Había una vez, en la historia de la humanidad, la formación y constitución de las sociedades

en función de sistemas económicos políticos y sociales, esto dio paso a la historia, hasta su
desarrollo como disciplina científica. Para la concreción del conocimiento del hombre, el
estudio de la sociedad en el tiempo se ha dividido en Eras o Edades. La Edad Moderna es
el periodo histórico que, según la tradición historiográfica europea y occidental, se enmarca
entre la edad media y la edad contemporánea. La disciplina historiográfica en su escrutinio
hermenéutico, establece al estudio de la historia de America, como el periodo que comprende
desde el poblamiento del mismo, el asentamiento, desarrollo y formación de las primeras
civilizaciones, hasta la llegada de la cultura Europea. Como materia generalmente está
asociada al estudio de las altas culturas hasta nuestros días.
La primera civilización que enmarca generalmente el estudio civilizatorio de America es el
estudio de Los Mayas la primera gran civilización Mesoamérica, esta se distinguió por sus
avances en la astronomía, la ciencia y la medicina. Habitaron la parte occidental del istmo
centroamericano, en los actuales estados mexicanos de Yucatán, Campeche, Quintana Roo
(península de Yucatán), Tabasco y este de Chiapas, en la mayor parte de Guatemala y en
algunas regiones de Belice y Honduras, zona comprendida en Mesoamérica. Los mayas no
conformaron una cultura homogénea, ya que los distintos grupos, al parecer un total de 28,
tenían su propia lengua, aunque todos ellos compartían los ámbitos económico, artístico,
religioso e intelectual.
En cambio la civilización de los Aztecas, un pueblo que dominó el centro y sur del actual
México, en Mesoamérica, desde el siglo XIV hasta el siglo XVI y que es famoso por haber
establecido un vasto imperio altamente organizado, destruido por los conquistadores
españoles y sus aliados tlaxcaltecas. Algunas versiones señalan que el nombre de ‘azteca’
proviene de un lugar mítico, situado posiblemente al norte de lo que hoy en día es México,
llamado Aztlán; más tarde se autodenominaron mexicas.
El imperio Inca por su parte proviene del quechua, inka, ‘rey’ o ‘príncipe’, nombre genérico
de los gobernantes cuzqueños, con equivalencia a soberano, quienes establecieron un vasto
imperio en los Andes en el siglo XV, muy poco antes de la conquista del Nuevo Mundo por
los españoles. El nombre también se aplica por extensión, a todos los súbditos del Imperio
incaico o Incanato. Inca es, arqueológicamente, el nombre de una cultura y un periodo
prehispánico.
El crecimiento sistemático que experimentaban las altas culturas en America fue coartado
con el proceso de La conquista es el periodo en el cual se enmarco en la exploración
conquista y asentamiento en el Nuevo Mundo por España y Portugal en el siglo XVI, y otras
potencias europeas posteriormente después del descubrimiento de América, por Cristóbal
Colon en 1492. La Conquista dio lugar a regímenes virreinales y coloniales muy poderosos
que resultaron en la asimilación cultural de la mayor parte de poblaciones indígenas y su
sometimiento a las leyes de las potencias conquistadoras.
El proceso de conquista americana fue motivado en parte gracias a los avances de la
cognoscencia de los hombres manifestados en el humanismo, el cual fue el mayor axioma
del pensamiento y del renacer del hombre europeo de su época. A pesar de estos avances, el
sistema político en Europa no experimentaría cambios sistemáticos con el tiempo. La mayor
muestra de ello fue el Absolutismo. Como producto de nuevos sistemas productivos y el
fortalecimiento del estrato burgués, se intentaron implementar diversas transformaciones
para la naciente sociedad, una de estas medidas seria la Reforma protestante, la cual
favorecería ciertas transformaciones del panorama político de algunos Estados, pero no
incurriría de forma directa en aquellas naciones en las cuales implementaban una política
expansionista bajo el sistema colonial.
Todo lo contrario, la nueva economía se demarcaría a partir del implemento del
Mercantilismo, nuevo sistema económico mundial el cual se destaca como criterio de
producción, la explotación y comercialización de los metales preciosos, constituyendo así la
caudal económico de los Estados, en especial los absolutistas que habrían contribuido con el
proceso de Descubrimiento americano, controlando dichas riquezas mediante la imposición
del sistema Colonial.
El Descubrimiento, daría paso a un proceso de carácter estructural histórico denominado La
colonización, esta se destacó, por ser un periodo de serias transformaciones en todos los
niveles. La colonización portuguesa en America inicia en Abril de 1500, una expedición
comandada por Pedro Álvarez Cabral, arriba a la costa brasilera, tomando la tierra en nombre
del Reino de Portugal. A partir de 1502, comienza la explotación de recursos naturales en los
nuevos territorios. Con la construcción de puertos en la costa brasilera, el comercio atlántico
portugués queda finalmente consolidado. Imponiendo un régimen esclavista, los portugueses
emplearon mano de obra aborigen y africana en las explotaciones de caña de azúcar,
mandioca y tabaco.
A pesar que en gran medida los diversos procesos coloniales, fueron emulados en cada
entorno y contexto, se puede determinar que la colonización española fue una de las más
virulentas y nefastas de America, esto obliga a la corona española y bajo la presión moral de
la iglesia a promulgar las Leyes Nuevas de 1542, sin embargo esto no implicaría cambios así
el trato indígena. A diferencia de los españoles la colonización inglesa, francesa y Holandesa,
poseía sus propias características. La colonización inglesa se subraya en las pretensiones del
colono anglosajón en el simple exterminio de los habitantes. Para los ingleses, los habitantes
de dichas civilizaciones no eran considerados humanos los ingleses creían que los indígenas
de América debían ser borrados del continente y repoblar el continente con ingleses, los
ciudadanos más nobles del planeta.
La colonización francesa se distinguió en primera instancia en los intereses de sus primeros
colonos. Se adentraron en los bosques con la intención de ampliar las fronteras comerciales
y religiosas con los nativos. Por ello, para la primera mitad del siglo XVIII había
establecimientos franceses en Detroit, Niágara, Kaskaskia y Cahokia, en los territorios
de Illinois y Nueva Orleans, en los actuales Estados Unidos de América. Estos puestos le
proporcionaron a Francia el control de un territorio que se extendía desde Canadá
hasta Luisiana.
Por su parte, la colonización holandesa desde mediados del siglo XVI se caracterizó por la
incursión de comerciantes en las colonias españolas de las Antillas, estableciéndose en las
Antillas Menores (Curazao) y en zonas de Brasil de donde fueron expulsados en 1654.
Aunque permanecieron en Surinam y parte de las Guyanas, donde desarrollaron durante los
siglos XVII y XVIII una economía de plantación para abastecer de productos tropicales
a Holanda. El desarrollo del sistema de plantación en estas colonias fue tan grande, que
condujo a una de las mayores concentraciones de esclavos en el siglo XVII y a una feroz
lucha de los esclavos por su libertad.
Este proceso de consolidación territorial hegemónico europeo en el mundo, se le denomina
periodo colonial, el colonialismo es la estructura de poder político y dominación, por el cual
un Estado extranjero generalmente domina un territorio, cuya doctrina intenta legitimar la
superioridad intelectual o socio-económico de quienes lo implementan. Este sistema
macroeconómico y jurídico que convertía en culturas subalternas a las regiones de America,
demostraría su inviabilidad con la inconformidad de una sociedad que evolucionaba a raíz de
la dinamización económica del propio Mercantilismo. Para impedir un estallido social
generalizado, se implementó una especie de absolutismo ilustrado o despotismo ilustrado.
Podemos establecer que la historia de America se distinguió como estructura historiográfica,
por ser una época provista de una serie de transformaciones a nivel socio-políticos,
económicos y religiosos, una sucesión de acontecimientos importantes, que consolidarían la
formación de un continente nuevo bajo la concepción Euro-Heleno-Céntrica y de igual forma
condicionaría su desarrollo estructural, anteponiendo los intereses de los sectores
invisibilizados desde la constitución del periodo de descubrimiento.