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INTRODUCCIÓN

En estos últimos años se ha venido dando una serie de programas y leyes en


defensa de los derechos del niño y la mujer. Sin embargo, ¿eso nos asegura el
bienestar?, ¿acaso estos programas y leyes bastarán para cesar los maltratos
físicos y psicológicos que se producen día a día contra ellos?
Es necesaria una protección legal, pero es urgente que nuestra sociedad adquiera
nuevos y mejores hábitos de crianza y convivencia. Aún en la posibilidad de
parecer alarmista, es menester una reeducación en cuanto al trato familiar, el que
lamentablemente para muchos está caracterizado por la violencia, el rechazo y la
indiferencia.
Para lograr el cambio de esta situación se requiere, en un inicio, el
replanteamiento de los papeles del padre y la madre frente a los hijos, con el fin de
que éstos últimos en el futuro respondan a las expectativas de sus progenitores.
Debemos ir, entonces, en búsqueda de las causas que son la semilla de un
ambiente familiar hostil y que, consecuentemente, producen una educación
errónea en nuestros niños.
DESARROLLO

VIOLENCIA FAMILIAR

DEFINICIÓN

La violencia doméstica o violencia intrafamiliar es un concepto utilizado para


referirse a «la violencia ejercida en el terreno de la convivencia familiar o
asimilada, por parte de uno de los miembros contra otros, contra alguno de los
demás o contra todos ellos». Comprende todos aquellos actos violentos, desde el
empleo de la fuerza física, hasta el hostigamiento, el acoso, o la intimidación, que
se producen en el seno de un hogar, y que perpetra por lo menos un miembro de
la familia contra algún otro familiar.

La violencia familiar incluye toda violencia ejercida por uno o varios miembros de
la familia contra otro u otros miembros de la familia. La violencia contra la infancia,
la violencia contra la mujer y la violencia contra las personas dependientes y los
ancianos son las violencias más frecuentes en el ámbito de la familia. No siempre
se ejerce por el más fuerte física o económicamente dentro de la familia, siendo
en ocasiones razones psicológicas las que impiden a la víctima defenderse.

Estudios realizados encontraron que en hogares donde existe maltrato o violencia


psicológica o cualquier otro tipo de violencia, los hijos son 15 veces más
propensos a manifestar algún tipo de maltrato en su etapa adulta.

Se podría definir la violencia familiar como toda acción u omisión cometida en el


seno de la familia por uno de sus miembros, que menoscaba la vida o la integridad
física, o psicológica, o incluso la libertad de otro de sus miembros, y que causa un
serio daño al desarrollo de su personalidad.
TIPOS DE VIOLENCIA FAMILIAR

 Violencia Física: Contacto físico que lastima a la esposa, pareja, niños,


padres ancianos, hermanos, u otros familiares o personas que vivan en la
misma casa. Comienza con jalones, empujones o golpes a la persona y
aumenta de intensidad dando lugar a lastimaduras, huesos rotos y lesiones
internas. Si no se interviene, el abuso físico puede conducir al asesinato.
 Sexual: Esto comienza con comentarios sexuales degradantes y manoseos
contra la voluntad de la víctima. Al aumentar de intensidad, a menudo la
víctima es forzada a tener relaciones sexuales durante las cuales resultará
lastimada. Si no se interviene, el abuso sexual puede llevar a la violación y
al asesinato.
 Psicológica: Esto comienza con insultos y aumenta de intensidad con
comentarios humillantes, amenazas y culpando a la víctima. El
comportamiento del abusador es errático e impredecible. Él o ella puede
emitir mensajes confusos o contradictorios. Por ejemplo, él o ella puede
alegar que nunca dijo algo que la víctima asegura haber oído. El abuso
emocional siempre acompaña al ataque físico y en muchos casos lo
precede. El abuso emocional afecta gravemente la autoestima.
 Social: Esto comienza con condiciones sociales que refuerzan la conducta
del abusador, como serían los papeles rígidos asignados a hombres y
mujeres, al ver a las mujeres como objetos y en general la aceptación y
glorificación de la violencia. Los abusadores pueden tratar de aislar a la
víctima, separándola de su familia y amigos. El abuso aumenta de
intensidad mediante una dependencia económica forzada, llegando a la
privación de alimentos, medicina y sueño. Estas tácticas están diseñadas
para controlar y limitar el medio ambiente de la víctima, así como su acceso
a una red social, para que el abusador pueda controlarla. Estas formas de
abuso ocurren también al nivel de la sociedad, en el caso de los recursos
comunitarios que no reconocen el problema o que culpan a la victima
CAUSAS DE VIOLENCIA FAMILIAR

 efectos hereditarios (haber vivido la represión y violencia en sus


progenitores)
 problemas de salud mental
 abuso sexual
 hostilidad verbal (insultos, burlas, amenazas)
 violencia física (agresiones , abuso, violación)
 la indiferencia, el menosprecio y la falta de cariño (puede ser también
violencia psicológica)
 silencio, el abandono
 el machismo y la idea de que el hombre tiene derechos por sobre de la
mujer
 sociedades insensibles a regímenes autoritarios.
 escasos recursos, pobreza y falta de cultura y sensibilidad
 alcohol y drogas
 la extendida idea de la brutalidad en el hombre y la sumisión en la mujer
 la imagen anticuada que el hombre aporta los recursos y la mujer cuida la
casa y los hijos. Que las hijas cuando son mayores ayudan a la mama y los
niños van a la universidad
 poca o ninguna autoestima
 la infidelidad

PERFIL Y CONDUCTA DEL AGRESOR Y DEL AGREDIDO:

Perfil y conducta de la persona agredida:

Lo más común según estadísticas es que la violencia familiar se de en contra de las


mujeres; estas mujeres suelen presentar inmadurez emocional, falta de crecimiento
personal con conductas de infantilismo; dependencia emocional de sentirse cuidada y
protegida; egocentrismo, desea llamar la atención. Incapacidad para amar, padece de
esterilidad afectiva y compensa simulando que ama.

Asimismo, angustia patológica existencial, pues le tienen miedo a todo. Soledad extrema,
sienten necesidad de estar en compañía de personas que cree que tiene. Incapacidad
para tolerar las frustraciones, reacciona con violencia, vive en una dicotomía entre sufrir y
dejar de sufrir.

Los efectos psicofísicos son aquellos que producen cambios psíquicos o físicos, en un
mismo acto. Los Psíquicos hacen referencia a la desvaloración, baja autoestima y estrés
emocional producido por las tensiones que produce el maltrato, en los empleados por
ejemplo produce una baja en su rendimiento laboral ya que las tensiones emocionales
dificultan la concentración.

En cuanto a los físicos se manifiestan en forma de hematomas, heridas abiertas,


fracturas, quemaduras, etc. En el acto sexual también se presenta violencia cuando este
se produce en forma forzada, produciendo cambios en la personalidad y alteraciones en
las relaciones con el violador, marido o compañero permanente o con los otros
miembros de la familia.

Los efectos psicosociales se dividen en internos y externos. Los primeros son aquellos
que generan la marginación. La exclusión y la violación de los derechos fundamentales
de la mujer y los niños. Cuando se presenta un maltrato hacia la mujer esta se ve
obligada a aislarse de ciertas actividades sociales, de relaciones interfamiliares y hasta
en su propio hogar. Dentro de la exclusión se ven afectados loa niños en cuanto al
afecto, puesto que una madre marginada forzosamente por la violencia intrafamiliar no
puede brindar a sus hijos el amor que necesitan, lo que puede llevar a estos niños a la
drogadicción, la prostitución y la delincuencia
Perfil y conducta del agresor:

Son personas que en la mayoría de casos proceden de familias donde ha habido


maltratos, habiendo sido víctimas o testigos de esa violencia. Suelen tener una conducta
violenta, impulsiva, inmadura y con tendencias depresivas. Presenta altos niveles de
estrés cotidiano.

Interactúa con la víctima humillándola, coaccionándola, denigrándola con intimidaciones


constantes. Es alguien con baja autoestima y suele manifestarla con actitudes
amenazantes y omnipotentes. Es manipulador y nunca reconoce sus errores. Utiliza la
agresividad para conseguir sus objetivos.

Una persona agresiva es alguien que aprendió en su familia a ser violento, adoptando la
violencia como una forma típica de relacionarse y de conseguir aquello que desea. Es
celoso hasta extremos patológicos, la mayoría de sus actos violentos se inician ante el
miedo de que su víctima lo abandone. Genera en su víctima miedo (con amenazas) y
dependencia económica, creyendo que así no lo abandonará.

Además suelen padecer trastornos psicológicos y muchos de ellos utilizan el alcohol y


las drogas lo que produce que se potencie su agresividad, considera a su víctima como
alguien de su propiedad y no como una persona con vida propia. Aspira por medio de la
violencia a ejercer poder y control absoluto sobre ella. Se considera con derecho a saber
todo sobre lo que le acontece y por eso la vigila obsesivamente, la acosa telefónicamente,
la espía constantemente.

Una investigación de los psicólogos norteamericanos, el Dr. John Gottman y Dr. Neil
Jacobson. Señalan que los hombres agresores caen en dos categorías: pitbull y cobra,
con sus propias características personales:

Pit bull:

 Solamente es violento con las personas que ama


 Celoso y tiene miedo al abandono
 Priva a pareja de su independencia
 Pronto ora, vigilar y atacar públicamente a su propia pareja
 Su cuerpo reacciona violentamente durante una discusión
 Tiene potencial para la rehabilitación
 No ha sido acusado de ningún crimen

Cobra:

 Agresivo con todo el mundo


 Propenso a amenazar con cuchillos o revólveres
 Se calma internamente, según se vuelve agresivo
 Difícil de tratar en terapia psicológica
 Uno depende emocionalmente de otra persona, pero insiste que su pareja haga lo
que él quiere.
 Posiblemente haya sido acusado de algún crimen
 Abusa de alcohol y drogas.

En ocasiones la violencia del agresor oculta el miedo o la inseguridad, que sintió de niño
ante un padre abusivo que lo golpeaba con frecuencia, al llegar a ser un adulto prefiere
adoptar la personalidad del padre abusador a sentirse débil y asustado. En otros casos,
los comportamientos ofensivos son la consecuencia de una niñez demasiado permisiva
durante la cual los padres complacieron al niño en todo. Esto lleva al niño a creerse
superior al llegar a ser un adulto y a pensar que él está por encima de la ley. O sea, que
puede hacer lo que quiera y abusar de quien quiera. Piensa que se merece un trato
especial, mejor que el que se les da a los demás.

Desde otra investigación se analiza de manera mas detalla el perfil y conducta del
agresor.

La personalidad del agresor es voluble y está determinada por una dicotomía


afectiva (amor y odio) que se carga de contenidos ansiosos y de frustraciones, por
ello, la poca tolerancia al reconocimiento de las causas de esos sentimientos,
permite que esos contenidos logren descargarse de forma inmediata en el otro,
que actúa en representación de sí mismo a modo de “doble”, lo que denota un
salto instantáneo, desde la agresividad natural del impulso, hasta a la
instrumentalización de la violencia. La puesta en marcha de mecanismos
defensivos paranoides motiva la anulación real y simbólica del otro (esposa y/o
hijos etc.) que al existir amenaza su existencia, así, la agresión es retroactiva (de
allí la defensa) y se da con base en la búsqueda de castigo, más que en la
anulación objetiva del otro, “escribe Freud el 24 de enero de 1895 (…) la paranoia
crónica, en su forma clásica, es un modo patológico de defensa, lo mismo que la
histeria, la neurosis obsesiva y los estados de confusión alucinatoria” (Kaufmann,
Pierre, 1996).

Se puede afirmar que esta persona, al no soportar una antigua culpa, “emergente
de sus sentimientos de frustración e impotencia ante el maltrato recibido” la
suprime, levantando una plataforma de protección en la que se siente seguro, ya
que el acto de violencia es la representación de una vivencia insoportable para el
agresor, al tiempo que el agredido se transforma en la negación de su propia
representación, lo que evidencia el autocastigo y la emergencia de sentimientos
de culpa, que requieren de actos violentos para justificar su presencia en el
aparato psíquico, siendo esta condición psicológica un arma de doble filo, pues,
mientras lo protege también, lo lastima internamente.

A causa de lo anterior, la mente del agresor se escuda tras una coraza perversa
en la que se convierte en la ley misma, que compensa sus propias faltas en el
espacio corporal y dialéctico, de un otro que no es reconocido como legítimo, otro
en la relación, porque el agresor sólo registra como efectivo su propio valor; por
eso la noción de respeto parte de las relaciones al interior de las familias, y debe
fortalecerse en la convivencia, primero reconociendo el respeto por sí mismo para
reconocer el respeto del otro, pero “para que eso pase el niño pequeño debe
crecer de tal manera que adquiera conciencia de sí y conciencia del otro en la
legitimidad de la relación social” (Maturana, H. Bogotá, 1991: 52), así, tanto las
madres como los menores violentados generan una baja autoestima, además de
una noción de convivencia y democracia deformada.

La gran mayoría de estas personas proviene de hogares en los que uno de sus
padres abandonó el hogar, no reconoció el embarazo o se desconoce su
procedencia y/o paradero, lo que en la actualidad es de alguna manera, una
constante en muchas relaciones afectivas, “esta ausencia del padre, está
culturalmente afirmada. Parece ‘natural’ que a la madre le corresponda la crianza
de los hijos” (Henao, 1989:19), a razón de lo anterior regularmente es a la madre a
quien se le encomiendan las mayores responsabilidades del hogar, por lo que a
razón de algunas fallas de los hijos, recae también sobre ella el castigo, mientras,
el padre se acomoda a esta situación, se convierte en observador participante, es
excluido o se autoexcluye del proceso de crianza, así, la familia instaura como
regla básica de comunicación y contención, el castigo físico en la figura paterna,
asentando el maltrato como condición cultural y de control familiar a través del rol.

En la psique de esta persona flota una ansiedad con tres connotaciones básicas:
es de tipo paroxística, episódica y acumulativa, como consecuencia el agresor en
su embestida se ve expuesto a las demandas de satisfacción inmediata de estos
“tres amos”; por una parte lo paroxístico guarda relación con la falta de control y la
extrema urgencia del sujeto de perpetrar una descarga inmediata y descontrolada,
lo episódico se refiere a la reproducción de la violencia en el escenario familiar, la
continuidad y focalización de la agresividad en personas y ambientes específicos,
mientras, lo acumulativo es la producción de violencia en estos lugares; de alguna
manera, la producción de violencia sería el punto extremo de la perversidad y la
crueldad, que actúa en un espacio y contexto en el que se dan los usos y medios,
para cultivar y recrear negativamente las diversas estrategias de sometimiento.

La construcción simbólica del agresor no le permite resignificar la relación


conflictiva a través del diálogo que acoge, ni establecer un lenguaje con base en el
encuentro tolerante y fraternal, en consecuencia, el ambiente familiar le posibilita
una atmósfera de permisividad, sumisión y alienación, en la que su motilidad
impulsiva define la descarga de su frustración recidivante, espacio en el que tanto
hombres como mujeres, niños, niñas, adolescentes y adultos mayores son
violentados; “durante el 2008, el Instituto valoró a 1.175 personas mayores de 60
años que fueron agredidas físicamente por parte de familiares (…) los victimarios
más frecuentes son los hijos, seguido por otros familiares y
consanguíneos” (FORENSIS, 2008: 115).

En este ambiente de intolerancia, especialmente son las niñas, niños y


adolescentes, los más propensos de hallarse triangulados en las relaciones de
alteridad, agresividad y violencia de sus padres, en las proyecciones ansiosas de
un miembro familiar (padres, cuidador, hermanos, etc.), o siendo víctimas de las
descargas afectivas de cualquiera de sus cuidadores, “los papás son las personas
que más lastiman físicamente a niños, niñas y adolescentes. Esta situación se
repite todos los años, las personas que más cerca está de ellos son los principales
victimarios. En 2008, entre ambos totalizaron 61,5%” (FORENSIS: 112).

El agresor encuentra en las relaciones con cierto nivel de continuidad conflictiva, el


espacio ideal para reproducir los diversos estados del obediencia y humillación, ya
que, ve en las reacciones de quienes agrede, indicadores afectivos de respuesta
que pueden presentarse ante sí como seductores, retaliativos o que en su defecto
se presentan como amenazas ante su poder; en los casos de VIF “desde la
violencia psicológica, la evidencia clínica muestra que una vez iniciado el conflicto,
y a medida que se va incrementando, tanto el hombre como la mujer pueden ser
expertos en lanzar golpes psicológicos intensos y muy precisos”, aunque respecto
a la visibilización sean las mujeres quienes más acudan a denunciar el hecho.
(Corsi. J, citado por ICBF, Girardota-Antioquia, 2004:17).

CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA FAMILIARLa violencia familiar

generalmente está dirigida hacia la mujer, y por lo tanto, los hijos son siempre testigos y

víctimas indirectas de la situación. Asimismo y frecuentemente, sufren el maltrato de

forma directa y experimentan el mismo tipo de actos violentos que la madre.


Consecuencias en los hijos:
Los niños son los más afectados psicológicamente cuando existe violencia
familiar, ya que se acostumbran a vivir en un ambiente de agresión y crecen con la
mentalidad de que así debe ser una familia.
Muy aparte de eso, los niños pueden optar dos perfiles:

 AGRESIVO: donde ellos también se convierten en agresores y son


violentos con su entorno

 PASIVO: ellos se muestran temerosos, se aíslan de la sociedad y crean


una barrera de miedo en su vida

Consecuencias en la victima:
 A nivel físico: lesiones (heridas, golpes, quemaduras, etc.), mayor
vulnerabilidad a padecer una enfermedad y descuido personal. En el caso
de las mujeres sufren riesgo de embarazos no deseados si son forzadas a
mantener relaciones sexuales.

 A nivel psicológico: puede aparecer


estrés postraumático, depresión,
ansiedad, baja autoestima, intentos
de suicidio, abuso de alcohol y otras
sustancias, disfunciones sexuales,
trastornos somáticos (dolores de
cabeza, problemas
gastrointestinales, malestar
generalizado e inespecífico,
etc.), sentimiento de culpabilidad,
sentimiento de desesperanza y
vacío.
 A nivel social: actitud de desconfianza y
hostilidad hacia todo el mundo, aislamiento
social, sentimiento de peligro y amenaza
constantes por parte de todo lo que les
rodea.

PROPUESTAS PARA EVITAR LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

La violencia en el hogar se consideraba como un asunto privado, pero hoy en día


es considerado un problema de salud pública y de derechos humanos.

La violencia en el hogar no solo afecta a los cónyuges sino también a los hijos de
las mujeres maltratadas, pues los varones al ver estas actitudes desde el hogar en
un futuro pueden llegar a convertirse en maltratadores ya que pueden llegar a
pensar que si el padre lo hacía porque ellos no pueden hacerlo, en el caso de las
mujeres pueden llegar a casarse pero pueden llegar a convertirse en victimas
sumisas de su pareja. El carácter de un niño se define a los 7 años pero en el
transcurso de la formación ellos aprenden de mama y papa, ponen en práctica lo
bueno y lo malo que ven en sus hogares y si los hijos no ven conductas
agradables de sus padres ellos aun así lo hacen pensando que no hacen mal
porque papa y mama lo hacen, pero estas malas actitudes ya quedaron en la
mente del niño y se convierten en un trauma. La violencia del hogar se hace notar
en los niños ya que el desempeño no es igual. Es notable cuando un niño tiene
problemas en el hogar ya que se mantiene alejado de cualquier actividad, no tiene
amigos, no le gusta que se le acerquen, agresividad y constantes pesadillas; pero
estas son solo consecuencias de la violencia en el hogar. Hoy en día
existen asociaciones contra la violencia en el hogar las cuales proponen lo
siguiente:

 Si en la relación antes del matrimonio se ven actos violentos es mejor hablarlo


y tratar de cambiarlo.
 Establecer límites en el matrimonio cuando empiezan a haber gritos, ya que
los actos violentos empiezan por la falta de comunicación en la pareja.
 Cuando se dé un problema tratar la forma de calmarse ya que hay niños de
por medio.
 Saber que cada decisión que tomemos va a afectar de buena o mala forma a
los niños.
 Si ya se llegó a un extremo en el que la violencia ya no solo es verbal sino
física acudir a un centro de consejería para la madre y para los niños.

 Denunciar cualquier abuso hacia la madre o a los niños.

ORGANIZACIONES DE PROTECIÓN CONTRA LA VIOLENCIA


FAMILIAR

En el ámbito internacional se han venido desarrollando, discutiendo y


materializando una serie de propuestas encaminadas a erradicar diversas
manifestaciones de violencia que se producen en contra de las mujeres
(víctimas más frecuentes), niñas y adolescentes. Entre las que podemos
mencionar:
La Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia
contra la mujer o "Convención de Belén do Pará" (OEA).
La Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer (ONU).
La Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra
la mujer, suscrita por el Perú el 23 de Julio de 1981.
UNICEF, organismo importante de mencionar, pues da financiamiento para el
desarrollo de programas de prevención, rehabilitación, investigación y
capacitación.
Asimismo, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba el 20 de
Noviembre de 1989, la comisión de los Derechos de las Niñas.
El Estado peruano lo aprobó en Agosto de 1990.
Según el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social dentro de sus estrategias
señala la participación de organizaciones de protección contra la violencia familiar
y entre ellas tenemos:

Fundación Amigos del Niño que Amerita Protección (FUNDANA).

Es una asociación civil sin fines de lucro. Integrada


por profesionales y técnicos del área social, que se
dedican a brindarle protección,formación y atención
integral a los niños a los que se les ha amenazado o
violado sus derechos privándolos del medio familiar.

Salven a los Niños

Es una organización fundada en Inglaterra en 1919. Trabajan en 70 países


incluyendo al Perú, por un mundo que respete y valore a cada niño y niña, que los
escuche y aprenda de ellos y donde todos tengan esperanza y oportunidad. Han
adoptado un enfoque holístico en sus trabajos, reconociendo y respondiendo a la
interdependencia entre los factores sociales, económicos y ambientales que
afectan
a la niñez y a la juventud. Así mismo, enfatizan el sentido local, el fortalecimiento
de capacidades y la participación genuina en el diseño, ejecutan el programa, con
especial interés en la participación de los
marginados por la pobreza y la discriminación.
Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar – INABIF

Es un programa del Ministerio de la Mujer y Desarrollo


Social- MIMDES, que tiene a su cargo la promoción
atención y apoyo a niños, adolescentes, jóvenes,
mujeres, adultos mayores y en general a toda persona
en situación de riesgo y abandono o con problemas
psicosociales o corporales que menoscaben su
desarrollo humano, a fin de alcanzar su bienestar y desarrollo
personal,fortaleciendo y desarrollando sus capacidades para convertirlos en
personas útiles a la sociedad, comunidad y familia en particular. El IN ABIF, tiene a
su cargo el Sistema Nacional para el Desarrollo de la Población en Riesgo,
ejerciendo las funciones de órgano rector. Bajo el citado marco, coordina,
supervisa y evalúa la gestión de las Sociedades de Beneficencia y Juntas de
Participación Social.

AMPF (Asociación Mutual de Protección Familiar)

La Asociación Mutual de Protección Familiar es un organismo cuya labor es la de


ayudar a satisfacer las necesidades básicas y aumentar la calidad de vida de las
persona. La AMPF considera que proteger la Familia, practicar la solidaridad y
ofrecer servicios para los individuos y sus familias es fundamental para el progreso
de la humanidad.

El Ministerio de la Mujer y del Desarrollo Humano (PROMUDEH)

Es la encargada de elaborar, coordinar y ejecutar las políticas y hacer el


seguimiento de programas y proyectos que aseguren un adecuado desarrollo
psicosocial de las víctimas de violencia familiar. Realiza una labor constante
dirigida a lograr la más amplia difusión de la legislación sobre la violencia familiar.
LA DEMUNA
Promueven y protegen los derechos de los
niños y adolescentes. El artículo 30 de la ley de
protección frente a la violencia familiar, e
establece que: La DEMUNA debidamente
autorizadas podrán, en ejercicio de sus
atribuciones, realizar audiencias de conciliaci ón
destinadas a resolver conflictos originados por la Violencia Familiar.

Centros Emergencia Mujer – CEM


Son servicios públicos especializados y gratuitos, de atención integral y
multidisciplinaria, para víctimas de violencia familiar y sexual. Brinda orientación
legal, defensa judicial y consejería psicológica. También se realizan actividades de
prevención a través de capacitaciones, campañas comunicacionales, formación de
agentes comunitarios y movilización de organizaciones e instituciones.

MITOS

 La función social de la mujer es la crianza de los hijos y el cuidado del


hogar. Debe comportarse de forma comprensiva, paciente, dulce..
 La función social del hombre es la de desarrollar una carrera profesional,
ocuparse del sustento económico de la familia y de las relaciones con el
exterior. Debe comportarse de forma decidida, segura, firme...
 El hombre es superior a la mujer, es más inteligente y está más capacitado.
 El hombre debe ser el cabeza de familia, el que tome las decisiones y el
que tiene poder y control sobre el resto de los miembros de la familia que
deben obedecerle.
 El hombre es el que manda en la familia y todos los demás deben
obedecerle.
 Las mujeres son inferiores al hombre y no tienen los mismos derechos.
 Si un hombre pega a una mujer es porque se lo merece o porque ella lo
provoca.
 El pegar a las mujeres es normal, es frecuente y no tiene repercusiones.
 Si quieres que te respeten tienes que ser violento.
En algunos sectores se continúa pensando que la violencia familiar se debe a la
desobediencia de la víctima, que constituye una especie de sanción por su
rebeldía. Esta perspectiva revela una concepción tradicional de familia patriarcal
en la cual los integrantes del núcleo familiar deben someterse a las decisiones
impuestas por el "jefe" de familia.

CONCLUSIONES

Ya sabemos que la violencia es un fenómeno social muy peligroso, saber que


decenas de personas mueren a causa de tiros y golpes, es saber que debemos
cuidarnos. Hay que tener muy en cuenta que debemos tratar de reducir la
violencia.
El primer paso es saber cómo controlarnos, saber manejar nuestros impulsos
negativos que tanto daño nos hacen. Así nuestra sociedad irá en un incremento de
paz y no habrá tantos tiros y muertes inocentes.
Debido a los afectos desbastadores que generan lo interno de las familias, pone
en peligro la estructura o la forma de la misma, es decir según la formación que se
le dé al individuo, así mismo actúa dentro de la sociedad que lo rodea. Nos afecta
a todos los miembros de una familia.
La auténtica educación tiene como fin el desarrollo integral de la persona; por eso
debe proporcionar, además de conocimientos, valores, creencias y actitudes frente
a distintas situaciones.
La comunicación es prevención porque nos posibilita encontrar un espacio, ser
protagonistas, el aprender a respetar al otro; posibilita la capacidad de aceptar el
error como incentivo para la búsqueda de otras alternativas válidas y ayuda a
superar las dificultades que se presenten.

Ademas En la familia, los más afectados en casos de violencia son los hijos.
Crecer en un ambiente donde no hay amor y todos los días son maltratos y gritos
perjudica mucho el futuro de los hijos, ya que crecen creyendo que es así como
debe ser una familia, también puede llevarlos a meterse a algún vicio y arruinar su
aprendizaje y su futuro.

BIBLIOGRAFIAS

http://www.monografias.com/trabajos15/la-violencia/la-
violencia.shtml#ixzz4eqCMUk7r

http://causas-consecuencias.com/causas-de-violencia-familiar/

https://es.wikipedia.org/wiki/Violencia_dom%C3%A9stica

http://www.monografias.com/trabajos15/la-violencia/la-violencia.shtml

http://causas-consecuencias.com/causas-de-violencia-familiar/

https://es.slideshare.net/stephanyliliana/violencia-familiar-tiposcausas-y-
consecuencias

http://ipir.com.pe/causas-y-consecuencias-de-la-violencia-familiar/

https://www.lifeder.com/violencia-intrafamiliar/
ANEXOS

ESTADÍSTICAS

En los últimos 12 meses el 28,2% de las mujeres de 18 y más años fueron


víctimas de violencia por parte del esposo o compañero

En el año 2015, el 28% de las mujeres de 18 y más de edad actualmente unidas,


han sido víctimas de violencia psicológica, física o sexual por parte del esposo o
compañero en los últimos 12 meses, informó el Jefe del Instituto Nacional de
Estadística e Informática (INEI), Dr. Aníbal Sánchez Aguilar. Asimismo, informó
que alguna vez en su vida, el 65,2% de las mujeres fueron víctimas de violencia
psicológica, física y sexual,

Durante su exposición en el Seminario Internacional “Medición de la Violencia


contra la Mujer por Encuesta de Hogares”, organizado por el INEI y el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) que se desarrolla del 11 al 13 de mayo del
presente año, indicó que son las mujeres las más propensas en verse envueltas
en situaciones de violencia por parte de sus esposos o compañeros, más aún si
trabajan (30,1%) y si laboran fuera del hogar (33,5%).

El 41,5% de las niñas y niños de 9 a 11 años de edad fue víctima de violencia


psicológica o física por parte de las personas con que vive

En los últimos 12 meses, el 41,5% de las niñas y niños de 9 a 11 años de edad fue
víctima de violencia psicológica o física por parte de las personas con que vive. De
este total, el 32,8% sufrió violencia psicológica y el 26,7% fue víctima de violencia
física; en tanto que el 18,0% manifestó haber sido víctima de violencia psicológica
y física a la vez.

Por su parte, el 73,8% de niñas y niños, fueron víctimas de violencia psicológica o


física alguna vez, de cuyo total, el 58,9% fue víctima de violencia psicológica y el
58,4% de violencia física, mientras que el 43,5% manifestaron haber sido víctimas
de violencia psicológica y física a la vez.

El 38,9% de las/los adolescentes de 12 a 17 años fueron víctimas de


violencia psicológica y física por parte de las personas con la que vive en los
últimos 12 meses

En el año 2015, el 38,9% de adolescentes, fueron víctimas de violencia


psicológica o física por parte de las personas con las que vive en los últimos 12
meses. El 33,3% fueron víctimas de violencia psicológica y el 20,2% de violencia
física; en tanto que el 14,6% manifestaron haber sido víctimas de violencia
psicológica y física a la vez.

Por otro lado, alguna vez en su vida el 81,3% de adolescentes, fueron víctimas de
violencia psicológica o física. El 67,6% fueron víctimas de violencia psicológica y el
65,6% de violencia física, mientras que el 51,8% manifestaron haber sido víctimas
de violencia psicológica y física a la vez.

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