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a fe deseando y procurando con todas sus fuerzas que ésta se primiese muy deveras en los nuewos convertidas. Amé mucho el recogimiento, y continuaba en gran manera las cosas de la religié tanto, que con toda su vejez, nunca se hallé que faltase de maitines y de,las demds horas. Bra manso, humilde, pobre, y en su conver- Fue al tomar el habito de Sai dino, siguiendo la costumbre gener: usar exclusivamente cl nombre de su villa nat lamarse Fr. Bernardino de Sahagiin. Es probable que Fr. Bernardino ya estuviese en el convento \cisco cuando Fr, Bernar- ida en su Orden, empez6 a » pues, de Salamanca cuando se organiz6 y partié a México Ia primera también que ya desde entonces idea de pasar a las Indias, porque en la primera opor- id que se le ofrecié, segiin veremos,sdeja su patria y viene a voluntariamente, ya que por el voto de obediencia no te jan los franciscanos obligacién de pasar a estas nuevas regiones. LA MIES Y LOS OPERARIOS Las gentes indianas eran infinitas; los hombres ocupados en redencién, muy pocos. Espafia, madre fecunda, tendria que pi veer de operarios que recogieran la mies abundante. El afio de 1526, uno de los Doce, Fr. Antonio de Ciudad Ro- drigo, volvié a Espafia para negociar, en representacién de todos los religiosos de esta tierra, que los indios fuesen relevados de tantos jaciones como padectan, y en especial que se diese \justamente se habia hecho esclavos. Al mismo -mpo que ejereid esta comisién, el P. Ciudad Rodrigo anduvo por los conventos de su orden reclutando voluntarios que viniesen a trabajar en la conversi6n de los naturales de la Nueva’ Espaiia. n 10 de agosto de 1527, obtuvo Fr. Antonio cédula real fe- chada en Valladolid en que se mandaba a los oficiales reales de © Menouera, Fa. JenGxito oe, Historia Kelesidstica Indiana, lb V, cap. 41 Veinte frailes, pues, dice Mendieta, esc tan intensamente como los venidos en primer lugar éstos de nueva expedicién cristianizadora, como Fr. Juan de San Fran- luminado y taumaturgo, Fr, Alonso Rengel, primer apéstol otomies, y Fr. Bemardino de Sahagéin, eminente en la cien- cia, campeén de Ia fe. Llegaron a México estos misioneros en 1529, o sea 5 afios des- pués de la venida de‘la primera misién, El P. Sahagin se hallaba en los 30 de su edad. Comienza entonces su grande obra aposté- -a que se prolongarfa a través de un periodo de 60 aiios PRIMEROS TRABAJOS La primera ocupacién de Fr. Bernardino, luego de venido a esta tierra, fue la de aprender Ja lengua mexicana, Supone un bidgrafo que no la ignoraba completamiente, pues por el cronista Herrera sabemos que cuando el Emperador dispuso que volviesen a su patria los indios que habia llevado Cortés, encargé a Fr. An- tonio de Ciudad Rodrigo que fuesen bien tratados en el camino, y como eran de sangre real o personas muy principales, vendrfan mse comunica- 1uo con los frailes. Conocido el eardcter indagador de que venia a evangelizar a un pais donde se hablaba lengua mexicana, es de ereer que durante el vi deer de los indios los primeros vocablos y y costumbres de los naturales de Nueva Espafia’, Una vez aqui, continuaria el estudio de Ja lengua con alguno + Teazmaucena, Bibi p. 828. Rerano—2

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