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MARCO TEORICO:

En el área de la ingeniería civil es muy frecuente encontrar anomalías durante la


construcción y funcionamiento de alguna obra civil. Esta anomalía, irregularidad,
deterioro o cambio brusco en la configuración inicial que haya sufrido una
construcción (edificio, armadura, casa, nave industrial o cualquier otro tipo de
obra civil), la denominaremos por ahora y hasta no profundizar en su estudio,
como “Falla Estructural”.
La presencia de fallas estructurales en la ingeniería civil data de hace miles de
años, seguramente desde las primeras obras hechas por el hombre y antes de
que se pudiera definir una rama especializada para el estudio de éstas. Es muy
frecuente encontrar una infinidad de estas fallas que por ser de muy poco
impacto visual o estructural no se les analiza y profundiza en su estudio.
Además, uno de los mayores inconvenientes que existen para el desarrollo de
este tipo de actividad (elaboración de peritajes estructurales) es la muy escasa
información y la poca bibliografía que existe para el ejercicio de la misma, así
como la acentuada escasez de expertos estructurales debidamente capacitados
para efectuar los peritajes.

DEFINICIÓN DE FALLA ESTRUCTURAL.


El significado de la frase “falla estructural” puede ser asociado a infinidad de
significados distintos, entre los que podremos establecer los siguientes (Baeza y
Gómez, 1994):
 Desprendimiento o aplastamiento de los recubrimientos en cualquier parte
de la estructura
 Pandeos en cualquier componente de una estructura
 Grietas en elementos estructurales hechos con materiales frágiles
 Disminución de las dimensiones originales por efectos de corrosión
 Desplazamientos excesivos en cualquier componente de un sistema
estructural
 Cualquier defecto en un sistema estructural, aunque no afecte
directamente la estabilidad, resistencia, comportamiento, o inclusive que
su apariencia no sea alarmante pero sí observable a simple vista.
Para obtener una adecuada definición de “falla estructural” se deberá recurrir a
la definición previa de disfuncionalidad, o sea, el mal funcionamiento de la
estructura o de cualquiera de sus componentes. Esto se establecerá a partir de
ciertas evidencias, tales como: fisuras, desplomes, desprendimientos, etc. Sin
embargo, puede suceder que aun existiendo alguna o varias de estas evidencias,
no se trate de un mal funcionamiento estructural sino de un “defecto
constructivo”.
Defecto constructivo se entiende como aquella evidencia debida a una mala
práctica constructiva que no afecta el comportamiento de la estructura. Algunos
ejemplos de defectos constructivos comunes y que no son considerados como
fallas estructurales son: desplomes, deflexiones excesivas aparentes inducidas
por la mala alineación de la cimbra, desprendimientos de recubrimientos por
mala adherencia, etc.
Para establecer plenamente si se trata de una falla estructural o de un defecto
constructivo un experto deberá efectuar un estudio especializado, que mediante
la aplicación de una metodología compleja decidirá si se trata o no de una falla
estructural, salvo en los casos de fallas estructurales obvias como un derrumbe.
Ante la necesidad de llamar de cierta forma a las evidencias iniciales hasta que
sean calificadas plenamente como fallas estructurales por un perito estructural
se propone la utilización del término “falla estructural aparente”, a las evidencias
iniciales y solamente llamaremos “falla estructural” a aquellas que después de
efectuar un estudio adecuado dejen de ser aparentes y se conviertan en fallas
estructurales reales.
Por lo tanto, falla estructural se definirá como aquel fenómeno que siendo
observable, haya sido generado por un mal o inadecuado funcionamiento de un
elemento o sistema estructural; en tanto, defecto constructivo es aquella “falla
estructural aparente” que no afecta los niveles de seguridad estructural o que no
ha sido inducido por un mal funcionamiento de la estructura.
En general, el nombre de “falla estructural aparente” será asociado inicialmente
a cualquier problema por insignificante que sea éste y podrá justificar o no un
estudio detallado de la zona dañada. Para la cual se propondrá posteriormente
una solución, que al ser llevada a cabo restaurará los niveles de seguridad
estructural sin más problemas que el aumento en el costo, reducción de la
eficiencia de la estructura o en el incremento en el tiempo de construcción de la
obra (durante la etapa de construcción).

ORÍGENES DE LA FALLA
Para toda obra civil que haya pasado por el proceso de diseño estructural,
siempre se tendrán tres distintas etapas que son: etapa de proyecto, etapa de
construcción y etapa de servicio. En la primera etapa, conocida también como
etapa de proyecto estructural, la estructura todavía no existe materialmente. Sin
embargo, esta etapa es de gran importancia porque la estructura es “creada” o
sea, es concebida con todas sus características futuras. En la segunda etapa, la
constructiva, se materializa el proyecto definido en la primera etapa y finalmente,
en la última etapa, la de servicio, la obra es puesta en operación o
funcionamiento.
Las fallas estructurales se presentan por una acción individual o por la
combinación de un conjunto de diversas circunstancias como errores, defectos
o imprevistos ocurridos durante la etapa de diseño estructural, construcción u
operación del edificio (condiciones de servicio). Pueden existir entonces,
infinidad de posibles orígenes de fallas estructurales en cualquiera de las tres
etapas anteriormente descritas, lo cual se discutirá a continuación.

Etapa de diseño
En esta etapa, dependiendo de la calidad del proyecto o proceso de diseño
llevado a cabo, existe la posibilidad de que se produzca una gran cantidad de
posibles orígenes de fallas producto de una innumerable lista de causas como:
falta del conocimiento de los reglamentos de construcción, modelado teórico
inadecuado o insuficiente, deficiente análisis de acciones, errores numéricos,
escasas especificaciones en los planos con fines constructivos, así como la
elección de procesos constructivos inadecuados.
Existen obras de construcción en las que por increíble que parezca, esta primera
etapa no es realizada y, sin embargo, no presentan ningún tipo de problema en
contraste con las que si se realizó. A las obras que no tuvieron un proceso de
diseño estructural y en aquellas que se realizó de una manera deficiente, se les
conoce como obras artesanales, en tanto que en las obras en las que sí se
realizó el proceso de diseño estructural, se les conoce como obras ingenieriles.
En los países de grandes problemas económicos, existe un elevado porcentaje
de obras artesanales, en tanto que en países muy industrializados el porcentaje
de obras artesanales es mínimo o nulo.

Etapa de construcción
La etapa de construcción es la materialización de la etapa de diseño. Muchas de
las fallas que en esta etapa se presentan son inducidas por la poca información
aportada por la etapa de diseño, la deficiente supervisión de obra que se
presenta en muchos casos como consecuencia de la situación económica del
país, la poca calidad de los materiales que se adquieren al tratar de abaratar los
costos al máximo e inclusive se pueden tener fallas inducidas por la mala calidad
de la mano de obra. Otros problemas que frecuentemente se presentan en la
construcción son el empleo de procedimientos constructivos inadecuados, la
mala interpretación de la información del proyecto estructural como
consecuencia de la poca o nula relación entre el diseñador o calculista y el
constructor entre muchas más.

Etapa de operación
Las dos etapas anteriormente tratadas para una obra civil, son por lo general de
muy poca duración si se les compara con la tercera etapa que es la operación o
funcionamiento de la obra; aunque existen obras que solo duran en operación
muy poco tiempo, principalmente por la presencia de acciones no consideradas
durante la etapa de proyecto, lo normal es que las obras civiles tengan una larga
vida útil, normalmente de varias décadas.
En países muy desarrollados, con una fuerte cultura hacia los seguros, el
concepto de vida útil de un edificio es una cosa bien definida, procediéndose a
la demolición del edificio al vencerse el plazo de vida útil establecido en la póliza
del seguro. Además, una grave deficiencia que tienen los países
subdesarrollados es la baja cultura hacia las labores de mantenimiento que debe
dársele a los edificios y en general, en cualquier obra civil el mantenimiento de
la estructura ocupa el último lugar en las prioridades asignadas respecto al
mantenimiento de otros sistemas tales como el mecánico, el eléctrico, etc.
Una gran parte de los defectos o fallas que se presentan en edificios u obras
civiles son causadas por el inadecuado funcionamiento al que es sometido, ya
que en muchos casos el edificio, estructura o elemento estructural es diseñado
para resistir condiciones muy diferentes que a las que realmente se les somete;
tal es el caso de cambiar el destino de un edificio de departamentos
habitacionales por el de un edificio industrial, en donde las losas, muros y
cimentación tendrán mayores cargas.
También cabe mencionar en esta etapa, que el mantenimiento que se aplica a la
estructura es de gran importancia para prevenir las fallas más comunes como
corrosión y deterioro de los elementos expuestos a agentes agresivos. Aquí se
quiere señalar que todas las etapas que se llevan a cabo desde la concepción
de una obra hasta que sea cerrada o demolida son de gran importancia en la
aparición y detección de alguna falla; se debe de tomar en cuenta para esto
último, la acción de fuerzas de naturaleza accidental como la presencia de algún
fenómeno meteorológico, sísmico o provocado por alguna acción no prevista en
el proyecto estructural tales como vibraciones o explosiones cercanas al lugar.
También, en esta última etapa es posible que se manifiesten fallas estructurales
que tuvieron su origen en la etapa de proyecto o en la etapa de ejecución y, aún
más, es posible que la combinación de alguna causa originada en la primera
etapa con otra causa originada en la segunda etapa, conduzcan a alguna falla
estructural durante la tercera etapa; tal sería el caso de una sección transversal
de un elemento sometido a flexión concebido en el proceso de diseño con muy
escasas dimensiones en su sección transversal y que durante su construcción
se le reduzca aún más su sección transversal por algún defecto, y que,
finalmente falle al recibir una carga que la deje sin reservas de resistencia. Se
podrían citar muchos ejemplos reales de ésta situación.

DETECCIÓN DE LAS FALLAS ESTRUCTURALES


La detección de fallas estructurales no es trabajo exclusivo de una sola persona
en especial y por lo general, son detectadas de modo accidental. Las primeras
personas en darse cuenta de la ocurrencia de algún problema estructural son los
propios usuarios de las edificaciones o construcciones, si éstas se presentan
durante la fase de servicio u operación, y casi nunca le prestan al principio la
importancia requerida debido a que ellos emiten su propia justificación al
problema o piden la opinión de personas conocidas sin acudir a una persona
especializada. Solamente acuden a una persona especializada cuando su vida
se ve en situación de peligro; un ejemplo sería el caso de la aparición de una
flecha excesiva en alguna viga o la aparición de fisuras de gran magnitud en
muros y losas perfectamente observables por mencionar algunas.
Como se ha mencionado anteriormente, las fallas no solamente se presentan
durante la etapa de servicio sino que es muy común que ocurran durante el
proceso constructivo; las personas que detectan estas fallas son los propios
albañiles o residentes de la obra, los cuales casi siempre tenderán a repararla
precipitadamente de una manera inadecuada por temor a ser señalados como
responsables. Por lo que, la falla no es reportada y estudiada con detalle.
Muchas de las fallas que se presentan en esta etapa son consecuencia directa
del proyecto de diseño, pero en muchos casos son consecuencias de un
procedimiento constructivo inadecuado o inclusive por la combinación de causas
pertenecientes a ambas etapas como se ha señalado.
La detección inicial de la falla es un evento o conjunto de eventos que pueden
tener gran influencia en el tratamiento futuro que se le dará a la falla estructural.
Si el fenómeno que causa la falla es de naturaleza progresiva existirá el peligro
de que la falla incremente rápidamente su gravedad y su peligrosidad poniendo
en riesgo la integridad física de los usuarios; en este caso, la prontitud con que
se atienda a la falla será de gran importancia. Existen otros casos de fallas, las
de tipo súbito, en las que no existe la posibilidad de que la falla sea detectada
hasta que una parte o toda la estructura se colapsa repentinamente en forma
catastrófica. En ciertos casos, como las fisuras de elementos de concreto
armado expuestas a ambientes agresivos, la demora en la reparación de las
fisuras conducirá a la aparición e incremento de corrosión en el acero de
refuerzo, agravándose mucho más la falla estructural. En cualquier caso, la
pronta atención de la falla estructural, por expertos debidamente entrenados y
calificados propiciará una adecuada restauración de los niveles de seguridad
estructural originales en la estructura o en parte de ella.
La detección de ciertas fallas no siempre es tarea fácil dado que muchas de las
fallas no se presentan de un modo simple, en forma de fisuras o deflexiones
excesivas, sino que se presentan de manera compleja en el comportamiento
general de una estructura, aquí se requiere entonces de la interpretación de un
ingeniero especializado en el estudio y tratamiento de las fallas estructurales.
Una vez detectada presunta la falla por cualquier persona, lo deseable es llamar
a la brevedad posible, a una persona especializada en fallas estructurales con el
fin de que ésta realice un estudio y exprese su opinión acerca de la naturaleza
así como de la gravedad de la falla. A esta persona se le conocerá con el nombre
de perito estructural, quien con base en su experiencia y conocimientos
especializados sobre fallas estructurales, así como con la ayuda de la
metodología adecuada para el estudio de la falla, propondrá los métodos más
adecuados para efectuar las reparaciones.
El perito estructural estará a cargo de la evaluación de la estructura completa y
de la detección de todas las anomalías existentes en una edificación, mas no
será el responsable de la restauración de ésta, a menos que se comprometa
específicamente a ello. La situación común es que después de una minuciosa
revisión del edificio, el perito estructural asuma la responsabilidad total sobre la
seguridad de todo el edificio, para lo cual, deberá dimensionar el estudio de tal
forma que incluya sondeos exhaustivos y aún la supervisión estructural personal
del proceso de reconstrucción o reforzamiento adicional.

CONSECUENCIAS DE LAS FALLAS ESTRUCTURALES


Las consecuencias que traen consigo las fallas estructurales las clasificaremos
en dos categorías como se muestra a continuación:

a) Consecuencias inmediatas. Son las que suceden instantáneamente al


ocurrir la falla en las edificaciones, tales como:
– Lesiones a usuarios o al personal constructor del edificio
– Pérdidas económicas para los propietarios o arrendadores del edificio u obra
– Suspensión de los trabajos de construcción
– Reducción en los niveles de seguridad reales de la estructura
– Vibraciones excesivas en losas, rampas u otros elementos
– Deflexiones excesivas que generan mala apariencia
– Fisuras que afecten psicológicamente a los usuarios
– Sentimiento de inseguridad en los usuarios del edificio por la rehabilitación o
reparación del mismo
– Ruptura de cristales, muros divisorios o instalaciones por excesivos
desplazamientos
– Complicación de trámites o cancelación de permisos por autoridades
municipales
– Retrasos en tiempo de ejecución o en la terminación un edificio y su
correspondiente multa
– Etc.
b) Consecuencias a largo plazo. Son aquellas que no se aprecian al momento
de ocurrir la falla y aparecen o se distinguen después de cierto tiempo
transcurrido después de la falla, tales como:
– Reducción del costo del edificio
– Reducción de la vida útil (durabilidad) del edificio
– Incremento del deterioro o daño
– Deterioro de la funcionalidad del edificio
– Deterioro de la apariencia.

LA ELEBORACIÓN DEL PERITAJE ESTRUCTURAL


La definición de una falla en una estructura o edificio no es fácil ya que requiere
de la participación de un experto en ingeniería estructural o materiales, cuya
función esencial es:
1) Establecer el tipo de falla y su nivel de gravedad
2) Encontrar las causas que la originaron
3) Proponer la solución
Es necesario que las funciones del experto sean ejecutadas en este orden, ya
que si no se establecen primero las causas reales que originaron las fallas y se
propone alguna medida correctiva al problema, existe una alta probabilidad de
que el problema reaparezca o se agrave hasta niveles peligrosos, entendiendo
por esto, que exista una alta probabilidad de lesiones ó pérdidas de vida de los
usuarios del edificio.
Hasta ahora no existe algún método automático o instrumentado que permita
definir las causas de una falla o que proponga la solución. Ya que sin
participación de una mente humana debidamente entrenada no será posible
definir el tipo de falla y su nivel de gravedad, establecer las causas y proponer
sus soluciones.
Podrán existir instrumentos muy especializados y sofisticados para establecer
características físicas y químicas de los materiales pero sin la intervención del
cerebro humano, el cual deberá poseer ciertos atributos tales como,
conocimiento, experiencia, manejo de metodologías, etc, no se podrá realizar
adecuadamente el estudio de una falla estructural llamado también estudio de
patología estructural.
El estudio de una falla estructural y su presentación en forma escrita, verbal,
mixta o gráfica, esquemática o incluso simulada entre otras posibles
combinaciones constituye el peritaje estructural
Una característica particular del peritaje estructural es que para cada caso en
especial se requiere generar o crear una metodología específica de tal suerte
que generar la metodología es la parte más difícil en la elaboración de un peritaje
estructural. En forma simple un peritaje estructural es la opinión personal de un
experto en ingeniería estructural existiendo la posibilidad de que esta opinión sea
errónea.
FALLAS ESTRUCTURALES EN EL PODER JUDICIAL:

PAREDES CON DESCASCARAMIENTO:


Se produce por lo general, por una mala reparación de la superficie, por la
aplicación de la pintura sobre fondos blandos, pinturas, selladores de baja
calidad o por ser aplicada sobre excesivas capas de pintura. O en ventanas por
el uso de masillas inadecuadas expuestas a la humedad.
CAUSA: Cuando se pinta sobre paredes mal repelladas, con exceso de
filtraciones de agua, humedad y/o superficies en deterioro.
LAS MANCHAS CAUSADAS POR LLUVIA O AGUA:
Las manchas que causan la lluvia en la pintura son debido a la extracción de
sustancias solubles que afloran y manchan la pintura, en pinturas económicas
con resinas poco permeables o por exceso de dilución al momento de aplicar.

CAUSA: Dilución excesiva de los solventes, aplicación en condiciones de


humedad no aceptables o aplicación de una capa muy espesa.

FALLA POR DEFORMACIÓN PERMANETE:

Es en la que se presenta cuando el material se ha sometido a un esfuerzo


superior a su límite elástico. En máquinas, dichas deformaciones impiden su
funcionamiento normal la mayoría de las veces. Lo mismo puede ocurrir en las
estructuras propias de la Ingeniería civil, haciendo necesaria su reparación. Sin
embargo, el efecto más notorio para un lego en la materia tiene que ver con el
aspecto estético que presenta.

FALLAS POR SEPARACIÓN:


Se refiere a que en algunas partes del elemento estructural el material presenta
separaciones considerablemente mayores que las normales entre partículas. Se
dice, entonces, que se han presentado fisuras o grietas. Las primeras son, en
muchos casos, imposibles de evitar en algunos materiales como el hormigón y
pueden tener importancia o no, dependiendo del fin de la estructura. Si se las
descuida, sin embargo, pueden adquirir una gravedad que inicialmente no era
muy obvia. Ejemplo estructuras de hormigón reforzado localizadas en zonas
costeras o en ambientes industriales corrosivos han fallado por la reducción en
el área del acero de refuerzo, producida por la oxidación que facilitan las grietas.

FISURAS Y GRIETAS EN EL PISO:


Es muy probable que, con suficiente tiempo, clima y desgaste, su piso de
concreto de hormigón, finalmente desarrolle una pequeña fisura, o
múltiples grietas. Hay muchas fuerzas que conducen a la formación de
grietas en los pisos alisados de cemento, y algunas pueden comenzar a
aparecer sólo a horas del proceso de secado.
Una fisura por lo general no es más que una grieta superficial, pero funciona a
través del espesor del hormigón del suelo, no es generalmente un problema
importante, algunas grietas finas son inevitables, por desgracia, pero los buenos
contratistas monitorean cuidadosamente el agua y la relación de mezcla, lo que
les importa es la relación entre la cantidad de agua y la cantidad de cemento que
existe cuando se elabora el hormigón fresco. Demasiada agua aumentará
la probabilidad de grietas de contracción

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