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Rene Descartes:
Reglas para la dirección del espíritu
El Libro de Bolsillo
Alianza Editorial
Madrid
Título original: Regulae ad directionem ingenii
Traductor: Juan Manuel Navarro Cordón
41 O. c., p. 73.
42 O. e„ p. 297.
43 O. c„ p. 82.
Introducción 25
1. La unidad de la ciencia
~ 56 A. T., X-2, p. 4.
En La idea de principio en Leibniz señaló Ortega la diferencia
entre la Ciencia única (universalis Sapientia), que encierra y em
pieza con la Metafísica, y la Ciencia universal (Mathesis univer
salis). Y escribe: «La diferencia entre la Ciencia Unica y la Cien
cia Universal no es, en definitiva, grande. Esta resta de aquella
sólo la Metafísica y la Lógica», Obras Completas, Revista de Oc
cidente, Madrid, 1962, V III, p. 242. Pero creemos que la dife
rencia no es una cuestión de mera extensión, sino de rango onto-
lógico y de fundamento.
32 Juan Manuel Navarro Cordón
2. Método y matemática
2
34 Juan Manuel Navarro Cordón
3. Método y Filosofía
como en las Regulae, en las que no es tan claro. En ellas es: uni
dad de la ciencia; intuición; carácter propedéutico del álgebra y
l a . geometría, que llevan a la «mathesis universalis», que remite
a «altiores scientiae»; a continuación el método como conjunto de
reglas a aplicar.
Introducción 47
3
66 René Descartes
Regla II
Regla III
Acerca de los objetos propuestos se ha de buscar no
lo que otros hayan pensado o lo que nosotros mismos
c o n je tu re m o s , sin o lo q u e p o d a m o s in t u ir c la ra y e v id e n
te m e n te o d e d u c ir co n c e rte z a ; p u e s la c ie n c ia n o se
a d q u ie re d e o tr a m a n e ra n .
Regla I V 23
Regla V
Regla VI
Regla VII
Para completar la ciencia es preciso recorrer en un mo
vimiento continuo e ininterrumpido del pensamiento to
das y cada una de las cosas que conciernen a nuestro
propósito, y abarcarlas en una enumeración36 suficiente
y ordenada.
Regla VIII
}9) / las cosas, sino tan sólo pocas o incluso una sola de ellas,
es posible, sin embargo, pasar más allá.
Y esta regla se sigue necesariamente de las razones da
das para la segunda; y, sin embargo, no se debe creer
que ésta no contiene nada nuevo para promover la eru
dición, aunque parezca apartarnos solamente de la inves
tigación de algunas cosas, sin mostrar, sin embargo, algu
na verdad: en efecto, a los principiantes no enseña otra
cosa que a no perder su esfuerzo, casi por la misma
razón que la segunda. Pero a aquellos que conozcan per
fectamente las siete reglas anteriores, muestra en qué
razón pueden, en cualquier ciencia, satisfacerse a sí mis
mos de tal manera que no deseen nada más; pues cual
quiera que haya observado exactamente las precedentes
reglas en la solución de alguna dificultad y, sin embar
go, le sea impuesto por ésta el detenerse en alguna par
te, entonces conocerá con certeza que no puede encon
trar por ningún otro artificio39 el conocimiento que bus
ca, y ello no por culpa de su espíritu, sino porque la
naturaleza de la misma dificultad o la condición humana
se opone a ello. Este conocimiento no es una ciencia
menor que aquella que muestra la naturaleza de la cosa
misma, y parecería no tener buen sentido aquél que
extendiera su curiosidad más allá.
Es preciso ilustrar todo esto con uno o dos ejem-
)los4041. Si, por ejemplo, alguien que estudie solamente
{ a Matemática busca aquella línea que en Dióptrica 11a-
394 man anaclástica ", / y en la cual los rayos paralelos se re
fractan de tal modo que todos tras la refracción se cor
tan en un punto, fácilmente advertirá, conforme a las
reglas quinta y sexta, que la determinación de esta línea
depende de la proporción que guardan los ángulos de
refracción con los ángulos de incidencia; pero como no
Regla IX
C o n v ie n e d ir ig ir to d a la a g u d e z a d e l e s p íritu a la s co
sa s m á s in s ig n ific a n te s y fá c ile s , y d e te n e rs e en e lla s
la rg o tie m p o h a s ta a c o s tu m b ra rn o s a in t u ir d is tin ta y
c la ra m e n te la v e rd a d .
Regla X
Regla XI 407
Después de haber intuido algunas proposiciones simples,
si de ellas concluimos alguna otra cosa, es útil recorrer
las con un movimiento continuo e ininterrumpido del
pensamiento, reflexionar en sus mutuas relaciones y con
cebir distintamente, cuanto sea posible, varias cosas a
la vez, pues así nuestro conocimiento se hace mucho más
cierto y, sobre todo, se desarrolla la capacidad del es
píritu.
Regla XII
Finalmente, es preciso servirse de todos los recursos del
entendimiento, de la imaginación, de los sentidos y de
la memoria: ya para intuir distintamente las proposicio
nes simples; ya para comparar debidamente lo que se
busca con lo que se conoce, a fin de reconocerlo; ya para
descubrir aquellas cosas que deben ser comparadas entre
sí de modo que no se omita ningún elemento de la habili
dad humana.
77 / /
//7 /
// A|Z
7Z / 7
Y lo mismo puede decirse de todo, puesto que es
cierto que la multitud infinita de figuras basta para ex
presar todas las diferencias de las cosas sensibles.
En segundo lugar, se ha de pensar que cuando el sen
tido externo es movido por el objeto, / la figura que reci
be es trasladada a otra parte del cuerpo, que se llama
sentido común, de un modo instantáneo y sin que nin
gún ser pase realmente de uno a otro: exactamente de
la misma manera que ahora, mientras escribo, compren
do que en el mismo instante en que cada letra es trazada
en el papel, no sólo es puesta en movimiento la parte
inferior de la pluma, sino que no puede haber en ella
ningún movimiento, por mínimo que sea, que al mismo
tiempo no se reciba en toda la pluma, y que toda aquella
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130 René Descartes
Regla XIII
Si entendemos perfectamente una cuestión, debemos
abstraería de todo concepto superfino, reducirla a la
mayor simplicidad y dividirla en las partes más pequeñas
que se pueda enumerándolas.
Regla XIV
Esta regla debe ser aplicada a la extensión real de los
cuérpos, y proponerse toda ella a la imaginación me
diante puras figuras: pues así será percibida por el enten
dimiento mucho más distintamente.
6
146 René Descartes
PADRE
HIJO HIJA
Regla XV
Es útil también en muchas ocasiones describir estas figu
ras y mostrarlas a los sentidos externos para que de este
modo se mantenga atento nuestro pensamiento más fácil
mente.
Regla XVI
En cuanto a las cosas que no requieren la atención
presente de la mente, incluso si son necesarias para la
conclusión, es mejor designarlas por medio de signos
muy breves que por figuras completas: pues así la me
moria no podrá fallar, mientras que además el pensa
miento no se distraerá en retenerlas, cuando se dedique
a deducir otras.
Regla XVII
Es preciso recorrer directamente la dificultad propuesta,
haciendo abstracción de que algunos de sus términos
sean conocidos y otros desconocidos, e intuyendo a tra
vés de discursos verdaderos la mutua dependencia de
cada uno con respecto a los otros.
Las cuatro reglas anteriores han enseñado de qué
modo dificultades determinadas y perfectamente enten
didas han de ser abstraídas de cada objeto y reducidas
a un punto tal que en adelante no se busque otra cosa
que conocer ciertas magnitudes a partir de que por medio
80 Tarea no realizada, al no haberse llevado a cabo esa tercera
parte de las Reglas.
160 René Descartes
Regla XVIII
Para esto se requieren solamente las cuatro operaciones:
suma, resta, multiplicación y división; de ellas las dos
últimas no deben con frecuencia utilizarse aquí, para no
complicar nada imprudentemente, y porque después
pueden hacerse con más facilidad.
y se produce c
«
b «
y nace un rectángulo
c
166 René Descartes
Regla X IX
Regla X X
Regla XXI
I ntroducción .............................................................. 7
Regla I ............................................................................ 61
Regla I I ......... ............................................................. 66
Regla I I I ........................................................................ 72
Regla I V ......................................................................... 78
Regla V ........................................................................... 87
Regla V I ......................................................................... 88
Regla VII ...................................................................... 95
Regla V I I I ..................................................................... 99
Regla I X ........................................................................ 106
Regla X .......................................................................... 109
Regla X I ........................................................................ 113
Regla XII ...................................................................... 116
Regla X I I I .................................................................... 135
Regla X I V ..................................................................... 141
Regla X V ....................................................................... 154
Regla XVI ..................................................................... 155
Regla X V I I ................................................................... 159
Regla X V III................................................................. 161
Regla X I X ..................................................................... 167
Regla X X ....................................................................... 168
Regla X X I ..................................................................... 168