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TEMA: FUENTES GENERADORAS DEL CALENTAMIENTO GLOBAL

Marco teórico

Bases teóricas

Es en las primeras etapas de vida cuando todos los seres vivos somos más
susceptibles. En la niñez, las personas enfrentamos riesgos derivados del medio en
que vivimos, como los cambios en el clima, las enfermedades y otros factores ponen
en riesgo nuestro bienestar y en ocasiones nuestra vida; en el caso de las plantas
es igual. Durante la germinación y las primeras semanas e inclusive meses de
desarrollo es cuando la pequeña planta es más susceptible a las variaciones en el
clima o al daño causado por otros organismos que las consumen o les causan
enfermedades.

En cuanto a factores como el clima, los organismos vivos tenemos rangos de


tolerancia fisiológicos, lo cual quiere decir que toleramos una cierta variación en las
condiciones del entorno sin que esto nos cause daño. Pero cuando nos
encontramos fuera de los extremos de este rango o incluso cerca, puede
ocasionarse estrés, que se suma como uno más de los factores que ponen en riesgo
la supervivencia.

Cuando movemos un organismo de su lugar de origen es posible que en el nuevo


sitio las condiciones del medio se encuentren fuera de su rango de tolerancia y que
por lo tanto sufra estrés. En la naturaleza la gran mayoría de las plantas no se
mueven de un lugar a otro, y por lo tanto los cambios en el ambiente que les podrían
causar estrés se deben a patrones temporales. Algunos de estos cambios son
naturales, como los ciclos de lluvias y secas, pero las plantas están adaptadas a
esta estacionalidad. Otros, como el calentamiento global, son consecuencia de la
interacción de las actividades humanas con los patrones naturales, y las plantas no
se encuentran adaptadas.

El calentamiento global ya causa alteraciones en los patrones del clima a la escala


local (en la que nos movemos diariamente), que en muchos lugares implican mayor
sequía y mortalidad de las plantas, causada por el estrés de contar con menos agua.
Los árboles no están exentos de esto, por lo que la pérdida de bosques que
históricamente se ha dado por cambios en el uso del suelo y la tala, ahora se suman
los daños causados por el cambio climático.
En general, cuando se busca restaurar un ecosistema se toma como referencia un
sistema ecológico modelo que permita planear las técnicas más apropiadas y a
partir de ahí se establecen estrategias para recuperarlo. Sin embargo, el cambio
climático nos obliga a pensar de otra manera, pues las condiciones del lugar serán
diferentes en el futuro de lo que son actualmente o fueron en el pasado (para
muchos lugares van a ser más secas).

¿Cómo lograr recuperar ecosistemas en estas condiciones? Para responder esta


pregunta es importante reconocer que en la naturaleza existen diversos tipos de
interacciones entre plantas, y entre las mismas plantas con otros organismos.

Algunas interacciones son negativas, al menos para una de las partes, como cuando
un depredador consume a una planta. Pero en otras interacciones, las positivas,
ambas partes son beneficiadas, o una lo es sin perjudicar a la otra. Resulta también,
que las interacciones positivas se vuelven más importantes cuando las condiciones
del medio acercan al organismo a algún extremo de su rango de tolerancia
fisiológica, como es el caso del cambio climático.

Existe un fenómeno en la naturaleza que se conoce como nodricismo, o plantas


niñera. El nodricismo consiste en que una planta, generalmente un arbusto, protege
a otra durante sus primeras etapas de desarrollo, porque debajo de sus ramas, se
dan condiciones más propicias para su supervivencia y crecimiento. Los efectos
más notables de las plantas nodriza se relacionan con los cambios en el microclima
debajo del dosel, pues el rango de temperatura se hace menos extremoso
(temperaturas mínimas suelen ser más altas y temperaturas máximas más bajas).

De tal forma que podemos aprovechar a las plantas niñeras para proteger a
pequeños árboles de especies susceptibles al estrés, y lograr que perduren en sitios
en donde las condiciones ya no permiten que se establezcan por sí solas. Esta es
una estrategia de restauración que nos permite favorecer ecosistemas recuperados
más diversos, y ganar algo de tiempo en lo que se desarrollan mejores estrategias
de adaptación ante los cambios que se van a dar en nuestro planeta como resultado
del cambio climático. (Linding Cisneros, 2016)
El clima depende de un gran número de factores que interactúan de manera
compleja. A diferencia del concepto tradicional de clima, como el promedio de
alguna variable, hoy en día se piensa en éste como un estado cambiante de la
atmósfera, mediante sus interacciones con el mar y el continente, en diversas
escalas de tiempo y espacio.

Cuando un parámetro meteorológico como la precipitación o la temperatura sale de


su valor medio de muchos años, se habla de una anomalía climática ocasionada
por forzamientos internos, como inestabilidades en la atmósfera y/o el océano; o por
forzamientos externos, como puede ser algún cambio en la intensidad de la
radiación solar recibida o incluso cambios en las características del planeta
(concentración de gases de efecto invernadero, cambios en el uso de suelo, etc.)
resultado de la actividad humana.

Las formas de variabilidad del clima son muchas y, por tanto, pronosticarlo a largo
plazo no es fácil. Es por ello que distinguir qué produce cambios en el clima de un
año a otro, o en escalas mayores de tiempo, constituye un reto científico.

Saber qué parte de la variabilidad del clima es predecible abre la posibilidad de


realizar predicciones útiles en diversas actividades socioeconómicas. Estas
predicciones estacionales, por ejemplo, ya se realizan para regiones altamente
afectadas por el fenómeno El Niño / Oscilación del Sur (ENOS).

En ese caso, la lenta respuesta térmica del océano constituye una memoria útil para
el clima. Hoy en día se sabe que la humedad en el suelo también constituye un
mecanismo de memoria que puede afectar el clima. Es por ello que la deforestación
o la urbanización resultan en variabilidad o cambio climático, al afectar la humedad
que puede ser retenida por el suelo.

Aunque entendemos las causas astronómicas de las variaciones del tiempo y del
clima, existen fluctuaciones en escalas de días a siglos, de gran interés para la
sociedad, que estamos lejos de explicar. Pero, para determinar acciones de respuesta
global, regional o local, se debe primero comprender el problema del cambio
climático, principalmente analizando los alcances y limitaciones del conocimiento
científico que se tiene hasta ahora sobre el tema. (Magaña Rueda, 2004)
Antecedentes del tema

El primer término, Efecto Invernadero, se refiere a un mecanismo por el cual la


atmósfera de la Tierra se calienta, y es un mecanismo que ha existido desde que la
Tierra tiene atmósfera (hace unos 4,000 millones de años) y como veremos más
adelante, es un mecanismo de suma importancia para lograr que nuestro planeta
sea un lugar adecuado para que la vida exista en él. El segundo término, Calen-
tamiento Global, se refiere a la tendencia a incrementar que durante los últimos 150
años ha mostrado la temperatura global del planeta, fenómeno que se atribuya al
efecto de la contaminación humana, en particular a la quema de combustibles
fósiles como el carbón y el petróleo y a la tala de bosques.
Este fenómeno tiene consecuencias que nos preocupan seriamente, y de allí el
motivo de editar textos y volúmenes como el presente. Finalmente mencionaremos
más ampliamente el término Cambio Climático, el cual engloba al concepto anterior,
pero además incluye a todas las variaciones del clima que han ocurrido durante de
la historia del planeta (4,000 millones de años) y que están asociadas a factores
como cambios en la actividad solar, en la circulación oceánica, en la actividad
volcánica o geológica, en la composición de la atmósfera, etc.

Analizaremos los rangos y las escalas temporales en las que se han dado estos
cambios durante los últimos dos millones de años, tiempo durante el cual el clima
de la Tierra ha oscilado entre momentos extremadamente fríos y momentos de clima
relativamente caluroso, como es el actual (conocidos como interglaciares) y cuyo
estudio permite obtener un panorama más claro del fenómeno que tanto nos
preocupa: el Calentamiento Global. (Caballero, Lozano, & Ortega, 2007)

Efecto Invernadero

Como mencionamos anteriormente el Efecto Invernadero se refiere a un mecanismo


por medio del cual la atmósfera de la Tierra se calienta; para poder profundizar en
él necesitamos entender que es y como está organizada la atmósfera (ver por
ejemplo Barry y Chorley, 2003).

La atmósfera terrestre es una delgada capa de gases que rodea a nuestro planeta,
para darnos una idea de las escalas, la atmósfera equivale a envolver con papel
aluminio un balón de futbol, el balón representando la Tierra, el grosor del papel
aluminio al de la atmósfera. Esta delgada capa de gases que rodea al planeta, es
muy importante dado que en ella residen los gases que son fundamentales para el
desarrollo de la mayor parte de la vida en el planeta, además de que la atmósfera
representa un medio importante en el que reside una buena parte de la vida de la
Tierra.
La composición química de la atmósfera (que gases la forman y en que
proporciones) incluye mayoritariamente a solo dos gases, Nitrógeno (N), en un 79%
y Oxígeno (O2) en un 20%. El 1% restante está formado por diversos gases entre
los que los más abundantes son el Argón (Ar) en un 0.9% y el dióxido de carbono
(CO2) en aproximadamente un 0.03%. (Caballero, Lozano, & Ortega, 2007)

Calentamiento Global

La medición rutinaria de la temperatura atmosférica en estaciones meteorológicas


ha permitido el monitoreo de esta variable en diversas regiones del planeta desde
finales del siglo XIX. Gracias a estos datos, es muy claro que la temperatura media
del planeta ha experimentado un incremento significativo de casi 0.5°C (Fig. 4), si
tomamos como nivel base la temperatura media registrada entre los años 1961 a
1990 y de casi 1°C si la comparamos con la segunda mitad del siglo XIX (1850-
1900).

En estos datos es evidente que los años más calurosos están concentrados durante
las últimas décadas, esto es de 1980 a la fecha. El Calentamiento Global ha ido de
la mano con una tendencia hacia un incremento en el CO2 atmosférico (Fig. 4), lo
que indica que la causa de esta tendencia hacia el calentamiento es una inten-
sificación del efecto invernadero. De allí que frecuentemente se usen
indistintamente ambos términos, pero mientras uno describe el fenómeno del
incremento de temperatura reciente, el otro se refiere al mecanismo que lo causa.
(Caballero, Lozano, & Ortega, 2007)

Cambio Climático

Quizás una de las preguntas que fácilmente surge cuando se analiza el fenómeno
del Calentamiento Global, es saber si algo parecido ha ocurrido antes en la historia
de nuestro planeta, y de ser así, que fue exactamente lo que paso (cuales fueron
sus causas, consecuencias, su duración, etc.), para tener información sobre que se
puede esperar en el caso del Calentamiento Global actual.

Esto es algo que muchos científicos han tratado de hacer, sin embargo, conocer el
clima del pasado, sus causas y efectos no es tan sencillo, se necesitan hacer
investigaciones muy amplias y frecuentemente técnicamente complejas. Por
ejemplo, una aproximación de la que se ha obtenido mucha información ha sido
perforar los hielos de los casquetes polares para recuperar las burbujas de aire que
quedan allí atrapadas y que son una muestra de la atmósfera de hace cientos y
miles de años (por ejemplo, Petit et al. 1999).

Otra aproximación es perforar el fondo del océano y separar las conchas de algunos
organismos que en su composición química guardan la señal de cuando el clima de
la tierra fue más cálido o más frío durante los últimos miles de años (por ejemplo,
Nyberg, et al., 2002).

Habría que reflexionar sobre nuestro futuro, si consideramos que nuestra especie
es la dominante en la actualidad, un cambio climático tan intenso y rápido como el
actual, es probable que sea el preámbulo para un nuevo recambio biológico como
el del Permo-Tríasico, donde lo más factible es que ocurran extinciones y
migraciones importantes que pudieran afectar a nuestra propia especie.

Sin embargo, la perspectiva desde las Ciencias de la Tierra nos dice que nuestro
planeta sabe aprovechar todas las oportunidades, y este evento abriría la puerta
para una nueva etapa de evolución y diversificación biológica, en la que
seguramente surgirían nuevas especies para ocupar el nicho de especie dominante
que creemos ocupar nosotros en la actualidad. (Caballero, Lozano, & Ortega, 2007)
Bibliografía:

Caballero, M., Lozano, S., & Ortega, B. (2007). Efecto invernadero, calentamiento
global y cambio climatico: una perspectiva desde las ciencias de la tierra.
Revista Digital Universitaria, 12.

Linding Cisneros, R. (4 de 01 de 2016). INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN


ECOSISTEMAS Y SUSTENTABILIDAD. Obtenido de Plantas niñera,
cuidando el futuro de nuestros bosques ante los efectos del cambio climático:
http://www.iies.unam.mx/comunicacion-cientifica/topicos/bioenergias-
alternativas-ecotecnologicas/

Magaña Rueda, V. (2004). El cambio climático global: Comprender el problema. En


J. Martínez, F. Adrián, & P. Osnaya, Cambio climático: Una visión desde
México (pág. 17). Mexico: SEMARNAT, INE.

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