You are on page 1of 86

Santiago R.

López
Trabajo realizado como
proyecto de Fin de Estudios para el IIOA
Septiembre - 2017

2
Tus fuerzas naturales,
las que están dentro de ti,
serán las que curarán tus enfermedades
Hipócrates

3
4
Agradecimientos
Ésta siempre es una página de agradecer -valga la
redundancia- porque en ella se muestran y se transmite el
profundo amor a las personas con las que el autor ha tenido
relación durante la elaboración de su trabajo.

Si estás leyendo esto, es seguro que no estás


mencionado en ella, porque te garantizo que las personas
que han revisado el trabajo, que han colaborado de alguna
manera para que estas líneas tengan final y de algún modo
lo han soportado durante todo este periodo de investigación,
te puedo asegurar que no estarían leyendo esto. ¡Están
hartos!.
Así que salta al siguiente capítulo que te resultará
más interesante.

En primer lugar agradecer a Iker Aguirre Capitán


D.O., con nombre y todos los apellidos y títulos, porque ha
sido el que ha alentado, dirigido, ayudado, guiado y
estimulado al autor, y sin el que con sus vastos
conocimientos, e indicaciones la obra que tienes en tus
manos no hubiese sido posible.

Luego, como no, mis compañeros de estudios, Idurre,


Zuriñe, Leire, Iker, Mikel, Iban, Edurne, Fe, etc., que se
han puesto en mis manos una y mil veces para que les
examine y estudie. Perdonad los chistes y las interrupciones
que provocaba en el aula.

Joxe, Iñaki, María, Xabi, Ana, etc. hermanos y amigos


que se han puesto en mis manos para permitirme explorar
sus cuerpos, a veces torturándolos y otras veces
aburriéndolos con mis historias

5
A Laxaro Zugarramurdi, el pastor, que sin estudios
me hizo entender cómo el psoas podía aliviar un
estreñimiento. Gracias por esas caminatas llenas de
sabiduría.

Y cómo no a mi hija, y mis padres, porque sí.

Si has leído hasta aquí, de verdad que tienes interés, y


curiosidad. Y tu interés, de verdad, es de agradecer, y por
ello te dejo una línea abajo, para que pongas tu nombre y te
sientas incluido en este trabajo como parte colaboradora.

Y para finalizar agradezco a por su interés


y curiosidad, los verdaderos motores de que este trabajo
haya empezado y llegado a su fin. Gracias. ;)

Santiago R. López

6
Indice

Agradecimientos ............................................................... 5
Indice .................................................................................. 7
Motivación ......................................................................... 9
Introducción ..................................................................... 13
Historia ............................................................................ 19
Anatomía .......................................................................... 21
Origen e inserción ....................................................... 23
Origen vertebral .......................................................... 23
Origen proximal .......................................................... 25
Inserción distal ............................................................ 26
Inervación ..................................................................... 29
Tipos de fibra ............................................................... 30
Biomecánica y función .................................................... 31
Estudios biomecánicos ................................................ 31
Psoas .............................................................................. 34
Iliaco .............................................................................. 35
Su importancia ............................................................ 36
Las Relaciones del psoas ................................................ 39
Neuronales ................................................................... 39
Músculo esqueléticas .................................................. 40
La charnela lumbosacra ............................................ 40
Articulación Coxo-femoral ........................................ 41
Cuadrado lumbar ........................................................ 42
Dorsal ancho ................................................................ 43
Multifidos o transverso-espinales ........................... 44

7
Musculatura de la cadera: agonistas y
antagonistas del psoas ............................................... 44
Viscerales ..................................................................... 45
Intestinos ...................................................................... 46
Riñones y sistema reproductivo ............................... 47
Emocionales ................................................................. 47
Traumatismos y Patologías ........................................... 51
Avulsión del trocánter menor .................................... 52
Espasmo del psoas ....................................................... 53
Posturales ..................................................................... 54
El trabajo con el psoas .................................................... 59
Trabajo del psoas en manos del terapeuta ............... 59
Diagnóstico y palpación ............................................. 60
Tratamiento para psoas acortado ............................ 61
En casa ......................................................................... 64
Nuevas técnicas ........................................................... 68
La liberación de psoas ................................................ 69
Resultados .................................................................... 71
La respiración de psoas ............................................. 72
Conclusión ....................................................................... 75
Referencias ...................................................................... 77
Publicaciones ............................................................... 77
Referencias online ....................................................... 82

8
Motivación
Tengo el recuerdo, no sólo en la memoria, sino
también esculpido en mis huesos, de una lesión que sufrí
poco antes de comenzar la universidad. Por aquel entonces,
estamos hablando de finales de los 70, principios de los 80,
yo era una temprana promesa de atletismo, todavía no
competía en la máxima categoría, era muy joven, pero eso
no impedía que formase parte del equipo de mi ciudad que
competía en la primera división. Recuerdo que en un
campeonato provincial en categoría absoluta, en la final de
la prueba de 100m. lisos, subí al cajón medallero en tercera
posición. Tal vez pienses que no es mucho, no gané, pero lo
recuerdo como mi mayor triunfo. Acabé por delante de mis
más directos rivales, y sólo fui superado por dos corredores,
varios años mayores, y más rápidos que yo. Esos dos
rivales, aquel mismo año, ¡compitieron en las Olimpiadas!
No estaba nada mal, para un todavía chaval, ser sólo
vencido por dos olímpicos. Recuerdo aquella, para mí
victoria, con gran satisfacción.

Quién sabe dónde hubiese llegado. El deporte


entonces, en aquella época y lugar, era más una diversión
que se me daba muy bien, pero no dejaba de ser un juego. Y
se acercaba la universidad, que siempre es un periodo de
descontrol y encaje en nuevos entornos, amigos, ritmos, etc.
¿Hubiese sido capaz de conciliar, como ahora se dice, los
seis días a la semana que entrenaba y los exigentes estudios
de una prometedora carrera técnica? Nunca lo sabremos.

Aquel día no debía hacer buen tiempo, calentamos y


estiramos en cubierto. No recuerdo bien en qué consistió el
entrenamiento, pero recuerdo muy bien la orden de mi
entrenador de colocar vallas. Esta vez no era poner 8 ó 10
vallas a un metro y saltarlas a pies juntos o ´a la pata coja´

9
para ganar potencia. Gracias a ello había desarrollado una
gran masa muscular en mis piernas, buenos abdominales y
buenos reflejos. Cuando el juez apretaba el gatillo siempre
salía en primera posición.

Pero aquel día se trataba de carrera de vallas. Nunca


disfrutaba pasando vallas, y aquel día no presagiaba nada
bueno. No obstante, me preparé para ganar a quien tuviese
al lado. Recuerdo a mi rival de entrenamiento, era bueno y
rápido. Sonó el disparo y salimos emparejados, llegamos
juntos a la primera, seguimos igual hasta la segunda, y
seguimos igualados hasta no sé qué valla. Sincronizar los
movimientos con mi rival fue divertido, hasta estuve a
punto de sonreír, pero en esa valla, algo pasó. Al recoger mi
pierna derecha, la que uso para impulsar cuando la ataco,
mientras estaba en lo más alto del paso sobre la valla, algo
se rompió en mi.

El dolor fue tan fuerte que me recorrió todo el cuerpo,


miré al cielo y cerré los ojos. Sabía que no era capaz de
mantenerme en pie cuando los clavos tocasen tierra. Caí sin
mirar, no era capaz de nada más. Era sólo agonía pura, que
acabó rodando por la pista.

Inmediatamente, el entrenador y un grupo de


compañeros se acercaron. Tras unos minutos de susto y
recomponerme, vi que sólo era capaz de moverme con la
izquierda, la derecha si la movía para cualquier gesto
despertaba un latigazo de dolor que me dejaba tendido y
atontado. Abandoné la pista con la ayuda de mis amigos. El
resto no me acuerdo.

La radiografía mostró que tenía un arrancamiento del


trocánter menor del fémur. No era una lesión común,
ninguno de los médicos que traté conocían la lesión, y
mucho menos cómo tratarla. El tratamiento consistió en

10
dejar pasar el tiempo, que no sé cuánto fue, hasta que el
trocánter se acercó a otra altura en el fémur y terminó por
calcificar. Durante ese tiempo, mi pierna estuvo colgada de
unas muletas, no había mucha diferencia entre el badajo de
una campana y mi extremidad que, no sé ni cómo, seguía en
su sitio.

Volví a entrenar al cabo de un largo tiempo, pero ya


nunca volvió a ser igual. Cada dos por tres estaba tendido
en el suelo con lo diagnosticado entonces y a la ligera como
“rotura de fibras”. La promesa que nunca se cumplió,
abandonó por siempre la pista.

Uno de los médicos que visité, alcanzó a decirme que


podría haber sido causado por el psoas. Y yo, en mi
ingenuidad e inocencia, iba por ahí diciendo que se me
había roto el psoas. Por entonces, no sabía ni si era un
músculo, un hueso, y ni mucho menos sabía cómo se
escribía. Entonces internet no existía, no disponía de
documentación médica para investigar, y la carrera
universitaria que cursé nada tenía que ver con la salud.
Olvidé el tema, podía andar, olvidé el psoas.

11
12
Introducción
Y ahora me encuentro aquí escribiendo sobre mi
amigo el psoas. Hasta no hace mucho, un músculo
descuidado y mal entendido, y hoy gracias a numerosos
profesionales de técnicas del movimiento, pedagogos
corporales, anatomistas, médicos y osteópatas, convertido
en un músculo que ha ganado su puesto entre los más
importantes del cuerpo.

Si a los nuevos estudios añadimos que


periódicamente, algún músculo, órgano o glándula, adopta
un original y humilde sobrenombre que lo catapultan al
puesto de honor en las búsquedas en internet, y lo ponen de
moda entre practicantes y monitores de ejercicios novedosos
y fisiterapeutas, con la finalidad de activarlo y
energetizarlo, la fiesta está asegurada. ¡Y los ingeniosos
padres del fabuloso slogan, están convencidos del apellido
con que bautizan a su criatura!.

Así, el Timo, es la glándula de la felicidad y de la


energía vital, corriente importada de la medicina china
abanderada por la Dra. Nanci Strauss, el segundo cerebro
es el Intestino o el Estómago según el autor, y ambos con
abundante literatura que lo confirma. El Pericardio es el
guardián de nuestra divinidad como mantiene Monserrat
Gascón y Claudia Boshi. Etc. El psoas no es menos, y
también participa de esta corriente de popularidad
ganándose su sobrenombre como el Músculo de Alma.

Tanta ‘popularidad’ y tantos estudios no le garantizan


que sea un músculo bien comprendido.

Fuera de los círculos académicos oficiales, Liz Koch,


autora de “El libro del psoas” e instructora sobre distintas

13
técnicas de rejuvenecimiento del psoas, afirma que nuestros
psoas “encarnan literalmente, nuestro impulso más
profundo para la supervivencia y, más profundamente,
nuestro deseo elemental para crecer“.

Como veremos más adelante, además de la conexión


entre las piernas y la columna vertebral, el psoas está
conectado al diafragma. La respiración es modulada en el
diafragma, y también es el lugar donde muchos síntomas
físicos asociados con el miedo y la ansiedad se manifiestan.
Koch cree que esto se debe a la relación directa entre el
psoas y la parte más antigua de nuestro tronco cerebral y la
médula espinal, llamado el cerebro reptil.

Según Koch, “Mucho antes de hablar y que la


capacidad de organización del cortex se hubiera
desarrollado, el cerebro reptil, conocido por sus instintos de
supervivencia, mantenía nuestro núcleo esencial en
funcionamiento“.

Las conclusiones de Koch sobre la forma en que


vivimos hoy en día, constantemente corriendo, compitiendo
para alcanzar metas, mantiene la mente en un estado
constante de “lucha o huida”, y como consecuencia los
músculos psoas estresados y acortados, casi desde
empezamos a relacionarnos con las personas. Esta tensión,
mantenida durante casi toda la vida, hace que pueda
conducir a muchos problemas de espalda, caderas o dolores
en las rodillas, incluso en problemas digestivos o
respiración disfuncional.

Las ideas antes expuestas, las relaciones del psoas con


los órganos y las emociones, y diversas técnicas energéticas,
han creado una corriente de admiración que hace furor
entre monitores de técnicas biomecánicas e instructores de
yoga y pilates, dando lugar a una nueva generación de

14
autores y conferenciantes que han hecho del psoas su medio
de vida, impartiendo talleres, conferencias, y cursos sobre
este músculo, sus funciones y fantásticos beneficios si lo
‘liberamos’.

Representantes de esta línea, podría ser Danielle


Prohom Olson, una de la más afamadas instructoras de
Yoga en EEUU, en un artículo en 2011 que ha calado muy
fuerte entre los amantes de Yoga y el Pilates, publicado en
su web bodydivineyoga.wordpress.com llama al psoas, el
Músculo del Alma, tomado de la tradición taoísta que habla
del psoas como “la sede del alma”, y lo ve como “un órgano
de canalización de la energía, que nos conecta a la tierra, y
crea un soporte firme y equilibrado desde el centro de
nuestra pelvis. Así, la columna vertebral se alarga y a
través de ella, puede fluir toda nuestra vitalidad. Cuanto
más flexible y fuerte esté el psoas, más nuestra energía
vital fluye a través de los huesos, músculos y
articulaciones.”

Casi al mismo tiempo, Jo Ann Staugaard-Jones


formadora internacional sobre técnicas de movimiento,
yoga, danza, kinesiología y pilates, publica el libro “The
Vital psoas Muscle” en 2012, en el que muestra sus
relaciones con el bienestar físico, mental, emocional y
espiritual. Y coincide con Koch en su planteamiento.

En esta nueva línea, la Dr. Katy Bowman, con más de


cinco libros publicados y que en su ‘libro de notas’ en forma
de entradas en el blog nutritiousmovement.com, presenta,
de forma amena, interesantes estudios y curiosas opiniones
sobre el psoas.

Nueva moda, nuevos autores, nuevas ideas, una


nueva avalancha de información de la que debemos extraer
lo más valioso y útil.

15
No sólo entre instructores y participantes de la ‘new
age’ se están moviendo las informaciones sobre el psoas. Los
círculos académicos también se están revisando las
antiguas ideas que sobre este músculo, y autores como
Gibbons, Hu, etc, empiezan a ser tenidos encuenta.

Por si esto fuera poco, tiene su lugar en papel


amarillo, y las descripciones sobre el músculo, que manejan
algunos periódicos digitales y magazines genéricos, a los
que no se les puede pedir que lo entiendan como un médico,
no ayuda a aclarar el tema. En El Pais el 4/12/2009 en un
artículo sobre la final de la Copa Davis, se puede leer;
Verdasco, que ese mismo día iba al hospital para confirmar
que sus dolores en el psoas (un músculo del glúteo) ya no
eran un problema. ¡!
¡Y en papel rosa!, el diseñador español David Delfín
creó una colección de moda denominada PSOAS
SpringSummer 2016, en homenaje a una lesión que tuvo en
ese músculo. ¡En fin!

Para acabar, sin mencionar la fuente, una descripción


y un dibujo del psoas que no puedo describirlo mejor que
con el emoticono de los ojos grandes y cara de sorpresa, o el
azul con cara de miedo, que enviaría si esto fuese un chat.
Pero no puedo evitar mostrarlo ¡Para que entendáis qué
locura de ideas sobre el psoas! Ver

The psoas portion of the iliopsoas complex


originates from the transverse processes of T12
through L5 and crosses the pelvis and hip before
attaching to the lesser trochanter of the femur
(Fig. 31.4).

16
Si esto no te asusta, ¡ya me dirás!, no queda nada más
por decir.

No podemos ni pretendemos ser exhaustivos en este


trabajo. Simplemente trata de la anatomía y función del
músculo. Al tratarse de un músculo profundo se verán las
relaciones con los músculos y vísceras vecinas. Como se
trata del único músculo que une el tren superior con el
inferior, veremos qué biomecánica tiene. Analizaremos su
patología típica y mostraremos cómo trabajar el psoas,
tanto individualmente como por un terapeuta. Y veremos
algún punto de vista novedoso. En definitiva es una
recopilación de mucha de la documentación existente, y de
la experiencia del autor sobre este músculo.

17
18
Historia
Quien no conoce su historia
está condenado a repetir sus errores
Paul Preston

Empezamos así, como en la


Biblia, en el principio fue el Verbo.
La palabra psoas, suena muy
extraña. Fue bautizado en latín
científico psoas, donde se acuñó a
partir del vocablo griego ψόα
("psóa", músculo renal o lumbar, “el
vientre de los riñones”), más
empleado en plural ψόαι("psóai"),
usado desde Hipócrates, aunque
como vemos no se refería al
músculo que hoy nombramos así.
El vocablo generó derivaciones en
latín tardío, como psoicus,
psoadĭcus (enfermo del área renal)
que emplea el médico romano Celio Hipócrates
Aureliano (s. V d.C.) y psoalgĭcus (el que sufre dolor renal)
que usa el médico Teodoro Prisciano (s. IV d.C.).

Mucho más tarde, el anatomista francés Jean Riolan


(el joven), en la segunda década de 1600, se dice, cometió un
leve error gramatical que sobrevive hasta nuestros días, la
identificación de los dos músculos psoa (el mayor y el
menor) como “psoas” en lugar de utilizar el plural latín
correcto que sería “psoai”. (Anthropographie, 1618). Es de
entender las dificultades de la época para poner en
entredicho su traducción, y de esta manera llegamos hasta

19
hoy. Hoy tal vez le pusiéramos la ‘i’ por delante ‘iPsoa’. ;)
¿Te recuerda algo?

Más importante, me parece a mí, fue la repercusión de


las opiniones de John Basmajian, padre de la
electromiografía, que en la década de 1950, dijo que los
músculos psoas e ilíaco, no podían tener funciones
diferentes porque compartían el mismo punto de inserción.
Su opinión llevo al término “iliopsoas”, y así despojó a cada
músculo de su identidad individual.

Es a partir de los últimos años y de trabajos recientes


con mucho esfuerzo, que cada músculo está siendo
reconocido y estudiado individualmente. Así, hay autores
que ya lo consideran un músculo importante en la
estabilización de la cadera y la columna lumbar (Anderson,
1995; Gibbons, 2007; Hu et al, 2011; Nachemson, 1966;
Penning, 2000; Santaguida & McGill, 1995; Torry et al,
2006).

En este trabajo, no renombraremos al psoas, como


Psoai, por ser un error ya comprendido, pero sí lo
divorciaremos de su pareja de hecho, el ilíaco, en esa unión
forzada a mediados del siglo pasado. Trataremos con
nuestro psoas, en concreto el mayor -ya lo veremos-, y
sacaremos a escena al ilíaco cuando su papel sea
significativo.

20
Anatomía
No puedo entrenar, tengo un desgarro en el psoas
que me ha inflamado la cintilla isquiotibial
y me ha afectado también al poplíteo,
no sé cómo voy a llegar a la carrera.
Los tapados del running
www.theluxonomist.es

Como dice el Dr. Gary Mascilack, el psoas parece el


sueño de todo agente músculo-inmobiliario, todo depende de
la ubicación, ubicación, ubicación.

Situado en la pared abdominal profunda, el psoas es


un músculo bilateral muy potente y el único conector entre
el torso y las extremidades inferiores, interviene en la
posición erecta y la locomoción e influye en la correcta
situación de los órganos abdominales.

El llamado psoas son dos hermanos, el psoas mayor y


psoas menor. El mayor conecta con el músculo ilíaco, en su
porción distal, tradicionalmente formando una especie de
conjunto funcional, hoy día en revisión, y por eso se habla
de iliopsoas o de psoas-ilíaco.

21
Psoasilíaco

La figura muestra los tres músculos, el ilíaco, y los dos


poas, el mayor y el menor. El psoas mayor al lado derecho
de la columna, muy muy interno, se insertan en las
vértebras lumbares, prolongándose por la zona profunda del
abdomen, pasando por encima del pubis hasta anclarse en
la parte superior del fémur.

Al igual que el iliaco, el psoas menor también lo


apartamos en este estudio, y hablaremos del psoas mayor
principalmente refiriéndonos a él como psoas.

22
Origen e inserción

Origen vertebral

El psoas menor se encuentra


ausente en el 41-50% de las
personas, y muchos de los que lo
tienen, sólo se encuentras en un lado.
Su origen se encuentra en la cara
anterolateral de la 12º vértebra
dorsal y las dos primeras
lumbares (D12, L1-L2),
y se inserta mediante
un largo tendón en la
línea pectínea

Psoas Minor

El cuerpo del psoas mayor se divide en dos fascículos


anterior y posterior, en el que el origen del fascículo
posterior se sitúa en las apófisis transversas de los cuerpos
de la última dorsal y las cinco vértebras lumbares (D12, L1-
L5), 6 fibras musculares que después pasan por delante de
la articulación sacroilíaca, y finalmente su inserción distal
se encuentra el trocánter menor, junto con el músculo ilíaco.
Además de la fijación sobre las apófisis transversas, el
psoas, en su fascículo anterior, se conecta directamente a
cada uno de los discos intervertebrales y cuerpos
vertebrales de la columna vertebral lumbar (L1-L5). En el

23
sacro no hay anclajes. Esto suma a un total de 22 puntos de
fijación en la columna vertebral.

Fascículo anterior a la izquierda, y posterior a la derecha.

La longitud de las fibras oscila de 3-5 cm en los


fascículos posteriores, y de 3-8 cm en los fascículos
anteriores. Los fascículos giran medialmente para que los
fascículos posteriores se vuelvan anteriores y los anteriores
se vuelvan posteriores a medida que bajan hacia abajo y
lateralmente hacia el borde pélvico. El pequeño tamaño de

24
la longitud de la fibra significa que no se extiende a toda la
longitud del músculo. Los fibras posteriores son más
pequeñas, menos verticales y están situadas muy cerca del
eje de rotación. A medida que las fibras giran medialmente
y terminan en una posición anterior, entran ahora en
contacto con la fascia del psoas. Las fibras anteriores son
más grandes, más verticales y más adecuadas para
armonizarse con el ilíaco.

Origen proximal

El diafragma se adhiere a la columna vertebral a


través de dos pilares, derecha y la izquierda, que se
adhieren al componente anterolateral de los tres cuerpos
vertebrales lumbares superiores (L1-L3).
Los pilares y su fascia se superponen al psoas
proximal, mediante el ligamento arqueado medial del
diafragma, un arco
tendinoso que cubre
el psoas mayor, y
parecen ser
continuos con este
músculo hasta que
llegan más
anteriormente y se
mezclan con el
ligamento
longitudinal anterior
de la columna
vertebral. Este
acoplamiento psoas-
diafragma puede
tener implicaciones
para la estabilidad

25
de la columna lumbar.

Inserción distal

La inserción exacta del psoas ha recibido


recientemente una cierta atención. El modelo tradicional
dice que el tendón del psoas desciende infero-lateralmente,
y se une al tendón ilíaco para formar el tendón común
iliopsoas, y éste se inserta en el trocánter menor del fémur.

26
Sin embargo, investigaciones más recientes sugieren
que la anatomía distal puede ser mucho más compleja de lo
que originalmente se percibía.

Este músculo no pasa simplemente sobre el borde


pélvico como una polea. Al cruzar la eminencia iliopectínea,
la fascia de los fascículos posteriores se adhiere firmemente
al borde pélvico. Esto puede constituir un ligamento
innominado que une el psoas a la pelvis (Orthopaedic
Division Review. 2002. Jan /Feb: 7-16 Ver).

A medida que desciende desde los niveles inferiores de


la columna lumbar, su fascia infero-medial se vuelve gruesa
en su porción inferior y es continua con la fascia del suelo
pélvico, especialmente el pubococcígeo.
Esto forma un vínculo con el tendón conjunto, el
transverso abdominal y el músculo oblicuo interno. Una vez
más, al igual que con el diafragma, este conjunto de psoas,
fascia del suelo pélvico y el transverso abdominal puede
tener implicaciones como estabilizador lumbo-pélvico

Como se ve, la cosa no está definida así que ‘es posible’


que nuestro psoas no tenga una sola fijación. Y éstas
podrían ser:
• La eminencia iliopectínea (ligamento innominado). ).
(McVay and Anson, 1940; Williams et al, 1989; Gibbons,
1999, 2001, Gibbons et al, 2001)
• La fascia infero-medial, que se mezcla con la fascia
del suelo pélvico a través de la fascia inferomedial
del psoas (que se liga con el fascia del transverso
abdominal
• y las fibras anteriores, que continúan y se unen al
músculo ilíaco acabando en el trocánter menor. Esto
se conoce como el tendón conjunto del psoas mayor y
el ilíaco.

27
El tendón se separa del pubis y la articulación de la
cadera por un bursa ilíaca subtendinosa. A lo largo del
borde de la pelvis, las fibras laterales del músculo ilíaco y
las fibras de los psoas se unen.

Sobre el músculo ilíaco, nos queda decir que, se


inserta proximalmente en los dos tercios superiores de la
superficie interna de la fosa iliaca, recubriendo
completamente la pared lateral de la pelvis mayor.
También se ancla en el labio interno de la cresta iliaca.
Distalmente, muchas de las fibras iliacas se unen al tendón
del psoas y las restantes se insertan directamente por
delante del trocánter menor y en la parte adyacente del
fémur (Travell y Simons, 2005).

Músculo Ilíaco

28
Inervación

Ambos fascículos presentan inervaciones


segmentadas.Los fascículos posteriores son suministrados
por los ramos ventrales de los nervios espinales T12-L4. Los
fascículos anteriores son inervados por ramas del nervio
femoral de L2-L4.

29
Tipos de fibra

Como no podía ser de otra manera, hay desacuerdos


en la literatura acerca de si está compuesto en su mayoría
por fibras de contracción lenta o de contracción rápida.
Originalmente se pensaba que tenía una distribución
homogénea de tipos de fibras a través del músculo. Sin
embargo, estudios postmorten de todo el músculo han
demostrado que el tamaño de las fibras y la distribución de
los tipos de fibras varían según la ubicación. Las diferencias
se pueden encontrar con respecto a las partes superficiales
o más profundas, así como las partes proximal o distal del
músculo.

En un estudio más reciente, Arbanas et al (2009),


encontraron que la composición del tipo de fibra varió de la
parte craneal en su origen a la parte caudal. El porcentaje
de fibras de tipo I mostró una tendencia decreciente (menos
fibras de tipo I alrededor de la parte distal del músculo),
mientras que el porcentaje de fibras de tipo II mostró una
tendencia creciente (más fibras distales del tipo II).

Sobre la base de estos hallazgos, los autores


sugirieron que la parte distal podría tener un papel
dinámico, mientras que la porción proximal puede tener
más de un papel postural. Esto encaja con las descripciones
en las que el fascículo posterior tiene más un papel de
estabilidad y las fibras anteriores tienen más un papel de
movilidad en la cadera. Un auténtica garantía para
devanarse los sesos analizando sus funciones.

30
Biomecánica y función
The psoas links top to bottom, inside to outside,
axial to appendicular, and breathing to walking
Thomas Myers

Estudios biomecánicos

El pecado original sobre este músculo, nació en 1958,


cuando Basmajian publicó uno de los primeros estudios
sobre la función del psoas. Él concluyó que no se puede
separar el papel del psoas mayor del papel del iliaco en su
función conjunta de flexionar la cadera.

Este error ya se ha subsanado y varios modernos a


autores indican las diferencias y por qué estos músculos no
se han de estudiar juntos. (Blandine Calais-Germain,
“Anatomía para el Movimiento I”)

Observando el psoas de cerca, la vasta cantidad de


conexiones laterales a la columna lumbar parecen dar a
entender que el papel preferido del psoas sería mover de
alguna forma la columna vertebral. Pero la capacidad de
generar movimientos en la zona lumbar por parte del psoas
es bastante limitada debido a los brazos de palanca tan
cortos (inserciones muy proximales) (Santaguida & McGill,
1995), y los ángulos de unión no permiten ejercer fuerza
durante la flexión lateral. (Katy Bowman, Sep 21, 2012).

Otros autores niegan el papel de flexor de cadera del


psoas (Dr. Rolf et al), sin llegar a anularlo del todo -ya lo
veremos-, y debido a su anatomía única como hemos visto,
mantendremos un papel minúsculo en la flexión de la

31
cadera (fascículos anteriores) y un papel en estabilización
de la columna muy importante (fascículos posteriores).

En el apartado de anatomía hemos visto que tiene


relaciones anatómicas íntimas con el diafragma y el suelo
pélvico. Esta extraordinaria ubicación anatómica única le
permite actuar como conexión entre estos músculos y puede
ayudar a mantener la estabilidad del mecanismo del
"cilindro lumbo-abdominal".

El cilindro lumbo-abdominal

32
Se ha demostrado que el transverso abdominal
trabaja en conjunto con el diafragma, el suelo pélvico y las
fibras profundas del multifidus lumbar, coordinando su
actividad para estabilizar la columna vertebral.
De acuerdo con este modelo, el psoas está idealmente
ubicado para ayudar en un papel estabilizador.

La parte superior del cilindro es el diafragma, el fondo


es el suelo pélvico y el centro es el músculo transverso
abdominal, con la fascia toracolumbar. El psoas es ideal
para actuar como un enlace entre la parte superior e
inferior del cilindro a través del ligamento arqueado
mediano al diafragma y la con su fascia al piso pélvico. Ver

Juker (et al), nos mostraron como el psoas


contrarresta la acción del ilíaco durante la flexión de la
cadera. Ellos creen que el ilíaco rota la pelvis en
anterioridad y que el psoas trabajaría contra estas fuerzas,
aumentando la firmeza dentro de la pelvis y la columna
lumbar. Un psoas activado y fortalecido contribuirá
aportando robustez en el segmento lumbar en movimiento.

Desde mi punto de vista y con todos los anteriores


condicionantes, el psoas, en un movimiento consciente de
flexión, se contrae para contrarrestar la fuerza de
inclinación en anterioridad impuesta por la contracción de
los otros flexores de cadera. Es el guardián de las lumbares,
preserva su lordosis, y hace que la articulación L5-S1 no
sufra más de lo debido en la flexiones. Coincido con Juker
biomecánicamente.

La participación del psoas en las rotaciones todavía


está en estudio. Se dice que si participa en las rotaciones,
favorece la rotación externa, y su acción va acompañada de
una ligera aducción de cadera. Nosotros consideramos que
tampoco tiene un papel importante en las rotaciones, sigue

33
siendo un papel protector ante una rotación excesiva
generada por los músculos más externos. Funciona igual
que el alma en una viga de hormigón, ésta es de acero, pero
no soporta directamente el peso del edificio, pero es
imprescindible para que no se rompa la viga.

En el juego de opiniones, no podemos dejar de mencionar,


otras curiosas opiniones, que sólo podríamos comentar con un
emoticono asustado.
“But the psoas (unlike actual hip flexors) doesn’t tilt the pelvis
anteriorly, it tilts the pelvis posteriorly relative to the ground.”
“Pero el psoas (al contrario que los actuales flexores de cadera) no
inclina la pelvis en anterioridad, inclina la pelvis en posterioridad relativa al
suelo”. Katy Bowman 2014. Ver

Investigar el psoas, es un mundo. El diseño anatómico


del psoas es único e ingenioso, y clasificar su función en las
categorías habituales, como músculo generador de
movimiento, que se basa en puntos de apoyo para señalar
su función, no tiene mucho sentido. Como resumen
quedamos así:

Psoas
Inervación plexo lumbar, nervio crural T12-L4/L2-L3

Dos funciones principales vistas desde la ausencia o


presencia de movimiento, y desde la consciencia o
inconsciencia del movimiento:

De forma estática, permite que la columna vertebral


permanezca rígida y estable a través de su efecto
compresivo y protector en la columna lumbar y debido a su
contribución con otros músculos nucleares y aporta la
estabilidad al "cilindro lumbar".

34
De manera dinámica, se opone a la flexión de la
cadera -aunque no es extensor-, de manera que mantiene la
estabilidad pélvica en la flexión evitando el efecto de
inclinación en anterioridad creado por los otros flexores de
la cadera. En las exigencias de la cadera y la pelvis durante
la práctica deportiva de alto nivel, este mecanismo aumenta
la estabilidad en la región lumbopélvica ayudado de los
músculos de la pared abdominal más superficiales.

Y sin necesidad de practicar ningún deporte,


interviene en movimientos muy habituales tales como el
incorporarse de la cama, agacharse, levantar las piernas al
andar, correr, nadar, y chutar una pelota, evitando que te
rompas por todos lados.

Estos movimientos descritos, son originados por una


acción volitiva de la persona. Pero cuando la acción no es
volitiva, sino inconsciente, el psoas actúa dinámicamente
como protector de la Vida ante un trauma (David Barceli)

Las revisiones sobre el tándem del psoas y el ilíaco,


aquí, indican que ambos músculos, en su acción sobre el
miembro inferior es similar, pero su acción sobre la parte de
arriba es muy diferente: el ilíaco es un músculo de cadera, y
el psoas es un músculo lumbar.

Iliaco
Inervación plexo lumbar, nervio crural L2/L4

Mencionaremos el ilíaco, como un músculo que si


encaja en la clasificaciones habituales de los músculos
creadores de movimientos. Según su punto fijo:

● Cresta ilíaca: llevan el fémur a flexión, con un


poco de aducción y rotación externa.

35
● En el trocánter menor del fémur,
bilateralmente produce anteversión de la cadera.

Su importancia

Si has leído hasta aquí creo que queda claro su


relevancia, y la cantidad de estudios que se han llevado
acabo.

Este músculo actúa como una especie de puente


colgante entre el torso y las piernas, transfiriendo el peso de
arriba abajo y transmitiendo flujos energéticos en ambas
direcciones.

Es un músculo importante en todo movimiento que


implique equilibrio y, como hemos descubierto, antagónico a
la flexión de cadera. Pero no interviene en primer plano, es
el guardián de la columna en su parte inferior, y actúa como
protector en las movilizaciones de la espalda, las caderas y
la pelvis. El psoas define la curva natural de la columna y
controla la inclinación de la pelvis, como consecuencia, uno
de los principales elementos para mantener la salud de las
lumbares. Por eso, los movimientos inadecuados y las malas
posturas tienden a forzar su funcionamiento.

El psoas también actúa como soporte interno en el


abdomen, sobre el que se asientan los órganos vitales de
esta zona. Este músculo además, actúa en armonía con los
diafragmas torácico y pélvico, en el cilindro lumbo-
abdominal, vinculando los ritmos del movimiento del cuerpo
con los ritmos respiratorios, y entre ambos realizan un
continuo masaje sobre la columna vertebral, los órganos, los
vasos sanguíneos y los nervios del tronco, estimulando el

36
movimiento de los fluidos por todo el cuerpo, a modo de
bomba hidráulica.

La importancia del psoas desde los estudios


biomecánicos sigue en controversia, pero creo que ha
quedado suficientemente claro hasta donde alcanzan a
explicar su función. La importancia del psoas como músculo
de la preservación de la Vida, es la aportación más grande
de Koch y Berceli.

37
38
Las Relaciones del psoas
Visto que forma parte de uno de los mayores
complejos musculares del cuerpo, el cilindro muscular
lumbo-abdominal, en la mayoría de los casos de
desequilibrio desempeña una función clave. Y señala el
fuerte impacto de este músculo sobre nuestra estructura,
órganos y el estado energético de nuestro ser. El psoas es
importante para nuestra salud, vitalidad y bienestar
emocional.

El vecindario del psoas es variado, y puede afectar de


muchas maneras.

Neuronales

Entre las dos vientres del psoas, junto con el cuadrado


lumbar se expande el plexo lumbar, el complejo nervioso
responsables de la inervación de los músculos abdominales,
de músculos de la columna, del diafragma pélvico y de los
aductores, y también importantes arterias.
Cuando existe compromiso neurológico, el dolor puede
irradiarse siguiendo la distribución del nervio
correspondiente (signos irritativos de la raíz). Cuando la
compresión es mayor o permanente, se altera la función,
provocando síntomas deficitarios, hipo o arreflexia y
paresias.

39
Músculo esqueléticas

La charnela
lumbosacra

Soporta el mayor peso y la


mayor parte de fuerzas de cizalla.
El último espacio lumbosacro es
el que tiene la mayor movilidad:
75% de toda la flexión de la
columna lumbar. Esto determina

40
la mayor probabilidad de lesión entre L5-S1 y L4-L5. La
quinta vértebra lumbar ejerce una fuerza deslizante
cizallante hacia adelante y abajo. Si aumenta el ángulo, el
declive del plano también aumenta, provocando mayor
estrés y una hiperlordosis que causa dolor por varios
mecanismos: compresión del disco intervertebral
lumbosacro en su parte posterior, sobrecarga en las
articulaciones interapofisarias, estrechamiento del agujero
de conjunción lumbosacro y compresión radicular.

Articulación Coxo-femoral

Los músculos obturadores y el piramidal, rotadores, y


el pectíneo, aductor, intervienen en las movilizaciones de la
articulación coxo-femoral, una retracción importante de
alguno de estos músculos arrastraría al psoas a una
contractura excéntrica. (Fajardo 2005)

41
Cuadrado lumbar

El psoas comparte pared


abdominal posterior con el
cuadrado lumbar. Este músculo
participa en la estabilización de
la columna lumbar en la
bipedestación y respiración, en la
inclinación del tronco y la
extensión lumbar. Cuando se
produce una disfunción en el
psoas, se pide a la cadena
cruzada opuesta (cuadrado
lumbar, oblicuo menor y serrato
caudal) que actúe para frenar
estos movimientos parasitarios.

En 2012, Brandon Hetzler, indicó la fuerte conexión fascial


entre el iliaco y el cuadrado lumbar, hasta el punto de que sus
fibras corren exactamente en la misma línea, dando lugar a pensar
que tiene más sentido agrupar un cuadrado lumbar y el iliaco que
el psoas-iliaco. Si debería haber una “combinación milagrosa” de
músculos, ¡ésta es la que ha de producir!, se atreve a afirmar. Ver

42
Ilioratus lumborum
Dorsal ancho

El psoas y el dorsal ancho son dos grandes y potentes


músculos que están muy relacionados entre sí.
Principalmente en las torsiones como las que se producen
durante la marcha. El dorsal ancho nace en el ilíaco y las
lumbares y se inserta en el húmero. Por lo que solo estos
dos músculos, comunican las piernas con los brazos.

Actúan en común
para distribuir las
fuerzas entre las dos
cinturas, la pélvica y
la escapular. Se
relacionan de manera
cruzada,
principalmente
durante la marcha. Al
caminar, cuando una
pierna se adelanta
(psoas) el hombro
contrario se retrasa
(dorsal ancho) y
viceversa.

Dada esta conexión, cualquier patología que se


produzca en la cintura pélvica o en la cadera, puede
repercutir en el hombro. Por otro lado actúan de manera
complementaria. A nivel de las cinturas, provocan el
balanceo opuesto de brazos y piernas asegurando el reparto
del peso durante la marcha y, a nivel de la columna lumbar,
estabilizan para evitar la sobrecarga mecánica. Es decir son
sinergistas y actúan de manera simultánea para evitar
movimientos secundarios no deseados.

43
En caso de acción parasitaria, el dorsal ancho asociado
al psoas homolateral tendrá un poder lesional de rotación
importante. Se registran así rotaciones en los cuerpos
vertebrales en la escoliosis. (Fajardo 2005)

Multifidos o transverso-espinales

El psoas como músculo


fijado vértebra a vértebra en la
convexidad de la columna
lumbar, participa, actuando en
sinergia con los músculos
paravertebrales lumbares, en
especial los Multifidos o
transverso-espinales. El
conjunto forma entonces un
soporte compuesto por
diferentes materiales alrededor
de la columna lumbar rodeada
de cuatro elementos musculares
de forma tubular. El psoas se
manifiesta como un
enderezador, hasta incluso
deslordosante del raquis lumbar, dice Blandine Calais-
Germain, apoyada por la investigación de Dangaria y
Naesh que demostraron que existe una asociación entre la
atrofia de los músculos psoas y multifidus observados en
imágenes por resonancia magnética

Musculatura de la cadera: agonistas y


antagonistas del psoas
● Agonistas: la musculatura flexora de la cadera.
Tienen función complementaria al psoas y estos son: Tensor

44
Fascia Lata, Recto Femoral y Aductores (Pectíneo
principalmente).
● Antagonistas: realizan la función opuesta al psoas en
la cadera. Principalmente el Glúteo Mayor.

Estos músculos pueden verse tanto inhibidos por una


sobrecarga del psoas como sobrecargados por una inhibición
del psoas. La relación puede ser bilateral, es decir debido a
la disfunción del psoas se produce una disfunción de los
músculos de la cadera o debido a la disfunción de los
músculos de la cadera se produce una alteración en la
función del psoas.

Viscerales
El músculo que atraviesa el abdomen. no puede menos
que tener relación con varios de los órganos que ahí hay.

45
Intestinos

Riñones e intestinos en vista posterior Y esquema anterior

Fajardo indica que si el psoas está afectado, se alteran


no sólo el intercambio nutritivo local, sino también la tasa
metabólica de la parte inferior del tubo digestivo, dicho en
román paladino, se altera tanto la absorción de nutrientes
como su eliminación, llegando a producir estreñimiento.
Pero lo contrario también es cierto. Un psoas en buen
estado y en caso de un estreñimiento fuerte, la acción
enérgica del masaje del vientre muscular psoático
producida al caminar en desnivel, subiendo y bajando
cuestas, origina un desbloqueo intestinal, mejorando las
posibilidades de defecar.

46
Riñones y sistema reproductivo

La buena salud del plexo lumbar y de los ganglios


autónomos adyacentes es básica para el bienestar del ser
humano, en cuanto a que contribuye al funcionamiento
adecuado de los riñones y las glándulas suprarrenales,
proporcionándole las conexiones nerviosas, además de
asegurar un metabolismo eficaz del sistema reproductivo.
Un aprisionamiento de los nervios del plexo lumbar entre
los vientres musculares del psoas, puede disminuir el
rendimiento de estos órganos y sistemas. (Fajardo 2005).
Veremos también las repercusiones emocionales de los
riñones.

Emocionales

Esta es una de las malas famas que tiene el psoas.


Nunca se le ha visto asociado con la alegría, la ilusión o el
Amor, ya que como hemos visto, desempeña un importante
rol en relación con los riñones e intestinos, diafragmas
torácico y de ahí a peritoneo del corazón, y con el diafragma
pélvico y la función reproductora.

Las emociones de los riñones, el miedo, afectan al


psoas. Un psoas frío o contraído afecta a los riñones y
produce desalineamiento vertebral riñones.

Estas emociones producen el efecto de enfriar los


riñones, el psoas e incluso la parte baja de la espalda, y con
el tiempo pueden quedarse atrapadas en esa zona; por otra
parte, el frío o la contracción crónica del psoas puede
producir reacciones adversas en los riñones. El psoas y los
riñones responden positivamente a la calidez.

47
Recordemos lo que Koch, escribió sobre el psoas
“encarnan literalmente, nuestro impulso más profundo para
la supervivencia y, más profundamente, nuestro deseo
elemental para crecer“. Lo considera un órgano de
percepción compuesto por tejido bio-inteligente que
encarna, literalmente, nuestro deseo más profundo de
supervivencia y de florecer. Según ella, es el mensajero
primario del sistema nervioso central, por lo que es
considerado también como un portavoz de emociones (“de
las mariposas en la tripa”). Esto es debido a que el psoas
está conectado con el diafragma a través del tejido conectivo
o fascia, por lo se ve afectado tanto en la respiración, como
en el miedo reflejo.

El Corazón y el psoas también están relacionados. El


corazón se corresponde con el fuego en medicina china, y si
muestra tendencia a calentarse, los riñones, elementos
agua, tienden a secarse. Si el corazón es frío (cerrado para
protegernos emocionalmente), los riñones se congelan, esto
hace que el psoas se acorte y duela la espalda. (Fajardo)

Con un abdomen habitualmente en tensión y


comprimido, una vitalidad disminuida y una respiración
alterada, es comprensible que el psoas conlleve alteraciones
emocionales ya que un estilo de vida acelerado y el stress
generan adrenalina que crónicamente tensan el psoas,
preparándolo para correr, entrar en acción o encogerse para
protegernos.

Otra opinión de Koch, demasiado extrema quizás,


afirma que, la sensación permanente de inseguridad que
algunas personas experimentan puede estar directamente
conectada con el sobreesfuerzo continuo e inconsciente por
mantener el equilibrio del esqueleto.

48
Lo que sí está demostrado, es que un psoas tenso
manda señales de tensión al sistema nervioso, afecta a todo
músculo inervado por el plexo lumbar, interfiere en el
movimiento de los fluidos y afecta a la respiración
diafragmática. De hecho, está tan íntimamente involucrado
en las reacciones físicas y emocionales básicas, que cuando
está acortado y tensionado de forma crónica está enviando
al cuerpo continuas señales, que nuestro cerebro clasifica de
peligro, íntimamente conectado con la ancestral reacción de
“lucha-huida” que permite a los animales defenderse en una
situación de peligro, cuando deben enfrentarse a un agente
externo, por lo que puede repercutir en el agotamiento de
las glándulas suprarrenales y del sistema inmunológico.

Muchos autores amplían este mensaje alertándonos


de que esta situación se ve agravada por la forma de
sentarnos o por las posturas de nuestros hábitos diarios,
que reducen nuestros movimientos naturales y constriñen
aún más el músculo, y se atreven a afirmar que si nos
sentimos agresivos a menudo, y sin razón aparente, es
posible que el psoas tenga mucho que ver.

Estoy de acuerdo con que la costumbre de estar


sentado no ayuda a tener un psoas en perfecto estado, pero
más bien creo que cuando estamos sentados, trabajando o
conduciendo, incluso en la mesa o en el cine, siempre hay
una importante componente de tensión, stress laboral o en
la carretera e incluso viendo una película nos estresamos.
Creo que esta tensión es el verdadero origen del psoas
acortado, y no la postura.

La aportación más importante sobre la función


emocional del psoas, llega de la mano de David Berceli.
Tras su estudios, la función del psoas, no es la flexión de
cadera, pero al estar donde está flexiona la cadera
inevitablemente ¿Cómo, cuándo? Como protector ante un

49
trauma. No es una flexión consciente, es una flexión
inconsciente, inevitable y natural. Aquí enlaza con Koch.
Según Bercelli, la flexión es natural e inconsciente, pero el
mecanismo para soltar la tensión, no funciona
correctamente. Y la psicoterapia se queda corta, ya que no
trabaja el músculo tensionado.

50
Traumatismos y Patologías
No debemos descuidar nunca
el uso que el paciente hace de sus síntomas.
Alfred Adler

Si constantemente mantenemos el psoas en tensión


debido a la tensión, con el tiempo comienza a acortarse y a
endurecerse. Se dificultará así nuestra postura y las
funciones de los órganos que habitan en el abdomen, dando
lugar a dolores de espalda, ciáticas, problemas de disco,
degeneración de la cadera, menstruaciones dolorosas o
problemas digestivos. El dolor en la espalda baja en la
cintura, dolor a lo largo de la frontera de la pelvis, profundo
dolor en las articulaciones de cadera, una sensación de
rigidez en la zona lumbar, etc. todos estos síntomas se
tratan como veremos en el Trabajo con el psoas.

También, cualquier acortamiento en el psoas, tiene su


repercusión en el diafragma a través del ligamento
arqueado, como se ha visto, pudiendo afectar al ritmo y
capacidad respiratoria. Y a través del nervio frénico a la
columna cervical (Fajardo 2005).

Las repercusiones a largo plazo son importantes, y


pueden desembocar en patologías graves. Pero los traumas
puntuales en el psoas puede causar una lesión o daños en
tejidos orgánicos vecinos, como pueden ser los
arrancamientos o un espasmos.

51
Avulsión del trocánter menor

El mecanismo de producción de las avulsiones


traumáticas en extremo proximal del fémur en su apófisis
trocanterina menor, se deben a la fuerte contractura del
psoas, después de actividades deportivas, o como
consecuencia de movimientos bruscos incoordinados.

El fémur, ni los demás huesos, crecen con las apófisis


hechas. El período de aparición de las apófisis y la edad en
que las fisis se cierran definitivamente, perfilan el tipo de
pacientes en los que se presentan estas fracturas. Éstas
suceden durante la adolescencia, pacientes con los núcleos
de osificación sin fusionar, normalmente entre los 12 y 16
años, puesto que a esta edad, los músculos y tendones son
más resistentes que las apófisis. En teoría, el límite de edad
para que ocurra una fractura por avulsión del trocánter
52
menor es de 18 ó 19 años, la edad en la que se fusiona. El
autor sabe un poco sobre esta lesión.

En los adultos, las fracturas por avulsión del trocánter


menor son muy poco frecuentes y, si no existe un antecedente de
traumatismo importante. Pero hay que descartar una infiltración
tumoral del trocánter. Se han publicado pocos casos de avulsión
del trocánter menor por tumores primarios, en estos casos, la
mayoría de las avulsiones, aproximadamente un 60-70%, están
causadas por metástasis. Por lo tanto, en pacientes adultos con
avulsión del trocánter menor, se debe ampliar el estudio para
descartar un proceso neoplásico, para lo que Ignacio Proubasta, I.
G. Esnal Andueza, recomiendan realizar una RM y/o biopsia.

Espasmo del psoas

Neurológicamente, un espasmo del psoas tiene gran


repercusión simpaticotónica sobre el abdomen y la
musculatura del miembro inferior. Como vimos. en los
espacios que dejan sus inserciones raquídeas,
encontraremos el plexo lumbar, cadena simpática
laterovertebral, responsable de la inervación de dichos
músculos y órganos abdominales y pélvicos.

Posturalmente, en un caso de espasmo bilateral del


psoas puede lordosar o cifosar la columna lumbar,
dependiendo del estado previo de la misma, actuando al
igual que el ECOM en la columna cervical.
El espasmo unilateral provocará una columna lumbar
con rotación contraria y lateroflexión homolateral.

La respiración también puede verse afectada, ya que,


al atravesar el diafragma por su arcada correspondiente el
espasmo del psoas afecta al diafragma y viceversa,

53
produciendo con frecuencia disfunciones del hemidiafragma
del mismo lado espasmado.

En el raquis, la contracción del psoas, provoca el


aumento de la presión de los discos intervertebrales. Si el
espasmo del psoas se perpetúa la nutrición discal se verá
afectada, y junto con el aumento de la presión intradiscal y
la tracción de las inserciones del músculo en los propios
discos, conllevará la siguiente deshidratación, edema
peridiscal, irritación de estructuras nerviosas y al final
síntomas discales y radiculares a nivel lumbar.

En procesos discales agudos y subagudos, la simple


relajación de los psoas y del diafragma son un trabajo
fundamental en la sesión, y pueden reducir
espectacularmente los síntomas del paciente.

Un espasmo en psoas es una de la principales causas


de una pierna corta funcional (Fajardo 2005)

Posturales

No es extraño que los profesionales cuando detectan


una curva exagerada en la zona lumbar concluyan que el
cliente tiene una pelvis inclinada en anterioridad. Según la
Dr. Katy Bowman, la curva de la columna vertebral de un
psoas acortado no es una hiperextensión de la columna
lumbar, ni el resultado de una inclinación pélvica en
anterioridad. Es, más bien, una curva única creada por el
desplazamiento anterior (cizalladura) de vértebra superior
junto con diversos grados de extensión y flexión de la
columna vertebral lumbar superior e inferior,
respectivamente. Se ve muy similar a la hiperlordosis, con
la excepción de un marcador óseo: la caja torácica.

54
Por motivo de una tensión excesiva innecesaria, el
acortamiento del psoas puede degenerar en desequilibrios
en el resto de la estructura corporal, y eso hará que la
persona en cuestión, al estar de pie, asuma una posición de
hombros curvados y la postura inclinada hacia adelante y
en muchos casos esto se debe sobretodo a la falta de
estiramientos. Miraremos la postura junto a las cadenas
musculares a las que pertenece, la PAAP y la AM -
Godelieve-Denys-Struyf (GDS).

El psoas actúa uniendo el recto abdominal con el recto


femoral, uniendo el grupo flexor superior y el inferior, de lo
que se deduce que una disfunción en cualquiera de los
grupos, se transmite al otro grupo a través del psoas.

55
El individuo tiene 5 cadenas articulares en 2 ejes. El eje
vertical es el de la primera cadena (cabeza + raquis + sacro) y el
eje horizontal el de los miembros. La pelvis será el centro de
equilibración tanto del eje vertical como del horizontal.

Las cadenas articulares están revestidas por 5 cadenas


miofasciales, en las que los músculos se encadenan unos con otros
a través de las fascias. Sus nombres: posteromediana o PM,
anteromediana o AM, la posteroanterior-anteroposterior o PAAP,
la posterolateral PL y la anterolateral AL.

El eje horizontal permite al individuo entrar en relación con


el medio externo. El eje vertical es el de la personalidad
profunda del individuo, y sobre este eje se adhiere las
cadenas y nuestros psoas, lo cual nos da la profunda relación
con nuestra personalidad.

La cadena PAAP da más resistencia a la columna vertebral


alternando las curvas de lordosis y cifosis, e introduce las lordosis
en el cuerpo. Y la cadena AM, desde el periné hasta la mandíbula
marca la «Posición fetal»,

La cadena AM, somatiza en plano psicológico se


relaciona con la afectividad, y el miedo como ya hemos
mencionado, dando un morfotipo típico con caída posterior,
actitud ondulante, rodillas con un pequeño flexum, pelvis
con tendencia a la retroversión, la columna cervical
enrollada, hundimiento de la región pectoral. Si le
añadimos poca actividad en la PAAP manifiesta rodillas en
recurvatum, pelvis hacia delante (se suspende del psoas),
cabeza hacia delante. Es un sujeto hiperlaxo, más bien
adinámico y da la imagen de ser un sujeto blando que se
deja llevar.

56
Corregir este morfotipo no se hará a través de la
cadena PAAP, que está siempre activa por su papel de
equilibrar, y por tanto nunca tendrá sentido muscular un
psoas (Carrilero Andreu 1999), sino que intentaremos
potenciar la cadena AM.

57
58
El trabajo con el psoas
Primum nil nocere
Hipócrates

Antes de nada, valoraremos el contexto global de la


persona, observando si existen problemas lumbo-pélvicos o
neurológicos que puedan estar relacionados por un
desequilibrio en miembro inferior, (problemas en el apoyo al
caminar), una alteración visceral o una mala adaptación a
cambios emocionales en la persona. En caso de procesos
discales agudos y subagudos, la simple relajación del psoas
y del diafragma como trabajo fundamental de la primera
sesión clínica, puede reducir espectacularmente los
síntomas del paciente.

Tras esas consideraciones, casi todas las personas


tienen los psoas un poco retraídos. Tal vez los amantes del
yoga y el pilates que estiran conscientemente dispongan de
un par de psoas equilibrados. Pero ni los deportistas
profesionales ni los aficionados tienen habitualmente un
psoas sano, ya que los ejercicios preferidos, se encuentran
normalmente, participados de flexión de la cadera. Además,
las horas de vida sedentaria en el trabajo, en el coche, y ¡en
tensión! y esfuerzos ocasional hechos incorrectamente, nos
garantizan un psoas tocadito.

Trabajo del psoas en manos del


terapeuta

En la consulta el terapeuta valorará el estado del


psoas. En la mayoría de los casos el trabajo consistirá en

59
detectar cuál de los psoas está más tenso y acortado y
proceder a su rehabilitación.

Diagnóstico y palpación

Para ello colocará al paciente en camilla en decúbito


supino, y le indicará cómo nivelar la pelvis. A continuación
el paciente extiende los brazos por encima de su cabeza, y el
terapeuta, desde la cabecera, valorará examinando los
pulgares, cual de ellos se alarga menos. El brazo más corto
se corresponde con el psoas retraído, y por lo tanto, hay que
estirar.
Si los brazos no dan información válida, como por
ejemplo en el caso de una lesión en uno de los hombros, se
procede a palpar el vientre muscular del psoas para
comprobar cual de los dos está más tenso y doloroso.
(F.Fajardo 2005)

La forma de
palpar el psoas es
presionando con las
llemas de una mano
en un punto a un
tercio de camino
entre la EIAS (espina
ilíaca anterosuperior)
y el ombligo. Nos
ayudamos de los
momentos de
expiración del
paciente para
aumentar la
profundidad. El
contenido abdominal
se moverá fuera del camino. Si procedemos demasiado

60
rápido, se activará el recto abdominal y la contracción nos
empujará hacia fuera.

¿Cómo sabemos que estamos en el vientre muscular


del psoas?

- No es pulsante. Si lo es, ir más lateral, ¡Estamos en


la aorta descendente!
- Indicamos al paciente flexionar ligeramente la
cadera, enseguida sentiremos su contracción.

Si la información de los brazos no hubiese sido válida,


procediendo de esta manera en ambos lados, podremos
valorar cuál de los psoas está más tenso.

Tratamiento para psoas acortado

Cuanto más flexible y fuerte esté el psoas, más podrá


nuestra energía vital fluir a través de los huesos, músculos
y articulaciones. De ahí la importancia de que los
estiramientos, tras el tratamiento realizado a nivel
osteopático o de fisioterapia, juegan un gran papel para
mantener este músculo en óptimas condiciones de
flexibilidad.

Tratamiento en camilla.
Una vez escogido el fatigado psoas que vamos a
trabajar. Lo localizamos como antes hemos explicado, y
procedemos a tratarlo con las yemas de los dedos de la
mano caudal.
La mano que palpa el músculo, puede mantenerse en
presión o masajear la fascia muscular. El terapeuta
valorará la incomodidad del paciente.

61
El paciente con su pierna extendida y el masajista con
su mano ventral en el muslo de la misma, acompaña con un
movimiento de rotación, durante unos 30’’, hacia dentro y
hacia afuera el muslo, consiguiendo la movilización del
trocánter menor.
A continuación, sin soltar nunca la mano caudal, el
paciente recoge la pierna flexionando la rodilla, y el
masajista acompaña un suave movimiento de abducción-
aducción de la cadera. Se realiza este movimiento durante
otros 30’’.

Y para terminar, la mano caudal continúa en su


posición con su presión o masaje, pero ahora el paciente
eleva su pie con flexión de rodilla en 90º, que es sujetado por
el terapeuta y se mantiene el tratamiento otros 30’’.
El contacto con el paciente se realiza con mucho
cuidado, depositando la pierna en la camilla, al mismo
tiempo que la mano caudal se separa muy, muy suavemente
del vientre del paciente, para evitar un espasmo muscular.

62
No es un masaje que el paciente lo lleve de buen
grado, puede resultar doloroso e incómodo, pero necesario.

Estiramiento en camilla
El paciente en decúbito supino al final (o al borde) de
la camilla, flexiona la cadera contraria a la pierna que se va
a estirar, con ambas manos colocadas por debajo de la
rodilla, para provocar una retroversión de la pelvis y
aumentar el estiramiento, y dejando libre la pierna que se
va a trabajar colgando fuera de la camilla.

El terapeuta sobre el pecho/hombro apoya el pie de la


pierna flexionada y la mano craneal ayuda en la flexión,
mientras la mano caudal, colocada a 1/3 distal del muslo de
la pierna fuera de la camilla, ayuda en la extensión

63
Con la mano
caudal empuja hacia
abajo produciendo así
una extensión de
cadera. En la
contracción isométrica
se le pide al
participante que
resista el estiramiento.
Para completar el
estiramiento se le pide
que acompañe el
estiramiento.

Y un poco más
allá. Si el paciente
tolera bien la
extensión, el terapeuta
puede fijar su mano
craneal en la espina
ilíaca anterosuperior
EIAS de la cadera para
favorecer la
retroversión pélvica,
mientras la mano caudal, igual que antes, ejerce la
extensión de cadera. La pierna del terapeuta se apoya en la
pierna del participante para rotar externamente la pierna.

En casa

Tras ver cómo el psoas afecta a toda la persona, no lo


estiremos sólo, estiremos la cadena muscular

64
correspondiente. El tejido muscular es bastante elongable y
generalmente es un tejido blando que no se acorta con
facilidad, sin embargo, si palpamos tendones, ligamentos y
fascias comprobaremos que son bastante rígidas y suelen
ser las que “duelen” cuando estiramos. Ha llegado la hora
de ir dejando a un lado los estiramientos analíticos y buscar
posiciones donde logremos estirar la envoltura miofascial.

El estiramiento más específico de este músculo, y que


también es un estiramiento de toda la cadena muscular AM
se realiza en la siguiente secuencia:

● Desde la bipedestación avanzamos la pierna


contraria a la que deseamos estirar, y los pies miran
al frente.
● En la pierna adelantada coloca la rodilla
ligeramente por detrás del pie de apoyo. La rodilla
apoyada debe estar debajo de la cadera. Ahora
flexionas tu columna e intentas colocar la cadera en
retroversión, como si quisieras llevar el pubis hacia
el esternón. Al realizar este gesto notarás el
estiramiento en la parte anterior del muslo.
● Adelanta el peso del cuerpo, llevando tu
cadera hacia delante y hacia abajo, ahora la rodilla
de la pierna adelantada estará encima del pie de
apoyo y la rodilla de apoyo estará detrás de la
cadera. Si apoyas tus manos en la rodilla adelantada
podrás conseguir mantener tu cadera en
retroversión. Observa que la punta del pie atrasado
se encuentra extendida. Aquí estamos ya estirando
el psoas. La columna se mantiene erguida.

65
● Eleva todo lo posible el brazo del lado de la
pierna retrasada al tiempo que la cadera continúa en
su trayectoria hacia abajo y hacia delante. En este
paso se necesita una correcta fuerza de la pared
abdominal para evitar la extensión la columna a
nivel lumbar, si no eres capaz de corregir la
curvatura lumbar, abandona el ejercicio, quédate en
el punto anterior y trabaja los músculos de la pared
abdominal.

66
● Para mayor estiramiento de todas las fibras
se puede añadir el componente de inclinación de
tronco o de rotaciones de tronco hacia el lado
contrario de la pierna que estamos estirando.

Bien realizado, puede ser un estiramiento muy


exigente. Tiene una correspondencia con la Utthita
Parsvakonasana o Postura del estiramiento lateral de Yoga

Para los menos exigentes podemos quedarnos en El


Guerrero (o Virabhadrasana) o La postura de estocada alta
(Utthita Ashwa Sanchalanasana) o baja

El Guerrero I La estocada alta

67
Si quieres leer sobre estiramientos del psoas, últimamente, se
puede encontrar abundantes publicaciones sobre este tema, y las
discusiones entre las autoras resulta divertido. Pamela Ellegen que
localiza el psoas recordando cómo eran los bikinis de los años 80,
precisión asombrosa, acusa a Liz Koch de ser una vendedora de
libros, puesto que de sus libros extrae que el psoas influye en
increíbles orgásmos que se sienten recorrer por todo el cuerpo en
éxtasis de puro placer. (psoas Strength and Flexibility, Pamela
Ellegen CPT, 2015)

Sandra Carson estirando psoas

Nuevas técnicas

Algunos modernos autores, e instructores en técnicas


posturales y de movimiento, han creado métodos de trabajo
con nuestro psoas, y tienen además facilidad para crear
slogans atractivos, que absorben nuestra mirada y sonrisa,
y se popularizan con mucha facilidad en el universo web.
Esta captación de atención no siempre va acompañada de
un estudio científico sobre las ventajas de su método.

Recogemos la manera que Katy Bowman y Carol


Robbins enseñan para la liberación del psoas y de la que
imparten seminarios y curso muy populares, e insisten que

68
antes de estirar, debemos tener un músculo liberado de
tensiones..

La liberación de psoas

Según Katy Bowman, esta técnica, es una alineación


correctiva para facilitar una mejor alineación de las
costillas sobre la pelvis. El objetivo de este correctivo es
liberar, ¡no estirarse!

Túmbate en el suelo, una superficie dura mejor que en


la cama. Boca arriba con las piernas extendidas. La parte
posterior de los muslos, los isquiotibiales, deben apoyarse
completamente en el suelo. Si no lo están, esto significa que
las caderas están flexionadas y las rodillas dobladas
(aunque sea un poquito). Olvidamos las piernas y fija tu
atención a la caja torácica. ¿Están las costillas inferiores
apoyadas en el suelo? ¿Están elevadas? A veces la columna
vertebral está lejos del suelo desde las lumbares hasta los
hombros. La parte más ancha de las costillas debe estar
bien conectada a tierra. Uno de los signos de un psoas
acortado es el "cizallamiento" de la vértebra lumbar
superior L1. Este es un término que significa que la
vértebra superior está desplazada hacia adelante en
relación con la que está debajo. Esto da como resultado un
"desplazamiento de la costilla".
Si tu psoas se encuentra en su extensión completa, los
isquiotibiales de ambas piernas y sus costillas inferiores
estarán relajados en el suelo. Si uno, o el otro, o ambos no lo
están, hay que trabajarlos. Un isquiotibial puede estar en el
suelo, o más cerca de él, que el otro. Porque los psoas
trabajan independientemente, uno podemos tenerlo más
contraído. La columna lumbar debe mantener su curvatura
lordótica natural.

69
La técnica.
Imagina que tienes un alfombra grande enrollada. O
algo similar que necesitaremos como soporte. Podrían ser
almohadas, cojines, etc.

Susan McLaughlin en técnica para soltar el psoas

Siéntate en el suelo con las piernas estiradas. Las


manos pueden ayudarte a sujetar la columna. Siente que
los muslos están en contacto con con el suelo. Tras la
rodilla, siempre debe haber un espacio.
Poco a poco te tumbas de espaldas. Tal vez tus
isquiotibiales se separen del suelo.
O tal vez no. ¿Tu caja torácica se apoya
completamente? ¿O se arquea un poco?
Apoya la parte dorsal de la columna, a la altura que
necesites, para volver a tener los isquios (mejor los dos)
completamente en el suelo, sobre el soporte. Y busca la
comodidad elevando la cabeza sobre mantas, almohadas o lo
que tengas. Procura un mentón armonioso y no mire al
cielo.
Descansa ahí sin hacer nada. Inténtalo durante 5-20
min.
Si hemos avanzado, puede que tus costillas inferiores
se sitúan un poco más cerca del suelo.
70
Tal vez necesites un poco de práctica, pero se
consigue. Si avanzas, en sucesivas sesiones, reduce el
tamaño del soporte.
El objetivo sería, finalmente, estar planos sobre el
suelo, con la parte posterior de las piernas en contacto, y la
parte posterior de las costillas en contacto con el suelo

Resultados

Domica B. Gaines, Instructora de ejercicios, y


visionaria como se presenta en centro de Kinesphere Center
for Movement Education, describe temblores que se
originaron profundamente en el núcleo de su columna
vertebral, y como, verdaderamente sintió que sus piernas
comenzaban en el diafragma. Estremecimientos que no
eran causados por un ejercicio creado por la tensión
compresiva, era un movimiento creado desde el centro de su
ser. Una experiencia de liberación para mostrar otra
perspectiva que se puede experimentar. Liz Koch también
comenta, como respuesta a una consulta en su web “Is The
psoas An Emotional Muscle?”, que ha experimentado varias
veces estremecimientos practicando la liberación. Y
Jennifer Gleeson Blue lo describe como una experiencia
mística en “psoas Release: An Essential Experience”

Desmitificando un poco la experiencia trascendental


de la liberación del psoas, estos estremecimientos, encajan
con los trabajos de David Berceli Ph.D en su técnica de
Liberación de la Tensión y el Trauma (TRE, Trauma
Release Exercises). Al igual que el Dr. James Cyriax
descubrió su técnica de masaje Cyriax con excombatientes,
David, en primera línea de batalla, actuando como
psicoterapeuta, experimentó y vivió en primera persona
junto con otros soldados, episodios traumáticos de guerra, y

71
descubrió cómo el trauma queda almacenado en los cuerpos
musculares. Tras su técnica, al relajar el cuerpo cambia el
estado emocional y psicológico. Los ejercicios TRE activan
un mecanismo de temblores neurogénicos en el cuerpo, que
viajan a lo largo de la columna, liberando las tensiones que
han quedado en la memoria muscular después de
situaciones traumáticas.

En esta línea los trabajos de la nueva medicina


germánica investigados por el Dr. Ryke Geer Hammer,
recuerdan que en la epicrisis o crisis epileptoide, que es una
fase normal del programa biológico natural, puede en
algunos casos venir acompañada de temblores internos o
vibración interior.

La respiración de psoas

Ya hemos visto que el psoas y los diafragmas están


íntimamente conectados. Actuar sobre los diafragmas y todo
el cilindro abdominal, con respiraciones amplias,
conscientes y profundas ayuda a estirar el psoas, aumentar
la conciencia de propiocepción, y relaja el músculo.

¿Cómo realizar este ejercicio?


Túmbate boca arriba con las piernas encima de una
silla, o bloque, o similar, y las rodillas dobladas como cerca
de 90 ° como sea posible y asegurarse de que obtiene en el
lado de la silla de modo que las rodillas estén directamente
encima de las caderas.
Tus brazos están a los lados con las palmas hacia
arriba.
Tome un lenta. . . completa . . . respiración profunda
por la nariz y dirigirla hacia su vientre, un punto central
entre los dos psoas, dos o tres centímetros bajo el ombligo.

72
El vientre sube con la inspiración (en comparación con el
pecho).
Si te resulta difícil de dirigir la respiración en el
abdomen, colocar un libro o similar en el abdomen para
ayudarte a centrar tu atención en esa área.

Cuando exhales y permitir que el vientre se vacíe


completamente. Un psoas acortado no permite la expulsión
completa de aire.
Tras haber exhalado por completo, contrae los
músculos abdominales - con intensidad - y mantén así
durante 3 sg.

Relaja la contracción de los músculos abdominales y


luego inspira de nuevo, repitiendo todo el proceso

Seguir respirando así durante 5 minutos.


Has de descubrir cómo tus psoas se llenan de energía
desde el punto central bajo el ombligo.

73
74
Conclusión
Internet es un mar donde una opinión, aunque sea
errónea, puede acabar siendo publicada y repetida hasta la
saciedad, creándose una enorme y falsa corriente que la
alimente. Pero al mismo tiempo es un maravilloso mundo,
que ofrece la posibilidad de contrastar y revisar antiguos
conceptos sobre un verdad establecida. El psoas está en esta
marea de corrientes encontradas.

Hay controversia y opiniones distintas entre los


ambientes académicos y entre los pedagogos corporales. En
este clima, no pretendo encontrar el marco donde encajar al
psoas, pero puedo ofrecer mis conclusiones, extraídas no de
apostar por una opinión u otra, sino de reflexionar, estudiar
y probar las distintas técnicas.

No hay un grupo psoasiliaco, compuesto de músculos


con la misma función y grado de participación de sus
integrantes. En todo caso puede haber un grupo
“Pelvitroncanterinos menor” con funciones diferentes.

Ha quedado claro que no es un flexor de cadera,


cuando flexionamos conscientemente, pero tampoco
extensor, como la Dr. Bowman afirma. No es flexor 100%
pero ayuda a mantener la columna es su sitio ya que la
flexión tiende a provocar un balanceo anterior de la pelvis.
El psoas ayuda a que la columna lumbar lo acompañe. Y
sobre todo forma parte de ese conjunto, poco estudiado, que
es el cilindro abdominal.

El tratamiento y el estiramiento de psoas es una


técnica válida para tratar dolor en la espalda baja en la
cintura, dolor a lo largo de la frontera de la pelvis, profundo

75
dolor en las articulaciones de cadera, una sensación de
rigidez en la zona lumbar, etc.

Las modernas técnicas de liberación energética de


psoas, hay que aceptarlas, pero desmarcarse de
experiencias místicas y enmarcarlas en estudios más
globales de reacción psicosomática como TER y la NMG. En
este apartado es un músculo flexor inconsciente, y protector
frente a un trauma de forma natural.

76
Referencias

No todos los libros que menciono han sido consultados


de primera mano, pero los incluyo ya que en artículos o
publicaciones que he utilizado, se mencionan.

Publicaciones

Alton, F., et al. 1998. A kinematic comparison of


overground and treadmill walking. Clinical
Biomechanics, 13 (6), 434–40.

Andersson E, Oddsson L, Grundstrom H, et al. (1995).


The role of the psoas and iliacus muscles for stability
and movement of the lumbar spine, pelvis and hip.
Scand J Med Sci Sports 1995;5(1):10–6.

Basmajian JV, Greenlaw RK. (1968). Electromyography


of iliacus and psoas with inserted fine-wire electrodes
(abstract). Anat Rec 1968;160:130.

77
Blackenbaker DG, & Tuite MJ. Non femoroacetabular
impingement. Seminars un muskuloskelatal radiology.
2013;17(3):279-285.

Barker KL, Shamley DR, Jackson D. Changes in the


cross-sectional area of multifidus and psoas in patients
with unilateral back pain: the relationship to pain and
disability. Spine, Nov. 15, 2004;29(22):E515-9.

Busquet L. Las cadenas musculares. Tomo I. 8ª ed.


Badalona: Paidotribo; 2006. p 75-81.

Bogduk, N., Pearcy, M., & Hadfield, G. 1992. Anatomy


and biomechanics of psoas major. Clinical
Biomechanics, 7 (2), 109–19.

Dangaria TR, Naesh O. Changes in cross-sectional area


of psoas major muscle in unilateral sciatica caused by
disc herniation. Spine, 1998;23(8):928-31.

Diab, M. 1999. Lexicon of Orthopaedic Etymology.


London: Informa House.

Domb, B.G; Shindle, M.K; McArthur, B; Voos, J.E;


Magennis, E.M. & Kelly, B.T. (2011). Iliopsoas
impingement: a newly identified cause of labral
pathology in the hip. The muskulosqueletal journal of
hospital for special surgery 7(2):145-150.

Ellegen Pamela CPT, psoas Strength and Flexibility,


2015

Fajardo Ruiz, Francisco. Tratado de terapia manual de


la Columna vertebral. Dilema 2005. 23-26, 172-173.

78
Fajardo Ruiz, Francisco. La osteopatía al servicio de las
emociones, Dilema, 2015.

Fajardo Ruiz, Francisco. Tratado de Osteopatía Tomo I.

Guanche CA, Sikka RS. Acetabular Labral Tears with


underlying chondromalacia: a possible association with
high-level running. Arthroscopy 2005;21(5) 580-5.

Gibbons, SGT. (2007). Clinical anatomy and function of


psoas major and deep sacral gluteus maximus. En A.
Vleeming, V. Monney, & R. Stoeckart, Movement,
Stability & Lumbopelvic Pain (págs. 95-103).
Edinburgh: Churchill Livingstone, Elsevier.

Gibbons SGT (1999). A review of the anatomy,


physiology and function of psoas major: A new model of
stability. Proceedings of: The Tragic Hip: Trouble in the
Lower Quadrant. 11th Annual National Orthopedic
Symposium. Halifax, Canada. Nov 6-7.

Gibbons SGT (1992). The model of psoas major stability


function. Proceedings of 1st International Conference on
Movement Dysfunction. Edinburgh, Scotland. Sept 21-
23, 2001

Bogduk N, Pearcy MJ, Hadfield G. Anatomy and


biomechanics of psoas major. Clin Biomech, 1992;7:109-
19.

Hauger O, Pelé E, Poussange N, Fournier C, Amorreti


N. Pathologie labrale et conflits de hanche. Journal of
Radiólogos. 2011. (92):524-534.

Hu, H., Meijer, O. G., Van Dieen, J. H., Hodges, P. W.,


Bruijn, S. M., Strijers, R. L. Is the psoas a hip flexor in

79
the active straight leg raise? European Spine Journal.
2011;20:759–765.

Kapandji AI. Fisiología Articular. Tomo II. 6ª ed.


Madrid: Médica Panamericana. 2010

Kendall FP, Mcreavy EK, Provance PG, Rodgers MM,


Romaní WA. Músculos, pruebas funcionales, postura y
dolor. 5° edición. Marban. Madrid. (2007)

Kirchmair, L., et al. 2008. Lumbar plexus and psoas


major muscle: Not always as expected. Regional
Anesthesia and Pain Medicine, 33 (2), 109–14.

Koch Liz, The Psoas Book 30th Anniversary Revised,


2011

LaBan MM, Raptou AD, Johnson EW.


Electromyographic study of function of iliopsoas muscle.
Arch Phys Med Rehabil 1965;46(10):676–9

Lee, D. (2004). The Pelvic Girdle. An approach to the


examination and treatment of the lumbopelvic-hip
region. Edinburgh: Churchill Livingstone. Elsevier.

Moore KL, Agur AMR. Fundamentos de anatomía con


orientación clínica. 2ª ed. Buenos Aires: Médica
Panamericana. 2003.

Nachemson A. Electromyographic studies on the


vertebral portion of the psoas muscle; with special
reference to its stabilizing function of the lumbar spine.
Acta Orthop Scand 1966;37(2):177–90.

Penning, L. (2000). psoas muscle and lumbar spine


stability: a concept uniting existing controversies.

80
Critical review and hypothesis. European Spine
Journal. 2000; 9:577–585.

Pilate P. Osteopatía. madrid: la esfera de los libros.


2013. p 138- 142.

Reinan MP, Goode AP, Cook CE, Holmich P, Thorborg


K. Diagnóstic accuracy of clinical test for the diagnosis
of hip femoroacetabular impingement/laboral tear: a
systematic review with meta-analysis.

Sahrmann, S. (2006). Diagnóstico y tratamiento de las


alteraciones del movimiento. Barcelona: Paidotribo

Sajko S, Stuber K. psoas Major: a case report and


review of its anatomy, biomechanics, and clinical
implications. J Can Chiropr Assoc: 2009 Dec; 53 (4):
311.8

Santaguida, P.L. & McGill S.M. (1995) The psoas major


muscle: a three-dimensional geometric study. Journal of
Biomechanics. 1995;28(3):339-45.

Steinberg N, Siev-Ner I, Peleg S, Dar G, Alperovitch-


Najenson D, Masharawi Y, et al. Injuries in Female
Dancers Aged 8 to 16 Years. Journal of Athletic
Training. 2013; 48 (1): 118–123.

Staugaard-Jones, Jo Ann - psoas, Músculo Vital, 2014.

Torry MR, Shancker ML, Martin HD, Hogoboom D,


Philippon MJ. Neuromuscular Hip Biomechanics and
Pathology in the athlete. Clinics in sports medicine
2006; (25):179-97.

81
Travell JG, Simons DG. Dolor y disfunción miofascial: el
manual de los puntos gatillo. vol.II. Buenos Aires:
Médica Panamericana. p 115-134.

Yoshio M, Murakami G, Sato T, et al. The function of


the psoas major muscle: passive kinetics and
morphological studies using donated cadavers. J Orthop
Sci, 2002;7:199-207.

Referencias online

http://www.sciencedirect.com/

Dr. Kiko Motoro & Dr. Jorge Montoro - Investigadores


por la Universidad de Malaga, http://www.fidias.net/que-
pone-el-prospecto-del-estiramiento-del-psoas/

www.fisiocampus.com
https://www.fisiocampus.com/estiramiento-de-psoas-0
https://www.fisiocampus.com/estiramiento-de-cadena-
del-psoas-iliaco
https://www.facebook.com/fisiocampus/posts/1666686210
266654
https://www.fisiocampus.com/tratamiento-del-musculo-
del-psoas
https://www.fisiocampus.com/articulos/como-influye-el-
psoas-en-el-dolor-lumbar

www.fisioterapia-online.com
https://www.fisioterapia-online.com/videos/importancia-
del-estiramiento-del-psoas-para-el-desgaste-de-cadera
https://www.fisioterapia-online.com/videos/estiramiento-
del-iliopsoas-o-musculo-psoas-iliaco

82
www.adharayoga.com
http://www.adharayoga.com/2015/07/la-importancia-del-
musculo-psoas-iliaco.html

www.fisaude.com
http://www.fisaude.com/fotos/fisioterapia/tecnicas/estira
mientos/estiramiento-del-psoas-boca-arriba-evitando-
tension-del-cuadriceps-1094.html
http://www.fisaude.com/fotos/fisioterapia/tecnicas/estira
mientos/estiramiento-del-psoas-iliaco-tumbado-lateral-
1095.html
http://www.fisaude.com/fotos/fisioterapia/tecnicas/estira
mientos/estiramiento-del-psoas-sin-extension-de-rodilla-
1096.html
http://www.fisaude.com/fotos/fisioterapia/tecnicas/estira
mientos/estiramiento-del-psoas-tumbado-boca-abajo-
1097.html
http://www.fisaude.com/fotos/fisioterapia/tecnicas/estira
mientos/estiramiento-del-psoas-tumbado-boca-arriba-
1098.html

Katy Bowman
http://www.ideafit.com/fitness-library/can-this-psoas-be-
saved
https://nutritiousmovement.com/there-is-no-iliopsoas/

Olgakabel
http://sequencewiz.org/2014/02/15/short-yoga-sequence-
hip-flexors/
http://sequencewiz.org/2014/04/30/stretch-the-psoas/
http://sequencewiz.org/2014/05/02/yoga-for-hip-flexors/

Jeffrey Tucker, DC, DACRB


http://www.chirofind.com/mpacms/dc/article.php?id=5236
3&MERCURYSID=5e70271c..

83
Brandon Hetzler Senior SFG, SFL, SFB
http://www.strongfirst.com/psoas-so-what/

Ignacio Proubasta, Carlos Ardila, Felipe Delgado, Pablo


Perafan
Avulsiones Traumáticas de la Pelvis y del Extremo
Proximal del Fémur
https://encolombia.com/medicina/revistas-
medicas/ortopedia/vo-228/ortopedia2288avulsiones/

I. G. Esnal Andueza, M. Beristain Mendizabal, A.


Oñatibia Bagues, E. Pardo Zudaire, D. Rodríguez
Rodríguez; ( Donostia/ES, San Sebastian/ES)
Fractura por avusión del trocanter menor en el adulto.
10.1594/seram2014/S-0765
http://www.elsevier.es/es-revista-radiologia-119-
congresos-32-congreso-nacional-de-la-10-sesion-
presentaciones-electronicas-educativas-
musculoesqueletico-985-comunicacion-fractura-por-
avulsion-del-trocanter-10059

Dr. Alexander Jimenez, Dr.Quiropráctico


https://www.elpasobackclinic.com/

Resonancias en vivo
https://www.imaios.com/es/e-Anatomy/Torax-abdomen-
pelvis/Cavidad-abdominal-y-pelvica-
TAC?structureID=2262&frame=162

84
85
PSOAS
KIT DE MONTAJE

Una avulsión del


trocánter menor derecho
acontecida durante la
práctica deportiva, ha
desembocado en la
motivación de este
trabajo.

Este trabajo es un estudio sobre el músculo Psoas


Mayor, su ubicación y función. Se presenta en relación
con el sistema músculo-esquelético cercano, con las
vísceras próximas, y las emociones. Se explica el
tratamiento por un terapeuta y se muestra como hacer
unos estiramientos genéricos, sin entrar en pilates ni
yoga.

El autor ha aprendido mucho sobre este músculo,


entendiéndolo de una manera totalmente distinta a como
empezó este trabajo.

86

You might also like