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ALCANCES SOBRE LA EXPEDICIÓN DE LAUDOS PARCIALES

Y SUS EFECTOS

Felipe Osterling Parodi


Alfonso Rebaza González

1. Palabras liminares.

Conocí a Bernardo Cremades y a Yves Derains a fines de mayo de 1996,


cuando integré con ellos un tribunal arbitral de la Corte Internacional de
Arbitraje de París, cuya sede fue la ciudad de Zürich, Suiza.

Se trató de un caso de singular complejidad e importancia que determinó


que se efectuaran ocho o nueve audiencias en la ciudad de Zürich y una
audiencia en París, en el lapso de los aproximadamente cinco años que
duró el arbitraje.

Con ese trato personal relativamente frecuente y las permanentes


comunicaciones por teléfono y escritas que mantuvimos entre los árbitros,
fui testigo de excepción de las altas calidades personales y profesionales
de Bernardo Cremades e Yves Derains, con quienes desde esa época me
unen estrechos vínculos de amistad.

Años después fui árbitro de la American Arbitration Association en un


tribunal que tuvo su sede en París y que presidió Yves Derains.

Los lazos de amistad a los que he aludido se han vigorizado por haber
estado tanto con Bernardo como con Yves en Lima, con motivo de visitas
que han efectuado a esta ciudad.


Doctor en Derecho y Abogado en ejercicio. Socio Principal del Estudio Osterling S.C.  Profesor  Principal de Obligaciones en la 
Pontificia Universidad Católica del Perú. Fue Presidente de la Comisión que tuvo a su cargo el Estudio y Revisión del Código Civil 
de 1936, que dio origen al Código Civil de 1984. En tal condición, fue ponente del Libro VI sobre Obligaciones. Ha sido Decano de 
la  Facultad  de  Derecho  de  la  Pontificia  Universidad  Católica  del  Perú,  Ministro  de  Estado  en  la  cartera  de  Justicia,  Senador  y 
Presidente del Senado y del Congreso de la República y Decano del Colegio de Abogados de Lima.  Ex Presidente de la Academia 
Peruana de Derecho y actual académico de número. Autor de numerosas obras y artículos de Derecho.

Socio del Estudio Osterling S.C. Profesor del Departamento de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Cuando hablo de los profesores Cremades y Derains me estoy refiriendo,
sin duda, a dos de los árbitros más ilustres y reconocidos por la
comunidad internacional. Nada más justo, por ello, que el merecido
homenaje que se les rinde y en el cual me honro en participar.

Felipe Osterling Parodi

2. Introducción al tema y supuestos.

Los laudos parciales permiten que el Tribunal Arbitral se enfoque en


determinados temas de la controversia sin resolverla íntegramente y
dejando pendientes otros aspectos. Así, se señala que “el típico ejemplo
de ‘laudo final’ es aquel mediante el cual el tribunal arbitral resuelve en un
solo fallo todas las controversias sometidas a su conocimiento. Pero
también puede ser considerado ‘laudo final’ aquel que culmina la tarea de
los árbitros, luego de que se hayan dictado uno o más ‘laudos parciales’.
En ese sentido, siempre existirá un último (o a veces único) laudo con el
que los árbitros darán por concluida sus funciones, pero, en el camino, es
decir, durante la secuela de las actuaciones arbitrales, los árbitros tendrán
la facultad (salvo pacto en contrario de las partes) de dictar uno o más
laudos parciales”1.

Ciertamente, el pronunciamiento del Tribunal Arbitral en un laudo parcial


no pondrá fin al litigio, pero podrá resolver aspectos esenciales para una
mejor claridad en la resolución de la controversia integral mediante el
laudo final.

En efecto, un laudo parcial “está referido a aquellos laudos que resuelven


de manera definitiva parte de la controversia sometida a conocimiento de
un tribunal arbitral, dejando pendiente de resolver (sea en otro laudo
parcial o en el laudo final) el resto del conflicto”2.

1
CANTUARIAS SALAVERRY, Fernando. Arbitraje comercial y de las inversiones. Fondo
Editorial de la UPC. Lima. 2007. p. 74.
2
CANTUARIAS SALAVERRY, Fernando. Op. cit. p. 297.
2
Dentro de las modalidades de laudos parciales tenemos los denominados
laudos interlocutorios, en virtud de los cuales los árbitros resuelven
cuestiones procedimentales accesorias. Al respecto, tomando como base
lo dispuesto por el Reglamento de la Cámara de Comercio Internacional3,
se señala que “… los árbitros tienen facultad para dictar resoluciones
sobre cuestiones incidentales y sobre las cuestiones previas que sea
necesario resolver antes de analizar el fondo de la cuestión (…) Por lo
tanto el Tribunal Arbitral podrá dictar también laudos provisionales,
interlocutorios o parciales…”4.

Otro supuesto de laudo interlocutorio es cuando las partes solicitan al


Tribunal Arbitral que dicte un laudo arbitral para homologar la transacción
que pudieran haber suscrito sobre la materia controvertida. En efecto,
“puede también presentarse el caso en que las partes concilien sus
pretensiones y le pidan a los árbitros la expedición de un laudo en los
términos que han convenido, por lo que corresponde un laudo
interlocutorio”5.

Diversa hipótesis de laudo parcial es el denominado laudo estimatorio de


la excepción, el mismo que se pronuncia sobre los mecanismos de
defensa previa que hubiera presentado la parte demandada, declarando
la improcedencia de la demanda. Este tipo de laudo podría impedir la
continuación del arbitraje, lo que determinaría la imposibilidad de analizar
el fondo de la controversia mientras el laudo no quede firme o esté
pendiente el recurso de anulación que pudiera interponer el afectado.
Ciertamente, la parte afectada se encontrará facultada para acudir al
Poder Judicial mediante un recurso de anulación del laudo que, de
declararse fundado, podrá levantar la improcedencia declarada por el
laudo parcial y, consecuentemente, discutir el fondo del asunto.

En efecto, queda claro que si el laudo, ya sea parcial, interlocutorio,


preliminar, provisional o estimatorio de la excepción, pone fin a todo el
proceso, aun cuando los árbitros no se hayan pronunciado sobre el fondo

3
En el Reglamento de la Cámara de Comercio Internacional la expresión laudo hace referencia, entre
otros, a un laudo interlocutorio, parcial o final.
4
LEDESMA, Angela. Eficacia del Laudo. En: El Arbitraje en el Derecho Latinoamericano y
Español. Cultural Cuzco A.C. 1989.
5
VIDAL RAMÍREZ, Fernando. Manual de Derecho Arbitral. Gaceta Jurídica, 2008. p. 125.
3
del asunto, la parte afectada con dicho laudo está facultada para
interponer un recurso de anulación contra el laudo parcial. Este tema y
sus implicancias serán tratados con mayor detalle en el acápite final del
presente artículo.

3. Reconocimiento del laudo parcial en los Reglamentos de Centros


Arbitrales Peruanos.

Como referencia de la regulación del arbitraje institucional en el Perú,


cabe señalar que la facultad del Tribunal Arbitral de emitir laudos parciales
ha sido expresamente reconocida por los reglamentos de arbitraje de los
principales Centros de Arbitraje de Lima, a saber:

a) Reglamento de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Lima


(CCL).

El Reglamento de Arbitraje de la CCL, en su artículo 54°, recoge


expresamente la posibilidad de emitir laudos parciales:

“Formalidad del laudo


Artículo 54°.-
(...)
2. El Tribunal Arbitral está facultado para emitir laudos
parciales sobre cualquier cuestión que se haya determinado
como materia sujeta a su pronunciamiento, si así lo estima
conveniente, continuándose con el arbitraje respecto al resto
de ellas. Estos laudos podrán ser recurridos en anulación
luego de haber sido emitido el laudo final y sus
rectificaciones, interpretaciones, integraciones o
exclusiones, de ser el caso”.

b) Reglamento del Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio


Americana del Perú (AMCHAM).

El Reglamento de Arbitraje de AMCHAM señala en su artículo 32°


que el Tribunal Arbitral “podrá dictar laudos parciales sobre diferentes
4
aspectos de la controversia. Estos laudos tendrán el mismo valor y los
mismos efectos que el laudo final”.

c) Reglamento de Arbitraje de la Unidad de Arbitraje del Centro de


Análisis y Resolución de Conflictos de la Pontificia Universidad
Católica del Perú (PUCP).

Por su parte, el Reglamento de Arbitraje de la PUCP menciona en el


artículo 65° que los árbitros podrán decidir la controversia en un solo
laudo o en varios laudos parciales, de considerarlo conveniente.

d) Reglamento de Arbitraje del Colegio de Abogados de Lima (CAL).

El Reglamento de Arbitraje del CAL, en su artículo 54°, también


regula la facultad del Tribunal Arbitral para expedir laudos parciales
dentro de un arbitraje.

4. Materias sobre las cuales se puede expedir un laudo parcial.

El artículo 41° de la Ley de Arbitraje (aprobada por Decreto Legislativo N°


1071) reconoce la posibilidad de dictar laudos parciales sobre:

i) la competencia de los árbitros,

ii) cualquier discrepancia vinculada al Convenio Arbitral, o

iii) cualquier otra incidencia sobre lo que es materia controvertida (sin


resolver el fondo) y que podría ser impugnada vía un recurso de
anulación conjuntamente con el laudo final.

Otros ejemplos de laudos parciales, sobre temas de forma, pueden


expedirse cuando se suscite alguna controversia sobre el derecho
aplicable, el idioma o el lugar del Arbitraje, por ejemplo, tal como lo indica
Montero Muriel, al señalar que “en otros casos, a los que la Ley de
Arbitraje no hace referencia expresa, también puede plantearse la
oportunidad de resolver ciertas controversias mediante un laudo parcial.
5
Éstos son, por ejemplo, supuestos en los que las partes mantienen
disputas sobre el derecho aplicable a la relación jurídica cubierta por el
convenio arbitral, sobre el idioma o bien sobre el lugar del arbitraje”6.

Como se puede advertir, los laudos parciales pueden emitirse sobre


aspectos que se presenten en las diferentes etapas del proceso y sobre
diversas materias.

Ahora bien, el contenido el laudo parcial puede ser muy flexible, al punto
de pronunciarse sobre materias que también podrían haber sido objeto de
una resolución que no alcance la condición de laudo. En tal sentido, es
preciso establecer en qué supuestos nos encontraremos ante un laudo
parcial y en qué casos ante una resolución del Tribunal Arbitral que
resuelva materias transcendentes, sin alcanzar el status de laudo.

Al respecto, como sucede hoy en la mayoría de ordenamientos y en la


Ley Modelo de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho
Mercantil Internacional (CNUDMI), no existe en las normas que regulan el
arbitraje una definición formal de lo que debe entenderse por laudo
arbitral parcial o definitivo7.

Al respecto, Fernando Cantuarias agrega que “en efecto, cuando se


discutió el contenido de lo que hoy es la Ley Modelo de UNCITRAL, se
propuso definir al laudo de la siguiente manera: ‘El término laudo hace
referencia a un laudo final que decide cada uno de los puntos sometidos a
consideración del tribunal arbitral y a cualquier otra decisión del tribunal
arbitral que determine una cuestión de fondo, o por la que se expida sobre
su jurisdicción o sobre cualquier otra cuestión aunque, en este último
caso, sólo se tratará de un laudo si el tribunal denomina de tal manera a
la decisión que adopte’.

6
MONTERO MURIEL, Félix. Comentarios a la Ley de Arbitraje de 2003. Editorial Aranzadi
S.A., Navarra, 2005. p. 352 citado por VILLA-GARCÍA NORIEGA, Manuel. El laudo parcial y
el momento para impugnarlo vía el recurso de anulación. En Revista Peruana de Arbitraje Nº 9.
p 88.
7
MATHEUS, LÓPEZ, Carlos Alberto. Introducción al Derecho de Arbitraje. Semper Veritas
Ediciones S.A.C. Lima. 2006. p. 172.
6
Sin embargo, al final se optó por no incluir definición alguna, debido a que
no existió consenso acerca del concepto ‘laudo’ y del contenido exacto de
los diferentes tipos de laudos que pueden dictar los árbitros”8.

En este sentido, para poder distinguir un laudo parcial de una resolución


que absuelve parte del trámite de un proceso arbitral, el laudo parcial
deberá cumplir con las características de todo laudo, en cuanto a la
emisión de una opinión sobre el fondo del asunto (o parte de él) y como
resolución donde el Tribunal Arbitral ejerce su poder de decisión.

En efecto “el laudo es un acto jurídico, de naturaleza jurisdiccional y


procesal, como acabamos de advertir, absolutamente autónomo respecto
del convenio arbitral. Es en el laudo que los árbitros ponen en evidencia
su independencia e imparcialidad, su probidad, en suma”9.

El criterio que prevalece para otorgar a una decisión del Tribunal Arbitral
la condición de laudo parcial se sustenta, fundamentalmente, en la
decisión expresa del Tribunal de otorgarle tal condición. Ciertamente, las
resoluciones que expida el Tribunal Arbitral a las que no se les otorgue la
condición de laudos parciales, no podrán ser consideradas como tales.

5. Conveniencia y oportunidad de la emisión de laudos arbitrales


parciales.

La práctica arbitral enseña que es conveniente y útil para las partes la


resolución de controversias que sirvan como premisas para aspectos más
complejos de la misma, lo cual permitiría evitar un dispendio de actividad
procesal. Es el caso de las controversias cuya solución pasa por el
análisis de presupuestos esenciales de definir antes de entrar al fondo del
tema, o a una actividad probatoria compleja que solo resultaría pertinente
en tanto las cuestiones previas hayan sido resueltas.

Así tenemos supuestos donde debe determinarse si el demandado ha


incurrido en responsabilidad civil o no, antes de entrar a la probanza del
8
CANTUARIAS SALAVERRY, Fernando. Los laudos parciales en la nueva Ley de Arbitraje:
características y efectos. En: Revista Peruana de Arbitraje N° 9. 2009. p. 72-73.
9
VIDAL RAMÍREZ, Fernando. Manual de Derecho Arbitral. Gaceta Jurídica, 2008. p. 124.
7
monto del daño; o cuestiones previas sobre la determinación del idioma
del arbitraje, sede del arbitraje, excepciones procesales, entre otros.

5.1 Resolver cuestiones o controversias previas.

Como explica Barragán Arango, “por muchos años se ha considerado


que el laudo arbitral es la expresión de los árbitros, en virtud de la cual
finaliza la disputa que se ha puesto en su conocimiento”. En otras
palabras, tradicionalmente se ha considerado que así como el Poder
Judicial solo emite una sentencia, el árbitro solo dicta un laudo.

Sin embargo, el arbitraje se encuentra regido por principios de libertad


procedimental y oportunidad en cuanto a las formas, lo que determina
la aparición de figuras que permitan un pronunciamiento más
ordenado del Tribunal Arbitral. Es el caso de los laudos arbitrales que
se expiden sobre cuestiones incidentales, pero que podrían generar
demoras o complicaciones en el trámite del arbitraje, tales como la ley
aplicable, el idioma, el lugar del arbitraje, entre otros. Estos temas son
frecuentemente resueltos mediante un laudo parcial.

5.2 Conciliación o transacción parcial de algún punto de la


controversia entre las partes.

Conforme se ha señalado, el laudo parcial es frecuentemente emitido


a solicitud de las partes para homologar el acuerdo sobre alguna
materia de la controversia.

Cabe advertir que, si bien bajo la ley peruana la transacción


extrajudicial surte los efectos de la cosa juzgada, la emisión de un
laudo parcial permite dejar constancia de dicho acuerdo
procedimentalmente en el trámite del arbitraje y restringir el fallo final
de los árbitros a los aspectos de la controversia que no hubieran sido
objeto de la transacción. Así, de conformidad con el artículo 50.1 de la
Ley de Arbitraje, a solicitud de las partes el Tribunal Arbitral podrá
hacer constar la transacción en forma de laudo en los términos
convenidos por las partes, sin necesidad de motivación, teniendo

8
dicho laudo la misma eficacia que cualquier otro laudo dictado sobre
el fondo de la controversia.

5.3 Resolver algún punto controvertido de forma anticipada en


controversias con pluralidad de partes o de títulos.

Otro supuesto en que resulta conveniente la emisión de laudos


parciales es cuando existen varios actos jurídicos que dan origen a la
controversia o varias partes involucradas en la misma. En dicho
escenario, resulta especialmente importante dejar sentado cuáles son
los temas de cada acto jurídico que serán materia de la discusión y
cuál será la participación de cada una de las partes en dicho tema. En
estos supuestos, resulta necesario que la controversia quede
ordenada, de modo que las partes intervinientes puedan ejercer
adecuadamente su derecho de defensa.

En este caso, el laudo parcial tendrá por objeto establecer antes de


entrar al fondo de la controversia, cuáles de dichas cuestiones son
comunes a todas las partes y el grado de vinculación de dichas
cuestiones con los actos jurídicos que pudieran estar involucrados.

5.4 Resolver materias de especial complejidad.

Sobre el particular, “puede ser útil apelar a laudos parciales sobre el


fondo en controversias de extraordinaria complejidad o en aquellas
que afectan multiplicidad de partes o contratos. En estos casos, la
práctica arbitral demuestra que puede ser útil dictar un laudo sobre
responsabilidad contractual únicamente, dejando para una fase
ulterior la determinación del daño indemnizable sobre todo cuando la
prueba del daño puede conllevar gastos probatorios importantes que
se reducirían (al delimitar el ámbito de la prueba) una vez que se
conozca cuál es la parte que debe ser indemnizada y, por ende,
probar el daño sufrido”10.

10
CANTUARIAS SALAVERRY, Fernando. Los laudos parciales en la nueva Ley de Arbitraje:
características y efectos. Ibid. p. 76-77.
9
Otro supuesto es cuando existen aspectos técnicos esenciales para la
comprensión de la controversia cuya resolución permitiría a las partes
y a los árbitros tener mayor claridad sobre los demás aspectos de la
misma. En tales casos, la emisión de un laudo parcial contribuye al
esclarecimiento del fondo de la materia y le da un enfoque más claro
al trabajo de los árbitros para resolver la controversia y a los
argumentos de las partes para presentar sus posiciones.

6. Efectos del laudo parcial.

Al respecto, los incisos 1) y 2) del artículo 59° de la Ley de Arbitraje


disponen que “todo laudo es definitivo, inapelable y de obligatorio
cumplimiento” y “produce efectos de cosa juzgada”. Aquí la Ley no
distingue entre laudo final y laudo parcial, por lo que resulta claro que el
laudo parcial es igualmente definitivo y vinculante respecto a la materia
sobre la que se hubiera emitido.

Otro de los efectos del laudo parcial en que se asemeja al laudo definitivo,
es que en el caso de este último, la consecuencia es hacer que los
árbitros cesen en su función, salvo para resolver las solicitudes de
aclaración, corrección o integración del laudo que pudieran formular las
partes. Lo mismo ocurre en el caso del laudo parcial, donde las materias
objeto de pronunciamiento no podrán ser abordadas nuevamente por los
árbitros, salvo para atender pedidos aclaratorios de las partes con relación
al laudo emitido.

En consecuencia, dictado un laudo, sea éste parcial o final, la parte


interesada podrá solicitar al tribunal arbitral la rectificación, interpretación,
integración o exclusión del laudo y, además, su anulación ante el Poder
Judicial.

7. Anulación del laudo parcial: Oportunidad para plantear el recurso de


anulación y para el trámite.

10
De conformidad con el artículo 62°11 de la Ley de Arbitraje, contra un
laudo arbitral sólo puede interponerse un Recurso de Anulación según las
causales taxativamente establecidas en el artículo 63° de la misma Ley.

En este caso, la falta de precisión de la Ley de Arbitraje peruana –y el


silencio de la Exposición de Motivos- sobre si la referencia a “laudo”
incluye tanto al “laudo final” como al “laudo parcial”, genera implicancias
que deben tenerse en cuenta con relación a la interposición de recursos
de anulación contra laudos parciales y la posible interferencia de la
tramitación del recurso de anulación ante el Poder Judicial con el arbitraje.
En principio, la hermenéutica jurídica nos permite interpretar que la falta
de distinción de la Ley de Arbitraje entre laudo parcial y final, determina
que el recurso de anulación pueda ser interpuesto tanto contra un laudo
final, como contra un laudo parcial. Sin embargo, en el caso de la
presentación de recursos de anulación contra un laudo parcial, se
presentan inconvenientes de carácter procesal.

En efecto, con la interposición de un recurso de anulación contra un laudo


parcial se podría generar una situación en la cual el recurso de anulación
se tramite ante el Poder Judicial, simultáneamente con el arbitraje que
todavía tiene pendiente la expedición del laudo definitivo. Asimismo, si
una vez emitido el laudo definitivo, la parte que resulte desfavorecida
interpusiera un recurso de anulación, dicho recurso se tramitaría de
manera independiente al recurso de anulación interpuesto contra el laudo
parcial. Tal temperamento determinaría la existencia de recursos de
anulación independientes (tanto para el laudo parcial como para el final)
que se tramitarían en paralelo, lo cual generaría el riesgo de que el Poder
Judicial emita pronunciamientos discordantes contra laudos (parcial y
final) provenientes de un mismo arbitraje.

11
“Artículo 62º.- Recurso de anulación.
1. Contra el laudo sólo podrá interponerse recurso de anulación. Este recurso constituye la única
vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las causales
taxativamente establecidas en el artículo 63º.
2. El recurso se resuelve declarando la validez o la nulidad del laudo. Está prohibido bajo
responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido de la
decisión o calificar los criterios, motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal
arbitral”.

11
En opinión de Villa-García, el buen sentido nos indica que en un arbitraje
podrá interponerse un solo recurso de anulación contra el laudo final y
donde se podrá incluir lo resuelto en los laudos parciales12.

Con relación a esta situación, comentado la Ley General de Arbitraje


derogada, se señalaba que el problema se presentaba cuando la parte
que no estaba de acuerdo con un laudo parcial, debía interponer el
recurso de anulación inmediatamente después que se expidiera.

En efecto, no obstante las distintas denominaciones que se le atribuían


en la antigua Ley a aquella decisión de los árbitros que ponía fin a todo
proceso arbitral o a una de las pretensiones planteadas de manera previa
y sin pronunciamiento sobre el fondo, dicha decisión podía ser
perfectamente cuestionada mediante el recurso de anulación del laudo.

Con relación al momento en que debía plantearse dicha impugnación,


quedaba claro que si el laudo, llámese parcial, interlocutorio, preliminar,
provisional o estimatorio de la excepción, ponía fin a todo el proceso, aun
cuando los árbitros no se hubieran pronunciado sobre el fondo del asunto,
la parte afectada con dicho laudo debía proceder a impugnarlo.

Sin embargo, según hemos referido, se presentaba un problema de índole


procesal para aquellos laudos parciales que pusieran fin a una parte de la
controversia sometida a la decisión de los árbitros, en la medida en que el
proceso arbitral continuaba respecto de las demás pretensiones sobre las
cuales no hubiera recaído pronunciamiento alguno.

En este caso, la parte afectada por la decisión de los árbitros que ponía
fin a determinada pretensión, debía igualmente plantear la anulación del
laudo parcial respecto de dicha decisión del Tribunal Arbitral ante el Poder
Judicial.

En efecto, el Juez que conocía del recurso de anulación, debía solicitar a


los árbitros o a la institución arbitral, la remisión del respectivo expediente
a efectos de emitir pronunciamiento; sin embargo, el expediente aun se

12
VILLA-GARCÍA NORIEGA, Manuel. El laudo parcial y el momento para impugnarlo vía el
recurso de anulación. En: Revista Peruana de Arbitraje N° 9. 2009. p. 104-105.
12
encontraba en trámite en sede arbitral respecto de aquellas controversias
no resueltas.

Es por eso que, a efectos de no vulnerar el derecho de defensa de la


parte impugnante, el Juez dejaba en suspenso la tramitación del recurso
interpuesto, hasta que el Tribunal Arbitral emitiera pronunciamiento
respecto de las controversias subsistentes al momento de la interposición
del recurso de anulación del laudo parcial.

Cabe señalar que en ningún caso la parte afectada con un laudo parcial
se debía reservar el derecho de impugnar, vía recurso de anulación, el
mismo, al momento de la conclusión definitiva del proceso arbitral, pues
ello implicaba haber perdido el derecho a impugnar dicho laudo parcial13.

Teniendo en cuenta la coyuntura existente durante la vigencia de la


antigua Ley General de Arbitraje que hemos descrito, el Reglamento del
Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Lima efectuó un gran
avance en la materia al establecer en su artículo 54°14 que los laudos
parciales podían ser impugnados con el recurso de anulación, una vez
emitido el laudo final.

Ahora bien, de acuerdo con la Ley de Arbitraje vigente, las excepciones a


la interposición inmediata de un recurso de anulación contra un laudo en
el Perú se encuentran previstas en los incisos 4) y 5) del artículo 41° de la
Ley de Arbitraje15.

13
MOLERO RENTERÍA, Alberto y PÉREZ-ROSAS PONS, Juan José. Op. Cit.
14
“Formalidad del laudo
Artículo 54°.-
(…)
2. El Tribunal Arbitral está facultado para emitir laudos parciales sobre cualquier cuestión que
se haya determinado como materia sujeta a su pronunciamiento, si así lo estima conveniente,
continuándose con el arbitraje respecto al resto de ellas. Estos laudos podrán ser recurridos
en anulación luego de haber sido emitido el laudo final y sus rectificaciones, interpretaciones,
integraciones o exclusiones, de ser el caso”.
15
“Artículo 41º.- Competencia para decidir la competencia del tribunal arbitral.
(…)

4. Salvo pacto en contrario, el tribunal arbitral decidirá estas excepciones u objeciones con
carácter previo o junto con las demás cuestiones sometidas a su decisión relativa al fondo de la
controversia. Si el tribunal arbitral desestima la excepción u objeción, sea como cuestión
previa o sea en el laudo por el que se resuelve definitivamente la controversia, su decisión sólo
podrá ser impugnada mediante recurso de anulación contra dicho laudo.
13
En efecto, el inciso 4) establece que si el tribunal arbitral desestima
excepciones o cuestiones previas, es decir, emite un laudo parcial, esta
decisión solo podrá ser impugnada mediante recurso de anulación cuando
se resuelva definitivamente el fondo de la controversia.

Por su parte, el inciso 5) dispone que si el tribunal arbitral, como cuestión


previa, ampara solo parcialmente la excepción de incompetencia (es
decir, dicta un laudo parcial), dicha decisión solo podrá ser impugnada en
anulación luego de que se emita el laudo por el que se resuelve
definitivamente la controversia.

Esta medida de la Ley significa una solución al problema anotado en el


caso de los laudos parciales emitidos cuando existe cuestionamiento a la
competencia del Tribunal Arbitral y cuando resuelve cuestiones previas,
debiendo observase el criterio anotado.

En nuestra opinión, la solución legislativa resulta la más acertada. Cabe


señalar que en los supuestos no previstos en los incisos 4) y 5) del
artículo 41° de la Ley de Arbitraje, cuando la parte afectada presente
recurso de anulación, sería razonable que el Poder Judicial suspendiera
la tramitación de dicho recurso hasta que se interponga el recurso de
anulación contra el laudo final, para lo cual se deberán acumular todos los
recursos de anulación interpuestos a efectos de ser resueltos de manera
conjunta.

Lima, setiembre de 2011.

5. Si el tribunal arbitral ampara la excepción como cuestión previa, se declarará incompetente y


ordenará la terminación de las actuaciones arbitrales. Esta decisión podrá ser impugnada
mediante recurso de anulación. Si el tribunal arbitral ampara la excepción como cuestión
previa respecto de determinadas materias, las actuaciones arbitrales continuarán respecto de
las demás materias y la decisión sólo podrá ser impugnada mediante recurso de anulación
luego de emitirse el laudo por el que se resuelve definitivamente la controversia”.

14

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