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Son diversos los mitos y leyendas que envuelven a un lector que busca conocer
más sobre la verdadera historia de la creación de los ríos Bermejo y Pilcomayo.
Ambas vertientes atraviesan territorio tarijeño y son considerados míticos por los
antecedentes que tiene y que ha inspirado a varios autores escribir sobre ellos.
La primera narrativa que uno puede revisar en la web sobre los mitos y leyendas
de la creación y origen de los ríos Bermejo y Pilcomayo hablan de dioses
guaraníes, que por expandir su territorio en el Gran Chaco, maleficios dividen al
Pilcomayo y desembocan en el que ahora es el río Bermejo.
La leyenda cuenta que después de la creación de este gran río, Tupá, dios mítico,
confió a Guarán la administración del Gran Chaco, que se extendía más allá de la
selva ubicado en el centro de Sudamérica.
Y Guarán comenzó la gran tarea, con empeño encomiable procuró que la riqueza
en la flora y en la fauna, buenas tierras y ricos montes se distribuido de la mejor
manera entre sus descendientes. Y también gobernó sabiamente a su pueblo,
logrando una verdadera civilización.
Para hacerlo, subieron un día a los cerros que lindaban con el Gran Chaco, y entre
pruebas de habilidad, manejo de la flecha, resistencia física, etcétera, disputaban
su hegemonía en el territorio.
Y nuevamente la acción maligna de Añá hizo de las suyas, una flecha disparada
por Michiveva, el hermano menor, él que era pacífico y calmo, divide en dos el
corazón de Tuvichavé, el hermano mayor, el que era impetuoso, vehemente,
brioso y decidido.
Y el río que vertieron sus ojos corrió tras el río de sangre de su hermano. Así se
formó el Pilcomayo, siempre a la par del Bermejo.
El Gran Chaco se quedó sin jefe. Siguió formándose con la espontaneidad de la
naturaleza, enmarañada, impenetrable, surcada por los arreboles del rojo río
nacido en el corazón de Tuvichavé: el “I-phytá” nuestro Bermejo.
Esta hermosa leyenda relata la historia de dos dioses míticos hermanos, que por
cizaña de un dios diabólico, los mismos terminaron enfrentados. La sangre y las
lágrimas de ambos formaron lo que hoy son nuestros majestuosos ríos, Pilcomayo
y Bermejo.
LA LEYENDA DEL COLIBRÍ
Entre los jóvenes de esta tribu se encontraba Chinno, Colibrí en guaraní, mozo
esbelto, arrogante y atractivo, se distinguía por sus múltiples hazañas de arrojo y
valentía en la lucha. Pero especialmente había hecho fama como conquistador de
corazones femeninos; las enamoraba, las ilusionaba y las dejaba pensando en un
pronto retorno. Gozaba de cada una de ellas; su fina y regia estampa las
hechizaba; sus ojos negros y profundos, su sonrisa jovial y espontánea se
adueñaba de las mujeres, sus labios gruesos y sensuales parecían haber sido
modelados para lisonjear las cualidades femeninas, decir las palabras adecuadas
y agradables al oído encandilado de las jóvenes cuñitas; no hubo mujer que haya
resistido a sus insinuaciones amorosas.
Contrariamente, los hombres con disimulo evitaban invitarles a sus chozas por
temor a su osadía de conquistador, protegiendo así a sus hermanas, esposas e
hijas. La admiración por él era general, como hombre y como guerrero.
— Los minutos me matan lejos de ti, pero cuando estoy contigo las horas me
hieren porque me alejan de tu lado -susurraba al oído de su amada-
Así entre palabras y silencios interminables pasaban las horas y los días juntos y
el amor de los jóvenes se acrecentaba más y más; testigo de aquel romance era el
sol y la luna, las sombras de un frondoso algarrobo o el claro del bosque. Sus
pasos habían hilvanado secretos caminos en la espesura de la selva; todo refugio
era apropiado para cobijar tanto amor, amor que desbordaba en lágrimas de
alegría y de tristeza, lágrimas que se fusionaban en el crisol de un beso.
Es una de las fiestas más sobresalientes del folklore tarijeño que se la festeja en la
ciudad como en algunas provincias del departamento, con hermosos festivales
donde se puede apreciar la rueda típica chapaca del zapateo al compás de un
violín chapaco, se ve belleza y colorido formado por grupos de campesinos de las
diferentes regiones de la campiña Tarijeña. También se elige a la reina de la
"Pascua Florida".
Esta fiesta se festeja el 25 de julio. Dice la tradición que Santiago era fiesta de
lustre por sus briosos caballos y el lujo de sus ensillados, todos chapeados en
plata fina. El coraje de sus jinetes y las fuertes apuestas en sus carreras dan
solemnidad y alegría a esta fiesta.
Cabe resaltar la variedad de masas que preparan las personas especialistas todas
en miniaturas. Y sobre todo la comida criolla típica de Tarija.
Hoy y siempre, el tarijeño que vive en su tierra o los que emigraron se reúnen y
cumplen todos los años la promesa de peregrinación al Santuario de Chaguaya
que se encuentra a 60 Km. Un verdadero enjambre humano que se manifiesta en
miles de creyentes, entre el 15 de agosto y 14 de septiembre, inician su caminata
desde la Ciudad bien preparados para enfrentar el largo camino.
Esta devoción para el tarijeño, tiene gran trascendencia. Es la fiesta más popular
de Tarija, es el santo llamado "Patrón San Roque" más reverenciado desde la
colonia, para quién tiene el pueblo y el campesinado, una mística devoción. Esta
tradición se mantiene y se mantendrá a través de los años, de generación a
generación; ¡Es inmemorial.....!
Esta fiesta religiosa al igual que en otras partes, se circunscribía a ofrendar flores
en las tumbas de los difuntos añorados.
Todo esto es muy atrayente si están acompañados con el palo de trenzar. Siendo
este, un mástil de seis metros de largo, con una rueda en la punta, de donde
penden cintas de diversos colores, para trenzar y destrenzar. Son niños y niñas
quienes con habilidad trenzando, lo envuelven y desenvuelven al palo, cantando
hermosos "Villancicos" de su preferencia.
PLATOS TÍPICOS
Tarija ofrece a los visitantes toda una variedad de platos típicos de culinaria y
repostería tarijeña. El saice, la ranga ranga, el chancao y los picantes abundan
porque son parte de la gastronomía tarijeña, lo mismo que los panecillos,
rosquetes y masitas, sin mencionar las deliciosas bebidas del lugar, como el
conocido vino patero.
Las danzas típicas de Tarija son la Rueda Chapaca, Cueca chaqueña, Chacarera,
Escondido, Gato y el pin pin que es una de las danzas autóctonas que todavía
quedan vivas en el Departamento.
La Chacarera
es una danza vivaz que se baila en pareja. Esta es suelta - ya que los bailarines
no se tocan - e independiente, o sea que hacen solas sus evoluciones, sin
combinarlas con las de otra pareja. Es la chacarera, una danza folklórica
proveniente del norte argentino y del sur boliviano(Tarija).
La Rueda chapaca
La economía tarijeña
Crisis