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Marco teórico

La preocupación por la escases de recursos naturales surgió desde siglos pasados, donde uno
de los principales ejemplos es Malthus, el cual refleja su preocupación en su ensayo sobre
población (1798) narrando la problemática que traería el crecimiento tanto económico como
poblacional. A pesar de ser ya un tema conocido desde ese entonces no se le dio la
importancia necesaria hasta el siglo XX donde la ONU propuso un concepto de ecodesarrollo
en donde se buscaba desmitificar la creencia en el progreso mediante la ciencia y la
tecnología para posteriormente alterar los patrones de consumo de los países industrializados
y de la élite de los países pobres todo con el fin de preservar las condiciones de habitabilidad
de la tierra. Posteriormente en 1987 la primera ministra de Noruega y la Comisión Mundial
sobre Medio Ambiente y Desarrollo elaboraron el informe titulado “Nuestro Fututo Común”
donde se buscaba modificar la calidad del crecimiento y atender las necesidades humanas
mediante la conservación de áreas naturales y asegurar niveles sustentables de población
mediando la relación entre las personas y la disponibilidad de los recursos.

Para comenzar a implementar dicho desarrollo sustentable se comenzaron a crear métodos


alternativos para la generación de energía mediante recursos renovables. Comenzaron a
surgir desarrollos tecnológicos que permitían la obtención de energía mediante el sol, el
viento, el agua, entre otros recursos renovables.

Actualmente las energías renovables aumentan en cuanto a la cantidad de maneras diferentes


de disponer de energías limpias tal como la obtención de etanol de la caña de azúcar para
sustituir combustibles fósiles por este tipo de alternativas, pero en cuanto a producción de
todo ese tipo de energías no se ha tenido un avance como el que se esperaría, en parte por
reformas gubernamentales e intereses privados. Para ejemplificar esto de una manera
concreta está el ejemplo del parque eólico “Mareña Renovables”, que era uno de los
proyectos de desarrollo de energía eólica más ambiciosos del planeta que estaría ubicado en
el istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Dicho proyecto pretendía ser el parque de energía eólica
más grande de Latino América que terminó fracasando debido a la percepción de falta de
transparencia, la manipulación de las autoridades locales y la preocupación acerca de la
creciente inequidad social, polarización política y violencia en la región.

En los últimos tiempos se han presentado casos como este que demuestran que las energías
renovables no han avanzado de la manera esperada en parte por la manipulación en el proceso
de producción de las mismas por intereses privados o políticos, mostrando una gran área de
oportunidad en los próximos años teniendo como objetivo la preservación de los recursos
naturales y un desarrollo sustentable que contribuya al bienestar de la sociedad.

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