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Es fácil caer presa de una dinámica de pensamientos negativos, especialmente cuando hemos
acumulado varios y hemos generado una inercia que afecta sobre todo a los filtros que utilizamos para
procesar la información. Los pensamientos de los que hablamos pueden encadenarse de la misma forma
que engorda una pequeña bola de nieve que dejamos rodar pendiente abajo. Así, un pequeño e inocente
pensamiento, liberado sin consciencia ni intención, puede terminar convirtiéndose en un gran coloso
que contamine todas nuestras emociones, conductas y al resto de pensamientos.
Así que debes analizar y modificar conscientemente tu lenguaje corporal. Porque se ha demostrado a
través de diversos estudios, que cuando uno modifica su lenguaje corporal, también modifica la manera
en que se siente y los pensamientos que tiene.
Si tú te paras o te sientas de forma segura, tu mente por alguna extraña razón que todavía no
entiendo…va a creer que estás sintiendo confianza y seguridad en ti mismo, y va a producir ese tipo de
sentimientos y pensamientos.
2. HABLA DEL TEMA
Si estás teniendo pensamientos negativos constante o fuertemente, debes hablar sobre el tema, ya sea
con tu pareja, con un amigo de confianza, o con algún familiar. Porque a veces pensamos o nos sentimos
de ciertas maneras, y no le decimos a nadie…Y es allí donde esos pensamientos fácilmente crecen,
evolucionan, e incluso pueden empezar a afectar nuestro carácter, nuestro estado de ánimo y el humor
que tenemos todos los días.
Y bueno, pueden tocar extremos como empezar una depresión o cosas parecidas, donde no veamos
salida. Por eso lo ideal es hablarlo con alguien, o que busques algún tipo de ayuda. Y si no cuentas con
nadie de confianza, podrías acudir a un psicólogo, tener una terapia o una charla donde alguien te
escuche. O incluso reunirte en algún foro virtual para conversar sobre el tema. El caso es, que no dejes
todo en tu interior sino que liberes el peso que cargas sobre ti a través de otras personas……que lo más
seguro es que puedan comprenderte, incluso entender exactamente por lo que estás pasando.
Cuando nuestra mente está acelerada, se vuelve más probable que se produzcan pensamientos
negativos, porque el estrés es uno de los principales creadores de ellos. A diferencia de cuando tenemos
la mente relajada…que es donde podemos pensar las cosas con más claridad y no dejarnos llevar de los
pensamientos automáticos que a veces aparecen.
Cuando reconozcas que estás teniendo unos pensamientos negativos, piensa en las siguientes dos cosas:
Pasa el pensamiento a través del filtro del tiempo. ¿Cómo así? Piensa en cuánto va a importar de aquí a
10 años la situación que ese pensamiento negativo te quiere mostrar que puede volverse realidad.
El Pensamiento Lateral
¿Qué pasaría si tú fueras un consultor o un terapeuta, y te llegara un cliente con el mismo problema
que tú estás teniendo?
¿Qué le dirías?
¿De qué manera tratarías de ayudarle a esa persona a resolver el problema o a pensar más claramente
sobre la situación para no dejarse afectar?
Porque al fin y al cabo, si es un cliente, te está pagando por una ayuda o una respuesta.
Cuando te desconectas de tu mente y tratas de analizarlo como si fueras otra persona ayudando a
alguien más…es más fácil ser creativo con las soluciones, con las ideas, y con cualquier otra cantidad de
cosas que te puedan servir en ese momento. Porque nuestra mente cuando vive tan “ensimismada”, se
le hace más difícil pensar conscientemente y de forma más racional…y se deja llevar por el
emocionalismo totalmente. Esto nubla nuestra mente y nos hace ver los problemas gigantes, cuando en
realidad tienen solución.
5. CAMBIA DE ENTORNO
Se sabe que aproximadamente el 95% de los pensamientos que tenemos en el día, son los mismos que
tuvimos el día anterior. Esto se debe principalmente a que siempre estamos en el mismo entorno,
tenemos las mismas rutinas y estamos haciendo las mismas cosas. Por lo tanto, una manera fácil de
evitar los pensamientos negativos, es cambiando de entorno regularmente.
No se trata de que tengas que tomar unas vacaciones todos los días, o dar un paseo grandísimo…puedes
simplemente sacar un espacio en medio de tu jornada laboral para tomarte un café en la mesa. O para
salir al parque a respirar aire fresco, o a caminar simplemente para admirar la naturaleza, etc.
Incluso si todo el tiempo lo pasas con algunas personas en específico, puedes tomarte un espacio a solas
para estar en otro ambiente y dispersar tu mente. Esto ayuda a que tengas más claridad mental y no te
encierres en los problemas, en las rutinas o en los pensamientos negativos.
6. PRACTICA LA GRATITUD
Muchas veces nuestra mente tiene pensamientos negativos porque se le olvidan todas las razones que
tiene para agradecer. Cuando olvidamos esto, y lo pasamos por alto porque ya nos acostumbramos, es
más fácil que nuestra mente tenga espacio para quejarse. Para enfocarse en los problemas, para mirar
siempre el lado negativo de las cosas, para encerrarse en lo que desea y no tiene. Así que, practicar al
gratitud te ayuda a eliminar los pensamientos negativos, y de paso, el agradecimiento te trae muchos
beneficios más.
Cambiando de entorno puedes relajar el cuerpo, calmando y relajando la mente reduces la producción
de cortisol, adrenalina reduciendo el estrés y estabilización del ritmo cardiaco. Está por demás decir que
la buena postura aparte de generar buenos pensamientos es beneficioso para nuestro estado de salud
evitando la fatiga, dolor muscular, estrés.