1.

Desarrollan una actitud mental positiva y se dejan que sea

vista y sentida por los demás.

A menudo es más fácil ser cínico, pero aquellos que eligen ser positivos se abren al éxito

y tienen mejores reputaciones.

2. Siempre hablan en un tono amigable, cuidadoso y

disciplinado.

Los mejores comunicadores hablan deliberadamente y con confianza, lo que le da a su

voz un sonido agradable.

3. Prestan mucha atención a alguien que les habla.

El uso de una conversación como una oportunidad para sermonear a alguien “puede

alimentar el ego, pero nunca atrae a la gente o hace amigos”, dice Hill.

4. Son capaces de mantener su compostura en todas las

circunstancias.

Una reacción exagerada a algo, ya sea positivo o negativo, puede dar a la gente una

mala impresión. En este último caso, dice Hill, “Recuerda que el silencio puede ser

mucho más efectivo que tus palabras de enojo.”

5. Son pacientes.

“Recuerda que el momento apropiado de tus palabras y actos te puede dar una gran

ventaja sobre la gente impaciente”, escribe Hill.

6. Mantienen una mente abierta.

Aquellos que se cierran a ciertas ideas y se juntan únicamente con personas de ideas

afines están perdiendo no sólo crecimiento personal, sino también oportunidades para

avanzar en sus carreras.

7. Sonríen al hablar con los demás.

Hill dice que el mayor activo de presidente Franklin D. Roosevelt fue su “sonrisa del

millón de dólares”, lo que permitía que la gente bajara la guardia durante una

conversación.

8. Saben que no todos sus pensamientos necesitan ser

expresados.

Las personas más agradables saben que no vale la pena ofender a la gente por expresar

todos sus pensamientos, incluso si estos son verdad.

9. No posponen las cosas.

El aplazamiento de lo que se debe hacer comunica a las personas que tienes miedo de

actuar, dice Hill, por lo que es ineficaz.

10. Se involucran en al menos una buena acción al día.

Los que mejor saber relacionarse con otros ayudan a otras personas sin esperar nada a

cambio.

11. Sacan una lección del fracaso en lugar de lamentarse

sobre ello.

La gente admira a los que crecen a partir de fracaso en lugar de revolcarse en él.

“Expresa tu gratitud por haber ganado sabiduría, que no habría llegado sin conocer la

derrota”, dice Hill.

12. Actúan como si la persona que les está hablando es la

persona más importante en el mundo.

Las personas más agradables utilizan las conversaciones como una oportunidad para

aprender acerca de otra persona y darles tiempo para hablar.

13. Alaban a otros de una manera genuina, sin ser excesivos.

“¡Alaba los buenos rasgos de los demás, pero no refriegues donde no se merece ni lo

extiendas muy densamente”, dice Hill!

14. Tienen a alguien de su confianza para que les señale sus

defectos.

La gente exitosa no pretende ser querida; son queridos porque se preocupan por su

conducta y reputación. Tener a una persona de confianza que sea completamente

honesta con ellos les permite seguir creciendo.