Professional Documents
Culture Documents
PROHIBIDA
1
ÍNDICE
ÍNDICE…………………………………………………………………………………. 02
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………… 03
DEDICATORIA………………………………………………………………………. 04
AGRADECIMIENTOS………………………………………………………………… 05
CAPITULO 1 : DETENCION POLICIAL
1.1.-Introduccion………………………………………………………………………. 06
1.2.- Consideraciones Generales…………………………………………………… 06
1.3.- Análisis Constitucional………………………………………………………….. 07
2
INTRODUCCIÓN
3
DEDICATORIA:
4
AGRADECIMIENTO:
5
CAPITULO I
DETENCIÓN POLICIAL
1.1. Introducción
Desde la entrada en vigencia del nuevo Código Procesal Penal el cual fue
promulgado el 22 de Julio de 2004, es que se ha suscitado el interés en el análisis
de la detención, en el primer capítulo del presente trabajo de investigación
partiremos dando una visión de lo que es la detención policial y su tratamiento
a lo largo de la historia, su análisis constitucional, en un segundo momento nos
adentraremos en el estudio y tipificación que establece la constitución y las
normas legales, las cuestiones fácticas, las excepciones y por último las
respectivas consideraciones finales.
6
impedir que una persona abandone un lugar como conducirla contra su voluntad
a otro.1
7
Es así por citar algunas normas internacionales referidas a ello están el
artículo 3° de la Declaración de Derechos Humanos5, el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos de Nueva York del año 19966, en ellos se prohíbe
cualquier tipo de privación a la libertad salvo las establecidas en la Ley, en este
mismo entender tenemos lo establecido en el artículo 7° de la Convención
Americana de Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica de 19697.
Es así que la detención policial aparece como una medida cautelar cuya
única finalidad es asegurar el mantenimiento de un estado de hecho o de
derecho durante el desarrollo de un proceso, es decir asegura la garantía de la
sujeción al proceso penal de la persona imputada de un delito.
la Constitución de 1979.
7 De 22 de noviembre de 1969; ratificada por el Perú en la disposición general décimo sexta de
la Constitución de 1,979.
8 Artículo 2° Constitución Política del Perú de 1993.
8
aplicación debe ser una consecuencia directa de una valoración acerca de la
existencia de indicios de criminalidad.
1.4.1. ¿Bajo qué supuestos una persona puede ser detenida en nuestra
legislación?
9
b) Investigación procesal, que se inicia cuando el Ministerio Público
promueve la acción penal (artículos 112° y ss.).
1.5.1 Conceptos:
El artículo 259° del Código Procesal Penal ,modificado por la Ley 295699
establece los siguientes supuestos específicos de Flagrancia Delictiva: La
Policía Nacional del Perú detiene, sin mandato judicial, a quien sorprenda en
flagrante delito. Existe flagrancia cuando:
9De conformidad con el artículo 2º de la Ley N° 29372, publicada el 09 junio 2009, que incorpora
el inciso 6 a las Disposiciones Finales del Código Procesal Penal de 2004, el artículo 259º entran
en vigencia en todo el país el 1 de julio de 2009.
10
El derecho de defensa es un derecho fundamental y una garantía de todo
proceso penal, mediante la cual una persona ejerce y puede hacer valer toda
una serie de actividades o derechos que le permitan satisfacer sus expectativas
dentro de un proceso penal.
11
sobre sus derechos, de conformidad con lo establecido en el inciso 1 del artículo
67º e inciso h) del artículo 68º del Código Procesal Penal12.
Las medidas coercitivas que aplica la Policía Nacional del Perú se sustentan
según lo señalado en Inciso 3 del artículo 253° del Código Procesal Penal el cual
indica lo siguiente:
a) Solo si es indispensable.
b) En la medida y tiempo necesario para evitar: Riesgo de fuga;
Ocultamiento de bienes; Impedir la obstaculización de
la investigación y Evitar el peligro de reiteración delictiva.
12
1.6 Consideraciones finales respecto a la detención policial
13
CAPITULO II
PRUEBA PROHIBIDA
2.1. Introducción
14
reconocido en el artículo 139°, inciso 3) de la Constitución Política del
Perú”14
2.3. Concepto
Por otro lado, la prueba es ilegal o irregular toda vez que su obtención
configure violación de normas legales o principios generales del ordenamiento
de naturaleza procesal o material. Cuando la prohibición fue colocada por una
ley procesal, la prueba será ilegítima (o ilegítimamente producida); cuando, por
14 Expediente N° 010-2002-AI/TC, caso: Marcelino Tineo Silva y cinco mil ciudadanos, Tribunal
Constitucional fojas 16 al 23.
15CAROCCA Pérez, Alex. Editorial J.M. Bosch. Barcelona 1998, págs. 98 y ss.
16 Expediente N° 2053-2003-HC/TC, caso: Edmi Lastra Quiñónez, Tribunal Constitucional.
15
el contrario, la prohibición fue de naturaleza material, la prueba será ilícitamente
obtenida.17
La naturaleza jurídica de la prueba ilícita o también llamada prueba
prohibida parten de diversas posiciones al respecto primero los que consideran
como una garantía objetiva del debido proceso penal el cual es aplicable a
cualquier procedimiento o proceso penal.
En el EXP. Nº 00655‐2010‐PHC/TC, caso: QUIMPER HERRERA,
ALBERTO señala “(…) en consideración de este Tribunal la prueba prohibida
es un derecho fundamental que no se encuentra expresamente contemplado en
la Constitución, que garantiza a todas las personas que el medio probatorio
obtenido con vulneración de algún derecho fundamental sea excluida en
cualquier clase de procedimiento o proceso para decidir la situación jurídica de
una persona, o que prohíbe que este tipo de prueba sea utilizada o valorada para
decidir la situación jurídica de una persona”18
Según nuestro artículo VIII del Título Preliminar del NCPP señala:
“Todo medio de prueba será valorada sólo si ha sido obtenido e
incorporado al proceso por un procedimiento constitucionalmente
legítimo. (…).
Al hablar de los efectos de la prueba ilícita o prohibida hablamos de los
efectos reflejos los que se conocen también como pruebas ilícitas por derivación,
o sea, aquellas pruebas en sí mismas lícitas pero a las que se llega por
intermedio de información obtenida por la prueba lícitamente recogida. Es el
caso, por ejemplo, ejemplo, de la confesión arrancada mediante tortura, en que
el acusado indica dónde se encuentra el producto del delito, que viene a ser
regularmente incautado.
16
La prohibición de valoración debe alcanzar no solo a la prueba obtenida
ilícitamente sino también a todas aquellas pruebas que, a pesar de haber sido
obtenidas o practicadas de forma lícita, tengan su origen en la primera, lo que se
conoce como la teoría del fruto venenoso.
La llamada doctrina del “fruto del árbol venenoso” tuvo su origen en los
Estados Unidos de Norteamérica.
Allí recibe el nombre de “fruit of the posisonouns tree” o, más simplemente
“fruit doctrine”. Su origen se remonta al caso silverthorne Lumber Co. Vs Unites
States (1920) en el que la Corte estadounidense decidió que el Estado no podía
intimidar a una persona para que entregara documentación cuya existencia
había sido descubierta por la policía mediante un allanamiento ilegal.
Posteriormente, en (1939), ese tribunal hizo uso por primera vez de la expresión
“fruto del árbol venenoso”. (El subrayado y negrita es nuestro)
En este caso si policías ingresan ilegalmente al domicilio de la persona, o si
interrogan a un sospechoso por medio de apremios, los elementos encontrados
en el domicilio y las declaraciones vertidas por quien fue coaccionado no serán
admisibles como prueba en contra de quien ha padecido tal violación de sus
garantías constitucionales.
17
suprimiendo hipotéticamente el acto viciado, se puede igualmente arribar a sus
consecuencias por vías legales independientes.
En Argentina, en el caso se dijo que esta primera excepción a la regla de
exclusión se daría en caso de que hubiese un cauce de investigación distinto del
que culmina con el procedimiento ilegítimo, con base en lo cual pueda afirmarse
que existía la posibilidad de obtener la prueba cuestionada por una fuente distinta
o autónoma.
Esta excepción, también receptada en los Estados Unidos, recibe allí el
nombre de (fuente independiente). Su formulación se remonta al caso
Silverthorne Lumber Co. Vs Unites States, donde la Corte norteamericana
sostuvo que las pruebas obtenidas por vías ilegales podían de todas maneras
ser admitidas en juicio si el conocimiento de ellas podría derivar de una fuente
independiente.
La excepción ha sido también consagrada en los fallos: Fah Vs.
Connesticutm, Cecolini Vs United States y Bynum Vs. United States.
Si existe en un proceso un cauce de investigación distinto del que se tenga
por ilegítimo, de manera de poder afirmarse que existía la posibilidad de obtener
la prueba cuestionada por una fuente independiente.
18
comercio a quién pertenecía el sobre en cuestión. El empleado suministró el
nombre del acusado, quien era un cliente del referido comercio. Durante el
proceso el acusado buscó la supresión, como prueba, tanto del sobre
conteniendo la documentación incriminatoria como del testimonio del empleado
del comercio. La Corte estadounidense, en votación dividida, consideró al
testimonio del empleado como una prueba válida para justificar por qué se
aceptaba la exclusión del sobre, pero no la de la declaración del empleado.
2.5.3. Buena fe
Esta excepción es común, sobre todo en materia de allanamientos y
requisas, cuando por error se lleve a cabo un procedimiento que vulnera la
garantía constitucional en juego o su reglamentación, en el cual ha habido buena
fe de los funcionarios actuantes.
19
CONCLUSIONES
20
BIBLIOGRAFIA
21
ANEXOS
22
Exp. N.° 1324-2000-HC/TC
LIMA
En Lima, a los diecinueve días del mes de enero de dos mil uno, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de
los señores Magistrados: Rey Terry, Vicepresidente; Nugent; Díaz Valverde;
Acosta Sánchez; Revoredo Marsano y García Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Doña Katerine Ivanovna Vásquez Cucho, con fecha veintinueve de julio de dos
mil, interpone Acción de Hábeas Corpus a favor de don Florencio Chávez
Abarca, don Antonio Chávez Aguilar, don Martín Ugaz Romero, don Omar
Andía Vilcapoma, don Carlos Javier Esquerre Roldán, don Roberto Gómez
Arévalo, don Juan Carlos Pérez Rimari, don Cristobal Melo Quispe, don
Luciano Huamán Arizmendi, don Jaime Javier Alva Gutierrez, don Fulgencio
Beltrán Quesada, don Víctor Izquierdo Prado, don Pedro Uscamayta Vega, don
Henry Manuel Torres Rojas, don Alfonso Sandoval García y don Franklin
Huaitia Alfaro, contra la Comisaría de Monserrate, por considerar que se ha
vulnerado la libertad individual de todas estas personas.
23
Practicadas las diligencias de ley, el Juez del Primer Juzgado Corporativo
Transitorio Especializado en Derecho Público de Lima se constituyó a la
Comisaría de Monserrate, entendiéndose dicha diligencia con el Comandante
PNP Luis Ramos Hume, el cual manifestó que su participación en la
elaboración del atestado policial en el que figuran aproximadamente noventa y
dos detenidos, se hizo en su condición de Jefe del Grupo de Apoyo debido a las
intervenciones realizadas el veintiocho de julio en la marcha denominada "los
cuatro suyos". Puntualiza además que los partes respectivos fueron
recepcionados a las diecinueve horas de dicha fecha, elaborándose un solo
atestado policial, en el que se individualiza la participación de cada detenido,
documento que fue remitido al Ministerio Público para los fines de ley.
Oportunamente también se comunicó de cada detención al Ministerio Público,
al juez de turno y a la Fiscalía de Familia por haber participado algunos
menores. Al recibirse las declaraciones se contó con la presencia del Fiscal, la
Coordinadora de Derechos Humanos, así como de algunos abogados. Por
último se investiga la presunta comisión del delito contra la tranquilidad
pública, la paz pública, daños materiales y otros. A su turno también se recibe
la declaración del Fiscal Provincial en lo Penal de Turno de Lima, doctor
Richard Saavedra Luján, el cual manifiesta que se encuentra recibiendo a los
beneficiarios de la acción en calidad de detenidos con el Atestado Policial N.°
211-DINSE-JESE-DAS-PNP del veintinueve de setiembre de dos mil, por los
presuntos delitos contra la tranquilidad pública y otros, hechos relacionados con
los sucesos ocurridos en el centro de Lima el día veintiocho de julio. Respecto
de las diligencias a efectuarse señaló que se procederá a calificar el atestado y
a formular o no la denuncia correspondiente.
24
que se determine su situación jurídica; que si bien el artículo 2°, inciso 24),
literal f) del texto Constitucional señala que nadie puede ser detenido sino por
mandamiento escrito y motivado del juez o por las autoridades policiales en
caso de flagrante delito, de las manifestaciones corrientes en autos se aprecia
que los favorecidos se encontraban al momento de ser detenidos en las
inmediaciones de los lugares que sufrieron daños y fueron objeto de los delitos
consignados en el atestado policial, por lo que su detención se encuentra
enmarcada dentro de la "flagrancia", de ahí que hayan sido puestos a
disposición de la Fiscalía correspondiente y que consecuentemente la detención
preventiva de los presuntos implicados se encuentre ajustada a ley. Contra esta
resolución, la accionante interpone Recurso Extraordinario.
FUNDAMENTOS:
25
lugares donde se produjeron diversos actos contrarios al orden público
cometidos durante la secuela de la llamada "marcha de los cuatro suyos",
realizada el veintiocho de julio de dos mil; b) Del contenido del atestado
policial antes referido, y a diferencia de las actas de incautación obrantes
en el mismo respecto de otros intervenidos en la misma fecha, no aparece
que alguno de los ciudadanos a favor de quien se interpone la acción,
haya sido encontrado en posesión de elementos materiales que acrediten
la comisión de flagrante delito; c) De las papeletas de detención, obrantes
de fojas doscientos dos a doscientos diecinueve, aparece que la detención
se ha producido con el objeto de que se esclarezca la comisión de un
delito, pero no porque efectivamente se haya intervenido a tales personas
en el instante mismo que realizaban tales actos o huían de dicho lugar
con el objeto de evadir la acción policial; d) Que la interpretación
realizada por la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho
Público respecto del tema de la flagrancia, resulta incorrecta, pues tal
noción si bien se aplica a la comisión de un delito objetivamente
descubierto por la autoridad o al momento inmediatamente posterior a su
realización, en que se detecta al autor material pretendiendo huir del
lugar de los hechos, tal hipótesis no puede ser forzada hasta el extremo
de pretender que la simple cercanía al lugar donde acontece un delito, es
por sí misma elemento objetivo que configura dicha situación, pues con
semejante criterio, todas las personas, incluyendo autoridades distintas a
la interviniente, estarían inmersas en la pretendida flagrancia; e) Mucho
más equivocada es todavía la interpretación del Primer Juzgado
Corporativo Transitorio Especializado en Derecho Público, quien
pretendiendo desconocer lo resuelto por el Tribunal, en la ratio
decidendi de sentencias anteriores, busca justificar las detenciones
producidas en el marco de la función preventiva correspondiente a la
Policía Nacional conforme al artículo 166° de la Constitución Política
del Estado; f) Que por tal motivo y reiterando los precedentes sentados
con anterioridad, y a los cuales deben observancia obligatoria todos los
jueces y tribunales de la República, conforme lo señala la Primera
Disposición General de la Ley N.° 26435 –Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional, este Tribunal ratifica que las variables de causalidad a
los efectos de ejercer la potestad de detención, esto es, mandato judicial
y flagrante delito, constituyen la regla general aplicable a todos los casos
de detención, sea cual sea la naturaleza del ilícito cometido, de modo tal
que las llamadas detenciones preventivas o detenciones sustentadas en la
mera sospecha policial, carecen de toda validez o legitimidad
constitucional; g) Por último, el hecho de que el Ministerio Público haya
participado de alguna forma en las investigaciones realizadas, no
convierte en legítimas las detenciones realizadas, pues dicha entidad ni
sus representantes están facultados para convalidar actos de detención
26
fuera de las hipótesis previstas por la norma fundamental, como se ha
señalado en el fundamento 5 de la sentencia expedida en el Expediente
N.º 1107-99-HC/TC.
3. Que dentro de la misma línea de los fundamentos precedentes, pero
tomando en consideración que casos como el presente deben ser
analizados en todas sus consecuencias, este Tribunal no puede dejar de
advertir, que el hecho de que mediante la presente sentencia se asuma
que las detenciones cuestionadas han sido arbitrarias, y que por tanto, la
acción es fundada y la liberación de los detenidos, procedente, no
significa que el Tribunal Constitucional esté efectuando juicios de
valoración respecto de la inocencia o culpabilidad que puedan tener las
personas en cuyo favor se interpuso la presente acción, pues ello siempre
será atribución exclusiva y excluyente de las autoridades competentes,
en este caso, las judiciales, y por otra parte, dado el tiempo transcurrido
en la tramitación del presente proceso y por lo mismo que el
sometimiento ante las autoridades judiciales de los mismos favorecidos
del hábeas corpus, es una posibilidad que no puede quedar descartada,
debe quedar perfectamente señalado, que los términos del mandato de
liberación que a propósito de esta sentencia expida este Tribunal no
deben entenderse como oponibles a los mandatos de detención, que por
el contrario y sobre la misma investigación que se les siguen, puedan
haber expedido las autoridades judiciales competentes.
4. Que en consecuencia y habiéndose acreditado la transgresión de la
libertad individual de las personas en cuyo favor se interpuso el hábeas
corpus, resultan de aplicación, los artículos 1°, 7°, 9°, 11º y 12° inciso
10) y 13° de la Ley N° 23506 en concordancia con los artículos 1°, 2°
inciso 24) literal f) de la Constitución Política del Estado.
FALLA:
27
Izquierdo Prado, don Pedro Uscamayta Vega, don Henry Manuel Torres Rojas,
don Alfonso Sandoval García y don Franklin Huaitia Alfaro, siempre que no
exista mandato de detención expedido por autoridad judicial competente.
Dispone la notificación a las partes, su publicación en el diario oficial El
Peruano y la devolución de los actuados.
SS
REY TERRY
NUGENT
DÍAZ VALVERDE
ACOSTA SÁNCHEZ
REVOREDO MARSANO
GARCÍA MARCELO
28