Un día 2 de abril pero de hace 36 años, más precisamente en 1982, el gobierno decidió

recuperar las islas Malvinas, que habían sido usurpadas por Inglaterra desde 1833. Con esta
intención, se inició el desembarco de tropas como una acción de afirmación de la soberanía nacional.

El enfrentamiento entre los soldados británicos profesionales y los jóvenes argentinos,

soldados no profesionales de 18 años sin entrenamiento, mal equipados y peor alimentados,
comenzó el 1º de mayo y terminó el 14 de junio, cuando se firma la rendición y retirada de las islas
Malvinas por parte de Argentina.

El 22 de noviembre del año 2000 el gobierno nacional estableció el 2 de Abril como el Día del
Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas.

Es un día de evocación y reflexión, muchas cosas nos unen a Malvinas: el derecho,

la geografía, la historia, el pasado… no es un capricho argentino reclamar la soberanía sobre ellas.

Es una historia de usurpación y de arrebato, pero, sobre todo, una herida abierta en el
corazón de los argentinos, porque muchos murieron por defender ese suelo, para que flameara
nuevamente allí nuestra bandera.

Nuestros héroes de Malvinas merecen un reconocimiento por su entrega y sacrificio. La

mejor manera de brindárselo será seguramente recordándolos, pero también informándonos y
reflexionando sobre la situación actual de las islas y sobre los reclamos argentinos.

La valentía de esos chicos no alcanzó. Aunque desde hace 18 años los recordamos cada 2 de
abril, seguimos en deuda con cada uno de ellos. Con cada uno de los 649 muertos y con los más de
600 soldados que después de la guerra decidieron poner fin a sus vidas. La improvisación
demostrada por las FF.AA se transformó en dolor y sufrimiento de las familias que durante muchos
años quisieron saber cuál fue el destino final de sus seres queridos, porque había 123 cuerpos sin
identificar, negándoles el derecho a la identidad. Gracias a un grupo de personas que lucharon por
muchos años para defender ese derecho a la identidad, este año se lograron identificar a más de 90
de esos soldados, que ahora tienen su nombre en sus tumbas.

Para terminar, quisiera volver a la idea de que como nación debemos seguir reclamando y
reafirmando nuestros derechos en todo el mundo en forma pacífica, como pueblo de paz que somos.
Convencidos estamos que las Malvinas, fueron, son y serán argentinas. Y nuestros héroes merecen
hoy y todos los días este sincero homenaje.