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ION MACARENO DISPLACEMENT

18
20
Displacement
Ion Macareno
Grada
200 x 200 x 200 cm
Metala, zura, igeltsua, poliuretano-erretxina, kalamu zuntza
Metal, madera, escayola, resina de poliuretano, fibra de cáñamo
2017
Cabeza 01/17
27 x 20 x 19 cm
Poliuretano-erretxina
Resina de poliuretano
2017

Cabeza 02/18
30 x 22 x 19 cm
Poliuretano-erretxina
Resina de poliuretano
2017
Pirámide
80 s
Animazio digitala
Animación digital
2017

Green material Court

95 s 50 s
Animazio digitala Animazio digitala
Animación digital Animación digital
2017 2017
Sin título
30 x 18 x 30
Zura, berniza
Madera, barniz
2018
Sello 01/17 Sello 02/17 Sello 04/17
2 x 2,5 x 1 cm 2 x 2,5 x 1 cm 2 x 2,5 x 1 cm
Legezko zilarra Legezko zilarra Legezko zilarra
Plata de ley Plata de ley Plata de ley
2017 2017 2017
Banco
90 x 44 x 110 cm
Metala, zura, poliuretano-aparra
Metal, madera, espuma de poliuretano
2017
Papel pintado 01/17
120 x 22 x 10 cm
Papera, esprai-pintura, berniza, metala
Papel, pintura spray, barniz, metal
2017
Módulos para pared
Neurri aldakorrak
Medidas variables
Zuntza, erretxina akrilikoa
Fibra, resina acrílica
2018
Sin título
120 x 80 x 11 cm
Igeltsua
Escayola
2018
Luz
Neurri aldakorrak
Medidas variables
Poliester-zuntza
Fibra de poliéster
2018
Sin título
210 x 28 x 33 cm
Zura, pintura, poliuretano-aparra
Madera, pintura, espuma de poliuretano
2017
Algo en el cemento
A los virus les gustan las formas simétricas (…) Tradicionalmente, la simetría ha sido algo
que la gente ha encontrado estéticamente atractivo, ya sea en un diamante o en la cara de una
supermodelo. Pero la simetría no siempre es tan deseable. Algunos de los virus más mortales
(…), desde la gripe hasta el herpes, desde la poliomielitis hasta el sida, se construyen median-
te la forma de un icosaedro.
Marcus du Sautoy, The Number Mysteries

La ciudad alberga un cierto poder trans- cuerpos es el epicentro de la práctica de

formador: una capacidad de movimiento
nacida del obvio tránsito y dislocación del
espacio. Lo que se transita se disuelve, se
vuelve indescifrable; la materia se despla-
za al anonimato. Estos espacios de cemen-
to, cristal y gresite nos señalan las formas
adormiladas, los objetos elocuentes, suce-
sivos, que con su pura imprecisión gene-
ran una verdadera fetichización material.
Este escenario de imprecisión urbana
nos invita a adentrarnos en una ansio-
sa tercera dimensión escultórica, donde
el objeto se desvanece entre volúmenes
abiertos. Esta fascinación por la forma en
la que los espacios públicos afectan a los
Ion Macareno. Su trabajo rastrea desplaza-
mientos, pesos y movilidades en las hue-
llas que dejan los cuerpos, el mobiliario
urbano y la propia ciudad, donde canchas
de baloncesto, aceras, muros, rampas y
portones forman parte del imaginario del
que el artista se nutre. Sin embargo, en su
trabajo más reciente Macareno deriva es-
tos intereses hacia una escultura tecnoló-
gica constantemente expuesta a la deriva
de la transformación en línea.
La navegación, el clic y la perspectiva
de la pantalla dan lugar a un espacio cuya
materialidad es tan intangible como real.
Al enfrentarte a ella estás entrando a un

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lugar cuya dimensión impone una forma
distinta de relacionarse con el objeto. Al
deslizar tu dedo índice, desde dentro de
tu córnea, no observas el interior de un
espacio sino las superficies allí deposita-
das. Y cada vez que vuelves a deslizarlo
se dispersa, quiebra. Mediante esta lógica
de la escultura digital, la circulación de las
imágenes crea un espacio donde se aúnan
dimensiones y temporalidades diversas,
como un volumen ambiguo, distorsio-
nado. Displacement, el título de esta serie
de esculturas digitales, evoca una falta de
cuerpo, un reconocimiento a la identidad
descorporeizada del objeto, como activo
y fantasma digital. Un material no físico,
manipulable, que para Ion se recorta, se
comprime, en cierto sentido perpetuando
una escultura del corta-pega. Es un tipo de
tridimensionalidad donde se describen las
formas de la reconversión, del uso traves-
tido, o en su defecto, el abandono total de
la realidad tangible.
El título de estos últimos trabajos es
también el título de una película de Ken-
neth Mader, Displacement, que narra la
historia de un joven estudiante de física
forzado a encontrar una forma de revertir
una anomalía del tiempo cuántico, mien-
tras se enfrenta a los resbalones de tiem-
51
po causados por la sucesión de eventos.
Al igual que en esta serie de animaciones
que Macareno presenta, la película cons-
truye una idea de desplazamiento no tanto
en términos espaciales sino de volúmenes
en el tiempo, una especie de piel de imá-
genes que nos lleva a ser conscientes de
la dimensión de la materia. Igualmente
en Court (2017), un vídeo construido en
3 dimensiones digitales, el artista pasa de
recrearse en la fisicidad de objetos digita-
les concretos, como las pelotas de basket o
los volúmenes imprecisos de sus primeros
vídeos, para mutar progresivamente ha-
cia una animación de ondas texturizadas
o referencias espaciales que, de nuevo, te
arrastran a una ciudad volumétrica. Estos
elementos espaciales, constantes en el tra-
bajo de Ion, sirven como recordatorio de
la facilidad con la que puede apropiarse de
la identidad y desarmar las narrativas de
lo público, perdidas ya entre la ciudad y la
pantalla. Las campañas publicitarias que
transitan desde el interior de tu casa hasta
los paneles publicitarios de las ciudades, la
dispersión del espacio online y la sobrein-
formación comunicativa te hablan de una
especie de abducción digital, a la que Ma-
careno siente la necesidad de apelar.
Volviendo a Court (2017), la cámara
flotante que rodea al personaje transita
en un espacio envolvente, acercándose y
alejándose del nivel de los ojos. La grada
sobre la que se encuentra esta figura hu-
mana se asemeja al equipamiento habitual
de cierto tipo de instalaciones deportivas:
estructuras resistentes que permiten a los
usuarios posicionarse en el espacio desde
un punto de vista frontal. Pero, al igual que
la piel del personaje, las superficies que
recubren las formas no corresponden con
su funcionalidad: mármol, látex, superfi-
cies blandas, nobles o brillantes cuyos me-
canismos se han adaptado para que sean
irrelevantes al uso. Del mismo modo, la fi-
gura humana siempre es un avatar anóni-
mo y pulido que habla de las limitaciones
del software utilizado, haciendo evidente
una “viscosidad” que no podría ser replica-
da en la realidad. En cualquier momento,
estos avatares podrían ser reemplazados
por una esfera giratoria, o un icosaedro
de carne marrón, que revelarían una in-
quietante visión de la humanidad como
material. La fabricación de deficiencias
humanas es un recurso constante en todos
estos trabajos. Court (2017), Glossy (2017)
o Pirámide (2018) permiten que acciones
mundanas como caminar por la calle o in-
teractuar con un objeto, pongan de mani-
fiesto la poderosa fuerza de la materia. Un
ejercicio que deja sin identidad a un sujeto
forzado, expuesto a las tecnologías de vigi-
lancia masiva.
A pesar de adoptar un lenguaje audio-
visual, estos trabajos pretenden ser formas
escultóricas: volúmenes insertos en la ló-
gica del objeto. Por eso, si bien los vídeos
se construyen desde esa voluntad, es su
inserción en estructuras tangibles lo que
reclama exactitud en su definición como
formas 3D. Si te sumerges en los detalles,
encontrarás una abundancia de inutilidad.
Escayolas, por ejemplo, preparadas para
derramarse, enmarcadas por postes de
metal cuyas proporciones simétricas evita-
rían cualquier despliegue fuera del campo
que la propia estructura delimita. Junto a la
escayola, un busto amorfo te da una refe-
rencia de escala que sirve para detectar los
cambios de micro a macro. Pienso en estas
estructuras del ‘displacement’ como gradas
de posicionamiento, como un software con
sus marcos semiaccesibles, con guiños an-
53
tropomórficos y dimensiones restrictivas
que, sin embargo, hace difícil imaginar
cualquier volumen fuera de su propio en-
tramado. Es todo una construcción de fa-
miliaridad alienante: una farsa de función
colosal que, como el propio artista rela-
ta, se construye mediante ‘‘cuerpos cuya
maya (superficie) está compuesta por un
número determinado de polígonos (…) y
cuyo número es crucial para la respuesta
que vayan a dar las múltiples interaccio-
nes a las que se le someterá después’’. Una
suerte de cemento digital que da solidez
corpórea a la superficie de píxeles.
Ubicadas en escalones que dividen el
graderío, varias formas en escayola con-
viven con tres anillos que nos remiten a
las culturas urbanas que tanto impregnan
el imaginario callejero. Aunque sus su-
perficies metálicas podrían ser lustrosas
y adornadas, solo vemos volúmenes: for-
mas geométricas recortadas, aleaciones
visibles en forma de anillo. Estos objetos
tienen un descarado, salvaje machismo
callejero: brutos, austeros y despojados.
Son contundentes pero, de algún modo,
vacíos. Existe una relación ambigua en-
tre los volúmenes desplazados de los ví-
deos y las formas rotundas que surgen de
los objetos. Lo digital sirve para captar la
atención y apuntar hacia la importancia de
los materiales a través de varias capas de
objetos que se conectan a través de la es-
tructura. Por eso, mientras las animaciones
de Macareno son sus superficies seducto-
ras, estas esculturas tangibles encarnan la
construcción de la identidad superficial en
las ciudades, acumulaciones de objetos en
un nuevo espacio que visualiza las formas
de construcción identitaria en las socieda-
des contemporáneas.

El nuevo espacio al que te enfrentas se

construye en retícula, obligándote a pen-
sar en círculos. Un último pensamiento,
antes de adentrarte del todo, te insta a que
renuncies a la sensación de simetría y a
que asumas la pérdida de control. Ahora
imagina un futuro donde las trivialidades
del día a día y la cotidianidad son reem-
plazadas por una vida en flujo, repleta de
movimiento y de superficies brillantes.

Bienvenidos a un tiempo desplazado.

Alejandro Alonso Díaz

55
Zementuan zerbait
Birusei forma simetrikoak gustatzen zaizkie (…) tradizionalki, jendeak simetria estetikoki
erakargarria izan du, bai diamante batean edo super-modelo baten aurpegian. Baina simetria
ez da beti hain desiragarria. Birus hilgarrienetako batzuk (…), gripea, herpesa, poliomielitisa
edo hiesa, ikosaedro baten formaren bitartez eraikitzen dira.
Marcus du Sautoy, The Number Mysteries

Hiriak eraldaketarako nolabaiteko botere tzean eragiten duten moduarekiko lilura-

bat dauka: espazioaren mugimendu eta
toki aldaketa jakin batetik sortzen den mu-
gimendurako gaitasun bat. Iragaten den
hori desagertu egiten da, irakurtezina bi-
lakatzen da; materia anonimaturantz mu-
gitzen da. Zementu, kristal eta gresiteak
espazio hauek lokartutako formak, objek-
tu elokuenteak eta segidakoak adierazten
dizkigute, euren zehaztugabetasun hutsa-
rekin benetako material fetitxe bat sortuz.
Hiriaren zehaztugabetasun egoera ho-
nek eskulturaren hirugarren dimentsio gri-
natsu batean sartzera gonbidatzen gai­tu,
non objektua bolumen zabalduen artean
desegiten den. Espazio publikoek gorpu-
pen hau da Ion Macarenoren praktikaren
epizentroa. Bere lanak gorputzek, hiri-al­
tzari eta hiriak berak uzten dituzten aztar-
netan lekualdaketak, pisuak eta mugikor-
tasunak arakatzen ditu, non saskibaloi
kantxa, espaloi, horma, arrapala eta ateek
artista elikatzen duen imajinarioaren par-
te diren. Hala ere, bere azken lanetan Ma-
carenok interes hauek etengabeko linea­-
-eraldaketaren noraezera arriskatzen den
eskultura teknologikora bideratzen ditu.
Nabigazioak, klikak eta pantailaren pers­
pektibak ukiezina nahiz erreala den mate-
rialtasun bat daukan espazio bat sortzen
dute. Horri aurre egitean honen dimentsi-
oak objektuarekin harremanean egoteko
modu ezberdin bat inposatzen duen leku

57
batean barneratzen ari zara. Zure hatz era-
kuslea lerratzean, zure kornearen barrutik,
ez duzu espazio baten barnealdea begira-
tzen, bertan ezarritako azalerak baizik. Eta
lerratzen duzun bakoitzean sakabanatu
egiten da, hautsi. Eskultura digitalaren lo-
gika honen bitartez, irudien zirkulazioak
denbora eta dimentsio ezberdinak biltzen
dituen espazio bat sortzen du, bolumen
anbiguo edo distortsionatu baten antzera.
Displacement, eskultura digitalen multzo
honen izenburuak, gorputzaren falta gogo-
ra ekartzen du, objektuaren gorputzik ga-
beko identitatearen aitorpen bat, aktibo eta
mamu digital moduan. Material ez fisikoa,
manipulatu daitekeena, Ionentzat moztu
eta konprimatzen dena, nolabait moztu-­
erantsizko eskultura bat iraunarazten due-
larik. Birmoldaketa, erabilera trabestia edo,
honen ezean, benetako errealitatearen era-
bateko uztearen formak deskribatzen diren
tridimentsionaltasun mota bat da.
Azken lan hauen izenburua Kenneth
Maderren film batena ere bada, Displa-
cement, gertaera ezberdinen segidak
eragindako denboraren irristadei aurre
egiten dien bitartean denbora kuantiko-
aren anomalia bat bihurtzera bultzatua
aurkituko den fisikako ikasle gazte ba-
ten istorioa kontatzen duena. Macarenok
aurkezten duen animazio multzo honen
antzera, filmak desplazamenduaren ideia
bat eraikitzen du, ez termino espazialetan,
denbora-bolumenetan baizik. Materiaren
dimentsioaz kontziente izatera garama­
tzan irudi azal antzeko bat. Era berean, Co-
urt-en (2017), 3 dimentsio digitaletan erai-
kitako bideo bat, artista saskibaloiko baloi
edo lehen bideoetako zehaztugabeko bo-
lumenen antzeko objektu digital konkre-
tuen gorputzarekin jolastetik progresiboki
ehundutako uhin edo erreferente espazia­
len animazioetara eraldatzen doa, berri-
58
ro ere hiri bolumetriko batetara garama­­
tzatenak. Espazio elementu hauek, Ionen
lanean iraunkorrak, identitatea erakarri
eta publikoaren narratiba desmuntatzeko
erraztasunaren oroigarri gisa balio dute,
hiria eta pantailaren artean galduak jada.
Zure etxetik hirietako iragarki­ -­
tauletara
igaro diren publizitate-kanpainak, Inter-
net bidezko espazioaren dispertsioa eta
komunikazioaren gain-informazioak ab-
dukzio digital baten inguruan hitz egiten
dute, Macarenok honi apelatzeko beharra
sentitzen duelarik.
Court-era (2017) bueltatuz, pertso­ naia
inguratzen duen kamera flotatzailea es-
pazio inguratzaile batean dabil, begien
altueran gerturatu eta aldenduz. Giza
irudi hau aurkezten digun harmaila kirol­-
-instalazioen ohiko ekipamenduen an-
tzekoa da: erabiltzaileei espazioan ikus­
puntu frontal batekin kokatzen uzten dien
estruktura iraunkorrak. Baina pertsonaia-
ren azala bezala, formak estaltzen dituz-
ten azalerak ez datoz bat hauen erabilga­
rritasunarekin: marmola, latexa, azalera
malguak, zintzoak edo distiratsuak, erabi-
lerarako hutsalak izan daitezen egokituta-
ko mekanismoak dituztenak. Era berean,
giza figura beti berraragiztatze anonimo
eta landu bat da, erabilitako softwarea-
ren mugak azaltzen dituena, errealitatean
erre­pikatzerik izango ez zen “likatasun”
bat agerian utziz. Edozein momentuan,
berraragiztatze hauek esfera birakari batek
ordezkatuak izan zitezkeen, edo material
bezala gizadiaren ikuspuntu kezkaga­ rri
bat azaleratzen duen haragi marroizko
ikosaedro batekin. Lan hauetan guztietan
giza hutsuneen eraikuntza etengabeko ba-
liabide bat da. Court (2017), Glossy (2017)
edo Pirámide (2018) lanek, objektu batekin
elkar eragin edo kaletik ibiltzearen ekin-
tzek materiaren indar boteretsua agertzen
laguntzen dute. Pertsona nortasunik gabe
uzten duen ariketa bat, behartutako zain­
tza masiboaren teknologiara ezarria.
Ikus-entzunezko lengoaia jaso arren,
lan hauek eskultura formak izan nahi
dute: objektuaren logikan barneratutako
bolumenak. Horregatik, nahiz eta bideo­
ak borondate honekin eraikitzen diren,
hauek benetako estrukturetan txertatzeak
zehaztasuna eskatzen du 3D formetan de-
finitzeko garaian. Xehetasunetan barnera-
tuz gero, hutsaltasunaren ugaritasun bat
aurkituko duzu. Isurtzeko prest dagoen
igeltsua adibidez, metalezko zutoinekin
kokatuak, hauen proportzio simetrikoek
mugatutako estrukturatik kanpo edozein
hedatze saihesten dutelarik. Igeltsuare-
kin batera, busto amorfo batek eskalaren
erreferentzia ematen du, mikrotik makro-
rako aldaketak antzemateko balio duena.
Displacement-eko egitura hauek kokatze
harmaila moduan ulertzen ditut, markoak
erdi-eskuragarriak dituen softwarearen an-
tzera, antropomorfikoa eta dimentsio mu-
rriztaileei adierazgarri dena eta, hala ere,
bere egituratik kanpo edozein bolumen
irudikatzea eragozten duena. Guztia fami-
liartasun alienagarri bat duen eraikuntza
bat da: funtzio kolosal bat duen iruzur bat,
artistak berak dioen bezala, “euren azalera
poligono mugatu baten bitartez osatzen
diren gorputzak (…) hauen kopurua on-
doren jasango dituzten hainbat interakzi-
oek sortutako erantzunetan ezinbestekoak
izango delarik”. Pixelen azalerari sendota-
sun gorpuzdun bat ezartzen dien nolabai-
teko zementu digital bat.
Harmaila banatzen duen mailaketan
kokaturik, igeltsuzko hainbat formek es-
59
pazioa hiru eraztunekin partekatzen dute,
kaleko imajinarioa osatzen duten hiri-­
kulturei igortzen gaituztenak. Nahiz eta
hauen azalera metalikoak distiratsuak eta
apainduak izan daitezkeen, bolumenak
bakarrik ikusten ditugu: mugatutako for-
ma geometrikoak, eraztun formako age-
riko aleazioak. Objektu hauek matxismo
kaletar lotsagabe eta basati bat daukate:
landugabea, soila eta lumatua. Sendo-
ak dira baina nolabait hutsak. Harreman
anbiguo bat dago egokitu gabeko bideo-
etako bolumenak eta objektuetan sortzen
diren forma zehatzekin. Digitalak aten-
tzioa jasotzeko balio du eta materialen
garrantzia aditzera ematen du objektuen
hainbat azaleren bitartez, estrukturaren
bitartez elkartzen direnak. Hau dela eta,
Macarenoren animazioak bere azalera
erakargarriak diren bitartean, eskultura
ukigarriek hirietako azaleko identitatearen
eraikuntza adierazten dute, gizarte garai­
kidean nortasunaren eraikuntza formak
bistaratzen dituen espazio berri batean
ematen den objektuen pilaketa.
Aurrean daukazun espazio berri hau
erre­tikuluaren bidez eraikitzen da, zir-
kuluetan pentsatzera behartzen zaituela-
rik. Azken pentsamendu batek, guztiz bar-
neratu arte, simetria sentipena ukatzera
eta kontrolaren galera onartzera premia­
tzen zaitu. Orain imajinatu etorkizun bat,
non huskeriak eta egunerokotasuna jario-
an dagoen bizitza batekin ordezkatuak di-
ren, mugimenduz eta azalera distiratsuez
­beterikoa.
Ongi etorri lekualdatutako denbora
­batera.
Alejandro Alonso Díaz
Something in the cement
Viruses like symmetrical shapes because symmetry provides a very simple means for them
to multiply, and that is what makes viral diseases so infectious. Traditionally, symmetry has
been something people have found aesthetically appealing, whether it is seen in a diamond, a
flower or the face of a supermodel. But symmetry isn’t always so desirable. Some of the most
deadly viruses on the biological books, from influenza to herpes, from polio to the AIDS virus,
are constructed using the shape of an icosahedron.
Marcus du Sautoy, The Number Mysteries

The city harbours a transformative pow-
er; the capacity to appear from the transit
and dislocation of space. What is transited
is dissolved, it becomes indecipherable;
matter moving towards anonymity. Spac-
es made of cement, glass and tiles show
us the sleepy, eloquent and endless forms,
that with their pure imprecision generate
a kind of material fetishization. This sce-
nario of urban imprecision invites us to en-
ter into an anxious sculptural dimension,
where objects vanish among the openness
of volume. Such fascination with the way
in which public spaces affect bodies is the
point of departure of Ion Macareno’s prac-
tice. His work traces the displacements,
weights and movements left by bodies,
street furniture and cities. Basketball
courts, sidewalks, walls, ramps and gates
are part of the artist’s imagery. However, in
his most recent work Macareno goes away
from this and explores a sort of technolog-
ical sculpture in constant exposure to on-
line transformation.
Circulation, clicks and screens give rise
to a space whose materiality is as intangi-
ble as real. When you face it you enter a
place whose dimension imposes a differ-
ent relationship to the object. If you slide
your finger down, from within your cor-
nea, you do not observe the interior of a
space but the surfaces here deposited. And
every time you keep sliding, it scatters,
breaks. Through this logic of the digital

61
sculpture, the circulation of images creates
a space where different dimensions and
temporalities overlap, like an ambiguous,
distorted volume. Displacement, the title
of this series, evokes the lack of a body,
the recognition of the disembodied identi-
ty of the object, like an active digital ghost.
A non-physical material, malleable, that
Ion cuts and pastes, compresses, somehow
perpetuating a sculpture of the cut-and-
paste. It is a type of three-dimensionality
where forms reconvert, transvestite their
use, or in the case of full absence, they
adopt a total abandonment of tangibility.
The title of these last works is also the
title of a film by Kenneth Mader, Displace-
ment, which tells the story of a young phys-
ics student forced to find a way to reverse
an anomaly in quantum time, while facing
the time-slips throughout the movie. As
in the series of animations that Macareno
presents, this film constructs an idea of
displacement not so much in spatial terms
but through volumes in time, a kind of skin
made out of images that makes us con-
scious about the dimension of matter. Also
in Court (2017), a 3D animation video, the
artist emphasises the physicality of specific
digital objects, such as basketballs or the
inaccurate volumes from his first videos,
to progressively evolve towards a series
of texturized animations, that again drag
you into an abstract volumetric sphere.
These spatial elements, always present in
Ion’s work, are a reminder of the ease with
which one can co-opt identity and disarm
the narratives of the public, already van-
ished between the city and the screen. The
advertising campaigns living inside our
homes as much as on public advert-panels,
the dispersion of the online space and a
constant state of over-information, speaks
of the digital abduction to which Macare-
no responds through these works.
Going back to Court (2017), the float-
ing camera that surrounds the character
moves around, going back and forth from
the level of the character’s eyes. The struc-
ture on which this human volume stands
resembles the sort of structures built for
some sport facilities: resistant blocks that
invite users to position themselves from
a frontal point of view. But like the char-
acter’s skin, the surfaces that cover those
shapes do not fit their function: marble,
latex, soft or bright surfaces whose mecha-
nisms have been alienated to become irrel-
evant. Just in the same manner that human
figures always appear as an anonymous
and polished avatar that speaks of software
limitations, emphasising a “viscosity” that
could not be replicated in reality. These
avatars could be easily replaced by a re-
volving sphere, an icosahedron or a piece
of flesh, somehow revealing a disquieting
vision of humanity as material. The mod-
elling of human deficiencies is a constant
resource in these works. Court (2017),
Glossy (2017), or Pyramid (2018), allow
mundane actions such as walking on the
street or the interaction with an object, to
highlight matter’s powerful behaviour. A
gesture that confronts an anonymous sub-
ject to massive surveillance technologies.
Although created using an audio-visual
language, these works are sculptural
forms: volumes operating through the
logic of the object. For that specific rea-
son, even if they are conceived with this
intention, it is their insertion in tangible
physical structures that requires accuracy
in their definition as 3D forms. If you im-
merse yourself in the details, you will find
an abundance of uselessness. Plasters, for
example, made to be spilled, framed by
metal poles whose symmetrical propor-
tions would avoid any deployment outside
the field that the structure itself delimits.
Next to the plaster figures, an amorphous
bust gives you a scale-reference that helps
you adjust from micro to macro structures.
I like to think about these structures of
‘’displacement’’ as positioning tiers, a kind
of software with semi-accessible frames,
with anthropomorphic winks and restric-
tive dimensions that, still, makes it diffi-
cult for the viewer to envision any of these
volumes beyond their framework. This is
all a construction of alienating familiarity:
a farce of colossal function, that the artist
himself describes as ‘’bodies whose net
(surface) is composed by a certain number
of polygons (...) and whose number is cru-
cial for the answer that will give result into
the multiple interactions to which it will be
submitted later”. A kind of digital cement
that gives corporeal solidity to the surface
of pixels.
Located on steps that divide the bleach-
ers, several plaster forms coexist with three
rings referring to the street imaginary that
permeates urban cultures. Although their
metallic surfaces could be lustrous and
shiny, we only see volumes: geometric
cut-outs, visible alloys in the shape of a
ring. These objects have a cheeky, wild
street “machismo”: gross, austere and
stripped. They are blunt, but somehow
empty. There is an ambiguous connection
between the displaced volumes in the vid-
eos and the resounding forms that emerge
from these objects. The digital serves to
catch our attention and to point towards
the importance of materials through the
objects displayed on the structure. Thus,
while Macareno’s animations are mainly
seductive surfaces, these tangible sculp-
tures embody the construction of identi-
ty in surfaces, cities, skins and objects. A
meeting point that visualizes the forms of
identity-construction in contemporary so-
cieties.
The new space you face is built in
grid, forcing you to think fluidly. One last
thought before you enter invites you to
give up symmetry and to embrace the loss
of control. Now imagine a future where
the trivialities of everyday life are replaced
by a life in constant motion, full of nerve
and bright surfaces.
Welcome to the time of displacement.
Alejandro Alonso Díaz

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Bilboko Udala FUNDACIÓN BilbaoArte
Ayuntamiento de Bilbao BILBAOARTE Diseinua
FUNDAZIOA Diseño
Juan Mari Aburto Edizioa
Bilboko alkatea Edición Ion Macareno
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Juan Zapater López Arrate Hidalgo
Nekane Alonso Zuzendaria Argazkiak
Kultura zinegotzia Director Fotografía
Concejala de Cultura
Aitor Arakistain Arrate Hidalgo
Koldo Narbaiza Koordinazioa Borja Gómez
Alba Fatuarte Coordinación Maketazioa
Inés Ibañez de Maeztu Maquetación
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Amaia Arenal Adrián Castañeda Alejandro Alonso Díaz
Marta Vega Jon Bilbao Testuak
Fundación BilbaoArte Pilar Valdivieso Textos
Fundazioko Muntaia
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Miembros del Patronato Alejandro Alonso Díaz
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BilbaoArte Fundazioa Estibaliz Erauzkin Traducciones
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BI-781-2018 Ekoizpen exekutiboa Grafilur
Legezko gordailua Producción ejecutiva Igor Casas
Depósito legal Inprenta
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