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1 Reyes 17 – El Temprano Ministerio de Elías

A. Elías ora por sequía y experimenta la provisión de Dios.

1. (1) Elías habla sobre el juicio de Jehová.

Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive
Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos
años, sino por mi palabra.

a. Elías tisbita: En ese momento crucial en la historia de Judá e Israel, el Profeta Elías
apareció repentinamente. Él se convirtió en la fuerza espiritual dominante en Israel
durante estos días oscuros de la apostasía de Acab.

i. El nombre Elías significa, Yahveh es mi Dios. En los días cuando el gobierno de Acab
oficialmente apoyaba la adoración a Baal y otros dioses, aún el nombre de este profeta
le decía la verdad.

ii. Era un tiempo crucial en la historia de Israel. Parecía como si la adoración del
verdadero Dios podría ser completamente eliminada en el reino del norte. “La tierra
estaba llena de sacerdotes de Baal y de las arboledas – orgullosos del favor de la Corte;
glorificándose en su repentina llegada al poder; insolentes, avaros, escandalosos, y
envilecidos. Los fuegos de persecución fueron encendidas, y comenzaban a arder con
furia.” (Meyer)

iii. “Toda la tierra parecía estar en apostasía. De todos los miles de Israel, solamente
siete mil quedaban los cuales no habían doblado sus rodillas o habían besado la mano de
Baal. Pero estaban paralizados con temor; y se mantuvieron inmóviles, que su misma
existencia no era conocida para Elías en la hora de gran soledad.” (Meyer)

b. Que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra: Esta fue una
demostración dramática en contra del dios pagano Baal, quien se pensaba que era el
dios del cielo, el dios del clima. Elías mostró que por medio de sus oraciones hacia el
Dios de Israel, Yahveh era más poderoso que Baal.

i. “La antigua religión en contra de la nueva; el hijo de naturaleza en contra del hijo
afeminado de las cortes; pelo de camello en contra de ropa suave; fuerza moral en
contra de debilidad moral.” (Meyer)

ii. Elías no solamente era el profeta de esta sequía – en el sentido de la oración, él fue la
causa de la sequía. Él oró y sucedió. Santiago 5:17-18 pone esto en claro: Elías era
hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no
lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo
dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.

c. Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy: Esta declaración de Elías nos
da un entendimiento de la fuente de su fuerza. Se dijo específicamente que Elías era
hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras (Santiago 5:17). Pero él mostró una
fuerza más grande que la mayoría de nosotros en nuestra vida con Dios. Debemos de
prestar atención a estos indicadores de la fuerza de Elías.

i. Vive Jehová Dios de Israel: Todos los demás sentían que Jehová estaba muerto, pero
para Elías Jehová vivía. Él era la realidad suprema de la vida de Elías.

ii. En cuya presencia estoy: Él estaba en la presencia de Acab, pero él estaba


consciente de la presencia de alguien más grande que un rey terrenal. Gabriel mismo no
pudo escoger un título mayor (Lucas 1:19).

2. (2-5) Elías huye a Querit.

Y vino a él palabra de Jehová, diciendo: Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y


escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Beberás del arroyo; y
yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. Y él fue e hizo conforme a la
palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al
Jordán.

a. Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit: La


sequía anunciada por Elías en el versículo anterior era una gran amenaza para el reino
norte de Israel, y el reino de Acab. Por lo tanto, su vida corría peligro, y Dios le envió al
arroyo de Querit para su propia seguridad.

i. Dios condujo a Elías un paso a la vez. Él no le dijo que fuera al arroyo de Querit sino
hasta que él hubo entregado el mensaje a Acab. Él no le dijo que fuera a Sarepta sino
hasta que el arroyo de Querit se secara. Dios condujo a Elías por fe, un paso a la vez, y
Elías siguió en fe.

ii. Escóndete en el arroyo de Querit: Por medio de esto Dios le enseñó a Elías el valor
de la vida escondida. Él se acababa de hacer un famoso adversario de Acab, tan
poderoso que sus oraciones podían detener la lluvia. En el momento de su nueva fama,
Dios quería que Elías se escondiera y estuviera solo con Dios. “No debemos de
sorprendernos, entonces, si algunas veces nuestro Padre nos dice: ‘Aquí, hijo, has tenido
bastante de este afán, y publicidad, y emociones; ven aquí, y escóndete junto a este
arroyo – escóndete junto al arroyo de Querit de la cámara de enfermos; o en el Querit de
las desesperanzas; o en el Querit del duelo; o en alguna soledad de la cual las multitudes
han menguado.’ ” (Meyer)

iii. “Elías no podía estar solo, siempre y cuando tuviera a Dios y a si mismo para
conversar. Un buen hombre nunca esta menos solo, que cuando esta solo.” (Trapp)

b. Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer: El
escape hacia el arroyo de Querit era más que protección. Fue también para entrenar a
Elías hacia la dependencia del Señor. En una temporada de sequía, él debía de confiar
que Dios podría mantener fluyendo a este arroyo. Él también debía de aceptar la comida
de los cuervos, un animal impuro.

i. El nombre Querit viene de una antigua raíz Hebrea que significa, el cortar, trozar o
aislar. Esto muestra que Dios debía de podar algo en la vida de Elías durante este
periodo.
ii. Yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer: Hay un énfasis en la
palabra allí. Dios prometió que los cuervos darían de comer a Elías mientras estuviera
en Querit. Por supuesto, teóricamente los cuervos le podrían alimentar en donde sea –
pero Dios ordenó que fuera en Querit. Elías quizás quería estar en otro lugar, o estar
predicando, o haciendo cualquier otra cosa. Pero Dios le quería allí y proveería para él
allí.

3. (6) La provisión de Elías.

Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y
bebía del arroyo.

a. Los cuervos le traían pan y carne: Cada pedazo de comida que llegaba a Elías venía
por medio del pico de un animal impuro. Elías tuvo que dejar de lado sus ideas de las
costumbres sobre lo puro y lo impuro, o él pronto moriría de hambre. A través de esto
Dios le enseñó a Elías que enfatizara el espíritu de la ley antes de la letra de la ley.

i. Charles Spurgeon bosquejó dos puntos de aplicación de este evento, comparando la


comida que los cuervos traían con el alimento espiritual. Primero, él reconoció que Dios
puede traer una buena palabra hacia nosotros a través de vasos impuros, alguien
espiritualmente impuro como un cuervo. Segundo, que alguien puede llevar alimento
espiritual a otros y aún permanecer impuro. “Pero ve también, cuan posible es para
nosotros el llevar pan y carne a los siervos de Dios, y hacer algunas cosas buenas para
su iglesia, y aún son los cuervos los que lo hacen” (Spurgeon)

b. Pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde: Como Él fielmente
proveyó del mana para Israel en el desierto, Dios proveyó por las necesidades de Elías.
Él llegó a confiar más que nunca en la milagrosa provisión de Dios.

i. “Un niño pequeño, habiendo leído del incidente con su viuda madre en esa noche
invernal, mientras estaban sentados en un cuarto sin fuego, le preguntó si podía entre
abrir la puerta para que entraran los cuervos de Dios; él estaba seguro de que éstos
estaban en camino. El burgomaestre de ese pueblo Alemán, al pasar, fue atraído por la
vista de la puerta abierta, y entró, preguntando la causa. Cuando supo la razón, él dijo,
‘Yo seré ese cuervo de Dios’; y alivió su necesidad ese día y después.” (Meyer)

4. (7) Elías y el arroyo seco.

Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra.

a. Pasados algunos días, se secó el arroyo: Elías observó como el flujo del arroyo
disminuía hasta que se secó. Su fuente de agua se había ido.

i. “Ah, es difícil el estar junto a un arroyo que se seca – cuanto más difícil el enfrentar a
los profetas de Baal en el Carmelo.” (Meyer) Él también menciona diferentes tipos de
arroyos que se secan los cuales podríamos experimentar:

· El arroyo de la popularidad que se seca, menguando, como la de Juan el Bautista.


· El arroyo de la salud que se seca, hundiéndose bajo una parálisis progresiva, o una
lenta tuberculosis.

· El arroyo del dinero que se seca, lentamente disminuyendo ante las demandas de
enfermedad, malas deudas, o la extravagancia de otras personas.

· El arroyo de la amistad que se seca, que por mucho ha estado disminuyendo, y pronto
amenaza con cesar.

ii. “¿Porqué deja Dios que se sequen? Él nos quiere enseñar el no confiar en Sus dones,
sino en Él mismo. Él quiere drenarnos de nosotros mismos, como Él drenó a los
apóstoles por diez días que esperaron antes del Pentecostés. Él quiere aflojar nuestras
raíces antes de que Él nos remueva a otra esfera de servicio y educación. Él quiere
poner en un contraste más fuerte el río del agua vive que nunca muere.” (Meyer)

b. Porque no había llovido sobre la tierra: Esta era la sequía por la cual Elías oró. Él
no oró para que la lluvia viniera otra vez, aún para su propia supervivencia. Él mantuvo
el propósito de Dios primero, aún cuando le afectaba en la adversidad.

B. Dios provee a Elías por medio de una viuda.

1. (8-9) Dios llama a Elías a que vaya a Sarepta.

Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo: Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y


mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente.

a. Levántate, vete a Sarepta: Dios condujo a Elías del arroyo seco a una ciudad Gentil.
Este era un movimiento inusual y desafiante para que Elías lo llevara a cabo.

i. Dios seguía trasplantando a Elías: De casa, a Jezreel, a Querit, a Sarepta. Esta


trasplantación le hacía cada vez más fuerte.

ii. También debemos de recordar que esta región en general era el lugar de donde salió
la reina impía Jezabel. “Elías estaba visitando territorio enemigo, y mostrando el poder
de Dios en un área donde Baal era adorado, aunque inefectivo por la sequía.”
(Wiseman)

b. He aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente: Las viudas eran
notables por su pobreza en el mundo antiguo. Dios le dijo a Elías que fuera a una viuda
Gentil y recibiera provisión; probablemente parecía que tenía más sentido el esperar
junto a un arroyo seco.

i. Cuando Él, rechazado por Su propio pueblo, Jesús utilizó este ejemplo, de Elías yendo
con la viuda de Sarepta como una ilustración del derecho de Dios para escoger un
pueblo para Si mismo: Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su
propia tierra. Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de
Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre
en toda la tierra; pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en
Sarepta de Sidón.” (Lucas 4:24-26)
2. (10-11) Elías se dirige a la viuda.

Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad,


he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te
ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba. Y yendo ella
para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un
bocado de pan en tu mano.

a. He aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña: Esto muestra que ella
era una mujer pobre, juntando pedazos de madera para hacer un fuego. Elías quizás
pensó que Dios le conduciría hacia una inusual viuda que fuera rica, pero Dios le
condujo hacia una pobre viuda Gentil.

i. “Sabemos esto por el hecho que ni siquiera tenía leña. Ahora, no hay razón por la cual
ella no hubiera tenido eso aún en escasez de pan, pues no había escasez de madera, a
menos que ella fuera extremadamente pobre.” (Spurgeon)

ii. Dios le dijo a Elías (1 Reyes 17:9) que Él le había ordenado a la viuda que alimentara
al profeta. Pero al parecer esta mujer no sabía esta orden. Esto muestro como obra la
mano que no se ve de Dios a menudo. “Al parecer ella de nada sabía que ella debía
alimentar al profeta. Ella salió esa mañana a recoger leña, no para encontrarse con un
invitado. Ella estaba pensando en alimentar a su hijo con la última torta; ciertamente
ella no tenía idea sobre proveer para un varón de Dios excepto a través de una vasija
vacía de alimento. Pero Jehová, quien nunca miente, habló una solemne verdad cuando
dijo, ‘Le he ordenado a una viuda allí.’ Él había operado de tal forma en su mente que él
la preparó para que obedeciera la orden cuando saliera de los labios de su siervo, el
profeta.” (Spurgeon)

b. Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso . . . Te ruego que me traigas


también un bocado de pan en tu mano: Elías audazmente pone esta petición en fe. El
sentido común y las circunstancias le decían que la viuda no daría tan generosamente a
un extraño Judío, pero la fe le hizo preguntar.

i. “Esto era ciertamente el poner la fe de la viuda en una prueba extraordinaria: el tomar


y dar a un extraño, del cual ella no sabía nada, el pequeño requisito de miseria para
mantener a su hijo de morir, era demasiado esperar.” (Clarke)

ii. Dios sí escogió a esta mujer, pero Él la eligió por más que un milagro. Él la eligió por
servicio. “La elección de esta mujer, mientras trajo mucha bendición hacia ella,
involucraba servicio. Ella no fue elegida solamente para ser salvada del hambre, sino
para alimentar al profeta. Ella debe de ser una mujer de fe; ella debe de hacer la pequeña
torta primero, y después ella tendrá la multiplicación del alimento y el aceite. Así la
gracia de Dios no escoge al hombre para dormir y despertar en el cielo, ni tampoco los
escoge para que vivan en pecado y que se hallen a si mismos absueltos al final; ni los
escoge para que estén de ociosos y que vayan tras sus propios negocios en el mundo, y
aún que ganen la recompensa al final, de la cual ellos nunca trabajaron. ¡Oh no! la
soberana elección de gracia de Dios nos escoge para arrepentimiento, hacia la fe, y
después hacia la santidad de dar, hacia el servicio Cristiano, al celo, la devoción.”
(Spurgeon)
3. (12) La respuesta de la viuda de Sarepta.

Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un
puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora
recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo
comamos, y nos dejemos morir.

a. Vive Jehová tu Dios: Esta amable palabra muestra que ella respetaba a Dios, y aún
reconocía que el Dios de Israel era el Dios de Elías, y no de ella.

b. No tengo pan: Elías rápidamente se dio cuenta de que ella no solamente era pobre,
sino desesperadamente pobre. Elías la halló justo antes de que ella fuera a prepararse el
último bocado de comida para ella misma y su hijo – y para resignarse a si mismos a
morir.

4. (13-14) Las palabras de Elías para ella.

Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero
de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás
para ti y para tu hijo. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la
tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová
haga llover sobre la faz de la tierra.

a. No tengas temor: Esta fue la primera palabra de Dios hacia la viuda a través de Elías.
Su crisis actual correctamente le hacía sentir temor, y Dios quería que ella dejara de
lado el temor y pusiera su confianza en Él.

b. Ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta:
Esta era una petición audaz y seria de parte del profeta. Él le pidió a esta viuda
destituida que primero le diera a él algo de su último bocado de comida. Esto parecía
como la peor clase de recaudación de fondos depredadora.

c. La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el


día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra: Esto muestra el porqué Elías
pudo hacer tal petición tan audaz. Era porque Dios le dijo que Él proveería una
provisión sin final de comida para la viuda y su hijo y para Elías mismo. Él le pidió a la
viuda que pusiera su confianza en esta gran promesa de Dios.

8. (15-16) La obediencia de la viuda y la gran bendición de Dios.

Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos
días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme
a la palabra que Jehová había dicho por Elías.

a. Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías: La viuda en realidad lo hizo – ella
voluntariamente dio con un gran riesgo, basada en su confianza en la promesa de Dios.

b. Comió él, y ella, y su casa, muchos días: Dios cumplió la promesa hacia la viuda, su
hijo, y Elías. Dios la usó como un canal de provisión, y sus necesidades, como
resultado, fueron satisfechas.
i. “¿Porqué Dios de una vez no le dio un granero lleno de alimentos, y una tina llena de
aceite al instante? Te diré. No fue solamente porque el intento de Dios era probarla,
pero aquí había sabiduría. Supón que se le hubiera dado un granero lleno de alimentos,
¿cuanto de ello quedaría el siguiente día? Les pregunto a cualquiera de ustedes si han de
recordar, pues en los días de hambre los hombres tienen un olfato agudo, y pronto sería
conocido en la ciudad. ‘La vieja viuda quien vive en tal y tal calle, tiene un gran
almacén de comida.’ Porqué, hubieran causado un motín, hubieran matado a la mujer y
a su hijo. Ella hubiera sido despojada de su tesoro, y en cuatro y veinticuatro horas el
barril de comida hubiera estado tan vacío como en primer lugar, y el aceite hubiera sido
derramado en el suelo.” (Spurgeon)

C. Elías levanta al hijo de la viuda.

1. (17-18) El dolor de la viuda por la muerte de su hijo.

Después de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo del ama de la casa; y la
enfermedad fue tan grave que no quedó en él aliento. Y ella dijo a Elías: ¿Qué
tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer a memoria mis
iniquidades, y para hacer morir a mi hijo?

a. Después de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo del ama de la casa:
Nos podemos imaginar los días felices de provisión en la casa de la viuda. Sus
necesidades fueron provistas por un milagro continuo de Dios. Pero esos días felices
fueron eventualmente cubiertos por una sombra oscura: la enfermedad y muerte del hijo
de la viuda.

i. La muerte del hijo fue un doble golpe en la viuda. No solamente ella sufrió como
cualquier madre que pierde un hijo, pero ella también sufrió como alguien que pierde su
única esperanza para el futuro. La expectación era que su hijo crecería y proveería para
ella cuando fuera vieja. Ahora esa expectación se había roto.

b. ¿Has venido a mí para traer a memoria mis iniquidades, y para hacer morir a
mi hijo? A la muerte de su hijo, la viuda indirectamente le echo la culpa a Elías. Ella
más directamente se echo la culpa a ella misma y a su iniquidad sin nombrar. Sin
importar cual fuera su pecado, la memoria de la culpa estaba más cerca de ella.

2. (19-20) La oración de Elías.

Él le dijo: Dame acá tu hijo. Entonces él lo tomó de su regazo, y lo llevó al aposento


donde él estaba, y lo puso sobre su cama. Y clamando a Jehová, dijo: Jehová Dios
mío, ¿aun a la viuda en cuya casa estoy hospedado has afligido, haciéndole morir
su hijo?

a. Entonces él lo tomó de su regazo: Este detalle vivido muestra que la viuda se aferró
del niño muerto fuertemente en sus brazos.

b. Al aposento donde él estaba: El término aposento “se refiere a un albergue


temporal o a un cuarto en el techo, accesible desde afuera de la casa. Tales estructuras
eran comunes en el Cercano Oriente. Este arreglo permitiría que la viuda no solamente
tuviera su necesaria privacidad, sino que salvaguardaría su reputación.” (Patterson y
Austel)

c. Y clamando a Jehová: Elías oró con un gran corazón e intimidad con Dios. Él trajo
esta tragedia aparentemente inexplicable e irremediable en oración a Dios. Ya que él
sabía que Dios le condujo a la viuda, Elías trajo esta aflicción hacia Dios y le pidió que
lo remediara.

3. (21-24) El hijo es levantado de entre los muertos.

Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te
ruego que hagas volver el alma de este niño a él. Y Jehová oyó la voz de Elías, y el
alma del niño volvió a él, y revivió. Tomando luego Elías al niño, lo trajo del
aposento a la casa, y lo dio a su madre, y le dijo Elías: Mira, tu hijo vive. Entonces
la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de
Jehová es verdad en tu boca.

a. Se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová: Esta era una técnica de
oración inusual, pero Elías no tenía precedente para esto. No fue debido a su técnica de
oración, pero debido a su fe que Dios contestó su oración.

i. Hay casi un irresistible deseo el embellecer estos maravillosos eventos del poder de
Dios. Patterson y Austel hablan de tal intento: “Traducción Siria, seguida por Jerónimo,
que el niño era el profeta Jonás es totalmente insatisfactorio e históricamente imposible
(vea 2 Reyes 14:25).”

b. Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él: “Una
oración llena de poderosos argumentos. Tú eres el Señor, quien puede revivir a este
niño; y mi Dios, y por lo tanto no me negarás. Ella es una viuda; no añadas aflicción al
afligido; no la quites el gran apoyo y la vara de su edad. Ella me ha dado un trato
amable; no dejes que pase lo pero debido a su amabilidad hacia el profeta, donde los
hombres tomarían la ocasión para reprocharla a ella y la religión.” (Poole)

c. Y Jehová oyó la voz de Elías: El hijo fue levantado y Dios proveyó para la viuda en
todo nivel – no solamente con la milagrosa provisión de alimento, sino con la
resurrección de su hijo.

i. “Este es el primer ejemplo en la Biblia de una reanimación de los muertos la cual no


se puede explicar como magia contractual ni como la fuerza de vida del profeta ser
trasmitida por le método de resurrección de boca a boca.” (Wiseman)

1 Reyes 18 – La Victoria de Elías en el Carmelo


A. Elías se encuentra con Acab.

1. (1-2) El fin de la sequía.


Pasados muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve,
muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra. Fue, pues, Elías a
mostrarse a Acab. Y el hambre era grave en Samaria.

a. En el tercer año: Esta notable sequía duró tres años y medio por la oración ferviente
de Elías.

b. Ve, muéstrate a Acab: Anteriormente Dios le dijo a Elías que se escondiera. Ahora
era el momento para que se presentara.Hay un tiempo para esconderse y estar solo con
Dios, y hay un tiempo también para presentarte ante el mundo. Algunos desean siempre
estar escondidos cuando en realidad debieran de salir y mostrarse ellos mismos.

i. Elías simplemente obedeció el mandato de Dios. Aunque sucedió a través de las


oraciones de Elías, sus oraciones eran sensibles hacia la dirección de Dios. La sequía no
comenzó o terminó como resultado de la voluntad de Elías, sino la voluntad de Dios.

2. (3-14) Elías se encuentra con Abdías.

Y Acab llamó a Abdías su mayordomo. Abdías era en gran manera temeroso de


Jehová. Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías tomó a
cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los sustentó con
pan y agua. Dijo, pues, Acab a Abdías: Ve por el país a todas las fuentes de aguas,
y a todos los arroyos, a ver si acaso hallaremos hierba con que conservemos la vida
a los caballos y a las mulas, para que no nos quedemos sin bestias. Y dividieron
entre sí el país para recorrerlo; Acab fue por un camino, y Abdías fue
separadamente por otro. Y yendo Abdías por el camino, se encontró con Elías; y
cuando lo reconoció, se postró sobre su rostro y dijo: ¿No eres tú mi señor Elías? Y
él respondió: Yo soy; ve, di a tu amo: Aquí está Elías. Pero él dijo: ¿En qué he
pecado, para que entregues a tu siervo en mano de Acab para que me mate? Vive
Jehová tu Dios, que no ha habido nación ni reino adonde mi señor no haya enviado
a buscarte, y todos han respondido: No está aquí; y a reinos y a naciones él ha
hecho jurar que no te han hallado. ¿Y ahora tú dices: Ve, di a tu amo: Aquí está
Elías? Acontecerá que luego que yo me haya ido, el Espíritu de Jehová te llevará
adonde yo no sepa, y al venir yo y dar las nuevas a Acab, al no hallarte él, me
matará; y tu siervo teme a Jehová desde su juventud. ¿No ha sido dicho a mi señor
lo que hice, cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; que escondí a cien
varones de los profetas de Jehová de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los
mantuve con pan y agua? ¿Y ahora dices tú: Ve, di a tu amo: Aquí está Elías; para
que él me mate?

a. Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías tomó a cien
profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los sustentó con pan
y agua: Este hombre, Abdías, era un hombre valiente quien estuvo de pie por Dios y
Sus profetas en un tiempo difícil.

i. Este quizás sea el mismo Abdías cuya profecía en contra de Edom es registrada entre
los Profetas Menores. Es un poco difícil el estar certeros, porque hubieron 13 Abdías en
el Antiguo Testamento. El nombre Hebreo Abdías significa “Adorador de Yahveh” o
“Siervo de Yahveh.”
· Un Abdías fue enviado por el Rey Josafat de Judá para que enseñara la ley en las
ciudades de Judá (2 Crónicas 17:7)

· Un Abdías era uno de los videntes que ayudó a reparar el templo en los días de Josías,
Rey de Judá (2 Crónicas 34:12)

· Un Abdías fue un sacerdote en los días de nehemías (Nehemías 10:5)

ii. Cien profetas: “Profetas: este nombre no solo es dado a tales que son dotados con un
espíritu extraordinario de profecía, pero a tales ministros que se han consagrado al
servicio de Dios para predicar, orar, alabar a Dios, y cosas parecidas.” (Poole)

iii. ” Cuenta para ello como puedas, es una circunstancia singular que en el centro de la
rebelión en contra de Dios había uno cuya devoción a Dios era tan intensa y distinguida.
Como fue horrible el encontrar a un Judas entre los apóstoles, así es de grande el
descubrir a Abdías entre los cortesanos de Acab. ¡Cuanta gracia debió de estar en obra
para mantener tal fuego en medio del mar, tal piedad en medio de la iniquidad más vil!”
(Spurgeon)

iv. “Ese Abdías hubiera tenido poca dificultad en hallar cuevas para los hijos de los
profetas pudieran ser vistos en como los dos mil cuevas que se han contado en el área
del Monte Carmelo.” (Patterson y Austel)

b. Y yendo Abdías por el camino, se encontró con Elías: La sequía era tan severa que
el Rey Acab mismo y su siervo de confianza Abdías fueron en busca de pastos. Dios
arregló este encuentro inesperado entre Abdías y el Profeta Elías.

i. “Podríamos suponer que él se fijo el aliviar las miserias de su pueblo; y, sobre todo,
que él pudiera volver a Dios: pero no – su pensamiento estaba en los caballos y mulas
de su yeguada; su única preocupación era para salvar a algunos de los que estaban vivos
. . . ¡Qué egoísta se muestra aquí! ¡Mulas y asnos antes de su pueblo! ¡Buscando pasto,
en lugar de buscar a Dios!” (Meyer)

c. ¿En qué he pecado, para que entregues a tu siervo en mano de Acab para que
me mate? Abdías sabía que el Rey Acab condujo una búsqueda exhaustiva por Elías,
para castigarle por la sequía que sus oraciones habían impuesto en Israel. Abdías temía
que si él anunciaba que él se encontró con Elías y el profeta volvía a desaparecer, Acab
le castigaría por dejar escapar a Elías.

3. (15-16) Elías le asegura a Abdías que él se encontrará con Acab.

Y le dijo Elías: Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que hoy me
mostraré a él. Entonces Abdías fue a encontrarse con Acab, y le dio el aviso; y
Acab vino a encontrarse con Elías.

a. Que hoy me mostraré a él: Amable y sabiamente, Elías le respondió a los temores
legítimos de Abdías. Él no haría que Abdías fuera un mártir por las acciones de Elías.

4. (17-19) Elías y Acab intercambian acusaciones.


Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que turbas a Israel? Y él respondió:
Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos
de Jehová, y siguiendo a los baales. Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel
en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los
cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.

a. ¿Eres tú el que turbas a Israel? Acab era sencillamente el peor, el rey más impío
que Israel hubo tenido. Y aún él no vaciló en culpar al piadoso profeta Elías por los
problemas de Israel. Si Acab hubiera al menos detenido la activa persecución del pueblo
de Dios, Dios hubiera cedido en la sequía. Pero el rey malvado de Israel halló fácil en
culpar al profeta piadoso.

i. De acuerdo con su teología, tenía sentido que Acab culpara a Elías. Acab creía en
Baal, tanto que su gobierno promovía y apoyaba la adoración a Baal y perseguía a los
adoradores de Yahveh. Acab creía que Elías había hecho enojar al dios del cielo Baal, y,
por lo tanto, Baal retuvo la lluvia. Acab probablemente pensaba que Baal retendría la
lluvia hasta que Elías fuera atrapado y ejecutado.

ii. Pero en lugar de eso, Acab se debió volver a la Palabra de Dios. Deuteronomio
28:23-24 promete que la sequía vendría a un Israel desobediente.

b. Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo: Elías retó al
Rey Acab a juntar a los profetas del ídolo Baal y Asera para esta reunión en el Monte
Carmelo.

i. “Congrégame todo Israel, por sus delegados, o jefes, o representantes, que puedan ser
testigos de todas nuestras transacciones.” (Poole)

ii. 1 Reyes 18:36 pone en claro que Elías hizo todo esto por orden de Dios. Esa no fue
su inteligente idea o estrategia. Este era un plan inspirado en Dios el cual Elías
obedeció.

iii. Era importante el confrontar y eliminar a estos profetas de Baal antes de que Dios
enviara lluvia a la tierra de Israel. Era crucial que todos entendieran que la lluvia venía
de Yahveh, no de Baal.

c. Que comen de la mesa de Jezabel: Esto se refiere al hecho de que estos profetas de
Baal y Asera eran patrocinados y apoyados por el gobierno de Israel, teniendo un patrón
especial en la malvada Reina Jezabel.

B. ELa victoria de Elías en el Monte Carmelo.

1. (20-21) Elías reta a que Israel tome una decisión.

Entonces Acab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas en el
monte Carmelo. Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo
claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si
Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.
a. Acab convocó a todos los hijos de Israel: Es difícil el saber porque Acab hizo esto,
llevando a cabo las instrucciones de Elías. Quizás él esperaba que el pueblo estuviera
tan enojado con Elías por los últimos tres años de sequía que esta multitud se volverían
en contra del profeta.

b. Y reunió a los profetas en el monte Carmelo: Estos profetas de Baal odiaban a


Elías. Ellos amaban el favor del Rey Acab y la Reina Jezabel, y ellos entusiásticamente
promovían la persecución de cualquier verdadero seguidor de Yahveh. Pero en los
últimos tres años ellos fueron severamente humillados por Elías y la sequía sostenida
por sus oraciones. Todos sus clamores hacia el dios del clima Baal no tuvieron
efectividad por tres años. Ellos odiaban a este profeta de Dios, quien les humilló y
mostró su engaño sacerdotal del todo.

i. “Ve, con que miradas tan malvadas todos sus movimientos son observados por parte
de los sacerdotes. ¡Ningún tigre vio a su presa tan ferozmente! Si ellos se hubieran
salido con la suya, él nunca hubiera tocado el monte de nuevo.” (Meyer)

ii. “Ese hombre solitario, de alma heroica, pisoteó el tremendo torrente de idolatría, y,
como una roca en medio de la corriente, firmemente se mantuvo en pie. Él solo, y con
una sola mano, fue más que un rival para todos estos sacerdotes del palacio y de los
bosques, así como un león dispersa a un rebaño de ovejas.” (Spurgeon)

c. ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios,


seguidle; y si Baal, id en pos de él: Esta era una pregunta lógica y útil. En general, el
pueblo de Israel estaban en una condición espiritual tibia. Ellos querían dar algo de
devoción tanto a Yahveh como Baal, pero el Dios de Israel no estaba interesado en tal
devoción dividida.

i. Espiritualmente hablando, Israel era como un compañero infiel en el matrimonio,


quien no quiere renunciar a su compañero de matrimonio, pero tampoco quiere
renunciar a su amante ilícito. El compañero de matrimonio tiene un reclamo legítimo a
la devoción exclusiva de su cónyuge.

ii. Hasta cuándo claudicaréis: La antigua palabra Hebrea traducida para claudicaréis
significa “cojera, hacer alto, saltar, danzar o brincar.” (Dilday) Es la misma palabra
utilizada en 1 Reyes 18:26 donde los profetas de Baal danzaron alrededor del altar.
Quizás Elías quiso decir, “¿Por cuánto tiempo danzarán entre dos pensamientos?”

iii. Adam Clarke tenía una percepción ligeramente diferente: “Literalmente, ‘¿Por
cuanto tiempo saltaran entre dos pensamientos?’ Esta es una metáfora tomada de
pájaros saltando de rama en rama, sin saber en cual asentarse.”

iv. La apelación de Elías puso en claro que había una diferencia entre el servicio a Baal
y el servicio a Yahveh. Quizás en las mentes de muchos, no había gran diferencia – la
única cosa importante era el tener un tipo de religión, y el ser sincero en cuanto a ello,
siguiendo tu corazón hacia donde sea que el corazón te guíe. Pero Elías sabía que nunca
podría ser de esta manera. Ya sea que sirvas a Baal o sirvas a Yahveh; si hay diferencia.

v. El llamado de Elías también llamó a sus oyentes que tuvieran en cuenta el tiempo en
la cual no tenían decisión entre Yahveh y Baal. “Hasta cuándo,” él les preguntó.
“¿Cuántos más sermones quieren? ¿Cuántos Domingos más se deben desperdiciar?
¿Cuántas advertencias, cuántas enfermedades, cuántos esfuerzos de la campana para
advertirte que debes morir? ¿Cuántas tumbas deben ser abiertas para tu familia antes de
que quedes impresionado? ¿Cuántas plagas y pestilencias deben arrasar esta ciudad
antes de que te vuelvas a Dios de verdad? ¿Hasta cuándo estarás entre dos
pensamientos?” (Spurgeon)

d. Y el pueblo no respondió palabra: No hubo objeción ni arrepentimiento. Les faltaba


la valentía para defender su posición o cambiarla. Ellos estaban dispuestos el vivir vidas
de baja convicción sin examinar.

i. Elías podía con certeza mirar sus corazones porque él podía ver sus acciones. Era
como si él dijera, “Sé que no se han decidido en su opinión, porque no se han decidido
en la práctica. SI Dios es Dios, síguele; si Baal, síguele. No están decididos en
práctica.” (Spurgeon)

2. (22-24) Elías proponer una prueba entre Dios y Baal.

Y Elías volvió a decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta de Jehová; mas de los
profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres. Dénsenos, pues, dos bueyes,
y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no pongan
fuego debajo; y yo prepararé el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego
pondré debajo. Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré
el nombre de Jehová; y el Dios que respondiere por medio de fuego, ése sea Dios. Y
todo el pueblo respondió, diciendo: Bien dicho.

a. Sólo yo he quedado profeta de Jehová: Esto probablemente no era cierto, y Elías


tenía razones para saber que esto no era cierto. En el reciente pasado Abdías le dijo que
él había ocultado a 150 profetas de Dios en contra de la persecución de Jezabel y Acab.

b. Dénsenos, pues, dos bueyes, y escojan ellos uno: En esta prueba propuesta, Elías
fue cuidadoso en darle a los profetas de Baal cualquier posible ventaja. Ellos tomaron
dos bueyes, y escogieron aquel que sacrificarían y aquel que Elías sacrificaría.

c. Y el Dios que respondiere por medio de fuego, ése sea Dios: El fuego no vendría ni
de Elías o los profetas de Baal. Tenía que tener un origen sobrenatural, y provista ya sea
por Baal o Yahveh.

i. De nuevo, Elías le dio mucha ventaja a los profetas de Baal. Se pensaba que Baal era
el dios del cielo, señor del clima y el que enviaba los relámpagos (pensado como fuego
desde el cielo). Si Baal era real, él ciertamente enviaría fuego del cielo.

ii. El poner a Dios y a si mismo en la línea delante de la congregación de Israel reunida


tomó mucha fe. Elías aprendió fe a través de los muchos meses de dependencia diaria en
Dios, tanto en el arroyo de Querit y el la casa de la viuda en Sarepta.

iii. Por supuesto, Elías tenía muchas razones para tener confianza en Jehová Dios.
Primero, él estaba siguiendo las instrucciones expresas de Jehová (1 Reyes 18:36).
Segundo, él sabía de la historia de Israel que Dios podía y enviaría fuego del cielo sobre
un sacrificio (Jueces 6:20-21 y 2 Crónicas 7:1-7).
3. (25-27) Los profetas de Baal oran por fuego de su dios.

Entonces Elías dijo a los profetas de Baal: Escogeos un buey, y preparadlo


vosotros primero, pues que sois los más; e invocad el nombre de vuestros dioses,
mas no pongáis fuego debajo. Y ellos tomaron el buey que les fue dado y lo
prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía,
diciendo: ¡Baal, respóndenos! Pero no había voz, ni quien respondiese; entre tanto,
ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho. Y aconteció al mediodía,
que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, porque dios es; quizá
está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que
despertarle.

a. Invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el


mediodía, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Los profetas de Baal
tenían una vida consagrada de oración. Aquí ellos oraron por mucho
y con gran pasión. Pero debido a que ellos no oraban al verdadero
Dios, sus oraciones no significaron nada. Pero no había voz, ni
quien respondiese.

b. Ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho: Los profetas de Baal
tenían una vida de oración enérgica. Su oración estaba llena de entusiasmo y actividad.
Pero debido a que no fue dirigida al verdadero Dios, su oración no significó nada.

c. Elías se burlaba de ellos: Elías no se pudo resistir de la oportunidad de burlarse de


los profetas de Baal por su evidentemente fe necia.

i. “La ironía de Elías estaba al borde del sarcasmo.” (Patterson y Austel) Las palabras
meditando y trabajo pueden ser traducidas “el estar ocupado en negocios” y puede ser
un eufemismo para la eliminación corporal.

ii. “El Rabino S. Jarchi nos da este significado más degradante; lo daré en Latín, porqué
es muy grosero para ponerlo en Español; Fortassis ad locum secretum abiit, ut ventrem
ibi exoneret; ‘Quizás ha ido al ————-.’ Esto ciertamente reduce a Baal al grado más
bajo de desprecio, y con ello el ridículo y sarcasmo son completados.” (Clarke)

4. (28-29) Los profetas de Baal trabajar arduamente en sus oraciones.

Y ellos clamaban a grandes voces, y se sajaban con cuchillos y con lancetas


conforme a su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos. Pasó el mediodía, y
ellos siguieron gritando frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio, pero
no hubo ninguna voz, ni quien respondiese ni escuchase.

a. Y ellos clamaban a grandes voces, y se sajaban con cuchillos y con lancetas


conforme a su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos: Los profetas de Baal
fueron hasta el final sinceros y completamente consagrados a su religión. Estaban tan
comprometidos que ellos lo expresaron en su propia sangre. Ellos tenían celo, pero sin
conocimiento – por lo tanto, su celo no les dio ninguna ganancia.
i. “La práctica de heridas auto impuestas para despertar la lástima o respuesta de la
deidad es atestiguada en Ugarit cuando hombre ‘se bañaban en su propia sangre como
un profeta extático.'” (Wiseman)

ii. “Esto fue hecho de acuerdo a los ritos de esa religión bárbara; pues la sangre del buey
no le movería, entonces pensaron que su propia sangre podría moverle; y con eso ellos
se hirieron a si mismos y su sacrificio.” (Clarke)

b. Pero no hubo ninguna voz, ni quien respondiese ni escuchase: Este es el triste


resultado de adorar a un dios ídolo o el dios de nuestra propia invención. Podríamos
dedicar mucha sinceridad, sacrificio, y devoción a tales dioses, pero no significa nada.
No hay nadie allí para contestar.

8. (30-35) Elías prepara su altar.

Entonces dijo Elías a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le acercó; y
él arregló el altar de Jehová que estaba arruinado. Y tomando Elías doce piedras,
conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada
palabra de Jehová diciendo, Israel será tu nombre, edificó con las piedras un altar
en el nombre de Jehová; después hizo una zanja alrededor del altar, en que
cupieran dos medidas de grano. Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos,
y lo puso sobre la leña. Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla
sobre el holocausto y sobre la leña. Y dijo: Hacedlo otra vez; y otra vez lo hicieron.
Dijo aún: Hacedlo la tercera vez; y lo hicieron la tercera vez, de manera que el
agua corría alrededor del altar, y también se había llenado de agua la zanja.

a. Acercaos a mí: Cuando fue el turno de Elías para sacrificar, él primero quería tener la
atención del pueblo. Esto era para su beneficio, no para el suyo o verdaderamente
primeramente para el beneficio de Dios. Ellos necesitaban prestar atención para que
vieran que Jehová era un verdadero Dios, en contraste con Baal que permaneció en
silencio.

b. Él arregló el altar de Jehová que estaba arruinado: Elías estaba muy consciente
que él reparó algo que una vez permanecía fuerte. Había una vez un altar de Jehová en
el Carmelo, y en Israel en general. Elías buscó el revivir algo que una vez fue.

c. Llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la


leña: Al querer hacer una profunda impresión sobre el pueblo, Elías pidió más de
Yahveh que lo que él pidió de Baal. Elías ni siquiera le sugirió a los profetas de Baal
que ellos mojaran su sacrificio una o dos veces, mucho menos tres veces. Pero Elías
hizo esto, seguro que no era más difícil para Dios el encender un sacrificio mojado que
lo que era para Él el encender uno seco en llamas.

i. “No había nada para que cuestionaran algún tipo de truco, tal como el uso de nafta [un
líquido inflamable utilizado como solvente] en lugar de agua, o espejos para encender
como es sugerido por algunos eruditos. La oposición estaba observando de cerca.”
(Wiseman)

9. (36-37) La oración de Elías.


Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo:
Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios
en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas
cosas. Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh
Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos.

a. Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto: Algunos 50 años antes de esto,


Jeroboam, el Rey de Israel oficialmente desasoció a los ciudadanos del reino del norte
de la adoración del Dios de Israel en el templo en Jerusalén. Sin embargo, Elías aún
recordaba la hora de ofrecerse el holocausto que era ofrecido de acuerdo al
mandamiento de Dios cada día en el templo de Jerusalén.

b. Sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo: Ambos eran
importantes. Era importante para el pueblo de Israel que supieran quien era su Dios, y
quien era el siervo de Dios.

c. Y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas: Esto también era esencial, y
nos ayuda a entender todo el evento. Elías hizo esto de acuerdo con la palabra de Dios.
No fue impulsado debido a su propia inteligencia, debido a presunciones o debido a la
vanagloria. Dios dirigió a Elías hacia esta confrontación con los profetas de Baal.

i. “No fue capricho de él el castigar a la nación con una sequía. No fue un proyecto de
él, inventada en su propio cerebro, que él debía de poner la Divinidad de Jehová o de
Baal hacia una prueba por un sacrificio consumido por un fuego milagroso.” (Spurgeon)

ii. Spurgeon recomendó que los creyentes usen el mismo principio en la oración,
especialmente aquellos que predican la Palabra de Dios: “Ve hacia el propiciatorio con
esto como uno de tus argumentos, ‘Señor, he hecho conforme a tu palabra. Ahora deja
ver que así es. He predicado tu palabra, y tú has dicho, “No volverá a mí vacía.” He
orado por estas personas, y tú has dicho, “La oración efectiva del hombre justo puede
mucho”; que sea visto que esto es de acuerdo a tu palabra.'”

10. (38-40) El resultado: Yahveh contesta con fuego.

Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el


polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. Viéndolo todo el pueblo, se
postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios! Entonces Elías les dijo:
Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno. Y ellos los
prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló.

a. Entonces cayó fuego de Jehová: Los profetas de Baal tuvieron pasión, sinceridad,
devoción, y gran energía. Lo que ellos no tenían era un Dios en el cielo que contestara
con fuego.

i. “La acción de este fuego fue en cualquier caso hacia abajo, contrario a la naturaleza
de todo fuego terrenal y material.” (Clarke)

ii. “La petición de Elías duró menos de un minuto, pero produjo resultados
espectaculares. La diferencia recae hacia Aquel a quien se dirige.” (Patterson y Austel)
b. Cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y
aun lamió el agua que estaba en la zanja: Cuando el fuego de Dios cayó, su obra fue
más allá de lo esperado. Hubiera sido suficiente si solamente los pedazos cortados del
buey en el altar hubieran sido encendidos, pero Dios quería algo más que una simple
vindicación – Él quería glorificarse a Si mismo entre el pueblo.

c. Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el


Dios! En ese momento, el pueblo fue completamente persuadido. Se les pidió que
escogieran entre Baal y Yahveh, no había elección para hacer – obviamente, Jehová era
Dios.

i. Trágicamente, esto solamente fue una persuasión momentánea. Esto no fue un


reavivamiento duradero en Israel. El pueblo fueron decididamente persuadidos, pero no
cambió la permanencia.

d. Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno: Ya
que este era un reto entre Yahveh y Baal, los profetas de cada deidad debían de ser
responsables por los respectivos resultados. El gran pecado del Rey Acab fue el
principal patrocinador de los profetas de Baal, y ahora que el fraude de Baal fue
expuesto, sus profetas debían de responder por ello, y debían de tratarlos conforme a la
Ley de Moisés (Deuteronomio 13:5, 13:13-18, 17:2-5, y 18:9-22).

i. Elías simplemente demandó que los profetas de Baal recibieran el trato que ellos
habían promovido para los profetas de Yahveh.

C. Elías va a Jezreel.

1. (41-44) Elías ora por lluvia.

Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye.
Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y
postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. Y dijo a su criado: Sube
ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a
decir: Vuelve siete veces. A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la
palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab:
Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje.

a. Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye: Elías sabía que una vez que
la adoración oficial de Baal fuera derrotada, entonces el propósito de la sequía se había
cumplido. La lluvia estaba en camino. Elías y Acab ahora harían lo que cada cual quería
hacer – Elías oraría y Acab comería.

b. Postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas: Esta era una postura
inusual de oración por parte de Elías. Él no se estaba arrodillando, él no estaba sentado,
él no estaba de pie, y no se postró completamente delante del Señor. Esto muestra que el
poder de la oración vive en la fe en el Dios viviente.

i. “Apenas le reconocemos, parece que él perdió su identidad. Unas pocas horas antes, él
estaba de pie como un roble de Basan; ahora, esta inclinado como un anea. Luego, como
el embajador de Dios, el rogó con los hombres; ahora, como intercesor, ruega con Dios.
No siempre es así – que los hombres que están erguidos en la presencia del pecado
hacen reverencia en la presencia de Dios.” (Meyer)

c. A la séptima vez: Esta era una oración muy persistente. Es como si Elías no tomaría
un “no” por respuesta, porque él tenía confianza en que la voluntad de Dios era el enviar
lluvia. Él testarudamente promovió la voluntad de Dios por medio de su oración
persistente.

i. “Vuelve siete veces; no seamos abatidos por algunas decepciones, pero continua a
esperar en Dios, quien me contestará, y eso rápidamente.” (Poole)

ii. “Las promesas de Dios son dadas, no para refrenar, sino para incitar la oración. Éstos
muestran la dirección hacia donde debemos de pedir, y la extensión de la cual podamos
esperar una respuesta. Estos son los moldes en los cuales podemos derramar nuestros
fervientes espíritus sin temor.” (Meyer)

d. Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del
mar: Elías oró, pidiendo en fe para que Dios mandara lluvia. Elías obviamente sentía
que esta era la voluntad de Dios, pero fue su oración ferviente la cual trajo la lluvia. La
evidencia de la lluvia vino lentamente y de una pequeña manera, pero fuera de esta
pequeña evidencia Dios trajo una poderosa obra.

i. En la edición de Noviembre 4 de 1904 de La Vida de Fe, un periódico de Londres


dedicado hacia el movimiento de una vida profunda, un escritor llamado Jessie Penn-
Lewis reportó una notable obra que estaba iniciando en Wales bajo el ministerio de
hombres como Evan Roberts y Seth Joshua. Ella reportó que una nube, no más grande
que la mano de un hombre, se había levantado en Wales. Era una descripción apropiada
del claro pero pequeño inicio de lo que se convirtió en una poderosa obra

ii. Charles Spurgeon utilizó este texto como una ilustración de pequeñas señales que
preceden una poderosa obra de Dios. Él habló de cuatro “señales certeras y muestras
para el bien la cual la oración de fe claramente percibe cuando un despertar, un
reavivamiento genuino, esta por venir.” Los Cristianos deberían tener las siguientes
cosas como nubes, como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar.

· Una creciente insatisfacción con el estado presente de las cosas, y un ansiedad que
incrementa entre los miembros de la iglesia para la salvación de las almas

· Cuando esta ansiedad conduce a los creyentes a ser excesivamente serios e importunos
en oración.

· Cuando los ministros comienzan a tomar consejo el uno con el otro, y para decir, ¿Qué
debemos de hacer?”

· Cuando debamos de ver la doctrina de la responsabilidad individual en cada Cristiano


sintiéndose plenamente y llevada a cabo en acción individual.

e. Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje: Esta fue una palabra de
fe de parte de Elías hacia Acab. Basado únicamente en la observación de una nube que
era como lapalma de la mano de un hombre, él sabía que un torrente estaba en
camino.

2. (45-46) La corrida asombrosa de 14 millas de Elías a través del campo.

Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y
hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel. Y la mano de Jehová estuvo
sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel.

a. Hubo una gran lluvia: La palabra de Dios a través de Elías fue probada ser cierta. La
larga sequía terminó, y fue demostrado que las oraciones de Elías tanto retuvieron la
lluvia, y luego, subsecuentemente, trajeron la lluvia.

b. Y la mano de Jehová estuvo sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante
de Acab: Esto fue obviamente una fuerza sobrenatural para correr 14 millas a campo
traviesa. No sabemos exactamente cuando era importante para Dios que Elías alcanzara
Jezreel primero; quizás fue para que él fuera el primero que se lo dijera a la Reina
Jezabel.

i. Para demostrar que él no estaba avergonzado ni que tenía miedo de lo que había
hecho, aunque sabía que Jezabel lo resentiría, pero se atrevió a aventurarse a si mismo
en medio de sus enemigos, al estar confiado del poder y protección Divino .” (Poole)

ii. “Que Elías pudo hacer hecho tal corrida es asegurada en los corredores Árabes,
quienes podrían cubrir fácilmente 100 millas en dos días.” (Patterson y Austel)

1 Reyes 19 – Dios Anima a un Elías Desanimado


A. Elías huye hacia el desierto.

1. (1-3) La amenaza de Jezabel.

Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había
matado a espada a todos los profetas. Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero,
diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no
he puesto tu persona como la de uno de ellos. Viendo, pues, el peligro, se levantó y
se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su
criado.

a. Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho: El reporte llegó
como un gran golpe a este campeón adoración de Baal y Astarot en Israel. Ella tenía en
muy alta estima a estos sacerdotes que ella los mantenía de la tesorería real – y ahora
habían muerta por la mano de Elías.

b. Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he


puesto tu persona como la de uno de ellos: Jezabel escuchó todo lo que Elías había
hecho, abarcando la gran confrontación en el Monte Carmelo. Pero aún su respuesta no
fue para decir, “El silencio de Baal y el fuego de Yahveh prueba que estoy equivocada y
que Yahveh es Dios.” En lugar ella respondió con un voto de matar en 24 horas al
hombre que expuso la mentira de la adoración a Baal, y que demostró la gloria de
Yahveh.

i. “Él probablemente pensaba que el milagro en el Carmelo hubiera sido los medios de
hacer efectiva la conversión de toda la corte y del país, pero, al hallarse en el error, él se
desalienta en gran manera.” (Clarke)

c. Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a


Beerseba: No podemos decir con seguridad si esto era Dios conduciéndole o no. Esta
claro que Dios quería proteger a Elías, pero no podemos decir si Dios quería protegerle
en Jezreel o protegerle al sacarle de Jezreel. Sin embargo, Elías fue como 80 millas
hacia al sur hacia Beerseba.

i. “Probablemente Elías había estado en la la mano de Jezabel. Si ella realmente quería


ver muerto a Elías, ella seguramente le hubiera aprehendido sin advertencia y lo hubiera
matado. Lo que ella deseaba era que Elías y su Dios fueran desacreditados delante de
los nuevos convertidos que habían ayudado a Elías al ejecutar a los profetas de Baal.”
(Patterson y Austel)

ii. “Elías fracasó en el mismo punto en el cual él era más fuerte. En la Escritura, esta el
hombre más sabio que comprueba que es el más necio; y justamente como el hombre
más manso, Moisés habló palabras apresuradas y amargas. Abraham falló en su fe, y
Job en su paciencia; así, quien era el más valiente de todos los hombres, huyó de una
mujer enojada.” (Spurgeon)

2. (4) La depresión de Elías.

Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro;


y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo
mejor que mis padres.

a. Y él se fue por el desierto un día de camino: Más allá de la distante ciudad de


Beerseba, Elías se aisló a si mismo aún más.

b. Deseando morirse: Este poderoso varón de oración – lo suficientemente poderoso


para hacer que la lluvia y el rocío se detuvieran por tres años y medio, y después lo
suficientemente poderoso para hacer que comenzara de nuevo con su oración – ahora
oraba deseando morirse.

i. Agradecidamente, esta oración no fue contestada para Elías. De hecho, ¡Elías fue uno
de los pocos hombres en la Biblia que jamás murió! Nos podemos imaginar que
mientras que él fue encontrado en el cielo, él sonrió y pensó en esta oración – y el
bendito no que contestó su oración. El recibir un no como respuesta de parte de Dios
puede ser mejor que recibir un sí por respuesta.

c. Basta ya: Sentimos que Elías quiso decir, “Ya no puedo hacer esto más Señor.” El
trabajo era estresante, agotador, y parecía que no lograba nada. La gran obra en el
Monte Carmelo no resultó en un reavivamiento nacional duradero o el volverse hacia
Jehová.
i. Quizás Elías había especialmente esperado que los eventos en el Monte Carmelo
harían que Acab y Jezabel volvieran y el liderazgo de Israel en general. Si fuera así,
Elías olvidó que el pueblo rechazó a Dios a pesar de la evidencia, no debido a la
evidencia.

ii. “Elías dijo, ‘Basta ya,’ pero aún no era suficiente aún para su propio deleite, pues el
Señor tenía más bendiciones en el almacén para él . . . Fue así con Elías, pues él estaba a
punto de tener esa maravillosa revelación de Dios en el Monte Horeb. Él tenía más por
disfrutar, y la vida posterior de Elías parece ser la de uno de una apacible comunión con
su Dios; al parecer él jamás vuelve a tener un desvanecimiento, pero al final su sol brilló
brillantemente sin ninguna nube. Así que no era suficiente; ¿cómo pudo saber él que eso
era? Solamente Dios es quien sabe cuando hemos hecho demasiado, y disfrutado
demasiado; pero nosotros no lo sabemos.” (Spurgeon)

d. Oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres: Cuando Elías
examinó el aparente fracaso de su obra, él, de manera instintiva, puso la culpa en su
propia indignidad. Era porque él era un pecador, así como el resto de sus antepasados,
que la obra pareció fracasar.

B. El ministerio de Dios hacia el Elías desesperado.

1. (5-8) Dios ministra las necesidades físicas de Elías.

Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le


tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una
torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a
dormirse. Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo:
Levántate y come, porque largo camino te resta. Se levantó, pues, y comió y bebió;
y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta
Horeb, el monte de Dios.

a. Echándose debajo del enebro, se quedó dormido: Esta era la misericordia de Dios
extendiéndose hacia Elías. Físicamente hablando, él necesitaba descanso y refrigerio.
Dios le dio descanso debajo del enebro, y proveyó milagrosamente alimentos para el
refrigerio.

i. Dios primero ministró las necesidades físicas de Elías. Esto no es siempre Su orden,
pero las necesidades físicas son importantes. Algunas veces, la cosa más espiritual que
una persona puede hacer es solamente el tomar el suficiente descanso y refrigerio.

ii. “¡Y cuántos hay en estos días que se ponen debajo del enebro de Elías, dispuestos y
deseando rendir esa carga pesada impuesta sobre ellos por el Todopoderoso!” (Trapp)

b. Comió y bebió, y volvió a dormirse: Elías recibió este descanso y refrigerio en


repetidas ocasiones de parte de Jehová. Una rápida siesta y una comida rápida no eran
suficientes.

i. “Antes de entrar en comunión con él, la cual era por la corrección de su falsa actitud
de temor, Él le ordenó que comiera, ministrando así a su debilidad física.” (Morgan)
ii. “El espíritu necesita ser alimentado, y el cuerpo también necesita alimento. No
olviden estos asuntos; parecieran para algunas personas que no debería de mencionar
tales cosas pequeñas como la comida y el descanso, pero estos pudieran ser los primeros
elementos que realmente ayudan a un pobre siervo de Dios deprimido.” (Spurgeon)

iii. “Fue muy cortés de parte de Dios el tratar esto con su siervo. Podríamos haber
esperado una reprensión o protesta, rencilla o castigo; pero a duras penas hubiéramos
esperado un tato tan amoroso y gentil como éste.” (Meyer)

c. Levántate y come, porque largo camino te resta: Dios envió a Elías a un viaje de
200 millas, 40 días, hacia el Monte Horeb, también conocido como el Monte Sinaí.
Esto muestra que Dios no demandó una recuperación inmediata de Elías. Él permitió
que el profeta tuviera un tiempo para recuperarse de su depresión espiritual.

i. “El viaje de cuarenta días de Elías no esta sin significado. Así es, un viaje directo
desde Beerseba hubiera requerido un poco más de un cuarto de ese tiempo. Por lo tanto,
el periodo es de propósito simbólico. Como los hijos de Israel tuvieron un notable
fracaso espiritual, y tuvieron que vagar cuarenta años en el desierto, así un Elías
derrotado debía pasar cuarenta días en el desierto.” (Patterson and Austel)

2. (9-10) Dios permite que Elías desahogue sus frustraciones.

Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el
cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? Él respondió: He sentido un vivo celo por
Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han
derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado,
y me buscan para quitarme la vida.

a. Se metió en una cueva: Literalmente, el Hebreo en definitiva esta describiendo una


cueva. “La cueva pudo bien ser la específica ‘hendidura de la peña’ donde Dios se
apareció a Moisés (Éxodo 33:22) en lugar una ‘región de cuevas’ genérica.” (Wiseman)

i. “Quizás ningún lugar en la tierra esta asociada más con la presencia manifiesta de
Dios que ese monte sagrado.” (Meyer)

b. ¿Qué haces aquí, Elías? Dios sabía la respuesta de esta pregunta, pero le hacía bien
a Elías el hablar con Jehová libremente y el desahogar su corazón.

i. “Dios tiene maneras de enseñarnos a todos nosotros en nuestros huesos y en nuestra


carne, pero él especialmente sabe como hacer esto con aquellos de los cuales él pone
cualquier honor en su servicio. No te debes de maravillar, si Dios debiera de agradarse
en bendecirte a la conversión de almas, que él también te haga en ciertas ocasiones
inteligente.” (Spurgeon)

c. He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos: Elías protestó con Dios,
“Te he servido fielmente y ahora mira el peligro en el cual esto.” Para Elías – y muchos
siervos de Dios desde entonces – parecía injusto que un fiel siervo de Dios debiera ser
hecho para sufrir.
d. Sólo yo he quedado: Esto no era certero, pero reflejaba como se sentía Elías. Aún
atrás, en la confrontación en el Monte Carmelo, Elías dijo Sólo yo he quedado profeta
de Jehová (1 Reyes 18:22). Tiempos desalentadores hace que los siervos de Dios se
sientan más aislados y solos de lo que están.

e. Sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida: De una manera extraña,


las razones que Elías dio eran en realidad razones importantes para que él quedara con
vida. Si él en realidad era el último profeta o creyente vivo, ¿no debería de buscar el
vivir el mayor tiempo posible? Si los enemigos de Dios, como Jezabel, le querían
muerto, ¿no debería de buscar él el derrotar su malvada voluntad? Elías aquí
poderosamente mostró la naturaleza irrazonable de incredulidad y temor.

3. (11-12) Dios se muestra a Si mismo a Elías.

Él le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que
pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las
peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un
terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. Y tras el terremoto un fuego;
pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado.

a. Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová: Dios sabía lo que el deprimido y
desalentado Elías necesitaba. Él necesitaba un encuentro personal con Dios. No había
nada fundamentalmente mal con la teología de Elías, pero en el momento había algo
que faltaba en su experiencia.

b. He aquí Jehová que pasaba: Dios trajo Su presencia ante Elías, pero primero para
mostrar donde Él no estaba. El Señor no estaba en el viento, Él no estaba en el
terremoto, Él no estaba en el fuego. Como muchos otros, Elías probablemente solo
buscaba a Dios en manifestaciones dramáticas. Ciertamente, Dios algunas veces aparece
de tales maneras, pero Él a menudo aparece en ambientes menos dramáticos.

i. “Esta misma lección debe de ser aprendida una y otra vez por todos nosotros:
repitámosla, ‘No por espada, ni por ejercito, sino por mi Espíritu, dice el Señor.’ Se
debe de lamentar que la mayoría de los que profesan obstinadamente se asen del fatal
error de buscar demostraciones de poder de alguna u otra forma. He oído que cierta
iglesia esta buscando a un hombre muy inteligente: ella piensa que Dios esta en el
viento . . . Esta pequeña voz apacible será callada y silenciada, mientras que las
jactancias de tu sabiduría suenan como un viento que aúlla o un trueno sin
acompañamiento de lluvia.” (Spurgeon)

c. Tras el fuego un silbo apacible y delicado: Este último fenómeno era un marcado
contraste hacia las previas manifestaciones. Dios en realidad se encontró con Elías en el
callado silbido de una voz, en lugar del fenómeno del terremoto que antes se había ido.

i. Wiseman llama silbo apacible una voz apacible.

ii. “Y ahora los truenos cesaron, y los relámpagos se habían ido, y la tierra estaba
quiera, y el viento se había callado, y había una calma como de muerte, y de en medio
del aire calmado, de allí vino lo que el Hebreo llama ‘una voz de silencio apacible,’
como si el silencio se hubiera hecho audible. No hay nada más terrible una horrible
quietud después de un terrible estruendo.” (Spurgeon)

iii. Elías quizás pensó que la demostración dramática de poder en el Monte Carmelo
haría que la nación diera un giro. O quizás él pensó que la demostración radical del
juicio de Dios en contra de los sacerdotes de Baal, seguida por la vindicación en el
Monte Carmelo, cambiaría los corazones de la nación. Nada de esto funcionó. Este
ejemplo es importante para los ministros Cristianos, especialmente los predicadores,
hoy en día. Muestra que demostraciones de poder y el predicar la ira de Dios no
necesariamente cambian los corazones. En lugar, el silbo apacible de Dios hablando al
corazón humano es en realidad más poderoso que las demostraciones externas de poder
o demostraciones del juicio de Dios.

iii. “Debido al éxito en el Carmelo se derritió como la brisa de la mañana, él pensó que
su carrera había sido un fracaso todo ese tiempo, y que no trajo a nadie a rendir
reverencia a Jehová; pero él estaba leyendo con los ojos de la incredulidad, y su
imaginación le condujo en lugar de los hechos del caso. Aquí hay siete mil personas
regadas de arriba a abajo por todo el país, a los cuales Dios a bendecido por el
testimonio de Elías. Si él no hubo bendecido sus grandes cosas como él deseaba, aún
sus pequeñas cosas hubieron prosperado grandemente. Era la conducta diaria de Elías
en lugar de los milagros, que impresionaron hasta estos siete mil, y les condujo que se
aferraran a su integridad.” (Spurgeon)

4. (13-15) Después de este ministerio, Dios le da a Elías trabajo para hacer.

Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta
de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías? Él
respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los
hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a
espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. Y
le dio Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y
ungirás a Hazael por rey de Siria.

a. Cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva:


Inmediatamente Elías sintió que Dios estaba presente en el silbo apacible de una
manera en la cual Él no estaba en los fenómenos anteriores y más dramáticos. Debido a
que el sintió la presencia especial de Dios, Elías inmediatamente se humilló a si mismo
cuando él cubrió su rostro con su manto.

i. “A través del horror y temor de la presencia de Dios, al ser sensible de que él no era ni
digno ni capaz de soportar la vista de Dios con el rostro descubierto.” (Poole)

ii. “El primero cubrió su rostro con su manto – — él se volvió dominado e impactado
con admiración – lleno de reverencia. ¡Oh! Es una gran cosa cuando un pecador esta
dispuesto a cubrir su rostro cuando él esta confundido, y dice, ‘No puedo defender mi
causa; soy culpable.’ Sabemos que si en nuestros estrados un hombre se declara
culpable, él es castigado; pero en el propiciatorio del evangelio, cualquiera que se
declara culpable es perdonado. Cubre tu rostro.” (Spurgeon)
b. ¿Qué haces aquí, Elías? Dios le hizo la misma pregunta a Elías – y recibió la misma
respuesta – como en 1 Reyes 19:9-10. Había algo útil para Elías en esta pregunta y en el
proceso de la respuesta.

c. Ve, vuélvete por tu camino . . . ungirás a Hazael por rey de Siria: Dios le dio a
Elías algo por hacer. Él necesitaba una tarea en la cual enfocarse, para que evitara una
excesiva introspección. Él necesitaba parar de verse a si mismo y a sus propias
circunstancias (difíciles). Él necesitaba seguir con lo que Dios quería que él hiciera.

i. “Luego el Señor hizo lo que quizás era lo mejor de todo para Elías, él le dio algo de
trabajo por hacer. Él le envió hacia los negocios de su Amo otra vez; y les garantizo
que, cuando Elías regresó a ese camino, iba con un paso muy diferente que el que lo
trajo hacia Beerseba. Él había ido angustiado y aterrorizado; pero ahora él regresa con la
majestad que le pertenece al Tisbita, él ya no tiene más temor de Jezabel.” (Spurgeon)

8. (16-18) Más seguridad para Elías.

A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de
Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar. Y el que escapare de la
espada de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo
matará. Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron
ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.

a. A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel: Dios tenía más trabajo que
Elías debía hacer. Él también demostraría la elección de Dios sobre Jehú para ser el rey
que suceda al corrupto Acab y a su mujer Jezabel.

b. Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar:
Dios le dio algo más al profeta desalentado y deprimido, más que trabajo por hacer. Él
también le dio un amigo y sucesor.

i. Elías necesitaba un amigo; el núcleo de su queja delante de Dios era que él estaba
solo. Dios le hizo saber que había un hombre listo para aprender del gran profeta, y ser
su discípulo y compañero.

ii. Elías también necesitaba esperanza, y ya que Eliseo podía ser levantado como un
sucesor del cargo profético de Elías, Elías entonces sabía que su obra continuaría aún
después de su muerte.

c. Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la


espada de Jehú, Eliseo lo matará: Esta era otra fuente de aliento para Elías. Con esta
promesa, que al final la justicia sería hecha, y Dios no permitiría la persecución
institucionalizada de la idolatría se fuera sin castigo.

d. Yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal:
Este era el aliento final hacia Elías. Él en repetidas ocasiones se lamentó de que él
estaba solo de entre los verdaderos seguidores de Dios (1 Reyes 18:22, 19:10, y 19:14).
Esto le aseguró a Elías que él no estaba solo, y que su obra como profeta en sí había
sido fructífera.
i. Esto le mostró a Elías que su ministerio silencioso a través de los años en realidad
llevó más fruto que el ministerio espectacular en el Monte Carmelo. “Pero, mientras
que esa vil idolatría se propagaba en Israel, la adoración al Dios verdadero estaba siendo
retenida por siete mil almas fieles, aunque Elías no sabía que había alguien más aparte
de él. ¿Cómo fueron ganados para Jehová? Ciertamente no por la impresionante
demostración de Elías en la cima del Carmelo, pues eran fieles al Señor antes de eso . . .
El silbo apacible había estado haciendo por Israel lo que Elías no podía hacer.”
(Spurgeon)

9. (19-21) El llamamiento de Eliseo.

Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante
de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su
manto. Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te
ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo:
Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo? Y se volvió, y tomó un par de bueyes y los mató, y
con el arado de los bueyes coció la carne, y la dio al pueblo para que comiesen.
Después se levantó y fue tras Elías, y le servía.

a. Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat: Elías hizo lo que el silbo apacible
de Dios le dijo que hiciera. Sucedió que lo hizo al revés de lo que Dios le describió que
hiciera en el pasaje anterior. Quizás Elías creía que él primero necesitaba a un amigo y
aprendiz.

b. Que araba con doce yuntas delante de sí: Elías encontró a Eliseo, y le comisionó
que ministrara cuando Eliseo estaba trabajando.

c. Pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto: El manto era el símbolo
de la autoridad profética de Elías. Este era un símbolo dramático que decía, “Te llamo
para que te unas en mi trabajo como profeta.”

i. “El manto, o palio, era la prenda peculiar del profeta, como podemos saber de
Zacarías 13:4; y esta estaba hecha probablemente de piel con el pelo aún encima. Vea
también 2 Reyes 1:8.” (Clarke)

d. ¿Qué te he hecho yo? Esta pregunta “Podría significar, ‘Vuélvete, pero recuerda lo
que he hecho por ti.’ Podría ser una reprensión por cualquier retardo al seguir.”
(Wiseman)

i. “La respuesta de Elías indica que él mismo no fue quien llamó a Eliseo; era el llamado
de Dios. Ya sea que Eliseo siguiera ese llamado era su propia decisión.” (Patterson y
Austel)

e. Tomó un par de bueyes y los mató, y con el arado de los bueyes coció la carne, y
la dio al pueblo para que comiesen: Esto demuestra el entero compromiso de parte de
Eliseo para seguir a Elías. Él destruyó las herramientas de su oficio en una fiesta de
despedida para su familia y amigos.
i. “Eliseo debió de tener un terreno considerable, cuando él tenía doce yuntas de bueyes
para que araran el suelo. Si, por lo tanto, él obedecía el llamado profético, él lo hizo a
cuesta de una considerable perdida secular.” (Clarke)

ii. “Así él mostró la voluntad y alegría con la que dejó a sus amigos, para que pudiera
servir a Dios en ese empleo sublime y honorable.” (Poole)

(5-5) 1 Reyes 17:4, 6. ¿Quién alimentó a Elias?

Hay quienes insisten en que el vocablo cuervos es un error de traducción y que debería
decir mercaderes o comerciantes. Otros eruditos no están de acuerdo con esto. Insisten
en que el vocablo hebreo está bien traducido a nuestra lengua tal como lo tenemos. El
hecho de que Elias estaba oculto hace improbable que mercaderes o comerciantes
fueran hasta donde estaba, dos veces por día. Y el énfasis dado por el escritor sugiere
que se trataba de un cuidado milagroso más que un intercambio entre Elias y otros
hombres.

Esta viuda no solamente proveyó lo necesario para sus propias necesidades en un período de
gran dificultad, sino que dio a otros un ejemplo de gran fe. En un intento para abrir los ojos de
sus coterráneos llenos de prejuicios, Jesús habló de esta mujer sidonita que obedeció el
mandamiento de Dios y suplió las necesidades físicas de su profeta: "En verdad os digo que
muchas viudas había en Israel en los días de Elias, cuando el cielo fue cerrado por tres años y
seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra; pero a ninguna de ellas fue enviado
Elias, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón" (Lucas 4:25-26).

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