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Revista del Hospital Materno Infantil Ramón

Sardá
ISSN: 1514-9838
asociacionsarda@yahoo.com.ar
Hospital Materno Infantil Ramón Sardá
Argentina

Domínguez Mon, Ana


El enfoque de riesgo en la atención materno-infantil: análisis antropológico de la noción riesgo en el
manual paltex de la OPS
Revista del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá, vol. 19, núm. 4, 2000, pp. 161-166
Hospital Materno Infantil Ramón Sardá
Buenos Aires, Argentina

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=91219405

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EL ENFOQUE DE RIESGO EN LA ATENCIÓN


MATERNO-INFANTIL: ANÁLISIS ANTROPOLÓGICO DE LA
NOCIÓN “RIESGO” EN EL MANUAL PALTEX DE LA OPS*
Lic. Ana Domínguez Mon
Antropóloga, Docente-Investigadora del Instituto de Ciencias Antropológicas (Facultad de Filosofía y Letras,
UBA) y del Instituto Gino Germani (Facultad de Ciencias Sociales, UBA).

Resumen
El concepto de “riesgo en salud”, acompaña hasta la actualidad la implementación de programas locales y las
políticas nacionales, como regionales en el campo de la salud materno-infantil. La forma en que se implementa
e interpreta su uso adquiere diferentes significados, así como deslizamientos hacia valores culturales y morales.
De tal modo su uso comprende tanto el riesgo epidemiológico como el denominado “riesgo social”, con su
consiguiente connotación moral. Considerar al PALTEX como un producto cultural, permite realizar un análisis
cultural de los significados de sus objetivos, la caracterización cultural de los efectores y la población objetivo.
Persona, tiempo y lugar: tres categorías epidemiológicas, serán consideradas como objetos de análisis a partir
de los parámetros de la epidemiología y su aplicación en países en desarrollo a través del análisis de FICTICIA,
un ejercicio presentado en ese documento en el que se expone una situación de salud y los recursos para la
prestación de servicios de salud de una república imaginaria. Este análisis permite establecer una relación entre
las personas destinatarias de los programas de atención y prevención, el tiempo en que ocurren los peligros a
la salud: temporalidad estacional y la que advierte la etárea. Finalmente, el manual prevee un análisis de los
determinantes regionales, el lugar en el que ocurren los problemas a la salud se combina dando un significado
peculiar a la intervención de los agentes sanitarios. Ellos mismos personas, que llevan a cabo acciones en salud.

Introducción nes humanas. El objetivo del trabajo de los epide-


miólogos es establecer la asociación entre una ex-
Este trabajo forma parte de uno mayor 1 en el que posición y una enfermedad: se debe en principio
se analizan los programas metropolitanos en los establecer la elección de la medida de frecuencia de
cuales se utiliza el concepto “riesgo en salud”, para la enfermedad, que será luego de la que dependerá
luego establecer su articulación con las actividades la medida de asociación que se obtenga. Esta deci-
asistenciales y de prevención realizadas en centros sión comprende las características del estudio, sus
de salud dependientes de la Secretaría de Salud del objetivos, la población bajo estudio y el diseño a ser
gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El objetivo utilizado. Se debe considerar la validez del diseño y
de la ponencia es indagar en los significados asigna- el control de factores extraños o confusores.
dos a la noción “enfoque de riesgo”, por considerar Pero la epidemiología, como metodología se apli-
que ésta guía gran parte de las acciones y programas ca a la investigación empírica en poblaciones a
preventivo-asistenciales llevados a cabo en los ser- través de los métodos de recolección sistemática de
vicios de salud. Un análisis antropológico de la observaciones, cuantificando el número de factores
categoría, permite contextualizarla en la triple rela- relevantes. Establece mediciones y estimaciones de
ción, contemplada también por la epidemiología, de parámetros poblacionales; realiza pruebas estadís-
persona, tiempo y lugar. ticas y las aplica al análisis e interpretación de los
En general los manuales presentan a la epide- datos. El conocimiento que propone es de naturale-
miología como el estudio de los determinantes y la za probabilística: no se sabrá quiénes van a enfer-
distribución de las enfermedades en las poblacio- mar sino cuántos casos nuevos habrá (incidencia).
Los estudios epidemiológicos comprenden además
* Este artículo fue presentado y discutido en las Terceras Jorna-
la comparación entre grupos a través del tiempo,
das Nacionales de Debate Interdisciplinario sobre Salud y
Población, realizadas en Buenos Aires, 8, 9 y 10 de setiembre por medio de la estimación de magnitud de la aso-
de 1999, organizadas por el área Salud, Población y Sociedad ciación entre un supuesto factor y una enfermedad.
del Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Facultad Establecido el marco a partir del cual se diseñan
de Ciencias Sociales (UBA). los manuales epidemiológicos de identificación de

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factores de riesgo, presentaremos al PALTEX como para estimar la necesidad de atención de la salud o
un texto que expresa este prototipo de compendio de otros servicios.
de definiciones y clasificaciones. Su objetivo: esta- Por lo tanto, desde una perspectiva epidemiológica
blecer acciones para identificación de problemas, el “riesgo es la probabilidad de que un hecho ocurra”
evaluación de calidad de servicios e intervención en sólo en tanto se lo considera como medida de una
el sistema de salud y en la comunidad a fin de probabilidad estadística de un suceso futuro. Desde
promover acciones de prevención y de asistencia a esta lógica, el riesgo adquiere el valor de probabilidad
problemas considerados prioritarios. Evidencia el diferencial: un estudio detallado de la distribución del
punto de vista de la Agencia OPS (Oficina Sanitaria riesgo en distintos subgrupos de una población dada
Panamericana) con relación “al conocimiento y la revelaría la existencia de un riesgo o probabilidad
incorporación del llamado enfoque de riesgo al pro- diferencial. El supuesto subyacente a esta lógica del
ceso de investigación y a la toma de decisiones en enfoque de riesgo es que:
salud materno-infantil”. Desde esta perspectiva se
considera que su utilización permite “establecer la “a medida que avance el conocimiento sobre fac-
manera más eficiente de utilizar los recursos”, asig- tores de riesgo, que permita definir acciones pre-
nándolos donde “la necesidad es más grande”, a ventivas, los daños a la salud ocurrirán con menor
partir de la aplicación de bases “científicas” para frecuencia” (Ibídem: 11).
desarrollar, instrumentar y administrar cualquier
estudio de enfoque de riesgo en la atención mater- En tal sentido nuestro análisis busca encontrar la
no-infantil. El texto está destinado al autoapren- lógica de tal afirmación teniendo en cuenta la forma
dizaje de ejecutores de programas, así como a ser misma en que este Manual concibe al enfoque de riesgo
aplicado como material didáctico en talleres, con y a sus componentes: factores de riesgo y daños a la
ejercicios a resolver. salud, como parte de un continuum no siempre causal
Está organizado en nueve capítulos, cuya se- que involucra a las personas en la identificación acerca
cuencia lógica parte de la definición de la noción de sus problemas. Por “daño” se cita “un hecho o
“enfoque de riesgo”, desde su caracterización, al- problema de salud que puede ser medido”. Nuevamen-
cances y aplicación en la intervención sanitaria. te el daño es “mensurable” en categorías o escalas
Esto implica, según esta perspectiva, la identifica- generales que incluyen:
ción de problemas prioritarios en salud y la aplica-
ción de los instrumentos epidemiológicos emplea- “distintos niveles de salud, tales como resolución
dos en el enfoque. El fin último es establecer “ries- completa de un problema de salud, mejoría, ausen-
gos” y “daños” medibles para intervenir sobre los cia de cambios, deterioro o fracaso” (Ibídem: 46).
mismos (Ibídem: 1-3)

Las personas como


La medida del enfoque de riesgo objeto de conocimiento

El análisis del concepto de riesgo nos lleva a En segundo orden analizaremos a las personas
reconocer distintas dimensiones del problema del involucradas en este proceso de conocimiento: las
“enfoque de riesgo” en la producción de conoci- personas capacitadas para identificar factores de
miento. Nos referimos a los significados asignados a riesgo y daños a la salud (ejecutores de programas
la noción “riesgo”, aplicados a los riesgos a la salud y de proyectos) y la población sobre la cual se
en los trabajos científicos y su caracterización pos- aplicarán las estrategias seleccionadas. Las perso-
terior como rótulo o etiqueta que conlleva connota- nas destinatarias de los programas y proyectos
ciones de orden moral. A este nivel epistemológico serán clasificadas a partir de la noción “factor de
haremos alusión sólo como momento posterior al riesgo” y formando parte de la población materno-
análisis del “enfoque de riesgo” como categoría de infantil: mujeres en edad reproductiva y sus hijos en
la epidemiología. Como tal se lo menciona el Manual edades de 0 a 15 años. Se caracterizan a ambas
lo define como: poblaciones como grupos prioritarios a partir de
considerar las posibles consecuencias demográfi-
“medida que refleja la probabilidad de que se cas resultantes de su disminución y el peligro de la
produzca un hecho o daño a la salud (enfermedad, continuidad de la reproducción misma de la comu-
muerte, etc.)” (Ibídem: 11). nidad en la cual están insertas. Damos por supuesto
que el valor asignado a mujeres en edad reproducti-
De este modo el “enfoque de riesgo” se basa en la va y a niños de 0 a 14 años es universal. Ha sido
medición de esa probabilidad, la cual se emplea consensuado desde la constitución de los estados

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modernos, otorgando a las mujeres el papel de afectan los niveles de vida y de bienestar como
garantes de la reproducción biológica y social de los grupos “postergados”.
grupos sociales y como cuidadoras “naturales” de la
salud de los niños. Sin embargo, ¿por qué mujeres y “La postergación puede estimarse a través de las
niños?, o ¿por qué mujeres en edad reproductiva y desigualdades de condiciones de vida de los distin-
por qué niños? implica un posicionamiento no sólo tos grupos humanos, expresada en términos socio-
del uso de recursos y optimización de gastos, sino económicos y de problemas de salud” (Ibídem. 6).
de prioridades frente a otros grupos sociales, por
ejemplo: varones mayores de 14 años y mujeres de El Manual recuerda la proclama ya histórica y
más de 45 años. Estas poblaciones objetivo no han refutada, enunciada hace más de veinte años en
sido problematizadas por el Manual, más aún, y Alma Ata (1978) “Salud para todos en el año 2000”.
citando a la Declaración de Alma Ata sobre Atención Esta propuesta llevaba implícito el reconocimiento
Primaria de la Salud, dirá que la atención a la salud de la existencia de “desigualdades en la satisfacción
Materno-infantil incluye la planificación familiar.2 de las necesidades y aspiraciones de los diferentes
Debemos concluir que esta acción en salud queda grupos humanos que integran sociedades” (Ibíd: 4-
vinculada al control de nuevos embarazos en el caso 8). Reconoce a los “factores de riesgo” como
de mujeres que ya han tenido hijos. Se puede inferir condicionantes de los problemas de salud, inclu-
que la “planificación familiar” o la lla- yendo además el acceso de los diferen-
mada “procreación responsable” sólo tes grupos a los servicios de salud,
es posible de ser concebida en el mar- Se puede inferir considerando su carácter biológico,
co de la “reproducción” y no en el libre que la socioeconómico, así como el ambiente
ejercicio de los derechos reproducti- “planificación físico, cultural y político. La propuesta
vos de mujeres con o sin hijos. El peli- política explicitada en el texto sería
familiar” o la
gro está ligado aquí a los embarazos no contribuir, a través de la detección, la
“planificados” o “deseados”; dentro de llamada identificación y el análisis de los “fac-
la lógica de la reproducción misma, no “procreación tores de riesgo” relacionados con pro-
contempla el embarazo no deseado o responsable” blemas de salud de dichos grupos, a
la no maternidad para mujeres solas o sólo es posible “disminuir las desigualdades entres los
nulíparas que no deseen tener hijos. de ser concebida grupos humanos”. La noción de des-
Esta perspectiva elaborada hace casi en el marco de la igualdad, problema enunciado pero no
veintitrés años, sigue estando vigente “reproducción” y sistematizado sino como “factores di-
en lo relativo a la población objetivo no en el libre versos” puede relevarse a través de
para la anticoncepción en el caso de la ejercicio de los variables como status social y sus co-
ciudad de Buenos Aires. Si bien existen rrespondientes indicadores: ocupa-
derechos
servicios que evidencian cambios ción, educación, ingreso, residencia,
orientados a considerar la anticoncep- reproductivos de indicadores sociodemográficos: sexo,
ción como un derecho a la salud de mujeres con o sin edad, religión, raza, etc.; clase socio-
mujeres y de hombres, como respon- hijos. económica: categorías de ocupación y
sabilidad sanitaria de las instituciones, jerarquías. Pero las desigualdades no
persiste la idea de ligar el peligro a la siempre incluyen todos los indica-
salud de las “madres” y los futuros “niños”. dores: “trabajadores” por ejemplo es una categoría
De esta forma la gente considerada partícipe de la utilizada sólo para los hombres, como indicador de
comunidad: las mujeres de 15-44 años, los promotores condiciones de vida y el “trabajo” en las mujeres
de salud, enfermeras auxiliares, parteras empíricas, (pobres) se menciona como indicador posible de
líderes de comunidad, administradores de distrito, de “riesgo”,3 como se puede observar en el ejemplo
provincia, regionales, oficiales del ministerio de salud, sobre la situación de salud en una república imagi-
de tesorería, políticos: locales, nacionales, maestros y naria llamada FICTICIA. De esta forma en los indica-
personal de salud, aparecen convocados sólo como dores existen elementos ideológicos y culturales
auditorio de la identificación de problemas y posibles que universalizamos u homogeneizamos cuando
soluciones. La gente o la población general, como aplicamos categorías a distintas regiones, países,
partícipe de la aprobación o denegación de una nueva provincias, pueblos, ciudades, localidades, barrios
estrategia, aparece mencionada y contemplada como y podemos continuar estableciendo diferencias. Tal
tal sólo en esta instancia. vez , el desafío que plantea el Manual para los
Este peligro afecta más a los más pobres. En el ejecutores sea establecer una mirada vigilante y lo
Manual se menciona explícitamente a los grupos suficientemente sutil, como para poder encontrar
más expuestos a distintos factores de riesgo que indicadores que permitan vincular “factores de ries-

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go” con daños, pero en contextos espe- es agente social y no mero receptor de las
cíficos y no extrapolados de situacio- Desde esta propuestas. Reconocer el contexto polí-
nes ahistóricas. concepción de tico en el cual se elaboran los proyectos,
El Manual está destinado a eje- “enfoque de implica darle al contexto un sentido ma-
cutores de planes con determinada ca- riesgo”, la yor que el de marco o de reconocimiento
pacitación: experiencia de la de desigualdades “inevitables”. En el con-
texto de las actuales políticas neoliberales
gente acerca de lo
“Este documento de trabajo prevé (que en salud, el reconocimiento de las dife-
los participantes) cuenten con conoci- que le pasa con la rencias en términos de desigualdades
mientos básicos sobre epidemiología y gestión de los “naturales”, se orienta cada vez más ha-
bioestadística y están familiarizados riesgos en su cia políticas de detección del riesgo y de
con la investigación de servicios de comunidad no establecimiento del daño por criterios
salud.” (Ibidem: 2). aparece, ni siquiera como los de “vulnerabilidad social”, “po-
contemplada desde breza” o “riesgo social”.6
De este modo quedan fuera quienes estos participantes Finalmente, la elaboración de un cri-
realizan actividades en las comunidades “expertos”. terio descriptivo-explicativo que dé cuen-
pero no están familiarizados con la epi- ta del daño, se transforma por el imperio
demiología y la bioestadística. Desde esta de la cristalización de las desigualdades
concepción de “enfoque de riesgo”, la experiencia de la en un principio diferenciador y estigmatizante. Este
gente acerca de lo que le pasa con la gestión de los deslizamiento de significado asignado a un grupo con
riesgos en su comunidad no aparece, ni siquiera con- prioridad para la recepción de políticas de prevención
templada desde estos participantes “expertos”. Exis- y asistencia en salud o “grupos prioritarios” a la iden-
ten no obstante otras propuestas frente a un modelo tificación de “grupos vulnerables” económica y social-
clásico de detección de “riesgos” basados en una vigi- mente a los cuales se destinan políticas restrictivas de
lancia epidemiológica construida a partir del modelo detección de daños, denota una transformación funda-
clásico de causalidad etiológica u otro de vigilancia mental del escenario histórico en el cual se plantea el
intermedia; en esa propuestas si bien prevalecen ac- enfoque de riesgo.
ciones participativas, persiste el monitoreo de facto- De hecho la caracterización de las poblaciones,
res de riesgo, no pudiendo resolver las expresiones su variabilidad y desigualdad permiten establecer
negativas de la teoría del riesgo y de la prevención diferencias con respecto a la tercera categoría a
etiológica. Nos referimos a las propuestas realizadas a presentar: el lugar.
partir de un monitoreo estratégico, en las que se esta-
blecen perfiles de grupos o características colectivas
que involucran procesos saludables y destructivos.4 El El lugar ¿como ambiente o
monitoreo estratégico otorga un nuevo sentido a los como “factor de riesgo”?
procesos críticos estratégicos, poniendo el énfasis en
una propuesta política transformadora, en la cual la En principio podríamos oponer al lugar presentado
gente elabora proyectos, escenarios de monitoreo es- “naturalmente” como ambiente físico, o como índice
tratégico sobre perfiles grupales de procesos colecti- de deterioro en la medida en que éste sea considerado
vos. De esta manera se concibe la intervención como como “factor de riesgo o de salubridad”. El Manual
una filosofía en la cual se reconoce el poder transfor- vincula a las “condiciones de vida” con esta caracteri-
mador de la experiencia colectiva.5 zación del “lugar” como un plus de lo físico o ecológico
Se reinstala de nuevo el problema de las desigualda- “natural”, en el que intervienen aspectos:
des identificadas por los autores del Manual, como
condicionantes de factores de riesgo o como factores “Así un primer uso de la noción “factor de riesgo”
de riesgo en sí. Sin embargo, cuando las desigualdades es la identificación de la gama de condicionantes
pueden ser abordadas desde una perspectiva com- sociales, culturales, económicos y ambientales que
prensiva, que contemple que toda relación social im- lo integran” (Ibidem: 6).
plica relaciones de poder desigual, el enfoque de riesgo
adquiere otro significado. Reconocer que toda rela- Desde esta perspectiva los “condicionantes”, se
ción social implica conflicto y que es necesario presentan a veces como sumatorias y no como aspec-
consensuar puntos de vista, conlleva considerar que tos intrínsecos de los cuales las “condiciones de vida”
negociamos con quienes interactuamos. Implica reco- son sus consecuencias. Pensar en los “lugares” como
nocer, por lo menos en términos programáticos, una “factores de riesgo” implica prestar atención a la ob-
propuesta de transformación en la cual la “gente” servación de aspectos externos a partir de la caracte-
destinataria de programas de prevención y asistencia, rización que “otros” puedan hacer del mismo. Pero en

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el Manual la identificación de los proble- der de policía del estado, hoy esta misma
mas pareciera que siempre es realizada La identificación categoría no alcanza para hacer valer un
por “otros”, aunque en ningún pasaje del del daño y su derecho tan básico como el derecho a la
texto se haya explicitado el lugar del que asociación con salud. El rótulo de “pobre” no garantiza
identifica. Por otro lado están los “gru- “factores de el acceso a servicios de salud gratuitos y
pos prioritarios” y estos son siempre riesgo” no de calidad, en virtud de la caracteriza-
definidos desde “expertos”, es decir des- alcanza para dar ción de su exposición al riesgo y al daño.
de “otros” y por fuera de las comunida- cuenta de la La identificación del daño y su asocia-
des a las que pertenecen. Sin embargo el legitimidad de la ción con “factores de riesgo” no alcanza
análisis contempla la “participación” de acción del para dar cuenta de la legitimidad de la
la comunidad , no en el diseño de la acción del Estado y de sus instituciones.
intervención sino en el análisis de las
Estado y de sus El riesgo se instaló para quedarse como
limitaciones para el desarrollo de la in- instituciones. El diacrítico de nuestro tiempo.
tervención: riesgo se instaló
para quedarse
“La información obtenida puede uti- como diacrítico El nuevo enfoque del riesgo
lizarse para elaborar soluciones y de nuestro
para completar la base de la solución tiempo. Han transcurrido catorce años de la
del problema y de las limitaciones aparición del PALTEX, texto que implicó
identificadas” (Ibídem: 168). la articulación de distintas miradas del
“factor riesgo” y sus consiguientes críticas al calor de
un Estado Benefactor7 agonizante en gran parte del
La temporalidad de la propuesta área (América Latina y el Caribe) a la cual estuvo
dedicado. Asistimos entonces a un cambio cultural
El PALTEX evidencia una vejez temprana, o po- inédito en lo que hace a las identidades sociales de
dríamos inferir que nace siendo viejo, en la medida grupos e instituciones. De la fe depositada en la acción
que el marco conceptual de su propuesta, Alma Ata, controladora del Estado y sus instituciones pasamos a
de 1978, se transforma en un dato histórico y no en una mirada distante, descomprometida, en la que la
un objetivo alcanzable a fines de los ‘80. Es que el intervención efectiva en la solución de daños aparece
escenario mundial se ha transformado con una rapi- como ineficiente, o un sin sentido institucional. Sin
dez vertiginosa y las instituciones no han podido embargo, cada vez más los hilos del control social se
acompañar el cambio con políticas acordes. entrecruzan y ajustan su trama entre los sectores cada
Desde una perspectiva funcionalista, el Manual vez más vastos de grupos sociales “vulnerables”. Las
PALTEX se corresponde con una propuesta orienta- preocupaciones heurísticas por dar un nuevo sentido
da al control social explícito a través de criterios de al “enfoque de riesgo” estableciendo el “riesgo social”
reducción del daño por medio de la identificación como categoría descriptiva navega en aguas de la
“correctamente” de los factores de riesgo asocia- ambigüedad. El problema ya no es “identificar riesgos
dos. El “riesgo”, identificable y medible permitía la y daños”, sino qué hacer cuando estos son identifica-
intervención de las instituciones a fin de ser modifi- dos. Esta tarea recae sobre todo en los ejecutores de
cado por la acción de agentes institucionales. programas de salud. Nuevamente son ellos y la gente
Cumplidos los plazos históricos acor- destinataria de la actividad de los
dados para la realización de la meta “sa- “ejecutores”, o la llamada “comunidad”,
lud para todos en el año 2000”, esta pro- El problema ya quienes establecen cotidianamente sen-
puesta parece imposible. Ni “todos”, ni no es tidos acerca de “riesgos” no medibles
“algunos”, sino “muy pocos” y la detec- “identificar sino percibidos diariamente a través de
ción del “riesgo” en población vulnerable riesgos y daños”, la ocurrencia de cada vez más “procesos
no hace más que legitimar las diferen- destructivos” y cada vez “menos saluda-
sino qué hacer
cias. Las instituciones de los inicios del bles”. Violencia doméstica y callejera,
siglo XXI no tienen siquiera esa capaci- cuando estos son accidentes de tránsito, enfermedades
dad de intervención controladora, la in- identificados. cardiovasculares, y desnutrición forman
tervención se concentra en la encrucija- Esta tarea recae parte de los riesgos con los cuales tanto
da de un camino que lleva al vacío de sobre todo en los la población como los agentes de salud
acción. Cuando en otro contexto se iden- ejecutores de deben enfrentarse a diario. Si son riesgos
tificaba la noción “riesgo” en grupos “prio- programas de o se han transformado ya en daños, es un
ritarios” como estigmatizante, y con ca- salud. debate que persiste desde el punto de
pacidad de ser controlados desde el po- vista metodológico, sin embargo desde

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una perspectiva teórica cada vez es más difícil ignorar gitimación de la acción del Estado y un lento pero
el papel transformador de los agentes sociales en el inexorable proceso de transformación de las rela-
escenario social actual. El lugar cada vez más impor- ciones de Estado, capital y mercado. Las políticas
tante que los trabajos de los científicos sociales asig- sociales lo evidencian y la producción en ciencias
nan a la experiencia social8 de los conjuntos sociales, sociales da cuenta de la crisis; Grassi, 1994, 1997.
evidencia el papel transformador de las prácticas so- 8 Dubet, 1992, Giddens, 1992, Bourdieu, 1992, son
ciales en los actuales contextos de crisis. tal vez los representantes más significativos de
este grupo.

Referencias
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Polity Press; 1991.
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materna, con muertes perinatales, vivos y se esta- na. Ed. Amorrortu; 1995.
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ción condicionan el desarrollo de la salud-enfer- bajo Social. Panel Políticas Sociales y Economía,
medad”, (Breilh, 1994: 139) Mar del Plata, noviembre, 1997.
5 Para profundizar en ejemplos sobre la moviliza- Grassi E. Políticas sociales, necesidades y la cues-
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genas a criterios estigmatizantes ver: O’Neill, pleo y globalización, Universidad Nacional de
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6 Para una caracterización de la cuestión social O’Neil JD, Reading Y (jr), Leader A. Changing the
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como criterio homogeneizador ver Danani, 1996. discourse of resistance in aboriginal epidemio-
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implementación del modelo neoliberal en sus eco- OPS. Manual sobre el enfoque de riesgo en la aten-
nomías trajo aparejado un proceso de desle- ción materno-infantil. Serie Paltex, l986.

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