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Me llamo Fernando y soy un alcohólico, gracias a Dios estoy pasando un día más sin ningún
problema con las bebidas, pero, si, estoy muy preocupado por lo que está pasando con este
asunto de los chóferes de flotas, porque resulta que yo también soy chófer, pero hace años que
no pruebo una gota de ningún trago, me molesta que la gente generalice y diga que los chóferes
son unos borrachos, no se dan cuenta que el problema es el alcoholismo y no es el chófer, la flota,
o el dueño de la flota.
El alcoholismo le puede dar a cualquier persona, sea chófer, albañil, abogado, militar, cura,
medico, profesor...no distingue sexo, raza ni condición social, aclaro que no estoy en contra del
decreto que saco el gobierno en contra de los chóferes encontrados manejando en estado de
ebriedad, yo también lo hacía, como buen alcohólico me olvidaba de la responsabilidad que
conlleva manejar un vehículo, y más aun de servicio público, creo que es la medida más acertada,
solamente que debían ver que no solamente beben los floteros, sino que me dicen de los taxistas,
micreros, trufistas...,que están todos los días bebiendo después de su consabido plato de la tarde,
su chicharrón, su escabeche, y así su plato del día según nuestra exquisita cocina cochabambina, y
si miramos más de, lo que no queremos ver, que pasa con los hijitos de papa que beben
impunemente por las calles y avenidas de la ciudad...
Para finalizar les invito muy cordialmente señores empresarios dueños de flotas, periodistas,
policía, abogados, o quienes tengan algún interés en el tema del alcoholismo, visítenos, estaremos
muy gustosos de poder dar estas charlas donde así nos lo soliciten, es totalmente gratuito... Grupo
"Solo Por Hoy" Plaza Colon Casa Pastoral del Hospicio, reuniones los días lunes, miércoles y viernes
a horas 19:00, llámenos al celular 77923410.
Las experiencias de los miembros de A.A. explican de modo general, cómo eran, lo que les ocurrió
y cómo son ahora, tras haber dado ciertos pasos en la aplicación del Programa de Recuperación.
A pesar de haber puesto cierta resistencia a algunos de estos pasos, de creer que tenía que haber
un camino más fácil y cómodo, se dieron cuenta de que el resultado fue nulo, hasta que se
entregaron al Programa sin reservas.
Frecuentemente se justifica la no aceptación del Programa por tener pasos, que se refieren a Dios,
cuando en el enunciado de nuestra Comunidad se dice que no está afiliada a ninguna religión y
que cualquiera puede ser miembro de A.A. independientemente de su creencia religiosa o de la
falta de ella.
No es más que una autojustificación._ La prueba evidente de ello es que el Programa funciona con
los mismos términos en lugares muy diversos del mundo, con creencias religiosas diferentes de
unos países a otros.
Casi todos los miembros que piensan así, al poco tiempo se dan cuenta de que se refiere a un
Poder Superior a sí mismo, y que cada uno lo debe de tomar como mejor le convenga para unos es
la reunión de A.A. para otros el Programa; para otros el Dios de su religión; lo principal es que el
concepto funcione. Algunos miembros dicen que «los perjuicios, en ocasiones, son más dañinos
que el propio alcohol» y que «para que no hagan demasiado daño, es necesario una mente abierta
y libre de ellos».
Es AA para usted?
Nosotros los miembros de A.A. llegamos al programa porque reconocimos finalmente que no
podíamos controlar nuestra forma de beber. Al principio estábamos poco dispuestos a admitir que
nunca podríamos beber sin peligro. Pero los miembros experimentados de A.A. nos explicaron que
sufríamos de una enfermedad. (Así nos había parecido durante largos años!) Nos enteramos de
que mucha gente estaba afligida por los mismos sentimientos de culpabilidad, soledad y
desesperación que nosotros teníamos. Descubrimos que teníamos esos sentimientos porque
padecíamos de la enfermedad del alcoholismo. Tomamos la decisión de tratar de hacer frente a la
realidad de los efectos del alcohol en nuestras vidas. A continuación se encuentran algunas de las
preguntas que tratamos de contestar con sinceridad. Si respondimos SÍ a cuatro o más preguntas,
lo tomamos como indicación de que teníamos un grave problema con la bebida. Pruébelo usted.
Recuerde, no es una vergüenza enfrentarse al hecho de que se tiene un problema.
Ya por los años 30 el médico William Silkworth del Hospital Towns de Nueva York observó :“Los
hombres y las mujeres beben, esencialmente, porque les gusta el efecto que produce el alcohol. La
sensación es tan evasiva que, aunque admiten lo dañino, no pueden después de algún tiempo
discernir la diferencia entre lo verdadero y lo falso. Les parece que su vida alcohólica es la única
normal”. Reimpreso del libro Alcohólicos Anónimos con permiso de A.A. World Services Inc.