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Sexual Infantil
Octubre 30, 2017
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La revelación
del abuso sexual del que son víctimas les ocasiona a los menores serias
dificultades. Con frecuencia no se les cree, son culpabilizados de lo sucedido y
sus versiones rechazadas; los padres y los tribunales estigmatizan al niño con
acusaciones de mentir, manipular o ser sugestionable. En estas condiciones, no
resulta extraño que se retracten, negando haber sido objeto del abuso
previamente revelado.
El Secreto
Ningún niño está preparado para la eventualidad de ser abusado sexualmente por
un adulto en el que confía; lo que menos imagina una niña es que pueda ser
abusada por su propio padre, de quien espera protección y cariño. Una
característica del ASI es que este ocurre cuando el niño está solo con el abusador;
otra, que éste le enfatiza en que esa información jamás debe ser proporcionada a
nadie más.
El abusador, le dice cosas como: "Si cuenta, voy a matar a tu mamá", "Este es
nuestro secreto, nadie lo comprenderá", "No se lo digas a nadie, nadie te creerá",
"Si lo cuentas se acaba la familia y tú terminarás en un orfanato.", el niño deduce
que algo malo está sucediendo y que resulta peligroso hablar sobre ello. El niño
promedio no cuenta lo que le está sucediendo, hecho que va en contravía de la
idea de que la víctima ante una situación de esta índole solicita ayuda. Cuando
quienes interrogan al niño se enteran que el abuso estaba ocurriendo de tiempo
atrás, en forma suspicaz le preguntan: ¿Por qué no me lo dijiste?, ¿Cómo pudiste
mantenerlo en secreto?, ¿Por qué esperaste hasta ahora?, ¿Cómo quieres que te
crea esta historia?
Desamparo
La educación
impartida induce a los menores a obedecer, ser amables y cariñosos con las
personas cercanas, con lo que se incrementa el riego de desprotección de las
víctimas. El niño confía plenamente en las personas cercanas y no espera recibir
de ellas una conducta abusiva. Si un adulto en el que confía abusa sexualmente
de él, el menor se sentirá traicionado en su confianza y totalmente desprotegido.
Este abuso provoca en él el desarrollo de sentimientos de impotencia y
desprotección que pueden perdurar a lo largo de su vida y generalizarse al resto
de sus relaciones interpersonales. La experiencia abusiva no hace más que
confirmar su estado de desamparo.
Se suele denominar a esta etapa como "Impotencia", puesto que el adulto tiene
autoridad y control sobre el niño abusado, con lo cual genera esta característica
en el menor, quien siente que no tiene forma de evitar dicha situación. Cuanto
mayor sea esa autoridad, mayor será la dependencia y mayor la dificultad de la
víctima para hablar, provocando que el abuso se reitere en el tiempo.
Entrampamiento y Acomodación
Como el abuso suele repetirse y está imposibilitada para frenarlo, la única opción
que le queda es aprender a aceptar la situación y sobrevivir, adaptarse a la
situación abusiva como método de supervivencia. Se debe estar disponible sin
queja para las demandas del abusador. Si es buena y si guarda el secreto, puede
preservar la seguridad del hogar. El menor así victimizado parece aceptar o
buscar el contacto sexual sin quejarse, aprende a acomodarse a su realidad; ello
conlleva una operación de fragmentación de la mente y constituye una defensa
emocional.
Niñas y niños abusados sexualmente por quienes deben cuidarlos, no tienen más
remedio que acomodarse a la situación, mantener el secreto, sobrellevar en
soledad y con mucha vergüenza lo que les está pasando; mantienen las
experiencias traumáticas totalmente separadas del resto de sus vivencias
cotidianas; no pueden impedir el abuso y terminan aceptándolo, frecuentemente,
asumiendo la culpa por su consentimiento.
Retractación
Si un menor revela el abuso, lo más probable es que luego se retracte. Por encima
del enojo subyace la culpa y la responsabilidad de preservar a su familia; además,
descubre que los miedos y las amenazas de mantener todo en secreto son ciertas.
En los casos de incesto paterno filial, el padre la abandona y la llama mentirosa; la
madre no le cree o sufre un ataque de nervios; la familia queda fragmentada y los
hermanos quedan a la deriva.