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INTRODUCCIÓN

En los últimos años Perú ha tenido un incremento importante en su economía


con un crecimiento de 3,9 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) en 2016,
indican datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Registros del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) de Perú,
señalan que el PIB creció 2,1 por ciento en el primer trimestre de este año, pero
en la zona norte, la más afectada por El Niño Costero, se contrajo 2,1 por ciento,
la mayor caída en 33 años.

El Gobierno estimaba que la economía peruana crecería 4,8 por ciento en 2017,
pero esta proyección disminuyó con el tiempo, primero por el efecto del caso
Odebrecht y luego por El Niño Costero.
El déficit de presupuesto podría aumentar por el equivalente de 0,5 por ciento del
Producto Interno Bruto este año, a medida que el Gobierno se endeude más.
PROBLEMAS ECONOMICOS EN ELPERÚ

1. El azote de El Niño Costero

Entre los meses de marzo y abril de 2017 se desató una emergencia a causa de
El Niño Costero que ocasionó lluvias, desbordes y huaicos, sobre todo en el
norte. El resultado fue trágico: más de 100 muertos, más de 170.000
damnificados y más de un millón de afectados.

Para enfrentar la situación, el Gobierno creó la Autoridad para la Reconstrucción


y posteriormente promulgó una ley para facilitar el proceso. Los daños del
fenómeno climático significaron un duro revés en términos económicos.

Los daños más graves se registraron en el norte del Perú: los departamentos de
Tumbes, Piura y Lambayeque fueron afectados por lluvias torrenciales que
provocaron inundaciones y huaicos.

Otros departamentos afectados fueron La Libertad y Áncash. Trujillo sufrió daños


tras la crecida de quebradas y varias vías de comunicación resultaron
bloqueadas. Mientras que Huarmey quedó inundado e incomunicado por el
desborde del río homónimo de la ciudad.

Las zonas ribereñas de la provincia de Lima sufrieron los desbordes de los ríos
Chillón, Huaycoloro, Rímac y Lurín; las zonas más afectadas fueron Carapongo,
Huachipa, Chosica y Cajamarquilla. El suministro de agua en la capital fue
restringido y en algunos sectores hasta suspendidos por varios días debido a la
naturaleza turbia de los ríos y al material sólido que dificultaba su tratamiento.

Otras provincias de Lima sufrieron también estragos: Huarochirí, donde la


localidad más afectada fue Santa Eulalia; y Cañete, cuya capital, San Vicente de
Cañete, sufrió la crecida del río Pócoto.

Más al sur, los departamentos de Ica y Arequipa sufrieron también los embates
de las lluvias y los desbordes de los ríos. En enero, la activación de las
quebradas provocó la inundación de la localidad de La Tinguiña (Ica). La ciudad
de Arequipa sufrió restricciones en el servicio de agua potable, debido a la alta
turbiedad registrada en el río Chili.
2. Salud

La crisis de salud en Perú es el resultado de la desinversión en el sector por


parte de los Ejecutivos peruanos. En la actualidad existen alrededor de 12.000
establecimientos de salud sin el adecuado equipamiento y cerca de mil de estos
tienen una infraestructura obsoleta.

El problema de la mala atención médica ha obligado a muchos ciudadanos a


tomar la decisión de ir a las farmacias para que los receten, en vez de asistir a
un centro de salud.

Esta demanda de servicios obliga a tomar mayores acciones para mejorar la


infraestructura en hospitales, equipamiento médico de alta tecnología y la
atención del personal asistencial, para cubrir el déficit estimado.

En entrevista para teleSUR el analista y sociólogo peruano, Héctor Bejar indicó


que el actual Gobierno de Perú no cuenta con los recursos necesarios ni la
voluntad de diálogo para responder a las demandas sociales en el país.

Bejar destacó que el Gobierno no cuenta con el personal calificado para sostener
conversaciones que lleven a una solución para solventar la actual crisis y afirmó
que el pueblo peruano está cansado de diálogos y quiere acciones que lleven a
solventar la situación.

Durante la campaña electoral, Kuczynski proponía una reforma al sistema de


salud pero hasta ahora no se ha concretado.
3. Pobreza

El INEI indicó que cerca de 264,000 peruanos volvieron de la pobreza durante


2016. En el informe técnico "Evolución de la Pobreza Monetaria 2007-2016" se
estima que en los últimos 10 años la pobreza se redujo en 28,4 puntos
porcentuales, mientras que solo disminuyó 7,1 durante el último quinquenio.
Sin embargo, la incidencia de la pobreza aún se observa de manera diferenciada
según el ámbito geográfico. En el área rural alcanza el 43,8 por ciento de la
población, mientras que a nivel urbano solo llega a 13,9 por ciento. Pese a esto,
la pobreza rural ha reportado una mayor reducción en los últimos siete años
(17,1 puntos porcentuales) frente a la urbana (siete puntos porcentuales).
4. Desempleo

El INEI reportó que en el trimestre de diciembre de 2016 y enero-febrero de


2017, la tasa de desempleo en Lima se ubicó en 7,7 por ciento y que es la tasa
más alta desde el 2012.

Durante el 2012, la tasa de desempleo en Lima Metropolitana tuvo como nivel


máximo 8,7 por ciento en el trimestre enero-febrero-marzo, el cual bajó a 8,1 por
ciento entre febrero y abril de ese mismo año.

“Se estimó que 403 mil personas buscaron trabajo de manera activa. El
desempleo afecta más a los jóvenes y a la población femenina”, dijo el jefe
del INEI, Aníbal Sánchez.

Agregó que en el período bajo análisis, la población ocupada de Lima


Metropolitana se incrementó en 1 por ciento, es decir, que se crearon 45.500
nuevos empleos.
5. Desigualdad

La organización humanitaria internacional Oxfam, en su índice de avances


contra la desigualdad, mostró las dificultades que tienen los peruanos para
acceder a derechos como educación, salud y derechos laborales, entre otros.

La brecha de desigualdad en el país está aún latente, y según Oxfam estancada


por la desaceleración económica.

Los impactos de la naturaleza que ha sufrido el país con el Niño Costero han
reflejado las grandes brechas de desigualdad que aún tiene el país y la
precariedad en la que viven muchos peruanos.

Uno de los principales retos que se ha propuesto el estado es que Perú al 2021
logre ingresar en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE), sin embargo, debido al sistema tributario regresivo que
tiene el país para Oxfam eso está aún muy lejano.

A esto se suma el proceso de reconstrucción que debe enfrentar el Gobierno tras


el fenómeno climático que requiere de mucho esfuerzo e inversión.

Para especialistas, el aumento en la recaudación tributaria es la clave para


reducir las brechas de la desigualdad; por ello una reforma tributaria es necesaria
para enfrentar el escenario actual.
6. Delincuencia

En Perú, como en toda Latinoamérica, el alto grado de inseguridad generado por


la violencia y la delincuencia obstaculizan el crecimiento económico y la
reducción de la pobreza. Sin embargo, la falta de datos precisos impide formular
en forma adecuada el problema. En el caso de Perú este asunto es, al parecer,
particularmente grave. Aunque no existen estudios concluyentes al respecto, se
estima que sólo el 25% de los actos delictivos son denunciados.
Por otro lado, los estudios realizados hasta el momento para el caso peruano
han incidido en una u otra manifestación violenta o criminal para sugerir así los
niveles de inseguridad imperantes. Asimismo, gran parte de las inquietudes se
han focalizado en el ámbito de Lima Metropolitana.
Estos enfoques si bien son valiosas contribuciones no dejan de ser parciales.
Este documento busca suplir estos vacíos. En ese sentido ha reunido y ordenado
la información oficial disponible tratando de darle coherencia estadística
mediante el levantamiento de índices. También ha interrelacionado las diversas
manifestaciones de violencia que se producen en todo el país, según tipo y
frecuencia.
TENDENCIA ECONÓMICA EN EL PERÚ EN EL AÑO
POSTERIOR
DEMANDA INTERNA
En primer lugar, luego de 14 trimestres consecutivos de caída, la inversión
privada empezó a crecer desde la segunda mitad del 2017, lo cual se espera que
continúe el próximo año.

Este crecimiento responde, principalmente, a la recuperación de los términos de


intercambio y mejores niveles de confianza empresarial. Respecto a los términos
de intercambio, la expectativa de mayores precios de los metales en el mediano
plazo, en particular del cobre, permite a las empresas mineras iniciar inversiones
en exploración, así como de sustitución de equipos y mejoras en infraestructura.
Entre las grandes inversiones mineras que se espera que se inicien en el 2018,
podría destacar el proyecto cuprífero Quellaveco, en Moquegua, el cual invertiría
cerca de US$5.000 millones durante un período de cuatro años –aunque es
posible que su ejecución se retrase al 2019–.

La recuperación de la inversión privada también se debe a la solidez de otros


indicadores de demanda interna. Según el BCR, la confianza empresarial ha
aumentado sostenidamente en la segunda mitad del 2017 y a noviembre se
encuentra en su nivel más alto en tres años. Asimismo, se observa una
recuperación de las importaciones de bienes de capital, indicador de la demanda
de inversión, luego de casi cuatro años de caída. Asimismo, se espera un
importante avance de proyectos de infraestructura concesionados, como la
ampliación del aeropuerto Jorge Chávez y la línea 2 del metro de Lima. No
obstante, la coyuntura política puede impactar sobre la confianza ganada y los
esfuerzos por destrabar grandes proyectos de inversión.
La inversión pública, por su lado, sería uno de los principales contribuyentes del
crecimiento del producto. Según el BCR, los motores que explicarían este
crecimiento son la construcción de la infraestructura necesaria para los Juegos
Panamericanos y la reconstrucción con cambios, que involucra un plan de 9.804
proyectos por más de S/25.655 millones a lo largo de cuatro años. Estimaciones
del Ministerio de Economía (MEF) señalan que, sin el gasto en reconstrucción,
el PBI crecería 2,7% en vez de 4% durante el 2018. Respecto a esta, a
noviembre, solo se habían adjudicado obras por S/375 millones y ejecutado casi
S/110 millones. Con las elecciones regionales próximas y las limitaciones
institucionales de algunos ministerios y gobiernos subnacionales, buena parte de
la ejecución planificada para este año podría retrasarse al 2019.
Otro componente importante del PBI que se espera tenga un mejor desempeño
en el 2018 es el consumo privado. Esta mejora se explicaría por un mayor
crecimiento del empleo e ingresos, producto de la mayor inversión privada y
pública, y, en parte, por el rebote estadístico, dado el muy bajo crecimiento que
tuvo el consumo en el primer semestre del 2017. Otro factor que incidiría en su
recuperación es el mayor crecimiento del crédito de consumo, el cual en el primer
trimestre del 2017 tenía una variación real anualizada un poco mayor de 4% y a
fines del 2017 creció cerca de 6%.
FRENTE EXTERNO

Por el lado externo, se prevé una desaceleración de las exportaciones debido a


la moderación del crecimiento del sector minero.

En el caso del cobre, la producción en Cerro Verde y Las Bambas ya alcanzó su


nivel óptimo, mientras que la ampliación de Toquepala, que inicia operaciones
este año, recién alcanzará su máxima capacidad en el 2019. Asimismo, el
incremento de la producción de zinc deberá moderarse luego del fuerte aumento
en el 2017. En cuanto a las importaciones, se espera un mayor crecimiento en
función de la recuperación de la demanda interna.
INFLACIÓN

Respecto a la inflación, la reversión de los efectos de El Niño costero a lo largo


del año la ubica en su nivel más bajo desde el segundo trimestre del 2010.

Por ahora no se esperan mayores presiones inflacionarias debidas a que el


crecimiento se ubicaría debajo de su potencial en el 2018, a la baja probabilidad
de incrementos fuertes del tipo de cambio y a que no hay indicios de eventos
climáticos adversos. En este escenario, se proyecta que la inflación caiga por
debajo de 1% en el primer trimestre y, posteriormente, se acerque a alrededor
de 2% a fines de año.
POBREZA EXTREMA UN PROBLEMA ECONÓMICO

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