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Mito Nº1: El feminismo es la antípoda del machismo

Verdad: A diferencia del machismo, que defiende la preeminencia del varón sobre la mujer, el
feminismo propugna la igualdad entre hombres y mujeres, aclara Rosa San Segundo, directora
del Instituto Universitario de Estudios de Género de la Universidad Carlos III de Madrid. “Decir
que el feminismo defiende que la mujer es superior al hombre es absurdo”, asegura.

Incluso una institución tan conservadora como la Real Academia Española define al feminismo
como la “Ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los
hombres”. La investigadora Carmen Castells define en “Perspectivas feministas en teoría
política” al feminismo como un movimiento que quiere acabar con la “subordinación” y la
“opresión” de la mujer, para lograr una sociedad sin discriminación de género o sexo.

Mito Nº2: Los hombres y las mujeres no pueden ser iguales

Verdad: La igualdad que demanda el feminismo es un concepto estudiado a nivel académico y


está relacionado a todos los ámbitos sociales, como los derechos civiles (desde el sufragio a la
participación en la vida política) o los derechos laborales (sin brechas salariales ni condiciones
de trabajo desfavorables). En ese sentido, la igualdad entre hombres y mujeres es imperativa.

La jurista feminista, Alda Facio, en su trabajo “Feminismo y patriarcado”, postula que las
diferencias de género cuando los hombres tomaron el poder y se rigieron como el modelo
humano. La también escritora complementa que “esta desigualdad podría haberse dado en
contra del sexo masculino si el parámetro hubiese sido la inversa”.

En un estudio de la Organización de Estados Iberoamericanos para la educación, la ciencia y la


cultura, se menciona que la desigualdad de género es parte de la discriminación de los fuertes
a los débiles. “Hoy sabemos que no tienen fundamento alguno” sostiene el informe.

Mito Nº3: Las mujeres quieren que el hombre se encargue de las labores del hogar

Verdad: Investigaciones académicas indican que las labores del hogar, como el cuidado de los
niños, por ejemplo, no se comparten de forma equitativa con los hombres. En consecuencia, el
feminismo busca revertir esa situación y que hombres y mujeres miembros de un hogar se
dividan esas tareas de forma igualitaria. “Todas estas metas se pueden alcanzar educando a las
personas en todos los niveles sobre la importancia de la igualdad”, afirma Rosa San Segundo.

En un reportaje de este medio (linkear Corresponsabilidad), Marta Ausona, antropóloga


explica que la mujer tiene la obligación sobre las tareas del hogar y la crianza, y en el hombre
aún se asume como una voluntariedad.

Mito Nº4: Sólo las mujeres pueden ser feministas

Verdad: Los varones pueden ser feministas y lo deberían ser. “Ya hay mucho conocimiento
sobre el sufrimiento que generan conflictos como las guerras, causadas por hombres, y en las
que las violaciones a las mujeres son usadas como armas”, indica San Segundo. “Hay cosas que
solo hacen los varones, como las violaciones y la violencia en general. Entonces hay que educar
a los chicos en una masculinidad más adecuada, más igualitaria y más pacífica. Por supuesto
que los hombres pueden y deben ser feministas”. Según Alda Facio, el interés por la
problemática de género involucra un deseo de cambio y la necesidad de un orden social y
cultural en el cual el desarrollo de las potencialidades humanas esté abierto a las mujeres y a
los hombres.

Mito Nº5: El feminismo obliga a las mujeres a abortar

Verdad: El feminismo defiende el derecho de las mujeres jóvenes a abortar y a decidir sobre su
maternidad sin que sean encausadas por la justicia por ello. Lo que se defiende es que si una
mujer joven que fue víctima de una violación, por ejemplo, no sea perseguida con cárcel. “lo
que se quiere es que el aborto no entre en el código penal”, precisa San Segundo.

Como dice la experta, el aborto es una legislación sobre la propia sobre un derecho
femenino, ante la necesidad masculina del control de la natalidad. Alda Facio relaciona
esto con el papel preponderante que la sociedad le otorga al hombre en la
reproducción, “La importancia de los hombres en relación a la reproducción humana
es la que está en la base de la legislación y doctrina familiar”.

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