Desde el inicio del tiempo, siempre se ha tenido la necesidad de mantener los
equipos en el mejor estado posible. La mayoría de la fallas de estos equipos se
dan por el uso excesivo y falta de mantenimiento, hecho que aún sucede en la actualidad. Luego aparece el mantiene autónomo como un sistema más dinámico, económico y más efectivo, fue probado primero en Japón y luego introducido en américa, se trata de participación e involucramiento de todos y cada uno de los miembros de la organización hacia la optimización de cada máquina. El mantenimiento autónomo tiene como objetivo mejorar la productividad de las empresas, dándole aprovechamiento a los conocimientos y capacidades de los operarios. El mantenimiento autónomo busca mejorar la efectividad de los equipos por medio de los operarios, brindándoles capacitación para desarrollar el conocimiento y capacidades en beneficio de las actividades que cada uno de ellos realiza. Es necesario que los equipos estén en condiciones óptimas de funcionalidad, para evitar averías y la vida útil de los equipos, el área de trabajo debe mantener un orden adecuado para así detectar cualquier inconveniente con mayor facilidad y eficiencia. Para realizar un mantenimiento autónomo funcional, es necesario estos pasos: Limpieza inicial: es la limpieza del área realizada por cada operario. Eliminación de fuentes de contaminación: En este paso, el operario debe poder combatir las causas de la generación de desorden, suciedad y/o desajustes. Estándares de limpieza o lubricación: Es clave estandarizar los primeros pasos, hacer que el operario determine por sí mismo lo que tiene que hacer. Inspección general: Revisar si hay fallas, los más experimentados deben enseñar a los de menor experiencia. Inspección autónoma: Comparar y evaluar cada uno de los pasos anteriores mediante un manual de inspección. Organización y ordenamiento: Este consiste en clasificar, seleccionar y ordenar. Implementación total: Organizar toda la información para mejorar la eficacia. El operador de mantenimiento autónomo es parte fundamental en la implementación del sistema, el operario debe ser capacitado para solucionar cualquier problema de operación sencilla. El operario debe estar en la capacidad de determinar anormalidades del equipo, y en la capacidad de brindar acciones oportunas en el mismo. El área de trabajo debe estar completamente ordenada y limpia para minimizar riesgos de accidente, defectos y paros innecesarios de los equipos Cuando el operario se involucra de forma positiva con los equipos y se responsabiliza de sus funciones se refleja en la productividad. Los beneficios del mantenimiento autónomo son muchos: permite identificar las mejoras, prevenir fallas, disminuir riesgos de trabajo, disminuir fallas y, además incrementa la eficiencia en el proceso. Este tipo de mantenimiento se considera un instrumento o estrategia para intervenir en una empresa con el objetivo de lograr y generar una cultura organizacional que provee mejor ambiente laboral a través del adecuado estado de equipos y a su vez mejora las habilidades y capacidades del personal de trabajo. El mantenimiento autónomo es de fácil ejecución, contribuye significativamente a la eficiencia del equipo y personal, reporta todas las fallas que no puedas repararse en el momento de su detección y que requieren de una programación para solucionarse. Las acciones del mantenimiento autónomo se destinan a eliminar las pérdidas de los equipos con la participación del personal operativo. Una vez introducido en una empresa desarrolla habilidades para mejorar las condiciones de los equipos a través de las acciones individuales y rutinarias de inspección. Tiene como propósito que en las áreas operativas se realicen acciones de aprendizaje a partir de la observación y análisis permanente del proceso productivo.