1

38

El Hombre un ser Tripartito

Introducción
En la conclusión de la Lección 4, acerca de la Trinidad, dijimos que el
hombre es un ser tripartito; el hombre consta de tres componentes: cuerpo,
alma y espíritu.
Hay dos pasajes que enseñan claramente que el hombre tiene tres partes.
1 Tesalonicenses 5: 23: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo;
y todo vuestro ser, espíritu alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la
venida de nuestro Señor Jesucristo”.
Este versículo afirma claramente que el hombre tiene tres partes distintas;
las diferencias pueden ser muy pequeñas pero, sin embargo, existen.
Hebreos 4: 12: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante
que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las
coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del
corazón”.
Hay quienes enseñan que “alma” y “espíritu” son dos palabras que
significan lo mismo; este versículo nos dice definitivamente que son divisibles.
Es cierto que en muchos pasajes de la Escritura parece que los términos
“alma” y “espíritu” son intercambiables, pero hay otros pasajes en los que esto
es imposible.
Estudiemos las Escrituras para obtener la respuesta.
Brevemente, pues, esta es la distinción:
a) EL espíritu le da al hombre “conciencia de Dios”---la habilidad para
comunicarse con Dios.
b) El alma le da al hombre “conciencia de sí mismo”—la habilidad de ser
una persona, personalidad.
c) El cuerpo le da al hombre “conciencia del mundo”—la habilidad para
entender mediante los sentidos.

1. El origen del hombre

Génesis 1: 1 nos dice que Dios existía en el principio; siempre existió; él
es eterno.
Génesis 1: 26-27 registra el hecho cronológico de que el hombre fue
creado en el día sexto.
Génesis 2: 7 da detalles de cómo se hizo: “Formó, pues, Jehová Dios al
hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fue
el hombre en alma viviente” (VRV 1602)
Este versículo hace referencia a las tres partes del hombre:
a) El cuerpo del hombre—nuestra carne, huesos, sangre fueron hechos del
polvo de la tierra.
b) El espíritu—soplado en la nariz del hombre por Jehová Dios.
c) “Y fue el hombre en alma viviente”; esta es la unión de los otros dos. Es
la parte del hombre que está sobre el cuerpo pero bajo el espíritu y
actúa como un nexo entre los dos. (Baxón)

2. El cuerpo del hombre

Esta es la parte del hombre con la que estamos más familiarizados la
parte física del hombre.
 2
Salmo 139: 14: “Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he
sido hecho” (B. D. I. A)
La Biblia nos dice que el cuerpo del hombre fue formado del polvo de la
tierra.
El polvo se ha analizado y contiene noventa y seis elementos y el
hombre también contiene noventa y seis elementos, y son idénticamente
los mismos—una maravillosa prueba de la creación.
He aquí algunos de los noventa y seis: calcio, carbono, cloro, flúor,
hidrógeno, yodo, hierro, magnesio, nitrógeno, oxígeno, fósforo, potasio,
silicio y sodio.
Génesis 3: 19, al pronunciar la maldición sobre el hombre después de su
caída, Dios dijo: “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que
vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo
volverás”.
El cuerpo del hombre tiene cinco sentidos: vista, oído, gusto, tacto y
olfato.
Todo éxtasis, sufrimiento, sensación o habilidad es expresado en y a
través del cuerpo físico.
Después de la caída, el cuerpo llegó a ser un cuerpo moribundo,
condenado a muerte (Chafer)
Hebreos 9: 27: “Está establecido para los hombres que mueran una sola
vez...” Desde la caída en el pecado, en el huerto del Edén, el hombre nace
con una cita con la muerte.

3. El espíritu del hombre

El espíritu le da al hombre conciencia de Dios, la habilidad de
comunicarse con Dios.
Dios sopló en la nariz de Adán, dándole el espíritu (viento, aliento)
Alguien ha dicho que el hombre es “polvo alentado por la Deidad”.
“El espíritu recibe impresiones de cosas externas y materiales a través
del alma y el cuerpo, pero pertenece a un nivel más alto y es capaz de
tener un conocimiento directo de Dios por relacionarse con sus propios
sentidos y facultades superiores. El espíritu es la ciudad capital de la
personalidad humana. (A. T. Pierson)
Dios es Espíritu (Juan 4: 24) y el espíritu del hombre es la parte que más
se asemeja a Dios.
Esto se manifiesta en la seguridad de nuestra salvación. Romanos 8: 16:
“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de
Dios”.
Eclesiastés 12: 7 enseña que al morir, el cuerpo va al polvo y el espíritu
regresa a Dios: “Y el polvo vuela a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a
Dios que lo dio”.
Eclesiastés 3: 21: “¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los
hombres sube arriba, y que el espíritu del animal descienda abajo a la
tierra?
El Espíritu del hombre en la muerte sube a Dios; el espíritu de la bestia
desciende.
Lucas 12: 20: “Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu
alma”.
El alma del mendigo fue al seno de Abraham (Lucas 16: 22); el alma del
rico fue llevada al infierno (Lucas 16: 23)

4. El alma del hombre

EL alma tiene conciencia de sí misma, representa la vida personal,
individual.
 3
La Biblia habla del alma hambrienta, el alma casada (Jeremías 31:
25); el alma sedienta, Salmo 42: 2, el alma herida, Job 30: 25; el alma
sedienta (Salmo 42: 2); el alma afligida (Job 30: 25); el alma amante
(Cantares 1: 7)
El alma parece ser la parte del hombre intermedia entre el cuerpo y el
espíritu, sin embargo, no es una mezcla de ambos, aunque a veces
parece tomar características de la una o del otro.
El alma une a dos mundos: al físico y al espiritual.
La función del alma es coordinar las actividades de ambas partes
diversas.
El alma debe mantener el cuerpo, la parte más baja, en sujeción al
espíritu, la parte más alta.
“Dios determinó que el espíritu humano, habitado y gobernado por el
Espíritu Santo, mantuviera al hombre en constante contacto con El
mismo, y conservara en él todo su propio preeminencia, gobernando el
alma y el cuerpo” (A. T. Pierson)
Es el alma del hombre lo que Cristo redimió cuando murió en la cruz.
Hebreos 10: 39: “...sino de los que tienen fe para preservación del
alma”.
Santiago 1: 21: “...recibid... la cual puede salvar vuestras almas”.
Salmo 49: 8: “Porque la redención de su alma es muy costosa” (B. D.
I. A.)
Lucas 16: 23 nos dice que el alma se puede perder en el lugar de
tormentos.
Apocalipsis 18: 12-13 enumera las mercaderías con los cuales
negocian los mercaderes: oro, plata, piedras preciosas, marfil, ébano,
ungüentos, vino, aceite, animales y almas de hombres. Los hombres se
juegan sus almas por un momento de placer.

Conclusión
Dios creó al hombre un ser tripartito para que amara a Dios y disfrutara de
la vida y de la naturaleza.
EL hombre fue creado con la habilidad de pensar, amar y hacer decisiones
(Isaías 1: 18)
El hombre fue hecho para Dios; el espíritu del hombre fue hecho para tener
comunión con Dios.
“Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día”
(Génesis 3: 8) es una hermosura descripción de este compañerismo.
Usted debe preparase para el día de la resurrección cuando las partes
componentes de su ser se reúnan y esté delante del Juez de toda la tierra.
Jesús murió en la cruz para salvar nuestras almas de los terrores del
infierno.

Preguntas de repaso
1. ¿Qué se entiende por la expresión, “el hombre es un ser tripartito”?
2. Cite dos pasajes de la Escritura para probar que el hombre se compone
de tres partes.
3. Diga brevemente en qué se distinguen esas tres partes.
4. Narre la historia de la creación del hombre.
5. ¿En qué manera somos hechos asombrosa y maravillosamente? Salmo
139: 14, B. D. I. A.
6. ¿Qué relación tiene Génesis 3: 19 con un análisis de polvo?
7. ¿Cuál es la diferencia entre el alma y el espíritu?
8. ¿Cómo se comunica Dios con un individuo?
9. Enumere seis adjetivos usados en la Biblia para describir el alma.
 4
10. Mencione tres versículos que muestran que parte del hombre vino Jesús
a salvar.