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Los síntomas concretos van a depender del trastorno en sí, pero por lo general
suelen incluir la presencia de hipotonía o debilidad muscular de una o varias
partes del cuerpo, la dificultad o imposibilidad de relajar la musculatura (los
músculos se mantienen contraídos) que a su vez puede generar contracturas y la
posible presencia de alteraciones en la sensibilidad y percepción táctil. Tampoco
es infrecuente que aparezcan espasmos. En algunas enfermedades puede afectar
también al funcionamiento del sistema respiratorio e incluso del cardíaco,
pudiendo el sujeto precisar de respiración asistida y soporte vital.
Causas
Las enfermedades neuromusculares pueden tener muy diversas causas,
pudiendo encontrarse implicados tanto factores genéticos como ambientales.
Una amplia proporción de estos trastornos está causado por factores genéticos,
tanto a nivel de herencia genética como a nivel de mutaciones de novo, y
aparecen como un trastorno primario.
4. Miotonías congénitas
Las miotonías congénitas son alteraciones en los que se observa una gran
dificultad para relajar los músculos y el tono muscular tras una contracción
de éstos. Relajar los músculos se vuelve complicado y lento. Realizar ejercicio,
comer o desplazarse se hace complejo. Las causas son principalmente genéticas.
5. Enfermedad de Westphal
Un grupo de trastornos caracterizados por la presencia de episodios de parálisis
en situaciones más o menos concretas como la realización de ejercicio, el
consumo de comidas ricas, la exposición a temperaturas extremas o traumas
(como ocurre en la enfermedad de Westphal). Puede acabar desapareciendo con
el tiempo.
7. Miopatía metabólicas
Trastorno en el que el problema se encuentra en la dificultad o imposibilidad
de los músculos de obtener energía.
8. Miastenia gravis
Se trata de una enfermedad neuromuscular en el que el sistema inmune ataca la
unión neuromuscular, reaccionando contra la membrana postsináptica.
Su vida social y laboral puede variar enormemente afectada, tanto debido a las
dificultades generadas por el propio trastorno como a sus consecuencias a
nivel emocional, que pueden hacer que el sujeto quiera aislarse del entorno.
En búsqueda de un tratamiento
La mayor parte de las enfermedades neuromusculares no tienen a día de hoy un
tratamiento curativo. Sin embargo sí pueden trabajarse los síntomas, de
manera que se optimice el nivel y calidad de vida de las personas que padecen
estos problemas, promover un aumento de su nivel de autonomía e
independencia, potenciar sus recursos y proporcionar mecanismos y ayudas que
puedan precisar para facilitar su vida. Asimismo, en muchos casos un correcto
tratamiento puede llegar a aumentar su esperanza de vida.