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El Presupuesto General del Estado

El Presupuesto General del Estado es la estimación de los recursos financieros que tiene
el Ecuador; es decir, aquí están los Ingresos (venta de petróleo, recaudación de
impuestos, etc.) pero también están los Gastos (de servicio, producción y funcionamiento
estatal para educación, salud, vivienda, agricultura, seguridad, transporte, electricidad, etc
de acuerdo a las necesidades identificadas en los sectores y a la planificación de
programas de desarrollo)
El Presupuesto del Gobierno Central (PGC) es la parte del Presupuesto General del Estado
(PGE) directamente administrada por el Gobierno y sus instituciones, a través del
Ministerio de Finanzas.
El estado tiene un presupuesto que será distribuido a las instituciones públicas de acuerdo
a las prioridades establecidas a los ingresos y gastos con los que cuenta el país.
1.- El Gobierno Central tiene su propio presupuesto. Antes debemos entender que al decir
Gobierno Central hablamos de la Presidencia de la República, Vicepresidencia de la
República, Ministerios y Secretarías de Estado y sus entidades adscritas, también están
los presupuestos de las Funciones Legislativa (Asamblea Nacional), la Función Judicial
(Corte Nacional de Justicia), además del Consejo Nacional Electoral y la Corte
Constitucional.
2.- Organismos de control y regulación como la Contraloría, Superintendencia de Bancos
y Compañías, Defensoría del Pueblo, etc. De la misma manera, instituciones autónomas
y descentralizadas con personería jurídica, como Correos del Ecuador, Ferrocarriles, que
son instituciones creadas por ley para prestar un servicio público, también tienen su
presupuesto.
3.- Hay presupuesto de las instituciones de seguridad social creadas por ley, como el
Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.
4.- Existe Presupuesto de los Ingresos Preasignados por ley (Código Orgánico de
Organización Territorial – COOTAD), es decir, que anticipadamente según las
necesidades de los municipios, prefecturas, juntas parroquiales se destina un porcentaje
de los recursos del Presupuesto General del Estado para estos gobiernos locales.
5.- Existen presupuestos de los Fondos creados por ley, determinada mediante aprobación
de la Asamblea Nacional para financiar programas y / o proyectos prioritarios.
Plan Nacional del Buen Vivir (2017-2021)
La Planificación Nacional para el Desarrollo
• Los Mandatos Constitucionales respecto de la planificación
• El Sistema Nacional Descentralizado de Planificación Participativa
• Estrategias Nacionales de Desarrollo, en perspectiva global
• Ecuador en el contexto regional y mundial
Objetivos Nacionales de Desarrollo
Eje 1: Derechos para Todos Durante Toda la Vida
• Objetivo 1: Garantizar una vida digna con iguales oportunidades para todas las personas
•Objetivo 2: Afirmar la interculturalidad y plurinacionalidad, revalorizando las
identidades diversas
• Objetivo 3: Garantizar los derechos de la naturaleza para las actuales y futuras
generaciones
• Intervenciones emblemáticas para el Eje 1
Eje 2: Economía al Servicio de la Sociedad
• Objetivo 4: Consolidar la sostenibilidad del sistema económico social y solidario, y
afianzar la dolarización
• Objetivo 5: Impulsar la productividad y competitividad para el crecimiento económico
sostenible de manera redistributiva y solidaria
• Objetivo 6: Desarrollar las capacidades productivas y del entorno para lograr la
soberanía alimentaria y el Buen Vivir rural
• Intervenciones emblemáticas para el Eje 2
Eje 3: Más sociedad, mejor Estado
• Objetivo 7: Incentivar una sociedad participativa, con un Estado cercano al servicio de
la ciudadanía
• Objetivo 8: Promover la transparencia y la corresponsabilidad para una nueva ética
social
• Objetivo 9: Garantizar la soberanía y la paz, y posicionar estratégicamente el país en la
región y el mundo
• Intervenciones emblemáticas para el Eje 3
Economía normativa. Un ejemplo de un enunciado económico normativo sería el
siguiente: El precio de la leche debería ser de 6 dólares por galón para permitir un nivel
de vida más alto a los productores de leche y salvar la granja humana.
Ecuador 2018-2021: ¿un nuevo modelo económico?
Grupos de economistas han presentado a consideración del Gobierno proposiciones para
un Programa Global que enfrente la crisis que experimenta la economía ecuatoriana,
reflejada en el desempeño de indicadores fundamentales relacionados con el sector
externo; la posición fiscal; los precios, salarios y empleo; y, el crecimiento económico
probable.

En el último caso, las estimaciones realizadas, más auspiciosas que las difundidas
oficialmente (1,8% de aumento previsto del PIB para 2018) y por organismos
internacionales el año anterior, muestran claramente una alta correlación entre el gasto
fiscal –favorecido por el mayor endeudamiento interno y externo– y una recuperación
transitoria, no sostenible en el tiempo, que en un contexto de limitado flujo de caja –vista
la pérdida de competitividad general de la economía–, terminará complicando pagos
futuros.

El Imacro 31, que regularmente difunde PROEstudios, señala –en enero 2018– que la
economía solo observa “un rescate de nivel respecto a los dos ejercicios precedentes, vale
decir, una suerte de recuperación de las pérdidas que indujo la crisis. Las cifras no
muestran tendencias consolidadas de recuperación duradera y responden a la aplicación
de un modelo –con evidentes límites– del tipo: “baja de la actividad-deuda-recuperación
transitoria-nueva caída del ritmo de actividad”.

Refiere, en este contexto, que resulta alarmante que los ‘gastos de consumo corriente del
sector público no financiero’ muestren un 93,7% de correlación con el Imacro,
‘confirmándose’ que el modelo tiene como eje una variable que no encaja en el contexto
de reducción de ingresos y desproporcionado endeudamiento. Esto induce a que las
decisiones públicas se focalicen en medidas de carácter impositivo, generadoras de
ineficiencias y tensiones con los agentes económicos.

Tampoco parecería que se haya considerado la presencia de una posible “equivalencia


ricardiana” en el esquema regulatorio. Privilegiar el endeudamiento para consolidar la
demanda no tiene efectos duraderos, como sería bajo otras condiciones. Esto, debido a
que los agentes, que tienen recursos para percibir las tendencias de fondo preferirían
modular sus inversiones y prever el pago de los impuestos futuros que tendrán que ser
aplicados para el pago de las obligaciones del Estado, lo que restringiría más la
competitividad de la economía.

Se contraargumenta que los agentes económicos no son plenamente racionales y que tales
precauciones no se adoptarían en países en los que hay una serie de otras urgencias. Lo
cierto es que advertido el recurrente recurso a la deuda, esos comportamientos se
observarían ya en la práctica. La modalidad “correctiva” arrastra a la economía a una
suerte de “inhabilidad forzada”, que se reflejaría en las tendencias presentes.

En las propuestas formuladas por los grupos a los que se hizo referencia, se aprecia una
clara insistencia en recomendaciones de control del gasto público (Foro y Heterodoxos),
esencialmente; un grupo (Heterodoxos) sugiere la baja de impuestos, como incitación que
favorezca la competitividad empresarial; otro colectivo (IAEN) propone el control de las
importaciones y la aplicación de la tasa aduanera, largamente cuestionada (¡); la
sustitución de importaciones para bienes de la canasta de alimentación (Heterodoxos);
control a la salida de capitales (IAEN) o encaje (Heterodoxos); renegociación de la deuda
(todos); independencia del BCE, obligatoriedad del BCE de mantener la liquidez
necesaria en las reservas, reformulación general de la seguridad social (Foro); reposición
del aporte estatal al IESS (Heterodoxos); y, viejas disposiciones de corte intervencionista
y administrativo (IAEN).

Un Programa Global anti-crisis supone, ciertamente, un diálogo abierto para la


determinación de objetivos-país, en el marco de un escenario internacional signado por
una muy rápida innovación productiva y en el sector servicios, particularmente.
Llama la atención la mención que hacen los Heterodoxos sobre las criptomonedas (no
hay vinculación posible, bajo un objetivo coyuntural) y el hecho de que –visto en
perspectiva– las distintas propuestas difieren largamente (Foro y Heterodoxos; el IAEN
sigue el patrón del régimen pasado).

Un Programa Global anticrisis supone, ciertamente, un diálogo abierto para la


determinación de objetivos-país, en el marco de un escenario internacional signado por
una muy rápida innovación productiva y en el sector servicios, particularmente. Enfoques
que reeditan experimentos pasados no encajan ya en la mejor definición del futuro, como
no encajan tampoco opciones proteccionistas, que terminan apoyando a los grupos
tradicionales. Habrá, en cualquier contexto, que ser precavidos en la introducción de
restricciones al gasto público, lo que demanda un subprograma integral transparente para
el período, que module las desigualdades y preserve iguales oportunidades para todos.

Gestión fiscal y del sistema monetario, relaciones salariales, términos de competencia,


inserción a la economía internacional y el nivel esperado de intervencionismo estatal
deben definirse en función de esos objetivos-país. Inexistente en la coyuntura, solamente
un Plan Anticrisis –multisectorial, integrador e integrado– permitirá el inicio de un
proceso de estabilización-reactivación, que tomará tiempo vista la crisis, sobre la que, en
círculos oficiales, se la aprecia solamente como radicada en el sector real, sin aludirse a
la situación externa, fiscal y financiera.

Después de tanto fracaso a nivel interno e internacional, la economía de mercado es vista


con recelo. Pero en Ecuador rige este tipo de economía. En ese marco, la justicia y
autoridades independientes de regulación son fundamentales: no pueden estar sometidas
a la esfera de lo político y peor a intereses corporativistas de cualquier tipo. Hay que
eliminar, definitivamente, todo lo que de arbitrario tiene el ejercicio y la definición de lo
que significaría el bien común: hay preferencias combinadas que llevan al bienestar
colectivo y la supuesta única verdad es una ficción perversa. Lo prueba la situación en la
que quedó el país luego de años de experimentación.

Hay que entender, sin prejuicios, que la economía de mercado no es en sí misma una
finalidad: es un instrumento imperfecto, si se consideran las divergencias existentes entre
los intereses privados de los individuos, grupos sociales, naciones y el interés general.
Importa la búsqueda de consensos, que abran paulatinamente las puertas hacia estadios
superiores y más solidarios de organización social. Cuestión de decisión, transparencia y
capacidades. (O)
La economía positiva analiza la economía en base a reglas fijas. Por lo que no se abre a
juicios de valor, sino que estudia la composición e integración del mecanismo económico.
De allí que busca formular teorías que expliquen relaciones entre factores económicos.
Acá 5 ejemplos de economía positiva
1- Efecto de un impuesto.
2- Consecuencia del gasto.
3- Secuela del aumento de la inflación.
4- Analizar el resultado de una medida de crecimiento.
5- Comprobar el efecto neto de un aumento de las exportaciones.
Mientras que la economía normativa se vincula con la ética, analiza la manera en que
cumplen las funciones que tiene asignadas, basándose este análisis en un juicio de valor.
Acá 5 ejemplos de economía normativa
1- Evaluar de una política fiscal.
2- Justificar un impuesto.
3- Probar el impacto de una medida.
4- Demostrar el futuro de una política monetaria.
5- Argumentar las retenciones.

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