Diversas instituciones nacionales e internacionales han coordinado esfuerzos para detener
propaganda terrorista, bases de datos de grupos extremistas, sacerdotes pedófilos, o de
intercambio de información dañina a las instituciones, influyendo en diversos aspectos del
mundo comunicacional y cibernético que consideran pueden producir desestabilización.

En el nuevo siglo XXI China ha hecho esfuerzos para controlar y filtrar los contenidos a los que
se accede a través de la gigantesca empresa transnacional y del ciberespacio Google, llegando a
un acuerdo temporal y mutuamente aceptable. Si ello lo es para el pueblo chino y la población
del planeta, es otro tema.

13/ Concientes que el bloqueo inicial de CNN y las cadenas de TV europeas a la información
de material confidencial e institucional, distribuida por el grupo dirigido por Julian Assange, no
es suficiente dada la autonomía lograda por grupos e individuos que se informan directamente
por Internet, se ha pasado a una nueva fase.

14/ También indica el nivel de confrontación entre los Partidos Demócrata y Republicano en
EEUU, dado que a éste último se le han atribuido sucesivas fugas de información desde el
aparato de Estado que tendrían la finalidad de desbancar a su rival político a un alto precio.

15/ En la actualidad 1.000 millones de personas carecen de acceso regular al agua potable.
2.000 millones de personas sufren de enfermedades parasitarias atribuibles en buena medida a
carecer de agua limpia y ver afectada su higiene y más del 10 % de ellos desarrolla una
patología grave. “en un informe de la ONU sobre el “Desarrollo de los Recursos Hídricos en el
Mundo” se destaca que “entre las causas más frecuentes de muerte en los países en vías de
desarrollo están las afecciones ocasionadas por el agua en mal estado”. “El número de niños que
han fallecido en los últimos 10 años en países tercer mundistas por diarreas, es mayor que el
número de personas que ha muerto en guerras en los últimos 60 años” Fuente: F. Jiménez López
“La Sexta Extinción” Ed Zenith. España. Op.cit

16/ Incluso los acuíferos subterráneos están afectados por vertidos industriales, agrícolas,
mineros y urbanos que los contaminan, al tiempo que un consumo desmedido de ellos, los seca
progresivamente. En los embalses se está produciendo el conocido proceso de eutrofización por
compuestos orgánicos y otros tales como pesticidas y abonos químicos derivados de la actividad
agrícola.

17/ Un informe de la ONU sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo calcula
que hacia mediados de este siglo 2.000 millones de personas sufrirán escasez de agua en casi 50
países y esa población puede incluso ser de 7.000 millones.

18/ Alan Greenspan en 1966 afirmaba: “El abandono del patrón oro ha permitido a los
responsables del Estado del Bienestar usar el sistema bancario para expandir el crédito
ilimitadamente. Ellos han creado reservas de papel en forma de bonos nacionales que, mediante
una serie de complejos pasos, los bancos aceptan en lugar de activos tangibles y tratan como si
de un auténtico depósito se tratara, es decir, como el equivalente de lo que antaño era un
depósito de oro. El tenedor de un bono nacional o depósito bancario creado por reservas de
papel cree que tiene un derecho sobre un activo real. Pero el hecho es que existen ahora más
derechos que activos reales”. Subrayados de RK.
19/ Pensadores como Ernest Mandel o Erick Howsbaum, para destacar los más notables,
parecían constatar la capacidad de recuperación del sistema sin apuntar la gravedad intrínseca
de lo que pasaba en el entorno y los efectos de su decadencia. Fue desde un segmento liberal,
aristocrático y tecnocrático, europeo desde donde a partir de los años 70 se resaltó la no
sostenibilidad de una economía en permanente expansión, industrialización y urbanización. Es
justo reconocer que había en la izquierda europea, marginada por el stalinismo y la
socialdemocracia, también un segmento que venía advirtiendo de una amenazadora situación
que se expresaba en el cambio climático.

20/ Rolando Astarita, con cifras tomadas del Federal Reserve Bank of New York muestra que
en EEUU del 2001 al 2004 la inversión fue débil y que su recuperación en el 2004, con tasas
artificialmente bajas dads por la FED, sólo se hizo sentir en la inversión fija en forma
coyuntural, para contraerse a continuación. La inversión, particularmente la inversión fija, al
igual que el gasto personal de consumo, pasan entre 2004 al 2006 de contribuir positivamente al
PNB de EEUU a ser un elemento de disminución de su crecimiento.
Indicativo de esa evolución es que los beneficios como porcentaje del PNB, que suben desde un
9 % en el año 2004 a un 11% en 2006, bajan desde ese momento hacia el crash de 2007/08.

21/ Entre los años 1960 y 1996, en el índice S&P 500 el valor de las acciones transadas
muestran un ascenso suave y constante que las lleva de 60 a los 420 puntos. La inversión
disminuye llegando a 13 % anual en los años 90. Al acentuarse la ralentización del crecimiento
la Reserva Federal de EEUU, bajo la conducción del gurú económico de la época Alan
Greenspan, disminuye consecuentemente las tasas de interés del dinero entregado al sistema
financiero, favoreciendo la continuidad de su globalización y acelerando un proceso de
concentración corporativa que no tendrá pausa hasta el nuevo siglo.
Es el período dorado de las inversiones corporativas tipo ENRON y dotcom, cuando toda
inversión financiera parece redituable. La productividad física se eleva en ciertas áreas, con la
introducción de tecnologías ligadas al Internet, pero es acompañada de una disminución de la
tasa media de utilidades en la industria.
A partir de 1996, en EEUU se observa una subida más empinada de los valores bursátiles,
tendencia que continúa hasta el año 2001 cuando las acciones del NYSE llegan a un pick para
empezar a caer desde inicios de ese año.
Ese proceso tendrá su mejor expresión en la empresa ENRON Corporation, avalada por la
Auditoría contable de la firma Arthur Andersen, que escaló a partir de 1990 de una modesta
empresa de energía a una corporación que controlaba oleoductos, comunicaciones y seguros, a
nivel mundial, con pagos a políticos y con amigos poderosos en los altos niveles del Estado. En
el año 2001 al caer el valor de su acciones de 85 a 30, al develarse irregularidades financieras,
ENRON quiebra, haciendo evidente el inicio de un período de crisis financiera y ajuste de
fuerzas.

22/ El índice Dow Jones muestra desde mediados de los años 90 un ascenso sostenido que lleva
a los valores en bolsa, a inicios del año 2001, sobre 11.000 puntos. Allí el índice se detiene para
descender en los meses siguientes en una caída que los ataques en Septiembre de Al Qaeda en
Nueva York sólo acentuarán. La prensa y los apologistas del sistema atribuirán a los terroristas
islámicos la pérdida del impulso ascendente, pero ésta se había iniciado al menos medio año
antes. Al igual que el índice Dow Jones, el indicador del valor accionario S&P 500 cae antes
del bombardeo a las Torres Gemelas y continuará bajando durante el 2002. Desconfianza en
sectores de Banca y presiones en las hipotecas de Florida, en EEUU, parecían presagiar lo peor,
sin embargo el sistema central logró evitar el enfriamiento. Allí, la arremetida del oso, como
dicen en la Bolsa, se detuvo y el valor del global de las acciones volvió a subir lentamente para
empinarse hasta fines de 2007.
El Dow Jones recupera una curva ascendente del 2003 al 2007 sin alcanzar los valores logrados
a inicio del milenio. A partir de ese año el valor de las acciones se desploma buscando durante
2008 y 2009, en la tabla de gráficas y cotizaciones, un punto de recuperación entre 6.000 y
8.000 puntos; ubicándose bajo la curva de tendencia normalizada de largo plazo por primera vez
desde Enero de 1991. La hora de la verdad había llegado.

23/ El transporte de mercancías a nivel internacional disminuye rápidamente un 11% para el


2009, reflejando una caída en valor y cantidad en la distribución de mercancías, en tanto el
desempleo llega a un nivel similar (11%) en los países desarrollados. La OIT pronostica la
pérdida para ese año de 50 millones de empleos, cifra levemente conservadora como se verá
posteriormente.

24/ Las reuniones de los sucesivos G-8 y G-9 y G-20 en ese primer período conducen a los
líderes participantes a aunar esfuerzos para el refortalecimiento del FMI, sin que exista acuerdo
político entre ellos de cómo distribuir una pérdida que va en aumento. El dólar se mantiene
como base de las reservas monetarias. Aunque debilitado como moneda su futuro es de interés
del conjunto, en tanto el oro ve triplicar su precio de la víspera del crash.

25/ Para un modelo cuantitativo global sería necesario, en primer lugar, señalar las magnitudes
estimables de los diversos activos y reservas preexistentes al crash, segmentados por sectores y
formas, y su control entre sus diversos agentes. Esa tarea excede este trabajo por lo que nos
concentraremos acá sólo en algunas cifras y proporciones dinerarias centrales, sin pretender
hacer balances tipo Matriz de Insumo Producto o reflexiones sobre los problemas de la
transformación precio-valores.

26/ Tampoco el análisis abandona el plano descriptivo porque realice un estudio de elementos y
procesos del escenario ambiental, de magnitudes o características del consumo, así como de la
actitud del individuo contemporáneo en diversas formaciones social o del estilo de vida de éstas.
Ello sólo se logra cuando las recoge como síntesis.

27/ Analizar la riqueza o el valor, así como su relación en la particular mediación que el capital
establece en cuanto contenido y forma con el valor-trabajo, en el actual período de crisis del
desarrollo humano, requiere de precisiones teóricas que se intentaran plantear en próximos
capítulos. Por el carácter de este libro el lector debera aceptar moverse en este capítulo en un
nivel de superficie y forma específica para, posteriormente en la exposición, distinguir las
determinaciones que la crisis financiera y dineraria ocultan.

28/ Para fines de la primera década del sXXI los ratios de consumo, industria y polución de
EEUU, Alemania y China en % eran 5 : 1 : 20 respecto a la población mundial, 25 : 5 : 8 en
relación al PIB global nominal y 25 : 7 : 23 en cuanto a emisiones de CO2. En tanto EEUU es el
gran deudor internacional, con un carácter diferente a la de la totalidad de los países deudores
internacionales en magnitud, función y poderío, Alemania y China son los grandes acreedores
del planeta. Entender el rol actual de cada uno de ellos en el actual sistema global de relaciones
requiere conceptualizar esas diferencias.

29/ Se han manejado proporciones similares en crisis locales de ferreo control social como fue
el caso, durante un período, en la dictadura de Pinochet en Chile.

30/ A modo de ejercicio puede estimarse que el índice Dow Jones logró recuperar a octubre de
2009 los niveles previos a la crisis. Sin embargo lo que se recobra a esa fecha representa un 60
% de la masa dineraria en bolsa con el que la bolsa apreciaba los activos al desatarse el crack
dos años antes. Como se ha venido distribuyendo esa pérdida es un tema de investigación por si
mismo.

31/ La industria de la construcción en Estados Unidos, se acelera en los 90 para conocer su auge
en la década siguiente. Por su parte, en tanto el crecimiento del conjunto de la economía de
EEUU se estancaba, la inversión residencial subía entre el año 2001 y el año 2006 en 70%.
32/ Algunos artículos de la prensa de paises del arco o centro sistémico calculan en US $ 50 a
70 mil millones esos activos tóxicos. Es discutible esa magnitud pues se carecen de cifras
transparentes, las que se consideran material peligroso o estratégico. El impacto de la pérdida
inicial puede ser equivalente al volumen dinerario manejado por los Estados e instituciones
financieras a través de Fondos, que equivalían para fines de 2009, a 70 u 80 veces el monto
anterior. Es decir una pérdida de valor de al menos US$ 4 a 5 billones –millones de millones
hacia el 2010, a la cual habría que agregar la nueva pérdida bursatil de Agosto de 2011,
estimadad por connotados economistas chinos en US $ billones adicionales. El análisis que
entregan los medios de comunicación globales deja, así mismo, en la penumbra el proceso
social que condujo a esa situación a EEUU y otros países, así como la dinámica que hoy existe
en los mercados mundiales.

33/ Esa evolución --que propició la expansión de fondos Edge y Equity de la Banca de
Inversión-- y la concentración en la actividad inmobiliaria sub-prime son antecedentes y
mecanismos visibles de los procesos que condujeron a la crisis crediticia y bursátil del 2007/08.

34/ En ese caso políticas como las de la FED y el FMI respecto a las tasas de interés, y manejo
de la deuda, así como la ausencia de normativas respecto de los Paraísos fiscales pudieron haber
tenido incidencia tanto en el estallido como en la evolución posterior de la crisis.

35/ En un primer nivel de análisis podría, observarse, a partir de la crisis de los mercados
financieros, la depresión del mercado de trabajo (empleo e ingreso salarial) y las fluctuaciones
en el ciclo individual de diversos segmentos del capital social. A continuación su expresión en
el mercado de productos, al caer la demanda y subir los precios de las materias primas, y la
crisis de realización que traslada masas de capital a nuevas áreas e industrias de la periferia, así
como a la esfera especulativa. En qué dinámica de relaciones se fundamenta y cual es su actual
carácter específico son temas de próximas averiguaciones.

36/ A comienzos de 2004, los costos laborales unitarios en EUA estaban bajando en relación al
año anterior; a comienzos de 2007 habían subido 4% en relación al 2006. A nivel mundial en las
materias primas como metales industriales, alimentos y energía, que después del 2000 habían
visto una recuperación de precios se constata un sostenido incremento desde el 2003, impulsada
por la demanda de China e India, sumada a otros factores como las luchas sociales y sindicales
en ese período.

37/ La crisis ya dejó a 2011 en EEUU a 5 millones de trabajadores adicionales en la calle, para
un total sobre los 15 millones. La Unión Europea tiene 20 millones de desocupados, y se prevée
seguirán aumentando. Esas cifras no incluyen el empleo en negro e informal que las multiplica
en un 25 %, ni menos una pobreza que sobrepasa los 40 millones de personas.

38/ La posibilidad de cesación de pagos desatada con Irlanda y Grecia desde el 2010, y que
obligó a un primer rescate de las estructuras financieras de esos países por la UE, puede
materializarse no sólo en los PIGS sino que amenazará a la zona euro en su conjunto. La
creación y ampliación de un Fondo de Sostenimiento a nivel de Europa en el 2011 es un
síntoma antes que una solución.

39/ El FMI señala que para bajar los niveles de deuda sistémicos a niveles inferiores a 60 por
ciento en las próximas dos décadas, se requeriría elevar el endeudamiento neto promedio en las
economías centrales del sistema en ocho puntos porcentuales del PIB hasta el año 2020 y
mantenerlo allí por otros 10 años. Lo anterior suponiendo que la reactivación del crecimiento
fuese conseguida.

40/ 40/ En EEUU y en el corto plazo, después de abatir las tasas a niveles de cero y menores,
sólo les restará a la FED y el Departamento del Tesoro aplacar la recesión inundando el
mercado con nuevas emisiones inorgánicas sobre el mercado de títulos y valores. Lo cual como
es evidente deprecia el valor del US$ dólar en relación a otras monedas y la amenaza de
inevitables presiones inflacionarias pre-anunciará el derrumbe del actual sistema monetario. En
la zona del Euro deberá dilucidarse una pugna que aparece encarnada en Alemania enfrentando
a los países menores. Ésta discrepancia es la de si la entrega de recursos dinerarios se hará con
cargo a las emisiones del Euro o bonos-euros por el Banco Central Europeo, debilitando esa
moneda o a través de la Banca privada, ya sea en forma limpia o sucia como lo describe el
lenguaje de los economistas. En China se deberá dilucidar su grado de sostenimiento del poder
de compra externo, en relación a presiones sociales en aumento.

NOTAS Capítulo 03

1/ Algo que puede entregar reflexiones y reglas de acción o comportamiento que van más allá
del solipsismo de la filosofía contemporánea pueden ser las visiones holísticas y críticas de las
teorías de sistemas complejos.

2/ No se trata de minusvalorar su impacto e importancia en tanto creencias sino de reflexionar


sobre el fundamento que contienen y que validad en la realidad contemporánea, así como la
utilización que a su vez hace de ellas el paradigma contemporáneo, cuyo eje es el mathema.

3/ La pasíon, descubierta como concepto en la Revolución francesa, aparecía referida a la


interioridad de la experiencia individual. En el pensamiento tradicional se expresaba como
razón o como deseo individual, pero ya a fines del s XIX su trasfondo colectivo caracterizó un
nuevo fenómeno social que expresaba una modificación de las figuras de subjetividad en la
sociedad capitalista.
El ego de la modernidad, descrito por Freud, era trascendido por una socialidad que fortalecía o
debilitaba rasgos que hasta ayer le eran constitutivos y estructurales. La pasión se independizaba
de la razón y el deseo así como éstas se alejaban de ella. Podía encontrarse en la lucha social y
colectiva de grupos, buscando identificación, pertenencia y reapropiación del mundo. A inicios
del sXX, y sin nuevas determinaciones estructurales, los primeros pasos de esa evolución del
mundo afectivo de la pasión permitieron la ideología conservadora de capas medias y el
facismo. Pasaría casi medio siglo para que, en el centro del sistema, la pasión resurgiera como
respuesta autónoma de diversos colectivos, e interioridad enfrentada al conjunto de relaciones
globales, y en diversos grupos etarios que podían expresarla diagonalmente. Eran tiempos de
posguerra y la recuperación del sistema castró el vigor existencialista.
Los años finales de la década del 60 no fueron sólo una ruptura del ritmo y modelo de
acumulación y control social previo sino un período de ebullición e ilusiones, que la juventud
asumió con alegría y pasión. El sistema los disciplinó a un alto costo, transformando el deseo y
la pasión modernos en un consumo fetichista de masas que empieza a ser roto, parcialmente,
sólo en el nuevo siglo XXI.

4/ El valioso estudio de Girard que muestra como el grupo social y sus integrantes crean --a
partir de un segmento de su actividad y pasiones-- lo que considerarán “buena violencia”
distinguiéndola de la “mala violencia” o “violencia maléfica”, da cuenta de ese doble aspecto
legítimo e ilegítimo de la violencia sacrificial y el carácter sagrado de la víctima. Estas poseen
un carácter de imprescindibles, pues la primera se desvía hacia la segunda para orientar y
desplazar una violencia que amenaza golpear su núcleo social, abriendo un espacio de
psicología individual y social ambivalente que debería ser estudiado. Es necesario acá trasladar
del mundo hegeliano al de la realidad histórica el análisis de la violencia unánime y la violencia
recíproca.

5/ Desde la lejana antigüedad el mundo socializado es el área bajo control social, real o ilusorio,
cuya continuidad o permanencia se asegura con ritos y sacrificios. Las formas de nombrarlo,
surgidas de cada historia social, es la historia de las formas de conciencia. Preguntarse por las
formas con que se reconoce y comprende el mundo social, incluyendo el universo que
manipulamos física o conceptualmente, es preguntarse por la síntesis que esconde al ser y lo
devela en su existencia.

6/ La trampa esencialista del lenguaje ha sido planteada como elemento heurístico de


indagación respecto a la síntesis social contemporánea. La teoría comunicativa abandona así el
plano trascendental. Tesis de Doctorado de RKries. GhK Alemania 1989.

7 / En sus primeros pasos la razón racional es claramente creación de la sociedad griega clásica.
Esa sociedad fue la primera que conoció, no la mercancía cuya existencia es anterior a ella, sino
las formas dinerarias del intercambio mercantil. La sociedad griega convirtió la forma valor ---
que se escondía en esa configuración social de intercambios sociales-- en el eje de su dinámica
social y de su comprensión del mundo.

8/ Respecto a la relación sujeto-objeto, véase György Lukacs. “Historia y Conciencia de Clase”


1923. Editorial Grijalbo, México 1969.

9/ Cristobal Colón lo expresaba cuando en sus cartas señala que no es sólo la cristianización y la
recreación del dominio feudal en el Nuevo Mundo los que impulsan su azaña sino también “la
sed de oro”.

10/ Frazer en “La rama dorada distingue con fuerza la diferencia conceptual y de contenidos de
magia y religión, constatando la mayor afinidad de la primera con la ciencia. “La magia es más
antigua que la religión en la historia de la Humanidad”. En la religión reconoce un esfuerzo por
parte de la sociedasd por propiciar y/o halagar al o los seres superiores o trascendentes.

11/ El sistema meta-teórico que está en la base social contemporánea, impuesto con la
evidencia del sentido común moderno y que aparece con la fuerza mítica de la experiencia
directa y sin mediaciones, lo denominamos Mathema. A este concepto le damos un sentido más
restrictivo que el dado en filosofía de las Ciencias pero permitiéndole recoger sus rasgos
racionalistas, lógico-matemáticos y positivistas.

12/ En un estudio sobre la certeza que construyen los mecanismos de comunicación de masas
Paul Lazarsfeld y Elihu Katz señalan un elemento intermedio que denominan al “two-step flow
of communications”. Ese mecanismo señala que es el grupo de liderazgo primario y el entorno,
y no la estructura comunicacional en sí misma, la base del rol director y de orientación que
juegan los medios de comunicación. Los medios sólo confirman y consolidan en una segunda
mediación las certezas del individuo. Personal influence: The part played by people in the flow
of mass communications. Paul Lazarfeld, Elihu Katz. Free Press, Glencoe, 1955.

13/ De Bertalanfy, cercano a la nobleza Hortysta de Hungría, se afirma tuvo una concepción
organicista opuesta al mecanicismo, de la que derivó una síntesis inicialmente referida a las
interacciones biológicas y finalmente a todos los conjuntos. Symposium sobre biología humana,
1951, General system theory – A new approach to unity of science.

14/ Véase al respecto la obra de Oskar Lange y Charles Bettelheim. Toda una nueva Economía
Política se desarrolla para justificar ese desarrollo con Kalecki y otros pensadores, al menos
hasta su derrumbe, o para criticarlo. De los libros de denuncia “La nueva Clase” de Milovan
Djillas en Yugoeslavia 1957, “Carta abierta al Partido” Jacek Kuron y Karol Modzelewski en
Polonia 1968, “La Nomenklatura” de Michael Voslenski en la URSS, 1970, puede deducirse la
lógica de la economía política del Socialismo de Estado. Sus obvios antecedentes son Ievgueni
Preobrajenski, Christian Rakowsky y Leon Trotsky.

15/ La URSS había construido y sufrido una caricatura de enfrentamiento al paradigma


científico-tecnológico, en los famosos procesos dirigidos por Lyssenko, bajo el amparo de
Stalin. Esa confrontación realizada en la esfera de las Ciencias Biológicas tuvo como
motivación el oportunismo político y el voluntarismo que caracterizaron lo que se denominó el
Michourinismo que pretendía rescatar a Lamarck para promover un crecimiento de la
producción agrícola sin base en la genética.

16/ La humanidad vio en los años 50 a Watson y Crick imaginar el modelo de la doble hélice
de ADN que permite descifrar el código genético, a partir de experimentos previos que
mostraban la base molecular de la herencia. Levene sugirió también en igual período que el
ADN formaba una estructura con forma de solenoide, y Avery, Mac Leod y McCarty mostraron
la base molecular de la herencia. Teorías cibernéticas y de sistemas biológicos como las de
Ludwig Bertalanffi traen, a las élites intelectuales y científicas, los enfoques trans y
multidisciplinario de las ciencias sociales conductistas y la herramienta abstracta de la teoría de
sistemas. La ENIAC dio origen a nuestras actuales computadoras, con esa super-calculadora
desarrollada en la 2ª guerra mundial por Alfred von Neuman tomaron concreción las ideas de
Türing.

17/ El Wharton School en su manual de “Gerencia de tecnologías emergentes” advierte que en


éstas el aprendizaje es continuo y colectivo, compartido o de conjuntos, ya no meramente
individual. Que el aprendizaje individual –en gestión— sólo se traduce en colectivo en una
cultura que comparte información y se comunica con frecuencia. “alentar opiniones divergentes
acerca de soluciones tecnológicas, oportunidades de mercado y estrategias para la
participación…posteriormente surgen bases para una convergencia hacia unas pocas soluciones
comercializables. Planificar situaciones o crear contextos que conducen a un encuentro más
profundo de las mentes corporativas. “La brillantez de un individuo no es suficiente. Lo que
realmente importa es la sabiduría colectiva y la inteligencia emocional de la firma.” Pp 69-72

18/ Este empobrecimiento de las aspiraciones del iluminismo, mantenidas al menos hasta
Condorcet y la revolución francesa, puede ocultarse en las diversas variantes del platonismo que
conoció el siglo pasado y que tuvieron en la mitad del siglo las versiones del relativismo
cognitivo de Alfred Whitehead o las de tipo Heidegger,-- que abandona el tema de la verdad por
el del lenguaje--, pasando por la escuela de Viena y su atomismo reduccionista de causas y
efectos para explicar ámbitos sociales.

19/ En la actualidad se congelan gigantescas áreas de investigación básica y aplicada para


satisfacer derechos de exclusividad y por ende de no disposición de tecnologías, a la mayoría
excluida. La OMC y las estructuras de negociación de mercados, tales como la ronda de Doha
han llegado a un visible estancamiento, que no tiene salida previsible, dado que exigiría una
mayor fuerza en los países periféricos al interior de la pugna por la masa monetaria inorgánica
que se pondrá en movimiento.

20/ La búsqueda de sobrevivencia de esas poblaciones en las fronteras del Río Grande o en las
playas europeas del mediterráneo encuentra equivalente a la mortalidad del desembarco en la
playa de Omaha en Normandía durante la Segunda Guerra Mundial. Es una lucha por la
supervivencia, y ella deberá ser ganada por la multitud emigrante y desempleada.

21/ La larga y dificultosa discusión sobre los TRIPS en la OMC muestra que allí se encuentra
un nudo central de la modalidad de acumulación a partir de los años 80 y 90. Por otro lado la
historia hacia fines del sXX nos dirá que la masa dineraria progresivamente se concentrará en
mayor porcentaje en las grandes articulaciones del capital corporativo y bancario en desmedro
de la participación de los pagos al trabajo en el ingreso nacional de la mayoría de los estados.
En la nueva área de construcción metodológica desarrollada del entrecruce de la teoría de
sistemas y la biología, el concepto de “autopoiesis”adquiere centralidad. Las redes de
producción molecular, o de de células y finalmente de seres biológicos generan la red que los
hace posibles y la lógica de su dinámica establece sus equilibrios y acoplamientos. Idea
desarrollada primariamente por Humberto Maturana en las Ciencias Biológicas y por
Domínguez en la proyección de las Ciencias Matemáticas y la teoría de sistemas a los temas
sociales. Esa idea se traslada conceptualmente, con Varela, a un organismo que se forma a si
mismo, informa donde está, y está implicado en el paisaje que es su entorno. Ese organismo que
lucha por su reproducción y que enfrenta la evolución autónoma del entorno, culmina en
Nicklas Luhmann que las transfiere a una teoría de entes abstractos y ámbitos sociales.

22/ Incluso medicinas no patentadas y desarrolladas con dineros públicos han sido mercadeadas
en forma monopólica por consocios privados durante largos períodos, como es el caso de la
Alglucerasa y el Taxol. Así mismo la alianza de consorcios y gobiernos del centro del sistema
chantajea a países, que han producido drogas de bajo precio para enfrentar el AIDS y otras
enfermedades, como es el caso de Brasil, India o Sudáfrica. En Rafael Kries. “Efectos
Económico-sociales del Secreto Empresarial.” Ed. CEES, 2002 Caracas, Venezuela.

23/ La evolución medida en el número de las patentes presentadas a nivel mundial que
evolucionaba hasta mediado de los 90 en una suave curva ascendente, sufre una violenta
expansión que la multiplica por 4 en sólo cinco años. ¿Es que cambió bruscamente la
inteligencia promedio, las invenciones aumentaron o al menos la calidad de ellas medida por su
utilidad técnica? Lo primero es un disparate, y en cuanto a lo segundo hay estudios que
muestran lo contrario.

24/ El colisionador de hadrones --o LHC del CERN-- actual marco de validación de los modelos
de la física, procura simular eventos cercanos al Big Bang y descubrir la partícula de masa
denominada bosón de Higgs, la cual sería un paso significativo hacia una Teoría de la Gran
Unificación de tres de las cuatro fuerzas fundamentales conocidas excepto la gravedad. Con el
formidable esfuerzo de 2000 científicos de más de 34 naciones, es un esfuerzo sustituto o
aproximación a la ansiada teoría unificada que fuera buscada por Einstein a inicios del siglo
pasado. Aunque Walter Wagner y Luis Sancho han denunciado la posibilidad de procesos
catastróficos, como la eventual generación de disfunciones magnéticas, un agujero negro
estable, u otros strangelets, éstos han sido rechazados por la alta comunidad científica por no
existir respaldo matemático que los sostenga.

25/ Con angustia no nos referimos a la angustia y nausea individual sartreana sino a un
fenómeno social y de masas que impregna a Occidente, debilitando su estructura institucional y
valores. Con anomia a la incapacidad de amplios grupos de asumir compromisos o esperanzas
que modifiquen una situación considerada intolerable.

26/ Esa poiesis que abarca tanto el mundo del nomos como el de la Phycis, es decir la esfera de
las formas así como la del comportamiento y las propiedades de la naturaleza “sans phrase”,
puede ser una simple mimesis, al modo en que lo pensaba Aristóteles. E igualmente puede ser
expresión de un tipo diferente de posibilidad, el “siendo humano”, que hace surgir su propio
eidos sin que éste se encuentre determinado por una potencialidad preexistente. Cornelius
Castoriadis.

27/ Igualmente se puede señalar que fenómenos como el del “El Niño” han aumentado
notablemente su frecuencia, que la acidez del agua de mar está haciendo colapsar los sistemas
bio-marinos, alterando la química del H20. Que la capa de hielo en el Polo Norte está
colapsando mucho más rápido que lo que señalaban las predicciones o que más de 15 Kmts2 de
glaciar desaparecen anualmente en Groenlandia, así como que es inevitable que el nivel del mar
se eleve al menos 1 metro.

28/ Véanse las críticas de los Senadores Republicanos como James Inhofe (R-Okla) a Jacques
Chirac y otros líderes del Grupo Bilderberg.

29/ Tal como se verá progresivamente, esos procesos son dinamizados por una reestructuración
de relaciones que se articulan como formas del valor y del capital en los diversos niveles de la
estructura histórico-social o geno-estructura y en los procesos de su ekopoiesis.* Para ello ya
disponemos de algunas categorías, necesarias para entender el comportamiento de las figuras de
subjetividad a las que en abstracto denominamos habitualmente sujetos, individuos, grupos
sociales o clase, sin mayor especificación. Vease la articulación de fenosituación y
genosituación, como unidad dialéctica, en Carlos Matus, Planificación de Situaciones. 1977 y
1987, CENDES, Venezuela. También puede apreciarse que deberemos establecer
delimitaciones conceptuales para que las teorías surgidas del mathema, tales como la teoría de
sistemas y la versión “empobrecida” de las teorías de la autopoiesis, puedan entregar apoyo a
una reflexión más amplia tal como la exigida por las teorías del valor objetivo y la ekopoiesis.

30/ Véase la larga lucha contra el Capital financiero y la estructura de Banca y Seguros
realizada por grupos empresariales de ideología industrialista y productivista como el de
Lyndon LaRouche u otros como el de Ron Paul, miembro del Partido Republicano de EEUU,
que imaginan el accionar de banqueros y especuladores como el de grupos conspirativos, sin
captar su esencia sistémica. Igualmente los esfuerzos contradictorios del segmento
neokeynesiano del mundo político que se expresa en el G-20.

31/ El riesgo de inflación incontrolada latente en la sobredimensión dineraria, es reemplazada


por los peligros de la deflación y el desplome. La creciente admiración del mundo empresarial y
corporativo, por la celeridad y calidad de las respuestas económico-financieras, a los vaivenes
del ciclo en la actual fase de la crisis, de países como China puede ser sintomática.

32/ Dejaremos para próximos capítulos los problemas del ciclo del capital como sistema
autopoiético, así como los de sus contradicciones con la ekopoiesis --en tanto incluye las formas
de conciencia--, para centrarnos, en primer lugar en el plano sincrónico, en la evidente
limitación que se produce entre la fuerza insaciable del capital y un planeta finito. El
capitalismo está llevando los desequilibrios de los diversos ecosistemas del planeta al límite y
su reproducción parece romper sus límites de recuperación así como de resilencia de la sociedad
que es su substrato. Eso hace necesario pensar la contradicción que se produce en el carácter
total al que esa relación –el capital-- anteriormente externa al cuerpo social, --la familia, la
psiquis, los cuerpos-- aspira y en las consecuencias de su penetración en el entramado de la
vida. Así también el carácter de contraposición que asume bajo esa síntesis social la
supervivencia de la vida social y natural humanizada.

33/ En los años setenta, al inicio de la fase de hegemonía financiera sobre el proceso de
acumulación de capital, Dennis Meadows llamaba a conseguir en la economía mundial una tasa
de crecimiento cero, dada la imposibilidad física de ampliar indefinidamente el consumo en los
países del centro del sistema mundial y de reproducir, por parte de los países de la periferia, los
patrones de consumo de energía y de otras materias primas, de los países anteriores.Vease en
Dennis Meadows: “Los límites del crecimiento”, 1972
En una entrevista del año 2006 un periodista le consulta: ¿y qué pasará cuando mil millones de
chinos consigan conducir su propio coche? Meadows responde: El planeta no lo tolerará. ¡La
naturaleza tiene siempre la última carta...! A lo que el periodista replica: No creo que vayan a
resignarse a vernos a nosotros con dos coches y ellos (ir) a pie… En Línea Roja: Los Límites
del Crecimiento. Grup Catalá del Capítulo español del Club de Roma. 2006.

34/ La humanidad aun sigue conmovida por la bomba atómica y el holocausto de la segunda
guerra, pero ha visto impávida la creación de grupos como el JASON o proyectos como el
Achelon, la extinción progresiva de las abejas y otros seres como los anfibios, la expansión del
hongo Ug 99 y otros elementos como el dengue hemorrágico, incluidos los virus de nuestras
computadoras en cuyo surgimiento y expansión no han sido ajenas las propias empresas
dot.com e incluso gobiernos, para no mencionar la tardía respuesta al HIV.

35/ La evolución en ascenso de la fuerza productiva contenida en la masa de industrias a nivel


global puede seguirse en la curva de usos de energía de la AIE, Agencia Internacional de la
Energía. La AIE creada por la OCDE en 1973 constituyó el reconocimiento de que el uso y
disponibilidad de energía, así como los impactos de su extracción , transporte y procesamiento
eran no sólo temas estratégicos sino de negociación geopolítica por parte de los estados
nacionales.

36/ El conocido espécimen de afarensis que es nuestra antepasada bípeda directa más conocida,
Lucy, fue una afortunada transformación de especies anteriores generadas por los violentos
cambios geológicos y biológicos que se vivieron durante millones de años en África.

37/ Fred Magdoff y Bellamy, Monthly Review

38/ ¿Cómo evaluar dinerariamente para los habitante de las Maldivas el progresivo anegamiento
de sus islas? ¿Con qué podemos compensar las pérdidas de sus entornos naturales a los
habitantes de Bangla Desh o de los diversos deltas del planeta que sucumbirán por la elevación
del niv Su despliegue hace visibles grandes problemas que la humanidad deberá resolver para
sobrevivir, tales como la disminución del hielo del Océano Ártico, Groenlandia y la Antártica,
lo que aumentará el calentamiento global y elevará el nivel del océano, el repliegue y
desaparición de glaciares y fuentes de agua, y otros problemas del enlace ecosistémico.

39/ Cada año se producen, distribuyen e introducen en el mercado --para llegar finalmente al
medio ambiente-- químicos industriales más poderosos y contaminantes que en el pasado y cuyo
volumen poseen un impacto gigantesco sobre el futuro de la vida. La basura y desechos de
nuestras ciudades e industria moderna ya constituyen islas en el océano, o se exportan desde el
centro del sistema envenenando extensas regiones en países periféricos.

40/ Las sequías ya se han hecho evidentes en el norte de África y la India y Australia, la
devastación de la foresta en el Amazonas y la expansión urbana, junto a los mayores niveles de
CO2, afectan el balance de gas y humedad en la atmósfera. Tormentas de polvo y arena han
vuelto a amplias áreas del planeta. La destrucción de la biodiversidad, afectada por la rapidez
del cambio en ciertas regiones, conduce a un colapso de ecosistemas locales que afecta la vida
del planeta en su conjunto. La acidificación y polución del océano, cuyos efectos aceleran el
calentamiento global haciéndolo aparecer como el fenómeno central de la coyuntura histórica,
ya han destruido áreas marinas y afectado la reproducción de especies. Los desastres como el
de British Petroleum en el Golfo de México o los sucesivos derrames tóxicos o radiactivos se
suceden sin que se logren acordar medidas preventivas.

41/ El capitalismo –aunque posea una lógica—es también expresión de una síntesis histórica. Es
no sólo forma en tanto producto de un complejo de fuerzas y articulaciones históricas sino que
es un proceso cuya dinámica es resultado de una estructura que no funciona en el vacío sino en
y desde los procesos que lo constituyen. El capitalismo es una formación social, una manera de
vivir, acomodaticia pero cuyo secreto es que su horizonte viene dado por la obtención de
riqueza astracta, por la ganancia.
Su estructura define su reproducción pero en ella no sólo hay elementos y relaciones
económicas sino exigencias de dominio y poder. Como complejo de procesos el capitalismo es
también producto y efecto de la convergencia y desarrollo de formas histórico-sociales de
dominio tales como las centro-periferia y los dispositivos patriarcales, y de metabolismo con la
naturaleza, que participan de su evolución y su manera o diseño.
Por ello no basta una visión estructural de sus relaciones sino se requiere una visión que las
vincule a las formas culturales y psicológicas en que los procesos mencionados, se expresan.

42/Tales como los productos radiactivos, los hidrocarburos, los nitratos, entre tantos otros, para
no mencionar las responsabilidades sociales de los grupos hegemónicos en catástrofes como las
de Bophal, Three Mile Island o Tschernobil o Fujichima siempre atribuibles a un error
previsible en la seguridad y no a fuerzas incontroladas e incontrolables de la naturaleza.
43/ Eso es lo que ha hecho posible crear nuevos mundos y nuevas necesidades virtuales, al
modo del juego en Internet “Second Life”, en donde el gastar y conseguir ganancias sólo se
relacionan con el mundo social a través del individuo que las realiza. Ella ha hecho posible
destruir el ecosistema y generar una dicotomía social estructural que lleva a las grandes
multitudes a vivir de las migajas del festín de unos pocos. Ella es la creadora de las mayores
contraposiciones con la naturaleza, contradicciones de clase y de grupos motivados por los
imaginarios disponibles.

44/ Los más optimistas señalan que la humanidad deberá aprender a tolerar un incremento de
temperatura de 1,5 a 2 ºC en este siglo, lo cual significa no sobrepasar el límite de 350 ppmm
recomendables.

45/ El geólogo Gerry Dickens y el Profesor de la Uni de Santa Bárbara(EEUU) James Kennet
sostienen en la Teoría sobre el fusil de clatratos, que el hidrato de metano puede ser liberado
masivamente por el efecto invernadero. Lo cual podría explicar que el actual aumento de
temperatura sea mayor a lo calculado en los modelos actuales. Esa tendencia afectaría en pocos
siglos o tal vez décadas la disponibilidad de oxígeno en el planeta determinando una nueva
extinción masiva.

46/ Vinculados al incremento de temperatura del mar y el aumento de frecuencia del fenómeno
del Niño y la Niña, y el incremento de la temperatura del planeta, los fenómenos meteorológicos
son mecanismos que canalizan los extremos de temperatura y energía acumulada que deshielan
glaciares milenarios adelgazan la capa polar y modifican incluso las corrientes interoceánicas.

47/ Estos procesos y los desequilibrios que generan no pueden, a esta altura de su desarrollo y
del simple conocimiento, sino atribuirse a la actividad del ser humano y a su forma de
relacionarse con su entorno; y esa actividad está orientada, tiene sentido, y por ello es reiterada
en el proceso global de generación y acumulación de riqueza que se realiza en forma de capital.

48/ El proceso en que se articulan relaciones de producción y cambio, valorización y


organización-coordinación más allá del mercado local y nacional, y que traslada el contraste o
comparación de variables físicas y económicas –de la unidad de capital, así como del capital de
un colectivo-- a un entorno económico y financiero que sobrepasa las fronteras del estado-
nación, lo denominaremos globalización.

49/ La larga lucha social, religiosa y política nacionalista en dichos países puede entenderse en
cuanto a su origen, aunque su forma sea específica.

50/ La violencia de ese reordenamiento en América Latina, con un terrorismo de estado que
abarcaba casi el conjunto de las naciones de ese lado del mundo en los 70 y 80, señala las
dificultades del nuevo modelo de acumulación neoliberal para imponerse.

51/ Esto es realizado a través del redespliegue industrial de las corporaciones hacia un primer
perímetro de la periferia y avanzar posteriormente hacia lo que se denominó “el mundo
socialista”, el crecimiento de la deuda soberana de es primer perímetro en la periferia y un
proceso de transnacionalización corporativa propiciado por la progresiva fusión del gran capital
metropolitano.

52/ Es frecuente en los organismos internacionales ubicar las dificultades de aplicación de


inversiones y la circulación de “activos tóxicos” como surgidas de la complejidad social y los
instrumentos financieros, o de la intervención de aspectos externos al mercado, tales como las
decisiones realizadas en torno a las tasas de cambio, a la apropiación de bienes comunes o
destrucción de ellos, a los incentivos a la innovación o a la generación de energías alternas, o
los controles del mercado del trabajo, etc.
53/ Desde el pensamiento monetarista se ha argumentado que ello sucedía por la intervención
y/o intentos de conservación del estado de bienestar y el rol de la organización en y de los
mercados, supuestamente libres. E igualmente desde el pensamiento keynesiano se expresa que
la progresiva parálisis es efecto de la incapacidad de los mercados cartelizados para asignar
inversiones en la esfera productiva.

NOTAS Capítulo 04

1/ Henri Pirenne. Historia Económica y Social de la Edad Media. Ed. FCE. México. 1ª Ed.
1933.

2/ El núcleo sistémico del capitalismo ubicado en Europa, se repliega en los años siguientes a
1825 para salvar la síntesis lograda, así como proteger las hegemonías y fuerzas sociales que la
expresan. Espacio temporal que será utilizado por los segmentos independentistas en América
Latina para consolidar su hegemonía local. Como antecedente véase la debacle financiera
europea de 1720, atribuida a la política de John Law, desatada en Francia como subproducto de
una sobre emisión de papel moneda, títulos y derechos a futuro.

3/ Hoy vemos, paralelamente a los fenómenos dinerarios, la presión insostenible de la polución


urbana industrial acumulativa, a escala planetaria y desatada desde la revolución industrial, así
como la introducción de procesos de control, racionalización e intensificación de la vida y
actividad laboral que vacían la vida de contenido e impiden su disfrute, reemplazándolo por el
consumo.

4/ Galston, A. W. and C. L. Slayman. The not-so-secret life of plants. (1979). American


Scientist, 67 337-344.

5/ Igualmente importantes fueron sus reflexiones de la teoría científica biotopológica y de


ecosistemas, como área de hipótesis instrumentales, respecto a la realidad de la evolución
darwiniana en el planeta.
A principios de 2009, la BBC difundió un corto programa de Attemborough, “Charles Darwin y
el árbol de la vida”. En referencia al programa, Attenborough comentó: "La gente me escribe
diciendo que la evolución es sólo una teoría. Bueno, no es una teoría. La evolución es un hecho
histórico tan sólido como puedas concebir. Hay evidencias por todas partes. Lo que es una
teoría es si la selección natural es el mecanismo y si es el único mecanismo. Eso sí es una teoría.
Pero la realidad histórica de que los dinosaurios dieron lugar a las aves y los mamíferos
produjeron ballenas, eso no es teoría."

6/ Ellas eran de fácil rearticulación para los poderes institucionales, o se mostraban


excesivamente frágiles ante la afluencia de problemas ambientales de los que no se conocía ni
captaba su origen y posible convergencia.

7/ Schmied-Kowarzik, Wolfdietrich. “Das dialektische Verhältnis des Menschen zur Natur.


Eine philosophiegeschichtliche Studie zur Naturproblematik bei Karl Marx,” Freiburg/München
1984.

8/ No era el capital el que estaba en crisis, sino el capitalismo en cuanto articulación sistémica
mundial.

9/ Los años siguientes al crash verán consolidarse a José Stalin en la URSS, desarrollarse los
juicios de Moscú y la extinción de la vieja guardia bolchevique; acceder al poder en EEUU al
Partido Demócrata de Franklin D. Roosevelt y el New Deal, y ascender a Adolf Hitler a la
Cancillería de Alemania para intentar materializar su sueño del Reich de mil años.
10/ Hubo notables aportes científicos y tecnológicos en el primer tercio del siglo, que sólo
mostraron toda su fuerza en la guerra y posguerra. Incluso en áreas como la Biología y la
Medicina cuyos más altos logros deben ser repartidos entre la simple aplicación masiva de las
penicilinas en ese período, y el posterior descubrimiento del ADN. La síntesis de moléculas
bioquímicas algunas no existentes previamente en el planeta, a inicio de los años 40, constituyó
en sí mismo un logro tecnológico mayor.

11/En ese enfoque la particularidad del intervencionismo realizado sería ser expresión de una
decisión de política económica, lo cual distinguiría la recuperación de la crisis del 29 de las
anteriores destrucciones de fuerza y capacidad productiva, y su posterior recuperación.

12/ Japón vivió un proceso de occidentalización institucional y formal que permitió congelar su
aparato bélico así como las tendencias imperial y xenófoba de sus grupos aristocráticos, por
varias décadas. A los milagros alemán y japonés, hechos posibles por la reducción de su gasto
militar, la baja de costos de la mano de obra utilizable y un mercado planetario en expansión, le
siguieron milagros menores, incluso de algunos países de América Latina como Argentina,
Venezuela o Brasil. En estos últimos casos la acumulación de riqueza fue favorecida por los
bajos salarios rurales y el alto precio de las materias primas que colocaban en el mercado
internacional, que incluían una renta extraordinaria adicional.

13/ En 1952 la niebla permaneció sobre la capital casi una semana, pero al amanecer, cerca de
4000 personas habían perdido la vida. Este fenómeno climático, denominado por la prensa y la
población “la niebla asesina” – the killer fog--, reapareció varias veces hasta principios de
primavera de 1953 matando otras 8000 personas.

14/ Atribuida hoy a una inversión térmica que concentró residuos y gases químicos y de la
combustión del carbón sobre la ciudad, la niebla y sus letales efectos obligaron a la capa
dirigente de Inglaterra a tomar en serio las advertencias y señales previas en ese ámbito.
El replanteamiento de normas ambientales y la recuperación de posguerra permitió, una década
más tarde, que Londres dejara de ser la ciudad desdibujada y tóxica relatada en los cuentos de
Dickens y Conan Doyle del siglo anterior pero no libró a Inglaterra de nuevos fenómenos de
polución ambiental.

15/ Esa dificultad para liderar el movimiento de las masas fue general excepto en contados
países del área soviética tales como Hungría o Checoslovaquia, de fuerte grado de
industrialización previa, y relativo espacio de desarrollo social y político, y por consecuencia
con luchas por el control social y no sólo del Estado. que serían rápidamente reprimidas.

16/La Humanidad se acostumbró a vivir en el terror y en guerras locales de baja intensidad hasta
que Mijail Gorvachev terminó el juego de mutuas amenazas de destrucción planetaria.
En los años 50 Mao Tse Tung, en la lucha interna de facciones en el PC chino, pudo imponer
inicialmente un programa industrializador voluntarista denominado “ el gran salto adelante”,
cuyo impacto negativo en los niveles de producción y crecimiento económico de China
conoceremos tras la caída de la guardia roja, en 1976, y las denuncias que hará el nuevo
liderazgo a la tendencia denominada Banda de los Cuatro.
Las izquierdas levantaron formales banderas socialistas en grandes áreas, como las del mundo
árabe, India, África o América Latina. Sin embargo en estricto sentido sólo eran luchas por una
industrialización nacional o regional, por un crecimiento económico autocentrado e
independencia política, dado lo cual sus procesos y resultados deben valorarse por ellas y no por
su fraseología.

17/ La AFCL-CIO, la CPUSTAL, la FSM o la CMT expresaban en lo sustantivo a los países e


instituciones que las financiaban, atrás había quedado la tradición de la IWW, que tuvo un corto
reaparecer en los años 60. La Industrial World Workers fue la asociación sindical que más
vigorosamente defendió la democracia directa y sindical y la autogestión obrera. Proyectos
Comunitarios, Cooperativas y Empresas autogestionarias han sido también parte de su
militancia. Reprimidos en el mundo anglosajón en cada una de las coyunturas de crisis políticas
y económicas de dichos países, en todo el s XX, tuvo sin embargo presencia en los movimientos
antibelicistas, por los derechos civiles e incluso en el movimiento estudiantil en los años 60.

En Europa su ideología surgía de reivindicaciones estudiantiles que se coloreaban de ideas y


utopías políticas, respecto a las cuales el movimiento sindical y político de izquierda europeo,
imbuido de conservantismo, mostraba poca empatía. En México y otros países del denominado
Tercer Mundo poseía desde un inicio un contenido reivindicativo social que se proyectó en la
conciencia política a nivel nacional de los años siguientes, y fue reprimido con feroces
masacres. En EEUU Nixon logró neutralizar al movimiento hippy así como aislar a las
facciones radicales de los weathermen, el ejercito simbiótico y las Panteras Negras, aunque no
consiguió igual logro respecto al movimiento anti-belicista terminando por aceptar la primera
gran derrota militar del imperio americano.

18/ En Europa su ideología surgía de reivindicaciones estudiantiles que se coloreaban de ideas y


utopías políticas, respecto a las cuales el movimiento sindical y político de izquierda europeo,
imbuido de conservantismo, mostraba poca empatía. En México y otros países del denominado
Tercer Mundo poseía desde un inicio un contenido reivindicativo social que se proyectó en la
conciencia política a nivel nacional de los años siguientes, y fue reprimido con feroces
masacres. En EEUU Nixon logró neutralizar al movimiento hippy así como aislar a las
facciones radicales de los weathermen, el ejercito simbiótico y las Panteras Negras, aunque no
consiguió sofocar al movimiento anti-belicista, terminando por aceptar la primera gran derrota
militar del imperio americano.

19/ La lectura y reivindicación, en los medios intelectuales abiertos al pensamiento marxista, de


pensadores como Marcuse, Adorno, Horkheimer y otros intelectuales de la Escuela de
Frankfurt, que no había sido hecha en la inmediata posguerra por presión del comunismo pro-
soviético, se expandió a nivel planetario. E igualmente se difundieron los pensadores franceses e
italianos e incluso alemanes y rusos, en el filo de la iconoclastia leninista.

20/ Esto es particularmente visible en el gobierno de Ronald Reagan, que supuestamente había
llegado al gobierno para sostener un gasto balanceado y una reducción del déficit en el
presupuesto fiscal, y que aplica una política presupuestaria y de deuda nacional expansiva junto
a un aumento de personal militar y de los presupuestos asignados a Defensa.. Idéntico programa
es el que lleva al Republicano George W. Bush a la Presidencia de EEUU con iguales resultados
finales. Lo cual no explica por si mismo el desate de la crisis económica del 2007 tal como
afirman segmentos del Partido Demócrata de ese país.

21/ Un documento interno del Institute of Internacional Economics, formulado por John
Williamson con ese nombre –Consenso de Washington-- resumía, en un breve listado de ideas,
la exitosa experiencia de la política de EEUU en América Latina, iniciada con la Dictadura
terrorista de Pinochet. Aunque implícitamente se basaba en el aplastamiento del movimiento
sindical y político de izquierdas el programa se planteaba como un simple conjunto de medidas
económicas.

22/ La expresión global de ese programa no provocaba una retracción en Europa en la que el
capital estaba en capacidad de impulsar un incremento de flujos físicos, e incluso favorecer un
proceso de unión aduanera, monetaria y económica. Otra era la situación en los países y
economía de América Latina y África que --después de una plétora de dinero y recursos
financieros a inicio de los 70-- languidecían de capital, como producto de la exacción de su
excedente y de los altos intereses a pagar al centro del sistema para la conservación de los
nuevos equilibrios.
23/ En ese período se hizo de buen grado el agregar en doctas disertaciones en el idioma nativo
diversos neologismos en inglés, incluso en países centrales tales como Alemania, España, y
Francia, aunque en éste último se generan ciertos rechazos. Igualmente en la periferia, tal como
América Latina, pasa a ser de buen tono en las capas medias e incluso en segmentos de la clase
dirigente usar ropa de segunda mano proveniente del centro del sistema, algo inimaginable en
sectores hasta ayer autoimaginados como “aristocracia” local. Similar fenómeno se vive para
esa época en los denominados paises socialistas.

24/ El grupo de Bildeberg, del cual se han resaltado su carácter conspicuo y conspirativo, fue
creado poco después de la guerra de Corea. Constituido por poco más de 100 personas del nivel
de decisiones del gran capital y el poder político de EEUU y Europa, tuvo en los 70 entre sus
más activos participantes a Henry Kissinger, Ronald Rumsfeld y Paul Wolfowitz.

25/ / En la asamblea de la Comisión Trilateral del 31 de Mayo de 1975 --Memorandum de


Lewis Powell para orientar la acción política--, después de un diagnóstico y recomendaciones
para reforzar las políticas de intervención del bussines en los asuntos y áreas del poder e
indoctrinar a la población en las formas y actitudes del mercado, se señala que “nuestra
presencia en los medios, en los debates, en el mundo editorial, en la publicidad, en los tribunales
y dentro las comisiones legislativas tendrá que ser sumamente precisa y de nivel excepcional”.
Véase en Paolo Barnard “Así fue como morimos”.

26/ Los grupos y apologistas del neoliberalismo hablan del carácter subsidiario del Estado pero
es en torno a una serie de mecanismos de endeudamiento, dinero dulce, privatización de amplios
segmentos de las economías internas de los países periféricos y de liberalización del comercio y
las finanzas, que la nueva fase económica se realiza. Y lo hace porque esa actividad e
intervención del poder político en los mercados corresponde a los intereses de los agentes del
gran capital y en particular de las corporaciones. La política no sólo está condicionada sino que
se ha subordinado a la economía.

27/ Naomí Klein formula la tesis de que ese reordenamiento, aparentemente abstracto de
variables, busca establecer el predominio del segmento financiero en los diversos países en que
se aplica, y que lo hace sobre la base del uso y/o aplicación de un brutal shock político y social
para asegurar su permanencia. En el propio EEUU la ampliación de la presencia e intervención
del aparato de estado en la economía y mercados se esconde detrás del aumento del personal
policial y de recursos y contingente para las FFAA, para no mencionar las masivas emisiones
inorgánicas y su canalización al sistema financiero iniciada el 2007 a fines del Gobierno de J.
W. Bush.

28/ Pocos recuerdan hoy en América Latina el Capítulo 24 del Acuerdo de Cartagena de 1969,
a través del cual los poderes nacionales del mundo andino procuraban negociar la penetración
de las corporaciones y del capital financiero globalizado en sus ámbitos nacionales para
preservar cierta autonomía.

29/ En la conceptualización de Friedrich Hayeck la crisis del ciclo económico se producía por
un exceso de crédito y bajos intereses, ante el cual el consumo no puede mantener la inversión
productiva, desatándose en consecuencia la inflación y la caída de los salarios reales; con un
posterior ingreso de tecnología y maquinaria para lograr el ajuste. Explicación que, al moverse a
un nivel descriptivo, deja de lado las causas de ese exceso de crédito e igualmente de la
inflación para justificar una salida que por obvia termina siendo superficial.

30/ Ha llegado la era de los yuppies y en un plano inferior la de los Nerds y tecnócratas al
servicio del gran capital; cuya defensa de un nuevo individualismo consumista reducía la
libertad pública a aquella otorgada por la fluidez del capital financiero. Su dinámismo social se
debilitaba ante la búsqueda de movilidad y ascenso individual y las necesidades de realización
del capital comercial subordinado a mayores costos financieros, y se paralizaba ante la lucha de
la mercancía-trabajo por su movilidad y derechos humanos. En los años 80 en los países
centrales algunos grupos profesionales adoptaron un estilo y formas de comportamiento que
terminó caracterizándolos como consumistas de capas medias altas, obsecuentes a la dirección
de empresas, atildados y deseosos de aparecer como utilizando tecnologías de punta. Eran los
Yuppies, a quienes se contraponía a la imagen hippy y a la del trabajador de la calle
arrinconados por el sistema y la represión. Al Yuppy se le atribuía éxito, alto nivel de consumo
y stress, ser conservador y poseedor de una falsa sofisticación e incluso arrogancia. En EEUU
desde los 90 son desplazados por el éxito de los Nerds y Geeks fanáticos del ordenador, a
quienes se imagina inicialmente obsesivamente centrados en labores de alta tecnológía de
eventual éxito financiero.

31/ Margaret Thatcher proclama en los años 80 que la sociedad no está integrada por pueblos,
familias o cualquier tipo de colectividad intermedia e histórica sino tan sólo por individuos,
cada uno aislado en su soledad y narcisismo. Milton Friedman, paralelamente, asesora a
dictaduras a lo largo del planeta afirmando no considerarse involucrado en los asesinatos y
desapariciones masivas que allí se producían.

32/ En los bienes de Giffen se cumple la paradoja que mientras más sube su precio más fuerte es
la demanda adicional. La elasticidad precio de esas mercancías tendría una curva inversa a la
normal y --aunque atribuida por Alfred Marshall a los bienes considerados inferiores, tales
como los alimentos básicos-- refleja la ilusión, de la ideología de consumo sofisticado, de que la
única variable independiente es el precio.

33/ El Jacobinismo y el blanquismo hicieron escuela en Europa, aunque los grandes


movimientos como los luddistas y cartistas u otras expresiones más amplias de capas sociales lo
miraron desde lejos. Aun cuando el propio movimiento de la Liga Comunista era clandestino, al
igual que otros movimientos socialistas y anarquistas, sus asociados aspiraban a luchas sociales
masivas y públicas. La idea de una guerra secreta contra el enemigo, como fuese definido, fue
en el sXIX una idea de pequeños sectores civiles medios o de la Ojrana rusa y otras policías
imperiales.

34/ Ëste fue el aparato organizado por Sverdlov para el Partido Bolchevique. Lleno de mística,
ideología y realismo fue un arma poderosa del proyecto stalinista desde las purgas de los años
30 hasta la prisión de Beria en 1956, realizada por Krushev, Kaganovich y Molotov.

35/ La propia autonomía alcanzada por esos aparatos, en Europa desde los años 60 y en EEUU
en los 70, expresaba la inadecuación de estas estructuras, fortalecidas en la guerra, en tanto
segmento de la burocracia de Estado para la tarea asignada. Culminaban también en fracaso,
para la CIA en dicho período, sus programas de control mental, experimentos farmacológicos y
muerte de personas consideradas cobayos de experimentación para nuevas armas. Las tareas
conspirativas que habían conocido un momento de júbilo durante las persecusiones del
MacCartismo y el asesinato de los Rosemberg, habían regresado en los 70 al interior de EEUU
para entrometerse en la vida política interna de la metrópolis, contradiciendo el juego de
equilibrios buscado por el establishment.

37/ Denominados en general como Neocons, era una confluencia de grupos y personajes de la
élite norteamericana que se caracterizaban por su fundamentalismo. Se consideran movidos por
ideales basados en el imaginario judeo-cristiano y en un radical rechazo a las ideas liberales,
progresistas o de izquierda.

38/ Se apoyarán en una tendencia fundamentalista cristiana e intervencionista que logrará el


control parcial del Partido Republicano con Reagan, y que retomará el control del aparato de
estado de USA en la segunda mitad del Gobierno de Bush, tras la caída de las Torres gemelas.
39/ La subjetividad no es sólo un hecho privado, tanto en cuanto su efecto social como en sus
procesos constitutivos. Y, en sentido inverso, una epistemología naturalista que no recoge el
sentido, para atenerse sólo a la causalidad espacio-temporal –tal como la conductista—deja de
lado el espacio histórico-social en el que surgen las creencias y propuestas de significado: el
imaginario social.
La conciencia social no es un problema especulativo o privado –como postula el conductismo,
desde Watson, J.B, 1913 a Danziger, 1979. Ella es un fenómeno y una experiencia sociales: “la
conciencia de algo para su manejo o simple respuesta. Veanse los desarrollos de Marcel, 1988 y
de la neuropsicología cognitiva.

NOTAS Capítulo 05

1/ Ésta se venía plasmando progresivamente en la transformación de la Comunidad del Carbón


y el Acero de la posguerra, que le había dado a Europa una capacidad de producción industrial
autónoma, en una Comunidad de poderes. Ya en los 90 ese agrupamiento poseía un Banco
Central y una moneda propia, aunque no un aparato de Estado, y avanzaba en sostenida marcha
hacia la construcción de una fuerza militar propia, a pesar del control de la OTAN por parte de
EEUU.

2/ El aplastamiento de Mossadegh en Irán, y la fractura del Nasserismo, impulsados por las


naciones capitalistas centrales y su acción hegemónica, evidente en forma particular en los
países petroleros, les obligó a buscar una reintegración de las hegemonías locales por la vía del
consumo.

3/ Esa presión externa y sus propias formas de conciencia la conducirían a abandonar


definitivamente los esfuerzos por elevar los niveles de consumo de masas proclamados por
Nikita Krushev y acentuaría la política de presencia militar global post stalinista. La parálisis
económica y el desgaste interno trasladaría el poder en la década siguiente de la burocracia de
Breznev a los reformistas de Gorvachov.

4/ El precio del petróleo y la energía deja de estar controlado por las llamadas “Siete hermanas”,
7 corporaciones privadas que habían regido el mercado de producción y distribución de
posguerra y pasa a ser manipulado oligopólicamente por la OPEP.

5/ Ese desplazamiento se inicia con la derrota de Kissinger en el seno de los grupos como
Bilderberg, hacia fines de los 70, así como de la política que buscaba conseguir áreas de balance
y seguridad con la URSS, expresadas en la detente y el MAD. El avance de los neocons plantea
el refortalecimiento del mito de EEUU como salvador del mal en el mundo. La confluencia de
ese segmento con los cristianos fundamentalistas de Buchanan y de la Iglesia Mormona les
permitirá el control del aparato del Partido Republicano y les facilitará desatar sucesivas oleadas
de macartismo. La paranoia alcanza un nivel en áreas del Pentagono, en el que lo que contradice
los supuestos neoconservadores –aunque sea entregado como información por otros sectores de
Gobierno-- es tomado como una comprobación de la certeza de los mismos. De esos grupos
surge la peligrosa definición de Reagan sobre la URSS como “el eje del mal” y la voluntad del
Gobierno de EEUU de apoyar en Afganistán a “los combatientes de la Libertad” entendidos
como los fundamentalistas dispuestos a luchar contra la Unión Soviética. Fue el triunfo del
llamado Equipo B, enfrentado a los denominados “contadores de porotos”, en el aparato de
guerra norteamericano, denunciado por Anne H. Cahn. Ver también La Guerra de Charles
Wilson.

6/ La variación de los indicadores de uso de energía, en sus diversas formas, despues de la crisis
petrolera de 1973 es generalmente atribuida al mejor uso que Europa y paises como EEUU y
Japón logran hacer del petróleo que consumen. En el total de energía consumida anualmente dos
tercios corresponden al uso de la industria y el transporte y solo un tercio al consumo de las
personas. Esa proporción empezará a variar en los años 80. Igualmente se observará un traslado
regional del consumo hacia el extremo de Asia.

7/ Ese programa se resume en bajar los costos de la fuerza de trabajo, rebajar los impuestos al
capital y debilitar los controles al sistema y poderes financieros en el plano interno, y facilitar la
internacionalización y transnacionalización de los procesos productivos.

8/ La computadora personal surge en California --como herramienta tecnológica—en los años


70 de la experimentación e iniciativa en grupos de adolescentes universitarios que intercambian
piezas electrónicas e ideas en búsqueda de aplicación de un ordenador potencial, con gran
capacidad de cálculo y de velocidad de procesamiento de datos. Ordenador al cual no se le
conocía área de utilización práctica alguna. Del Kembak1, construido con circuitos de baja
escala de integración y salida de luces, a la segunda ola --con microprocesadores y programas
de aplicación-- transcurrieron sólo un par de años en los que se produjo una violenta caída de
costos.

9/ EEUU asumido como gendarme del sistema pasará también a ser el garante de la realización
de las mercancías, así como proveedor de una liquidez planteada sin restricciones que no sean
las de sus objetivos nacionales. Esa concepción desata en ese país un déficit estructural crónico
que no hará más que acentuarse con la sola excepción de los primeros añosdel Gobierno de
Clinton. Los neocons ampliarían ese programa con sus iniciativas imperiales, buscando resolver
los temas de hegemonía que habían quedado pendientes desde la 2ª guerra.

10/ Debilitadas las esperanzas colectivistas e industrialistas de matiz occidental, en los países
árabes del Mediterráneo, la ideología yihadista de la actualidad política de la sharia y el martirio
se expande en las capas más pobres de esos países y el mundo musulmán en general. El
proyecto de capitalismo de estado pan-árabe, europeizante laico y militar, no logra una unidad
interestatal y se desgrana en diversos capitalismos nacionales imbuidos de autoritarismo de
formas precapitalistas. Llega al poder la revolución shiita en Irán y expande su influencia, en
conflicto con otras tendencias que acopian ese malestar de masas y que recogen la herencia de
Qutb. El capital puesto en manos de dinastías como la saudita desde el shock petrolero del 73,
que había permitido alianzas financieras como el BCCI, multiplica los Fondos Soberanos y
Bancos Islámicos a nivel de las naciones árabes como en el conjunto regional. Sin embargo la
quiebra del BCCI advierte de dificultades en las alianza con predominio musulmán de las
fuerzas corporativas occidentales y los fondos financieros provenientes de esos países.

11/ En EEUU desde inicios del período de descenso de la dinámica industrial en los 70 la
autoridad monetaria mantuvo una política de incentivar el crédito, lo cual era consistente con
su constatación de las debilidades de demanda. Desde luego las hizo fluctuar de modo de
modular la actividad en el centro del sistema y favorecer el proceso de dominio y control
financiero de las empresas metropolitanas sobre la periferia. Ello ordenó los mercados
financieros, donde anteriormente no se apreciaba direccionalidad política a la aplicación de esos
recursos, excepto las espontaneas del propio sistéma.

12/ Clásico fue el estudio de Paul Baran y Paul Sweezy “Capital Monopolista” 1966, en que
conceptualizan lo que denominan el excedente económico, como diferencia entre la producción
real de un mercado nacional y su consumo efectivo corriente. Conceptualmente ese ahorro o
acumulación de activos, --que a nivel nacional podía vincularse al saldo de comercio exterior o
al oro--, es indiferente, en tanto Inversión, del mercado concreto en que se materialice pues
puede obtener el mismo rendimiento en cualquier parte.

13/ Con la derrota del movimiento sindical y político de izquierdas esa evolución --en los
procesos de trabajo y hacia la globalización de mercados-- se había hecho posible. Mirado desde
la evolución de la síntesis –la concentración y centralización— el capital exigía e imponía así
mismo una derrota del anterior espíritu de autonomía nacional que había impregnado dichas
sociedades. Igualmente era un triunfo de procesos de mercantilización y de resocialización, --
sobre las diversas sociedades y sus estructuras familiares, tribales y políticas--, orientados por
la forma valor, el mathema y la razón utilitaria cuyo alcance aún está pendiente de análisis.

14/ Esos mecanismos pueden ser los que se busque utilizar en los países europeos por parte de
las grandes bancos y corporaciones en la segunda década del sXXI de la presente crisis de
deuda soberana.

15/ Que esa resolución de las luchas políticas, sociales y de clases, a nivel nacional fuese
sostenida e incitada --aunque no siempre decidida-- por la intervención de las fuerzas centrales
del sistema, --tanto en el plano económico como militar--, que le daban contexto no es un
aspecto menor de su resultado. La evolución política de diversas áreas del mundo estuvo en
gran medida determinada por el enfrentamiento entre los bloques geopolíticos que en ese
período dividían al mundo y su disposición a sostener o ganar posiciones.

16/ La recuperación de la dinámica económica lograda en los 70 y 80 expandió el desarrollo y


aplicación de nuevas tecnologías --entre las cuales ocuparon un rol central las de información y
comunicación--, que afectaron la vida más allá de la fábrica, eliminando el tiempo y el espacio
entre actividades, ligando la reproducción de las figuras de subjetividad y sus alianzas como la
familia, más estrechamente a los mercados y a la empresa, haciendo ubicuos la comunicación y
la memoria social. Fenómenos éstos últimos que afectaban las estructuras de poder y dominio.

17/ Igual ambigüedad posee la nueva fase de la revolución científico-técnológica que difumina
sus entidades anteriores basadas en la investigación básica y la técnica. El conocimiento, como
interpretación realizada en un contexto, ha venido siendo reducido a la información de eventos,
datos y sucesos. Los anteriores ámbitos de la comprensión, el saber y el conocimiento,
tendencialmente se hacen más abstractos . Con la noción saber connotamos el ámbito de
tensiones en que se resuelven las prácticas como campo contradictorio y holístico, en tanto
conocer resume certezas de contenido tecnológico o normativo, o contenidos formalizados y
objetivados tal como los refiere André Gorz. En inglés esa separación no siempre se distingue.

18/ La sociedad capitalista contemporánea puede nominarse una sociedad del conocimiento,
pero no una sociedad del saber excepto en cuanto ella aún permite experiencias, prácticas y
costumbres en las que se reflejan las contradicciones de clase.

19/ Daniel Bell, --a diferencia de Peter Drucker con su adscripción al poder de la gestión y
administración--, coincide en la caracterización de esa nueva fase como un cambio en la
naturaleza del poder, el cual surgiría del conocimiento, y como un cambio de contenido del
conocimiento mismo. Será necesario pensar si ello significa una redefinición de la síntesis
social misma --capital/capitalismo tecnológico-- o de la acumulación vg: capital cognitivo.
Daniel Bell . El advenimiento de la sociedad posindustrial. Un intento de prognosis social. Ed.
Alianza Madrid.1976.

20/ La burbuja inmobiliaria y crediticia se hace evidente en EEUU desde 1999, aunque parece
restringida a algunos estados, para culminar el 2007-2008. El año 2001 la burbuja ya se expresa
sin posibilidad de control en la NYST.

21/ Los temas del biopoder, en tanto práctica de control social y subyugación subjetiva por el
sistema, se analizarán posteriormente.

22/ ¿Cuál es el carácter de esas mercancías y en qué medida estas relaciones han sido
transformadas, en la situación que se desarrolla a partir de los años 90, deberá ser analizado
posteriormente.
23/ Desde Latinoamérica a Corea, de Argentina y México a Rusia, para concluir en Wall Street.
Y al igual que ellas, puede establecerse un paralelo con la secuencia de fenómenos que van de la
lluvia ácida y el SO2 a los desastres del Exxon Valdés y otros petroleros frente a Europa, Sur de
América Latina y Asia, en la contundente evidencia de una polución y a un cambio climático
que no es contenido con acuerdos como el de la reunión de Canadá para neutralizar y cambiar
los gases refrigerantes. Proceso que concluye en las tibias, pero simultáneamente inalcanzables
metas del Protocolo de Kyoto, que inicialmente no es firmado por China y EEUU que producen
casi la mitad de la polución del sistema.

24/ En EEUU, en donde se desata el crash, George W. Bush imaginó contener esa evolución
otorgando dinero fiscal a la banca, la cual disminuyó su exposición a activos riesgosos pero no
trasladó dinero y crédito al público. Barack Obama se encontró a su llegada al Gobierno con una
espiral descendente de demanda y empleo, así como de pérdidas de sus hogares por la población
que conducían a niveles de gran tensión social y nuevos escenarios. Sus medidas se orientaron
a otorgar dinero fiscal al consumo de las familias, pero éstas prefirieron disminuir la deuda que
se había acumulado sobre ellas. Obama entregó subsecuentemente una gran masa de recursos
dinerarios para el sector de banca y seguros y para el rescate de la General Motors estableciendo
una reducción de las indemnizaciones de sus trabajadores.

25/ Paralelamente debe sortear dos obstáculos que son el que a pesar de la recesión la crisis
ambiental sigue en desarrollo ascendente, y que la magnitud del Gasto y el endeudamiento para
cubrir el déficit aumentan las presiones a la baja del dólar y presionan al consumo.

26/ Una crisis del actual sistema monetario puede surgir tanto de la caída del Eu como del dólar.
Puede pensarse en un precario y temporal reordenamiento a través de una apertura a la presencia
de paises neo-industriales como los del BRIC y a una nueva moneda para la cual, se afirma, hay
incluso un nombre: el “AMERO”.

27/ Las élites del mundo capitalista, como lo señalara Oswaldo Sunkel, hace casi medio siglo,
comparten las esferas de decisión financiera que han sido establecidas. Las más visibles, además
de la estructura de vínculos de Bancos, Aseguradoras y Bolsas son la Reserva Federal, el
Council on Foreign Relations, la Trilateral, el grupo Bilderberg, y los grupos institucionales
públicos como el G-8 y G-20, así como escenarios como la reunión de Davos, que les permite
dialogar y confluir con el núcleo de elite de la periferia.

28/ En tanto estructura autopoiética puede imaginarse la lógica económica del capital como
ajena a esas preocupaciones, sin embargo su dialéctica ha surgido como síntesis de formaciones
sociales concretas siendo su congruencia también efecto de fuerzas políticas.

29/ Estructuras como el Banco de la Reserva Federal y el G20 juegan un rol especial pues
aparecen como instancias semi públicas o con poder directo de decisión política, en tanto otros
organismos de articulación hegemónica aparecen sólo como instituciones o agrupamientos
privados.

30/ En el futuro reparto de roles, que el sistema buscará,, la crisis económica puede deparar
sorpresas sociales más profundas si China no logra mantener estable su relación con la moneda
que utiliza de reserva, el dólar. Ello traería la ruptura del sistema monetario de Bretton Woods y
una negociación cuyos límites no están predefinidos.

31/ La autonomía de la política puede ocasionar que los esfuerzos actuales de las élites
dirigentes (G20 et al), para conservar la globalización de los mercados, se frustren y veamos un
incremento de medidas proteccionistas y estatistas que pueden abrir conflictos xenófobos o
chovinistas y agrupar a neofascistas, lo cual puede ser favorecido por la recesión. Ella impulsa
al empresariado en general a solicitar subvenciones, apoyar el gasto militar y burocrático, y al
segmento atado al mercado interno a pedir apoyo estatal a la demanda y a evitar la quiebra.
Los recientes instrumentos denominados ETF, fondos mutuos de inversión especulativa,
desarrollados en poco más de 10 años a partir de los llamados Spiders de Nathan Most y los
Webs de Morgan Stanley, indexados a los resultados globales de las bolsas internacionales han
pasado a ser más de un tercio del mercado bursatil planetario. James Tobin planteó un impuesto
al flujo de capital comercial a inicios del período (1971), que ha sido trasladado como propuesta
al control de la esfera financiera por ATTAC.

32/ La socialdemocracia y el keynesianismo, en repliegue ante la embestida conservadora,


aceptan a nivel mundial la flexibilización del trabajo como alternativa para salvar la economía
y el sistema. Pronto se advertirá que la reducción del gasto trae consigo una reducción de
ingresos y que salvar en el corto plazo la solvencia de los agentes del capital exige una
intervención del estado.

33/ Los Gobiernos de los países centrales emiten dinerario para la compra parcial de entidades
bancarias en crisis y de “activos tóxicos”, y en el caso de EEU para asegurar la compra de
títulos de la deuda. Así mismo se realiza para elevar las garantías para las previsibles
fluctuaciones que se avizoran e incrementar la liquidez en el sistema. En el caso privado hay
varios factores entre los que se mencionan los esfuerzos para generar demanda en situaciones de
debilidad de empleo. Como muestra puede señalarse que la deuda pública en países como Japón
a superar dos veces su PIB. En el caso de España la deuda pública se ubica cercana al 50 %,
aunque en este último caso la deuda privada bancaria supera tres veces el PIB. Otros países del
centro del sistema, como Italia, poseen una deuda pública sobre el PIB.

34/ Las pérdidas reconocidas como activos tóxicos al inicio de la crisis, el año 2008, que se
estimaban en poco menos de US$1 billón casi se duplicaron en 2 años, estimándose el nuevo
capital necesitado por los grandes bancos internacionales sólo para sanear sus balances al 2010
en una cifra similar. Esa espiral no es tema aún de negociaciones –vease al respecto las
peticiones de Ralph Brown-- y la causa más evidente de ello es la formidable potencia política
del gran capital.

35/ Después de haber cedido recursos dinerarios al sistema financiero, al final del Gobierno de
Bush e inicio del de Obama, EEUU implementa una política monetaria de reactivación y
sostenimiento del consumo interno y de política exterior orientada a la tarea de reactivar su
industria con demanda externa, depreciando el dólar y pugna por rebajar costos externos.

36/ Para unos países, ubicados en el aro central del sistema, se trata de continuar y profundizar
la tarea de deslocalizar procesos industriales hacia la periferia, particularmente en aquellos
sectores industriales que tienen procesos intensivos en mano de obra y de menor impacto
estratégico a sus políticas de fuerza.

37/ El control de la cuenca petrolera de Medio Oriente –Sudán, Libia, Siria y otras-- está en las
necesidades más obvias del sistema. Sin embargo el cuadro de relaciones de fuerza es áltamente
complejo. Si el centro geopolítico de la producción industrial se ha corrido hacia el extremo
Oriente, no puede decirse lo mismo respecto al petroleo
Por otro lado ´la presión del mercado norteamericano sobre los combustibles lleva a más de la
mitad de su producción interna de cereales a la industria de bio-diesel. La necesidad y apetito de
los mercados por carburantes es equivalente al de un dipsómano al que se le restringe la bebida.
Esa política, sumada a los problemas de producción de los grandes productores tradicionales de
cereales, y el cambio de patrones alimenticios de una ascendiente China e India, impulsan sin
contención hacia el alza a los alimentos.
Junto a esas presiones visibles nuevas tensiones y agostamientos derivados directamente de las
necesidades de la forma de valor que se requiere para producir, se acumulan. Una nueva ola
privatizadora amenaza con desatarse, junto a la búsqueda de nichos de inversión y
aprovisionamiento seguro de materias primas, así como la respuesta indignada de las multitudes
en defensa de niveles de vida y sus conquistas sociales.
NOTAS Capítulo 06

1/ Este doble carácter puede observarse en otros niveles de la estructura social. Aquello que
habitualmente denominamos procesos de concentración y centralización del capital --que
abarca lo que la economía neoclásica denomina crecimiento y desarrollo económico— así como
remite a procesos de producción y distribución de valores y riquezas, también lo hace respecto
al control de la economía y a la generación de excedente. E igualmente a la modificación de
dispositivos y estrategias de poder, redefinición jurídica y redespliegue y/o modificación de las
figuras sociales de subjetividad con sus formas de vida correspondientes.

2/ El peligro y tendencias de fascistización no surgen centralmente de la esfera política, que le


sigue subordinada, sino de las esfera de la producción y reproducción, como hacen evidentes el
toyotismo y la financierización de la economía. Desde luego hay una doble referncia cruzada
entre econiomía y Estado tal como tempranamente en los años 40 lo señalaba respecto al mundo
en plena 2ª guerra Max Horkheimer destacando el fenómeno de hipertrofia del Estado y de
reducción de la esfera de la circulación que estaba en la base del proceso de monopolismo
industrial y en las formas de resolución por la fuerzas del capital de la crisis del 29.

3/ Su expresión y evolución en las instituciones culturales, los medios de comunicación,


estructuras ideológicas y en particular educativas ha sido analizada y resaltada desde los años 70
también por diversos autores como Armand Mattelard, Leopold Hinkelhammer y Nikos
Poulantzas, entre otros.

4/ Una mejor metáfora que la de imaginar a la crisis actual como producto de deliberaciones y
acuerdos de grupos como Bilderberg o Davos es la de verla como la situación de un gran avión
intercontinental, en medio de una tormenta, que es manejado por un mecanismo de piloto
automático. En este caso, sin embargo, la inestabilidad sistémica ha sido desatada por el propio
artefacto.

5/ En el presente estadio de desarrollo de la acumulación menos del 2% de las grandes


corporaciones transnacionales controlan el valor total del capital en acciones (shares). Es decir
su control del patrimonio, y con ello de los activos de las empresas es 25 veces mayor que su
participación en la distribución del ingreso y la renta. Allí tan solo controlan aproximadamente
la mitad. En un estudio sobre el poder económico en manos de las grandes corporaciones se
muestra que “el 40% del valor de todas las transnacionales del mundo está controlado por un
pequeño núcleo -core- de 147 transnacionales. Y, más interesante si cabe, de ese núcleo de
trasnacionales tres cuartas partes son entidades financieras”. Es decir un puñado de grandes
bancos comerciales y de inversión así como compañías de seguros controlan actualmente el
nucleo de las decisiones sistémicas de la acumulación del capital.

6/ Desde luego este elemento es tan antiguo como el desarrollo del capital monopolista e
imperialista del s XIX, sin embargo es su acceso directo e inmediato al poder del Estado, y su
carácter financiero--acentuado desde los años 70 y evidenciado en la expansión de
organizaciones y grupos corporativos como el BCCI y los aglutinados por el PNAC-- el que no
sólo asegura sino convierte en beneficios los Contratos. “Capitalismo de acceso” visible, desde
los años 90, en EEUU a través de empresas como Carlyle o ENRON. Vease entre otros Michel
Lewis en artículos de The New Republic, o Craig Unger en “Los Bush y los Saud” Editorial.
Proceso paralelo a la reabsorción de la riqueza acumulada en los países de la denominada área
socialista a los fines de la acumulación de capital, planetaria.

7/ El mercado que está presupuesto en el proceso de producción y de acumulación caìtalista es


intrísecamente escenario de un proceso de intercambio, inicialmente ceremonial y
posteriormente de mercancías, y ambos están en la base del valor tanto en su forma simple
como desarrollada. Es desequilibrado ya en la forma simple del intercambio de bienes diferentes
y sólo puede realizarse como mercado cuando dicho desequilibrio, ahora en la forma valor, se
produce y reproduce.

8/ Menor capacidad descriptiva y escasa capacidad explicativa poseen los argumentos


psicológicos respecto de ese desequilibrio y su rol en el desate de una crisis como la presente.

9/ La lectura de indicadores macroeconómicos habitualmente destaca para el centro sistémico


que en la última década del s XX hubo una sobre-expansión del sector de la construcción y
conexos en relación a otros sectores de industria, y ello se extrapola a la demanda efectiva. El
contenido social de esa evoluciónqueda en la sombra. Similar desviación poseen las visiones de
la caída de la tasa de ganancia como permanente desde los 70 sin advertir o recoger –y por ende
explicar-- la fluctuación positiva que dicha tasa conoció en la última década del sigloXX.

10/ Tampoco la constatación de esos fenómenos económicos permite concluir que fuesen los
niveles de miseria o una sobre producción de casas, oficinas y áreas comerciales el factor
desencadenante del crash del 2008. Vease, respecto al crash de 2008, entre otros, el video de
Ignacio López Lorenzo en You Tube.

11/ Ello no es totalmente sorprendente en un análisis paradigmático del pensamiento racional


contemporáneo. El propio mathema se enfrenta a esa contradicción, como lo demuestran Gödel
o Heisemberg en obras fundamentales. Precisamente por ello es que en el análisis de los
procesos de la síntesis, y la crisis es una expresión de ella, deberemos aceptar que existe un
ámbito que no es siempre cubierto por el mathema y que está abierto a la poiesis.

12/ El valor no es algo subjetivo, ni una expresión social resuelta por el individuo o la unidad de
capital que lo explota, sino corresponde a una relación social, contradictoria, concreta e
histórica. La valorización, --es decir el proceso en el que se crea y realiza el valor—no
corresponde sólo a la cualidad de uso del objeto de ser producto del trabajo sino a su
reconocimiento por el mercado de corresponder socialmente a un trabajo y a una necesidad. Se
produce en la relación de la intersubjetividad con el mundo, a través de un metabolismo
histórico, una ekopoiesis, sobre lo cual volveremos en próximos capítulos.

13/ Esa sobre-inversión en mercados nacionales, aparece en los 90 de un exceso de capital en


los países-centro respecto a la posibilidad de encontrar nichos de inversión en sus respectivos
mercados internos, por la contención de salarios derivada de la reagonomics, y la plétora de
mercancías disponibles de la disolución del área socialista.

14/ Así mismo si tomamos las fluctuaciones distinguibles en las variables macroeconómicas
también podemos construir una periodización dentro de un gran ciclo secular, lo cual no
demuestra que ese ciclo exista sino como reflexión inductiva y aislada de otros factores sociales.
Para estudiar esas curvas véase a Winfried Wolf, “Sieben Kriesen - ein Crash”. Promedia
Druck. 2009. Wien.

15/ Hemos señalado en páginas anteriores las luchas y movilizaciones de sectores juveniles en
el período de transición a las definiciones de los años 70. Constatar lo anterior no es atribuir a
ese fenómeno una sóla y misma dirección y conciencia. En los movimientos del 68 europeo o
del Hippysmo norteamericano pueden advertirse formas de conciencia que buscan salir del
modelo industrial y de consumo fordiano-taylorista, pero en la periferia movimientos como los
de la Guardia Roja china y de paises periféricos se orientan por aspiraciones que van en la
dirección opuesta. Ello indica por una parte el carácter transicional del período y la diferente
articulación de los paises y mercados, así como el impacto diferencial de esa evolución en
estratos y clases.

16/ Acá hacemos referencia al plano económico de esa evolución, donde en diversos análisis se
tiende a absolutizar el rol clave de un parámetro, antes que la evolución de conjunto del sistema.
17/ La magnitud en términos absolutos de esa masa dineraria, -- que inicialmente proviene de la
emisión que permite la reforma monetaria de Nixon, multiplicado por la banca mundal--, así
como su relación con el producto, aunque aplicada a la reactivación sistémica y al gasto
imperial, sigue una curva de ascenso permanente que finalmente, a posteriori del crash del 2008,
se convierte en secreto de estado.

18/ Esa expansión favoreció un crecimiento productivo formidable que, sumada a la


recuperación de posguerra, hizo de la computadora, el teléfono celular, y otros artefactos
tecnológicos elementos de uso masivo y cotidiano, expandió el comercio y transporte a niveles
desconocidos, derribó a la URSS e integró a China o India reindustrializando al planeta.
Paralelamente esta confluencia de procesos destruyó también amplias fuentes de reservas
naturales y vegetales en tierra y océanos, y le impuso a la humanidad quemar sus últimas
reservas de energía fósil incluso a riesgo de la mayor contaminación. Ella globalizó a la
humanidad, desarraigando miles de millones de campesinos, arrastrándolos a una emigración
forzosa que ya no los acercaba a la ciudad sino incluso los cambiaba de continente. Creó
megalópolis, coordinando no sólo flujos de mercancías hacia las plantas procesadoras que
articulan segmentos productivos a nivel mundial, como alimentos o medicinas, sino el propio
ritmo de acumulación de capital en las bolsas. Relacionó a la población mundial ampliando y
vanalizando la información y elevó los niveles de consumo o al menos generalizó la aspiración
a mejorarlos. Llevó la acumulación de desechos y la polución a niveles físicos que obligaron a
un cambio de conciencia en esa área, aunque no contuvo el deterioro, y generó casi una
ciudadanía cosmopolita: “el homo economicus”.

19/ Ello se realizó bajo el modelo de relaciones económicas, políticas y sociales que se
denominó posteriormente Consenso de Washington, y cuyas primeras expresiones fueron las
políticas aplicadas por Friedman y los Chicago Boys en Chile, Inglaterra y EEUU.

20/ Las ilusiones socialdemócratas de posguerra de que los fondos sociales podían comprar las
grandes empresas y hacerse cargo de la dinámica económica del capitalismo encontraban en ese
mismo período sus límites, no sólo en los países escandinavos o Israel, de fuerte presencia
sindical sino en Francia y Alemania, Chile o Tanzanía.
Igual curso seguirían las gigantescas inversiones en Industria Pesada con las cuales las
burocacias de los países denominados “socialistas” expandían y justificaban su control,
explotación y dominio social en los procesos de acumulación y modernización mercantil interna
de esos países. La limitación de la demanda y consumo internos, y la sobre-expansión de la
industria pesada que se expresaba en la política económica interna de esos países era un
imperativo social de las relaciones de la nomenklatura con el estado y a través de éste con la
población.

21/ La productividad expresa los espacios sociales y de intercambio metabólico con la


naturaleza en que la producción per cápita cobra la forma de la sintesis.

22/ Nos referimos a los procesos de los años 30, guerra y posguerra que reordenaron el sistema.
En la fase de rescate del sistema – años 30 a 45—se produjo un reordenamiento que en la
posguerra posibilitó una fase de recuperación industrial con crecimiento de la productividad que
se desplegó por dos y media décadas en un proceso de rearticulación sistémica desde el centro, e
integración proletaria al consumo. Otra fue la situación en el nuevo período abierto en los 70 en
la que el crecimiento y la productividad se desaceleran, aunque muestran un breve repunte entre
1996 y 2001.

22/ La hipertrofia del mercado financiero y de servicios hizo que el Índice Dow Jones llegara
tempranamente en el año 2001 a un nivel de 11.000 puntos, desatándose a continuación un
ajuste que en términos nominales no pudo recuperarse, sino después de una década, al nivel
inicial. La crisis bursátil de 2007/08 no fue sino un punto álgido de la primera ola de ajuste.
23/ La modernización de la estructura de telecomunicaciones y del transporte, la modificación
de fuerzas en las áreas de la energía y de combustibles fósiles, así como en la expansión del
comercio intrarregional, o los balances geopolíticos, y en general las nuevas fuerzas productivas
disponibles exigiran otras reflexiones y análisis más pormenorizados en próximos capítulos.

24/ La expansión del dinero circulante y del crédito no puede ser simplemente considerada
discordante o por encima de las “necesidades estructurales” de la denominada “economía real”
del sistema, tal como afirma un segmento de los economistas neoclásicos, --con lo cual hacen
referencia a un supuesto punto externo de oferta y demanda y del sistema de precios-- y por
ende de resolución a través de la inflación o disminución del gasto fiscal del conjunto de estados
de la ONU. Ella se correspondía con un esfuerzo de sostenimiento del crecimiento de la masa
de la inversión financiera, la cual incluía inversión productiva, tras la búsqueda de incrementar
la masa de ganancias.

25/ Ya sea desde las miradas monetaristas como la de pensadores como Gorz “Adieu au
proletariat”, e incluso Hobswaum, la valorización aparece no sólo como un problema de la
reproducción del capitalismo sino como una transformación de la síntesis social. A esa intuición
habrá que dar cuenta en páginas posteriores. El proceso de valorización es una de las claves de
la compresión de la crisis y a él volveremos, sucesivamente.

26/ También entonces, como ahora, la financierización tendió a expresarse como globalización
de mercados e instituciones reguladoras internacionales. La Sociedad de Naciones, creada por el
tratado de Versalles e impulsada por Wilson, buscó establecer un marco global de regulación de
conflictos a favor de los poderes reinantes. Los períodos de financierización, multilateralización
y globalización coinciden con los períodos en que se establecen las bases de la crisis, y para
establecer su eventual recurrencia deberemos preguntarnos en próximas páginas cuales procesos
y relaciones se expresan a través de ellos.

27/ Se abre paso una nueva relación del conocimiento y la tecnología, entre sí y como fuerza
social directa, articulada a la producción. No se trataba simplemente de una mayor penetración
de la razón tecnológica en la producción, tal como la expresaron las telecomunicaciones, las
computadoras y servomecanismos, o el Internet, la biotecnología o la energía nuclear. Era el
avance de nuevas formas de producir y reproducir la vida material, de organización del trabajo y
procesos, de desarrollo de nuevas áreas de producción y más elevados niveles de integración
global, que presionaban en todos los mercados por su mayor productividad física o
competitividad.

28/ Ese juego contradictorio de pensamientos enajenados nos permite entender la complejidad
de las figuraciones de subjetividad social y conciencia de clases que fueron transformadas en los
imaginarios específicos en los que encontramos a un Tony Blair o Schroeder, GH Busch o
Putin, Berlusconi o los yuppies, Wojtyla o MacVeigh, Rumsfeld o Bin Laden.
En los países de la periferia los conflictos ideológicos no sólo poseían una forma nacional o
anti-imperialista, o un carácter étnico, religioso o campesino. Ellos estaban condicionados en su
desarrollo por el desarrollo urbano e industrial, estimulado o contenido desde las potencias
centrales. La lucha al hacerse global no era inmediata, necesaria y directamente un conflicto
entre el capital y la clase obrera, como lo expresó Cambodia y en sucesivas escaramuzas
diversas sociedades del mundo asiático y africano.

29/ Ello se producía en las capas dirigentes de viejas sociedades , tales como las monarquías del
mundo árabe pero también sobre las grandes multitudes de religión musulmana, de los países de
Asia y Africa. Su forma de inserción, alianzas y mecanismos de lucha recogerían y ampliarían
el arsenal de posibilidades de la sociedad occidental.
30/ Tal como las determinaciones, acciones y delimitaciones que instituciones financieras --
como el FMI, BM, BID y otras-- realizaron afectando mercados pequeños en los países de
África o América Latina, a diferencia de lo que lograron y produjeron en China o la UE.
Tampoco fue igual en ramas tal como la de las computadoras, como en la de los alimentos
básicos, lo cual obliga a estudios comparativos y segmentados.

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