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Iglesia Familiar de Adoración

Epístola del
Apóstol San Pablo
a los Romanos
Estudio de tres grupos de ofrendas
(expiación, paz y dedicación), como patrón
para entender la carta.
Abril 2018

Pr. Mariano Arancibia


Christopher Carreño
Adams Hernández
Enzo Zamorano B
Esquema Sesiones

Sugerencia
Podría ser útil comenzar con una lectura completa (con
los hermanos) de los capítulos 1 y 2 de Romanos

Sesión 1 / Introducción y Contexto

Ideas fuerza (de la serie completa):


Cristo es el cumplimiento de todo (Figura, Símbolo, Profecía).
Cristo es el centro de toda la revelación bíblica.
Cristo es nuestra expiación.
Cristo es nuestra paz.
Estamos dedicados a Cristo.

Acerca del libro:


La mayoría de los comentaristas han dicho que los versículos dieciséis y diecisiete del capítulo
uno son un resumen conciso del contenido de la epístola. C. K. Barrett1 va un paso más allá al
decir que no está mal ver en ellos un resumen de toda la teología de Pablo.
Romanos 1:16-17
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío
primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está
escrito: Mas el justo por la fe vivirá”.

!1 C. K. Barrett, A Commentary on the Epistle to the Romans, p. 27. Disponible en https://bible.org/seriespage/1-


introduction-book-romans#P16_4145
Textos: Capítulo 1 y 2 de Romanos. Siguiendo la siguiente idea:
En el capítulo 1 después de dar la introducción y el propósito del libro, Pablo examina la
revelación natural a través de la creación, señalando que la creación rechazó al Creador para la
satisfacción de los instintos más básicos. Esta sección es una exposición en la primera parte de
Génesis.

En el capítulo 2, Pablo anuncia el juicio de Dios según la verdad, explicando que el juicio es por
ley y que la circuncisión por sí sola no sirve de nada. Esta sección es una explicación teológica del
código de la ley.

Exposición:
El libro de Romanos a menudo se ha descrito como una exposición del Antiguo
Testamento en vista del Evangelio de Cristo; esta es ciertamente una descripción precisa
a la vista del patrón que emerge. El Evangelio de Cristo cuenta cómo personas
pecaminosas pueden encontrar acceso a los lugares celestiales a través de la
expiación por el sacrificio. Está claro que este también fue el foco del sistema de
sacrificios de Israel. No es de extrañar que el libro se base en el patrón de esos antiguos
sacrificios.

El sistema de sacrificios de Israel es un complicado entramado de reglas respecto a los


métodos que debían ser estrictamente observados para agradar a Dios con las ofrendas y
sacrificios que se le entregaban. El apóstol Pablo se sirve de este sistema como contraluz para
presentar a Cristo como la consumación de este sistema sacrificial. Según el Doctor Allen Ross es
posible según el propósito que tengan, ordenar en 3 los principales tipos o “grupos” de sacrificios
en la adoración del antiguo Israel:

1. Los que se hacían con el propósito de la Expiación: Ofrenda por el pecado [Lev.4],
Ofrenda por transgresión [Lev.5), y ofrenda totalmente quemada [Lev 1], así como el gran
Día de la Expiación [Lev.16]).
2. Aquellos cuyo propósito era la Celebración: Ofrenda de Paz [Lev.3] así como otras
variaciones, como la Pascua [Éxodo 12]).
3. Y los que estaban relacionados con la Dedicación: Ofrenda de Comida [ Lev. 2], los
primeros frutos, los primeros nacidos, el pago de votos y otros tipos de rituales dedicatorios.

Entonces siguiendo este orden podríamos afirmar que a través de ofrendas y sacrificios
hubo perdón y aceptación de Dios (expiación), se celebró el hecho de estar en paz con Dios
(ofrenda de paz), y también se le dedicó a Dios la vida y se le adoró (dedicación). El Libro de
Romanos emplea este patrón teológico básico, ya que teje un argumento teológico desde el
comienzo de la obra de Dios hasta el final.

Objetivos
Durante las próximas semanas podremos:
A. Aprender de este patrón teológico utilizado por el autor de esta carta fundamental.
B. Seremos testigos del cumplimiento en Cristo de todos los propósitos del sistema sacrificial
antiguotestamentario (Rom 10:4)
C. Mediante este conocimiento tendremos la posibilidad de apreciar de forma mas profunda
cual es la herencia a la que podemos echar mano en tanto herederos del Reino.
D. Ponderar de mejor forma el llamado que tenemos a dedicarnos a Dios (Romanos 12:1)
Sesión 2 / Expiación 1
Idea fuerza:
La expiación es el acto por el cual se quita el pecado o la contaminación mediante un sacrificio o
pago establecido por Dios.
Principio Rector:
Expiación incluye la idea de reparación, de lograr una reconciliación que produce armonía entre
los que han estado separados, enemistados.
Textos: Levíticos cap. 1, 4 y 5

Sugerencia
Podría ser útil comenzar con una lectura completa (con
los hermanos) del capitulo 4 de Levíticos

En el AT, expiación se expresa mayormente por el verbo kaphar, cuya raíz significa cubrir. El
sustantivo relacionado con este verbo, kopher, se usa principalmente en casos de rescate que
cubre la ofensa, no de barrerlo fuera de la vista sino hacer un pago equivalente para que la
ofensa sea realmente y exactamente pagada (p. ej., Exo 30:12 rescate; Num 35:31; Sal 49:7; Isa
43:3). Originándose de este uso del sustantivo, una sección entera del verbo (en heb. las formas
piel y pual, kipper y kuppar ) llegó a reservarse para expresar sólo la idea de quitar la ofensa por
medio de un pago equivalente y de esta manera acercando al que cometió la ofensa con el
ofendido. Los únicos usos seculares de esta palabra (en Gen 32:20; Lev 5:16; Lev 16:30, Lev
16:33; Lev 17:11) muestran también que los medios de expiación, el precio real pagado como
equivalente del pecado cometido, era la sangre sacrificial, la vida entregada en la muerte.

En el ritual del día de la Expiación (Lev 16:15-17, Lev 16:20-22) el Señor quería que su pueblo
supiera la significación de lo que había sucedido en secreto cuando el sumo sacerdote rociaba la
sangre sobre la cubierta de expiación (heb., kapporeth). Por lo tanto decretó la ceremonia del
macho cabrío vivo para que pudieran ver con sus propios ojos a sus pecados puestos sobre otro y
ver que sus pecados eran quitados para siempre para nunca volver.
En la teología cristiana, la expiación es la doctrina central de la fe y puede correctamente incluir
todo lo que Jesús logró para nosotros en la cruz. Fue una expiación vicaria (sustituta). En el día
de la Expiación el macho cabrío, que era sustituido, en cierto sentido no era tan valioso como
una persona, aunque nunca hubiera pecado; pero Dios en su gracia sin igual proveyó un sustituto
que era infinitamente mejor que el pecador, absolutamente sin pecado y santo y más querido por
el Padre que toda su creación. La paga del pecado es muerte (Rom 6:23) y al que no conoció
pecado, por nosotros Dios le hizo pecado, para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en
él (2Co 5:21).
Sesión 3 / Expiación 2
Idea fuerza: Dios resuelve
Textos: Romanos cap. 3 y 4

Sugerencia
Podría ser útil comenzar con una lectura completa (con
los hermanos) del capitulo 3 de Romanos

Hay dos hechos contrarios que el ingenio de los teólogos no hubieran podido reconciliar sin la
solución de Dios: Primero, que Dios es santo y odia el pecado y que según su santa ley el pecado
es un crimen capital; y segundo, que Dios es amor (1 Juan 4:8). Así que el dilema era: ¿Cómo
puede Dios ser justo y al mismo tiempo justificar al pecador? (Rom 3:26).

Juan 3:16 nos dice que tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo. En los eternos concilios de la
Trinidad, Jesús se ofreció a sí mismo para cargar con nuestros pecados (Apocalipsis 13:8).
Voluntariamente se despojó a sí mismo de las divinas vestiduras de omnipotencia, omnisciencia y
gloria (Fil 2:5-8) a fin de ser auténticamente humano. Cumplió a la perfección la ley en nuestro
lugar (Mat 5:18) y luego pagó la pena por nuestros pecados al morir por nosotros en la cruz. La
obra expiatoria de nuestro Señor mira hacia tres direcciones: hacia el pecado (1Pe 1:18-19), hacia
nosotros (Rom 5:6-11) y hacia el Santo Padre (1Juan 2:1).

La RVa emplea el término expiación mientras la RVR-1960 utiliza la palabra †propiciación† tres
veces: hilasterion (Rom 3:25; también BA, BJ y VHA [DHH: perdón; RVA: expiación]); hilasmos
(1 Juan 2:2; también BA, BJ y VHA [DHH: sacrificio; RVA: expiación]); hilasmos (1 Juan 4:10;
también BA, BJ y VHA [DHH: sacrificio; RVA: expiación]). La BA la usa una vez más
(hilaskomai, Heb 2:17 [BJ, RVA, RVR-1960 y VHA: expiar; DHH: obtener el perdón].

Propiciación y expiación no son sinónimos; tienen significados muy distintos. Propiciación es algo
que se hace a una persona: Cristo propició a Dios en el sentido de que apartó la ira de Dios de
los pecadores culpables, soportando esa ira él mismo en la soledad del Calvario.
La expiación es lo que se hace para con delitos o pecados o malas acciones:
Jesús proveyó el medio para limpiarlas o cancelarlas.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano


Sesión 4 / Celebración (ofrenda de paz) 1
Idea fuerza: Paz y comunión con Dios.
Textos: Levíticos Cap. 3

Sugerencia
Podría ser útil comenzar con una lectura completa (con
los hermanos) del capitulo 3 de Levíticos

Ofrendas de Paz: Se les denomina así porque eran ofrecidas por los que estaban en
paz con Dios para expresar gratitud y obligación.

Las ofrendas de paz son distintas tanto del holocausto como de la oblación de ofrenda vegetal,
aunque está basada en ambas. Su objeto no era enseñar cómo un pecador podía
conseguir la paz ni tampoco hacer expiación: se trata más bien del resultado de
haber recibido bendición, de la respuesta del corazón a esta bendición.

El alma entra en la consagración de Cristo a Dios, el amor y poder de Cristo como bendición de
la familia sacerdotal, y su propio sustento en la vida allí donde la muerte se ha introducido.

La ofrenda de paz podía ser de las manadas o de los rebaños, macho o hembra. El ofrendante
imponía las manos sobre la cabeza de la ofrenda, y le daba muerte. (origen doctrina
“imposición de manos”, Identificación vicaria con la ofrenda)

La sangre era rociada alrededor del altar. Toda la grasa, los dos riñones y la grasa de encima del
hígado se debían quemar sobre el altar, como ofrenda de olor grato a Jehová. Esto era la parte
de Dios, literalmente “Su pan”.

El pecho de la ofrenda era mecido como ofrenda mecida y a continuación era usado como
alimento para Aarón, y sus hijos e hijas. La espaldilla derecha era una ofrenda elevada, y
quedaba para el sacerdote que la ofrecía. Por su parte, el ofrendante y sus amigos comían
también de la ofrenda aquel mismo día; si era un voto o una ofrenda voluntaria, podía ser
comida al día siguiente. Lo que quedara de ella tenía que ser quemado con fuego: ello indica
que para que la comunión sea real tiene que ser directa, no demasiado separada
de la obra del altar.

La ofrenda de paz iba acompañada de una oblación de ofrenda vegetal, constituida por tortas sin
levadura y hojaldres sin levadura untados con aceite; junto a ello se añadían tortas de pan
leudado. Esto último reconocía la existencia de pecado en el adorador (cfr. 1 Jn. 1:8)
que, si era mantenido inactivo, no lo descalificaba como adorador. Todo lo que
tipifica a Cristo era sin levadura.

Que la ofrenda de paz tipifica comunión queda patente de las instrucciones acerca
de su uso: parte de ello era aceptado sobre el altar, recibiendo el nombre de “el
alimento de la ofrenda”; otra parte era alimento para el sacerdote (tipo de Cristo)
y de los hijos del sacerdote (los cristianos); y otra parte era comida por el
ofrendante y sus amigos (el pueblo, y quizá también los gentiles, que en el Reino
“se gozarán con su pueblo”). Este pensamiento de la comunión halla su expresión
en la mesa del Señor, en la comunión de la sangre y del cuerpo del Señor (1 Co.
10:16).

Se dice que la ofrenda de paz “pertenece a Jehová”; del mismo modo toda la adoración
pertenece a Dios: es el fruto y expresión de Cristo en los creyentes (Lv. 3; 7:11-21, 28-34).
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

La próxima semana aprenderemos como el Apóstol Pablo se sirve de este “tipo" de Cristo
expresado en la Ofrenda de Paz para en el capitulo 5 y 6 de Romanos afirmar que una vez que
hay justificación por la fe en la sangre expiatoria, luego sigue la celebración de estar en paz
con Dios en una nueva vida.
Romanos 5:1
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Sesión 5 / Celebración (ofrenda de paz) 2

Idea fuerza: Justificados pues por la fe tenemos paz para con Dios.
Texto clave: Romanos 5:1
Textos: Romanos cap 5 y 6

Sugerencia
Podría ser útil comenzar con una lectura completa (con
los hermanos) del capitulo 5 de Romanos

Romanos 5:1
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Una vez que hay justificación por la fe en la sangre expiatoria, luego sigue la celebración
de estar en paz con Dios en una nueva vida (Romanos Capítulo 5). Este capítulo retoma la
idea de la OFRENDA DE PAZ de Israel, anunciando que debido a que se ha hecho la
expiación, tenemos paz con Dios.

Ya se ha cumplido el proceso de expiación, ahora estamos en paz con Dios. Nuestra


ofrenda es ahora una adoración, jamás puede volver a ser una ofrenda que intente ganar el
favor de Dios.
Muchos cristianos hoy siguen intentando ganar el favor de Dios con obras u
ofrendas, esto es probablemente uno de los mas frecuentes pecados que la piedad
religiosa comete y probablemente uno de los mas graves también, pues intenta inhabilitar el
sacrificio de Cristo, y poner al ser humano en el centro de la acción espiritual.

¿Puedes pensar en ejemplos de creyentes que usan acciones humanas como una forma de
ganar el favor de Dios?
Sesión 6 / Dedicación 1
Idea fuerza: Al entrar en la tierra prometida ofrecemos nuestra vida completa como sacrificio.
Principio Rector: Voluntariamente y en respuesta a nuestra aceptación como hijos nos ofrecemos
como sacrificio a Dios. No para ganar su favor si no como una forma de consagración.
Textos: Deuteronomio cap 26

Sugerencia
Podría ser útil comenzar con una lectura completa (con
los hermanos) del capítulo 26 de Deuteronomio

Deuteronomio 26:1-2
Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da por herencia, y tomes posesión de ella y la habites,
 entonces tomarás de las primicias de todos los frutos que sacares de la tierra que Jehová tu Dios te da, y las
pondrás en una canasta, e irás al lugar que Jehová tu Dios escogiere para hacer habitar allí su nombre.

Ahora, en vista del hecho de que hemos sido injertados en el programa, y tenemos paz con
Dios por medio de la fe en la sangre expiatoria de Cristo, debemos ofrecernos como sacrificios
vivos. Esto trae adelante la OFRENDA DE DEDICACIÓN de Israel (ver también Lev.2,
Salmos 40 y Deuteronomio 26).

Las primicias como ejemplo de dedicación


Las primicias son el primer fruto de cualquier cosa. El ofrecimiento de las p. a Dios, que se
conoce desde los primeros tiempos bíblicos, Gn 4, 3-4, es el reconocimiento de su señorío
absoluto; se le reconocía como dueño y dador de los frutos, pues todo se debe a su bendición, y
por lo tanto las p. le pertenecen y le están consagradas, Ex 22, 28; 23, 19; 34, 16; Lv 2, 12 y 14;
10, 10-17; Dt 18, 4. Se ofrecían las de la tierra y las del ganado, así como las p. de la molienda, el
pan, cuando ya el pueblo estaba establecido en la tierra de Canaán, Nm 15, 17-21. Eran una
contribución para el sostenimiento del culto, en Nm 18, 12-13, corresponden al sacerdote.
Figuradamente Israel es llamado, entre los demás pueblos, p. de Yahvéh, Jr 2,
3, consagrado a él; como también se llama al nuevo pueblo de Dios conformado,
no ya por Israel solamente, sino por todos los creyentes en Jesús, sin distinción
alguna, que poseen las p. del espíritu., Rm 8, 26; pues Jesús venció la muerte, “primicia de los
que murieron"; ya que si por un hombre vino al mundo la muerte, por Jesús vino la resurrección,
1 Co 15, 20-21. El Padre, dice Santiago, nos creó para que fuésemos las p. de sus criaturas, Stgo
16:18.

Pablo llama a Epéneto p. del Asia para Cristo, Rm 16:5, tal vez el primer cristiano de esta
región del mundo.

Lo mismo dice de la familia de Estéfas p. de Acaya, 1 Co 16:15.

Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Nosotros somos ahora las primicias que deben presentarse como respuesta al amor
divino.

La próxima semana veremos como el capitulo 12 de Romanos nos insta a completar el


proceso de Expiación y Paz con nuestra Dedicación. Conminándonos a presentarnos como
“sacrificios vivos”
Romanos 12:1
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,
agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
Sesión 7 / Dedicación 2
Idea fuerza: Yo soy el sacrificio (mi identificación con el sacrificio de Cristo)
Textos: Romanos 12

Sugerencia
Podría ser útil comenzar con una lectura completa (con
los hermanos) del capítulo 12 de Romanos

Romanos 12:1
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,
agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

Como expusimos la semana pasada existían ofrendas de dedicación a Dios de diversos


bienes. Revisamos el capitulo 26 del libro de deuteronomio en donde apreciamos la entrega de
ofrendas y diezmos, y nos concentramos en la entrega de las primicias.

Establecimos que hoy somos nosotros las primicias entregadas a Dios.

El resto del libro (capítulos 12-16) establece la aplicación de nuestra nueva relación de pacto
a través de Cristo: es la ley del amor. El Capítulo 12 discute la aplicación en la asamblea de los
dones espirituales ofrecidos en amor.

Basados en el capitulo 12 de Romanos ¿Como crees se expresa hoy este sacrificio y


consagración a Dios y su cuerpo la iglesia?

El capítulo 13 amplía la aplicación a la sumisión en el amor.


El capítulo 14 aplica la ley del amor en cosas dudosas (el asunto de la comida), centrándose
en tener la mente de Cristo.

Luego de todo esta exposición podemos afirmar que:

El argumento completo del libro de Romanos se basa en la revelación


milenaria a través del ritual de Israel que proporcionó al pecador acceso a Dios.

Pero ahora Cristo ha venido, y él es el fin de la Ley.

Romanos 10: 4
“Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree”.

En otras palabras, la justicia que la Ley requería y que los sacrificios prometían se han
convertido en realidad "en Cristo", es decir, está disponible por medio de la fe en su sangre
expiatoria y se resuelve en la vida por el poder del Espíritu Santo.

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