You are on page 1of 5

SISTEMA SOLAR

El sistema solar consiste en el sol; los ocho planetas oficiales, al menos tres “planetas enanos”,
más de 130 satélites de los planetas, una gran cantidad de cuerpos pequeños (cometas y
asteroides) y el medio interplanetario.
El sistema solar interno contiene el Sol, Mercurio, Venus, la Tierra y Marte:
El cinturón principal de asteroides se encuentra entre las órbitas de Marte y Júpiter. Los planetas
del sistema solar exterior son Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno (Plutón ahora está clasificado
como un planeta enano):
Lo primero que debe notar es que el sistema solar en su mayoría es espacio vacío. Los planetas
son muy pequeños en comparación con el espacio entre ellos.
Las órbitas de los planetas

Las órbitas de los planetas son elipses, aunque todas excepto Mercurio son casi circulares. Las
órbitas de los planetas están más o menos en el mismo plano (llamada eclíptica y definida por
el plano de la órbita de la Tierra). La eclíptica está inclinada solo a 7 grados del plano del ecuador
del Sol. Los diagramas anteriores muestran los tamaños relativos de las órbitas de los ocho
planetas (más Plutón) desde una perspectiva algo superior a la eclíptica (de ahí su apariencia no
circular).

La Tierra es nuestro planeta y tiene un satélite, la Luna. Algunos planetas tienen satélites girando
a su alrededor, otros no.
Los asteroides son rocas más pequeñas que también giran alrededor del Sol, la mayoría entre
Marte y Júpiter. Además, están los cometas que se acercan y se alejan mucho del Sol.

El Sistema Solar es un sistema planetario de la Vía Láctea que se encuentra en uno de los brazos
de ésta, conocido como el Brazo de Orión.
Según las últimas estimaciones, el Sistema se encuentra a unos 28 mil años luz del centro de la
Vía Láctea.

Características generales:
Está formado por una única estrella llamada Sol, que da nombre a este Sistema, más ocho
planetas que orbitan alrededor de la estrella: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno,
Urano y Neptuno; más un conjunto de otros cuerpos menores: planetas enanos (Plutón, Eris,
Makemake, Haumea y Ceres), asteroides, satélites naturales, cometas, así como el espacio
interplanetario comprendido entre ellos.
Según sus características, los cuerpos que forman parte del Sistema Solar se clasifican en:
• Sol. Una estrella de tipo espectral G2 que contiene más del 99% de la masa del sistema. Con
un diámetro de 1.400.000 km, se compone, de un 75% de hidrógeno, un 20% de helio y el
5% de oxígeno, carbono, hierro y otros elementos.
• Planetas. Divididos en planetas interiores (también llamados terrestres o telúricos) y planetas
exteriores o gigantes. Entre estos últimos Júpiter y Saturno se denominan gigantes gaseosos
mientras que Urano y Neptuno suelen nombrarse como gigantes helados. Todos los planetas
gigantes tienen a su alrededor anillos.
• Planetas enanos. Se trata de cuerpos cuya masa les permite tener forma esférica, pero no es
la suficiente para haber atraído o expulsado a todos los cuerpos a su alrededor. Cuerpos como
Plutón (hasta 2006 considerado noveno planeta del Sistema Solar), Ceres, Makemake, Eris y
Haumea están dentro de esta categoría.
• Satélites. Cuerpos mayores orbitando los planetas, algunos de gran tamaño, como la Luna,
en la Tierra, Ganímedes, en Júpiter o Titán, en Saturno.
• Asteroides. Cuerpos menores concentrados mayoritariamente en el cinturón de asteroides
entre las órbitas de Marte y Júpiter, y otra más allá de Neptuno. Su escasa masa no les permite
tener forma regular.
• Objetos del cinturón de Kuiper. Objetos helados exteriores en órbitas estables, los mayores
de los cuales serían Sedna y Quaoar.
• Cometas. Objetos helados pequeños provenientes de la Nube de Oort.

PLANETAS DEL SISTEMA SOLAR


Los planetas son cuerpos celestes que, a diferencia de las estrellas, no son incandescentes (y por
eso tampoco son luminosos); sin embargo, al ser alumbrados por el Sol, se hacen visibles.

Mercurio
Es el planeta más pequeño del sistema solar con un diámetro en su
ecuador de 4.879 kilómetros (3.031 millas). También es el más
cercano al Sol a una distancia de 57.910.000 kilómetros
(35.983.605 millas).
Debe su nombre a los romanos, que lo llamaron como el
“mensajero de los dioses”, ya que descubrieron que era el planeta
que más rápido se movía de todos planetas del sistema solar.
Su órbita solar, es decir, lo que tarda en completar una vuelta
entera al sol es de 87,97 días. Su periodo de rotación, es decir, lo
que tarda en dar un giro completo sobre su eje es de 58,6 días. Del
mismo modo la inclinación sobre su eje es de 0º. Tampoco tienen ningún satélite natural o
“luna”.
Por lo tanto, en su superficie un día dura casi 1 mes y una noche lo mismo. Por ese motivo se
alcanzan de día temperaturas de hasta 425 ºC (797 ºF), y de noche temperaturas de hasta -170
ºC (-274 ºF). Lo que hace que la media superficial sea de 179 ºC (354 ºF).
Como la Luna, Mercurio no tiene atmósfera, por lo que si estuvieras sobre su superficie verías el
cielo de color negro. Del mismo modo, verías el Sol del doble de tamaño que en la Tierra. Desde
nuestro planeta, raramente se le ve a simple vista, antes del alba o después del crepúsculo.

Venus
Después del Sol y la Luna es el objeto más luminoso del cielo. Venus
aparece iluminado por un bello color plateado, y se ve bien a
simple vista por la mañana o por la tarde.
El diámetro de su ecuador es de 12.100 kilómetros (7.518 millas), y
se encuentra a una distancia del sol de 108.200.000 kilómetros
(67.232.363 millas).
Es un poco más pequeño que la Tierra y, de todos los planetas, es
el que se acerca más a nosotros; llega a una distancia de solo 40
millones de kilómetros.
Un día en venus, o lo que es lo mismo, el tiempo que tarda en girar
sobre sí mismo es de 243 días. Además gira en sentido contrario al de la Tierra. Del mismo
modo, tarda en completar una órbita solar 224 días. La inclinación sobre su eje es de 177 grados.
Venus está rodeado de un denso estrato atmosférico, a causa del cual nadie ha conseguido ver
la superficie de este planeta. No cuenta con ningún satélite natural y se pueden alcanzar
temperaturas en su superficie de hasta 480 ºC (896 ºF).

La Tierra
Después de Venus, en orden de la distancia al Sol, encontramos a
la Tierra y es nuestro hogar. Se estima que se formó hace ya unos
4.600 millones de años y tan solo hace 1.000 millones de años que
se originó la vida en ella.
La Tierra cuenta abundantemente de un elemento que resulta
esencial para la vida, el agua. Además, dentro del Sistema Solar se
encuentra dentro de lo que los científicos denominan la “zona
habitable“. Esto es, que está ubicada a una distancia del sol donde
la temperatura hace que se pueda vivir. Ni mucho calor ni tampoco
mucho frío.
La Tierra cuenta con un solo satélite natural, la Luna. Que influye sobre nuestro planeta, por
ejemplo, provocando las mareas.
Marte
Llamado también “el planeta rojo” a causa de su color. Es el planeta
en el cual se dan las condiciones ambientales más parecidas a las de
la Tierra.
Esto es debido a que, aunque su temperatura en superficie por la
noche es bajísima, durante día puede llegar hasta los 25 grados.
La atmósfera está muy rarificada, más o menos como la terrestre a
32.000 metros de altitud, y contiene sobre todo anhídrido
carbónico y casi nada de oxígeno.
Por esta razón el hombre no podría vivir de ninguna manera en Marte, y probablemente no se
desarrollarían ni siquiera las más sencillas plantas terrestres.
Sin embargo hubo un tiempo, en que se pensaba que en Marte habían mares, desiertos y hielos,
del mismo modo que en la Tierra. Por otro lado, Marte tiene dos satélites: Fobos y Deimos.
Júpiter
Es el más grande de los planetas del sistema solar y gira alrededor
del Sol muy lentamente, cerca de 12 años. Todavía no se sabe con
precisión de qué está constituido. Pero se conoce con certeza que
es poco denso, y además en gran parte, gaseoso.
Sin embargo no se sabe si tiene o no un núcleo sólido. Dada la gran
distancia desde el Sol (778 millones de kilómetros), en Júpiter hace
mucho frío: cerca de 150 grados bajo cero.
Júpiter aparece recubierto de nubes, y entre esas nubes apareció,
en 1878, una misteriosa y gigantesca mancha roja. Nadie ha sabido
nunca explicar de qué se trata. Júpiter posee a su alrededor 67 lunas
de diversos tamaños.
Saturno
La principal característica de Saturno son sus misteriosos anillos:
parece que se trata de fragmentos de un satélite desintegrado.
Se han descubierto hasta la fecha 62 satélites naturales en su órbita.
También en estado gaseoso, este gigantesco planeta tiene
probablemente, como Júpiter, un núcleo central sólido.
A causa del intenso frío que hay en la superficie, el amoníaco
presente está congelado. En la atmósfera han permanecido sobre
todo dos gases, el hidrógeno y el metano.

Urano
Es el tercer planeta en tamaño del sistema solar. Debe su nombre
en honor a la Diosa griega Urano.
Está tan lejano del Sol que emplea 84 años en girar a su alrededor,
nada más y nada menos.
Su superficie tiene una temperatura de 210 grados bajo cero.
También Urano parece ser semigaseoso. Giran a su alrededor 27
satélites.

Neptuno
Todavía más lejano al Sol, Neptuno emplea casi 165 años en una
órbita completa. Su masa es 17 veces la masa de la Tierra
Tiene una temperatura en la superficie de 230 grados bajo cero.
Forma parte de los llamados planetas exteriores.
Muy parecido a Urano, Neptuno fue descubierto en 1846. Tiene
orbitando a su alrededor 14 satélites o lunas. Las más importantes:
Larisa, Proteo, Despina y Galatea.
Plutón
En el año 2006, Dejó de ser considerado uno de los planetas del
sistema solar por la Unión Astronómica Internacional (ver noticia
completa aquí).
Hasta esa fecha, Plutón era considerado el planeta más alejado del
Sol.
Emplea la escalofriante cantidad de 248 años para girar a su
alrededor y por cuanto se sabe de él es una esfera rocosa cubierta
de gases congelados.

Cómo se mueven los planetas


Hace aproximadamente dos siglos, largas y pacientes observaciones permitieron a los
astrónomos calcular la velocidad y dirección de muchos astros.
Pero fue en 1805 cuando el alemán Herschel logró demostrar que el Sol obedecía también a esta
misma regla. Ahora sabemos que el Sol, con todos sus planetas, viaja a la espantosa velocidad
de más de 270 kilómetros por segundo, en compañía de toda su galaxia.
Herschel había estudiado durante mucho tiempo las lejanas nebulosas que otros astrónomos
anteriores a él habían supuesto integradas por millares de astros. La llamada Vía Láctea era
también una nebulosa, pero resultaba mucho más luminosa, razón por la cual había que
suponerla mucho más cercana a nosotros que las demás.
Se le ocurrió pensar entonces que el Sol, al igual que varios centenares de astros visibles desde la
Tierra, debía formar parte de esta gran nebulosa aislada de todas las demás: un universo aparte,
una galaxia.
Y hace más de cien años se logró aislar por medio de potentes telescopios algunas nebulosas
extragalácticas, lo que demostró que Herschel no se había equivocado.
Ya en el siglo XX se aportaron nuevas pruebas al entrar en funcionamiento los telescopios de
Monte Wilson (1905) y Monte Palomar (1944). Puedes obtener más información en nuestro
artículo historia del telescopio.
Hoy en día incluso es posible tratar de dibujar un mapa astronómico de la galaxia, que tiene una
forma lenticular, tiene un diámetro de 100.000 años luz, y está integrada por 100.000 millones
de estrellas.

You might also like