A lo largo de la historia, al pensar en el papel que jugaron las mujeres siempre se

proyecta la idea de una figura oprimida y apartada tanto de la vida p�blica como
del �mbito profesional. En lo tocante a nuestro art�culo hablaremos de Agn�dice,
una joven ateniense que encamin� el g�nero femenino al mundo de la medicina. Su
haza�a ser� contemplada como una de las primeras rebeliones feministas y la
convertir� en la primera m�dica profesional. El encargado de transmitir esta
brillante historia fue Higinio en el cap�tulo CCLXXIV de su obra F�bulas.

En el breve relato que le dedica, el autor hispano-latino del siglo I a.C. nos
cuenta que �Los antiguos no tuvieron comadronas, por lo que las mujeres mor�an
llevadas por el pudor. En efecto, los atenienses se hab�an precavido de que ning�n
esclavo ni mujer aprendiera el arte de la medicina.� Es conveniente puntualizar
aqu� que antes de la llegada de la medicina hipocr�tica, el cuidado en el parto se
le confiaba a las mujeres, llegando algunas a ser conocidas por sus habilidades y
conocimientos[2]. Con la llegada de los propios tratados hipocr�ticos los varones
se vieron cada vez m�s involucrados como ginec�logos, as� lo muestran dichos
escritos.