4.

Señor Jesús, tú que escuchas lo que hay en nues- Señor Jesús, tú que nos envías tu Espíritu
tros corazones... nuestro entendimiento...
- Bendice nuestros oídos. - Bendice nuestros oídos.
Dios te salve María... Gloria...
5. Señor Jesús, tú que abriste los oídos de los sor-
dos...
- Bendice nuestros oídos.
Dios te salve María...
6. Señor Jesús, tú que nos das una nueva corripreñ-
sión de las cosas...
- Bendice nuestros oídos.
Dios te salve María...
7. Señor Jesús, tú que nos enseñas a escucharnos
los unos a los otros...
- Bendice nuestros oídos.
Dios te salve María...
8. Señor Jesús, tú que nos enseñas a dialogar...
- Bendice nuestros oídos.
Dios te salve María...
9. Señor Jesús, tú que nos hablas en las Sagradas
Escrituras...
- Bendice nuestros oídos.
Dios te salve María...
10. Señor Jesús, tú que nos hablas en el silencio
del corazón...
- Bendice nuestros oídos.
Dios te salve María...

-as-
 Callemos hermanos' Oraciones finales

Callemos hermanos y vuelva el silencio ración de entrega de san Ignacio

que ya hemos perdido el don de escuchar;
Toma Señor, y recibe
y en este tumulto de nuestras palabras,
toda mi libertad, mi memoria,
somos incapaces de escuchar a Dios.
mi entendimiento, y toda mi voluntad.
Callemos hermanos y que hable el Señor. Todo lo que soy, todo lo que poseo.
Los hombres llevamos mil máscaras vanas Tú me lo diste; a ti. Señor, lo torno.
.para no encontrarnos con nuestra verdad. Todo es tuyo.
Tememos mirarnos de frente a los ojos Dispon de mi según tu voluntad.
y al ver lo que somos, tener que cambiar. Dame tu amor y gracia,
que eso me basta.
Callemos hermanos y que hable el Señor.

"Esta fue la orden que les di:

Escuchen mi voz, así yo seré su Dios
y ustedes serán mi Pueblo;
sigan por el camino que yo les ordeno,
a fin de que les vaya bien"
(Jeremías 7, 23).
' Autor desconocido
Hola Jesús
, Hola Jesús, aquí estoy, soy tu criatura, tu discípulo¡^
tu amigo, tu adorador...
loy vengo a presentarte los cinco sentidos
primarios de mi cuerpo...
Pero no sé por qué digo "mis", pues en verdad
'.jjjgJl no son míos, sino tuyos.
Lo que sucede es que a veces me olvido de esta
realidad, y me adueño de lo que te pertenece
y que tú me has prestado; entonces no los utilizo
como tú quieres que lo haga, yendo incluso en
ocasiones en contra de tu voluntad.

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-41-
 Es por eso que hoy te pido perdón y a la vez
le pido que cuando me esté equivocando en el uso
de estos sentidos me lo recuerdes para que pueda
corregirlo y; fortalecida mi voluntad,
vaya desarrollando nuevos comportamientos
con la ayuda de tu gracia.
Ahora Jesús, te doy gracias por mis ojos y por el
sentido de la vista, poniendo mis ojos en los tuyos.
Parafraseando una popular canción puedo decir:
"gracias a mi Dios, que me ha dado tanto, me dio
dos luceros que cuando los abro, perfecto distingo
lo negro del blanco, y en el alto cielo su fondo
estrellado, y en las multitudes a quienes yo amo".
Hoy pido tu perdón por no haber alejado mis
miradas de aquello que me llevó a ofenderte.
Y sé que con tu perdón me llegará tu liberación
y sanación en esas áreas de mi vida
que están intrínsecamente relacionadas
con la capacidad de "ver".
También quiero pedirte Jesús, que así como los
párpados, las pestañas y las cejas protegen mis ojos.
Tú Señor seas el protector y el guía de las miradas
de mi alma, para que todo lo que yo mire sea a
m través de los lentes de tus Divinos Ojos,
m viendo la vida con ojos nuevos. Así sea.
1
2. Orando por el sentido del gusto
En este momento quiero agradecerte por el sentido
del gusto, el cual me permite notar la diferencia
entre lo dulce y lo amargo, lo ácido y lo salado.
Tú podrías habernos creado sin poner en nuestras
lenguas las papilas gustativas y entonces el
alimentarse hubiese sido tan sólo una obligación.
Pero te deleitas en ajiegrar a tus hijos, por eso nos
diste este regalo, para que al alimentarnos,
gustando la infinita diversidad de sabores,
nos gozáramos y te alabáramos
por un don tan delicado.
Sin embargo, el pecado de la gula nos ha llevado a
utilizar mal este don y así no sólo dejamos de darte
la gloria que te corresponde por los alimentos que
has creado, sino que también dañamos el cuerpo
que tú nos has prestado a lo largo de la vida.
• Perdóname Señor y sáname de la ansiedad oral,
I libérame de vivir como si fuese un esclavo de la
I comida y de los sabores, y concédeme una nueva
relación con los alimentos y con mi cuerpo, a fin de
que lo nutra con aquello que le hace bien.
 Contemplando Jesús tu modo de relacionarte
con los alimentos, hoy te pido la gracia
de asemejarme más a ti, y que cada vez que me
disponga a llevarme un bocado a la boca, sea con
el propósito de que mi cuerpo reciba salud y
bendición, para que así yo te alabe y glorifique.
Finalmente concédeme la gracia de sentir por la
vida que me regalas cada día un nuevo sabor,
y que tenga hambre y sed de llegar algún día
a saborear el manjar más exquisito de tu
presencia en la vida eterna.
Así sea.
3. Orando por el sentido del olfato
Te alabo Padre y te doy gracias, por haberme
regalado el sentido del olfato, por medio de él
uedo disfrutar al percibir los diversos olores y
perfumes de la creación.
Sana mi memoria olfativa de aquellos olores o
perfumes que mi cerebro asocia con momentos
dolorosos de la vida, para que también
en esta área de mi persona pueda avanzar hacia
una nueva frontera de libertad interior.
Sana también la faringe y las vías respiratorias
de quienes tienen alguna afección, liberando de
alergias, resfríos crónicos, dificultad
rntrn
para diferenciar los diversos aromas,
y cualquier dificultad en esta área.
Gracias porque puedo percibir el olor que produce
la tierra al ser bañada por la lluvia, el perfume
de la gran variedad de flores que creaste
y el aroma de la comida preparada por mi madre.
Te alabo y te bendigo mientras respiro lenta y
profundamente y me hago más consciente de las
fragancias y olores que me rodean.
4. Orando por el sentido del tacto
Señor Jesús, quiero darte gracias por mis manos,
por la piel y por el sentido del tacto.
Te alabo y te bendigo pues la piel, a la que le has
concedido la capacidad de restaurarse a sí misma
y con la que vistes todo mi cuerpo para
defenderme de las bacterias.
Hoy quiero pedirte que tu amor y tu gracia sean
como una segunda piel, para mi espíritu,
mi alma y mi cuerpo, y que me revistan totalmente,
protegiéndome contra toda fuerza de mal.
Sana también Señor, cualquier enfermedad de la
piel, de las células nerviosas, o de los músculos,
que pueda estar afectándome de algún modo,
y restaura asimismo mi memoria táctil de aquellas
experiencias traumáticas que me produjeron
•45-
 heridas afectivas llevándome a ser insensible,
temeroso, excesivamente tímido e inseguro,
o que me llevan a vivir encerrado en mí mismo.
Ayúdame Señor con tu Espíritu, a desarrollar
la capacidad de entrar en contacto de un modo
más amoroso y sabio con las personas que me
rodean, para que usando del buen tacto,
pueda ser paciente, amable, veraz,
firme y llevarles tu luz, tu contención
y tu amor a quienes me necesiten.
Que así sea.
5. Orando por el sentido de la audición
Te alabo Padre, por haberme regalado el oído
y el don de la audición.
Permíteme Señor parafrasear nuevamente
en forma de oración una conocida canción,
dándote a ti, autor de la vida y de todo lo que
existe, la gloria y el agradecimiento:
"Gracias mi Señor, que me has dado tanto.
Me has dado el oído que en todo su ancho,
graba noche y día, grillos y canarios, martillos,
turbinas, ladridos, chubascos, y la voz tan tierna
de quienes yo amo.
Gracias mi Señor, que me has dado tanto.
Me has dado el sonido y el abecedario
Con él, las palabras que pienso y declaro
Madre, amigo, hermano...
Gracias Señor de la vida, que me has dado tanto.
Me has dado la risa y me has dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto..."
Junto con mi gratitud recibe también Señor mi
pedido de sanación, pues Tú tienes el poder
de sanar mi memoria auditiva de todas aquellas
palabras y frases de crítica, burla o desvalorización
que yo escuché y que me afectaron profundamente.
Pon en este momento tus benditas manos sobre mis
oídos y ábrelos, para que puedan escuchar en mi
corazón tus susurros de amor y de revaloriazción,
de manera tal que yo pueda comunicarme de una
manera nueva con todos mis semejantes.
Amén.
"¡Den gracias al Señor, invoquen su Nombre,
hagan conocer entre los pueblos sus proezas;
canten al Señor con instrumentos musicales,
pregonen todas sus maravillas!
¡Gloríense en su santo Nombre, alégrense
los que buscan al Señor!"
(ICrónicas 16, 8-10).
-47-
Introducción ...
Oraciones iniciales 10

1° Misterio
En el primer misterio contemplamos los ojos de Dios y su
mirada puesta sobre la humanidad 12

22 Misterio'
i En el segundo misterio contemplamos a Jesús compartiendo
gunas comidas y oramos por el sentido del gusto 18

3- Misterio (
En el tercer misterio damos gracias a Dios por el sentido
del olfato 23

En el cuarto misterio contemplamos las manos de Jesús y oramos

por el sentido del tacto — , — —28

5^ Misterio
En el quinto misterio contemplamos a Jesús en actitud de
escucha y los oídos de Dios atentos a nuestra oración 35

Se terminó de imprimir en G. S. Gráfica s.r.l.,

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