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Reseña crítica sobre el poder constituyente, Pueblo y Resistencia

Juan José Muños Gómez


Estudiante de la universidad Santiago de Cali

Ricardo Sanín: reseña crítica, de modificaciones más importantes de la historia del


poder constituyente, pueblo y resistencia, editores, Costas Douzinas.

El libro del poder constituyente, Ricardo muestra tanto las concreciones históricas
que un concepto particular ocupe el espacio del universal vacío y a la vez persigue
las estructuras conceptuales examinando paradigmáticamente las jerarquías y las
asimetrías del poder que ellas promueven. Estamos ante un libro cuya sofisticación
teórica y especificidad histórica permite abrir nuevos campos de comprensión, tanto
de la política como del derecho como de cualquier ejercicio de la política en sí
misma.
En el corazón del libro de Ricardo se encuentra una fluida conversación con las
revueltas y movimientos populares del siglo XXI que ha su turno han trasformado el
significado mismo de la política alrededor del mundo. Por consiguiente, la dialéctica
entre justicia e injusticia no conduce a su síntesis. La injusticia no es el revés de la
justicia; lo injusto no es la contradicción de los justos, ser víctima de una injusticia
no es el opuesto lógico de cometer una injusticia. El vínculo entre la revolución, la
paradoja de la justicia reside en que mientras su fundamento ha sido eclipsado por
la incertidumbre y la controversia, la justicia siempre ha sido percibida con claridad,
convicción y urgencia. “Para Heidegger, la traducción de la palabra clave “deinon”
posee dos significados: de un lado el poder violento del hombre, presente en el
conocimiento, en el arte y en el derecho, y del otro el poder abrumador de Dike, dice
que es la estructura y el orden del Ser”. El fragmento citado lo llama Adikia,
desarticulación, fractura, injusticia. Adikia es la fundación de dike. El sentido de
injusticia no es otra cosa que el juicio de la historia y el resarcimiento de la Adikia
original. Pero hay más, la desarticulación siempre se dará como un exceso de
cualquier restitución posible y circulara infinitamente “de acuerdo con el orden del
tiempo”. Adikia es a la vez la perpetua lucha entre techne y dike, entre el poder
constituido y constituyente pero también su propio límite, es lo que mantiene la
necesidad y la libertad separadas. No obstante, entre 1789 y 1989 la primacía del
derecho a la revolución sobre derechos sustantivos fue invertida y el llamado a la
justicia se convirtió en injusticia. Kant fue el primero en desestimar el derecho a la
revolución y etiquetarla como una contradicción de términos, a su juicio el derecho
no puede tolerar su propia demolición. La inequidad a nombre de la igualdad legal
transforma una norma condicional en un axioma absoluto que dice que las personas
son libre e iguales, donde la igualdad no es un logro o efecto, sino la premisa de
toda acción. Ricardo emprende sobre el fantasma del poder constituyente, el que lo
resta de este escrito y pretende recordarnos del derecho a la resistencia y la
revolución, que al igual que el poder constituyente, ha sido desterrado y declarado
imposible, pero que siempre vuelve. La igualdad axiomática de Alain Badiou (donde
cada quien cuenta como uno dentro de todo grupo relevantes) es la frontera
imposible entre los derechos y la cultura. Ernst Bloch, el filósofo marxista que mayor
interés demostró hacia el derecho natural, concluyo que la humanidad exhibe un
sentido un sentido perdurable de resistencia y rebelión; Tanto el historicismo como
el humanismo marxista han sufrido un ataque desbastador. El estado neoliberal es
un nudo ciego entre las funciones del capitalismo y el musculo del mercado. En este
proceso los derechos pasan de ser simples títulos y posesiones individuales a una
nueva concepción donde somos “seres en los derechos” dándole a cada quien lo
que se debe a todos. Puede ser entonces que la idea del comunismo salve a los
derechos.
A través de este libro, Ricardo acerca con centralidad hacia el poder constituyente.
La teoría y las praxis, con el objetivo de darnos a conocer la recolección de temas
filosóficos y la proyección de eventos que cambian el mundo, de manera que estos
son inseparables
En este libro, Ricardo insiste dar a conocer que el derecho a la resistencia y la
revolución, que al igual que el poder constituyente, ha sido desterrado y declarado
imposible, pero que siempre vuelve. Para concluir el vínculo que existe entre la
revolución, justicia y derechos, es que la justicia ha sido uno de los más antiguos
fracasos del pensamiento humano. La injusticia no es el revés de la justicia; lo
injusto no es la contradicción de los justos, ser víctima de la injusticia no es el
opuesto lógico de cometer una injusticia, quizás la más grandiosa máxima moderna
expresa “que todos los hombres nacen y permanecen libres e iguales en dignidad y
derechos”. La cruda confrontación entre la jerarquía teleológica y la antología
individualista solo puede ser resuelta mediante la revolución; La revolución no
consiste simplemente en un cambio sociopolítico radical, se trata de un principio
normativo, el derecho a resistir la opresión es una de las máximas de la declaración
porque se trata de la forma más elevada de libertad. La transfusión del poder
constituyente a un derecho constitucional significo una novedad normativa radical
tan relevante como la proclamación universal de la igualdad.

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