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los conflictos modernos, tanto desde el punto estructuran la realidad social en este lado de la
de vista de los problemas sustantivos como del línea se asientan en la invisibilidad de la distin-
de los procedimientos. Pero debajo de esta dis- ción entre este y el otro lado de la línea.
tinción hay otra, una distinción invisible, sobre El conocimiento y el derecho modernos
la que se levanta la anterior. Tal distinción invi- representan las manifestaciones más logra-
sible es la distinción entre sociedades metro- das del pensamiento abismal. Explican las
politanas y territorios coloniales. En realidad, dos principales líneas globales de los tiempos
la dicotomía regulación/emancipación solo se modernos, unas líneas que, aunque sean dife-
daba en las sociedades metropolitanas. Era im- rentes y funcionen de distinta forma, son mu-
pensable aplicarla a los territorios coloniales. tuamente interdependientes. Cada una crea
En estos territorios era inconcebible un lugar un subsistema de distinciones visibles e invi-
para la dicotomía regulación/emancipación. En sibles de forma que las invisibles pasan a ser
ellos se daba otra dicotomía, la de apropiación/ la base de las visibles. En el campo del cono-
violencia, cuya aplicación, a su vez, era incon- cimiento, el pensamiento abismal consiste en
cebible en este lado de la línea. No se podía asegurar a la ciencia moderna el monopolio de
pensar en los territorios coloniales como sitios la distinción universal entre lo verdadero y lo
para el desarrollo del paradigma de la regula- falso, en detrimento de dos cuerpos de conoci-
ción/emancipación, por lo que el hecho de que miento alternativos: la filosofía y la teología. El
este no se aplicara a ellos no ponía en entredi- carácter excluyente de este monopolio centra
cho la universalidad del paradigma. las disputas epistemológicas modernas entre
El pensamiento abismal moderno sobresale las formas científicas y no científicas de ver-
en establecer distinciones y radicalizarlas. Sin dad. Dado que la validez universal de la verdad
embargo, estas distinciones, por muy radicales científica siempre es ciertamente muy relativa,
que sean y por categóricas que sean las conse- por el hecho de que solo se puede afirmar en
cuencias de estar en uno u otro lado de la línea, relación con determinados tipos de objetos,
tienen en común el hecho de que pertenecen en determinadas circunstancias y establecida
a este lado de la línea y se juntan para hacer con determinados métodos, ¿cómo se relacio-
invisible la línea abismal en la que se asientan. na con las otras posibles verdades que pueden
Las intensamente visibles distinciones que revindicar un estatus incluso superior pero que
Más allá del pensamiento abismal: de las líneas globales a las ecologías de los saberes557
no se pueden establecer de acuerdo con mé- casos, se pueden convertir en objeto o materia
todos científicos, como la razón como verdad prima de la indagación científica. Así pues, la lí-
filosófica o la fe como verdad religiosa?2 Así nea invisible que separa la ciencia de sus otros
pues, estas tensiones entre ciencia, filosofía y modernos se asienta en la línea abismal invisi-
teología se han hecho muy visibles pero, como ble que separa la ciencia, la filosofía y la teo-
sostengo, todas tienen lugar en este lado de la logía, por un lado, de, por el otro, los saberes
línea. Su visibilidad parte de la premisa de la in- hechos inconmensurables e incomprensibles
visibilidad de las formas de conocimiento que para corresponderse con los métodos científi-
no pueden encajar en ninguna de estas formas cos de verdad y sus competidores reconocidos
de saber. Me refiero a los saberes populares, del reino de la filosofía y la teología.
laicos, plebeyos, campesinos o indígenas del En el campo del derecho moderno, este lado
otro lado de la línea. Se esfuman como saberes de la línea está determinado por lo que cuenta
relevantes o conmensurables porque están más como legal o ilegal de acuerdo con el estado
allá de la verdad o la falsedad. Es inimaginable oficial o el derecho internacional. Lo legal y lo
aplicarles no solo la distinción científica entre ilegal son las dos únicas formas de existir ante
verdadero y falso, sino también las verdades la ley y, por esta razón, la distinción entre am-
científicamente inverificables de la filosofía y la bos es una distinción universal. Esta dicotomía
teología que constituyen todo el conocimiento fundamental excluye todo un territorio social
aceptable de este lado de la línea. Al otro lado donde la dicotomía sería impensable como
de la línea no existe verdadero conocimien- principio organizador, es decir, el territorio de
to; hay creencias, opiniones, interpretaciones lo sin ley, lo a-legal, lo no-legal e incluso lo le-
intuitivas o subjetivas que, en el mejor de los gal o ilegal según el derecho no reconocido ofi-
cialmente.3 De modo que la línea abismal que
separa el reino de la ley del reino de la no ley
2 Pascal, Kierkegaard y Nietzsche, aunque de formas
muy distintas, fueron los filósofos que más profunda-
mente analizaron, y vivieron, las antinomias que esta 3 En Santos (2002b), analizo con sumo detalle la na-
pregunta contiene. Más recientemente, hay que men- turaleza del derecho moderno y el tema del pluralismo
cionar a Karl Jaspers (1952; 1986; 1995) y a Stephen legal (la coexistencia de más de un sistema legal en el
Toulmin (2001). mismo espacio geopolítico).
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es la base de la dicotomía visible entre lo legal zona colonial. En este sentido, el derecho mo-
y lo ilegal que organiza, en este lado de la línea, derno parece tener cierta superioridad sobre
el reino de la ley. la ciencia en la creación del pensamiento abis-
En cada uno de los dos grandes ámbitos — mal. En realidad, contrariamente a la idea legal
el de la ciencia y el de la ley— las divisiones convencional, fue la línea legal global que sepa-
marcadas por las líneas globales son abisma- ra el Viejo Mundo del Nuevo Mundo la que hizo
les en la medida en que eliminan efectivamente posible la emergencia del derecho moderno y,
cualquier realidad que haya al otro lado de la en particular, del derecho internacional moder-
línea. Esta negación radical de la copresencia no en el Viejo Mundo, en este lado de la línea.5
cimienta la afirmación de la diferencia radical La primera línea global moderna probablemen-
que, a este lado de la línea, separa la verdadero te fue el Tratado de Tordesillas entre Portugal y
de lo falso, lo legal de lo ilegal. El otro lado de la España (1494),6 pero las líneas verdaderamen-
línea abarca un vasto conjunto de experiencias
descartadas, hechas invisibles como agencias
y como agentes, y sin una ubicación territorial 5 El imperialismo, pues, es constitutivo del estado
fija. En realidad, como apuntaba, originaria- moderno. Contrariamente a lo que afirman las teorías
convencionales sobre el derecho internacional, este
mente hubo una ubicación territorial que histó- no es producto del estado moderno preexistente. El
ricamente coincidió con un territorio específi- estado moderno y el derecho moderno, el constitucio-
co: la zona colonial.4 Cualquier cosa que no se nalismo nacional y el constitucionalismo global, son
pudiera pensar como verdadera o falsa, legal o producto del mismo proceso imperial histórico. Véase
Koskenniemi (2002); Anghie (2005); Tully (2007).
ilegal, se producía con la mayor distinción en la
6 La definición de las líneas abismales se produce de
forma gradual. Según Carl Schmitt (2003: 91), las líneas
cartográficas del siglo XV (las rayas, Tordesillas) toda-
4 En este capítulo, doy por supuesta la estrecha re- vía presuponían un orden espiritual global en bloque a
lación entre capitalismo y colonialismo. Véanse, entre ambos lados de la división: la republica christiana sim-
otros, Williams (1994) (publicado originariamente en bolizada por el papa. Esto explica las dificultades con
1944); Arendt (1951); Fanon (1967ª); Horkheimer & que se encontraba Francisco de Vitoria, el gran teólogo
Adorno (1972); Wallerstein (1974); Dussel (1992); Mig- y jurista español del siglo XVI, para justificar la ocupa-
nolo (1995); Quijano (2000); Grosfoguel (2005); Maldo- ción de la tierra en las Américas. Vitoria pregunta si el
nado Torres (2007). descubrimiento es título suficiente para la posesión
Más allá del pensamiento abismal: de las líneas globales a las ecologías de los saberes559
te abismales emergen a mediados del siglo XVI de las líneas se manifiesta en el minucioso tra-
con las líneas de amistad.7 El carácter abismal bajo cartográfico invertido en su definición, en
la extrema precisión exigida a los cartógrafos,
los constructores del globo y los pilotos, y en
jurídica de la tierra. Su respuesta es muy compleja, no el vigilante control y el duro castigo de las vio-
solo porque se formula al estilo del difunto aristotelis- laciones. En su constitución moderna, lo colo-
mo, sino principalmente porque Vitoria no ve ninguna
nial representa no lo legal o ilegal, sino mejor la
respuesta convincente que no parta de la premisa del
poder superior de los europeos. Sin embargo, este he- ausencia de ley. La máxima que ello populariza
cho no confiere ningún derecho moral ni estatutario —“Más allá del ecuador no existe el pecado”—
sobre la tierra ocupada. Según Vitoria, ni siquiera la ci- resuena en el famoso pasaje de los Pensées de
vilización superior de los europeos es suficiente como Pascal escritos a mediados del siglo XVII: “tres
base fundamental de un derecho moral. Para él, la con-
quista solo podría ser base suficiente para un derecho
grados de latitud alteran toda la jurisprudencia
reversible a la tierra, unos jura contraria, como él dice. y un meridiano determina lo que es verdad…
Es decir, la cuestión de la relación entre conquista y el Es una curiosa forma de justicia cuyos límites
derecho a la tierra se debe hacer al revés: si los indios están marcados por un río, y lo que a este lado
hubieran descubierto y conquistado a los europeos, de los Pirineos es verdadero, al otro es falso”
¿hubiesen tenido derecho también a ocupar la tierra?
La justificación que Vitoria hace de la ocupación de la (1966: 46).
tierra está aún integrada en la idea medieval del orden
cristiano, en la misión encargada por el papa a los re-
yes españoles y portugueses, y en la idea de guerra jus- entre los territorios de este lado de la línea y los del
ta. Véase Carl Schmitt (2003: 101-105). Véase también otro lado. A este lado están el armisticio, la paz y la
Anghie (2005: 13-31). La minuciosa argumentación de amistad; al otro, la ley del más fuerte, la violencia y el
Vitoria refleja en qué medida la corona estaba por en- expolio. Todo lo que ocurra al otro lado de la línea no
tonces más preocupada por legitimar los derechos de está sometido a los mismos principios éticos ni jurídi-
propiedad que por la soberanía sobre el Nuevo Mundo. cos que rigen a este lado de la línea. Por consiguiente,
Véase Padgen (1990: 15). no puede dar lugar a los tipos de conflictos que origina
7 A partir del siglo XVI, las líneas cartográficas, las la violación de esos principios. Esa dualidad hizo posi-
llamadas “líneas de amistad” —la primera de las cuales ble, por ejemplo, que el rey católico de Francia estuvie-
pudo ser consecuencia del Tratado de Cateu-Cambrésis ra aliado con el rey católico de España a este lado de la
entre España y Francia— mermaron la idea de un or- línea y, al mismo tiempo, se aliara con los piratas que
den global común y establecieron una dualidad abismal atacaban a los barcos españoles al otro lado de la línea.
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A partir de mediados del siglo XVI, el debate abandonados sin ninguna posibilidad de esca-
entre los estados europeos sobre lo legal y lo par mediante la creación de una sociedad civil.
político en lo referente al Nuevo Mundo se cen- La modernidad occidental es, más que el
tra en la línea legal global, es decir, en la deter- abandono del estado de naturaleza y el paso a
minación de lo colonial, no en el ordenamiento la sociedad civil, la coexistencia de la sociedad
interno de lo colonial. Al contrario, lo colonial civil y el estado de naturaleza, separados por
es el estado de naturaleza en que no tienen una línea abismal por la que el ojo hegemónico,
cabida las instituciones de la sociedad civil. situado en la sociedad civil, deja de ver y real-
Hobbes se refiere explícitamente a “las gentes mente declara la no existencia del estado de
salvajes de muchos lugares de América” como naturaleza. El ser actual creado al otro lado de
ejemplares del estado de naturaleza (1985 la línea se hace visible al ser reconceptualiza-
[1651]: 187) y lo mismo piensa Locke cuando do como el pasado irreversible de este lado de
en Del gobierno civil escribe: “en el principio, la línea. El contacto hegemónico convierte la
todo el mundo era América” (1946 [1690]: 49). simultaneidad en no-contemporaneidad (véa-
Así pues, lo colonial es el punto ciego sobre el se el Capítulo 5). Fabrica pasados para dejar
que se construyen las ideas modernas de co- sitio a un único futuro posible (véase el Capí-
nocimiento. Las teorías del contrato social de tulo 6). Por consiguiente, el hecho de que los
los siglos XVI y XVII son tan importantes por lo principios legales vigentes en la sociedad civil,
que dicen como por lo que callan. Lo que dicen a este lado de la línea, no sean de aplicación al
es que los individuos modernos, es decir, los otro lado de la línea, no compromete en modo
hombres metropolitanos, participan en el con- alguno su universalidad.
trato social para abandonar el estado de natu- La misma cartografía abismal es parte fun-
raleza y formar la sociedad civil.8 Lo que callan damental del conocimiento moderno. Una vez
es que de este modo se crea una inmensa zona más, la zona colonial es, par excellence, el reino
del mundo entregada al estado de naturaleza, de creencias y conductas incomprensibles que
en el que millones de seres son condenados y de ningún modo se pueden considerar conoci-
miento, ni verdadero ni falso. El otro lado de la
línea solo alberga prácticas mágicas o idólatras
8 Sobre las diferentes concepciones del contrato so-
cial, véase Santos (2002a: 30-39). incomprensibles. La absoluta rareza de esas
Más allá del pensamiento abismal: de las líneas globales a las ecologías de los saberes561
es impensable sin la distinción matricial entre De este modo, la exclusión es a la vez radical
el derecho de las personas y el derecho de las y no existente, ya que no se puede concebir
cosas, en cambio, la lógica de la apropiación/ que los subhumanos sean candidatos a la in-
violencia solo reconoce el derecho de las co- clusión social.13 La humanidad moderna es
sas, tanto de las humanas como de las no hu- inconcebible sin la subhumanidad moderna.14
manas. La versión típica casi ideal de tal dere- La negación de una parte de la humanidad es
cho es el del “Estado Libre del Congo” bajo el sacrificial en el sentido de que es la condición
rey Leopoldo II de Bélgica.11 de la afirmación de la otra parte de la humani-
Así pues, hay una doble cartografía mo- dad que se considera universal.
derna: una cartografía legal y una cartografía Mi tesis en este capítulo es que todo esto es
epistemológica. El otro lado de la línea abis- tan cierto hoy como lo era en la época colo-
mal es el reino que está más allá de la legali- nial. El pensamiento occidental moderno si-
dad y la ilegalidad (la ausencia de ley), más gue operando a través de líneas abismales que
allá de la verdad y la falsedad (las creencias separan lo humano de lo subhumano, de tal
idólatras y mágicas incomprensibles).12 Estas forma que los principios humanos no quedan
formas de negación radical tienen como con-
secuencia una ausencia radical, la ausencia
de humanidad, la subhumanidad moderna. 13 La supuesta externalidad del otro lado de la línea
es, en efecto, la consecuencia de su doble pertenencia
al pensamiento abismal: como fundamento y como ne-
11 En Emerson (1979); Hochschild (1999); Dumoulin gación del fundamento.
(2005); Hasian (2002: 89-112), se pueden encontrar di- 14 Fanon denunció con incomparable lucidez esta ne-
versas visiones sobre la “colonia privada”. gación de la humanidad (Fanon, 1963; 1967a). El radica-
12 La profunda dualidad del pensamiento abismal y lismo de la negación es la base de la defensa que Fanon
la inconmensurabilidad entre los términos de la duali- hace de la violencia como dimensión intrínseca de la re-
dad fue impuesta por monopolios de saberes perfecta- vuelta anticolonial. En este sentido, el contraste entre
mente vigilados y leyes de robusta base institucional Fanon y Gandhi, aunque ambos compartieron la misma
—universidades, centros de investigación, comunida- lucha, debe ser objeto de detenida reflexión, sobre todo
des científicas, facultades de derecho y profesiones porque son dos de los activistas-pensadores más impor-
jurídicas— y la sofisticada tecnología lingüística de la tantes del siglo pasado. Véase Federici (1994) y Kebede
ciencia y la jurisprudencia. (2001).
Más allá del pensamiento abismal: de las líneas globales a las ecologías de los saberes563
comprometidos por las prácticas inhumanas. y raciales en los ámbitos tanto público como
Las colonias proporcionaron un modelo de privado, en las zonas salvajes de las megaciu-
exclusión radical que hoy prevalece en el pen- dades, en los guetos, en los talleres clandesti-
samiento y la práctica occidentales modernos nos, en las cárceles, en las nuevas formas de
como lo hizo durante el ciclo colonial. Hoy, esclavitud, en el mercado negro de órganos hu-
como entonces, tanto la creación como la ne- manos, en el trabajo y la prostitución infantiles.
gación del otro lado de la línea es un elemento Sostengo, en primer lugar, que la tensión
constitutivo de los principios y las prácticas he- entre regulación y emancipación sigue coe-
gemónicos. Hoy, es máxima la imposibilidad de xistiendo con la tensión entre apropiación y
la copresencia entre los dos lados de la línea. violencia, hasta el punto de que la existencia
Además, la civilidad legal y política de este lado de la segunda tensión no contradice la univer-
de la línea se usa de premisa para demostrar la salidad de la primera; en segundo lugar, que
absoluta incivilidad del otro lado de la línea. las líneas abismales continúan estructurando
Guantánamo es hoy una de las manifestaciones el conocimiento y el derecho modernos; y, en
más grotescas del pensamiento legal abismal, tercer lugar, que estas dos líneas abismales son
la creación del otro lado de la línea como una elementos constitutivos de las relaciones e in-
no-área en términos legales y políticos, un te- teracciones políticas y culturales de base occi-
rreno impensable donde rijan la ley, los dere- dental en el sistema del mundo moderno. Digo,
chos humanos y la democracia.15 Pero sería un en suma, que la cartografía metafórica de las
error pensar que se trata de algo excepcional. líneas globales ha sobrevivido a la cartografía
Hay otros muchos guantánamos, de Irak a Pa- de las líneas de amistad que separaron el Viejo
lestina y Darfur. Y, más aún, hay millones de Mundo del Nuevo Mundo. Por consiguiente, la
guantánamos en las discriminaciones sexuales injusticia social global está estrechamente uni-
da a la injusticia cognitiva global. Y, así, la lucha
por la justicia social global ha de ser también
15 Sobre Guantánamo y problemas afines, véanse, una lucha por la justicia cognitiva global. Para
entre otros, McCormack (2004); Amann (2004a; 2004b); conseguirlo, esta lucha requiere un nuevo tipo
Human Rights Watch (2004); Sadat (2005); Steyn (2004);
de pensamiento, un pensamiento postabismal.
Borelli (2005); Dickinson (2005); Van Bergen & Valenti-
ne (2006).
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no exige necesariamente que esa lógica esté inmensamente superior a la de los esclavos
presente de forma física en las sociedades me- fugitivos.22 En estas circunstancias, el metro-
tropolitanas. Basta con que tenga una conexión politano abismal se ve atrapado en un espacio
relevante con ellas. En el caso del terrorista, menguante, y su reacción es trazar de nuevo la
dicha conexión la pueden establecer los servi- línea abismal. Desde su perspectiva, la nueva
cios secretos. En el del trabajador migrante in- resistencia colonial no se puede abordar con la
documentado, bastará que sea contratado por lógica ordenadora de la apropiación/violencia.
uno de los cientos de miles de talleres clandes- Se acabó el tiempo de una división clara entre
tinos que funcionan en el Sur global subcontra- el Viejo Mundo y el Nuevo Mundo, entre lo me-
tados por las corporaciones multinacionales tropolitano y lo colonial. Hay que trazar la línea
metropolitanas. En el caso de los refugiados, la con la precisión que sea necesaria para garan-
conexión relevante la establece su solicitud de tizar la seguridad. Lo que antes era inequívoca-
estatus de refugiado en una determinada socie- mente este lado de la línea, hoy es un territorio
dad metropolitana. confuso delimitado por una serpenteante línea
Lo colonial que retorna es, en realidad, co- abismal. El muro de segregación israelí de Pa-
lonial abismal. Esta vez, lo colonial no solo re- lestina (International Court of Justice, 2005) y
gresa a los antiguos territorios coloniales, sino la categoría del “combatiente enemigo ilegal”23
también a las sociedades metropolitanas. Hoy son probablemente las imágenes más adecua-
invade o viola los espacios metropolitanos que, das de la nueva línea abismal y la confusa car-
desde el principio de la modernidad occiden- tografía a la que conduce.
tal, estaban marcados como este lado de la lí- Una cartografía confusa no puede sino con-
nea, y, además, muestra un grado de movilidad ducir a prácticas confusas. El paradigma de la
regulación/emancipación se va desfigurando
a este lado de la línea. De modo que se violan El otro punto de apoyo del principal movi-
los derechos humanos para defenderlos, se miento actual es el retorno del colonizador.
destruye la democracia para salvaguardarla, se Implica la resurrección de formas de ordena-
elimina la vida para preservarla. Se están tra- miento colonial tanto en las sociedades metro-
zando las líneas abismales tanto en sentido lite- politanas, que esta vez gobiernan la vida del
ral como metafórico. En sentido literal, son las ciudadano común, como en las sociedades que
líneas que definen las fronteras como vallas27 en su día estuvieron sometidas al colonialismo
y campos de exterminio, dividen las ciudades europeo. El caso más evidente es el del que yo
entre zonas civilizadas28 y zonas salvajes, y las llamo nuevo gobierno indirecto,30 que emerge
cárceles, entre lugares legales de confinamien- cuando el Estado se retira de la regulación so-
to y lugares de destrucción brutal de la vida sin cial y se privatizan los servicios públicos. De
respeto a ley alguna.29 este modo, poderosos actores ajenos al Estado
se hacen con el control de la vida y el bienes-
tar de vastas poblaciones, sea el control de la
27 En Glon (2005), se puede encontrar un buen ejem-
plo de la lógica abismal legal que subyace en la defensa sanidad, la tierra, el agua potable, las semillas,
de la construcción de una valla que separa la frontera los bosques o la calidad del medio ambiente. La
Sur de Estados Unidos de México. obligación política que vincula al sujeto legal
28 Véase Blakely & Snyder (1999); Low (2003); Atkin- al Rechsstaat, el Estado constitucional moder-
son & Blandy (2005); Coy (2006). no, que es el que ha prevalecido a este lado de
29 Véase Amann (2004a; 2004b); Brown (2005). Un la línea, es reemplazado por obligaciones con-
informe de la Comisión Provisional del Parlamento Eu- tractuales privatizadas y despolitizadas por las
ropeo sobre la actividad ilegal de la CIA en Europa (no-
viembre, 2006), muestra cómo los gobiernos europeos
actuaron de prestos facilitadores de los abusos de la 30 El gobierno indirecto fue una forma de política
CIA, como la detención secreta y las torturas. Este cam- colonial europea que se practicó en gran medida en
po de investigación al margen de la ley incluyó 1.245 las antiguas colonias británicas, donde la estructura
sobrevuelos y escalas de aviones de la CIA en Europa tradicional del poder local, o al menos parte de ella,
(algunos de ellos con transporte de prisioneros) y la fue incorporada a la administración colonial del Es-
creación de centros de detención secretos en Polonia, tado. Véase Lugard (1929); Perham (1934); Malinows-
Rumanía y seguramente también en Bulgaria, Ucrania, ki (1945); Furniwall (1948); Morris & Read (1972);
Macedonia y Kosovo. Mamdani (1996; 1999).
Más allá del pensamiento abismal: de las líneas globales a las ecologías de los saberes569
que la parte más débil queda más o menos a fortificados característicos de las nuevas formas
merced de la parte más fuerte. Esta última for- de segregación urbana: las ciudades privadas,
ma de ordenamiento tiene algunas alarmantes las urbanizaciones cerradas y las comunida-
semejanzas con el ordenamiento de la apro- des valladas. La división entre zonas salvajes
piación/violencia que prevaleció al otro lado y civilizadas en las ciudades de todo el mundo
de la línea. He descrito esta situación como el —incluso en “ciudades globales” como Nueva
auge del fascismo societal, un régimen social York o Londres que, como se ha demostrado
de unas relaciones de poder extremadamente (Sassen, 1999), son los nodos de la economía
desiguales que garantizan a la parte más fuerte global— se está convirtiendo en criterio general
el poder de veto sobre la vida y los medios de de sociabilidad, un nuevo espacio-tiempo hege-
vida de la parte más débil. mónico que atraviesa todas las relaciones so-
En otro libro distingo cinco formas de fascis- ciales, económicas, políticas y culturales y, por
mo societal.31 En este me refiero a ellas breve- consiguiente, es común a la acción de Estado y
mente porque reflejan con claridad la presión de no Estado. Por lo que al Estado se refiere, la
de la lógica de la apropiación/violencia sobre la división equivale a un doble criterio de acción de
lógica de la regulación/emancipación. La prime- Estado en las zonas salvajes y en las civilizadas.
ra es la del fascismo del apartheid social. Me En las civilizadas, el Estado actúa democrática-
refiero a la segregación social de los excluidos mente, como Estado protector, aunque a veces
mediante la división de las ciudades en zonas sea de forma ineficiente y poco fiable. En las zo-
salvajes y zonas civilizadas. Las salvajes son las nas salvajes, el Estado actúa de forma fascista,
zonas del estado de naturaleza de Hobbes. Las como Estado depredador, sin el mínimo asomo,
civilizadas son las zonas del contrato social, y ni siquiera aparente, de imperio de la ley.32 Los
están bajo la permanente amenaza de las zonas mismos agentes de la policía, todos formados en
salvajes. Para defenderse, las zonas civilizadas las mismas academias y siguiendo las mismas re-
se erigen en castillos neofeudales, los enclaves glas, ayudan solícitamente a los niños a cruzar la
31 En Santos (2002b: 447-448), hago un minucioso aná- 32 Un buen ejemplo de esta dinámica es el estudio de
lisis de la emergencia del fascismo societal como conse- Caldeira (2000) sobre las escisiones geográficas y so-
cuencia de la ruptura de la lógica del contrato social. ciales de São Paulo.
570 Boaventura de Sousa Santos
calle en las zonas civilizadas, mientras asesinan En estos casos, el contrato social que presidió
a los jóvenes en los puntos negros de las zonas la producción de los servicios públicos en el
salvajes, supuestamente en defensa propia. Estado de bienestar y el Estado desarrollista,
La segunda forma es la del fascismo con- se reduce al contrato individual entre consumi-
tractual. Se produce en las situaciones en que dores y prestadores de servicios privatizados.
las desigualdades de poder entre las partes del A la luz de las a menudo flagrantes deficiencias
contrato civil es tal que la parte más débil, con- de la regulación pública, esta reducción conlle-
vertida en vulnerable por no tener alternativa, va la eliminación en el ámbito contractual de
acepta las condiciones impuestas por la par- aspectos decisivos de la protección de los con-
te más fuerte, por onerosas y despóticas que sumidores, unos aspectos que, por este motivo,
puedan ser. El proyecto neoliberal de convertir se convierten en extracontractuales. Al exigir
el contrato laboral en un contrato de derecho prerrogativas extracontractuales, las agencias
civil como cualquier otro augura una situación de los servicios privatizados arrebatan funcio-
de fascismo contractual. Como señalábamos nes de regulación social que antes ejercía el
antes, esta forma de fascismo se produce hoy Estado. Este, de forma implícita o explícita,
con frecuencia en las situaciones de privatiza- subcontrata a estas agencias para que lleven a
ción de los servicios públicos, como la sani- cabo estas funciones y, al hacerlo sin la partici-
dad, el bienestar, las empresas públicas, etc.33 pación efectiva o el control de los ciudadanos,
se convierte en cómplice de la producción del
fascismo contractual.
33 Uno de los ejemplos más claros es la privatización La tercera forma de fascismo societal es la
del agua y las consecuencias sociales que de ella se de- del fascismo territorial. Se da siempre que ac-
rivan. Véase Bond (2000) y Buhlungu et al. (2006) (so-
tores sociales con fuerte capital patrimonial o
bre el caso de Sudáfrica); Oliveira Filho (2002) (sobre el
caso de Brasil); Olivera (2005); Flores (2005) (sobre el militar disputan el control del Estado sobre los
caso de Bolivia); Bauer (1998) (sobre el caso de Chile); territorios en que actúan, o neutralizan dicho
Trawick (2003) (sobre el caso de Perú); Castro (2006) control mediante la apropiación o la coerción
(sobre el caso de México). Donahue & Johnston (1998); de las instituciones del Estado, y el ejercicio de
Balanyá et al. (2005); Conca (2005); Lopes (2005), tra-
la regulación social sobre los habitantes del te-
tan de dos o más casos. Véase también Klare (2001);
Hall, Lobina, & De La Motte (2005). rritorio, sin la participación de estos y en contra
Más allá del pensamiento abismal: de las líneas globales a las ecologías de los saberes571
de sus intereses.34 En la mayoría de los casos, de personas, que de este modo ven reducidas
estos son los nuevos territorios coloniales del radicalmente sus expectativas, y están dispues-
interior de estados que casi siempre estuvieron tas a asumir pesadas cargas para conseguir la
sometidos en su día al colonialismo europeo. mínima reducción del riesgo y la inseguridad.
De distintas formas, el acaparamiento original En lo que a esta forma de fascismo se refiere, el
de tierras como prerrogativa de la conquista, y Lebensraum —el “espacio vital” que Hitler re-
la consiguiente “privatización” de las colonias, clamaba para el pueblo alemán y con el que jus-
están presentes en la reproducción del fascis- tificaba las anexiones— de los nuevos Führers
mo territorial y, de forma más general, en las es la intimidad de las personas y su angustia e
relaciones entre terratenientes y campesinos inseguridad ante el presente y el futuro. Para
sin tierras. También están sometidas al fascis- funcionar pone en marcha el doble juego de las
mo territorial las poblaciones civiles que viven ilusiones retrospectivas y prospectivas, y hoy
en zonas de conflicto armado.35 se es particularmente evidente en el ámbito de
La cuarta forma de fascismo societal es el la privatización de los servicios públicos, como
fascismo de la inseguridad. Consiste en la la sanidad, el bienestar, la educación y la vi-
manipulación discrecional del sentimiento de vienda. Las ilusiones retrospectivas consisten
inseguridad de las personas y los grupos so- en subrayar el recuerdo de la inseguridad en
ciales a quienes la precariedad del empleo o este sentido, y la ineficiencia de la burocracia
accidentes o sucesos desestabilizadores, han del Estado para garantizar el bienestar social.
hecho vulnerables. La consecuencia es una an- Las ilusiones prospectivas, a su vez, pretenden
siedad y una incertidumbre crónicas respecto crear las expectativas de protección y seguri-
al presente y el futuro para una gran cantidad dad conseguidas en el sector privado, y exa-
geradas con la ocultación de algunos de los
riesgos y las condiciones de la prestación de
34 Este es el caso, por ejemplo, de las milicias popula- servicios. Estas ilusiones prospectivas prolife-
res de Medellín (Colombia), y de los grupos extractores
ran hoy sobre todo en forma de seguros médi-
de esmeraldas de la parte occidental de Boyacá, Colom-
bia. Véase Gutiérrez & Jaramillo (2003). cos y fondos de pensiones privados.
La quinta forma de fascismo societal es el
35 Sobre el caso de Colombia, véase Santos & García
Villegas (2001). fascismo financiero. Tal vez sea esta la forma
572 Boaventura de Sousa Santos
más despiadada de sociabilidad fascista y, por modelo y criterio operativo de las institucio-
lo tanto, requiere un análisis más minucioso. nes de la regulación mundial. Voy a mencionar
Es el tipo de fascismo que controla los merca- solo algunas: las agencias de calificación, las
dos financieros y su economía de casino. Es el agencias que están certificadas internacional-
más pluralista porque los flujos de capital son mente para evaluar la situación económica de
resultado de las decisiones de inversores parti- los diferentes estados y los riesgos o las opor-
culares o institucionales repartidos por todo el tunidades que puedan ofrecer a los inversores
mundo y que no tienen nada en común, salvo el extranjeros. Los títulos que se les otorgan son
deseo de maximizar sus activos. Precisamente decisivos para las condiciones en que un país
porque es el más pluralista, también es la forma o una empresa de ese país pueden optar al cré-
más feroz de fascismo, porque su tiempo-es- dito internacional. Cuanto mayor es la nota,
pacio es el más contrario a cualquier forma de mejores son las condiciones. Estas empresas
intervención y deliberación democráticas. En tienen un extraordinario poder. Según Thomas
este sentido, es muy significativa la respuesta Friedman: “el mundo posterior a la guerra fría
del corredor de bolsa cuando se le preguntó qué tiene dos superpotencias: Estados Unidos y
consideraba que significaba largo plazo: “para Moody’s”.36 Para justificar tal afirmación, aña-
mí, largo plazo son los próximos diez minutos”. de: “si es verdad que Estados Unidos de Amé-
Este tiempo-espacio prácticamente instantáneo rica puede aniquilar al enemigo utilizando su
y global, unido a la lógica especulativa del be- arsenal militar, la agencia de calificación eco-
neficio en que se asienta, confiere un enorme nómica Moody’s tiene el poder de estrangu-
poder discrecional al capital financiero, con lar financieramente a un país poniéndole una
fuerza suficiente para hacer tambalear, en cues- mala nota” (Warde, 1997: 10-11). El poder dis-
tión de segundos, la economía real o la estabi- crecional de estas agencias es mucho mayor
lidad política de cualquier país. El ejercicio del debido a que tienen la prerrogativa de hacer
poder financiero es totalmente discrecional, y
las consecuencias para los afectados —a veces,
naciones enteras— pueden ser angustiosas. 36 Moody’s es una de las cuatro agencias de califica-
ción certificadas por la Comisión de Valores y Cam-
La perversidad del fascismo financiero radi-
bio; las otras son Standard and Poor’s, Fitch Ratings,
ca en el hecho de que se ha convertido en el Duff y Phelps.
Más allá del pensamiento abismal: de las líneas globales a las ecologías de los saberes573
evaluaciones que los países o las empresas en guetos de las megaciudades del Norte global y
cuestión no han solicitado. del Sur global.37
En todas sus formas, el fascismo societal es Como régimen social, el fascismo societal
un régimen que se caracteriza por unas rela- puede coexistir con la democracia política li-
ciones sociales y unas experiencias de vida so- beral. Más que sacrificar la democracia a las
metidas a relaciones e intercambios de poder exigencias del capitalismo global, la trivializa
extremadamente desiguales, que conducen a de tal modo que deja de ser necesario, o inclu-
formas de exclusión particularmente severas so conveniente, sacrificar la democracia para
y potencialmente irreversibles. Estas formas promover el capitalismo. Por consiguiente, es
de exclusión existen tanto dentro de las socie- un fascismo pluralista, es decir, una forma de
dades nacionales como en las relaciones entre fascismo que nunca existió. En realidad, mi te-
los países. El fascismo societal es una nueva sis es que posiblemente estemos entrando en
forma de estado de naturaleza, y prolifera a la un período en que las sociedades son política-
sombra del contrato social de dos formas: el mente democráticas y socialmente fascistas.
poscontractualismo y el precontractualismo. Las nuevas formas de gobierno indirecto
El poscontractualismo es el proceso por el también incluyen la segunda gran transfor-
que los grupos sociales y los intereses sociales mación de la propiedad y del derecho de pro-
hasta hoy incluidos en el contrato social que- piedad de la era moderna. La propiedad, y en
dan excluidos de este sin ninguna perspecti- concreto la propiedad de los territorios del
va de volver a él: los trabajadores y las clases Nuevo Mundo, fue, como señalaba al principio,
populares son expulsados del contrato social el problema fundamental del establecimien-
mediante la eliminación de los derechos socia- to de las líneas abismales globales modernas.
les y económicos, con lo que se convierten en La primera transformación tuvo lugar cuando,
poblaciones desechables. El precontractualis- con el capitalismo, la propiedad sobre las co-
mo consiste en bloquear el acceso a la ciuda- sas se amplió a la propiedad sobre los medios
danía a los grupos sociales que anteriormen- de producción. Como muy bien explica Karl
te se consideraban candidatos a ella y tenían
la razonable esperanza de acceder a ella: por
37 En Wilson (1987) se puede ver una análisis tempra-
ejemplo, los jóvenes urbanos que viven en los no y elocuente de este fenómeno.
574 Boaventura de Sousa Santos
la lógica de la apropiación/ violencia siempre ordenar las relaciones entre los ciudadanos y
que intervienen relaciones de poder desigua- entre ellos y el Estado, hoy, en los ámbitos so-
les. Consiste en el derecho cuyo acatamiento ciales que sufren mayor presión de la lógica de
es voluntario. No es extraño que se utilice, en- la apropiación/violencia, se alega para tratar a
tre otros muchos, en el área de las relaciones los ciudadanos como no ciudadanos, y a los no
entre el capital y la mano de obra,39 y su versión ciudadanos como peligrosos salvajes colonia-
más lograda son los códigos de conducta cuya les. Del mismo modo que el fascismo coexis-
adopción se recomienda a las multinacionales te con la democracia, el estado de excepción
metropolitanas que participan en contratos de coexiste con la normalidad constitucional, la
externalización con “sus” fábricas clandestinas sociedad civil coexiste con el estado de natu-
de todo el mundo.40 La plasticidad del derecho raleza, el gobierno indirecto coexiste con el
blando tiene interesantes semejanzas con el gobierno de la ley. Lejos de ser una perversión
derecho colonial, cuya aplicación dependía de de algún derecho normal original, este es el di-
los caprichos del colonizador más que de cual- seño original de la epistemología y la legalidad
quier otras cosa.41 Las relaciones que regulan modernas, aunque se haya desplazado la línea
son, sino un nuevo estado de naturaleza, una abismal que desde el mismo principio ha distin-
zona gris entre este y la sociedad civil, en el que guido lo metropolitano de lo colonial, convir-
prolifera y prospera el fascismo social. tiendo lo colonial en una dimensión interna de
En suma, el pensamiento abismal moderno, lo metropolitano.
al que se ha apelado a este lado de línea para
Conclusión: hacia el pensamiento
postabismal
39 La otra área es la protección del medio ambiente. Visto lo que acabo de decir, parece que el
40 Véase Rodríguez-Garavito (2005) y la bibliografía pensamiento abismal, si no encuentra una
que allí se cita. resistencia activa, continuará reproducién-
41 Eufemísticamente se llama blando a este tipo de dose, por muy excluyentes y destructivas
derecho porque es blando con aquellos cuya conducta que sean las prácticas que genera. Como he
empresarial se supone que regula (los empresarios) y
mostrado en los capítulos anteriores, la re-
duro con quienes sufren las consecuencias del no cum-
plimiento (los trabajadores). sistencia política debe partir de una ruptura
576 Boaventura de Sousa Santos
principio de igualdad que al principio de reco- Akram, S. M.; Karmely, M. 2005 “Immigration
nocimiento de la diferencia, por lo que no es and Constitutional Consequences of
más que una emergencia global nacida de la Post-9/11 Policies involving Arabs and
fusión de luchas locales progresistas con el ob- Muslims in the United States: Is Alienage a
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