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PALEONTOLOGÍA

La paleontología es la ciencia natural que estudia e


interpreta el pasado de la vida sobre la Tierra a través
de los fósiles. Comparte fundamentos y métodos con
la geología y la biología con las que se integra
estrechamente.
Entre sus objetivos están, además de la
reconstrucción de los seres vivos que vivieron en el
pasado, el estudio de su origen, de sus cambios en el
tiempo (evolución y filogenia), de las relaciones entre
ellos y con su entorno (paleoecología, evolución de
la biosfera), de su distribución espacial y migraciones
(paleobiogeografía), de las extinciones, de los
procesos de fosilización (tafonomía) o de la
correlación y datación de las rocas que los contienen (bioestratigrafía).

DISCIPLINAS DE LA PALEONTOLOGÍA
Paleobiología
Estudia los organismos del pasado en todos sus aspectos, tanto sistemáticos como
fisiológicos, ecológicos, evolutivos, etc.
Tafonomía
Se encarga del estudio de los procesos de fosilización y la formación de los yacimientos de
fósiles. Se divide en dos campos principales: Bioestratinomía, que estudia los procesos
ocurridos desde la producción de los restos o señales hasta el enterramiento o paso a la
litosfera, y Fosildiagénesis, que estudia los procesos posteriores al enterramiento.
Biocronología
Estudia la edad de las entidades paleobiológicas, su ordenación temporal y la datación de
eventos bióticos del pasado. Está estrechamente relacionada con la Bioestratigrafía,
aplicación de la Paleontología a la Estratigrafía.

FÓSIL

Félido dientes de sable (Izquierda).

Los fósiles son los restos o señales de la


actividad de organismos pretéritos. Dichos
restos, conservados en las rocas sedimentarias,
pueden haber sufrido transformaciones en su
composición (por diagénesis) o deformaciones
(por metamorfismo dinámico) más o menos
intensas. La ciencia que se ocupa del estudio de
los fósiles es la paleontología.
Fósil de trilobites, (izquierda).

Fósil de ammonites (derecha).

TIPOS DE FÓSILES

Tronco de árbol fosilizado en Igea, España (Izquierda)

Hay muchas clases de fósiles. Los más comunes son restos


de ammonoidea, caracoles o huesos transformados en piedra.
Muchos de ellos muestran todos los detalles originales del
caracol o del hueso, incluso examinados al microscopio. Los
poros y otros espacios pequeños en su estructura se llenan de
minerales.
Los minerales son compuestos químicos, como
la calcita (carbonato de calcio), que estaban disueltos en el
agua. El paso por la arena o el lodo que contenían los
caracoles o los huesos y los minerales se depositaron en los espacios de su estructura. Por
eso los fósiles son tan pesados. Otros fósiles pueden haber perdido todas las marcas de su
estructura original. Por ejemplo, una concha de caracol originalmente de calcita puede
disolverse totalmente después de quedar enterrada. La impresión que queda en la roca
puede llenarse con otro material y formar una réplica exacta de la concha.
Desde un punto de vista práctico distinguimos:

 Nanofósiles (visibles al microscopio electrónico).


 Microfósiles (visibles al microscopio óptico).
 Macrofósiles o Megafósiles (aquellos que vemos a simple vista).

Icnofósiles
Cruziana, rastro de trilobites (Izquierda)
Los icnofósiles son restos de deposiciones, huellas,
huevos, nidos, bioerosión o cualquier otro tipo de
impresión. Son el objeto de estudio de la Paleoicnología.
Un icnofósil puede tener varias interpretaciones:

 Filogenética: Estudia la identidad del organismo productor. Da lugar a los parataxones.


 Etológica: Estudia el comportamiento del organismo productor.
 Tafonómica: Se interesa por la posición original y los procesos tafonómicos sufridos.
 Sedimentológica: Revela las condiciones paleoambientales de formación.
 Paleoecológica: Estudiada por las icnofacies.

Microfósiles

Microfósiles de sedimentos marinos.

"Microfósil" es un término descriptivo que se aplica al


hablar de aquellos fósiles de plantas o animales cuyo
tamaño es menor de aquel que puede llegar a ser
analizado por el ojo humano.

Resina fósil
Fósil de un insecto conservado en ámbar (derecha).
El ámbar (resina fósil) es un polímero natural
encontrado en muchos tipos de estratos por todo el
mundo. Se trata de la resina fosilizada de árboles
hace millones de años. Se presenta en forma de
piedras amarillentas.
En el ámbar pueden encontrarse fósiles de insectos
y otros pequeños animales que, en su momento,
quedaron atrapados por la resina.
FOSILIZACIÓN
Para que un resto corporal o una señal de un organismo merezcan la consideración de fósil
es necesario que se haya producido un proceso físico-químico que le afecte, conocido
como fosilización. En este proceso se pueden producir transformaciones más o menos
profundas que pueden afectar a su composición y estructura. Este proceso va en función
del tiempo, por lo que debe haber transcurrido un determinado intervalo a partir del
momento de producción del resto para que llegue a la consideración de fósil.
La permineralización ocurre después del enterramiento, cuando los espacios vacíos en un
organismo (espacios que en vida estaban llenos de líquido o gas) se llenan con agua
subterránea, y los minerales que esta contiene precipitan, llenando dichos espacios.
En muchos casos los restos originales del organismo han sido completamente disueltos o
destruidos.
Procesos de descomposición
Procesos de descomposición aeróbica
Son los más rápidos y eficaces para la biodegradación.
Efectos de la descomposición
La descomposición es la principal fuente de pérdida de información en el registro fósil y
la mineralización es la única vía de frenarla. Los tejidos pueden conservarse como
permineralizaciones, residuos orgánicos alterados o, con el deterioro prolongado, como
improntas. Si la descomposición supera a la mineralización, se destruyen los tejidos y solo
se conservan refractarios como la quitina, la lignina o la celulosa.
Procesos destructivos físico-químicos

Moldes externos de amonites (Izquierda).

La durabilidad de los esqueletos es la resistencia


relativa de estos a la fractura y destrucción por
agentes físicos, químicos y bióticos. Estos procesos
destructivos pueden dividirse en cinco categorías
que siguen un orden más o menos secuencial:

1. Desarticulación: Es la disgregación de esqueletos constituidos por elementos


múltiples a lo largo de junturas o articulaciones preexistentes.
2. Fragmentación: Se produce por el impacto físico de objetos y por agentes bióticos
como predadores (incluso antes de la muerte) y carroñeros. Algunas formas de
rotura nos permiten identificar al predador.
3. Abrasión: Es el resultado del pulido y molienda de los elementos esqueléticos,
produciendo un redondeamiento y una pérdida de los detalles superficiales.
4. Bioerosión: Solo se puede identificar cuando está asociada a fósiles reconocibles
como esponjas clionas y algas endolíticas. Su acción destructora es muy alta.
5. Corrosión y disolución: Es el resultado de la inestabilidad química de los minerales
que forman los esqueletos en la columna de agua o en los poros del sedimento.
6. Corrasión: Algunos autores proponen el término de corrasión para indicar el estado
general de las conchas, resultado de cualquier combinación de estos procesos. El
grado de corrasión proporciona un índice general del tiempo que los restos han
estado expuestos a estos tres procesos.
La mayoría de los organismos marinos se puede asignar a una de las cinco categorías
arquitectónicas de esqueleto: macizo, arborescente, univalvo, bivalvo o de elementos
múltiples.
Fosilización por hielo
La fosilización es generalmente un proceso
prolongado durante el cual sólo las partes duras de
los animales y las plantas sobreviven. De todas
maneras, en ciertas partes del mundo donde las
temperaturas se han mantenido extremadamente
bajas por millones de años, por eso son llamados
fósiles congelados, se encuentran de vez en cuando
animales enteros con piel, pelo y tejidos blandos del
cuerpo.

Preservación

Los fósiles congelados sólo se forman en circunstancias especiales, de modo que son
extraños y generalmente datan de la Era de Hielo, pero no más. Los fósiles congelados
generalmente ocurren cuando un animal se ve atrapado de alguna manera (en el barro,
alquitrán, una grieta o un hoyo) y la temperatura desciende rápidamente, congelando de
manera ultra rápida al animal.
Tipos de fosiles congelados

Los fósiles más famosos han sido los mamut peludos y los rinocerontes peludos. En la
Antártida, pingüinos gigantes de más de pies (1,8 m) de alto, han sido descubiertos
congelados en el hielo.

Importancia científica.

Los fósiles congelados pueden proveer a los científicos información detallada sobre las
plantas y los animales que habitaron la tierra alguna vez. Pueden también brindar pistas
sobre cómo los continentes de la tierra se movieron, o se desplazaron hace millones de
años.

FOSILDIAGÉNESIS
La fosildiagénesis es el estudio de los procesos tafonómicos que acontecen desde el
momento en que se entierra un resto susceptible de convertirse en fósil hasta su
descubrimiento.1 Estos procesos son muy variados, e incluyen cambios en los restos
originados por las altas presiones y temperaturas, reemplazamiento
mineral, recristalización, reelaboración tafonómica, etc.

Esqueletos carbonatados
Después del enterramiento el carbonato se altera en mayor o menor magnitud durante
la diagénesis temprana.
Esqueletos de aragonito
El aragonito normalmente se transforma en calcita mediante Disolución total o
Calcificación.
Esqueletos de calcita
En general, los esqueletos fósiles que estaban constituidos por calcita mantienen
frecuentemente esta composición original (a menos que se haya silicificado o
dolomitizado).
Nódulos de carbonato y calizas litográficas
La preservación de partes blandas está asociada en muchas ocasiones con
la precipitación de carbonatos en forma de nódulos y estratificados, como es el caso de las
calizas litográficas.
Fósiles piritizados
La mineralización detiene la pérdida de información asociada a la descomposición de
macroorganismos y la precipitación de pirita en la diagénesis temprana es un importante
medio para la preservación de los fósiles.
La formación de pirita está controlada por la concentración de carbono orgánico, sulfato y
minerales detríticos férricos.
Preservación fósil como fosfato primario
El fósforo es un elemento fundamental en la vida. Se concentra en tejidos duros, como
huesos o algunas cutículas, o más a menudo en partes blandas. Por consiguiente no
sorprende que esté involucrado en la fosilización.
Esqueletos calcáreos
Los esqueletos de carbonato de calcio pueden pasar a apatito sin cambio en la morfología
externa. En ambientes naturales, esta alteración diagénica está asociada a depósitos de
fosfato.
Esqueletos silíceos
La fosfatización de sílice primaria también aparece en algunos esqueletos
de radiolarios aunque este proceso todavía no es bien conocido.
Fosilización de restos vegetales
Las plantas están compuestas por varias partes
(tallo, ramas, raíces, hojas, polen, frutos, semillas) algunas de las cuales se separan
durante la vida, mientras otras lo hacen después de la muerte. Una adecuada comprensión
de los procesos de dispersión que afectan a estas partes es muy importante en la
interpretación correcta de las asociaciones paleoflorísticas.
Los restos vegetales se pueden conservar de varias formas:

 Permineralización.
 Preservación del material original.
 Carbonización.

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