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Instructor: Os Cortez.

Historia

La técnica del ballet enfatiza la perpendicularidad del torso, debido a que los bailarines deben
siempre fluir de este eje vertical. Es necesario que todas las partes del cuerpo estén
correctamente alineadas y centradas para permitir el máximo de estabilidad y facilidad en el
movimiento. El torso y todas las partes del cuerpo del bailarín deben permanecer sostenidas y
alongadas hacia arriba de manera que su cuerpo permanezca siempre alargado y estirado
(pull-up). La verticalidad implica resistencia a la gravedad, un concepto que debe ser aplicado
principalmente en los pasos de elevación, como los saltos.

El Ballet es una forma teatral de danza, que comienza a desarrollarse en Europa durante el
Renacimiento (1300 – 1600). La técnica del ballet está conformada por una serie de
movimientos estilizados y posiciones que han sido elaboradas y codificadas a través de los
años, hasta convertirse en un sistema bien definido, aunque flexible denominado danza o
ballet académico.
Uno de los fundamentos técnicos del ballet es la rotación externa de las piernas (turno-out, en
de-hors). Cada pierna debe ser rotada hacia fuera desde la articulación de la cadera. El ballet
contempla cinco posiciones específicas para los pies, las cuales son utilizadas en la ejecución
de los pasos del ballet. Existen en general las posiciones correspondientes para los brazos,
aunque varían dependiendo de la escuela.

El ballet posee muchos de dichos pasos, incluyendo aquellos en los cuales el bailarín
mientras se encuentra en el aire debe girar, batir (cruzar) las piernas, mantener los pies juntos
o cambiar la posición de las piernas. El fragmento de la clase o de una coreografía donde se
agrupan dichos pasos, suele denominarse allegro. La idea de desafiar la fuerza de gravedad
se vio culminada con la invención de las puntas. Estas se desarrollaron en los inicios del siglo
XIX y han sido ampliamente utilizadas por las bailarinas desde 1830, cuando quedó
demostrado su potencial para conseguir su efecto poético.

El término “línea” en ballet se refiere a la configuración del cuerpo de un bailarín, ya sea en


movimiento o en reposo. Una buena línea es en parte un aspecto físico con el cual ha nacido
el bailarín, pero también puede ser desarrollado por el entrenamiento.

Diferentes sistemas de entrenamiento de ballet han evolucionado, adoptando el nombre de


sus países de origen (escuela rusa, francesa, etc.) o de sus maestros (el italiano Enrico
Ceccetti, el danés Augusto Bournonville o la rusa Agripina Vaganova). Estos sistemas, sin
embargo, difieren más en el estilo y el énfasis en algunos aspectos más que en los
movimientos mismos enseñados. El lenguaje técnico es universalmente el mismo sin importar
la escuela, aunque puede haber diferencias en la denominación o en la ejecución de algunos
movimientos.

Todos los bailarines de ballet, sin importar su experiencia o su eficiencia, toman diariamente
clase de ballet para mantener sus cuerpos fuertes y flexibles. La mayoría de las clases de
ballet inician con el trabajo en la barra. Estos ejercicios tienen como objetivo calentar y estirar
músculos, ejercitar tendones, haciéndolos más flexibles y mejorar la movilidad articular. La
segunda parte de la clase se realiza sin la ayuda de la barra y se denomina centro.
Usualmente se inicia con movimientos lentos y sostenidos (adagio) para desarrollar en los
bailarines la sensación de equilibrio y fluidez en los movimientos. Luego vienen los
movimientos más rápidos que incluyen el grupo de los pequeños saltos y progresivamente se
realizan pasos con desplazamientos, giros y grandes saltos.
A medida que el bailarín mejora su eficiencia, los ejercicios en la barra y en el centro se hacen
más complejos, aunque siempre basados en los mismos movimientos aprendidos desde el
comienzo. Los movimientos se hacen cada vez más rápidos o más lentos, más extensos, más
complejos (combinaciones) y físicamente más demandantes. De ahí la importancia de
establecer, desde un principio, unas sólidas bases, ya que de ellas dependerá un progreso en
un futuro. Generalmente los bailarines realizan la clase para mantener su nivel de ejecución
técnica, que para aprender pasos nuevos. La técnica del ballet clásico es universalmente
reconocida como una base sólida para la práctica de cualquier otra forma dancística. Los
principios técnicos adquiridos con la práctica del ballet pueden ser aplicados a cualquier otra
forma o estilo.

Si se desea realizar un entrenamiento profesional en ballet, se debe iniciar el entrenamiento


diario del cuerpo entre los 8 -10 años de edad, luego de pasar el examen de aptitudes exigido
por las escuelas donde se realiza dicha formación. Los alumnos reciben clase diaria de ballet
y en el transcurso de su carrera deberán recibir otras clases específicas relacionadas con el
ballet: puntas para mujeres, variaciones para hombres y mujeres, adagio (pas de deux o duo
clásico), danzas antiguas y de carácter, música, bailes de salón, pantomima y distintas formas
de preparación física, que pueden incluir, dependiendo de la escuela, la gimnasia artística y
diversas formas y técnicas de entrenamiento físico. Sin embargo, es importante aclarar, que
cualquier persona puede aprender y disfrutar la técnica del ballet. El ballet es una excelente
base para la práctica de cualquier otra forma de danza y cualquier persona puede beneficiarse
y obtener placer con los logros personales que alcance a desarrollar con la práctica de esta
manifestación artística.

PRINCIPIOS, REGLAS Y PROTOCOLOS DEL BALLET CLÁSICO

El ballet clásico es una forma artística muy lógica. Está conformado por ejercicios, pasos,
posiciones y poses para los que existe una terminología francesa. Los principios, reglas y
protocolos determinan la forma en la que se ejecutan sus ejercicios y sus pasos; estas reglas
y protocolos distinguen al ballet de otras formas de danza. Su estructura teórica provee el
marco, que aplicado correctamente logra el nivel clásico demandado por este arte. Los
principios generales del ballet clásico incluyen los conceptos de alineación, rotación,
distribución del peso, postura, transferencia del peso, colocación, elongación (pull –up),
compensación, contrabalance, aplomo y balance (equilibrio). Aunque estos principios serán
examinados individualmente, es necesario aclarar que en el transcurso de la clase se
encontrarán siempre interrelacionados. Es difícil estudiar cualquiera de estos principios sin
analizar su relación con los demás. El aprendizaje y aplicación de estos principios es un
proceso progresivo. La asimilación intelectual y kinesiológica de estos principios enriquecerá
la experiencia motriz de los alumnos permitiendo el desarrollo de una sólida técnica de base.

PRINCIPIOS

Alineación

La alineación corporal puede definirse como una buena postura en su sentido más clásico.
Una adecuada alineación corporal es la base esencial para desarrollar la técnica del ballet.
Para el bailarín de ballet esta alineación integra constantemente la cabeza, el torso, los brazos
y las piernas en una totalidad coherente, mientras el cuerpo se mueve a través del espacio o
mientras se mantiene una posición. La alineación es un principio primario y dinámico que se
mueve eficientemente como un todo y es sensible a los movimientos de sus partes. El cuerpo
entero es como una estructura de bloques: si uno de los bloques está desalineado se afecta el
resto que esté por encima o por debajo. Una vez el cuerpo está desalineado, otras partes del
cuerpo realizan compensaciones que causan aun mayor desalineación y eventualmente
lesiones: todas las articulaciones mayores del cuerpo se pueden ver afectadas.
Rotación (en- dehors)

La rotación externa de las piernas es la característica más distintiva del ballet clásico; dicha
rotación debe emanar de la cadera. El fémur rota por la acción de varios músculos, entre ellos
seis músculos rotadores de las caderas: prirformis, abductor interno, quadriceps femoral,
gemelli interior, gemelli superior y obturador externo. El control muscular de la pelvis, las
piernas y el abdomen es esencial para mantener una correcta alineación del cuerpo y facilitar
la rotación. La rotación se extiende a través de los muslos, las piernas y los pies, alineando
las rodillas con la pelvis y los pies. La rótula estará por encima del segundo y tercer dedos del
pie. El tobillo se encuentra perpendicular al piso, de manera que el pie no ruede no hacia
dentro ni hacia fuera de sus bordes. La alineación vertical de las caderas, piernas, rodillas,
tobillos y pies debe ser mantenida ya sea con las rodillas flexionadas o extendidas.

La rotación ideal

Para el bailarín principiante la rotación debe ser natural desde las caderas, esta puede ser
entre 90 y 100 grados. Para mantener igual el nivel de rotación en ambas piernas se requiere
una apropiada alineación y colocación del torso. La rotación natural deberá mejorarse
mediante la aplicación de estos principios y de un adecuado control muscular. La rotación es
un principio primario que se aplica a toda la técnica del ballet. Durante el renacimiento el ballet
fue ejecutado inicialmente en los bailes de salón y luego se trasladó al escenario. El vestuario
que los bailarines usaron mientras evolucionó el ballet llevó a que la rotación fuera la forma
más eficiente y estética de moverse en todas las direcciones, permitiendo asumir cualquiera
de las posiciones clásicas mientras se mostraban al público. La rotación por lo tanto es el sello
característico del ballet clásico.

Una imagen que puede ayudarnos a comprender el principio de la rotación es la idea de una
“espiral mágica”. Imaginemos que la espiral se inicia en la articulación de la cadera, va por
detrás de éstas y pasa por el muslo interno, rotándolo hacia fuera; luego desciende por detrás
de las rodillas envolviendo los gemelos y rotándolos hacia fuera, continua descendiendo por la
espinilla rotando hacia fuera finalmente los talones y los pies.
Distribución del peso

La distribución del cuerpo es crucial en la conservación del equilibrio y del movimiento


eficiente del bailarín. La alineación es de suma importancia para la correcta distribución del
peso en uno o en los dos pies. A medida que el bailarín se mueve, el peso del cuerpo se está
recentrando continuamente sobre uno o los dos pies. En la posición a pie plano los cinco
dedos y la planta del pie soportan el peso del cuerpo. El peso del cuerpo se centra
verticalmente sobre un área triangular. Dicho triángulo conecta el metatarso del dedo gordo, el
quinto metatarsiano y el tobillo. El bailarín debe trasladar el peso hacia los metatarsianos, ya
sea que se encuentre apoyado en los dos pies, en uno o en relevé (empinado sobre los
metatarsianos). En releve el peso del cuerpo se encuentra sobre los metatarsianos y los cinco
dedos del pie. El peso debe centrarse verticalmente entre el segundo y tercer metatarsianos
para prevenir que el pie se ruede hacia dentro o hacia fuera; de esta manera el arco
longitudinal del pie se encuentra perpendicular al piso.

Postura

En los ejercicios y en las combinaciones el bailarín asume una postura con el peso distribuido
en ambos pies o cuando pasa a través de las distintas posiciones de los pies. Para sumir una
apropiada postura del peso debe estar igualmente distribuido sobre ambos pies. El bailarín
aprende estas posiciones kinestésicamente, ya sea para descansar o para recobrar el
equilibrio antes de trasladar el peso a un pie o a una dirección diferente.

Transferencia del peso

La acción de trasladar el peso de dos pies a uno, o de uno a dos, requiere una postura
correcta. El bailarín hace que la transferencia del peso se vea sin esfuerzo. Respirar con el
movimiento, usar la rotación y estirar el cuerpo hacia arriba (pull up) permiten que los cambios
de peso se vean fluidos y sin esfuerzo. Ser capaz de ejecutar los cambios de peso es crucial
para el logro de un suave cambio de apoyo y de las direcciones que constituyen una parte
esencial del ballet. Antes de realizar un cambio de peso de dos pies a uno, el cuerpo se estira
ligeramente hacia arriba y hacia el lado de la pierna de apoyo en dirección diagonal entre las
piernas y la pelvis. El peso se traslada completamente a los metatarsianos de la pierna de
apoyo. Al regresar el peso a las dos piernas se debe trasladar de nuevo el peso y distribuirlo
correctamente entre ambos pies.
Colocación

La colocación se refiere a la conservación de los hombros y las caderas en el mismo plano y


paralelas la una a la otra en relación con el piso. Este principio le permite al bailarín
incrementar la claridad y la precisión en el manejo de las direcciones mientras las piernas se
mueven en las distintas direcciones. El torso en ballet funciona como una unidad y ha sido
percibido generalmente como inmóvil, lo cual no es cierto. En realidad, el torso se mueve
sutilmente en relación con el fraseo de la respiración de los movimientos y las combinaciones.
La colocación del torso provee estabilidad durante el desplazamiento de la pierna que trabaja,
mientras la pierna de apoyo se estira hacia arriba. La sensación kinestésica del torso de un
bailarín y la colocación llegan a ser más importantes cuando se integran con cambios de
direcciones en la barra y en el centro.

Cuando las piernas se levantan del piso en las distintas direcciones se involucran usualmente
ajusten en la cadera y en la columna. Cuando la pierna de trabajo se extiende adelante, la
pelvis y la columna comienzan a moverse después de 60 grados. El movimiento de las
piernas al lado se limita aproximadamente a los 45 grados y atrás el movimiento a los 15
grados. La idea de la colocación es engañosa debido a la estructura anatómica del cuerpo. El
bailarín siempre tratará de mantener la línea horizontal de la cadera nivelada, siempre con la
imagen de las caderas enfocadas al frente en el plano horizontal y buscando que la
estabilidad, la distribución del peso y la compensación trabajen en conjunto con la colocación.
Elongación del torso

Alongarse a través de las piernas, por medio del estiramiento de las mismas desde el piso,
involucrando la musculatura abdominal y elevando el torso por encima de las caderas,
constituye un importante elemento técnico que contribuye a definir la estética del ballet.
Cuando apoyamos una o ambas piernas en el piso, estas se estiran hacia arriba a través de la
pelvis, para mantener el máximo de su longitud. Esta acción previene al bailarín de “sentarse”
(hundirse) en las piernas, permitiendo el estiramiento de la pelvis y el torso y, por lo tanto,
dando mayor facilidad de movimiento en las piernas. El bailarín involucra los músculos
abdominales elevándolos hacia arriba, desde el hueso púbico hasta el esternón, aumentando
la distancia entre las costillas y las caderas. Esta acción acompaña simultáneamente un
estiramiento hacia debajo de la columna por el plano posterior hasta el piso, para mantener el
control de las curvaturas de la columna. Estas acciones opuestas levantan y centran
perpendicularmente el torso, consecuentemente permitiéndoles a las piernas moverse
libremente mientras el cuerpo parece flotar por encima de ellas. El uso correcto de la
elongación le permite al bailarín verse ligero y con la capacidad de desafiar la gravedad.

Compensación

Este concepto está relacionado con las fuerzas opuestas que encontramos interviniendo
constantemente en el cuerpo. La gravedad y el peso corporal ejercen una fuerza hacia abajo;
los músculos proveen de la fuerza que compensa esta otra permitiéndonos permanecer
erguidos. Cuando se disminuye la tensión excesiva de los músculos por medio de una
correcta alineación postural, el bailarín puede ejecutar sus movimientos con mayor facilidad.
La respiración se hace más fluida y el cuerpo funciona eficientemente.

Para cada acción debe existir una reacción opuesta e igual. Cuando realizamos un
movimiento hacia abajo el cuerpo deberá estirarse hacia arriba antes de descender. En la
técnica de ballet, el bailarín intenta no hundirse o dejarse vencer por la gravedad. Si
movilizamos la pierna de trabajo adelante o atrás, el cuerpo tenderá a moverse hacia delante
o hacia atrás. Estas acciones se presentan usualmente en los hombros, las caderas o en
ambas. La compensación impide que perdamos la colocación y elongación del cuerpo.
Contrabalance

Esta acción consiste en la ligera inclinación del torso hacia arriba y hacia delante cuando
levantamos la pierna atrás, por encima de los 20 grados. Debido a la conformación de la parte
posterior de las caderas, esta inclinación le permite a la pierna subir sin presionar
excesivamente la columna. El cuerpo debe continuar manteniendo su colocación durante esta
acción. La parte anterior del torso se estira hacia arriba durante la inclinación hacia delante del
torso, mientras la pierna se estira al elevarse hacia atrás. El cuerpo regresa a su posición
alineada luego de haber finalizado el movimiento atrás. La elongación de la columna cervical,
dorsal y toráxico, es esencial en este proceso.

Aplomo

El aplomo es la línea vertical imaginaria que se utiliza para evaluar la alineación y el centro
vertical del bailarín. Visto de frente en primera posición de ballet, la línea de aplomo, también
llamada línea central, se desplaza desde la parte superior de la cabeza, a través de la mitad
de la nariz, boca, mentón, esternón, ombligo, la pelvis y el punto medio de los talones. Visto
de lado, la línea de aplomo desciende desde la parte superior de la cabeza pasando por el
frente del oído, a través de la parte media del hombro, cadera y rodilla para caer finalmente en
frente del hueso del tobillo.

El concepto de aplomo también se aplica durante el movimiento. En este caso, consiste en la


habilidad del bailarín para cambiar de nivel desde el demi-plie hasta relevé, y lo contrario,
mientras se controla y se centra el peso del cuerpo a través de su eje vertical. Durante la
ejecución de movimientos que trasladan el peso de dos pies a uno o de uno a dos, el balance,
la postura, la transferencia del peso y el aplomo deben aplicarse de forma integrada. Cuando
el bailarín moviliza todas las partes de su cuerpo constantemente, debe realizar ajusten para
mantener el cuerpo alineado. El aplomo le permite al bailarín moverse verticalmente hacia
arriba y hacia abajo en el espacio con confianza y gracia.

Balance

El ballet considera el equilibrio desde el punto de vista anatómico y estético. Para hallar el
balance anatómico debemos intersecar los tres planos del cuerpo: el frontal, que divide el
cuerpo en el planto anterior y posterior; el sagital, que lo divide en lado derecho y lado
izquierdo; y el transverso, que lo divide en plano inferior y superior. El balance es un principio
dinámico que el bailarín trata de percibir en todo su cuerpo, ya sea en una posición estática o
durante el movimiento. Para estar en equilibrio, el bailarín constantemente reajusta las
relaciones internas de una o más partes del cuerpo, ya sea mientras se conserva una pose,
se desplacen las distintas direcciones o se gire. Para lograr el equilibrio sobre uno o dos pies,
es necesario integrar las sensaciones de los conceptos de rotación, elongación y alineación
en una totalidad integrada. Estéticamente, el bailarín selecciona las proporciones correctas del
cuerpo para todas las diversas posiciones, mostrando la armonía de sus partes en infinitas
relaciones.

Para mejorar su equilibrio, el bailarín asimila la ejecución correcta de los ejercicios y los pasos
en las diferentes posiciones del ballet. Estas posiciones son el marco a través del cual fluyen
los movimientos del ballet otorgándole a este arte su plasticidad característica.

REGLAS Y PROTOCOLOS

Bases del trabajo en la Barra. El trabajo en la barra es de suma importancia para el alumno
principiante, pues es allí donde se adquieren inicialmente la técnica y los principios del ballet.
En la barra, el alumno aprende ejercicios y posiciones, aplicando las reglas y protocolos
derivados de la tradición. El aprendizaje de las preparaciones, los patrones de los ejercicios y
las técnicas de respiración son aprendidas en la barra y constituyen las bases para el
posterior trabajo en el centro. El propósito de la barra difiere dependiendo del nivel del
bailarín. El bailarín principiante depende de la barra en una medida mayor, pues ésta le ayuda
a controlar el peso de su cuerpo, antes, durante y después de los ejercicios. Frecuentemente
el bailarín principiante regresa a la barra para aprender y practicar movimientos y pasos frente
a ella antes de intentarlos en el centro.

El término barra tiene dos significados:

1) El objeto de madera o metal va pegado a la pared (o portátil), y lo usan los bailarines para
aprender los movimientos o para prepararse para bailar.

2) Los ejercicios realizados durante la primera parte de una clase de ballet.


La barra actúa como un estabilizador y ayuda a soportar el peso de manera que la pierna que
trabaja pueda aprender los movimientos. Este soporte le permite al alumno principiante
concentrarse en la correcta ejecución de los movimientos. Los ejercicios de la barra calientan
progresivamente las distintas partes del cuerpo, desarrollan fuerza e incrementan la
flexibilidad. Estos ejercicios buscan: aumentar la temperatura en los músculos, desarrollar la
técnica, preparar al bailarín para el trabajo de centro y la coreografía y permitir la aplicación de
los principios para el trabajo en la barra y en el centro. La práctica repetida de los movimientos
básicos constituye la principal base técnica para el perfeccionamiento de un bailarín. La
ejecución precisa y clara de estos movimientos son los factores que determinan la ejecución
de pasos y combinaciones en el centro, esto hace parte de la elaboración y el desarrollo de
una sólida base técnica.

Existen dos posiciones fundamentales en la barra:

1) Mirándola, es decir, frente a ella, también llamada en algunos casos, primera fase.

2) Con una sola mano en la barra, es decir, de lado a ella o segunda fase.

Todos los movimientos se aprenden en un principio en primera fase, con dos manos en la
barra. El ballet requiere de la comprensión de ciertos protocolos en la barra, que incluyen la
aplicación de algunas reglas, tales como:

• Permanecer con los brazos en la posición preparatoria antes de iniciar el movimiento.

• Realizar la correspondiente preparación de brazos antes de iniciar los ejercicios.

• Cuando los brazos se encuentran arriba (tercera posición) casi siempre deben pasar a
través de la segunda posición, usando esta transición para regresar a la posición
preparatoria.

• Realizar una pausa momentánea al finalizar los ejercicios con los brazos en
preparación.

• Cambiar de lado, cuando se trabaja con una mano en la barra, girando siempre hacia el
lado de la barra.
Bases del trabajo de Centro

La segunda parte de la clase de ballet es el centro, el que se realiza, como su nombre lo


indica, en el centro del salón y sin la ayuda de la barra. En el centro, el bailarín posee una
mayor libertad de movimiento para desplazarse a través del espacio. En el trabajo de centro
deberán aplicarse todos los principios básicos aprendidos en el trabajo de barra. En el centro,
el bailarín deberá concentrarse en:

• Aprender el vocabulario de los pasos básicos.

• Ejecutarlos correctamente.

• Incorporar los principios del ballet.

• Repetir los ejercicios de la barra en el centro.

• Movimientos lentos (adagio)

• Movimientos saltados (sautés, allegro)

• Pasos y movimientos de conexión introductorias.

• Pasos girados introductorios.

Las combinaciones para los principiantes son cortas y generalmente contienen de uno a tres
movimientos diferentes. Mediante la práctica de estas breves combinaciones el estudiante
desarrolla precisión técnica y confianza. Los principios del ballet clásico deben ser también
aplicados en el centro. Esto le permite al bailarín moverse con mayor facilidad y control
durante la ejecución de las diferentes combinaciones de pasos.

Los protocolos del ballet dictan como debe proceder el alumno en el centro para ejecutar los
componentes del centro. Estos protocolos le dan al ballet su formalidad tradicional que a su
vez constituye uno de sus rasgos clásicos más característicos. Algunos son el resultado de
tradiciones que datan de siglos pasados y otros se han desarrollado para mejorar el
procedimiento de la clase. Los protocolos del centro siempre están relacionados con la forma
en la que el bailarín se presenta ante el público. Algunos de los protocolos en el centro son:

• Preparar el cuerpo con su correspondiente posición de brazos, cabeza y piernas antes


de la ejecución de cualquier movimiento.

• Definir con claridad la dirección de iniciación de los distintos movimientos.

• Realizar la preparación de brazos (port de bras) indicada para cada movimiento.

• Finalizar correctamente las combinaciones, manteniendo por un breve instante la


posición final.
• Ejecutar la reverencia al final de la clase, lo cual permite al bailarín prepararse para
recibir los aplausos del público en sus presentaciones futuras.

Además, es una tradición en la que los alumnos muestran respeto al profesor, a sus
compañeros y a la clase en general.

Pre ballet-Piso. Preparación del cuerpo para la Danza clásica.

- Contracción-calentamiento.
- Círculos de tobillos.
- Pie en punta y presión sobre pierna.
- Punta y flex.
- Subir en flex y baja en punta y al revés (coordinación y fuerza de abdomen).
- Coup de pied y passé. Sirve para abrir las caderas, elasticidad y realizar los piruettes.
- Mariposas en punta.
- Battements en primera cerrada grand relevé.
- Battements en primera abierta grand relevé. Velocidad en piernas y fuerza en el
abdomen.
- Petit battements.
- Punta y flex, elevados en posición sentada.
- Subir la pierna estirada. Y sostenerla. Sentada.
- Battements en posición acostada. 1ª posición cerrada en grand relevé.
- Battements a la second en posición de lado. 1a posición abierta en grand relevé.
- Passé y a la second.
- Cambré. Para fortalecer espalda, abdomen y poder hacer arabesque.
- Arabesque. Derriere. Espalda baja. Bucitos. Aviones. Enfocarse en la fuerza y no en la
elasticidad.
- Posición de gato. Piernas en demi plié. Subir y bajar. Sirve para el atittude y los saltos.
- Apoyar sobre los metatarsos en posición sentada, piernas estiradas y subir. Luego con
las piernas estiradas y subir.
Glosario:

- Coup de pied: Indica la posición en que uno de los pies se coloca con la punta estirada
sobre el tobillo de la pierna de apoyo, manteniendo los dedos hacia abajo y el talón
hacia arriba.

- El Spagat o apertura Lateral: Junto con la apertura frontal, es uno de los ejercicios de
flexibilidad más importantes para ampliar el ángulo de trayectoria que pueda realizar la
pierna. Incide tanto en la amplitud de las patadas (T.K.D, Capoeira, Kick Boxing) como
en la movilidad de la cadera (Kung Fu, Jiu Jitsu, Karate, Tai Chi Chuan).
La apertura lateral consiste en una flexión del muslo de la pierna adelantada y
extensión de la pierna retrasada. Esto conlleva a un fuerte trabajo de estiramiento de
los isquiotibiales de la pierna adelantada y de los cuádriceps y psoas iliaco de la pierna
retrasada.

-
- Battement frappé: Variedad de battement cuyo movimiento es golpeado, utilizando
para ello la articulación de la rodilla y su terminación en el pie que realiza el ejercicio.
Se trabaja para mantener en rotación externa la cadera mientras la parte inferior de la
pierna pasa de la flexión a la extensión brusca por impulso. Su regreso, por el contrario,
se hace suavemente hacia el coup de pied. Este ejercicio es la base del allegro, y
fortalece empeines y puntas del pie. Es un ejercicio importante si se quieren empezar a
utilizar las puntas ya que el pie coge mucha fuerza.

- Petit Battement sur le coup de pied: Se trata de un pequeño golpeteo desde la


posición de cou de pied, y el conjunto de estos pasos son llamados petite batteries. Un
pie a la altura del tobillo de la pierna de base se mueve velozmente de atrás hacia
adelante, o viceversa, pasando por una apertura en semi-flexión a la 2° repetidas
veces. El muslo de la pierna que se lo ejecuta se mantiene inmóvil. Se utiliza para
adquirir velocidad y ligereza de movimientos.

- Cambré: Voz francesa empleada para indicar la inclinación del tronco hacia atrás. La
cabeza generalmente se gira hacia un lado, y el brazo correspondiente se levanta
hasta la quinta posición.
- Arabesque (arabesco). Posición básica de ballet, que toma el nombre de una forma de
ornamento moro. Posición sobre una pierna mientras la otra, que se encuentra elevada,
se estira por detrás. La pierna de base puede estar estirada o en demi plié. La Escuela
Italiana reconoce cinco posiciones, la Rusa, cuatro y la Francesa dos. Los arabesques
generalmente son utilizados para concluir una secuencia de pasos, en los movimientos
lentos de adagio y los movimientos enérgicos del allegro.

- Attitude: Es una posición en una pierna con la otra levantada hacia atrás, como
un arabesque, con la diferencia que la pierna que se encuentra levantada tiene la
rodilla flexionada en un ángulo de 90 grados y esta rotada hacia afuera. El pie de
soporte puede estar a terre, demi-pointe o sur le pointe. Los brazos se encuentran
sostenidos en las diferentes posiciones que crean la línea más larga y estilizada. Los
hombros se deben sostener cuadrados a la línea de la dirección. Hay diferentes tipos
de attitude de acuerdo a la posición del cuerpo en relación con la audiencia.

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