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Acompañamiento
Psicosocial para Niñas
y Niños
En casos de desaparición
forzada e involuntaria
3
Centro de Derechos Humanos de las Mujeres A.C. (CEDEHM).
Presentación 7
Introducción 9
Conceptos básicos 11
Desaparición forzada e involuntaria 11
Acompañamiento psicosocial 11
Particularidades de los niños y niñas familiares de víctimas
de desaparición 14
Consideraciones especiales para niñas y niños
familiares de víctimas de desaparición 15
Estigma social 17
El enojo 19
La confusión 21
Culpa 24
Doble pérdida 27
¿Duelo? 28
Cómo se construyen las sesiones 31
¿Qué esperar a medida que transcurre el tiempo? 31
La cajita de los secretos 32
Cuestionario de áreas de afectación 33
Adaptación a diferentes situaciones de violaciónes a los
derechos humanos 35
Miedo 37
Enojo 38
Confusión 39
Deseos de venganza 41
Bibliografía 43
6 Manual de Acompañamiento Psicosocial para Niñas y Niños.
Fotografía del mural
elaborado por niñas y niños
durante el Encuentro Las
Desapariciones en el norte
de México: intercambio de
experiencias de familiares y
organizaciones.
Agosto de 2015.
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8 Manual de Acompañamiento Psicosocial para Niñas y Niños.
PRESENTACIÓN
Desaparición forzada
e involuntaria
El CEDEHM, acompaña a familiares de víctimas de desaparición forzada
e involuntaria. La diferencia entre ambas, reside en quien la perpetra. La
desaparición involuntaria, es aquella en la que cualquier civil priva de su libertad
a otra persona, negándose después a dar información respecto a su paradero.
En el contexto mexicano, ésta suele darse a manos del crimen organizado.
La Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra las
Desapariciones Forzadas, la define como el arresto, la detención, el secuestro
o cualquier otra forma de privación de libertad que sean obra de agentes del
Estado o por personas o grupos de personas que actúan con la autorización, el
apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la negativa a reconocer dicha
privación de libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona
desaparecida, sustrayéndola a la protección de la ley.
La desaparición forzada en cambio, es definida como la privación de la libertad
de una o más personas, cualquiera que fuere su forma, cometida por agentes
del Estado o por personas o grupos de personas que actúen con la autorización,
el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la falta de información o
de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o de informar sobre
el paradero de la persona, con lo cual se impide el ejercicio de los recursos
legales y de las garantías procesales pertinentes3.
Acompañamiento
psicosocial
En palabras de Carlos Beristain, se entiende “por atención psicosocial el
proceso de acompañamiento individual, familiar o comunitario orientado a
hacer frente a las consecuencias del impacto traumático de las violaciones de
derechos humanos y promover el bienestar, apoyo emocional y social a las
víctimas, estimulando el desarrollo de sus capacidades4.
3
Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas
4
Beristain, Carlos M. Acompañar los procesos con las víctimas: atención psicosocial en las violaciones de derechos hu-
manos, Colombia, 2012.
13
A diferencia de la atención psicológica, el acompañamiento psicosocial no se
limita a la esfera individual. Por el contrario, el análisis de las circunstancias
sociopolíticas en las que se dan las violaciones de derechos humanos, del con-
texto y de las respuestas de las autoridades, tiene gran peso en el proceso, por
la relevancia para la recuperación emocional.
Dentro de los efectos positivos del acompañamiento, está la reconstrucción del
tejido social, a través del fortalecimiento de las redes de apoyo, y el mejora-
miento de las relaciones familiares, que comúnmente se deterioran o destruyen
como consecuencia de las violaciones de los derechos humanos.
Según nuestra experiencia, parte de lo que hace la diferencia entre la atención
psicológica tradicional y el acompañamiento, es la posibilidad que tienen las
personas de comprender, cómo el contexto social y político es determinante en
las violaciones de derechos humanos, lo que les libera en gran medida de la
sensación de culpa que suele ocupar un lugar importante en la mente de quien
no encuentra sentido a lo sucedido. Compartir sus vivencias, sentimientos y
pensamientos con personas que han atravesado por lo mismo, puede ser su-
mamente reparador, y al mismo tiempo, es el primer paso hacia la reconstruc-
ción del tejido social.
La búsqueda de la verdad y la justicia, es el primer motivo por el cual
las familias solicitan o aceptan el acompañamiento. Es también un
gran recurso personal, que brinda a las familias la fortaleza emocio-
nal necesaria para salir adelante.
Las personas empiezan a verse como una comunidad afectada por la misma
circunstancia social y a organizarse para hacerle frente. Así comienza el em-
poderamiento de las víctimas, y el cambio social. Cuando entiende que no son
las personas quienes deben cambiar, sino el contexto que las puso en una
situación tan dolorosa, resulta natural la formación de defensores y defensoras
de derechos humanos. A través de este cambio, son las mismas personas las
que van modificando su relación con las instituciones, que usualmente se mue-
ven en un espectro que va desde la indiferencia, hasta la agresión abierta y la
revictimización.
Otro principio que es importante atender en cada momento, es la resiliencia
de las personas. Este concepto se refiere a la capacidad de las personas de
reponerse de los eventos traumáticos o dolorosos. Adoptar una actitud pater-
nalista o condescendiente, termina por contribuir a la estigmatización de la cual
muchas veces son víctimas. Identificar y reconocer sus fortalezas, en cambio,
ayuda al proceso de empoderamiento.
Conceptos Básicos 15
superioridad. En cambio, debe poseer un interés genuino en acompañar con
apertura, flexibilidad y compromiso.
Es preferible que este tipo de acompañamiento lo realicen personas con prácti-
ca previa en el manejo de grupos de niñas y niños de entre cinco y trece años,
y que posean una profunda sensibilidad y empatía.
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18 Manual de Acompañamiento Psicosocial para Niñas y Niños.
Estigma social
Según la definición de Beristain, el estigma es “una marca moral cargada
negativamente sobre la persona, que supone una nueva forma de desprecio o de
tratarla como un objeto”6. Con mucha frecuencia, las familias víctimas violaciones
a derechos humanos, son estigmatizadas.
Tener conciencia de que cualquier persona es vulnerable a ser víctima de una
injusticia, llevaría a las personas a sufrir angustia y miedo constante. En un
intento de protegerse psicológicamente de tal amenaza, las personas optan
aunque no de forma consciente, por creer que quienes han sido víctimas, tienen
como mínimo parte de la responsabilidad. De esta forma, creen que mientras
no se pongan en riesgo deliberadamente, están a salvo. Por desgracia, esto les
lleva a estigmatizar a las víctimas, y a hacer comentarios como: “seguro andaba
en malos pasos, de otra forma no le hubiera pasado esto”.
La gente intenta justificar la desaparición, culpando a las víctimas y a sus familias.
Por miedo y desconocimiento, algunas personas se alejan de ellos y ellas, lo que
tiene como principales consecuencias el aislamiento y la disminución severa de
las redes de apoyo en diversas esferas como la emocional o la económica.
En los Discursos Seleccionados y Declaraciones, publicados en 1965, Malcolm
X dice: “Si no se es cuidadoso, los periódicos le harán odiar a la gente oprimida,
y amar a quienes la oprimen”. Los medios de comunicación no ayudan
necesariamente a aclarar quiénes y por qué se dan las desapariciones.
El desconocimiento general sobre el origen de las violaciones a derechos
humanos, aunado a las campañas de desprestigio contra los y las defensoras
de derechos humanos, lleva a la criminalización de las víctimas y sus familias,
orillándoles a renunciar a la búsqueda de justicia en algunas ocasiones.
La estigmatización también tiene como consecuencia la desintegración del tejido
social. Gracias a ella se consigue, que las personas que han sido víctimas,
no puedan dar a conocer la verdad dentro de la comunidad. Protege así a los
verdaderos perpetradores, y disminuye los recursos que tienen las familias para
acceder a la justicia.
6
Beristain, Carlos M. Acompañar los procesos con las víctimas: atención psicosocial en las violaciones de derechos
humanos. Colombia, 2012
Actividades propuestas
Se propicia un espacio de reflexión donde se hable de la estigmatización. La
reflexión se realiza a través de preguntas como: ¿Los que estamos aquí tenemos
algo en común? ¿Qué es? ¿Nos tratan diferente por eso? ¿Cómo nos tratan?
¿En qué situaciones? ¿En qué lugares? ¿Yo cómo me siento? ¿Qué hago en
esas situaciones? ¿Me funciona? ¿Cómo me hacen sentir? Para acompañar la
reflexión se recomienda tener una cartulina donde esté dibujada una cara feliz
del tamaño de la cartulina, y sobre ella una máscara de papel que deberá estar
cortada en piezas de rompecabezas. En cada pieza del rompecabezas se escriben
las situaciones que han vivido, y tratan de identificar la estigmatización, luego
se habla de las actitudes y conductas que les ayudan a enfrentar e identificar
la estigmatización. Estas propuestas se anotan al reverso de las piezas y se
colocan en la cartulina en forma de escudo, al lado de la cara feliz.
Actividades propuestas
Se propicia un espacio de reflexión donde se pregunta: ¿Qué son las emociones?
¿Cuáles son? ¿Cómo me avisa mi cuerpo con cada una? ¿Para qué sirven?
¿Todas las personas las expresamos de igual manera? ¿Por qué será? ¿Un niño
se enoja igual que una niña? ¿La niña expresa de igual manera su enojo que el
niño? ¿Por qué pasará esto? ¿En qué situaciones me enojo? ¿Qué hago cuando
me enojo? ¿Me siento tranquila/tranquilo después de haberlo hecho? Al finalizar la
actividad se recomienda tener una cartulina que tenga dibujado un árbol grande,
en la que cada niño/niña va a escribir de manera voluntaria y anónima en una
hoja del árbol, lo que consideró útil o importante de la reflexión.
Compartir con los niños y niñas lo que hasta la fecha se conoce, ayuda a disminuir la
confusión. Se deben mantener buenas relaciones familiares de modo que puedan
expresar sus dudas y sentimientos. Entender en la medida de lo posible, lo que
está sucediendo, es imprescindible. Necesitan sentirse escuchados/escuchadas,
y que les sea explicado con palabras que puedan entender de acuerdo con su
edad, lo que pregunten. A mayor franqueza de las personas adultas a su cargo,
menor confusión para los niños y niñas.
Conocer la verdad no sólo es su derecho, también puede ayudar a reducir la
incertidumbre y la angustia. Después de una desaparición, es común que se
pierda la confianza en otros seres humanos. Hablarles con la verdad, puede
ayudar a restablecer en cierto grado la confianza que niños y niñas tenían en
otras personas, y les permite hasta cierto punto, la elección de las actitudes y
conductas que consideren pertinentes, basadas en los hechos y no en mentiras.
Un ejemplo de esto, es poder formar parte de las actividades colectivas de
búsqueda de justicia.
Es recomendable responder a sus preguntas con lenguaje sencillo, y siempre con
honestidad.
Actividades propuestas
Qué hacer
Actividades propuestas
Actividades propuestas
La doble pérdida se plantea también en las sesiones con madres y padres,
por lo que enfatizamos la utilidad del trabajo con toda la familia presente.
Ayudar a los niños y niñas a entender las emociones que inundan al resto
de su familia, puede ser reparador. La psicoterapia familiar también suele
dar buenos resultados. Compartir con otros niños y niñas en la misma
situación, contribuye a expandir su red de apoyo.
En esta actividad se recomienda tener varias hojas y colores. Se reparte
a cada niña y niño una hoja, luego se les da la instrucción de dibujar el
contorno de su mano en la hoja, y que en cada dedo pongan el nombre de
familiares significativos en su vida, por qué los consideran significativos,
qué hace a esa persona especial e importante en su familia, por qué
le quieren, en qué les ayuda (pueden dibujar también), cuando todos y
todas terminen con su dibujo se hace una metáfora de la importancia y
singularidad de los dedos con la de sus familiares: ¿Será un dedo más
importante que otro? ¿Por qué? ¿Los dedos de la mano tienen diferente
función? ¿Por qué creo que dibujamos a familiares en nuestros dedos?
¿Qué pienso acerca de esto? ¿Qué siento? ¿Me gustaría compartir algo
con mis compañeros/compañeras? ¿Yo tengo una función especial en mi
familia? ¿Qué aporto a mi familia? ¿De qué manera me ayuda mi familia?
¿De qué manera ayudo yo a mi familia?
Qué hacer
Qué hacer
Actividades propuestas
En las sesiones se tienen dos tipos de objetivos: los propios del acompañamiento
psicosocial, antes mencionados y, los objetivos emergentes. Estos últimos, son
los que surgen en cada sesión y que cambian a medida que transcurre el tiempo
desde la desaparición. Las actividades suelen ser de integración y de manejo
de emociones. Se recomienda dividir al grupo según las exigencias de cada
actividad. Por ejemplo, entre quienes saben leer y escribir, y quienes todavía
no. Nos hemos encontrado con que algunos niños y niñas prefieren cambiarse
al grupo de adolescentes, una vez iniciada la pubertad, mientras otros/otras
deciden permanecer en el mismo grupo aún siendo adolescentes. Se recomienda
permitirles elegir el grupo en el que sientan la mayor comodidad.
Resulta de gran utilidad ofrecer acompañamiento a sus padres y madres, ya que
esto permite saber situaciones de los niños y las niñas, que estos/estas últimos
a veces no logran identificar. Además, son una fuente de retroalimentación
importante sobre qué ha sido útil y qué no, durante el acompañamiento.
Nivel personal:
Área emocional:
Área familiar:
1. De integración
Con éstas se consigue fomentar la confianza entre quienes participan. Aquí se
resalta la importancia de la confidencialidad y la participación activa y pasiva.
Estas actividades conforman el primer paso de la reconstrucción del tejido
social al consolidar redes de apoyo. Es imprescindible conocer a los miembros
del grupo y sus expectativas del acompañamiento. Se crean acuerdos para
facilitar la interacción.
Enojo
En esta actividad se les invita a todas las personas a formar un círculo, se
habla de lo que sucedió ¿Qué les enoja? ¿Las niñas y niños expresan igual
su enojo? ¿Por qué pasará? ¿Su cuerpo como les avisa que está enojado?
¿Qué hacen cuando se sienten enojados/enojadas? ¿Qué les gustaría hacer
con ese enojo? En este caso las niñas y los niños quisieron destruir el metro
de madera con el que el maestro les lastimaba, luego de destruir los metros se
invita a las y los niños a realizar un ejercicio de tai chi llamado “rugido del león”.
Para finalizar se hacen pequeños grupos de personas, se les da la indicación
que hagan una posición que represente el enojo y que la expliquen, al finalizar
Confusión
En esta actividad se les cuenta un cuento contextualizado a la situación
y cultura de los niños y las niñas. Esta actividad se elaboró a raíz de
rumores y actos de intimidación generados por familiares del maestro hacia
los padres y madres de las niñas que denunciaron, con el fin de desacreditar
a las niñas y desarticular a la comunidad, estos rumores generaron mucha
confusión y angustia en los niños/as. Aquí el cuento que utilizamos nosotras.
Deseos de venganza
Se trabaja con preguntas que les ayuden a reflexionar acerca de la venganza,
¿A que ayuda la venganza? ¿Qué beneficios tiene? ¿Qué riesgos conlleva?
¿La venganza me haría sentir más seguro/segura? ¿Por qué? ¿Qué me podría
ayudar a sentirme más seguro/segura? ¿Qué podría hacer?
Tratados
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