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EL PSICOANÁLISIS
1.1. DEFINICIÓN
El psicoanálisis es una disciplina que toma por estudio los fenómenos
inconscientes de la mente y personalidad, centrado en la presencia de
conflictos inconscientes y la represión del instinto. Se trata de una de las
teorías más controvertidas que intenta explicar entre otras cosas por qué
somos quiénes somos, nuestros pensamientos actitudes y reacciones.
Es un tipo de tratamiento psicoterapéutico, una teoría sobre el
funcionamiento del psiquismo humano y un método de investigación al
mismo tiempo. Es un “análisis” porque intenta separar, distinguir,
descomponer, los productos psíquicos (síntomas, sueños, conductas en
general) en sus componentes más elementales y en los que por lo general
detectamos su origen o su motivación
1.2. PROPÓSITOS DEL PSICOANÁLISIS.
El psicoanálisis busca conocer las causas ocultas en el inconsciente del
comportamiento del sujeto, también pretende explicar los diferentes conflictos
que pueden presentare entre las instancias del aparato psíquico (ELLO, YO,
SUPER-YO). De ésta manera, se propone a erradicar conductas negativas
que serían a causa de dichos conflictos y comportamientos.
1.3. IMPORTANCIA DEL PSICOANÁLISIS.
Reside en que es una herramienta que puede a ayudar a las personas a
vivir mejor, resolver problemas emocionales y sentirse más satisfecho con la
vida. La gente cree que los cambios en la vida o el crecimiento emocional es
algo que naturalmente va a suceder, sin embargo, si la persona se decide
puede hacer cambios propositivos con el objetivo de vivir mejor. ¿Por qué
vivir sufriendo? El descubrimiento del Psicoanálisis nos proporciona la
posibilidad de analizar de manera profunda, lo que nos hace ser quiénes
somos, asumir nuestro deseo y buscar formas de ser congruentes con
nosotros mismos.
Los psicoanalistas sostienen que el sufrimiento que permanece sin
expresarse puede llegar a manifestarse más tarde en síntomas neuróticos,
enfermedades psicosomáticas por medio de los cuales el cuerpo expresa lo
que la mente no ha podido pensar. También que, el dolor toma forma de
depresiones crónicas.
TEORÍA DE LA LIBIDO
Establece que la libido sea considerada como una forma de energía
cuyas manifestaciones se organizan en los instintos sexuales. El placer se
logra reduciendo la tensión de la libido y los fines parciales son las diversas
formas de excitación sexual que las reducen y derivan de las zonas
erógenas, que son: los orificios corporales o sentidos especializados como la
visión o aun ciertas partes de las vías respiratorias, como, por ejemplo, las
vías respiratorias superiores –el trayecto laringo traqueal– (que explicaría el
placer o la sensación placentera, por lo menos, experimentada en el acto del
suspiro).
TÓPICAS DEL APARATO PSÍQUICO.
El psicoanálisis se divide en diferentes métodos que tienen como
objeto las tópicas del aparato psíquico o psiquismo del sujeto. Hay dos
tópicas: Los niveles psíquicos y las instancias psíquicas, que dan cuenta
de los procesos psíquicos que se llevan a cabo en los seres humanos. Estos
niveles del psiquismo funcionan interrelacionados entre sí, no poseen un
sustrato neurológico o un lugar anatómico determinado.
NIVELES PSÍQUICOS.
1. Nivel consciente del individuo, éste es el aparato psíquico más
accesible para ser estudiado. Estas representaciones conscientes
envuelven desde las percepciones, sentidos (olfato, gusto, vista,
motricidad) y todo aquello que pueda ser registrado por fuera hasta
las manifestaciones, actos, palabras, producciones (palabras,
sueños, actos, fantasías) del individuo. Se caracteriza por respetar
leyes lógicas y cronológicas de la temporalidad, predominan el
principio y lógica de la realidad.
2. El nivel preconsciente está formado con los mismo componentes
que el nivel consciente, están relaciones entre así porque disponen de
cierta movilidad. Con la diferencia que hay una censura que no
permite a estos sentimientos, pensamientos, fantasías, etc. Y que no
están presentes en el consciente pero podrían aparecer en cualquier
momento. De algún modo, estos contenidos no entran al consciente
por falta de espacio o a causa de un olvido premeditado o voluntario.
Pero, son fáciles de acceder y cuando es necesario que sean
recordados el consciente activa mecanismos para que estos mismos
emerjan.
3. Los contenidos que abarca el nivel inconsciente son todas esas
emociones, deseos, ideas, conflictos reprimidos que no tienen lugar en
la conciencia debido a que la intensidad que poseen producen
displacer (sufrimiento) a la persona cuando los recuerda, por ellos los
reprime y permanecen ocultos en éste nivel. Rara vez estos son
recordados por el sujeto y de serlos, es de manera encubierta o
simbólica. Estas censuras que se encuentran entre el preconsciente y
el inconsciente, reprimen deseos primitivos e impulsos agresivos y
sexuales; y al desear que estos fueran o tuvieran resultados
agradables, se reflejan en los sueños del individuo simbólicamente.
Debido a esto, se concede tal importancia a la interpretación de los
sueños en el psicoanálisis.
INSTANCIAS PSIQUICAS.
Luego de terminar la primera tópica Freud advirtió que existían tres
instancias operativas, a las mismas las denominó: ELLO, YO y SUPER-YO.
1. El YO es la parte del aparato psíquico que reconoce la propia persona
el ¿Quién soy? Se dice que es la instancia ejecutiva de la
personalidad. Es un organizador que a través de la percepción conoce
las necesidades externas e internas. Además de percibir y discriminar
los estímulos externos de los internos y decidir cuáles y cómo
satisfacerlos, el YO tiene otras funciones como el pensamiento, la
memoria, la relación con los demás, y fundamentalmente controlar los
deseos que provienen del ELLO, esto lo logra mediante el uso de
herramientas que se denominan mecanismos de defensa. Tiene una
función reguladora, mediadora, entre el ELLO, el SUPER-YO y la
realidad, es decir, que se encarga de organizar los impulsos de la
persona, de modo tal que estos no entren en contradicción con sus
valores morales. Para ellos, realiza ciertas renuncias y sacrificios que
a veces la realidad le impone.
2. El ELLO. Es la instancia que alberga las pulsiones instintivas regidas
por el principio de placer y que aflora en forma directa en las
manifestaciones antisociales. Su hábitat en las personas socialmente
integradas seria el mundo inconsciente, es decir, que todos los
impulsos o contenidos del ello son inconscientes. Esta instancia puja
permanentemente por satisfacer deseos y tienta al YO para que los
ejecute.
3. El SUPER-YO es la voz de la conciencia moral, producto de la
internalización de las normas y valores transmitidos a través de la
educación. Su función es poner freno al ELLO y convertirse a veces
en amigo del YO, a través de valoraciones positivas que hace de su
conducta. Otras veces se transforma en un enemigo y surge en la
persona el sentimiento de culpa, son los momentos en que el YO no
es visto con buenos ojos por el SUPER-YO.
El otro instinto que integra esta primera teoría freudiana, es el instinto o
impulso de conservación, denominados también impulsos o instintos del
“YO”. Ellos no producen trastornos neuróticos, no pueden desconocerse sin
que la vida peligre y su energía no puede acumularse. Los instintos del YO
sirven a todas las funciones de auto-conservación. Están al servicio del
principio de la realidad por el cual el individuo subsiste sin protección de sus
padres.
Al principio de la vida, se satisfacen junto con los sexuales, en la
pasividad ante la madre. Las funciones cardinales de los instintos del YO son
el dominio de la realidad y el mantenimiento de la represión. Se manifiestan
al liquidarse, el complejo de Edipo y enfrentarse el sujeto sólo con el
mundo. Los conflictos psíquicos se harán a esa altura entre la tendencia al
placer o libido y la tendencia a la conservación que motiva la acción de la
represión del impulso sexual por el “YO” y aparición de todas esas
manifestaciones larvadas, que son los síntomas, los rasgos del carácter y los
mecanismos normales; sublimación, chistes y sueños a que ya hemos hecho
mención con anterioridad.
La libido evoluciona. Freud había descrito en primer término –
cronológicamente hablando– la existencia del complejo de Edipo. Después
describió las distintas etapas de la evolución pregenital de la libido. Vamos a
referirnos a todo ello haciendo abstracción del criterio histórico y fijándonos
solamente en el criterio evolutivo individual. La libido se localiza en diversas
regiones de la superficie cutánea, determinando la producción de placer en
esas diversas zonas, llamadas zonas erógenas, cuya excitación produce
placer, que son la boca, el ano, el pene o el clítoris.
1. En la etapa oral, que dura hasta el año, el placer se obtiene o bien por
el acto de succionar, o por el acto de morder.
2. En la etapa anal, que dura hasta los tres años, el placer proviene o de
la retención de materias fecales, cuya prolongación puede provocar la
preocupación paterna, o la expulsión de las materias fecales como
agente placentero que puede determinar disgustos. En cualquiera de
estas etapas pueden surgir tendencias activas o pasivas en la vida y
entre ellas la crueldad en forma de sadismo.
3. En la etapa fálica, que aparece a los tres años, en que existe la
antítesis “posesión del falo-castración”, como en la etapa anal la
antítesis era “actividad-pasividad”. Al principio existe un interés
autoerótico. Después hay una relación con el interés por los padres en
el complejo de Edipo. Esa etapa está ligada a otros dos placeres; el
exhibicionismo genital y el erotismo uretral consisten en el entusiasmo
del varón por su capacidad urinaria frente a la de la niña, en que es
menor. En la mujer, la etapa similar a la fálica masculina es la etapa
clitoridiana.
EL COMPLEJO DE EDIPO
A los cinco años, de acuerdo con Freud, la búsqueda de satisfacción,
sobre todo, sobre el progenitor de sexo contrario, pero también de acuerdo
con las características de la sexualidad, a que hemos hecho referencia con
anterioridad, con el progenitor del mismo sexo, superado por la hostilidad
hacia este y hacia otros rivales, determina la aparición del complejo de Edipo.
El niño en esta época busca contactos corporales o caricias, se masturba o
elabora fantasías de hacer lo que los mayores, o de intervenir en la
concepción o en el nacimiento de un niño. Aumentan, sublimado, el interés
por otras personas, su curiosidad intelectual, sus tendencias a la acción, por
ejemplo, la de separar a los padres monopolizando el objeto de amor, y
aparecen, cuando el complejo de Edipo se ha establecido, temores en forma
de pavores o de miedo a animales u objetos, la enuresis o arranques de
cólera.
El complejo de Edipo llega un momento que entra en estado de
liquidación. En el varón, la hostilidad hacia el padre rival y el interés sexual
por la madre por un lado, conjuntamente con el amor hacia el padre,
producen penalidades y hacen que el niño espere ser castigado con la
castración. Es el momento en que surge y se establece el complejo de
castración, fuente muy importante de fantasías de castigo que, también, no
satisfechas, pueden provocar síntomas neuróticos. En plena etapa de
liquidación del complejo de Edipo, el niño se identifica con el padre, cuya
imagen incorpora. La agresividad contra el rival se vuelve contra sí. Se
establece o se promueve la existencia del SUPERYÓ. Trata de ser como el
padre cuya imagen ha incorporado. Las tendencias del complejo de Edipo se
subliman. Existe una pérdida de interés por el falo, por falta de madurez o por
falta de comprensión de su significado.
Respecto a las fantasías el castigo, y como ejemplo de ello podemos
mencionar los casos de enfermos orgánicos que se quejan con exceso
utilizando su dolor real para aplacar la culpabilidad inconsciente o el de
ciertos neuróticos de la vida civil que se sienten mejor ante los rigores o las
disciplinas de la vida militar.
En el caso de la niña, hay similitudes pero hay también diferencias. En lo
que respecta a la sexualidad infantil femenina, hay también fantasías
inconscientes bisexuales y ambivalentes; hay fenómenos de desplazamiento
y de sublimación; se recorren las mismas etapas oral y anal; hay un placer de
la succión del seno materno y hay un amor inicial hacia la madre,
exactamente igual que en el varón, pero en determinado momento la niña
descubre la carencia del falo como el que tiene el varón. El clítoris en
realidad es pequeño. Imagina que ha sido mutilada, lo que explica después
en la vida adulta el horror, por mecanismo de sublimación, a las hemorragias
o a las heridas aun mínimas. Atribuye su mutilación a la madre, y resuelve su
situación de ambivalencia sexual eligiendo al padre como objeto de amor por
“envie du peni”, por envidia o por deseo del pene que no posee.
Después de estos procesos, surge en ambos sexos un período de
latencia, en que los intereses sexuales se adormecen y se produce el
desengaño de las experiencias sexuales que determina una fase de
autoerotismo y luego fenómenos de masturbación. En la pubertad, vuelven a
aparecer los intereses del sexo, la búsqueda de un objeto de satisfacción y,
previa una fijación fugaz en los padres nuevamente, liquidada por el tabú del
incesto, resulta: en el hombre, el mantenimiento del interés fálico y en la
mujer el dejar de considerar el clítoris como un órgano de placer al advertir
que también la vagina lo es, el adquirir conocimiento de su función femenina,
el renunciamiento al clítoris y la conformidad con su papel pasivo, salvo en el
caso de una fuerte existencia de “envie du peni” y el surgimiento de un
resentimiento por el hecho de ser mujer. En el curso de toda esta evolución
pueden producirse los fenómenos de la fijación y de la regresión. Un motivo
traumático cualquiera puede fijar la libido en cualquier etapa y cualquier
frustración en etapas siguientes hacer que la libido sufra una regresión, hasta
reposar en el punto de fijación que sería la etapa fálica para ciertas
manifestaciones histéricas o la etapa anal para los obsesivos.
CONCEPTO DE NARCISISMO
Narcisismo es para el psicoanálisis uno de sus conceptos básicos y
puede ser definido haciendo alusión al mito de Narciso de manera general
como el amor a la propia imagen.
En el desarrollo de su teoría, Sigmund Freud distinguió los
conceptos narcisismo primario y narcisismo secundario, los que a su vez
pueden definirse de manera más precisa como sigue:
“El narcisismo primario designa un estado precoz en el que el niño
catectiza toda su libido sobre sí mismo. El narcisismo secundario designa
una vuelta sobre el YO de la libido, retirada de sus catexis objetales”.
La utilización del término «narcisismo» es anterior al psicoanálisis.
Aparentemente el primero en utilizarlo no fue Freud, sino el psicólogo
francés Alfred Binet en 1887. En la definición de Binet el término designa a
una variante de fetichismo focalizada en el propio cuerpo como objeto de
deseo sexual. El concepto fue luego tomado por Havelock Ellis, para
denominar un comportamiento sexual perverso relacionado metafóricamente
con la historia de Narciso de la mitología griega.
Aunque Freud escribió su Introducción del Narcisismo, el ensayo más
leído sobre este concepto, recién en 1914, aparentemente ya había utilizado
el término con anterioridad. Según James Strachey, esto habría ocurrido por
vez primera de manera verbal, en 1909 en una reunión de la Asociación
Psicoanalítica Vienesa y Freud se habría referido aquí a un estadio
intermedio entre el autoerotismo y el amor de objeto.
En 1910, Freud usaba el término narcisismo para referirse a la forma
particular de elección de objeto de los sujetos homosexuales. Poco después,
y en el contexto del análisis de las memorias de Daniel Paul Schreber, Freud
opta por establecer una definición donde el narcisismo es un estadio
evolutivo intermedio (entre el autoerotismo infantil temprano y la elección de
objeto que finalmente conduce, acabado el período de latencia, al amor
objetal).
Recién cuatro años después, a partir de su ensayo Introducción del
narcisismo, el concepto adquiere además una significación económica (es
decir, de equilibrio de energía) y dinámica, constituyendo el inicio de los
escritos llamados metapsicológicos. Ahora, se funda por fin, el concepto
como tal, lo que implica una reformulación teórica, ya que aparece una
diferenciación de la libido en "libido yoica" y "libido de objeto"; hecho
importante en el marco de la disputa de Freud con su discípulo Jung que
propiciaba y sostuvo que la energía psíquica es única e indiferente. Freud,
sin embargo sostiene de aquí en más, que hay una libido que -a partir del
nuevo acto psíquico que funda el YO del narcisismo primario (Ich Ideal)-
catectizará (o investirá) "todas las representaciones del YO", que luego
podrán ser volcadas en los objetos.
Resulta difícil establecer la significación del concepto de narcisismo, en
particular en el caso del narcisismo primario, de manera definitiva. Dentro de
la misma obra freudiana no se utiliza el término de manera unívoca y los
diferentes autores postfreudianos lo utilizan y describen de maneras muy
distintas. Sin embargo, la clave parece estar en la distinción entre el Ich
Ideal y el Ideal Ich, el primero (YO Ideal) equivalente a narcisismo primario,
producto de la identificación primaria - aquella de mayor valencia del sujeto -
«que es a los progenitores porque aún no hay conocimiento de la diferencia
sexual.» Esta identificación inaugura "el nuevo acto psíquico" que permite al
infante decir YO, como unidad, gracias a la instauración del SUPERYÓ
primitivo.
El narcisismo dirá Freud que es un sistema (Freud,S. 1914. Introducción
del Narcisismo, AE XIV). Este sistema está compuesto por ese YO Ideal; por
el Ideal del YO ("el YO ideal proyectado y escindido"), el SUPERYÓ y los Ich.
Esa es la tópica de instancias, que junto a los aspectos económico-dinámicos
(los tres aspectos conforman la metapsicología) dan por resultado el sistema
narcisista. De este sistema dependen la autoestima o imagen de sí
(selbstgefühl), los estados del humor (depresión, manía, melancolía), las
funciones de la idealización, el fenómeno funcional de Silberer del
duermevela, la represión propiamente dicha y la sublimación.
CONCEPTO FREUDIANO DEL NARCISISMO SECUNDARIO
Respecto del narcisismo secundario, más fácil de distinguir, la utilización
freudiana puede establecerse como sigue:
Sin embargo, Freud vuelve a hacer ajustes a esta teoría cuando formula
su modelo estructural de tres instancias ELLO, YO Y SUPERYÓ.
Uno de los apotegmas centrales de Freud es que toda posición, una vez
alcanzada, no será nunca fácilmente abandonada, lo hace comprender que
no hay ninguna de estas instancias que desaparezcan en un adulto. Freud
denominará regresión al caso de que alguna de aquellas posiciones
infantiles se presente en la actualidad.
3. DEFINICIONES DERIVADAS