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Colección: conociendo mi fe (n.

1)

¿QUÉ BUSCAS?
Considero que en nuestro medio es común preguntarse o preguntar qué se busca. Todos
deseamos salir adelante en la vida y por ello buscamos lo mejor para nuestras vidas. Sin
embargos, al plantear esta pregunta; es para profundizar sobre nuestros anhelos.
Normalmente se busca lo que no se tiene, ya sea porque aun no se lo ha conseguido o
quizá porque se lo ha perdido. Ninguno busca lo que ya tiene. Por tanto, no todos vamos
a buscar lo mismo, porque cada uno es diferente y, por ende, cada uno tiene que buscar
lo que le hace falta. A continuación, menciono algunas de las cosas que son importantes
tener en la vida y que, si no están, pues hay que buscarlas.
1. La paz: En medio de este mundo lleno de terror y dificultades es importante mantener
la serenidad y la paz. El mundo no debe quitarnos la paz, aunque su actuar sea
turbulento y feroz. Cuenta la historia que un día un príncipe hizo un concurso sobre qué
pintor representaba mejor la paz. Entre tantos, de los mejores que quedaron; uno pintó
en su cuadro un hermoso lago tranquilo y sereno. Otro plasmó una montaña con una
suave brisa. Y un tercero, pinto un paisaje con una turbulenta tempestad llena de
truenos y relámpagos, un viento huracano que soplaba con tanta fuerza, pero en la rama
de un árbol estaban serenos en un nido unos pajaritos. De estos tres el rey eligió el
tercero porque vio que la paz de uno no debe depender de las turbulencias de afuera,
sino que en medio de esa tempestad es donde realmente se mide la paz que se tiene 1.
la paz se manifiesta y brilla, no donde todo es tranquilo, sino donde la tempestad es
abrumante. ¡Si no tienes paz búscala!

2. El amor: El amor es el motor de nuestra vida. Todo lo que hacemos debe ser movidos
por el amor. Quien ama hace las cosas bien y sin esperar ninguna recompensa. Como
cuenta una historia de un matrimonio pobre. “Ella hilaba a la puerta de su casa,
pensando en su marido. Todo el que pasaba se quedaba admirado de su cabellera
hermosa, larga y negra. Él iba cada día al mercado a vender frutas. A la sombra de un
árbol se sentaba a esperar, sujetando entre los dientes una pipa vacía. No llegaba el
dinero para comprar un poquito de tabaco. Se acercaba el día del aniversario de la boda
y ella no cesaba de preguntarse qué podría regalar a su esposo. Y además ¿con qué
dinero? Un día se le ocurrió una idea. Sintió un escalofrío al pensarlo; pero, al decidirse,
todo su cuerpo se estremeció de gozo. Venderé mi cabello para comprar tabaco para mi
esposo. Se imaginaba al esposo sentado ante las frutas, dando largas bocanadas a su
pipa. Aromas de incienso y de jazmín darían al esposo la solemnidad y prestigio de un
verdadero comerciante. Sólo obtuvo por su cabello unas cuantas monedas, pero eligió
con cuidado el más fino estuche de tabaco. Todo compensaba largamente el sacrificio
de su cabello. Al llegar la tardé del día del aniversario, regresó el esposo. Venía cantando
por el camino. Traía en su mano un pequeño envoltorio: eran unos peines para su mujer.
Los acababa de comprar tras vender su pipa”2.

1
1. Anónimo Cfr. https://www.lafelicidadestadelante.com/la-paz-perfecta/
2
2. R. Tagore. http://cuentosqueyocuento.blogspot.com/2013/05/el-matrimonio.html
Colección: conociendo mi fe (n. 1)

Como vemos el que ama entrega todo de si, su propio ser. No entrega lo que le sobra,
sino que da lo único que tiene: su propia vida. El amor no es entonces dar tantos bienes
materiales que al final terminan convirtiéndose en vanidad, sino que es entregar todo el
cariño, el corazón y la vida para que los demás se sientan amados. El amor no es
material, es una persona especial: tú. Por eso, hay que dedicar tiempo para los que se
ama, que se sientan amados y comprendidos. No te cambies por simples objetos
materiales dando a los tuyos lo que al parecer quieren, mas no lo que necesitan. Por
último, el amor es eterno, no pasa nunca. El que ama es como aquel que encuentra un
tesoro, una mina, una perla, de gran valor que no es capaz de abandonarla. Si alguien lo
quiere arrebatar lucha por no perderlo, es tan fuerte lo que le une que es capaz de dar
la vida; solo dejará de luchar cunado se encuentre sin fuerzas y herido, pero en su
corazón sentirá una ruptura imposible de sanar, que no será capaz de vivir sin aquello
que ama. Ámate a ti mismo y no dejes que tu vida se destruya por falsos placeres y
vanidades del mundo; y ama a los tuyos, con todo el amor que puedas, porque al final
son ellos los únicos que permanecerán siempre a tu lado.
Nunca dejes de amar, aunque te hayan fallado, no dejes de creer en el amor porque “el
amor no lastima, no daña ni engaña. Lastiman las personas que no saben amar ni
valorar”3.
3. La humildad: Muchos en la actualidad relacionan humildad con el “ser pobre”. Pero la
humildad no es sinónimo de pobreza. Esta palabra viene del latín “humilitas” (pegado a
la tierra), es decir, es una virtud que es contraria a la soberbia, al orgullo. Es reconocer
sus errores, limitaciones; pero también, sus capacidades, habilidades, dones, y ponerlos
al servicio de los demás. Humilde es aquel que pone al servicio y al bien de los demás
todo lo que tiene. Es aquel que comparte con aquellos que lo necesitan. Quizá todos
conocemos ricos que son humildes, sencillos y que dan lo que tienen, de la misma
manera que conocemos algunos que son pobres, pero no humildes sino orgullosos,
engreídos, arrogantes. No importa ser pobre o rico, lo que verdaderamente importa es
ser humilde. La humildad también se manifiesta cuando aceptamos la ayuda que nos
dan, aunque sea algo sencillo, e incluso aunque no nos agrade mucho, pero lo recibimos
con gusto porque reconocemos el esfuerzo que ha costado al otro tenerlo y la
generosidad que tiene para compartir. Sé humilde comparte con alegría lo que tienes y
acepta con gusto lo que te brindan. Si vez que no lo tienes ve por la humildad que ella
estará aguardando por ti.

4. La fe: Todos en la vida necesitamos tener fe en algo o en alguien. Nadie puede vivir sin
fe. Incluso aquellos que suelen llamarse ateos, gnósticos, pragmáticos, etc. También
tienen fe. Tanto el hombre nihilista como el socialista también tienen fe. La fe es la que
da esperanza de que se puede alcanzar algo mejor. Que el objetivo se va a lograr. Para l
apersona creyente la fe, no está como en los mencionados anteriormente, en cosas
materiales, o en estructuras sociales, etc.; sino que está en Dios. Él es el único que puede

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3. Izabella Renz.
Colección: conociendo mi fe (n. 1)

cambiar toda realidad, mueve y guía los corazones de aquellos que se acogen a su
voluntad. La fe es creer en algo que no se puede ver y todos creemos en ese algo. El que
no tiene fe está perdido, no tiene esperanza, pierde el sentido a su vida y no logra ver
nada positivo en su medio. Quien pierde la fe, deja de luchar porque no encuentra
sentido en mantener la esperanza y tiende a desplomarse hacia el abismo del fracaso.
¡No te dejes quitar la fe! porque sin ella te paralizas. Si la has perdido búscala y verás
que de nuevo encontrarás motivos porque luchar y continuar hacia adelante.
Vislumbrarás con esperanza el futuro y desearás alcanzar ese bien que buscas, aunque
estés pasando por momentos difíciles. Ten fe, porque solo aquel que la tiene es el que
logra conseguir lo que desea.

5. La felicidad: Es lo que toda persona busca tener en este mundo. Sin importar el lugar, el
estatus, todos anhelan la felicidad. El ver cumplida una meta es tener la felicidad. Nadie
es capaz de no desearla, de reprocharla o desecharla de su vida, al contrario; todos la
buscan, tratan de conquistarla, de alcanzarla y tenerla en su vida siempre. Los deseos
de toda persona es la felicidad. Por lo tanto, siempre se busca hacer lo que da felicidad.
Sin embargo, la felicidad es fugaz y se escapa con facilidad en el mínimo descuido. Para
ser felices hay que tener paz, amor, humildad, fe y libertad.
No pierdas tu tiempo para ser feliz. Si no tienes búscala y si la tienes consérvala como
un tesoro. No te des por vencido jamás. Recuerda que “después de la tempestad viene
la calma” y después de la tristeza la felicidad. Aún en los momentos difíciles de la vida
no pierdas la felicidad, sonríe y sé positivo, porque en esta vida todo pasa. Pero no dejes
que de tu vida pase la felicidad.
No te dejes robar la felicidad por lo que otros dicen o hacen. Tu felicidad solamente
depende de ti y de nadie más. Busca siempre una razón para ser feliz. Aunque haya
muchas razones para no estarlo encuentra siempre una más para que sonrías. Sonreír
no cuesta nada, pero es un tesoro para quien recibe tan solo una sonrisa. Sé feliz y has
feliz a los que te rodean.
6. La libertad: Busca tu libertad, no seas dependiente de cosas o personas que te aten. La
libertad es un tesoro que permite ser uno mismo. Sin libertad no es posible ser ninguna
de las búsquedas anteriores. Entonces debes ser libre para que encuentres cada una de
las cosas que te hagan falta para que seas feliz. Pero la libertad no es libertinaje, no es
hacer lo que te venga en gana; libertad es hacer las cosas bien y decidir por lo que va a
contribuir para el crecimiento de la felicidad. Quien es libre, no es esclavo de nada,
porque obra con alteza y voluntad independiente.
Muchos creen que la libertad es hacer lo que otros dicen. Confunden libertad con
dependencia, pensando que ser libre es optar por cualquier camino y eligiendo el
camino de los vicios, de cualquier tipo. Pero tarde se dan cuenta que esa elección no fue
hacia la libertad, sino a la esclavitud porque viven atados al vicio, del cual les es muy
difícil salir. Quien sabe lo que es realmente la libertad, tendrá en su voluntad el libre
deseo de obrar el bien y alcanzar la felicidad. La libertad nos hace libres de todo y nos
Colección: conociendo mi fe (n. 1)

regala la felicidad. Quien no es feliz no es libre, porque está atado hacia algo ya sea
problema o vicio.
No dejes que influyan en tu libertad, deja que tu voluntad sea libre no alterada por
comentarios o dichos de otros. Sé tu mismo quien elige y si lo haces en libertad eres
responsable de lo que esa decisión te dé como resultado, pero si tu libertad es sincera
tendrás como fin la felicidad porque serás persona de bien y éste es el camino hacia la
felicidad. No hay mayor felicidad que hacer el bien a los demás, y para poder hacerlo,
hay que ser libres. Obra el bien sin coacción y serás feliz.

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