“LA EMOCION DECIDE O LA RAZON SE IMPONE”

Tanto en las ciencias como en la política y en la vida cotidiana en general, se observa que el
progreso de la sociedad depende de los avances de la razón. Sin embargo el componente
emocional en muchas circunstancias, por no decir en la mayoría de los casos, es el que
prevalece y el que determina la toma de las decisiones. En efecto, gran parte de nuestras
acciones las desarrollamos inconscientemente y por ende desde el punto de vista emocional,
aunque nuestra mente encuentre luego una explicación consciente y razonable. Tanto es así, que se
considera que el 95% de las decisiones que se llevan a cabo son inconscientes y con una fuerte impronta
emocional.
Cada persona a través del día toma múltiples decisiones y cada una de ellas, aunque en la mayoría de los
casos no nos demos cuenta, dependen de un complejo proceso mental. Ciertas toma de decisiones son el
resultado del análisis y la razón, mientras que otras están relacionadas con las emociones y en general
estas últimas son más creativas. Es por ello que no hay un área específica del cerebro responsable de
elaborar la toma de decisiones sino que depende de diferentes sectores de acuerdo a cada situación.
Los avances de la Neurociencia están demostrando que la razón y la emoción son dos aspectos
inseparables de nuestra mente y que al momento de decidir predomina una u otra, dependiendo de cada
caso en particular.
Vestfrid Mario A. (2017): "Dialogando con la mente-Una visión desde la Neurociencia".