Professional Documents
Culture Documents
SENSACIONES SENTIDAS.
La visión clásica.
En la literatura clásica acerca del Focusing (Gendlin, 1969, 1980, 1981, 1996)
se enseña que la sensación sentida siempre se presenta hacia el centro del cuerpo;
esto es: garganta, pecho o abdomen, y que es desde allí donde “surgen” los nuevos
significados que permiten al focalizador llevar su experiencia adelante. Al mismo
tiempo que se señala esto, se menciona que en la práctica de la psicoterapia es posible
encontrar personas que experimentan sensaciones corporales periféricas, o sea, que
no se presentan en el área del tronco, como cabeza, brazos, manos, piernas, etc., pero
que éstas no constituirían una sensación sentida ya que, supuestamente, carecen de
significados implícitos. Así, encontramos algunas citas de Gendlin muy claras al
respecto, como por ejemplo:
En base a esta con concepción, cuando una persona experimenta una sensación
corporal periférica durante el desarrollo de un Focusing, por lo general, se le invita a
advertir si en medio de su cuerpo (garganta, pecho o abdomen) hay una sensación
sentida que pudiera dar alguna luz sobre la situación que está tratando, o acerca de lo
que esta sensación corporal periférica pudiera implicar o significar (Gendlin, 1981;
Weiser Cornell, 2001). Algunas sugerencias para lograr esto serían:
“¿Puedes ver si en medio de tu cuerpo hay algo que te diga qué hay en esa
tensión que tienes en las piernas?”.
“¿Hay en tu pecho alguna sensación que tenga que ver con ese peso que
sientes en los hombros?”
En muchos casos resulta que sí es posible hallar en el área del tronco una
sensación sentida que acompaña y da significado a las sensaciones periféricas, y en
tales casos el tipo de sugerencia que se cita arriba es de bastante ayuda. Pero
también ocurre que a veces las sensaciones corporales periféricas se presentan de
forma intensa de modo que la atención del cliente se desplaza hacia ellas aunque haya
también una sensación sentida en medio del cuerpo; o bien lo hacen sin estar
1
Reformulación del escrito “Sensaciones Sentidas Periféricas: Propuestas para integrarlas en el
proceso psicoterapéutico” (Robles, 2005, trabajo no publicado).
acompañadas de una sensación de esta naturaleza, de tal forma que hacer el tipo de
sugerencias que se citó anteriormente puede constituir un desaprovechamiento del
paso necesario para continuar con el Focusing, o incluso, puede convertirse en una
intervención contraproducente, ya que el focalizador puede sentirse poco escuchado o
no del todo aceptado.
Corporalmente sentida.
2
Las negrillas fueron agregadas para enfatizar la idea.
Gendlin (1973) se adelanta a distinguir que este planteamiento no constituye
un “reduccionismo fisiológico”, ya que no describe el cuerpo sólo en relación a su
componente físico, si no a como se vive éste subjetivamente, “como se siente el
cuerpo desde su interioridad”. Sin embargo, más recientemente, su propuesta ha sido
catalogada de “reduccionismo fenomenológico”, ya que la creación de significado y la
expresividad del self estarían relegados específicamente al proceso de experiencing y a
la capacidad de sentir el cuerpo interiormente (Prouty, 1999). Esta especie de
reduccionismo fenomenológico, se visualiza más claramente, cuando se refiere a la
sensación sentida como único objeto de atención para adentrarse en la búsqueda de
significado, (1962, 1964, 1973, 1980, 1981, 1996); como claramente se aprecia en la
cita del autor presentada al inicio de este escrito.
En-Interacción.
Al mismo tiempo que Gendlin plantea que la corporalidad tiene un lugar central
en la experiencia, menciona que la interacción es totalmente constituyente de toda
experiencia, y que en cierto sentido, el entorno que forma parte de la interacción
resulta inseparable del experienciar (1973, 1989, 1998).
Para señalar lo anterior de un modo más simple, podemos declarar por ejemplo
que, como seres humanos tenemos la capacidad de sentir frío, debido a nuestra
constitución física y significante que nos permite sentir temperaturas, en la medida que
nuestro cuerpo interactúa en un ambiente en el cual se puede sentir frío. O sea, la
experiencia del frío no es algo inherente y exclusivo del organismo, sino que una
posibilidad de éste en su inseparable e indivisible interacción con el medio ambiente.
Del mismo modo, el frío no es sólo inherente al medio ambiente. El frío no viene de
afuera hacia adentro, ni tampoco de adentro hacia fuera. El-frío-es-una-posibilidad-
del-organismo-en-interacción-con-su-entorno.
“Los cuerpos no son fijos. Sobre una nueva superficie, el animal anda como
nunca lo hizo. Su andar ya está constituido, pero en interacción con la
nueva superficie, el andar surge de forma diferente, inmediatamente”
(Gendlin, 1989; en Alemany, 1997, p. 384).
Si una persona habla de sus sentimientos con alguien que la escucha y la tiende
de un modo en que nunca otro individuo le había escuchado, entonces su forma de
expresar sus sentimientos, y la forma en que se contacta con ellos, será
automáticamente diferente. De la misma manera, si se atiende el cuerpo de una
manera en que nunca se había hecho, éste puede expresarse de maneras nuevas y
creativas.
Orientación.
Gendlin (1973; en Alemany 1997, p. 157) plantea que: “La experiencia siempre
tiene una finalidad”.
Atención y novedad.
Por otra parte, cualquier sensación que surja como resultado del proceso de
auto-atención que realiza el focalizador (el cual se enmarca dentro de un proceso
interaccional mayor), y que le de a éste la impresión que implica algo más; o bien
cualquier sensación de la que puedan “emerger” palabras, imágenes o algún
movimiento que pueda develar un nuevo significado implícito, puede ser considerada
una sensación sentida.
Definición y Descripciones.
Cara: Sensación de que la cara se cae a pedazos, como la fachada de una casa
en que se cae la pintura vieja, como si se cayera una máscara, sensación de
necesidad que algo más auténtico o nuevo surja, sensación que los temores y
las defensas se disipan, etc.
Hombros: Sensación de llevar un peso, sensación de algo que tira para abajo,
tensión que se ciñe sobre otra zona del cuerpo, etc.
Manos: Sensación de necesitar apretar algo, como una sensación que expresa
la rabia; sensación de que las manos se caen, que no sostienen o que pierden
fuerza; o bien sensación de querer cobijar algo como necesitando acoger una
parte de uno mismo.
Entre las posibilidades de acción o expresiones que podemos probar para llevar
adelante una sensación sentida periférica, encontramos la atención, las palabras, las
imágenes, el movimiento corporal, el “dialogo” entre sensaciones, entre otras, como se
verá a continuación.
En todo caso se debe tener en cuenta que así como el contacto físico puede ser
de ayuda, también puede resultar entorpecedor del proceso, sobre todo con personas
que se pudieran sentir incómodas con cualquier tipo de acercamiento. Obviamente, no
sería ético tocar a las personas en partes más privadas como las piernas o el pecho.
3. Reconocer cuándo aparece: Muchas veces, antes que la persona logre dar con la
cualidad de una sensación sentida (“tensa”, “asustado”, “como si esperara algo”, etc.),
puede ser capaz de señalar aspectos mucho más básicos acerca de ella. Es posible
constatar, por ejemplo, cuando aparece una sensación en el contexto de la
interacción y de la conversación: “Apenas me dijo usted eso, me acordé de mi marido
y me vino está sensación en la cabeza”. Si el cliente no realiza espontáneamente esta
asociación, nosotros podemos consultar por ella. Obviamente, no preguntamos esto
por mera curiosidad, sino porque sencillamente resulta más fácil atender
pacientemente algo cuando entendemos que se relaciona con un contexto
interpersonal y no pensamos que sólo se trata apenas de una “rara sensación ahí en
las piernas”.
Otro ejemplo, una persona tiene una sensación en la cara, como si de ésta se
desprendieran pedazos (esta es la acción o movimiento), después de un rato de
atención logra precisar que es como si se tratara de una “renovación” (la cualidad del
sentimiento); más tarde, al resonar la palabra “renovación”, se da cuenta que ya no se
ve a si mismo de la misma forma, que su vieja imagen de si misma se desprende y le
da lugar a una imagen más nueva y agradable.
En algunos casos hay sensaciones con características muy claras, que las
personas logran describir de diversas formas casi de inmediato; pero en otros, las
personas deben tomarse un poco más de tiempo para dar con una palabra o imagen
que encaje con eso que están sintiendo, y si aquello no prospera, el terapeuta le podrá
sugerir si puede permitir que una imagen se forme a partir de tal sensación, para
luego permanecer otro momento resonando la palabra o la imagen contra ella.
Sabremos cuando una palabra o imagen es realmente sentida cuando su aparición
efectivamente produzca algún efecto sobre la sensación o conduzca a un mayor nivel
de conciencia acerca de la situación que se está tratando.
6. Permitir el movimiento corporal: Puede que la acción corporal que surge desde
una sensación sentida sea tan poderosa como las palabras o las imágenes que
normalmente se utilizan para referirse a ella (Gendlin, 1981), y esto puede ser más
cierto en el caso se de las sensaciones sentidas periféricas, sobre todo si se
manifiestan en las extremidades (piernas y brazos). Por ejemplo, cuando el cliente
experimenta una sensación sentida en sus manos y brazos, y no logra precisar
verbalmente lo que la sensación le transmite, podemos consultarle si con ella se le
produce la necesidad de realizar algún tipo de acción, y sugerirle que nos grafique qué
movimiento corporal le viene.
7. Convocar a una sensación aliada: Algunas personas tienen una vivencia negativa
acerca de su propia corporalidad; no les agrada su cuerpo y con regularidad
experimentan una sensación corporal desagradable. Siempre llevan tensión en las
piernas, los hombros, la cabeza, etc. En estos casos, la aparición de una sensación
corporal periférica puede tener relación con ese tipo de sentimientos. Por ejemplo,
una persona con problemas de sobrepeso y con una crítica visión acerca de su cuerpo,
puede quejarse constantemente de sensaciones desagradables e intensas en sus
piernas y brazos “fofos”; como una especie de manifestación concreta de la Crítica
Interna o del Superyó en un lugar específico del cuerpo. En estos casos, en que las
sensaciones vienen asociadas con una alta dosis de crítica y un evidente bloqueo en el
proceso, podemos convocar a una “sensación aliada”, o sea, una sensación que la
persona pueda experimentar como neutra, positiva, o notoriamente diferente de las
sensaciones corporales desagradables. Si la persona tiene una persistente, molesta
y/o dolorosa sensación, por ejemplo, en las piernas, tal vez encuentre una sensación
más agradable en la cara, en las manos o al centro del cuerpo, y recibir los
sentimientos que surgen al atender aquella nueva sensación. Permitir la atención
sobre estos nuevos sentimientos puede traer algún tipo de clarificación sobre la
sensación que originalmente se estaba atendiendo, y luego, por supuesto, se puede
volver sobre ésta o sobre ambas, como prefiera el cliente.
3
Cuando escribí la versión original de este texto (Robles, 2005), apenas intuía que podría ser
posible convocar una sensación aliada, y solamente confirmé que se trataba de algo factible (en
la práctica) casi un año después de haber escrito tal idea. Más recientemente, comprendí que
diversos autores también mencionaban esto como una alternativa útil (Leijssen, 1998; Mueller &
Feuerstein, 1999; Grindler, 1999).
8. Facilitar el diálogo entre sensaciones: Es posible establecer diálogos entre dos
sensaciones corporales, de un modo similar en que realiza con la técnica gestáltica de
las dos sillas4. Este sencillo procedimiento se puede aplicar cuando hay dos
sensaciones corporales claramente identificables. La idea es establecer una dinámica
entre dos sensaciones que pueden guardar relación con diferentes aspectos del sí
mismo: una parte que es coercitiva y otra que se siente victimizada; o bien, una parte
que aporta fuerza y otra que se siente vulnerable, por citar algunas posibilidades.
Por ejemplo, podemos encontrar una tensión en los hombros que se dirige hacia
otro aspecto que se siente como presionado en el pecho. También podemos hallar una
intensa sensación en la cabeza que se presenta junto a otra sensación en cualquier
otra parte del cuerpo. En cualquier caso, podemos consultar cosas como: “¿Qué
necesita presionar aquella tensa sensación?”, “¿Cómo se siente aquella parte con toda
esa presión que viene de los hombros?”, “Si esa sensación de la cabeza pudiera decirle
algo a la otra sensación que tienes en el pecho, ¿qué le diría?”, u otras cosas similares.
4
Aunque yo no creo necesario hacer que una persona se tenga que cambiar de asiento
para realizar esto.
causa la muerte. El recorrido era el mismo pero a la inversa; y el proceso, en la
situación de Focusing evidentemente fue de sanación.
BIBLIOGRAFÍA