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El bien común en la sociedad

posmoderna: propuestas para


la acción político-económica*
STEFANO ZAMAGNI Revista Cultura Económica
Año XXV • N° 70 • Diciembre 2007: 23-43

1. Introducción y motivación 'bien' e 'interés', por un lado, y los adjetivos


'común' y 'general', por el otro, fuesen sinó-
Que la categoría del bien común viva hoy nimos. Sin embargo, lo general se contra-
una situación de crisis -es decir, de transi- pone a lo particular mientras lo común se
ción- es algo muy sabido y ampliamente contrapone a lo propio. En el bien común,
confirmado por una multiplicidad de seña- el bien del que cada uno hace uso no puede
les. Una de ellas -por cierto no menor- es ser separado del uso que hacen los demás.
la doble confusión en continuo aumento Sobre la diferencia entre los conceptos de
que se hace, por un lado, entre el bien co- bien y de interés ni siquiera hace falta hacer
mún y el bien total y, por otro, entre el bien mención, ya que ésta es muy clara.
común y el interés general. Como aclara el ¿Cómo se origina esta situación de crisis?
Documento Preparatorio de la 45^ Semana Por un lado, por el giro individualista que
Social, en los números 17 y 19, mientras el la cultura occidental ha iniciado debido a
bien total es la suma de los bienes individua- muchos motivos, desde hace ya tiempo. Es
les, el bien común es más bien el producto claro que en el horizonte del individualismo
de los mismos. Esto significa que el bien (axiológico) no haya lugar para la noción
común es algo indivisible, porque solamen- de bien común. Por otro lado, por el pleno
te en su unidad es posible conseguirlo; tal despliegue del pluralismo contemporáneo.
como sucede en un producto de factores la Al faltar una ética común, se ha producido
anulación de sólo uno de éstos, anula todo una apertura de la multiplicación de las di-
el producto. Siendo común, el bien común ferencias en los intereses, en las preferencias
no atañe a la persona tomada singularmen- y en la concepción misma del bien. Ocurre
te, sino en relación con otras personas. El entonces que, aunque se compartan los
bien común es, por lo tanto, el bien de la mismos valores fundamentales, se registran
relación misma entre personas, teniendo amplias diferencias en el modo de interpre-
presente que la relación de las personas se tarlos y sobre todo en su puesta en práctica.
entiende como bien para todos aquellos También en el lenguaje popular, en lo que
que participan en la relación. Comprende- se habla, se suceden agregación de prefe-
mos entonces la profunda diferencia con rencias y procedimientos de negociación de
el bien total: en este último no intervienen los intereses que entran en conñicto. Pero
las relaciones entre personas y, por consi- el bien común es el bien propio de la vida
guiente, tampoco intervienen los bienes en común y de las relaciones significativas
relaciónales, cuya relevancia a los fines del entre las personas. Es común lo que no es
progreso civil y moral de nuestra sociedad, sólo propio -esto sucede con el bien priva-
es ampliamente conocida. También está di- do- ni lo que es de todos indistintamente,
fundida en el léxico político y económico esto sucede con el bien público. En su Vida
actual, la confusión entre el bien común y Activa, Hannah Arendt escribe que común
el interés general, como si los sustantivos "es el mundo mismo en cuanto es común

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a todos y distinto del espacio que cada uno dad civil" (n. 168) y no viceversa, como qui-
de nosotros ocupa en manera privada". De sieran las varias versiones del Estado ético.
modo tal que, común es el lugar de las rela- Es interesante mencionar aquí el pen-
ciones interpersonales. samiento de Antonio Rosmini. Después de
Una prueba significativa de las implican- haber definido el bien común como fin de
cias profundas del vuelco individualista es la sociedad civil, el célebre teólogo y filóso-
que allí donde la noción de bien común ba fo escribe: "El bien común es el bien de to-
resistido -in primis, la Doctrina Social de la dos los individuos que componen el cuerpo
Iglesia- ha sido sometida a un cierto reduc- social y que son sujetos de derecho; el bien
cionismo. Por ejemplo, en el n. 74 de la Gau- público, en cambio, es el bien del cuerpo
dium et Spes, el bien común se define como social tomado en su conjunto, o sea, toma-
"el conjunto de aquellas condiciones de la do según el modo de ver de algunos, en su
vida social que permiten, ya sea a la colec- organización". En el lenguaje contemporá-
tividad como así también a sus miembros, neo, el bien público, del cual habla Rosmi-
alcanzar la propia perfección más plena y ni, corresponde al bien colectivo, es decir al
rápidamente" (n. 26). Como se ve, el bien bien indistinto de la sociedad -como sugie-
común no es un fin en sí mismo, sino sólo re el comunitarismo-, mientras que el bien
un instrumento para el bien del individuo o común es el bien de las personas que viven
para los grupos de individuos. Muy oportu- y que se constituyen en sociedad. (En julio
namente el Compendio de la Doctrina Social de de 2004, se fundó la "Universidad del Bien
la Iglesia, publicado en el año 2004, aclara Común" surgida de las iniciativas promovi-
este concepto cuando escribe: "El bien co- das por el Comité Mundial del Agua. Pero
mún no consiste en la simple suma de los cualquiera que leyese el documento consti-
bienes particulares de cada sujeto del cuer- tutivo de tal Universidad comprendería que
po social. Siendo de todos y de cada uno es se trataba del bien colectivo y no del bien
y permanece común, porque es indivisible común).
y porque sólo juntos es posible alcanzarlo, Habiendo aclarado esto, ¿podemos em-
acrecentarlo y custodiarlo. [...] Ninguna plear todavía con fines prácticos, la idea del
forma expresiva de la sociabilidad -desde la bien común? Para demostrar y explicar que
familia, pasando por el grupo social inter- dicho principio (que es uno de los cuatro
medio, la asociación, la empresa de carácter pilares que sostienen la Doctrina Social de
económico, la ciudad, la región, el Estado, la Iglesia) no es una abstracción o peor aún,
hasta la misma comunidad de los pueblos y una expresión retórica que cada tanto viene
de las Naciones- puede eludir la cuestión invocacla según el interés de uno u otro sec-
acerca del propio bien común, que es cons- tor político o grupo de poder, es indispen-
titutivo de su significado y auténtica razón de sable indicar cuáles son las formas concretas
ser de su misma subsistencia" (Nn. 164-65; que hoy puede asumir la concecusión del
cursiva agregada). Como se puede notar, bien común. Aristóteles {Ética Nichomachea,
esta definición no sólo recalca con fuerza VI) nos recuerda que la virtud "es una dis-
la originalidad del bien común -del cual posición que produce elecciones". No se es
procede su indivisibilidad- sino que indica virtuoso por hablar o respetar las reglas so-
el camino para su realización. En particu- lamente. Se necesita además realizar obras y
lar, "[En el Estado democrático], aquellos a esforzarse para que esas mismas reglas sean
quienes les compete la responsabilidad de buenas. Y ésta es una tarea que nos compete
gobierno deben poder interpretar el bien a todos, y en particular le concierne a los ca-
común de su propio país, no sólo según la tólicos que quieren vivir con responsabilidad
orientación de las mayorías, sino desde la su ciudadanía. La imagen de un 'país ajeno'
perspectiva del bien efectivo de todos los -para usar la expresión del arzobispo Bag-
miembros de la comunidad civil, incluidos nasco, en el reciente Concilio permanente
también los grupos minoritarios" (n. 169). de la CEI- está hoy ante los ojos de todos.
El Estado, por lo tanto, interpreta y no de- La tentación de la 'antipolítica', que cunde
termina, ni sanciona qué es el bien común, y se difunde por todo el país, se nutre de
porque el Estado es "expresión de la socie- aquellas que Spinoza llamaba las 'pasiones

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tristes'. No se trata de la tristeza, del llanto vidades; otros son obras que están más allá
o del sufrimiento, sino de la impotencia, de de aquellas".
la desilusión, de la fragmentación. Este tipo
de tristeza es la que frena el empuje vital
del cual serían capaces muchas personas, 2. La cuestión antropológica como nueva
en forma individual o colectiva, en nuestro cuestión social
país'. Y es siempre esta tristeza la que gene-
ra melancolía, esa condición producida en Empiezo con la primera palabra clave: la
las conciencias individuales debido al con- persona humana. Mientras el personalismo
traste entre la experiencia y la expectativa. filosófico del siglo XX -de Mounier, Mari-
Los católicos en Italia no pueden asistir pa- tain, Ricoeur, para ubicarnos- ha servido
sivos y resignados a tal espectáculo. para contrastar las graves degeneraciones
Más adelante trataré de indicar algunas del concepto de persona a causa de las catás-
líneas de participación, en el ámbito socio- trofes del nazismo, el fascismo y el comunis-
económico, donde la categoría de bien co- mo, no han tenido que defender la noción
mún es capaz de expresar toda su impor- misma de persona humana. El neopersona-
tancia. Para comodidad de la exposición, lismo del cual hoy tenemos necesidad, debe
agruparé tales propuestas en torno a tres saber recoger el desafío de quien niega que
palabras clave: persona, democracia y fra- todos los individuos sean también personas.
ternidad. El argumento de algunos conocidos bioéti-
Una observación preliminar. Si el siglo cistas como P. Singer y T. Engelhardt, según
XV ha sido el siglo del primer Humanismo, el cual los neonatos con malformaciones sí
un evento exquisitamente italiano, el siglo serían individuos humanos pero no perso-
XXI, desde sus inicios expresa con fuerza la nas por no haber elaborado aún la auto-
exigencia de arribar a un nuevo Humanis- conciencia o porque nunca podrán hacerlo
mo. Entonces fue la transición del feudalis- debido a sus lesiones cerebrales, demanda
mo a la modernidad el factor decisivo para la distinción entre humano y no humano:
empujar en esa dirección. Hoy es también ¿qué es lo que distingue la vida humana de
una época igualmente radical -el pasaje aquella no humana?, ¿cómo dialogar con
de la sociedad industrial a la 'post indus- culturas -como por ejemplo la china- que
trial', o bien de la modernidad a la posmo- ni siquiera poseen el término persona y que
dernidad-, para hacernos comprender la no comprenden qué puede significar que la
urgencia de un nuevo Humanismo. Globa- persona sea un ente individual en una rela-
lización, 'ñnancierización' de la economía, ción necesaria, ontológica, con el otro?
nuevas tecnologías, cuestiones migratorias, Comprendemos por qué la cuestión bio-
aumento de las desigualdades sociales, con- política -en el sentido de M. Foucault- está
flictos de identidad, cuestiones ambientales hoy en el centro de las agendas políticas y
y deuda internacional son solamente algu- en el debate cultural. El Movimiento Cató-
nas de las palabras que nos bablan del ac- lico Italiano no puede sustraerse a la tarea
tual 'malestar de la civilización' -para evo- de ofrecer respuestas a preguntas de este
car un célebre ensayo de Sigmund Freud. tipo si quiere ser una comunidad educado-
Frente a los nuevos desafíos no servirá la ra y no un mero lugar de instrucción. El eje
mera actualización de las viejas categorías de la igualdad -que ha sido la bandera de
de pensamiento o el simple recurso a las las luchas que han distinguido al siglo XX-
más reñnadas técnicas de decisión colecti- hoy se ha corrido desde la economía hacia
va. Se requiere intentar caminos distintos: la moral. Nace aquí la exigencia y la urgen-
después de todo, éste es el deber primario cia de afrontar el tema de la nueva laicidad.
del movimiento católico hoy, el cual debe Para comprender el alcance del problema,
redescubrir la urgencia de realizar obras y conviene considerar las acciones que, des-
no simplemente actividades. Porque como pués de la ruptura de la unidad religiosa oc-
ha escrito Aristóteles: "Cada arte persigue cidental y de las guerras de religión, toman
un cierto fin, pero se hace evidente que hay impulso en Europa; aquellos proyectos de
diferencias entre los fines: algunos son acti- separación entre la esfera pública y la esfera

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privada que, desde la Revolución Francesa, diferencia'- entre el Estado y las religiones,
constituyen la esencia de la secularización. principio que excluye a las religiones de la
Como es sabido, este término ha sido acuña- construcción de la ética pública. (Esto ex-
do por Max Weber, aunque el principio que plica por qué el Estado laico europeo debe
está en su base había sido precedentemente crear sus escuelas laicas, sus hospitales lai-
anticipado por John Stuart Mill, gran eco- cos, y, en general, debe producir por sí mis-
nomista y filósofo inglés, aproximadamente mo aquellos bienes meritorios que la ética
en la mitad del siglo XIX. laica juzga esencial que los ciudadanos con-
La idea de base de la secularización es suman o tengan a su disposición).
que la religión (y más en general, los sis- ¿Cuál es la res nova de la fase histórica
temas de creencias individuales), debe ser actual? Que la "laicidad de la modernidad"
confinada a la esfera de lo privado, es decir, hoy está en una crisis irreversible, desde el
no debe contaminar la esfera de lo público, momento en que no se encuentra en condi-
que debe ser gobernada solamente por pro- ciones de hacerse cargo de la realidad, vale
cesos de racionalización. El concepto de lai- decir, de dar respuestas creíbles a interro-
cidad, que proviene de una posición de este gantes de tipo: ¿cuál tendrá que ser la rela-
tipo, nos dice que el Estado debe actuar con ción entre razón ética y razón económica?;
los instrumentos que tiene a su disposición, ¿entre valores no negociables y derecho?;
con el objetivo de evitar que ese contagio se ¿qué respuestas dar a los desafíos del mul-
materialice. De aquí la noción de laicidad ticulturalismo?; ¿cómo sujetos que tienen
como la 'indiferencia' del Estado frente a las concepciones de vida tan diversas pueden
varias opciones religiosas y, por lo tanto, la vivir en una sociedad política unitaria?;
idea según la cual el criterio que debe guiar ¿cuáles son los elementos comunes de las
la acción del legislador tiene que ser del etsi diversas matrices culturales presentes en un
Deus non daretur -cuya primera formulación mismo país, que deben entrar a formar par-
fue hecha por Ugo Grozio. te de la llamada 'razón pública'? Si no se
Es bueno recordar que, en el mundo en- tiene la intención de admitir, debido a mo-
tero, sólo un continente -Europa- ha cono- tivos autoritarios, la tesis central de la ver-
cido un marcado proceso de secularización, sión del positivismo jurídico, según la cual
luego del cual los individuos han sido 'for- auctoritas non veritas facit legem, es evidente
zados' a privatizar sus principios religiosos. que se debe plantear el problema de cómo
Nada parecido ocurrió en los otros conti- hacer emerger y cómo hacer converger los
nentes. Tomemos el ejemplo de los Estados contenidos de verdad presentes, incluso en
Unidos. Allí la religión, o mejor las religio- distintos grados, entre los diferentes uni-
nes, han ocupado desde sus inicios la esfe- versos culturales. Como nos recuerda Be-
ra pública, contribuyendo a forjar el ethos nedicto XVI, una laicidad que no se abra
público que ha encontrado su más alta ex- a la trascendencia, que absolutice la razón,
presión en la Constitución. Esto explica por constituye un verdadero absolutismo de ca-
qué en los Estados Unidos el principio de rácter integrista. Una laicidad tal termina
laicidad, como lo entendemos nosotros los cayendo en la dictadura del racionalismo.
europeos, ni siquiera se comprende. El he- Pues bien, es cuando nos ponemos frente
cho es que la Revolución Americana es cua- a preguntas de este tipo, que se compren-
litativamente muy distinta de la Revolución de por qué la secularización y la noción de
Francesa, como lo ha descripto en modo laicidad que ella proponía, ya se han vuel-
magistral Hannah Arendt. De la primera se to obsoletas, superadas por los hechos. En
ha originado el principio de 'neutralidad' Europa, el Estado laico moderno ha podido
-que significa 'imparcialidad'- del Estado practicar el separatismo, del cual hemos ha-
hacia las religiones: el Estado no puede blado anteriormente, porque todos los acto-
preferir una religión sobre otras, pero todas res, en el momento en el cual ingresaban a
son, no sólo permitidas, sino incluso favore- la arena pública, tenían -creyentes y no cre-
cidas en su expresividad y operatividad. De yentes- una común referencia de valores, la
la segunda se ha originado, en camhio, el de la tradición judeo-cristiana. Como está
principio de 'separación' -que significa 'in- indicado en el Documento Preparatorio, el

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Estado laico moderno separa el pecado del social compuesta por personas que son 'mo-
delito, pero no olvida el Decálogo; propone ralmente extranjeras' -en el sentido de T.
orientaciones educativas o modelos familia- H. Engelhardt- y que interactúan solamen-
res pero los obtiene -aunque no lo reconoce te de acuerdo a las reglas del mercado, está
explícitamente- de la cultura cristiana. destinada a toparse con el hecho de que el
La crisis actual se origina en que, bajo la mantenimiento de las mismas reglas del
presión de los nuevos fenómenos migrato- intercambio de mercado depende, básica-
rios asociados a la realidad de la globaliza- mente, del reconocimiento, por parte de to-
ción, aquella referencia común a la matriz dos, de los derechos de la persona humana.
cultural cristiana se ha ido disolviendo pau- Sin este común reconocimiento, no sería ni
latinamente, resultando en que el Estado siquiera posible definir y atribuir a las per-
laico moderno se ha quedado impotente sonas derechos de propiedad, ya que las re-
frente a todo un conjunto de nuevos desa- glas y los procedimientos durarían sólo po-
fíos. Pretendiendo continuar aplicando el cos instantes. He aquí entonces por qué es
principio de separación en un contexto que simplemente ilusoria -para no añadir otras
no es más el de la modernidad, en el cual cosas- la propuesta, de un 'liberalismo' en
la referencia al Decálogo era cosa descon- materia de valores y de un intervencionis-
tada, el Estado no puede hacer otra cosa mo estatal en el ámbito social y económico.
que lo que hoy se está viendo para seguir No se puede ser defensor al mismo tiempo
autoproclamándose laico. Es decir: aquello de un liberalismo ético y de un solidarismo
que es técnicamente posible, el Estado debe socio-económico.
permitirlo; lo que el individuo prefiere, la A la luz de lo antedicho, se llega a com-
ley no debe prohibírselo, etc. Si el Estado prender por qué hoy se habla cada vez más
es laico —se argumenta— también su legisla- de 'post secularismo', término acuñado por
ción debe ser laica, o sea axiológicamente Peter Berger en el año 1999, en su ensayo
indiferente, dado que no hay un criterio "The de-secularization of the world". So-
que sea aceptado por todos para fijar un mos testigos de una revisión profunda de
ordenamiento de valores sobre aquello que la relación entre política y religión y, por
concierne al bien. De aquí surge la directiva consiguiente, de una nueva definición del
de acción política, que acertadamente se re- concepto de laicidad hasta ahora en uso.
sume en el slogan 'prohibido prohibir'. Pero Veamos las etapas principales.
una posición de este tipo es claramente in- El primer paso ha sido la toma de con-
sostenible porque está colmada de efectos ciencia de que la distinción entre lo público
perversos. De hecho, para sostener la tesis y lo privado, hoy, no significa esencialmente
según la cual la ley no puede distinguir en- nada. Más bien, la distinción importante es
tre opciones que tengan que ver con el bien aquella entre 'esfera pública' y 'esfera polí-
-desde el momento en que, como exige el tica', como últimamente John Rawls ("The
relativismo ético, no existe ontológicamen- idea of public reason revisited", 1997), Júr-
te ninguna distinción entre las diversas mo- gen Habermas, A. Seligman y muchos otros
rales que no sea puramente sintáctica- se han admitido con mucho coraje y honesti-
necesitaría encontrar los principios políti- dad. ¿Qué es la esfera pública? Es aquel am-
cos que prescindieran ellos mismos de cual- plio campo de acción de actividades humanas
quier referencia a valores; principios cuya donde se cultivan y se confrontan los valores
justificación no requiriese ninguna apela- fundamentales de lo humano, aquellos va-
ción a las concepciones del bien que están lores que interesan a todo hombre en cuan-
en discusión. Ciertamente, esto es posible to tal. La esfera política, en cambio, abarca
sólo con una condición: la de aceptar la re- todas las actividades humanas que por estar
ducción del accionar político a un accionar orientadas a una decisión en común, postu-
meramente procedimental. lan lo común, o sea, alguna forma de acuer-
Pero la visión puramente práctica de do y de entendimiento entre aquellos que
la democracia conduce a contradicciones son portadores de puntos de vista y concep-
pragmáticas que a la larga serán insosteni- ciones disímiles de la verdad y del bien.
bles. De hecho, la hipótesis de una realidad El segundo paso, consecuente del prime-

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ro, es que el discurso y la perspectiva reli- de la 'nueva laicidad' está en esto: el Estado
giosa, en cuanto conciernen a lo humano, se ubica en forma equidistante en relación
forman parte por derecho de la esfera pú- a todas las argumentaciones, cualquiera sea
blica. Todo lo contrario, por lo tanto, del su punto de partida, religioso u otro.
principio de separación. La razón pública Vamos a poner en evidencia una conse-
no puede prescindir del aporte del discurso cuencia práctica de este principio. La tesis,
religioso. Lo que ayuda a explicar por qué citada frecuentemente en el reciente deba-
la relación entre fe y cultura está viviendo, te italiano en materia de bioética, según la
también en nuestro país, una nueva esta- cual el conceder el derecho de abortar (o
ción. de efectuar manipulaciones embrionales)
El tercer paso, el decisivo, es la toma de no significa obligar a todos a utilizarlo y
conciencia de que la 'vieja' laicidad -aquella que, por lo tanto, los católicos no debieran
de la modernidad- viola, en modo esencial, impedir la aprobación de las leyes de este
el principio de igualdad entre los ciudada- tipo, es una tesis que viola el principio de
nos. De esto se trata. Si se pretende que en igualdad, como fue explicado más arriba.
la esfera pública se expresen solamente ra- Ella de hecho privaría a los católicos de
zones no religiosas, los ciudadanos que li- cualquier influencia en la esfera política,
bremente eligen vivir hasta el fondo su fe desde el momento en que no les permitiría
deben afrontar una carga mayor para parti- a ellos traducir las razones basadas en su fe
cipar en el proceso democrático respecto de en razones políticas. La laicidad de la pos-
la que debe afrontar un no creyente. Como modernidad no puede aceptar tales formas
observa A. Ferrara, si la única moneda de de discriminación.
curso legal en el espacio público está cons- ¿Qué implicancias de orden práctico para
tituida por razones laicas (en el viejo senti- el mundo católico se derivan de la perspecti-
do), entonces es evidente que no todos los va recién esbozada? Me limito a indicar dos.
ciudadanos se encuentran en un plano de Cuando el discurso religioso ingresa en la
igualdad, desde el momento en que al cre- esfera pública debe no sólo responder a las
yente se le pide que haga un camino herme- eventuales críticas, sino que además debe
néutico más largo para presentar razones en argumentar y proveer razones sosteniendo
la esfera pública. Lo que representaría una sus propias peticiones, razones que deben
flagrante violación del proclamado princi- poder ser entendidas -aunque no necesa-
pio de justicia, verdadero pilar del pensa- riamente compartidas- por los 'otros'. Y
miento laico. ésta no es una tarea fácil; el mundo católico
Entonces, ¿qué propuesta, que sea po- italiano no está suficientemente preparado
sitiva, se puede presentar? Rawls y Haber- para ella. Y se entiende el porqué. Mientras
mas, aunque desde ángulos distintos y con el discurso religioso estaba relegado a la es-
diversas intenciones, presentan una pro- fera privada, no había necesidad de elaborar
puesta que considero apropiada y digna razones o argumentaciones para los demás.
de atención. Los ciudadanos pueden llevar Para aquellos que comparten la misma fe
sus convicciones religiosas al espacio pú- existen la teología y la pastoral. Pero cuan-
blico en cualquier momento y sin ninguna do debo entrar en el agora de la polis y con-
restricción, sin deber soportar 'costos' para frontarme con aquel que no es creyente, no
obtener permisos. Sin embargo, cuando se puedo sustraerme al deber de proporcionar
llega a la esfera política, es decir, en el mo- razones. En este plano, los católicos están
mento en el cual se trata de deliberar sobre bastante atrasados. Una excepción notable
el texto de una ley, el creyente debe agre- que confirma la regla ha sido la experien-
gar a sus razones religiosas otras razones, cia del Comité "Ciencia y Vida", constituido
para que puedan ser entendidas por el no para el referéndum de junio de 2005. Los
creyente. Y viceversa, el portador de un cre- católicos que en este caso se empeñaron al
do inmanentista y hasta el ateo, cuando se máximo, no se limitaron a afirmar sus pro-
trata de legislar, debe proveer razones que pios principios fundamentales sobre la ma-
puedan ser entendidas por las personas que teria objeto de referéndum, sino que, ade-
no compartan su misma ideología. La clave más, supieron proveer razones de peso, de

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las cuales se derivaron precisas directivas de ¿Cuál es el problema de hoy? Que el mo-
acción. Y ganaron porque supieron conven- delo de la democracia representativa -cuyos
cer también a muchos no creyentes. méritos históricos están fuera de duda- ya
La segunda implicancia se refiere a las no es capaz de sostener instituciones polí-
amenazas que, por lo menos potencialmen- ticas que puedan asegurar una ecuánime
te, podrían ocultarse entre los pliegues de distribución de los frutos del desarrollo y
los varios intentos con los cuales los cristia- dilatar los espacios de libertad de los ciuda-
nos crearon los acuerdos necesarios para danos. Tratemos de aclararlo. Tres son las
legislar en la esfera política. El riesgo es do- características esenciales del modelo elitis-
ble. Por un lado, el del isomorfismo cultu- ta-competitivo elaborado por Max Weber
ral, un peligro que es especialmente eviden- y Joseph Schumpeter. En primer lugar, la
te en el diálogo con el liberalismo filosófico. democracia es principalmente un método
Esto porque el pensamiento liberal no es, de selección de una elite que por ser exper-
prima facie, antagónico a la visión cristiana ta es capaz de tomar las clecisiones que las
de la persona y de la historia, el peligro es circunstancias requieran. La democracia es
el de perder de vista que la interpretación entonces el procedimiento a utilizar para
liberal de la libertad, en cuanto prescinde seleccionar dentro de la sociedad a aque-
de la naturaleza relacional de la subjetivi- llos que sean capaces de tomar decisiones,
dad humana, es una interpretación dema- toda vez que sea necesario dentro del cuer-
siado débil para el cristianismo, el cual no po político. La segunda característica es la
puede ciertamente contentarse con reducir obstaculización de los excesos de poder de
la libertad a la sola libertad de elección, en- la leadership política. Debido a que el riesgo
tendida en sentido individualista. Por otro de degeneración y de abuso de autoridad
lado, se corre el riesgo de la captura, de la no puede ser siempre evitado, es oportuno
reducción del cristianismo a una útil tradi- introducir 'granitos de arena' en los engra-
ción generadora de convenientes normas najes del poder. ¿Y qué mejor modo para
sociales de comportamiento. Este es el ries- conseguir dicho resultado que el de hacer
go que se corre todas las veces en las cuales soplar sobre los partidos políticos el viento
los cristianos aceptan confrontarse solamen- de la competencia? La tercera característi-
te con aquellos sectores de la cultura laica' ca, finalmente, es que el modelo en cues-
dispuestos a acoger instrumentalmente la tión se califica por su orientación hacia el
función social de la religión. crecimiento económico y al progreso de la
sociedad. Nótese la analogía: como en la
arena del mercado, las reglas de la com-
3. De la democracia representativa a la de- petencia económica sirven para asegurar
mocracia deliberativa: el rol de la socie- una eficiente asignación de los recursos y,
dad civil organizada por lo tanto, la más alta tasa de desarrollo
posible. Así, del mismo modo, en la esfera
La segunda palabra clave a la que antes política los partidos compiten entre ellos
hice referencia, es la palabra democracia. para vencer en las elecciones maximizando
Y es gracias al principio democrático que sus respectivos consensos; y las reglas de la
se pudo conjugar, sobre todo durante el si- competencia electoral deben ser tales que
glo XX, la libertad y la justicia social. Un impidan la formación de grumos de poder
fragmento del filósofo francés Henri Berg- que puedan favorecer a uno u otro entre los
son expresa la idea en forma eficaz: "La contendientes. En definitiva, la idea de base
democracia es así: proclama la libertad, rei- del modelo es que las empresas administran
vindica la igualdad y reconcilia a estas dos los mercados y que los gobiernos regulan
hermanas enemigas recordándoles que son las empresas: por otra parte, burocracias
hermanas". En realidad, tomados indivi- de distinto tipo gestionan la administración
dualmente, los principios de libertad y de pública y el gobierno las controla y regula.
igualdad parecen ser enemigos; es sólo el Por lo tanto, es a la esfera política que se
principio democrático el que los hace mar- le demanda el trazado del sendero a seguir
char juntos. por la sociedad entera.

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Notables han sido los resultados positi- mejor que otros pueda afrontar los proble-
vos que este modelo de democracia -con sus mas del desarrollo y del progreso de nues-
múltiples variantes nacionales- ha permiti- tros países. Esto es así, mientras se pueda
do obtener después de la segunda posgue- pensar en la política como una actividad
rra. Pero los cambios epocales, de los cuales que no se basa sólo en el compromiso y en
se ha hablado al inicio, lo han vuelto inade- la inevitable tasa de corrupción que siempre
cuado e incapaz de afrontar los nuevos de- la acompaña, sino también en los fines de la
safíos. La democracia deliberativa, en cam- convivencia misma y del vivir en comuni-
bio, nos muestra que puede estar a la altura dad. Además, es también la vía más eficaz
de la situación. La razón, básicamente, es para contrastar la invasión de lo 'político'
que para dicho modelo no es admisible que (en el sentido de Hobbes) y, por lo tanto,
el bienestar -el 'estar bien' de los margina- ayuda a relanzar el rol de lo civil. Esto hace
dos y de los que se encuentran en desventa- que el espacio público, deje de ser peligro-
ja-, dependa, según las circunstancias, del samente identificado con el espacio estatal.
'estado benevolente' o de las instituciones En el discurso del Convenio de la COME-
del 'capitalismo compasivo'. Más bien, esto CE, recordando los cincuenta años de la
debería ser el resultado de estrategias de in- firma del Tratado de Roma, el 24 de mar-
clusión en el circuito de la producción -y no zo de 2007, Benedicto XVI reafirmó con
de la redistribución- de la riqueza. ñaerza que la democracia no se contrapo-
Como se sabe, tres son las características ne a los valores absolutos. De otro modo,
esenciales del método deliberativo. Prime- se terminaría por "defender la idea de que
ro, la deliberación se relaciona con las cosas la comparación entre los bienes es el único
que están en nuestro poder. (Como enseña- medio para el discernimiento moral y que
ba Aristóteles, no deliberamos sobre la luna el bien común es sinónimo de consenso. En
o sobre el sol). Por lo tanto, no todo discurso realidad, si el consenso puede constituir un
es una deliberación, la cual es, en cambio, legítimo equilibrio de intereses particula-
un discurso que apunta a la decisión. Se- res diversos, se transforma en mal común
gundo, la deliberación es un método para toda vez que implica acuerdos lesivos a la
buscar la verdad práctica y, por lo tanto, es naturaleza del hombre". Esto equivale a de-
incompatible con el escepticismo moral. En cir que la mediación democrática no puede
este sentido, la democracia deliberativa no limitarse a mediar entre posiciones diversas
puede ser una pura técnica sin valores; no sin referencia a su verdad. Tratemos de pro-
puede reducirse a un mero procedimiento fundizar un momento esta cuestión.
para tomar decisiones. Tercero, el proceso El principio democrático -como se sábe-
deliberativo postula la posibilidad de la au- se sostiene sobre dos columnas fundamen-
tocorrección y, por lo tanto, que cada parte tales. Por un lado, que todos aquellos que
llamada en causa admita, ab imis, la posibi- directa o indirectamente se vean infiuencia-
lidad de cambiar las propias preferencias y dos por una decisión política, puedan, en
las propias opiniones a la luz de las razones alguna medida, influenciar la decisión mis-
aducidas por la otra parte. Esto implica que ma. Por otro lado, que aquellos que hayan
no es compatible con el método delibera- adquirido por vía electoral el poder para
tivo la posición de quien, en nombre de la tomar decisiones, sean considerados res-
ideología o de intereses de parte, se declara ponsables por las consecuencias que pro-
impermeable a las razones de los otros. Y duzcan, respondiendo electoralmente a los
es por esta razón que la deliberación es un ciudadanos; es el llamado principio de im-
método esencialmente comunicativo. putabilidad personal del accionar político.
Ciertamente no son pocos los nudos teó- Pues bien, la globalización va debilitando
ricos y prácticos que deben desatarse para estas columnas, atenuando el fuerte víncu-
que el modelo de democracia deliberativa lo, dentro de cada estado-nación, entre de-
pueda constituir una alternativa plenamen- mocracia e instituciones democráticas. La
te aceptable respecto de la que existe hoy. realidad de hoy, en efecto, nos presenta un
No hay dudas de que la concepción delibe- cuadro en el cual encontramos sujetos ca-
rativa de democracia sea hoy el método que paces de crear normas vinculantes, también

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erga omnes, pero que no poseen territorio y turas de aquel país, las cuales sufrirán una
que no están sujetos por instituciones demo- pesada hipoteca. Otro ejemplo sería la deci-
cráticas del tipo de aquellas a las que hasta sión del gobierno de un país de no ratificar
ahora hemos estado habituados. El Estado los acuerdos en el ámbito ambiental, como
Nacional ya no es más el único productor de el de Kyoto, que puede ciertamente tener
normas jurídicas. Piénsese en sujetos como, válidas razones económicas si el horizonte
por ejemplo, las empresas transnacionales de tiempo es breve (bajarían los costos de
que desde algunos años están construyendo producción y, por lo tanto, aumentarían los
la nueva lex mercatoria; las organizaciones márgenes de competitividad con respec-
transnacionales; las organizaciones no gu- to a otros países que hubiesen ratificado el
bernamentales; las mismas organizaciones acuerdo). Pero es evidente que decisiones
íntergubernamentales, como la Unión Eu- de este tipo tendrán efectos negativos en las
ropea, que han asumido poderes suprana- generaciones futuras.
cionales que no están contemplados en el Tal es, por lo tanto, la discrasia creciente
derecho internacional y no están regulados de las estructuras políticas pensadas para el
por medio de su instrumento principal que corto plazo y para el contexto nacional y las
es el tratado; los organismos interestatales consecuencias que de éstas se derivan, que
como el WTO o el G8 que, si bien no tienen superan las fronteras nacionales e inciden
una legitimación democrática según los cá- en la esfera de la libertad de las generacio-
nones elitista-competitivos, toman decisio- nes futuras, creando serios problemas. De
nes de gran importancia práctica. aquí la miopía que parecen sufrir gran par-
Piénsese también en el nexo entre de- te de las decisiones en la política. De aquí
mocracia competitiva y aquel fenómeno, surge también la paradoja por la cual los
tan ampliamente difundido en la praxis del contenidos de los programas electorales se
accionar político, llamado "corto-placismo" hacen cada vez más genéricos y generales,
(short-termism). Los partidos políticos pre- mientras que siempre hay más espacio de
disponen su propia plataforma electoral acción para los expertos en las técnicas de
pensando en las elecciones sucesivas y no persuasión y para capturar (y, muy a menu-
en los intereses de las futuras generaciones. do, manipular) las preferencias de los elec-
Y ésta, de hecho, es la estrategia a seguir tores. La consecuencia 'economicista' de la
para vencer en la competencia electoral. concepción de la ciudadanía, a su vez vin-
Sin embargo, la política auténticamente culada al dominio de los lobbies económicos,
democrática es la visión de los intereses en es el hacer que los ciudadanos sean induci-
el largo plazo. La responsabilidad hacia las dos a desarrollar un rol pasivo en el proce-
generaciones futuras es una cuestión que, so democrático, dentro del cual el debate
sobre todo hoy, no puede ser eludida. La electoral es controlado por los expertos. La
naturaleza de la mayor parte de los temas conclusión sobre lo arriba expuesto es que
relevantes en los ámbitos, ya sean éstos so- el modelo de democracia representativa no
ciales o económicos, es hoy tal que las de- es capaz, en las actuales condiciones histó-
cisiones que los gobiernos toman sobre la ricas, de generar y defender aquellas insti-
base de un horizonte temporal breve gene- tuciones económicas de las cuales depende,
ran casi siempre efectos de largo plazo que ya sea una elevada tasa de innovación como
repercuten sobre las generaciones futuras, así también la ampliación de la platea de
a las cuales los gobiernos no responden actores que tengan título para participar del
electoralmente. (La segunda columna de la proceso productivo. La democracia delibe-
que se ha hablado más arriba, entonces se rativa, en cambio, muestra estar a la altura
desmorona). Tomemos dos ejemplos. Si el de la situación.
gobierno de un pequeño país decide crear, Quisiera llamar la atención acerca de dos
por razones electorales, un paraíso fiscal en implicancias prácticas de lo mencionado
el cual se favorezca el lavado de dinero su- anteriormente. La primera concierne a la
cio, esto producirá efectos no solamente en organización institucional que pensamos
el funcionamiento de los mercados finan- debe asumir el sector non profit en nuestro
cieros, sino también en las generaciones fu- país. Si se observan los orígenes y el desa-

Revista Cultura Económica 31


rrollo histórico del variado mundo de las recer sólo a uno de ellos. Elegir la segunda
organizaciones de la sociedad civil es posi- alternativa significa, de hecho, hacer preva-
ble individualizar tres modelos identitarios, lecer, a largo plazo, el tercer modelo de non
que, a su vez, nos llevan a otras lógicas de profit. No hay necesidad de gastar palabras
funcionamiento y modelos organizativos. en demostrarlo. Ahora, quien considera -y
El más antiguo ve a las organizaciones non quien escribe se encuentra entre éstos- que
profit (ONP) como una expresión fuerte y hay buenas razones para que esto último no
de emanación directa de la sociedad civil: sea deseable, tiene el deber de indicar cuá-
una libre reunión de personas en torno a les sean ellas. Indico sólo dos.
un proyecto a realizar juntos para la per- La primera es que un non profit pensado
secución de intereses colectivos aunque no como cadena de transmisión del for profit
universales. El principio regulativo sobre el no produciría un mejoramiento significati-
que se basa este modelo es el de subsidia- vo en la situación: el rol de las ONP sería
riedad horizontal, así como ha ido afirmán- de hecho, meramente aditivo. Pero nosotros
dose a partir del Humanismo Civil (siglo sabemos que la clave del non profit reside en
XV). El segundo modelo muestra a las ONP su carácter 'emergente', en tanto pone en
como sostén de la esfera pública. Piénsese discusión todas las relaciones preexistentes
en aquellas realidades non profit creadas y entre los varios actores de la sociedad y el
sostenidas por sujetos colectivos institucio- Estado. No se limita a sumar relaciones a
nalizados, como los sindicatos, los entes lo- las ya existentes, sino que cambia su natu-
cales, los IPAB, etc. El principio regulatorio raleza. La segunda razón tiene que ver con
de dicho modelo es la subsidiariedad verti- la dimensión justificadora' de las ONP. És-
cal. Nótese la diferencia: mientras que con tas crean valor ya sea instrumental como así
esta última 'se ceden' cuotas de soberanía, también expresivo. El primero se mide en
con la subsidiariedad horizontal 'se com- términos de los resultados producidos, de
parte' soberanía. Finalmente el tercer mo- aquí el énfasis que la literatura especializada
delo, de reciente afirmación, ve a las ONP pone en los aspectos organizativos y de ges-
como una derivación de los sujetos for profit. tión de las ONP: éstos deben ser eficientes
Piénsese en las múltiples expresiones de la si quieren ser sostenibles. El valor expresivo
corporate philanthropy y de las fundaciones o simbólico de las ONP, se mide, en cambio,
de empresas, ya muy difundidas también por su capacidad de producir bienes rela-
en nuestro país. En el fondo de este modelo ciónales y, sobre todo, capital social de tipo
encontramos el principio de 'restitución': la linking; en pocas palabras, por su capacidad
empresa for profit sabe que debe restituir a la para ampliar los espacios de libertad de los
sociedad una parte del beneficio obtenido, ciudadanos, los cuales deben poder expre-
ya que este último es también 'mérito' de la sar con obras los valores o los carismas de
sociedad. los que son portadores.
También es verdad que en el curso del Ahora bien, si después de procedimien-
tiempo se ha ido produciendo cierta hibri- tos legislativos o administrativos fuese a
dación de los tres modelos identitarios, y afirmarse como hegemónico el segundo o
esto también en relación a las característi- el tercer modelo identitario, resultaría cla-
cas culturales de cada país y de cada lugar. ro que el valor expresivo del non profit sería
Pero también es verdad que, según preva- estúpidamente sacrificado en ventaja del
lezca uno u otro modelo, se desprenden instrumental. Pero hoy no se advierte, sobre
consecuencias distintas no sólo en lo que todo en nuestro país, una gran necesidad
atañe a la governance de las ONP, sino tam- de ONPs 'desbalanceadas' hacia el lado del
bién en referencia al tipo de relaciones que funcionamiento. He aquí por qué la posi-
ellas establezcan con los otros sectores de la ción que prefiero es aquella de un non profit
sociedad. La cuestión crucial a afrontar es plural, que deje a los sujetos de la sociedad
entonces, la de decidir si se quiere que los civil, portadores de cultura, la elección del
tres modelos puedan coexistir pacíficamen- modelo que consideren más cercano a su
te entre ellos o si el diseño institucional y 'visión del mundo'.
por lo tanto el cuadro normativo deba favo- Vivimos en una época en la cual se anun-

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cian grandes cambios en el sector legislati- no acepta que el espacio público esté ocu-
vo, sobre todo en lo que concierne a nuestro pado totalmente por los partidos, los cuales
tercer sector. La ley del año 2006 que insti- si bien son actores indispensables, no son
tuye la figura de la empresa social está por los únicos en un escenario en el que actúan
entrar en función (los cuatro reglamentos actores sociales y civiles. No acepta que es-
que todavía faltan deberían ver la luz antes tos últimos sean asimilables a los primeros.
de fin de año; la reforma de la ley 266/1991 Las dos concepciones tienen su razón de ser
sobre el voluntariado ya ha sido depositada y sus respectivos puntos fiiertes y débiles.
en la Comisión XII de la Cámara de Dipu- Aunque diversamente interpretadas, ellas
tados; el borrador de la reforma del Libro I, están presentes de manera transversal, en
Título II del Código Civil que tiene que ver ambas alineaciones de la política italiana.
específicamente con las ñindaciones y las ¿Qué consecuencias prácticas derivan de
asociaciones, está por ser enviado al Conce- las dos concepciones de la política? En pri-
jo de Ministros; la Agencia para la ONLUS mer lugar, una manera distinta de interpre-
está preparando, junto con la Agencia de tar el principio de subsidiariedad. Mientras
Ingresos, una propuesta de ley que apunta la política como enterprise association privile-
a simplificar y a hacer operativamente más gia la subsidiariedad negativa, que consis-
eficaz el cinco por ciento; la reforma de la te en la prohibición de sustracción (nunca
ley 47/1987 sobre las organizaciones no gu- privar de autonomía a las unidades sociales
bernamentales debe ser actualizada). Se re- inferiores), la política como civil association
quiere poner manos a la obra para alejar el hace hincapié en la subsidiariedad positiva,
peligro de que, en ausencia de un debate que consiste en el deber de ayudar, ponien-
apasionado y civil sobre "hacia dónde está do la órbita de lo social al servicio de la per-
yendo el non profit italiano", los procedi- sona. En el primer caso, la subsidiariedad
mientos que se anuncian, terminen por im- es, de hecho, una técnica de gobierno, en
poner, de modo subrepticio, un modelo en el segundo caso, es más bien un principio
particular, lo que terminaría por producir de orden social. Una segunda consecuencia
efectos perversos, provocando graves lace- importante concierne la factibilidad o no de
raciones. realizar algunas de las más relevantes accio-
Deseo hacer un rápido comentario sobre nes de la democracia deliberativa. Las mis-
una segunda implicancia de la lógica del mas están basadas en el principio que exige
bien común. Hoy se están confrontando, y alcanzar las decisiones de cierto peso -pién-
a veces colisionando, dos visiones de la rela- sese en el gobierno del territorio, en las
ción entre sociedad política y sociedad civil. grandes infraestructuras, en el cuidado del
Esto depende de la concepción de la polí- ambiente- involucrando todas las partes en
tica que se quiera adoptar. Evocando la ya causa o a sus representantes, sobre la base de
famosa diferenciación del politólogo ameri- una adecuada información y en un contexto
cano M. Oakeshott, la opción es entre políti- de colaboración. El ejemplo más inmediato
ca como enterprise association y política como es el francés, donde la reciente ley sobre la
civil association. La primera concepción, que "democracia de proximidad" ha impuesto
presupone al menos en algún grado una vi- el desarrollo de un 'debate público' cuando
sión de la sociedad de tipo organicista, ve a se deben tomar decisiones, cuyos efectos se
la política como la actividad que debe guiar extienden más allá del horizonte temporal
a la sociedad en una dirección determina- fijado por las sesiones electorales. La Com-
da. De este modo, la órbita de lo político mission nationale du débat publique, cuya com-
coincide de hecho con la órbita de lo públi- posición refieja todas las expresiones de la
co. Para esta concepción de la política los sociedad francesa, asegura la imparcialidad
partidos son asimilables al management de de la discusión, organiza los debates locales
una gran empresa, que debe esforzarse para y verifica que las decisiones tengan en cuen-
hacer compatibles los pedidos de los varios ta los resultados de la consulta. Otro ejem-
tipos de stakeholder para gobernarse. La plo es el de los foros deliberativos, como
otra concepción, en cambio, que se acerca fueron pensados y reglamentados por J. Fis-
al ideal liberal-democrático de la política. hkin, que se van difundiendo cada vez más

Revista Cultura Económica 33


en Norteamérica. Otro ejemplo es el de la adecuada para interpretar las exigencias de
reciente decisión del gobierno de Gordon progreso -y no sólo de desarrollo- de un
Brown de crear los jurados ciudadanos' y país como el nuestro, que se encuentra fren-
las 'comisiones cívicas' en las cuales los ciu- te a desafíos inéditos de dimensión epocal?
dadanos más o menos organizados, pueden Si la sociedad humana no está garantizada
hacer valer sus razones (ya no preferencias por la mera reunión de intereses contras-
o deseos) en relación a cuestiones de inte- tantes entre los distintos grupos sociales,
rés común, como la infancia, el crimen, la ¿qué noción de la política es la más apta
salud, etc. Claramente sólo la política como para asegurar las condiciones para el 'estar
civil association es capaz de dar rienda suelta con', es decir, para dar vuelo al principio de
a éstos o a otros institutos que representan fraternidad? Si el fin de la política es el bien
la condición necesaria para la participación común de la sociedad humana, ¿cuál es la
popular de tipo deliberativo. La concepción idea de política más coherente y eficaz a la
alternativa de la política puede asegurar al cual se debe apuntar? Mi respuesta es la po-
máximo la participación consultiva y la pe- lítica como asociación civil.
ticionaria, como sucede por ejemplo con los
referéndum.
Una tercera consecuencia de relevancia 4. Capital social de tipo linking y finanzas
tiene que ver con el proceso de reforma de socialmente responsables
los gobiernos, ya sean centrales como así
también locales. Lo que está en juego es Paso finalmente a la tercera palabra clave:
cómo reinventar las burocracias y las admi- fraternidad. Fue la escuela de pensamiento
nistraciones públicas para mejorar su per- franciscana la que otorgo a la palabra fra-
formance. Hasta los años noventa del siglo ternidad el significado que ha conservado a
pasado, la respuesta que se ofrecía en el lo largo del tiempo. Hay páginas de la Regla
enfoque del New Public Management ha sido de Francisco que nos ayudan a comprender
básicamente la de introducir en las activi- bien el sentido del principio de fraternidad,
dades de gobierno lógicas y principios tí- que es el de ser una suerte de complemento
picos del mercado (esquemas de incentivo, algebraico del principio de solidaridad.
descentralización, externalización, desre- De hecho, mientras que la solidaridad
gulación, etc.). Sin embargo, los resultados es el principio de organización social que
fueron inferiores a las expectativas, y pour permite a los desiguales transformarse en
cause. Éste es el motivo por el cual en estos iguales, el principio de fraternidad es aquel
últimos años, en los países más evoluciona- principio de organización social que permi-
dos, se está pasando al llamado third-party te a los iguales ser diferentes. La fraternidad
government, que privilegia los instrumentos permite a las personas que son iguales en su
indirectos de acción pública, como conve- dignidad y en sus derechos fundamentales,
nios, bonos sociales, deducciones y des- expresar en modo diverso su plan de vida, o
cuentos fiscales, préstamos garantizados, su carisma. Las épocas que dejamos a nues-
programas de asset building y otros. La nue- tras espaldas, el siglo XIX y sobre todo el
va governance que se va delineando se apo- siglo XX, se han caracterizado por grandes
ya sobre dos ideas-fúerza. Por un lado, la batallas en nombre de la solidaridad, ha-
solución de los problemas públicos postula yan sido éstas culturales o políticas, y esto
un enfoque cooperativo por parte de todos ha sido algo bueno: piénsese en la historia
los segmentos de la sociedad; por el otro, del movimiento sindical y en la lucha por la
el enfoque cooperativo necesita del pasaje conquista de los derechos civiles. El punto
de la jerarquía a la red. Solamente una con- es que una buena sociedad no se puede con-
cepción de la política como civil association tentar con el horizonte de la solidaridad, ya
es capaz de incorporar el paradigma de la que una sociedad que fuese sólo solidaria
nueva governance. y no fraterna sería una sociedad de la cual
En definitiva, el verdadero nudo a des- cada uno buscaría alejarse.
atar es: en las condiciones históricas ac- Es fácil comprenderlo. Como se sabe,
tuales, ¿qué visión de la política es la más son dos las categorías de bienes que par-

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ticipan en nuestro bienestar: los bienes de bombres. Segundo, la idea de desarrollo,
justicia y aquellos de gratuidad. Los bienes entendida como compromiso de las gene-
de justicia, por ejemplo, aquellos que están raciones presentes para proveer en parte a
asegurados por el welfare state, establecen las necesidades de la generación futura y,
un preciso 'deber' a cargo de alguna enti- por lo tanto, como necesidad de acumula-
dad (típicamente pero no sólo, el Estado), ción. Tercero, la libertad de empresa y en
de modo que los derechos de los ciudada- consecuencia, el principio de competencia
nos sobre aquellos bienes sean satisfechos. como método para coordinar las decisiones
En cambio, los bienes de gratuidad, por tomadas por una multitud de sujetos y para
ejemplo los bienes relaciónales, fijan una favorecer la emulación. Estos tres principios
obligación que deriva de un vínculo espe- están orientados a un fin último que es el
cial que nos une a uno con el otro. Es el bien común. Con el advenimiento de la Re-
reconocimiento de una mutua ligatio entre volución Industrial y luego con la afirmación
las personas sobre la que se funda una ob- de la filosofía utilitarista de J. Bentbam, la
ligatio. Nótese que cuando para defender economía de mercado, aunque conserva los
un derecho se recurre a la ley, se cumple tres principios, cambia el fin que deviene en
con una obligación por vía de gratuidad y el bien total y ya no más en el bien común.
como consecuencia de un proceso de reco- La lógica del beneficio que comporta en sí
nocimiento recíproco. Pero nunca, ninguna misma la economía capitalista no es otra
ley, ni siquiera la constitucional, podrá obli- cosa que la aplicación práctica de la lógica
garnos a la relacionalidad. del bien total. La economía de inercado por
Y sin embargo, los bienes de gratuidad lo tanto, es el genus, mientras que el capita-
son fundamentales para la necesidad de fe- lismo es nm species. Los grandes constructo-
licidad que cada persona conlleva. Porque res de la economía de mercado en la species
donde no hay gratuidad, no puede haber civil, fueron sobre todo los franciscanos y
esperanza. De hecho, la gratuidad no es una más tarde los dominicos, mientras la spe-
virtud ética, como lo es la justicia. La misma cies capitalista de la economía de mercado
considera la dimensión que está por sobre está sobre todo ligada a la escuela de pensa-
la ética del accionar humano; su lógica es miento escocés.
la de la sobreabundancia. La lógica de la ¿Es posible boy lograr un mercado civil?
justicia, en cambio, es la de la equivalencia, Vale decir, ¿tiene sentido esforzarse en ima-
como enseñaba Aristóteles. Entendemos ginar un modelo de economía de mercado
entonces por qué la esperanza no puede capaz de incluir (al menos tendencialmen-
basarse en la justicia. En una sociedad, por te) a todos los bombres y no solamente a
bipótesis, perfectamente justa, no babría aquellos adecuadamente 'provistos' o dota-
espacio para la esperanza. ¿Qué podrían dos, y de valorizar, es decir, atribuir valor
esperar sus ciudadanos? No sería así en una a ambas dimensiones del ser bumano, la
sociedad donde el principio de fraternidad expresiva como así también la adquisitiva,
baya logrado ecbar raíces profundas, justa- y no solamente a la dimensión adquisitiva
mente porque la esperanza se nutre de la como sucede actualmente?
sobreabundancia. Desde el advenimiento de la economía
Un punto que se suele olvidar demasiado de mercado en adelante es el intercambio
a menudo es que la economía de mercado el que va a permitir una gran diversidad
moderna se constituye a partir del Huma- genética en las poblaciones bumanas. Pero
nismo, durante el siglo XV. Tres son sus cabe recordar que en sus inicios, la econo-
principios regulativos. Primero, la división mía de mercado fue fundada no solamen-
del trabajo, con el fin de permitir a todos te sobre los principios del intercambio de
los seres bumanos participar en el proce- equivalentes y redistributivo, sino también
so productivo, también a aquellos menos sobre el principio de reciprocidad. Fue con
dotados física o intelectualmente. Es de la la explosión de la Revolución Industrial y,
división del trabajo que nace la necesidad por lo tanto, con la plena afirmación del sis-
del intercambio sistemático y, por lo tanto, tema capitalista que el principio de recipro-
de la inevitable interdependencia entre los cidad se pierde en el camino, y por si esto

Revista Cultura Económica 35


fuera poco, es excluido del léxico económi- dad; no es, de becbo, capaz de progresar
co. Con la modernidad se afirma así, la idea aquella sociedad en la cual existe solamente
según la cual un orden social puede soste- el 'dar para tener' o bien el 'dar por deber'.
nerse solamente sobre los otros dos princi- He aquí por qué ni la visión liberal-indivi-
pios. De aquí el modelo dicotómico Estado- dualista del mundo, en la cual todo (o casi)
mercado: al mercado se le pide eficiencia, es intercambio, ni la visión estado-céntrica
es decir, producir cuánta riqueza se pueda, de la sociedad, en la cual todo (o casi) es de-
en función del vínculo de los recursos y de bido, son guías seguras para bacernos salir
los conocimientos tecnológicos; en cambio, del estancamiento en el cual nuestras ciuda-
al Estado se le exige el deber primario de des están boy empantanadas.
proveer a la redistribución de esa riqueza Un modo eficaz para comprender la re-
para garantizar niveles socialmente acepta- levancia de lo arriba expuesto es conside-
bles de equidad. rar el sentido de la noción de capital social
Pensemos, para considerar un solo ejem- como factor de progreso. Robert Putnam
plo, en el amplio debate, aún lejos de con- (1993; 2000) ba trazado una neta distinción
cluir, acerca del big trade-ojf-recordcindo el entre capital social de tipo bonding y capital
título del célebre libro de Arthur Okun de social de tipo bridging. El primero es el con-
1975- entre eficiencia y equidad (o justicia junto de las relaciones que se forman entre
distributiva). ¿Es preferible favorecer a una personas que pertenecen a un mismo grupo
o a la otra?, vale decir, ¿es mejor dilatar el social caracterizado por una fuerte homo-
espacio de acción del principio del inter- geneidad de valores y de intereses: una fa-
cambio de equivalentes, que apunta preci- milia, una asociación, la comunidad de un
samente a la eficiencia, o bien atribuir más pueblo. Este tipo de capital crea relaciones
poderes de intervención al Estado con el fin fiduciarias, pero de corto alcance: realiza
de que éstos mejoren la distribución del ré- más bien formas de solidaridad, pero sola-
dito? Y además: ¿a cuánta eficiencia se debe mente a favor de los miembros del grupo.
renunciar para mejorar los resultados en el El capital social de tipo bridging, en cam-
frente de la equidad? Y así sucesivamente. bio, es aquél que se crea cuando personas
Interrogantes de este tipo ban colmado (y que pertenecen a grupos sociales diversos,
colman) las agendas de estudio de grupos y también entre aquellos culturalmente dis-
de economistas y de científicos sociales, con tantes, llegan a entretejer formas estables
resultados prácticos más bien modestos, a de relaciones interpersonales. Nace de aquí
decir verdad. La razón principal de esto la confianza generalizada, que es algo bien
no está ciertamente en la carencia de datos diferente de la confianza particularista arri-
empíricos o en lo inadecuado de los instru- ba mencionada. Hoy sabemos que la con-
mentos de análisis a disposición. Más bien fianza generalizada es el verdadero factor
la razón es que esta literatura se ba olvida- de desarrollo económico y de progreso mo-
do del principio de reciprocidad, es decir, ral de un país. Sólo ella, de hecbo, es capaz
del principio cuyo fin propio es aquél que de generar aquel capital reputacional que
pone en práctica la cultura de la fraterni- rebaja significativamente los costos de tran-
dad. Haber olvidado que no es sustentable sacción.
una sociedad de seres bumanos en la que Hay, sin embargo, un tercer tipo de ca-
se elimina el sentido de fraternidad y en la pital social no considerado por Putnam (ni
cual todo se reduce, por un lado, a mejorar por su escuela): aquél de tipo linking. Éste
las transacciones basadas en el intercambio consiste en las redes de relaciones entre or-
de equivalentes y, por otro, a aumentar las ganizaciones de la sociedad civil (asociacio-
transferencias realizadas por estructuras nes, fundaciones, Ongs, iglesias) e institucio-
asistenciales de naturaleza pública, nos da nes político-administrativas (ya sea a nivel
cuenta de por qué, no obstante la calidad de central o local) con miras a la realización de
las fuerzas intelectuales en dicbo campo, no obras que ni la sociedad civil ni la sociedad
se ba llegado aún a una solución creíble de política solas, podrían realizar. El principio
aquel trade-off. No tiene futuro una sociedad regulativo de las relaciones entre los dos ti-
en la cual se disuelve el principio de gratui- pos de sociedad es el de subsidiariedad.

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Pues bien, la situación de nuestro país es donde ir, se necesita conocer el fin al cual
que a un elevado capital social de tipo bon- se tiende. Pero el fin no lo puede decidir la
ding, y a un adecuado nivel de capital social política por sí sola. Ella está más bien llama-
bridging, se enfrenta un insuficiente nivel de da a servirlo. No puede fijarlo ni una élite
capital social de tipo linking. Y con esto se de intelectuales ni una oligarquía del poder
explica el problema italiano. No es cierto económico-financiero. Es la democracia
-como ya todos lo saben- que la carencia de participativa el lugar ideal-típico donde la
capital humano o la de capital físico impi- sociedad política, sociedad civil y sociedad
da a nuestro país realizar su extraordinario comercial pueden llegar a definir qué es el
potencial. Es más bien la 'separación' de la bien común del país.
sociedad civil y la sociedad política, por una Si las cosas están en estos términos,
parte, y la insuficiente dotación de confian- ¿quién debe empezar a romper esta suerte
za generalizada, por la otra, el verdadero de círculo vicioso abriendo el camino a la
cuello de botella de Italia. creación del capital social de tipo linking?
¿En qué ámbitos esta debilidad se bace Mi respuesta es clara: las asociaciones de
sentir más? Indico tres, aquellos que a mí empresarios privados y sociales. No sólo
me parecen más críticos. El primero es empresas privadas sino también y sobre
aquél que concierne a la dificultad de crear todo empresas sociales. Permítaseme hacer
un modelo de welfare que sea compatible referencia a un gran empresario fiorenti-
con las exigencias de desarrollo del país. no del Humanismo civil, Coluccio Salutati,
El welfare italiano es todavía de viejo tipo, quien en 1437 escribía: "Consagrarse ho-
es decir, de resarcimiento, un modelo que nestamente a la actividad económica puede
apunta a mejorar las 'condiciones de vida' ser una cosa santa, más santa que vivir en
de los grupos que se encuentran en un ma- el ocio de la soledad, porque la santidad al-
yor grado de necesidad. Se gastan nume- canzada con una vida rústica sirve solamen-
rosos recursos para los pobres y los mar- te a uno mismo, pero la santidad de la vida
ginados, pero estos resultan escasamente laboriosa eleva la existencia de muchos".
eficaces, en el contexto actual marcado por ¿Qué hay de notable en este párrafo? La
el fenómeno de la globalización. Se requie- idea de que la vida económica en cuanto ge-
re realizar pasos decisivos hacia un welfare neradora de valor está de por sí consagrada
centrado en las capacidades, que incida en al bien común, algo que encontramos más
las 'capacidades de vida' de los necesitados. que eficazmente realizado por varias de las
Pero, sin capital social de tipo linking esto expresiones del movimiento católico italia-
no puede realizarse. no. Pero, ¿bajo qué condiciones se realiza
Segundo. Italia posee un capital humano esto? Depende de que a la motivación ex-
muy respetable: instituciones de investiga- trínseca, representada por la búsqueda del
ción universitaria de buen nivel y un mun- beneficio, el empresario acompañe la moti-
do empresario vivaz y apasionado. Y, sin vación intrínseca, que consiste en compren-
embargo, universidades, empresas y entes der que las dotes que hacen de un sujeto un
locales no logran crear sinergias para dar empresario deben estar al servicio del bien
vida a fundaciones de desarrollo, sobre el común. El empresario que mira sólo a la
modelo de la Silycon Valley en California, o maximización del beneficio es un sujeto ver-
distritos industriales de nueva generación. daderamente mediocre. Por un lado, porque
La desconfianza recíproca -es decir la falta en las condiciones históricas actuales no es,
de confianza- que reina entre los vértices después de todo, tan difícil alcanzar ese fin.
del triángulo indicado no permite generar Pero sobre todo es un sujeto miope, y por lo
recorridos virtuosos de desarrollo que sin tanto tonto, porque no se da cuenta de que
embargo estarían al alcance. no podrá mantener por mucho tiempo su
Tercero. La falta de un ethos compartido posición en el mercado si no puede contar
es lo que condena a Italia al corto-placismo. con el sostén de la sociedad civil.
Decía el gran escritor latino Séneca: "no ¿Cómo hacer entonces que el mercado
hay vientos favorables para el navegante pueda volver a ser un medio para reforzar
que no sabe donde debe ir". Para saber a el vínculo social a través de la promoción.

Revista Cultura Económica 37


ya sea mediante la promoción de prácticas ¿por qué desde hace poco más de un cuar-
de distribución de la riqueza, que se sirven to de siglo a esta parte se está asistiendo al
de los mecanismos del mercado para alcan- restablecimiento masivo de formas múlti-
zar la equidad, como así también a través ples de finanzas éticas, como la banca éti-
de un espacio económico en el cual los ciu- ca, las microfinanzas o los fondos éticos?
dadanos que libremente lo eligen puedan Para responder se requiere comprender en
poner en práctica y, por lo tanto regenerar qué sentido es ética la finanza ética. ¿Aca-
aquellos valores (tales como la solidaridad, so se quiere decir que la finanza comercial
el espíritu de iniciativa, la simpatía, la res- no es ética, y, por lo tanto, que todos aque-
ponsabilidad empresaria) sin los cuales el llos que operan en el sector financiero en
mercado mismo no podría durar por mu- los más variados contextos exhibirían un
cho tiempo? La condición a cumplir es que comportamiento éticamente censurable?
pueda afirmarse dentro del mercado -y no Ciertamente no; pero entonces, ¿por qué
ya fuera o en contra de él- un espacio eco- tal distinción? Como se comprende, se trata
nómico formado por sujetos cuyo accionar de una cuestión en ninguna forma secunda-
esté inspirado por el principio de recipro- ria. Para esbozar una respuesta, considero
cidad. El aspecto esencial de la relación de oportuno partir de una consideración de
reciprocidad es que las transferencias que la carácter general: la finanza ética es parte
misma genera son indisociables de las rela- de un fenómeno mucho más amplio que es
ciones humanas: los objetos de las transac- el consumo ético. No podemos comprender
ciones no son separables de aquellos que les plenamente la finanza ética si no compren-
dan vida; vale decir, en la reciprocidad el demos primero el genus del cual la finanza
intercambio deja de ser anónimo e imper- ética forma parte, y el genus es precisamen-
sonal, como en cambio ocurre con el inter- te el consumo ético.
cambio de equivalentes. En el curso de los últimos dos siglos la ca-
Ya alrededor de la mitad del siglo XIX, tegoría económica del consumo ha estado
en Europa primero y luego en los Estados sujeta a tres teorizaciones diversas. En una
Unidos, comienza a tomar forma la idea de primera fase, durante todo el siglo XIX, el
intentar corregir los errores más evidentes consumo ha sido visto como destructivo.
de la lógica del bien total, sobre todo en re- La misma palabra consumo, en el lenguaje
ferencia a la esfera propiamente financiera. corriente es usada como sinónimo de des-
Piénsese en el Banco del Pueblo ñmdado en trucción. Decimos 'se consume una cosa'
enero de 1849 por PJ. Proudhon, cuya acti- para decir que se la destruye. Una vez con-
vidad durará sólo siete semanas, pero cuyos sumida no existe más. Es por esta razón que
dos principios fundamentales, por un lado, durante todo el siglo XIX, la virtud cívica
que el acceso al crédito es el mejor camino por excelencia ha sido la parsimonia. Era la
para combatir la pobreza, y por otro, que el postura parsimoniosa la que merecía respe-
crédito constituye un fuerte vínculo social, to y consideración a nivel público. El con-
continuarán, con gran éxito, en las expe- sumo pertenecía a la esfera del vicio; tanto
riencias sucesivas. Me refiero a los "bancos es así que cuando Bernard de Mandeville
del villaggio", el primero de los cuales fue publica en 1714 su célebre "La Fábula de
fundado por F.W. Raiffeisen en 1864, a las las abejas. Vicios privados y beneficios pú-
Cooperativas de ahorro y crédito ideadas blicos", él mismo corre serios riesgos en su
por Schulze y Delitzsch y, finalmente, a las integridad física por haber sostenido una
Cajas de Ahorro y a las Cajas Rurales italia- tesis muy anticipada en relación al espíritu
nas, de cuyo rol en el desarrollo económico de los tiempos: decir que el consumo es un
de nuestro país no se hablará nunca lo su- acto positivo mientras que la parsimonia,
ficiente. diríamos hoy, el ahorro, es un acto negati-
La literatura sobre estas instituciones vo. Se requerirá más de un siglo, antes de
bancarias aún existentes es hoy en día tan que Keynes pueda defender esa tesis. Es de-
vasta y conocida que no hace falta detener- cir que durante todo el siglo XIX, es domi-
se aquí a ilustrar sus contenidos. Más bien, nante en la cultura, ya sea económica como
conviene plantearse la siguiente pregunta: de filosofía moral, la idea según la cual el

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consumo es un acto de destrucción y por lo la del consumidor socialmente responsa-
tanto algo que se necesita contener y limi- ble. No es solamente la empresa la que ha
tar al máximo, mientras que el ahorro es la de ser socialmente responsable. También
virtud cívica por excelencia. el ciudadano, aquí como consumidor, no
El siglo XIX es el siglo de Keynes, en el puede considerarse exonerado de la obliga-
curso del cual la perspectiva de este discur- ción de utilizar el propio poder adquisitivo
so es completamente modificada. Keynes para contribuir a alcanzar fines que él juzga
hará del consumo la variable fundamental como éticamente relevantes. Y bien, es en
del proceso económico. El multiplicador este contexto que se inserta el discurso de
del rédito quiere significar esto: que una la finanza ética. ¿En qué sentido, es ética la
economía para desarrollarse necesita que el finanza ética? Lo es, en tanto el componen-
consumo se mantenga a niveles altos. Así, te valorativo se transforma en el fin del ac-
el consumo, de ser una actividad destructi- cionar económico y no tanto en un vínculo
va se transforma en una actividad virtuosa, a respetar o en una norma legal a tener en
aquella que pone en marcha el mecanismo cuenta.
económico. Las dos concepciones que he Ahora, mientras la finanza comercial in-
ilustrado brevemente (el consumo como troduce el componente ético en el propio
destrucción y el consumo como recurso), sistema de vínculos, la finanza ética lo ve
son muy distintas entre sí, pero tienen un como componente de su función objetivo.
elemento en común: el de ver el consumo Es éste el núcleo fundamental. La finanza
como dependiente de la producción. Quien ética ubica el logro de determinados obje-
guía la danza del juego económico es siem- tivos o de determinados valores como pre-
pre la producción, al consumo le está siem- ferencia y no como obligación. El banquero
pre reservado un rol secundario. comercial se comporta de modo ético si res-
La novedad de la actual fase histórica, peta las reglas del juego, si no evade o no
es la tendencia hacia la alteración de la re- elude los impuestos, si no traiciona la con-
lación de dependencia entre el consumo y fianza de los ahorristas, y así sucesivamente.
la producción. El consumo está tomando, a En cambio, poner la dimensión ética como
pesar de miles de dificultades, la primacía. argumento de la función objetivo significa
En este sentido, hoy se está verificando una que el sujeto económico está intrínsicamen-
intuición que tuvo el gran filósofo y econo- te convencido de que existen valores o de-
mista inglés John Stuart Mill que ya en la se- rechos que pueden ser realizados en su ple-
gunda mitad del siglo XIX había hablado de nitud por medio de la actividad financiera.
la soberanía del consumidor. En la realidad, En el caso en cuestión el derecho del cual se
el consumidor no ha sido nunca soberano trata es aquél referido al crédito.
y no lo es ni siquiera hoy. Potencialmente, Es verdaderamente paradójico que en el
sin embargo, el consumidor tendría la ca- actual cambio de época, en el cual el térmi-
pacidad de enviar mensajes a la producción no derecho está entre aquellos más sobre-
para que ésta se adecué a sus preferencias. dimensionados, no se haya todavía acusado
Gastando mi dinero de un modo o de otro, recibo de que son muchos los segmentos de
envío una señal bien precisa a quien produ- nuestra población a los que les viene siste-
ce para decirle no sólo qué me agrada que máticamente negado el acceso al crédito y
el produzca sino también el modo en que a la gestión racional del ahorro. Son éstos
deseo que su producto sea obtenido. Tal es sujetos que aún siendo portadores de ideas
así que, si el consumidor sabe que las zapa- y de proyectos industrialmente creíbles, no
tillas de tenis (la referencia es al caso Nike) disponen de garantías colaterales ni de ga-
o bien la leche en polvo son producidos en rantías reales; los inmigrantes que, por ser
un modo que él juzga éticamente contrario clasificados como sujetos no bancarizados,
a su visión del mundo, desencadena la san- se ven sistemáticamente racionados en el
ción económica, por ejemplo, en forma de crédito o a los que no se les reconoce su soli-
boicot. citud para gestionar microdepósitos. Todos
La gran novedad de esta época es por lo ellos que, deseosos de salir de la pobreza
tanto, el surgimiento de una nueva figura, (en el sentido relativo), rechazan el camino

Revista Cultura Económica 39


del asistencialismo público o privado, por- por lo tanto, de la pérdida de autonomía
que prefieren valerse de las oportunidades que siempre las intervenciones en clave
que el mercado pueda ofrecerles. asistencial llevan a generar. La microfinan-
Generalizando un instante, se puede de- za considera por lo tanto el contexto social y
cir que, mientras ayer pobre era quien no normativo como un dato desde el cual par-
podía acceder a niveles decentes de consu- tir. Un segundo límite fue bien evidenciado
mo, hoy es pobre sobre todo quien es de- por el Consultative Group to Assist the Poor
jado fuera de los circuitos de producción (GGAP) en su The impact of microfinance,Do-
de riqueza, o sea, quien se ve constreñido nor Brief, n. 13, Julio de 2003. Se lee allí que
a la irrelevancia económica. Me gustaría la microfinanza se dirige, básicamente, a los
en este punto, recordar un pensamiento de 'moderadamente pobres' y no a los que es-
Hannah Arendt, de quien se ha cumplido tán en la pobreza extrema, los cuales tienen
recientemente el centenario de su naci- más que nada necesidad de todo cuanto
miento. Escribía en El origen del totalitarismo sirve para alcanzar el umbral de la subsis-
(1951): "el mal radical reside en la voluntad tencia en sentido fisiológico. Por otra parte,
perversa de hacer a los hombres superfluos. las intervenciones de microfinanzas postu-
Es como si las tendencias políticas, sociales lan, para producir determinado efecto, al
y económicas de esta época conjurasen se- menos un simulacro de organización insti-
cretamente para manipular a los hombres tucional de mercado, y donde hay pobreza
como si fuesen cosas superfluas". Son en- extrema ni siquiera se puede hablar de mer-
tonces sobre todo los pobres los que tienen cado. En tal sentido, la microfinanza tiende,
necesidad de servicios financieros, ya sea en de por sí, a acrecentar la desigualdad entre
forma de microcrédito como así también en pobres y esto en la medida en que los más
la gestión del ahorro. Pues bien, las diversas pobres entre los pobres, que no presentan
expresiones de la finanza ética son aquellas ningún potencial emprendedor, no tienen,
que contribuyen más que cualquier otra ins- de hecho, acceso al microcrédito. Un tercer
titución económica, a combatir la pobreza límite, finalmente, en parte relacionado al
entendida no tanto como falta de rédito, precedente, es que la microfinanza tiende,
sino como vulnerabilidad y exclusión. Se por su propia naturaleza, a formalizar la in-
puede decir, por lo tanto, que la batalla clusión social de los excluidos mediante su
para asegurar a todos el acceso al crédito es auto-ocupación y el nacimiento de microem-
una verdadera batalla de civilidad. presas. Pero los pobres extremos tienen ne-
¿Qué decir de las perspectivas futuras? cesidad de ocupación, debido a que no son
¿Tienen acaso razón aquellos que sostienen capaces de auto-ocuparse, ya sea por limita-
que la microfinanza estaría sufriendo una ciones de tipo cognitivas o fisiológicas.
irreducible paradoja, aquella por la cual su ¿Cuál es el sentido de lo antedicho? Por
mismo éxito decretase, a la larga, su propia una parte, sugiere que no se debe pretender
extinción? Una respuesta no superficial exi- de la microfinanza aquello que ella no pue-
ge que se apunte a los límites de la microfi- de dar. Para decirlo en términos generales,
nanza además de a sus fortalezas. Téngase la microfinanza tiende a mejorar la 'capaci-
en cuenta que el término límite quiere sig- dad de vida' de las personas, dilata su capa-
nificar aquí confín y no una laguna o error. bility set en el sentido de Amartya Sen, pero
Sólo una comprensión no distorsionada de los pobres extremos requieren intervencio-
los límites de validez y de eficacia de la mi- nes que apunten sobre todo a mejorar sus
crofinanza puede consentirnos el conjetu- 'condiciones de vida'. Por otra, los límites
rar cuál será, en el futuro, su radio de ac- indicados sirven para hacernos compren-
ción. Veamos entonces, de ilustrarlos muy der las fortalezas de la microfinanza. Por ra-
brevemente. zones de espacio los menciono solamente,
En primer lugar, la microfinanza no se debido a que son ya conocidos. La microfi-
ocupa ni se pregunta acerca de las causas de nanza actúa como puente entre el sector in-
la pobreza. Su objetivo es el de intervenir formal y el sector formal de la economía; es
sobre todo, sobre los efectos de la pobreza uno de los instrumentos más eficaces para
aliviando a los pobres de la dependencia y. favorecer la emancipación de las mujeres;

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es el más potente instrumento para aumen- en la etapa inicial de actividad y luego de
tar la tasa de iniciativa empresarial de una dos libras y media en la fase de pleno fun-
comunidad local. Pero sobre todo es la más cionamiento.
creíble -además de ser el camino más efi- Moverse, en cambio, en la óptica del
caz-, para crear el capital social de tipo lin- mercado civil significa preguntarse si el
king que es hoy unánimemente reconocido más alto costo medio por unidad de dinero
como el factor decisivo para el desarrollo. prestado a los sujetos que practican el mi-
Ahora se puede dar una respuesta al inte- crocrédito es o no compensado por el va-
rrogante arriba expuesto. Si la microñnanza lor agregado social (VAS) que la actividad
es capaz de conservar y reforzar su identidad de aquellos sujetos va a producir. A su vez,
-que es aquella definida por sus fortalezas-, esto significa reconocer que la microfinanza
continuará creciendo no solamente en los produce no solamente un valor instrumental
países en vías de desarrollo, sino también en como cualquier otro sujeto que opera en el
aquellos de Occidente avanzado. Si, por el mercado financiero, sino también un valor
contrario, prevalece la posición de aquellos expresivo que es medible, aunque no lo es
que ven en la microfinanza no mucho más según los cánones standard. (Como se sabe,
que un instrumento para suplir a las imper- no se mide la creación del capital social del
fecciones del mercado financiero y, por lo mismo modo en que se mide la eficiencia).
tanto, un ulterior producto para insertar en En definitiva, el destino de la microfinan-
la gama de los servicios financieros ya dispo- za está finalmente vinculado a la capacidad
nibles, entonces tiene los años contados. No (y a la voluntad) de sus dirigentes de reali-
es difícil darse cuenta de esto. Si hacemos zar un balance armónico entre la dimensión
depender la existencia de la microfinanza 'expresiva' y la 'instrumental', evitando que
únicamente de los problemas vinculados a la afirmación plena de una, vaya en detri-
la presencia de información oculta y de ac- mento de la otra. Es éste el verdadero nudo
ción oculta en el mercado de crédito, está a desatar. Mientras que al management de
claro que, resueltos éstos, no habrá más ne- la finanza comercial nadie le pedirá nunca
cesidad de los esquemas de préstamo típi- cuentas del valor expresivo generado por su
cos de la microfinanza (préstamo de grupo; actividad, el management de la microfinan-
reuniones de grupo; restitución a intervalos za debe poder mostrar cuánto valor social
cercanos; etc.). agregado produce en su accionar. Sólo así
He aquí por qué la cuestión del futuro podrá 'justificar' el más alto costo medio
de la microfinanza está indisolublemente arriba mencionado. Se comprende enton-
vinculada a aquella que se relaciona con el ces, por qué es mucho más difícil gestionar
fin último que ella pretende perseguir: si a una actividad de microfinanza que una de
la eficiencia del mercado o a su civilización. finanza comercial. El empresario civil no
En la óptica de la sola eficiencia, a los suje- actúa sólo por motivaciones extrínsecas,
tos que practican la microfinanza no puede aquellas que poseen una naturaleza teleo-
no solicitárseles la completa autosuficien- lógica (se cumple una acción para extraer
cia financiera (después del período inicial de ella el mejor resultado posible) y que son
de su puesta en marcha), con lo que dichos expresión de pasiones peculiares, como la
sujetos terminarán obligatoriamente adop- adquisitiva o la narcisista del yo. El empre-
tando un comportamiento que será sustan- sario civil posee también motivaciones in-
cialmente igual al de la finanza comercial. trínsecas, aquellas por las que se hace una
Por ejemplo, serán los segmentos más ren- cosa por el significado o el valor intrínseco
tables de la clientela los que reciban las ma- de lo que se hace y no sólo por el resulta-
yores atenciones, y esto no para obtener un do final. Tales motivaciones provienen de
beneficio sino para contrastar los excesivos una pasión especial, la pasión por el otro,
costos operativos relacionados a los otros no ya visto en mera clave instrumental. Por
segmentos de la clientela. Una importan- esta razón, el empresario civil se preocupa
te organización de microfinanza inglesa, la no sólo por el 'quantum' producido por sus
Street UK, informa que el costo para pres- iniciativas, sino también por 'cómo' el resul-
tar una libra esterlina ha sido de ocho libras tado final ha sido obtenido.

Revista Cultura Económica 41


Escribió Chesterton: 'Toda la diferencia para la acción gratuita. Si se reconoce que la
entre construcción y creación es exactamen- gratuidad desarrolla una función profética,
te ésta: una cosa construida se puede amar porque porta en sí misma una 'bendición
sólo después de que ha sido construida; escondida', pero no se permite que esta
pero una cosa creada se ama antes de hacer- función se manifieste en la esfera pública,
la existir". Lo mismo vale para diferenciar está claro que el espíritu del don estará su-
al empresario constructor del empresario jeto a una lenta atrofia. La ayuda por la vía
creador. El empresario 'del bien común' es exclusivamente estatal tiende a producir in-
un creador en este preciso sentido. dividuos asistidos pero no respetados en su
dignidad, porque no llega a evitar la repro-
ducción de la dependencia.
5. A modo de conclusión El desafío hoy, es luchar por restituir el
principio del bien común a la esfera públi-
¿Existe lugar para la categoría del bien ca. El bien común, afirmando el primado de
común dentro del discurso y la práctica de la relación interpersonal sobre su exonera-
la economía? ¿O es que esta última está 'con- ción, del vínculo inter subjetivo sobre el bien
denada' a hablar el lenguaje y por lo tanto a donado, de la identidad personal sobre la
ocuparse solamente de eficiencia, beneficio, utilidad, debe poder encontrar espacio de
competitividad, desarrollo y, como máximo, expresión por doquier, en cualquier ámbito
de justicia distributiva? La pregunta no es del accionar humano, también compren-
retórica si se considera que el bien común didas la economía y la política. El mensaje
está hoy en la mira, si bien con intenciones central es, por lo tanto, aquél de pensar la
diversas, de un doble frente, el de los neoli- caridad, y por lo tanto la fraternidad, como
berales y el de los neoestatistas. Los prime- clave de la condición humana, viendo en
ros se 'contentan' con la filantropía y con el ejercicio del don gratuito el presupuesto
varias de las prácticas del conservadurismo indispensable para que Estado y mercado
compasivo para asegurar un nivel mínimo puedan funcionar teniendo como meta el
de asistencia social a los segmentos débiles bien común. Sin prácticas extendidas de
y marginados de la población. Pero que no gratuidad se podrá también tener un mer-
sea éste el sentido del bien común nos viene cado eficiente y un Estado competente (in-
de considerar que la atención a quien tiene cluso justo) pero eficiencia y justicia, aunque
necesidades no debe ser objetual sino per- unidas, no sirven para hacernos felices. "El
sonal. La humillación de ser considerados amor-canto -escribe Benedicto XVI- siem-
'objetos' de la atención de los otros, aunque pre será necesario, incluso en la sociedad
sea de tipo compasivo, es el límite grave de más justa [...]. Siempre habrá sufrimiento
la concepción liberal-individualista, que no que necesita consuelo y ayuda. Siempre ha-
llega a comprender el valor de la empatia en brá soledad" (n.28).
las relaciones interpersonales. Como se lee Albert Camus escribió en Bodas: "Si hay
en Deus Caritas Est: "La íntima participación un pecado contra la vida, no es quizá tanto
personal en las necesidades y sufrimientos desesperar de ella, sino el de esperar otra
del otro se convierte así en un darme a mí vida y sustraerse a la implacable grandeza
mismo: para que el don no humille al otro, de ésta....". Camus no era creyente, pero
no solamente debo darle algo mío, sino a nos enseña una verdad: no se necesita pe-
mí mismo; he de ser parte del don como car contra la vida presente descalificándola,
persona" (n.34). humillándola. No se debe, por eso correr el
Tampoco la lógica neoestatista compren- centro de gravedad de nuestra fe en el más
de el significado profundo del bien común. allá, tanto de hacer insignificante el presen-
Insistiendo únicamente en el principio de te: pecaríamos contra la Encarnación. Se
solidaridad, el Estado se hace cargo de ase- trata de una opción antigua que data de los
gurar a todos los ciudadanos niveles esen- Padres de la Iglesia que llamaban a la En-
ciales de asistencia. Pero de este modo, con- carnación un Sacrum Commercium para su-
tradice el principio de gratuidad negando a brayar la relación de reciprocidad profunda
nivel de la 'esfera pública' cualquier espacio entre lo humano y lo divino y sobre todo

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para remarcar que el Dios Cristiano es un Pontificio Consejo Justicia y Paz (2004),
Dios de hombres que viven en la historia y Compendio de Doctrina Social de la Iglesia,
que se interesa, es más, se conmueve, por http://www.vatican.va
su condición humana. Amar la existencia es Putnam, R. (1993), Making democracy work:
entonces un acto de fe y no sólo de placer Civic Traditions in Modern, PUP, Prince-
personal. Es lo que nos da la esperanza, la ton.
cual no concierne solamente al fiituro, sino Rawls, J. (1997), The Law of Peoples; with. The
también al presente, porque tenemos la ne- Idea of Public Reason Revisited, Mass.: Har-
cesidad de saber que nuestras obras, ade- vard University Press, Cambridge, 1999.
más de un destino, poseen un significado y Rosmini, A. (1865), Filosofia del diritto,
un valor también aquí y ahora. n.l644, Ed. nazionale e critica, Città
Nuova, Roma, 1997.
Salamoi, L. (2002), The Tools of Government,
Referencias bibliográficas OUP, Oxford.
Sennet, R. (1976), // declino deU'uomo pubbli-
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vile, II Mulino, Bolonia. nell'epoca della cooperazione. Le costituzioni
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en Elster, J. (comp.) Deliberative Democra- (comp.). Universalismo e eticapubblica. Vita
cy, CUP, Cambridge. e Pensiero, Milán.
Esposito, R. (2007), Terza persona. Politica de-
lla vita efilosofiadell'impersonale, Einaudi, Traducción: Marcia Veneziani y
Torino. José E. Putruele
Giannetti, D. (2007), "Modelli e pratiche
della democrazia deliberativa", en Pas-
quino, G. (comp.), Strumenti della demo-
crazia, II Mulino, Bolonia. * Este ensayo fue presentado en el congreso "Bien
Clendon, M.A. (1991), Rights Talk: The Im- común en la era de la giobalización" de la Universi-
poverishment ofPolitical Discorse, Eree Press, dad de Pisa que tuvo lugar entre los días 18 y 21 de
New York. octubre de 2007.
' Nota del editor. En este caso y a io iargo del texto,
Magatti, M. (2005), Ilpotere istituente della so- ei autor se refiere a su país de origen, Itaiia.
cietà civile, Laterza, Roma.

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