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PROCEDIMIENTO LEGISLATIVO EN GUATEMALA

El Procedimiento Legislativo, es el conjunto de trámites necesarios para la


aprobación de una ley. Es decir, es el procedimiento necesario para la creación de
una ley, comprende desde la presentación de la iniciativa de ley hasta su
publicación para que posteriormente entre en vigencia. En Guatemala, el proceso
o procedimiento legislativo tiene su base legal en los artículos del 174 al 181 de
la Constitución Política de la República y la Ley Orgánica del Organismo
Legislativo, Decreto Legislativo 63-94 y su reglamento respectivo. Este proceso es
de la siguiente forma.
Iniciativa de Ley: Consiste en el acto por el cual determinados órganos del
Estado someten a consideración del Congreso de la República un proyecto de ley.
El artículo 174 de la Constitución establece a los siguientes órganos facultados
para hacerlo:

 La Corte Suprema de Justicia.


 La Universidad de San Carlos de Guatemala.
 El Tribunal Supremo Electoral.
 Los Diputados del Congreso de la República.
 El Organismo Ejecutivo.
El artículo 176 de la Constitución establece la presentación.
Los pasos que incluye esta etapa son:

 1. Presentación de la iniciativa o proyecto de ley (Art. 109 de la Ley Orgánica


del Organismo Legislativo).
 1.1. Redactado en forma de decreto separando la parte considerativa de la
dispositiva.
 1.2. Acompañado de estudios técnicos y documentos.
 1.3. Por escrito y en forma digital.
 1.4. Se presenta a la Dirección Legislativa.
 2. La Dirección Legislativa le da lectura a la exposición de motivos ante el
Pleno Legislativo.
 3. El Pleno Legislativo remite el proyecto o iniciativa de ley a la Comisión de
Trabajo respectiva.
 4. La Comisión de Trabajo estudia el proyecto o iniciativa de ley.
 4.1. La comisión puede proponer enmiendas.
 4.2. La comisión da su dictamen que puede ser favorable o desfavorable.
 5. La comisión retorna el proyecto con dictamen y enmienda a la Dirección
Legislativa en 45 días.
 6. Difusión del proyecto o iniciativa de ley.
Discusión: Deliberación por el Pleno del Congreso en tres sesiones en distintos
días. Establecido en el artículo 176 de la Constitución.

 7. Discusión del proyecto o iniciativa de ley: La discusión de proyecto o


iniciativa de ley se lleva a cabo en tres debates:

 Primer y Segundo Debate: Se discute en términos generales la importancia y


constitucionalidad del proyecto o iniciativa de ley.
 Tercer Debate: Se da la votación para determinar si se conoce artículo por
artículo.

 8. Aprobación por artículos.


 9. Aprobación de la redacción final.
Aprobación: Lo hace la Junta Directiva del Congreso, con un plazo de 10 días
para enviarlo al Ejecutivo para su sanción. Lo establece el artículo 177 de la
Constitución.

 10. Remisión del decreto al Organismo Ejecutivo dentro de los 10 días de su


remisión de la aprobación de la redacción final.
Sanción: Aceptación por el Ejecutivo. Se da luego de la aprobación. Plazo 15 días
previo acuerdo de Consejo de Ministros y este puede devolverlo al Congreso con
observaciones. Esta facultad no es absoluta cuando se da el desacuerdo de dos
ministros. Lo establece el artículo 177 de la Constitución. Además deben
observarse también los artículos 178 y 179.

 11. Sanción: Es la aceptación que hace el Presidente de un decreto aprobado


el Congreso. Se hace dentro de los 15 días después de enviado el decreto. La
Sanción puede ser: Expresa o Tácita.
Tácita: Si transcurre el plazo y el Ejecutivo no devuelve el decreto, o no lo
sanciona, o lo veta.
Veto: En este caso se considera sancionado el decreto en forma tácita.
Publicación: Dar a conocer la ley a quienes deban cumplirla. Lo establece la
Constitución en sus artículos 177 y 179.

 12. Promulgación: Es la orden solemne emitida por el Presidente de la


República o en su defecto por el Congreso de que sea cumplida una ley en el
país.
 13. Publicación: Es la que se realiza en el Diario Oficial de Centro
América para poder dar a conocer a la población la ley que entrará en
vigencia.
 14. Vacatio Legis: Es el período que se da entre la publicación y la fecha en
que entra en vigencia la ley, y que tiene por objeto que la población de
Guatemala pueda leer la ley para que puedan saber de qué se trata y así
poder prepararse para su cumplimiento.

Vigencia: Ocho días después de su publicación en el diario oficial a menos que la


ley restrinja el plazo. Lo establece el artículo 180 de la Constitución.
15. Vigencia de la Ley: Es la vida de una ley la cual puede ser determinada o
indeterminada. Es cuando la ley se vuelve aplicable, esto sucede ocho días
después de su publicación o cuando lo establezca la misma ley.
NORMAS JURÍDICAS

Pluralidad y Diversidad de las Normas Jurídicas


Un ordenamiento jurídico positivo nunca está integrado solamente por una única
norma, ni por un solo tipo o clase de normas. Al contrario, existen una multiplicidad
de normas jurídicas heterogéneas de los más variados tipos y características.

Las normas jurídicas no sólo son múltiples, sino que además son muy variadas.
Por ello, no resulta fácil la clasificación de las normas del Derecho. Es difícil, por
no decir imposible, establecer una única clasificación que las englobe a todas.

En los epígrafes siguientes apostaremos por una clasificación de las normas


jurídicas siguiendo unos criterios asumidos por la mayoría de los autores. En
consecuencia, clasificaremos las normas jurídicas de acuerdo a los siguientes
criterios:

 Por su origen.
 Por la jerarquía formal o lugar que ocupan en el ordenamiento jurídico.
 Por el grado de imperatividad.
 Desde el punto de vista de la violación y de las sanciones de las normas.
 Por el ámbito de su validez.
 Desde el punto de vista de su cualidad o modo de vincular la voluntad de los
sujetos.
 Por su función o finalidad.

Por su origen

Atendiendo al origen o a las fuentes de donde proceden, podemos distinguir los


siguientes tipos de normas:

1. Legales
2. Consuetudinarias
3. Jurisprudenciales
4. Negociables

1. Legales

Son normas escritas dictadas por los órganos legislativos competentes del Estado.
Una ley aprobada por las Cortes Generales, una Orden ministerial, cualquier
disposición emanada de las Comunidades Autónomas, o el bando de un alcalde
son ejemplos de este tipo de normas.

Habitualmente necesitan un acto solemne de promulgación, que acredita la


existencia de la misma (publicación en el Boletín Oficial correspondiente).

2. Consuetudinarias

Se trata de la repetición reiterada de determinadas conductas, las llamadas


“costumbres jurídicas”. Nuestro Código Civil las recoge como parte del Derecho en
su artículo 1.1.

Para su existencia como auténticas normas jurídicas se exige que tales


comportamientos consuetudinarios se realicen con el convencimiento de que son
conductas jurídicamente obligatorias. En los ordenamientos jurídicos modernos
suele afirmarse que no puede existir una norma consuetudinaria que no esté de
acuerdo con la ley, no siendo admisible la costumbre “contra legem”.
3. Jurisprudenciales

Normas que provienen de la actividad judicial llevada a cabo por algunos


tribunales. Tienen dos manifestaciones:

 Por un lado, la doctrina que de modo reiterado establezca el Tribunal


Supremo. Así lo recoge nuestro Código Civil en el art. 2.6: “la jurisprudencia
complementará el ordenamiento jurídico con la doctrina que de modo
reiterado establezca el Tribunal Supremo al interpretar y aplicar la ley, la
costumbre y los principios generales del Derecho”.
 Por otro lado, la sentencia de un Tribunal, en cuanto que dicho fallo es un
mandato por el que se regulan las relaciones entre las partes afectadas por
dicha sentencia.

4. Negociables

Las contenidas en las cláusulas de los contratos o negocios jurídicos, puesto que
lo establecido en ellas por las partes les obliga jurídicamente.

Por la jerarquía formal o el lugar que las normas ocupan en el ordenamiento


jurídico

Desde este punto de vista, las normas pueden ser:


1. Primarias
2. Secundarias

1. Primarias

Aquellas que ocupan la escala más alta o importante dentro del ordenamiento
jurídico, es decir, las que se sitúan en el más alto rango jerárquico.

Desde esta perspectiva puramente formal, puede decirse que la norma primaria es
la Constitución de cada Estado.

2. Secundarias

Aquellas que ocupan una escala inferior en la jerarquía normativa. Su condición de


inferioridad se debe al hecho de no ser válidas por sí mismas, sino que adquieren
su condición de validez de otra norma superior.

En este sentido se consideran secundarias todas las restantes normas del


ordenamiento jurídico excepto la Constitución.

Cabe afirmar, no obstante, que el concepto de norma primaria o secundaria puede


predicarse de todas las normas del ordenamiento jurídico, a excepción de la
primera y la última según el punto de referencia de cada norma en la pirámide
normativa.

Para clasificar las normas desde el punto de vista jerárquico, podría combinarse el
criterio formal y material del concepto de fuentes del Derecho. El resultado sería el
siguiente:

1. En la cúspide de todo ordenamiento jurídico estatal estaría la Constitución,


que ocupa siempre el mayor rango. La Constitución es en cualquier Estado la
norma suprema. En ella se contienen los principios y valores básicos, se
protegen los derechos y libertades fundamentales, se determina la forma del
Estado y se regulan las funciones de los distintos órganos del mismo.
2. En el caso del Derecho español, estarían a continuación las leyes. Estas
pueden ser:
o Orgánicas: establecidas en el art. 81 de la Constitución, relativas al
desarrollo de los derechos fundamentales y las libertades públicas, las que
aprueban los Estatutos de Autonomía y el régimen electoral general o
cualquiera otras previstas en la Constitución. Son aprobadas por las Cortes
y requieren un quórum especial.
o Ordinarias: aprobadas por el Poder Legislativo, desarrollan otros
preceptos constitucionales de ordenación de la vida normal.
3. En tercer lugar estarían los decretos, los reglamentos, las órdenes
ministeriales y disposiciones generales de la Administración, que desarrollan
generalmente las leyes, determinan y concretan su contenido para ser
aplicadas. Son promulgados por órganos del Poder Ejecutivo.
4. Finalmente los actos administrativos y resoluciones judiciales. Son normas
concretas, individualizadas, resultantes de la aplicación de otras normas. Son
dictadas por órganos de la Administración y por órganos del Poder Judicial.

Por el grado de imperatividad

Desde el punto de vista de la imperatividad, o lo que es lo mismo, desde la


perspectiva de su relación con la voluntad de los particulares, las normas pueden
ser:

1. Taxativas
2. Dispositivas

Se trata en todo caso de una distinción por razón del contenido del precepto.

1. Taxativas

Existen determinadas materias trascendentales para la organización social y para


la seguridad jurídica de los ciudadanos que el ordenamiento jurídico pretende
regular de manera inequívoca. Para ello utiliza normas taxativas, llamadas
también necesarias o de “ius cogens”.

Son aquellas normas que obligan siempre a los destinatarios, independientemente


de su voluntad, por lo que los obligados tienen que actuar necesariamente
conforme a lo prescrito en la norma, no pudiendo decidir la realización de otra
conducta diferente.

Esto quiere decir que las normas taxativas imponen siempre una prescripción
(mandato o prohibición) insoslayable, que ha de cumplirse de manera
incondicional para que surtan efectos jurídicos.
2. Dispositivas

Aquellas que pueden dejar de aplicarse a una situación jurídica concreta por
voluntad expresa de las partes.

El ordenamiento jurídico prefiere confiar a la voluntad de los sujetos la libertad de


establecer normas particulares para regular sus propias conductas, de manera
que cuando los individuos no manifiestan libremente la voluntad de establecer
normas particulares para la regulación de sus propios actos, el ordenamiento
jurídico, por razones de seguridad y de certeza, establece una regulación
subsidiaria mediante normas de carácter supletorio. Tales normas son las
llamadas dispositivas.

Un ejemplo muy típico son los contratos de arrendamiento: las partes suelen
establecer las cláusulas por las que han de regirse, pero lo no expresamente
pactado por la voluntad de las partes se regula por la Ley de Arrendamientos
Urbanos, el Código Civil, u otras subsidiarias, que actúan en este caso como
normas dispositivas o supletorias.

Desde el punto de vista de la violación y de las sanciones de las normas

Desde el punto de vista de la violación de las normas y sus correspondientes


sanciones, las normas jurídicas se clasifican en cuatro grupos:

1. Leges plus quam perfectae


2. Leges perfectae
3. Leges minus quam perfectae
4. Leges imperfectae

1. Leges plus quam perfectae

Aquellas cuya sanción consiste en la nulidad de los actos que las vulneran,
recayendo además otro tipo de sanción sobre el infractor, especialmente para
resarcir de los daños que hubiera podido ocasionar.

Por tanto, la consecuencia es doble: se produce la nulidad y además se impone


otra sanción.
2. Leges perfectae

Aquellas en las que la violación produce únicamente el efecto de la nulidad del


acto sin que se sobreañada sanción alguna para el infractor de la norma.

3. Leges minus quam perfectae

Aquellas que no establecen la nulidad de los actos contrarios a las mismas, es


decir, no impiden que los actos de violación de las normas produzcan efectos
jurídicos. Sin embargo, establecen determinadas sanciones, castigos o efectos
desfavorables que recaen sobre el infractor.

4. Leges imperfectae

Aquellas normas cuya infracción no solamente no produce la nulidad del acto, sino
que tampoco imponen sanciones al infractor. Son muy numerosas, especialmente
en el ámbito del Derecho público y del Derecho internacional, a pesar de que gran
parte de la doctrina no las acepta como normas jurídicas.

Por el ámbito de su validez

Según Kelsen, la validez formal de las normas jurídicas debe considerarse desde
cuatro puntos de vista diferentes:

1. Espacial
2. Temporal
3. Material
4. Personal

1. Validez espacial

El ámbito espacial se refiere al espacio geográfico o territorio en que un precepto


es aplicable.

Durante mucho tiempo este criterio no ha suscitado problemas de clasificación.


Sin embargo, en la actualidad las relaciones entre el Derecho internacional y los
Derechos estatales, por una parte, y las del Derecho estatal y el Derecho
autonómico, por otra, convierten el tema de la vigencia espacial de las normas en
un tema árido, difícil e inseguro.
Desde el punto de vista espacial o territorial de validez, podemos clasificar las
normas jurídicas en:

 Normas internacionales
 Normas nacionales

Normas internacionales

Aquellas que tienen su espacio de vigencia en varios Estados. Hay que advertir,
no obstante, que el Derecho Internacional no afecta a todos los Estados del
mundo, e incluso a veces, por la ausencia de un sistema eficaz de sanciones para
los infractores, las normas internacionales no pasan de ser meras
recomendaciones a los Estados.

Un ejemplo importante de normas internacionales lo constituyen las normas de


Derecho Comunitario de la Unión Europea.

España reconoce la vigencia del Derecho Internacional en su territorio en el art. 96


CE: “Los Tratados Internacionales válidamente celebrados, una vez publicados en
oficialmente en España, formarán parte del ordenamiento interno”.

Normas nacionales

Aquellas cuya vigencia se circunscribe al Estado que las ha promulgado.


Ciñéndonos al ordenamiento jurídico español, cabe distinguir las siguientes:

 Estatales: aquellas cuya validez se extiende a todo el territorio estatal.


 Autonómicas: aquellas emanadas de las Comunidades Autónomas y que se
aplican solamente en el ámbito territorial de competencia de cada una de
ellas.
 Locales: Aquellas cuyo ámbito de validez o vigencia espacial se circunscribe a
una provincia o municipio dentro del Estado.

2. Validez temporal

El ámbito temporal está constituido por el período de tiempo durante el cual tiene
vigencia una norma. Desde este punto de vista, las normas jurídicas pueden ser:

 Normas de vigencia limitada o determinada


 Normas de vigencia ilimitada o indeterminada
Normas de vigencia limitada

Aquellas que, desde el momento mismo de su publicación, incorporan en la propia


norma la duración de su obligatoriedad, estableciendo el período de tiempo
durante el cual permanecerán vigentes.
Estas normas pierden su vigencia en el momento mismo en que haya finalizado el
tiempo para el que fueron promulgadas.

Normas de vigencia ilimitada

No todas las normas contienen en el propio texto un plazo de vigencia temporal


determinado. La mayoría de las normas se dictan para que surtan efectos por
tiempo indefinido, mientras subsistan las situaciones de hecho que pretenden
regular.

Estas normas pierden su vigencia cuando son derogadas expresamente o


tácitamente por otras normas, o cuando al no ser aplicadas se convierte en
normas en desuso.

3. Validez material

El ámbito material se refiere a la materia o contenido regulado. Los preceptos


jurídicos pueden clasificarse de acuerdo con la tipología de las materias que
regulan. Esta clasificación tiene su fundamento en la división del Derecho en
diferentes ramas. Tradicionalmente, desde esta perspectiva, se habla de:

 Normas de Derecho público


 Normas de Derecho privado

Esta clasificación es sin duda la más problemática de todas, pues los criterios de
distinción aportados no son ni definitorios, ni excluyentes ni definitivos. Son
múltiples las teorías que han intentado explicar esta clasificación, pero ninguna de
ellas ha encontrado criterios universalmente válidos para establecer tal distinción.

En conclusión, con muchas excepciones, podemos clasificar las normas desde el


punto de vista material de validez en:

Normas de Derecho público

Quedarían aquí englobados el Derecho constitucional, Derecho administrativo,


Derecho penal, Derecho procesal, Derecho internacional público, Derecho
tributario.

Normas de Derecho privado

Derecho civil, Derecho mercantil.

Categoría intermedia

Existen otras ramas del Derecho que podrían situarse en una categoría intermedia
dado que los caracteres que presentan no son excluyentes. Por ejemplo: Derecho
del trabajo, Derecho de la Seguridad Social, Derecho de la economía, Derecho
turístico,...

4. Validez personal (en función de los destinatarios de las normas jurídicas)

El ámbito personal se refiere a los sujetos a los que afecta la norma. Desde este
punto de vista, las normas pueden ser:

 Genéricas
 Particulares
 Individuales

Genéricas

Aquellas cuyo sujeto pasivo es una clase o categoría de personas, una pluralidad
de individuos integrantes de un colectivo determinado: todos, los españoles, los
agricultores, los estudiantes, los mayores de x años,...

A este grupo pertenecen la mayor parte de las disposiciones jurídicas de un


ordenamiento, cuyos destinatarios son la totalidad de los individuos del Estado o
amplios sectores del mismo. Son normas que se refieren a todos los individuos
comprendidos dentro de la categoría designada en la disposición normativa.

Particulares

Aquellas normas que obligan sólo a determinadas personas, puesto que derivan
de la voluntad de los propios individuos, como sucede, por ejemplo, entre las
partes vinculadas por un contrato o negocio jurídico. Hay quienes las denominan
normas individuales de carácter privado.
Individuales

Aquellas que obligan o facultan a una o varias personas determinadas de modo


individual, tal como sucede en las resoluciones administrativas y en las
sentencias. Algunos las llaman normas individuales de carácter público.

Desde el punto de vista de su cualidad o modo de vincular la voluntad de los


sujetos

Por el modo de vincular la voluntad de los obligados, las normas pueden ser:

1. Positivas
2. Negativas

1. Positivas

Aquellas normas que permiten realizar ciertas conductas, bien sea una acción o
una omisión. A su vez, las normas positivas pueden ser preceptivas o permisivas.

Preceptivas

Prescriben la realización de una determinada conducta de acción u omisión. Al


estar preceptuada, lógicamente, está permitida.

Permisivas

Autorizan un determinado comportamiento, pero no es obligado.

2. Negativas

Son las que prohíben determinados comportamientos, ya sean de acción o de


omisión.

Por su función o finalidad

En virtud de la finalidad que desempeñan las normas jurídicas, pueden clasificarse


en:

1. Normas de conducta (o de comportamiento)


2. Normas de organización (o complementarias)
1. Normas de conducta o de comportamiento

Son aquellas normas que regulan una conducta de acción u omisión. Su objetivo
inmediato es regular los comportamientos de los individuos y las actividades de los
grupos y entidades sociales en general.

Son normas que tienen por sí mismas un sentido pleno en cuanto que establecen
determinados preceptos e imputan sanciones concretas a las violaciones de las
conductas prescritas.

2. Normas de organización o complementarias

Son aquellas que adquieren un significado pleno cuando se las relaciona con otras
normas a las cuales complementan. Estipulan las condiciones y determinan los
medios para la eficacia de las primeras. Por ello, poseen un carácter instrumental,
estableciendo la estructura y funcionamiento de óranos, o la regulación de
procesos técnicos de identificación y aplicación de las normas.

Los tipos de normas de organización o complementarias son muy numerosos. Las


de mayor interés son:

 De vigencia
 Declarativas, explicativas o definitorias
 Permisivas
 Interpretativas
 Sancionadoras
 De organización, de procedimiento y de competencia

De vigencia

Se refieren a la iniciación, duración o extinción de la validez u obligatoriedad de


una norma. También aquellas que se refieren a la extinción de la vigencia, las
cuales pueden ser:

 Abrogatorias: cuando su misión es abolir totalmente una norma anterior.


 Derogatorias: cuando la abolición se extiende tan sólo a algunos preceptos de
la ley o del ordenamiento.
Declarativas, explicativas o definitorias

Son aquellas que explican o definen los términos empleados en otros preceptos.

Permisivas

Aquellas que establecen algunos casos de excepción respecto de las obligaciones


impuestas por otras normas. Es decir, suprimen excepcionalmente la vigencia de
una norma prescriptiva previa de carácter más general.

Interpretativas

Normas cuya finalidad consiste en la interpretación de otras normas. La


interpretación de un precepto legal puede ser realizada por el legislador mismo, en
una nueva ley. Sin embargo, es infrecuente que la ley sea interpretada con otra ley
por quien la dicta. Ello supondría el reconocimiento de la oscuridad de la norma y
cierta incompetencia del legislador al redactarla. Por esta razón son los
operadores jurídicos (especialmente los jueces) los que interpretan las normas
perfilando su auténtico significado.

Sancionadoras

El supuesto jurídico de estas normas es la inobservancia de los deberes


impuestos por la disposición sancionadora.

De organización, de procedimiento y de competencia

Las normas jurídicas de comportamiento necesitan para su efectividad una serie


de elementos de organización, de medios materiales, instrumentales y personales
sin los cuales su operatividad sería imposible.
LEY NATURAL ¿QUÉ ES LA LEY?
Ley Natural es un término amplio y a menudo mal empleado, utilizado alrededor
de varias escuelas de filosofía, ciencia, historia, teología, y de la ley. Ciertamente,
Emanuel Kant nos recordaba: '¿Qué es ley?' puede decirse que es tan
embarazoso para el jurista como la conocida pregunta de '¿Que es Verdad?' lo es
para el experto en lógica.

 La Ley, en su sentido genérico, es un conjunto de reglas de acción o


conducta prescritas por la autoridad en control, y posee poder legal
vinculante. Una ley es aquello que debe ser obedecido y observado por
ciudadanos sujetos a sanciones o a consecuencias legales (Diccionario
Legal Black, sexta edición, pág. 884).
 Jurisprudencia es la filosofía de la ley y cómo se desarrolló.

Ley Natural – Una Teoría Moral de Jurisprudencia


Ley Natural es una teoría moral de jurisprudencia que mantiene que la ley debe
estar basada en la moral y la ética. La Ley Natural sostiene que la ley está basada
en lo que es "correcto." La Ley Natural es "descubierta" por los humanos mediante
el uso de la razón y el escoger entre lo bueno y lo malo. Por lo tanto, el poder de la
Ley Natural reside en descubrir ciertos estándares universales de la moralidad y
de la ética.

Ley Natural – La Historia


Los griegos -- Sócrates, Platón, y Aristóteles, enfatizaron la distinción entre
"naturaleza" (fusis, φúσις) y "ley," "costumbre," o "convención" (nomos, νóμος). Lo
que la ley ordenaba variaba de acuerdo al lugar, pero lo que era "por naturaleza"
debía ser lo mismo en todas partes. Aristóteles (384—322 a.C.) es considerado por
muchos el padre de la "ley natural." En Retórica, él discute que aparte de las leyes
"particulares" que cada persona ha establecido para sí mismo, existe un "derecho
consuetudinario" o "ley superior" acorde con la naturaleza (Retórica 1373b2–8).

Los Estoicos -- El desarrollo de la teoría de la ley natural continuó en la escuela


helenista de la filosofía, especialmente con los estoicos. Los estoicos señalaron la
existencia de un orden racional y determinado del universo. El medio por el que un
ser racional vivía de acuerdo con este orden cósmico era considerado ley natural.
A diferencia de la "ley superior" de Aristóteles, la ley natural de los estoicos era
indiferente a la fuente divina o natural de esa ley. La filosofía estoica influyó mucho
en juristas romanos, como Cicerón, jugando así un papel significativo en el
desarrollo de teoría legal romana.
Los Cristianos -- Agustín (354—430 d.C.) equipara la ley natural al estado del
hombre anterior a la caída en pecado. Por lo tanto, ya no es posible la vida según
la naturaleza y en su lugar, la humanidad debe buscar la salvación a través de la
ley divina y de la gracia de Cristo. Graciano (en el siglo XII) conectó de nuevo el
concepto de ley natural y de ley divina. "La raza humana está gobernada por dos
cosas: a saber, la ley natural y los usos naturales (mos, moris, mores*),
(*declinación en latín para moral, carácter). La ley natural es lo que está contenido
en la ley y el Evangelio. A través de ella, a cada persona se le ordena hacer a
otros lo que desea que hagan consigo mismo, y se le prohíbe infligir a otros lo que
no desea que le hagan a él." (Decretum, D. 1 d.a.c.1;. alrededor del 1140 d.C.)

Ley Natural – Conclusión


Finalmente, ¿de dónde proviene la ley? La Teoría de la Ley Natural mantiene que
ciertas leyes morales trascienden el tiempo, la cultura, y el gobierno. Existen
estándares universales que aplican a toda la humanidad a través de todos los
tiempos. Estos estándares morales universales son inherentes y reconocibles por
todos nosotros, y forman la base de una sociedad justa.
Norma social
NORMAS SOCIALES
Las normas sociales son un conjunto de reglas que deben seguir las personas de
una comunidad para tener una mejor convivencia, a las que se deben ajustar las
conductas, tareas y actividades del ser humano. El conjunto o sistema de normas,
reglas o deberes que regula las acciones de los individuos entre sí.
También se podrían definir como las reglas que una persona debe obedecer, para
llevarse bien con las personas, y tener una relación armónica con la sociedad. Ej:
no hay ejemplo.

Diferentes tipos de normas y tipo de desviación que implica su incumplimiento


Se podrían resumir como la forma correcta de actuar en una sociedad, por
ejemplo: Como saludar a las personas mayores, pedir la palabra y el turno para
poder hablar, entre otros comportamientos.

Importancia de las normas


Cada día de nuestras vidas, desde el momento en el que despertamos y
decidimos levantarnos, inconscientemente estamos creando una norma, por la
cual regirnos, desde aquí parte la importancia que tienen en la sociedad... A pesar
de que a muchos de nosotros no nos parezcan importantes las normas, imagina
una sociedad sin ellas, el caos social aumentaría un 95 %
Desde niños cobran gran importancia en nuestras vidas, ya que a través de ellas
vamos desarrollando nuestra conducta personal y esto causara un impacto en la
sociedad.

Constitución vigente en los Estados Unidos Mexicanos, en esta se fundamentan


los derechos humanos, las garantías y libertades personales y en grupo.
Tipos de normas
Estas normas establecen la forma de actuar en cierto lugar y bajo una
circunstancia determinada, lo que se establece es necesario acatarlo, si no se
cumplen las normas establecidas, podríamos obtener castigos. Debemos recordar
que, aunque el incumplimiento de algunas normas puede causar una sanción, la
autoridad correspondiente tiene la obligación de hacer respetar los derechos
humanos los cuales se encuentran fundamentados en los artículos 1° al 29° y el
artículo 123°, estos artículos se encuentran en la constitución de 1917, la cual se
encuentra vigente en los estados latinos y americanos.
De trato social
Son creadas por la sociedad, generalmente tiene su origen en las creencias y
costumbres de cada grupo. Su incumplimiento podría llevar a al rechazo por parte
de un grupo social.
Morales
Se originan en la conciencia de la persona, por ende, dirigen nuestra conducta
para actuar con ética. Nadie nos obliga a cumplirlas, pero su incumplimiento nos
genera sentimientos de remordimiento o culpa.
Religiosas
Se originan en la conciencia de la persona, por ende, dirigen nuestra conducta
para actuar con ética. Nadie nos obliga a cumplirlas, pero su incumplimiento nos
genera sentimientos de remordimiento o culpa. En este caso nos podría generar
rechazo por parte de alguna religión.
Jurídicas
Son reglas creadas por una autoridad competente, con el fin de regular la
conducta del hombre. Cumplirlas es un deber para quienes van dirigidas. Su
incumplimiento puede generar castigos y la autoridad puede obligar a acatarlas
utilizando la fuerza pública, aun en contra de la voluntad del obligado.
Normas de grupo
Es el nivel de rendimiento aceptable para el grupo mismo; varían según los
grupos: altas normas para ser aceptados, altas normas sobre la conducta del
integrante, procedimientos descuidados en reuniones o actividades no terminadas.
Normas grupales: reglas y pautas (explícitas e implícitas) que son comprendidas
por los miembros de un grupo y que guían y constriñen la conducta social.
Características de las normas
Características específicas,1 que se permiten distinguir una de la otra. Cabe
destacar que también tanto un ciudadano común como un presunto acusado de
violar las leyes tiene garantías y derechos fundamentados en la constitución
vigente de 1917.
Unilaterales
Alguien está obligado al cumplimiento de la norma, pero no hay quien pueda
exigírselo.
(ejemplo: Dar el saludo a alguien, no obliga a devolverlo, sino por cortesía).
Bilaterales
Impone deberes y concede facultades, hay una persona que debe cumplir y hay
quien pueda exigírselo.
(ejemplo: Comprar un kilogramo de azúcar te obliga a pagar el costo al vendedor).
Autónomas
La conducta de una persona es conforme a su propia voluntad.
(ejemplo: La forma de vestirse, de peinarse, etc.).
Heterónomas
La norma es creada por un sujeto, pero es otro el que debe de cumplirla.
(ejemplo: Reglas para contraer matrimonio).
Interiores
Regula la conducta al interior de una persona.
(ejemplo: No mentir).
Exteriores
La conducta externa debe adecuarse a lo establecido.
(ejemplo: No pasar un alto).
Coercibles
Si la norma no se cumple es posible obligar a hacerlo mediante el uso de la
fuerza.
(ejemplo: Si tienes un hijo, te pueden obligar a pagar mantención).
Incoercibles
No se puede obligar a cumplir alguna norma.
(ejemplo: No te pueden obligar a tener determinado número de hijos).
CARACTERISTICAS DE LAS NORMAS JURÍDICAS

La norma jurídica, así como todos los


objetos de conocimiento, presenta
diversos caracteres propios que la
hacen diferente de las demás reglas de
conducta. Interesa destacarlos para
llegar a una concepción algo más
precisa del instrumento a través de la
cual se integra el conjunto de preceptos
que ordena, con caracteres de
obligatoriedad, la conducta de los
hombres.

La cuestión de los caracteres de la


norma enlaza con el problema de los caracteres del sistema jurídico normativo.
Cuando se distingue al ordenamiento jurídico del ordenamiento moral y del
ordenamiento que integran las reglas del trato social, se encuentra que el
ordenamiento jurídico tiene como notas la exterioridad, la heteronomía, la
bilateralidad y la coercibilidad. De ellas se encuentra en los convencionalismos
la heteronomía y la exterioridad, por lo cual quedan como notas propias, exclusivas
del ordenamiento jurídico, la bilateralidad y la coercibilidad. Son éstas precisamente
las notas fundamentales, las características esenciales de la norma jurídica. La
norma jurídica es bilateral y es coercible y ninguna otra clase de normas presenta
ni la bilateralidad ni la coercibilidad.

1.- La bilateralidad resume uno de los efectos fundamentales de la norma jurídica


y, en general, del propio ordenamiento jurídico. La ordenación de la vida de los
hombres en su fase exterior, en sus interferencias intersubjetivas, se realiza a través
de la legitimación en algunos sujetos a exigir de otros determinados
comportamientos, y en otras personas la creación del deber de cumplir con
comportamientos que pueden ser exigidos por otros. Es decir, la norma jurídica crea
deberes y derechos. La norma jurídica no es sólo un imperativo de la conducta, no
sólo impone en una persona el deber de actuar en una cierta forma, sino que, al
propio tiempo, autoriza a otra persona para que pueda exigir del obligado el
incumplimiento del deber. No se observa en ninguna otra clase de normas esta
particularidad, porque tanto la norma moral como la de los convencionalismos
imponen, efectivamente, deberes, y si no los impusieran no serían normas; pero no
facultan a ninguna otra persona a exigir del obligado el cumplimiento de la conducta
impuesta.

Este efecto, propio de la norma jurídica, de producir un deber jurídico en una


persona y un derecho en otra, se realiza de manera automática al producirse la
coincidencia de una forma de conducta con la previsión legislativa. Cuando una
norma dice que quien adquiera un objeto está en obligación de pagar el precio, en
el propio instante en que la persona adquiere el objeto, y sin que medie para ello su
actividad sucesiva, nace el deber de pagar el precio, y correlativamente el derecho
por parte del vendedor de exigir del comprador el pago de ese precio. Es importante
insistir que esta característica de la bilateralidad, no se consigue en las normas que
integran los otros sistemas que regulan la conducta de los hombres.

2.- La Coercibilidad es la otra característica fundamental de la norma del Derecho.


Si bien a través de la bilateralidad se observa que la norma postula un deber jurídico
que debe ser cumplido por parte del obligado, el sólo hecho de que ese deber
jurídico sea impuesto no es suficiente para su cumplimiento. Con respecto a la
norma moral no sucede lo mismo, porque cuando una persona está obligada al
deber moral, lo está en vista de que el contenido del deber es valioso. La norma
jurídica postula un deber que no necesita ser valioso para ser obligatorio.

Sin embargo, a la sociedad interesa que ese deber se realice, porque el


cumplimiento en general de los deberes jurídicos es el postulado fundamental para
la vida colectiva del hombre. Por ello no se limita el ordenamiento jurídico a imperar,
es decir, a crear deberes y derechos correlativos, sino, además, para el caso de que
el deber no sea cumplido predispone la posibilidad de la imposición de una sanción
por parte del órgano competente del Estado.

Coercibilidad no significa que en caso de incumplimiento de la norma jurídica, o en


otras palabras, en caso de que el deber jurídico impuesto por la norma no sea
cumplido, sobrevenga necesariamente un acto coactivo. No puede significar eso,
porque en muchísimas oportunidades se da el caso de que es violado el deber
impuesto por la norma y no sobreviene la sanción, y, en consecuencia, si la
coercibilidad como característica fundamental de la norma fuese sanción en acto,
sanción necesaria, al no producirse ésta dejaría de existir la norma como norma
jurídica. La coercibilidad significa algo diferente: quiere decir sanción en potencia. A
través de este carácter se expresa que, en caso de violación del deber impuesto por
la norma jurídica debe sobrevenir una sanción por parte del Órgano competente del
Estado.
3.- La Generalidad se ubica asimismo como carácter fundamental de la norma
jurídica. Se hace consistir a la generalidad en lo siguiente: la norma jurídica prevé
para categorías de personas y no para personas en particular.

En efecto, si se analizan las formas de la conducta humana, se tiene como


consecuencia inmediata que ésta puede tener una variedad infinita de aspectos, y
si el Derecho fuese a regularla tomando en cuenta cada caso particular de conducta
que se va produciendo, el ordenamiento jurídico tendría que estar integrado por una
serie infinita de normas casuísticas. Ello, desde un punto de vista práctico, es
absolutamente imposible y, en consecuencia, el legislador tiene que prever el
comportamiento de los hombres no para cada hombre en particular, sino para
categorías de hombres o categorías de situaciones en las cuales pueden
encontrarse los hombres. Por tal razón no habla la ley frecuentemente de que
“Pedro Pérez” debe pagar a “Juan Hernández” la suma de tanto, sino que el deudor
está en la obligación de pagar, y en consecuencia todas aquellas personas cuyas
características circunstanciales coincidan con las notas distintivas del deudor
estarán en la obligación de cumplir con el pago de lo debido.

La generalidad consiste, pues, en que la norma jurídica procede a regular la


conducta no indicando de manera directa cómo debe ser el comportamiento de una
persona en particular, sino procediendo a través de la fijación de categorías de
sujetos abstractamente determinados. Se refiere, pues, a las personas, en vista de
que tengan tal o cual condición: a los acreedores, a la esposa, al juez, a los padres,
entre otros. Por supuesto que esta generalidad plantea el problema de la aplicación
de la norma al caso concreto, pues la sola formulación de cómo debe comportarse
una categoría de personas no tendría una relevancia práctica. Lo importante es que
la disposición general pueda ser aplicada a los casos que se presentan en la vida
real, y esto es posible luego de la determinación, en el caso concreto, de,
características que coincidan con aquellas previstas por el legislador en el supuesto
normativo. Cuando hay una coincidencia de características entre las del caso
concreto y las de la previsión del legislador, entonces al caso concreto se aplica la
consecuencia jurídica prevista por la norma.

Cabe observar que la generalidad no ha sido enfocada de igual manera por todos
los autores, ni creen algunos que ella sea efectivamente un carácter de la norma
jurídica. De una parte encontramos autores, como Planiol y Dabin, que están de
acuerdo en que efectivamente la generalidad es un carácter propio de la norma
jurídica. Para Planiol, toda prescripción de la autoridad pública que no deba ser
ejecutada más de una vez no es ley, es decir, no es norma. Las normas jurídicas
deben ser generales, según esto, porque sólo aquéllas que no se agotan con la
presentación de un caso concreto, que son las normas generales, pueden ser
aplicadas más de una vez. No sería aplicable sino una sola vez aquella disposición
a través de la cual, por ejemplo, se dijese Pedro Pérez tiene que pagar a Juan
Hernández tal suma de dinero. Por lo contrario, no se agota en una sola aplicación
la norma que dice el deudor: debe pagar su obligación, porque la norma se aplicará,
a tantos casos concretos que se presenten cuántos sean aquellos que revistan los
caracteres del deudor.

Para Dabin, las reglas tienen que ser siempre generales, aun cuando ellas estén
llamadas a particularizarse a través de su realización en el caso concreto. Según
Dabin, las reglas, al particularizarse, dejan de ser normas jurídicas, y las sentencias
o el contrato no son normas sino disposiciones de aplicación de las normas
generales del Derecho, que no revisten el carácter de la generalidad, y por
consiguiente de las verdaderas disposiciones normativas.

4.- La Abstracción. Así como se entiende por generalidad el que la norma dispone
para categorías de sujetos abstractamente determinados, se llega a concebir la
abstracción en el sentido de que la norma no dispone para casos concretos, para
hechos particularmente determinados, sino para categorías de hechos, es decir,
para “tipos”. Cabe aquí decir lo que se afirma con respecto de la generalidad la cual,
refiérese más que todo a la abstracción de las personas. La norma no puede prever
para cada uno de los casos concretos en particular, y en consecuencia tiene que
abstraer de las diferentes categorías de casos concretos las notas fundamentales
con los fines de construir “tipos” los cuales van a integrar el supuesto normativo. En
vista de que estos tipos están formados por los caracteres fundamentales de
grandes grupos de hechos concretos de conducta, cuando cualquier hecho concreto
de conducta coincida con el «tipo» legal, engendrará una consecuencia de Derecho.

En este sentido, se advierte que la abstracción y la generalidad casi coinciden, aun


cuando, según algunos autores, la abstracción se refiere a que la norma no procede
decidiendo casos concretos, y la generalidad a que la norma no procede decidiendo
casos personales. Del Vecchio, por su parte, concibe la generalidad tanto como
abstracción del caso concreto como abstracción de la persona individual,
englobando en la generalidad, pues, también la abstracción.

Cabe también observar que la norma jurídica no procede siempre a regular


abstractamente. Antes bien, con una gran frecuencia regula los casos concretos en
vez de casos generales, y tal sucede con todas las normas jurídicas
individualizadas: con el contrato, con la sentencia y con la decisión administrativa.
En oposición a lo que podría llamarse normas abstractas, éstas podrían llevar el
nombre de normas concretas, en vista, pues, de que se refieren a casos concretos
en particular.
Finalmente se debe señalar que la abstracción, en vista de que hay normas que no
son abstractas, no constituye un carácter constante de la norma jurídica.

5.- La Legitimidad. Consiste en que la norma, para ser obligatoria, debe cumplir
con determinados requisitos establecidos en el propio ordenamiento jurídico al cual
esta pertenece. Una norma no se hace obligatoria si en su nacimiento no ha
cumplido con todos los requisitos que la sociedad estipula como necesarios a los
fines de que engendre deberes y derechos. De esta manera, si se encuentra una
ley de alquileres que no ha cumplido las formalidades previstas en las leyes que a
su vez, tienen por objeto regular el nacimiento de las normas en el sistema jurídico
venezolano, la tal ley de alquileres no llega a constituirse en norma jurídica y por
ende no se hace obligatoria.

La legitimidad, sin embargo, no debe tampoco ser considerada como un carácter de


la norma jurídica, sino antes bien como un antecedente de la juridicidad de la norma.
La norma no llega a ser jurídica sin ser legítima, porque sólo si su nacimiento se ha
verificado conforme al procedimiento establecido en la legislación respectiva llega
a hacerse regla jurídica. Se puede concebir a la legitimidad como un requisito de la
juridicidad. La norma, al ser jurídica, ya se entiende que debe haber sido legítima.
La norma moral tiene también que ser legítima, sólo que su legitimidad, la razón de
la vigencia, estriba no en un procedimiento que ha debido seguir para nacer, sino
en lo valioso de la conducta que impone.

No quiere decir esto que la norma jurídica no tenga que ser legítima: antes bien,
para ser jurídica tiene que ser legítima. Quiere decir más bien que la juridicidad es
un antecedente de la norma, el cumplimiento de todos los pasos necesarios para
que la regla de conducta llegue a ser norma jurídica. No por ser jurídica la norma va
a ser legítima, sino, por el contrario, en vista de que es legítima es jurídica. No se
puede decir lo mismo con referencia a la coercibilidad ni a la bilateralidad, las cuales
dependen de la juridicidad de la norma. La norma, por el hecho de ser jurídica, es
bilateral y es coercible.

La legitimidad supone una serie de problemas tales como el examen de la


legislación dentro de la cual rige una norma jurídica determinada a los fines de
comprobar si efectivamente es obligatoria, o, lo que es lo mismo, si es,
efectivamente, jurídica (por ser legítima). También es interesante el problema que
plantea la legitimidad de las normas jurídicas individualizadas, pues en su
producción deben llenarse los requisitos formales exigidos por la legislación.

6.- La Permanencia. También se entiende como otro carácter propio de la norma


jurídica. De acuerdo con lo que sostiene Legaz Lacambra, al decir que la norma es
permanente, no se quiere significar que ella sea eterna, que rija infinitamente en el
tiempo, dado que existen normas jurídicas en las cuales el legislador determina
previamente el tiempo de su duración. Lo que significa la permanencia es que la
norma jurídica no dispone sólo por el tiempo que dure la vida de quienes la han
dictado, o para sus primeros destinatarios, sino para regir durante todo el tiempo de
su existencia hasta que no venga una nueva norma jurídica a derogarla, o hasta
que no se cumplan las condiciones que fueron establecidas por el legislador para
que cese su vigencia. La norma jurídica, en tanto que no sea formalmente derogada,
subsiste como norma y no puede ser ignorada por quien la haya establecido.

En realidad parece que la permanencia no sea tampoco un carácter constante de la


norma jurídica, sobre todo si se hace referencia al concepto natural que quiere
significar. La norma jurídica no es que sea permanente sino cosa distinta que tiene
su período de validez: período éste que va a estar determinado o bien por las
disposiciones del la propia norma, que a veces fija el período de la vigencia, su
propia duración, o bien por otras normas del Estado que pueden disponer la manera
en que las normas serán derogas.

Asimismo cabe observar que existen normas que se agotan en su aplicación a un


caso sólo, como las normas individualizadas, que por consiguiente no participan de
ninguna clase de permanencia, ni aun en el sentido figurado de que los autores
suelen indicarlo. Por lo tanto, tampoco la permanencia constituye un carácter
constante de la norma jurídica. No se puede decir lo mismo con respecto de la
bilateralidad y la coercibilidad, a las cuales nos referimos al principio porque tanto
la bilateralidad como la coercibilidad existen de manera constante en toda norma de
Derecho. Hay normas que aparentemente no tienen sanción como son aquellas que
disponen, por ejemplo, que los padres deben honrar a sus hijos, y no prever para el
caso de violación un acto coactivo. Sin embargo, lo que sucede es que no son
normas jurídicas en el sentido estricto, sino simples declaraciones de principios
contenidas en los códigos o en los cuerpos legislativos y la sola inclusión de una
declaración o de un grupo de palabras en un cuerpo de leyes no supone que será
norma jurídica. Una norma jurídica debe estar integrada por un supuesto normativo
y una consecuencia jurídica y, además, por una sanción aplicable en el caso de que
la consecuencia no sea cumplida; y cuando las declaraciones de principios o cosas
semejantes que se encuentran en los cuerpos de leyes no llenan estos requisitos,
no son normas jurídicas. Por último, cabe advertir que en los códigos y las leyes se
encuentran a veces disposiciones que parecen ser incompletas y no tener sanción,
y lo que sucede es, en realidad, que forman parte de otro grupo de disposiciones,
las cuales, en conjunto, integran una norma jurídica.
CARACTERISTICAS DE NORMAS SOCIALES

1. Temporalidad y
espacialidad

Las normas sociales dependen de


cada sociedad en particular y están
atravesadas por el factor temporal
que las condiciona. Por esta razón,
es importante entender las
costumbres de cada país o
territorio, para poder comprender las normas sociales.

Por ejemplo: castigar a un perro, golpearlo hasta matarlo, no está penalizado en


muchos de los países de Latinoamérica. Sin embargo una persona que tenga este
accionar es repudiada socialmente y hasta puede llegar a generar represalias de
los miembros de esa sociedad contra su persona por tal actitud.
2. Contexto

Es imprescindible conocer el contexto en el que se dan las normas morales y no


solo la cuestión temporal o espacial que las determinan. Por ejemplo guerras
civiles, catástrofes naturales, etc pueden modificar las normas sociales en un
período determinado.
3. Unilateralidad

Con las normas sociales se establecen deberes que los ciudadanos deben
cumplir. Es decir, es un tipo de norma unilateral.

4. Sanción por incumplimiento

Tal cómo se expresó anteriormente, la sanción es una desaprobación social,


aunque dependiendo de la falta moral realizada puede ser que la sociedad
responda con el ridículo.
5. Heteronomía

Esta es una característica externa al individuo de cada sociedad, es decir la norma


le es impuesta desde la sociedad hacia el individuo.
6. Incoercibles
Las normas sociales son incoercibles, es decir, que la persona que las incumpla
no es condenada, y no se puede utilizar la fuerza bruta o penal sobre ella.
7. Exterioridad

Las normas sociales rigen el comportamiento de las personas. Esta norma regula
el comportamiento externo de cada individuo pero no observa el fuero interno del
mismo. Por ejemplo. Si una persona saluda a otra, está cumpliendo con una
norma social aunque internamente aquella pueda estar deseando que se muriera.
8. Resistencia social a cambios en las normas

Frente a los cambios de las normas sociales algunas personas pueden verse más
resistentes a enfrentar estas modificaciones sociales. Según cuál sea la reacción
del grupo social se puede dividir las respuestas en 3 grandes grupos:

 Individuos reacios, que demuestran hostilidad o descontento frente a los


cambios.
 Individuos pendientes en no incurrir en faltas frente a estos cambios. Este tipo
de personas (en ocasiones) llegan a exagerar la importancia de dichas
normas.
 Individuos que se adaptan sin darle mayor trascendencia o importancia.
9. Estabilidad

Si bien es cierto que cada norma social es cambiante, las mismas normas sociales
que impone una sociedad son pautas de orden y conducta y deben ser acatadas
por cada uno de sus integrantes. La continuidad y estabilidad de estas normas a lo
largo del tiempo es lo que garantiza la armonía dentro de la sociedad.

Comer con la boca cerrada también es una norma social.

En la mayoría de las sociedades occidentales, algunas de las normas sociales


actualmente en uso son:

 Ceder un asiento a una persona mayor en un trasporte público


 Ayudar a cruzar la calle a una persona ciega
 Masticar con la boca cerrada
 Lavarse las manos antes y después de sentarse a la mesa
 Limpiarse la boca con una servilleta
 Bostezar tapándose la boca

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