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Cultura Babilonica 4000 a.

C
La primera instalación de saneamiento fue el pozo ciego o pozo negro que
apareció en Babilonia hacia 4000 a.C. Una simple excavación en el suelo
donde concentrar los excrementos que pronto se generalizó a otras ciudades
del imperio y zonas rurales.
La civilización del Indo y el saneamiento en la Antigüedad – año 1800 a.C
En ciudades como Mohenjo-Daro y Harappa, que pertenecen a la llamada
“civilización del Indo’” ya encontramos infraestructuras urbanas que nos son familiares
como retretes y tuberías de cerámica que recogen las aguas residuales.

Imperio Romano d.C


En el Imperio Romano, el concepto de higiene evolucionó y se impusieron
normas para separar las aguas negras mediante alcantarillas en las calles.
También la letrina evolucionó y se generalizó la de asiento, en sustitución del
sistema usual hasta entonces de defecar de cuclillas. Sin embargo, la
población continuó tirando los excrementos a la calle hasta 100 d.C., cuando
un decreto obligó a conectar los hogares a las alcantarillas, que
experimentaron una gran evolución.
Edad Media – Paris , 476 d.C
Durante la Edad Media se olvidaron los avances romanos en saneamiento. Tan
sólo en pocas ciudades, como París, se conservaron algunas estructuras del
alcantarillado romano que pronto fueron absorbidas por el crecimiento urbano
desordenado. Las ciudades amuralladas instalaron los pozos ciegos, que
pronto quedaron saturados, como única estructura de saneamiento, y se
instauró entre la población la práctica de arrojar los excrementos a la calle y
fuera de las murallas.
Cultura Arabe – 631 d.C
En esta época oscura en Europa, tan sólo las ciudades árabes de la península
ibérica instauraron normas de saneamiento con el fin de mantener separados los
tres tipos de aguas: las pluviales, que eran las imprescindibles para la vida; las
grises, que provenían de las actividades domésticas, y las fecales.
Renacimiento – Siglo XVII
En el siglo XVII, llegó un momento en Europa en que la suciedad y el olor eran
espantosos en casi todas las grandes urbes. La defecación al aire libre se
practicaba en muchos barrios y los pozos ciegos rezumaban saturados;
mientras, los ciudadanos continuaban lanzando sus excrementos a la calle,
donde las alcantarillas, que eran zanjas abiertas, las vertían parcialmente en los
ríos. Un invento de John Harrington que utilizaba agua de un depósito para
baldear la letrina y llevar los desechos al pozo ciego.
Europa – Siglo XIX
A partir del siglo XIX, las leyes de distintos países impusieron limitaciones a la
construcción de pozos negros que fueron restringidos a zonas sin alcantarillado
y convertidos en fosas sépticas mucho más seguras.
Otra crisis cambió radicalmente el panorama del saneamiento: el gran incendio
de Hamburgo, que destruyó en 1842 una cuarta parte de la ciudad. La
reconstrucción se hizo con un nuevo sistema de alcantarillado que, con un único
circuito de drenaje de las aguas negras, utilizaba agua del mar para su limpieza
semanal y se ventilaba mediante los desagües de cada uno de los edificios
conectados.

Europa-1914
A finales del siglo XIX comenzaron a utilizarse los avances en microbiología para
tratar las aguas residuales y en 1914 los ingenieros Edward Arden y William T.
Lockett, descubrieron los fangos activos, uno de los sistemas de tratamiento
biológico para la depuración de la contaminación orgánica de aguas
residuales que todavía usamos en la actuales depuradoras.

En la década de 1970 comenzó en el mundo desarrollado una gran reacción


internacional en contra de la contaminación del agua, tanto la industrial como la
fecal, pero hoy en día, en los países en vías de desarrollo, se calcula que el
90% de las aguas negras se vierten directamente sin depurar

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