FACULTAD DE NEGOCIOS

Carrera de Administración

PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO

Autores:
Silvia Heras Rodríguez
Alina Huachillo Valle
Alicia Pérez Acevedo
Oliver Salazar Saldaña
Aleli Silva Mego
Ivon Torres Pérez

Docente:
Mg. Martin Aliaga Camacho

Cajamarca - Perú
2018
 EL PROCESO ESTRATÉGICO Y LA ADMISTRACIÓN ESTRATÉGICA: UNA PERSPECTIVA GENERAL

IDEA CENTRAL:

El autor nos propone dos temas principales en este capítulo, el primero es el proceso estratégico
definido como un conjunto y secuencia de actividades que desarrolla una organización para alcanzar
la visión establecida, ayudándola a proyectarse al futuro; así mismo la administración estratégica que
nos ayuda a formular, implementar y evaluar las decisiones interfuncionales que permitan a la
organización alcanzar sus objetivos.

El proceso estratégico da el marco para responder a las siguientes preguntas: ¿Cómo puedo atender
mejor a mis clientes? ¿Cómo puedo mejorar mi organización? ¿Cómo responder a las condiciones
cambiantes de la industria y el mercado? ¿Cómo puedo aprovechar las oportunidades que se
presentan? ¿Cómo conseguir el cumplimiento de los objetivos estratégicos?

PENSAMIENTO CRÍTICO:

Lo que podemos rescatar en este capítulo es que el proceso estratégico ayuda a la organización a
alcanzar índices de productividad y competitividad satisfactorios, mediante el establecimiento de una
estrategia adecuada, de acuerdo a su misión, visión y objetivos estratégicos a corto y largo plazo.

Además, coincidimos con el autor cuando menciona que: Una formulación estratégica será exitosa en
la medida en que el gerente que lidere el proceso logre un adecuado y permanente monitoreo de las
variaciones que se presentan en el entorno, en la competencia y especialmente en la demanda
(clientes y consumidores), y le imprima un carácter iterativo e interactivo al proceso, por tal motivo,
el proceso estratégico se convierte en la actividad más importante y fundamental del gerente, quien
tiene un rol principal en el proceso al recaer en él la responsabilidad de desarrollarlo y administrarlo.

Del mismo modo compartimos la idea de que existen males endémicos en las organizaciones, como
el corto plazo y la especialización, ya que se debe administrar pensando y proyectando los resultados
hacia el futuro deseado y viendo a la organización como un todo.

Saber adaptarse al cambio es la actitud clave de la administración estratégica, así mismo el proceso
estratégico debe ser administrado innovadoramente debido a que las estrategias pueden y deben
cambiar en el tiempo, del mismo modo es necesario conocer el ciclo de vida del sector industrial al
cual pertenece la organización ya que las estrategias no son universales, y deben establecerse
realizando tres análisis principales: del entorno, del sector y la competencia, y por último el análisis
interno.

Analizando los conceptos anteriores coincidimos con el autor de este libro cuando define a la
administración estratégica como “el proceso por el cual una organización determina su dirección de
largo plazo. El estratega desarrolla un proceso basado en asumir, suponer, y pronosticar el futuro de
la organización”.

CONCLUSIONES:

El proceso estratégico no es un esquema rígido, ni aplicable, igualmente, a cualquier organización. Son

dos los factores fundamentales para que un proceso estratégico sea puesto en marcha y se desarrolle
con altas probabilidades de éxito: contar con un liderazgo comprometido, que conozca muy bien a su
organización, y contar con una cultura organizacional permeable, adaptable al cambio y, sobre todo,
proactiva. Si no se poseen estos dos componentes, claramente positivos, no es recomendable iniciar
este proceso.
 EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO ESTRATÉGICO DE LA ADMINISTRACIÓN CIENTIFICA A LA
ADMINISTRACIÓN ESTRATÉGICA

IDEA PRINCIPAL:

El capítulo II resume la evolución del pensamiento estratégico en el siglo XX a través de la recopilación

de los principales aportes de importantes pensadores.

Dentro de estos conceptos podemos rescatar los enfocados a la administración científica propuestos
por F. Taylor y H. Fayol con sus 14 principios de la administración, dando inicio a la evolución de los
procesos estratégicos basados en la administración científica. Luego en 1950 aparecen otros autores
como W.E. Deming, J. Juran. P. Crosby los cuales enfocan sus conocimientos hacia la calidad total.
Finalmente, a partir de 1990 se introducen los conceptos de reingeniería de la administración
propuestos por M. Hammer y J. Champy.

PENSAMIENTO CRÍTICO:

El aporte de estos grandes pensadores, son fundamentales en la evolución de los procesos

estratégicos, cada uno basado en sus teorías han aportado de manera muy positiva en la
administración estratégica y han dado paso a nuevas formas de planear una estrategia para el logro
de los objetivos en una organización.

Todos los conceptos descritos por el autor en este capítulo nos ayudan a comprender como ha ido
evolucionando el pensamiento estratégico durante el siglo XX, además nos permite reflexionar sobre
cómo podemos aplicar dichos conceptos en las organizaciones actuales, tomando como base algunos
conceptos que han perdurado a lo largo de los años debido a su gran utilidad, tal es el caso de la
calidad total propuesta en los años 50, así mismo utilizar los modelos propuestos por M. Porter que
pueden ser aplicados al país, el sector y la organización, los que nos mencionan a la estrategia como
medios para diferenciarnos y obtener ventajas competitivas.

CONCLUSIONES:

Las estrategias administrativas han evolucionado en el tiempo según el nivel de cambio en los
procesos. Tres grandes evoluciones administrativas ocurrieron durante el siglo XX: la Administración
Clásica de Frederick Winslow Taylor y Henri Fayol, la administración con base en los principios
universales y la basada en inspección (a comienzos del siglo XX); la Administración de la Calidad Total
(TQM) de William Edwards Deming, con Joseph Juran y Philip Crosby como continuadores, la
administración con base en el mejoramiento continuo de los procesos y la reacción en cadena de la
calidad (a comienzos de la década de 1950); y la Reingeniería de los Procesos, (BPR) de Michael
Hammer y James Champy.