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AUTORIDADES
Canciller
Su Excelencia Reverendísima
Mons. MARIO ANTONIO CARGNELLO
Arzobispo de Salta
Rector
Pbro. Lic. JORGE ANTONIO MANZARÁZ
Vice-Rectora Académica
Mg. Dra. MARÍA ISABEL VIRGILI DE RODRÍGUEZ
Vice-Rectora Administrativa
Mg. Lic. GRACIELA MARÍA PINAL DE CID
Secretario General
Dr. GUSTAVO ADOLFO FIGUEROA JEREZ
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ÍNDICE
PLANIFICACIÓN ................................................................................................................................................ 14
UNIDAD IV ......................................................................................................................................................... 75
4.1.- Extensión del resarcimiento en las obligaciones que no tienen por objeto dar sumas de dinero ................... 82
4.2.- Daño moral ................................................................................................................................................. 82
4.3.- Cláusula Penal ............................................................................................................................................ 83
REFERENCIAS
Actividad en el foro.
Actividad grupal.
Actividad individual.
Atención.
Audio.
Bibliografía.
Glosario.
Sugerencia.
Video.
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CURRICULUM VITAE
A.- Datos Personales:
Apellido y Nombre: MARIA ISABEL VIRGILI.
- Bachiller Humanista, egresada del Bachillerato Humanista Moderno de Salta - Medalla de Oro,
año 1972. Promedio 9.45
Título de Grado:
Postítulo:
Título de Post-Grado:
Cursos de Post-Grado:
- Miembro integrante del Honorable Consejo Académico de la Universidad Católica de Salta desde
el día 13-08-80 (Resolución Rectoral Nº 81/80, hasta el 06-03-01).
- Secretaria Académica de la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad Católica de Salta, de-
signada por Resolución Nº 7/80 del 21/02/80 hasta el 01/02/85.
- Secretaria General de la Universidad Católica de Salta, designada mediante Resolución Nº 5/85
de la fecha 02/02/85 hasta el 21/03/01.
- Directora de la Dirección de Calidad de la Enseñanza y Gestión Educativa en dependencia directa
de Rectorado (Resolución Rectoral Nº 60/01 de fecha 21/03/01 y continúa en funciones)
- Miembro de la Fundación del Banco Noroeste Cooperativo Limitado, Comisión de Cultura, durante
dos períodos sucesivos: 1983-1986 y 1986-1989.
- "CURSO DE FILOSOFIA POLITICA", dictado por el Dr. Eduardo Capestany, organizado por la
Universidad Católica de Salta, diciembre de 1973.
- "PERSPECTIVAS HISTORICAS DEL DERECHO ARGENTINO", dictado por el Dr. Víctor Tau An-
zoátegui, organizado por la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Católica de Salta y el
Colegio de Abogados el 27 de octubre de 1973.
- "EL FEDERALISMO DE CONCERTACION", dictado por el Dr. Pedro J. Frías, organizado por la Universidad Cató-
lica de Salta. Mayo de 1974.
- "LA LESION EN LOS ACTOS JURIDICOS", dictado por el Dr. Luis Moisset de Espanes, organiza-
do por el Colegio de Abogados y Comisión Convenio Ley 4288 (Dirección de Inmuebles y Colegio
de Escribanos) en abril de 1975.
- Miembro Asistente a las VII JORNADAS NACIONALES DE DERECHO AERONAUTICO Y ESPA-
CIAL, organizado por la Universidad Nacional de Córdoba, Agosto de 1975.
- "NECESIDAD DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL", dictado por el Dr. Jorge Antoni, organizado por el Colegio
de Abogados en agosto de 1975.
- "PROBLEMATICA DE LA PROPIEDAD HORIZONTAL Y CALIFICACION Y DESCALIFICACION
REGISTRAL", dictado por el Dr. Raúl García Coni, en noviembre de 1976.
- "TEORIA Y REALIDAD DE LA LEY DE SOCIEDADES COMERCIALES", dictado por el Dr. Hora-
cio Fagosi, organizado por la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Católica de Salta,
en noviembre de 1977.
- "REGIMENES MATRIMONIALES DEL CODIGO CIVIL, DISOLUCION CONYUGAL", dictado por
el Dr. Héctor Goyena Copello, organizado por la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad
Católica de Salta, en abril de 1979.
- Miembro Titular de la VII JORNADAS DE DERECHO CIVIL, organizadas por la Facultad de Dere-
cho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, del 26 al 29 de setiembre de 1979.
- "LA PATRIA POTESTAD Y LOS PROBLEMAS QUE SU EJERCICIO PRESENTA EN LA ACTUA-
LIDAD", dictado por el Dr. Héctor Goyena Copello, organizado por la Universidad Católica de Sal-
ta, Mayo de 1981.
- II JORNADAS DE FUNDAMENTOS DEL DERECHO sobre el Tema HANS KELSEN Y LA TEO-
RIA PURA DEL DERECHO de 1960, a cargo del Dr. Guido Soaje Ramos, organizado por la Uni-
versidad Católica de Salta, 25 y 26 de junio de 1981.
- Miembro Titular de las "VIII JORNADAS NACIONALES DE DERECHO CIVIL", organizadas por la
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata, del 2 al 5 de se-
tiembre de 1981.
- Miembro Asistente a la 10ª REUNION NACIONAL DE PROFESIONALES CATOLICOS DE SAL-
TA. "El Hombre y la Incertidumbre" 14, 15 y 16 de Agosto de 1982.
- Miembro Vocal de la comisión organizadora y Miembro Titular del "PRIMER CONGRESO HISPA-
NOAMERICANO DE PROFESORES DE DERECHO DE FAMILIA", realizado en Salta, desde el 7
al 11 de marzo de 1983.
- Miembro Asistente del Cursillo sobre el tema: "FILOSOFIA Y GEOPOLITICA", organizado por el
Centro de Profesionales Católicos, dictado por el Dr. Edgardo Fernández Sabaté, en Salta los días
19, 20 y 21 de mayo de 1983.
- Curso de "RESPONSABILIDAD PENAL DE LOS ADMINISTRADORES SOCIETARIOS", dictado
por el Dr. Jaime Malamud Goti, los días 6 y 7 de julio de 1984, organizado por el Colegio de Ma-
gistrados y Funcionarios del Poder Judicial.
- Curso sobre "REFORMA AL CODIGO CIVIL - LEY 23264/85", dictado por los Dres. Jorge Maz-
zinghi y Eduardo Zanoni, organizado por el Colegio de Abogados y Procuradores de la Provincia
de Salta, el 10 de mayo de 1986.
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- Miembro Titular de las "TERCERAS JORNADAS SANJUANINAS DE DERECHO CIVIL", 27, 28,
29 y 30 de Agosto de 1986, organizadas por el Instituto de Derecho Civil del Foro y Colegio de
Abogados de San Juan.
- Miembro Asistente del "II ENCUENTRO INTERNACIONAL SOBRE EDUCACION SUPERIOR A
DISTANCIA", 23 de octubre de 1986, organizado por la Asociación Iberoamericana de Educación
a Distancia y la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino.
- Asistente al "SEMINARIO OPERATIVO DE COMERCIO EXTERIOR", los días 13 y 14 de agosto
de 1987, organizado por el Ministerio de Economía, la Secretaría de Estado de Industria y Minería
de la Provincia de Salta y la Dirección de Comercio Exterior.
- Miembro titular de las 11º JORNADAS NACIONALES DE DERECHO CIVIL EN BUENOS AIRES,
organizado por la Universidad de Belgrano, 19 al 22 de agosto de 1987.
- Coordinadora del Ciclo de Conferencias sobre "LA LEY DE MATRIMONIO CIVIL 23515/85", orga-
nizadas por la Fundación del Banco del Noroeste Cooperativo Ltdo. y la Universidad Católica de
Salta, los días 1º y 11 de noviembre de 1988.
- Miembro Titular de las "XIII JORNADAS NACIONALES DE DERECHO CIVIL", organizadas por la
Universidad Notarial Argentina del 4 al 7 de setiembre de 1991.
- Asistente al Seminario "GESTION DE CALIDAD TOTAL EN LA UNIVERSIDAD", dictado por Ro-
bert S. Winter Ph D., organizado por la Universidad Católica de Salta entre el 3 y el 6 de noviem-
bre de 1992.
- Miembro asistente del Seminario - Encuentro sobre el encuentro de "LA CULTURA DE LA CALI-
DAD TOTAL", 5, 6 y 7 de julio de 1993, dictado por el Profesor Ricardo Riccardi (12 horas) organi-
zado por la Universidad Católica de Salta y Centro Studi Progetto Idee Internacional Institute For
Huma Resources Fr. Roma Italia.
- Miembro asistente al Ciclo de Conferencias dictado sobre el tema "UNIFICACION LEGISLACION CIVIL Y CO-
MERCIAL" organizado por el Colegio de Abogados y Procuradores de la Provincia de Salta, julio de 1994.
- Miembro asistente al SEMINARIO TALLER INTERUNIVERSITARIO SOBRE AUTOEVALUACIÓN
Y HETEROEVALUACIÓN entre los días 31 de marzo y 1º de abril de 1995, organizado por la Fa-
cultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Católica de Cuyo.
- Miembro asistente al Curso sobre Contratos Aplicables al Mercosur, organizado por la Universidad
Católica de Salta, Colegio de Abogados y Colegio de Magistrados de Salta en forma conjunta con
la Universidad Católica de Salta, el 22-09-95.
- Miembro Asistente al SEMINARIO SOBRE LA REFORMA CONSTITUCIONAL realizado los días
16-05-95 y 08-06-95, organizado por la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Católica
de Salta a cargo de los Dres. Pedro J. Frías y Ricardo Haro.
- Representante de la Universidad Católica de Salta ante el III Simposio de Reflexión, Cuerpo, Alma
y Corazón de una Universidad Católica, organizado por la Pontificia Universidad Católica Argenti-
na en Pilar, Buenos Aires entre los días 14 y 17 de marzo de 1996.
- Miembro Asistente a la Disertación sobre: EDUCACION UNIVERSIDAD, organizada por la Facul-
tad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, a cargo del Dr. Ricardo Haro el 23
de mayo de 1996.
- Secretaria Académica del Seminario y Asistente al Seminario sobre LAS UNIVERSIDADES DE LA
REGION Y EL SIGLO ADVENIENTE, organizado por la Universidad Católica de Salta entre los
días 23, 24 y 25 de octubre de 1996 con la participación del Dr. Emilio Mignone y el P. Alfonso Bo-
rrero Cabal S. J. entre otros.
- Miembro Asistente de las PRIMERAS JORNADAS UNIVERSITARIAS DE INVESTIGACIONES
EDUCATIVAS DEL NOA, organizadas por la Universidad Nacional de Salta, entre los días 11 al
14 de mayo de 1997.
- Asistente a la Disertación sobre: EL CONSEJO DE LA MAGISTRATURA, organizada por la Facul-
tad de Ciencias Jurídicas, a cargo del Dr. Ricardo Haro, el día 05-06-97.
- Miembro Asistente (con selección previa) al Seminario Internacional sobre ADMINISTRACION
EDUCATIVA PARA INSTITUCIONES DE EDUCACION SUPERIOR, organizado por la Universidad
de Harvard y la Universidad Argentina de la Empresa entre los días 20 y 21 de agosto de 1997.
- Miembro Asistente al Seminario sobre AUTOEVALUACION INSTITUCIONAL organizado por la
Escuela de Negocios de la Universidad Católica de Salta, a cargo de la Lic. Marisol Alvarez Cis-
terna (Chile) entre los días 31-08-98 y el 01-09-98.
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F.- Disertaciones
Dirección de Tesis:
Directora de Tesis para obtener el grado de Licenciada en Comunicaciones Sociales de María Este-
la Quintana sobre el tema: LA DEMOCRACIA NO ALCANZA, (Resolución de la Facultad de Artes y
Ciencias 234/94).
Miembro del Jurado para evaluar el trabajo de Tesis del alumno Fernando Romaín de la Carrera
Maestría en Administración de Empresas con mención en Administración Estratégica dependiente
académicamente de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica de Salta. (Resolución Rec-
toral Nro. 291/97).
Miembro del Jurado para evaluar la defensa de Tesis del alumno Ing. Angel Solís de la Carrera Ma-
estría en Administración de Empresas con mención en Administración Estratégica dependiente
académicamente de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica de Salta (Resolución Recto-
ral Nro. 73/98).
Miembro del Jurado para evaluar el trabajo de Tesis de los alumnos Susana Appa Plaza y Daniel
Alurralde de la Carrera Maestría en Administración de Empresas con mención en Administración
Estratégica dependiente académicamente de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica de
Salta. (Resolución Rectoral Nro. 254/98).
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Miembro del Jurado para evaluar el trabajo de Tesis de las alumnas María Fernanda Lisazo y Patri-
cia C. Moreno de la Carrera Maestría en Administración de Empresas con mención en Administra-
ción Estratégica dependiente académicamente de la Escuela de Negocios de la Universidad Católi-
ca de Salta. (Resolución Rectoral Nro. 254/98).
Miembro del Jurado para evaluar el trabajo de Tesis del alumno Eduardo Nadir de la Carrera Ma-
estría en Administración de Empresas con mención en Administración Estratégica dependiente
académicamente de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica de Salta. (Resolución Rec-
toral Nro. 255/98).
Distinciones Obtenidas:
- Medallas de Oro al mejor promedio como egresada del Bachillerato Humanista Moderno de Salta-
Promoción 1972.
- Medallas de Oro al mejor promedio de los graduados de la Facultad de Ciencias Jurídicas-
Promoción 1978 y el mejor promedio en 25 años de vida de la Universidad Católica de Salta.
- Medalla al mejor profesor de 2do. Año de la Carrera de Derecho de la Facultad de Ciencias Jurídi-
cas, otorgado por el Centro de Estudiantes de esa Facultad y reconocido por esa Unidad Acadé-
mica por Resolución Nro. 88/96.
- Benefactor de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica de Salta, por el invalorable apo-
yo en la creación y funcionamiento de dicha Escuela: Resolución Rectoral Nro. 66/97.
- Mujer Revelante en Ciencias Jurídicas, otorgado por la Municipalidad de Salta, en el Día Interna-
cional de la Mujer. Homenaje a la Mujer Salteña, denominado: MUJERES DE SALTA -
PROFESORA ANA MARIA GIACOSA- 08-03-97.
- Consejero Honorario de la Escuela de Negocios por su colaboración en las distintas actividades
académicas de esa unidad académica. Resolución Rectoral Nº 135/99.
- Medalla al Mérito otorgada por la Biblioteca Popular Martín Miguel de Güemes de la Ciudad de
Joaquín V. González por la participación activa, trabajo social y meritorio en bien de dicha comu-
nidad. Junio de 2000.
- Distinción "Mejor Profesor" de la Licenciatura en Gestión de la Educación General Básica de la
Escuela de Negocios, año 2003.
- Medalla de Oro al mejor promedio como egresada de la Maestría en Gestión Educativa-Promoción
2003.
Publicaciones:
MODULO (4) DE ESTUDIO para los alumnos de la Cátedra de Derecho Civil II. Obligaciones de la
Carrera de Derecho, Sistema no Presencial (1993) y actualización posterior. Impresos por la Uni-
versidad Católica de Salta.
MODULO DE ESTUDIO para los alumnos de la Cátedra de Política y Legislación Educativa Argen-
tina. Impreso por la Universidad Católica de Salta. 1999.
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PLANIFICACIÓN
AÑO LECTIVO
2015
CARRERA: ABOGACÍA
EQUIPO DOCENTE
PROFESORA
FUNDAMENTACIÓN
La elección de un programa analítico por parte de la cátedra tiene la virtud de servir de guía de estu-
dio para el alumno y facilitarle la aprehensión de los contenidos de cada punto.
Derecho Civil II-Obligaciones es una de las materias más importantes del Derecho Privado y posi-
blemente una de las más extensas de la Carrera de Derecho.
Se han proyectado treinta unidades que responden al siguiente desarrollo de la materia: la primera
parte referida a la estructura de la obligación. Se ubica a los derechos personales en el ámbito del
Derecho Privado, su importancia, concepto, sus diferencias con los derechos reales, su naturaleza
jurídica y un tipo especial de obligaciones: las llamadas "propter rem". Luego se estudian los elemen-
tos esenciales. Una vez que se ha comprendido acabadamente lo que es una relación jurídica obliga-
toria, se estudian sus efectos en la parte segunda, a la luz del principio de la buena fe. Allí se analiza
el contenido subjetivo del "derecho de crédito", comenzando por las consecuencias jurídicas que aca-
rrea el vínculo obligacional para quienes han ingresado a él, encontrándonos con dos posibilidades:
su cumplimiento o incumplimiento. En el primer supuesto que es el cumplimiento voluntario, lo que se
produce técnicamente es el pago, pero no se desarrollará como modo de cumplimiento, sino como
uno de los medios extintivos. En cambio, sí se desarrollará toda la teoría del incumplimiento de una
manera genérica, para luego circunscribirse a las obligaciones contractuales que no tienen por objeto
dar sumas de dinero. El incumplimiento de las obligaciones que tienen por objeto dar sumas de dine-
ro se estudiará cuando en la tercera parte del programa se desarrolle esa clasificación. Y por su parte
el incumplimiento proveniente de obligaciones que tienen su fuente en hechos ilícitos se tratará en la
responsabilidad civil. En esta segunda parte, finalmente se tratan en forma general los medios de
garantía y se desarrollan solamente los legales que son los privilegios y finalmente el derecho de re-
tención, que a decir de Coviello "no es un derecho real ni personal, sino simplemente un medio de
tutela del derecho de crédito" Véase art. 3939 del Código Civil, vocablo facultad. En la parte tercera
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se estudia la clasificación de las obligaciones teniendo en cuenta sus elementos esenciales y modali-
dades: sujetos, objeto, fuente, vínculo y modalidad. Consiste en un análisis pormenorizado de cada
una de ellas teniendo en cuenta el régimen que les es aplicable. En la parte cuarta, denominada
"transmisión y reconocimiento de las obligaciones" se apreciará en el caso de la transmisión, las po-
sibilidades de sustitución de los sujetos (deudor y acreedor), sin que se altere el objeto ni la causa a
través de la cesión de créditos, el pago con subrogación y la asunción de deudas, predominando el
efecto transmisivo sobre el extintivo. En cuanto al reconocimiento, debe prestarse especial atención
en los efectos que produce en el ámbito de la prescripción. En la quinta parte, denominada "Medios
extintivos", se podrá apreciar como adquiere vigencia la característica de la "temporalidad" en la rela-
ción jurídica obligatoria. Se estudiarán no sólo los medios extintivos previstos en el art. 724 del Códi-
go Civil y su nota, sino todos los medios previstos por el ordenamiento jurídico que resultan aplicables
a las obligaciones. Si bien todos los medios cumplen la función de extinguir la obligación y de liberar
al deudor, no todos satisfacen el interés del acreedor de la misma manera; así en el pago satisface el
ciento por ciento del interés del acreedor, mientras que en otros casos como en la renuncia o en la
imposibilidad de pago, la satisfacción del acreedor es nulo. En la parte sexta se trata la responsabili-
dad civil, distinguiéndola de la penal. Luego ya en la responsabilidad civil se trata el deslinde de los
campos contractual y extracontractual con sus elementos comunes, la responsabilidad objetiva, las
especiales y las relaciones entre la acción civil y penal.
OBJETIVOS
a.- Conozca y comprenda los principios generales, las normas y tendencias relativas al Derecho de
las Obligaciones-Derecho Civil II, a partir de los contenidos de Derecho Civil I-Parte General;
b.- Comprenda la teoría general de las obligaciones, con prescindencia de la causa fuente, sus ele-
mentos comunes, sus efectos, su clasificación, su transmisión, su extinción y el régimen de la
responsabilidad civil;
c.- Emplee adecuadamente la terminología básica de la materia;
d.- Descubra la articulación vertical de esta materia con las demás pertenecientes al área del Dere-
cho Civil, tomándola como un todo integrador;
d.1.- interprete, a partir de los contenidos de Derecho Civil I, la relación jurídica obligacional co-
mo vínculo entre sujetos de derecho, que faculta a uno de ellos (el acreedor) a exigir de
otro sujeto (el deudor) el cumplimiento de una conducta (prestación), en función de la exis-
tencia de una causa fuente;
d.2.- relacione Derecho Civil II-Derechos Personales con Derecho Civil III-Contratos, recono-
ciendo a los contratos como una de las fuentes (muy importante, pero no la única) que en-
gendra y da vida a los derechos personales;
d.3.- distinga Derecho Civil II-Derechos Personales de Derecho Civil IV - Derechos Reales como
dos estructuras jurídicas contrapuestas, siendo característica de los primeros el vínculo en-
tre sujetos y en el caso de los derechos reales, la potestad del sujeto titular sobre la cosa;
d.4.- reconozca las múltiples relaciones de obligación en el ámbito de los derechos reales y de
familia y sucesiones;
e.- Reconozca la articulación de la materia con otras ramas del Derecho Privado como el Derecho
Comercial y Laboral particularmente;
f.- Distinga la articulación horizontal con el Derecho Penal- Parte General, pues ambas materias se
encuentran en el mismo año de la carrera y pueda diferenciar el ilícito penal del ilícito civil y la re-
lación entre la acción penal y civil;
g.- Adquiera la habilidad para poder aplicar y transferir sus conocimientos a la resolución de casos
concretos;
h.- Internalice como formas de comportamiento actitudes como la buena fe necesaria en todo acto
jurídico, la responsabilidad en el ejercicio de cualquier derecho previsto por el ordenamiento jurí-
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CONTENIDOS
1) Los sujetos: capacidad, alteridad, determinabilidad. 2) El objeto: objeto del contrato y de la obli-
gación. Posibilidad, licitud, determinabilidad e interés para el acreedor (doctrina, legislación compara-
da, el Código Civil). 3) La causa o fuente: clasificación, crítica. Noción sumaria de las fuentes clási-
cas. Otras fuentes. La causa de las obligaciones contractuales: delimitación de conceptos: causa
fuente, fin, motivo. La causa en el Derecho Romano, Canónico y Francés (teorías: causalista, anti-
causalista y neocausalista). El problema de la causa en el Derecho Argentino: discusión doctrinaria,
artículos 500, 501 y 502. Presunción de causa, falsa causa y causa ilíticta.
Nociones generales. Efectos de las obligaciones y de los contratos. El principio de la buena fe. Efec-
tos con respecto a las partes y a terceros. Efectos con relación al acreedor: ejecución voluntaria y
forzada por el deudor. Astreintes. Ejecución forzada directa por terceros. Ejecución indirecta: carác-
ter, naturaleza y requisitos: 1) Inejecución; 2) Mora del deudor: definición, elementos. Antiguo artículo
509 y 509 reformado por ley 17711. Efectos. Cesación. Mora del acreedor, imputabilidad, efectos,
cesación. Mora en las obligaciones recíprocas. 3) Imputabilidad en la inejecución: dolo, distintas
acepciones, efectos, dispensa, prueba, dolo del acreedor, de los representantes y de ambas partes.
Culpa: noción, derecho romano, francés, legislación argentina, unidad y pluralidad de la culpa, culpa
civil y penal, dispensa, prueba, culpa del acreedor, culpa concurrente, de subordinados, de represen-
tantes. Nociones sobre culpa in contrahendo, precontractual, postcontractual. Responsabilidad objeti-
va: teoría del riesgo creado. Conclusiones. La reforma del 1113 y la teoría del riesgo creado. Res-
ponsabilidad contractual por el hecho de las cosas, responsabilidad colectiva.
La indemnización del daño. Nociones generales. Terminología. Método del Código. Fundamentos.
Carácter. Finalidad: sistemas del restablecimiento al estado anterior y de la reparación en dinero. La
reparación del daño en nuestro país. Clases de daño: material y moral; contractual y extracontractual;
compensatorio y moratorio; directo o inmediato e indirecto o mediato; intrínseco y extrínseco; previsi-
ble e imprevisible; común y particular; actual y futuro; positivo y negativo. Requisitos del daño: a) cier-
to, b) personal y c) lesión a un derecho o bien jurídicamente protegido. Avaluación convencional, ju-
dicial y legal. Extensión del resarcimiento: criterios subjetivo y objetivo. Límites de la reparación en
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general, en la teoría subjetiva (culpa y dolo), en la teoría objetiva (diversas teorías en cuanto a la re-
lación de causalidad: equivalencia de condiciones, causa próxima, causa eficiente, causalidad ade-
cuada y causa humana). Sistema del Código Civil Argentino en cuanto a la extensión del resarcimien-
to: inejecución por culpa y por dolo. Deber del damnificado de comportarse de manera que no au-
mente del daño causado. La facultad judicial de moderar el monto de la indemnización: texto legal,
trascendencia y agregado de la reforma, requisitos de aplicación del art. 1069 in fine y aplicabilidad a
la responsabilidad por incumplimiento contractual. Determinación de la indemnización: daños que
recaen directamente sobre las cosas y daño patrimonial indirecto. Prueba del daño. Daño moral: dis-
tintas posiciones, el problema en el Código, la reforma, el daño moral en la inejecución contractual y
en los actos ilícitos, prueba. Tiempo de la determinación del daño: principio general y excepciones.
Cláusula penal: noción, antecedentes históricos, derecho moderno, especies, forma y tiempo, carac-
teres (accesoria, subsidiaria, condicional, constituida a favor de terceros y por terceros). Inmutabili-
dad de la cláusula penal: principio general y excepciones. Cláusulas penales exorbitantes, la reforma
del 656 y la cláusula penal ínfima. Objeto de la cláusula penal. Paralelo con las obligaciones alterna-
tivas, facultativas, condicionales, con la señal. Requisitos para la exigibilidad de la pena: a) incumpli-
miento absoluto o relativo; b) mora del obligado; c) imputabilidad; d) daño exigible. Efectos de la
cláusula penal: a) deudor, b) acreedor, c) pluralidad de acreedores y deudores. Seña: confirmatoria y
penitencial o resolutoria. La seña en el Código, caso en que se cumple el contrato. La cláusula como
seña y a cuenta de precio y como principio de ejecución del contrato.
Teoría General de los Privilegios. Concepto. Importancia. Fundamento. Método del Código Civil:
las dificultades en la materia. Fuentes de los privilegios. Competencia para legislar en materia de
privilegios. Caracteres de los privilegios.Naturaleza jurídica. Privilegios y legítimas causas de prefe-
rencia. Asiento del privilegio. Subrogación real. Extensión del privilegio. El llamado privilegio del pri-
mer embargante. Medios indirectos y directos de extinción. La clasificación de los privilegios en el
Código Civil: aspectos generales. Diferencias entre los privilegios generales y especiales. Los privile-
gios generales en el Código Civil. Los privilegios especiales sobre cosas muebles en el Código Civil:
Nociones generales. Privilegios especiales legislados en el Código de Comercio y Leyes complemen-
tarias, principales supuestos: nociones. Privilegios especiales contemplados en otras leyes, principa-
les supuestos: nociones Privilegios especiales sobre ciertos inmuebles en el Código Civil.Otros privi-
legios especiales sobre ciertas cosas inmuebles no legislados en el Código Civil Clasificación de los
privilegios según la ley de concursos 24522/95. Orden de los privilegios en el Código Civil. Conflicto
de privilegios. Orden de los privilegios en la ley de concursos y quiebras. El conflicto de créditos en la
ley 24522/95. Orden para satisfacer los créditos. Derecho de retención: concepto, antecedentes
históricos, fundamento, requisitos; caracteres, naturaleza jurídica. Casos expresamente legislados.
Casos no legislados: regla general y casos excluidos Efectos respecto del propio retenedor: dere-
chos, deberes. Efectos respecto del deudor. Efectos respecto de terceros. Sustitución del derecho de
retención. Extinción indirecta y directa Aplicaciones del principio: el patrimonio es la prenda
común de los acreedores. Medidas conservatorias: embargo, inhibición, prohibición de innovar,
anotación de litis, prohibición de contratar, intervención judicial, secuestro de bienes. Medidas de
ejecución: acciones individuales (ordinaria, sumaria) colectivas (concurso comercial y civil). Efectos
del concurso sobre las obligaciones y situaciones jurídicas preexistentes. Medidas reparadoras: ac-
ciones revocatoria, de simulación y subrogatoria. Acción subrogatoria u oblicua: noción, definición,
antecedentes, fundamento, caracteres, naturaleza, paralelo con la acción revocatoria y con la de si-
mulación. Requisitos sustanciales y formales. Esfera de aplicación en materia de derechos suscepti-
bles y no susceptibles de subrogación. Efectos con respecto al acreedor subrogante, al deudor sub-
rogado, al tercero demandado y a los demás acreedores del obligado. Acción directa: noción fun-
damento. Diferencias con la acción subrogatoria. La acción directa y el contrato de seguro. Condicio-
nes de ejercicio, efectos, cosa juzgada y prescripción. Subasta de acciones y derechos.
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Caso fortuito o fuerza mayor: definición, sinonimia, equivalencia de ambas expresiones en nuestro
Código, posición de la doctrina. Teoría de Exner, doctrina y jurisprudencia nacional. Requisitos: im-
previsible, inevitable, actual. Casos particulares: hechos de la naturaleza, hechos del hombre. Casos
en que no existe fuerza mayor. Efectos. Excepciones. El caso fortuito en los actos ilícitos, cláusulas
de irresponsabilidad. Prueba del caso fortuito. Teoría de la imprevisión: noción, ejemplos, denomi-
nación, definición, antecedentes, fundamentos, requisitos, diferencias con otras figuras. El Código
Civil, la reforma de la ley 17711/68. Efectos. Cláusula de renuncia. Teoría de la imprevisión- Dola-
rización y Pesificación: distintas posiciones en relación a la aplicabilidad o no de la teoría y en rela-
ción a la revisión y reajuste del contrato de mutuo. Distintas posiciones a partir del fallo de la CSJN
"San Luis, c/ Estado Nacional s/ Amparo". Estado de necesidad: definición, requisitos, antecedentes
históricos, naturaleza jurídica, legislación argentina, jurisprudencia nacional. Paralelo con otras figu-
ras. Efectos.
Obligaciones Modales. Plazo: definición, caracteres, paralelo con la condición y el cargo. Clases:
suspensivo y resolutorio; cierto e incierto; expreso y tácito; convencional, legal y judicial; perentorio o
esencial y no perentorio; plazo de derecho y plazo de gracia. En interés de qué parte se considera
establecido el plazo. Efectos del plazo suspensivo. Efectos del plazo resolutorio. Cargo o modo:
definición, ámbito de aplicación naturaleza jurídica, paralelo con la condición, el plazo, el mandato, la
prestación y el consejo. Requisitos: posibilidad y licitud, seriedad del cargo. Clases: cargo simple,
cargo condicional suspensivo, cargo resolutorio. Cargo a favor de un tercero. Época y manera de
cumplir el cargo. Obligaciones principales y accesorias: noción, fuentes y clases. Interdependen-
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cia de la obligación principal y la accesoria. Otras Clasificaciones: por la unidad o pluralidad de víncu-
los, por el tiempo de cumplimiento, por el contenido de la prestación.
Pago con subrogación: el pago por tercero. Concepto y requisito del pago con subrogación. Impor-
tancia práctica. Derecho comparado. Naturaleza Jurídica. Clases: Subrogación convencional por
acreedor, por el deudor, subrogación legal. Efectos. Diferencias con la cesión de créditos. Transmi-
sión o asunción de deudas: definición y noción general. Posibilidad de convenir una transferencia
de deuda en nuestro régimen legal. Importancia de esta figura. Clases. Asunción liberatoria de deu-
da, asunción acumulativa. Capacidad. Forma. Efectos. Transmisión o Cesión de Contra-
to.Transmisión de contrato. Transmisión de patrimonios integrales. Ley 11861
Definición. Utilidad. Metodología. Naturaleza jurídica. Caracteres. Especies y forma. Requisitos. Re-
conocimiento. En el caso de obligación con pluralidad de deudores. Efectos. Diferencias entre el título
primordial y el título nuevo. Diferencias del reconocimiento con otras figuras jurídicas. Régimen del
reconocimiento practicado en actos de última voluntad.
Pago por consignación Introducción y fundamento. Concepto, caracteres, juez competente, requisi-
tos (existencia de una obligación, que la obligación se halle en estado de cumplimiento, que existan
dificultades que obsten al pago directo- 757). Obligaciones de dar sumas de dinero: requisitos, (de-
pósitos, iniciativa del deudor, animus solvendi, demás requisitos del pago). Efectos del depósito (na-
turaleza, concurso o quiebra del depositante, embargos sobre los bienes depositados, retiro del de-
pósito, régimen de los riesgos, influencia de la consignación sobre otros juicios conexos). Perfeccio-
namiento. Retiro del depósito. Obligaciones de dar cosas ciertas: procedimientos, cosas perecederas
o de muy costosa conservación, cosa que no se halla en el lugar de pago. Obligaciones de dar cosas
inciertas. Obligaciones de hacer y de no hacer. Consignación cambiaria.
21
Extinción Global de las obligaciones: Introducción. Diferencia respecto de los medios extintivos
previstos en el Código Civil. Régimen de la ley 24522/95. Concurso Preventivo: A) Acuerdo Preventi-
vo: Clasificación de acreedores, período de exclusividad, propuesta de acuerdo. Salvataje por terce-
ros o cramdown. B) Acuerdo Preventivo Extrajudicial: quienes pueden celebrarlo, qué conformidad de
acreedores requiere para su validez y efectos. Quiebra: Avenimiento, principales características,
efectos. Fuentes de las Obligaciones: introducción. Declaración unilateral de voluntad: concepto,
discusión sobre su admisibilidad, historia, derecho comparado. Elementos. Examen de casos particu-
lares que pueden constituir aplicaciones del principio. Enriquecimiento sin causa: noción, historia,
derecho comparado, naturaleza jurídica y fundamento. El principio en nuestro derecho civil. La juris-
prudencia. Requisitos. Efectos. Pago de lo indebido: concepto y casos. Historia y derecho compara-
do. Fundamento. Pago por error: concepto y requisitos. Requisitos del error: de hecho, de derecho,
esencial, excusabilidad del error. Repetición de lo pagado con duda sobre la existencia de la oblig a-
ción. Cese de la repetibilidad: destrucción del título. Legitimación activa, pasiva, prueba de los requi-
sitos de la acción y consecuencia de la acción triunfante. Pago sin causa: concepto, casos, efectos.
Pago por causa ilícita o inmoral: concepto, torpeza bilateral, efectos. Pago obtenido por medios ilíci-
tos. Obligaciones putativas. Liberación putativa. Abuso del derecho: introducción, concepto, críticas,
criterios de caracterización Derecho comparado. La situación en nuestro país antes de la reforma de
la ley 17711/ (68 y después. Obligaciones ex lege: noción y casos.
22
Actos ilícitos, sanciones, licitud subjetiva y objetiva. El daño no es requisito de la ilicitud. Ilícito civil e
ilícito penal. Responsabilidad en general, Responsabilidad civil y moral. Responsabilidad civil, su fun-
damento. Responsabilidad contractual y extracontractual. El problema de la opción y del cúmulo.
Deslinde de los campos de la responsabilidad contractual y delictual: Introducción, Transporte
oneroso: jurisprudencia y doctrina francesa y nacional. Transporte benévolo: teorías negativas, con-
tractualista, de la responsabilidad extracontractual. Atenuación de la responsabilidad del transportista
benévolo dentro de la tesis extracontractual. Doctrina y jurisprudencia nacional. Contratos inoponi-
bles. Tercero cómplice de un incumplimiento contractual. Responsabilidad profesional. Determinación
del contenido del contrato.
La antijuridicidad: concepto, clasificación de los hechos ilícitos, historia, legislación comparada. In-
fracción no intencional. Responsabilidad profesional: tesis que distingue las faltas comunes, de las de
orden científico, refutación. Responsabilidad por accidentes deportivos: planteo del problema, con-
cepto de deporte y accidente deportivo, responsabilidad del deportista respecto de los demás partici-
pantes del juego y responsabilidad del deportista frente al público espectador o tercero, responsabili-
dad del organizador por daños causados al público. Acto ilícito por omisión. Régimen legal de los
delitos y cuasidelitos: la situación en el Código antes de la reforma. El estatus después de la Reforma
de la Ley 17711/68. Exclusión de la ilicitud. Responsabilidad especial de los funcionarios públicos.
Introducción. Relación de causalidad: concepto, diversas teorías, el régimen de nuestro Código Civil
antes y después de la reforma. Cocausación: a) causalidad conjunta o común; b) el hecho de un ter-
cero: nociones generales, en los delitos, cuasidelitos; c) el hecho de la víctima; culpa exclusiva, culpa
concurrente. Repartición del daño. Culpa probada y culpa presumida; d) Supuestos de daños recí-
procos; e) Causalidad acumulativa o concurrente; f) causalidad disyunta o alternativa. El acto de ab-
negación: concepto, distinción de la ayuda complaciente, la relación de causalidad, el acto de abne-
gación y el principio volenti non fit injuria, la reparación del daño sufrido por el salvador.
23
Generalidades. Responsabilidad del patrono o comitente por el hecho del dependiente: concepto,
fundamentos (teoría de la culpa in eligendo, in vigilando, de la culpa en la elección y la vigilancia
acumuladas, de la representación o sustitución, del riesgo, de la presunción legal de culpa, de la
obligación legal de garantía, teorías eclécticas). Requisito: hecho ilícito imputable al dependiente,
relación de dependencia entre el autor del hecho y el tercero civilmente responsable, vinculación en-
tre las tareas y el hecho del dependiente. Responsabilidad de las personas jurídicas: Introducción,
teoría de la ficción, teoría negatorias, teoría de la realidad, teorías normativas. Estado de la doctrina y
jurisprudencia nacionales antes de la reforma. La reforma y sus nuevos problemas. Responsabili-
dad de los padres: historia, fundamento (teoría de la culpa in vigilando, del defecto en la educación,
fundamento económico, opinión de los autores de la obra básica). Requisitos: a) minoridad, personas
por las que se responde, cesación del requisito: mayoría de edad, emancipación por habilitación de
edad, autorización para ejercer el comercio, menores con capacidad laboral y profesional. Hijos com-
prendidos, atendiendo la naturaleza del vínculo familiar: b) Patria potestad: concepto, muerte de uno
de los padres, ausencia de uno de los padres, incapacidad de uno de los padres, otros supuestos,
divorcio y separación de hecho; c) Habitación: concepto, la no cohabitación como eximente; d) que el
hecho dañoso del menor sea ilícito; e) Daño a un tercero. Relación de causalidad. Exención de res-
ponsabilidad: a) transferencia de la guarda del menor; b) Imposibilidad de impedir el daño; c) Falta de
presencia Responsabilidad de los tutores.: Noción y fundamento, condiciones: minoridades que el
menor esté bajo tutela y que habite con el tutor. Responsabilidad de los curadores: Generalidades,
curadores de dementes declarados, de sordomudos que no saben darse a entender por escrito, de
los penados, de la ausente declarado en juicio, de los inhabilitados judicialmente. Responsabilidad
de directores de colegios y maestros artesanos: Nociones generales y fundamentos. Personas
por las que se responde: menores de diez años, mayores de diez años. Concepto de Director. Con-
cepto de maestro artesano. Requisito de la responsabilidad. Exención de responsabilidad. Respon-
sabilidad de dueños de hoteles y establecimientos similares.: Introducción, antecedentes históri-
cos, responsabilidad contractual o extracontractual. Establecimientos comprendidos. Condiciones de
la responsabilidad. Cesación de la responsabilidad. Pluralidad de dueños. Responsabilidad de capi-
tanes de buques, patrones de embarcaciones y agentes de transportes terrestres.: Nociones
generales, responsabilidad contractual. Responsabilidad por cosas arrojadas o suspendidas y
expuestas a caer: nociones generales, fundamento, supuesto en que existe responsabilidad, quie-
nes responden y distribución de la responsabilidad. Reglas comunes a todas estas responsabilida-
des: nociones generales, acción contra el civilmente responsable, acción contra el autor directo del
daño. Acción recursoria.
Introducción. Responsabilidad por el hecho de los animales: historia, fundamento. Personas res-
ponsables: el propietario, el guardián, el tercero que excitó al animal. Animales comprendidos. Daño
por lo que se responde. Cesación de la responsabilidad: introducción, soltura o extravío del animal
sin culpa del guardián, daño causado por fuerza mayor, supuesto de daño causado por un animal
feroz, improcedencia del abandona noxal. Responsabilidad por daños causados por cosas in-
animadas: introducción, el derogado art. 1133, estudio comparativo de los antecedentes jurispruden-
ciales franceses: hecho del hombre y hecho de la cosa. Reforma de la Ley 17711: esquema de la
misma, daño causado "con" o "por" la cosa, régimen del daño provocado "con" la cosa daño "por"
vicio o riesgo de la cosa (naturaleza jurídica, riesgo o vicio de la cosa, requisitos de esta responsab i-
lidad: relación de la causalidad entre el vicio o riesgo de la cosa y el daño); causales de exención de
responsabilidad (culpa de la víctima o de un tercero extraño, caso fortuito o fuerza mayor, uso contra
la voluntad del dueño). Sujetos responsables: Introducción, dueño, guardián, determinación del res-
24
ponsable, el nuevo art. 1113 en el proyecto de 1987. Responsabilidad en los accidentes de automo-
tores: concepto de automotor, daños: ¿con el automotor o por su propio vicio o riesgo?, accidentes
en que son víctimas los peatones, colisión entre dos o más vehículos, determinación del responsable.
Ruina de edificio y obra nueva.: Ruina de edificio, la cautio damnio infecti, supuesto del 1136. Res-
ponsabilidad por el daño causado por aeronaves: introducción, daños causados a terceros en la
superficie, limitación de la responsabilidad. Responsabilidad civil por los daños nucleares: intro-
ducción, daños por los que se responde, responsables, naturaleza de esta responsabilidad, causales
de exoneración. Responsabilidad por los productos elaborados.
Unidad XXX - Ejercicio de la Acción Indemnizatoria
Dadas las características de la materia, resulta imposible la explicación pormenorizada de todos los
temas, por lo que en el módulo se desarrollan los temas centrales de los seis ejes temáticos y aque-
llas cuestiones que resultan más difíciles de aprehensión.
El desarrollo de los contenidos se ha acompañado de gráficos que hacen más accesibles los concep-
tos, de cuadros comparativos, de mapas conceptuales y cuadros sinópticos. Estos últimos son el re-
sultado de un proceso de abstracción realizado por el docente, de manera tal que el alumno, para
poder comprenderlos acabadamente, necesita abrevar en la bibliografía previamente. A la par, cada
25
unidad propone el desarrollo de actividades tales como la elaboración de ejemplos por parte del
alumno, de glosarios, de síntesis, de análisis y comparación de distintas definiciones o institutos jurí-
dicos, de investigación sobre corrientes doctrinarias, de análisis de casos, de actividades integrado-
ras, de aplicaciones de la teoría a la práctica, de actividades que requieren de lecturas imprescindi-
bles para su realización y sólo en algunas unidades la incorporación de casos jurisprudenciales.
EVALUACIÓN
¡¡IMPORTANTE!!
Los requisitos para regularizar la materia serán informados por el docente a través de los
canales pertinentes de comunicación:
- Tablón de anuncios.
- Foro de la materia.
- Cuadros de regularización publicados en la página web.
¡¡¡Manténgase atento!!!
RECURSOS
El módulo ha sido preparado para acercar el conocimiento al alumno, pero no ha sido pensado para
que revista el carácter de autosuficiente. Por ello la obra de los Dres. Pedro Cazeuax y Félix Trigo
Represas tratan exhaustivamente todos los temas del programa. Los privilegios y los medios de ex-
tinción global de las obligaciones siguen la obra de los Dres. Pizarro-Vallespinos, ya que han sido
actualizados conforme la ley 24522/95.
El Código Civil constituye la herramienta más importante de trabajo, debiendo el alumno consultarlo
continuamente, analizando en cada tema el artículo respectivo y dedicándole el tiempo necesario pa-
ra su lectura y comprensión.
Habiéndose habilitado en el segundo semestre del presente año lectivo el foro de esta materia, el
mismo agilizará las comunicaciones entre los alumnos y la docente, a la par que permitirá generar
actividades que muevan a la reflexión y a la aplicación de los contenidos.
BIBLIOGRAFÍA
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
LUGAR Y AÑO
AUTOR TITULO EDITORIAL
DE EDICIÓN
CAZEAUX - Compendio y Tratado: Derecho de las Platense S.R.L. Buenos Aires. 1992.
TRIGO REPRESAS Obligaciones.
Segunda Edición Actualizada.
PIZARRO- Instituciones de Derecho Privado- Hammurabi S.R.L. Buenos Aires. 1999.
VALLESPINOS Obligaciones I, II y III.
LLAMBÍAS, Jorge Tratado de Derecho Civil - Abeledo Perrot Buenos Aires. 1980.
Obligaciones.
BORDA, Guillermo Tratado de Derecho Civil - Obligaciones. Abeledo Perrot
26
ALTERINI - AMEAL - Derecho de Obligaciones Civiles y Abeledo Perrot Buenos Aires. 1995.
LÓPEZ CABANA Comerciales.
BUSSO, Eduardo Código Civil Anotado. Ediar Buenos Aires. 1995.
BELLUCIO - ZANONI Código Civil Anotado. Astrea. 1984.
LLAMBÍAS, Jorge Código Civil Anotado. Abeledo Perrot 1979.
SALAS, Acdeel y Código Civil Anotado. Depalma
TRIGO REPRESAS,
Félix.
BUERES - HIGHTON Código Civil Anotado. Análisis doctri- Hammurabi Buenos Aires. 1998.
nario y jurisprudencial.
27
Las ciencias se caracterizan por tener un objeto y un método propio y por la utiliza-
ción de conceptos que nos permiten pensarlas y expresarlas adecuadamente.
El Derecho o la Ciencia Jurídica también utiliza sus propios conceptos que le permi-
ten expresar y comprender los fenómenos que le son propios, es decir los fenóme-
nos jurídicos.
a.- Conceptos "a posteriori": como su nombre lo indica, son aquellos que se
elaboran como consecuencia de la observación de los hechos de la vida diaria
y que resultan luego regidos por el Derecho. Así por ejemplo, todos percibimos
a través de nuestros sentidos lo que es una pared medianera. Como al Dere-
cho le interesa ese concepto, lo juridiza. Lo eleva del plano de los hechos, al
plano de las normas y el Código Civil en su art. 2717, caracteriza al muro me-
dianero como "el límite separativo de dos heredades contiguas". Este es sim-
plemente uno de los numerosos ejemplos que encontraremos.
Los conceptos "a priori": por el contrario, no van a resultar de la observación de los
hombres de la vida real, no provienen de datos recogidos de la experiencia, sino
que son una elaboración propia de la Ciencia Jurídica. Por ejemplo el concepto de
persona jurídica del art. 30 del C.C.: "Todo ente susceptible de adquirir derechos y
contraer obligaciones".
Pero este concepto de relación jurídica es muy amplio: relación jurídica existe entre
el trabajador y el empleador; relación jurídica existe entre marido y mujer, entre el
acreedor y el deudor, etc..
28
a.- Patrimoniales y
b.- Extrapatrimoniales según, que el bien sobre el cual recaiga la relación, sea
valorable económicamente o no.
Pero las relaciones jurídicas también pueden clasificarse en función del sujeto pasi-
vo en:
a.- Absolutas y
b.- Relativas, según que el derecho pueda ejercerse "erga omnes" o sea contra
todos en el primer caso, o si sólo puede ejercerse respecto de determinada/s
persona/s.
Derechos de la Personalidad
Absolutas Derechos Reales
Derechos Intelectuales
Relaciones Jurídicas
Derechos Intelectuales
Relativas
Derechos de Obligaciones
La relación jurídica obligatoria se nos presenta entonces como una esfera herméti-
camente cerrada que contiene a quienes se encuentran vinculados y excluye a los
demás por considerárselos extraños a dicha relación.
GRAFICO Nº 1
1.- bipolaridad.
2.- alteridad.
3.- coercibilidad.
4.- temporalidad.
GRAFICO Nº 2
Y en apoyo de esta característica el art. 496 del C. C. define crédito y deuda (leerlo).
2.- Alteridad: de "alter" del latín: otro. Si la obligación es una relación jurídica,
para que sea tal, deberá haber como mínimo dos partes, una que titularice el
polo positivo del crédito y se denomina SUJETO ACREEDOR y otra que titula-
rice el polo negativo de la deuda o SUJETO DEUDOR.
GRAFICO Nº 3
Sujeto Sujeto
Acreedor Deudor
Alteridad que significa que en la relación jurídica se enfrentan dos sujetos, uno, con
un derecho o facultad de exigir y el otro, obligado a cumplir. Se diferencia de la mo-
ral en que el propio sujeto se impone un deber de conducta hacia otro (dar limosna
al mendigo) pero este otro, carece de medios para exigir su cumplimiento.
31
ACTIVIDAD Nº 1
1.- Elabore ejemplos (distintos a los del módulo) de conceptos "a posteriori" y "a
priori".
2.- Elabore el siguiente glosario:
- Relación jurídica:
- Relación jurídica obligatoria:
- Crédito:
- Deuda:
3.-
3.1.- ¿Cuáles son los criterios de clasificación de las relaciones jurídicas?
3.2.- De acuerdo a las clasificaciones expuestas en el módulo, ¿dónde se ubi-
ca la relación jurídica obligatoria?
4.- Elabore su propio gráfico para representar la relación jurídica obligatoria y sus
características.
5.- ¿Son sinónimos coercibilidad y coactividad?
32
Los dos sujetos, acreedor y deudor están unidos por el vínculo. Este es otro concep-
to jurídico ya que lo que liga o une a los sujetos no es algo material, sino jurídico.
Por tanto, ese acreedor sólo podrá reclamar de ese deudor la conducta debida y
viceversa (de allí su carácter relativo).
Por ello, cuando la relación jurídica obligatoria nace, lleva en sí, la coercibilidad o
sea la posibilidad de coacción ante el incumplimiento. Ahora bien no puede decirse
que es coactiva. La coactividad se desencadena por el incumplimiento.
Hecha la diferencia entre coercible y coactiva, corresponde aclarar que, como mu-
chas obligaciones se cumplen voluntariamente, jamás pasan de la coercibilidad a la
coactividad. Posiblemente esta característica se entiende mucho mejor a la luz de
la teoría alemana sobre la naturaleza jurídica de la obligación denominada "shuld"
y "Haftung" ó Débito y Responsabilidad.
Pero debe aclararse que no se trata de un vínculo material o físico que pueda per-
cibirse por medio de los sentidos, sino de un vínculo jurídico que encierra la idea de
poder por una parte y deber por otra.
Así por ejemplo, el acreedor que está investido del poder, según sean las circuns-
tancias y su decisión personal, podrá ejercitar una serie de medidas para preservar
su crédito, para asegurar su cobro, etc., que pueden ser, desde una carta al deudor
recordándole el vencimiento, hasta el embargo o secuestro de bienes. Todo ello el
deudor por encontrarse gravado con el deber de cumplir, tendrá que soportarlo.
¿Por qué se ha dicho en el párrafo anterior que depende de la decisión personal del
acreedor?
Esto es muy importante que quede en claro: no basta el incumplimiento del deudor
para que automáticamente se desencadene la coacción legal. Es necesario que el
33
acreedor libremente utilice los medios que el ordenamiento jurídico le brinda, ya que
es una facultad que puede o no usar. Puede muy bien permanecer inactivo (lo que
dentro de un cierto tiempo también le acarreará consecuencias jurídicas al acree-
dor, pero eso se verá en su momento cuando se estudie la prescripción).
Es más, otro requisito que hará falta para que se desencadene la coacción legal, es
que el incumplimiento le sea imputable al deudor, porque si fuera inimputable (ej. un
caso fortuito o fuerza mayor) tampoco sobrevendrían esas consecuencias jurídicas.
Finalmente resulta interesante destacar que en virtud del vínculo jurídico la que
queda afectada o restringida es una parte de la libre actividad del deudor, pero
nunca debe confundirse con la libertad de su persona. Todo ello, en función de que
el deudor debe cierta acción u omisión en interés del acreedor.
34
ACTIVIDAD Nº 2
1.- Analice y compare las distintas definiciones sobre la obligación, destacando los
aspectos en que los autores hacen mayor hincapié.
2.- Elabore una síntesis de las teorías subjetivas y objetivas sobre la naturaleza
jurídica de la obligación. Estudie con especial atención la teoría del Débito y la
Responsabilidad.
35
¿Qué relación existe entre la categoría de los deberes jurídicos y las obliga-
ciones?
Toda obligación importa un deber jurídico pero no todo deber jurídico importa obli-
gación, sino sólo los deberes jurídicos calificados.
La teoría clásica encuentra una serie de diferencias muy marcadas entre ambos,
mientras que las teorías monistas por el contrario, suponen que existe sólo una
categoría de derechos: los derechos personales (teoría monista obligacionista) o los
derechos reales (teoría monista realista).
- Tradición.
Muebles - En algunos casos ins-
cripción registral (auto-
móviles-aeronaves, etc.).
- Es perpetuo. - Es temporario.
- Se adquieren por la prescripción. La - Se extinguen por la prescripción:
acción de un sujeto distinto al titular la inacción del deudor durante el
del derecho real, que permanece tiempo previsto en la ley opera la
inactivo, opera la prescripción ad- prescripción liberatoria o extintiva.
quisitiva.
Este tema se ha desarrollado con más detenimiento para poder explicar las teorías
monistas y las obligaciones "propter rem".
Teorías Monistas: como su nombre lo indica "mono deriva del latín y significa
"uno", afirman la existencia de una sola categoría de derechos. La teoría monista
obligacionista, afirma la existencia únicamente de los derechos personales
asimilando los derechos reales a las obligaciones. La teoría monista realista, afirma
la existencia de los derechos reales, asimilando en consecuencia los derechos
personales a los derechos reales.
Teoría Monista Obligacionista: considera que existe una sola categoría de dere-
chos: los personales (o sea las obligaciones o también llamados derechos credito-
rios) ¿en qué se basa dicha afirmación? Si las relaciones jurídicas vinculan a
sujetos, no corresponde caracterizar al derecho real como una relación entre sujeto
y cosa (también llamada relación real), sino que en el derecho real, también se dan
los mismos elementos que en las obligaciones (sujeto activo, pasivo y objeto). Por
tanto, el sujeto activo será el titular del derecho real por ejemplo de dominio (soy
dueño de tal auto), el objeto sobre el que recae el derecho (el auto) y el sujeto pasi-
vo, será toda la comunidad que debe respetar ese derecho de propiedad. Como
todos están obligados se la ha llamado "obligación pasivamente universal".
Teoría Monista Realista: considera que existe una sola categoría de derechos: los
reales. ¿En qué se basa dicha afirmación? Se cree ver en los derechos de obliga-
ciones, personales o creditorios una especie de derecho real de prenda. Veamos por
qué: Si el hecho de que el deudor se vincule jurídicamente con el acreedor, trae como
consecuencia que frente al incumplimiento del deudor, el acreedor tenga poder de
agresión patrimonial para satisfacer su crédito (de coercible se torna coactivo el
vínculo), se cree ver en ese poder una especie de derecho real de garantía como la
prenda. Recuérdese que existe constitución de dicho derecho real cuando el deudor,
por una obligación cierta o condicional, presente o futura, entregue al acreedor una
cosa mueble o un crédito en seguridad de la misma (ver art. 3204 C.C.).
Crítica: La primera observación que merece es que se pretende asimilar los dere-
chos personales a los derechos reales, atendiendo a una situación de anormalidad
como es el incumplimiento. Piénsese que muchísimas obligaciones se cumplen vo-
luntariamente con lo cual no entra a jugar ese segundo momento en el que el patri-
monio desempeña una función de garantía (recordar la teoría del Shuld y Haftung).
Otra crítica importante es que el derecho real de prenda se ejerce sobre una cosa
determinada y produce la desposesión o el desplazamiento de la cosa del patrimo-
nio del deudor al patrimonio del acreedor (observar que el 3204 C.C. dice: "entre-
gue al acreedor"). En cambio, en los derechos personales, el patrimonio como una
universalidad o sea de manera genérica, constituye el respaldo de la deuda.
39
¿Qué relación existe entre la obligación y el derecho real?. A los efectos didác-
ticos se pondrá un ejemplo. Si Juan desea vender su auto en $ 10.000 y Pedro
acepta esa oferta, se formaliza el contrato de compra-venta del automóvil entre
Juan y Pedro.
Este contrato contiene una serie de cláusulas: Juan debe entregar el auto en tales
condiciones, en tal lugar, en tal fecha; Pedro debe entregar el dinero, bajo tales
condiciones, en tal lugar y en tal fecha. Todas estas cláusulas generan: obligacio-
nes ó derechos personales ó creditorios.
ACTIVIDAD Nº 3
1.- Investigue qué antecedentes existen sobre Unificación del Derecho de las
Obligaciones en nuestro sistema jurídico a partir de 1987.
41
Una vez que se han comprendido las diferentes teorías sobre los derechos reales y
personales, se está en condiciones de tratar este tema tan particular: el de las obli-
gaciones "propter rem" o también llamadas ambulatorias, cabalgantes u obliga-
ciones reales.
Quizás esta última denominación: obligaciones reales, sea la que con mayor nitidez
pone de manifiesto las notas comunes con ambas categorías de derechos. Se en-
contrarían en una especie de zona gris entre los derechos reales y los personales.
GRAFICO Nº 4
En primer lugar son obligaciones que van unidas a una cosa. Es como si la cosa
estuviera en estado de gravidez por la obligación que contiene. Luego, si la obliga-
ción está adherida a la cosa, dicha cosa tiene relación lógicamente con algún suje-
to, el que ejercerá respecto de ella una "relación real".
Gráficamente se representa:
GRAFICO Nº 5
Por lo tanto el deudor de la obligación propter rem será el titular de la relación con
la cosa. Puede, desde ser el dueño (titular del derecho de dominio), o bien su po-
seedor o tenedor (posee para otro).
Lea detenidamente el art. 497 del C.C. cuya fuente es Freitas, Marcade y Ortolán.
Pero otros artículos que siguen a Zachariae (partidario de esta categoría de obliga-
ciones) parecen admitir su existencia.
ACTIVIDAD Nº 4
1.- Elabore una síntesis de las posiciones doctrinales, y analizando el trabajo del
Dr. Alsina Atienza confeccione una nómina de por lo menos diez obligaciones
reales, ubicando los artículos pertinentes en el C.C.
44
Libros:
Luego de haber ubicado las obligaciones en la Sección I del Título II, desde el art.
495 al 895, corresponde ver cuál ha sido el método seguido por Vélez Sarsfield en
este punto.
En una palabra, tratan unidas a las obligaciones que reconocen como fuente al con-
trato, causando una verdadera confusión. Porque si bien no puede desconocerse
que los contratos son una fuente importante de las obligaciones, no son la única
fuente ya que hay obligaciones que derivan de los delitos o de los cuasi delitos, es
decir todos los hechos que generan lo que se denomina responsabilidad civil.
Sin embargo, aunque ese haya sido su propósito, aparecen ciertas normas que ha
tomado del C.C. Francés en materia de causas que generan problemas de interpre-
tación, ya que las coloca en una teoría general de las obligaciones habiéndolas
tomado de un Código que trata de manera conjunta a las obligaciones y a los con-
tratos.
Por ello, se advertirá en el programa que cuando se trata del objeto de la obligación,
se solicita la diferencia con el objeto del contrato; cuando se trata la causa de la obli-
gación, se solicita la diferencia con la causa del contrato y cuando se tratan los efec-
tos de las obligaciones se solicita la distinción con los efectos de los contratos.
ACTIVIDAD Nº 5
2.1.- SUJETOS
Si la relación de obligación vincula a sujetos, debe haber por lo menos 2, uno lla-
mado sujeto activo o ACREEDOR y otro llamado sujeto pasivo o DEUDOR.
Gráficamente se representa:
GRAFICO Nº 6
S. A. S.P.
Acreedor Deudor
Por tratarse de un punto del programa de muy fácil comprensión, los requisitos que
deben reunir los sujetos pueden estudiarse de cualquiera de los textos (en CAZE-
AUX- pág. 31-32-33-34-35).
2.2.- OBJETO
Por ello debe quedar bien claro cuál es el objeto de una y otro.
Siguiendo en este punto a autores franceses como los hermanos Mazeaud, con
acierto opinan que:
El objeto del contrato es la operación jurídica que las partes pretenden realizar.
Por tanto:
Debe quedar claro que la obligación vincula sujetos y que el acreedor llega al objeto
sólo a través de la conducta del otro sujeto llamado deudor. Por tanto, si el deudor
de una obligación de entregar 50 bolsas de azúcar las tuviera en la vereda de su
casa y el acreedor fuera a reclamar su entrega, si el deudor voluntariamente no
cumple, el acreedor no puede tomar directamente el objeto aún cuando lo tenga al
alcance de su mano. Es el deudor a través de su conducta el que le permitirá llegar
a las 50 bolsas de azúcar.
En resumen
Con esta explicación de los puntos más salientes del objeto, corresponde detenerse
en el estudio de los requisitos del objeto que no presentan dificultades. La obra que
se ha seguido desarrolla estos temas en las páginas 36 a 43 (objeto de la obliga-
ción, posibilidad, licitud y determinalidad).
Conviene en todo caso detenerse un poco más en el último requisito que bajo el
título de "interés para el acreedor" se trata el tema: patrimonialidad de la presta-
ción e interés del acreedor.
Friedrich Von Ihering por otra parte, en la tesitura opuesta afirma que los bienes
ideales pueden ser objeto de las obligaciones. Que el derecho no presta protección
sólo a los valores económicos, sino también a los no económicos y pone tres clási-
cos ejemplos para demostrar que de alguna manera siempre es posible determinar
la cuantía o valor económico en el incumplimiento, de lo que en principio carece de
tal valor. Así el mozo del hotel que pacta su día domingo libre para disfrutar con su
familia; del inquilino que estipula con el propietario el goce de un jardín para recreo
de su vista y el de la señora enferma que alquila una habitación pero con el com-
promiso de que no se ejecute música para el descanso que el médico le ha pres-
cripto. Frente al incumplimiento de cualquiera de estas obligaciones, sin duda, el
juez podría determinar que en el caso del mozo hubo una disminución de su salario
por no trabajar los domingos; el inquilino ha pagado más precio por la locación para
disfrutar del jardín y la señora enferma disminuyó el valor del alquiler para que el
inquilino no ejecutara música.
Una tercera corriente doctrinaria intermedia entiende que debe distinguirse entre el
objeto de la obligación y el interés del acreedor.
1.- Moral.
2.- Intelectual.
3.- Científico.
4.- Cultural, etcétera.
50
ACTIVIDAD Nº 6
1.- Resuma cuál es la posición del C.C. Argentino sobre el particular, distinguiendo:
2.3.- LA CAUSA
Quizás la clave para poder entender el problema esté dada en la metodología inter-
na con relación a las obligaciones, que el propio Codificador anuncia que va a utili-
zar y que consiste en apartarse del Código Civil Francés, pero que luego, transcribe
textualmente provocando lógicamente una confusión.
Si se realiza un análisis de las notas del Libro II, Título I y del art. 499, se puede
desentrañar el pensamiento del Codificador. En prieta síntesis es la siguiente: 1)
"Los Códigos europeos y de América imitando al C.C. Francés, al tratar de las obli-
gaciones" ponen la inscripción: "De los contratos o de las obligaciones convencio-
nales", equivocando los contratos con las obligaciones, lo que causa una inmensa
confusión en la jurisprudencia, y produce errores que no pueden corregirse...".
Es decir que Vélez Sarsfield, admitiendo que en dichos Códigos no se había elabo-
rado una "teoría General de la obligación", que es lo que él se propone, con pres-
cindencia de la causa fuente de donde proviniera, decide apartarse de esa metodo-
logía. Esto tiene las siguientes implicancias: tratará de las obligaciones en general y
luego en forma independiente de las fuentes: contrato, cuasi contrato, delito, cuasi
delito y ley.
A diferencia de los otros Códigos, que al no tratar las obligaciones en General, han
dividido a las mismas:
En una palabra, las obligaciones que pueden ser hijas de los contratos, de los deli-
tos y de la ley, han sido legisladas conjuntamente con sus padres y por ello Vélez
Sarsfield expresa en la misma nota: "Este primer vicio que causa una mezcla de las
ideas más incoherentes nace de haber olvidado que una cosa es el contrato que da
nacimiento a la obligación y otra, la obligación convencional que no es sino el efecto
del contrato".
El problema consiste justamente en que luego, en los artículos que regulan la cau-
sa, Vélez Sarsfield sigue al Código Civil Francés del cual, según sus mismas mani-
festaciones, él se apartaría.
Conviene la lectura detenida de los artículos 499, que siente el principio general en
materia de causa, el 500 de falta de causa que fija una presunción, el 501 de la
falsa causa y el 502 de la causa ilícita.
De la sola lectura se advierte que la palabra causa que se utiliza en estos cuatro
artículos no va acompañada del sentido que debe dársele. Entiéndase así: la pala-
bra causa no es un término unívoco, de un solo sentido, sino un término equívoco,
que admite varios sentidos ¿Cuáles son esos sentidos?
1.- fuente
Causas como 2.- fin
3.- motivo
1.- Causas fuente: Es la causa que da origen, o causa generatriz y que equivale a
la causa eficiente de Aristóteles. ¿Cuáles son las causas fuentes?: los con-
tratos, los cuasi contratos, los delitos, los cuasi delitos y la ley.
2.- Causa fin: Si la causa fuente tiene un sentido ontológico (que hace a la esen-
cia), la causa fin tiene un sentido teleológico, mira al objetivo inmediato que han
tenido las partes al contratar y forman parte de la estructura del contrato de se
trate: en una compra-venta, el comprador quiere que el vendedor se obligue a
entregar en propiedad la cosa vendida y el vendedor que se obligue a entregar
el precio.
Se desprende que esa causa fin, que es la misma para todas las compraventas
será la misma para todas las permutas, locaciones, etc.. Conviene decir que no
variará aún cuando varíen las partes contratantes.
3.- Causa motivo: Que se suele llamar ocasional e impulsiva, va más lejos que la
causa fin que es objetiva. La causa motivo es subjetiva y comprende los fines
mediatos que llevaron a las partes a formalizar ese contrato utilizando el ejem-
plo anterior: se compra una casa para instalar un negocio.
¿Cuáles son las causas fuentes de las obligaciones?: los contratos, los cuasi
contratos, los delitos, los cuasi delitos y la ley.
Pero como Vélez Sarsfield sólo habla de la causa y luego transcribe artículos del
C.C. Francés que trata conjuntamente las obligaciones con los contratos, y se ha
visto que la palabra causa debe entenderse como fuente para las obligaciones y
como fin o motivo para los contratos, allí se produce un cúmulo de opiniones de
distintos juristas en la interpretación.
A fin de dar un panorama de todas las posibles interpretaciones que se han realiza-
do en el derecho argentino, se ha elaborado el siguiente esquema:
ACTIVIDAD Nº 7
- causa fuente
- causa fin
- causa motivo
55
b.- Anticausalismo: En 1826 el jurista belga Antonio Ernst escribe su obra: ¿Es la
causa una condición esencial de validez de las convenciones? para con-
cluir en que NO.
Quien la desarrolla es Laurent y expresa que la causa-fin no es un concepto
jurídico autónomo ya que los problemas que se plantean pueden resolverse a
través de las nociones de objeto o consentimiento.
ACTIVIDAD Nº 8
ANÁLISIS DE CASO
GRAFICO Nº 7
vínculo
contrato
cuasicontrato
Causas = fuente Proviene de
delito-cuasidelito
ley
Para entrar en tema la pregunta sería: ¿qué consecuencia jurídica les acarrea el
vínculo obligacional al acreedor y al deudor? Porque nótese que ambos se en-
cuentran dentro de la esfera, la que representa el ámbito obligacional. Y sólo están
ellos dos. Cualquiera sea la causa de su vinculación (un contrato, un delito, la ley)
están dentro de ella.
Es útil hacer notar que ingresar a una relación obligatoria no es cosa fácil, enten-
diéndose así: no es deudor el que quiere, sino el que puede. Ej.: quien no tiene
un patrimonio que lo garantice o respalde, difícilmente accederá al crédito porque
nadie querrá tenerlo como deudor y basta para probar esta afirmación, que a cual-
quiera que concurra a una concesionaria de autos o a una inmobiliaria para la com-
pra de algunos de los bienes, le resultará algo difícil que le acepten sin más su cali-
dad de deudor.
Una vez más se presenta la necesidad de distinguir claramente los efectos de las
obligaciones de los efectos de los contratos. La razón es que Vélez se ha apartado
de los Códigos europeos y elabora una Teoría General de las obligaciones, con
independencia de sus fuentes.
Se resume así:
Dice Vélez:
En concreto:
GRAFICO Nº 8
3eros.
Quien ingresa a la relación está some-
tido a los efectos o consecuencias. Los
S.A. Efectos S.D. que están fuera de la relación se lla-
man terceros (respecto de las partes) y
no les alcanzan los efectos.
3eros. c
Muy claro queda quienes son las partes: acreedor y deudor, lo que resta es explici-
tar el sentido de la última parte del art. 503: ..."y sus sucesores a quienes se trans-
mitieren".
62
"De la transmisión de los derechos en general", art. 3262 dice: "las personas a
las cuales se transmiten los derechos de otras personas, de tal manera que
en adelante puedan ejercerlo en su propio nombre, se llaman sucesores..." y
en el art. 3263 distingue al sucesor universal y al sucesor particular.
"Sucesor Universal: es aquel a quien pasa todo o una parte alícuota del patrimo-
nio de otra persona."
Por tanto, el sucesor universal se identifica con el heredero. Cuando una persona
muere, los llamados a recibir la sucesión se llaman herederos y la sucesión es la
transmisión de los derechos activos y pasivos que componen la herencia de una
persona muerta (ver art. 3279 C.C.) y se dice que tienen vocación al todo, porque
en el caso de no concurrir con otros parientes (por falta de ellos, ej. caso de un solo
hijo) heredan la totalidad.
Por otro lado, el sucesor singular es aquel que sucede a otro en un objeto particu-
lar. Ej.: si se vende un auto, el comprador es sucesor particular del vendedor en
dicho bien.
Acreedor
Principio: Se producen entre:
Deudor
Una prueba de que las obligaciones no afectan a terceros es el art. 504 que trata la
llamada "estipulación a favor de otro" (leer el art.). Al aceptar este 3ero. el beneficio
estipulado en su favor, se incorpora, es decir, ingresa a la esfera obligacional y de
esa manera abandona su calidad de 3ero.
A partir de este punto del programa, es necesario hacer dos aclaraciones para que
pueda comprenderse cómo se han encarado estos temas.
ACTIVIDAD Nº 9
1.- Explique a través de ejemplos las formas en que puede presentarse el cumpli-
miento de las obligaciones.
2.- Sintetice las diferencias entre los efectos del contrato y de las obligaciones.
3.- Enumere ejemplos de obligaciones que no alcanzan al sucesor universal.
4.- Relacione los conceptos de obligaciones, efecto, cumplimiento y pago.
65
Hechas estas aclaraciones corresponde el desarrollo del tema que contiene el art.
505 del C.C. que deberá leer. Dicho artículo trata de los efectos de las obligaciones
respecto del acreedor en su primera parte y del deudor en su segunda parte. Aun-
que los efectos respecto del deudor se desarrollan exhaustivamente con el pago, se
incluirán en el cuadro siguiente.
Tan solo dos palabras para explicitar mejor el cuadro: el cumplimiento voluntario de
la obligación que configura el pago, es el efecto normal o más importante. Se da en
el ámbito de la privacidad, entre acreedor y deudor. Corresponde al acreedor consi-
derar si la prestación cumplida por el deudor reúne los requisitos para satisfacer su
interés.
Nota: no obstante el orden del art. 505 el acreedor no está constreñido a agotar 1º
la pretensión de ejecución forzada, y luego la de ejecución por 3º, si ellas caben (C.
S. Mendoza LL 134-101) pudiendo elegir una u otra a su arbitrio.
Con el fin de ilustrar sobre otra forma de presentar los efectos de las obligaciones,
seguidamente se ofrece un esquema del enfoque de los Dres. Llambías y Rezzóni-
co, para que se vea que existe correspondencia, aún cuando las denominaciones
difieran.
Es común que los diferentes textos intercalen, luego de la ejecución forzada directa
por el deudor, este instituto de las "astreintes".
Están legisladas en el art. 666 bis del C.C. Constituyen una medida procesal de
ejecución. Su ámbito de aplicación es amplísimo, pues excede la órbita de las obli-
68
gaciones y pueden por tanto imponerse en relación a cualquier deber jurídico in-
cumplido y que emane de una resolución judicial. O sea que pueden aplicarse a las
obligaciones de dar, especialmente a las de hacer y no hacer (porque en esta últi-
ma como no puede ejercerse violencia sobre la persona del deudor, se prestan per-
fectamente). También a las relaciones de vecindad y en las mismas obligaciones
provenientes del derecho de familia (piénsese en un padre a quien se autoriza un
régimen estricto de visitas con horario y no cumple con la devolución del menor, el
juez puede aplicarle astreintes por una x cantidad de dinero, por cada hora de de-
mora).
Otra cuestión importante será distinguir las astreintes, de los daños y perjuicios.
Debe tenerse presente que en el pago por 3eros. el acreedor debe solicitar autori-
zación judicial, salvo que mediara urgencia. ¿En qué incide la existencia de una
autorización o su inexistencia? Incide en lo que puede solicitar el acreedor como
reembolso para que sea pagado por el deudor. Mediando autorización el juez habrá
fijado un monto, el que en forma total podrá reclamar el acreedor al deudor (reem-
bolso), mientras que si no hubo autorización judicial, sólo podrá reclamar lo que
pagó si es razonable (reintegro).
Sin embargo, con la reforma del art. 1204 que trata sobre el pacto comisorio, prácti-
camente se ha invertido la regla como se verá oportunamente.
ACTIVIDAD Nº 10
Cabe analizar aunque sea someramente los requisitos que hacen procedente la
ejecución forzada indirecta, o sea la indemnización de daños y perjuicios.
La inejecución, sea absoluta o relativa, debe ser imputable a título de dolo o culpa
del obligado.
73
74
ANÁLISIS DE CASOS
I.- El Sr. José Segovia, de profesión abogado, fallece. Sus herederos son dos
hijos, uno médico y el otro abogado. Este último reclama entre sus derechos la
continuidad de todas las causas judiciales que en vida ejerciera su padre. Re-
suelva este caso.
1.- Distinga a qué tipo de sucesor hace alusión este caso.
2.- Analice si es procedente la petición del hijo abogado. Recurra a los artícu-
los sobre efectos de las obligaciones, sucesores y al mandato.
UNIDAD IV
76
77
Pero como en esta unidad se debe presentar el daño en general, parece adecuado
para la comprensión de la dimensión del tema, presentar esta visión integradora.
Claro está que el alumno en esta unidad sólo debe retener lo relativo al incumpli-
miento contractual. Cuando avance en el desarrollo del programa, en especial en la
responsabilidad civil, convendrá volver sobre este cuadro.
Una última observación: sólo podrá entenderse el cuadro una vez que se haya es-
tudiado de la obra base, pues el cuadro resulta de un proceso de abstracción hecho
por quien ya tiene los conocimientos.
78
DAÑO
CONSECUENCIAS
REGIMEN SISTEMAS DE EXTENSION DEL HASTA LAS QUE
ESFERA
APLICABLE REPARACION RESARCIMIENTO SE RESARCE SEGÚN
CODIGO CIVIL
- OBLIGACIONES - Art. 505 inc. 3º: - CRITERIO: Subjetivo a.- Art. 520: se responde
que no tienen por ejecución indirecta = por los daños inmedia-
objeto dar sumas indemnización. * Tiene en cuenta cómo tos y necesarios (o sea
de dinero (Art. 520- - Al no ser posible que obró el obligado, con los que se producen en
521). el acreedor consiga la dolo o culpa. la prestación objeto de
prestación (art. 505 la obligación y son una
inc. 1º y 2º) se susti- Los límites de respon- consecuencia del curso
CONTRACTUAL tuye por la indemni- sabilidad tienen en normal y ordinario de
Arts. 519 al 522 zación. cuenta: las cosas - art. 901).
(El daño es - La indemnización es b.- Art. 521: se responde
presupuesto del subsidiaria, no es una a.- inejecución culposa por los daños inmedia-
resarcimiento) (UNIDAD IV DEL pena, sino un resarci- b.- inejecución dolosa tos y mediatos previsi-
PROGRAMA) miento. Tiende a colo- bles o previstos.
car al acreedor en una (o sea los que se pro-
situación análoga a a- ducen también en otros
quella en que se hu- bienes, las consecuen-
biere encontrado de cias casuales: NO, ver
no mediar incumpli- arts. 905 y 906).
miento.
DAÑO
CONSECUENCIAS
REGIMEN SISTEMAS DE EXTENSION DEL HASTA LAS QUE
ESFERA
APLICABLE REPARACION RESARCIMIENTO SE RESARCE SEGÚN
CODIGO CIVIL
D CONTRA LAS - Art. 1083: repara- CRITERIO: Objetivo Art. 903: Se responde por las
E PERSONAS ción "in natura". consecuencias inmediatas,
L (1084 a 1090) Excepciones: - Principio de repara- que son las que acostum-
I 1.- Si lo que se de- ción integral. Tiene en bran suceder según el curso
T (1072) be no es una co- cuenta la situación natural y ordinario de las
O sa en el sentido del damnificado. cosas (art. 901) y las media-
S CONTRA LA del art. 2311. - La finalidad de la in- tas previsibles, que son las
PROPIEDAD 2.- Si es imposible demnización es pro- que resultan solamente de la
(1091 a 1095) la reposición al curar restablecer tan conexión de un hecho con un
estado anterior. exactamente como acontecimiento distinto.
DELITO: ejecutado a sea posible el equili-
sabiendas y con inten- Otorga facultad al brio destruido por el Responde por las casuales
EXTRACON- ción de dañar = Dolo. damnificado: optar hecho ilícito. sólo si debieron resultar se-
TRACTUAL por la indemnización gún las miras que tuvo al
Arts. 1066 dineraria. LIMITES: Teoría de la ejecutar el hecho (art. 905).
al 1136 causalidad adecuada
Cuasi-delitos: sin in-
(No hay acto (Art. 901). No responde por las conse-
tención de dañar =
ilícito punible, cuencias remotas (art. 906)
CULPA (Art. 1109).
si no hay daño que no tienen con el hecho
causado u otro ilícito nexo adecuado de cau-
Comprende: Respon-
acto exterior salidad.
sabilidad por el hecho
que lo pueda
propio - Art. 1109 a
causar que
1112. Al no poderse imputar a título
recaiga sobre
de culpa que exige previsibi-
un objeto
- Responsabilidad lidad típica de la causalidad
o persona -
por el hecho ajeno adecuada se juzga en abs-
art. 1067)
(art. 1113 a 1123). tracto. Se responde idem a
cuasi-delitos.
Responsabilidad
OBJETIVA:
- Responsabilidad
por las cosas, inclu-
so animales de que
una persona se sir-
ve o tiene a su cui-
dado. (Arts.1113 y
1124 a 1136).
80
CAUSALIDAD JURÍDICA
A los fines de la Causalidad Jurídica nuestro Cídigo Civil parte de la base de la previsibilidad del resultado (Control mental
del proceso causal).
CONSECUENCIAS (ART-901)
Acostumbran suceder según El juicio de probabilidad se ha- Las consecuencias inmediatas son siem-
el curso natural y ordinario ce en Abstracto, salvo que la pre imputables al autor del daño (Art. 903).
Inmediatas
de las cosas, o sea derivan pre-visibilidad del AGENTE en
del incumplimiento mismo. concreto sea superior a la co-
rriente (por sus aptitudes o
RESULTAN DE LA CONE- conocimientos). En cuyo caso Las consecuencias mediatas se imputan al
XION de un hecho con un se debe tener en cuenta una autor si fueron previsibles (art. 904).
acontecimiento distinto. previsibilidad mayor (Art. 902).
Si obró con:
Mediatas
DOLO: se debe probar que obró previendo
la derivación del daño.
CULPA: se debe probar que ha omitido las
diligencias apropiadas para evitar el DAÑO.
ACTIVIDAD Nº 11
- Daño emergente:
- Lucro cesante:
- Indemnización:
Esferas Daños
- Contractual
- Extracontractual
La mayor parte de los autores admiten que nuestro Código Civil, para este tipo de
obligaciones, distingue entre infracción culposa y dolosa consagrando el sistema
subjetivo (arts. 520 y 521 respectivamente).
Así como el daño material recae sobre los bienes materiales, es decir aquellos sus-
ceptibles de valuación económica; el daño moral se causa en los bienes ideales
(sentimientos, honor, integridad física o espiritual)
La discusión principal en este tema se centra en el fundamento del daño moral: hay
quienes hablan de resarcimiento y quienes de sanción. Resulta interesante la lectu-
ra detenida de cada uno de los argumentos esgrimidos.
En este punto como guía sólo se tratará la cuestión del daño moral en el Código de
Vélez Sarsfield y la innovación de la reforma de la ley 17711.
Código Civil: Antiguo 1078. La reparación del agravio moral sólo procedía en la
responsabilidad extracontractual cuando el delito civil o cuasi delito civil era a la vez
delito penal. Quedaba excluida la reparación del agravio moral en el ámbito contrac-
tual salvo la opción del art.1107.
Reforma Ley 17711: 522: Introduce la posibilidad de reparación del agravio moral
en el incumplimiento contractual..."de acuerdo con la índole del hecho generador y
circunstancia del caso".
1078: "La obligación de resarcir el daño causado por los actos ilícitos comprende,
además de la indemnización de pérdida e interés, la reparación del agravio moral
ocasionado a la víctima".
La cláusula penal consiste en una "pena o multa". Según el art. 652 consiste en una
suma de dinero o cualquiera otra prestación que pueda ser objeto de obligaciones ,
que el deudor deberá hacer efectiva al acreedor o a un 3ª en caso de incumplimien-
to definitivo o temporario de la obligación.
ANÁLISIS DE CASO
ACTIVIDAD Nº 12
1.- La Sra. María de las Mercedes Pereyra, en busca de un regalo para el cumplea-
ños de su mejor amiga Inés, recorre distintos negocios dedicados a la importa-
ción de productos chinos. Finalmente encuentra lo que busca: un juego de café
con el mismo dibujo que el juego de té que le regalara el año anterior a Inés para
su cumpleaños. Como había realizado muchas compras ese día e iba con las
manos cargadas de paquetes, le explica al vendedor su temor de que se le rom-
piera el juego, si ella lo lleva. Ante esa circunstancia el propio vendedor asume la
obligación de entregarlo en su casa, haciéndose cargo la casa de regalos de
cualquier deterioro que pudiera sufrir en el trayecto. La Sra. Pereyra acepta, con-
signa esta situación en la boleta y paga el juego de café. Al día siguiente un em-
pleado se presenta en su casa con el paquete. Al abrirlo la Sra. Pereyra, en pre-
sencia del empleado, encuentra que por no haber sido embaladas correctamente
las piezas, las tazas se han roto. En esas condiciones no lo acepta.
1.- ¿Qué relación jurídica une a la Sra. de Pereyra y al dueño del negocio?
2.- Como consecuencia del punto anterior ¿qué tipo de responsabilidad existe?
a.- ¿Contractual? o
b.- ¿Extracontractual?
2.- En la ruta de Salta a Tucumán, en una franja del camino de pendiente, se en-
cuentra detenido un taxi (Auto 1) que obstruye la circulación de los vehículos
de ida, en espera de la banderilla que le permita el paso cuando los autos que
circulan de vuelta de Tucumán, despejen la única mano del camino, el que se
encuentra en reparación. De pronto, otro auto (Auto 2) que circula de Salta a
Tucumán, que viene a alta velocidad y sin atender las indicaciones de los ope-
86
UNIDAD V:
DERECHOS DEL ACREEDOR
SOBRE EL PATRIMONIO DEL DEUDOR
Conviene recordar aquella frase que ilustra el contenido de la materia: "no es deu-
dor el que quiere, sino el que puede", y la pregunta que inmediatamente surge es
¿quién puede obligarse? Quien tenga crédito, en otras palabras, quien de antema-
no le asegure al acreedor, o bien una gran responsabilidad frente a los compromi-
sos tomados o un patrimonio (conjunto de bienes) que respaldan al deudor para el
hipotético caso de incumplimiento. Supuesto este último que pondría en marcha la
coercibilidad para el cobro por vía judicial. Pero ese patrimonio que garantiza al
deudor, puede ser el del propio deudor o el de terceros que lo colocan como res-
paldo del deudor.
También puede un bien del patrimonio ser el respaldo de la deuda. En fin, todas
estas situaciones plantean la existencia de distintos mecanismos que favorecen las
relaciones jurídicas obligatorias en la medida en que le ayudan al acreedor a ase-
gurarse el cumplimiento de la prestación. Justamente ellos son materia de estu-
dio en esta parte del programa: los medios de garantía.
Se presentan en un cuadro:
88
Fianza simple
el fiador se obliga por un 3°, que es el Existe excusión
1° Se ejecutan los bienes del deudor, luego los del fiador si
Personales
Cláusula penal Liquidación anticipada de No existen los beneficios de excusión y división. El acreedor puede ir contra el fiador
Seña penitencial. daños y perjuicios. solidarias directamente. Conviene intimar previamente al deudor.
MEDIOS DE GARANTIA
Convencionales
Afectan un bien al cobro de un crédito.
Hipoteca bien inmueble: 3108 C. C.
Reales
Anticresis bien inmueble. Se retienen los frutos para el pago del crédito. 3239.
Son los privilegios, o sea calidades que la ley reconoce a ciertos créditos. Código Civil 3875.
Legales
se tornan preferentes en el pago con relación a otros créditos.
quedan sustraídos del régimen de los concursos y pago a prorrata.
ACTIVIDAD Nº 13
5.2.- PRIVILEGIOS
a.- De origen exclusivamente legal 3876: "El privilegio no puede resultar, sino de
una disposición de la ley. El deudor no puede crear privilegio -favor de ninguno
de los acreedores" (Esto diferencia a los privilegios de los derechos reales de
garantía: ver el cuadro que antecede).
b.- Son accesorios 3877: "los privilegios se transmiten como accesorios de los
créditos a los cesionarios y sucesores de los acreedores, quienes pueden ejer-
cerlos como los mismos cedentes", o sea que van unidos al crédito que le da
origen siguiendo su suerte (ver el art. 523).
c.- Son excepcionales y de interpretación estricta: porque no todos los créditos
gozan de privilegios; porque constituyen una excepción al principio general que
consagra la igualdad de todos los acreedores; porque la ley es la que les da vi-
da en forma expresa y por ende se descarta la analogía.
91
d.- Son indivisibles: en realidad ésta es una característica de los derechos reales
de garantía, pero la doctrina unánimemente lo admite respecto de los privile-
gios. O sea, que mientras existe el crédito, el privilegio sigue vigente sobre la
totalidad de la cosa o sobre una parte, hasta su extinción. En otras palabras: la
indivisibilidad se da respecto del bien asiento del privilegio pues éste sigue res-
pondiendo por lo que queda en su totalidad hacia ese crédito o la indivisibilidad
del crédito mismo, el que puede haberse pagado parcialmente y no por ello li-
bera parcialmente en proporción a la cosa sobre la que recae el privilegio.
e.- Otorgan una preferencia para el cobro respecto de otro acreedor al que lo
postergan.
f.- Son indiferentes en cuanto a la cronología temporal: esto significa que no tiene
importancia el momento del nacimiento del privilegio (el que nace con el crédito)
para la prioridad en el cobro. Su prelación está dada por la ley en función de su
naturaleza. Excepcionalmente y también por disposición legal, la prioridad del
privilegio se determina por su fecha, pero debe aclararse que no se cumple
siempre el principio de que el primero en el tiempo se satisface primero.
92
ACTIVIDAD Nº 14
1.- ¿Por qué el Dr. Llambías puede afirmar que los privilegios son calidades de los
créditos y no derechos reales o personales?
93
Asiento de privilegio
a.- el nacimiento del crédito, en cuyo caso el asiento del privilegio es el bien o bie-
nes y
b.- enajenada la cosa subastada judicialmente, el asiento es el dinero por efecto
de la subrogación real.
Subrogancia real
¿En materia de privilegios, en qué casos puede afirmarse que se produce subroga-
ción real?
En los privilegios especiales, que recaen sobre un bien cuyo asiento está individua-
lizado.
En cambio cuando se trata de privilegios generales que son aquellos que recaen
sobre todo el patrimonio del deudor, no resulta aplicable la subrogación real.
Los casos de subrogación real que se produce en los créditos con privilegio espe-
cial del Código Civil, se podrán apreciar luego cuando se trate la clasificación de los
privilegios.
Un ejemplo estaría dado por el art. 3897 que prevé el caso del depositante, cuando
el depositario enajena la cosa confiada a su cuidado, obviamente transgrediendo
los deberes a su cargo, en este caso el depositante tiene privilegio sobre el precio
que se le debiese.
La Ley de Concursos 24522/95 consagra la subrogación real en el art. 245: "El pri-
vilegio especial se traslada de pleno derecho sobre los importes que sistituyan los
bienes sobre los que recaía, sea por indemnización precio o cualquier otro concepto
que permita la subrogación real..."
Este llamado privilegio del primer embargante está consagrado en el art. 218 del Códi-
go Procesal Civil y Comercial de la Nación y le confiere el cobro íntegro del crédito.
Pero no va a cobrar:
a.- en caso de ejecución individual: frente al acreedor con privilegio especial sobre
la cosa embargada, y
b.- en caso de concurso, cede, porque el concurso provoca la extinción de los embargos.
Ello nos lleva a concluir que no se estaría técnicamente frente a un privilegio, sino a
una preferencia de distinta naturaleza (por la afectación que importa el embargo,
que no puede ser alterada en desmedro del embargante, por actos posteriores, sin
una norma legal que autorice la restricción).
Extinción
Privilegios
Recaen sobre un conjunto de bienes del deudor.
Generales
Privilegios
generales
- Sobre la generalidad del patrimonio 3879.
Derogado
- Sobre la generalidad de los bienes muebles 3880.
por la ley
24522
Sobre la
- Gastos de justicia (hechos en interés común de los acreedores
totalidad del
y los que causa la administración durante el concurso).
patrimonio
- Créditos del fisco.
3879
Crédito a favor
Titular Ley de
Privilegio Fundamento del cual Asiento
del privilegio concursos
se establece
Sería injusto que Vendedor de la Crédito del vende- La cosa vendida mien- Desaparece
Del vendedor cobraran otros a- cosa mueble. dor por el precio tras se encuentre en
de cosa creedores primero. de la cosa mueble. poder del deudor. Si se
mueble 3893 vende, se ejerce sobre
el precio.
Prenda tácita (las Locador de inmue- Casa: alquileres por Sobre todos los mue- Desaparece
cosas que están ble urbano o rural, dos años vencidos. bles que se encuentran
Del locador dentro del inmue- sea o no propieta- Rural: alquileres por en el inmueble locado.
3883 ble constituyen ga- rio del mismo. tres años vencidos. Confiere ius reiperse-
rantía de las obli- quendi.
gaciones asumi-
das).
Idéntico al hotele- Acarreador o trans- Por el importe del Sobre cosas transpor- Desaparece
Del ro. portista, sea per- transporte y los tadas durante todo el
acarreador o sona física o jurídi- gastos accesorios tiempo que las tenga
transportador ca. ajenos al contrato. el acarreador y dentro
3887 de los 15 días que
sigan a la entrega.
Estímulo a la agri- El que vende se- Por la venta de se- Sobre los frutos que Desaparece
cultura y veda el milla, fumigación, millas, por los gas- han sido cosechados
Créditos por
enriquecimiento in- riego, etc., y per- tos de cosecha. mientras se encuen-
semillas y
justo a expensas sonal que trabaja tran en poder del deu-
gastos de
del otro. en el campo en dor o sobre la cosa
cosecha 3888
cualquier etapa de producida.
la producción.
Mayor valor que Obrero, artesano. Crédito por la ma- Sobre la cosa repara- Desaparece
tiene la cosa mue- no de obra que in- da o fabricada de pro-
Del obrero ble recuperada o sumió la ejecución piedad del deudor
artesano 3891 comprada. de los trabajos. mientras permanezca
en poder del acreedor.
99
Enriquecimiento in- Conservador. Gastos indispensa- Cosa conservada mien- Le otorga privi-
justo sino cobra bles para su con- tras se encuentre en el legio especial de
Del
primero el acreedor servación. patrimonio del deudor. 1° orden
conservador
que permitió la
3892
subsistencia de la
cosa.
Surge de la natura- Acreedor hipote- Todo crédito regu- Inmueble hipote- Intereses y Ley de con-
leza de la hipoteca. cario (puede ejer- larmente consti- cado y sus acce- rentas debi- curso lo re-
Facilita la obten- citar su derecho tuido (la hipoteca sorios. dos de dos gula.
ción del crédito por vía de con- debe encontrarse años y los
curso especial; al regularmente ins- que ocurren
igual que el pren- cripta en el regis- en el juicio
dario). tro). Si inscribe hasta el
dentro de 45 días: efectivo
anotación surte pago.
Del acreedor efectos desde
hipotecario constitución de la Costo y gas-
3934 garantía. Si ins- tos del juicio.
cribe después de Daños e in-
45 días, desde la tereses por
fecha en que inejecución
inscribió. Los e- de obliga-
fectos del registro ción.
de la hipoteca se
conservan por 20
años, si antes no
se renovase
Idem privilegio del Crédito del pres- Inmueble adquiri- Existe con- Desaparece
vendedor tamista. do. troversia si
se extiende
a capital o
Del prestamista
capital +
de dinero
intereses por
3927
un año +
accesorios y
gastos de
justicia.
100
Sería injusto que Quienes contratan Créditos por edifi- Inmueble en que Desaparece
Arquitectos, otros acreedores con el dueño del cación, recons- los trabajos han
empresarios y cobraran antes: se inmueble; quedan trucción, repara- sido ejecutados.
obreros de la alienta la construc- excluidos los sub- ción.
construcción ción. contratistas.
Idem
Proveedores de
materiales
de construcción
Principios:
a.- En materia concursal, sólo se aplican los privilegios que establece la ley 24522,
o sea que se consagra un sistema cerrado que veda la aplicación de otros privi-
legios que no sean reconocidos por ella.
b.- Los créditos privilegiados en el concurso preventivo mantienen su gradación en
la quiebra.
c.- La ley admite.
Créditos Los gastos que se originan con motivo de la existencia de este "ente
contra la masa ideal"; los contratos que celebre; el cumplimiento de contratos anterio-
(que se constituye res, etc.. Son los créditos causados en la conservación, administración
a partir del de los bienes y la liquidación del concursado y en el trámite del con-
desapoderamiento curso. Una vez devengados, son exigibles de inmediato porque son
de los bienes). indispensables para el funcionamiento del proceso concursal.
Categorías de acreedores
Continuando con la transcripción de la obra del Dr. Rouillón, señala las categorías
de acreedores o de créditos.
a.- Acreedores con privilegio especial: tienen asiento sobre bienes específicos: pue-
den hacerse valer exclusiva y excluyentemente sobre el producto de la liquida-
ción de los bienes afectados, o sobre el importe que sustituya a éstos (subroga-
ción real, art. 245). El porcentaje (o la totalidad) del crédito con privilegio especial
no percibido sobre el asiento del mismo es considerado común o quirografario,
salvo ciertos créditos laborales con privilegio general (art. 245 in fine).
b.- Acreedores por gastos de conservación y justicia (o del concurso o contra la
masa).
c.- Acreedores con privilegio general.
Los acreedores del concurso (b) y los acreedores con privilegio general (c) tie-
nen rango preferente -según el orden que se explica más adelante- sobre todo
el producto de la liquidación que queda después de satisfacer los créditos con
privilegios especiales.
d.- Acreedores comunes o quirografarios: sobran sobre lo que queda después de
las categorías precedentes, y antes que los acreedores subordinados (los qui-
rografarios tienen así mejor rango -preferencia- respecto de estos últimos).
Los elencos legales sobre privilegios generales y privilegios especiales no son
taxativos. Sin embargo, es menester advertir que existen privilegios concursa-
les más allá del listado de los arts. 241 y 246. Estos son los gastos de conser-
vación y de justicia y todas las acreencias que provinieran de gastos en benefi-
cio común del concurso de los acreedores del fallido".
a.- En primer lugar, los acreedores con privilegio especial que concurren sobre el
producto de la venta del bien afectado a su preferencia (arts. 241, 247 y
concs.). Algunos créditos de esta categoría tienen también prelación temporal
del cobro: los créditos con garantías reales a través del concurso especial (arts.
126 y 209) y los créditos laborales del art. 241 inc. 2, a través del pronto pago
del art. 183, 2° párrafo.
b.- En segundo término, los acreedores del concurso (art. 240, 244 a 250) sobre el
excedente total del activo liquidado, una vez descontados los créditos con privi-
legio especial. Los acreedores con tal rango pueden percibir hasta el cien por
ciento de sus créditos, sobre el mencionado producto. Tienen también prela-
ción temporal de cobro, sin necesidades de verificación, pueden percibirse a
partir de su exigibilidad no teniendo que esperar al proyecto de distribución.
c.- En tercer lugar, los acreedores con privilegio general, los laborales (art. 246 inc.
1), concurren el excedente total del activo liquidado, una vez descontados los
créditos con privilegios especial y los créditos del concurso. Estos acreedores
pueden percibir hasta el ciento por ciento de sus créditos sobre el mencionado
producto. Tienen también prelación temporal de cobre, mediante la posibilidad
de pronto pago establecida en el art. 183.
d.- Concurren luego los (restantes) acreedores con privilegio general (art. 246 inc.
2 a 4), sobre la mitad del excedente del activo liquidado, una vez descontada la
105
"a.- Los acreedores con privilegio especial, entre ellos y sobre el mismo bien (en
caso de insuficiencia del producto), concurren, como regla, en este orden: 1)
según lo dispuesto en los incs. del art 241 y 243 y 2) dentro de los reconocidos
en el mismo inciso, sobre el producto del mismo bien a prórrata.
Se exceptúan de esta regla de concurrencia interna de la categoría de los privi-
legios especiales: los señalados en los incs. 4 y 6 del art. 241, que concurren
internamente -entre ellos- según las reglas del art. 243 inc. 1 (por ejemplo: en-
tre dos acreedores hipotecarios sobre el mismo inmueble, la concurrencia se
rige por el grado de la hipoteca de cada uno: la hipoteca en primer grado tiene
preferencia sobre la de segundo grado).
b.- Los restantes acreedores (créditos del concurso, privilegiados generales labo-
rales, privilegiados generales no laborales, quirografarios) concurren entre ellos
y dentro de sus respectivas categorías, según la regla del prorrateo (art. 240 in
fine y 249). Según ella, si es producto repartible dentro de la categoría es insu-
ficiente para pagar la totalidad de los montos concurrentes en la misma, éste se
reparte proporcionalmente, de modo que cada acreedor experimente el mismo
porcentaje de pérdida, (o, consecuentemente, cobre igual porcentaje de su
crédito que el resto de los pares de su categoría)".
106
1.- En el caso fortuito o fuerza mayor ese acontecimiento debe tornar imposible de
cumplir la prestación; mientras que en la teoría de la imprevisión ese aconteci-
miento dificulta gravemente el cumplimiento de la prestación;
2.- En el caso fortuito existe "imposibilidad jurídica" de cumplir mientras que en la
imprevisión la imposibilidad no es jurídica, sino "económica";
3.- El caso fortuito se puede invocar para eximirse de responsabilidad en los cam-
pos contractual y extracontractual, mientras que la imprevisión presupone el
marco contractual.
ANÁLISIS DE CASO
1.- ¿Prosperó la demanda de daños y perjuicios? Si, ¿por qué?, No, ¿por qué?
2.- Analice el caso y responda ¿está justificado el incumplimiento por un obstá-
culo insalvable? ¿Encuentra además del caso fortuito, un hecho del prínci-
pe?
3.- ¿Por qué Vázquez interpeló al capitán? (Analizar la respuesta con la última
parte del art. 513).
108
ACTIVIDAD Nº 15
1.- Elija por o menos tres tipos de obligaciones de acuerdo a la clasificación del
módulo.
2.- Ubique los números de artículos del C.C. correspondientes a los tipos elegidos.
3.- Explíquelos a través de ejemplos.
112
Obligaciones naturales
Las obligaciones civiles constituyen la regla, mientras que las obligaciones natura-
les constituyen la excepción. Todo lo que se estudia a lo largo de la materia es apli-
cable a las obligaciones civiles, mientras que los artículos 515 a 518 conforman, en
principio, las normas aplicables a las naturales.
Mientras las obligaciones civiles al conferir acción al acreedor para exigir su cum-
plimiento, confieren medios de ataque; las obligaciones naturales le otorgan al
acreedor un medio de defensa, pues en caso de que el deudor que hubiere pagado
voluntariamente, quisiera pedir la devolución de lo dado en pago, el acreedor puede
plantear la excepción consagrada en el art. 515 "in fine", para paralizar la acción de
devolución del deudor.
Las discusiones doctrinarias van a girar en torno de: ¿se puede hablar propia-
mente de un vínculo de derecho (vinculum iuris) en las obligaciones naturales?
¿Por qué esta pregunta? Pues porque en las obligaciones naturales quedan supri-
midos todos los procedimientos de ejecución, restando sólo la posibilidad del cum-
plimiento voluntario por parte del deudor.
Si se relaciona este tema con la teoría del shuld (débito) y halftung (responsabili-
dad) sobre la naturaleza jurídica de la obligación natural, nos encontramos ante un
supuesto de "puro deber" y que en caso de incumplimiento no genera el mecanismo
113
¿Qué plantea el art. 791? Plantea distintos casos de pagos hechos sin que hubie-
ra error esencial y que como consecuencia de ello, el Código dice: "no se podrá
repetir lo pagado", o sea, no se podrá pedir que se devuelva lo dado en pago.
Léase detenidamente el art. 515 inc. 2 y compárese con el art. 791 inc. 2º; luego el
art. 515 inc. 3º con el art. 791 inc. 3º; el 515 inc. 4º con el 791 inc. 4º y e 515 inc. 5º
con el 791 inc. 5º.
¿Qué se ha notado? ¡Que se trata de los mismos supuestos! En el art. 515 consi-
derados como obligaciones naturales y en el art. 791 considerados como supuestos
de pago cuando no hay error esencial.
Vélez Sarsfield le dedica un capítulo especial, pero luego como hemos comproba-
do, reitera estos supuestos en el ámbito del pago.
A los dos años y medio del accidente, Luján Arias entabla una acción de daños y
perjuicios contra el propietario y el conductor del auto, reclamando la suma de
$2.500. Los demandados, en la primera presentación, oponen la excepción de
prescripción (4037-2 años). El juez desestima la demanda. Sin embargo los de-
mandados le remiten una carta con un giro por la suma de $ 1000, en la que reco-
nocen el accidente. Ante esta circunstancia, Luján Arias entabla otra demanda soli-
citando la suma de $ 1.500.-, que es la diferencia que resta saldar.
ANÁLISIS DE CASO
ACTIVIDAD Nº 16
UNIDAD VIII:
OBLIGACIONES EN CUANTO
A LA NATURALEZA DEL OBJETO
Según el art. 574 consisten en la entrega de una cosa mueble o inmueble con las
siguientes finalidades:
Según determina el art. 575 la cosa debe entregarse con sus accesorios. Entre los
deberes del deudor se señalan: la conservación y la entrega de la cosa.
Para ello es menester conocer tres sistemas de constitución de los derechos reales,
para luego analizar el del Código Civil Argentino.
117
Velez Sarfield
Es sumamente útil la lectura detenida de la nota del art. 577, al igual que la nota del
art. 3203. Allí el Codificador se muestra partidario del sistema de la tradición y seña-
la las razones por las que no adopta el sistema registral (únicamente crea un Regis-
tro de Hipotecas).
ACTIVIDAD Nº 17
1.- Explique el sistema del C.C. Argentino para la constitución de los derechos re-
ales.
120
Leer detenidamente el art. 3269, sienta un principio: con la tradición (entrega efecti-
va y voluntaria de la cosa) + la buena fe (ignorancia de que el deudor había con-
traído anteriormente una obligación de entregarla a otra persona) se tiene preferen-
cia; en otras palabras se da preferencia a quien primero ha sido puesto en po-
sesión de la cosa.
Los artículos 592 y 594 sientan otro principio, el que es aplicable a muebles e in-
muebles: cuando el deudor, en vez de entregar efectivamente la cosa cierta a su
primitivo acreedor, la entrega a un tercero de buena fe y a título oneroso, el
acreedor primitivo no puede intentar contra este tercero ninguna acción, aunque su
título sea de fecha anterior.
Por lo tanto, debe distinguirse si el deudor de la entrega de una cosa cierta para
transmitir derechos reales, efectuó o no la tradición de la cosa:
Si hubo
Tiene preferencia el poseedor de buena fe y a título oneroso
tradición
El art. 595 resuelve la situación del acreedor burlado por la transmisión de esa cosa
a un tercero de buena fe y a título oneroso al que se le entregó las cosas,
otorgándole una acción para reclamar al deudor una cosa equivalente y todos los
perjuicios e intereses.
Cuando el deudor de la obligación de entregar una cosa cierta hizo tradición de ella
a un tercero a título gratuito o de mala fe, porque tenía conocimiento de la exis-
tencia de la obligación anterior, el acreedor burlado puede accionar tanto contra el
deudor como contra el tercero, porque el acto de transmisión está viciado de nuli-
dad ya que perjudica sus derechos (art. 953).
121
B.- Mejoras: ¿a qué se refiere este tema? La cosa cierta que se debe entregar, no
siempre permanece en el mismo estado desde que la obligación se contrae,
hasta que la misma se cumple. Puede por tanto sufrir modificaciones, las que
se denominan técnicamente hablando:
¿Cuál es el principio que rige? Res crescit domino = las cosas crecen para su
dueño. Leer 582.
122
C.- Frutos: es todo lo que la cosa regular y periódicamente produce, sin alterar ni
disminuir su sustancia.
ACTIVIDAD Nº 18
1.- Tomando como guía lo desarrollado para las obligaciones de dar cosas ciertas,
para constituir o transferir derechos reales, elabore las obligaciones de dar co-
sas ciertas para restituirlas a su dueño.
124
ANÁLISIS DE CASO
El Sr. Juan Pérez otorga escritura traslativa de dominio a favor de Daniel Díaz el
07/04/91 de una casa de su propiedad situada en la Capital Federal. La escritura se
inscribe en el Registro una semana después.
Paralelamente el Sr. Juan Pérez otorga nueva escritura traslativa de dominio sobre
el mismo inmueble el 10/04/91, a favor de José Ibañez, realizándole tradición del
mismo.
Díaz dice ser propietario e intenta la acción reivindicatoria; mientras Ibañez mantie-
ne que él es el propietario. ¿Cómo se resuelve el caso?
1.- Distinguir los requisitos para constitución de derechos reales sobre inmuebles y
qué función cumplen. Combinar los artículos 2502, 577 y 3265.
2.- Averigue qué disponen los artículos 2 y 20 de la ley 17801.
3.- ¿Cuál de los dos ha perfeccionado su derecho real y entre quiénes?
125
UNIDAD IX:
OBLIGACIONES DE PRESTACIÓN INDETERMINADA
Se recuerda que estas obligaciones se caracterizan porque la prestación no está
individualizada cuando la obligación nace, sino que ello ocurre en un momento pos-
terior por:
Ellas son las obligaciones facultativas, alternativas, de dar cosas inciertas no fungi-
bles, de dar cantidades de cosas y de dar sumas de dinero.
Art. 643: "Es la que no teniendo por objeto sino una sola prestación, da al deudor la
facultad de sustituir esa prestación por otra". Ej.: la obligación de entregar el in-
mueble sito en calle X o la suma de $100.000.
635: "Es la que tiene por objeto una de entre muchas prestaciones independientes
y distintas las unas de las otras en el título, de modo que la elección que deba
hacerse entre ellas, quede desde el principio indeterminada". Ej.: la obligación de
entregar el perro sultán o el automóvil dominio Nº X.
1.- Prevalece el criterio que afirma que hay unidad de vínculo (aunque deben te-
nerse en cuenta las posiciones doctrinarias que opinan lo contrario).
2.- Objeto único indeterminado (aunque debe tenerse en cuenta que existen opi-
niones de caracterizados juristas que sostienen que son de objeto múltiple).
3.- Las prestaciones sometidas a elección son independientes.
4.- La elección hace a la esencia de la alternatividad. Una vez realizada, se juzga
que la prestación elegida es la única que se debió desde el principio y se rige
por las reglas de las obligaciones de dar cosas ciertas.
5.- Rige el principio de concentración, si una de las prestaciones se elimina o se
hace imposible, la obligación se concentra sobre la otra prestación.
a.- La prestación, o
b.- A las modalidades de su cumplimiento como el lugar y tiempo de pago.
126
Presentadas ambas, se verán con más claridad las diferencias mediante el si-
guiente cuadro comparativo:
Obligaciones Obligaciones
Facultativas Alternativas
Una vez elegida la cosa determinada por el género, se transforma en una obliga-
ción de dar cosa cierta y como tal, se rige por ese régimen.
¿Cómo debe llevarse a cabo la elección? Con todo acierto el propio codificador
ha establecido reglas que buscan que la elección recaiga en una cosa de calidad
media. Por ello el Código dispone, que si se trata del deudor, éste no podrá elegir la
cosa de peor calidad de la especie y si se trata del acreedor no podrá optar por la
cosa de la mejor calidad.
Se plantean en este punto dos excepciones: una en materia de legados y para ello
se recomienda la lectura del art. 3757 y otra en las obligaciones de género limitado
que ya se verán.
1.a.- En este primer momento rige una regla que responde al principio "genus
numquam perit" el género nunca perece y dice el art. 604: "Antes de la
individualización de la cosa no podrá el deudor eximirse del cumplimiento
de la obligación por pérdida o deterioro de la cosa, por fuerza mayor o
caso fortuito" y la razón es que, como se debe una cosa a determinar de-
ntro del género, mientras existan esas cosas, la obligación no es de cum-
plimiento imposible.
Este artículo tiene una excepción y se trata de las obligaciones de género
limitado que ya se verán.
1.b.- ¿Qué ocurre si el deudor no cumple con su obligación de elegir la cosa?
El art. 605 le brinda al acreedor la posibilidad:
a.- exigir el cumplimiento de la prestación + daños y perjuicios de la de-
mora, o
b.- pedir la disolución de la obligación + daños y perjuicios (igual solu-
ción que el art. 1204 vigente).
2.- Después de la elección se aplica el régimen de las obligaciones de dar co-
sas ciertas.
Siguiendo la obra base, las obligaciones de género limitado presentan dos diferen-
cias con las obligaciones de dar cosas inciertas no fungibles en cuanto al régimen
aplicable y que ya se anticiparon:
1.- No es de aplicación la regla "el género nunca perece", porque como se trata
de elegir una cosa incierta entre varias cosas ciertas de la especie, puede
ocurrir que todas perezcan, por ej.: si se muriesen los diez caballos del sto-
od de Pedro. En este caso sí se hace imposible el cumplimiento.
2.- El criterio de selección de la cosa no queda limitado a la de calidad media
en opinión de calificados autores, sino que acreedor y deudor pueden elegir
libremente la mejor o la peor respectivamente.
129
Algunos autores consideran que esta norma debe aplicarse también a las obligacio-
nes de dar cantidades de cosas para constituir derechos reales, mientras que otros
consideran que en este supuesto en caso de inejecución no puede pedirse rescisión
y sólo cabe el cumplimiento en especie. Este último criterio hoy no tiene cabida en el
Código por la reforma del art. 1204 que admite el pacto comisorio tácito.
130
ACTIVIDAD Nº 19
Efectos del
Obligaciones Concepto Ejemplo
Incumplimiento
Son las que tienen por objeto la entrega de una cierta cantidad de moneda. Ej.: la
obligación de entregar el día de Navidad la suma de $ 100 a Pedro.
Muchas son las definiciones que se han dado, posiblemente la que mejor la descri-
be a nuestros fines, es la de Arthur Nussbaum en la obra "La Teoría jurídica del
dinero" como: "el instrumento o medio común de cambio".
Pero para que el dinero pueda cumplir estas funciones, el Estado le impone lo que
se llama CURSO LEGAL. Busso lo ha definido como "el acto de potestad del esta-
do por el cual reconoce, respalda e impone la circulación de una moneda determi-
nada y constituye el fundamento legal de su valor de cambio".
Moneda
Corriente o
Es equivalente a la cotización de una moneda respecto de otra.
de cambio
132
Estos tres diferentes valores del dinero se relacionan con situaciones especiales
que se presentan en el ordenamiento jurídico, según la clase de obligaciones dine-
rarias de que se trate.
Mientras las obligaciones de dar sumas de dinero son aquellas en que se debe
una cantidad determinada de moneda y se cumple pagando la cantidad de la mis-
ma especie de moneda, ej.: peso por peso, dólar por dólar, aunque la misma se
hubiere depreciado por el transcurso del tiempo; las obligaciones de valor por el
contrario, tiene por objeto un valor abstracto, constituido por bienes, que luego
habrá de medirse en dinero.
Por ello en las obligaciones de dar sumas de dinero rige el principio nominalista,
que consiste en atribuir al dinero un valor nominal. Un peso será igual a otro peso y
no se tendrá en cuenta ni su valor respecto a otra moneda, ni su valor adquisitivo.
Ejemplo típico de obligación de valor resultan las indemnizaciones por daños pro-
venientes de incumplimiento de contrato o comisión de hechos ilícitos.
¿Cuánto dinero hará falta? Puede variar la cifra hasta el día del efectivo pago, si
bien en el momento que se estimaron los daños resultaban $100, puede que se
termine pagando con motivo de la sentencia judicial tiempo después, $130. Otro
ejemplo lo constituyen las obligaciones alimentarias o las provenientes del enrique-
cimiento sin causa.
Nuestro Código Civil legisla las obligaciones de dar sumas de dinero en los artícu-
los 616 a 624, algunos de los cuales han sufrido modificaciones por la reciente ley
de convertibilidad 23928.
rarias en aras del valor justicia. Para confirmar esto último el Dr. Alterini en su obra
"Desindexación, retorno al nominalismo", pág. 23 en adelante, publicada con motivo
de la ley 23928 de convertibilidad del austral, expresa... "El razonamiento cambió
de sesgo: en tanto un cuarto de siglo antes se había comenzado a analizar la posi-
bilidad de que en ciertas obligaciones canceladas con dinero, su objeto no fuera
una suma de dinero, sino una utilidad a la que tiene derecho el acreedor (obligacio-
nes de valor), en los setenta se discutió si las obligaciones cuyo objeto es el dinero,
han de ser canceladas con la suma nominal originaria, o con tanta cantidad de nu-
merario como sea menester, para representar el valor histórico del capital debido
(indexación de las deudas de dinero)". Las líneas básicas de opinión fueron éstas:
La transcripción de la obra del Dr. Alterini muestra en prieta síntesis las opiniones
de la doctrina. Paralelamente, la jurisprudencia fue aceptando criterios que se ale-
jaban de la aplicación ortodoxa del principio nominalista del art. 619. A fin de que se
tenga una idea de la interpretación hecha por los tribunales de justicia, continúa la
transcripción de la obra citada del Dr. Alterini: ..."La jurisprudencia estimó que la
actualización de la deuda dineraria no hace a la prestación "más onerosa que en su
origen", pues "no existe modificación de la obligación, sino determinación del quan-
tum en que ello se traduce", y concedió la indexación en caso de mora. También
admitió que el reajuste del monto de un valor a restituir sólo implica "devolver lo
dado y no indemnizar", y que el reconocimiento de la depreciación "no significa
otorgar indemnización alguna, sino la manera de cumplir a valores constantes con
las restituciones" que correspondan. Fueron aplicados los standards de buena fe,
de la doctrina de la imprevisión, de la teoría del abuso del derecho y se admitió la
actualización aunque no hubiera mora del deudor e, inclusive, a petición del acree-
dor demorado".
Un rasgo interesante de destacar es que por imperio del art. 13 de la ley 23928 se
dispone que la misma es de orden público, por tanto ninguna persona puede tener
en su contra derechos irrevocablemente adquiridos. De esta manera:
1.- las normas que disponen la convertibilidad del austral (A 10.000 por cada dólar;
hoy $ 1 por cada dólar);
2.- que vuelven a consagrar el principio nominalista (1 Austral es igual a 1 Austral);
3.- que asimilan la moneda extranjera a la moneda nacional, son imperativas y de
orden público (significa que tienen predominio sobre la voluntad de los particu-
lares).
Se trata de:
ACTIVIDAD Nº 20
Dinero:
Valor nominal:
Valor real:
Valor de cambio:
Desagio:
2.- Sintetice el pensamiento del Dr. Alterini respecto de los distintos criterios sobre
las obligaciones de dar sumas de dinero.
136
Como se ha dicho ya, las obligaciones de dar sumas de dinero están reguladas en
los artículos 616 a 624 del Código Civil y la ley 23928. Esta ley modificó los artícu-
los 617, 619 y 623. Estas serían entonces las normas de aplicación preferente.
A su vez el artículo 616 sin modificación alguna, dispone que, a las obligaciones de
dar sumas de dinero le son aplicables:
a.- Lo dispuesto sobre las obligaciones de dar cosas inciertas no fungibles, sólo
determinadas por su especie en lo que respecta: al principio de que el "género
nunca perece"; antes de individualizada la moneda, con que se va a pagar no
puede excusarse el incumplimiento invocando caso fortuito o fuerza mayor.
b.- Lo dispuesto sobre las obligaciones de dar cantidades de cosas no individuali-
zadas; en lo que respecta a:
- los signos monetarios quedan individualizados una vez que el acreedor ha
contado el dinero (609).
- después de la individualización se aplican los arts. 610 a 615.
- si el acreedor deja los signos monetarios en poder del deudor, después de
haber sido individualizados, regirán las reglas del depósito (2220, 603 y 600).
Merecen una explicación aparte las obligaciones en moneda extranjera, a las que
por imperio del art. 617 del Código Civil (hoy modificado por ley 23928) le eran apli-
cables las normas sobre obligaciones de dar cantidades de cosas.
El artículo 619 decía: "Si la obligación del deudor fuese de entregar una suma de
determinada especie o calidad de moneda corriente nacional, cumple la obligación
dando la especie designada, u otra especie de moneda nacional, al cambio que
corra en el lugar el día del vencimiento de la obligación".
Hoy, el 619 con su nueva redacción, deroga esta opción y consagra el principio
del nominalismo: si la deuda se contrajo en australes, se paga en australes; si es
en dólares, se paga en dólares.
9.9.- INCUMPLIMIENTO DE
LAS OBLIGACIONES DE DAR SUMAS DE DINERO
¿Cuáles son los daños y perjuicios que se deben reparar por el incumplimiento de
una obligación de dar sumas de dinero? Son los daños moratorios que se indemni-
zan mediante los intereses moratorios.
En este punto debe recordarse que al tratar en la unidad IV sobre el daño, allí se
desarrolló el daño en las obligaciones que no tienen por objeto dar sumas de dinero.
9.10.- INTERESES
- convencionales
Compensatorios
- legales o retributivos
Intereses
- por acuerdo de partes: también llamados punitorios
Moratorios - legales
- judiciales
138
La ley 17711 ha agregado un párrafo al art. 622 sobre este tema. Se ha criticado su
inclusión en el Código Civil que regula derecho de fondo, ya que en todo caso es
propio de los Códigos procesales o de forma. De todas maneras sería una norma
subsidiaria, de aplicación en caso de que los Códigos de procedimiento no la con-
templaran. Pero hoy nuestros códigos procesales ya han legislado sobre este punto.
139
ACTIVIDAD Nº 21
"La obligación puede llevar intereses". O sea que en nuestro sistema es le-
gal el pacto de intereses.
"Y son válidos los que se hubiesen O sea que hay libertad para fijar la
convenido entre acreedor y deudor". tasa de interés.
¿Qué límite hay respecto de este principio que consagra la libertad de contratar la
tasa de interés? La jurisprudencia ha encontrado esos límites -como se verá- y para
ello se ha apoyado en los arts. 502 y 953 que disponen la nulidad de las obligacio-
nes con causa ilícita y de los actos jurídicos cuyo objeto sea contrario a la moral y a
las buenas costumbres.
¿Cuándo excede el margen lícito? Es una pregunta que no tiene una sola respues-
ta. Depende de las fluctuaciones económicas y sociales por las que atraviesa un
país.
1.- Constitución en mora: la ley 17711 reformó el art. 509 y rige el sistema de
mora automática, resultando de aplicación a las obligaciones de dar sumas de
dinero los principios del 509. Por lo tanto:
141
2.- Obligaciones de cantidad ilíquida: la nota del art. 819 es ilustrativa sobre el
tema de la liquidez de una deuda. Dice así: "se llama deuda líquida aquella cu-
ya existencia es cierta y cuya cantidad se encuentra determinada". Por tanto,
es ilíquida aquella en que no se sabe cuánto se debe, como sería el caso de
honorarios aún no regulados de un perito o una indemnización de daños y per-
juicios.
Tanto la doctrina como la jurisprudencia han adoptado uno u otro criterio, terminan-
do por prevalecer la tesis de que los intereses moratorios corren desde el día de
la notificación de la demanda al deudor, aunque en ese momento la obligación
no sea líquida, siempre que sea cierta.
Nótese la diferencia con el interés compensatorio, que como cumple una función
distinta, comienza a correr desde el momento en que las partes lo pactaron y que
por lo general, es desde el nacimiento de la obligación, ya que es el precio que se
paga por el uso del dinero y si el interés compensatorio estuviera fijado por la ley,
desde el momento en que ésta lo determine. A su vez, el interés compensatorio
corre hasta el día del vencimiento de la obligación.
9.11.- ANATOCISMO
Este tema merece especial atención ya que la ley 23928 ha modificado el artículo
623.
"No se deben intereses de intereses sino por convención expresa que autorice su
acumulación al capital, con la periodicidad que acuerden las partes o cuando liqui-
dada la deuda judicialmente con los intereses, el juez mandase a pagar la suma
que resultare y el deudor fuere moroso en hacerlo. Serán válidos los acuerdos de
capitalización de intereses que se basen en la evolución periódica de la tasa de
interés de plaza".
142
Las similitudes que se observan con el antiguo 623 son las siguientes:
La diferencia que se observa con el antiguo art. 623 es la siguiente, si bien consa-
gra la excepción a la prohibición por convenio de partes:
Art. 623 c.c.: el convenio entre acreedor y deudor debía ser posterior al vencimien-
to de los mismos;
Ley 23928: el convenio entre acreedor y deudor puede hacerse desde el momento
en que se contrae la obligación (admite en este caso la procedencia del anatocismo).
Finalmente la ley 23928 agrega al 623 un párrafo: da validez a los acuerdos de ca-
pitalización de intereses que se basen sobre la evolución periódica de la tasa de
interés de plaza, o bien llamada tasa variable.
ACTIVIDAD Nº 22
1.- Enumere los límites que se tienen en cuenta en la libertad de contratar la tasa
de interés.
2.- Esquematice las distintas formas de determinar el interés cuando nos encon-
tramos ante la inexistencia de pacto.
3.- ¿En qué casos es procedente el anatocismo?
144
Art. 623: No se deben intereses de los intereses (regla general); salvo a) convenio
anticipado de capitalización de intereses y b) cuando liquidada la deuda judicialmente
con los intereses, el juez mande a pagar y el deudor fuese moroso en hacerlo.
La antesala de la crisis
- Año 2001
- Ley 25445
Produce la corrida cambiaría del 30/11/01, que conduce al dictado del Decreto de
necesidad y urgencia 1570 de diciembre de 2001, por el que se aplica el llamado
corralito financiero (con una limitación de extracción de $ 250 en retiros en efectivo
por semana, permitiendo al titular de caja de ahorro o cuenta corriente la disponibi-
lidad de fondos en cualquier tipo de operatoria bancaria).
a.- a partir del 03/02/02 se transforman a pesos todas las obligaciones de dar su-
mas de dinero (judiciales o extrajudiciales) expresadas en dólares u otra mone-
da extranjera;
b.- los depósitos en moneda extranjera en el sistema financiero se convierten en
pesos a razón de $ 1,40 por U$S 1.
Depreciación Desvalorización
Ahora bien, el estado puede devaluar la moneda nacional y sólo intervenir para in-
dicar cómo se pagan las obligaciones de dar moneda dólar (esa moneda de otro
estado está al margen de cualquier regulación por parte de nuestro gobierno).
Si bien se usa la expresión de que la ley 23928 había fijado el valor del dólar dispo-
niendo que el Banco Central lo cambiara uno a uno, no fijó un valor, hablando con
propiedad, sino que declaró que el estado vendería dólares de su propiedad que
formaban sus reservas, al cambio o al costo de un peso por cada divisa en el mer-
cado interno. El Estado se hacía de los dólares, es decir aumentaba sus reservas
en moneda fuerte por los diversos medios que contempla el comercio internacional,
y teniendo los dólares equivalentes al circulante monetario los cambiaba a los ciu-
dadanos al precio fijado. Este es el secreto elemental del uno al uno... que en defi-
nitiva terminó sobrevaluando nuestra moneda.
- Pactadas en pesos:
- Depósitos a plazo fijo en pesos: Prórroga compulsiva del tiempo de devo-
lución. Se reprogramaron en cuotas según el monto (con un interés del 7%
anual nominal). Se castigó a quien creyó en el peso. Luego se les dio la
oportunidad de canjear estos plazos fijos por Bonos del Gobierno Nacional
en pesos 2% 2007 que sí contemplan reajuste por C.E.R.
- Cuentas Corrientes y Cajas de Ahorro: Racionamiento o limitación a $ 300
por semana o $1200 por mes, salvo: cuentas para acreditar remuneracio-
nes y haberes previsionales.
- Contraídas en pesos
- Sigue siendo válida y es posible (art. 617 del C.C.), pues solo fueron pesi-
ficadas las deudas en moneda extranjera ya existentes y sólo pueden pa-
garse en efectivo cualquiera fuere su monto (no existe más posibilidad de
apertura de cuentas o transferencias en moneda extranjera). También
podría preverse en el contrato la posibilidad de su cancelación mediante
moneda de curso legal en el país al cambio (como obligación facultativa
del 643 o alternativa del 635).
149
ANÁLISIS DE CASOS
Gonzalo Mieres acuerda con José Iriarte que en quince días a partir de esa fecha,
le entregaría 100 toneladas de trigo, a razón de $ 50 la tonelada. A los diez días del
acuerdo, concurre José Iriarte al granero de Mieres y separa en su presencia las
100 toneladas, quedando de acuerdo el día en que Iriarte vendría a retirarlas en los
camiones.
Llega el día, Iriarte va a retirarlas y se encuentra con que, debido a una negligencia
de Mieres, se ha producido un corto circuito, generando un incendio en el granero y
perdiéndose totalmente el trigo.
Resuelva el caso:
UNIDAD X:
OBLIGACIONES DE SUJETO MÚLTIPLE O PLURAL
Al estudiarse los sujetos como uno de los elementos esenciales de las obligaciones
se señaló que podían encontrarse vinculados:
Vélez Sarsfield ha tratado el tema de las obligaciones en cuanto a los sujetos, o sea
la mancomunación simple y solidaria en forma separada de las obligaciones divisi-
bles e indivisibles que hacen referencia a la naturaleza del objeto.
El art. 690 dice: "La obligación que tiene más de un acreedor o más de un deudor y
cuyo objeto es una sola prestación, es obligación mancomunada, que puede ser o
no solidaria".
a.- Simple: cada deudor debe su cuota parte de la deuda y cada acreedor está
facultado a exigir su cuota parte del crédito y
b.- Solidaria: cualquiera de los deudores está obligado a pagar íntegramente la
deuda o cualquiera de los acreedores está obligado a cobrar la totalidad del
crédito.
A su vez el art. 667 dice que: "las obligaciones son divisibles, cuando tienen por
objeto prestaciones susceptibles de cumplimiento parcial".
Por tanto los conceptos que hemos mencionado se combinan y dan hipótesis dife-
rentes, con consecuencias también distintas:
- la solidaridad y
- la indivisibilidad
En el Libro II, Sección I, Título III, el codificador, coloca una nota explicativa muy
importante en relación al tema. Allí manifiesta que se apartará de los principios con-
sagrados en los Códigos europeos y americanos de la época que siguieron al Códi-
go Civil Francés, al que califica de "laberíntico" en sus resoluciones y que seguirá
en todo caso las leyes de Partida y el derecho romano.
152
Resulta ilustrativo al respecto el art. 670 cuando en su última oración expresa: "pero
cuando la construcción de una obra no es por medida, la obligación es indivisible".
Se recomienda la lectura detenida de las notas de los artículos 667, 679 y 670.
153
ACTIVIDAD Nº 23
Sujeto singular:
Sujeto múltiple:
Mancomunación simple:
Mancomunación solidaria:
Obligaciones divisibles:
Obligaciones indivisibles:
Pluralidad disyunta:
Pluralidad conjunta:
2.- Explique (puede ser a través de ejemplos) las relaciones que existen entre la
mancomunación simple y solidaria, con la divisibilidad e indivisibilidad de la
prestación.
3.- Desarrolle brevemente los criterios de divisibilidad en el derecho francés, de los
que Vélez Sarsfield se apartó.
154
10.4.- APLICACIONES DE
LOS PRINCIPIOS DE DIVISIBILIDAD E INDIVISIBILIDAD
155
Relaciones Externas
Salvo solidaridad convencional o legal rige Principios de propagación: los hechos ocu-
el principio de que la prestación se divide rridos entre uno de los coacreedores y uno
por partes iguales para su cumplimiento, si de los codeudores relacionados con el cum-
no se hubiera estipulado de otra manera. plimiento de la prestación debida, producen
Cumplimiento de efectos entre ellos y por extensión respecto
la prestación de los demás coacreedores y/o deudores.
Los otros codeudores no están obligados No perjudica al acreedor que puede re-
Insolvencia de uno
a satisfacer la parte de la deuda que a clamar de los otros codeudores la totali-
de los deudores
aquél correspondía. dad de la prestación.
156
El art. 689 de la solución. En primer lugar para saber si todos debían o eran
acreedores por parte iguales o diferentes: deberá estarse a lo que las partes
hayan convenido y esas serán las reglas aplicables en las relaciones internas del
grupo acreedor/deudor. Así, si algún deudor hubiera pagado más de lo que le co-
rrespondía o algún acreedor hubiera percibido más de lo que correspondía, podrá
mediante la acción recursoria, lograr el reajuste de su situación, tanto en las obliga-
ciones divisibles como en las indivisibles.
En tercer lugar si no hubiese sido posible determinar las proporciones por los me-
dios indicados anteriormente, se entenderá que "son interesados en partes iguales
y que cada persona constituye un acreedor o deudor".
157
ACTIVIDAD Nº 24
- Relación externa
- Relación interna
158
ANÁLISIS DE CASO
UNIDAD XI:
OBLIGACIONES DE SUJETO MÚLTIPLE O PLURAL
La clasificación de las obligaciones en relación a los sujetos nos coloca frente a dos
posibilidades: que sean de sujeto único o múltiple.
Esta unidad se refiere a las de sujeto múltiple o sea a las obligaciones mancomunadas
y, de acuerdo al art. 690, ellas pueden ser de mancomunación simple o solidaria.
Veamos qué significa esto: en primer lugar la pluralidad de sujetos puede darse en
el polo activo (acreedores) como en el polo pasivo (deudores) o bien en uno de ellos
(pluralidad de acreedores y un deudor o pluralidad de deudores y un acreedor).
En segundo lugar, en la mancomunación simple cada deudor debe una cuota par-
te de la deuda y cada acreedor puede exigir una cuota parte del crédito.
En tercer lugar, la prestación que puede ser única o múltiple, debe ser debida por
todos los deudores o debe ser exigida por todos los acreedores (en su cuota parte
si es simplemente mancomunada), (o en su totalidad si es solidaria). Vale la pena
distinguir este supuesto.
No hay duda de que para que opere el fraccionamiento aludido, lo lógico y natural
es que las obligaciones simplemente mancomunadas sean de prestación divi-
sible. Tal es lo que dispone el art. 693: "Siendo el objeto de la obligación simple-
mente mancomunada, una cosa divisible, cada uno de los deudores está obligado
solamente a su parte en la deuda, y cada uno de los acreedores puede sólo de-
mandar su parte en el crédito..."
Tal sería el caso de los artículos 691, 693, 694 y 696 a los que se sugiere comparar
con los artículos 674, 675, 677 y 678 respectivamente. De la lectura se desprende
que tratan supuestos similares.
Corresponde también advertir que las obligaciones solidarias pueden tener presta-
ciones divisibles como indivisibles, aunque su cumplimiento será siempre por el
todo aún en los casos en que la prestación por su naturaleza pudiera fraccionarse.
con las denominaciones "de solidaridad perfecta" para las primeras y "de soli-
daridad imperfecta para las segundas".
Por tratarse de obligaciones solidarias, en ambos se responderá por el todo,
pero en las correales o perfectas los codeudores se representaban recíproca-
mente mientras que en las in solidum o imperfectas no tenía lugar esta repre-
sentación. Además, en las correales o perfectas se producían los efectos prin-
cipales y los secundarios que ya se desarrollarán, mientras que en las in soli-
dum se daban solamente los efectos principales.
De Gáspari admite esta distinción y encuentra un ejemplo de solidaridad imper-
fecta en el art. 1082 que trata sobre la responsabilidad civil emergente de los
delitos que dice: "Indemnizando uno de ellos todo el daño, no tendrá derecho
para demandar a los otros, las partes que les correspondieren". En otras pala-
bras, la diferencia está dada en que, en la solidaridad perfecta, quien paga
puede reclamar al co-obligado la parte que corresponda en ejercicio de la ac-
ción recursoria, mientras que en este caso quien pagó como co-obligado por un
delito, carece de la acción recursoria.
b.- Otro sector de la doctrina, mayoritario, no admite esta distinción de solidaridad
perfecta e imperfecta, ya que opina, que tal diferenciación no tiene cabida en
nuestro régimen legal. El mismo 701 utiliza solidaridad o in solidum como equi-
valentes. Refutan los argumentos de De Gáspari, basándose en que la caren-
cia de acción recursoria que hace a las relaciones internas del Grupo (en este
caso del grupo deudor) no puede tomarse como el elemento que caracterice
una distinción en materia de solidaridad que se juzga por las relaciones exter-
nas, o sea del grupo acreedor frente al deudor.
Busso y Borda, admitiendo que en nuestro régimen legal hay una sola solida-
ridad y es la perfecta, sin embargo encuentran una clase de deudas en las que
el obligado lo está por el todo aunque no haya solidaridad. Son las obligaciones
"in solidum".
Nótese la diferencia: no se trata de una categoría diferente de solidaridad, sino
que por el contrario no existiendo solidaridad, por imperio de la ley: por el
hecho de ser propietario de la cosa o de tener bajo su dependencia al au-
tor del daño, (arts. 1113, 1122 y 133) la ley le obliga a indemnizar los daños
causados: Son los casos en que existe responsabilidad indirecta, porque res-
ponden por el todo, no por ser autor sino por revestir calidades de dueño de la
cosa o patrón del dependiente.
Concurren, lógicamente con los autores, que son los responsables directos.
Estos casos sí han sido admitidos y sus características son las siguientes, siguien-
do la obra base:
1.- Cada uno de los deudores está obligado por el todo con respecto al acreedor.
2.- Si el deudor que ha pagado es responsable indirecto tiene acción recursoria
contra el responsable directo para reclamarle el total que hubiere desembolsa-
do. En cambio, si el que ha pagado es el responsable directo, carece de acción
recursoria.
3.- La prescripción operada a favor de un deudor o la interrupción de la prescrip-
ción ocurrida en contra de un deudor, no propagan sus efectos con relación a
los demás obligados.
4.- La cosa juzgada en el juicio seguido contra un deudor, no afecta a los demás
responsables. Lo mismo ocurre con la remisión de deudas.
ACTIVIDAD Nº 25
1.- Sintetice las distintas posturas doctrinarias sobre las obligaciones in solidum.
163
Prestación Unica
Lo que no se discute:
Plural 1.- La obligación puede ser pura y simple para uno de los deudo-
res y modal para otra;
Vínculo
UNICO 2.- A pesar de la incapacidad de uno de los sujetos, la obligación
(hay discusión
con pluralidad es válida para los otros;
doctrinaria)
de situaciones 3.- Si hay vicio del consentimiento respecto de uno de los obli-
subjetivas gados, no afecta a los demás;
4.- La cláusula penal, prenda o fianza surte efecto respecto de
quien la otorga; etc..
Fuente Unica
11.6.- PRUEBA
Fuentes
Por contrato
Voluntad
Por testamento
Fuentes
(700) Autores, consejeros, cómplices de un delito civil responde
solidariamente. La Ley 17711 amplía y la establece res-
Ley
pecto de los cuasi-delitos.
(Otros ejemplos: arts. 1661, 935 y 942, 2067 y 1114).
Solidaridad
prescripción por la actividad de uno de los coacreedo-
Activa
res solidarios; la constitución en mora; la cosa juzgada
(varios
producida en el pleito en que ha sido parte uno de los
acreedores) Secundarios
sujetos activos, no difieren sustancialmente en cuanto a
sus consecuencias de lo dicho respecto de la solidari-
dad pasiva, tal como dicen los autores Cazeaux y Trigo
Represas: "mutatis mutandi": expresión latina que signi-
fica "salvando las diferencias".
Este tema no presenta dificultades. Ver los artículos 704 y 705 que contemplan los
supuestos de renuncia absoluta o relativa y por ende, sus consecuencias.
Obligaciones
Indivisibles Solidarias
Exigibilidad
Cualquier acreedor puede exigir y a cualquier deudor puede serle
de la prestación
exigida la totalidad de la prestación.
ACTIVIDAD Nº 26
1.- Analice los artículos 704 y 705 y explique el tema de la cesación de la solidari-
dad.
2.- ¿Qué características tienen las obligaciones disyuntivas?
168
ANÁLISIS DE CASOS
Daniel López se obliga a entregar un T.V. color marca Philips de 24" a favor de Lu-
cas Guzmán y Diego Molina el 30/09/91.
CONDICIÓN
En el ámbito del derecho de las obligaciones, esta palabra tiene un sentido estricto,
propio:
Requisitos
Acontecimiento Futuro: el hecho, que puede llamarse "hecho condicionante" debe
acontecer con posterioridad al nacimiento del acto jurídico. No puede por tanto tra-
tarse de un hecho pasado ni presente. Esta característica está unida a la segunda
sobre la incertidumbre: nada pasado ni presente es incierto; sólo el futuro lo es.
Acontecimiento Incierto: o sea que puede o no ocurrir. A diferencia del plazo in-
cierto que se sabe que sucederá con certidumbre aunque no se pueda determinar
el momento en que sucederá. Justamente el plazo es un hecho futuro y cierto,
mientras que la condición es un hecho futuro e incierto.
170
Semejanzas Diferencias
En ambas existe
Existe incertidumbre sobre la eficacia de la obli-
Incertidumbre
Condición gación. En la suspensiva: no se sabe si el
acreedor tendrá derecho a exigir cumplimiento;
en la resolutoria: si el acreedor deberá restituir
la prestación.
Clases de condiciones
Suspensivas y resolutorias
Se desarrollan en el siguiente cuadro por ser las que presentan dificultades. Las
otras clasificaciones son de fácil comprensión.
OBLIGACIONES CONDICIONALES
Suspensivas: Libro II - tít. V - Cap. II Resolutorias: Libro II - Tít. V - Cap. III.
Art. 545: Son las que deben existir o no deben existir según que un acontecimiento futuro e incierto suceda o no. Art. 553: son aquellas en las que las partes subordinan a un hecho futuro e incierto
CODIGO
Ejemplo: Te donaré mi biblioteca si te recibes de abogado. la resolución de un derecho adquirido. Ejemplo: Te donaré la biblioteca, pero si no te
recibes de abogado, tendrás que devolverla.
Se paraliza la efectividad del vínculo obligatorio, hasta que se cumpla la condición. Cumplida, la obligación adquiere Los efectos se cumplen inmediatamente pero: a) si la condición no se cumple: los
CONSE- eficacia. efectos se consolidan; b) si la condición se cumple: la obligación se resuelve.
CUENCIA
Hecho condicionante cumplido = MUERTE (extinción).
Hecho condicionante cumplido = VIDA. ENTRE PARTES: ex tunc = principio de retroactividad.
ENTRE PARTES: ex tunc = principio de retroactividad. Cumplido el hecho condicionante, el acto jurídico se considera extinguido el día de su
Cumplido el echo condicionante, lo efectos se consideran producidos desde la celebración del acto como si el mismo fuera celebración, como si nunca hubiera existido.
puro y simple.
Pendientes Doctrina Ex- Fracasada Cumplida Pendiente Fracasada Cumplida
tranjera: La obligación es 548: La obligación es considerada como si 543: La obligación adquiere plena eficacia y La obligación es ple- Art. 554. El de- Art. 555: Ante el cumplimiento la obliga-
una simple esperanza. nunca se hubiera formado. sus efectos se proyectan retroactivamente al namente eficaz:el recho queda ción pierde eficacia y deberá restituirse lo
Doctrina Nacional: Es una A.-Si se hubiera entregado la cosa al acree- día de la celebración del acto. acreedor puede exi- irrevocablemen- que se hubiere recibido en virtud de la
obligación en todo el sen- dor. A: Sin culpa: gir la prestación. te adquirido obligación.
E tido del término, sólo que Debe restituirla con: accesorios, aumentos - Pérdida total: La obligación queda disuelta como si nunca A: Sin culpa: 556
F su vínculo jurídico esta so- mejoras nacionales, frutos pendientes. para ambas partes. hubiese habido - Pérdida o deterioro: las partes nada
E metido a una incertidum- - Si al acreedor condicional hubiera realizado - Deterioro: Acreedor puede optar entre diso- condición. podrán demandarse.
C bre. actos de desposición: *Muebles: para terceros lución del contrato o recibir la cosa tal como B: Con culpa: se aplican el 579-581-585
T Por ello: de buena fe el acto es válido. está con disminución de precio. y 587.
O 1) 544: son transmisibles *Inmuebles: procede acción reinvindicatoria B: Con Culpa. Frutos: 557 verificada la condición resolu-
S mortis causa. sea el 3° de buena o mala fe. - Debe el equivalente de la cosa + daños y toria no se deberán los frutos percibidos
2) pueden novarse. - Si el acreedor condicional hubiera realizado perjuicios. en el intermedio.
3) pueden afianzarse con actos de administración; debe respetarse. Frutos: pertenecen al deudor hasta el día de
252
garantías personales y B.- Si la cosa no hubiera sido entregada al la entrega de la cosa.
reales. acreedor: cesa para el deudor la obligación de
4) 546: permite la relación entregarla y para el acreedor exigirla.
de actos conservatorios.
RESPECTOS DE TERCEROS: En obligaciones de dar: Cumplida la condición, puede acontecer que desde la celebración del acto hasta ese momento, el propietario de la cosa haya otorgado a favor de terceros actos
que la afectan.
ANÁLISIS DE CASO
Juan González vende una vaca y un toro Aberdeen Angus a José Cabrera, convi-
niendo expresamente en que el toro deberá alcanzar el peso de 150 kgs. para par-
ticipar en la exposición Rural de ese año. Si no se cumple esto, reciben sólo la vaca
y desisten de la compra del toro.
CARACTERES
El plazo tiene efectos ex-nunc o sea desde el momento en que se cumple, tanto
para el plazo suspensivo en cuyo caso el derecho será exigible, como para el plazo
resolutorio en cuyo caso el derecho dejará de ser exigible.
"dies a quo"
Resolutorio
o Cuando este plazo vence, cesa la exigibilidad de la obli-
Extintivo gación y se extingue ex nunc el derecho: te pagaré
o $ 1000 semanalmente hasta el 2 de marzo de 1993.
Final
"dies ad quem"
174
Cierto e Incierto
Determinado
El plazo incierto puede ser:
Indeterminado
Expreso y Tácito
Perentorio - No perentorio
Para el caso de que nada se dijera, la ley establece en el art. 570: "El plazo pues-
to en las obligaciones se presume establecido para ambas partes, a no ser que,
por el objeto de la obligación o por otras circunstancias, resultare haberse puesto
a favor del deudor o del acreedor. El pago no podrá hacerse antes del plazo sino
de común acuerdo".
EFECTOS
Los efectos hay que distinguirlos antes del vencimiento y después del vencimiento
del plazo.
El acreedor puede ejercer los actos conservatorios del crédito y también transmitir
ese crédito.
CADUCIDAD
Fundamento: Se trata de una sanción que la ley impone al obligado por haber realizado actos en perjuicio del acreedor.
CASOS
Insolvencia Venta Judicial Disminución de la Pacto de las partes Dolo del deudor.
del Deudor de bienes gravados. garantía. 3157/3161
572 y 573. 754
Se trata del deudor hipo- Por acuerdo de volun- No está previsto por
El deudor concursado Se trata de bienes tecario quien realiza actos tades se puede deter- la ley, pero sí por la
civilmente o quebrado hipotecados o pren- de disposición material o minar que el incumpli- juris prudencia. Así
no puede ampararse dados y que han sido jurídica que disminuyen el miento de una de las el tribunal sostuvo
en el beneficio de los subastados judicial- valor del bien hipotecado. obligaciones trae apa- que el término debe
plazos. mente para satisfacer rejada la caducidad del considerarse vencido
otro crédito que grava 3215 plazo concedido y se si el acto al cual se
Fundamento: Como la misma cosa. Se trata del deudor pren- hace exigible la obli- supedita el venci-
se trata de la liquida- dario que entregó en gación íntegramente. miento, no se cum-
ción de todos los Fundamento: Vendi- prenda una cosa ajena y ple por culpa del
bienes del deudor, la do el bien que garan- cuando el acreedor le obligado.
caducidad transforma tiza el crédito, carece intima para que la susti-
en exigibles aquellos de sentido obligar al tuya por otra propia de
créditos cuyo plazo acreedor a que espe- igual valor, no lo hace.
no ha vencido y de re el vencimiento del
esa manera pueden plazo para cobrar. 3258
ser cobrados. Se trata del acreedor
anticresista que abusa
de sus facultades en
perjuicio del inmueble,
debe devolverlo.
177
ANÁLISIS DE CASOS
Diego Molina contrata con su sastre la confección de un smoking para asistir a una
fiesta de gala que organiza la embajada de España con motivo del V Centenario del
Descubrimiento de América. El día antes de la fiesta el sastre se enferma y no pue-
de cumplir con la obligación.
ACTIVIDAD Nº 27
La transmisión del vínculo obligatorio está directamente relacionada con uno de sus
elementos esenciales: los sujetos. Así, siguiendo al Dr. Colmo se puede afirmar
que:
Quiere significar entonces, que tanto el polo positivo del crédito como el polo nega-
tivo de la deuda pueden cambiar de sujeto titular, pero manteniendo idénticos los
otros dos elementos esenciales: el objeto y la causa.
cesión de créditos
(1) Su faz activa
pago con subrogación
El principio a aplicar será el siguiente: en los casos de transmisión sólo cambian los
sujetos (acreedor o deudor) permaneciendo intacta la obligación.
Se toma uno de los casos de transmisión, como la cesión de créditos para hacer la
comparación con la novación subjetiva.
Para entender el gráfico, se debe partir del concepto de cesión de créditos. El art.
1434 dice: "Habrá cesión de créditos cuando una de las partes se obligue a transfe-
180
rir a la otra parte el derecho que le compete contra su deudor, entregándole el título
del crédito si existiese".
Nótese ahora qué diferencia existe con la novación subjetiva que es uno de los me-
dios extintivos de las obligaciones previstos en el art. 724 del Código Civil.
El art. 801 dice: "La novación es la transformación de una obligación en otra". Entre
las clases de novación se distingue:
Delegación
por cambio de deudor
Expromisión
Subjetiva
por cambio de acreedor
Se pondrá el ejemplo con la novación subjetiva por cambio de acreedor del art. 817,
que es el caso más parecido al de la cesión de créditos, en la que se sustituye tam-
bién el acreedor.
181
¿Qué se advierte? que la relación jurídica originaria es reemplazada por otra, tanto
es así que se ha "tachado" porque se extinguió, ya no existe. En su lugar nació otra
que el antiguo deudor contrajo con el nuevo acreedor, permaneciendo idéntico el
objeto y la causa.
En la transmisión
ACTIVIDAD Nº 28
1.- Coloque V (Verdadero) o F (Falso) al lado de cada una de las siguientes afir-
maciones:
Compra-Venta Donación
por contrato
Cesión, etc..
Por actos entre vivos: a título
947 (su eficacia no singular
depende de la muerte) 3263 por disposición de la ley (adjudicación
de bienes en caso de concurso o quiebra).
Nuestro Código Civil (art. 3417) tomó esta idea que la recogió del Código de Napo-
león. Por supuesto que no todos los derechos son transmisibles y la excepción está
consagrada en el art. 498 que define a los derechos personalísimos y concuerda
con el 3417. A manera ilustrativa nótese que mientras nuestro Código consagra la
sucesión en la persona a través de la teoría de la ficción, el Código Alemán consa-
gra un sistema distinto: el de la sucesión en los bienes.
Con el transcurso del tiempo se advirtió que los créditos también eran bienes que
permitían la obtención de recursos económicos, debiendo admitirse la transmisión
de la faz activa de la relación jurídica obligatoria, o sea la transmisión o cesión de
créditos. Se destaca en este período de la historia de Roma la actuación e influen-
cia de los pretores.
Con las limitaciones propias de la época elaboraron dos caminos para la transmisión:
Por estas razones no fue acogida legislativamente hasta la aparición de los Códigos
Modernos. Se elaboró un sistema que resguarda al acreedor de los posibles riesgos
por cambio del sujeto deudor y que consiste en que el acreedor debe prestar su
consentimiento.
Adviértase que se han desarrollado los antecedentes históricos porque van mos-
trando los gérmenes de la cesión, el pago con subrogación y la asunción de de-
udas.
186
ACTIVIDAD Nº 29
Vélez Sársfield ha ubicado a la cesión de créditos en el Libro II, Sección III (De las
obligaciones que nacen de los Contratos, Título IV). Ello ha merecido críticas en el
sentido de que el nombre que le ha colocado (cesión de créditos) es limitativo y no
dice todo lo que puede ser objeto de la cesión. Debió llamarse cesión de dere-
chos. Y además debió incluirse en la teoría general de las obligaciones y no en los
contratos.
¿Quiénes son las partes del contrato de cesión y qué características tiene el mis-
mo? Se explican en el gráfico que sigue:
duzca efectos respecto del deudor cedido y los 3º (art. 1459), pero nada tiene
que ver respecto de las partes.
b.- Formal: porque debe hacerse por escrito, bajo pena de nulidad, cualquiera sea
el valor del derecho cedido y aunque él no conste en instrumento público o pri-
vado (art. 1454). Si no se hiciera por escrito, podría demandarse el otorgamien-
to del instrumento.
c.- Unilateral o bilateral: según que el cesionario asuma o nó alguna obligación
frente al cedente. La cesión puede asumir tres formas: cesión donación, cesión
venta y cesión permuta. La primera, la cesión gratuita es unilateral; las otras
dos son bilaterales: en la cesión venta porque se hace por un precio en dinero
y en la permuta se cede por otro crédito u otro bien.
Art.1444: Puede ser objeto de la cesión todo objeto incorporal, todo derecho y
toda acción sobre una cosa que se encuentre en el comercio...
O sea que quedan comprendidos todos los derechos personales, reales o intelec-
tuales y todas las acciones derivadas de esos derechos.
1446: Los créditos condicionales o eventuales, como los créditos exigibles, los
aleatorios, a plazo, o litigiosos, pueden ser el objeto de la cesión.
1447: Los derechos sobre cosas futuras, como los frutos naturales o civiles de
un inmueble, pueden igualmente ser cedidos con anticipación.
1448: Pueden también cederse los créditos que podrían resultar de convencio-
nes aún no concluidas, como también los que resultaren de convenciones ya
concluidas.
Se vuelve al 1444: "...a menos que la causa no sea contraria a alguna prohibi-
ción expresa o implícita de la ley, o al título mismo del crédito.
De allí se deduce que si bien en principio todo derecho puede ser cedido, la incesi-
bilidad puede tener origen:
14.3.2.- Efectos
Cedente
Se producen entre desde la celebración de la cesión
Cesionario
- El cesionario ocupa el lugar del cedente y adquiere los mismos derechos (3270).
- El deudor cedido puede oponerle al cesionario las mismas defensas y excepcio-
nes que tenía contra el cedente (1469 y 1474).
ACTIVIDAD Nº 30
ANÁLISIS DE CASOS
Una joven menor de edad, antes de finalizar quinto año del colegio, decide casarse
consiguiendo para tal fin el consentimiento de los padres. Ya en su vida matrimo-
nial, para ayudar a su marido con una deuda pendiente, desea ceder los derechos
que le competen sobre el 50% indiviso de un bien que ha heredado de un tío sin
descendencia. Analice el caso teniendo presente las normas sobre capacidad y
objeto de la cesión.
192
UNIDAD XV:
TRANSMISIÓN DE LAS OBLIGACIONES
(CONTINUACIÓN)
El art. 725 dice que pago es "el cumplimiento de la prestación que hace al objeto de
la obligación, ya se trate de una obligación de hacer, ya de una obligación de dar".
Y para completar el panorama resta decir, que cuando el tercero paga puede hacer-
lo con el asentimiento del deudor, en ignorancia del deudor y aún en contra de la
voluntad del deudor. Las consecuencias de cada una de esas situaciones serán
distintas, pero eso se verá oportunamente en el pago. Por el momento con estos
conceptos podrá distinguirse el pago, del pago con subrogación.
SA SD
Relación Jurídica Obligato-
ria en el momento de pago.
O
C
ACTIVIDAD Nº 31
También hay subrogación cuando el deudor paga con dinero del tercero, quien se lo
entregó pero no en carácter de una liberalidad, o sea con dinero tomado prestado.
O
C
Como la regla que se ha sentado es que en estos supuestos de pago por tercero,
hay pago pero no extinción de la obligación, es lógico que el 3ro. SOLVENS
tenga acción para recuperar lo pagado ¿Cuáles son?
1.- Las llamadas acciones personales contra el deudor que encuentran su funda-
mento en la vinculación jurídica existente entre el deudor y el tercero, que podrá
ser de mutuo si el tercero le prestó el dinero (art. 2240). Pero si el deudor le en-
cargó al tercero que pagara, la fuente es el mandato (art. 1946, 1949 y 1953). Si-
tuación diferente acontecería si el tercero pagó ignorándolo el deudor en cuyo
caso, como no hubo acuerdo de voluntades, la fuente es una gestión de nego-
cios (art. 2298). También puede acontecer que el tercero hubiera pagado en con-
tra de la voluntad del deudor, por ello en virtud de la "actio in rem verso" sólo
podrá reclamar que se le devuelva aquello que fue de utilidad para el deudor. Pe-
ro, estas acciones personales tienen una desventaja. Ella se pone de manifiesto
cuando los bienes del deudor son insuficientes para pagar las deudas, ya que
quienes pagaron revisten el carácter de acreedores quirografarios o comunes.
2.- A la par, el ordenamiento jurídico les acuerda la acción subrogatoria en los de-
rechos del acreedor satisfecho y como consecuencia de ello el tercero pagador
ocupa el lugar del antiguo acreedor conservando garantías y privilegios.
En este caso se trata de una subrogación personal, porque una persona ocupa el
lugar de otra. Pero, debe recordarse que también existe subrogación real, en el
caso de que una cosa ocupa el lugar de otra (la indemnización por incumplimiento
sustituye la prestación).
SUBROGACIÓN
Convencional
El acreedor recibe el pago Cuando el deudor paga Por imperio de la ley el tercero que
del tercero y le transmite al acreedor con dinero protagoniza cualquiera de los su-
sus derechos (769). que le prestan. El deu- puestos del 768 queda subrogado
Atención: si bien el acree- dor subroga al que le automáticamente.
dor está obligado a recibir prestó el dinero en los Inc. 1ro.: pago hecho por un a-
el pago de un tercero, no derechos del primitivo creedor a otro que le es preferente.
está obligado a subrogarlo acreedor ya desintere- Inc. 2do.: Pago hecho por quien esta-
en sus derechos contra el sado por el pago (770). ba obligado con otros (co-deudores
deudor (729) por eso la solidarios) o por otros (fianzas).
transmisión debe ser ex- Inc. 3ro.: Pago hecho por tercero no
presa. interesado, con consentimiento del
Nota: A esta clase de deudor o en ignorancia del deudor
subrogación puede recurrir (no prevé contra la voluntad).
el tercero cuando el deu- Inc. 4to.: Pago hecho por el ad-
dor se opone a que pague. quirente de un inmueble hipotecado
Porque es el único su- al acreedor hipotecario.
puesto no contemplado en Inc. 5to.: Heredero que acepta con
la subrogación legal. beneficio de inventario y pa-ga con
su dinero las deudas de la herencia.
Arts. 3927-3932- Ley 17418, art. 80.
Pero no se puede negar que cada una tiene su propia naturaleza, por lo que a con-
tinuación se señalan las diferencias.
197
ACTIVIDAD Nº 32
1.- Elabore un cuadro sinóptico con los efectos de la subrogación.
199
a.- La llamada liberatoria: que como su nombre lo indica liberará al deudor primi-
tivo. Ello puede resultar de un acuerdo entre el primitivo deudor y el nuevo
deudor al que debe prestar conformidad el acreedor, o bien por un acuerdo en-
tre el acreedor y el nuevo deudor en el que liberen al primitivo deudor. Enton-
ces sí se produce la sustitución de un deudor por otro y en ambos casos ha
tomado intervención el acreedor a quien no le es indiferente la persona del
deudor.
b.- La llamada acumulativa: en la que el deudor originario, al no quedar liberado
se une al nuevo deudor, teniendo el acreedor, en consecuencia, dos deudores.
No hay en este supuesto transmisión.
ANÁLISIS DE CASO
Analice el caso:
UNIDAD XVI:
RECONOCIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES
16.1.- DEFINICIÓN
Art. 718: "El reconocimiento de una obligación es una declaración por la cual una
persona reconoce que está sometida a una obligación respecto de otra persona".
Al comenzar el Libro II el propio Codificador en la nota al art. 495 expresa que las
definiciones no son propias de un Código, pero en referencia a este instituto formula
la que se acaba de transcribir. De la sola lectura surge un primer inconveniente: "El
reconocimiento es una declaración por la cual se reconoce...". Se está definiendo
con lo definido y por tanto poco se ha avanzado en el esclarecimiento del tema.
a.- Sistema clásico: en el que el reconocimiento opera como confesión que sirve
de prueba a una obligación anterior e interrumpe la prescripción.
b.- Sistema alemán: en el que el reconocimiento opera como fuente constitutiva de
una nueva obligación.
Ha seguido el primero, por lo tanto frente a cualquier duda que pudiera presentarse
en este sentido, debe recurrirse al sistema en el que fue concebido el reconocimiento.
En todo caso debió ubicarse el tema en la Sección II, relativa a los hechos y actos
jurídicos, pues el reconocimiento viene a constituir un medio de prueba de aquellos
para casos en que se hubiera perdido el instrumento en el que constaban.
Hay autores que sostienen que el reconocimiento en vez de tratarse como un insti-
tuto por separado, podria haber sido distribuido en sus artículos:
a.- Cuando cumple una función probatoria: en la teoría de los hechos y actos jurí-
dicos, y
201
b.- cuando cumplen una función interruptiva de la prescripción: en la Sección III del
Libro IV.
Caracteres
Clases
Expreso Tácito
ACTIVIDAD Nº 33
1.- ¿Qué formas son requeridas en el caso del reconocimiento expreso?
2.- Enumere y desarrolle sintéticamente los requisitos a que está sometido el re-
conocimiento.
3.- Sintetice los dos efectos propios del reconocimiento mediante ejemplos.
203
ANÁLISIS DE CASO
Las obligaciones se parecen a los seres vivos: desde que nacen están irremedia-
blemente condenados a morir, de una manera o de otra.
a.- La liberación del deudor, que recupera parte de esa libre actividad, comprome-
tida en función del acreedor. No se olvide que la prestación es conducta del
deudor.
b.- La satisfacción del interés del acreedor: que fue lo que lo motivó precisamente
a celebrar el acto jurídico en el caso de una obligación contractual, o la expec-
tativa cubierta en el caso de una obligación de fuente extracontractual o legal.
Pero, no todos los medios extintivos representan para el acreedor la misma satis-
facción, pues como se verá hay toda una gama de medios que muestran una varie-
dad que va, desde la satisfacción del interés del acreedor en un 100% (pago), hasta
un 0% (como la imposibilidad de pago).
Pueden sistematizarse de distintas maneras, todas válidas y los autores de las dife-
rentes obras de obligaciones así lo han hecho.
La nota señala la anulación y la prescripción como medios extintivos, pero los auto-
res no los admiten como tales. La anulación no es un medio extintivo, porque sólo
se extingue lo que tiene vida y la anulación supone una obligación inválida. La anu-
lación no libera al deudor de nada, sino que pone de manifiesto justamente que el
deudor no estaba obligado.
(799) En el Código Civil ha sido tratado como un capítulo del pago. Cuando el acree-
dor recibe voluntariamente por pago de la deuda alguna cosa que no sea dinero, en
sustitución de lo que se le debía entregar o del hecho que se le debía prestar.
Este medio sólo es válido para las obligaciones que tienen origen contractual, ya
que al extinguirse la fuente de donde provienen, también perecen las obligaciones
emergentes de la misma.
- Resolución: opera por una disposición legal que pone fin al contrato por una cau-
sa sobreviniente. Se va a extinguir el contrato con efecto retroactivo. Ejemplo:
1198 (teoría de la imprevisión); 1204 (pacto comisorio) y 1202 (seña).
- Rescisión: opera por renuncia de una de las partes, amparada ésta en una dis-
posición legal, ejemplo: 1638 (locación de obra) o en una cláusula contractual
(ejemplo: si se pacta que una de las partes pueda rescindir el contrato cuando
quiera, debiendo notificar fehacientemente a la otra con una anticipación no menor
de x días).
- Distracto: opera cuando las partes de común acuerdo extinguen la obligación
para el futuro. Ejemplo: Art.1200.
VI.- Concursos
ACTIVIDAD Nº 34
1.- Realice una búsqueda en los distintos tratados sobre la materia y elabore por lo
menos dos clasificaciones de los medios extintivos.
2.- Explique cuál es la razón de su elección.
208
PAGO
Se descarta con esta explicación el sentido vulgar de la palabra pago, como cum-
plimiento de una obligación de dar sumas de dinero. En el Código Alemán este
último es el sentido de la palabra pago.
Naturaleza jurídica
Como puede advertirse el acto jurídico requiere voluntad en los sujetos, ya que
según el 944 es el acto voluntario, lícito que tiene por fin aniquilar derechos.
La doctrina mayoritaria afirma que el pago es un acto jurídico en función del art.
944. En referencia a este punto el Dr. Ernesto Wayar define al pago como un acto
jurídico de libertad restringida. Es decir, como un hecho humano, producido con
intención, discernimiento y libertad para realizar el contenido de la obligación. Ya en
la primera parte se dijo que es preferible hablar de "libre actividad" que de libertad.
Cuando la obligación tiene como fuente el contrato, allí el deudor compromete parte
de esa libre actividad. Cuando la obligación nace del acto ilícito o de la ley, parte de
su libre actividad ha quedado comprometida desde la producción del hecho o desde
la vigencia de la norma.
Pero aún entre quienes sostienen que es un acto jurídico, no están de acuerdo si es
un acto unilateral o bilateral.
El Dr. Jorge Llambías sostiene que el pago es un acto jurídico unilateral, que según
el art. 946 es aquel en el que basta una sola voluntad para formarlo. En otras pala-
bras sólo se requiere la voluntad del "solvens" que es el sujeto que paga. Y consi-
209
dera que es así porque el propio Código contempla el pago por consignación en el
art. 756. Se trata de un medio de extinguir la obligación ante la negativa arbitraria
del acreedor a recibir el pago, requiriéndose sólo la voluntad del deudor.
El Dr. Busso, por su parte, considera que es un acto bilateral porque es necesaria la
concurrencia de las dos voluntades: del solvens y del accipiens, que recibe el pago.
No considera al pago por consignación un verdadero pago, utilizando las propias
palabras del codificador en el art. 759. Se trata de un mecanismo que la ley prevé
para que el deudor pueda liberarse de la obligación, a lo que legítimamente tiene
derecho. Justamente el pago por consignación no va a desarrollarse en el ámbito
de la privacidad del acreedor y deudor, sino que su escenario serán los tribunales
de justicia.
ACTIVIDAD Nº 35
1.- Desarrolle brevemente por qué el pago sería un acto debido, teoría sosteni-
da por Carnelutti, diferenciando el negocio jurídico, del acto ilícito.
211
- Sujetos ¿quiénes?
identidad
- Objeto ¿qué y cuánto? Principios de e
integridad
- Lugar ¿dónde? Principio de localización
SUJETOS
¿Quiénes pagan?
Acreedor
Accipiens: aquel que recibe el pago
Representante del
Por de pronto el art. 726 va a disponer que para realizar el pago es necesario ser
capaz de hecho y el art. 738 exigirá para transferir la propiedad de la cosa, tener
capacidad de enajenarla.
Los que sostienen que el pago es un acto jurídico, insistirán en que hay supuestos
en los que se aprecia la falta de capacidad en el sujeto que paga y así se citan los
casos en que el incapaz entregó una cosa de mejor calidad que la que debía o que
pagó antes de lo debido, etc.. A esto responderán quienes sostienen que es un
212
hecho, que esos casos encuentran solución jurídica, no por la incapacidad del suje-
to sino porque hubo pago por error o pago sin causa.
Importante es señalar también que el sujeto que paga no debe comportarse de ma-
nera que perjudique a otros acreedores, porque si de su pago a un acreedor resul-
tara daños a otros, por imperio del art. 737, ese pago es de ningún valor. Tal sería
el caso de un deudor que pagara a un acreedor cuyo crédito no es exigible y ese
pago provocara la insolvencia del deudor y no pudiera afrontar deudas ya vencidas.
¿Cómo se resuelve una situación así? Ese pago será ineficaz respecto de los
acreedores que han sufrido el perjuicio, los que a través de la acción revocatoria
podrían llegar hasta los bienes con los que se ha pagado fraudulentamente.
Igualmente el solvens deberá verificar antes de pagar que el crédito que va a can-
celar se encuentre libre de gravámenes, o sea disponible por parte del acreedor. Es
decir, que no haya sido embargado o prendado, pues si ello hubiese ocurrido reca-
erá la sanción prevista en el 736, para el caso de que le pagara al acreedor el crédi-
to del que ya no dispone.
Finalmente cuando se va a cumplir con una obligación de dar cosas ciertas, es in-
dispensable para transferir la propiedad, ser dueño de la cosa. Así lo dispone el art.
738 que es una explicación del art. 3270: "nadie puede transmitir a otro sobre un
objeto, un derecho mejor o más extenso que el que gozaba".
213
ACTIVIDAD Nº 36
1.- Explique ¿qué pasa cuando se paga co cosa que no pertenece al que paga?
Distinga:
Debe distinguirse:
No interesados
Quien no sufre perjuicio alguno si no paga la deuda.
727-728 y 729
En principio el acreedor está obligado a aceptar el pago hecho por un tercero (729),
pero a lo que no está obligado es a subrogarlo. Este punto ya fue oportunamente
explicitado.
Ahora bien, ¿por qué se hace la distinción entre tercero interesado y no interesado?
Porque en el caso de que acreedor y deudor de manera conjunta se opusiesen a
que el pago lo realice un tercero, sólo podrá hacerlo si es interesado.
OBJETO
742
740 “la misma cosa” 744
Identidad Integridad
741 “la ejecución debida” 776
777
Principio Principio
La conducta cumplida debe adecuarse exac- No tiene por qué recibir el acreedor pagos
tamente a la debida. parciales o sin los accesorios.
Excepciones Excepciones
al formarse
¿Cuándo? o
en un momento posterior
en forma expresa
¿Cómo? o
en forma tácita
747
(2) En el domicilio del deudor al tiempo de cumplimiento de la obligación. Si se
muda de domicilio, el acreedor puede elegir entre el viejo y el nuevo (748)
752: 3 Obligaciones a mejor fortuna: o sea cuando tuviese medios para pagar o
cuando pudiese, los jueces fijan el tiempo de cumplimiento de la obligación, a pedi-
do de parte.
217
ACTIVIDAD Nº 37
1.- ¿Qué criterios se han sostenido por la doctrina en relación a los medios de
prueba del pago? ¿Qué vinculación existe entre la prueba del pago y su natura-
leza jurídica?
2.- Describa ¿qué elementos necesariamente deben constar en un recibo para ser
considerado constancia de pago?
218
ANÁLISIS DE CASO
Manuel Arias, deudor de Joaquín González por la suma de $ 10.000 como conse-
cuencia de un contrato de mutuo, no puede hacer frente a su obligación el día de su
vencimiento. Juan Guzmán decide pagar la deuda de Arias, de quien se haya dis-
tanciado por antiguos problemas económicos que lo llevaron a la disolución de una
sociedad que había formado oportunamente para la explotación agropecuaria. Ma-
nuel Arias se opone al pago por parte de Juan Guzmán, pero no consigue nadie
que afronte su deuda.
1.- ¿Debe Joaquín González recibir el pago de Joaquín Guzmán? Sí, ¿por qué?
No, ¿por qué?
2.- ¿Puede Manuel Arias oponerse? ¿Qué valor tiene su oposición?
3.- Enuncie los preceptos legales que rigen el caso.
4.- ¿En qué situación se encontraría Juan Guzmán si se le recibiera el pago?
219
Aclarado que el pago por consignación se tramita mediante una demanda que inicia
el deudor en contra del acreedor, se deduce que deberán cumplirse los pasos pro-
cesales pertinentes y que terminará:
Resulta limitativa esta definición; pues parecería que sólo pueden pagarse por este
medio las obligaciones de dar sumas de dinero, cuando en realidad es viable en las
obligaciones de dar cosas ciertas, de dar cosas indeterminadas cuya elección com-
pete al acreedor y en algunas obligaciones de hacer (cuando la prestación se inde-
pendiza de la conducta del deudor, objetivándose en una cosa material -confección
de un traje, preparación de una torta, pintura de un cuadro-) y le serán aplicables
las reglas sobre consignación de cosas ciertas.
220
ACTIVIDAD Nº 38
1.- Analice el artículo 757 que enumera de manera ejemplificativa algunos su-
puestos de pago por consignación.
221
¿Qué requisitos son indispensables a ser tenidos en cuenta para que prospere la
demanda de consignación? Porque debe tenerse en cuenta que si la misma es re-
chazada, cargará el deudor con las costas del juicio. De una manera esquemática
pueden presentarse los requisitos de la siguiente manera:
ACTIVIDAD Nº 39
1.- Explique sintéticamente cómo es el procedimiento de consignación en las
distintas clases de obligaciones previstas en el Código.
223
ANÁLISIS DE CASO
La Sra. María M. de López es inquilina del Sr. José Zapata. No han instrumentado
por escrito la locación, pero desde julio de 1991 la han convenido en la suma de
$ 300 mensuales. En abril de 1993, intempestivamente; el Sr. Zapata le comunica
que debe pagar $ 560 mensuales. La Sra. de López no dispone de esa suma. Inten-
ta pagarle $ 300 a su locador y éste no le recibe el pago. La inquilina, afligida, recu-
rre al estudio de su abogado para consultarle qué actitud tomar.
Del concepto proporcionado por el Codificador, surge que están en juego dos obli-
gaciones: una que se cambia o renueva por otra, recibiendo la primera el nombre
de "obligación anterior, primitiva o primigenia" y la segunda el nombre de "nueva" y
entre ellas difiere alguno de los elementos esenciales: los sujetos, el objeto o la
causa. Porque la única forma de que algo se "transforme" es mediante un cambio,
cambio que como se dijo puede recaer en los elementos que la configuran.
Por lo tanto debe tenerse presente que la novación reviste dos funciones:
Acreedor NOVACION
- Los sujetos
OBJETIVA
Deudor Expromisión Delegación
- El objeto
NOVACION
SUBJETIVA
- La causa
Clases de NOVACION
ELEMENTOS
- 805. Sólo pueden hacer novación los que pueden pagar y los que tienen
capacidad para contratar.
O sea que le es aplicable el art. 1160 que trata sobre la capacidad para
Capacidad
contratar.
- 806: Si la novación se llevara a cabo mediante un representante, éste
debe tener poder especial.
Acreedor
Acontece cuando se cambia Deudor
Ambos
817: Habrá novación por sustitución del acreedor en el único caso de haberse
hecho con consentimiento del deudor el contrato entre el acreedor precedente y el
que lo sustituye. Si el contrato fuese hecho sin consentimiento del deudor, no habrá
novación, sino cesión de derechos".
226
815: "Puede hacerse la novación por otro deudor que sustituya al primero, ignorán-
dolo éste, si el acreedor declara expresamente que desobliga al deudor pecedente,
y siempre que el segundo deudor no adquiera subrogación legal en el crédito".
En consecuencia:
Ahora bien, el art. 815 exige algo más: "Y siempre que el segundo deudor no ad-
quiera subrogación legal en el crédito".
Merece este párrafo una explicación: ¿Cuándo opera la subrogación, que significa
sustitución de una persona por otra? Cuando alguien paga por otro y entonces lógi-
camente ocupa su lugar. Pero en el caso de la expromisión, la obligación anterior
no se extingue por pago, porque nadie paga, sino porque el acreedor lo libera al
deudor, obviamente por su propia voluntad. En ese momento se extingue la obliga-
ción anterior y en virtud del convenio celebrado con el 3ro. nace la obligación nue-
va, diferente de la anterior en que ha cambiado la persona del deudor.
Podría preguntarse ¿qué pasa cuando este 3ro. paga la deuda al acreedor y no lo
hace con el deseo de realizar un acto de liberalidad, sino que quiere recuperar lo
que pagó? En opinión de los autores de la obra base que se sigue, al haberse ex-
tinguido la obligación anterior, sólo nace en cabeza del 3ro. expromitente contra el
deudor primitivo, una acción de reintegro por el "empleo útil" (2306 y 2309).
Delegación: El propio deudor ofrece al acreedor ser sustituido por otro, pero para
que sea novatoria el acreedor debe declarar expresamente su voluntad de exonerar
al deudor primitivo. Es la denominada "delegación perfecta". Por el contrario en la
delegación imperfecta, al no desobligarse al deudor primitivo, el acreedor tiene en-
frente de sí a dos deudores.
814: "La delegación por la que un deudor da a otro que se obliga hacia el acreedor,
no produce novación si el acreedor no ha declarado expresamente su voluntad de
exonerar al deudor primitivo.
228
En consecuencia:
NOVACIÓN OBJETIVA
Ocurre por:
ACTIVIDAD Nº 40
EFECTOS
803: Se va a extinguir la obligación primitiva con sus accesorios (o sea las garant-
ías - los privilegios), salvo que contemporáneamente a la novación se estipule que
no se extingan y esos accesorios pasen a la obligación nueva.
ANÁLISIS DE CASO
Guillermo Martearena y Javier López han contraído una obligación de dar sumas de
dinero por $ 100.000.
Su acreedor, Diego Luna, oportunamente les puso como condición para el présta-
mo que un tercero lo garantizara con hipoteca. Cerca del vencimiento del término,
convienen novar la obligación, sustituyendo la prestación por maquinarias agrícolas.
El acreedor insiste en mantener la garantía para la nueva obligación.
DACIÓN EN PAGO
Pero como bien se ha expresado, "no está obligado", lo que significa que si el
acreedor voluntariamente recibe una prestación diferente, es perfectamente válido.
¿Por qué? Por el principio de la autonomía de la voluntad.
779: "El pago queda hecho, cuando el acreedor recibe voluntariamente por el pago
de la deuda, alguna cosa que no sea dinero en sustitución de lo que se le debía
entregar, o del hecho que se le debía prestar".
Aparece en este artículo una reserva: lo único que no puede recibir el acreedor en
cuenta de la prestación es dinero. ¿Qué habrá querido significar Vélez Sarsfield?
Razonando: si la prestación debida no se cumple y en cuenta de ella se entrega
una suma de dinero. ¿No se parece a una liquidación de mutuo acuerdo de los da-
ños y perjuicios que el incumplimiento acarrea? O sea que, si se permitiese la en-
trega de una suma de dinero en cuenta de la prestación, se confundiría la dación en
pago con la indemnización y no se sabría cuándo estaríamos en el supuesto del
artículo 503 inc. 3º, y cuándo en el supuesto del 779.
Restaría una explicación más, con lo que hasta esta altura del programa se ha vis-
to, surgiría el interrogante de cómo distinguir la dación en pago de la novación obje-
tiva por cambio de objeto. Mientras en la novación se sustituye una obligación por
otra, en la dación sólo se sustituye el objeto y sin que se cree ninguna obligación
nueva al extinguir la que existe.
233
ACTIVIDAD Nº 41
1.- ¿Por qué puede afirmarse que, a pesar de haberse ubicado metodológicamen-
te a la dación en pago como un capítulo del pago, Vélez no lo concibió así?
2.- Analice la pregunta teniendo en cuenta que, operada la evicción de la cosa
dada en pago, no surten los efectos señalados como propios del pago, sino
otros diferentes. ¿Cuáles son?
234
UNIDAD XX:
(continuación) MEDIOS DE EXTINCIÓN
DE LAS OBLIGACIONES
La palabra "transacción" en el sentido vulgar, trae inmediatamente a nuestra mente
la idea de acuerdo. Idea que no hay que desechar, sino por el contrario precisarla
desde un punto de vista jurídico.
Las partes de común acuerdo deben hacerse concesiones recíprocas, vale decir,
renuncias recíprocas sobre sus pretensiones.
Un ejemplo sirve para ilustrar lo que hasta aquí se ha dicho: si como consecuencia
de un accidente de tránsito, del que sólo ha resultado con daños uno de los auto-
móviles, su propietario le reclama al dueño del otro auto la suma de $500 en con-
cepto de indemnización y este último ofrece pagar la suma de $ 300 y se acepta
finalmente $ 400; técnicamente se ha producido una transacción. Cada uno de los
sujetos de la relación obligatoria ha renunciado a una parte de su reclamo. En el
ejemplo se ha tratado de un derecho dudoso, porque no se ha llegado a la instancia
judicial.
En prieta síntesis con esta introducción se han dado sus elementos. No obstante
sería conveniente que a modo de Actividad Práctica se explicitaran aún más, de
acuerdo al siguiente esquema.
235
Elementos
De hecho Absolutos
litigiosas
Obligaciones ó
dudosas
La transacción ha sido ubicada como uno de los medios extintivos de las obligacio-
nes. Vélez Sarsfield ha seguido a Freitas.
NATURALEZA JURÍDICA
Se trata de un acto jurídico bilateral (arts. 944 y 946), que tiene como fin extinguir
obligaciones.
Hay quienes han sostenido que se trata de un contrato. En apoyo de esta posición
se señala el art. 833 que prescribe aplicables a las transacciones todas las disposi-
ciones sobre los contratos, respecto a la capacidad de contratar, al objeto, modo,
forma, prueba y nulidad de los contratos, con las excepciones y modificaciones con-
tenidas en este título.
Pero debe aclararse que prefiere reservarse el término contrato al acto jurídico que
crea y no al que extingue obligaciones.
236
De todas maneras, debe pensarse que nuestro codificador, al seguir a Freitas, in-
cluyó la transacción como un medio extintivo en el art.832 y todavía se encontraba
a muchos artículos de la Sección Tercera: "De las obligaciones que nacen de los
Contratos", Título I: "De los Contratos en General" que empieza con el art. 1137.
Por ello, presumible la existencia del art. 833 que remite en todo lo que no esté ex-
presamente modificado en el título, a la sección De los Contratos.
CARACTERES
Continúa el art. 835: ..."no reglan sino las diferencias respecto de las cuales los
contratantes han tenido en realidad intención de transigir, sea que esta intención
resulte explícitamente de los términos de que se han servido, sea que se reconozca
como una consecuencia necesaria de lo que se halle expreso". O sea que, la tran-
sacción sólo recae sobre los derechos que en ella se consignen y no en otras que
por analogías o extensión pudieran aplicarse.
Ahora bien, debe distinguirse otro supuesto particular cuando a raíz de una tran-
sacción una de las partes transfiere la propiedad de una cosa suya a la otra parte.
O sea que, además de las renuncias recíprocas existe una transferencia. En caso
de que quien recibe la cosa fuera vencido en un juicio, como hubo transmisión, el
que la enajenó es responsable por la garantía de evicción. Consecuentemente el
art. 855 dispone: "La parte que hubiese transferido a la otra alguna cosa como suya
en la transacción, si el poseedor de ella fuese vencido en juicio, está sujeta a la
indemnización de pérdidas e intereses, pero la evicción sucedida no hará revivir la
obligación extinguida en virtud de la transacción".
- Versa sobre derechos Es formal y solemne 834: "...no Su prueba se confunde con su
litigiosos. se podrá hacer válidamente sino forma exigida por la ley.
- Se produce en juicio. presentándo la al juez de la cau-
Judicial sa, firmada por los interesados..."
(Interpretación Corte Suprema:
es igualmente válida por instru-
mento público).
- Versa sobre derechos Es no formal 837: "...no está suje- Se rige por las normas sobre
dudosos. ta a la observancia de formalida- prueba de los contratos (1190 y
- Se realiza en el ámbi- des extrínsecas". Principio: liber- siguientes).
Extrajudicial
to de privacidad de las tad de las formas (974).
partes. En general instrumento privado
sin forma especial.
Principio: 849: ... transigir sobre toda clase de derechos, cualquiera que sea su
especie y naturaleza y aunque estuviesen subordinados a una condición...
O sea que la transacción puede versar sobre los derechos patrimoniales, sean per-
sonales, reales o intelectuales.
Excepciones: 844: "Las cosas que están fuera del comercio, y los derechos que no
son susceptibles de ser materia de una convención, no pueden ser objeto de las
transacciones".
El Código realiza una enumeración: léanse los artículos 842 - 843 - 845 - 847 - 848.
238
ACTIVIDAD Nº 42
1.- Los efectos de la transacción están íntimamente vinculados a los caracteres.
Explique por qué y cuáles son.
2.- Sobre la nulidad de las transacciones explique brevemente los artículos 857
(relativo a vicios de la voluntad), 858 (ejecución de un acto de nulidad absolu-
ta); 860 (juicio con sentencia firme); 861 (errores aritméticos).
239
ANÁLISIS DE CASO
Dos hermanas, María Elena y Ana Inés, con motivo del juicio sucesorio de sus pa-
dres, transigen sobre la porción hereditaria en relación a bienes inmuebles situados
en Buenos Aires. En dicha transacción se explicita que a María Elena le correspon-
de el tercio que a Ana Inés, a quien le correspondió el 90 %. En otra cláusula se
señala que la porción indivisa de María Elena es de un 45 %. El abogado de Ana
Inés plantea la nulidad de la transacción.
Por tanto, Vélez Sarsfield en el Título XXI: "De la renuncia de los derechos del
acreedor", entre los artículos 868 y 875, trata sobre la renuncia de cualquier dere-
cho, ya que consagra principios aplicables a cualquier renuncia.
En el Título XXII: "De la remisión de la deuda", entre los artículos 876 y 887, trata
del medio de extinguir los derechos personales.
a.- Quienes consideran que es bilateral, de acuerdo al art. 946, requieren para su
formación el consentimiento unánime de dos partes: de quien renuncia y del
beneficiario de la renuncia. Apoyan su argumentación en dos preceptos norma-
tivos: los artículos 875 y 868. El primero de ellos dispone que: "La renuncia
puede ser retractada mientras que no hubiere sido aceptada por la persona a
cuyo favor se hace...". El 868 dispone: ..."Hecha y aceptada la renuncia, la
obligación queda extinguida".
En ambos artículos los sostenedores de esta posición encuentran el consenti-
miento de las dos partes: renunciante y beneficiario de la renuncia.
b.- Quienes consideran que la renuncia es un acto jurídico unilateral, requieren
para su formación la voluntad de una sola persona: la del que renuncia. Esta
postura, que es la mayoritaria, desvirtúa los argumentos de la posición anterior,
explicando que la renuncia produce sus efectos aún desde antes de ser acep-
tada. Por ello la aceptación no es requisito para su existencia. En todo caso, la
aceptación lo único que provoca es la irrevocabilidad de la renuncia.
CARACTERES
1.- Es un acto jurídico unilateral.
2.- Es meramente abdicativo y no traslativo de derechos: se trata de un medio
extintivo que no transfiere derechos. En ello se diferencia de la donación, que
por ser un contrato, es un acto jurídico bilateral que necesita de la aceptación
del donatario para que tenga efectos y que tiene como finalidad transferir la
propiedad de una cosa a otra persona gratuitamente. (Ver art. 1789 y 1792).
3.- No formal: 873 la renuncia no está sujeta a ninguna forma exterior. Rige por
tanto el principio de la libertad de las formas del 974.
241
OBJETO
a.- Pueden renunciarse todos los derechos establecidos en interés particular del
renunciante.
b.- No pueden renunciarse los derechos establecidos en mira al orden público.
Ahora bien, para explicitar mejor la regla precedente, podrá decirse que:
EFECTOS
REMISIÓN DE DEUDA
La remisión de deuda constituye una especie de renuncia y por ello le son aplica-
bles los artículos de la renuncia de conformidad al art. 876.
De esta remisión que hace el artículo 876 a los artículos 868 a 871, el único que
plantea inconvenientes de aplicación es el 869 que prevé la posibilidad de que la
renuncia pueda ser onerosa o gratuita.
FORMAS
ACTIVIDAD Nº 43
1.- Explique las condiciones para que se tenga por operada la remisión tácita por
engrega del documento
244
ANÁLISIS DE CASO
Guillermo Abadía posee el documento original en que consta la deuda que tenía
con Diego Pérez, quien alega haber remitido dicha deuda.
Guillermo Abadía, por el contrario, aduce que lo tiene en su poder porque lo ha pa-
gado. Los acreedores de Guillermo Abadía intentan la revocación del acto a través
de la acción pauliana o de fraude del 967.
Vélez Sarsfield ha ubicado a la prescripción en el Libro IV, Sección III: "De la adqui-
sición y pérdida de los derechos reales y personales por el transcurso del tiempo".
En su título I trata: "De la prescripción de las cosas y de las acciones en general". El
art. 3947 nos da un concepto:
La prescripción es:
SUJETOS
En materia de prescripción, debe hacerse notar que el art. 3951 considera por igual
a los particulares, como personas jurídicas de existencia física, a las personas jurí-
dicas o de existencia ideal y al estado.
El art. 3951 dice: "El Estado General o provincial y todas las personas jurídicas,
están sometidas a las mismas prescripciones que los particulares, en cuanto a sus
bienes o derechos susceptibles de ser propiedad privada, y puede igualmente opo-
ner la prescripción".
OBJETO
Más allá de las diferentes posiciones, que deben conocerse, corresponde dejar en
claro que:
Queda el derecho creditorio privado de acción. En otras palabras ese derecho cre-
ditorio carece de los efectos que señala el art. 505 en sus tres incisos, que permiten
el cumplimiento coactivo. Al quedar reducida a obligación natural, sólo podrá ser
cumplida voluntariamente por el deudor y el 515 le autoriza al acreedor a retener lo
que el deudor le entregó en pago.
ACCIONES PRESCRIPTIBLES
Principio General: 4019: "Todas las acciones son prescriptibles..." En materia de
obligaciones es ese el principio que rige. El propio artículo enumera qué acciones
no prescriben en los seis incisos que le siguen. Dichas acciones imprescriptibles
corresponden a los Derechos Reales, a Familia y Sucesiones, por lo que se remite
a su lectura simplemente.
COMIENZO DE LA PRESCRIPCIÓN
O sea que la prescripción comienza a contarse desde que el crédito (que es el de-
recho) puede ser exigido.
247
Prescripción
Causales
que alteran
Suspensión Interrupción
el Curso de la
Prescripción
Clases
De 10 años
4023: Toda acción personal por crédito exigible que no tenga plazo
menor.
4025: La acción entre tutor y pupilo respecto de la administración de la
tutela.
- Jurisprudencia aplica este plazo a: cumplimiento, resolución y resci-
Ordinarias
sión de contratos, indemnización de daños y perjuicios por incumpli-
miento contractual, repetición de pagos realizados sin causa, deudas
con garantía hipotecaria; mandatarios por reembolso de anticipos
efectuados de su peculio para el cumplimiento del mandato; enrique-
cimiento sin causa; cumplimento de sentencia firme, cobro de la me-
dianería, etc..
De 5 años
De 2 años
De 1 Año
De 6 meses
CADUCIDAD
Cazeaux y Trigo Represas, que es la obra que sigue el programa, prefiere hablar de
"plazos de caducidad o preclusivo" que sería aquel en el cual debe cumplirse el
acto que la ley prescribe, para que quede consolidado el derecho que hasta ese
momento no fue más que una expectativa.
Sin embargo una tendencia mayoritaria opina de una manera diferente. El tiempo
influye en las relaciones jurídicas de dos maneras diferentes.
a.- La inactividad del acreedor por el tiempo previsto en la ley (prescripción) afecta
a la acción que acompaña al derecho, pero no afecta al derecho que subsiste
como obligación natural.
b.- La inactividad del titular del derecho durante el tiempo previsto en la ley (cadu-
cidad) extingue el derecho y por tanto no subsiste como obligación natural.
ACTIVIDAD Nº 44
1.- Confeccione un cuadro en los que consigne de mayor a menor los plazos de
caducidad en el Código Civil.
252
ANÁLISIS DE CASO
María José Iriarte es atendida por el abogado Marcos Funes en el juicio de reivindi-
cación de un inmueble sito en Capital Federal, el que se iniciará el 01/10/80. Recién
comenzado el pleito, las gestiones se fueron cumpliendo ágilmente. De pronto,
desde 1987 no recibe noticias sobre el estado del juicio. Conoce por terceros que la
última presentación realizada por el Dr. Funes data del 1ero. de febrero de 1988. El
10 de abril de 1993 es notificada de una demanda por cobro de honorarios inter-
puesta el 1ero. de marzo del mismo año. La Sra. Iriarte acude a su consejo profe-
sional. Resuelva este caso:
UNIDAD XXIII:
EXTINCIÓN GLOBAL DE LAS OBLIGACIONES
LEY 24522/95
¿Qué particularidad tienen estos medios extintivos respecto de los otros que se han
estudiado hasta este punto del programa? Que mientras los medios extintivos pre-
vistos en el Código Civil son aplicables a obligaciones individuales y su extinción se
produce en el ámbito de privacidad de las partes; en estos casos se trata de extin-
ciones globales de obligaciones.
CONCURSO PREVENTIVO
Sería también válido agrupar dentro de una categoría como los privilegiados a dife-
rentes categorías y clases de privilegios, por ej.: una clase de acreedores privilegia-
dos especiales laborales; otra clase de acreedores privilegiados generales fiscales;
otra clase de acreedores con derechos reales de garantía sobre ciertos bienes del
concursado, etc..
Otras limitaciones:
Puede haber concurso preventivo sin propuesta de acuerdo para acreedores privi-
legiados. La única propuesta imperativamente ineludible es la dirigida a los acree-
dores quirografarios. Por ello, es válido el concurso en el cual el deudor ofrece y
concierta acuerdo preventivo sólo con sus acreedores quirografarios. En este último
supuesto, ¿cuándo cobran los acreedores privilegiados?
El acuerdo del deudor con sus acreedores, o con las diversas clases a las cuales
hubiera formulado propuestas, no se logra en un acto deliberativo único al estilo de
la antigua junta de acreedores establecida en las anteriores leyes concursales ar-
gentinas. La aprobación de la propuesta debe gestionarla el concursado -
extrajudicialmente- ante cada uno de quienes tienen poder de decisión sobre la
misma (los acreedores involucrados).
255
1.- Abrir por cinco días el registro de postulantes a ofrecer acuerdo a los acreedo-
res de la concursada;
2.- fijar el valor patrimonial de la empresa, según registros contables y tomando en
cuenta el informe general del síndico y las observaciones al mismo;
3.- designar la institución o experto que determinará el valor presente de los crédi-
tos (y fijación de un plazo al efecto) y
4.- fijar fecha de audiencia informativa, cinco días hábiles judiciales anteriores al
vencimiento del período durante el cual los terceros pueden o deben lograr la
conformidad (de los acreedores de la concursada) a su propuesta de acuerdo.
Si hubiera por lo menos un postulante a oferente (ya que en ausencia de inte-
resados se declara la quiebra), se abre el período para que el o los terceros lo-
gren la conformidad. Este período dura en total y como máximo, cincuenta días
hábiles judiciales.
Ahora bien, cualquier persona física o jurídica puede celebrar acuerdo preconcursal
simple o no homologable), sólo puede ser celebrado por personas (físicas o jurídi-
cas, comerciantes o no comerciantes) que llevaren alguna clase de registración
contable que hiciera posible dictamen o certificación de contador sobre sus activos
y pasivos.
256
QUIEBRA
Avenimiento
El avenimiento aprobado por el juez concluye la quiebra, sin que ésta pueda re-
abrirse ulteriormente. Si a raíz del avenimiento se pactaron prestaciones luego in-
cumplidas, sus acreedores pueden pedir una nueva quiebra directa, pero no reabrir
la que dio lugar a esos acuerdos insatisfechos.
En esta unidad, bajo el título de fuentes de las obligaciones, se desarrollan las fuen-
tes primordiales, a excepción del contrato que se estudia con detenimiento en Civil
III. Por una parte entonces, se encuentran las fuentes nominadas como el contrato,
la declaración unilateral de voluntad, los hechos ilícitos, el abuso del derecho y por
otra parte las innominadas, que por carecer de un nombre específico, se afirma que
la obligación nace ex-lege. Hecha esa aclaración, se verá brevemente una guía
para comprender más rápidamente la obra de los Dres. Cazeau y Trigo Represas,
que han realizado un tratamiento exhaustivo y detallado.
Cuando se dice doctrina moderna se hace referencia a la segunda mitad del siglo
pasado para citar al alemán Johannes Emil Kuntze, quien en 1857, en el prólogo a
una de sus obras sobre títulos al portador, los ubicó dentro de la declaración unila-
teral de voluntad, al afirmar que esas obligaciones no encontraban su fuente en el
contrato, sino en el negocio jurídico unilateral. Otro jurista alemán Heinrich Siegel
sistematizó en 1873 esta teoría en la obra denominada: "La promesa como fuente
de obligaciones". El jurista que en Francia compartió este pensamiento fue René
Worn.
Como se advierte de inmediato, la figura del contrato resulta insuficiente para abar-
car todos los supuestos de obligaciones de origen voluntario.
Elementos
Dado que esta figura se asimila mucho a la del contrato, sus elementos son:
ACTIVIDAD Nº 45
1.- ¿Está consagrada en nuestro Código Civil la declaración unilateral de voluntad
como fuente autónoma de las obligaciones?
2.- ¿Qué aplicaciones de dicha fuente encuentra en el Código Civil y el de Comer-
cio?
260
¿Qué va a disponer la ley en estos casos?: que quien haya resultado beneficiado,
tenga que restituir y que quien haya resultado perjudicado, tenga una acción que le
permita ejercer ese derecho: "la actio in rem verso".
Entre otros, el régimen del pago de lo indebido (Art. 784 y ss.), el pago por tercero
contra la voluntad del deudor (Art. 728), daños involuntarios (Art. 907) etc. y las
notas a los Arts. 784 ("el principio de equidad no permite enriquecerse con lo aje-
no"); 2589 ("nadie debe jamás enriquecerse a costa de otro") etc.
Bien señala Mosset Iturraspe que no tiene sentido calificar al enriquecimiento sin
causa como cuasicontrato, ni opera en la esfera de los contratos, ni debe confundir-
se con la gestión de negocios ajenos, ni con la ley como fuente de obligaciones, ni
con los actos ilícitos ni con los supuestos de responsabilidad objetiva. Es una fuente
autónoma.
ACTIVIDAD Nº 46
1.- ¿Qué aplicaciones de esta fuente encuentra en el Código Civil?
262
ABUSO DE DERECHO
Para ubicar mejor el tema, corresponde precisar que el abuso del derecho como
fuente autónoma se distingue de los actos ilícitos.
Así como el contrato resultaba insuficiente para comprender todas las obligaciones
de origen voluntario, el acto ilícito no es suficiente para explicar obligaciones que
resultan del daño provocado a un sujeto, por el sólo hecho del ejercicio de un dere-
cho, contrariando el fin que el legislador tuvo en miras al crearlo.
La teoría del abuso del derecho no ha sido receptada de una manera pacífica por la
doctrina. Josserand ha sido uno de los principales expositores.
ACTIVIDAD Nº 47
1.- Transcriba el Art. 1071 del Código anterior a la reforma. Advertirá que predomi-
na un criterio individualista.
2.- Transcriba la nota al Art. 2513.
3.- Transcriba los Arts. 2513, 2514 y 2618.
Todos ellos formaban parte de una posición tomada por el Dr. D. Vélez Sars-
field sobre el tema.
4.- Transcriba los Arts. 1071, 2513, 2514 y 2618, reformados por ley 17711.
5.- Responda. ¿Qué criterio ha seguido la reforma de la ley 17711?
264
ACTIVIDAD Nº 48
1.- Elabore un cuadro en el que consigne comparativamente los principales argu-
mentos a favor y en contra del abuso del derecho.
.
265
OBLIGACIONES EX LEGE
ANÁLISIS DE CASO
ACTIVIDAD Nº 49
Medios de Extinción - Medios de Transmisión
a.- Extinga las obligaciones emergentes aplicando los requisitos de los sujetos, el
objeto, el tiempo y lugar del pago.
b.- Extinga las obligaciones emergentes aplicando los requisitos para una transac-
ción.
c.- Extinga las obligaciones emergentes aplicando los requisitos para una dación
en pago o pago por entrega de bienes.
d.- Extinga las obligaciones emergentes respecto del acreedor (dueño de la vi-
vienda) a través de los medios principios de una cesión de créditos.
e.- Extinga las obligaciones emergentes respecto del acreedor (dueño de la vi-
vienda) a través de los principios del pago con subrogación.
268
UNIDAD XXIV:
ACTOS ILÍCITOS Y RESPONSABILIDAD CIVIL
El concepto de responsabilidad civil encierra la idea de "un deber de dar cuenta a
otro del daño que se le ha causado", en palabras del Dr. Bustamante Alsina.
Por su parte, los Dres. Cazeaux y Trigo Represas, explican que "ser civilmente res-
ponsable significa estar obligado a reparar por medio de una indemnización, un
perjuicio sufrido por otras personas".
Se trata de indagar cuál es la razón por la que, quien infringe un daño, debe repa-
rarlo.
Cuando Vélez Sarsfield se ocupó de este tema en el Código Civil: la culpa era el
único fundamento de la responsabilidad civil. En otras palabras: sin culpa, no
había responsabilidad. El sujeto debía obrar voluntariamente y además culpable-
mente. Se excluían los actos involuntarios aún cuando generaran daño y los que,
siendo voluntarios, no permitían reclamar al sujeto un comportamiento culposo. En
estos dos últimos casos, la víctima del daño quedaba sin reparación.
Distintas han sido las opiniones de los juristas. El Dr. Jorge Bustamante Alsina con-
sidera que a la par de la culpa (teoría subjetiva) deben funcionar otros factores de
atribución (teorías objetivas) que no tienen que ver con la imputabilidad.
En otras palabras, se encuentran dos tendencias: una que ha sido llamada: "Teoría
subjetiva, la que tiene como fundamento la culpa" y otra llamada, "Teoría ob-
jetiva: riesgo creado, garantía, culpa objetiva y culpa social".
Ihering afirma:
Paul Esmein decía "... Hablar de responsabilidad sin culpa, de culpa sin acto
ilícito, es como hablar de un hombre sin cabeza, de un automóvil sin motor,
de un silogismo sin premisa".
¿En qué artículos del Código Civil se pone de manifiesto la tesis subjetiva? En los
artículos 1067 y 1109.
1067: "No habrá acto ilícito punible para los efectos de este Código si no
hubiera daño causado u otro acto exterior que lo pueda causar, sin que a sus
agentes se les pueda imputar dolo, culpa o negligencia".
1109: "Todo el que ejecuta un hecho, que por su culpa o negligencia ocasiona
un daño a otro, está obligado a la reparación del perjuicio...".
Defienden esta tesis subjetiva los Dres. Llambías, Brebbia, Alterini, Ameal, López
Cabana y Trigo Represas.
Culpa objetiva y culpa social: intenta conciliar el sistema de la culpa con la tesis
del riesgo. No va a juzgar la conducta del sujeto con relación a su individualidad,
sino con relación al conjunto social. Y entonces, si violenta los principios generales
del orden social o atenta contra la conservación de la paz social, en ese sentido es
conducta culposa. De allí su nombre de culpa objetiva o social.
En la doctrina nacional se citan a los Dres. Jorge Bustamante Alsina, Aída Kemel-
majer de Carlucci, Bueres, etc..
Factor equidad: La ley 17711 ha introducido este factor en el artículo 907: "Cuan-
do por los hechos involuntarios se causare a otro algún daño en su persona o bie-
nes, sólo se responderá con la indemnización correspondiente, si con el daño se
enriqueció el autor del hecho, y en tanto, en cuanto se hubiere enriquecido. Los
jueces podrán también disponer un resarcimiento a favor de la víctima del daño,
271
La equidad es suficiente para imponer el deber de responder del daño causado por
un sujeto inimputable en razón de carecer de voluntad. Como se puede apreciar,
este factor es de carácter objetivo pues prescinde de la culpa, toda vez que su autor
no ha ejecutado el acto con discernimiento. Sin embargo, el juez resolverá con un
sentido de justicia adecuado al caso concreto y para ello tomará en cuenta el patri-
monio del autor del hecho y la situación personal de la víctima.
Factor: Abuso del derecho: La ley 17711 lo incorporó en el artículo 1071. Se trata
de otro factor de atribución de daño con independencia de culpa, por tanto es otro
factor objetivo.
Ahora bien, esta obligación de reparar nos coloca de inmediato frente a dos con-
ceptos: el de la ilicitud de la conducta y el de la sanción que es su consecuencia.
Acto ilícito es todo acto contrario al ordenamiento jurídico, pero considerado este
último en su totalidad. Se trata de una confrontación externa entre la conducta y el
derecho subjetivo. Ello quiere significar que para saber si una conducta contraria a
una norma es un acto ilícito, deberá verificarse tal condición en toda la normativa
vigente. Pues, si el principio fundamental está dado por la regla romana: "alterum
non laedere", o sea no dañar a otro, se puede encontrar, sin embargo, casos en
que exista daño, pero el mismo se encuentra justificado. Estas circunstancias ex-
cluyentes de la ilicitud, son las denominadas causas de justificación. Ellas obede-
272
cen al principio según el cual, en el conflicto entre dos bienes jurídicos, se debe
salvar el preponderante para el derecho positivo. Están contempladas por la ley civil
y penal de una manera expresa: estado de necesidad, legítima defensa, obediencia
debida, cumplimiento de un deber legal, ejercicio de un derecho propio, pero no
debe olvidarse que hay otras causas de justificación implícitas, originadas en nor-
mas morales o de cultura integradas al plexo normativo, que se deducen de los
conceptos esenciales de las diversas instituciones y del espíritu de la legislación.
A esta altura de la exposición es menester precisar con qué alcance debe enten-
derse el término "ilicitud" en esta parte del programa.
"Stricto sensu", o sea en sentido estricto o propio, el Código Civil cuando utiliza el
concepto de acto ilícito excluye el incumplimiento contractual y así lo expresa el art.
1107 cuando dice: "Los hechos o las omisiones en el cumplimiento de las obliga-
ciones convencionales, no están comprendidos en los artículos de este título, si no
degeneran en delitos del derecho criminal". Se refiere al Título IX: "De las obliga-
ciones que nacen de los hechos ilícitos que no son delitos".
Por lo tanto, deben distinguirse ambos sentidos, pero sin olvidar que la palabra ilici-
tud se utiliza en sentido amplio, en consecuencia el incumplimiento de una obliga-
ción de origen contractual debe considerarse como un acto ilícito.
A la par del concepto de ilicitud aparece el de sanción, pues al verificarse una con-
ducta contraria a la norma jurídica, se impondrá una sanción.
ILICITUD SANCION
El art. 1083, reformado por la ley 17711, consagra como sanción resarcitoria, la
reposición de las cosas a su estado anterior o "reparación en especie". Trae una
excepción: si fuera imposible, en cuyo caso la indemnización se fijará en dinero.
Pero también podrá el damnificado optar por la indemnización en dinero.
Esquemáticamente:
ILICITUD SUBJETIVA
Al ocuparse nuestro Código Civil de los actos voluntarios ilícitos, está refiriéndose a
la ilicitud subjetiva en el art. 1067.
Pero no por ello puede desconocerse la ilicitud objetiva, porque hay casos en que
ella cobra vida. ¿Qué pasa concretamente cuando un sujeto es atacado por un in-
capaz y se defiende? Se considera que la legítima defensa es procedente aún
cuando el agresor sea un sujeto inimputable. Existió por lo tanto ilicitud objetiva y no
subjetiva, por carecer el atacante de discernimiento o sin ir más lejos, ¿cuándo el
acto del menor de 10 años o del demente es ilícito? La única ilicitud que admite es
la objetiva y la obligación de reparar para el tutor o el curador sólo va a nacer en el
caso de que la conducta del incapaz no sea conforme a derecho: he allí otro caso
de ilicitud objetiva. Ejemplo: si el demente o el menor de 10 años arrojan una ma-
ceta en el techo de un auto.
274
Por tanto se puede ser culpable sin causar un daño y también a la inversa causar
un daño sin ser culpable.
La obra base que sigue este módulo, ofrece una serie de ejemplos que corroboran
estos principios. Basta para comprender uno de ellos: el art. 2553: "Si alguno dijere
que tiene un tesoro en predio ajeno y quisiera buscarlo, puede hacerlo, sin consen-
timiento del dueño del predio, designando el lugar en que se encuentra y garanti-
zando la indemnización de todo el daño al propietario".
Esquemáticamente:
Es importante distinguir el ilícito penal del ilícito civil, pero recordando que la ilicitud
es única. La diferencia viene impuesta desde afuera ya que, qué es delito y qué no
lo es, dependerá de la voluntad del legislador.
Entonces, ¿por qué es importante distinguir entre el ilícito civil y el penal?: porque la
responsabilidad va a presentarse en dos esferas: la civil y la penal.
Penal
Responsabilidad Contractual
Civil
Extracontractual
275
Derecho Penal
Le agregan a la ilicitud el requisito subjetivo de la culpabilidad
y Derecho civil
- Los delitos pueden ser dolosos y cul- - Delito Civil: el agente debe haber
posos (art. 84 y 98 C.P.). obrado con dolo (art. 1072 C.C.).
- Cuasi-Delito: el agente debe haber
obrado con culpa (art. 1109 C.C.).
El Código Civil dispone en el art. 1067 que: "Los hechos o las omisiones en el cum-
plimiento de las obligaciones convencionales, no están comprendidos en los artícu-
los de este título (se refiere al Título IX "De las obligaciones que nacen de los
hechos ilícitos que no son delitos") si no degeneran en delitos del derecho criminal".
¿Qué significa? Que hay dos tipos de responsabilidad civil: la contractual y la extra-
contractual.
Culpa Extracontractual
Culpa Contractual
Delictual-Aquiliana
CONSTITUCION EN MORA
PRESCRIPCION
DISCERNIMIENTO
DAÑO MORAL
Aunque el título habla de opción y cúmulo, se verá que sólo es posible la opción.
Nunca el cúmulo. ¿Qué diferencia existe entre ambos? La opción significa que pue-
de elegir entre ambos regímenes (contractual o extracontractual). Más adelante se
explicará bajo qué circunstancias es posible la opción en el derecho argentino.
Mientras que el cúmulo sería no la aplicación de un régimen, o de otro, como en el
caso anterior, sino elegir de cada régimen lo que convenga. (ejemplo: las conse-
cuencias hasta las que se resarce el daño son mayores en el sistema extracontrac-
278
Para interpretar mejor el art. 1107 que dice: "los hechos o las omisiones en el cum-
plimiento de las obligaciones convencionales, no están comprendidos en los artícu-
los de este título (cuasi-delitos), si no degeneran en delitos del derecho criminal",
deben distinguirse dos hipótesis diferentes:
R.C.Contractual
SI ES POSIBLE LA OPCION: Elige o
R.C.Extracontractual
R
- La violación del contrato engendra responsabilidad contractual y cuando
C
R E
degenera en delito del derecho criminal engendra responsabilidad extracontractual.
R E
- La violación del deber genérico de no dañar engendra responsabilidad extra-
contractual.
Luego de esta enumeración, puede colegirse que quizás convendría una denomi-
nación diferente de responsabilidad contractual, para verse como más apropiada la
de responsabilidad por el incumplimiento de obligaciones que provienen de actos
lícitos.
ACTIVIDAD Nº 50
1.- Analice los supuestos fronterizos de: transporte oneroso, benévolo, contrato
nulo, anulable e inoponible, la del tercer cómplice en el incumplimiento contrac-
tual y la responsabilidad profesional.
281
ANÁLISIS DE CASO
Julián López, miembro del directorio de una importante sociedad anónima dedicada
a la fábrica de ropa de vestir para la mujer, sin tener autorización para celebrar un
contrato de adquisición de sedas de oriente, lo hace. Ante el incumplimiento de las
obligaciones por parte de la fábrica de ropa, el representante de la importadora de
telas acude a su abogado para demandar por responsabilidad. Analice la naturaleza
de la responsabilidad y recabe la opinión en la doctrina.
282
UNIDAD XXV:
ELEMENTOS DE LA RESPONSABILIDAD
CIVIL EXTRACONTRACTUAL. EL DAÑO.
Los Dres. Cazeaux y Trigo Represas precisan la terminología a utilizar:
Elementos
¿Cuál es la razón para haber colocado en primer lugar el daño? La razón es la si-
guiente:
Por tanto, lo primero que hay que comprobar es la existencia del daño. Una vez que
se ha constatado su existencia, recién se va a indagar si ese daño ha resultado de
una conducta ilícita y culpable del agente, verificando la relación de causalidad en-
tre el hecho y el daño.
ANÁLISIS DE CASO
A fin de interiorizarlo sobre el tema, le explica cómo ocurrió. El auto, conducido por
su esposo se dirigía a Tucumán. Lo acompañaban la viuda y tres hijos menores del
matrimonio. El camión perteneciente a la empresa de lácteos "Sol de Oro" se en-
contraba estacionado en la ruta sin valisas a la salida de una curva. Luego con mu-
cho dramatismo, comentó la muerte de su esposo, después de tres operaciones en
Tucumán y la lenta recuperación de dos de sus hijos.
1.- Elabore un cuestionario con todas las preguntas que le permitan elaborar la
demanda de daños y perjuicios.
2.- Indique ¿qué medios probatorios utilizaría?
3.- ¿Qué rubros compondrán la indemnización?
286
UNIDAD XXVI:
ELEMENTOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL
EXTRACONTRACTUAL: LA ANTIJURIDICIDAD
Este elemento ha recibido el calificativo de "material" u "objetivo" y consiste en la
violación de una norma del ordenamiento jurídico, considerado este último en forma
global.
Infracción no intencional
ACTIVIDAD Nº 51
1.- ¿Por qué parece apreciarse de una manera diferente la culpa en los casos de
responsabilidad profesional?
289
Los dos artículos claves para entender este punto son el 1073 y el 1074.
El art. 1073 dice: "El delito puede ser un hecho negativo o de omisión, o un hecho
positivo".
Si bien el art. 1073 se refiere a los delitos, también es de aplicación para los cuasi
delitos según lo dispuesto por el art. 1.109, que consagra la obligación de reparar
en los cuasi delitos y a continuación dice que: "...esta obligación es regida por las
mismas disposiciones relativas a los delitos del derecho civil".
Por tanto, los actos ilícitos, sean delitos o cuasi delitos, pueden originarse en un
hecho negativo (omisión) o en un hecho positivo (comisión) y dan origen a la obli-
gación de reparar el daño causado.
Estas normas (1073 y 1109) se complementan con la del 1074: "Toda persona que
por cualquier omisión hubiese ocasionado un perjuicio a otra, será responsable so-
lamente cuando una disposición de la ley le impusiere la obligación de cumplir el
hecho omitido".
Sobre este último punto, o sea, la necesidad de la existencia de una norma (ley o
contrato) que imponga la obligación de cumplir con el hecho que el sujeto ha omitido,
existen diversas posturas. Desde la clásica que se aferra a la letra de la ley, hasta
otras más modernas que consideran que no sólo hay omisión cuando la ley dispone
que se obre, sino también cuando ese deber de obrar (omitido por el sujeto) surge de
usos y costumbres, de cómo razonablemente un hombre medio debiera comportarse.
Este último criterio se identifica con el concepto de culpa por omisión.
a.- cuando la ley dispone una determina conducta, que el sujeto omite y
b.- cuando no existe esa disposición.
La forma de apreciar la culpa será, distinta en "a" que en "b". En "a" la generación
de la responsabilidad es automática; en "b" dependerá de una valoración, de una
apreciación teniendo en cuenta las circunstancias de personas, tiempo, lugar, etc..
Como bien se dice en la obra que se sigue: "el ordenamiento jurídico no exige sacri-
ficios superlativos, ni actos extraordinarios, pero está en cambio obligado a realizar
todo aquello que sin riesgo personal o patrimonial alguno, pueda evitar un daño a
otros".
que pagó no tienen acción recursoria o de regreso contra los demás, mientras que
en los cuasi delitos sí, a excepción de la mancomunación simple de los artículos
1121 y 1135.
Tanto en el caso de delitos como de cuasi delitos se indemniza el daño moral. Así
lo dispone el art. 1.078 a cuya lectura se remite.
UNIDAD XXVII:
ELEMENTOS DE LA RESPONSABILIDAD
EXTRACONTRACTUAL:
RELACIÓN DE CAUSALIDAD E IMPUTABILIDAD
Habiéndose analizado el daño y la antijuridicidad como elementos de la responsabi-
lidad, corresponde el estudio de los otros dos elementos: la relación de causalidad y
la imputabilidad.
LA RELACIÓN DE CAUSALIDAD
CAUSA EFECTO
Hecho ilícito (acción u omisión) Daño
nexo de causalidad
(teoría: causalidad adecuada)
Se busca que entre el hecho ilícito y el daño haya una relación de causalidad, que
ese hecho ilícito sea el generador de esa consecuencia dañosa. Pero establecido el
nexo de causalidad, habrá que ver de qué derivaciones del hecho se hará respon-
sable el autor. O en otras palabras, hasta qué consecuencias tendrá que responder.
Ley 17711: Reforma el art. 906, que ahora dice que las consecuencias remotas
(que son una categoría de las casuales), únicamente serán imputables si tienen con
el hecho ilícito un nexo adecuado de causalidad.
Con ello se consagran dos aspectos:
1.- La teoría de la causalidad adecuada es la base para distinguir cuáles son las
consecuencias imputables al autor del hecho y cuáles no y
2.- La reparación integral en materia de delitos y cuasi delitos.
¿En qué modifica el esquema anterior?
293
COCAUSACIÓN
ACTIVIDAD Nº 52
1.- Elabore un cuadro sinóptico en el que analice junto a la culpa del demandado,
un hecho concurrente de un tercero o de la propia víctima.
295
IMPUTABILIDAD
CASOS DE INIMPUTABILIDAD
Menores de 10 años: por el artículo 921, los menores de diez años carecen de
discernimiento para los actos ilícitos. Responderán sus padres o tutores si se reú-
nen los recaudos del art. 1114.
296
Dementes: por el art. 92, los dementes carecen de discernimiento, salvo que el
acto sea realizado en un intervalo lúcido, en cuyo caso sí habrá responsabilidad.
En el Código Civil, todos los actos practicados por personas sin discernimiento, no
producían obligación alguna de conformidad al art. 900, pero ello sin perjuicio de
que si se había enriquecido el autor por el acto, respondiera en la medida del enri-
quecimiento (art. 907) y que indirectamente respondieran los padres, tutores o cu-
radores.
La reforma de la ley 17711 introdujo una variante: repartir los daños entre el autor y
la víctima, teniendo como fundamento la equidad y solidaridad social. El típico
ejemplo es el del millonario insano que atropella con el auto al único sostén de una
familia de muy escasos recursos.
Por tanto:
ACTIVIDAD Nº 53
1.- ¿Qué relación encuentra entre la reparación de hechos ilícitos involuntarios del
907 y la equidad del 1069 para los actos ilícitos culposos? Compare ambos tex-
tos, distinga a qué supuestos se aplican y qué límites encuentran.
298
ANÁLISIS DE CASO
Noticia publicada en el Diario El Tribuno de fecha 11/07/93:
"Escapando de 2 fotógrafos
En curioso accidente murió "Nono" Pugliese
El lamentable percance ocurrió cuando Pugliese se deslizó por los techos del comer-
cio, tratando de salir por otra vivienda de la misma calle, con tan mala suerte que al
pisar una chapa de fibrocemento de un taller mecánico vecino, ésta se rompió y cayó
dentro del local desde una altura de cuatro metros, recibiendo heridas que le produje-
ron la muerte poco más tarde.
La División Prensa de la Policía Federal informó ayer que los hechos se iniciaron
cuando Pugliese, argentino, casado, de 50 años, domiciliado en Demaría 4659, en el
barrio de Palermo Chico, se hallaba en el restaurante "Puerto Marisco", sito en De-
maría 4658, ubicado enfrente de su casa, en compañía de una señorita conocida por
el nombre de Dolores.
Al pretender abandonar el comercio, siendo las 23,45 del viernes, el empresario notó
la presencia de dos fotógrafos de un semanario que aguardaban en un Ford Taunus
marrón, por lo cual retornó al negocio y le pidió al propietario, Juan José Aberiskián,
conocido suyo, que saliera con la mujer para evitar así ser detectado por los reporte-
ros gráficos.
La víctima fue identificada en ese momento por Aberiskián, el dueño del restaurante,
quien acudió al notar la presencia policial.
Una ambulancia del SAME, que acudió en minutos, trasladó al herido al hospital
Fernández, donde se determinó que presentaba "traumatismo de cráneo, de tórax y
de abdomen, con rotura de visceras macizas", siendo su estado sumamente delicado,
falleciendo a la hora 1,30.
Pugliese estaba separado de la modelo Claudia Sánchez, con quien realizó una se-
rie de anuncios publicitarios televisivos en los que cumplía los roles de actor, produc-
tor y director.
En oportunidad de viajar por Europa con la Sánchez, realizaron varios cortos publici-
tarios de los cigarrillos "LM", los que marcaron toda una época en el arte publicitario.
UNIDAD XXVIII
INTRODUCCIÓN
Esta unidad va a tratar sobre los casos en que el hecho generador del resarcimien-
to no es realizado por la persona obligada a responder, sino por una persona dife-
rente.
Continuando con el análisis del art. 1109, el mismo dispone que la obligación de
resarcir los daños que se originan en los cuasidelitos, se rige por las mismas nor-
mas que la obligación de resarcir nacida de los delitos.
Finalmente el art. 1109, en un párrafo agregado por la ley 17711, admite la proce-
dencia de la acción de reintegro cuando uno de los coautores de un cuasidelito, en
los que existe responsabilidad solidaria frente a la víctima, hubiera indemnizado una
parte mayor que la que le corresponde.
La última disposición importante es la del 1111 que dice: "El hecho que no cause
daño a la persona que lo sufre, sino por una falta imputable a ella, no impone res-
ponsabilidad alguna".
301
1.- La obligación solidaria es una sola, si bien constituida por varios vínculos; en
cambio las concurrentes o "in solidum", son dos o más, conjugadas entre sí por
tener un objeto idéntico y existir a favor del mismo acreedor.
2.- Mientras en las solidarias existe el principio de la contribución entre los codeudo-
res, que en definitiva sólo están obligados por su parte y porción -arts. 717 y co-
nc.- en virtud del cual el solvens puede luego recuperar, en lo que excediera de
su respectiva obligación, el desembolso realizado, mediante la correspondiente
acción de regreso (pago con subrogación, arts. 768 inc. 2º; mandato, arts. 727,
1949, 1950 o en su caso la gestión de negocios arts. 727, 2288, 2298 y concor-
dantes del C.C.). Ello no ocurre en las obligaciones concurrentes, en las que,
quien paga la deuda debe soportarla íntegramente si fue el responsable de su
constitución, o caso contrario podrá pretender el reintegro del total de lo abona-
do, por el juego de los principios del pago con subrogación (art. 767 del C.C.).
3.- En las obligaciones concurrentes, la mora, la culpa y la prescripción no propa-
gan sus efectos a los restantes sujetos pasivos. En las obligaciones solidarias
los efectos de la prescripción operada a favor de un deudor o la interrupción
producida en su contra, se propaga a todos los demás cobligados -arts. 713 y
3394 del C.C.-; lo que no acontece con las obligaciones concurrentes, que por
tratarse de obligaciones independientes, los efectos de la interrupción afectan
específicamente a cada uno de los obligados.
4.- Por último, también existe diferencia entre las obligaciones solidarias y las con-
currentes, en cuanto su extinción de la deuda respecto de uno solo de los deu-
dores. Siendo sólo una la prestación debida, satisfecha que fuese por cualquie-
ra de los obligados, el acreedor queda desinteresado y se extingue su derecho
de pretender otro tanto de los demás deudores. Corresponde aclarar que salvo
este efecto que se produce con respecto al pago, no acontece lo mismo con
otros medios extintivos. La novación, la compensación, o la remisión de deuda
302
Los garantes y codeudores solidarios están obligados a verificar sus créditos, aún
cuando la acción contra ellos no haya sido ejercida. Los efectos del pago con sub-
rogación -art. 707 del C.C.- no operan en los casos de concordatos preventivos o
resolutorios. Son aplicables en la materia concursal las reglas contenidas en el art.
715 segundo apartado del Código Civil. En consecuencia, desestimada la verifica-
ción intentada por el acreedor en el concurso del codeudor, la cosa juzgada deriva-
da de tal decisorio (art. 38 de la Ley de Concursos) puede ser invocada por los
restantes codeudores. Inversamente, la verificación del crédito en idéntico caso, no
es oponible al codeudor, quien podrá alegar todas las defensas y excepciones que,
según la ley sustancial, le competen (art. 715 del C.C.).
Así como la regla es que cada uno responde de sus propios actos, lo excepcional
será que se deba responder por los actos de otro, lo que se ha denominado: "res-
ponsabilidades reflejas".
a.- La de los patronos o comitentes por 1113 Juris et de jure: crea responsabilidad
las personas propiamente dichas. inexcusable.
b.- La de los padres por los hechos de 1114 Juris tantum: permiten que el respon-
sus hijos. 1116 sable pruebe que le ha sido imposible
impedir el hecho dañoso.
Art. 1113: "La obligación del que ha causado un daño se extiende a los daños que
causaren los que están bajo su dependencia".
Damnificado Conjunta
puede demandar ó indistintamente
Pero, porque es justo que así sea, si quien termina afrontando los daños es el em-
pleador, éste puede repetir lo pagado por él, demandando a su dependiente, tal
cual lo prescribe el Art. 1123: "El que paga el daño causado por sus dependientes o
domésticos, puede repetir lo que hubiese pagado, del dependiente o doméstico que
lo causó por su culpa o negligencia". Como en todos los casos, la viabilidad de la
acción de repetición queda subordinada a la potencia patrimonial del dependiente.
Dable es recordar que "el que nada tiene, nada debe".
El punto más crítico que presenta la responsabilidad por el hecho de otro se mani-
fiesta en los distintos fundamentos que se han vertido. En otras palabras, cada au-
tor ha tratado de encontrar la razón en virtud de la cual la ley dispone la responsabi-
lidad del patrón por el hecho del dependiente.
Esta clasificación es la que adopta la obra de los Dres. Alterini, Ameal y López Caba-
na, y con todo acierto afirman que: "en los casos en que la presunción de culpa es
juris et de jure, no sirve para justificar la responsabilidad que se le imputa al principal".
ACTIVIDAD Nº 54
1.- Complete
Teoría de la representación o
de la sustitución
En primer lugar, el dependiente debe haber cometido un hecho ilícito -delito o cua-
sidelito- y resultar imputable del mismo. En segundo lugar, como es lógico, debe
existir relación de dependencia entre el principal y el dependiente, con independen-
cia de si dicha relación es gratuita, temporaria u ocasional. Lo que sí interesa en
cambio, es que el principal ejerza autoridad sobre el dependiente y que sobre el
dependiente pese el deber de obediencia. En tercer lugar, que el daño lo sufra un
tercero y no el propio dependiente (pues si el propio dependiente sufre el perjuicio,
tiene derecho a indemnización, pero no por el 1113). En cuarto lugar, que el daño
provocado lo sea en ocasión o con motivo de sus funciones, debiendo existir, en
términos del Dr. Borda, "una razonable relación entre la función y el daño".
307
ACTIVIDAD Nº 55
En virtud de lo dispuesto por el art. 42, el que no ha sido reformado, las personas
jurídicas pueden ser demandadas por acciones civiles, y pueden ejecutarse sus
bienes. Este artículo no presenta dificultad alguna en su interpretación.
La reforma de la ley 17711 modificó el texto del art. 43: "Las personas jurídicas res-
ponden por los daños que causen quienes las dirijan o administren, en ejercicio o
con ocasión de su funciones. Responden también, por los daños que causen sus
dependientes o las cosas en las condiciones establecidas en el título: De las obliga-
ciones que nacen de los hechos ilícitos que no son delitos".
La amplitud con que debe entenderse esta norma también ha suscitado planteos en
la doctrina. Por personas jurídicas deben entenderse las de carácter privado, públi-
co y aún hasta las simples asociaciones. Luego el mismo texto utiliza una fórmula
muy amplia: "en ejercicio u ocasión de las funciones", que según el Dr. Spota debe
entenderse como que únicamente queda fuera de la responsabilidad extracontrac-
tual, el hecho propio del agente absolutamente extraño o sus funciones. "Contrario
sensu", por todos los otros actos, sí responderá la persona jurídica. El propio autor
de la reforma, el Dr. Borda, ha limitado los alcances del texto y en esta oportunidad
se reitera lo que ya se ha dicho: que el daño con ocasión de las funciones no es
cualquiera, sino el que está en una "razonable relación" con la función.
a.- Actos de los órganos en los límites formales de su función en cuyo caso la per-
sona jurídica es responsable. Ejemplo: Si la Comisión Directiva de un club di-
cta una resolución formalmente válida, pero injusta y nociva.
b.- Actos de los órganos exhorbitando la esfera de sus funciones, en cuyo caso
aún cuando no ha actuado como órgano de la persona jurídica, sin embargo es
responsable la persona jurídica por la noción de "dependencia ocasional".
309
La responsabilidad de los padres por los hechos ilícitos cometidos por sus hijos
menores encuentra antecedentes en el derecho romano. Con ello se quiere signifi-
car que se está en presencia de una institución de larga trayectoria en la historia del
derecho. En otras palabras, no se disiente, ni se disentirá que los padres son res-
ponsables por los hechos de sus hijos menores.
La Ley 23264 que consagra la patria potestad compartida ha derogado el art. 273
que disponía que los padres responden por los daños que causen sus hijos meno-
res de diez años, que habiten con ellos.
Pero además ha reformado el art. 1114, el que reza de la siguiente manera: "El pa-
dre y la madre son solidariamente responsables de los daños causados por sus
hijos menores que habiten con ellos, sin perjuicio de la responsabilidad de sus hijos
si fueran mayores de diez años. En caso de que los padres no convivan, será res-
ponsable el que ejerza la tenencia del menor, salvo que al producirse el evento da-
ñoso el hijo estuviere al cuidado del otro progenitor".
310
ACTIVIDAD Nº 56
Fundamento económico
1.- Que los hijos sean menores de edad, ya que durante ese período están bajo la
patria potestad de los padres. Al cumplir la mayoría de edad, desaparece la pa-
tria potestad y son plenamente responsables. Por tanto, los padres siempre
responden por los daños que causen los hijos, mientras éstos sean menores.
Cuando los hijos son menores de diez años, el padre es el único responsable.
Cuando tiene más de diez años y menos de 21, el menor ya es responsable del
hecho ilícito en forma directa y sobre el padre pesa una responsabilidad refleja.
En caso de que el padre tenga que afrontar los daños, cuando el menor tiene
más de diez años, puede recuperar lo que pagó a través de una acción recur-
soria contra el patrimonio del hijo.
¿En qué casos, entonces, no son responsables los padres? Sin duda que
cuando el hijo ha cumplido veintiún años y ha adquirido plena capacidad civil e
igualmente cesa en el momento que el menor se emancipa por matrimonio o es
emancipado por habilitación de edad.
No existe coincidencia en la doctrina respecto de los menores autorizados para
ejercer el comercio o de los menores que han obtenido en título habilitante para
el ejercicio de una profesión o se han capacitado para trabajar. La razón está
en que en estos la patria potestad subsiste. Sin embargo la postura que apare-
ce como más justa es la ecléctica, que no afirma ni niega tajantemente la res-
ponsabilidad de los padres en estos casos, sino que distingue dos situaciones:
a.- mantiene la responsabilidad de los padres para los hechos ilícitos en gene-
ral cometidos por los menores y
b.- hace recaer una responsabilidad directa en el menor cuando actúa éste en
el ámbito de capacidad que se le ha conferido (ejercicio del comercio, de la
profesión o del trabajo).
2.- Que los hijos se hallen bajo patria potestad, o sea bajo la dependencia de los
padres, ya que la patria potestad en la actualidad es compartida mientras no
estén separados o divorciados o su matrimonio fuese anulado. De acontecer al-
guno de estos supuestos, el responsable es el que ejerza la tenencia del menor.
3.- Que los hijos menores habiten con sus padres. Por tanto, cuando la guarda del
menor se ha desplazado a los que son responsables de los mismos, (principal,
director del colegio, maestro, artesano) de acuerdo a los artículos 1113 y 1117,
cesa la responsabilidad del padre.
4.- Que el hecho dañoso del menor sea ilícito objetivamente, ya que la ilicitud sub-
jetiva no se dará por carecer el menor de discernimiento.
1.- Por el art. 1116 cuando prueba que le fue imposible impedir el daño y
2.- Por el art. 1115 cuando el hijo ha sido colocado en un establecimiento de cual-
quier clase y se encuentra de una manera permanente bajo la vigilancia y auto-
ridad de otra persona.
El art. 1117 ha sido reformado por la ley 24.830/97. Anteriormente disponía dicho
art. 1117 que lo establecido sobre los padres rige respecto de los tutores y curado-
res, por los hechos de las personas que están a su cargo. Hoy ese párrafo se ha
agregado al art. 1114 en virtud del art. 1º de la ley 24.830.
312
¿Por qué se extiende a los tutores la misma norma que a los padres? Porque
los tutores cumplen un rol muy parecido al de los padres. En realidad, a falta de
padre y madre, ocupan su lugar.
También se aplican de manera extensiva las reglas de los tutores a los curadores.
En consecuencia cuando se haya discernido una tutela o una curatela en favor de
una persona determinada, ésta resultará responsable indirecto por los hechos de
los pupilos o curados en los casos y con las limitaciones estudiadas precedente-
mente.
313
ACTIVIDAD Nº 57
El art. 1117 del Código Civil estableció que lo dispuesto sobre los padres, rige
igualmente respecto de los directores de colegios, maestros artesanos, por el daño
causado por sus alumnos o aprendices mayores de diez años, y serán exentos de
toda responsabilidad si probaren que no pudieron impedir el daño con la autoridad
que su calidad les confería y con el cuidado que era de su deber responder.
El problema de interpretación que planteaba este artículo estaba referido a: los alum-
nos y aprendices mayores de diez años. ¿Debe interpretarse literalmente esta expre-
sión: a) Hay autores que así lo hacían y sostenían que no responderían los directores
por los menores de diez años. Surge claramente acá una diferencia con la responsa-
bilidad del padre que sí responde por los menores de diez años. Uno de los argumen-
tos para eximir la responsabilidad a los directores por estos menores de diez años,
aparte de la literalidad, es que la norma del Art. 1117 estaba específicamente referida
a los directores y maestros artesanos y las responsabilidades reflejas son de interpre-
tación restrictiva. b) Otro grupo de autores, por el contrario, consideraba que debía
interpretarse que sí son responsables los directores por los alumnos menores de diez
años ya que estos revisten el carácter de dependientes de los directores en virtud del
Art. 1113, o bien fundamentaban su posición en el Art. 1115 que señala que la res-
ponsabilidad de los padres cesa cuando el hijo ha sido colocado en un establecimien-
to de cualquier clase y se encuentra de una manera permanente bajo la vigilancia y
autoridad de otra persona, en este caso el colegio.
Este tema plantea una cuestión sobre el carácter de la responsabilidad: ¿es con-
tractual? o ¿es extracontractual?
los contratos en particular en la Sección III, dispone que los artículos 2229 y si-
guientes del contrato de depósito necesario son aplicables a las obligaciones de los
dueños de hoteles y posaderos.
Ello significa que el damnificado tiene una doble protección: una nacida del ámbito
extracontractual emergente de un cuasidelito y otra nacida del ámbito contractual
por incumplimiento del contrato de depósito.
Vélez Sarsfield parece haber seguido a Freitas en este tema, pero si se buscan
antecedentes más remotos, esta doble ubicación legislativa ya aparece en el dere-
cho romano.
Por último, una cuestión interesante se plantea cuando el hotel o posada es de más
de un dueño. El Art. 1121 determina que no son solidariamente responsables frente
al daño, sino que la obligación es simplemente mancomunada y en proporción a la
parte en que cada uno fuese dueño. Se trata de una excepción al principio general
de la solidaridad entre los autores de cuasidelitos del Art. 1109.
316
ACTIVIDAD Nº 58
ANÁLISIS DE CASO
1.- ¿Qué acciones posee la víctima y en qué disposiciones del Código las susten-
taría?
2.- ¿Se trata de una responsabilidad solidaria o in solidum? ¿Qué diferencias exis-
ten entre ambas?
3.- Suponiendo que llegara a afrontar el pago de los daños y perjuicios el chofer,
¿tendría éste acción contra el principal?
4.- ¿Qué fundamento le parece a Ud. más adecuado para esta responsabilidad?
319
UNIDAD XXIX
En esta unidad se estudia la responsabilidad por el hecho de los animales (del 1124
al 1131) y por el de las cosas inanimadas (del 1132 al 1136).
En cuanto a los fundamentos que se han esgrimido para justificar esta responsabili-
dad, se puede enumerar la teoría clásica que se basa en la idea de la presunción
de culpa, que reposa en el cuidado y vigilancia indispensable para que el animal no
dañe personas o bienes; pasando por una concepción más reciente, que sin aban-
donar la culpa, requiere de ciertas personas (dueño o guardián) una obligación de
resultado cual es la de custodiar o guardar los animales; para llegar a la tendencia
más moderna en virtud de la cual el riesgo creado, como factor de responsabilidad,
también es aplicable para atribuir al dueño o guardián de un animal, el daño causa-
do por un animal doméstico o feroz.
Por otra parte, si el dueño del animal hace abandono con ánimo de no continuar con
el dominio del mismo y éste ocasiona un daño, el propietario será responsable, en
virtud de lo dispuesto por el artículo 1131. Se establece con toda claridad que el
abandono no lo libera de la obligación de resarcir. Piénsese que el daño sufrido pue-
de llegar a ser muy superior al valor que el pudiera obtener de la venta del animal.
La misma responsabilidad que pesa sobre el propietario, pesa también sobre el guar-
dián, que es la persona a la cual se hubiera mandado al animal para servirse de él.
Cuando el daño es causado por un animal que se halla bajo la guarda del dueño,
en su persona se reúnen las dos calidades, la de propietario y la de guardián (por
servirse del animal), por tanto él es el responsable. Ahora bien, cuando el propieta-
rio ha mandado el animal con otra persona para servirse de él, ya el damnificado se
encuentra ante dos responsables: el dueño y el guardián. La responsabilidad es
alternativa para el damnificado, quien podrá optar por uno u otro. El que pague la
indemnización tendrá acción de reintegro o no como consecuencia de las relacio-
nes internas que existan entre ellos. En general la acción recursoria procederá con-
tra el propietario cuando a éste le sea imputable culpa o negligencia en los términos
del art. 1109 y cuando como consecuencia de esa culpa se haya causado el daño
por el animal, situación que ejemplifica la obra base de esta materia citando el caso
320
El daño causado por un animal a otro, será indemnizado por el dueño del animal
ofensor, si éste provocó al animal ofendido, de conformidad al artículo 1130.
Cuando el daño es provocado por un animal feroz existe una presunción juris et
de jure de culpa contra el responsable que no admite prueba en contrario. Así lo
dispone el art. 1129, el que exige que el animal feroz no reporte ninguna utilidad
para la guarda o servicio del predio en donde se encuentre. En cambio, si el animal
feroz prestara esa utilidad, ya la responsabilidad se rige por lo dispuesto por los
artículos 1124 a 1128. Por su parte el supuesto que trata el art. 1129 hace recaer la
responsabilidad en "el que lo tenga al animal feroz", o sea en el tenedor. Se entien-
de que así sea, que establezca un criterio más amplio que dueño o guardián, por el
solo hecho de que representa una imprudencia tener un animal feroz por su poten-
cialidad peligrosa.
muebles sólidas
cosas o ya sean fluidas
inmuebles gaseosas
Corresponde considerar cómo había estructurado Vélez Sarsfield este tipo de res-
ponsabilidad y qué ha reformado la Ley 17.711.
"pero si el daño hubiere sido causado por el riesgo o vicio de la cosa, sólo se
eximirá total o parcialmente de responsabilidad acreditando la culpa de la víctima
o de un tercero por quien no debe responder. Si la cosa hubiese sido usada
contra la voluntad expresa o presunta del dueño o guardián, no será respon-
sable".
321
Para poder comprender mejor el tema, resulta conveniente hacer la distinción entre
daño causado "con" la cosa y daño causado "por" la cosa.
1.- Son aquellas cosas que normalmente Son aquellas que sí son peligrosas. La ley
no son peligrosas. Ej.: un paraguas, habla de "riesgo" o "vicio" de la cosa.
una bolsa de polietileno. "Riesgo significa la proximidad de un daño;
ej.: material explosivo y "vicio" alude a
defecto, anomalía o imperfección; ej.: un
auto que no tiene los frenos en condicio-
nes.
Crítica: Este criterio es insuficiente por sí solo. Ninguna cosa es en sí misma peligrosa,
sino que se vuelve peligrosa según las circunstancias del caso, o sea cómo se produjo
del daño. Ej.: la bolsa de polietileno es peligrosa en manos de una criatura a la que pue-
de asfixiarla por el mal uso de la misma.
RESPONSABILIDAD POR
LOS ACCIDENTES DE AUTOMOTORES
ACTIVIDAD Nº 59
Hasta antes de la sanción de la ley de defensa del consumidor Nro. 24.240, para
dilucidar esta responsabilidad se recurrió a los preceptos generales del derecho
civil: a la responsabilidad subjetiva del 1109, a la responsabilidad objetiva del 1113,
a los vicios redhibitorios o defectos ocultos de la cosa, al principio de la buena fe del
art. 1198, etc.
torios que permite un resarcimiento mayor (superador del valor de la cosa). Re-
sulta útil recordar que por el art. 2174 el comprador tiene frente al vicio redhibito-
rio, la posibilidad de ejercer la acción redhibitoria para dejar sin efecto el contrato:
a) devolviendo la cosa al vendedor; b) restituyendo el vendedor el precio pagado
por el comprador; c) accionando para reducir el precio por la cosa, justamente
por este defecto oculto. Ninguna de estas posibilidades compensaría el daño
producido, si imaginamos una lata de producto comestible con botulismo. Pero
eso es importante la aplicación del art. 2176, que habilita para una indemnización
mayor y a su vez la ley 24240 declara inoponible al consumidor el art. 2170, que
prevé la falta de responsabilidad del vendedor cuando el comprador conocía o
debía conocer los vicios por su profesión u oficio.
LA REPARACIÓN AMBIENTAL
Sin duda que la reforma constitucional a nivel nacional marca un verdadero hito
legislativo en materia de protección y reparación de daño ambiental, incorporándolo
como un derecho de los llamados de "tercera generación", propio del estado post-
social, a la par de los derechos individuales propios del estado liberal y de los dere-
chos colectivos propios de estado social o de bienestar.
A partir de esa época, se empieza a tomar conciencia sobre la importancia del am-
biente en la vida del hombre, lo que lleva a abandonar la concepción de que los
recursos proporcionados por la naturaleza son inagotables, que puede usarse y
abusarse de ellos sin que se contemplen en los proyectos productivos los costos
económicos y sociales.
Ahora bien, el daño es visto como un costo que alguien debe asumir, y según cual
sea esa regla, quien lo soportará será la víctima, el victimario, ambos si hay culpa
concurrente, o un tercero como puede ser el seguro, el estado o el principal o ga-
rante1. Continúa el autor explicando el caso en que el costo del daño no es sopor-
tado por el causante y el daño es transferido a otro patrimonio, como sucede cuan-
do una empresa contamina el medio ambiente en el que los costos de contamina-
ción, al ser difusos y no reclamados por las víctimas no entran dentro del cálculo de
costos. Los partidarios de la escuela denominada "individualismo metodológico"
hablan, entonces, de una externalización. Cuando el daño es indemnizado, el costo
se internaliza, es decir, es asumido por quien causa el daño.
Martínez Coll define como "coste externo al coste que tiene un proceso productivo
sobre otros agentes económicos. El coste social es igual a la suma de los costes
externos y los costes internos, es por tanto, el coste de un proceso productivo sobre
toda la sociedad. El mercado genera una tendencia a que se iguale el precio de un
producto al coste marginal de su producción y ese resultado es socialmente eficien-
te";... "el precio de los bienes con procesos productivos contaminantes tendría que
igualarse al coste marginal social, es decir, a la suma del coste marginal externo y
el coste marginal privado. Todos los procesos de producción o consumo que cau-
san impacto nocivo sobre el medio ambiente tienen efectos externos negativos so-
bre otros agentes productores o consumidores".
Seguidamente el autor aporta una clasificación de esos efectos que ilustra el tema
en cuestión: destrucción del suelo mediante deposición de residuos o alteración de
la cubierta vegetal provocando su erosión o empobrecimiento en nutrientes; conta-
minación de aguas superficiales, subterráneas y marinas por focos industriales o
urbanos; contaminación atmosférica por industrias, calefacciones, vehículos, aero-
1
López Herrera, Edgardo. "Introducción a la responsabilidad Civil" http://www.derecho.unt.edu.ar
2
Martínez Coll, Juan Carlos (2001): "Las externalidades" en La Economía de Mercado, virtudes e
inconvenientes. http://www.eumed.net/cursecon/9/Las%20externalidades.htm
329
Pero es importante recordar que los pasivos ambientales no son solo causados por
los procesos industriales, sino también por los procesos de urbanización sin planifi-
cación, que no son acompañados por macropolíticas de regulación a nivel estatal.
En el período comprendido entre 1994 y el año 2002 en que se cumple con el pre-
cepto constitucional al dictarse la ley 25675 de presupuestos mínimos de protec-
ción, muchos son los interrogantes que se planten acerca de la obligación prioritaria
de recomponer frente a la existencia de daño ambiental.
Uno de esos interrogantes gira en torno a las diferencias o similitudes del concepto
de daño ambiental con el concepto de daño del Código Civil y su posible aplicación
por inferencia analógica de lo normado en el art. 1083. En otras palabras, si recom-
poner significa volver las cosas al estado anterior al hecho dañoso y, si no se pudie-
ra, pagar una indemnización dineraria a fin de restablecer el equilibrio patrimonial.
Es explicable que esto pueda acontecer, cuando se está ante un fenómeno de co-
nocimiento en estado de formación. Frente al surgimiento del problema, se generan
los actos de búsqueda o indagación para su solución. Ocurre entonces, que la ana-
logía sirve para acotar el campo de búsqueda ante la carencia de una hipótesis
pertinente y la abducción sirve para proporcionar interpretaciones provisorias me-
diante la selección de conjeturas pertinentes, empleando la regla provista por el
conocimiento del fenómeno análogo, que en este caso es el art. 1083.
Desde un punto de vista de técnica legislativa, el artículo 1083 dispone que el re-
sarcimiento de los daños consistirá en la reposición de las cosas a su estado ante-
rior, mientras que el artículo 41 de la Constitución Nacional utiliza otra expresión al
consagrar la obligación prioritaria de recomponer.
Indudablemente que los derechos tutelados son muy distintos. El recurso ambiental
es patrimonio de toda la humanidad, por tanto hace referencia a un daño colectivo,
un daño a un bien público sin recaer en personas o cosas jurídicamente tuteladas,
3
Duaygües, María Inés. "Recomposición Ambiental". Cuadernos de Época Nº 4, Serie Servicios
Públicos. Editorial Ciudad Argentina. Buenos Aires 2.002.
330
protegiendo intereses colectivos o difusos, mientras que el Código Civil trata sobre
daños individuales que afectan a las personas o a las cosas -en este caso- por alte-
raciones al medio ambiente.
4
Art. 1109 del Código Civil: "Todo el que ejecuta un hecho, que por su culpa o negligencia ocasiona
un daño a otro, está obligado a la reparación del perjuicio. Esta obligación es regida por las mis-
mas disposiciones relativas a los delitos del derecho civil. Cuando por efecto de la solidaridad deri-
vada del hecho de uno de los coautores hubiere indemnizado una parte mayor que la que le co-
rresponde, podrá ejercer la acción de reintegro".
5
Art. 1113:... "En los supuestos de daños causados con las cosas, el dueño o guardián, para exi-
mirse de responsabilidad deberá demostrar que de su parte no hubo culpa; pero si el daño hubiere
sido causado por el riego o vicio de la cosa, sólo se eximirá total o parcialmente de responsabili-
dad, acreditando la culpa de la víctima o de un tercero por quien no debe responder. Si la cosa
hubiera sido usada contra la voluntad expresa o presunta del dueño o guardián, no será responsa-
ble".
6
Art. 2618: "Las molestias que ocasionen el humo, calor, olores, luminosidad, ruidos, vibraciones o
daños similares por el ejercicio de actividades en inmuebles vecinos, no deben exceder la normal
tolerancia teniendo en cuenta las condiciones del lugar y aunque mediare autorización administra-
tiva para aquellas. Según las circunstancias del caso, los jueces pueden disponer la indemnización
de los daños o la cesación de tales molestias. En la aplicación de esta disposición, el juez debe
contemporizar las exigencias de la producción y el respeto debido del uso regular de la propiedad;
asimismo tendrá en cuenta la prioridad en el uso. El juicio tramitará sumariamente".
331
Un grupo de vecinos del Complejo fabril de ácido sulfúrico demanda por daños y
perjuicios (daño ecológico, en la salud, propiedad, flora y moral) a Fabricaciones
Militares y a Prosul, titular de la fábrica en proceso de privatización. Se pide
además cese de la contaminación y molestias, bajo apercibimiento de astreintes. La
demandada niega la producción de daños. En primera instancia se acoge parcial-
mente la pretensión y se condena al pago de las siguientes indemnizaciones:
"Los hechos que dieron origen a esta causa comenzaron con un episodio que ocu-
rrió el 20 de agosto de 1979, en la estación Independencia de la línea E de sub-
terráneos, en el que intervino la Superintendencia de Bomberos a raíz de una ex-
plosión y principio de incendio en la sala de bombeo de la precitada estación. Surge
del expediente que por la investigación llevada a cabo se determinó fehacientemen-
te que como consecuencia del deterioro de tanques de almacenamiento de hidro-
carburos de propiedad de la estación de servicio, el combustible fluyó a través de la
tierra y napa freática hasta hacer su aparición en la cámara de captación de aguas
servidas de la sala de bombeo, sobrenadando en la superficie del espejo de agua.
De la prueba reunida resulta que... ‘queda evidenciado que la contaminación existió
y existe cuál es el lugar de origen’. ... "Shell C.A.P.S.A. había articulado como de-
fensa la inexistencia de norma que contuviera la obligación de reparar con causa en
la producción de daño al medio ambiente, entendiendo que el art. 41 a la directiva
de recomponer el ambiente le agregaba la condición de una ley que regule la forma
en que los responsables deben indemnizarlo. La Cámara sostiene que esta postura
desconoce la operatividad de las normas contenidas en los Tratados y en la propia
Constitución". ... "La accionada expresa que no puede decirse que el cese definitivo
de la contaminación equivalga a la recomposición. La Cámara entiende que ‘en una
causa ambiental, pues de ninguna otra cosa se trata la presente, aparece como una
verdad sabida que cuando se peticiona el cese de la contaminación no puede solici-
tarse otra cosa que la reparación del daño, o en otras palabras la recomposición del
ambiente’. Postula luego la Cámara la existencia de un orden público ambiental que
considera inalienable e indisponible para las partes y que la interrelación de dere-
chos personales y humanos y razones de solidaridad social originaron a los dere-
chos de tercera generación. Divide luego las peticiones en: a) el reclamo de una
indemnización por daños en las personas o las cosas cuyo plazo de prescripción se
contabiliza desde que conoció la conducta que la provoca o desde que el daño su-
frido se evidenció y b) la que hace a la representación de los intereses difusos o
colectivos, donde cobra relevancia el ambiente por la perdurabilidad de los daños a
él, y que resulta imprescriptible. Como resultado la Cámara condena a la demanda-
da a la reparación del ambiente mediante el sistema de cambio de tierra entre la
estación de servicio y la estación independencia de la línea E".
Esta ley establece los presupuestos mínimos para el logro de una gestión sustenta-
ble y adecuada del ambiente, la preservación y protección de la diversidad biológica
y la implementación del desarrollo sustentable.
9
Ibid Nº 3.
333
El art. 27 in fine de la L.G.A. define al daño ambiental "como toda alteración rele-
vante que modifique negativamente al ambiente, sus recursos, el equilibrio de los
ecosistemas o los bienes o valores colectivos".
Este artículo regula la reparación del daño ambiental disponiendo que: "El que cau-
se el daño ambiental será objetivamente responsable de su restablecimiento al es-
tado anterior a su producción. En caso de que no sea técnicamente factible, la in-
demnización sustitutiva que determine la justicia ordinaria interviniente, deberá de-
positarse en el Fondo de Compensación Ambiental que se crea por la presente, el
cual será administrado por la autoridad de aplicación, sin perjuicio de otras acciones
judiciales que pudieran corresponder".
10
Cafferatta, Néstor A. "Daño Ambiental Colectivo: régimen legal. A la luz de la Ley General del Am-
biente 25675" www.abda.com.br
11
Mosset Iturraspe, Hutchinson, Donna. "Daño Ambiental" -Rubinzal- Culzoni Editores. 1999- Buenos
Aires, pág.108.
12
Hernández, Antonio Santiago -Ponencia Nº 6- III Congreso Internacional de Derechos y Garantías
- Argentina 2004. www.aaba.org.ar
334
ambiental per se, diferente del daño ambiental individual incluido en la noción clási-
ca de daño del derecho civil.
13
Pizarro-Vallespinos. Instituciones de Derecho Privado-Obligaciones "2". Hammurabi. Depalma.
Buenos Aires-1999, pág. 458.
14
Asienta los fundamentos del deber de resarcir sobre un principio objetivo, por el solo hecho de
causarse un daño: debe resarcirse. Alude a los supuestos en que alguien causa daño con motivo
de una determinada actividad y en su conducta no existe culpa, pero tampoco hay culpa de parte
de la víctima. Alguien debe reparar el perjuicio y es quien se beneficia con la actividad.
15
Art. 901 del C.C.: "Las consecuencias de un hecho que acostumbra suceder, según el curso natu-
ral y ordinario de las cosas, se llaman en este código "consecuencias inmediatas". Las consecuen-
cias que resultan solamente de la conexión de un hecho con un acontecimiento distinto, se llaman
"consecuencias mediatas". Las consecuencias mediatas que no pueden preverse se llaman "con-
secuencias casuales".
16
Ibid Nº 10.
335
Jorge Mosset Iturraspe18 muestra las ventajas y desventajas del sistema de repara-
ción en especie, porque desaparece el perjuicio, quedando incólume un bien de tanta
importancia, como antes del hecho. Se configura el máximo de justicia conmutativa
porque borra la injusticia. Pero advierte que aparece como sumamente compleja, en
la mayoría de los casos: dependerá del progreso científico y tecnológico, y de la dis-
ponibilidad de un capital importante para cumplir la tarea, porque no se cuenta con el
dinero para hacer frente a los gastos, tanto de los estudios previos necesarios como
de la recomposición en sí misma; o el bien destruido es único, o se carece de los
elementos técnicos, o ha muerto quien puede colaborar en la tarea.
17
Goldenberg, Isidoro y Cafferatta, Néstor. Daño Ambiental: problemática de su determinación cau-
sal. Abeledro Perrot. Buenos Aires. 2001, pág. 31.
18
Ibid Nª 11, pág. 135.
19
Castelli, Luis- "Recomposición Ambiental en la Constitución Nacional de la Argentina". Realidad o
expresión de deseo. http://www.ambiente_ecológico.com
336
ción de oxígeno. Cuál es el valor como reserva genética, como fuente de descubri-
mientos, como solución a eventuales problemas que afronte la ciencia. ¿Podemos
calcular el valor económico de la recomposición en base al precio de su madera en
el mercado?
En este mismo sentido, Jorge Mosset Iturraspe20 afirma: "Es verdad que parece
imposible señalar el valor económico de una ‘especie extinguida’, de un bosque
talado, de un ecosistema dañado en su equilibrio o de un patrimonio genérico per-
dido; pero, insistimos, la cuestión no es muy diferente a la planteada por los ‘daños
morales’, daños a los bienes espirituales como los estados de ánimo, la paz, la
tranquilidad, la armonía del espíritu".
a.- una obligación de medio por parte del responsable en el sentido de acreditar
que ha adoptado todas las medidas tendientes a evitar el daño, o sea haber
obrado con la mayor diligencia;
b.- que no pueda imputarse al responsable culpa concurrente;
c.- que el daño se haya producido por culpa exclusiva de la víctima, ya sea porque
con su conducta ha provocado el daño o porque ha agravado sus consecuencias;
d.- que el daño se haya producido por culpa exclusiva de un tercero por quien no
debe responder.
22
Andorno, Roberto. Pautas para una correcta aplicación del principio de precaución. J.A. 2003. III-
962.
23
Sidoli, Osvaldo Carlos. Daños punitivos y el derecho ambiental. http://www.eldial.com
338
Finalmente, con lógica, el artículo en cuestión establece una presunción iuris tan-
tum sobre la responsabilidad del autor del daño ambiental, si existen infracciones a
las normas ambientales administrativas.
24
Sabsay, Alberto y Di Paola, María Eugenia. El daño ambiental colectivo y la nueva ley general de
ambiente. Anales de Legislación Argentina. Boletín Informativo. Año 2003. Nº 17. pp. 1-9 Buenos
Aires. La Ley. http://www.abda.com.br
25
Ibid Nº 10.
26
Art. 1119: ... "A los padres de familia, inquilinos de la casa, en todo o en parte de ella, en cuanto al
daño causado a los que transiten, por las cosas arrojadas a la calle, o en terreno ajeno, o en terre-
no propio sujeto a servidumbre de tránsito, o por cosas suspendidas o puestas de un modo peli-
groso que lleguen a caer, pero no cuando el terreno fuese propio y no se hallase sujeto a servi-
dumbre de tránsito. Cuando dos o más son los que habitan la casa, y se ignora la habitación de
donde procede, responderán todos del daño causado. Si se supiere cuál fue el que arrojó la cosa,
él solo será responsable".
27
Art. 1121: "Cuando el hotel o casa pública de hospedaje perteneciere a dos o más dueños, o si el
buque tuviese dos capitanes o patrones, o fueren dos o más padres de familia, o inquilinos de la
casa , no serán solidariamente obligados a la indemnización del daño, sino que cada uno de ellos
responderá en proporción a la parte que tuviere, a no ser que se probare que el hecho fue ocasio-
nado por culpa de uno de ellos exclusivamente, y en tal caso solo el culpado responderá del daño".
339
Para el caso de que el daño sea producido por personas jurídicas determina que la
responsabilidad se hará extensiva a sus autoridades y profesionales en la medida
de su participación en concordancia con el art. 4328 del Código Civil.
6.- Bibliografía
- Andorno, Roberto. Pautas para una correcta aplicación del principio de precau-
ción. J. A. 2003. III-962.
- Cafferatta, Néstor A. "Daño Ambiental Colectivo: régimen legal. A la luz de la Ley
General del Ambiente 25675" www.abda.com.br
- Castelli, Luis- "Recomposición Ambiental en la Constitución Nacional de la Ar-
gentina". Realidad o expresión de deseo. http://www.ambiente_ecológico.com
- Duaygües, María Inés. "Recomposición Ambiental". Cuadernos de Época Nº 4,
Serie Servicios Públicos. Editorial Ciudad Argentina. Buenos Aires 2.002.
- Hernández, Antonio Santiago- Ponencia Nº 6- III Congreso Internacional de De-
rechos y Garantías-Argentina 2004. http://www.aaba.org.ar
- López Herrera, Edgardo. "Introducción a la responsabilidad Civil".
http://www.derecho.unt.edu.ar
- "Maceroni c/ Dirección de fabricaciones Militares" (Ca. Fed La Plata, Sala 1,
Jurisprudencia Argentina Nº 6101, 05/08/1998.
- Martínez Coll, Juan Carlos (2001): "Las externalidades" en La Economía de
Mercado, virtudes e inconvenientes.
http://www.eumed.net/cursecon/9/Las%20externalidades.htm
- Mosset Iturraspe, Hutchinson, Donna. "Daño Ambiental" –Rubinzal- Culzoni
Editores. 1999- Buenos Aires, pág. 108.
- "Municipalidad de Tandil v. T. A. La Estrella S.A y otro", C. Civ. y Com Azul,
Sala A, 22/10/96, J.A. 1997-III-224, con nota de Ricardo Lorenzetti.
- Pizarro- Vallespinos. Instituciones de Derecho Privado- Obligaciones "2". Ham-
murabi. Depalma. Buenos Aires-1999, pág. 458.
- Sabsay, Alberto y Di Paola, María Eugenia. El daño ambiental colectivo y la
nueva ley general de ambiente. Anales de Legislación Argentina. Boletín Informa-
tivo. Año 2003. Nº 17. pp. 1-9 Buenos Aires. La Ley. http://www.abda.com.br
- Sidoli, Osvaldo Carlos. Daños punitivos y el derecho ambiental.
http://www.eldial.com
ANÁLISIS DE CASO
Un peatón cruza la calle a mitad de una cuadra, o sea fuera de la zona reservada
para el cruce. En ese momento es embestido por un automóvil que circula a 70 km.
por hora, razón por la cual no puede detener la marcha a tiempo. Analice el presen-
te caso.
1.- ¿Existe alguna disposición que proteja al peatón? ¿En qué casos?
2.- ¿La velocidad del auto era la correcta?
3.- ¿Es posible invocar culpa concurrente de la víctima? ¿Qué consecuencias aca-
rrearía de ser procedente?
4.- ¿En qué preceptos del código fundaría la acción de daños y perjuicios de la
víctima?
28
Art. 43: "Las personas jurídicas responden por los daños que causen quienes las dirijan o adminis-
tren, en ejercicio o con ocasión de sus funciones. Responden también por los daños que causen
sus dependientes o las cosas, en las condiciones establecidas en el título: ‘De las obligaciones que
nacen de los hechos ilícitos que no son delitos."
340
UNIDAD XXX
EJERCICIO DE LA ACCIÓN INDEMNIZATORIA
Damnificado Directo (1079 Damnificado Indirecto 1.- Autor del hecho ilícito
1ª parte) = víctima del (1079 C.Civil) = fuera de 2.- Consejeros y
delito o cua-sidelito, o sea, las víctimas todos los que 3.- Cómplices son también
el sujeto titular del dere- hubiesen sufrido un daño solidariamente
cho o bien jurídico lesio- por causa del acto ilícito responsables (1081)
nado. Además, es el único mediando una vinculación Si hay pluralidad de responsables todos
que puede ejercitar la ac- de derecho entre el damni- responden solidariamente:
ción indemniza-toria por ficado indirecto y la víctima. Delitos: el que paga la totalidad no tiene
daño moral (1078). acción de reintegro (1082).
Cuasidelitos: el que paga la totalidad
Si del hecho resultase la tiene acción de reintegro (1109)
muerte de la víctima, úni- 4.- Quien se benefició con los efectos de un
camente tendrán acción delito.
los herederos forzosos. 5.- Tercero civilmente responsable por el
hecho de otro o por el de las cosas =
responsabilidades reflejas (responden in
solidum).
Legitimación Activa
1079 Indemnización especial del 1084 - 1085: viuda - hijos matrimoniales y extra-
1084 matrimoniales - padres legítimos y naturales - hermanos (acreditan el quantum
1085 resarcible).
Homicidio
Indemnización común del 1079: Socios y en general todo tercero perjudica-
do por la muerte, siempre que resulte lesionado un interés legítimo suyo jurí-
dicamente protegido.
1080 Acción propia: al esposo o padre por las injurias inferidas a la mujer o hijos,
Injurias como damnificados indirectos.
Acción personal: a la mujer e hijos, como damnificados directos.
1095 Propietario (titular del derecho de dominio) - poseedor (tiene la cosa con inten-
ción de someterla al ejercicio de un derecho de propiedad) - tenedor (tiene la
Daños 1110 cosa con la posibilidad de ejercer actos de dominio, pero sólo con la intención
de poseer en nombre de otro).
Incluye al locatario, comodatario, depositario, usufructuario, usuario.
341
Como primero se sancionó el Código Civil, Vélez Sarsfield estableció en el art. 1096
el principio de la independencia de las acciones civil y penal emergentes del hecho
ilícito:
Art. 1096: "La indemnización del daño causado por delito, sólo puede ser deman-
dada por acción civil independiente de la acción criminal".
La sanción del Código Penal con posterioridad, en 1922, incorporó una filosofía
diferente al concebir que a través de la acción criminal, el estado debe proteger a la
sociedad y también proveer a la reparación del daño causado. De esta manera se
atribuía al juez penal competencia para liquidar los daños y perjuicios cometidos por
el delito. Es por ello que el art. 29 del mismo Código estableció que la sentencia
condenatoria en sede penal podía ordenar la indemnización del daño material y
moral causado a la víctima, a su familia, o a un tercero, fijándose el monto pruden-
cialmente por el juez, en defecto de plena prueba.
Mucho se ha discutido si la sanción del art. 29 del Código Penal había derogado el
1096 del Código civil, al admitirse con el art. 29 que el damnificado pueda solicitar
la indemnización en sede penal.
La conclusión que hace más honor a la justicia es la de que ambos preceptos rigen
y se complementan. Porque hay situaciones (como la responsabilidad por el hecho
de otro, o los supuestos de duda que en sede penal favorecen al procesado) que
quedarían sin solución, si se diera por derogado el 1096.
Por lo tanto:
El art. 1096 del Código Civil y el art. 29 del Código Penal están vigentes, sin
que exista contradicción, sólo que el art. 29 le da una posibilidad al damni-
ficado, de optar por ejercer su acción indemnizatoria en sede penal.
sede civil, la que es procedente aún cuando el imputado sea absuelto en materia
penal. Y ello es así porque en la órbita civil y en la penal se juzgan responsabilida-
des muy diferentes.
A.- Influencia del juicio penal anterior o contemporáneo a la acción civil so-
bre la acción civil.
1101: "Si la acción criminal hubiese precedido a la acción civil, o fuere intentada
pendiente ésta, no habrá condenación en el juicio civil antes de la condenación del
acusado en el juicio criminal".
3982 bis: (agregado por ley 17711): "Si la víctima de un acto ilícito hubiere dedu-
cido querella criminal contra los responsables del hecho, su ejercicio suspende el
término de la prescripción civil, aunque en sede penal no hubiere pedido el resarci-
miento de los daños, cesa la suspensión por terminación del proceso penal o desis-
timiento o la querella".
De dicha influencia dan cuenta los artículos 1102, que trata el caso de sentencia
penal condenatoria y el 1103 de sentencia penal absolutoria.
- Hecho principal y
- La culpa (el juez civil no podrá desconocer esto).
Condenatoria
No obstante, el juez civil puede determinar que no
Sentencia sólo fue culpable el autor, sino que también la vícti-
Penal ma del daño tuvo parte de culpa (culpa concurrente)
y ello morigerará la cuantía de la indemnización.
1105: "...la sentencia del juicio civil sobre el hecho no influirá en el juicio criminal, ni
impedirá ninguna acción criminal posterior, intentada sobre el mismo hecho, o sobre
otro que con él tenga relación".
Ellas son:
1104 inc. 1º: Las que versan sobre la validez o nulidad de los matrimonios.
1104 inc. 2º: Las que versan sobre la calificación de las quiebras de los comercian-
tes (reformado por la ley 19551/72 que dice: "la acción penal que correspondiere es
independiente de la calificación de la conducta. La resolución dictada por el juez en
lo comercial, no obliga al juez penal ni importa cuestión prejudicial").
345
ACTIVIDAD Nº 60
ACCIDENTES DE AUTOMOTORES
Daños y Perjuicios: culpa de la víctima, aplicación del art. 1113, parte 2ª del cód.
civil, exoneración de responsabilidad: Requisitos. Concausa: responsabilidad.
1.- Cuando se demanda con sustento en el art. 1113 del cód. civil, parte 2ª, el
comportamiento de la víctima no debe analizarse con arreglo a la noción de
culpa según lo establecido en el art. 512 del cód. civil, sino en función del pri-
mero de los preceptos citados.
2.- La "culpa de la víctima", para exonerar de responsabilidad total o parcialmente,
no debe quedar margen de duda en cuanto que la concausación o concausa
del ilícito ha sido interrumpido por el hecho en cuestión y para que la excepción
sea total es menester que tal hecho reúna, entre otros requisitos, el de imprevi-
sibilidad e inevitabilidad.
3.- Existiendo concausación del riesgo de la cosa y de la culpa de la víctima, la
responsabilidad debe establecerse según la proporción en que contribuyó al
acaecimiento del accidente de la culpa de cada una de las partes.
4.- Las distracciones en los peatones o en los conductores de motovehículos cons-
tituyen moneda corriente, forman parte del desenvolvimiento del tránsito, y han
de entenderse como un riesgo asumido por quienes conducen automotores
que presentan una innegable potencialidad damnificante, y cuyas consecuen-
cias dañosas deben ser asumidas por estos últimos (del voto del doctor SALVA-
TORI REVIRIEGO). C.M.H..
46.277 - CApel. CC Bahía Blanca, sala 1ª, junio 23-1994. - Priotto, Armando Julián
c. Pieres de Pestarino, María del Rosario y otros s/ daños y perjuicios.
En la ciudad de Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, a los veintitrés días del
mes de junio de mil novecientos noventa y cuatro, reunidos en acuerdo los Señores
Jueces de la Sala Primera de la Excma. Cámara de Apelación en lo Civil y Comer-
cial de este Departamento Judicial, Doctores César Alfredo Lombardi, Gustavo J.
Salvatori Reviriego y Francisco José Cervini, para dictar sentencia en los autos ca-
ratulados: "Priotto, Armando Julián contra Pieres de Pestarino, María del Rosario y
otros. Daños y perjuicios", y practicado el sorteo pertinente (arts. 156, Constitución
de la Provincia y 263, cód. procesal), resultó que la votación debía tener lugar en el
siguiente orden: Doctores Lombardi, Reviriego y Cervini, resolviéndose plantear y
votar las siguientes cuestiones: 1ª ¿Es justa la sentencia apelada de fs. 259/264?
2ª ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?
1.- El fallo que nos ocupa, ha juzgado el mecanismo de producción de un accidente ocurrido entre dos
vehículos en circulación (un automóvil y una motocicleta), aplicando el art. 1113 -última parte del se-
gundo párrafo) del código civil y sosteniendo que "el comportamiento de la víctima no debe analizarse
con arreglo a la noción de culpa según lo establecido en el art. 512 del cód. civil, sino en función de la
regla del primero de los preceptos citados", interpretando que para configurar el supuesto liberatorio
de responsabilidad allí previsto la culpa de la víctima debe ser equiparable al caso fortuito.
Desde ya debemos señalar que no compartimos ese criterio. La discrepancia doctrinaria que apuntamos
radica en la inexistencia de motivos adecuados para justificar el juzgamiento de la culpa de la víctima de
un accidente, haciendo exclusión de la directiva que sienta el art. 512 del cód. civil, por la sola razón de
considerar aplicable el art. 1113 del mismo cuerpo legal.
Para nosotros, aún cuando se admita que la responsabilidad por riesgo reviste carácter objetivo, al
permitírsele al "dueño o guardián" eximirse de responsabilidad acreditando la culpa de la víctima o la
347
I.- En autos, Armando Julián Priotto contra María del Rosario Pieres de Pestarino y
el Banco del Sud S.A. por la suma de doscientos cuarenta y seis millones trescien-
tos quince mil seiscientos cincuenta y tres mil australes con 78 centavos en concep-
to de daños y perjuicios derivados de un accidente de tránsito ocurrido el 15 de no-
viembre de 1990 en intersección de las calles entre Fuerte Argentino y Urquiza de
nuestra ciudad. Afirmó que el accidente se había producido en circunstancias en
que circulaba conduciendo su motocicleta "Zanella" y la Sra. de Pestarino, inva-
diendo el carril izquierdo de la calle 11 de Abril para, en forma cerrada ingresar en
Fuerte Argentino, lo embistió al comando de un Renault 21, modelo TXE, dominio
B.2250361, arrollando y destruyendo también el ciclomotor, le produjo gravísimas
lesiones en su pierna izquierda. Consideró, por ello, como únicos responsables del
siniestro a los demandados. Pidió -también- la citación en garantía de "La Previsión
Cooperativa de Seguros Ltda." en carácter de aseguradora del rodado mayor.
de un tercero por el que no debe responder, ello implica que la diferencia sustancial con el régimen de
responsabilidad común (art. 1109), radica en la carga de la prueba, puesto que en tales casos se pre-
sume la culpa del que ha creado el riesgo.
Pero esta modificación del onus probandi no puede justificar a nuestro juicio el descarte de la directiva
que sobre la apreciación de la culpa sienta el art. 512 del cód. civil.
En tal sentido, la valiosa conceptualización de la culpa que trae dicha norma, que ha merecido unáni-
mes y múltiples elogios por parte de la doctrina, reconociéndole vigencia tanto en la esfera contractual
como en la extracontractual, se aparta del criterio de la "graduación" prescindiendo de todo tipo abs-
tracto de comparación, para sustituirlo por el "criterio judicial", aplicado al examen de la naturaleza de
la obligación y las circunstancias relativas a la persona, al tiempo y al lugar.
Ello le permite al juez evaluar la conducta del agente sin atención a tipos o moldes apriorísticamente
fijados (conf. ORGÁZ, La culpa (actos ilícitos), pág. 126; LLAMBÍAS, Obligaciones, t. I, Nº 164, pág. 200;
COLOMBO, Culpa aquiliana (cuasi delitos), pág. 74; BUSTAMANTE ALSINA, Teoría general de la responsa-
bilidad civil, pág. 249, Nº 810; LAFAILLE, Obligaciones, T. VI, vol. I, pág. 175, etc.).
348
Por último, hizo lo propio María del Rosario Pieres de Pestarino, quien afirmó que la
única coincidencia estaba dada por el reconocimiento de que el actor chocó fron-
talmente contra el vehículo por ella conducido. Afirmó que conducía el rodado a no
más de 15 Kms. por hora que había doblado desde la calle 11 de Abril y tomado
Fuerte Argentino, produciéndose en ese momento la aparición sorpresiva del actor
al comando de un ciclomotor que salió de un inmueble ubicado a la derecha de
Fuerte Argentino y en sentido contrario al de la circulación de la arteria mencionada,
lo que la llevó sólo a frenar para evitar males mayores. Sostuvo, por lo reseñado
que el actor era el responsable exclusivo del accidente de tránsito y negó, también,
los daños reclamados y la documentación acompañada, solicitando el rechazo de la
demanda con costas.
II.- Luego de los pasos procesales de ley, la juez a quo dictó sentencia, en la que
rechazó la pretensión actoral con costas.
Vale la pena recordar en este aspecto la nota del Codificador puesta al art. 512, donde dice, citando a
ZACHARIAE: "... ya no es permitido hablar ni de culpa lata, ni de culpa leve, ni de culpa levísima. Sin
duda hay culpas, que por razón de las circunstancias, de la posición de las partes respecto de las
obligaciones especiales que les son impuestas, son más graves o más ligeras que las otras; pero no
hay culpa que considerada en sí misma, prescindiendo de las circunstancias del lugar, del tiempo y de
las personas, pueda ser clasificada por datos abstractos y por una medida invariable y absoluta como
culpa grave, como culpa leve o como culpa levísima. La gravedad de la culpa, su existencia misma,
está siempre en razón de su imputabilidad, es decir, con las circunstancias en las cuales ella se pro-
duce...".
Y desde el momento que la eximición de responsabilidad del "dueño o guardián" mediante la prueba
de la "culpa" de la víctima o de un tercero, aunque pueda entenderse que ello ha significado la crea-
ción de un nuevo régimen de imputabilidad, si como hemos señalado el mismo produce sus efectos
principales sobre la carga de la prueba, a partir de la presunción que pesa sobre el creador del riesgo,
no vemos el motivo por el cual los jueces deban apartarse de las sabias directivas del art. 512 para
evaluar también, la conducta de la víctima en la emergencia, a fin de establecer en qué medida ésta
pudo influir sobre el hecho generador de responsabilidad.
2.- Si al árbol se lo conoce por sus frutos, es bueno reflexionar sobre el resultado de estas teorías de
"avanzada" en materia de responsabilidad extracontractual, puesto que no puede pasar desapercibido
que en el caso que nos ocupa, la conducta de un motociclista que circulaba violando normas de tránsi-
to (cruzó la calle en sentido oblicuo y contrario al de circulación de dicha arteria), y sin que se le haya
imputado al conductor del otro vehículo exceso de velocidad, ni la condición de embistiente, ni ninguna
otra circunstancia agravante, determinó que de acuerdo con el voto de la mayoría, ello justificara atri-
buirle sólo un treinta por ciento de culpa y según el voto de la minoría, tal circunstancia no tuvo signifi-
cación alguna para considerarlo copartícipe culposo del accidente. Tampoco su conducta tuvo rele-
vancia para distribuir las costas en la misma proporción de la culpa, toda vez que fueron impuestas
íntegramente a la demandada.
349
III.- Liminarmente, el apelante cuestiona la mecánica del accidente que da por cierta
la jueza a quo y afirma que el gráfico que acompaña a su expresión de agravios
tiene sustento en la prueba producida en la causa. Se refiere así al "defectuoso"
croquis policial, los reconocimientos de la demanda, los testimonios de Burgos,
Domínguez, Cardone, Sandoval, Antonelli y Diodato, las pericias del Ing. Frenkel y
el Ing. Calcinaro, así como el experto Clemente. Argumenta, después con relación
al tiempo de reacción frente al obstáculo y la distancia recorrida por el vehículo al
ser frenado; a los efectos de la frenada súbita sobre el gobierno del rodado. A pos-
teriori, efectúa un análisis de las pruebas que reputa "adversas" (el testimonio de la
Sra. Fernández de Ciccioli, testimonios de Gallucci e inspección ocular de fs. 5 del
expediente penal). Todo lo cual lo lleva a sostener que la demandada debe respon-
der a título de culpa y el Banco del Sud S.A. en su carácter de propietario del roda-
do embistente. Se refiere, a posteriori a los daños reclamados, los que considera se
han acreditado en la causa y de consiguiente, peticiona la revocatoria del fallo en
recurso y la estimación de la demanda en todas sus partes.
Y ¿cuál es el reproche que se le hace al conductor del vehículo coprotagonista del hecho? Se le impu-
ta culpa por no haber previsto la culpa de la víctima.
Es decir que es más culposo el que no previó la culpa del otro que el que obró con indudable ilicitud.
3.- Verdaderamente notable es que no haya integrado el análisis, el deber que también pesaba sobre
el motociclista, de prever que otro vehículo podía aparecer circulando reglamentariamente por su
mano, sin violar ninguna norma de tránsito, máxime cuando el primero constituía un riesgo extraordi-
nario por cuanto circulaba de contramano.
Por ello, creemos que para el mejor análisis de los coautores de un hecho ilícito, sobre todo tratándo-
se de un choque plural de automotores, el camino más seguro e insustituible, más allá de la carga de
la prueba cuya relevancia cobra vigencia cuando hay ausencia de ella o la aportada resulta insuficien-
te, es el que transita sobre la benemérita estructura sentada por el art. 512 del cód. civil.
Tal postura resulta aplicable aún desde la óptica de la doctrina de "las presunciones concurrentes de
causalidad", puesto que ésta sólo establece que en caso de colisión recíproca de automotores, cada
guardián debe soportar el daño causado al otro vehículo, pero ello es así en tanto no pruebe la culpa
parcial o total del coautor del hecho o la de un tercero por el que no debe responder.
Ello lleva necesariamente al análisis de las conductas observadas por los copartícipes del accidente, a
cuyo fin mantienen plena vigencia las presunciones hominis que durante décadas fueron utilizadas por
los jueces y que en definitiva constituyen la aplicación práctica de las directivas que para el juzgamien-
to de la culpa sienta el art. 512 del cód. civil.
350
En efecto, como lo tengo dicho con reiteración (ver causa 88.306 del 22 de octubre
de 1992, 89.714 del 12 de noviembre de 1993, entre otras), la Suprema corte de
Justicia de la Provincia de Buenos Aires ha expresado con la autoridad de la casa-
ción que "La solución en el caso de colisión entre dos cosas que presentan riesgos
o vicios es que el dueño o guardián debe afrontar los daños ocasionados al otro. No
existe norma ni principio legal alguno que permita otra interpretación del art. 1113
del cód. civil", así como que, "cuando media participación activa de una cosa ries-
gosa, la responsabilidad está regida por la segunda parte del párrafo segundo del
art. 1113 del cód. civil y sólo podrá liberarse total o parcialmente si acredita la culpa
de la víctima o de un tercero en el hecho". (AS 1986-I-254 y sigtes). Criterio este
receptado por el Tribunal cimero de la Nación en cuanto ha dicho: "La sola circuns-
tancia de la existencia del riesgo recíproco no excluye la aplicación de lo dispuesto
por el art. 1113, segundo párrafo del cód. civil, que regula lo atinente a la responsa-
bilidad por el hecho de las cosas y de tal suerte se crean presunciones concurren-
tes como las que pesan sobre el dueño o guardián, quienes deben afrontar los da-
ños causados a otros, salvo que prueben la existencia de circunstancias eximen-
tes". (LL 1988-D-296 y sigtes., Cfr. nota de Atilio Aníbal Alterini).
Conforme a lo expresado, y atento la realidad fáctica del accidente que está fuera
de debate, la responsabilidad de los demandados María del Rosario Pieres de Pes-
tarino y Banco del Sud S.A.. Resulta objetiva en los términos del art. 1113 del cód.
civil en cuanto están acreditados -en principio- los daños y la relación causal entre
éstos y el accidente en cuestión. De modo tal que, para que los demandados se
eximan total o parcialmente de responsabilidad, deben demostrar que hubo una
interrupción en el nexo causal o concausación por el obrar culposo de la víctima o
de un tercero por quien no deban responder y tal prueba pesa sobre los nombrados
(art. 375, cód. procesal).
b.- Comparto el criterio de la jueza a quo, en el sentido de que para resolver el tema
que nos ocupa aparece como fundamental determinar, con la mayor exactitud
posible, el lugar donde se produjo la colisión. A tal efecto la sentenciante toma
en cuenta, de manera especial la causa penal agregada por cuerda. Menta, al
respecto la inspección ocular de fs. 5 del proceso citado. Creo, sin embargo,
que dicha probanza debe meritarse en la medida que no violente el principio de
especificidad de la prueba (arts. 384, doctr. del 395 y conc., cód. procesal). Y
tal digo en razón de que, en dicha inspección ocular se hacen afirmaciones
que, en modo alguno, pueden haber sido percibidas por los funcionarios que
efectuaron la diligencia (v. gr. lugar de donde salió el ciclomotor).
Es que el deber de mantener un pleno dominio sobre el rodado que se conduce, la presunción de
culpa que pesa sobre el vehículo embestidor o la que emerge de la violación de las normas que rigen
el tránsito -como tantas otras-, configuran pautas de conducta que de manera indubitada reflejan una
realidad fáctica condicionada al accionar humano, que debe ser evaluada en cada caso conforme a
sus propias circunstancias.
Ello es así, máxime cuando tratándose de una colisión entre dos vehículos (las motocicletas lo son y
su facilidad de maniobra resulta frecuentemente un factor de riesgo agravado), no parece justo hacer
pesar la presunción de culpa sobre uno de los conductores, por la sola circunstancia de haber sido en
la emergencia; el otro el único dañado.
Acá no puede hablarse de un sólo "riesgo creado", porque -como en todos los casos de choques de
automotores en circulación-, ambos partícipes han creado riesgos, de manera tal que dicho fundamen-
to objetivo de responsabilidad debe entenderse neutralizado, pareciendo más razonable y justo que la
cuestión se decida rigurosamente a la luz de la culpa de cada uno de los conductores, debiéndose
evaluar a los fines del examen de la mecánica del hecho, la totalidad de la prueba incorporada al pro-
ceso, atento que en este aspecto no puede considerarse derogado el principio procesal de "adquisi-
ción" de la prueba.
351
Por otra parte, el perito Ing. Frenkel (fs. 68/68 vta. de la causa penal) señala que las
deformaciones y aplastamientos que presentan algunos elementos de la motocicle-
ta en su sector lateral izquierdo, principalmente en la parte media donde está ubi-
cado el motor, como así también las que se observan en la rueda delantera y hor-
quilla, permiten estimar, a mi criterio, que las mismas son consecuencia de esfuer-
zos combinados, esto es roturas por impacto y deformaciones por aplastamiento. El
tipo de rotura o colapso de elementos en la parte media del ciclomotor las considero
producto del impacto del automóvil en ese sector, despedido el conductor de la
misma, queda, de acuerdo a mi óptica, la motocicleta atrapada y pasada por enci-
ma provocando las deformaciones por aplastamiento, tal como puede observarse
claramente en las fotografías acompañadas (ver fs. 68 vta).
El Ing. Calcinaro, perito mecánico de autos, de modo coincidente, señala que los
daños observados en el ciclomotor sumado a las lesiones que sufriera el actor en
su pierna izquierda, indican que el impacto no fue frontal, sino que afectó al vehícu-
lo desde el sector delantero izquierdo, para agregar: "Según estos daños, encuen-
tro como probable que luego del impacto, se produjera en primer término la caída
del conductor, para luego tumbarse el ciclomotor hacia su derecha, quedando bajo
el vehículo mayor, éste a su vez pudo pasar por encima de su rueda delantera y
probablemente arrastrarlo un corto trecho" (ver fs. 180/180 vta.).
4.- Tratándose de un supuesto de colisión entre automotores en circulación, la Dra. AÍDA KEMELMAJER
DE CARLUCCI, con su muy autorizada opinión sostiene que la importancia práctica de la presunción de
responsabilidad que pesa sobre el dueño o el guardián, se encuentra limitada al supuesto en que la
causa del daño permanece ignorada, puesto que cuando en juicio se ha acreditado una conducta
imputable el caso debe resolverse sobre la base de pautas subjetivas (conf. Código Civil y Leyes
Complementarias..., BELLUSCIO-ZANNONi, Ed. Astrea, t. 5, pág. 492, nº 33).
En rigor de verdad, resulta difícilmente pensable el caso de un choque entre dos vehículos en circula-
ción en el que la causa del daño sufrido por alguno de ellos o sus conductores o pasajeros, perma-
nezca ignorada, por cuanto aún ante la ausencia de testigos presenciales, siempre el mecanismo de
producción del hecho puede reconstruirse a la luz de las pericias técnicas, que permiten establecer
por lo menos datos básicos (como la fuerza del impacto, la calidad de embestidor, existencia de ma-
niobras anteriores al choque, etc.), con lo cual se puede establecer la culpabilidad de los copartícipes
sobre la base de presunciones hominis o legales.
Dichas presunciones, evaluadas de acuerdo con las reglas de la sana crítica y conforme a las pautas
impuestas por las circunstancias de las personas, del tiempo y del lugar, permiten establecer grados
de responsabilidad (únicos o compartidos) sobre bases estrictamente subjetivas, sin que sea menester
recurrir a ficciones ajenas a la realidad de los hechos.
352
Por otro lado, pongo de resalto que el Renault 21 Nevada que conducía la Sra. Pie-
res de Pestarino, presentaba signos del choque en "parte delantera lado izquierdo
con abolladura de guardabarro delantero lado izquierdo, destrucción del faro del
mismo lado..." (ver fs. 8 vta. de la causa penal agregada por cuerda).
Frente a tal cuadro fáctico, resulta de toda evidencia que Priotto observó en esas
circunstancias una conducta culposa, violentando normas de tránsito (arts. 65 y 71,
inc. 2º) toda vez que salió de su lugar de estacionamiento sin ajustar su obrar a la
preceptiva de la norma citada en primer término y por lo demás, cruzó la calle Fuer-
te Argentino en sentido oblicuo y contrario al de circulación de dicha arteria. Tal la
conducta culposa de Priotto, que si bien ha concausado el siniestro motivo de auto-
s, no ha sido a mi entender -contrario al sentir de la jueza a quo- la causa única y
exclusiva del accidente.
La Casación tiene dicho que "Cuando se demanda con sustento en el art. 1113,
segunda parte del cód. civil, el comportamiento de la víctima no debe analizarse
con arreglo a la noción de culpa según lo establecido en el art. 512 del cód.civil,
sino en función de la regla del primero de los preceptos citados". (ver AS 42.493 del
11 de setiembre de 1990, DJJ 141-4549/50 y "Doctrina Judicial", revista del 17 de
noviembre de 1993).
5.- Por lo demás, al margen de la discrepancia doctrinaria sobre las características que debe reunir el
"hecho de la víctima" para, configurar un supuesto de liberación de responsabilidad, lo cierto es que
ellas se plantean generalmente (en materia de accidentes causados por el uso de automotores) cuan-
do un automóvil embiste a un peatón, situación en la que existe una clara desproporción entre el "ries-
go" que cada uno de ellos configura en el tránsito público.
Lo que no parece razonable es que, tratándose del choque producido entre dos vehículos generado-
res de un riesgo equivalente, por la sola circunstancia de haber sufrido uno solo de los conductores
algún daño, pese sobre el otro la obligación de acreditar el carácter imprevisible e inevitable (asimila-
ble al caso fortuito) del hecho de la víctima.
Este criterio, olvida que tal exigencia encuentra sustento doctrinario cuando la liberación de responsa-
bilidad se funda en un hecho no culposo de la víctima, por cuanto en este supuesto, la exención cier-
tamente proviene del caso fortuito, dado que el art. 1113 hace estricta referencia a la culpa.
Y al margen de la discrepancia existente sobre las condiciones de la "culpa" conforme a una interpre-
tación gramatical del texto aludido (extensiva o no a los "hechos" de los inimputables), lo cierto es que
tratándose del juzgamiento de la conducta concurrente de dos personas jurídicamente capaces, no
encontraremos mérito alguno para prescindir de las reglas generales, estableciéndose la responsabili-
dad que le corresponde a cada uno de los coprotagonistas, con independencia del mayor o menor
daño que ocasionalmente uno de ellos pudo soportar.
Esta graduación de culpas, en orden estricto a las circunstancias propias de las personas del tiempo y
del lugar, responde también a lo normado por el art. 1111 del cód. civil, que establece que "el hecho
que no cause daño a la persona que lo sufre, sino por una falta imputable a ella, no impone responsa-
bilidad alguna".
En este aspecto cobra dramática realidad la argumentación de los hermanos MAZEAUD, aunque con un
efecto opuesto al pretendido, cuando alegaban recurriendo a una sofisma que: "si un simple raspón en
la carrocería de uno de los automotores fuera suficiente para que su dueño o guardián se liberara de
la presunción de causalidad que pesa sobre él; ¡desdichado del que hubiera salido indemne!".
353
Lo dicho no importa otra cosa que la "culpa de la víctima", para exonerar de res-
ponsabilidad total o parcialmente, no debe quedar margen de duda en cuanto que
la concausación o concausa del ilícito ha sido interrumpido por el hecho en cuestión
y que para que la excepción sea total es menester, como lo señalara más arriba,
que el tal hecho reúna, entre otros requisitos, el de "imprevisibilidad e inevitabili-
dad". En el accidente en estudio, en mi sentir, ha habido culpa de la demandada en
no prever una segunda culpa -la de la víctima- sin hacer lo necesario para evitarla:
por eso el hecho de la víctima no ha sido totalmente imprevisible e inevitable, moti-
vo por el cual hubo culpa del agente (conf. Kemelmajer de Carlucci, Aída, "Código
Civil y Leyes Complementarias", Belluscio-Zannoni, Ed. Astrea, T. 5, pág. 393).
Sí, realmente desdichado el indemne, porque para eximirse de la responsabilidad -aunque la culpa
fuera de la víctima-, debería acreditar que el accidente coprotagonizado, se debió a un hecho equipa-
rable al caso fortuito.
6.- Este criterio, excluyente del análisis de la culpa mediante el régimen general probatorio, cuando se
trata de choques entre automotores en movimiento, según autorizada doctrina ha sido pensado sobre
la presunción de que los vehículos se encuentran asegurados, por lo cual en definitiva son las grandes
compañías aseguradoras las que cargan con los daños. En tal sentido se ha afirmado que si se razo-
nara que es el titular del automóvil quien debe responder por los daños, los jueces se sentirían pro-
pensos a liberarlos cuando no se demostrare su culpa (conf. SAVATLER, Traite..., nº 332, citado por
KEMELMAJER DE CARLUCCI en Código Civil Comentado..., BELLUSCIO-ZANNONI, t. 5, pág. 494).
Por lo pronto, aún para quienes no comparten el criterio de "compensación de presunciones", que
siguiendo los lineamientos generales (conf. art. 1109, cód. civil), considera necesario que el deman-
dante pruebe la culpa del conductor del otro vehículo; tratándose de daños "causados con las cosas"
el dueño o guardián no puede liberarse de responsabilidad probando que de su parte no hubo culpa,
sino que será menester que acredite la "culpa de la víctima".
Pero de ahí a considerar que esa culpa debe ser equiparable al caso fortuito, cuando la ley no lo exi-
ge, y sólo porque sean las compañías de seguros las que en definitiva deban cargar con los daños,
hay un abismo.
Cierto es que el seguro cumple una función social que no puede pasar desapercibida, pero ello no
implica que la obligación concurrente (o in solidum) que asumen las compañías aseguradoras frente a
los terceros damnificados deba ser juzgada con un rigor que la ley, ni el contrato vinculante con el
asegurado, les impone de manera alguna.
Estos criterios "proteccionistas" en demasía, llevan a la larga a producir efectos contrarios a los pre-
tendidos por quienes los sustentan, por cuanto por un lado fomentan la irresponsabilidad y la falta de
solidaridad social del que sabe que puede conducir su vehículo de manera negligente y aun temeraria;
porque de cualquier manera los daños que ocasione serán cubiertos por su aseguradora...".
354
c.1.- Daño corporal. De las actuaciones habidas en sede penal (ver fs. 2 vta. y fs. 21
vta.), de la pericia médica obrante en autos (ver fs. 200/202) y fotografías de fs. 17 y
18, resulta claramente probado que, como consecuencia del accidente que nos ocu-
pa, Armando Joaquín Priotto sufrió la fractura expuesta multifragmentaria de la tibia
izquierda y herida contusa de la frente, necesitando para su recuperación un lapso de
seis meses. El Dr. Rudolf señala que, al momento de practicar la revisación a los fi-
nes de elaborar la pericia médica, el actor presentaba cicatrices quirúrgicas en la
pierna izquierda y la movilidad en la flexión del pie, limitada a cinco grados, razón por
la cual no puede deambular pisando únicamente con los talones y registrando dolo-
res en los tobillos cuando está mucho tiempo de pie. También nos dice que radiográ-
ficamente la fractura ha consolidado bien, pero con una leve desviación del eje del
miembro (ver fs. 201 vta.). Las secuelas producen en el actor una incapacidad laboral
-en números redondos- del 19% (diez y nueve por ciento). Estas conclusiones del
experto no han merecido objeciones de las partes y no encuentro motivación alguna
para apartarme de ellas (arts. 384, 474 y concs., cód. procesal).
En cuanto a los ingresos del actor, no ha sido negada la retribución total denuncia-
da por el actor en su escrito introductorio, motivo por el cual debo tener por ciento
que Priotto percibía, en noviembre de 1990 la suma de dos millones doscientos
cincuenta y siete mil doscientos cuarenta australes con 32 centavos. Esto es en
pesos y en números redondos la suma de doscientos veintiséis pesos (art. 354, inc.
1º cód. procesal). Dicha suma debe ser reducida en un quince por cierto, en razón
de las retenciones legales que, se estiman, afectaban ese salario (art. 165 in fine
del cód. procesal) lo que hace que el ingreso del actor a la fecha del accidente as-
cendiera, en realidad, a la suma de ciento noventa y dos pesos en números redon-
dos. Debe tenerse en cuenta para establecer la indemnización impetrada que, aten-
to la edad del actor al momento del hecho (34 años) su expectativa de vida era de
40,02 (conforme censo de 1960 suministrado por el Indec), su incapacidad física en
un 19 % (diez y nueve por ciento) y la psicológica que afecta, también a su inser-
ción en el mercado laboral, asciende a un 5%, lo que hace que sumadas ambas
importen una incapacidad total sobreviniente del 24% (veinticuatro por ciento).
Para determinar este perjuicio, es sabido que debemos obtener una renta que
puesta a un interés compuesto del 6% anual y que desaparezca al finalizar la ex-
pectativa de vida, arroje una suma similar a la incapacidad laboral sufrida por el
actor a consecuencia del accidente. Efectuada la operación aritmética respectiva
nos da un monto que asciende a nueve mil catorce pesos con 46 centavos, y ade-
cuando aquél al porcentaje de responsabilidad de los demandados, resulta que este
rubro asciende a la suma de seis mil trescientos pesos en números redondos (art.
1069 y concs., cód. civil).
Pero además, también con ello se produce un encarecimiento del seguro (que en materia de automo-
tores no siempre es rentable) e incluso la frustración de sus fines, por cuanto como es de pública noto-
riedad muchas compañías -deficientemente controladas por la autoridad competente- han debido ser
liquidadas por su evidente estado de insolvencia, razón por la cual no pagaron siniestros cubiertos por
sus pólizas, dejando en total desprotección tanto al asegurado como a la víctima.
7.- Mediando autoría humana, como ocurre necesariamente cuando se trata del choque entre dos
vehículos en circulación, a nuestro juicio el hecho debe reconstruirse sin preconceptos; aplicándose
las presunciones reiteradamente aceptadas por la jurisprudencia para establecer la culpa atribuible a
cada uno de los coprotagonistas del hecho, sin que ello autorice -porque la ley no lo hace- que por la
sola circunstancia de haber sufrido uno de ellos daños y de que el otro se encuentre asegurado, se
imponga la acreditación de un caso fortuito, como única causal eximitoria de responsabilidad.
355
A dicho importe debe sumársele "la chance" absolutamente probable -en atención a
su edad- de un incremento en el sueldo que puede estimarse en un 25 % (veinticin-
co por ciento), lo que traducido en pesos monta la suma de un mil quinientos seten-
ta y cinco pesos (art. 1069 y concs., cód. civil), la que debe adicionarse a la más
arriba establecida, prosperando este rubro, en consecuencia, por la suma de siete
mil ochocientos setenta y cinco pesos.
c.2.- Daño moral. El actor reclama por este concepto la suma de cinco mil quinien-
tos pesos. Sostiene que debe tenerse en cuenta, en orden al daño moral, el peligro
corrido, los padecimientos y molestias inherentes al tratamiento terapéutico, su ju-
ventud, la proyección en su vida de relación, su renguera permanente, amén del
daño estético sufrido en la pierna.
Está fuera de toda duda que Priotto ha sufrido padecimientos y molestias desde el
momento del accidente y por lapso de unos seis meses (ver informe del perito
médico de fs. 201 vta.). También deben ponderarse los "atisbos de dificultades
emocionales" que, sin duda, se proyectan en su vida de relación (ver informe de la
perito psicólogo de fs. 216). Puesto en el difícil deber de estimar crematísticamente
la indemnización por el probado daño sufrido por el actor, creo justo y equitativo
establecerlo en la suma de cuatro mil pesos, monto que -teniendo en cuenta el por-
centaje de responsabilidad de los demandados- queda fijado en la suma de dos mil
ochocientos pesos (art. 1078, cód. civil).
c.3.- Reintegro de gastos. Bajo este rubro Priotto reclama desembolsos que dice
haber realizado para lograr su recuperación, su físico y su salud. Negadas las ero-
gaciones, corresponde que analicemos probanzas arrimadas a la causa respecto
de los distintos rubros que integran este ítem.
En cuanto a los gastos sanatoriales, los mismos están debidamente justificados por las
intervenciones médico-quirúrgicos que tuvo que sobrellevar el actor para lograr su re-
cuperación conforme lo expresa al perito médico oficial (ver fs. 200/202). Con el infor-
me de fs. 101 y recibos de fs. 108 y 109 se acredita que Priotto abonó al Hospital Re-
gional Español la suma total -en números redondos- de trescientos cincuenta pesos.
En nuestro derecho, las directivas sentadas por los arts. 512, 902, 904 y concs. del cód. civil, estable-
cen pautas de conducta que no deben ser desoídas y que deben tener efectividad para ambas partes,
puesto que en caso contrario se fomentan resultados obviamente no queridos por el legislador y disva-
liosos para el orden que debe imperar en toda comunidad jurídicamente organizada.
No debe olvidarse que el damnificado tampoco puede enriquecerse a costa del autor del infortunio ni
aumentar o prolongar injustificadamente las consecuencias perjudiciales del hecho, dejando de tomar
las medidas que están a su razonable alcance y que la prudencia y circunstancias aconsejan.
En tal sentido no puede dejar de advertirse que el voto de la mayoría del fallo que comentamos, si
bien se sustenta en el criterio de la responsabilidad objetiva, considerando al automóvil (Renault 21)
como único factor de riesgo, en definitiva analiza el mecanismo de producción del hecho establecien-
do una distribución de responsabilidad fundada en la culpa, que más allá del acierto o desacierto en
que pueda haberse incurrido en la valoración de la prueba, confirma que difícilmente puede hacerse
abstracción de los aspectos subjetivos involucrados en un accidente de tránsito.
Siendo ello así, seguimos creyendo que el camino más seguro para evitar soluciones reñidas con la
equidad y el sentido común, obliga a examinar la "culpa" de los "coprotagonistas" de un accidente de
tránsito producido por automotores en circulación, a la luz de la diligencia observada por cada uno de
ellos conforme a las circunstancias del caso, sin que sea menester para eximir de responsabilidad al que
resultó indemne, que se pruebe un hecho imputable a la víctima equiparable al "caso fortuito", bastando
con que se acredite que ésta obró con "culpa", conforme a las pautas sentadas por el art. 512 del cód.
civil, que resultan suficientemente amplias como para permitir su atribución -total o parcial-, de acuerdo
con la debida diligencia que las leyes de tránsito así como el más elemental sentido de prudencia y de
respeto al prójimo, imponen a quienes transitan por calles y rutas conduciendo vehículos motorizados.
356
El médico tratante del actor ha reconocido el recibo obrante a fs. 21 (ver fs. 213), lo
que hace que deba tenerse por probado que Priotto abonó al Doctor Serondino la
suma de setecientos cincuenta pesos.
Por último, se ha probado que Priotto abonó al "Instituto de Rehabilitación del Lisia-
do" la suma de trece pesos con cincuenta centavos.
Las erogaciones precedentemente reseñadas, deben ser abonadas por los deman-
dados, en la medida de su responsabilidad. Ergo, por este concepto la demanda
debe tener andamiento por la suma de seiscientos sesenta y siete pesos con cin-
cuenta centavos.
c.3.1.- También reclama el accionante en calidad de gastos, lo que dice haber pa-
gado por las fotografías obrantes en la causa. Esta erogación no guarda, con el
hecho ilícito una relación de causalidad adecuada y, por consiguiente, no constituye
daño resarcible, sin perjuicio que pueda ser tenido incluido en carácter de costas,
en la etapa del proceso.
d.- Los daños al ciclomotor. Las fotografías obrantes a fs. 26 de autos y la pericia
obrante en la causa penal (ver fs. 9/9 vta.) acreditan hasta la evidencia los da-
ños sufridos por la motocicleta que conducía el actor al momento del accidente
y el informe del Ing. Calcinaro, el que no ha sido observado por las partes y del
cual no encuentro motivo alguno para apartarme de él, establece que la repa-
ración del rodado insume trescientos veintidós pesos con cincuenta centavos y
la mano de obra asciende a ciento ochenta pesos, lo que hace que el costo to-
tal de la reparación monte la suma de quinientos dos pesos con 50 centavos.
Ello hace que, atendiendo al porcentaje de responsabilidad de los demanda-
dos, el rubro deba prosperar por la suma de trescientos cincuenta pesos (art.
1068 y cons., cód. civil).
e.- En síntesis, la pretensión actoral -en mi entender- debe prosperar por la suma
de once mil seiscientos noventa y dos pesos, con más sus intereses liquidados
a la tasa pasiva que paga el Banco de la Provincia de Buenos Aires en las ope-
raciones a quince días, teniéndose en cuenta los períodos de aplicación. Voto
la cuestión por la negativa.
Por los fundamentos del señor Juez Doctor Lombardi, voto también la cuestión por
la negativa.
Con esta salvedad respecto del voto del distinguido colega que me precede en el
acuerdo, doy también el mío a esta primera cuestión por la negativa.
Los Señores jueces doctores Cervini y Salvatori Reviriego por los mismos motivos
votaron en igual sentido.
DAÑOS Y PERJUICIOS
1.- Cuando el art. 1113 del Cód. Civil exige la prueba de voluntad contraria (expre-
sa o presunta) del dueño o guardián, para eximirlo de responsabilidad, exige
también que acredite haber obrado diligentemente, adoptando todas las medi-
das necesarias para impedir la utilización indiscriminada de la cosa (*).
2.- Determinar si los medios probatorios rendidos han sido o no suficientes para
acreditar el uso contrario a la voluntad expresa o presunta del dueño o guar-
dián de la cosa, es una cuestión de hecho, irrevisable a través del recurso de
casación.
3.- Determinar si los propios hechos han mostrado o no la voluntad contraria al uso
de una cosa y si las precauciones que debían tomarse eran o no extraordina-
rias, constituye una cuestión de hecho, ajena al ámbito propio del recurso de
casación.
Los hechos relevantes para la decisión de la causa atendiendo a los agravios del
recurrente son los siguientes:
(**) Citas legales del fallo núm. 93.716: ley 17.711 (Adla, XXVIII-B, 1810).
SUMARIO: I. Introducción. - II. Una breve reseña de los hechos. - III. La doctrina del fallo de la Su-
prema Corte. - IV. La peculiar naturaleza del transporte benévolo. - V. La asunción del riesgo como un
obstáculo para invocar la responsabilidad objetiva. - VI. Conclusión.
I.- Introducción
Sobre la base de un excelente voto de la doctora Aída Kemelmajer de Carlucci, la Suprema Corte de
Justicia de la Provincia de Mendoza resuelve un interesante caso de responsabilidad civil.
El tema sujeto a decisión del Alto Tribunal gira en torno a la utilización de una cosa riesgosa en contra
de la voluntad de su dueño.
Como es sabido, este es un supuesto que excluye la responsabilidad objetiva del propietario y del
guardián, pues la última parte del art. 1113 del Cód. Civil establece que "si la cosa hubiese sido usada
contra la voluntad expresa o presunta del dueño o guardián, no será responsable".
¿Cuál es el alcance de la excepción legal? ¿qué es lo que debe entenderse por uso contrario a la
voluntad expresa o presunta de los responsables? ¿Cuál es la trascendencia del papel de la víctima?
359
1.- En diciembre de 1990, la señora Etelvina Barroso Vda. de Garro inició demanda
por daños y perjuicios contra Américo S. Villarroel y Juan A. Rodríguez por los da-
ños y perjuicios sufridos por la muerte de su esposo, Silverio Garro.
El Señor Américo Villarroel también contestó la demanda; dijo entre otras cosas,
que su patrón le había prohibido expresamente que llevara personas y cosas aje-
nas y que anduviese con el tractor fuera de la finca.
Para valorar con justeza la doctrina del fallo es indispensable reproducir con algún detalle los antece-
dentes del caso.
El señor Juan Antonio Rodríguez era al tiempo en que ocurrieron los desgraciados hechos, propietario
de una finca rural y de un tractor marca Fiat.
El señor Américo Segundo Villarroel, por su parte era dependiente de Rodríguez y estaba a cargo del
cuidado y manejo de la finca y de las maquinarias y útiles de labranza, entre ellos, el tractor.
En una fecha que no se precisa, se organizó un campeonato de truco en un colegio próximo al esta-
blecimiento propiedad de Rodríguez y Villarroel decidió participar. Con esa idea, se trasladó al colegio
en el tractor de Rodríguez.
Terminado el torneo, en horas de la madrugada, el señor Silverio Garro -no se sabe si se trata de un vecino,
o de otro participante, o de un simple conocido de Villarroel-, le pidió a éste que lo acercara a su casa.
En el trayecto, Garro cayó del tractor y en circunstancias que no se precisan encontró la muerte.
Su mujer -la señora Etelvina Barroso de Garro- promovió un juicio contra Rodríguez y Villarroel para
que le indemnizaran los perjuicios derivados de la muerte de su marido.
El tribunal de primera instancia acogió la demanda contra Villarroel -conductor del tractor- y la rechazó
contra Rodríguez, el propietario de la cosa riesgosa que ocasionó el accidente. Para desestimarla,
adujo que se había demostrado que el tractor fue utilizado por Villarroel en contra de la voluntad de su
dueño y que esta circunstancia configuraba la excepción que contempla la norma del art.1113 del
Cód. Civil en su parte final.
360
2.- La jueza de primera instancia hizo lugar parcialmente a la demanda contra Villa-
rroel, atribuyendo culpa concurrente en un 50 % al conductor del tractor y a la vícti-
ma, y la rechazó respecto de Rodríguez.
La Cámara revocó la sentencia de primera instancia en este último aspecto y extendió la condena al
propietario del tractor. Rodríguez interpuso un recurso extraordinario de casación ante la Suprema
Corte de Justicia de la Provincia de Mendoza, recurso que resultó desestimado por el tribunal que no
vaciló en confirmar la sentencia de la Cámara.
Dentro de los hechos límites del recurso de casación, la Suprema Corte viene a reafirmar la doctrina
conforme a la cual la excepción que contempla la última parte del art. 1113 del Cód. Civil, debe inter-
pretarse con un criterio restrictivo.
Así, considera la Corte que no es suficiente que el propietario demuestre que impartió directivas con-
trarias a un uso determinado. Para eximirse de la responsabilidad objetiva que regula el art. 1113 del
Cód. Civil, el dueño o el guardián tienen que acreditar que la cosa salió de su dominio, que escapó a
su control sin culpa de su parte.
Y es bien lógico que así sea, pues una interpretación amplia de la excepción establecida en la parte
final de la norma recordada equivaldría a favorecer la alegación de la propia torpeza del dueño o del
guardián.
Es que sería absurdo que aquellos quienes la ley reputa responsables pudieran desligarse del deber
de reparar a partir de un descuido en la guardia, o por el hecho de haber adoptado medidas de control
ineficaces que facilitaran que la cosa fuera utilizada en contra de su voluntad.
El agente de policía que deja su arma reglamentaria al alcance de terceros, o el automovilista que deja
el automóvil en marcha o con las llaves puestas, no pueden eximirse de responsabilidades alegando
que el revolver fue disparado por un tercero o que el rodado, al provocar ciertos daños, era conducido
por el ocasional ladrón.
En el caso que comentamos, la situación es todavía más clara, pues quien habría utilizado la cosa en
contra de las directivas del dueño es su propio dependiente, esto es, la persona a la cual el propietario
1
le había confiado el uso del tractor .
1
En un interesante fallo se resaltó que la liberación de la responsabilidad no se producía cuando el
uso de la cosa en contra de la voluntad del dueño resultaba de un abuso de confianza: "La libera-
ción de responsabilidad objetiva del dueño o guardián de la cosa riesgosa no se logra acreditando
simplemente que el automóvil fue sustraído antes de la colisión; es menester probar que la volun-
tad contraria al uso de la cosa no resulta de un enunciado abstracto del dueño o guardián discerni-
ble del solo hecho de no haber prestado o cedido voluntariamente la unidad, sino de la adopción
de medidas concretas orientadas a impedir ese empleo indebido, el abuso de confianza o la sus-
tracción por terceros, aprovechando el negligente descuido en que ha quedado la cosa" (C 1ª CC
Bahía Blanca, sala I, setiembre 8-992. LA LEY. 1993-C, 370).
361
La quejosa denuncia "errónea interpretación del último párrafo del art. 1113", con
estos argumentos: El fallo impugnado reconoce la existencia de la prohibición de usar
el tractor fuera de los límites de la finca al admitir como prueba la contestación de la
demanda, las testimoniales de fs. 124, 158 y 259; no obstante, acoge la demanda
porque sostiene que el meollo del problema lo constituye la culpa en la guarda.
No parece lógico que la desobediencia del encargado de custodiar la cosa pueda ser invocada por el
propietario como una causal de excusación. Por el contrario de acuerdo con la gráfica expresión de Ac-
ciarri que cita la sentencia, estaríamos ante un supuesto de "magnificación" de los riesgos, una suerte de
2
acentuación de la responsabilidad del dueño que no supo o no pudo mantener el control de la cosa .
Es que, en rigor, la excepción que consagra la parte final del art. 1113 del Cód. Civil sólo funciona en
aquellos casos en los que la utilización de la cosa opuesta a la voluntad y a los designios de su dueño
3
o guardián, aparece como inevitable para ellos .
2
Conf. ACCIARRI, Hugo Alejandro. "La responsabilidad del dueño o guardián y la sustracción de la
cosa". LA LEY, 1993-C, 369/74.
3
En un sentido contrario a la opinión sustentada, se pronuncia Llambías. "Para el criterio amplio, no
hay razón para ser tan severo con el presunto responsable, a quien se lo debe liberar toda vez que
él justifique que la utilización de la cosa ha sido hecha contra su voluntad expresa o tácita" (conf.
Llambías, Jorge J., "Tratado de Derecho Civil. Obligaciones", t. IV-A, Nº 2620, p. 581). Para ilustrar
su opinión, el distinguido autor pone el ejemplo del tallerista que usa el automóvil de un cliente pa-
ra hacer un paseo, sostiene -naturalmente- que se trata de un uso contrario a la voluntad del due-
ño, quien resulta eximido de toda responsabilidad por los daños. Creo que la solución es acertada
en ese supuesto, pues no se advierte culpa ninguna en el propietario quien, al dejar el auto o arre-
glar, no tiene forma de controlar al tallerista, ni autoridad sobre él. Por lo demás, es evidente que la
voluntad del dueño es que le arreglen el automóvil y no que lo utilicen para pasear. La situación es
bien distinta en el caso resuelto por la Suprema Corte de Mendoza, pues, en el campo, no es infre-
cuente que los encargados o dependientes utilicen los medios de locomoción del establecimiento
para sus necesidades personales.
362
De este modo excede los términos del último párrafo del art. 1113 que sólo exige
para la liberación la prueba del uso contrario a la voluntad expresa o presunta del
dueño o guardián. La sentencia, en cambio, agrega un recaudo que el texto no con-
tiene, cual es que se deben tomar precauciones extraordinarias para evitar el uso
del tractor, cuando ello es imposible si consideramos que el dominio del mandante
se ubica a 60 kilómetros del inmueble rural.
La ley no sólo admite la voluntad expresa, sino que también admite como causal de
exoneración la voluntad presunta. En el caso se ha probado manifestación de vo-
luntad expresa en contra del uso, a lo que debe agregarse que el tractor fue usado
para trasladarse hasta un colegio, a efectos de participar en un campeonato de tru-
co y durante horas de la noche y madrugada, de lo cual debe derivarse, sin duda
alguna, el uso contrario a esa voluntad.
Si, a pesar de los cuidados más diligentes, el propietario o el guardián resultan apartados del dominio
o de la custodia de la cosa riesgosa, entonces sí es lógico eximirlos de la responsabilidad por los da-
ños que ésta pudiera ocasionar mientras se hallaba en poder del usurpador. Pero si la desposesión
ocurrió por el descuido del dueño, o por los defectos en la organización de un adecuado control, o por
la inconducta de los dependientes de quienes son legalmente responsables, el deber de reparar las
4
consecuencias que se siguen de la intervención de la cosa riesgosa es en principio, ineludible .
La sentencia de la Corte -limitada por los estrechos límites del recurso de casación-, sólo se ocupó del
tema del alcance de la excepción que prevé el. art. 1113 del Cód. Civil, en su parte final.
Pero el caso resuelto tiene características que justifican un comentario algo más amplio.
El repaso de los hechos reseñados en el capítulo II de este trabajo muestra claramente que estamos
ante un supuesto de transporte benévolo: Al salir del torneo de truco, la víctima del accidente le pidió a
Villarroel que lo acerca hasta su casa en el tractor y éste se avino a hacerlo. Durante el trayecto -se
ignoran, los detalles de lo que aconteció-. Garro cayó del tractor y murió.
4
Así lo entiende Zavala de González. El dueño o guardián responden no sólo por el hecho de los
dependientes, sino también por el de todos aquellos sujetos a quienes, así sea indirectamente o
por emisión, han permitido o facilitado el uso de la cosa. Pues en tales condiciones, éstos no pue-
den considerarse como verdaderos "terceros ajenos", es decir, no resultan extraños al ámbito en
que debe ejercerse el poder de custodia. (ZAVALA de GONZALEZ, Matilde, "Personas, casos y
cosas en el derecho de daños", p. 170, Nº 42, Ed. Hammurabi S.R.L., Buenos Aires, 1991).
5
Conf. ZAVATIR, René. Tratado de responsabilidad civil", t. I, Nº 124, t. I, Nº 124, 2a. ed., París;
AGUIAR DIAZ, J., "Tratado de responsabilidad civil", t. I, Nº 87 y otros autores citados por LLAM-
BIAS, Jorge J., LA LEY, 150-935, nota 9.
363
3.- En cambio, es canalizable por estar uno de los agravios sostenidos por el recu-
rrente: según él, la Cámara condicionó un requisito no contenido por el art.
1113, pues la norma se limita a exigir la prueba de la voluntad contraria expre-
sa o presunta) y no la de haber asumido las diligencias necesarias para que el
daño no se produzca. En su opinión, en cambio, al dueño o guardián le basta
con la prueba del uso contra su voluntad y no debe exigirse la de la diligencia
en la conservación del guarda.
La última parte del art. 1113 del Cód. Civil dispone: "Si la cosa hubiese sido usada
contra la voluntad expresa o presunta del dueño o guardián, no será responsable".
No estoy de acuerdo con este enfoque. El dueño de un autómovil que se aviene a transportar a al-
guien que se lo pide, no se compromete -como el transportista profesional-, a conducir a su ocasional
pasajero sano y salvo hasta el lugar de destino. No hay, en rigor, un contrato que lo vincule6. La per-
sona favorecida por el transporte benévolo no está desde mi punto de vista, en condiciones de exigir
la realización del viaje ni puede pretender el cumplimiento de un horario, ni la observancia de un itine-
rario determinado.
Sólo puede dejarse llevar, librado a la buena voluntad del ocasional transportista, quien en cualquier
momento, está autorizado para disponer la interrupción del viaje, sin responsabilidad de ningún tipo.
Por eso pienso que los inconvenientes o los accidentes que se pudieran suscitar a propósito del trans-
porte benévolo deben juzgarse en el marco de la responsabilidad extracontractual o aquillana7.
Quiere decir que el transportista no está constreñido a responder por la frustración de un resultado
asegurado, como ocurriría si se considerara al transporte benévolo una modalidad del contrato de
transporte. Para comprometer la responsabilidad extracontractual del transportador benévolo se re-
quiere, en consecuencia, que el pasajero demuestre que aquél ha incurrido en una conducta antijurídi-
ca, que ha obrado con culpa o con dolo, que ha ocasionado un daño y que éste tiene relación adecua-
da de causalidad con el proceder negligente o intencional8.
Los pocos detalles que se conocen sobre la mecánica del accidente, no permiten en este caso saber
si, al momento del accidente, Villarroel conducía el tractor con impericia, si circulaba a una velocidad
excesiva, o si realizó una maniobra brusca.
6
En el pronunciamiento de la C.Fed. Mendoza, Sala B, LA LEY, 1991-E. 439, se puntualiza que el
transporte benévolo no tiene base contractual.
7
La jurisprudencia dominante en Francia le niega carácter contractual al transporte benévolo (conf.
RIPERT, Georges y BOULANGER, Jean. "Tratados de Derechos Civil", t. V, Nº 1073, p. 147, Ed.
La Ley, Buenos Aires.
8
Conf. BUSTAMANTE ALSINA, Jorge. "En el transporte benévolo no se puede invocar como factor
de responsabilidad el vicio o riesgo de la cosa". LA LEY, 1991-D, 106/9.
364
No emitiré juicio de valor sobre la norma, pues es una cuestión ajena a una decisión
judicial; me limitaré a fijar sus alcances en cuanto a la cuestión propuesta por el
litigante, partiendo de la doctrina que le es más favorable, o sea, que el modo con-
trario a la voluntad no sólo se tipifica cuando media desapoderamiento por hurto o
robo de la cosa, sino también en otros supuestos de abuso de confianza (ver, entre
otros, Garrido, R. y Andorno, L., "El artículo 1113 del Cód. Civil". p. 486, Ed. Ham-
murabi, Buenos Aires, 1983).
No ignoro que la tesis defendida por el recurrente cuenta con el apoyo de alguna
doctrina extranjera, aunque con fundamentos muy distintos a los expuestos. Se
argumenta del siguiente modo:
Si así hubiera acontecido, la responsabilidad del conductor del tractor y la de su principal, resultarían
indiscutibles a la luz de lo prescripto por los arts. 1109 y 1113, parte 1ª del Cód. Civil9. Pero sí -como
parece-, la condena pronunciada por la Cámara, y por la Suprema Corte, contra el propietario de la cosa
riesgosa, tuviera como único fundamento el de la responsabilidad objetiva que consagra la norma del art.
1113, parte 2ª del Cód. Civil, opino que la solución adolece del defecto de no haber valorado, en su justa
medida, la actitud de la víctima, su disposición favorable a aceptar y asumir los riesgos de la cosa.
V.- La asunción del riesgo como un obstáculo para invocar la responsabilidad objetiva.
Siempre pensé10 que en aquellos supuestos en los que la víctima busca con libertad y deliberación la
utilización de una cosa particularmente riesgosa, no puede luego echar mano de la responsabilidad
objetiva del dueño o del guardián basada, precisamente, en el riesgo de la cosa que la víctima pidió y
quiso usar en su beneficio y gracias a la cortesía del propietario11.
9
Así resulta la doctrina del siguiente fallo. "En los casos de transporte benévolo no juegan las pre-
sunciones de culpabilidad derivadas del riesgo de la cosa, debiendo resolver la situación conforme
a la normativa genérica del art. 1109 del dicho Código". (CFed. Mendoza, sala B, mayo 13-991.
"Tomassetti de Bonicelli, María y otra c. Empresa Ferrocarriles Argentinos". LA LEY, 1991-E. 439).
10
Ver mis trabajos. "La víctima del daño y la aceptación de los riesgos". ED, 76-875 y "El incumpli-
miento contractual, la responsabilidad aquiliana y otras cuestiones". DJ, año IV, Nº 45 del 5 de oc-
tubre de 1988.
11
Es el criterio dominante en la jurisprudencia francesa. Como refieren Mazeaud-Tunc; "Los tribuna-
les le han añadido un requisito al artículo 1384, párrafo 1º; para que ese precept pueda aplicarse,
es necesario no haber participado en el uso gratuito de la cosa dañosa, por obligar esa participa-
ción a alegar el artículo 1382; y la regla rige hasta para aquellos que demandan reparación del per-
juicio que les cause personalmente el accidente ocurrido al transportado" (conf. MAZEAUD, Henri y
León; TUNC, André, "Tratado teórico y práctico de la Responsabilidad Civil Delictual y Contrac-
tual", t. II, vol. 1, Nº 1289, p. 335, E.J.E.A., Buenos Aires).
365
Se argumenta del siguiente modo: Las cosas no son riesgosas "in genere", sino que
pueden ser riesgosas ya sea de acuerdo a su empleo, o a su modo de uso, o la inte-
gración o actividad. Una cosa expuesta a la desposesión magnifica sus riesgos com-
prensivos tanto de los propios de su situación, actividad o condiciones de empleo
actual, como de aquellos otros que se deriven en su eventual sustracción motivada
por la falta de resguardo, según las condiciones de la sociedad y de la técnica": o
sea, "la ausencia de resguardo mantiene una relación estricta con la generación de
riesgos (genera riesgo quien no resguarda una cosa con tales potencialidades)"; por
eso el guardián desposeído deberá responder en cuanto generó el riesgo consistente
en la exposición. "Es cierto que no puede afirmarse como cálculo de probabilidad que
toda cosa sustraída vaya a producir un daño, pero también lo es que toda cosa ries-
gosa cobrada a la sustracción, por su misma exposición, genera un riesgo distinto de
aquel que tendría durante su adecuada custodia. (Acciarri, Hugo Alejandro, "La res-
ponsabilidad del dueño o guardián y la sustracción de la cosa". Apuntes para una
reformulación de la cuestión. La ley, 1993-C, 369, pág. 372).
Admito que no es una excepción que surja del texto de la ley, pero el sentido común y la recta com-
prensión de las cosas imponen una conclusión semejante12.
El caso que nos ocupa es un buen ejemplo de lo que digo. Porque es sabido que, en el campo, en
donde las distancias son grandes y los medios de transporte escasos o inexistentes, el transporte
benévolo es una práctica habitual, una costumbre casi obligada.
Al salir del campeonato de truco, a la madrugada, Garro le pidió a Villarroel que lo acercara hasta su
casa en el tractor. Sin pensarlo siquiera, Villarroel le hizo un lugar en la cabina, o en el pescante y
ambos emprendieron junto el desafortunado viaje13.
Los dos conocían perfectamente los riesgos que corrían al encarar el viaje en esas circunstancias. Si
la intervención de la cosa riesgosa, -en ese caso el tractor-, provocó un daño, no es justo que éste
comprometa únicamente al propietario, cuando fueron ambos -el dueño y la desgraciada víctima-, los
14
que se sirvieron de la cosa, conscientes del riesgo que entrañaba su utilización .
¿Por qué concentrar toda la responsabilidad en el propietario? ¿Acaso no fue la víctima la que pidió
ser trasladada en esas condiciones?
12
Con su habitual claridad, lo plantea Josserand en el derecho francés. "En fin, la jurisprudencia
admite que la responsabilidad de pleno derecho cede también la plaza a la responsabilidad delic-
tual de derecho común cuando el guardián, haciendo acto de complacencia, de cortesía, prestaba
a la víctima un servicio gratuito; y así ocurre sobre todo que, quien ha aceptado o solicitado ocupar
un lugar, a título gratuito, en un automóvil, no tiene derecho, si se produce un accidente, a utilizar
contra el chofer benévolo la responsabilidad por el hecho de las cosas; no obtendrá una indemni-
zación sino en el caso de que pueda probar una culpa precisa por parte del guardián, en los térmi-
nos de los artículos, 1382 y 1383" (conf. JOSSERAND, Louis, "Derecho Civil", t. II, Vol. 1m Bº 551,
p. 437, E.J.E.A., Buenos Aires, 1950).
13
Sobre la ubicación del pasajero en un lugar inadecuado, puede verse el fallo de la CNCiv., sala G.,
abril 14-1993, con el interesante comentario de Fernando Alfredo Sagarna, titulado "Una manera
impropia de viajar en tren: El transporte clandestino", LA LEY, 1993-E, 517 y siguientes.
14
Así lo enseña, con lucidez y claridad Llambías: "Nosotros pensamos que el damnificado por un
transporte benévolo se rige por los principios de la responsabilidad extracontractual, con la sola
excepción de no ser atendible su pretensión resarcitoria del daño causado por el riesgo de la co-
sa... Es que la llamada responsabilidad por el riesgo de la cosa, compromete al dueño o guardián
frente a los extraños a ese riesgo. No es el caso del beneficiario del transporte benévolo que no
puede ser calificado como extraño al riesgo que a su respecto él contribuyó a originar" (LLAMBIAS,
Jorge J., "Responsabilidad civil originada en el transporte benévolo", LA LEY 150-935/44).
366
La doctrina del fallo recurrido cuenta con valiosos precedentes doctrinales y juris-
prudenciales.
En tal sentido, a pocos años de sancionada la ley 17.711 las Segundas Jornadas
Sanrafaelinas de Derecho Civil, reunidas en San Rafael, Mendoza, en 1971, decla-
raron que "Debe considerarse que no promedia tal eximente -por carencia del re-
quisito de extraneidad- si el guardián no ha adoptado la diligencia necesaria para
evitar ser desplazado de la guarda, la declaración está precedida de la opinión de la
más prestigiosa civilística argentina. Así se ha dicho: "Igualmente, hay responsabili-
dad del propietario o guardián si quien usó la cosa contra su voluntad pudo hacerlo
en virtud de un descuido o negligencia de aquél (Borda, Guillermo A., "Tratado de
Derecho Civil, Obligaciones". t. II, Nº 471, 1486 terc., Ed. A. Perrot, 6ª ed., Buenos
Aires, 1989); "ni siquiera la privación más radical de la guarda impide la responsabi-
lidad si el origen de la situación ha consistido en un acto culpable de quien ejercía
(Zavala de González Matilde, "Personas, casos y cosas en el derecho de daños", p.
170, Ed. Hammurabi, Buenos aires, 1991; Orgaz, "La culpa", p. 209, Ed. Lerner,
Buenos Aires 1970; Piaggio, Aníbal Norberto, "Azar y certeza en el derecho de da-
ños", ED. 152-803).
Algunos entienden que el uso de la cosa por el tercero debe aparecer como impre-
visible e inevitable, configurando un verdadero caso fortuito (Mosset Iturraspe, Jor-
ge, "Las eximentes en los accidentes de automotores", en "Responsabilidad Civil en
materia de accidentes de automotores", obra colectiva publicada en Santa Fe, p.
181, Ed. Rubinzal y Culzón 1985; Silvestre, Norma Olga, "El uso de la cosa contra
la voluntad del dueño o guardián y la responsabilidad refleja", La Ley, 1991-C, 285).
La situación es muy distinta en los casos en los que la víctima tiene un papel pasivo, ajeno a la utiliza-
ción de la cosa en su propio beneficio. Cuando estalla la caldera de un edificio y daña a una persona
que circunstancialmente pasaba por la vereda, la responsabilidad objetiva del dueño o del guardián de
la cosa riesgosa, tiene un fundamento clarísimo. Lo mismo ocurre si se desprende un cartel de propa-
ganda y cae sobre un peatón desprevenido.
En estos supuestos -y en tantos otros-, la víctima está ubicada fuera del riesgo, en una posición exte-
rior, desde que no ha buscado ni se ha servido de la cosa en su beneficio.
Hay otros casos en los que la víctima usa la cosa pero sin asumir, por ello, la posibilidad de un riesgo
notorio o evidente. La persona que sube a un ascensor, por ejemplo, es verdad que utiliza la cosa,
pero no por ello se representa ni asume la alternativa de un peligro, pues se trata de una cosa cuyo
uso es, por lo general, inocuo, intrascendente.
Cuando, en cambio, la víctima asume deliberadamente el riesgo que se sigue de la utilización de una
cosa particularmente peligrosa, es injusto que invoque tal peligro para comprometer la responsabilidad
15
del dueño o del guardián . En el caso que nos ocupa, la víctima pidió viajar en el tractor y el conduc-
tor -en medio del campo y en horas de la madrugada- no tenía modo de negarse al transporte que se
le proponía. Los roles aparecen invertidos, al punto de que es el responsable de la cosa riesgosa
quien aparece en una actitud pasiva ante el reclamo del circunstancial pasajero.
15
Así opina también Bustamante Alsina: "Ahora bien, si quien ha sufrido el daño como consecuencia
de una mala maniobra del conductor, no se hallaba fuera del vehículo sino que era desplazado de-
ntro de éste, no puede invocar el riesgo de la cosa pues éste factor solamente funciona en relación
a las personas o cosas externas que resulten dañadas por el hecho autónomo de aquélla" (conf.
BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, "En el transporte benévolo no se puede invocar como factor de
responsabilidad el vicio o riesgo de la cosa", LA LEY, 1991-D, 108). En sentido contrario, puede
verse el fallo de la CApel, CC. Morón, sala 2ª del 4 de febrero de 1993 que se publica en ED, fallo
Nº 46.359.
367
Los jueces argentinos, de modo reiterado y constante resuelven que "Si bien la
última parte del art. 1113 del Código Civil establece una causal de liberación común
a los supuestos de daños con las cosas o por su vicio o riesgo, como es el uso con-
tra la voluntad expresa o presunta del dueño o guardián, no cesa la responsabilidad
de éste si el uso ha sido posible por un acto culposo, toda vez que en este caso, el
desplazamiento de la guarda se debe a un hecho culposo por el cual se debe res-
ponder" (CNCiv., sala K, 21/12/1989, Malamud, D., c. Pérez, La Ley, 1991-C, 286);
que "aunque la exención de responsabilidad del propietario de la cosa riesgosa en
caso de robo pueda tener una vigencia cuasi universal y una consagración expresa
en la reforma del Código Civil, la garantía mencionada que comporta la responsabi-
lidad objetiva por riesgo creado impone la necesidad de que el mencionado dueño o
guardián de la cosa riesgosa haya tomado medidas de abrigo concretas que eviten
el empleo indiscriminado posible por terceros, el abuso de confianza o la sustrac-
ción por terceros aprovechando el negligente descuido en que ha quedado la cosa
(C1ª.CC: Bahía Blanca, sala 1, 8/9/1992; San Cristóbal Sociedad de Seguros c.
Compañía Omnibus La Unión S.R.L. La Ley, 1993-C, 369; compulsar, además, ju-
risprudencia citada por Zavala de González, Matilde. Personas, casos y cosas en el
derecho de daños", p. 172, Ed. Hammurabi, Buenos Aires, 1991 por Trigo Repre-
sas, Félix A., "dueño y guardián en la responsabilidad civil por daños causados por
automotores". La Ley, 1981-C, 691 y en mi comentario del art. 1113 en el Código
Civil comentado, anotado y concordado y dirigido por Belluscio y coordinado por
Zannoni, t. 5. p. 571, nota 839, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1984.
Por supuesto que todo lo que vengo sosteniendo no impide que la víctima del daño pretenda una indem-
nización sobre la base de la conducta culpable o intencional del propietario o guardián de la cosa16.
La asunción expresa de un riesgo extraordinario, lo único que excluye es la aplicación de los meca-
nismos de la responsabilidad objetiva, porque es absurdo que quien quiso correr con tales peligros,
sirviéndose de la cosa en su provecho, los invoque luego contra el propietario o el guardián.
VI.- Conclusión
El fallo de la Suprema Corte de Mendoza vuelve a mostrar la riqueza inagotable del tema de la res-
ponsabilidad civil.
Los hechos se presentan cada vez con matices distintos, las circunstancias varían, y esta versatilidad
pone a prueba la validez y la justeza de los enfoques jurídicos.
Yo nunca fui partidario de una aplicación demasiado amplia o exagerada de la responsabilidad objeti-
va derivada del riesgo de la cosa.
Sin embargo, en este caso, coincido con la interpretación de la Suprema Corte que propone una com-
prensión restrictiva de la excepción que prevé la parte final del art. 1113 del Cód. Civil.
Insisto -eso si- en el hondo valor de la asunción del riesgo como un factor que excluyendo aplicación
de los rígidos mecanismos de la responsabilidad objetiva.
16
Así lo enseñan Mazeaud-Tunc, en Francia: "La Corte de Casación señala muy claramente su vo-
luntad de contentarse con una culpa, sea cual sea: Negligencia o Imprudencia. Es seguida en la
actualidad por las cortes de apelación y por los tribunales de primera instancia: y debe ser aproba-
da plenamente. En efecto, desde el momento en que se excluye el art. 1384, párr. 1º, se cae de
nuevo, necesariamente, bajo el imperio del art. 1382; no existe ninguna razón, cuando ese precep-
to obliga a reparación al autor de una culpa cualquiera, para exigir en esto una culpa particular-
mente grave" (MAZEAUD-TUNC, op. cit., Nº 1288; ps. 332/33). Como es sabido, el art. 1384 del
Código Francés equivale a nuestro art. 1113 y el art. 1382 corresponde a nuestro art. 1109.
368
En efecto, en este caso, debemos merituarse que "ab initio", el dueño transmitió el
uso voluntariamente. Consecuentemente por presumirse que el dependiente que
utiliza un vehículo no lo hace contra la voluntad expresa o presunta del dueño, la
causal debe ser valorada muy restrictivamente, resultando, en los hechos, de muy
difícil factibilidad (Mosset Iturraspe J., y otros, "Responsabilidad civil", Nº 71. Ed.
Hammurabi, Buenos aires, 1992 y en "Responsabilidad por daños", t. III, p. 61).
- Como regla general, el uso ha sido realizado conforme a la voluntad del dueño o
guardián.
- Aún mediando prohibición, es el dueño o guardián quien debe acreditar que obró,
diligentemente adoptando todas las medidas necesarias para impedir la utilización
de la cosa por parte del tercero (Pizarro, Daniel, "Responsabilidad civil por el ries-
go o vicio de la cosa", p. 97, Ed. Universidad, Buenos Aires, 1983).
VII.- Conclusiones.
Corresponde omitir pronunciamiento sobre este aspecto, puesto que ha sido plan-
teado para el eventual caso de resolverse afirmativamente la cuestión anterior. Así
voto.
Por el mérito que resulta del acuerdo precedente, la sala primera de la Excma. Su-
prema Corte de Justicia fallando en definitiva resuelve: Rechazar el recurso extra-
ordinario de casación deducido a fs. 15/18 de autos; 2 imponer las costas a la parte
recurrente vencidas; 3. Dar la suma de $ 75, depositada a fs. 10, el destino previsto
por el art. 47 inc. IV del Código Procesal. Se deja constancia que la presente reso-
lución no es suscripta por el doctor Romano por encontrarse en uso de licencia (art.
88, apart. III, Cód. Procesal) - Aída Kemelmajer de Carlucci, Carlos E. Moyano.
El hecho dañoso:
Referencias de la víctima:
Sexo: Femenino
Estado civil: Casada
Gastos de asistencia
psiquiátrica futura: $ 5.200
Gastos de asistencia médica
y farmacéutica: $ 500
14.- C2aCC La Plata, sala I, abril 21-1998 (*). - D., G. B. y otro c. Hospital Zonal de
Agudos Narciso López y otros.
1.1.- Desbrozando las dificultades que se ciernen sobre este voluminoso y complejo
proceso debo señalar, como lo hiciera el distinguido colega doctor Crespi en la cau-
sa B-81.659, reg. sent. 51/96 de esta sala, que constituye doctrina legal de la casa-
ción provincial (arts. 161, inc. 3º, apart. a, Constitución Provincial y 279, Cód. Pro-
cesal), que la responsabilidad médica y por ende, de los hospitales y clínicas, forma
parte de la responsabilidad profesional y al igual que ésta se halla sometida a los
mismos principios que la responsabilidad general, no pudiendo considerarse que el
médico -o en su caso el hospital o clínica- sólo debe responder en casos de falta
notoria de pericia, grave negligencia o imprudencia, ignorancia inexcusable, grosera
inadvertencia, graves errores de diagnóstico y tratamiento (A. y S, 1987-V-335;
1991-I-II-187; DJBA, 144-1154; 146-2003, entre otras, y la que cita el a quo).
Añado -siempre conforme a esa doctrina- desde el vértice del Fisco de la Provincia
de Buenos Aires, que cuando un establecimiento asistencial se vale de la actividad
de los médicos para el cumplimiento integral de su obligación, o de personal auxi-
liar, debe responder por la culpa en que incurren sus sustitutos auxiliares o copartí-
cipes, en razón de la irrelevancia jurídica de tal sustitución, ya que al paciente como
habitante de la provincia, que es el que tiene derechos ante el Estado que presta un
373
Y como se dijera en la causa B-81.659 de esta sala -ya cit.-, este último aspecto de
la doctrina legal, impone un reencausamiento o afinación de la que antes recordara
sobre la responsabilidad médica, pues parece claro que dentro de la doctrina de la
causalidad adecuada, el responsable es tal por una suerte de imputación objetiva
de las consecuencias producidas (daño) y no a título de una naturaleza subjetiva
(conf. Larenz, "Derechos de las obligaciones", t. 1, ps. 200/201, versión española
de Revista de Derecho Privado, Madrid, 1958).
1.2.- Todo ello cabe integrarlo desde el vértice de la carga probatoria y en la mate-
ria que se plantea en el caso de autos, con la puntualización que: a) desde el punto
de vista de damnificado se encuentra en una verdadera situación de dificultad pro-
batoria pues no resulta corriente ni normal que en situaciones como las del "sub
examine", o semejante se tomen (o puedan tomar) precauciones al respecto, por lo
que la plenitud de la prueba debe acordarse a las circunstancias y así también ha
de ser su valoración, que impone un criterio de cierta flexibilidad, donde las presun-
ciones cobran particular importancia (arts. 163, inc. 5º, 358, 362, 375, 384, Cód.
Procesal); b) del el ángulo del establecimiento asistencial o del médico, cabe ate-
nerse a aquella doctrina que determina que corresponderán mayores cargas a
quien dispone (o pueda disponer) de mejores posibilidades en razón de la normal
posesión de medios idóneos de prueba; c) desde el plano de las vicisitudes en que
se encuentra sumergido el juez en orden a formar su convicción, a través de la acti-
vidad probatoria de las partes, cabe recordar a Carnelutti cuando decía que la
prueba constituye un minúsculo haz de luz, rodeado de tinieblas y que allí se en-
cuentra el magistrado tratando de develar el enigma del pasado y del futuro en la
reconstrucción de los hechos; buscando afanosamente conocer la verdad (cit. en la
causa B-87.680 reg. sent. 169/91 de esta sala).
También lo es lo que se declara en torno a que debido a lo que resultaba del estu-
dio anatomo patológico del feto y las malformaciones que presentaba era imposible
la sobrevida del mismo (arts. 164, 260, 384 y 474, Cód. Procesal).
De allí, que bien pudo decirse en la sentencia apelada, que si aquella ingresó al
establecimiento asistencial "... sin la infección y si ésta reconoce como punto de
partida la operación cesárea a la que fuera sometida, es razonable presumir que la
entrada de l sepsis fue la herida y que ello se debió 'entre otras causas', a la falta
de higiene o correcta esterilización del quirófano o del material quirúrgico... toda vez
que no se allegó ninguna probanza que permita descartar dicha presunción (arts.
163, inc. 5º, ultimo párrafo, 375 y 474, Cód. Procesal...").
Pierden así atendibilidad las disconformidades subjetivas vertidas a fs. 441 y vta.
(arts. 164, 260 y 384, Cód. Procesal).
Ello no obstante se consideró en la sentencia apelada que cabía acogerla con rela-
ción al Hospital General de Agudos Doctor Narciso López, y a la Provincia de Bue-
nos Aires, en su carácter de propietaria del mismo, por las razones vertidas a fs.
411, y de las que me he hecho eco "ut supra" 1.3.
Respondo que esa motivación no opera sobre una hipótesis meramente conjetural,
pues con sustento en el dictamen pericial ya valorado, conduce a la convicción de
que existen presunciones graves precisas y concordantes acerca de que la infec-
375
ción sobrevino en el establecimiento asistencial -1.3.- (arts. 34, inc. 5º, apart. e,
163, inc. 5º, 384, Cód. Procesal).
El caso difiere así de los resuelto en los precedentes que cita a fs. 439 y fs. 439 vta.
la apelante y, por lo tanto, no resultan de aplicación en el "sub lite" (arts. 164, 260 y
384, Cód. Procesal).
Lo mismo ocurre con la cita que se hace del autor que menciona, pues subsiste la
presunción de que la culpa aflora en razón de las falencias ya mencionadas de la
falta de higiene o de la defectuosa esterilización del material quirúrgico (arts. 513,
Cód. Civil; 163, inc. 5º 164, 384, Cód. Procesal).
Es inexacto, por lo tanto, que de las constancias de autos se infiera claramente que
bajo ningún concepto pueda responsabilizarse a la Provincia de Buenos Aires sino,
por el contrario, que la prestación de los servicios suministrados tuviera falencias
que originaron el daño y por ende, que la culpa del acaecimiento del mismo se debe
al proceder del establecimiento demandado (arts. 164, 260, 384, Cód. Procesal).
En consecuencia, todo lo que se arguye desde fs. 440 y vta., y las citas de diversos
precedentes judiciales funcionan en el vacío, pues los presupuestos de hecho del
caso de autos difieren de los casos a que se aluden (arts. 164, 260, 384, Cód. Pro-
cesal).
376
Como corolario de ello, frente a los términos en que quedara trabada la litis, no
puede traerse a colación un precedente que no se adecua a las singularidades del
caso a resolver (arts. 34, inc. 4º, 164, 260, 272, 384, Cód. Procesal).
2.1.1.- El a quo sobre la base del dictamen pericial de médico psiquiatra ha caracte-
rizado correctamente el cuadro fáctico sobre la afección psiquiátrica conocida como
"síndrome depresivo", de intensidad grave que le ocasiona una importante limita-
ción de sus actividades y vida de relación (arts. 164, 260, 384 y 474, Cód. Proce-
sal).
2.1.2.- No considero que sea exacto que en la especie este rubro se superponga
con el daño moral, como se aduce por la demandada a fs. 443 vta., pues de la mo-
tivación de la sentencia no se desprende que se haya computado el síndrome de-
presivo precedentemente mencionado a los fines de la valoración del daño moral
(arts. 252 y 1078, Cód. Civil).
Por otro lado, se desestimó el rubro de incapacidad física, lo que excluye que en el
sub examine se configurare la situación a que aludiera el distinguido colega doctor
Crespi en la causa B-87.389, reg. sent. 64/98 de esta sala.
De allí, que la postura que ahora esgrime queda descalificada a la luz del principio
que consagra el art. 272 del ordenamiento adjetivo.
377
Por lo tanto, es inexacto que se haya incurrido en una doble indemnización y que se
configure un enriquecimiento sin causa, ajeno al principio de la reparación integral
(arts. 519, 1068, 1083, y arg. art. 1086, Cód. Civil; 164, 260, 384, Cód. Procesal).
En efecto, no obstante que la apelante subraya que la gravedad del cuadro descrip-
to en la pericia y su diagnóstico llega a configurar una incapacidad total y perma-
nente, ello es absolutamente inexacto pues nada surge de la prueba pericial en tal
sentido (arts. 164, 260, 384 y 474, Cód. Procesal).
Mas como ha advertido, en otros casos, suele ocurrir que el celo puesto en el ejer-
cicio de la función conduce a situaciones en que la porfía llega a límites que excede
de lo razonable, que no sólo no contribuye a jerarquizar a la labor profesional, sino
que hasta suelen preterir las obligaciones del abogado (art. 59, inc. 1º, ley 5177).
Daño estético
Al margen que cuando el daño estético tiene suficiente entidad, se abastece más
adecuadamente el principio de la reparación plena e integral, y resulta más justo
que se la indemnice separadamente (arts. 519, 1083, y arg. art. 1086, Cód. Civil), el
razonamiento originario ha perdido razón de ser en virtud de que en la especie se
379
Siendo ello así, los precedentes que se citan a fs. 443 y vta. carecen de aplicación
al caso de autos y se incurriría en un acto jurisdiccional groseramente injusto si se
desestimara este rubro, como lo solicita la Fiscalía de Estado (arts. 519, 1083,
1086, Cód. Civil).
2.4.2.- Desde el punto de vista del "quantum debeatur", si bien no puede dejar de
puntualizarse, como se ha puesto de relieve en la pericia médica, que por estar
localizadas en el vientre, se hallan cubiertas por la vestimenta habitual, lo cual gra-
vita para restarle entidad, de todos modos, como ese daño repercute negativamen-
te en la belleza natural del cuerpo femenino, e influye en el desmedro del derecho
de integridad física, el monto fijado de $ 12.000 es razonable (arts. 1068, 1083 y
arg. art. 1086, Cód. Civil; 163, inc. 6º, 164, 165, 260 y 384, Cód. Procesal).
Daño moral
2.5.1.- G. B. D.
Lo que se aduce respecto del deterioro matrimonial, según resulta del dictamen del
perito médico psiquiatra, hace al denominado daño psíquico que ha sido denomina-
do por la actora como trastornos y perturbaciones psíquicas y forma parte de ese
rubro, no pudiendo ser objeto de consideración en el cuadrante del daño moral
(arts. 522, 519, y arg. art. 1086, Cód. Civil; 163, inc. 6º, 164, 165, 260, 384, 474,
Cód. Procesal).
2.5.1.2.- Lo que aduce la Fiscalía de Estado desde el cuadrante del daño moral, y
en cuanto alude a la arbitrariedad implica ubicarse en la dimensión del recurso ex-
traordinario de inconstitucionalidad (art. 14, ley 48), pues utiliza un concepto acuña-
do pretorianamente para superar los ápices limitativos de admisibilidad, cuando se
está frente a cuestiones de hecho o prueba marginados del ámbito de esos recur-
sos, que implican una notoria injusticia.
Como correlato de ello, propicio confirmar el monto del rubro daño moral (arts. 522,
Cód. Civil; 165 y 384, Cód. Procesal).
2.5.2.- R. G.
Considero así, que debe confirmarse dicho monto (arts. 164, 260 y 384, Cód. Pro-
cesal).
2.5.2.2.- Las razones vertidas por la demandada, como ya lo he dicho, son mani-
fiestamente insuficiente pues no demuestran que medie un quebrantamiento de las
reglas de la sana crítica en la valoración del daño moral, remitiéndome "brevitatis
causae" a lo expuesto ut supra -2.5.1.2.- (arts. 164, 260 y 384, Cód. Procesal).
Por coincidir con las motivaciones desarrolladas en el voto que antecede, adhiere al
mismo (art. 266, Cód. Procesal) y, en consecuencia, vota también por la afirmativa.
381
DAÑOS Y PERJUICIOS
Valuación de los daños -Daño moral- Responsabilidad por daños contra la propie-
dad.
1.- Quien pretende la reparación del daño moral que dice padecido como conse-
cuencia de los daños producidos sobre bienes físicos de su propiedad -en el
caso, una vivienda-, debe demostrar de qué manera se ha podido afectar su
moral y en qué medida puede tratarse de un perjuicio resarcible.
2.- Si la colisión de un rodado contra la vivienda del actor afectó severamente tan-
to la puerta de entrada como el portón del garaje, el portero eléctrico y el cerco
que la protegía, es dable presumir que aquél debió sufrir -frente a la inseguri-
dad provocada por la gran cantidad de hurtos, robos y asaltos que se producen
diariamente y hasta el momento en que pudo efectuar las reparaciones necesa-
rias-, una sensación de indefensión e inseguridad que torna procedente la in-
demnización del daño moral reclamado.
3.- Siendo la vivienda afectada por la colisión de un rodado en su frente el único
bien de cierta importancia económica que posee el actor y en el cual habita jun-
to a su familia, de ello se deduce fácilmente que la comprobación de los daños
producidos en la vivienda debió afectarlo seriamente tanto por dicho motivo
como por los evidentes trastornos que debió haberle causado su existencia y
ulterior reparación, máxime por tratarse de personas de muy escasos recursos.
Lo expuesto torna procedente la reparación del daño moral causado por el
evento dañoso.
382
El hecho dañoso:
Beneficiario de la reparación
del daño moral: la víctima
15.- C1a CC Bahía Blanca, sala II, diciembre 18-997.- Petrucci, Esteban c. García,
Roberto V.
I.- El a quo hizo lugar a la demanda por indemnización de daños y perjuicios enta-
blada por el propietario del inmueble sito en calle Zelarrayán Nº ... de esta ciudad
contra el dueño y conductor de una "pick up" Chevrolet que impacto contra el frente
de la casa y condenó al demandado a pagar los gastos de reparación de las roturas
y una suma menor a la pedida en concepto de desvalorización del inmueble; a su
vez rechazó el rubro daño moral, también requerido por el actor.
Este último apeló el pronunciamiento y expresó agravios a fs. 122/124, los que no
fueron respondidos por el accionado.
III.- En su crítica a los así resuelto imputa el quejoso una dualidad de criterio en el
juzgador, quien dice que después de haber aceptado todos los puntos de la pericia,
se aparta del dictamen con respecto a este rubro lo que considera equivocado en
razón de los fundamentos brindados por quien produjo el informe.
383
Para rechazar esta parte de los agravios, comienzo por destacar que no es cierto
que el a quo hubiera aceptado todos los puntos de la pericia, porque precisamente
con respecto al porcentaje asignado por este rubro, fundó expresamente su posi-
ción contraria a la fuerza probatoria del dictamen, tomando sólo como una pauta
orientadora el valor asignado al inmueble a efectos de determinar el monto indem-
nizatorio que resultaba de aplicar sobre el mismo el 2% de desvalorización, el que
atento las características de los daños estimó el adecuado.
También creo oportuno recordar al apelante que el art. 474 del Cód. Procesal impo-
ne al juez una serie de directivas, para que en concordancia con ellas, las reglas de
la sana crítica y demás pruebas y elementos de convicción que la causa ofrezca,
evalué la fuerza probatoria del dictamen, lo que sin duda cumplió adecuadamente el
magistrado anterior, sin que el quejoso mencione, ni por lo tanto rebata en sus
agravios los argumentos empleados en el fallo para tal fin, razón por la cual el re-
curso se encuentra inclusive rayano en la insuficiencia tipificada en el art. 260 del
mismo Código.
A todo esto se agrega que si bien el perito brindó algunos fundamentos genéricos
de los que dedujo que se había producido una desvalorización del inmueble, su
trabajo obrante a fs. 45/46 resulta totalmente insuficiente para acreditar tanto el
porcentaje que asigna por este rubro como la cotización del inmueble sobre el que
se debe aplicar, ya que ni siquiera describe sus características, ni establece la pro-
porción sobre el total de las partes deterioradas, como tampoco los precios unitarios
de las distintas dependencias y consecuente incidencia de dicha desvalorización, a
lo que se añade algo sumamente relevante, no discrimina el valor del terreno del de
la construcción. Y no pudiendo suponerse que los daños producidos hubieran afec-
tado el valor del primero, resulta evidente que el dictamen carece totalmente de
fundamentos científicos idóneos y como consecuencia de ello de fuerza probatoria
con respecto a este punto.
Siendo por otra parte correcta la apreciación del a quo, que no se produjeron daños
estructurales, también yo entiendo que una vez efectuadas las reparaciones la des-
valorización de la propiedad no puede ser mayor que la determinada en el fallo en
el recurso, por lo que propongo confirmar el monto de la condena.
IV.- La otra crítica formulada en el recurso se refiere el rubro daño moral, cuya in-
demnización rechazó el a quo por entender que no escapa a la regla contenida en
el art. 375 del Cód. Procesal y no haberse producido prueba al respecto.
VI.- La Excma Suprema Corte, en una postura coincidente con la doctrina y juris-
prudencia predominante, ha expresado en reiteradas ocasiones que "El daño moral
no requiere prueba específica alguna en cuanto ha de tenérselo por demostrado por
el sólo hecho de la acción antijurídica -prueba "in re ipsa"- y es el responsable del
384
hecho dañoso a quien incumbe acreditar la existencia de una situación objetiva que
excluya la posibilidad de un dolor moral" (causas L 36.489 del 2/9/86; L 38.931 del
10/5/88 y L 60.380 del 20/8/96, entre otras).
No obstante ello, debe tenerse en cuenta que coincide la antedicha opinión doctri-
naria en que la referida presunción surge con claridad sólo en los casos en que la
reparación es reclamada por los herederos forzosos cuando del hecho resultó la
muerte de la víctima (arts. 1078 y 1084 Cód. Civil); también en los delitos contra la
honestidad (art. 1088) y contra el honor (art. 1089), pero que no es aplicable en
aquellos casos en que los daños se hayan producido sobre los bienes físicos y no
sobre la persona del damnificado, en los que entiende hay que demostrar de qué
manera se ha podido afectar la moral del reclamante y en qué medida puede tratar-
se de un perjuicio resarcible (Conf. Aída Kemelmajer de Carlucci, en el "Código
Civil comentado", dirigido por Belluscio y coordinado por Zanoni, t. 5, p. 114/115,
Ed. Astrea, 1994).
Por todos los fundamentos expuestos, entiendo que debe confirmarse el pronun-
ciamiento anterior en la suma que establece en concepto de desvalorización de la
propiedad del actor y revocarlo en la parte que rechaza la indemnización por daño
385
moral, haciéndose lugar a la misma por la cantidad de $ 500, con más los intereses
fijados en la sentencia. Así lo voto.
Los doctores García Festa y Viglizzo por los mismos fundamentos votaron en igual
sentido.
Los doctores García Festa y Viglizzo por los mismos motivos votaron en igual sentido.
CULPA CONTRACTUAL
clama el resarcimiento del rubro debe probar que efectivamente esa privación
le ocasionó un perjuicio, tal la realización de gastos extraordinarios o la priva-
ción de ganancias.
El hecho dañoso:
Incumplimiento contractual
16.- C1aCC Bahía Blanca, sala II, octubre 14-997.- Mingari, José G. c. Sardini, Julio N.
Conforme surge del informe de la Actuaria de fs. 174 el apelante de fs. 163, cuyo
recurso fuera concedido libremente a fs. 163 vta., no expresó agravios dentro del
término que tenía para hacerlo. Así lo voto.
Los doctores Viglizzo y García Festa por los mismos fundamentos votaron en igual
sentido.
II.- Me referiré en consecuencia a cada uno de los conceptos que motivan los agra-
vios, comenzando por el daño que expresó el actor haber experimentado por la
privación del automotor motivo del contrato y que el a quo, con igual criterio que el
387
Entiendo que los débiles indicios que surgen de algunos de los elementos que
menciona el apelante no resultan idóneos a efectos de revertir lo que viene resuel-
to, por no reunir los caracteres que enumera el art. 163 inc. 5º del Cód. Procesal
para constituir prueba presuncional en cuanto a número, precisión, gravedad, con-
cordancia y fundamentalmente fundarse en hechos reales y probados, por lo que se
debe tener por incumplida por parte del actor la carga que le impone el art. 375 de
la misma normativa y, por falta de prueba eficaz, considerar no acreditado el daño,
tal como se decidió en la instancia anterior.
IV.- El último rubro que desestima el fallo y que provoca las quejas del accionante
es el relativo al daño moral que al interponer la demanda se expresó haber sufrido,
alegando el actor que la estafa de la que fue víctima había alterado gravemente su
tranquilidad, salud y ritmo de vida, tanto por el incumplimiento contractual por parte
del demandado como por las diversas vicisitudes que debió soportar al comprobar
la condición de robado del automóvil adquirido y el hecho de que tres policías con-
currieran a su domicilio a retirarlo con una orden de secuestro judicial.
El a quo entendió que el actor no había probado hechos que indujeran a presumir
una mortificación de una índole tal que permitiera la reparación pecuniaria e hizo
aplicación de reiterada doctrina de nuestra Excma. Suprema Corte en cuanto dis-
pone que "para que sea indemnizable el daño moral en materia contractual se re-
quiere la clara demostración de la existencia de una lesión de sentimientos, de
afectos o de tranquilidad anímica, que no pueden ni deben confundirse con las in-
quietudes propias y corrientes del mundo de los pleitos".
V.- Establece el art. 522 del Cód. Civil, en el texto incorporado por ley 17.711:
"En los casos de indemnización por responsabilidad contractual el juez podrá con-
denar al responsable a la reparación del agravio moral que hubiere causado, de
acuerdo con la índole del hecho generador de la responsabilidad y circunstancias
del caso".
VII.- Dicha repercusión entiendo que no fue en el caso en tratamiento sólo la habi-
tual frente a un incumplimiento contractual, sino de una índole que supera las co-
munes molestias que ocurren en el mundo de los negocios y los pleitos, como la
mortificación que debió producir necesariamente en un ciudadano honesto compro-
bar que adquirió y tenía en su poder, sin haberlo querido, un bien de origen ilícito, y
lo que considero aún de mayor entidad, soportar frente a sus vecinos el bochorno
que indudablemente significó que se presentara en su domicilio una comisión poli-
cial a secuestrarle el vehículo, lo que fácil es suponer que puso en duda frente a los
demás la honestidad de su proceder.
Los doctores Viglizzo y García Festa por los mismos motivos votaron en igual sentido.
Los doctores Viglizzo y García Festa por los mismos motivos votaron en igual sentido.
En el acuerdo que precede ha quedado resuelta la deserción del recurso de fs. 163
y que es parcialmente justa la sentencia de fs. 149 en lo que ha sido motivo de
agravios.
Por ello, 1) Se declara desierto el recurso interpuesto por la parte demandada a fs.
163 y 2) Se hace lugar parcialmente a los agravios del actor, rechazándolas en los
puntos en los que pretende indemnización por privación del automotor y gastos de
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