David Edgerton*

LA ESCASA IMPORTANCIA DADA

A LAS EMPRESAS EN LA HISTORIA
DE LA INNOVACIÓN TÉCNICA:
ANÁLISIS Y EJEMPLOS**
Durante los últimos veinte años, las nuevas teorías de la innovación han subrayado la
trascendencia de las «ondas largas» de innovación, provocadas por cambios en los
«paradigmas técnico-económicos», como la clave para entender la historia. En este tipo
de aproximación las fuerzas motrices son las innovaciones en determinadas tecnologías,
tecnologías cuyo desarrollo tiene sus propias reglas lógicas. Las innovaciones son la
consecuencia del surgimiento de un nuevo paradigma tecnológico cada cincuenta años
aproximadamente. Estas teorías son criticables y, de hecho, lo han sido por su
desvinculación de la historia actual de la tecnología y de la economía. Por ejemplo, la
tecnología textil basada en el uso del vapor estaría unida al Reino Unido, la química,
por su parte, a Alemania y la de la producción en masa a los Estados Unidos lo que lo
haría criticable por su nacionalismo implícito. Esto nos conduce al tema central de este
artículo: las empresas son ignoradas, excepto como epítome de las virtudes nacionales
(Ford en Estados Unidos o IG Farben en Alemania).

Palabras clave: historia económica, empresas, economía industrial, innovación tecnológica.

Clasificación JEL: N80, O14, O3.

1. Introducción interés especial por las empresas. Su examen del poder

La historia económica mundial raramente tiene en
cuenta la importancia de las empresas privadas en la
creación, desarrollo y control de nuevas tecnologías. Por
otro lado, tampoco los historiadores o los estudiantes de
la historia de la ciencia y la tecnología han mostrado un
* Imperial College London.
** EDGERTON, D.: «Technical Innovation in History - The Undebrated
Importance of (a few) Business». Traducción de Valentín Sanz Iglesias.
transformador de la ciencia y la tecnología se limita al
análisis de la historia de los científicos, de las disciplinas
científicas, de las políticas tecnológicas nacionales y del
desarrollo de las tecnologías nacionales. A lo anterior
hay que sumar que en los últimos años algunos analistas
de la política científica han hablado de «sistemas nacio-
nales de innovación», a pesar de que no esté demasiado
claro que la dimensión nacional sea fundamental en la in-
novación. Consecuentemente, muchos trabajos se con-
centran en el apoyo del sector público a la investigación

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científica, en detrimento de la importancia que la industria
y los esfuerzos privados han tenido en la historia de la in-
vestigación de algunos países.
No obstante, existen excepciones significativas. Es el
caso de aquellos historiadores de la tecnología que es-
tudiaron la evolución de la investigación industrial en las
empresas privadas. Muchos de sus análisis demuestran
que gran parte de las compañías con proyectos de in-
vestigación son al menos tan antiguas como la mayoría
de las universidades. Algunas empezaron a investigar
antes que la mayoría de los Estados e, incluso, sus pre-
supuestos de investigación son mayores que los de es-
tos últimos, sin tener en cuenta a las universidades. En
el Cuadro 1 aparecen los nombres de las compañías
que en la actualidad cuentan con los mayores presu-
puestos de I+D. Todas invierten más de mil millones de
libras esterlinas. De todas ellas, por lo menos dieciocho
fueron fundadas antes de la Primera Guerra Mundial y,
al menos diez, ya tenía un papel significativo en la in-
vestigación industrial en vísperas del conflicto.
Es importante no confundir ciencia industrial con investi-
gación industrial. En efecto, los científicos han trabajado
en la industria mucho antes de que existiese algo como
una investigación industrial sistemática, del mismo modo
que los profesores de ciencias han trabajado en la univer-
sidad mucho antes de que existiera una investigación uni-
versitaria planificada. Aunque en ocasiones se ha sugeri-
do que la investigación científica nació en las universida-
des, y que luego fue imitada por la industria y los
gobiernos, la realidad es que la industria fue un caldo de
cultivo muy importante para el desarrollo de la investiga-
ción. De este modo, la revolución de la investigación tuvo
lugar, casi al mismo tiempo, en la industria, los gobiernos y
las universidades. La industria desempeñó un papel esen-
cial e independiente en la organización de las tareas de in-
vestigación al contratar personal con formación académi-
ca. Habitualmente, la investigación tenía lugar en compa-
ñías grandes, tecnológicamente avanzadas e incluso
dominantes, como las empresas alemanas del tinte BASF,
Hoechst, Bayer y AGFA que fueron pioneras en este senti-
do. En el período de entreguerras, muchas de las empre-
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sas más importantes del mundo ya tenían departamentos
de investigación y laboratorios que en conjunto podían
compararse con los medios que tenían universidades en-
teras. Es el caso de General Electric, AT&T (Bell Laborato-
ries), Du Pont y Eastman Kodak en Estados Unidos; IG
Farben, la mayor compañía de investigación del mundo,
con aproximadamente mil investigadores químicos, surgi-
da de la fusión en la década de 1920 de las empresas ale-
manas mencionadas más arriba; y la también química
Imperial Chemical Industries, que desarrollaba la mayor
actividad investigadora entre las empresas de Gran Breta-
ña. Son dignos de mención los casos de Du Pont, que to-
davía hoy sigue entre las veintidós empresas que más in-
vierten en I+D, y de Bayer y Hoetsch, dos de las compa-
ñías que alguna vez formaron IG Farben.
En algunos sectores, principalmente en el de los plásti-
cos, estas grandes compañías desplazaron definitivamen-
te de la innovación a los inventores individuales. Desta-
can, por ejemplo, Du Pont, que inventó el neopreno y el
nylon, ICI, que creó el politeno, e IG Farben, que introdujo
el PVC. En los plásticos, antes de la década de 1950, 30
de los 117 avances técnicos más importantes fueron reali-
zados por IG Farben, 12 por Du Pont, y 7 por ICI. Asimis-
mo, 110 tuvieron origen en Alemania, Estados Unidos y
Francia, lo que pone de manifiesto unos niveles extraordi-
narios de concentración. En otros campos, sin embargo,
los inventores particulares y las pequeñas empresas si-
guieron desempeñando un papel fundamental.
Sin embargo, este concepto de gran empresa como
motor principal del cambio técnico admite ciertos mati-
ces. Así, por ejemplo, las grandes corporaciones siempre
han sido acusadas de bloquear la innovación, ya que
como buscadoras de posiciones monopolistas se dedica-
rían tan sólo a la investigación con el objetivo de obtener
patentes, patentes capaces de bloquear y fortalecer otras
patentes, por tanto, desde esta perspectiva, dichas em-
presas no tendrían una gran preocupación por la inven-
ción. Redundando en este aspecto, en el decenio de
1950 la gente continuaba criticando a las grandes corpo-
raciones por seguir siendo en esencia contrarias a la in-
novación —las ideas claves para la innovación procede-
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CUADRO 1

GASTO EN I+D DE LAS 22 EMPRESAS CON MAYOR PRESUPUESTO

PARA LA INVESTIGACIÓN DEL MUNDO EN 1998/1999
(Miles de millones de libras esterlinas)

1. General Motors . . . . . . . . . . . . . . . . 4,75 12. NTT . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,54

2. Ford . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,78 13. Roche . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,49
3. Daimler Chrysler . . . . . . . . . . . . . . . 3,5 14. Asea BB . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,48
4. Siemens . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,28 15. Johnson & Johnson . . . . . . . . . . . . . . 1,46
5. Matsushita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,56 (1918) 16. Philips . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,45
6. Toyota . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,36 17. Bayer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,41
7. Volkswagen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,12 18. Hoetchst . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,37
8. Merck . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,72 19. Pfizer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,37 (1849)
9. Microsoft . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,68 20. Glaxo-Weillcome . . . . . . . . . . . . . . . 1,16
10. Dupont . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,65 21. Rhone Poulenc . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,09
11. Novartis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,63 22. Monsanto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,00

FUENTE: http://www.innovation.gov.uk/projects/rd_scoreboard/introfr.html#top.

rían, bajo este punto de vista, de los individuos y las pe-
queñas empresas—, ya que tan sólo se dedicaban a
desarrollar invenciones de otros y no a su creación direc-
tamente. Por tanto, es importante destacar que, normal-
mente, la investigación industrial no debe ser entendida
como la única fuente de innovación, y que esto es así in-
cluso al analizar las grandes empresas. En efecto, es un
hecho palmario que la industria del automóvil, que no era
especialmente notable por sus programas de I+D, sin
embargo fue protagonista de extraordinarios progresos
técnicos. Lo mismo puede decirse de otros muchos sec-
tores como, por ejemplo, el aeronáutico que, a pesar de
estar dominado por medianas empresas hasta la Segun-
da Guerra Mundial, sin embargo desarrolló una fuerte ac-
tividad innovadora a través de las actividades de diseño
industrial, sin recurrir a enormes inversiones en I+D, es
decir, sin utilizar grandes laboratorios. Ahora bien, a partir
de la posguerra la industria del automóvil se convirtió en
el mayor inversor en I+D, posición que, como indica el
Cuadro 1, sigue manteniendo en la actualidad.
Otro ejemplo, en esta ocasión el de la industria foto-
gráfica, pone de manifiesto la necesidad de centrarse
en las empresas y su historia, y no en los Estados cuan-
do se trata de estudiar la innovación técnica. En este
caso particular la actividad innovadora era específica-
mente empresarial.
La industria fotográfica moderna data de finales del si-
glo XIX, al igual que la mayor parte de los fabricantes de
material fotográfico actuales. Kodak e Ilford fueron fun-
dadas en 1878, AGFA se estableció como fabricante de
material fotográfico en 1888, Gevaert en 1894, Konica
en 1873, y como industria fotográfica en 1902, y Fuji, el
mayor fabricante japonés, en 1934.
A la pregunta, ¿dónde se concentraba el conocimiento
de los procesos fotográficos en el siglo XIX? tendríamos
que contestar: en Europa, y más concretamente en Gran
Bretaña, Alemania, Francia y Austria. Hacia 1914, una
compañía, con base en un país donde la investigación fo-
tográfica no estaba tan desarrollada, dominaba la industria
internacional, se trataba de la estadounidense Eastman
Kodak. De hecho, lo que estaba claro era el diferente de-
sarrollo de la industria de cada nación. Cada país experi-
mentó su propia evolución: en Gran Bretaña, el sector es-
taba conformado por pequeños fabricantes especializados
en material fotográfico; en Alemania dominaban las com-
pañías químicas, como AGFA, Bayer y Hoetsch, que te-

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nían grandes intereses en la fotografía; en Estados Unidos
Kodak prácticamente ostentaba el monopolio. Durante el
período de entreguerras, Ilford Limited llegó a dominar la
industria británica tras un proceso de fusiones. A principios
del decenio de 1930 ya poseía una amplia red de investi-
gación y desarrollo, aunque mucho menor que la de East-
man Kodak en Estados Unidos, y algo menor que la pro-
pia Kodak en la misma Gran Bretaña. En Alemania, IG
Farben, nacida de la fusión de las empresas químicas ale-
manas más importantes, vendía sus productos con la eti-
queta AGFA y realizaba los mayores esfuerzos relativos
en investigación en comparación con el resto de empresas
del mundo. Para entonces en Estados Unidos, Eastman
Kodak seguía dominando aquel mercado.
La historia de la investigación y desarrollo de siste-
mas fotográficos a color es un ejemplo excelente de in-
novación específicamente empresarial, aunque adapta-
da a las circunstancias históricas de cada país. Las
grandes empresas lanzaron al mercado sistemas de co-
lor hacia la mitad de la década de 1930. En 1935, Ilford
puso en el mercado el sistema Dufaycolor, Kodak el Ko-
dachrome y, en 1936, AGFA empezó a comercializar el
Agfacolor. Estos productos a color pueden explicarse
atendiendo a la historia de las empresas, o a los recur-
sos científicos y técnicos que éstas tenían, o a las es-
tructuras de gestión de las compañías, o en relación a
los mercados en los que operaban.
Kodachrome y Agfacolor eran sistemas «sustracti-
vos» con capas de emulsión sensibles a luces de dife-
rentes colores que, durante el proceso, producían tintes
que coloreaban imágenes. Por el contrario, el sistema
francés Dufay era «aditivo», es decir, creaba tres foto-
grafías distintas, cada una de las cuales ocupaba una
superficie equivalente de la imagen. Los tintes de color
no cambiaban durante el proceso.
Para entender las diferencias entre los sistemas de
revelado es fundamental conocer algunas particularida-
des de la química del tinte. El uso de tintes en fotografía
es anterior a la fotografía de color. De hecho, los tintes
eran imprescindibles en la fotografía en blanco y negro
de alta calidad, porque incrementaban la sensibilidad
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cromática, a la vez que la extendían a la franja roja (e in-
frarroja) del espectro. Antes de la Segunda Guerra Mun-
dial, los tintes clave del proceso se fabricaban en
Alemania, pero durante el conflicto empresas de otros
países, que no se dedicaban exclusivamente al material
fotográfico, comenzaron a producirlos por necesidades
militares. De este modo, Eastman Kodak se convirtió
entonces en fabricante de productos químicos a gran
escala, actividad que no ha abandonado. En Gran Bre-
taña, la industria química orgánica y de tintes se desa-
rrolló con la ayuda del Estado, que concentró sus mayo-
res esfuerzos en la recién creada Imperial Chemical
Industries (ICI), fundada en 1926. El acceso a estos
sectores estaba limitado por enormes barreras, que no
eran necesariamente nacionales. Muy pocas o ninguna
de las nuevas empresas alemanas eran capaces de ac-
ceder a la industria una vez que las pioneras ya se ha-
bían establecido. La inmediatez de la guerra, la expro-
piación de patentes y la imposición de controles a la im-
portación, después del conflicto, fueron cruciales para la
difusión de la investigación química industrial por todo el
mundo.
Entre las dos guerras mundiales, el relativo desarrollo
de la técnica del tinte fue crucial para los sistemas de
color de cada empresa. El sistema Afgacolor de IG Far-
ben se benefició del liderato de esa compañía en la in-
dustria del tinte. De hecho, los químicos de esta empre-
sa consiguieron que su película, la Agfacolor, incorpora-
se la mayoría de los reactivos necesarios para su
revelado. De este modo, tanto principiantes como profe-
sionales podían revelar la película. Por el contrario, los
químicos de Kodak no fueron capaces de alcanzar el
mismo nivel de pericia con los tintes, teniendo que basar
sus sistemas de revelado en procesos muy complejos
que sólo la propia Kodak podía llevar a cabo. Sin embar-
go, Kodak ya poseía una vasta red de plantas en las se
revelaban las películas en blanco y negro, a las que sus
clientes enviaban asiduamente sus carretes. Dicho de
otro modo, el sistema AGFA consistía en una película
muy sofisticada y un revelado muy sencillo, mientras
que el sistema Kodak era todo lo opuesto.
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CUADRO 2
PREMIOS NOBEL EMPLEADOS POR LA INDUSTRIA
Física
1912 Dalen - Swedish Gas Accumulator Co.
1956 Schockley y Brattain - Beckmann y Bell Labs
1978 Penzias - Bell Labs
1987 Bednorz y Müller - IBM Suiza
Química
1932 Langmuir - GE
1952 Martin y Synge - Wool Industries Research Association,
Leeds (Reino Unido)
Medicina
1948 Müller - Geigy
En contraste con estos dos métodos, Ilford desarrolló su
revelado siguiendo los procedimientos desarrollados ya
por los franceses y utilizando los primeros sistemas de co-
lor comerciales de antes de la Gran Guerra. Utilizó el mag-
nífico sistema Autochrome. El desarrollo de las películas
cinematográficas comenzó en el decenio de 1920, pero
Ilford no entró en este mercado hasta los años treinta. La
inversión realizada por Ilford fue menor que la de Kodak o
IG. La película de Ilford era complicada de fabricar porque
implicaba imprimir tres filtros de color por separado sobre
la misma. Además, necesitaba una emulsión blanco y ne-
gro y un revelado blanco y negro corriente. La emulsión de
Ilford era muy buena, en parte debido al empleo de los
nuevos tintes sensibilizados desarrollados por la compa-
ñía, sin embargo, el lanzamiento de la película no tuvo éxi-
to y, al cabo de dos años, Ilford se deshizo del sistema. A
finales de la década de 1930, con años de retraso, la em-
presa comenzó a investigar procesos «sustractivos».
En la década de los cuarenta, la influencia de la gue-
rra fue de nuevo decisiva. Las patentes Agfacolor ya es-
taban disponibles, y muchas compañías, entre ellas
Fuji, recurrieron a dichas patentes. La británica ICI, me-
diante su departamento de tintes y con científicos traí-
dos desde Alemania, desarrolló una película fotográfica
de color. Ilford, que no poseía los conocimientos nece-
sarios en cuanto a tintes, decidió imitar el modelo de pe-
lícula de color Kodak, a pesar de que para ello necesita-
1982 Vane - Wellcome
1909 Marconi - Marconi Co.
1937 Davisson - Bell Labs
1977 Anderson - Bell Labs
1986 Binnig y Rohrer - IBM Suiza
1931 Bergius, Bosch - IG Farben y otros
1950 Alder - Academia/IG Farben
1936 Dale - Academia/Burroughs Wellcome
1979 Hounsfield - EMI
1988 Black, Elion y Hitchins - Wellcome USA (sólo Elion y Hitchins)
ba evitar su patente. En 1948 Ilford lanzó al mercado
una película cuya calidad puede ser evaluada teniendo
en cuenta que, una versión mejorada de este modelo
fue comercializada en 1962 cuando las patentes de Ko-
dak expiraron. Finalmente, es interesante mencionar
que Ilford fue absorbida por ICI en 1959, y a finales de
los sesenta por la compañía de tintes suiza CIBA.
En el caso de la fotografía, la historia empresarial es
tan fundamental para entender la naturaleza de las in-
novaciones realizadas como la historia de los países.
De este modo observamos que la repercusión de la
guerra fue fundamental, yendo más allá del cambio que
supuso en las condiciones técnicas y económicas.
¿Qué importancia tiene la historia de la investigación
industrial en la historia de la ciencia en general? Para
contestar a esta pregunta es necesario tener en cuenta
que los científicos que trabajaban en la industria han ga-
nado más Premios Nobel de lo que habitualmente se
cree (ver Cuadro 2). Así, por ejemplo, destaca el núme-
ro de premios concedidos a trabajadores de las empre-
sas Bell Labs, IG Farben, IBM y Wellcome.
Asimismo, existen pruebas que demuestran la influen-
cia de los investigadores industriales en otras áreas de la
ciencia. El campo de la electrónica es especialmente inte-
resante. En los años treinta el desarrollo de la fotografía y
de la investigación en materia fotográfica estimuló los pri-
meros estudios en el campo de la electrónica. Después de
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la Segunda Guerra Mundial, Bell Labs y otras empresas
adelantaron a las universidades en muchas áreas de la
electrónica. No sólo habían desarrollado el transistor, sino
que también habían alcanzado amplios conocimientos
teóricos acerca de su esencia teórica.
El estudio de la innovación técnica implica no sólo el
estudio de la industria, sino además el de las empresas
en particular. Aunque puede parecer obvio, llama la
atención la poca atención que la historia de la innova-
ción les ha prestado.

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