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PALEOLITICO

El Paleolítico (del griego παλαιός, palaiós: ‘antiguo’, y λίθος, lithos: ‘piedra’)


significa etimológicamente piedra antigua, término creado por el arqueólogo John
Lubbock en 1865 en contraposición al de Neolítico (Edad moderna de la piedra). Es el
período más largo de la existencia del ser humano (de hecho abarca un 99 % de la
misma[cita requerida]) y se extiende desde hace unos 2,85 millones de años (en África)1
hasta hace unos 12 000 años. Constituye, junto con el Mesolítico/Epipaleolítico (fases de
transición) y el Neolítico, la llamada Edad de Piedra, denominada así porque la elaboración
de utensilios líticos ha servido a los arqueólogos para caracterizarla (en oposición a la
posterior Edad de los Metales).

LE MUSCLE ESQUELETO

Los músculos esqueléticos son un tipo de músculos estriados unidos al esqueleto,


formados por células o fibras alargadas y polinucleadas que sitúan sus núcleos en la
periferia. Obedecen a la organización de proteínas de actina y miosina y que le confieren
esa estriación que se ve perfectamente por el microscopio. Son usados para facilitar el
movimiento y mantener la unión hueso-articulación a través de su contracción. Son,
generalmente, de contracción voluntaria (a través de inervación nerviosa), aunque
pueden contraerse involuntariamente.

HOMBRE NEANDERTAL

El hombre de Neandertal (Homo sapiens neanderthalensis u Homo neanderthalensis) es


una especie extinta del género Homoque habitó Europa, Próximo Oriente y Medio
y Asia Central hace, aproximadamente, entre 230 000 y 28 000 años, durante el final
del Pleistoceno medio y casi todo el superior. Cuando tuvo lugar su descubrimiento, se le
nombró Homo neanderthalensis, y fue clasificado como una especie distinta del Homo
sapiens. No obstante, algunos autores lo consideran como una subespecie de Homo
sapiens1, y se suele referir a dicha subespecie como Homo sapiens neanderthalensis, tal
como indica la taxonomía.2 Los estudios paleogenéticos indican un origen común para el
hombre moderno y el hombre de Neandertal, así como hibridaciones entre ambas
variedades de homínido en, al menos, dos lugares y momentos diferentes: Próximo
Oriente y Europa occidental. Anatómicamente, los neandertales eran más robustos que el
hombre moderno, con un tórax y cadera anchos y extremidades cortas. El cráneo se
caracteriza por su doble arco superciliar, frente huidiza, la ausencia de mentón y
una capacidad craneal media más grande que la de Homo sapiens sapiens. Los estudios
anatómicos señalan la posibilidad de que tuvieran un lenguaje articulado.
HOMBRE CORMOGNON
PITHECANTHROPUS

A partir del momento en que los fósiles homínidos de África comenzaron a superar en
número y en antigüedad a los asiáticos la hipótesis del orígen oriental del Hombre
comenzó a perder prestigio y, con ella, también los Pithecanthropus y Meganthropus que
tanto fascinaron a los primeros antropólogos. De hecho casi fueron olvidados y la mayoría
de los especialistas ha optado por abandonarlos en un impreciso taxón llamado Homo
erectus, del cual han segregado sin más al Homo ergaster africano. Quizá no hay una
denominación que sea más infeliz que la de Homo erectus ("El Hombre Erguido"), ya que
aún es utilizada para catalogar a cualquier fósil incómodo que no sea Neanderthal o
Sapiens.

MEGANTHROPUS

Meganthropus es un nombre comúnmente dado a varios fragmentos grandes de mandíbula y


cráneo encontrados en el sitio Sangiran cerca de Surakarta en Java Central, Indonesia. El nombre
científico original era Meganthropus paleojavanicus, y aunque actualmente se considera inválido
en la actualidad, el nombre del género ha sobrevivido como algo así como un apodo informal para
los fósiles.

A partir de 2005, la taxonomía y la filogenia de los especímenes aún son inciertas, aunque la
mayoría de los paleoantropólogos los consideran relacionados de algún modo con el Homo
erectus. Sin embargo, los nombres Homo paleojavanicus e incluso Australopithecus paleojavanicus
también se usan a veces, lo que indica la incertidumbre de clasificación. De particular interés es
que los hallazgos fueron a veces considerados como los de los gigantes, aunque eso no está
confirmado.

AUSTRALOPITHECUS

Los australopitecos (Australopithecus, del latín «australis», del sur, y


del griego «πίθηκος» pithekos, mono) son un género extintode primates homínidos que
comprende siete especies. Las especies de este género habitaron en África desde hace
algo más de 3,9 millones de años hasta hace unos 2 millones de años,
del Zancliense (Plioceno inferior) al Gelasiense (Pleistoceno inferior). La mayor novedad
aportada por los australopitecos es que se desplazaban de manera bípeda. El tamaño de
su cerebro era similar al de los grandes simios actuales. Vivían en las zonas tropicales de
África, alimentándose de frutas y hojas. Existe consenso en que los australopitecos
jugaron un papel esencial en la evolución humana al ser una de las especies de este
género la que dio origen al género Homo en África hace unos 2 millones de años, el cual a
su vez dio origen a las especies Homo habilis, H. ergaster y finalmente al hombre
moderno, H. sapiens sapiens.
HOMO HEINDELBERGERSIS

EOUN YNOPUS
HOMO MANILLENSIS

Homo (del latín homo, 'hombre', 'humano') es un género1 de primates homínidos de


la tribu Hominini.2 Se caracteriza por ser bípedo, con pies no prensiles y su primer dedo
alineado con los restantes, hipercefalización y una verticalización completa del cráneo.1
Agrupa a las especies consideradas humanas o que llevan el apelativo de "hombre", por lo
que incluye al ser humanomoderno (Homo sapiens) y a sus más cercanos parientes. La
antigüedad del género se estima en 2,5 millones de años (Homo habilis/Homo
rudolfensis). Todas las especies, a excepción de Homo sapiens, están extintas. Los
supervivientes más recientes han sido Homo neanderthalensis en Europa —que se
extinguió hace menos de 30 000 años—, Homo floresiensis en Indonesia —que, según las
excavaciones realizadas por el Australian Research Council entre 2007 y 2014 y publicadas
en marzo de 2016 en la revista Nature, sobrevivió hasta hace poco más de 50 000 años
atrás—3 y el llamado hombre de la cueva del ciervo en China —desaparecido hace cerca
de 11 000 años—.

HOMO SAPIENS

Homo sapiens (del latín, homo ‘hombre’ y sapiens ‘sabio’) es una especie del orden de
los primates perteneciente a la familia de los homínidos. También son conocidos bajo la
denominación genérica de «hombres», aunque ese término es ambiguo y se usa también
para referirse a los individuos de sexo masculino y, en particular, a los varones adultos.23
Los seres humanos poseen capacidades mentales que les permiten inventar, aprender y
utilizar estructuras lingüísticas complejas, lógicas, matemáticas, escritura, música, ciencia,
y tecnología. Los humanos son animales sociales, capaces de concebir, transmitir y
aprender conceptos totalmente abstractos.

HOMBRE DE GRIMALDI

Hombre de Cromañón es el nombre con el cual se suele designar al tipo humano


correspondiente a ciertos fósiles de Homo sapiens, en especial los asociados a
las cuevas de Europa en las que se encontraron pinturas rupestres. Suele castellanizarse y
abreviarse la grafía original Cro-Magnon como cromañón, sobre todo para su uso en plural
(cromañones).1 Cromañón es la denominación local de una cueva francesa en la que se
hallaron los fósiles a partir de los que se tipificó el grupo. Su datación (40 000 y 10 000
años de antigüedad) se toma como el hito que da comienzo al Paleolítico superior desde
el punto de vista antropológico, mientras que el límite moderno no lo marca la aparición
de ninguna modificación física, sino ambiental y cultural: el fin de la última glaciación y el
comienzo del actual período interglaciar (periodo geológico Holoceno), con los periodos
culturales denominados Mesolítico y el Neolítico.
El uso del concepto "hombre de Cromañón" como alternativo a otras denominaciones
está abandonado por los prehistoriadores y paleontólogos en la actualidad, aunque puede
encontrarse su uso en las publicaciones, normalmente como sinónimo de Homo sapiensen
el paleolítico, sin más precisiones.
HOMBRE DE PEKIN

Darwinius masillae es
una especie extinta de primate estrepsirrino del infraorden Adapiformesque vivió en Europa hace
unos 47 millones de años, en el Eoceno Medio. Su nombre es en homenaje a Charles Darwin en el
bicentenario de su nacimiento.

El único fósil conocido de esta especie, un remoto ancestro humano, apodado Ida, un primate de
hace 47 millones de años, se encontró en 1983 en el sitio fosilífero de Messel, a unos
35 kilómetros al sureste de Fráncfort (Alemania);1 las siglas que lo identifican son: Placa A (PMO
214.214) y Placa B (WDC-MG-210). El fósil corresponde a una hembra joven, de aproximadamente
58 cm de longitud; se estima que tenía entre el 80 y 85% de la longitud definitiva de su cuerpo y
miembros.

HOMBRE DE JAVO

HOMBRE DE AMERICA DEL SUR

ísicos y arqueólogos reconstruyeron paso a paso cómo nuestros antepasados poblaron el


continente. "A través de modelos físicos, determinamos cuánto tardó en llegar el hombre desde el
estrecho de Bering (al norte de América) hasta América del Sur. El tiempo estimado, unos 6000
años, coincide con las fechas que arrojan los restos arqueológicos hallados en el extremo sur del
continente", indica la doctora Ana Osella, directora del Laboratorio de Geofísica Aplicada y
Ambiental (GAIA) del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la
Universidad de Buenos Aires (UBA).

Los científicos argentinos centraron su atención en seguir el rastro de cómo fue el ingreso humano
en América del Sur. "Las Américas, y especialmente América del Sur, son las últimas masas
continentales ocupadas por el Homo sapiens a lo largo de la historia", dicen José Luis Lanata,
director del Departamento de Ciencias Naturales y Antropológicas del Centro de Estudios
Biomédicos, Biotecnológicos, Ambientales y Diagnóstico (Cebbad) y docente de la Facultad de
Filosofía y Letras de la UBA, y los físicos Osella y Luis Martino.

América, un continente nuevo, no presentaba por ese entonces -hace menos de 20.000 años- el
mismo paisaje que hoy. "La evidencia de la dispersión humana en América del Norte y Central
indica que poblaciones de cazadores recolectores ingresaron a través de Beringia, un puente
terrestre que unía América con Asia en distintos períodos durante el Pleistoceno final, hace entre
18.000 y 20.000 años", publica el equipo en Physical Review .

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