UNA PASION VIOLENTA UNIA...
Maria Luisa Algarra
163“\..pero a@ su continua ternura, una
pasién violenia unia...”
Rubén Dario
“Cantos de vida y esperanza”
PERSONAJES:
XAVIER: Veinticinco aifos. Modes-
to, humilde. Viste sin elegancia, pero
su indumentaria es cuidada.
CELIA: Veintidés afios. Bien vesti-
da, pero con ropa juvenil, sin sofis-
ticacion.
PATRONA: Se oye inicamente su voz,
vulgar y aspera, de mujer madura.
La accién en México y en 1950,
ACTO UNICO
Habitaciin de una casa de huéspedes
sumamente econdmica. Ventana gran-
de al fondo, guarnecida de cortinas im-
provisadas; lateral derecha -del actor-
una puerta. Lateral izquierda, una
cama arrimada a la pared y tapada, a
manera de divan, con una colcha des-
lucida. Entre la cama y la ventana, me-
silla de noche, con marmol, y sobre
ella, una lampara. Dos libreros desven-
cijades, Henos de libros viejas coleca-
dos sin orden. Al centro, algo vencida
hacta el fondo derecha, una mesa me-
diana cubierta de papeles. Primer tér-
mino derecha, una mecedora 0 silton.
Doso tres sillas, repartidas. Algunas ro-
pas de hombre cuelgan de clavos en
las paredes, y también hay en ellas fo-
tografias y mapas clavados con chin-
ches. Por todas partes, profusion de
objetos personales. Los muebles no son
muchos, y sin embargo, el cuarto da
una impresion de abarrotamiento.
Al levantarse el telén, es de noche, y
la habitacion esté en sombras, Una luz,
alternativamente roja y azul, proceden-
te de alguna tienda 0 anuncio, entra
por la ventana que tiene descorridas
Jas cortinas. Sugestién de casas obs-
curas al otro lado de Ia calle.
Transcurren unos instantes y la puer-
ta se abre sigitosamente. Entran de
puniillas Xavier y Celia, El cierrade
nuevo la puerta con sumo cuidado.
Quedan inméviles y silenciosos por
unos segundos mas.
XAVIER: (Bajito.) Espera... No te
muevas... Puedes tropezar con
algo.
Celia se queda quieta. Xavier cruza
Ja estancia, va hacia ta mesilia de
noche y prende la lampara.
XAVIER: No te muevas ain... Voy a
correr bien las cortinas.
Lo hace, de manera que la ventana
quede cubierta por completo. La luz
rojay azul del anuncio, sigue brillan-
do tenuemente a través de las trapos.
Celia no se ha movide. Encogida,
como amedrentada. observa las ma-
niobras de Xavier.
XAVIER: (Mientras arregla las cor-
4inas.) Podrian verte desde la ca-
Ile... Y si fuera otro de los hués-
pedes quien te viese, para qué
quieres... Le iria volando con elchisme a la patrona... /Termina de
arregiar.) Eso es... (Se vuelve y
mira a Celia, sonriendo.) Ahora
si... Ya puedes tomar posesién de
tu casa...
CELIA: (Con un profundo suspiro de
alivio y sonriente, como después
de un gran susto.) |Oh, Xavier!
Xavier se acerca a ella. Tomindola
de las manos, la obliga a avanzar.
XAVIER: Siéntate... (Admirado, bur-
lindose un poco.) {Pero... Estas
temblando!
CELIA: Si... He pasado tanto miedo
que... Bueno, no se me acaba de
quitar.
XAVIER: (Riendo.) No exageres...
Tampoco es una cosa tan grave.
CELIA: Si nos hubieran sorprendi-
do... ;Y ti patrona u otro cual-
quiera me hubiera dicho algo.
Creo que me habria muerto del
bochorno!
XAVIER: Pero no nos ha visto nadie.
ho te han dicho nada, y ahora ya
no hay peligro alguno... Lo ani-
co... ¢Sabes?... Que hay que ha-
blar bajito... Eso es todo.
Se aparta un poco de ella para es-
conder, a patadas, dos zapatos deha-
jode la cama. Celia mira a su alrede-
dor, volviendo lentamente la cabeza,
CELIA: (Tras la pause. despacto,
duicemente,) {Tu cuarto, Xavier..!
iEste es tu cuarto!
XAVIER: (Algo apenado ) Si... Aqui
vivo casi desde que llegué a Méxi-
co... Es muy pequeiio, pero... (Ali-
gera y habla sonriente, casi con
Janfarroneria.} ....tiene muy boni-
ta vista, y mucho sol por las majia-
nas... En el centro, muy bien co-
municado, cerca de mi trabajo, y...
(Se desaliente de repente. Dice.
humilde:) La pensién es muy ba-
rata.... Una miseria, realmente...
Es un cuchitril infecto, Celia, ya
lo sé, pero...
CELIA: jOh, Xavier, no te avergiien-
ces de él! Es tu refugio, tu rin-
con... ;Y es tuyo! jLleno de cosas
tuyas! {El unico aire del mundo
que en verdad te pertenece a ti
solo, esta entre estas paredes!
XAVIER: (Un poco mustio todavia.)
Aiin asi... Me hubiera gustado
poder ofrecerte algo mejor.
CELIA: Es mejor que mi casa... (Se
Jevanta, y empieza a pasear len-
tamente por el cuarto, viéndolo
todo.) Aqui se puede estar conten-
to.. Y hasta ser feliz. En mi casa,
en cambio... (Senrie tristemente y
se encoge de hombros.) ...ni si-
quiera es posible respirar... De
continuar en ella, me habria as-
fixiado
XAVIER: (Se acerca a ela, y la ro-
dea suavemente con tos brazos.)
iEstas decidida, Celia? ,Es cierto
que estas decidida?
CELIA: Si... (Se estremece un poco.)
No habria venido contigo si no lo
estuviera,
XAVIER: {Note arrepentiras? ,No te
iras mafiana?
CELIA: (Baja fa cabeza, v oculta ta
cara en el pecho de él.) No puedo
165arrepentirme... Después de lo de
esta tarde... No puedo irme ya.
Estoy ligada a ti para siempre.
XAVIER: (La toma por ta barbilla y
Ja obliga a mrarto. Con ternura.)
iCelia..! ,Por qué escondes la
cara? {Te da vergiienza?
CELIA: (Bajito, turbada.j Si... Un
Poca, si.
XAVIER: Pero... gPor qué? Nos que-
remos... Y cuando un hombre y
una mujer se quieren, eso es na-
tural, y limpio...
CELIA: Hacia apenas un mes que nos
conociamos...
XAVIER: El tiempo no cuenta para
eso. Quererse es conocerse desde
el principio del mundo
CELIA: (Se separa de él, ientamente,
con suavidad.) Si, pero... (Da unos
pasos.) A mi me educaron de otro
modo... Hasta esta tarde, yo fui una
hija de familia... | Ya no lo soy! (Se
fe turba fa voz, como si estuviera a
punto de echarse a llorar) {Y tam-
poco existe ya una familia ala que
yo pertenezca! Muertos mis pa-
dres... ;Y mi hermana casada con
ese hombre! No es mi familia. | Yo
no tengo ya nada que hacer alli, en
aquella casal
XAVIER: Yo te lo dije muchas ve-
ces... Desde el dia en que empe-
zaste a contarme todo, Siendo
mayor de edad... {Para que seguir
soportando algo tan desagradable?
Pero ti no te resolvias a nada...
CELIA: Necesitaba... Una cosa como
la de esta tarde para resolverme.
Hasta ahora me habia faltado el
valor... No me atrevia a provocar
una escena de lagrimas y repro-
ches de mi hermana... (Con amar-
ga ironia.) Porque ella Ilora... Llo-
ray se lamenta siempre de mi des-
pego... A pesar de que no me quie-
re y esta ansiosa por librarse de
mi... Sobre todo, desde que se caso
con Pedro.
XAVIER: Esas cosas ocurren... Un
hombre o una mujer, Io mismo da.
Pueden cambiar radicalmente por
lainfluencia de quien se casa con
ellos
CELIA: (Niega con ta cabeza. Dice
lenfa, con una sonrisa triste.)
Ninguna influencia tiene la culpa
de que Isabel sea como es... Isa-
bel es mala, Xavier... |Es mala y
siempre lo ha sido! (Bajtto, con
voz temblorosa.) ‘Me ha hecho
sufrir mucho!
XAVIER: (Abrazdndola.) {Qué cobar-
dia! Si fué mala contigo, podria ser-
lo también con un recién nacido...
jO con un animalito moribundo!
(La acaricia, Transicidr.) jPero esto
se acabé! No podra seguir atormen-
tandote ni tiranizandote con sus la-
grimas... Til y yo estaremos juntos
y no volveremos a separarnos...
(Despaciv. la conduce hacia a ta
cama.) Ven... Sentémonos ahi, es-
taremos mas comodos... Empieza
aacostumbrarte a usar lo que es tuyo
y mio... (Con cierta picardia bona-
chona.} ...a usarlo conmigo.
CELIA: (Sonrie de nuevo. Se sienta
en la cama,} jOh...! (Rie) Me deje
caer de golpe... ;¥ esto no esta tan
lando como yo me imaginaba!
XAVIER: (Bromeando.) ,Porque es
166un colchén de primera... No sabias
que los hacen duros como una pie-
dra, porque asi son mas higiéni-
cos? (Se sienta junto a ella, riendo.
‘ple toma las manos.) No importa.
Cuando se esta muy cansado... O
muy enamorado. . Cualquier ca-
mastro es un lecho de plumas...
(Acariciéndota.) {No crees ti?
CELIA: (Algo absorta, dulcemenie,
dejndose acariciar.) {Qué hare-
mos Xavier? Esta decision que he
tomado... Trastorna horriblemente
la vida de los dos, ,verdad?
XAVIER: (Bendito sea el trastorno!
TU viviras en paz de ahora en ade-
lante... Sin hermanas que te amar-
guen la existencia... ;¥ yo tendré
una mujer como nunca me habia
atrevido a sofiarla!
CELIA: (Dulce.) ,Por qué Xavier?
XAVIER: No me hago ilusiones. sé
muy bien que tt eres mucho mas
de Jo que yo merezco. Soy un hom-
bre sin complicaciones ni proble-
mas... Ni muy guapo, ni muy feo...
Ni muy inteligente ni muy tonto.
No estoy del todo desprovisto de
ambicién.. Pero comprendo que
hay cosas a las que debo renun-
ciar, porque nunca estaran a mi
alcance. No me moriré de hambre,
pero tampoco tengo un porvenir bri-
ante... Soy lo que la gentes llaman
“un buen chico”... Y nada mas.
CELIA: (Sonriendo.) .¥ yo..? ,Qué
soy yo?
XAVIER: Tu eres una princesa. La
muchacha mas delicada y mas bo-
nita del mundo... Tibia y dulce
como un rayo de sol. Fina como
un soplo de aire de maiiana de
verano...
CELIA: (Rie.) Oh, Xavier, qué poé-
tico!
XAVIER: “Qué cursi”, quisiera de-
cir... Y seguramente loes, pero asi
es como te siento... (La mira, son-
riendo.) No, nunca mas volveré a
compararte con nada... En primer
lugar, porque no se me ocurren
mas que ridiculeces... Y después,
Porque quizas ti te envanecerias
demasiado, y a fin de cuentas no
querrias casarte con un pobre dia-
blo como yo.
CELIA: Tu no eres un pobre diablo,
Y yo si quiero casarme contigo...
Pero...
XAVIER: ;Pero...qué?
CELIA: jCasarnos! Ta. con tu empleo,
apenas ganas para ti solo. Y yono
tengo nada; apenas unos pesos en
la bolsa... (Se ensombrece. Des-
via la mirada y la fija frente asi.)
Tampoco he de ir a pedir un solo
centavo... Se supone que si he sa-
Tido de alli para no regresar... He
tenunciado a todo lo que alli hay.
XAVIER: {Claro que si, eso es ele-
mental! Mira, Celia... Tat vez.
Tal vez ti puedas encontrar un
trabajo... Ya sé que nunca has tra-
bajado, pero... {No te importaré
hacerlo ahora, verdad? Para ayu-
darme un poco... Hasta que mi si-
tuacion se defina..
CELIA: (Ardientemente.) {Trabajaré!
iY lo haré con gusto! jTodo, todo
lo haré con gusto. con tal de no
tener que volver a mi casa!
XAVIER: (Admirandola.) Eres va-
167liente... Resulta que eres valien-
te. jCelia! A cada instante que
pasa, te adoro més. . Y fijate que
cosa tan rara: estoy muerto de ga-
nas de que me des un beso...
Sin pronunciar una patabra, Celia le
echa los brazos al cuello. Se besan
largamente.
De improviso, fiertes golpes en la
puerta del cuarto, Celia se sobresal-
ta terriblemente. Se separa de Navier.
Casi de un brinco, se levanta de la
cama. y retrocede répida. Caminan-
do de espaldas, hacia el muro de la
lateral izquierda. Se queda alli, mi-
rando @ la puerta con ojos despavo-
ridos.
También Xavier se ha asustado. Mira
hacia la puerta. Se aye ta voz de la
Patrona.
PATRONA: (Siempre al otro lado de
la puerta, Vo: rasposa y malhu-
morada, de mujer madura y vul-
gar) (Joven..! jJoven..!
Un silencio. Xavier vy Celia cambian
una mirada, sin saber qué hacer.
Continiian inméviles y mudos. Hay
anos cuantos golpes més.
PATRONA: jNo se hagael sordo, que
de nada le vaa servir! j Ya sé que
esta ahi!
XAVIER: (Decidiéndose. Antes de
hablar. carraspea un poco. Hox-
co, de mala manera.) ,Qué se le
ofrece?
PATRONA: ~Y todavia tiene el des-
caro de preguntarlo? 4Se figura
que me chupo el dedo? ,Con quién
esta usted?
XAVIER: (Tras wna pausa breve, re-
suelto, haciendo acopio de vator:)
Con nadie.
PATRONA: (Con sorna.) jAh..! |Mire
nada mas! ;Ahora le da por ha-
blar sola?
XAVIER: No hablaba. Estaba... C:
turreando. O mas bien, si: quiza
dije algo en voz alto. sin darme
cuenta... También tiene que in-
tervenir en eso?
PATRONA: Esta es mi casa, jentien-
de joven? ;Y mi casa siempre ha
sido decente! ;Ya sabe usted que
Ja primera cosa que se le advierte
alos huéspedes, de que no podran.
meter a ninguna cualquiera!
XAVIER: (Se impacienta. levanta la
voz.) {No hay nadie, le digo! Vuél-
vase a la cama y déjeme dormir
en paz’ jEstoy muy cansado!
PATRONA: ,Y por qué cerré con lia-
ve? {Abra la puerta, para que yo
me asome y vea si es cierto que es
usted tan inocente!
XAVIER: (Ya con aplomo.) {Precisa-
mente porque Jo soy, no me arries-
garé a abrirle a usted Ja puerta,
setiora! j Tanta mas cuanto que ya
me desvesti!
PATRONA: |OH..! |Desvergonzado!
XAVIER: ;Y basta de conversacion!
Le repite que estoy solo... |Pero
después de ésto, no le abriré! Ya
es una cuestién de amor propio!
iBche la puerta abajo, si quiere!
Un silencio.
168PATRONA: (Decidida, tras la pau-
sa.) {Pues desde mafiana, puede
usted empezar a buscarse acomo-
do en otra parte!
XAVIER. jPerfectamente!
PATRONA: (Rezongando.) {Cinico,
descarado! (4fejdndose.) {Quien
lo hubiera dicho, con ese aire de
mosca muerta! jLibertino..! (Su
vor se pierde.}
Cuando ta voz de la Patrona se ha
extinguido por completo. Xavier, que
mantenia los ojos fijos en la puerta,
exhala un gran suspiro de alivio, v
se vuelve, sonriente, para mirar a
Celia. Ella esté pegada de espaidas
a Ia lateral izquierda, livida, rigida
y desencajada. Sigue con la mirada
clavada en la puerta. Naturalmente,
la sonrisa tranquilizadora de Xavier
se desvanece inmediatamente, Varda-
pido hacia ella,
XAVIER. jCelia..! Qué tienes? {Por
qué estas asi? jOh, Celia, por fa-
vor, contéstame!
CELIA: (Cuando él la toca se dobla,
como si toda la tensidn que la
mantenia rigida, se rompiera
Emite un solloze ahogado.)
XAVIER: {Te asustaste, verdad, mi
vida? jPobrecita! Pero no debias
tomarlo asi.... No tiene tanta im-
Portancia!
CELIA: (Liorando, bajito, convulsa.)
iTe ha echado..! |Te ha echado!
XAVIER. jY qué? ,Acaso ésta es la
Gnica casa de huéspedes que hay
emt México? Nos iremos a otra...
(Reflexionando) Aunque... Eso de
que me ha echado esta todavia por
ver... ,Le pago muy puntualmen-
te, sabes? Los huéspedes tan for-
males como yo, no abundan... Es-
toy seguro de que mafiana lo ha-
bra pensado mejor, y habra deci~
dido permitir que me quede, a pe-
sar de todo...
CELIA: (Angustiada.) {Pero... ¥ yo?
4A donde iré?
XAVIER: TG podras quedarte tam-
bién. Hablaré con ella por Ia ma-
jiana temprano.., Le diré que pen-
Samos casarnos... La moral de una
patrona de casa de huéspedes, es
muy elastica.. En el caso de que
todavia tenga escripulos, te ins-
talara en otro cuarto... Hasta que
nuestra situacion sea “legal”, ya
veras.
CELIA: (Aferrandose a él.) No quie-
ro que nada ni nadie nos separe.
iXavier! |No quiero tener que vol-
ver a mi casa!
XAVIER. (Acariciandole el cabello.)
No volveras a ella. Celia... Nunca
mas.
CELIA: (Mas desesperada.} ;Xavier,
td no lo permitirias, no es cierto?
&No dejarias que nada me arranca-
ra de ti, para arrastrarme de nuevo
hacia ellos, verdad? 4 Verdad?
XAVIER. (Firme. carifioso.) No... No.
CELIA: (Vwelve a desasirse de él,
suavamente.) Sélo la idea de vol-
ver a cruzar aquella puerta... De
verme otra vez rodeada por aque-
llas paredes, me horroriza... (Ca-
mina un poco por la escena, con
ta mirada fija ante si. Habla con
mds pausa,) ¥ ta de volver a ver-
169los a los dos... Siguiéndome con
la mirada... La de Isabel llena de
odio... ;Atravesandome como la
hoja de un cuchillo! (Cruza frer-
temente los dedos crispados.)
iTU no sabes, Xavier, ti no
XAVIER: No pienses mas en eso...
CELIA: (Vuelve a levantar la voz. Due
ramente:) |Tengo que pensar en
eso! jHe estado pensando en eso
aiios enteros! (Trans. Afas suave.)
jElla tiene diez mas que yo... {;Com-
prendes? Y mama cuando muria yo
era muy pequefia, de manera que
Isabel tuvo que hacerme de madre...
iMe aborrece desde entonces, por-
que siempre fui un lastre para ella.
porque le estropeé todas sus diver-
siones! Yo significaba una respon-
sabilidad agobiante, tediosa, detes-
table. (Pausa. Trans.) Pero Isabel
ocultaba con mucho cuidado sus
verdaderos sentimientos... ;Es hipo-
crita, hipécrita! Nunca dejé de ha-
blarme con la miel en la voz, ni de
acariciarme tiernamente... Cuando
lo que deseaba era hacerme peda-
zos! “jCuanto quiere Isabel a Ce-
lia!” -decian todos- “Es realmente
una madre para ella! j]sabel es tan
‘buena..! j[sabel es tan buena!”
XAVIER: (Tranquilo, sin advertir
que ella va exciténdose progresi-
vamente.) ,Cémo pudo engafiar
asi a todo el mundo?
CELTA: (Con las mandibulas contrai-
das, concentrada.} |No pudo seguir
engafiandome ami! No pudo seguir
engaiiandome desde que se casé con
Pedro, hace cinco afios! (Su aver-
sion crecia tanto, que ya no le fué
posible continuar encubriéndola!...
Se derramaba por sus ojos, por su
sonrisa... ;Estaban saturados de ella
todos sus gestos! ;Y yo descubri
entonces la verdad!.. Nunca mas
volvi a creer en su voz suave ni en
sus palabras melosas... Ni en sus
lagrimas, que ella decia eran pro-
vocadas por mi “hostilidad”
XAVIER: (Penvativo.) ,¥ por qué te
odio mas desde que se casd? Es lo
que no acabo de entender bien...
£Por qué no pudo seguir disimu-
lando, a raiz de su matrimonio?
CELIA: (Vuelve a la cabeza hacia él.
por primera vez, después de mu-
cho tiempo. Sonrie, irénicamen-
te. Una pausa y dice, lenta:) ;Por-
que Pedro se enamoré de mi!
XAVIER: (Alarmado, rdpidamente.)
{Qué dices?
CELIA: (Lentamente.) Desde el primer
dia... Esta enamorado de mi, y no
ha dejado de estarlo en cinco afios...
¢Pausa.) En aquella casa los ojos de
Isabel se clavan en mi carne como
flechas emponzofiadas... Pero los de
Pedro... Me envuelven toda entera,
como un vaho caliente... Me toca,
sabes? Me toca con los ojos... Y
cuando me mira asi... (Baja la ca-
beza v la voz.) ...Yo me siento des-
nuda ante él... |Mas desnuda de lo
que nunca podria estarlo! (Se cu-
bre la cara con las manos y dice
ahogadamente. casi en un sollozo.)
iEs espantoso!
XAVIER: (Dando unas pasos hacia
ella.) {Celia..! Por qué no me ha-
bias dicho eso antes?
170CELIA: |Me avergonzaba tanto! |Sen-
tia tal angustia, tan slo al recordar
sus ojos, fijos en mi! (Exeitindo-
se.) Y ella... Ella, Isabel... Sabia
cuando él me miraba casi tan bien
como yo misma... Aunque estuvie-
ra vuelta de espaldas... Aunque pa-
reciera absorta en otra cosa... ;Yo
la veia estremecerse, temblar..!
XAVIER: jOh, Celia!
CELIA: (De improvise. con los dien-
tes apretados y los ojos brillan-
tes.) ,Quieres que te diga una
cosa? Ella era mi enemiga... Me
aborrecia... ;Y yo me alegraba de
gue sufriera! Si, me alegraba!
i Bra una forma de venganza! |Sus
torturas me producian un placer
intenso, casi salvaje! (Una pausa.
Mas tenta.) |Entonces, yo no sa-
bia atin de lo que Isabel era ca-
paz... Cuando lo supe, jtoda mi
alegria se convirtia en terror!
XAVIER: Por qué?
CELIA: (Otra pausa. Sorda, lentamen-
fe.) Ella ha tratado de asesinarme.
XAVIER: jOh, no, no es posible!
CELIA: (Violenta,) {Si...! (Ha tratado
de hacerlo, muchas veces! jNo pien-
en otra cosa que en quitarme de
enmedio! De ese modo no seguiré
interponiéndome entre ella y Pedro,
gcomprendes? ;Muerta y olvidada,
dejaré de ser un obstaculo y un pe-
ligro! Matarme, el camino mas cor-
to y el mas facil. Tenia que ocurrir-
sele... ;¥ se le ocurrid!
XAVIER: (Espantado.) Pero... Escu-
cha, Celia, no puedo creerlo... Por
mucho que ella te odie, no se atre-
veriaa...
CELIA. (/nterrumpiéndole.) {Por el
miedo a la carcel, dices ta? Qué in-
genuo eres! {No sabes que hay ase-
sinatos que pueden disfrazarse de
accidentes? Asesinatos premedita-
dos, calculados, que nadie podria
llegar a descubrir... ,Y luego, quién
sospecharia nunca de Isabel, la
hermana que me hizo de madre?
{Cudntos testigos se necesitarian
para acreditar que ella me adoraba,
que fué siempre tierna, afectuosa y
maravillosa conmigo? ;Diez..? ,Cin-
cuenta..?