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Art. 3°. Toda persona tiene el goce de los derechos civiles salvo las excepciones
expresamente establecidas por ley.
Art. 18°. Toda persona humana goza de la aptitud para ser titular de derechos y deberes
jurídicos. La ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos o actos jurídicos
determinados.
Para la modificación del art. 3 del CC, FERNANDEZ SESSAREGO, propone el texto
siguiente:
Refutando esta doctrina, comencemos por precisar que, paradójicamente, el ser humano
es, al mismo tiempo, esencialmente individuo (y como tal inmutable, inconfundible,
insustituible e irrepetible; no existen dos seres humanos iguales en el mundo) y
esencialmente sociedad (el ser humano no puede ser sin la sociedad: sin ella devendría
en un animal irracional más). De otra parte, el ser humano es libre, no hay acto humano
sin libertad, pero «la libertad no es algo congénito en el hombre, sino algo que el hombre
tiene que conseguir Luchando incesantemente y resistiendo los flujos exteriores y sus
propias inclinaciones», la historia de la humanidad es una historia de la incesante lucha
del ser humano por conseguir un mayor ámbito de libertad. Por eso se ha dicho que la
historia es el estudio y comprensión de la libertad del hombre, el análisis de la acción libre
del hombre, de los esfuerzos por la ampliación del marco en que el hombre puede vivir en
libertad. No podemos dejar de reconocer que el derecho de libertad encuentra su límite en
el derecho de libertad de los demás y en los deberes que el Derecho impone en beneficio
de la existencia de una comunidad erigida sobre Ia idea del Derecho. La convivencia y el
orden son imposibles entre individuos radicalmente libres. El ser humano es
incomunicable y, a la vez, comunicable, por naturaleza, o sea tiene un ámbito de
incomunicabilidad (su mundo interno) y otro comunicable (no puede existir como ser
humano SiflO en una permanente comunicación con los demás seres humanos).
El concepto de libertad, como dice PAREDES (241) citando a Gonzalo Redondo y a Lord
Acton, depende de que se conciba al hombre como Individuo, o como parte de un
colectivo, o como persona.
La teoría que sostiene que no es posible limitar la capacidad de goce, identifica al ser
humano (como realidad preexistente al Derecho), con la personalidad jurídica o
subjetividad jurídica o capacidad jurídica o de goce (aptitud para ser sujeto de relaciones
jurídicas). Los individuos y los grupos, sociales constituyen una realidad preexistente a la
intervención del Derecho, pero la subjetividad jurídica no se identifica necesariamente con
dicha realidad. La capacidad jurídica o personalidad jurídica es reconocida o atribuida al
hombre por el Derecho.
Estados con ordenamientos jurídicos de muy distinto signo y con concepciones del
hombre sustancialmente diferentes determinan —dice GONZALEZ— que «se llegue a
soluciones radicalmente contrarias sobre temas fundamentales tan de nuestros días como
la admisibilidad de ciertas formas de procreación y manipulación genéticas, el aborto, la
disponibilidad de órganos humanos, los experimentos médicos con personas y la
eutanasia».
La subjetividad jurídica es la aptitud que tiene un ente para ser sujeto de relaciones
jurídicas. El presupuesto de una relación jurídica es un hecho concreto de la vida real (ej.,
Ticio causa un daño a Cayo; María contrae matrimonio con Juan).
Tal hecho constituye el substrato de la relación jurídica, pero no es la relación jurídica
misma, sino que es una simple relación social, una pura relación de hecho. La relación
jurídica es creada por el ordenamiento jurídico sobre la base de la relación social, a la
cual (previa valoración no sólo del comportamiento de las personas sino también de su
aptitud para atribuirles derechos o deberes) vincula determinados efectos jurídicos
consistentes en derechos y los correspondientes deberes u obligaciones.
No existen derechos ilimitados, todo derecho, por más fundamental e inviolable que sea,
tiene sus límites establecidos de acuerdo a las valoraciones que haga cada ordenamiento
jurídico. Por ej., el Tribunal Constitucional español, en sentencia del 11 de abril de 1985,
invoca la dignidad personal de la mujer para justificar el aborto cuando el embarazo es
consecuencia de la violación: “La gestación ha tenido su origen en la comisión de un acto
no sólo contrario a la voluntad de la mujer, sino realizado venciendo su resistencia por la
violencia, lesionando en grado máximo su dignidad personal y el libre desarrollo de su
personalidad, y vulneran de gravemente el derecho de la mujer a su integridad física y
moral, al honor, a la propia imagen y a la intimidad personal (...) Obligarla a soportar las
consecuencias de un acto de tal naturaleza es manifiestamente inexigible: la dignidad de
la mujer excluye que pueda considerársela como mero instrumento, y el consentimiento
necesario para asumir cualquier compromiso u obligación cobra especial relieve este caso
ante un hecho de tanta trascendencia como el de dar vida a un nuevo ser, vida que
afectará profundamente a la suya en todos los sentidos». Nadie puede ser titular de una
libertad sexual ilimitada porque ello significaría suprimir la dignidad y libertad sexual de los
demás.
La capacidad juridica, o capacidad de derechos, expresa Messineo, es un atributo de la
personalidad del sujeto y de su existencia, y consiste en la aptitud para ser sujeto de
derechos subjetivos en general. La capacidad jurídica no es ella misma un derecho
subjetivo, sino una cualidad jurídica que es el antecedente lógico de los derechos
subjetivos singulares. Es incompatible con la civilización moderna privar al sujeto de su
capacidad jurídica general, pero es admisible que se den parciales privaciones de la
capacidad jurídica. En tales casos se da una incapacidad jurídica limitada y no una
incapacidad de obrar. Así, los extranjeros gozan de los derechos civiles, pero no de los
derechos políticos; un niño no goza del derecho de contraer matrimonio, de adoptar de
testar; la legislación fascista había introducido restricciones a la capacidad jurídica, por
razones de raza, a cargo de los hebreos.
En mi fuero interno puedo tener la libertad dc querer someter a esclavitud a todos los
peruanos indignado por su ineptitud para reaccionar frente al accionar manifiestamente
doloso de individuos de las más altas esferas del gobierno, pero el ordenamiento jurídico
haciendo una valoración negativa dc tal deseo ha suprimido la institución de la esclavitud.
En cumplimiento de su función de prevención de comportamientos antisociales el
ordenamiento jurídico no reconoce a las personas la capacidad jurídica para ser titular del
derecho de esclavizar a los demás o de matar, robar, causar daño a otro, etc.
No se puede con fundir capacidad de goce, que es la aptitud para ser titular de derechos y
deberes, con capacidad de ejercicio, que es la idoneidad de la persona para realizar actos
lícitos o ilícitos, cuyo fundamento se encuentra en la capacidad natural dc discernimiento
Tampoco hay que confundir persona finca o natural con personalidad o subjetividad
jurídica, la cual no depende solamente de la existencia de la persona física, sino de la
valoración que de ella haga el ordenamiento jurídico.
La capacidad de goce no vs una pura aptitud una mera potencialidad sino que es una
aptitud potencial o real, efectiva. Por ejemplo, un concebido y un recién nacido tienen real
y efectivamente derechos subjetivos que les son reconocidos y tutelados por el
ordenamiento jurídico, tienen una efectiva capacidad de goce sobre tales derechos, pero
no es posible que todos estos derechos sean ejercitados por su titular, por carecer ¿sic de
capacidad de ejercicio. Si un adolescente de 14 años de edad es propietario de una casa,
tiene un poder de goce directo sobre dicho bien, es plenamente consciente que el bien le
pertenece en propiedad. y todos los demás sujetos están en el deber de no perturbarlo en
el goce pacifico de su derecho, pero no puede realizar sobre él actos dc enajenación o
gravamen por carecer de capacidad de ejercicio, no tiene idoneidad para desplegar
directamente su propia autonomía negocial y procesal.
El ordenamiento jurídico reconoce y tutela a este incapaz de obrar en su capacidad de
goce real, objetivada., como titular del derecho de propiedad, pero no le reconoce la
capacidad de ejercicio. Un razonamiento lógico recto, acorde con la realidad de los
hechos, no nos permite, en el ejemplo propuesto, negar que el menor sea titular del
derecho de propiedad y que disfrute de una capacidad de goce directa sobre el bien que
le pertenece, así como no podemos negar que carece de capacidad de ejercicio por cito,
su derecho subjetivo dc propiedad es ejercido por sus representantes legales.
Los derechos subjetivos son los que el ordenamiento jurídico reconoce, atribuye,
garantiza y tutela a los sujetos de Derecho. No es concebible que algunos derechos
fundamentales básicos como et de la dignidad de la persona y todos los otros derechos
inherentes a ella, sólo se reconozcan a algunas personas en las que concurren
determinadas condiciones. Pero esto no significa que existan derechos como los referidos
a la actuación en el ámbito del Estado, las constituciones como la peruana de 1993, los
reconozcan solamente a los nacionales y no a los extranjeros. Por ej., para ser
Congresista, Presidente de la República, o Magistrado de la Corte Suprema se requiere
ser peruano de nacimiento (arts. 90, 110 y 147.1 de la Constitución, respectivamente).
Frente a estas disposiciones no se puede argumentar que los extranjeros no han perdido
su capacidad de goce, sino que están solamente limitados temporalmente para ejercer su
inherente capacidad de goce a desempeñar estos cargos limitación que quedará
eliminada cuando se deroguen tales disposiciones. Una argumentación así carece de toda
relevancia para el Derecho la verdad es que la capacidad de goce como aptitud para ser
titular de derechos es limitada cuando el Derecho positivo no reconoce a la persona
determinados derechos.
La capacidad de goce opera dentro del ámbito que le reconoce el ordenamiento jurídico.
Ei Derecho no le reconoce al sujeto una capacidad de goce ilimitada, incondicionada,
porque ello significaría simplemente un retomo al estado de naturaleza donde el hombre
tiene derecho a todo, prevaleciendo la ley del mas fuerte. La capacidad de goce es un
atributo reconocido por el ordenamiento juridico al ser humano, a la persona, desde que
es concebido hasta que muere, se es ser humano o persona más o menos capaz, pero no
se es más o menos ser humano o persona. En este sentido, BARBERO, quien distingue
entre personalidad jurídica y capacidad jurídica, explica que la «personalidad jurídica» es
una calificación formal por efecto de la cual un ente se considerará «sujeto de derecho».
La personalidad jurídica y la capacidad jurídica son distintas; «la personalidad jurídica es
un quid simple, mientras la ‘capacidad’ es un quantum y, por tanto, susceptible de
medición por grados. Se puede ser, como ‘persona’, más o menos ‘capaz’: no se puede
ser más o menos ‘persona’. Persona se es o no se es: totalmente, radicalmente. De
manera que a propósito dc las ‘personas jurídicas’, dicho sea aquí per incidens, quien ha
distinguido entre una personalidad plena y una personalidad limitada o atenuada, está
atrapado en esa confusión, tomando la ‘personalidad del ente’ por la ‘capacidad de la
persona’ (o por la ‘autonomia patrimonial’)».
Pero también si se opta por la posición que identifica personalidad jurídica capacidad
jurídica se llega a la misma conclusión de Barbero, en el sentido de que se puede ser
persona más o menos capaz, pero no se puede ser más o menos persona, porque, como
hemos indicado, la personalidad jurídica o capacidad jurídica no es un carácter de la
persona o individuo en cuanto tal, sino que le es atribuida por una norma de organización,
previa valorización de su idoneidad para ser destinaria de derechos y deberes, por
consiguiente una realidad es el individuo, la persona, como tal y otra su capacidad
atribuida por el Derecho en mayor o menor grado
El ser humano, es el sujeto por excelencia de las relaciones jurídicas, lo que presupone la
personalidad jurídica o capacidad jurídica. Pero el ser humano (la persona) es mucho más
que su vida social regulada por el Derecho, es también su vida social no regulada por el
Derecho, además de la inmensidad de su vida individual, de su vida psíquica poco
conocida y ajena al Derecho. El ser humano es sujeto de Derecho desde su concepción
hasta su muerte. EI concebido es titular de derechos (puede adquirir bienes por herencia,
legado o donación, tiene derecho a los alimentos, si por dolo o culpa de un tercero
fallecen sus padres y él logra sobrevivir, tiene derecho a una indemnización, también tiene
derecho a ser indemnizado por los daños que sufra mientras se encuentra en el seno
materno, puede ser reconocido como hijo extramatrimonial, puede ser beneficiario de un
contrato de seguro, puede contraer obligaciones correlativas a los derechos patrimoniales
adquiridos, etc.), por tanto, es sujeto de relaciones jurídicas, o sea, es un actor de la vida
social, como lo es un sujeto nacido menor o mayor de edad, por lo que, en nuestra
opinión, es una persona natural, aunque para el Código civil no lo es sino a partir del
nacimiento, lo que no es más que una ficción que se mantiene en muchas legislaciones,
no obstante que el concebido es una persona por nacer, pero no por eso puede ser
considerado menos ser humano que un ser humano nacido. Los derechos no
patrimoniales del concebido son incondicionados y los patrimoniales están sujetos a la
condición resolutoria, no suspensiva, de que nazca vivo. Siendo el concebido un sujeto de
Derecho para todo cuanto le favorezca tiene una capacidad jurídica más limitada que la
del nacido, pero no por eso es menos sujeto o menos vida humana o menos persona. El
sujeto es la vida humana nacida o por nacer, la capacidad es una de sus cualidades o
atributos conferidos por el Derecho, no puede ser sujeto sin capacidad de goce. El
hombre ha creado el Derecho para hacer posible una vida de relación ordenada, pacífica
y justa, y por esas razones superiores ha establecido mediante normas jurídicas ciertas
incapacidades relativas, no absolutas de goce.
a) General. Es la capacidad atribuida para ejercer todos los actos jurídicos permitidos por
el ordenamiento jurídico.
a.1) Capacidad general plena. Es la capacidad que se adquiere al cumplir dieciocho años
de edad (art. 42) y es conferida al sujeto para realizar todos los actos que sean de su
interés, sean extrapatrimoniales o patrimoniales, de administración o de disposición o
gravamen.
La capacidad de ejercicio puede ser natural (aptitud de apreciar o valorar las cosas) o
legal (se adquiere al cumplir dieciocho años de edad).
Por excepción, la ley autoriza expresamente a los menores que tienen discernimiento a
realizar ciertos actos, es decir, se los faculta para que mediante el acto jurídico ejerciten
personalmente sus derechos y pueda contraer obligaciones, esperar cumplir la edad de
dieciocho años fijada por la ley arbitraria y rígidamente para alcanzar la capacidad plena
de obrar.
Veamos algunos ejemplos de actos para los cuales es suficiente que el sujeto cuente con
capacidad natural de ejercicio:
- El menor que tenga más de dieciséis años de edad puede contraer obligaciones o
renunciar derechos siempre que sus padres que ejerzan la patria potestad autoricen
expresa o tácitamente el acto o lo ratifiquen (art. 456).
- El menor capaz de discernimiento puede ser autorizado por sus padres pan dedicarse a
un trabajo, ocupación, industria u oficio. En este caso, puede practicar los actos que
requiera el ejercicio regular de tal actividad, administrar los bienes que se le hubiese
dejado con dicho objeto o que adquiera como producto de aquella actividad,
usufructuarios o disponer de ellos (art. 45)
El menor que ha cumplido catorce años puede recurrir al juez contra los actos de su tutor
(art. 530).
El menor que ha cumplido la edad de catorce años puede pedir al juez la remoción de su
tutor (art. 557).
El menor que ha cumplido diez años para ser adoptado debe prestar su asentimiento (art.
378.4).
Los incapaces no privados de discernimiento pueden celebrar contratos relacionados con
las necesidades ordinarias de su vida diaria (art. 1358), por ej., un menor capaz de
discernimiento puede comprar alimentos, útiles escolares, tomar un ómnibus, pagar su
pensión escolar. Se debe mejorar la redacción del art. 1358, en vez de decir <los
incapaces no privados de discernimiento» debe decir « las personas no privadas de
discernimiento)) si es que se quiere comprender a todos los incapaces mencionados en
los arts.43 y 44, con excepción de las personas privadas de discernimiento; o si se quiere
comprender solamente a los menores capaces de discernimiento, se los debe mencionar
así expresamente. Sin embargo, como no podemos distinguir donde la ley no lo hace, hay
que entender que el art. 1358 comprende tanto a los incapaces relativos (art. 44) como a
los absolutos (art. 43), con excepción de los privados de discernimiento.
No cabe duda que ahora los niños por diversas razones entre las que se incluyen la
televisión y la computación maduran mentalmente más rápido que antes ahora ya no
podemos mencionar como ejemplos de los actos que puede realizar es menor sólo el
comprar caramelos, refrescos o cualquier golosina, o que solamente actos de esa
naturaleza constituyen sus necesidades ordinarias. No, definitivamente no es así. Ahora
Los menores de corta edad realizan actos de mayor trascendencia económica, y sus
necesidades con la vida moderna se han incrementado notablemente. Un padre
(hablamos por experiencia) entrega a su hijo de seis años el dinero para que pague su
pensión de enseñanza que no es poca cosa; para que adquiera su útiles escolares, sus
implementos deportivos; para que pague la cuota del club de toda la familia; le
encomendamos que llame por teléfono al restaurant y solicite pague el almuerzo que
sirven a domicilio; que reciba o pague el alquiler de la casa y ni siquiera nos preocupamos
porque lo vayan a engañar con el «vuelto». Esa niña de seis años o de unos años más se
vuelve un experto en computación y sus necesidades ordinarias aumentan, necesita
incrementar la capacidad de su computador o repararla, pide autorización a sus padres
para comprar nuevos aditivos, repuesta o nuevos programas de software, para llamar al
técnico y hacer reparar la máquina, etc. A otros niños los vemos atendiendo en tiendas
abiertas al público o ejerciendo el comercio ambulatorio empujados por su necesidad de
sobrevivir, etc. Todo eso obliga a interpretar el art. 1358 adecuándolo a la nueva realidad
y para eso no es indispensable rebajar la mayoría de edad a menos de 18 años.